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LOS HITOS.

SERIE HISTÓRICA 2

LOS HITOS Y SANTA QUITERIA


UNA HISTORIA DEL SIGLO XVI CON NUEVA
LECTURA EN NUESTROS DÍAS

JESÚS CARROBLES SANTOS


JORGE MORÍN DE PABLOS

1
ESTE LIBRO FORMA PARTE DEL PROYECTO DE INVESTIGACIÓN ‘PAISAJES Y ARQUITECTURA DE
PODER EN EL TERRITORIO DE LA SEDE REGIA TOLETANA’, DEL AYUNTAMINETO DE ORGAZ Y LA
DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE TOLEDO.
© DE LA PRESENTE EDICIÓN, LOS AUTORES
DIRECCIÓN EDITORIAL: JORGE MORÍN DE PABLOS E ISABEL M. SÁNCHEZ RAMOS
DISEÑO Y MAQUETACIÓN: ESPERANZA DE COIG-O´DONNELL

EDITA: AUDEMA
ISBN: 978-84-16450-36-7
DEPÓSITO LEGAL: M-9878-2018

NINGUNA PARTE DE ESTE LIBRO PUEDE SER REPRODUCIDA O TRANSMITIDA EN CUALQUIER FORMA O POR
CUALQUIER MEDIO, ELECTRÓNICO O MECÁNICO, INCLUIDO FOTOCOPIAS, GRABACIÓN O POR CUALQUIER
SISTEMA DE ALMACENAMIENTO DE INFORMACIÓN SIN EL PREVIO PERMISO ESCRITO DE LOS AUTORES
Los Hitos. Serie Histórica 2

LOS HITOS Y SANTA QUITERIA


UNA HISTORIA DEL SIGLO XVI CON NUEVA
LECTURA EN NUESTROS DÍAS

JESÚS CARROBLES SANTOS


JORGE MORÍN DE PABLOS

2018

3
INDICE

Introducción7

Los comienzos de la investigación arqueológica


en la zona de Casalgordo-Arisgotas 8

Jerónimo Román de la Higuera y sus historias 14

La historia de Santa Quiteria y el proceso de apropiación toledana 21

Conclusión69

Anejo71

Bibliograf ía99
INTRODUCCIÓN

En el año 2016 se han reiniciado los trabajos de excavación en el yacimiento arqueo-


lógico de Los Hitos, ubicado en las inmediaciones de la localidad de Arisgotas, hoy
perteneciente al término municipal de Orgaz. Con ellos se continua un proyecto que
incluye estudios y excavaciones en diferentes zonas de la provincia de Toledo, destinado
a conocer la excepcional construcción de un paisaje específico de la capitalidad visigo-
da, caracterizado por la existencia de importantes complejos arquitectónicos que son el
reflejo de la monumentalización que experimentó el entorno de la sede regia toledana,
al menos desde el siglo VII1.
La excavación de este importante yacimiento da continuidad a los trabajos realizados
hace algo más de tres décadas por Luis Balmaseda2, luego reestudiados por otros
autores3: De ella proceden nuevos e importantes datos sobre la evidente capacidad de
las elites visigodas para mostrar su poder, a través de la construcción de importantes
complejos monumentales civiles y religiosos. Una realidad que ha sido puesta en duda
en los últimos años4 y que sin embargo, ofrece importantes realidades y modelos que
constituyen el punto de partida de la arquitectura áulica hispana de la Edad Media5.
En este debate, el estudio del yacimiento objeto de estudio es fundamental. Su
descubrimiento se produjo en las primeras décadas del siglo XX, después de haber

1 El proyecto aborda el estudio de la ciudad y el territorio. En el caso de este último, ver: Barroso, R.;
Carrobles, J. y Morín, J., Toledo y su provincia en época visigoda, Madrid 2011; Barroso, R.; Carrobles, J.
y Morín, J., “La articulación del territorio toledano entre la Antigüedad tardía y la Alta Edad Media (ss.
IV - VIII d.C.)”, en Caballero, L.; Mateos, P. y Cordero, T., (eds.), Visigodos y Omeyas. El territorio. Anejos
de Archivo Español de Arqueología, LXI, Mérida 2012, pp. 236-304; Barroso, R.; Carrobles, J.; Morín, J. y
Sánchez, I., “Ciudad y territorio toledano entre la Antigüedad tardía y el reino visigodo: la construcción
de una civitas regia (siglos IV-VIII d.C.), en Erytheia, 36, 2015, pp. 9-61.
2 Balmaseda, L. J., Arte ornamental arquitectónico visigodo en la provincia de Toledo, Tesis doctoral inédita,
Madrid 1998; Balmaseda, L. J., “Algunos problemas de la escultura visigoda toledana”, en Caballero, L. y
Mateos, P., (eds.), Escultura decorativa tardorromana y altomedieval en la Península Ibérica. Anejos de
Archivo Español de Arqueología, XLI, 2007, pp. 275-300; Velázquez, I. y Balmaseda, L. J., “Una oración
poética en una nueva inscripción del siglo VII (Los Hitos, Arisgotas, Toledo)”, en Díaz de Bustamante,
J. M. y Díaz, M. C., Poesía latina medieval (siglos V-XV). Actas del IV Congreso del Internationales
Mittellateinerkomitee, Santiago de Compostela 2005, pp. 137-149.
3 Maquedano, B., Catálogo de relieves visigodos de Arisgotas (Orgaz, Toledo), Toledo 2001; Moreno, F.J., “El
yacimiento de Los Hitos en Arisgotas (Orgaz – Toledo). Reflexiones en torno a cómo “se construye” un
monasterio visigodo”, en Anales de Historia del Arte, 18, 2008, pp. 13-44.
4 Caballero, L., “La arquitectura denominada de época visigoda ¿es realmente tardorromana o
prerrománica?, en Visigodos y omeyas: un debate entre la Antigüedad tardía y la Alta Edad Media,
Mérida 2001, pp. 207-248.
5 Barroso, R.; Carrobles, J. y Morín, J., “Arquitectura de poder en el territorio toledano en la Antigüedad
tardía y época visigoda. Los palacios de Toledo como referente de la edicilicia medieval”, en Izquierdo, R.
y Passini, J., (coords.), La ciudad medieval: de la casa principal al palacio urbano, Toledo, 2011, pp. 27-92.

7
sido intuido por Helmut Schlunk en el estudio que realizó de los relieves conservados
en las calles de Arisgotas, al sugerir que en las inmediaciones de esta población debía
existir un inmueble importante y diferente del templo de San Pedro de la Mata, con el
que hasta ese momento se relacionaban6. No obstante, hay algunos datos que permiten
plantear el conocimiento previo de algunos materiales y del entorno arqueológico del
que el yacimiento formaba parte, al menos desde finales del siglo XVI. Esto es lo que se
desprende del estudio de una de las muchas historias fabuladas por Jerónimo Román
de la Higuera y que aparece plasmada en su Historia Eclesiástica de la Imperial Ciudad
de Toledo7 y de manera más parcial en sus falsos cronicones, que siempre parten de una
realidad histórica y material en la que basar sus sugerentes recreaciones, tal y como
hemos podido demostrar en otros estudios sobre el personaje en relación con diferentes
hallazgos y recreaciones ocurridos en la ciudad de Toledo8.

LOS COMIENZOS DE LA INVESTIGACIÓN ARQUEOLÓGICA


EN LA ZONA DE CASALGORDO-ARISGOTAS

La localización de un registro arqueológico destacado de época visigoda en las


localidades de Casalgordo y Arisgotas, hoy pertenecientes a los términos municipales de
Sonseca y Orgaz respectivamente, es relativamente antigua. Los primeros datos basados
en el estudio de algunos elementos arquitectónicos decorados, datan de comienzos del
siglo XX y se deben al historiador y académico Jerónimo López de Ayala, más conocido
como conde de Cedillo9. Nos referimos a la primera valoración que realizó de los restos
conservados en la ermita de San Pedro de la Mata con motivo de la preparación de
su Catálogo Monumental de la Provincia de Toledo10. A esta misma iniciativa se debe
el descubrimiento de otro complejo arqueológico altomedieval toledano importante
como es el de Santa María de Melque en San Martín de Montalbán, que había pasado
hasta entonces completamente desapercibido para la investigación11.

6 Schlunk, H., “Arte visigodo”, en Ars Hispaniae, vol. II, Madrid 1947, p. 252.
7 de la Higuera, J. R., Historia Ecelsiástica de la Imperial Ciudad de Toledo, y su Tierra, Manuscrito,
Biblioteca Nacional, MSS 1285-1293H.
8 Carrobles, J. y Morín, J., “Falsos de Toledo: piezas inventadas para la construcción de un ideal cívico”, en
Velázquez, I. y Martínez, J., (eds.), Realidad, ficción y autenticidad en el Mundo Antiguo: La investigación
ante documentos sospechosos, Antigüedad y Cristianismo, XXXIX, 2014, pp. 179-202.
9 Castañeda, V., “El Excelentísimo señor Conde de Cedillo”, en Boletín de la Real Academia de la Historia,
tomo CIV, 1934, pp. 367-400; Gómez Vozmediano, M. F., “El III Centenario del Greco entre los papeles
de Jerónimo López de Ayala, XIII Conde de Cedillo”, en Archivo Secreto, 5, 2011, pp. 124-143.
10 Cedillo, Conde de, Catálogo Monumental de la Provincia de Toledo, Toledo 1959.
11 Cedillo, Conde de, Un monumento desconocido: Santa María de Melque (Provincia de Toledo), Madrid 1907.

8
De acuerdo con lo publicado en el citado Catálogo, este investigador se desplazó a
Casalgordo para comprobar una noticia que figuraba en las conocidas como Relaciones
de Felipe II. En concreto el dato que aparece en la pregunta 36 del interrogatorio
cumplimentado por informantes de la localidad de Casalgordo en el año 157512, que
pedía información sobre:
“los edificios señalados y cosas dignas de memoria, de bien o mal, que hubiesen
acaecido en el dicho pueblo o en sus terminos, y los campos, montes y otros
lugares nombrados por algunas batallas, robos o muertes, y otras cosas notables
que en ello haya habido.”
La respuesta fue breve pero interesante, al citar la existencia de una antigua ermita en
la que se conservaba una inscripción que hacía referencia a un personaje histórico de
época visigoda13. En concreto, los informantes dijeron conocer:
“(…) una ermita muy antigua, que no hay noticia de su fundacion, que se llama
Campo de la Mata, en la cual ha un letrero que se dexa leer, que dice BAMBA
ME FECIT, y esta ermita es tan antigua que no hay noticia de su fundacion.”
Partiendo de ese dato, nuestro historiador se desplazó para visitar los restos de la citada
ermita de San Pedro de la Mata, en los que reconoció los restos de un templo antiguo,
de planta cruciforme, que todavía conservaba algunos arcos y elementos decorados
característicos de época visigoda. En el breve estudio que realizó cita, por primera
vez, la existencia de este tipo de elementos arquitectónicos en la cercana localidad de
Arisgotas, en concreto en los muros de su iglesia parroquial, que supuso procedentes
del templo que acababa de descubrir en la localidad cercana. En ellos encontramos la
primera referencia a hallazgos vinculados con el yacimiento de Los Hitos, aunque en ese
momento fueran atribuidos al complejo religioso cercano ubicado en Casalgordo, que el
investigador acababa de identificar.
En el Catálogo Monumental publicado de forma tardía en 1959, el descubrimiento se
valoró de esta manera14:
“El interesante monumento que me ocupa era hasta el presente absolutamente
desconocido por los arqueólogos. Llévome a aquel paraje una noticia consignada
en la relación topográfica de Casalgordo, que en 13 de Enero de 1576, dieron los

12 Viñas, C. y Paz, R., Relaciones de los pueblos de España ordenadas por Felipe II. Reino de Toledo, Primera
parte, Madrid 1951, p. XVI.
13 Viñas, C. y Paz, R., Op. cit., 1951, p. 248.
14 Cedillo, Conde de, op. cit., Toledo 1959, p. 41.

9
Presbiterio de la Ermita de San Pedo de la Mata. Catálogo monumental de la provincia de Toledo realizado
por el Conde de Cedillo.

10
vecinos del pueblo Martín Ventas y Juan de los Peces, según la cual, en el término
del lugar “ay una ermita muy antigua que no ay memoria de su fundación que
se llama S. Pedro de la Mata en la qual ay un letrero que se dexa leer que dice
Vamba me fecid.”
La inscripción desapareció o toda mi diligencia fué insuficiente para hallarla. A
mi juicio es este un templo visigodo y probablemente sería monasterio, de ignata
regla, dedicado desde un principio al Príncipe de los Apóstoles. Fúndome para
ello en lo irregular y bárbaro del aparejo, en lo singular de su mixta planta, de
silueta general cuadrangular, que recuerda algo a la de San Pedro de la Nave,
con cruz griega inscrita para el templo propiamente dicho, en la presencia
simultánea de los arcos semicirculares y ultrasemicirculares y, sobre todo,
en las piedras exornadas, de labor completamente visigoda. Que en la falda
septentrional de los montes de Toledo hubo monasterios godos, es cosa indudable,
y que he podido comprobar en mis repetidas visitas a aquellas comarcas. Piedras
labradas visigodas, procedentes probablemente de este cenobio de Casalgordo,
he hallado embebidas en los muros de las iglesias parroquiales de este lugar y
del de Arisgotas. Pero si se atiende a la estructura del único arco semicircular
que se conserva, y a la altura del centro sobre el arranque, que viene a ser de ½
del radio, el templo podría ser, a lo sumo, si no visigodo, reconstrucción hecha
por mozárabes en los primeros siglos de la reconquista, habiéndose aprovechado
muchos elementos de la antigua fábrica.”
Pero, además, hubo otro dato que llevó a Jerónimo López de Ayala a las localidades
de Casalgordo y Arisgotas. De acuerdo con lo escrito en la obra que venimos citando,
encontró otro motivo de interés en la tradición que relacionaba los restos del templo
con el lugar del enterramiento de Santa Quiteria, siguiendo una olvidada propuesta
de Jerónimo Román de la Higuera, que conoció a través de algunos libros antiguos.
Un personaje de excepcional importancia para conocer la peculiar historia elaborada
en España y muy especialmente en Toledo durante los siglos XVII y XVIII, como
consecuencia del empeño que puso en la defensa de los privilegios y primacías de los
que disfrutaba la población, que eran más discutidos que nunca por los efectos negativos
que ocasionó la definitiva pérdida de la Corte y la consolidación del foco madrileño.
Nuestro conde de Cedillo, lo expresó así15:
“Como verdad histórica o como racional conjetura poco o nada más puede
añadirse acerca de este singular edificio. Y, sin embargo, en pasados tiempos

15 Cedillo, Conde de, op. cit., Toledo 1959, p. 41.

11
Brazo meridional del crucero de la Ermita de San Pedo de la Mata. Catálogo monumental de la provincia de
Toledo realizado por el Conde de Cedillo.

12
Conde de Cedillo.

mereció alguna atención (aunque no, naturalmente, desde los puntos de vista
arqueológico y artístico), de parte de los secuaces de Luitprando y Julián Pérez,
quienes forjaron en torno de San Pedro de la Mata una detallada y poética
novela, de que hoy nadie se acuerda, pero que no carece de interés.”
Un interés evidente que es el que queremos abordar en este estudio, dado que todo lo
relacionado con este interesante personaje ha quedado en el más absoluto de los olvidos.

13
JERÓNIMO ROMÁN DE LA HIGUERA Y SUS HISTORIAS

Este destacado y denostado historiador jesuita al que venimos haciendo referencia


nació en Toledo en el año 155816. Se formó en la Universidad de Santa Catalina de la
misma ciudad y desde fechas tempranas mostró su interés por la historia, al colaborar
con el destacado círculo humanista toledano surgido en torno a figuras tan conocidas y
prestigiosas como Alvar Gómez de Castro17 o Juan Bautista Pérez18.
Sin embargo, sus estudios evolucionaron de manera diferente a la experimentada
por la mayor parte de sus compañeros, al centrarse en la consecución de argumentos
destinados a facilitar la defensa de los privilegios que disfrutaba la ciudad de Toledo, en
un momento en el que la población iniciaba un largo periodo de decadencia y crisis19. A
ello se debe el desarrollo en Toledo de un importante núcleo de historiadores liderados
por nuestro protagonista, que se preocuparon por demostrar la existencia de un pasado
glorioso que debía condicionar y asegurar el presente en el que vivían, que empezaba a
ser adverso y amenazaba el desmesurado orgullo cívico de los toledanos20.
El estudio de este peculiar proceso de renovación de la investigación histórica marcada
por ideales, un exagerado aprecio por lo propio y la valoración por primera vez de restos
arqueológicos, aunque en ocasiones fuesen falsos21, se basó en una serie de argumentos

16 Carrobles, J., “ideales y arqueología en el Toledo del Greco”, en Toletum 59, 2014, pp. 95-96; Cirot. G.,
“Documents sur le faussaire Higuera”, en Bulletin Hispanique 8-1, 1906, pp. 87-95; Godoy, J., Historia
crítica de los falsos cronicones, Madrid 1868, p. 16.; López de Ayala, J., Toledo en el siglo XVI después
del vencimiento de las comunidades, Madrid 1901, p. 83; Olds, K., Forging the past. Invented Histories
Counter-Reformation Spain, Yale 2015.
17 Alvar, A., “Alvar Gómez de Castro, humanista”, en Revista de Filología Española, nº 62 3-4, 1982, pp.
193-210; Alvar, A., “Alvar Gómez de Castro y la historiograf ía latina del s. XVI: la vida de Cisneros”, en
El erasmismo en España, Santander 1986, pp. 248-264; Carrobles, J., Op. cit., 2014, 82-86; Vaquero, C., El
maestro Alvar Gómez. Biograf ía y prosa inédita, Toledo 1993.
18 Carrobles, J., Op. cit., 2014, pp. 88-90; Ehlers, B., “Juan Bautista Pérez y los plomos de Granada: el
humanismo español a finales del siglo XVII”, en Barrios, M. y García-Arenal, M., (eds.), Los plomos del
Sacromonte. Invención y tesoro, Valencia 2006, pp. 253-270.
19 Martínez, F., La invención de Toledo. Imágenes históricas de una identidad urbana, Ciudad Real 2007, pp.
122-147; Montemayor, J., Tolède entre fortune et declin, Limoges 1996.
20 Martínez, F., “Historia y cohesión urbana. La escuela historiográfica toledana del siglo de oro”, en Villena,
R., (coord.), Ensayos humanísticos. Homenaje al profesor Luis Lorente Toledo, Cuenca 1997, pp. 303-318.
21 Carrobles, J. y Morín, J, Op. cit, 2014; Hernando, M. del R., “Cuando la fama te precede: Jerónimo Román
de la Higuera y la epigraf ía hispana”, en Crespo, S. y Alonso, M.A., (coords.), Scripta Antiqua in honorem
Ángel Montenegro Duque et José María Blázquez Martínez, Valladolid 2002, pp. 501-515; Hernando, M.
del R., “De parroquia en parroquia. Notas de epigraf ía orensana de Jerónimo Román de la Higuera”, en
Conde, P.P. y Velázquez, I., (eds.), La Filología latina. Mil años más. Actas del IV Congreso de la S.E.L.A.T.,
Madrid 2005, pp. 2013-2030; Hernando, M. del R., “Manuscritos de contenido epigráfico de la Biblioteca
Nacional de Madrid: curiosidades y malentendidos”, en Gerión 23-2, 2005, pp. 59-88; Hernando, M. del
R., “Jerónimo Román de la Higuera y la epigraf ía de Ibahernando (Cáceres)”, en Zephyrus LXIII, 2009, pp.

14
que eran los más utilizados para defender la preeminencia de cualquier población a
finales del silgo XVI22.
El primero era el que tenía que ver con la noción de nobleza23. Así y al igual que
ocurría con los individuos que ocupaban el lugar que les correspondía en función
de los privilegios acumulados por las familias a lo largo de siglos, las poblaciones lo
hicieron mediante un sistema de valores parecido, que las clasificaba en función de
los títulos y privilegios que pudieran haber disfrutado en el pasado. De la importancia
dada a este criterio de valoración se derivan dos tipos de comportamientos basados en
los reconocimientos conseguidos. Por un lado, la tendencia a lucir, acumular e incluso
otorgarse títulos de dudosa legitimidad aunque de sonoro y vistoso lucimiento y, por
otro, la búsqueda de una especial vinculación con la monarquía, de la que dependía su
conservación y, sobre todo, su legitimación y acrecentamiento.
Junto a los ideales basados en los argumentos que ofrecía el pasado, nos encontramos con
otro de los criterios más utilizados en la elaboración de la imagen urbana renacentista.
Nos referimos a la justificación de la preeminencia en función de la antigüedad de la
población24. El origen de esta valoración hay que buscarlo en el auge experimentado
por el ideario humanista a comienzos del Renacimiento, que convirtió a la Antigüedad
clásica en referencia válida de conocimiento y prestigio para aquel presente. Su
verdadera importancia en la construcción de las historias locales, radicó en la capacidad
que mostró el pasado más remoto para aportar datos con los que justificar pretendidos
privilegios, partiendo de las decisiones tomadas en el seno del Imperio romano y en
menor medida por los monarcas visigodos, a los que todavía se consideraba fuente de
legitimidad.

185-203; Martínez de la Escalera, J., “Jerónimo de la Higuera S.J.: falsos cronicones de Toledo, historia de
Toledo, culto de San Tirso”, en Tolède el l´expansion urbaine en Espagne (1450-1650), Madrid 1991, pp.
69-97; Yelo, A., “El Cronicón del Pseudo-Dextro proceso de redacción”, en Anales de la Universidad de
Murcia, Letras, Vol. 43, 3-4, 1985, pp. 103-121.
22 Aranda, F.J., Poder y poderes en la ciudad de Toledo. Gobierno, Sociedad y Oligarquías en la Edad Moderna,
Cuenca 1999; Benito, E., La prelación ciudadana. Las disputas por la precedencia entre las ciudades de
la Corona de Castilla, Toledo 1972; Carrobles, J., Op. cit., 2014, pp. 55-79.; Martínez, F., Op. cit., 2007;
Martínez, F., “De civitas regia a civitas dei. El imaginario histórico de Toledo en los siglos XVI y XVII”, en
Vizuete, J.C. y Martín, J., (coords.), Sacra loca toletana. Los espacios sagrados en Toledo, Cuenca 2008, p.
320.
23 Navarro, A.M., “Pasado y antigüedad clásica en los discursos sobre ciudades. Las laudes en la historiograf ía
andaluza”, en Temas medievales, 16, 2008, sin paginar.
24 Lleó Cañal, V., “Antigüedad clásica y ciudad: de la arqueología al mundo de la fiesta renacentista”, en
Espacio, Tiempo y Forma, Serie VII, Historia del Arte, 6, 1993, pp. 175-192; Navarro, A.M., Op. cit.,
2008, sin paginar; Wulf, F., Las esencias patrias. Historiograf ía e historia antigua en la construcción de la
identidad española (siglos XVI-XX), Barcelona 2003.

15
Gracias al nuevo papel dado a ese pasado, los historiadores y responsables de las
repúblicas ciudadanas renacentistas centraron sus esfuerzos en la búsqueda de unos
orígenes remotos y gloriosos, en los que cada población esperaba demostrar que había
disfrutado de un importante protagonismo en época romana o visigoda. El ideal,
pasó a ser una población con huellas evidentes de su pasado antiguo y que, además,
hubiera sido considerada como una prolongación de Roma en la Antigüedad, gracias
a la concesión del estatuto de colonia. Un hecho especialmente valorado, sobre todo,
si además lo había sido por voluntad de emperadores como Julio César, de Trajano o
de reyes visigodos como Wamba, convertidos en modelo y referencia de mandatarios
ejemplares.
En Toledo, la reivindicación de su pasado romano tuvo gran importancia política desde
momentos bastante antiguos, tal y como lo demuestra el hecho de que en la apertura
de las sesiones de las Cortes de Toledo de 1480 y como consecuencia de la rivalidad
mantenida con Burgos por la primacía en el uso de la palabra, nuestros representantes
argumentaran la presencia de restos e inscripciones romanas en la población y su
carencia en la capital castellana, para reivindicar la preeminencia que debía disfrutar su
ciudad en este sentido y particular asunto que, por cierto, se arrastró hasta el siglo XIX25.
Esta corriente que buscaba en el pasado romano y visigodo la justificación de los
privilegios de la ciudad moderna, se relaciona con los esfuerzos dirigidos a potenciar
la imagen de Toledo como ciudad santa y cristiana por excelencia26. Este tercer criterio
de valoración partía de la consideración de que toda ciudad que aspirara a tener una
posición destacada en época moderna, debía contar con santos, mártires y apariciones
con los que mostrar la excepcional vinculación que mantenía con la divinidad y su
corte celestial desde momentos antiguos. Con ellos se buscaba un puesto de honor en
el nuevo y jerarquizado mapa cristiano, que tenía una evidente lectura en el presente
que nos ocupa.
Las disposiciones tomadas en el Concilio de Trento fueron decisivas para fomentar la
búsqueda de nuevas evidencias de lo sagrado, al imponer novedosas maneras de expresar
la fe27. Su impulso tiene que ver inicialmente con la contestación de los principales

25 Benito Ruano, E., La prelación ciudadana. Las disputas por la precedencia entre las ciudades de la corona
de Castilla, Toledo 1972, p. 29.
26 Martínez, F., Religiosidad e identidad urbana en el arzobispado de Toledo (siglos XVI-XVII)”, en Vizuete,
J.C. y Martínez-Burgos, P., (coords.), Religiosidad popular y modelos de identidad en España y América,
Cuenca 2000, pp. 15-58; Martínez, F., Op. cit., 2008, pp. 349-354.
27 Barrios, M., “El Sacromonte de Granada y la religiosidad contrarreformista”, en Sánchez, V. y Ruiz, J.,
(coords.), La Religiosidad popular y Almería: actas de las III Jornadas, Almería 2004, pp. 15-37; Dandelet,
Th.J., La Roma española (1500-1700), Barcelona 2002; Navarro, A.M., “Los santos y el imaginario urbano

16
postulados planteados por las distintas
iglesias protestantes, que impulsó el papel de
los santos católicos como mediadores entre
el mundo terrenal y el divino, adquiriendo
entonces un destacado valor como símbolos
para cada población. Su culto se vio
favorecido, además, por la actitud religiosa
de los monarcas, la consecución de las
primeras canonizaciones hispanas en siglos
y, sobre todo, por la bula de Gregorio XIII
que permitió a las iglesias locales venerar a
sus santos naturales o extravagantes, aunque
éstos no estuviesen reconocidos por Roma.
Consecuencia de este proceso fue el
desarrollo de una exaltada religiosidad con
una clara identificación local y el auge de
una imaginación popular predispuesta al
hallazgo de todo tipo de reliquias y tesoros Portada de Toledo. Su Prudente Gobierno y las
Corteses Ceremonias con que le Ejerce de Juan
sacros, que empezaron a aparecer por Sánchez de Soria del año 1635.
cualquier población, más aún en la ciudad
de Toledo y su territorio28.
El resultado fue la recreación de una ciudad fundada por grandes héroes de la antigüedad
y especialmente elegida por santos, nobles y monarcas, que parecía predestinada a
ejercer el privilegiado papel de metrópoli política y religiosa de España. Así aparece en
muchos documentos elaborados en la época. Un buen ejemplo lo encontramos en la
Introducción de Pedro de Ayala Manrique a la obra de Juan Sánchez de Soria Toledo. Su
Prudente Gobierno y las Corteses Ceremonias con que le Ejerce, datada en el año 163529.
En ella se dice:
“Ningún título le falta a la imperial Toledo para llamarse muchas veces grande.
Su sitio mismo descubre soberanía y majestad, previniendo la tierra montes que
la levantan mucho en la tierra y la avecinen al cielo. Su antigüedad compite
con los siglos pues la fundó Tubal, tan padre suyo que hasta el nombre Tubleto

en los discursos historiográficos: Andalucía siglos XIII-XVII”, en Hispania Sacra, LXII, 2010, pp. 457-489.
28 Carrobles, J., Op. cit., 2014, pp. 65-72.
29 Sánchez de Soria, J., Toledo. Su prudente Gobierno y las Corteses Ceremonias con que le Ejerce, edición de
García, M., Ayuntamiento de Toledo, 2004, pp. 12-13.

17
la dejó por herencia y mayorazgo, no sé si más para buscar la inmortalidad en
sus memorias, o para descubrirla con tanta ancianidad venerable. A Hércules
atribuyen esta fundación otros, llevados de los trofeos que aún hoy se descubren
en su cueva, guardando su apellido. Lo primero me parece más seguro. Su
nobleza es real, siempre cuna de invictísimos príncipes, y solar conocido de
las casas más célebres de España, su cielo apacible con influencias benévolas,
sus ingenios despiertos y claros, finalmente metrópoli de España y su Primada,
reina de tantos tiempos coronada de triunfos, teatro de tantas representaciones
de fortuna, conquistada de naciones peregrinas por hacerse gloriosas con esta
preciosísima joya, que ganada como piedra se poseía el anillo de todas sus
provincias, en quien nunca el rigor de los vientos contrarios pudo apagar de él
toda luz de nuestra fe, que hecho rayo glorioso, o mejor Prometeo, encendió en
los principios de la Iglesia el hijo del trueno, y gran patrón de España, Santiago,
que la visitó después el doctor de las gentes San Pablo, para repetir sus blasones.
Y la gloriosísima reina de los cielos, María, hizo peana de sus montes, mejor
que del diamante corvo de la Luna, estampando sus huellas en su iglesia para
dejarnos, en aquellas señas mudas, prendas elocuentes de su amor, bajando a
premiar el afecto generoso de su hijo Ildefonso, pastor a quien dispuso entre los
descansos de su gloria, donde lirio inmortal;ni teje la industria, ni labra la fatiga
aquella sagrada vestidura que sirvió de arras a su celo, aquel pellico que fue
apoyo a su inocencia. Y con fineza santa, la divina Leocadia se despertó del
mármol que dormía para agradecer en nombre de su reina al pastor cuidadoso
sus desvelos, y a advertirle que por él vivía la que madre de la vida, acreditándole
con su patria, pues supo dejar glorias por dársela inmortal con su visita, cuando
el cuchillo del godo rey Recesvinto, en manos de Ildefonso, logró el más bien
ejecutado golpe en la vestidura que cortó de Leocadia, para adornar con un
poco parte su ciudad, siempre dichosa con tantos venerables y santos arzobispos,
que o vertieron la sangre por la Iglesia, donde las armas vinieron respetadas,
y la paz con descanso, dando leyes que conservan tanto tiempo dichosamente
nuestra monarquía.”
En este panorama hay que entender el auge de la investigación histórica toledana y, sobre
todo, la evolución sufrida por Jerónimo Román de la Higuera, cuya obra se caracterizó
por forzar argumentos e inventar todas aquellas historias destinadas a beneficiar las po-
siciones que defendían los cada vez más debilitados privilegios y primacías disfrutadas
por las oligarquías toledanas. En ella encontramos constantes referencias a investigacio-
nes propias, documentos o hallazgos sorprendentes de imposible consulta, así como a

18
Planta y alzado del inmueble interpretado como templo de San Tirso en Toledo. Según A. DE CÁRCAMO, 1595.
Por J. R. H.

19
diferentes datos aportados por unos cronicones de los que nunca reconoció su autoría,
que daban feliz respuesta a momentos oscuros cuando no delicados de la historia local.
Pero además, y de ahí el interés de este estudio, en su obra nos encontramos ante
registros arqueológicos bien conocidos en nuestros días, que fueron utilizados de
manera magistral para intentar dar cierta verosimilitud a sus rocambolescas historias.
En ella aparecen referencias a numerosas inscripciones auténticas y otros datos sobre
inmuebles antiguos, caso de los que ahora nos ocupan en Caslagordo y Arisgotas, que
aparecen de esta manera por primera vez en la investigación sobre el pasado y dan
muestra de la excepcional formación humanista de nuestro autor, así como del buen
conocimiento que tuvo del Patrimonio histórico local.
Consecuencia de esta mezcla de datos y elucubraciones por parte del Padre de la
Higuera, fue la elaboración de obras importantes que hoy son poco conocidas, pero
que tuvieron una enorme repercusión en su tiempo, ya que contribuyeron a crear una
imagen ideal de España y sobre todo de la ciudad de Toledo que se mantuvo durante
siglos. Es el caso de la Historia Eclesiástica de la Imperial Ciudad de Toledo que se
conserva manuscrita en la Biblioteca Nacional30 y no ha recibido el interés que merece,
no tanto como obra que refleje verídicamente el pasado más antiguo de la población,
sino como evidencia de los ideales que preocupaban a la sociedad toledana de finales
del siglo XVI, a la que evidentemente iba dirigida.
En ella encontramos un modelo ideal de ciudad cristiana que fue el que se materializó y
convirtió a la población en la principal ciudad conventual hispana en los comienzos del
siglo XVII31. Su lectura permite entender, además, el logro que supuso el mantenimiento
de privilegios como la discutida primacía eclesiástica toledana, muy cuestionada
durante siglos y más en aquellos años de crisis32. Para conseguirlo, nuestro historiador
realizó todo tipo de invenciones pero siempre como decimos a partir de un profundo
conocimiento del pasado. Un buen ejemplo de esta manera de actuar lo tenemos en el
estudio de la aparición de los restos de la supuesta iglesia de San Tirso en las obras de
construcción del Hospital del Rey en Toledo, que hemos estudiado en otra ocasión33.
Otra, igual de significativa, la tenemos en este trabajo destinado a analizar la historia de

30 de la Higuera, J. R., Op. cit., manuscrito sin fecha.


31 Martínez, F., Op. cit., 2007, pp. 139-154; Martínez Gil, F., Op. cit., Toledo 2008, pp. 354-361.
32 Castejón y Fonseca, D., Primacía de la Santa Iglesia de Toledo. Su origen, sus medras, sus progresos,
Madrid 1645; Sevillano, N., Defensa Christiana, política, y verdadera de la Primacía de las Españas que
goza la Santa Iglesia de Toledo, Madrid 1726.
33 Carrobles, J. y Morín, J., Op. cit., 2014.

20
Santa Quiteria, sobre la que ya hemos realizado una breve aproximación en el pasado34,
que el autor situó en un escenario en el que la antigua iglesia de San Pedro de la Mata
y la localidad de Arisgotas disfrutaron de un evidente protagonismo. En ellos se sitúan
diferentes hechos que fueron creídos por muchos y aparecen como tal en diferentes
referencias y tradiciones repartidas por todo el mundo que, aún en nuestros días,
aparecen citados en diferentes historias locales, tras haber dejado un evidente poso en
el imaginario popular de la zona.

LA HISTORIA DE SANTA QUITERIA Y EL PROCESO DE


APROPIACIÓN TOLEDANA

El inicio del interés de Jerónimo Román de la Higuera por el área en el que se encuentra
el yacimiento de Los Hitos se debe, como era habitual en su proceso de elaboración
histórica, a la existencia de una serie de referencias previas que le interesaron y
sirvieron de base para generar su relato. Desde el punto de vista arqueológico, los más
significativos fueron los que aparecen reflejados en las ya citadas Relaciones de Felipe
II35, que pudo conocer de manera directa o a través de cualquier otra documentación
conocida entonces en la ciudad de Toledo. En ellas se hacía referencia a la existencia
de la citada lápida dedicatoria de Wamba en Casalgordo y a una ermita en Marjaliza
dedicada a Santa Quiteria, que se vinculaba a una fuente santa y gozaba de cierto
protagonismo comarcal.
Esta santa aparece citada desde época bastante antigua y ha dado lugar a la aparición
de diferentes tradiciones y procesos de apropiación regional. De todos ellos destaca el
que tuvo lugar en la comarca de Gascuña en Francia, que parece ser el punto de partida
del resto de propuestas que conocemos36. De acuerdo con esta tradición gala, Quiteria
habría sido una princesa visigoda del siglo V que murió mártir por su defensa de la fe
católica frente al arrianismo, que se impuso en el conocido como reino de Tolosa y se
mantuvo durante décadas en el de Toledo. Sus restos serían los que fueron venerados
en la cripta de la iglesia dedicada a la santa en la localidad de Aire-sur-l´Adour, en un
magnífico sarcófago tardorromano que todavía se conserva aunque sin contenido
alguno, ya que fue profanado como consecuencia de las guerras de religión que sufrió
la zona en el año 1569.

34 Carrobles, J., Op. cit., 2014, pp. 69-70.


35 Viñas, C. y Paz, R., Op. cit., 1951.
36 Mussot-Goulard, R., Quitterie, sainte et gothe, París 2007.

21
Su culto, vinculado a fuentes dotadas de va-
lor terapéutico y a la curación de la rabia,
se extendió por diferentes zonas de Euro-
pa desde momentos bastante antiguos. En
el caso de España, parece darse una cierta
expansión a partir del siglo XI, como con-
secuencia de la llegada de cultos y advoca-
ciones de origen francés por el Camino de
Santiago y la actuación de personajes con-
cretos como fueron el arzobispo Bernardo
de Agen o el resto de los primados franceses
que le sucedieron en la sede toledana, res-
ponsables de introducir el culto a diversos
santos de origen franco en la zona, en la que
Capilla de Santa Quiteria. llegaron a alcanzar un importante protago-
nismo.
Frente a esta tradición gala, hubo algunas iglesias locales, incluida la toledana, que
trataron de realizar una apropiación del personaje desde fechas bastante antiguas, dando
lugar a nuevas leyendas que vinieron a complicar el panorama y a ofrecer un marco
en el que cualquier descubrimiento podía servir para reivindicar una patrona de cierta
relevancia, con un reconocido origen noble y, sobre todo, con un culto expandido por
numerosos países, que ofrecía una evidente relevancia a la localidad que se convirtiera
en sede de sus reliquias.
En Toledo son varios los datos que aparecen sobre la santa antes de los años finales del
siglo XVI, tal y como queda de manifiesto en la existencia de diferentes ermitas, capillas
y oratorios dedicados a Santa Quiteria, caso de la que aparece citada en Marjaliza en las
Relaciones de Felipe II y ya entonces se decía desconocer su origen37. De hecho, parece
probable que desde fechas antiguas se pudo dar un primer intento de apropiación de la
santa por parte de la iglesia mozárabe local, tal y como parece desprenderse del hecho
de que esta Virgen aparezca citada en la compilación del Missale Mixtum realizado por
el canónigo Alonso Ortiz38, que renovó las letanías del misal hispano-toledano mediante
la sustitución de una serie de santos por otros de supuesto origen hispano, entre los
que se encontraba Quiteria. A esta misma tradición hay que sumar otras referencias
que conocemos como es la existencia de un altar dedicado a la santa en una de las

37 Viñas, C. y Paz, R., Op. cit., segunda parte, p. 37.


38 Ortiz, A., Missale Mixtum Secundum Regulam Beati isidori, dictum Mozarabes, Toledo 1500.

22
naves laterales de la desaparecida parroquia
mozárabe de San Marcos39 o la construcción
de la capilla con esa misma advocación a
comienzos del siglo XVI en el convento de
las concepcionistas, que hacían de la Santa
una referencia próxima a los toledanos40.
Esta tradición también tuvo su reflejo en
la provincia y muy especialmente en la
zona de los Montes de Toledo, en la que
se encuentra la localidad de Marjaliza,
hasta el punto de que la santa se convirtió
en la titular de diferentes parroquias, dio
nombre a poblaciones y generó diferentes
tradiciones y prácticas religiosas que han
llegado a nuestros días41.
Un buen indicador de este apreció local
y del valor del personaje como referencia Portada de Santos de la Imperial Ciudad de To-
ledo y su Arçobispado de Antonio de Quintana-
nacional, la tenemos en la obra de Antonio dueñas del año 1651.
de Quintanadueñas Santos de la Imperial
Ciudad de Toledo y su Arçobispado, datada
en el año 1651, que, aunque algo tardía en relación al comienzo de la historia que nos
ocupa, también jugó un cierto papel en su justificación y difusión42. En ella se decía:
“Templos dedicados a esta Santa gozamos en el Reyno de Toledo. Eslo en
Robledo el de los religiosos de S. Francisco; y la principal Iglesia del Alcaçar de
Consuegra, y otra de Orgaz, Celebre es el que en Margueliza ay, que se piensa
ser el mismo, o estar en el sitio, q estuuo en tiempo del captiuerio de España; el
de religiosas de San Benito, de quien refieren Iuliano y Luitprando, que por no
caer en las manos destos Barbaros, temerosas no violassen su castidad, pidieron
a Nuestro Señor las tragase la tierra, como se trago el Monasterio todo; y se
oian muchos años despues en aquel sitio algunas campanas a las oras que estas

39 Ramírez de Arellano, R., Las parroquias de Toledo, Toledo 1921, p. 37.


40 Martínez, B., Conventos de Toledo, Madrid 1990, p. 262.
41 Leblic, V., “Vida milagrosa de Santa Quiteria Virgen, y Martir: sus milagros y donde fue su martirio”, en
Revista de Estudios Monteños, 84, (extra), Toledo 1998, sin paginar.
42 de Quintanadueñas, A., Santos de la Imperial Ciudad de Toledo y su Arçobispado, Madrid 1651, pp. 449-
450.

23
religiosas celebrauan los diuinos Oficios. El que reedifico el Rey Bamba, algunos
juzgan es el que oy permanece, y es frequentado junto a Margueliza, si bien
no como en el siglo de su reedificacion. Frequentada es oy en Toledo la Capilla
de Santa Quiteria, que esta en el Conuento de la Concepcion de la Religion de
S, Francisco; su primera ereccion fue el año de 1393. por un piadoso Toledano
llamado Pedro Fernández; su reedificacion primera fue el año de 1466. por
Diego García Notario Apostólico; la segunda por Enrique Alvarez, Maestro en
Santa Teulugia año de 1527. En esta a obrado N. Señor insignes milagros. Entre
ellos es muy celebre el que hizo con vn hombre, que llevandolo al suplicio de la
horca, encomendandose a Santa Quiteria, se desaparecio del jumentillo, en que
iba; y buscandolo lo hallaron en esta Capilla, hincado de rodillas delante de la
Santa. Reconocio la justicia lo prodigioso del sucesso, y juzgo perdonar al que
Dios, y sus Santos querian fuese libre. Otro Antecessor de los Patronos murio,
y cierta persona pedia su resurreccion a la gloriosa Quiteria, de quien era muy
amante; resucito al punto, con pasmo de los que ya preparauan su entierro.
Tambien ay en los Reynos de Aragon, y Valencia, y en otras Prouincias Templos,
donde es con singularidad venerada esta Santa.
Hallamos su fiesta en los Breuiarios de Santiago de Galicia, Granada, Valencia,
Pamplona, Cuenca, Siguença, Zaragoça, y otros, y assimismo en los antiguos
Toledanos. No se si permanece hasta oy lo que hallo en honra de esta Santa,
y de su festiuidad, de una procession, q su dia saliendo de la Parrochial de S.
Marcos al insigne Monasterio de Santa Fe, llevando los Cofrades muchas
canastas de pan bendito, que llaman de Santa Quiteria, los reparten para el
remedio de muchas enfermedades, singularmente de rabia, y calenturas, como
se a experimentado; y en la Capilla referida assisten los Patronos, repartiendo
desde las primeras visperas, y solemnizando la fiesta desta gloriosa Santa”.
La posibilidad de una vinculación local despertó el interés en historiadores toledanos
coetáneos del Padre de la Higuera, entre ellos de Alonso de Villegas, que publicó su obra
titulada Flos Sanctorum en seis tomos entre 1578 y 1589. En ella encontramos una breve
narración documentada en breviarios antiguos, que incluía otros detalles necesarios
para comprender el éxito que la historia de Santa Quiteria iba a alcanzar en pocos años.
El texto incluido en esta obra decía así43:

43 de Villegas, A., Flos Sanctorum, Barcelona 1615, fol 364v y 365a.

24
“(fol. 364v) La Vida de Santa
Quiteria, Virgen y Martyr
Celebrase en España fiesta de la
gloriosa Santa Quiteria Virgen y
martyr, abogada contra el mal de
rabia, que por ser esposa de Jesu
Christo, quiso su Magestad (fol.
365a.) darle este priuilegio (…).
Fue Santa Quiteria hija de vn Rey,
o persona principal, señor de tierras
y vassallos, llamado Carteleo, cuya
mujer y madre de la Santa se lla-
maua Cassia: y la ciudad principal
de su señorio, en aquella sazon, se
dezia Balcagia. Los padres eran
Gentiles, idolatras: Quiteria y otras
hermanas suyas, eran Christianas.
Estaua un dia puesta en oracion
Portada de Flos Sanctorum de Alonso de Villegas
Quiteria, y apareciosele un Angel, escrita entre los años 1578 y 1589.
que le dixo. Dichosa y bienauentu-
rada tu, q mereciste hallar gracia delante de Dios, para q te aya escogido por
esposa. De su parte vengo a te decir, q es su voluntad, viuas algun tiempo solita-
ria en el monte Oria, y alli passes tu tiempo, en meditacion, y oracion. La Santa
doncella obediente al mandato de Diuos, se levanto, y siguio al Angel, hasta
aquel monte: y en el viuio algun tiempo gozando de diuinos coloquios de su espo-
so Christo, visitada de Angeles, y sustentada por ellos: tanto, que ya sentia mu-
cho, si le auia de mandar que dexasse aquella vida, como desde algun tiempo se
le mando, que boluiese a casa de su padre. El qual estaua muy cuidadoso, por
no saber lo q della auia sido. Recibiola, co decirle, que tenia concertado de casar-
la. Ella dandole respuesta, sin determinarse a lo q auia de hazer retruxo a orar.
Pidio a Dios la librasse deste peligro, en que su padre la queria poner, y le conser-
vasse su virginidad, q le auia ofrecido. Apareciosele un Angel, que la consolo, y
dixo que no temiesse: y se aparejasse a salir otra vez de casa de su padre, aunque
auia de lleuar compañia conforme a su estado, e hija de quien era, y passasse a
la ciudad de Aufragia donde Dios tenia determinado, que recibiesse corona de
marturio. La Santa doncella escogiendo numero bastante, assi de varones, como

25
de Mugeres de casa de su padre, a quien mouio Dios los coraçones, para que
fuesen con ella: salio con ellos, y passo en aquella ciudad de Aufragio, adonde
era señor Lentiano, idolatra. Tuuo con el la gloriosa virgen Quiteria diuersos
coloquios. Y aunque al principio el la trato asperamente, al cabo, conuencido de
sus muy prudentes razones, vino a conuertirse a Jesu Christo, y hacerse Chris-
tiano. Como el padre de Santa Quiteria supo de la yda de su hija, sintiendolo
esta vez demesiadamente, no sabia a que atribuirlo porque tenia della tanta
confiança, que pensaua, o que con alguna de sus hermanas, o con alguno de
sus deudos, yua a entretenerse. Mas sabiendo esta vez el camino que lleuaua,
y la gente que la acompañaua, y el efecto que auia hecho, de conuertir a la Fe
de JesuChristo, a Lentiano, siendo el enemigo del nombre de Christo: muy eno-
jado, mando a vn cauallero principal de su casa, llamado Germano, con quien
tenia concertado de la casar, que fuesse con gente bien apercibida a buscarla, y
hallada, le quitasse la vida. Hizose assi, q auiendola buscado, y hallado fue por
ellos muerta, cortandole la cabeça en vn monte. Dizese, que la Santa despues de
degollada, tomo en sus manos su propia cabeça, y fue con ella un buen espacio
de camino, hasta la ciudad Adunense, adonde paro; y alli de Christianos fue
sepultada: y en su sepulcro hizo Dios por ella muchos milagros. Celebrase su
fiesta en veynte y dos de Mayo. A esta santa hacen Francesa algunos, y a mi
parecer, fue Española. Y digo esto, porque en Francia no ay della memoria como
en España. Tiene capilla en Toledo, junto al monasterio de la Concepcion. Y en
el lugar, q es jurisdicion de la misma ciudad de Toledo, y se llama Marjaliza,
ay vna Iglesia antigua de su nombre: el lugar esta al pie de unas sierras: en las
quales es antigua tradicon, que viuio solitaria, junto a vna fuente, que llaman la
fuente santa donde se dize que fue degollada, y en la Iglesia ya dicha sepultada.
De el agua de la fuente vsan enfermos, inuocando a Santa Quiteria: y dizen,
que sanan muchos, especial tullidos: y a la Iglesia ocurre gente herida de perros
rabiosos, de que es particular abogada. Tambien en Siuguença esta el cuerpo de
Santa Librada, que fue hermana de Santa Quiteria, y la tiene por patrona: lo
qual todo bien considerado, me fuerça a decir, que fue Española, y no Francesa,
sin que contradiga a esto los nombres de ciudades aqui puestos, diferentes de los
de agora; porque la mudança de los señores que ha tenido España, es la causa.”
Ante tal cúmulo de datos y posibilidades, Jerónimo Román de la Higuera se fijó en Santa
Quiteria para identificar y proponer un nuevo patrón celeste de los toledanos. A ello
se debe el comienzo de una leyenda sobre la Santa, en la que Arisgotas pasó a tener
un papel destacado, tal y como quedó recogido por primera vez en el libro 5 de su

26
inédita Historia Eclesiástica de la
Imperial Ciudad de Toledo44.
En la narración encontramos un
modelo canónico de hagiograf ía
barroca, destinada a un público
numeroso, que esperaba y creía
en ese tipo de supuestos descu-
brimientos y en el papel valedor
de los santos como defensores
de las poblaciones con las que
estaban vinculados. En ella en-
contramos un personaje del que
se especifica su sangre real como
muestra de lo destacado de su
linaje, así como su relación fa-
miliar con personajes históricos
y otras santas mejor conocidas
que le aportaban credibilidad.
También, su valor como defen-
sora de la fe frente a las princi-
pales herejías de la época que
afectaron a obispos de diócesis
Portada de Historia Eclesiástica de la Imperial ciudad de Tole-
cercanas y, sobre todo, su prota- do de Román de la Higuera.
gonismo en un proceso guiado
por Dios, que la distinguió del resto de sus hermanas y la destinó a padecer martirio en
el territorio de la ciudad de Toledo, dando muestras, una vez más, del apoyo que daba el
cielo a la vieja y discutida capital del Tajo. Además, encontramos otros aspectos igual-
mente importantes como es la existencia de cultos protagonizados por el Rey Felipe II
en Toledo o la existencia de un registro arqueológico importante en el lugar en el que el
autor sitúa algunos hechos, que servían para dar fiabilidad a la propuesta.
Con estas claves y por los importantes datos que aporta sobre el registro arqueológico,
en concreto del que tiene que ver con la ermita e inscripción de San Pedro de la Mata, así
como con su área de influencia en la que destaca Arisgotas, ofrecemos la transcripción
de la inédita historia de Santa Quiteria, que nuestro autor convirtió en el escenario
ideal de esta narración. En ella encontramos una primera identificación de los hallazgos

44 de la Higuera, J. R., Op. cit., sin fecha.

27
producidos en aquellos años en la última de las localidades citadas, con los restos de un
importante palacio civil. Un planteamiento que viene a coincidir, en lo más básico, con
el modelo de interpretación que podemos ofrecer en pleno siglo XXI tras los nuevos
descubrimientos que estamos realizando en el yacimiento de Los Hitos.
El texto dice:
“( fol. 63v) “Del Lugar de Margeliça y su antigüedad, y poblacion de en tiempos
de Romanos cap. XIX. 20
Margeliça esta seis leguas pequeñas de Toledo al mediodia justo en la falda de los
montes q llaman Columbinos, y es lugar muy antiguo segun lo muestran algunos
rastros, como son muchas monedas de Romanos y Godos q alli se allan, de Augusto,
Adriano, Antonino, Constantino, y de los godos de Vbamba, y de Vhiterico del
cual se allo una de oro con el Toleto pio. algunos piensan ser la Marcoliça de
Tito libio, otros el bernares de Ptolomeo por (estar) de Toledo mas meridional
30 minutos. mas parece mas verisimil ser el ispinum deste gran geografo, porq la
distancia de algunos minutos. de longitud y latitud vienen a hacer estas leguas
q quedan dichas, el lugar es antiquissimo. Tiene gran abundancia de frutos q
se crian entre dos sierras en un apacible valle q es en lo natural mas deleytoso
y ameno q el de Aranxuez. crianse en el con el riego y vicio de una caudalosa
fuente las mexores frutas deste reyno, o como alli tienen creydo de todo el mundo.
Las mançanas son en todas ptes conocidas por de Margeliça. Tiene muchos i
buenos nogales, con q la cosecha de la seda es de las mas finas desta tierra, ay
tambien cantidad de buenas viñas y a una legua tiene una hermita de nra Sra
de la Viña al ocçidente (.) del lugar fundada en las ruinas de un monsterio de
templarios, en un altar de la qual esta una gran pte de la cruz desta horden en
una piedra entallada. tiene una gran joya q es una Imagen de nra Sra que aun
q de mano antigua es muy linda. dicese q estando un ssto varon en Roma tubo
revelacion y mandato de venir a esta tierra, y con las señas q le dieron vino y
la allo y dexo aqui. Tiene Margeliça una fuente sancta dicha de ssta Quiteria,
cerca de la qual se an allado cimientos, i cavando se an allado algunos cuerpos
de home. es la fuente de linda agua de donde se riegan los dhos frutales, y con
ella se an visto muchas curas maravillosas de q despues hare alguna (fol. 64a)
mençion. es tradiçion desta tierra que aqui vino a parar Santa Quiteria Virgen
y martir y que aqui padeçio martirio y por eso vienen a una hermita de muchas
partes a la vissitar y un camino que va haçia la mancha se llama de Santa
Quiteria. sabese que en el tiempo de la peste que fue el año de .1507. en esta tierra
y reyno de Toledo muy terrible llevaron agua desta fuente a la villa de Orgaz

28
=y los que bebian del agua escaparon y assi me lo aviso el dotor Pablo leon de çamora
=persona de muchas letras y gran bondad, digno que valga por muchos testigos su
=dicho solo por ser persona de mucha verdad y entereça, en una carta que me escribe
=diçe desta manera: pero lo que mas conssideracion puede tener es la antiquissima
=tradiçion deste Lugar y de muchas leguas adelante q fue martiriçada aquí Santa
=Quiteria. y diçen que lo fue junto a una fuente marabillosa que llaman santa, a la qual
=y a una hermita vienen en romeria de muchas leguas y un camino muy real y de
=muchas leguas que va a la mancha llaman de Santa Quiteria, y diçen que fue natural
=de una çiudad, cuyas ruinas, y torres enteras, estan una legua de aquí en un pueblo
=llamado Arisgotas, y muestran los palaçios del Rey su padre en una hermita que
=llama Sant Martin, de la montiña que debia ser bosque del regulo su padre en
=confirmaçion de lo que me dixo un saçerdote desta çiudad, que esta gloriosa Virgen
=abia apareçido a un abuelo suyo muy devoto desta Santa Virgen y le avia çertificado
=que era natural desta tierra de Toledo. yo e dado dibersos memoriales desto a muchas
=personas doctas de españa, y uno fue al señor maestro perez obispo de Sogorve, lo
=qual estimo y pareçio muy vien. en respuesta desta carta escribi a este docto y
grave varon mirase que en la Historia que ay de mano desta Sant,a se deçia que
padeçio çerca del monte Colunbino, y el valle Eufrassia, y q fue llevada çerca de
dos leguas a la hermita de Sant Pº y respondiome que alla de tiempo inmemorial
el monte en cuyas haldas esta fundada Marjeliça se llama el dia de oy monte
columbino porque a çierto tiempo del año (fol. 64v) acuden a el tanta
muchedumbre de Palomas q suelen coger doçientas y trecientas de una redada,
y que de alli tomo el nombre el valle no tiene el nombre sino quiere deçir, Valle,
deleytosa, y como queda dicho le combiene el nombre por ser como un paraiso, y
todo el un hermoso jardin, en un monmte algo de alli apartado esta una hermita
de Sant Pº, tan antigua que testifican personas aver visto sobre la puerta desta
hermita una piedra antigua que daba a entender como el Rey Bamba de los
godos la abia mandado reparar, esta piedra a pocos años quito de aquí una
persona que no debiera, y se la llevo, anse hecho diligençias y no pareçe, mas se
deçir que ssi se mira el camino que llevavan a ella desde Marjeliça por rodeos
por ser el monte fragoso, y aspero esta cassi dos leguas aunque al presente ay
menos por yrse alli por ataxo. esta todo el suelo desta hermita fundado sobre
una gran piedra, dentro de la qual solamente se ve a un lado una sepoltura
cavada en la piedra y assi los de Marjeliça como los de Casaelgordo tienen por
ssin duda ser el sepulchro de Santa Quiteria Virgen y martir, y creen
piadosamente que estan alli sus sagradas reliquias. como esta relaçion tube que
concuerda de todo punto con la historia desta Santa Virgen, hiçe mas diligençia

29
30
Páginas dedicadas a
Marjaliza en Histo-
ria Eclesiástica de la
Imperial ciudad de
Toledo de Román de
la Higuera.

31
en mirar ssi la ssanta era de España y hallo autores que por tal la tienen, y de los
modernos el padre doctor Mariana, el padre fray Juan Marieta, de la horden de
Santo Domingo en su historia ecclessiastica y otros que como tal reçavan las
mas de las yglessias de españa, con este fundamento me pareçio vien lo dicho y
para mayor averiguaçion, pedi sse hiciese informaçion Juridica en cassaelgordo,
y en Marjeliça de lo que desto se sabia; y despues hecha diligente inquissiçion, y
informaçion de derecho que tengo en mi poder Juraron muchos del lugar de
Casaelgordo que saben que aquella ermita de Sant Pedro, la qual esta media
legua deste lugar ser muy antigua, anssi por sus edifiçios como por sus paredes
de argamasa, y porque tenia a la puerta una gran piedra en que deçia que la
avia hecho el Rey Bamba de los Godos, y que dentro ay sola una (fol 65a)
sepoltura cavada en tierra, y llena de tierra que tienen para ssi es de tiempo muy
atras, y an oydo a sus antepassados que esta alli el cuerpo de Santa Quiteria
Virgen y mártir. y que en tiempo de neçessidades de agua an venido de alli y de
Villaseca y otros lugares en proçession pidiendo a Dios por los meritos de Sancta
Quiteria les diese agua y q hordinariamente llovia, mas que xamas abien visto
apedrear en toda aquella Comarca. tambien testifican que abra .25. años siendo
Cura de aquel Lugar el Liçenciado Tavira en una proçession jeneral donde
concurren algunos Lugares el dia de Sant Marcos dia de las ledanias mayores
quiso certificarse ssi estava alli el Cuerpo Santo no dudando sino para ponelle en
mas deçente lugar fundandose en la antigua e continuada fama y tradiçion que
estava alli el cuerpo Santo y assi començo a cavar de lo qual resulto tanto
alvoroto en todos los pueblos, temiendo no quissiese llevarsele a otra parte, que
aviendo sacado como una espuerta de tierra le requirieron que no lo hiçiese sin
Licençia de Su santidad. y el cura atemoriçado desistio de su obra, y torno a
hechar alli la tierra. escriveme el mismo doctor que le dixo una persona que se
hallo presste que quando cavaron salio de la tierra una fragancia de maravillosa
suabidad, cossa que solo sucede donde ay cuerpos santos. y assi leemos que en la
traslaçion de San esteban, paso, y en la de San Yldefonso, y de otros muchos. en
la ynformaçion que se hiço en Marjeliça se diçe como ay tradiçion ynmemorial
de aver padeçido junto a la Fuente Santa esta gloriosa Virgen, y que esta su
cuerpo enterrado en Sant Pedro de la Mata que concuerda con lo dicho. esta la
hermita en un ssitio que se llama Los Villares donde ay grandes señales de
poblaçion antigua, como çimientos de argamasa y piedras ssillares vien
labradas, diçen de la fuente de Sancta Quiteria que esta en el valle arriva
nombrado una cosa particular que xamas creçe por muchas aguas, ni mengua
por sequedad, ssino que ssiempre se conserva de una suerte, teniendo çerca de ssi

32
un arroyo (fol 65v) grande que tiene harta agua y ser la tierra a proposito de
traçumarse. y un testigo testifica lo de la fragançia. y dice que estando arando,
cerca de una haça, vino una muxer que tenia manca la mano yzquierda, y
metiendola en la fuente sano a desora, y començo a llorar de puro goço y
admiraçion. y assimismo oyo deçir a algunos ancianos grandes maravillas que
dios avia obrado por medio desta Sancta, y que un moço contrahecho quebrado,
y gafo, vino a esta hermita y sano y otro que se escapo furioso de su casa que le
avia mordido un perro dañado viniendo a esta hermita bolvio sano. y otras dos
sanidades de otros malamente parados de feroces mordeduras de perros. otra
muxer que teniendo los dedos mancos y encogidos, metiendolos en el agua de la
fuente quedo sana de que ubo testimonio de personas de su lugar. que la abian
conoçido sana, y despues manca, y ultimamente buena. Diçen de otro que
estando labrando la hermita y asentando una gran viga passo un home cargado
de texas çerca de la viga la qual se hiço pedaços y echo de ssi al hombre mas de
ocho tapias en alto; acudieron a el los compañeros y entendiendo hallarle
muerto le hallaron ssin ningun daño, y ssin que se le ubiese quebrado ninguna
texa, el qual dixo que se avia encomendado de todo coraçon a esta santa, y que
creya le abia ella librado de aquel peligro. de otro se diçe que venia de Orgaz a
hallarse cada año en las visperas de Santa Quiteria en su hermita, en
agradeçimiento de que trayendole alli atado y furioso de una mordedura de
perro y bañandola en la fuente subitamente quedo bueno. otra muxer de aquel
Lugar que la arrastro un cavallo desencasandola una cadera y quebrandola
una pierna andava con dos muletas, y yendo con ellas a la hermita con proposito
de estar alli nueve dias. Y dar cada dia nueve bueltas a la hermita, en honrra de
las nuebe (fol. 66a) fiestas antes de acavar los dias subitamte se la caieron las
muletas y perfectamte sana. otras muchas cosas a ste modo atestiguan y afirman
muchas perssas q a hecho esta gloriosa ssta en aquel Lugar, y dicen muchos q es
tradicion immemorial q en tiempos pasados estando un pobre home en una
haça cerca de un monton de piedras le apareçio ssta Quiteria y le dijo como en
aquel Lugar avia sido degollada y q se escondio en una higuera que avia alli mui
espesa (la qual a poco q se arranco) y q los que la buscavan hecharon perros q la
descubriesen los quales en llegando a ella la alagaron y q ella les dio la saliva, de
donde quedo por abogada de la ravia. q avisase al cura y los del lugar la
resciviesen por su patrona, y en aquel Lugar la edificasen una ygla de su ne y
advocaçion, y q allarian q devaxo de tierra tocavan los Angeles una campana
cuyo retintim imitava el ne de la ssta. hicieron los del lugar lo q se les mando y
edificaron la hermita q es de las mas frequentadas del Reyno de Toledo, durando

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su mema en los caminos q llegan asta la mancha, y entre La Roda y Vala de Rey ay
unos villares que dicen de ssta Quiteria. de todo lo qual puede bien inferir el lector
con quanta raçon tienen los deste Lugar por su patrona a sta ssta, y creen piadosamte
y con no poco verisimilitud aver padecido donde se a dicho, y ser natural de Hispaña
y pues quiso padeçer alli no poca gloria i honor resulta a nra Imperial Çiudad, y
para q esto se vea mexor y se entienda bien su vida q pondre luego sera bien advertir
al lector algunas cosas q no dan poca luz a su hista.
De algunas dificultades q pudieran hacer dificil o menos creyble la vida de ssta
Quiteria, y sus soluciones. cap. XXI.
No se debe deçir q en tiempo de Romanos ubiese Reyes en Hespaña sino los que
entonçes escrivieron Vidas de sstos usan el lenguage q corria quando escrivieron, y
como governavan Reyes, en el mundo despues de aver perdido el Imperio de Hespaña
los emperadores, y aver venido a poder de Reyes se persuadieron q siempre (fol. 66v)
los ubo aca, llamando a los principales sses q llaman en latin Regulos con ne entero
de Reyes. esto digo por q dice la leyenda desta ssta q su pe y me eran Reyes de las
ptes ocçidentales, ase de entender q eran principales o sses mui poderosos y ricos en
su provinçia, y q fuesen de Hespaña veese en tenerse por sstos della sancta Quiteria
y sus hermanas como co(…) del marthirologio reformado del ppa Gregorio .13. y
q por tal reçan dellas en muchas yglas de Hespaña, donde es mui usado el ne de
Quiteria sin serlo en otra pte q se sepa. y lo q algunos an querido deçir ser de la
Ciudad de Açeca de Gascuña por la semexança del vocablo Adsica q se lee en sus
Leyendas, es flaco fundamto, por q ni en toda la Gascuña ni pte de Françia reçan
de tal ssta, ni la conocen, ni ay yglessia della. y a este proposito dire lo q bien me
advierte el doctor Leon de Zamora q el a pasado con particular advertencia el Libro
q escrivio franco Velez soresto de toda Francia donde pone todos los lugares della
particulermte de Gascuña de donde el es, y escriviendo casi las texas de las yglas no
refiere yglessia desta ssta ni q aya padeçido alli, ni q fuese de alli natural, y sin duda
si lo fuera hiciera dello mençion, y ubiera alguna ygla de su advocaçion, y algunas
devotas ubieran tomado su ne o dadole a sus hixas. aca fuera de lo dho ay gran
mema en los reçados de Hespaña, muchas mugeres usan deste ne, y en Margeliça se
festexa su dia con mucha solemnidad, y vienen de Horgaz y otros pueblos a visitar
su templo, y de Yebenes en proçession cada año dentrambas parrochias. juntase
a esto q entre Ayres y Adaça ay mucha semexança con Arisgotas con lo qual no
deve nadie poner en duda ser ssta de nra tierra, y natural de Hespaña. Antes en
Portugal tienen pos su ssta a Sª Vbilgefortis, o Librada, q fuera una de las hermanas
desta ssta, y en el marthirologio romano se diçe q fue de Hespaña, y q por la fe y
castidad murio crucificada. y lo que yo puedo pensar es q murio por ser xpana y
querer conservar su virginidad. en Portugal tienen a esta ssta y a sus hermanas
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=por naturales de aquel reyno. y en un martirologio de aquella lengua diçe della buelto
=en Castno. de la virgen ssta Vbuilgefortis martir portuguesa no savemos la tierra
=particular en q naçio, ni el lugar en q fue martiriçada, ni donde estan sus reliquias. un
=martirologio acrecentado de Vsuardo q refiere Ambrossio (fol. 67a) de Morales dice
=assi: Sancta Vbilgefortis Virgen y martir hixa del Rey de Portugal a la qual algunos
=llaman en latin Liberata, y en lengua tudesca Onxcomera, según esto aquella auctor
=se inclina diremos q ssta Vbilgefortis es la misma q ssta Librada de Siguença ciudad de
=Hespaña donde esta sepultada en un riquisimo sepulchro de diversos jaspes, de cuya
=ssta dice la leyenda de aquella yglessia q es Virgen y martir, (lo qual bien combiene a
=ssta Vbilgefortis) e hixa de Rey sin apuntar donde y creemos ser hixa de un regulo de
=Portugal. el qual martirologio çitado hace hija del rey de Portugal a ssta Vbilgefortis,
=dado caso q ssta Librada se çelebre en Siguença a 18 de henero y ssta Vbilgefortis se
=pone a 20. de jullio, no importa mucho por q como ay otra ssta Librada de Italia a 18
=de henero por la semexança del ne es mui ordinº introducirse fiesta de un ssto en el dia
=en q otro ssto de su ne se festexa. Juº Molano en su tratado trae estos tres exemplos:
=al dia de st Fulgencio obispo pasaron algunos a st Fulgencio Abbad Vericolense. en el
=dia de st Honorio obispo Aralatense, a sant Honorio obispo Albansi e no siendo ese su
=dia. y en el de st Anastasio mártir a st Anastasio Abbad. conforme esta opinion nra ssta
=Vbilgefortis es ssta Librada de Siguença. y por el consiguie ssta Quiteria y las demas
=Infantas sus hermanas q por por todas eran nuebe marthiriçadas por Christo fueron
=hixas del mismo Rey o regulo de Portugal y naturales deste Reyno, y el cuerpo de ssta
=Librada o Vbilgefortis por alguna causa seria trasladada a Siguença que goza del
=thesoro de su sagrado cuerpo. asta aqui son palabras deste martirologio q se
imprimio año de 1592 en lengua portuguesa. y por q mas nos acerquemos a declarar
lo q deciamos cerca del Lugar de Velagia de donde ssta Quiteria fue, sera bien advertir
que el lugar q pone Ptholomeo en los Çelticos y corrompidamte se lee Castralencos
leya el maestro Resinde Castralenca q decía ser la Villa de Castilbranco, q ste lugar era
=Velagia, dicelo Sexto Rufo el qual en sus fragmtos de los lugares mediterraneos q yo
=hice traer de Roma de la libreria del Carl Garrafa diçe assi: que leuca vocare coloni
=Celti castra solent, patria Velagia Voçe dicitur, q el lugar q en latin llamaron los
colonos celtas en griego Castralenca, se dice en voz hespañola de tiempos antiguos
Velagia. cae la villa de Castilbranco no lexos (fol 67v) de Coria y cerca de la raya de
Portugal. De todo esto se colige ser la ssta española como lo confiesan los breviarios
y martirologios natural de Portugal naçida en Velagia, Castralenca, o Castilbranco
q todo es una cosa. y si alguno me preguntase como desto no teniamos antes luz ni se
alla tanta claridad en marthirologios no quiero responder con q los antiguos fueron
descuydados ni q con las mudanças de tantas gentes como señorearon a Hespaña, se
perdieron sus memas. poco despues del martirio de los sstos Justo y Pastor se perdio

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la noticia de donde estavan sus cuerpos, y antes de 90 años de su martirio en tiempo
de Sturio se tornaron a hallar, por q año de 392 estava st Paulino ya en Italia buelto
de Hespaña y estando en ella enterro un hermano en Alcala cerca de los sepulchros de
los gloriosos martires ya allados. asi q se perdio la memª del sepulcro de ssta Quiteria
y despues por la revelacion dicha se conocio el lugar de su pasión y se supo el de su
sepultura despues q se hiço la hermita la qual esta cerca de Margeliça y su fuente a la
p(arte) del norte del lugar tan famosa por su linda agua, y mas destima por los muchos
milagros q Dios en ella a obrado. el valle eufra(ssia) se haçe en una gran quebrada q
dexa el monte columbino, llamase el Valle Valondo, y quadra el de eufrassia por ser
tan deleitoso, del qual se sale a mas de una legua, y a la mano hizquierda en supr(a)
del monte Columbino esta la muy antigua hermita de st Pº de Mata acia el norte
cerca de dos leguas de Margeliça cuyo templo restauro el Rey Bamba haciendo en el
monstº de monges Venitos de quienes el Rey era muy aficionado y devoto y cuyo avito
vino a tomar permaneciendo en el asta morir. Veense al ppte rastros de celdas q aquí
ubo y de otros edificios de la casa y huerta, de aqui hacia el monte ay gres rastros de
aver avido edificios de piedras sillares, argamasa y monedas q de allí se sacan. creese
aver alli sido los palacios del Principe Leubino q por ventura lo fue de mucha pte de
la Carpentania a tiro de arcabuz de allí estan las ruinas de Adura o Arisgotas donde
al ppte se ven torres enteras de argamasa, muchos cimientos, y sillares q llegan a los
palaçios de donde se colige aver sido todo una poblacion. es mucho de considerar q en
=un breviario q tengo toledano de mas de 90 años de impresso se dice alli como la
=revelo Dios q avia de padecer marthirio en el valle eufrassia. in toletano contorno,
=lictione .4. et in monte columbino osibus suis deshabit requiem in Basica .B. Petri
=Apostoli. Y si me pregunta alguno en q tiempo fue este martirio dirile (fol 68a.) yo
que en la persecuçion de Diocleçiano y fundome en que en el breviario de Pamplona
se diçe que el padre y me desta santa nacieron en tiempo del emperador Juliano,
y siendo dado a Juliano que murio año de .194. pudo vien padeçer la santa en la
p´secuçion de decio año 232. siendo Paulato Arcobispo de Toledo porque deçir que
naciendo sus padres en tiempo de Juliano apostata año de .360. y cinquenta años
despues en que pudo casarse el padre de la santa y ella ser de alguna hedad, al de
.400. ya cassi no quedava por el mundo sino como una sombra o pequeña huella de
la ydolatria siendo los emperadores tan xpianos como fueron Theodosio, Honorio,
Valentiniano el terçero y otros desta manera, en el qual tiempo mas padeçia
la yglessia xpiana la persecuçion de la eregia de Prisciliano que persecuçion de
ningun christiano, anssi que me fundo en que fue en tiempo de decio antes que otra
persecuçion. y en los breviarios unos llaman al padre Cattilio, y otros Catellio, y
no me an faltado a mi sospechas que sse a de leer Cayo Attilio de quien ay harta
mençion, digo de los Attilios, en españa como de españoles que luego pondre, y fue

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facil escriviendose assi .C. Attiliy algun indocto escritor juntar la .C. con lo demas
y deçir Cattilio. çerca de Sadaba a la entrada de Castilla de Navarra, alli ay un
grande edifiçio y memoria de piedras exçelentemente labradas que tienen en ssi
muestra de grande y magnifica grandeça y Magd
.C. Attilio. Quirina. Geniali L. Atilio. C. F. Qui
Atilia Festa avo rina. Festo. Atilia
Festa patri optimo
Atilia. L.F. et ssibi
Se viva Feçit
E aqui que ay mençion de Cayo Attilio ciudadano Romano llamado Geniali y que su
hixo Lucio Atilio Festo y su Hixa. y nieta del pasado Atilia Festa pudo ser por (fol. 68v)
alguna ocassion venir a aquella tierra y morir allí donde su nieta le mando poner esta
memoria. y Antonio Pio pone por alli una manssion o lugar que llaman Ataliana. he
dicho esto para confirmar mi conxetura, y decir que se llama Cu. L. Atilio y ella .C.
Alsia que son nombres prinçipales Romanos. o de españoles que goçavan de los fueros,
y previlegios de la gente, y çiudadanos de Roma, y seame liçita esta conjetura en la
variedad dicha, y mas que en el breviario de Varcelona los llama Thaliag, y Thaleçia;
y en otros breviarios ay mas variedades. queda por asentar una gran dificultad que
diçen sus liçiones. y la historia que anda de la santa muy antigua, q Santa Quiteria
y otros nuebe hermanos naçieron de un parto solo, que pareçe cosa prodigiosa, y no
lo es pues se a bisto q naçiesen tres, y çinco de un parto, y por particular voluntad
de Dios, pueden muchos mas como se lee en historias. dire una cosa que trae Luys
Vivas Valentino, y tambien el Guichiardino, en la discripçion de los Paeses hixos de
Alemania, que escrivio con harta diligençia en lengua ytaliana, viniendo a tratar
de los estados de Italya, dice que viniendo a pedir limosna una pobre a la Condesa
Margarita, hija de Matilde de Ollanda essislada traya dos criaturas. y como la
reprehendiese de que vibia poco casta, la pobre se escuso diçiendo que ella guardavan
vien y lealmente la fe que abia dado a su marido; y co todavia la Condesa que estava
preñada, la respondiese con aspereça la pobre pidio a dios que pariese tantos hixos de
un parto como días tenia el año, y assi suçedio que pario entre machos y hembras .364.
los quales bautiço el obispo don Guido su suffraganio, poniendo el nombre de Juan a
los varones, y el de Ysabel a las hembras, los quales despues de baptiçados se murieron
todos. y con ellos la madre. y assi abrieron una comun sepoltura a los que abian sido
entre ssi hermanos y tenido una comun madre la qual murio con ellos, y con ellos yaçe
=y tienen esta letra: Yllustris domini Florenti comites Hollandie filia Çibg mater fuit
=Matildis filia Henrriçi duçis bravantiae fratrem quisque habuit Guillermun

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=Aleamenie regem hec presatta domina Margarita anno salutis millessimo,
=dueçentessimo, septuagessimo, sexto, etatis sue .anno. quadragessimo (fol. 69a)
=secundo ipso die parasçebes ora nona ante meridiem peperito Ynfantes viuos
=promiscui sexus numero tricentessimo sexagessimo quarto. qui postq per veneravilem
=eppiscopum dominum Guidonem sufraganeum pre sentibg non nulis proçeribus et
=magnatibus ynpelui quodam vaptismi sacramentis perrcepisent. et masculis Joanes. se
=quellis vero nomen Elisabet, ympossitum fuiset ipsorum omnium simul cum matris
=anime ad deum eternaliter victure redierunt corpora autem sub hoc saxo
reequiescunt. asta aqui son palabras del letrero que por no contener sino lo ya dicho
no le pongo en romançe. a lo qual añado que Martin Chromero diçe en la chronica
de Polonia que una cierta Margarita mujer del Conde Varbosçio pario de solo un
parto treynta hixos vibos en Brocabria ciudad Rl año de 1269. que es diez años
antes de lo pasado, y puesto primero que este, lo qual si no engendra diformidad
sino que se tiene por verdadero por afirmarlo tan grandes auctores, porque nos
abemos de estrañar de nuebe de un parto como se escribe en la historia de estas
Santas siendo reçado y recivido por algunas yglesias de España que ssi no se tiene
por ympossible que una muxer pariese 364. por escandaloso que otra pariese
treinta mucho menos lo debe parecer que otra pariese nueve hixas que dios las tenia
predestinadas pª esposas suyas, y pues son españolas, y la una vino a padeçer en
lugar de la jurisdiçion desta çiudad de Toledo sera vien poner su historia sacada de
buenos originales, por la qual se vera su constante fe y lo que deve España a Dios, y
a esta Santa en particular esta ciudad y su tierra pues en ella derramo su sangre y
la enrriqueçe con su cuerpo cuyo thesoro debemos estimar mas, que cuantos vienen
del Oriente.
De la vida y martirio de Santa Quiteria virgen y mártir que padecio cerca de
Margeliça, cap. XXII
(fol. 69v.) En el tiempo q mas encruelesçida andava la persecuçion de el emperador
decio según verissimil naçe podemos collexir avia en las partes mas Ocçidentales
del mundo que es España y en ella, en el reyno de Portugal un governador, o regulo
muy poderoso puesto por el mismo emperador si ya no le queremos llamar Catilio
segun se halla en breviarios y assi mirada la concordançia de los tiempos paresçe
ser Lucio Cattillio Severo, varon consular, que fue Consul en Roma en compañía de
Lucio Ragonio Urinaçio Quiriano el año 236.+ del nasçimiento de xpo ssiendo Papa
de Roma San Ponçiano, y emperador de Roma Alexandro Severo hixo de Manimea
este varon consular gobernava la provinçia de la Lussitania por los emperadores y
el tpo que vivio alexandro tubo gran cavida con el por ser su deudo, y gran amigo
y segun Elio Lampridio en la vida deste emperador el hombre mas docto de toda
Roma, las quales buenas partes fueron causa de que le embiase este emperador (a lo
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que se cree) a otro de los que se ssiguieron en el govierno de la Lussitania no se save
quando fue puntualmente su venida al govierno, y ssi deçimos que al principio del
ymperio de Maximino el qual movio la sexta persecuçion de la Iglessia podríamos
deçir que con el consexo deste Cattillio puso una estatua y memoria al emperador
Maximino, ponela Ambrossio de morales Lib. 9. cap. 43. de su historia dice assi la
piedra
IMP. CAESAR.C.IVLIVS
VERUS MAXIMINUS P.F.
AUG. GERMAN. MAX.DAT
MAX.SARMARIC.MAX.
PONT.MAX.TRIB POT.
V IMP.VIII P.P.COS.
PROCOS. ET. C. IVLIVS
VERUS.MAXIMINUS. NO
BILIS.CAES.GERM.MAX.
DAC.MAX.SARM.MAX
PRINC.IVVENTUTIS. FI (fol. 70a.)
LIVS.D.N.IMP.C.IVLII
VERI.MAXIMINI.P.F.
AUG.VIAS.ET.PONTES
COLLAPSOS.RETITVE
RUNT CVRANTE.Q.DE
CIO.LEG.AUG.G.PRET
PRAEFT.A.BRA;AUG.

Quiere deçir: el emperador cesar Gayo Julio Vero Maximino, piadoso, venturoso,
Augusto, gran vençedor de Alemania, gran vencedor de Sarmaçia, pontifice maximo,
a quien el pueblo avia dado la quita vez, el poderio de Tribuno y el exerçito la
septima vez el titulo y apellido de emperador, padre de la patria, consul, proconsul,
y Gaio Julio Vero Maximino nobilissimo çesar gran vencedor de Alemania, gran
vençedor de Dacia, gran vencedor de Sarmacia, principe de la jubentud, hixo de
nro señor el emperador Gayo Julio, Vero Maximino, piadoso, venturoso, Augusto,
mandaron reparar y adereçar los caminos, y las puentes, que con el mucho tiempo
estavan destruydos, procurandolo Quinto Deçio, legado Augustal, y executandolo y
siendo como sobrestante Gayo pretexato, repararon una milla desde Braga Augusta.
El maestro Ambrossio de morales lee Quinto Decio prefecto de la legion Augusta
Gemina pretoria, lo qual no puede ser porque aunque es verdad que ubo Legion II
Augusta como se collixe de memorias antiguas, esto es Gemina Augusta, no se escrivia

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Aug. G. ssino assi II Aug. como lo notaron los doctissimos, y diligentissimos varones
Lucio Resendio. Y el M. Vasco. hallase también cohorte pretoria que anda en guarda
del Consul, o presidente mas no legion pretoria. Y el pretoria se escribe comprae, y alli
no se escrive sino, pret. tambien los prefectos no se llamavan en leçiones ssino prefecti
castrorum Legionis. como (fol. 70v.) se collige de Cornelio Tacito. Lib. 14. annalium
y Velleio paterculo. Lib. 2. como muy vien lo nota Justo Lipssio sobre este auctor. fol.
42. de la ympression de Plantino. año .1581. que ubiese legados en esta provinçia y
jente de guarniçion no legiones, sino cohorte, diçelo, lo uno el lib. de las provinçias el
qual pone en Bragançia la cohorte Celtibeçica con su Tribuno; lo otro mucho antes
Estravon. Lib. 3. el qual hablando de la Lussitania diçe assi traduçidas sus palabras
=fielmente en romançe: diçe que el Legado Consular govierna la mayor parte de
=España con cerca de tres cohortes, no dice legion. ni legiones, y tres legados destos,
=el principal, guarda lo que esta de esotraparte del Duero, haçia el norte que
=antiguamente se llamo Lussitania, y al presente se diçe Galiçia, las quales palabras
dan harta luz a lo que queda dicho del legado, mas ora fuese en este tiempo o en otro
Lucio Catillio o tuviese, o no devaxo de su mando este legado es çierto que el tenia
cargo de la Lussitania, y la governava por los emperadores de Roma, con veçes, y
títulos de proconsul, y porque los pintan con coronas creyeron algunos que fuesen
Reyes, y a la verdad. en el poder. y magisterio eran mas que hordinarios Reyes, el
qual tenia su asiento en Belagia Caveça de su governaçion que como queda dicho,
era Castilbranco, la qual en aquellos tiempos era muy famosa entre las ciudades
de la Lussitania en numero de personas, y abundante de riqueças, en fuerças y
muniçiones, lo qual andando el tiempo que todo lo muda y trastorna, se hiço una
pequeña Villa y se llamo Estuçian. Este principe como por su nobleça fuese muy
esclareçido como el que era del linaje y sangre del Emperador Alexandro Severo
y por la abundancia de riqueças, yllustre, y poderoso por los muchos subditos que
tenia, era tenido entre los emperadores y principes por el mas principal. Tubo una
mujer llamada Calpe de sangre Rl como lo notan algunos breviarios, y entrambos
estavan en la ceguedad y error de los gentiles. dichosos por cierto si conocieran al Rey
del Cielo de cuya providencia y bondad tenían todo lo que en este mundo poseian,
por cuyo mando reynan los Reyes (fol 71a.) y goviernan los que traen el Ymperio.
Suçedio que durante el matrimonio de los dos la Calssia se hiço preñada de nueve
hixas no ssiendo cosa a dios ympossible, por nueva que parezca, y sobre todas
las leyes y curso ordinario de naturaleça, pario y a lo que se cree, en ausencia del
marido, y avergonçandose de tantas hixas llamo a la partera y avisola que hechase
aquellas criaturas en un rio, ynbencion propia de muxer sin Dios y que olvidada
de el amor que naturalmente tienen los padres a sus hixos, vençen a los osos, tigres
y dragones en fiereça y crueldad. La partera por una parte temiendo la yra de la

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Reina por otra la de Dios que save castigar semexantes maldades al fin reparada
de lo alto se determino a tomar una acuerdo que fue saludable para su anima y las
vidas de aquella compañia de niñas ynoçentes, y fue dallas a criar en los arravales
de la çiudad a nueve amas xpianas enargandoles la criança, y ella de su haçienda
las pagava, y yo creo que no quedo sin galardon, este serviçio, pues menores obras
no dexa Dios ssin su devido premio; y ssi dio casas, y viñas a las parteras de Egipto
porque no matavan los hixos de los Hebreos, que daria el largo, y justo premiador
a la que conservo nueve vidas, y fue ocassion que nueve virgenes se desposasen
con Jesuxpo y diesen sus vidas por la verdad de su sagrada confession. Las amas
recibieron las nuebe niñas como nueve piedras preçiosas que les embiava dios en
que engastasen la luz de su verdad, y assi las hiçieron luego baptiçar llamándolas
por bombres Genibera, Liverata, Violaria, Eumelia, Germania, Gemma, Marçia,
Bassilia; Quiteria, desta manera, estas nueve plantas libradas de la profundidad
de las aguas del rio, renaçieron de nuebo por las del baptismo. Pasados ya los años
de la niñez, y entrando en la de la discreçion, fueron enseñadas de las amas, fieles,
y xpianas, y con el trato común que con los xpianos tenían vinieron en conocimto
de Dios a quien amavan de todo coraçon, y supieron todo lo que pasava de su
naçimiento, y varios subçesos, y cuyas (fol. 71v.) hixas eran y conssiderando el
cuydado paternal de dios que les abia guardado y favoreçido con las vendiciones de
su dulcura, se determinaron de escoxerle por su señor y esposo, y assi le ofreçieron
su limpieça virginal y quando se acordavan que tenían a Dios por padre mas se
alegravan desta gracia, y favor, que de la nobleça vana y transsitoria del padre
terreno. despues desto mas ençendidas en el amor de Dios y aprovechando de cada
dia en el espiritu, se entregaron al exercicio, de la oraçion, vigilias, y obras santas.
La gran persecucion que vino a Santa Quiteria y a sus hermanas, y como fueron
conocidas. cap. XXIII
En este tiempo por instigaçion del demonio ubo una persecucion terrible, y muy
cruel, contra el nombre xpiano y vino un edicto del emperador Romano para que
qualesquiera xpianos que fuesen hallados muriesen a crueles tormentos, o ssino
con las fuercas de las penas adorasen sus Idolos, y dexasen a xpo ssin que se tubiese
conssideraçion, de edad ni parentesco, de manera que ni hermano, perdonase
a hermano, ni padre a hixo, y que qualquiera que hallase algún christiano
donde quiera que fuese pasase por la misma pena que si fuera xpiano, esta fue
terrible persecuçion, y quien tiene quenta con la raçon del tiempo de que vamos
hablando y pasare estas palabras que son sacadas de santorales muy antiguos
de mano, donde esto esta escrito hallara que este va devaxo de la persecucion del
emperador Maximiano que començo el año de .237. y acavo el de .240. de la qual
dice nro español, Paulo Orossio, que murieron por la fee, en todas las provinçias
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del mundo gran multitud. de martires, de que ubiera mucha mençion, ssino que
en los, martirilogios a veçes se lee por Maximino, Maximiniano y tambien que
abiendo adelante otra persecuçion que levanto otro Maximino, como sesenta
años (fol. 72a.) adelante, no se sabe de qual de los Maximinos hablen los
martirilogios, ssi deste de que tratamos, o del otro mas moderno, porque no ponen
alguna senal que los diferençie; fue terrible y cruel este Maximino no solo con los
christianos, ssino tambien con sus propios soldados, de quien dice Julio Capitolino,
=que fue tan cruel, que unos le llamavan Çiclope, otros Bussirides, otros, Sçiron, otros
=Phalares, otros Tiphon, o Giges. y que le avia cobrado tanto miedo el Senado, que
=las,muxeres con sus hixos haçían publica y secretamente votos, y promesas en los
=templos para que nunca viese a Roma de sus oxos, porque oya que mando a unos
=cruçificados a otros metidos en pieles de animales reçien muertos, y hechallos a las
=fieras, y a otros matar a palos; y haçer diferencia de personas quando le pareçia era
=cosa que demandava la disciplina militar, a cuyo modelo quiso tambien reformar los
=negocios çiviles y que no podía conservarse el imperio ssino con pura crueldad, lo
=qual no combiene al prinçipe que quiere ser amado, y aunque la persecuçion fue
universal contra los christianos, mas como dice Eusevio, en el chronicon, y en la
historia eclessiastica. Lib. 6. cap. 21: prinçipalmente asesto contra las caveças, y
mando que prinçipalmente, fuesen buscados, presos y atormentados, los obispos,
y capitanes de la grey. y revaño del Señor pareçiendole al astuto. y varvaro, tirano
que quitandole semejantes maestros, tales guias, y pastores, seria façil rendirlos de
mas y atraellos a su dañada voluntad. Era por estos tiempos Arçobispo de Toledo,
Viçencio de Merida, Marçial, Vassilides de Astorga, Valentiniano de otra çiudad
que no se nombra; y pastor universal en la Silla de San Pº San Favian, governava
esta tierra de la Carpentania y reino de Toledo un principe que le llaman los libros
antiguos de flo santorum Leviano, el Toledano le llama Leutiniano, el de Barçelona,
Leuticiano, e (fol. 72v.) sospechado ssi es Eutichiano y assi se le deve leer. L. Eutichiano,
nombre de estos tiempos muy usado como Muçiano, Colliano, Emilliano, Pompeiano,
Juliano, Feliciano, Quiriano, porque hallo año, de 221 por Consul, a Marco Aurelio
Eutichiano, la mayor en compañia del emperador, Marco Aurelio Antonino, y que el
Eutichiano fuese este, o su hixo no se sabe de cierto sea lo que fuere, este Eutichiano,
o Leutichiano que governava esta provinçia era persona de mucha reputaçion en
ella, siendo christiano por los muchos tormentos, o por miedo de perder la haçienda
y muchas riqueças que tenia enflaquecio y bolvio atras, como tambien lo hiçieron,
Vassilides obispo de Astorga y Marcial de Merida, el modo de enflaqueçer no fue que
adorasen Idolos haciendo reverençia y dandoles ençienso ssino dando un memorial
en que deçian como eran jentiles, y a estos tales memoriales llamavan libellos, y a los
que los davan libellados, paso mas adelante que se vino este Marçial y pareçe ser el

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por el nombre y apostassia y tiempo que lo diçen del arçovispado de Merida a la tierra
de Eutichiano por valerse del que ya devia de saver que era apostata, y hallavase en
los vanquetes de los jentiles, enterrava en las sepolturas de los tales algunos diffuntos
como lo diçe San çipriano en una epistola, que escribio en respuesta de otra que los
obispos de España le embiaron a el, y a los obispos de Africa, en lo qual duro algunos
años. pasada la persecuçion se juntaron los obispos de España a conçilio y se cree
estubo entre ellos el arçovispo de Toledo, y en tres conçilios que tubieron en Merida,
Leon y Astorga, o como diçe el maestro Ambrossio de morales se començo el conçilio
en una parte, y trasladose, a otra, y acavose en otra, por causas urgentes que movieron
a los padres, en los quales se trato del negoçio destos obispos, y al cavo los condenaron,
a depossiçion, y pussieron otros en su lugar, y no contentos con esto escribieron al
Santo Obispo Çipriano pidiendole su pareçer porque Vassilides, que por su propia
confession (fol. 73a.) se avia condenado fue a Roma al tiempo que era Papa el Santo
Pontifice Stephano, y haciendo falsa relaçion pidio fuese restituydo en su silla. y con
este despacho que le dio el santo pontifiçe mal ynformado se bolvio a su silla, y ubo
hartos devates, y con esta ocassion escrivieron los obispos de España al Santo pontifiçe
Çipriano enbiandole dos obispos españoles Feliz y Sabino, con sus cartas no se atrevio
a deçir la verdad, Vassilides, ante el Papa Stephano, porque luego diera por firme y
valedera la depossiçion de su persona conforme lo que poco antes avia decretado su
antecesor el Papa Cornelio según refiere el Santo prelado Çipriano que mando que los
obispos que cayesen, fuesen admitidos a la penitencia ssi bolviesen arrepentidos mas
en ninguna manera a las sillas. Vistas las cartas de los Obispos y pueblos de España
=Africanos se juntaron en Conçilio, y el como primado respondio por todos diciendo
=que estava vien lo hecho, y exortoles a perseverar y no porque algunos caigan; ellos
=se espantaron, como conste que semexantes personas no pueden pressidir en la
=yglesia de Xpo ni deven ofrecer sacrifiçios a Dios. mayormente que ya días. ha. que
=tambien Cornelio maestro collega sacerdote paçifico y justo. y por mi de Dios
=honrrado con el martirio en compañía nuestra y de todos los obispos que ay por todo
=el mundo de todo estado de termino. que semexantes hombres vien pueden ser
=admitidos a haçer penitencia, y mas que les veda bolber al uso de la horden clerical,
y dignidad sacerdotal. estas cosas conbençieron con la ocassion de la persecucion
de Maximino, y se proxiguieron, con la de Deçio, que fue terrible y espantable,
de la qual tambien podíamos pensar que habla aqui esta letura, que fue espantable
como diçe Eusebio Lib. 6. cap. 34. de la historia eclessiastica de los editos que promulgo
Decio crueles y muy sangrientos contra los xpianos, en el principio de su imperio quales
fueron Dionissio, obispo que estos días regia la yglessia de Alexandria y los oyo y pudo
=leer, y habla assi escribiendo a Favio, obispo Antiocheno. el edicto de Decio ya era
=publicado y ssi el parecio tal qual se avia prophetiçado el señor (fol. 73v.) que avia de

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=ser. en el qual assi se cumplia aquella terribilissima sentencia que avían de ser
=ynduçidos a error los escoxidos si fuera possible; muchas cosas diçe del San Gregorio
=seiseno en la vida de San Gregorio Taumaturgo. y Ssan Cypriano. entonces muchos
=obispos de diferentes provinçias y ssillas, dexaron sus ganados, viendo que lo
podrian aprovechar mas guardandose para mexores ocassiones, assi lo hico. S.
Cypriano como el confiesa de si; anssi es de creer lo harian algunos grandes
prelados de España que tubieron la misma ocassion, y impulso de Dios, como
tubo el Santo doctor, en el qual tiempo permite por sus ocultos juicios que se
muestren flacos y desfallezcan los obispos, y se esfuerçen y perseveren las flacas y
tiernas donçellas, para que conozca todo el mundo que el perseverar es negoçio
de la mano y virtud de Dios, como el enflaqueçer y caer nro y de nra cosecha, en
este tiempo cayo el gran Origenes, cayeron muchos en España, Françia, Ytalia,
Assia, y por todo el mundo tanto que hiço un libro çipriano llamado de Laisis
que quiere deçir de los que cayeron principalmente los ricos, y puestos en
dignidades de los quales unos negavan aver ssido jamas xpianos, otros antes de
reçivir tormentos se rendian, otros huian de la estacada, torpemente, aviendo ya
recivido algunas heridas y tormentos por xpo; este argumento prossigue vien a la
larga Eusevio Çesariense en el lugar alegado. en este tiempo començo la porfiada
question ssi avian de ser admitidos al gremio de la yglessia o no los caydos, por
cuya ocassion tubo prinçipio la Heregia de crovato que tanto perturbo el mundo
con estas olas era contrastada la naveçilla de Sant Pedro durando las vacantes
del pontificado Romano por espacio de un año, y a veces mas quando Santa
Quiteria y sus vienabenturadas hermanas se exercitavan en el amor de Dios, y
en la escuela de las verdaderas virtudes ensaiandose en ella para la gloria a
carrera del martirio que Dios les aparejava. quando llegaron a la çiudad (fol.
74a.) de, Valca que, los edictos imperiales que se fixaron en las placas de la
çiudad segun lo acostumbravan haçer los pretores Romanos, y dibulgose la
forma deste hecho por los arravales de la ciudad con que los gentiles mucho se
alegraron, y los xpianos parte se entristeçieron, y parte se atemoriçaron
terriblemente, y como estas valerosas vírgenes lo entendiesen al tiempo que los
demas xpianos estavan temblando de miedo ellas estavan alegres y esforcadas
con el amor del que les confortava, y acordandose de su dulcissimo esposo
començaron a desear con grande ardor la palma del martirio, y assi juntas en
un lugar començaron con una oraçion y espiritu a levantar las voçes a dios
llenas de jubilos, y sus alavanças todas juntas diçiendo veis aqui el tiempo que
tanto deseavamos; veis aqui la ora que ya es venida, o, vienaventurado y dichoso
dia que nos offrece que demos a dios el espiritu que el nos a dado, o poderoso

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señor que librandonos de muerte cruel nos conservastes la vida del cuerpo
suplicamos a tu dibina clemençia tenga por vien de llevaronos por el camino de
la Confession de tu Santo nombre, al paradero de la vida gloriosa y eterna. y
diçiendo estas y otras semexantes raçones, llegaron los lictores que andavan en
busca de los xpianos y hallaron estas nueve donçellas que estavan puestas en
orazion, y confesando que eran xpianas a la hora fueron rigurosamente presas y
llevadas al consistorio de Cathilio su padre, llevavanlas con furia, y tropel, mas
este desacato causava en sus pechos grande alegria conssiderando como eran
dignas de padeçer afrenta por el nombre de Jesuchristo, y assi muy esforçadas y
contentas como ssi fueran combidadas a algun explendido vanquete. quando el
padre las tubo en so presençia puso los oxos en las que no conoçia, y notando que
se pareçian todas en el rostro, y que eran muy hermosas y de una hedad se
maravillo mucho y hablandolas con blandura las dijo: nobles donçellas
reposada, y dichosa vida pudierades tener ssi nos constara (fol. 74v.) que erades
honrradoras de nros dioses, y tengo para mi que sois de sangre Illustre pues de
tanta graçia os veo adornadas. mas porque yo no proçeda en este Juiçio a çiegas
deçidme, quien sois, de que condiçion, o linaxe, y que sea vra vida. a esto
respondio Genibera, y dixo ssi deseas saver, nro linaxe sabe que nosotras somos
tus hixas. y nro modo de vida es christiano, y somos siervas de Jesuchristo. a lo
qual dixo el Rey; de verdad os prometo de os legitimar por mis hixas ssi dejando
la superstiçion y herror de los christianos, procurarades reverençiar nros dioses,
inmortales, a esto respondio. S. Genibera y dixo: la naturaleça nos hiço tus
hixas, y assi no ay necessidad que nos legitimes porque sabe ssi no sabes que ssin
duda somos tus hixas, y que tu nos enjendraste, y nra madre nos pario todas de
un parto el pressidente atonito de lo que oya dixo, yo quiero saver la verdad
desto, y conoçer ssi hablais de veras, o de burlas, por tanto sera vien me digais lo
que sabeis en este caso, a lo qual dixo. S. Genibera animosamente. ten por çierto
que nuestra madre nos pario de un parto y como ubiese verguença de tal suçeso
te lo encubrio a ti y a los demas, y mando a una criada nos hechase en el rio, la
qual compadeçiendose de nosotras nos dio a ciertas amas christianas que nos
enseñaron su ffe con cuydado aviendonos antes hecho baptiçar, y como tubimos
hedad cumplida, nos enseñaron mas llanamente los misterios de la religion
christiana, y assi conoçemos por señor y dios a Jesuchristo, a quien tenemos
offrecida nra virginidad. el prinçipe espantado de lo que oya, hiço llamar a su
muxer Calssia, y hablandola en secreto con instançia la pidio la declaraçíon
deste hecho; ella viendose conbencida o a lo menos indiçiada de manera que no
podia negar la verdad descubrio todo el hecho, a su marido Catilio, despues

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mando llamar a las donçellas, y en presencia de pocos las hablo blandamente,
o mis hixas amadas, que abiendoos perdido, oy os hallo, y os reçivo de la muerte
a la vida yo (fol. 75a.) me alegro de tan nuevo suçeso y no pensada fortuna oy los
cielos me restituyen nueve estrellas, oy me naçen nuebe prendas Illustres, por
tanto no querais ser menos de lo que fueron vros antepassados dexad la vanidad
de aquella vaxa jente que os engaña, entrad, en los palaçios y Corte de vro padre,
y por medio de sacrificar a los Idolos, goçad la gloria de nra grandeça y yo os
proveere esposos de sangre Rl, y a mi cargo quede el dotaros de mis riqueças
largamente, y ssi tubieredes por mexor el estado virginal yo hare como consagreis
vra limpieça a la diosa Vesta. entonces Santa Librida constantemente le dixo.
mucho te devemos por ser nro padre carnal, mas en mayor obligacion somos a
Dios que es padre de todos el qual de nada que eramos nos hiço lo que agora
somos, y tubo por vien de traernos al conoçimiento de su divino nombre a el solo
confesamos por unico y verdadero dios que lleva a los que le sirven a la vida
perdurable; mas los Idolos que vosotros adorais no so dioses, ssino malditos
demonios que burlan a los que dellos se fian, y llevan al fin; al infierno, por tanto
nro buen padre mira por ti y dejando la suçiedad de los Idolos, conoçe tu criador,
con cuyo consentimiento, y providençia tienes este govierno, y mando, y ssi
firmemente y de todo tu coraçon, creyeres a este Dios te trasladara deste reino
transsitorio, y pereçedero al eterno que nunca a de tener fin. Acavado este
raconamiento la madre hablo con sus hixas, y dijoles. o hixas mias, amadas a
las quales yo pari en un dia, y con harto dolor e careçido de vra vista algun
tiempo, conoçed a vra madre entrad en mis estados reales vestid de diferentes
ropas y de valor y preçio, y conmigo sacrificad a la gran diosa Diana; a esto
respondio Santa, Librida con voz libre y dixo. madre nra verdad diçes que nos
pariste, mas tambien mandaste que fuesemos manjar de los peçes pero Dios
misericordiosamente nos libro, y en harras nos dio el anillo de su fe, y por eso le
honrramos y creemos por Jesuchristo, verdadero Dios, y verdadero hombre, por
el qual ssi fuese necessº (fol. 75v.) no tememos sufrir la muerte, enojose el Rey en
oir estas raçones y mirando a Santa Librida con oxos ayrados la dixo, por el gran
Jupiter que ssi tu y tus hermanas no quissieredes haçer lo que os amonesto, que
es, que dexeis la locura de los christianos y adoreis nros Idolos os hare matar
cruelmente. ellas juntas a esta saçon dixeron. esto es lo que ssiempre emos
desseado que es sufrir la muerte por el nombre de xpo. entonces el Rey moderando
su enoxo, las dixo. hijas mias pesame de vra neçedad y ssimplicidad grande,
mas el imperial edicto nos fuerça a que no se tenga respeto a la sangre y carne
mas por veros engañadas os doi de plaço asta mañana, para que entretanto

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mireis lo que os cumple y el dia siguiente adoreis a los Dioses, y yo os casare con
las personas que tengo tratadas, y assi sereis honrradas de mi, y ssi por ventura
teneis en poco mis mandamientos, y no quisieredes haçer sacrifiçios sabed que
ssin mirar que sois mi carne os dare cruda muerte por ello.
el martirio de las santas hermanas y como Santa Quiteria por horden de Dios
salio de su tierra. Cap. XXIII.
Salieron con esto las santas virgenes de la presençia de su padre, y recogiendose
a un lugar aparexado para orar asta ya tarde, se estubieron en oraçion, la qual
acavada y ssiendo ya de noche, acordaron que pues no podian sacar a a sus. p. es.
de la çeguedad y tinieblas de la Jentilidad a lo menos procurassen que su culpa
fuese menos en el acatamiento de Dios suplicandole que tenga por vien que nros
padres no ensuçien sus manos en nra sangre, y quando fuese servido de haçelles
esta mvd, que era morir por su gloria y ffe tomase otros instrumentos para ello.
esto assi acordado salieron de la çiudad, y las ocho hermanas no juntas ssino por
diferentes partes fueron a donde Dios las tenia desde su eternidad aparexados
los lugares de sus coronas; quedo Santa Quiteria reservandola Dios para otro
tiempo y lugar de donde avia de bolar al çielo por vencimiento y triunpho de
martirio (fol 76a.) lo qual assi hecho. S. Librida ambos los oxos y coraçon al çielo
y dixo assi. Señor Dios y criador del çielo y de la tierra que tubiste por vien que yo
y mis hermanas fuesemos juntamente conçebidas. y justamente naçiesemos de
un bientre, y en un dia, y libres de la muerte nos trajiste al verdadero conocimto
de la ffe, suplico a tu divina Magd. que por la gloria de tu nombre y tu amor
Santo nos lleves del destierro del suelo, a la patria de tu çielo, ten por vien de nos
poner a todas juntas en el seno de Abraham. Esta oracion hecha se abraçaron
las unas a las otras, y se partieron a diferentes partes de aquel reyno, adonde el
espiritu ssto a cada qual guiava despues en differentes partes fueron presas, y
peleando varonilmente alcançaron el triunpho desseado del martirio como se
lee en sus festividades. excepto. S. Quiteria que padecio fuera de aquel reyno
y provinçia como despues se dira; fuese. S. Librida, en compañia de algunas
christianas que savian su intençion, y la quissieron seguir, entrose en un apartado
dessierto donde haçia aspera vida, comiendo yervas y raiçes de los arvoles, y
esto de tarde en tarde, los gentiles de aquella provinçia, despues que hicieron
espantosas carniçerias en los xpianos que en ella se hallaron, por las ciudades,
villas, y lugares ssiendo avissados, que muchos avian huido de los poblados,
los buscavan con diligençia, por los valles, montes, cuevas, y despoblados. al
fin con aquesta diabolica diligencia; vinieron a dar en el yermo, donde estava

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Santa Librida. en compañia de muchos christianos que alli vivian con ella
teniendose por mas seguros entre las fieras que vibiendo con los crueles y feroçes
jentiles, los quales assi como vieron el semblante y hermosura de la santa virgen
quedaron espantados en gra manera, y assi como la hablaron y conoçiesen en
ella el valor, y prudençia, que Dios tenia depossitado, al prinçipio yntentaron
derrivar su constançia, con los asaltos de largas promesas y ofreçimientos
de los quales son los hombres liberales quando no an de pasar adelante del
prometer, pareçiendoles que palabras (fol. 76v.) y largos prometimientos no
les vienen a obligar. mas mirando que con este petrecho haçian poco mas que
nada dexandole se aprovecharon del otro de las amenaças, y espantos creyendo
que el pecho y flaqueça mujeril luego se rindiria a semexantes vaibenes, mas
no fueron vastantes porque no peleava sola una flaca muger, ssino Dios con las
armas desta flaqueça y ternura haçia guerra a los tiranos, o por mexor decir
al mismo ynfierno que los incitava a semexantes fuerças jamas oydas entre
Garimandas quanto y mas entre Romanos, jente politica y de mucha raçon.
entonces en presencia de la santa virgen atormentaron a sus compañeros para
q atemorizada con su vista hiciese lo que le pedian, ella los esforçava para que
trocasen esta vida por la eterna, y junto con esto suplicava a nro señor de todo
su coraçon fuese servido de acavar dichosamente lo que por su vondad avia
començado en aquellos sus siervos. embiados pues delante della sus compañeros
al çielo por la chorona del martyrio. esta santa aunque fue atormentada con
diverssidad de tormentos, y entre otros la cruçificaron por la ffe, y su limpieça
y al fin la cortaron la caveça, no se save al çierto el dia de su martirio, y por eso
le çelebra la Santa Iglesia de Siguença en el dia que se çelebra el de otra Santa
cuyo cuerpo esta en Italia con titulo de sola virgen ssin que dello se diga aver
ssido martyr ssino antes confesora en .18. del mes de Henero, su cuerpo (a lo que
piadosamente se cree por los christianos) fue llevado de España a Italia, y estubo
en la çiudad de Florençia asta que en el año .1300 yendo el sancto y valeroso
obispo de Siguença don Simon giron hixo de Don Gonçálo gonçalez giron, y de
doña Theresa arias quixada, yendo a Roma por ser aquel año del Jubileo que
publico Vonifaçio octavo Summo Pontifiçe, alcanço deste papa que lo estimo y
amo en mucho el cuerpo de Santa Librida virgen y martir, que estava guardado,
y en gran veneraçion en la çiudad de Florençia. y despues de aver predicado
algunos (fol. 77a.) sermones delante del Papa, y estar muy pagado de sus buenas
letras, pulpito y santidad de vida le trujo con mucha decençia a su yglessia de
Siguença donde le colloco a buelta de los años dichos, y con el otras reliquias que
luego pondre, hiçose la traslaçion a 18 de julio donde esta en gran veneraçion

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tenida y acatada como patrona de todo aquel obispado. despues Don Fadrique
de Portugal que fue primero obispo de Siguença y despues fue trasladado a
Çaragoça le edifico un RL capa.
De la devoción desta Santa Virgen y mártir en su misma Iglessia catedral
adonde se traslado su ssanto cuerpo a XXVI de Jullio. capº XXIIII
Pusola dentro de un arca de piedra y encima y por de fuera en otra de plata,
acudiendo nro señor con algunos milagros para que mas festexade fuese su
gloriosa traslaçion la qual se hiço el dia ya nombrado, año del Señor de 1537 y
entre otros fue uno que no siendo tan fresca y reçién puesta en su camissa la
sangre desta virgen y mártir se via como ssi fuera entonces el dia de su martirio,
glorioso, collocaronse con ella las reliquias siguientes, que es de creer truxo
conssigo el nombrado don Ximeno quando vino de Roma, conbiene a saver, las
de los Santos Juan y Thias apostoles de San Estevan, de San Ignacio, San Blas,
San Gamuel, S. Mauro. San Hilario y San Xisto, y las de otros muchos martires,
confesores y santos Virgenes, a la qual traslacion concurrio gran pueblo, para lo
qual conçedio el Papa Hadriano .VI. indulgençia plenaria a todos los que se
hallasen en ella, y confirmaronla los Papas clemente septimo y Pulo terçro en
honrra de su gloriosa esposa, la qual librada de las aguas del rio y del herror de
la Idolatria, y de la corrupcion de la carne, y librada de las passiones del cuerpo
entro en el çielo con triunpho de martirio (fol 77v.) donde goça en los regalados
braços de su esposo Jesuxpo para siempre jamas amen celebrase fiesta destra
traslación en la yglessia de Siguença a .15. de Henero porque en tal dia se hiço.
por lo qual demos gloria al padre, al hixo, y al espíritu santo un Dios y señor
amen. todo lo qual esta sacado de la letura de la Santa y de las liçiones de los
mártires de Siguença. pasada la persecuçion ya dicha se puede creer ceso la ira
de Catilio, y mirava a Quiteria que sola le avia quedado de nuebe hixas, ella
subia a un monte çercano a su çiudad llamado, Orio, o, Orial donde hacian
oraçion a Dios y en el la bendixo un angel. estando en cassa de su padre vista su
grande hermosura pretendian dos personas principa adquirilla por mujer mas
ella buelto de todo coracon a Dios le pidio la conservase en su limpieça, y la diese
graçia para que lealmente conservase lo que le avia prometido, y como viese que
los padres tratavan desto torno a la oraçion en la qual le fue declarado por el
angel de dios que le avia ssido otorgado todo lo que acerca deste particular avia
pedido, y que la haçia saver como la tenia Dios aparejado lugar donde fuese, y
como ella se escusase diçiendo no savia el camino o que le rogava se le enseñase.
y no se apartase della, antes de darla su vendiçion. partida pues de la çiudad de

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Belcagia que como queda dicho era en portugal, y vino a este reino de Toledo al
valle eufrassia donde le fue revelado que allí seria su martyrio, y que despues de
muerta seria sepultada en un monte muy alto dicho Columbino en una hermita
que era capilla del Vienaventurado apostol Sant Pedro la Santa donçella
recreada con tales nuevas le pidio al anjel que no le faltase el agua en aquel
camino con que se recrease y la dixese cuya era aquella tierra. el anjel de dios la
dixo que tubiese buen animo porque dios todopoderoso cuidava de ella y assi
nada de lo que fuese necessº no le faltaria, y que se llamava el príncipe, o
gobernador de aquella tierra, Eutichiano, el qual avia ssido christiano, (fol.
78a.) y dejando la ffe se avia hecho idolatra y hereje gran perseguidor de xpianos,
y fatiga los clerigos. y Yglessias con excepciones y demassiados tributos que les
hecha. y mucho dinero que recogido avia ssiendo de los pobres lo tiene guardado
dentro de un rio. La santa se compadeçio deste señor y assi dixo al anjel que ssi
hiçiese penitençia y restituyese lo mal ganado Dios no le reciviria en su graçia y
le perdonaria. a este punto llegaron mensaxeros de su padre que avian venido en
su seguimiento, la dixeron como su pe la mandava bolver porque la tenia
prometida a un mançebo noble y prinçipal por esposa. respondioles la santa q
tarde venian, porque ella avia recivido por su esposo al hixo de Dios, ellos
bolvieron con esta respuesta. y el catilio hiçolo saver a Germano el qual se cayo
en el suelo por verse assi despreçiado. Santa Quiteria subió al monte en
compañia de treynta Virgenes y ocho mançevos de gran religion y devocion que
con ella avian venido y assi se açercaron por el monte a los palaçios de Eutichiano,
el qual pregunto que que Jente era aquella y que querían Santa Quiteria le dixo
que ssi haçia lo que ella le dixese seria el mas vienabenturado del mundo y como
la preguntase este prinçipe que que le pedia, ella le dijo, quiero que buelvas los
thesoros que as tomado a las Iglessias ques de los pobres, el principe Eutichiano,
con una cruel colera mando prender a la Santa Virgen y a los que con ella venian
y ponellos em prission quiriendose informar de donde eran, y a donde venian, y
que demandavan y dixo al Alcaide y guardas, que por tres días ni les diesen
comida, ni vebida. al quarto dia mandolos traer ante ssi a esta saçon hicieron
todos oracion, y en ella vino una lumbre del çielo que los cerco y un olor y
fragançia de tanta suavidad que les conorto y entre la luz se les apareçio un
anjel que los animo y exorto a padeçer çertificandoles que de sus travaxos les
daría Dios coronas, y la converssion (fol. 78v.) deste prinçipe y que por sus
oraçiones vendria a vella a la carçel y haría todo lo que le dixese. vista la
maravilla de la luz del çielo las guardas abrieron y se echaron a los pies de la
Santa pidiendola perdon con lagrimas, y diçiendo como querian ser christianos.

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y por su amor yr contra la voluntad de susos, Supo esto Eutichiano, y turbose
mucho, y mando traer las guardas a su presençia. Los mensajeros vieron como
la Santa sanava muchos enfermos por la virtud de nro señor Jesuxpo dando
vista a çiegos, y endereçando los contrahechos, y hecho beneffiçios a otros que
padeçian otras muchas enfermedades negoçiaron tambien los mensajeros que se
conbirtieron con los demas. a este tiempo despues de una larga y devota oraçion
que hiço Santa Quiteria a nro Señor se le cayeron las cadenas, y la carçel se le
abrio por ssi mesma, Eutichiano supo esto, y lo demas, y mui turbado penso
mandar matar a la Scta Virgen. mas a esto dios estorva su loco pensamiento
quitandole la lengua y vista; entonces los de su casa le llevaron por fuerça, a la
santa donçella pidiendola affectuosamente le quissiese sanar, esto mismo le
pedia el prinçipe hechado a sus pies, la santa virgen le pidio no hiçiese mal a los
que con ella venian, y como el Rey se lo otorgase luego a la ora cobro la vista, y
hablo. pareçio esta tan nueva y no usada maravilla a los oxos de muchas jentes
que la vieron que luego se conbirtieron a la fe; era entonçes ora de comer, y
pidiola Eutichiano quisiese irse a comer con el en su palaçio, escusose la Santa
diçiendo, que estava aquel lugar suçio y profano con muchas idolatrias y que
nunca bolveria a la gracia de Dios asta que restituyese lo que mal avia quitado
a los pobres, turbose desto el prinçipe porque era muy codiçioso y apretado, y
conocioselo la Santa en el senblante, la qual llevando conssigo una doncella
dicha Columbina, y dos mançevos, que se decian Simplicio y Remigio, y hiço
oraçion en lo alto del monte. entonçes el anjel la declaro (fol. 79a.) como venia
aquel mançevo con jente a la matar. y por regalarla mas, mando que la tierra en
lo vaxo brotase de suvito una fuente que sana asta oy a los que en ella se vañan
con el agua que della sale; entonces Eutichiano mando juntar algunos de su
comarca, y con ellos dos obispos Marçial y Valentiniano, que de lexos avian alli
venido. el Rey les dixo como Quiteria era muy santa, y que le avia dicho del
Thesoro y donde le tenia, el qual solo Dios y el savian donde le avia puesto, que
ssi les pareçia seria vien averiguar ssi venia de parte de dios. entonçes mando
que llamasen a Santa Quiteria. Venida que fue, el prinçipe dixo a los obispos
veis la aqui. ellos la dixeron de donde sois donçella, como es vro nombre. y a que
sois venida. ella respondio mi venida no fue a otra cosa a esta tierra ssino para
aconsexar a Eutichiano, y deçirle (ssi del fuese creida) que ganaria su Alma, y
ssino que la tenia perdida y adjudicada para el ynfierno. entonçes conoçieron
todos que hablava por espiritu de dios. Y los obispos que tambien avian
idolatrado tocados de la poderosa mano de Dios que les hiço esta mrd, por las
oraciones y lagrimas de su fiel esposa se conbirtieron a la fe de que primero avian

51
malamente apostatado y Eutichiano prometió haçer todo lo que le mandase.
entonces le dixo Santa Quiteria haz penitençia; a consejo de estos obispos y
restituye el thesoro a las yglessias y pobres cuyo es, y seras, salvo con esto se subio
al monte, y diçe el breviario de Barçelona que pocos días antes de la fiesta de
navidad antes que la Santa padeciese la dio en particular privilegio y la hiço
una señalada mrd, que la colmo de la vendiçion de su dulçura, y fue darla tanta
perfecçion y limpieça de vida que vastaba a confundir los mas perfectos y ssantos
varones del mundo, en este comedio Eutichiano se confeso de sus pecados
(ssiendo costumbre en la primitiva Iglessia desde el tiempo de los Apostoles
confesar los (fol. 79v.) xpianos sacramentalmente sus pecados) puso en obra lo
que Santa Quiteria le encomendo, y luego embio por ella, y ella viendo lo que el
principe avia hecho, dixo o señor quan claro y dichoso dia a este vro nuevo siervo
a amaneçido por vra causa con que a escapado del infierno, y ganado su alma
para ssiempre, cumplió en esto el onceno dia en q vino Germano. y mando a sus
vasallos buscasen la Santa y la degollasen. Un mal hombre que se deçia
Dormiano y avia dexado la fe se encontro con la santa, al qual ella dixo que
estava aparexada a morir por Jesuchristo mas que el yria al infierno a pagar su
apostassia y predicole con gran fervor se bolviese a xpo el mas enduresçido que
antes hecho mano a su espada y cortola la caveça la qual ella tomo en sus
manos. acompñandola los angeles con cantos y mussica del çielo y assi camino
dos leguas hasta la ermita de San Pº que al presente se llama San Pº de la Mata.
La jente que vio tan gran maravilla. dixeron a voces que aquella donçella era
llena del espiritu de Dios. padecieron desta vez martirio Eutichiano. y los obispos
a quien Dios tenia aparexada tan dichosa suerte, y una donçella llamada
Columbina y otras muchas personas cuyos nombres no sabemos mas su
memoria no se perdera porque estan asentados en el Libro de las Vidas de los
santos mas tan cruel hecho y sacrilegio no quiso dios que quedase ssin castigo,
porque muchos infieles que benian con Germanico cayeron subitamente muertos
otros perdieron el seso, otros raviaron, y dellos se comian las manos. y dellos que
fueron los menos mal librados quedaron por toda su bida asombrados y muertos
antes de les sobrevenir la muerte. el anjel del señor se apareçio en sueños a un
Santo Varon llamado, Estraucho, y le dixo, levantate y be al monte Columbino
en el qual hallaras muchos cuerpos santos de martires que am padeçido por
xpo. y quierete nro Señor hacer esta mrd, de que tu los entierres porque por ellos
haçe y hara muchos milagros. yace S. Quiteria cerca de la çiudad de Adura, que
como queda dicho es oy (fol 80a.) Arisgotas honrrandola dios con muchos
milagros, y ennobleçiendo esta Comarca de Toledo con el riego de su sangre y

52
veatificandola con la presençia de su cuerpo. ella sea servida assi como nos dexo
el thesoro de su cuerpo en la tierra sea nra avogada e interçesora ante dios en el
çielo padecio a .22. dias del mes de mayo, otro dia despues que esto se escrivia en
el Collegio de San Eugenio de la compañia de Jesus de la Imperial ciudad de
Toledo. en el mismo dia que su Magd. el Rey don phelipe nro señor entro en .70.
años de su hedad y ennobleçio con su Rl presençia esta su çiudad mandando que
se hiçiese una proçession general despues de visperas en haçimiento de gracias
por abernosle dexado dios de una peligrosa enfermedad, que le sobrevino
estando en su cassa Rl de Aceca el sea servido de guardarnosle largos años en
vida del serenissimo prinçipe don Phelipe su hixo y heredero que se hallo en esta
proçession para gran vien de la Iglessia catolica, prosperidad de sus reynos, y
ssingular consuelo desta çiudad, que por tantas causas le ama y dessea la vida
como a señor piadossissimo, padre clementissimo, y tan catholico, y excellente,
como antes y despues de Trajano jamas el mundo a visto y es muy autoriçada la
conberssion deste prinçipe. y los milagros, y hermandades que la Santa Virgen
obro, de que el officio Toledano haçe mencion dello en la oracion diçiendo danos,
te rogamos todopoderoso Dios, que assi como a Santa Quiteria hermoseaste con
el don de la virginidad, y martirio y con tu virtud ato al demonio y conbirtio al
prinçipe con pueblo tan quieto, assi nos libres de las açechanças del diablo y de
todas las enfermedades. Heme detenido tanto en contar esta historia. para darle
la luz que pudiese, y se permite por buenas raçones, conjeturas, y concordançias
de tiempos, y por ser una de las cosas mas inssignes que tiene toda esta tierra de
Toledo, que en un pueblo y aldea suia aya ssido dios servido de vañar su suelo
con la sangre desta Santa virgen. y de otros muchos martires: conque queda mas
(fol. 80v.) sertiliçado que ssi por los tiempos se le comunicasen largamte las
llubias del çielo donde podremos ver bien la mucha xpiandad desta tierra, a
donde trujo dios a Santa Quiteria, para que fuera de ser patrona della, y
continua ynterçession por nosotras en el acatamiento de Dios fuese medio para
que se conbirtiese un Rey apostata y herexe, y dos obispos que malignamente
avian caydo de tal manera fue parte para que mereciesen ser martires de
Jesuxpo, y a los que por ser flacos avian negadose al servicio y lei de dios con el
exemplo y oraçiones de Santa Quiteria, muriendo por su fee y verdad confesasen
gloriosamente morir por su amor de donde se vera quan mal piensan los que
sienten mal de la virginidad como de esteril, pues ella haçe martires, y pare
tantos para el çielo como vemos que engendro y pario Quiteria para xpo. de
quienes devida honrra. y gloria por todos los siglos de los siglos amen. mucho
quissiera hallar dia, mes, y año en que poder deçir la vida y costumbres de las

53
santas martires no menos hermanas de Santa Quiteria, en el martyrio que lo
fueron en la virginidad, y naçimiento mas no hallo quien dellas diga nada
solamente de la Marçia, dire que la çelebra la yglessia gotica haciendola mucha
fiesta, y aprovechase del offº de Santa Marçiana, del de Ascica por aver ssido
martir, y pareçerle en el nombre; verdad es que Cesar Varonio la haçe natural de
esta çiudad, y que en ella se çelebra. o porque en tiempos de Godos fue trasladado
a ella su cuerpo, mas ssi esto fuera assi es de creer dijera algo el Hymno, mas en
todo el offº no se diçe de donde fuese Petrus de natalibus la haçe en su Egeritana.
cosa que no se sabe vien ni se entiende que pueblo ssea, y el deçir Cessaream no
sabemos ssi es Çaragoça, porque hallandose en Beda. y en, don entenderase que
en Mauritania padeçio esta Santa. Cesar Varonio, varon diligentissimo y de
gran devoçion, y juicio diçe que padeçio en Toledo dando mas credito al offº
Moçárabe que no a Beda. tampoco a don quando Dios fuere servido y llegaremos
a la persecuçion de Diocleçiano se tratara desta Santa, y se dira lo que della se
puede saver, con lo qual dare fin a este, 5; Libro de la histª de Tdo.
(...)

Casalgordo (fol. 95a)


El lugar de Casalgordo esta de Toledo quatro leguas al mediodia parece aver
sido mayor poblacion en tiempos antiguos, y aver sido poblacion de Romanos
por los muchos sepulcros que se descubren y en cada uno de ellos dos copas
de vidrio muy fino, y la hermita de Sant Pedro del Monte da testimonio desto
mismo, que en tiempo de Godos, y antes se cree aver sido monesterio, que tiene
la hermita algunos aposentos en forma de celdas, aunque muy arryinados;
dizesse que estuvo alli en el frontispicio de la puerta una inscripcion, que daba
a entender como el Rei VVamba de los Godos la avia hecho reedificar. Passa por
cerca deste lugar un riato que llaman Guadacelete que cuando crece viene como
un rio caudaloso. Goza de una hermosa fuente que le viene de unas sierras, que
son principio de los montes de Tº. A no media legua deste lugar y a la parte del
poniente esta una torre que llaman Tolanca, por dicha Toleanica sobre un risco
alto y muy aspero, que servia en otros tiempos de atalaya. Tiene un privilegio
del Rey don Juan el segundo dado en Madrigal a 27. De abril de 1446. Por el
qual son esentos los vezinos deste lugar, que ninguna persona de ningun estado,
o condicion que sea contra su voluntad aya de ser en el aposentada, o les pueda
sacar ropa, paja, ni leña, ni otra cosa alguna y que sean francos de rondar, velar,
guardar puertas, ni de yr a guerras, o mandaderias de concejo, ni sean mal

54
feridos, ni vaian por ballesteros, o lanceros a guerra ninguna, ni frontera, ni les
puedan (fol 95v.) constreñir a dar dineros. Este privilegio concedio el Rey don
Juan a peticion e instancia de doña Mari Alvarez de Aiala priora del monesterio
de sancto Domingo el Real de Tº. Esta confirmada por el Rey don Enrique, por
los Reyes Catholicos, por el emperador don Carlos y por el Rey don Phelipe su
hijo nro señor.

Arisgotas (fol. 95v.)


A no media legua de aqui esta el lugar que dizen Arisgotas. Avia aqui cuatro
torreones de piedra antigua, y destos permanecen al presente tres, los quales
estan en la plaça del lugar, y debaxo muchos sylos, tiene sierras fertilissimas, y
vegas muy buenas para ganados, y cerca esta una hermosa dehesa que dizen
fuente techada de don Pedro de Ribera Sr de Malpica, en las quales estan las
tres memorables colunas que hizo Villalpando por mandato de su magd. que
son de las mejores que se hallan en España. Tienen 25. pies de largo y doce de
nccho. en una vega aqui cerca se an hallado cavando edificios de argamasa y a
la parte del mediodia y bien cerca del lugar se hallan grandes ruinas, llamanse
los villarejos, anse sacado piedras y tienen letras, creesse que fue aqui el palacio
o casa principal del Regulo Leuvino, en algunas escrituras antiguas se halla
llamado este lugar Arias Gothas, que parece algun principe llamado Arias aver
en el labrado o reparadole, o que le dio nombre. A legua y media deste lugar
camino de Ajofrin ay una hermita de Sancta Quiteria sin la que queda dicho,
esta cerca de Margelaça, donde se cree padeció martirio.
La historia quedó perfectamente planteada, con todos los detalles posibles, pero nuestro
autor la enriqueció unos años después, al considerar que necesitaba más argumentos de
veracidad destinados a potenciar la relación local de la santa y combatir algunas de
las primeras críticas y dudas que sus osadas propuestas ocasionaban. Con ese fin, la
historia fue abordada de nuevo en los años que siguieron a la finalización de la Historia
Ecclesiastica, a través de la inclusión de una serie de referencias y datos sobre la santa
y su entorno familiar en los conocidos como falsos cronicones. Se trata de una serie
de obras en las que nuestro autor ofrecía aparentes datos de interés histórico, puestos
en boca de unos supuestos testigos directos de los acontecimientos que se describían,
ocurridos en una época especialmente oscura para los historiadores de la época como
era la comprendida entre los siglos V y XI. Todos ellos debían ratificar y ofrecer nuevos y
sorprendentes datos sobre algunos de los hechos y personajes que habían despertado su
interés en investigaciones anteriores, aunque a veces y como consecuencia del tiempo

55
56
Páginas dedicadas a
Casalgordo en His-
toria Eclesiástica de
la Imperial ciudad
de Toledo de Román
de la Higuera.

57
58
Páginas dedicadas a
Arisgotas en Histo-
ria Eclesiástica de la
Imperial ciudad de
Toledo de Román de
la Higuera.

59
que tardó el historiador en escribir sus obras,
cayese en ciertas contradicciones e, incluso,
en problemas de encaje e interpretación.
Santa Quiteria fue, lógicamente, uno de
ellos y tanto en el cronicón de Dextro como
en el de Juliano se incluyeron nuevas y
sorprendentes referencias sobre su vida y
martirio, que incidían en su vinculación
con Toledo, aunque ahora en una nueva
cronología centrada en la primera mitad
del siglo II. De todas ellas destacan las
descripciones de su fastuoso y milagroso
enterramiento, oficiado por el supuesto y
hasta ese momento desconocido obispo
primado San Honorato, sucesor en la sede
toledana de San Eugenio, que recibía con
Portada de Cronicón de Dextro. este tipo de procupaciones y trabajos su
propio impulso como nuevo y desconocido
valedor celestial de los vecinos de la ciudad45.
Además y para que no quedara la menor duda, nuestro historiador junto con su
colaborador habitual y corregidor de Toledo, Alonso de Cárcamo, protagonizó un
último esfuerzo. Nos referimos a la realización de un proceso jurídico datado en el año
1596, destinado a recoger los testimonios de todos aquellos vecinos de Marjaliza, diez
según los datos que han llegado a nuestros días46, que decían tener conocimiento por
sus antepasados de la vinculación de la Santa con su localidad y de los numerosos y
destacados hechos milagrosos que se derivaban de tan estrecha relación.
Formulada así la historia y basada en tal cantidad y variedad de argumentos, tardó poco
tiempo en aparecer como verdad absoluta en numerosas obras, aunque con algunas
reinterpretaciones según el origen del autor de cada publicación47. En Toledo se dieron

45 de Rojas, P., Historia de la Imperial nobilissima ínclita, y esclarecida ciudad de Toledo, Madrid 1654, parte
primera, pp. 409-410.
46 de Quintanadueñas, A., Op. Cit., 1651, p. 449.
47 Un ejemplo de la existencia de estas líneas de interpretación en función de los intereses de determinadas
ciudades y territorios, lo tenemos en la bibliograf ía generada en Portugal y Galicia a partir de lo publicado
por Jerónimo Román de la Higuera. Así, en 1634, nos encontramos la obra Primera Parte Da Historia
Ecclesiastica dos Arcebispos de Braga, de Rodrigo da Cunha, publicado en la ciudad de Braga (p. 133), en la
que se recogen los datos aportados por el jesuita toledano, aunque se haga hincapié en el origen portugués

60
muy pronto dos posturas. Una más sensata liderada por el clero más culto vinculado
a la catedral toledana, que nunca hizo demasiado caso de las invenciones de Jerónimo
Román de la Higuera, por considerarlas falsas y creer que ponían en peligro a los
verdaderos patronos48. Otra, mucho más popular e imaginativa, que creyó encontrar
en Quiteria y otros santos parecidos, nuevos y providenciales patronos y defensores
de la tierra toledana, hasta el punto de dar inicio a nuevas interpretaciones en las que
la vecindad de cada uno de los personajes dados a conocer resultaba cada vez más
evidente a la vez que exagerada.
De esta manera, la historia, tal y como la reelaboró el Padre de la Higuera a finales
del siglo XVI, tuvo un evidente éxito, aunque muy pronto se olvidó el interés por el
registro arqueológico de Arisgotas o Casalgordo, que desapareció rápidamente de las
narraciones, por la pérdida del valor de los restos materiales del pasado como prueba
necesaria, como consecuencia del fin de la corriente humanista que tanto había
cambiado la manera de hacer Historia en los comienzos del Renacimiento49.
El primer ejemplo lo tenemos en la obra de Antonio de Quintanadueñas Santos de
la Imperial Ciudad de Toledo y su Arçobispado, publicada en 1651, a la que ya hemos
hecho referencia. En ella encontramos el completo olvido de Arisgotas al que antes
nos referíamos y la inclusión de nuevas referencias sobre el valor excepcional de la

de la Santa. Desde entonces son numerosas las obras hagiográficas surgidas en este ámbito geográfico en
el que se trata la figura de Santa Quiteria. Ejemplos más recientes cada vez con más referencias a obispos
y mártires de la zona, aunque se siguiese vinculando el final de la Santa con Marjaliza. los encontramos en
Anales de el Reyno de Galicia. Tomo Primero, Santiago de Compostela 1773 (pp. 148-164) y Chronica dos
eremitas da Serra de Ossa de Fr. Henrique de Santo Antonio, publicado en Lisboa en 1745 (pp. 227-256).
48 Esta realidad se muestra en las notas manuscritas realizadas sobre la primera página de la obra de
Cárcamo, A., Traslado de la carta y relación que embio a su magestad el señor don Alonso de Cárcamo,
Corregidor de la Imperial ciudad de Toledo, a cerca del Templo que en ella se ha hallado, del señor San
Tyrso, Toledo 1595, conservada en la Biblioteca Capitular toledana. En ella se dice “Lo que en este
cuaderno se dice de que San Tirso fue natural de Toledo, y que hubo en esta biblioteca desta Sta. Iglesia de
Toledo carta del Rey Silo, todo es falso e invención de un cierto religioso que tentado del demonio inventó la
carta de Silo y engañó al sobre dicho Alonso de Cárcamo como a hombre seglar y sin letras, y esta maraña
y más falsedad que el dicho religioso hizo, escribiendo la carta que fingió del Rey Silo, en el libro de mano de
cosas de historias de España que está en esta Biblioteca, la descubrió el bibliotecario desta Sta. Iglesia, y le
convenció de su falsedad, y el Sr. Deán D. Pº de Carvajal Girón y los Sres. del cabildo se opusieron, a que no
pasase adelante este enredo y fábula, por las injurias que se hacían a los verdaderos patronos naturales de
esta ciudad, porque en los tiempos venideros como se viese ser mentira que San Tyrso era natural de Toledo,
no se pensase que con la misma liviandad se tenían por naturales y patronos los que verdaderamente lo son.
Y este libro se permite estar entre los de esta biblioteca, porque por esta advertencia si algún tiempo en este
se hablare se sepa la verdad. (firmado) El Mº Cristóbal Palomares Bibliotecario.”
49 El mejor ejemplo del valor dado a las antigüedades e inscripciones latinas en la investigación histórica
humanista del siglo XVI, lo tenemos en la obra de Antonio Agustín, Dialogos de medallas, inscriciones y
otras antigüedades, publicada en Tarragona en 1587 (p. 377). En ella dijo: “Yo doy más fe a las medallas, a
las lápidas y las piedras, que a todo aquello que dicen los escritores”.

61
Santa, que aparece vinculada, incluso,
con una aparición de la Virgen en su
Balcagia natal50.
Otro destacado ejemplo lo encontra-
mos en la Historia de la Imperial No-
bilissima Inclita, y Esclarecida Ciudad
de Toledo de Pedro de Rojas, conde
de Mora, editada en el año 1654 que
vino a publicar la mayor parte de los
datos recopilados y elaborados por el
jesuita toledano hasta ese momento
y que todavía permanecían inéditos,
aunque a través de copias manuscritas
habían alcanzado un evidente recono-
cimiento. El principal interés de esta
monumental obra radica en la capaci-
dad que mostró su crédulo autor para
adornar aún más las historias, incluida
Portada de Historia de la Imperial Nobilissima Inclita, y
Esclarecida Ciudad de Toledo de Pedro de Rojas, conde la de Santa Quiteria, al incluir en la na-
de Mora del año 1654. rración los datos aportados por los fal-
sos cronicones y, por ejemplo, recono-
cer como santos a todos los protagonistas que aparecían en algún momento en la trama
de esta santa, incluidos sus padres aquí llamados Catelio y Calcia, el considerado dichoso
Rey Leutiniano e incluso Sila, la partera, que aparece tratada como mártir y se la consi-
dera enterrada en un templo con advocación propia en la villa portuguesa de Tomar51.
Sin embargo, la capacidad para adornar la narración todavía ofrecía posibilidades y hubo
autores que aprovecharon la oportunidad y dieron lugar a propuestas todavía más fan-
tasiosas, plenamente barrocas. Es el caso de la historia formulada por Cristóbal Lozano,
capellán de la capilla de Reyes Nuevos de la catedral, que fue uno de los autores de mayor
éxito popular en la España de los siglos XVII y XVIII. En ella, en concreto en el tomo
primero de su obra El Hijo de David mas perseguido, Christo Señor Nuestro, que comenzó
a publicar en 1633, se hace a Santa Quiteria toledana hasta en su origen, al considerar
que Balcagia era una antigua población de los Montes de Toledo, en la jurisdicción de

50 de Quintanadueñas, A., Op. Cit., 1651, p. 446.


51 De Rojas, P., Op. cit, 1654, pp. 399-403.

62
la ciudad, aumentando así su valor
como defensora de la identidad
local y de sus vecinos52. La reela-
borada historia comenzaba así:
“Corone nuestro
assumpto otra Virgen
Española; Quiteria por
nombre, y Abogada
comunmente de todo
mal rabioso: que fue hija
de Cateleo, y Cassia,
Reyezuelos en aquella
edad de la Ciudad de
Balcagia, que a fuerza
de los siglos, puede
ser que oy tenga otro
nombre, como vemos,
que muchas Ciudades, Portada de El Hijo de David mas perseguido, Christo Señor
y Plazas de España Nuestro de Cristóbal Lorenzano del año 1633.

tuvieron antguamente
nombres diferentes, en especial, desde que a trayciones del Conde don Julian la
ocuparon Agarenos; que según los rastros, y vestigios, y tradiciones antiguas, fue
esta Poblacion en los Montes de Toledo, parece que es sin duda, aunque algunos
Franceses quisieran sea en su Provincia.”
Más adelante la narración incluye una larga oración en la que el autor da rienda suelta a
su capacidad creativa y a su amor por lo local, titulada Oracion evangelica en alabanza
de Santa Quiteria, Virgen, y Martyr, Española, Abogada de la Rabia53. En ella podemos
comprobar la rápida evolución producida en poco más de tres décadas:
A la Infanta mas ilustre, que menospreciando terrenos laureles de su padre,
busco a costa de fatigas la mas Celestial Corona. A la Insigne Penitente de los
Montes de Toledo, que aunque Francia me lo objete, Española gano esta dicha.
A la Virgen mas dichosa, pues fuera Emperatriz Maria, a ella entre todas las
Virgenes baxo a saludarla un Angel, y a darla mil bendiciones. A la que en

52 Lozano, C., El Hijo de David más perseguido, Christo Señor nuestro. Madrid 1749, décima reimpresión,
Tomo Primero, p. 294.
53 Lozano, C., Op. cit., 1749, pp. 297-298.

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los retiros de soledad amena tuvo colquios Divinos, dada tanto a la oracion,
que se las pudo apostar a Magdalena, visitada y asistida de muchos Celestiales
Paraninfos, que la regalaban, y llevaban comida. A la que fue en lazos cortos tan
Esposa de Jesus su Esposo, que con obligaciones de mujer se nego por amor suyo
a su padre, y a su madre. A la doctora, y Maestra de la Provincia Carpetana,
pues supo con su eloquencia, y saber en la Ciudad de Aufragia: (oy Margaliza,
Aldea de Toledo, que aunque pobre en moradores, es Población muy rica, pues
encierra en sus confines tal tesoro) supo, digo, a razones, y argumentos sacar de
la idolatria, y reducir a la Fe a Lenciano, Señor de tal Ciudad. A la que con valor
grande ofrecio el cuchillo el cuello, siendo verdugo quien quiso ser su esposo, por
ir adornada de la Corona del Martyrio a llamar a las puertas de su Esposo
Celestial, que la recibio con palmas para celebrar sus triunfos, concediendola por
premio la mayor prerogativa que a otra Santa alguna, pues a contagios rabiosos,
es ella el mejor remedio. A Santa Quiteria, en fin, (digamoslo de una vez) Virgen
Española, Martyr Toledana, Infanta de Balcagia, y gloria de Margaliza, celebra
Fiesta la Iglesia, y la devocion heroica de los Fieles sus devotos la consagran estos
cortejos (…).”
Es evidente que llegados a este punto tan exagerado, la historia no podía más que
retroceder y empezar a plantear dudas. La Ilustración y las críticas realizadas a todo
lo relacionado con los falsos cronicones por autores como el Padre Flórez54, Nicolás
Antonio o Gregorio Mayans55 en el siglo XVIII y José Godoy en el XIX56, dieron lugar al
rápido desprestigio de todas las fabulaciones a las que venimos haciendo referencia, al
menos en los ambientes más cultos.

Gracias a todo ello, el olvido cayó pronto sobre Santa Quiteria y tanto esfuerzo quedó
reducido a la formulación de una simple tradición dañada por tanta manipulación,
tal y como quedó recogido en las conocidas como Relaciones del cardenal Lorenzana,
elaboradas a finales del siglo XVIII. En ellas y como contestación al interrogatorio realizado
en Marjaliza bajo la supervisión del Dr. Don Diego de Tapia en 178257, se decía:
“2º Tiene una sola parroquia propia con la advocacion de San Juan Baptista,
sin convento alguno. Dentro de la poblacion hay una hermita de Santa Qui-

54 Flórez, C., España Sagrada, Madrid 1758, Tomo XIV, pp. 125-126.
55 Mayans, G., (ed.), Censura de Historias fabulosas, obra postuma de Nicolás Antonio, Valencia 1742.
56 Godoy, J., Historia crítica de los falsos cronicones, Madrid 1868.
57 Porres, J.; Rodríguez, H. y Sánchez, R., Descripciones del cardenal Lorenzana, Toledo 1986, pp. 339-340.

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teria, virgen y martir, en cuyas
cercanías (segun tradiccion
de esta tierra adoptada por
la Iglesia Toledana) padecio
martirio en el siglo 2º de la
iglesia, en un valle nombrado
Columbino; cuio sitio hay una
fuente copiosisima en figura
de baño llamada de Santa
Quiteria, a la que acuden a
bañarse con mucha fe perso-
nas enfermas de la comarca,
especialmente las moridas por
perro y otro animal rabioso, y
si no pueden venir las llevan
el agua o algunas chinas de
dicha fuente; y de los buenos
efectos producidos se conser-
va en el archibo de esta iglesia
Portada de Descripciones del Cardenal Lorenzana..
una informacion que merecie-
ra otro aprecio si estuviera for-
malizada con autoridad de Juez Eclesiastico. Tanbien es tradiccion que al sitio
de La Naba, distante una legua de aqui (de esta jurisdiccion) azia el mediodia,
huvo un monasterio de monjas benedictinas dedicado a la ínclita virgen y mar-
tir Santa Quiteria, que al apoderarse los sarracenos de dicha tierra se sumergio
por disposicion divina en las entrañas de la tierra.
(…)
7º Se ignora el fundador del lugar, aunque se tiene en el pais por uno de los pue-
blos mas antiguos de este reyno de Toledo, y lo confirman las monedas antiqui-
simas que en las excavaciones se enquentran, de que tengo remitidas algunas a
S. Exa. para su monetario; pero no se conserva edificio alguno de consideracion,
ni memoria de los hombres ilustres de el. Con el motibo del martirio de Santa
Quiteria se ha escrito bastante sobre los diversos nombres que ha tenido esta
poblazion en los siglos pasados; mas yo creo muy poco de quanto dicen estos
historiadores por la ninguna autenticidad de sus notizias.”
Mucho más dura resulta aún la visión que encontramos publicada en esos años en

65
obras tan populares como el Año
Christiano de España de Joaquín
Lorenzo Villanueva, publicado en
179258. En ella y haciendo referencia a
la festividad de la santa que se celebra
el 22 de mayo se dice:
“Apenas habrá en Historia Ecclesiática
de España cosa mas llena de
obscuridad y mas embrollada que
la vida de Santa Quiteria. Nosotros
dexando aparte las fábulas que de esta
santa Virgen y su familia se han escrito
desde los falsos cronicones, diremos
solo lo que a nuestro parecer se arrima
a la verdad, y aun esto a tientas y con
miedo a errar. Fue Santa Quiteria hija
de Catilio o Catelio y Calsia, personas
de alto estado a quien algunos llaman
Reyes. Lo que se dice que sus dominios
estaban en lo que ahora es Galicia y
Luistania, de ningún modo se puede
Portada de Año Christiano de España de Joaquín Loren- adoptar. Porque desde Augusto era la
zo Villanueva del año 1792.
Lusitania provincia diversa de Galicia,
de suerte que aun el Pretor puesto por
los Romanos en Lusitania no ciudaba de Galicia, porque esta pertenecia a otro
Presidente. Por otra parte consta que desde aquel tiempo no hubo Rey ni Régulo en
españa, estando sujetas todas sus provincias a los Pretores y Conventos jurídicos
de los Romanos. Tampoco veo en qué puedan fundarse los que confunden al
padre de nuestra Santa con Lucio Catilio Severo que era Consul de Roma en
el año 120. de Christo, o con otro C. Atilio del imperio de Commodo. Acaso es
mas cierto lo que el antiguo Breviario Oscense asegura que Catilio y Calsia eran
Reyes muy poderosos sobre todos los de Oriente, y que mandando un Angel a su
hija Quiteria que saliese de la ciudad de Balcagia, que no se donde esta, ni he
podido hallar quien fixamente lo diga; vino a Occidente y fue martirizada junto
a Adura ciudad de Vasconia que es la que hoy llaman Ayre en la Gascuña. Yo

58 Villanueva, J. L., Año Christiano de España, Madrid 1792, Tomo V, pp. 384-385.

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no me atrevo a decir mas en orden a esto. De aqui pudo propagarse la devocion
de nuestra Santa por estas provincias, donde hay fundadas con su invocacion
muchas ermitas y oratorios, y muchas mujeres toman su nombre, y es invocada
generalmente contra el mal de rabia. De la falsedad con que algunos dan a nuestra
Santa ocho hermanas, y de otras especies equivocadas en orden a esta historia,
trataremos en la fiesta de Santa Librada que es a 20. de Julio. En Toledo se celebra
hoy la fiesta de Santa Quiteria. Sin Oficio es todo del comun de Virgenes.”
Desde entonces la memoria toledana de Santa Quiteria ha perdido relevancia aunque
todavía permanece viva en algunas tradiciones e historias locales, como consecuencia
de la realización de estudios sobre datos aislados, nada contrastados pero sugerentes,
que, tal y como ocurrió en el siglo XVII, todavía encuentran hueco en un mundo de
anhelos, protagonismos y posibilismos de los que cuesta desprenderse.
El caso más evidente que conocemos y con el que cerramos este estudio, es el que
encontramos en la publicación titulada Memorias y Curiosidades de la Historia
de Sonseca (Toledo), de Manuel Ballesteros, publicada en 1994. En ella se recupera
la propuesta de Jerónimo Román de la Higuera presentada a través de un nuevo
documento excepcional, dif ícil de contrastar, en la misma línea y manera que lo hacía
nuestro historiador hace cuatro siglos, por el que se vuelve a plantear la ubicación del
enterramiento de la Santa en San Pedro de la Mata y se ofrecen nuevos datos sobre la
enésima búsqueda arqueológica de la preciada tumba59. La obra lo recoge así:
“¿Está Santa Quiteria enterrada en San Pedro de la Mata?
Largo sería detallar aquí la historia que nos ha llegado de Santa Quiteria,
nacida en el mismo parto que sus otras ocho hermanas, la persecución de que
fue objeto por parte de su padre, las apariciones de ángeles, su hallazgo por el
verdugo escondida en un árbol hueco junto a la Fuente Santa de Marjaliza, la
mordedura del perro a su pastor que la delató; la curación que le hizo la santa y
por fin el martirio de esta Santa y Virgen, cortándola la cabeza. Como además
ello es un tanto ajeno a Sonseca, no sería correcto incluirlo en este trabajo. Baste
decir que todo ello fuen en el siglo III de Cristo.
Pero un documento que me dejó copiar Dª Manolita Gamarra, de Marjaliza,
copia de otro de 1445, dice que Santa Quiteria está enterrada en San Pedro,
Prícnipe de los Apóstoles, haciendo todo pensar que sea en S. Pedro de la Mata.
(…)

59 Ballesteros, M., Memorias y Curiosidades de la Historia de Sonseca (Toledo), Toledo 1994, pp. 54-56.

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Luego para mí está claro que esta tradición es muy antigua y pienso que tiene
que tener algo de verdad. Lo que ocurre es que en ninguna de estas citas se
aclara dónde está el sepulcro en cuestión. Veíamos como el conde de Mora decía
que no estaba patente, luego creo que indica ello que no era conocido el sitio
exacto. Después, cuando el Licenciado Tavira se pone a cavar, lo hace ya en sitio
preciso, que todos los presentes y él consideran el sepulcro de la Santa. Aunque
no se dice dónde estaba, es mi opinión, puesto que sacó tierra, y es sabido que
antiguamente se enterraba dentro de las iglesias, que el único sitio que puede ser
es el ángulo Nor-Oeste de las edificaciones, donde existe el hueco preciso de un
sepulcro, con un escalón a raya de la piedra firme y plana del suelo.
Pero por mis averiguaciones puedo confirmar que allí debajo sólo hay tierra
hasta los 35 centímetros por el lado Norte y hasta los 55 por el lado Sur o interior.
Debajo existe otra gran piedra que ocupa todo el hueco de tierra, por lo menos, y
se mete debajo de los cimientos. Si tal fuera el sitio del sepulcro, el mover la losa
citada, si es que es tal losa, supondría la necesidad de una grúa.
Claro que bien pensado, si está allí la tumba de Santa Quiteria, no puede ser
fácil descubrirla, por que en tal caso ya lo habrían hecho muchos de nuestros
antepasados hace siglos.”

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CONCLUSIÓN

La historia de Santa Quiteria, tal y como la escribió Jerónimo Román de la Higuera, es


una invención de finales del siglo XVI. Sin embargo, la acción se sitúa en un entorno
f ísico en el que destaca la existencia de un Patrimonio arqueológico excepcional de
época visigoda, que era conocido hace más de cuatrocientos años y vuelve a tener
protagonismo en nuestros días en la zona de Casalgordo y Arisgotas. Sin este punto de
partida es muy probable que la historia toledana de la Santa se hubiera reinterpretado de
la misma manera, pero ubicada en otro lugar en el que también se cnocieran hallazgos
importantes de esta misma cronología.
Ahora el reto consiste en dejar de lado las fabulaciones, valorar lo que subyace en
ellas y empezar a trabajar con el importante registro arqueológico que está saliendo
a la luz. Su entidad permite vincularlo a un excepcional complejo de poder surgido
en las inmediaciones de la antigua capital en época visigoda, que puede encontrar su
explicación en personajes y modelos de actuación bien conocidos en el entorno de la
Corte, tal y como ha quedado demostrado en algunos estudios en los que se ha abordado
la fundación de este tipo de grandes edificaciones, caso del monasterio Deibiense por
parte de San Ildefonso de Toledo60, a finales del siglo VII.

60 Barroso, R.; Carrobles, J. y Morín, J., Op. cit., 2011, p. 108; García, L., “San Ildefonso y sus relaciones con
el poder político”, Garcia, R., (coord.), Hispania Gothorum. San Ildefonso y el reino visigodo de Toledo,
Toledo 2006, p. 244.

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