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Introducción:

Tallo cerebral:
Se compone de la medula oblonga, el puente y el mesencéfalo.
Se sitúa sobre la porción basal del hueso occipital (clivus), está conectado al cerebelo al
igual que esté pegado a la médula espinal y por su forma pueda ser confundido con una
prolongación de esta.
Está compuesto tanto por partes de sustancia blanca como por algunas zonas en las que
predomina la materia gris, lo cual significa que la recorren tanto áreas de conexión como
zonas en las que los cuerpos de las neuronas se concentran formando núcleos de control.
Es la parte del cerebro humano que alberga las funciones más primitivas y ancestrales, y
apareció en nuestra línea evolutiva en especies que no se parecían nada a los seres
humanos.
Así pues, el tronco del encéfalo se encarga de realizar las tareas del sistema nervioso
más básicas para nuestra supervivencia, aquellas en las que apenas podemos influir
voluntariamente y que han sido automatizadas a partir de millones de años de evolución
justamente para que nuestras decisiones desacertadas o nuestras distracciones no nos
cuesten la vida.
El tallo cerebral está compuesto por tres estructuras principales: el mesencéfalo, el puente
troncoencefálico y el bulbo raquídeo.

Mesencéfalo
Está situada en una posición más alta y, por tanto, más cercana a estructuras situadas en
la parte superior, como por ejemplo el tálamo. Como otras partes del tronco del encéfalo,
interviene en funciones tan primitivas como la regulación del ciclo sueño-vigilia y de la
temperatura corporal, pero también juega un papel a la hora de reaccionar rápidamente
ante estímulos visuales y auditivos de manera refleja, así como en el control de ciertos
movimientos. Los dos componentes básicos del mesencéfalo son unas estructuras
llamadas tectum y tegmentum.

Puente troncoencefálico
El puente troncoencefálico, o puente de Varolio, está situado justo debajo del
mesencéfalo y encima del bulbo raquídeo. En su cara posterior (la más cercana a la nuca)
está el cerebelo. Esta estructura es la parte del tronco del encéfalo más abultada, y su
cara anterior se comba hacia afuera como si fuese la mitad de un huevo.
Esta parte del tallo cerebral interviene en el control de la respiración, en la transición entre
las fases del sueño y en la regulación del nivel de consciencia, entre otros procesos
básicos de supervivencia.
Bulbo raquídeo
El bulbo raquídeo (o médula oblonga) está situado en la parte más baja del tronco del
encéfalo. Controla todo tipo de procesos automáticos totalmente necesarios para la
supervivencia, como el control cardíaco o la secreción de sustancias gástricas. Además,
es la parte que comunica con la médula espinal de forma directa.
Además, es en esta parte del tronco del encéfalo donde se encuentra la decusación de
las pirámides, es decir, el punto en el que las fibras nerviosas cambian de hemicuerpo
para pasar de derecha a izquierda y viceversa (lo cual explica que una mitad del cuerpo
es controlada por la mitad opuesta del cerebro).

Cerebelo:
El cerebelo humano es unas de las estructuras cerebrales con mayor dimensión que
forma parte de nuestro sistema nervioso. Representa aproximadamente el 10% del peso
encefálico y puede contener aproximadamente más de la mitad de neuronas del cerebro.
Durante las últimas décadas, la neurociencia clínica ha ampliado considerablemente la
visión tradicional sobre el cerebelo como un mero coordinador de las funciones motoras.
El interés de la investigación actual se centra en la participación del cerebelo en procesos
cognitivos complejos, como funciones ejecutivas, aprendizajes, memoria funciones
visuoespaciales o incluso contribuyendo a la esfera emocional y al área lingüística.
Se encuentra ubicada caudalmente, a la altura de tronco cerebral, por debajo del lóbulo
occipital y se apoya en tres pedúnculos cerebelosos (superior, medio e inferior) a través
de los cuales se conecta con el tronco encefálico y el resto de estructuras encefálicas.
Se encuentra cubierto en toda su extensión externa por una corteza o córtex cerebeloso.
En la línea media se encuentra el vermis que lo divide y conecta los dos lóbulos laterales,
o hemisferios cerebelosos (derecho e izquierdo). Además, las extensiones laterales del
vermis a su vez se dividen en 10 lóbulos numerados del I al X, siendo el más superior.
Estos lóbulos pueden agruparse en:

Lóbulo anterior: lóbulos I-V.


Lóbulo posterior superior: VI-VII
Lóbulo posterior inferior: VIII-IX
Lóbulo floculonodular: X.
Con respecto a la estructura interna, la corteza del cerebelo presenta una organización
citoarquitectónica uniforme a lo largo de toda la estructura y se compone de tres capas:
Capa molecular o más externa, Capa de Células de Purkinje o intermedia y Capa granular
o interna
Además de la corteza, el cerebelo también se compone de una sustancia blanca en su
interior, dentro de la que se localizan cuatro pares de núcleos cerebelosos profundos:
núcleo fastigial, globoso, emboliforme y dentado. A través de estos núcleos el cerebelo
envía sus proyecciones hacia el exterior.

Núcleo fastigial : recibe proyecciones de la región medial del cerebelo, el vermis.


Núcleo interpósito (globoso y emboliforme): recibe proyecciones de las regiones contiguas
al vermis (región paravermal o paravermis).
Núcleo dentado: recibe proyecciones de los hemisferios cerebelosos.

Objetivo:
Reconocer las partes del tallo cerebral y las partes del cerebelo

Desarrollo de la práctica:
Se mostraron cortes del tallo cerebral y cortes del cerebelo, así como cortes histológicos
en el microscopio y esquemas de secciones del tallo cerebral

Evidencias:
Cortes del cerebelo

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