Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Así voto.-
A la misma cuestión propuesta y a su turno, la Sra. Vocal Dra. MIZAWAK,
dijo:
Así voto.-
I.- A fs. 499/514 vta. el Sr. Vocal de la Cámara Segunda de Paraná, Sala II,
Dr. Oscar Daniel Benedetto resolvió ADMITIR parcialmente la acción,
prohibiendo la fumigación terrestre con agrotóxicos en un radio de mil
metros (1.000 mts) alrededor de todas las escuelas rurales de la Provincia
de Entre Ríos, y la fumigación aérea con iguales pesticidas en un radio de
tres mil metros (3.000 mts) alrededor de dichos establecimientos
educativos; todo ello, hasta tanto se determine por las áreas estatales
específicas que se obtendrán idénticos efectos preventivos para la salud
de alumnado y personal que asiste a los mismos con distancias diferentes.
EXHORTAR al Estado Provincial para que, a través de sus reparticiones,
efectúe en forma exhaustiva y sostenida en el tiempo, los estudios que
permitan delinear pautas objetivas en torno al uso racional de químicos y
agroquímicos, poniendo el acento precisamente en la prevención de los
daños; y a realizar una correcta evaluación que permita determinar el
estado de situación actual de contaminación, como paso imprescindible
para identificar las medidas que deben adoptarse, su idoneidad y los
espacios que deben mejorarse. CONDENAR al Estado Provincial y al CGE a
que en el plazo de dos (2) años contados desde la presente procedan a
implantar barreras vegetales a una distancia de ciento cincuenta metros
(150 mts.) de todas las escuelas rurales de la Provincia, con las
especificaciones detalladas en los considerandos. SUSPENDER de
inmediato las aplicaciones de productos fitosanitarios en las áreas
sembradas lindantes a las escuelas rurales, en horario de clases, debiendo
efectuarse las aplicaciones en horarios de contra turno y/o fines de
semana, a modo de asegurar la ausencia de los alumnos y personal
docente y no docente en los establecimientos durante las fumigaciones.
IV.- A fs. 590/ 603 vta. se expidió el Sr. Defensor General, Dr. Maximiliano
Francisco Benitez, quien luego de reseñar los antecedentes de la causa,
destacó la normativa vigente en materia ambiental, aludió a reconocida
doctrina y jurisprudencia y señaló los derechos del niño afectados por esta
problemática.
V.- A fs. 604/ 612 vta. dictaminó el Sr. Procurador General, Dr. Jorge
Amilcar L. García argumentando que el tema debatido excede
ampliamente el marco de conocimiento limitado, excepcional y restrictivo
del amparo sosteniendo la existencia de otros procedimientos más
idóneos.
Dicho digesto establece toda una serie de regulaciones que como reseñó
el juez a quo, "restringen la aplicación terrestre y área de plaguicidas
agrícolas, variando las distancias de acuerdo a si se trata de centros
urbanos, ejido urbano o zona rural, las que pueden verse ampliadas en
caso de que la receta agronómica aplicada especifique una mayor…" (ver
consid. 14 Pár.5to.).
Respecto de ésta particular acción se ha dicho que: "La acción de cese será
un elemento gravitante para lograr la detención del daño ambiental de
manera previa a que se produzca. Su objetivo es hacer cesar al agente
dañador en tiempo anterior a la consecución del agravio. Dentro de éste
panorama la acción de cese implicará éste anticipo de tutela pues
mediante un análisis sumario de elementos cognoscitivos y sobre todo a
través del juego de determinados principios del derecho ambiental, se
puede rápidamente disponer de la protección preventiva del derecho
ordenando la cesación del daño potencial. De esto se trata la acción
reglada en el art. 30 último párrafo de la ley 25675." (El amparo ambiental
y las diferentes acciones derivadas del daño ambiental de incidencia
colectiva" publicado en la revista Doctrina Judicial, año XXII, nro. 18, fecha
3.05.06.).-
Es decir, que basta con la existencia de un riesgo que al menos, con grado
de verosimilitud. Encuentro se ha logrado acreditar en autos -sin
mencionar que son de público y notorio conocimiento los debates en
torno a la temática en cuestión-, sin que la contraria haya podido acreditar
que una distancia menor a la dispuesta por el juez a quo no sea nociva
para la salud, destacándose que la LGA, en su artículo 4 establece un
principio que reposa sobre el Estado Nacional -pero que bien podría ser
trasladable al Estado local- al referirse al "Principio de subsidiariedad" en
los siguientes términos: "El Estado nacional, a través de las distintas
instancias de la administración pública, tiene la obligación de colaborar y,
de ser necesario, participar en forma complementaria en el accionar de los
particulares en la preservación y protección ambientales".
Así voto.-
A la misma cuestión propuesta y a su turno, la Sra. Vocal Dra. MIZAWAK,
dijo:
Resumidos los antecedentes del caso por el colega que comanda este
acuerdo, me remito a ello brevivatis causae e ingreso directamente al
tratamiento de la cuestión traída.
Con relación a la entidad gremial, la misma alega que entre sus derechos
comprende: "Defender y representar ante el Estado los intereses
individuales y colectivos de los trabajadores –art. 31 de la Ley Nº 23551-";
pero tampoco aparece claro, de tales manifestaciones, que ello la habilite
para peticionar en nombre de la posible afectación de educandos y
educadores como lo pretende.
II.- Tal razón podría haber sido suficiente para desestimar la demanda. No
obstante, la entidad de la denuncia efectuada, en la que justamente se
alega la afectación del derecho a la salud de un importante número de
personas, incluyendo un grupo vulnerable como son los niños -para los
que el marco normativo aplicable impone y prevé una especial protección
y toda decisión que pueda alcanzarlos debe respetar su "interés superior"-
, determina que se sortee tal valla para ingresar a analizar si se dan los
restantes presupuestos habilitantes de esta especial vía.
La solicitud actoral (números uno y dos del objeto del escrito de demanda)
consiste en que se regule la factibilidad de fumigación con productos
agrotóxicos –todos, sin distinción- en cuanto a la distancia y modo; y que
se establezcan nuevos límites métricos (1000 metros terrestre y 3000
metros aéreos) desde el lugar de localización de "cada una e las 832
escuelas primarias y 137 escuelas secundaria que se encuentran en
ámbitos rurales" (ver fs. 550).
El a quo, previo a decidir, no solamente abrió esta causa a prueba (fs. 377)
sino que, como medida para mejor proveer, libró oficio a la "Universidad
Nacional del Litoral (UNL) para que dentro del plazo de 48 horas corridas
informe: 1.- Cual es la distancia alrededor de las escuelas rurales en la que
se estima adecuado prohibir fumigaciones con agrotóxicos, tanto aéreas
como terrestres, a fin de garantizar la salud de la comunidad educativa
que concurre a dichos establecimientos escolares. 2.- Cuales serían los
beneficios -o la necesidad- de establecer una barrera vegetal entre los
centros educativos rurales y las áreas sembradas; y, en su caso, cómo
debería ser su composición (especies, alturas, cantidad etc.), la distancia
que debe respetar respecto del centro educativo para ser eficaz, y
cualquier otro dato que considere relevante al respecto. 3.- Cualquier otra
recomendación en cuanto a la adopción de medidas para la preservación
del ambiente y la salud de las comunidades educativas rurales" (fs.
486/487).
Tal respuesta pone en franca evidencia que esta causa requería un marco
de alegación y prueba amplio, incompatible con esta sumarísima vía.
IV.- Ante la ausencia de un elemento probatorio que el magistrado
consideró necesario ("A los fines de resolver la cuestión traída a
juzgamiento, se requiere evidentemente de conocimientos técnicos –de
los que obviamente carezco-, lo que hace imperioso contar con la
colaboración de organismos profesionales y capacitados al efecto") -fs.
486-, veamos ahora como construyó el silogismo en el que sustentó la
decisión hoy cuestionada. Así, sostuvo:
Por su parte, el artículo 11° del Decreto N°279/03 SEPG dispone que
"cuando en los lotes a tratar con plaguicidas, o en sus cercanías, hubiera
viviendas, cursos de agua, embalses utilizados como fuentes de
abastecimiento de agua o abrevaderos de ganados, explotaciones
apícolas, el asesor técnico de la empresa y los aplicadores deberán
extremar las precauciones para evitar que el producto utilizado en las
fumigaciones tome contacto con los lugares mencionados".
A su turno, la Resolución Nº 49 SAA y RN (del 15/09/2004),
refiriéndose a la aplicación de plaguicidas en lotes en cuyas proximidades
existieran casas, cursos de agua o laguna, impone como deber "extremar
las medidas de seguridad, cuando realicen tratamientos de control"; hace
responsables únicos a los aplicadores "de cualquier tipo de daño que
ocasionaran por deriva o deficiente aplicación" (art. 3º) y exige que la
Receta Agronómica contenga "las especificaciones correspondientes,
vinculadas a la velocidad del viento y su dirección necesarias para evitar la
deriva del producto" (art. 4º) –El resaltado en todos los casos me
pertenece-.
En el caso que hoy nos ocupa, el juez admite que excede las facultades
judiciales la determinación de una norma como la solicitada por las
amparistas, por respeto al principio de división de poderes, y que
resultaría necesario que la misma sea dictada por el Poder Legislativo,
órgano competente al efecto, y con la participación de todos los sectores
afectados.
V.- Aunque parezca una verdad de perogrullo, debo recordar que una
condena en una acción de amparo, es decir, "la conducta a seguir por la
accionada, con las especificaciones necesarias para su debida ejecución" –
art. 14 a) de la Ley Nº 8369-, debe, en primer término, ser de posible
cumplimiento; pero exige una condición más: que la satisfacción de esa
manda judicial dependa de la voluntad y medios del obligado, ya que sólo
así será factible su "ejecución".
Por el contrario, en los casos en que ello ha ocurrido, las vías judiciales -
incluso el Amparo- se han abierto, (cfr. V.E. de feria in re "HOLSTEIN
EDUARDO JAVIER Y SILGUERO SILVANA ANDREA C/ ESTANCIA LAS RAICES
S/ ACCION DE AMPARO", del 29/1/18; idem "ARIZA, Julio César C/ PLEZ,
Abelardo y otro S/ ACCION DE AMPARO", del 13/1/14 entre otros). Incluso
han existido condenas penales por quebranto de las normas ambientales
aludidas, (confr."HONEKER, José Mario; VISCONTI, César Martín Ramón;
RODRÍGUEZ, Erminio Bernardo - Lesiones leves culposas y contaminación
ambiental S/ RECURSO DE CASACIÓN", del 21/8/18)" (fs. 608 y vta.).
Reitero, si bien creo que por ser una actividad lícita, reglamentada, no es
posible prohibirla en forma genérica, debemos admitir que es una
actividad cuestionada y que los controles deberían ser eficaces, suficientes
y rigurosos y el Estado a través de la autoridad de aplicación y control
debería permanentemente ir mejorando la protección y prevención.
Pero, no por ello puede admitirse que se emita una sentencia que, en
definitiva, importe la modificación del régimen jurídico vigente,
generando una prohibición a todos aquellos que no formaron parte de
este proceso y no fueron escuchados, ni tan siquiera a través de las
entidades que lo representan, en el marco de un proceso de amparo.
Así voto.
Así voto.-
Con lo que no siendo para más, se dio por terminado el acto quedando
acordada, y por mayoría, la siguiente sentencia:
SENTENCIA: