Canción Criolla vs.

Halloween
Sergio Salas

Abogado, Músico criollo

No veo el mismo entusiasmo por la canción criolla. Ya hemos tratado el tema del
público infantil, ahora hablemos del público joven y adulto. ¿Por qué en los adultos
llama más la atención una fiesta extranjera? Por favor, no se entienda que todos los
adultos prefieren celebrar Halloween el 31, pero sí muchos de ellos, en especial los
más jóvenes.

Y es que alrededor de esta temática los empresarios ofrecen fiestas, música moderna,
llamativos concursos de disfraces, merchandising y, por supuesto, todo ello trae
diversión. ¿Pero acaso un joven no puede divertirse con el criollismo? Algunos sí.
Pero hay un problema: la primera impresión que el público joven tiene en su mayoría
de la música criolla es que es música de viejos. Y claro, con temas de hace cinco
décadas, razón no les falta para pensar esto de arranque. Y es que a veces la primera
impresión es la que determina un gusto. ¿Cómo atraer a ese público entonces? En
principio, debemos comprender que la música es también un producto.

Miremos como ejemplo el Día de la Canción Criolla, que si bien fue un logro para los
criollos que el Estado nos otorgue un día en especial, también es cierto que este día
en sí mismo es visto como un producto (es el día que más trabajo tienen los artistas
criollos).

Actualmente en un Perú en el que existe el Día del Pollo a la Brasa, el Día del
Cebiche e innumerables otros “días” más, nos encontramos hablando que la música
criolla, además de ser música de nuestro lindo Perú y por ende tener un valor cultural,
también es un producto, y como tal debe ser vendible.

Hoy por hoy todo entra por los ojos. Hasta en los restaurantes se ha incorporado una
etapa de diseño en la presentación de los platos. Entonces, ¿qué debemos hacer los
criollos para que nuestra música sea más atractiva y vendible? Porque si desde la
década de 1980 no hemos podido despegar, es que algo no estamos haciendo bien.

No soy de los que piensa que el 31 debo celebrar uno u otro evento. Al contrario,
pienso que Halloween y su temática de disfraces podrían servirnos para introducir a
su público algo de criollismo. ¿Por qué no incluir en las fiestas de Halloween algún
tema criollo? (‘Contigo Perú’ sería un hit) y viceversa ¿Por qué los criollos no pueden
utilizar un disfraz ese día? No necesariamente de bruja o muerto viviente, sino de
algún héroe de nuestro país. ¿Por qué en los colegios no coordinar un concierto de
música criolla con repertorio para niños y jóvenes interpretado por sus compañeros
disfrazados? (Al mejor conjunto se le sube un punto en la libreta).

Ese mismo color que da una fiesta de disfraces lo debe tener la canción criolla (sin
mencionar que durante una década la moda de los criollos ha sido vestirnos de negro
cuando ya ni en los velorios se estila). El producto debe ser atractivo, y para eso hay
que invertir tiempo y dinero. Tiempo para diseñar planes a pequeña y mediana escala,
concretar alianzas estratégicas, componer nuevo repertorio, formar y lanzar figuras
nuevas y utilizar los medios modernos como internet y smartphones.

Al mismo tiempo, invertir dinero para producir algo de calidad. Debemos apuntar a la
excelencia y cuidar los detalles, desde la presentación personal hasta los productos
que con el emblema de ‘canción criolla’ se pondrán a disposición del público.

En resumidas cuentas, para lograr que la audiencia que este 31 celebrará Halloween
opte por celebrar el Día de la Canción Criolla en los siguientes, los que estamos
dentro de este rubro debemos trabajar para que nuestro producto, eso que le
ofrecemos a los peruanos, sea tan atractivo como esa fiesta, y no solo utilizar el
clásico argumento que debe preferirse por ser peruano y punto (en el Perú muchos
consumimos cosas importadas, desde el carro que manejamos hasta la ropa que
usamos). Mecanismos y posibilidades existen. Solo tenemos que pisar tierra, asumir
nuestra realidad y fijar la hoja de ruta. Y a todo esto: ¡Feliz Día de la Canción Criolla!