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EL IUSNATURALISMO

Es una corriente que defiende la existencia de legalidades naturales irrenunciables (derecho a la vida, la libertad y a
la propiedad) que son previas a las leyes jurídicas positivas, las constituidas por los seres humanos y a las que aquellas
se subyugan, sirviéndose de base y de modelo. Asegura que la procedencia de los derechos humanos no está en la
norma positiva, sino que surge de la esencia del ser mismo, una condición superior y precedente a cualquier otra regla
conveniente.

El iusnaturalismo, es el resultado de una extensa evolución histórica que sufrió diferentes procesos y que ha pasado
de la idea de un derecho proveniente de la divinidad, al de un criterio de derecho interpretado de la naturaleza humana,
cuyos axiomas o principios pueden captarse por técnicas racionales, ha sido el supuesto jurídico
(https://www.lifeder.com/supuesto-juridico/) que ha controlado el pensamiento procesal desde el tiempo
clásico hasta ser en muchos reglamentos a finales del siglo XIX, reemplazado por la ideología del positivismo jurídico,
su gran oponente. De cualquier forma, aunque desalojado por el método positivo, el pensamiento iusnaturalista, sus
nociones sobre el Derecho Natural y la importancia de la honestidad dentro de la legalidad, siempre se han mantenido
presentes en las discusiones jurídicas, presentándose con frecuencia como un contraste crítico a la doctrina positivista
y como un objetivo de la teoría del derecho .

LA DIFERENCIA MAS NOTABLE ENTRE EL IUSNATURALISMO Y EL POSITIVISMO JURÍDICO

Gira en torno a la relación entre moral y derecho, diría yo de forma resumida y simple, que el iusnaturalismo mantiene
el argumento de que existe una relación directa entre el derecho y la moral, mientras que, el positivismo niega la
existencia de esa conexión.

1.- Relación entre iusnaturalismo y positivismo jurídico como ideologías: En este campo, ambas “ideologías” se oponen
completamente. La máxima fundamental del positivismo jurídico como ideología se puede formular así. “Se debe
obedecer las leyes en cuanto son tales”; por el contrario, el iusnaturalismo sostiene: “Se debe obedecer a las leyes
sólo en cuanto que son justas”. En el primer caso las leyes son en sí mismas un criterio sobre lo que es justo y lo que
es injusto; en el segundo caso, las leyes se encuentran sometidas a un criterio superior de valoración (que surge,
según la ética iusnaturalista, en la conciencia de la naturaleza humana). En el primer caso se puede hablar de una
ética legalista, por la que existe sólo lo justo legal; en el segundo caso, hablamos de una ética naturalista, por la que
existe también (o sólo) lo justo natural. La actual polémica anti-positivista imputa al positivismo jurídico una cierta
toma de posición o, en otras palabras, el paso subrepticio de un determinado método de investigación o de una
determinada teoría a la declaración y exaltación de ciertos ideales condenables, como la idolatría del estado, la
exaltación del jefe, la despersonalización, etc. No discuto que históricamente el positivismo jurídico pudo haber
contribuido con tales regímenes nefastos; pero creo que la crítica no tiene fundamento. Me limito sólo a hacer notar
que, si se considera al positivismo no como un método o una teoría del derecho, sino como una ideología de la justicia,
el iusnaturalismo se presenta, frente a esto, no como otro método u otra teoría, sino como otra ideología, y la relación
entre uno y otro, a este nivel, se da como una relación entre dos morales que se excluyen recíprocamente. Bobbio
también agrega que, también a este nivel, la contraposición entre positivismo jurídico y iusnaturalismo no se presenta
siempre de manera clara. En este campo, la oposición se hace notar cuando analizamos las versiones más radicalizadas
de ambas ideologías. Pero estas versiones radicales existen sólo a través de la reconstrucción de que ellas hacen los
adversarios a fin de presentarlas de manera más simple. Tanto en el positivismo jurídico como en el iusnaturalismo
existen versiones más radicales y

más moderadas, que podemos sintetizar en cuatro formas típicas de concepción sobre la justicia: a) la ideología
positivista radical sostiene que las leyes deben ser obedecidas porque son justas en cuanto son tales (teoría de la
obediencia activa); b) la ideología positivista moderada sostiene que las leyes deben ser obedecidas en cuanto tales
porque la legalidad garantiza por sí misma la actuación del valor específico del derecho, esto es, el valor del orden y
de la paz social (teoría de la obediencia condicionada); c) la ideología iusnaturalista radical sostiene que las leyes
deben ser obedecidas sólo cuando son justas y, debido a que no t odas las leyes son, por el sólo hecho de ser válidas,
también justas, existe en todos los hombres un derecho a la desobediencia (teoría de la desobediencia activa, o de la
resistencia); d) la ideología iusnaturalista moderada sostiene que las leyes pueden ser injustas, pero deben ser
obedecidas, salvo en casos extremos (teoría de la desobediencia condicionada o de la obediencia pasiva). Ahora bien,
si dejamos de lado las corrientes radicales, la demarcación entre las ideologías positivistas e iusnaturalista comienza
a desvanecerse. Tanto la teoría positivista moderada, según la cual las leyes deben ser obedecidas porque la
obediencia a las leyes tiene por sí misma un valor positivo para el orden social, cuanto la teoría iusnaturalista
moderada, según la cual las leyes pueden ser desobedecidas solo si la desobediencia no pone en riesgo el orden social,
se nos presentan como dos corrientes que buscan proteger el valor del orden. Ambas corrientes conducen a un
resultado análogo, consistente en inducir a la gente a obedecer en el mayor número de casos a las leyes, si bien este
objetivo se busca de distintas formas: 1.- a través de medios diversos: en el positivismo, atenuando el rigor del deber
de obediencia; en el iusnaturalismo, poniendo límites al deber de desobediencia, y 2.- a partir de presupuestos
diversos: para el positivista moderado el orden es un bien, aunque no sea siempre el mayor de los bienes; y para el
iusnaturalista moderado, aceptando un mal menor. Relación entre iusnaturalismo y positivismo jurídico como teorías
generales del derecho: Cuando analizamos a estas dos corrientes como teorías generales del derecho, es decir, como
modos de entender y explicar el fenómeno jurídico, se nos presenta inicialmente la vieja distinción entre una
concepción voluntarista (ratione imperii ) y una racionalista (imperio rationis) del derecho. El positivismo jurídico no
es una exaltación del estado como persona moral, no tiene nada que ver con una i dolatría del Estado (statolatria).
Es, en cambio, una simple elaboración teórica, y si se quiere dogmática, del voluntarismo jurídico. Una vez entendido
al derecho como la voluntad del soberano, surgen de allí los dogmas de l a supremacía de la ley sobre las demás
fuentes y de la norma como imperativo, el reclamo a la voluntad tácita para justificar la costumbre, a la voluntad
presunta para justificar la expansión del sistema más allá de las normas expresas. Análogamente, se mira siempre de
manera desprejuiciada la historia del iusnaturalismo, sin darnos cabal cuenta de que las doctrinas iusnaturalistas no
siempre coinciden, como intentan hacernos creer sus modernos defensores, con una ética de la resistencia a la
opresión, con la defensa de la persona contra las pretensiones del Estado, con la libertad individual contra el
avasallamiento de la ley, con la autonomía frente a la heteronomía. En el seno de las teorías del derecho natural
también se han incubado, de vez en cuando, según los tiempos y las ocasiones, las morales más diversas, tanto una
moral de la autoridad como una moral de la libertad; han sido proclamadas en medio de esta corriente tanto la
igualdad de todos los hombres como
El origen de sus principios está dada por dios. la el origen de sus principios está dada por el
naturaleza o la razón hombre

la moral y la ética forman parte de sus principios la moral y la ética no forman parte de sus principios
básicos básicos

la auténtica esencia o naturaleza del derecho se oculta la esencia o naturaleza del derecho está representado
tras la realidad humana por la mera voluntad del legislador

el derecho es un valor inherente a la naturaleza humana el derecho es un hecho referido únicamente a su


estructura formal

admite al derecho siempre que no contravenga al rechaza la existencia del derecho natural por ser
derecho natural abstracto y metafísico

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