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Capitulo Idea principal Palabras clave

Después de mucho tiempo amenazaba la presencia Una hora después recibí el siguiente recado de
deTara-Tir quien había sido rencoroso con Beremiz y Hassan:
temían que estuvieratramando algo en contra de él, sin “Todo está resuelto. Los tres asesinos fueron
embargo no hacia caso del peligropor estar resolviendo ejecutados sumariamente. Tara-Tir recibió 8
problemas aritméticos. Beremiz contó que el reyde
garrotazos, pagó una multa de 27 sequíes de oro y
Siracusa, mandó a sus orfebres cierta cantidad de oro
fue intimado a abandonar la ciudad.”
para quehacieran una corono, pero el color del oro le
causó desconfinaza por loque consultó a Arquímedes el Mostré la carta de Hassan a Beremís. Gracias a mi
geómetra. Arquímedes comprobó que eloro pierde en el eficiente intervención, podríamos, ahora, vivir
agua 52 milésimas de su peso, y la plata 99 milésimas, yal tranquilos en Bagdad.
comprobar demostró que había cierta porción de plata - Es interesante –respondió Beremís-. Esas líneas
adicionadaal oro. Mientras platicaban sobre esto, los escritas por nuestro buen amigo Hassan me hacen
visitó el jefe de la guardia delSultán que sentía recordar una curiosidad numérica relativa a los
admiración por el calculador y le comentaron quetenían números 1, 8 y 27.
miedo de Tara-Tir, el guardia les ayudó y en poco tiempo Y como viese que yo demostrara sorpresa al oír
Tara-Tirrecibió 8 bastonazos y pagó una multa de 27 aquella observación, él concluyó:
cequíes de oro conórdenes de abandonar la ciudad a
- 1, 8 y 27 son los únicos números que son cubos
estas cifras Beremiz sacóconclusiones aritméticas.
perfectos e iguales, también, a la suma de los
Beremiz continuó platicando sobre la muertede
Arquímedes quien murió a manos de un soldado que
guarismos de sus cubos. Por ejemplo:
interrumpió las
23. explicaciones de Arquímedes, en su tumba mandaron 13 = 1
poner unacircunferencia inscrita en un triángulo que
recordaba uno de susteoremas. 83 = 512

273 = 19.683

La suma de las cifras de 512 es 8.


La suma de las cifras de 19.683 es 27.
La primera noche después del Ramadán, el
calculador iba a tener que competir, en público con El Corán, sabio y venerable “mufti”, se compone de 114 suratas, de
siete matemáticos pero no todos deseaban que el las cuales 70 fueron dictadas en la Meca y 44 en Medina. Se divide en
éxito lo acompañara. Sin embargo recibiría una 611 “aschrs” y contiene 6236 versículos, de los cuales, 7 son del
recompensa con la que causaría envidia en Bagdad. primer capítulo, “Fatihat”, y 8 del último, “Los hombres”. La surata
si respondía a todas las preguntas, en ese instante mayor es la segunda y consta de 280 versículos. El Corán contiene
el jeque una caja al calculador y la joven Telassim 46.439 palabras y 323.670 letras, cada una de las cuales encierra diez
pidió que le permitieran ofrecer una alfombra
virtudes especiales. Nuestro sagrado libro, cita el nombre de 25
bordada que sería colocada debajo del cojín que
profetas. Issa, hijo de María es citado 19 veces. Hay cinco animales
usaría en la prueba. Al abrir la caja encontró un
cuyos nombres fueron tomados como epígrafes de cinco capítulos: la
anillo y se le humedecieron los ojos cuando vió una
pequeña alfombra que llevaba escrito en caracteres vaca, la abeja, la hormiga, la araña y el elefante. La surata 102 tiene
cúficos que sólo Beremiz sabía interpretar, entre el por título “La contestación de los números”. Ese capítulo del Libro
escrito decía Te amo, querido.Perdona mi amor; Sagrado es notable por la advertencia que, en sus 5 versículos, dirige
además de otras palabras de amor. a los que se preocupan por discusiones inútiles sobre números, que
no tienen importancia alguna en el progreso espiritual del hombre.
Esos son los datos sacados del Libro de Alah, para complacer nuestro
pedido. Hubo, no obstante, en la respuesta que acabo de dar, un
error que me apresuro a confesar. En vez de 15 referencias, cité 16.
Confirmó el sabio Mohadebe todas las referencias dadas por el
calculista; hasta el número de letras le Libro de Alah, fue dicho sin el
menor error.
Le fue asignado un sabio llamado ulema
MohadebIbhageAbner-Rama quien conocía más de
quince mil sentencias sobreel Corán, Enseñaba Teología y
Retórica, el calculador tenía quecontestar sin vacilación
quince indicaciones numéricas y citas notablessobre el
Corán, el libro de Allah. 1ª el número de suras del Corán,
2º elnúmero exacto de versículos, 3º El número de
palabras, 4º El número de
24. letras del Libro Increado y 5º El número exacto de los
profetas citados enla página del Libro Eterno. Aparte diez
relaciones numéricas ciertas ynotables sobre el Libro
Increado. Sin titubear respondió a todo lo que
lepreguntaron, y quien lo interrogó quedó totalmente
sorprendido, habíasuperado la primera prueba.

Ya en la cárcel, Beremís, acompañado de un


guardia, se sorprendió de la forma en que vivían los
prisioneros, pues todo estaba en condiciones
infrahumanas para ellos, y cuando llegaron a la
celda del condenado a cadena perpetua, se toparon
con escritos en las paredes y toda clase de
maldiciones, ya de regreso en el palacio del Visir, el
calculista dijo que la división que pedía era
imposible, porque o se sabría exactamente cuánto
tiempo viviría el preso, y lo más recomendado era
soltarlo ya pero tenerlo bajo vigilancia, o sea en
libertad condicional, el visir ordenó que se hiciera
eso.

Las perlas eran 36 y debían repartirse entre 6 personas. La primera


sacó una perla y, además, un séptimo de 35, o sea 5; luego, sacó 6
El príncipe, “llegó al El Pato Dorado” (que era la perlas y dejó 30. La segunda, de las 30 que encontró sacó 2 y,
posada del Bagdalí y Beremís), Este príncipe le venía además, un séptimo de 28, que es 4; luego, sacó 6 y dejó 24. La
a pedir al calculista que se fuese con él, para que sea tercera, de las 24 que encontró, sacó 3 y, además, un séptimo de 21,
su secretario o Director del observatorio Delhi, el que es 3 y, además, un séptimo de 21, o sea 3, por lo tanto, 56 y dejó
calculista se vio obligado a rechazar dicha oferta, 18.
pues estaba comprometido a enseñar matemática a
la hija de Iezip, el príncipe enterado de esto redijo que
con el progreso que tenia la hija de Iezip, en pocos
meses ella podría enseñar el problema de las perlas
a los Ulemas. El príncipe, “llegó al El Pato Dorado”
(que era la posada del Bagdalí y Beremís), Este
príncipe le venía a pedir al calculista que se fuese con
él, para que sea su secretario o Director del
observatorio Delhi, el calculista se vio obligado a
rechazar dicha oferta, pues estaba comprometido a
enseñar matemática a la hija de Iezip, el príncipe
enterado de esto redijo que con el progreso que tenia
la hija de Iezip, en pocos meses ella podría enseñar
el problema de las perlas a los Ulemas.

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