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GUÍA DE APRENDIZAJE N° 2

JESUS ANTONIO SALDARRIAGA LOPEZ

Tutora Virtual: Martha Viviana Sánchez Pardo

SERVICIO NACIONAL DE APRENDIZAJE SENA


PROGRAMA DE FORMACION COMPLEMENTARIA VIRTUAL
OCTUBRE DE 2018
GUÍA DE APRENDIZAJE Nº 2

Actividades de reflexión inicial

Las denominaciones maestro, profesor, docente aunque parecen similares pues


las tres hacen referencia al acto de enseñar tienen algunas diferencias en
relación con el rol que desempeña cada uno.

Si vamos a la etimología de la palabra maestro observamos que este término se


refiere al que está parado más alto, era usado en la Grecia antigua para designar
a los filósofos quienes se educaban a sí mismos, no recibían dinero a cambio de
sus lecciones y no le impartía conocimiento a sus estudiantes sino que
ayudaban a que el estudiante lo sacara de su interior, a través del método
llamado mayéutica.

A diferencia del maestro griego la denominación profesor surge en la edad


media y se refería a simplemente un educador que tenía el don de transmitir a
los demás sus conocimientos, a grupos de personas que generalmente eran
niños o adolescentes

El apelativo docente surge a partir de la revolución industrial y es una que siente


el deseo de enseñar y va a las facultades de educación a formarse en las áreas
que en la época eran requisito para poder enseñar: filosofía, epistemología y
ciencias de la educación.

Creo que en la actualidad el docente se encuentra con una crisis de identidad


originada en varios factores, uno muy importante es la falta de apoyo y de
reconocimiento del gobierno y de los entes encargados de financiar la labor
docente, situación que se traduce en la falta de nivelación salarial, en las
promesas incumplidas, en la disminución de recursos para mejorar la
infraestructura educativa, la destinación de los recursos económicos destinados
a la educación superior a otras áreas como la defensa que no es una prioridad
en el momento de pos conflicto que atraviesa el país.

Otro factor que afecta a los educadores es la falta de compromiso del estudiante
y de la familia con su responsabilidades escolares, es decir, el estudiante
parece que se matricula y va a clase obligado, pero no se percibe en él ninguna
motivación ni interés por aprender, esta situación desmotiva a los docentes y los
lleva a cuestionarse acerca de la utilidad de lo que hacen pues sienten que su
esfuerzo no es reconocido.
Estudio de Caso: Momentos en el aula

Estoy a cargo del área de tecnología en la institución educativa, como docente


me he sentido identificado con el tipo de educador Critico Reflexivo, es así
como reflexiono en forma permanente de la práctica que llevo a cabo en el aula;
los sucesos que se producen día a día a nivel de mi práctica docente, en el
compromiso que asumen los estudiantes con las actividades a realizar,
observando y evaluando quienes las realizan y cuestionando a quienes no
cumplen con ellas; también estoy pendiente de la actitud y compromiso de los
estudiantes en la resolución de talleres y de trabajos de campo, me cuestionan
y me motivan para mejorar en mi labor los desafíos que se presentan por parte
del entorno social o académico, además mi labor está guiada por mi interés en
lograr que los estudiantes se interesen por aprender y se sientan motivados por
mi asignatura

Es así como considero que para que la práctica docente tenga sentido no me
puedo centrar solamente en el cumplimiento de determinado programa, en dictar
ciertos temas, en trabajar con los estudiantes en la adquisición de ciertas
habilidades sino que tengo que ir más allá, tengo que generar en los estudiantes
un aprendizaje significativo, es decir, que los contenidos que se desarrollen en
clase partan de los aprendizajes previos de los estudiantes y entre todos se
pueda construir un conocimiento más completo y enriquecido por los aportes de
todos.

En la relación diaria con los estudiantes me encuentro con todo tipo de conflictos
entre los estudiantes, estos enfrentan diversas problemáticas en sus hogares y
estas se ven reflejadas en las actitudes que asumen frente al docente y frente a
sus compañeros. He observado a María Alejandra pues el año pasado, cuando
cursaba décimo era una joven alegre, amistosa, colaboradora, se interesaba por
la materia y sacaba buenas notas; desde que empezó el nuevo año escolar su
actitud cambio por completo ya que evita trabajar en grupo y cuando se ve
obligada a hacerlo se muestra agresiva con sus compañeros y los agrede tanto
verbal como físicamente.

Extrañado por este tipo de comportamiento plantee el caso en el comité de


convivencia escolar y después de una serie de entrevistas descubrimos que
María Alejandra está atravesando una dura situación ya que su padre ha sido
víctima de conflicto armado, de esta manera comprendimos el cambio tan radial
que se produjo en la estudiante decidimos ayudarla desde nuestro papel como
educadores y como parte de la institución educativa que es el entorno donde
transcurre una gran parte de su tiempo cada estudiante.
Consciente de que la única forma de superar el dolor que produce una pérdida
sobre todo si ha sido causada por actores externos, es el perdón me reuní con
María Alejandra y su familia y les recomendé vincularse a grupos de apoyo en
los que participan otras víctimas, estas terapias de grupo son muy importantes
porque permiten que cada persona cuente su historia, la analicen entre todos los
asistentes y de esta forma se va aceptando la situación y se empieza a caminar
hacia el perdón y la superación de la situación vivida.

Era muy importante que María Alejandra además buscara apoyo psicológico
para que entendiera que sus compañeros no eran responsables de lo que a ella
le había pasado, que por el hecho de ellos no haber padecido su misma situación
ni haber enfrentado su dolor, no eran merecedores de su rabia; poco a poco
entre los compañeros de su salón se fueron creando grupos de trabajo, de
recreación y de otro tipo de actividades en los cuales María Alejandra se fue
involucrando paulatinamente. Y en la actualidad se encuentra con una visión
diferente de sus compañeros de clase, tanto en horas de clase, como también
fuera de ella, lo que hace que sus compañeros y docentes se muestren
complacidos con su actitud acertiva y comprometida.

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