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LAS FLORES COMESTIBLES

Chapter · September 2014

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LAS FLORES
COMESTIBLES
MARÍA DE JESÚS ORDÓÑEZ

El acto de alimentarnos es un proceso multifacético, irva la cita de Marjorie Ross González


el cual hace referencia a una diversidad de hábitos y

S
creencias, que conforman uxn componente importante para reiterar ese “océano de símbolos”
de nuestro universo cultural, nacional, regional,
continental y planetario […] La cocina es una metáfora que reviste a la alimentación en México
de la cultura, que engloba todos los aspectos de la vida
y, muy concretamente, la contribución
humana. Nuestra especie no come solo con el cuerpo.
Lo hace también con la mente; no somos una del país a la gastronomía mundial. El
máquina cartesiana que simplemente consume energía;
comer es sumergirse en un océano de símbolos […] La paso de la simple recolección de plan-
alimentación forma parte de un
sistema de símbolos, que a su vez —literal
tas a su manipulación derivó en el legado mesoamericano de
y metafóricamente— nos informa, productos como el maíz, el amaranto, el jitomate, el tomate, el
nos transforma y nos recrea.
aguacate, el maguey y el nopal, por mencionar solo algunos.
En cuanto a la flor, valga recordar que el término xochitl
aparece en el calendario náhuatl para indicar no solo el paso

<
Xompantli, 1
Agradezco a la doctora Lourdes Arizpe la invitación a colaborar en su libro con este tra-
flor de exquisito sabor bajo, el cual se pudo realizar con el apoyo del proyecto PAPIIT ID300702-3 “Evaluación de es-
© e d i t h p é r e z f lo r e s trategias de manejo de recursos en comunidades rurales de Morelos, Tabasco y Quintana Roo”.

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> del tiempo, sino la presencia de los dioses, quie- riqueza en la Tierra […] por ello los poetas viajan a
Calabaza que te
quiero en flor
© edith pérez
nes determinaban la época de preparar la tierra Xochitlalpan, la Tierra florida, donde el poeta dia-
f lo r e s
para ser sembrada, el tiempo de la siembra de loga con el colibrí precioso y la mariposa de fuego.
las semillas y de la resiembra si se atrasaban las Allí resuenan los xochicuicatzin, cantos floridos, y allí
lluvias, hasta la época de cosecha. La flor era abundan las flores que alegran el corazón. El poeta
también el signo de lo noble y lo precioso; repre- las recoge para llevarlas a los señores, regocijarlos
sentaba los perfumes y las bebidas; surgía de la y coronarlos con ellas. Las flores son metáfora, se
sangre del sacrificio y coronaba los jeroglíficos. convierten en verbo y adjetivo, y permean el espacio
Según Heyden (1983) la flor representaba la vida, y el tiempo en que viven los nahuas […] Los espacios
la muerte, los dioses, la creación, el hombre, el floridos, es decir hermosos y atrayentes son recor-
lenguaje, el canto y el arte, la amistad, el señorío, dados en los cantos: xochithualli, patios floridos;
el cautivo en la guerra, la misma guerra, el cielo, xochichincalli y xochimilli, jardines y semente-
la Tierra… Acompañaba al hombre desde su ras; xochipetlatl, esteras de flores; xochicalli, casas
concepción y nacimiento hasta su entierro. Para de flores, y en suma, xochitlaltipac, la superficie
León-Portilla (1993), “Xochitl in cuicatl es uno de florida de la Tierra [León-Portilla, 2006].
los difrasismos nahuas de más alto contenido…
es lo más elevado que hay en la tierra… es el úni- Los pueblos mesoamericanos cultivaron las
co camino para decir lo verdadero en la Tierra... flores en terrazas, patios y jardines especiales,
Al parecer, además, las flores manifestaban la ex- como el de Oaxtepec. En las crónicas novohispa-
trema diversidad del universo, la profusión y la nas se dice que los señores del Anáhuac tenían en
nobleza de los dones divinos”. muy alta estima a las flores, y como símbolo de
respeto, todo aquel que solicitaba hablar con el
En el universo de los cantos nahuas, las flores son emperador Moctezuma, llevaba como presente
omnipresentes y más que evocar tal o cual especie un ramo de flores.
de flor, los cantos nacen, se elevan, se esparcen y Según explica Zelia Nutall (1920), entre los na-
concluyen con ellas. Para los hombres y mujeres huas se conocían diversos tipos de jardines, como el
nahuas […] las flores son su deseado atavío, son su Xochitenpayo o jardín amurallado; el Xochitenpan-

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LAS FLORES COMESTIBLES 249
antiguos romanos y de los amantes de la jardine-
ría en el Viejo Mundo.
EN LAS CRÓNICAS Algunos jardines alcanzaron un esplendor ex-

NOVOHISPANAS SE DICE cepcional, como el de Chapultepec, en el que se


aprovecharon con gran acierto las características
QUE LOS SEÑORES DEL ambientales, cultivándose grandes extensiones de

ANÁHUAC TENÍAN EN MUY coníferas, de las que aún hoy quedan vigorosos
ejemplares. Moctezuma también estableció jardi-
ALTA ESTIMA A LAS FLORES, nes de tipo natural, como el de El Peñón y el de
Y COMO SÍMBOLO DE Atlixco, que funcionaron realmente como zonas

RESPETO, TODO AQUEL QUE de reserva biológica para plantas y jardines. Cabe
mencionar que estos jardines jugaron un papel
SOLICITABA HABLAR CON EL equivalente al que desempeñan los modernos jar-

EMPERADOR MOCTEZUMA, dines botánicos.


Con la Conquista, los españoles prohibieron
LLEVABA COMO PRESENTE el cultivo de muchas flores asociadas a los ritos
UN RAMO DE FLORES. religiosos de los aztecas. Asimismo, introdujeron
numerosas plantas del Viejo Mundo, algunas de
calli, que era un palacio con jardines de placer para las cuales sustituyeron los usos, valores y signifi-
las clases gobernantes; el Xochichinancalli o jar- cados de las plantas nativas.
dín pequeño de la clase humilde, y el Xoxochoitla,
que designaba a los lugares en donde se cultiva- LA COCINA MEXICANA, SÍNTESIS
ban muchas flores. La autora indica que los jardi- DE LA DIVERSIDAD BIOLÓGICA Y CULTURAL
nes de México debieron ser generalmente sitios Durante el Mesolítico (alrededor de 8000 a.C.), el
cercados, destinados al cultivo de las flores, seme- clima en el continente americano se volvió más
jantes a los huertos cerrados de los monasterios cálido y seco que en el Paleolítico, al tiempo que
(hortus conclusus), que fueron el ideal de los disminuyó la caza mayor y se incrementó la re-

250 MARÍA DE JESÚS ORDÓÑEZ


colección de semillas, frutos y raíces. Los grupos tuvo usos muy diversos, especialmente como re-
humanos observaron con mayor detenimiento a cipiente o vaso para almacenar semillas, agua u
las plantas e identificaron las estaciones y áreas en las otros alimentos. Su registro data de 7500 a.C. en
que los frutos se producían y maduraban. También el valle de Oaxaca. En el proceso de domestica-
detectaron las plantas venenosas y las nutritivas, ción le siguieron el chile, el frijol y el maíz, hacia
las cuales les proporcionaban la energía suficiente 3500 a.C.
para mantenerse sanos, crecer y reproducirse. La agricultura permitió el establecimiento
De acuerdo con los restos arqueológicos en- de pequeñas villas o caseríos permanentes y el
contrados en las cuevas, esos primeros poblado- forrajeo de áreas circundantes. Se estima que las
res consumían nueces, bellotas, calabazas, hojas plantas cultivadas aportaban la mitad de la dieta;
de maguey y mezquite, entre otros alimentos. Las la otra mitad provenía de las plantas silvestres, la
semillas y las raíces se molían en lajas de piedra o caza de pequeños animales y los recursos acuáti-
morteros para producir harinas comestibles. Con cos. El tomate verde, el cacahuate, la guayaba, la
el cambio climático y el exceso de cacería, varias jícama, el camote y la yuca empezaron a cultivar-
especies de animales se extinguieron, así que los se entre 200 a.C. y 700 d.C. La disponibilidad de
humanos tuvieron que concentrarse en la recolec- alimento adicional permitió el incremento de la
ción de plantas silvestres y semillas, así como en la población (Long-Solís y Vargas, 2005).
caza de pequeños animales como venados, cone- De acuerdo con Sahagún (1938), los mexicas
jos, tlacuaches, tortugas y aves (véase cuadro 1). consumían algunas flores comestibles y condimen-
El desarrollo de la agricultura tomó miles ticias. Las primeras son verduras o quelites (quilitl,
de años. Los recolectores observaron el proce- verduras tiernas comestibles), y entre ellas desta-
so de crecimiento de las plantas y aprendieron ca la ayoxochiquilitl o flor de calabaza (Cucurbita
a seleccionar los frutos más grandes o dulces, a spp.) y el huauquilitl o huauzontle (Chenopodium
obtener las semillas de las plantas y a seleccionar berlandieri). Las flores condimenticias eran muy
aquellas plantas que querían reproducir. Al pa- apreciadas por su suave aroma y delicado sabor,
recer, la calabaza fue uno de los primeros frutos de modo que se utilizaban, por ejemplo, para aro-
en ser cultivados. Además de servir de alimento, matizar bebidas preparadas con cacao. Es el caso

LAS FLORES COMESTIBLES 251


de la yoloxochitl (Talauma mexicana), la eloxochi- Mención especial merecen en este sentido las
quahuitl (Magnolia dealbata) y la cacahuaxochitl o flores. Más allá de los usos meramente ornamen-
rosita de cacao (Quararibea funebris). tales, estos productos han servido de alimento y
Linares y Bye (2011) refieren que las flores co- condimento para deleite de propios y extraños
mestibles en el México antiguo eran clasificadas durante siglos. Con las flores se pueden preparar
como hierbas, de las cuales casi 89 por ciento per- manjares completos, guarniciones o coloridas en-
tenecen a seis familias de plantas dicotiledóneas: saladas, y buena parte de ellas se utiliza también
la del girasol (Asteraceae), del apio (Apiaceae), del para aromatizar bebidas, licores o infusiones.
haba y el frijol (Fabaceae), del amaranto (Amaran- Y ni qué decir de su papel protagónico en la
thaceae), del huauzontle (Chenopodiaceae) y de la mitología y la literatura. En la mitología griega,
mostaza (Brassicaceae). la rosa nace de la sangre de Venus; mientras que
En cuanto a la preparación y disfrute de estos en la mitología India, de la rosa nace la diosa del
productos, López Morales, citando a Edgar Morin amor y la belleza; en la Isla de Java existe la leyen-
señala: “es innegable que, el meollo de toda cultura da de que las orquídeas se formaron del chal de
reside en su gastronomía”. Y Ross González cita la una diosa. En la literatura, por ejemplo, en Como
lucidez de Octavio Paz, que le permite incursionar agua para chocolate, la novela de Laura Esquivel,
en el tema de la muy reconocida cocina mexicana: los pétalos de rosa son el ingrediente especial con
“Aunque la necesidad de sobrevivir por la alimen- el que se preparan las codornices; su consumo des-
tación y la procreación es común en todos los se- pierta la pasión entre los comensales. De la misma
res vivos, los artificios con que el hombre afronta a manera, Isabel Allende menciona en Afrodita una
esta fatalidad lo convierten en un ser aparte”. selección de flores que estimulan el erotismo.
Así, al hablar de la gastronomía nacional hay
que partir del hombre hecho de maíz, de las divi- FLORES COMESTIBLES DE MORELOS:
nidades que rigen el ciclo agrícola y de la organi- TRES FAMILIAS
zación social de las comunidades que ejercen sus En México se tienen registradas más de 100 flo-
saberes ante el cultivo de la milpa y el fogón, y los res comestibles. Y, al igual que en otras regiones
van transmitiendo de generación en generación. del país, en el estado de Morelos se consumen

252 MARÍA DE JESÚS ORDÓÑEZ


mayoritariamente las de tres familias botánicas, La calabaza es originaria de México y se cul- Acariciarte flor
de calabaza junto
al huitlacoche
tal como se detalla a continuación: tiva desde hace más de 7 mil años. En la cocina © edith pérez
nacional se consume toda la planta; los zarcillos f lo r e s

Cucurbitáceas y hojas se utilizan en ensaladas, en tanto que


Se trata de plantas herbáceas, generalmente anua- los frutos pueden servirse hervidos, al vapor o
les, con tallos gruesos y jugosos, monoicas y, con asados.
menos frecuencia, dioicas. A esta familia perte- En Morelos se destinan parcelas completas a
necen las calabazas (Cucurbita pepo, Cucurbita la producción de la flor de calabaza. En Cuerna-
máxima, Cucurbita mexicana y otras especies), el vaca persisten asentamientos rurales de antiguos
chilacayote (Cucurbita ficifolia), el pepino (Cucu- pueblos que con el crecimiento urbano han sido
mis sativus), la sandía (Cucumis vulgaris), el me- absorbidos por la ciudad, de tal suerte que en Tlal-
lón (Cucumis melo) y el chayote (Sechium edule). tenango, Chamilpa, Ocotepec, Santa María, Analco

LAS FLORES COMESTIBLES 253


y otros pueblos aún se cultiva la flor de calabaza. Leguminosas
Se comercializa tanto en las puertas de las vivien- El colorín pertenece a esta familia y al género
das como en las calles y mercados de la ciudad. Al Eryihtrina, el cual comprende 104 especies, de
ser una planta anual de rápido crecimiento (dos las cuales 51 se distribuyen en América y alrede-
meses y medio para florecer y formar frutos), con dor de 30 tan solo en el estado de Morelos. Este
buenas lluvias se pueden sembrar hasta dos ciclos árbol se caracteriza por alcanzar cuatro o cinco
en un año (verano y otoño). Una parcela de mil metros de altura, ser resistente a la sequía y ayu-
metros puede contener igual cantidad de plantas, dar al enriquecimiento de los suelos. Se utiliza
y durante un mes el productor puede cosechar casi para construir cercas vivas y como sombra del
diariamente de 10 a 15 manojos de flores y vender- café o del cacao, por lo que también se le cono-
los a 10 pesos cada una. En las mañanas el paisaje ce como madre mansa. Su madera, ligera y muy
cuernavacense es adornado por los vendedores de blanda, se emplea para hacer esculturas, tapo-
flor de calabaza que recorren a pie los pueblos y nes de botella y otras artesanías. Sus semillas
colonias ofreciendo su dorada cosecha. son como pequeños frijoles de color rojo, que se
La flor de calabaza forma parte de la cocina aprovechan para hacer collares que protegen del
tradicional mexicana, para lo cual se limpia (qui- mal de ojo.
tándole los pelos rígidos de los tallos) y se fríe Las flores, de color rojo brillante, se agrupan
con cebolla y epazote. Sirve como relleno de que- en racimos cónicos. La floración coincide con la
sadillas y también se utiliza en sopas como la de Cuaresma, época en la que las flores se comer-
milpa, en la que se mezcla con granos de elote en cializan en los mercados. También se les conoce
caldo de pollo. La cocina moderna ha creado la como carne de Cuaresma, gasparito, pito o espa-
crema de flor de calabaza, en la que esta se mue- ditas. Generalmente se cosechan por las mañanas,
le con leche y un poco de harina (como espesan- cuando aún conservan el rocío matinal, luego de
te). La cocina fusión y la nouvelle cuisine ofrecen lo cual se colocan en canastos amplios para que
flores de calabaza rellenas, capeadas y fritas, que no se maltraten. Se venden por “montones” o me-
se sirven en caldillo, como parte de ensaladas o didas (latas de sardinas). Se preparan limpiándo-
como adorno de vistosos platillos. las de los pistilos y estambres. Solo se consumen

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los pétalos; las estructuras florales se quitan para en otras partes de la república. No es fácil encon-
evitar el sabor amargo. Se dejan hervir en agua y trarla en los mercados locales. Es más frecuente
se retiran del fuego con el primer hervor. Una vez verla como planta de ornato en casas y jardines
hervidas se mezclan con huevo. Algunas personas públicos.
incluso las fríen con pollo deshebrado. También Finalmente, podemos decir que las flores
se sirven secas o en diferentes caldillos, que pue- han estado presentes en la mesa de los mexica-
den ser de jitomate o chile guajillo. nos desde tiempos prehispánicos, es muy proba-
ble que con el paso del tiempo, su importancia y
Agaváceas simbolismo haya cambiado, no así el interés tan-
Dentro de esta familia de plantas arbóreas, que to de los cocineros como de los comensales por
viven en las regiones áridas de México y Esta- incorporarlas en numerosas y variadas formas en
dos Unidos, destaca la yuca o izote. Tiene cierto la cultura culinaria del país. El 16 de noviembre
parecido con la palma, con hojas fuertes, tiesas de 2010 la gastronomía mexicana fue reconocida
y punzantes, agrupadas en el ápice del tallo o de como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad
las ramas. Estas hojas poseen fibras muy resis- por su gran variedad de platillos y recetas, que in-
tentes, empleadas a menudo en la industria tex- corporan un gran número de ingredientes de muy
til. Las flores, que crecen en racimos vistosos y diversas regiones del mundo, aunada a la gran
abundantes hasta alcanzar el metro de altura, se complejidad que implica la preparación de nume-
cosechan en los meses previos a la aparición de rosos platillos. En Morelos, vemos que las flores
las lluvias. Se limpian para dejar solo los péta- que actualmente se consumen son reminiscencias
los, los cuales se hierven y, una vez cocidos, se del pasado culinario de México que se niega a mo-
capean y se sirven en caldillo o secos. Sin em- rir, transformándose, adecuándose y adaptándose
bargo, en Morelos la yuca se consume menos que a los tiempos modernos.

LAS FLORES COMESTIBLES 255


CUADRO 1
RECOLECCIÓN Y CULTIVO DE PLANTAS
EN MESOAMÉRICA

PERIODO ETAPA HALLAZGOS

Paleolítico Cazadores-recolectores comienzan


14000 a 9600 a.C. a recolectar plantas como el nopal
(Opuntia spp.) y el maguey (Agave
Mesolítico spp.).

Se intensifica y especializa la
recolección de plantas como la
ciruela (Spondias mombin L.) y el
pochote (Ceiba parvifolia Rose).
En Tehuacán se identificaron signos
Neolítico 9600 a 7000 a.C. de domesticación de la calabaza
(Cucurbita argyrosperma Hort. Ex
L.H. Bailey), el aguacate (Persea
americana Mill) y el amaranto
(Amaranthus cf. cruentus L. y A.cf.
leucocarpus Wats).

256 MARÍA DE JESÚS ORDÓÑEZ


PERIODO ETAPA HALLAZGOS

Se incrementa el uso de plantas


domesticadas y se establecen
asentamientos humanos
Neolítico 7000 a 5400 a.C. denominados “aldeas hortícolas”. Se
practica una agricultura incipiente.
Probablemente se incorpora el maíz
(Zea mays L.).

Cultivo de plantas domesticadas de


maíz, calabaza y frijol en parcelas
relativamente grandes, para sostener
Neolítico 4300 a 3500 a.C.
asentamientos humanos mayores
que los de etapas anteriores.

Elaboración propia con base en The Origins of Agriculture and Settled Life (1992)
y The Prehistory of the Tehuacan Valley (1967) de Richard MacNeish.

LAS FLORES COMESTIBLES 257


> BIBLIOGRAFÍA
Alache silvestre
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