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COGNICIÓN SOCIAL Y TEA

MÓDULO 3:
LA MENTE DE LAS PERSONAS

Noelia Saldón Moré


MÓDULO 3

1. Estados mentales

Con los estados mentales nos referimos a las acciones que hacemos en el cerebro para entender
nuestro entorno y relacionarnos con los demás. Son los estados que tenemos para relacionarnos
adecuadamente. Por ejemplo, cuando predecimos una conducta estamos pensando y creemos
algo. Por lo tanto, pensar y creer forman parte de estos estados mentales que nos ayudan a
entender mejor nuestro entorno.

Dentro de los estados mentales encontramos: hablar, pensar, desear, creer e imaginar. Es
importante trabajar estos conceptos con bocadillos en las imágenes para diferenciar cada uno de
los estados mentales.

1.1. Hablar

Crearemos ayudas visuales para entender qué significa el concepto hablar o decir. Necesitamos
trabajar este concepto antes de iniciar el estado mental de pensar para poder después
diferenciarlos.

Empezaremos enseñando imágenes donde haya personajes que estén hablando con los bocadillos
correspondientes a hablar. Una vez hayamos enseñado las imágenes con las soluciones,
enseñaremos imágenes donde el alumno tenga que decir qué está diciendo cada personaje según
la situación de la imagen.

1.2. Pensar

Con el estado mental de pensar utilizaremos las mismas estrategias para enseñarlo. Primero
enseñamos una ayuda visual para entender qué es pensar. Luego enseñamos imágenes con
bocadillos de pensar de los diferentes personajes. Por último, dejamos unas imágenes con
bocadillos en blanco para que nuestro alumno tenga que adivinar qué puede estar pensando cada
personaje según la situación o el contexto de la imagen que le enseñamos.

1.3. Desear

Dentro del concepto desear podemos trabajar diferentes puntos. Empezaremos trabajando con
una lista de deseos de la propia persona con TEA para entender qué significa desear algo.

También podemos trabajar haciendo una lista de los deseos propios y de las otras personas para
entender que las personas tenemos diferentes deseos según nuestros gustos o intereses.

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Una de las actividades que más se utilizan para entender la diferencia entre los propios deseos y
los deseos de los demás es la siguiente:

A mí me gustan mucho las verduras y a ti no.

A ti te gusta el chocolate y a mí no.

¿Qué me darías para comer?

Esta actividad conlleva hacer un proceso mentalista, es decir, ponerse en la mente de la otra
persona para entender que tiene un deseo diferente al mío. Por lo tanto, estaremos trabajando
teoría de la mente. Si el alumno nos da lo que nos gusta, es capaz de entender el concepto desear
y además es capaz de hacer una actividad mentalista. Si nos da el chocolate, que en este caso
no nos gusta, estaremos observando una dificultad en procesos mentalistas y tendremos que
seguir trabajando los estados mentales propios y de los demás.

Una vez se haya entendido el concepto desear, trabajaremos que entienda que si los deseos se
cumplen estamos contentos y si no se cumplen estamos tristes o decepcionados. Es decir,
relacionamos los deseos con las emociones. Podemos utilizar imágenes para enseñar la
comparación de los deseos y las emociones.

1.4. Creer

Empezaremos utilizando una ayuda visual para entender el concepto creer. Después utilizaremos
más ayudas visuales para trabajar el estado mental creer comparándolo con las emociones. Antes
de empezar el trabajo del verbo creer, tenemos que trabajar el verbo desear. Combinaremos el
verbo desear y el verbo creer para entender que según lo que deseamos o creemos y luego lo
que conseguimos o nos dan, podemos estar contentos o tristes.

1.5. Imaginar

También utilizaremos ayudas visuales para entender el concepto imaginar. Una vez se haya
entendido el concepto, añadimos el trabajo de entender qué pueden imaginar otras personas en
situaciones concretas. Utilizaremos bocadillos diferentes a los de pensar o imaginar para entender
este concepto y diferenciarlo bien de los otros. Empezaremos enseñando imágenes con
personajes que están imaginando con sus bocadillos de imaginar. Después añadimos dificultad
haciendo que la persona con TEA tenga que decir qué está imaginando cada personaje de la
imagen que le enseñamos.

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2. Inferencias

Las inferencias son todos aquellos conocimientos que podemos extraer de una situación con la
capacidad de ponernos en la mente de la otra persona, es decir, inferir estados mentales.

Para poder trabajar las inferencias necesitamos haber trabajado los estados mentales y las
emociones para llegar a hacer razonamientos más elaborados.

La persona con TEA tiene que extraer información a partir de una situación que implique ponerse
en la mente del otro y creer qué causas han provocado la situación concreta.

Con las inferencias también podemos trabajar las hipótesis. Con una imagen de una persona
haciendo una acción concreta podemos extraer información de por qué está haciendo la acción
concreta y además hacer hipótesis de lo que podrá ocurrir a partir de la acción que estamos
observando.

3. Las creencias

Con las creencias verdaderas y falsas trabajamos situaciones donde creemos algo y es verdad
(creencia verdadera) y situaciones donde creemos algo y nos equivocamos (creencia falsa).

Durante los años se han creado diferentes tareas de teoría de la mente para trabajar las falsas
creencias. Se han realizado estudios que afirman que las personas con TEA tienen dificultad para
resolver las tareas de falsa creencia, pero no son tareas definitivas para establecer que haya un
déficit en teoría de la mente.

En el año 2000, las tareas de falsa creencia fueron muy criticadas por la exigencia de otras
capacidades a parte de la lectura de la mente de los demás: memoria, atención y lenguaje.

Resolver las tareas de falsa creencia no significa que la persona con TEA no necesite ningún
aprendizaje específico a nivel de cognición social, pero si no se resuelven las tareas podemos
entender que hay una dificultad que debemos trabajar. Por lo tanto, no podemos utilizar las
tareas como un método diagnóstico de teoría de la mente, sino como instrumentos de aprendizaje
mentalista.

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3.1. Creencia verdadera

El concepto de creencia verdadera se refiere a un pensamiento que tenemos en relación a una


situación donde creemos algo como cierto o verdadero porque lo hemos visto. Predecimos una
acción en función de una creencia, es decir, buscamos (acción) un objeto donde lo hemos visto
antes (creencia).

Empezaremos trabajando éste punto en primera persona:

Yo veo un objeto en una habitación.

Me voy y cuando vuelvo creo que está en el mismo sitio.

Es el caso de una creencia verdadera porque hemos visto el objeto antes y nos referimos a
nuestra creencia para encontrarlo. Si no hubiéramos visto el objeto en la habitación, no podríamos
tener una creencia verdadera. Por lo tanto, ver es saber, ya trabajado anteriormente.

Una vez se haya trabajado en primera persona, trabajaremos en tercera persona. Se puede
trabajar a partir de una tercera persona real o a partir de imágenes.

Marc ve un objeto en una habitación.

Se va y cuando vuelve lo va a buscar donde lo ha visto.

Para finalizar el aprendizaje de la creencia verdadera y comprobar si el alumno con TEA está
entendiendo el concepto, podemos coger dos objetos iguales y que la tercera persona solo vea
uno de los dos. Por ejemplo:

Marc ve una pelota encima de la mesa pero no ve la pelota que hay en la estantería.

Si se va de la habitación y vuelve a entrar a buscar la pelota, irá a buscar la de la mesa


porque es la que ha visto (creencia) y no la de la estantería porque no la ha visto (no la
ha visto, por lo tanto, no sabe que hay otra).

También podemos trabajar la creencia verdadera con muñecos y una casita de juguete:

Un muñeco deja su ordenador encima de la mesa y se va.

Cuando vuelve a por el ordenador lo irá a buscar en el sitio donde lo ha dejado.

En este caso también podemos incluir dos objetos iguales y que el muñeco sólo vea uno
de los dos, por lo tanto, irá a buscar el objeto que ha visto.

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3.2. Creencia falsa

De primer orden: cambio de lugar

Para poder empezar a trabajar la falsa creencia se tendrá que comprobar si el alumno ha
entendido el objetivo del punto anterior (creencias verdaderas): creemos algo porque lo hemos
visto, por lo tanto, si no lo vemos no lo sabemos.

La falsa creencia de primer orden se refiere a cambiar de lugar algún objeto. Es decir, la persona
lo ha visto en un sitio concreto y cree que sigue en ese sitio (creencia), pero otra persona lo ha
cambiado y ya no está en el mismo lugar (la creencia es falsa).

El mejor ejemplo para entender la falsa creencia de


primer orden es la tarea de Ana y Sally mencionada en
el primer módulo (tareas de teoría de la mente).

Podemos jugar con imágenes plastificadas para


moverlas encima de una base, por ejemplo, de una
habitación con distintos sitios para esconder un objeto.

Podemos utilizar también el juego de muñecos con una casita para trabajar la falsa creencia.
Ponemos dos muñecos en la casita con un objeto que han visto los dos muñecos, por ejemplo
una pelota encima del sofá. Un muñeco se va fuera de la casa y el que se queda dentro cambia
de lugar la pelota. Cuando entra el muñeco que estaba fuera, ¿dónde irá a buscar la pelota? Irá
a buscarla donde la ha visto antes, en el sofá (creencia), pero no lo encontrará (la creencia es
falsa) porque el otro muñeco la ha cambiado de lugar. Es importante que el alumno entienda que
el muñeco irá a buscar la pelota donde la ha visto antes porque él no ha visto que el otro muñeco
la ha cambiado de sitio.

Para que el alumno experimente una falsa creencia de primer orden también podemos hacer que
observe un objeto, se vaya de la habitación, cambiarlo de lugar sin que lo vea y que cuando entre
sea capaz de razonar que va a buscarlo donde lo ha visto antes. Además, podemos decirle que
hemos cambiado de sitio el objeto y preguntarle si sabe dónde está. El alumno tendrá que
entender que no sabe dónde está ahora porque no nos ha visto.

También podemos utilizar una tercera persona para trabajar la falsa creencia. Pedimos a alguien
que vea y diga dónde está un objeto y que se vaya de la habitación un momento. Cambiamos de
lugar el objeto y cuando entre observamos dónde irá a buscarlo. Además, podemos hacer
preguntas para saber quién sabe dónde está y quién no. El alumno sabrá dónde está el objeto
porque lo hemos cambiado con él (ver es saber), nosotros también lo sabemos y la tercera
persona no lo sabe porque no lo ha visto.

En este punto podemos añadir dificultad con la creencia falsa doble. Por ejemplo, en la tarea de
Ana y Sally, Sally espía desde la ventana y observa como Ana cambia de lugar la pelota. En este

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caso Sally sí que sabe dónde está la pelota y Ana piensa que Sally no lo sabe (ahora Ana es quien
tiene una creencia falsa).

Teoría de la mente, National Geographic Channel:

https://www.youtube.com/watch?v=9Wj46NgKWOo

De segundo orden: contenido inesperado

Cuando hablamos de falsa creencia de segundo orden


nos referimos a un contenido inesperado. Es decir,
cuando vemos una caja de zapatos, creemos que dentro
hay zapatos (creencia) pero puede ser que dentro haya
una pelota (contenido inesperado, por lo tanto, la
creencia anterior es falsa).

Podemos trabajar el contenido inesperado de muchas


maneras diferentes. Solo necesitamos una caja, bolsa o algún objeto donde se intuya que hay
una cosa concreta dentro (por el envoltorio de la caja o por el uso habitual) y poner dentro algo
que no sea lo que intuimos.

También podemos trabajarlo con una tercera persona. El alumno sabe qué contenido hay en la
caja pero la tercera persona no lo sabe. El niño/a tiene que saber que él lo sabe porque lo ha
visto pero la tercera persona no lo sabe porque no lo ha visto.

Con una caja de cartón sin ningún envoltorio especial también podemos crear actividades para
trabajar la falsa creencia de segundo orden. Ponemos algún objeto dentro y que el alumno vea
qué objeto es. Le decimos que se tape los ojos o se vaya de la habitación y le cambiamos el
objeto por otra cosa. Cuando abra los ojos o venga a la habitación no sabrá que el objeto está
cambiado y por lo tanto creerá que hay el primer objeto. Podemos hacerle preguntas en relación
a su creencia: qué cree que hay dentro (primer objeto) y por qué (porque lo ha visto). Cuando
descubra que no es el objeto que pensaba (falsa creencia) le decimos que lo hemos cambiado y
preguntamos: qué hay en la caja ahora (segundo objeto) y por qué ha dicho el objeto anterior
(porque no ha visto que lo hemos cambiado).

Redes, TVE. Experimento real sobre Teoría de la mente:

https://www.youtube.com/watch?v=Ma8dXIF23Do

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4. Mentiras

Entender qué es la verdad y la mentira es muy complicado. Trabajaremos diferentes puntos


relacionados con la verdad y la mentira para poder adquirir estos conceptos.

4.1. Fingir

El primer paso será aprender que podemos fingir algo que no es real. Este punto puede ser muy
sencillo pero de larga duración. Trabajaremos el juego simbólico de la persona con TEA. Con el
juego simbólico trabajamos el aprendizaje de fingir algo que no somos (disfrazarnos de payaso)
o utilizar objetos simulando que son otra cosa (un avión con una caja de cartón).

El juego simbólico conlleva procesos mentalistas. Nos ponemos en el lugar de otra persona, pero
sabemos que no es real. Por ejemplo, un niño que imite a su padre hablando por teléfono. Por lo
tanto, jugaremos a fingir recordando siempre que lo que hacemos es ser algo que no somos, es
irreal o fantasía.

Se puede jugar a juegos de mímica para simular que somos animales, personajes de dibujos…
también podemos hacer un juego de mímica de emociones para fingir que sentimos una emoción
concreta para que los compañeros adivinen qué emoción es.

4.2. Fantasía

Ayudaremos a que el alumno tenga imaginación y cree cosas fantásticas. Podemos trabajarlo
empezando con dibujos de cosas que no sean reales y ampliándolo creando historias con
personajes fantásticos.

Podemos aprovechar que ya hemos trabajado el estado mental imaginar para que el alumno
entienda que fantasía significa imaginar algo que no es real.

El concepto de fantasía nos será muy útil para trabajar los posibles miedos de los alumnos más
pequeños. Por ejemplo, podemos explicar a un alumno que tenga miedo cuando se va a dormir
porque últimamente tiene pesadillas que no son reales, son fantasía, por eso no tiene que tener
miedo porque cuando se levante no existirá la pesadilla.

Diferenciamos fantasías distintas:

 Fantasía irreal: una fantasía con personajes o cosas irreales que no existen. Por ejemplo,
inventar una historia con personajes que vuelan y hacen magia.

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 Fantasía posible: con posibilidades de ser real. Por ejemplo, inventar una historia de toda
la familia que va a una playa preciosa. Es una historia que no es real pero es posible que
se realice.

 Fantasía real: cuando recordamos cosas que hemos hecho en el pasado. Algunos niños
con TEA pueden confundirse cuando empiezan a ser conscientes de lo que piensan y
frustrarse intentando entender por qué imaginan cosas que no están viviendo, cosas que
han vivido antes. De este modo, con la fantasía, podemos ayudarles a entender qué
significa algo que ha ocurrido en el pasado.

En este punto también podemos trabajar las posibilidades a partir de la imaginación de


situaciones que el alumno pueda crear: conceptos posible e imposible.

4.3. Absurdos

Con los absurdos nos referimos a acciones que hacemos a diario pero con objetos que no son
utilizados para la acción que realizamos, por ejemplo, peinarse con un cepillo de dientes. El
alumno tendrá que entender que hay objetos destinados a hacer ciertas cosas y si los utilizamos
para hacer otras puede resultar absurdo.

Diferenciamos los absurdos del juego simbólico porque la acción que realizamos es absurda,
incoherente.

A parte de identificar lo absurdo, añadiremos dificultad preguntando al alumno qué es lo que se


tendría que hacer con el objeto en concreto o qué objeto tendríamos que utilizar para que no
fuera un absurdo.

Se puede trabajar a partir de imágenes de personas utilizando objetos de forma absurda


(cepillarse el pelo con una escoba) u objetos diseñados de forma absurda (un martillo con un
plátano).

También se puede trabajar haciendo en persona algún absurdo y que el alumno identifique qué
es lo que no está bien y que el alumno haga alguna cosa absurda (nos podemos ayudar de las
imágenes para imitarlas). Tendremos que tener en cuenta que el alumno esté entendiendo que
son cosas absurdas, que no son cosas que tenga que hacer.

Con los absurdos también estaremos fomentando la expresión oral del alumno ayudándolo a
crear un razonamiento del por qué es absurda una imagen.

A parte de trabajar los absurdos visuales, también podríamos trabajar absurdos verbales con
frases orales o escritas.

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4.4. Bromas

Para poder trabajar el concepto bromas podemos


utilizar artículos de broma. Por ejemplo, una
cajita de chicles que cuando coges el chicle te
engancha el dedo con un muelle (chicle
ratonera), una caja que tiene una serpiente con
un muelle que salta cuando se abre, una mano
de mentira para saludar dando la mano y que se
caiga, un excremento de mentira para poner en
un plato, un cojín que hace ruido como un pedo
cuando te sientas… podemos encontrar muchas ideas en tiendas de artículos de broma.

También se puede trabajar fingir con las bromas. Por ejemplo, jugar con objetos haciendo ver
que son otras cosas para hacer una broma (ponerse una sábana encima y decir que somos un
fantasma). Nos será útil trabajar primero el juego simbólico y luego fingir para hacer la broma
concreta.

Antes de empezar a hacer bromas, tendremos que enseñar a nuestro alumno que las bromas son
divertidas cuando se ríen las dos personas, tanto la persona que la hace como la persona que la
recibe (puede ser que primero se asuste y luego se ría). El alumno tendrá que saber que cuando
una persona no se está riendo de una broma y vemos que empieza a llorar tendremos que parar
y avisar rápido que era una broma. Incluso enseñar al alumno a disculparnos si la broma no ha
sentado bien a la otra persona.

El concepto de broma tendrá que ir acompañado del concepto de burla que explicaremos más
adelante para que el alumno entienda cuando le están haciendo una broma y cuando se están
burlando de él.

4.5. Burla

Para este punto será muy importante que el alumno haya entendido el concepto bromas. Sobre
todo que las bromas no son divertidas cuando las personas que las reciben no se ríen.

Tenemos que tener en cuenta si nuestro alumno recibe algún tipo de burlas en la escuela, en las
actividades fuera de la escuela… Además, tenemos que pensar que si recibe burlas seguramente
no sabrá que las está recibiendo porque puede que no entienda el concepto burlas.

No podemos olvidarnos de la posibilidad de que nuestro alumno haga las burlas a otros
compañeros. Estamos hablando de un niño que no ha aprendido qué significa burlarse, por lo
tanto, tendremos que enseñarle que no lo que está haciendo está mal porque crea emociones
negativas a las otras personas.

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Podemos hacer algunos ejemplos visuales de las burlas que sepamos que recibe o hace el alumno
con TEA para trabajar el concepto y añadir soluciones cuando se encuentre en la situación.

Asociación española para la prevención del acoso escolar: http://www.acoso-escolar.es/

Sociescuela: http://sociescuela.es/

4.6. Engaño

El engaño lo trabajaremos a partir de situaciones:

 Caja con objetos: se le dice a la persona con TEA que hay algo en la caja, pero
engañamos. Cuando abra la caja verá que lo que hemos hecho ha sido engañar.

 Esconder una pelota: juego de esconder una pelota dentro de una de nuestras manos.
Enseñamos al alumno cómo lo hacemos poniendo las manos en la espalda para esconder
la pelota y luego enseñamos las manos cerradas para que adivine dónde está la pelota.
El alumno tiene que esconder bien la pelota para que no se vea y así aprender a engañar.

 Aprender a engañar con personajes: hay un personaje bueno y otro malo. Hay dos cajas
con un bombón escondido. Si le decimos al personaje bueno en qué caja está el bombón,
nos dará el bombón para comer. Si le decimos al personaje malo en qué caja está el
bombón, se quedará el bombón para él. El alumno tiene que engañar al personaje malo
para poder ganar el bombón.

Para entender el engaño podemos trabajar el siguiente punto: cierto o falso.

4.7. Cierto o falso

Para trabajar los conceptos cierto o falso podemos aprovechar la ropa que lleve el alumno (tu
camiseta es de color verde), el entorno (en la cocina hay un tobogán) e incluso el juego de “veo
veo” con objetos encima de la mesa o una base con imágenes donde digamos un objeto y el
alumno tenga que decir si es cierto que lo estamos viendo o no.

Podemos realizar una base a partir del vocabulario de nuestro alumno para asegurarnos que
conoce todas las imágenes.

Para poder trabajar los conceptos cierto o falso también podemos utilizar una imagen con
personajes que le gusten al alumno y describirlos con frases ciertas o falsas. Para facilitar la
comprensión podemos crear frases con pictogramas y una base para clasificar las frases ciertas
y las frases falsas.

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4.8. Mentiras

El alumno tendrá que entender que a veces la gente dice


mentiras. A veces escondemos lo que pensamos para que las
otras personas no lo sepan y crean solo lo que decimos.

Trabajaremos con imágenes incluyendo los bocadillos que hemos


utilizado para hablar y pensar. Si el alumno lo necesita, podemos
repasar los conceptos decir y pensar antes de empezar con las
mentiras. Utilizaremos los bocadillos para distinguir entre lo que
uno dice y lo que piensa, remarcando que el contenido es
diferente y por eso la persona miente.

Utilizaremos el trabajo de las emociones negativas para entender que cuando decimos una
mentira mala estamos creando una emoción negativa a la otra persona.

Más adelante, cuando el alumno entienda el concepto de mentir, podemos trabajar las mentiras
piadosas e incluso hacer pruebas con terceras personas.

Es importante trabajar por qué alguien miente. Se le pueden enseñar al alumno diferentes
situaciones visuales de alguien que esté mintiendo y trabajar por qué está mintiendo. Por ejemplo,
una mujer que pregunta a otra si le gusta la falda y la otra mujer le dice que sí pero piensa que
la falda es muy fea. Tendremos que trabajar que el alumno entienda que la mujer miente para
no ofender y que no se ponga triste la otra persona.

Tendremos que enseñar al alumno que mentir está mal, pero a veces mentimos para no ofender
a otras personas o para que alguien no nos castigue. Enseñaremos que con las personas más
cercanas no podemos mentir. Por ejemplo, si su hermano, en el caso que tenga hermano, le
pregunta si le queda bien una camiseta, tendrá que ser sincero.

5. Comprensión del lenguaje

Cuando hablamos de comprensión del lenguaje nos referimos a todos los juegos que existen en
nuestro lenguaje social donde hay un intercambio entre dos o más personas. En este punto
trabajaremos todos estos juegos para que el alumno con TEA pueda aprenderlos.

5.1. Metáforas

Las metáforas son figuras literarias que se utilizan para estilizar el lenguaje. Se utilizan para
identificar un término real con otro imaginario con alguna característica similar. Si hablamos de
metáforas, usamos palabras para definir directamente un objeto: las perlas de su boca.

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En cambio, hablamos de símiles o


comparaciones para comparar dos objetos
utilizando las palabras “como, tal como,
cual…” para unirlos: sus dientes son como
perlas.

En este punto, trabajaremos tanto las


metáforas como las comparaciones en un
mismo material porque la diferencia solo
está en añadir una palabra “como” (pero en los dos recursos literarios hay comparación).
Podemos empezar utilizando más las comparaciones porque con la palabra “como” son más
fáciles de entender. Después añadiremos dificultad con las metáforas.

En relación a la comprensión del lenguaje de forma literal, podemos encontrar que alumnos con
TEA interpreten las metáforas literalmente, es decir, si le decimos que es alto como un pino
seguramente se quede pensando que no puede ser y decirnos que nos hemos equivocado.

Para poder trabajar las metáforas podemos enseñar ejemplos visuales y después crear metáforas
de cosas que estamos viendo.

5.2. Dobles sentidos

Los dobles sentidos son fundamentales cuando tratamos de entender el mundo que nos rodea.
Así como las anteriores características de nuestro lenguaje, los dobles sentidos se usan en la vida
diaria y no nos damos cuenta que puede ser que la persona que los recibe no entienda bien el
significado.

Tal y como hemos hablado en el primer módulo, las personas con TEA entienden el mundo de
una forma literal, por lo tanto, si reciben una frase con doble sentido la van a entender de forma
literal y puede ser que incluso se asusten del significado literal. Por ejemplo, si le decimos a un
niño con TEA “eres tan bonito que te comeré”, seguramente nos pondrá cara de asustado porque
está entendiendo que nos lo vamos a comer de verdad.

Es importante estar atentos a qué dobles sentidos pueden estar en contacto nuestros alumnos
porque a veces pueden ser la causa de algunos miedos a personas, lugares o cosas.

Para poder trabajar los dobles sentidos también podemos hacerlo a partir de imágenes con la
frase de doble sentido y su significado con imágenes.

5.3. Refranes

Los refranes también tendremos que trabajarlos porque se utilizan muchos dobles sentidos.
Trabajaremos también con imágenes para facilitar el significado de los refranes.

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5.4. Ironía

A veces no nos damos cuenta del uso tan habitual de la ironía y de la posibilidad de que quien la
recibe puede no entender el concepto. Podemos llegar a pensar que la persona con TEA está
burlándose de nosotros o haciéndose el gracioso, pero la realidad es distinta. Entender que una
persona está queriendo decir todo lo contrario de lo que está diciendo es muy complicado, sobre
todo si nuestro alumno tiene dificultades para atribuir pensamientos a otras personas.

Para poder entender la ironía tendremos que recordar las emociones trabajadas. Utilizaremos
como referencia la emoción de la persona para saber si lo que está diciendo es ironía o no.

Cuando una persona está siendo irónica utiliza un tono de voz diferente, haciendo como una
canción cuando termina la frase. Utilizaremos ésta característica de la ironía para exagerarlo y
que el alumno pueda identificar si es ironía o no.

También podemos trabajar a partir del concepto de verdad y mentira o cierto y falso. Si la persona
está hablando con ironía, significa que lo que está diciendo no es cierto, sino que quiere decir lo
contrario utilizando ironía. Está diciendo algo y pensando lo contrario.

5.5. Chistes

Para poder conseguir que nuestro alumno entienda por qué los chistes son graciosos tendremos
que explicar muy bien el significado del chiste e incluso dibujar con imágenes el significado para
poder entenderlo bien. Es un concepto que es difícil porque estaremos buscando que el alumno
sea capaz de reírse con algo que no le hace gracia porque no lo entiende, pero si lo trabajamos
y le explicamos diferentes chistes con imágenes podemos conseguir que el alumno se entrene
para entender los chistes.

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Podemos utilizar a terceras personas para practicar chistes cuando el alumno ya haya entendido
la finalidad de éstos. La tercera persona tendrá que saber que el alumno le va a contar un chiste
para no frustrar su intento de hacer gracia. Si vemos que necesita mejorar para poder contárselo
a una tercera persona que no sepa nada, practicaremos primero a solas el ritmo, la entonación,
las pausas… todo lo necesario para que el alumno pueda hacer gracia contando el chiste.

Tendremos en cuenta que puede ser que el alumno empiece a contar chistes inventados y que
solo le hagan gracia a él. Si esto ocurre, nos centraremos en inventarnos chistes de su tema de
interés pero centrándonos en que el chiste pueda ser gracioso para la mayoría de personas a
quien se lo quiera explicar. Iremos con cuidado con la forma de explicar algún chiste para evitar
que sea motivo de burlas.

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