Sei sulla pagina 1di 4

Entonces, este libro reúne de

manera novedosa textos de auto­


res quienes –desde su disciplina y
experiencia de investigación– pro­

(In)disciplinar la investigación: ponen pensar de forma crítica y en


conjunto los distintos procesos de

archivo, trabajo de campo


mediación y de producción de las
“pruebas” que estudian, y quizás de

y escritura*
un modo más provocador, aquellos
en los que participan activamente
como académicos.
RESEÑADO POR SANDRA ROZENTAL** Esta ventana a los procesos “tras
bambalinas” de la investigación y
de la producción del conocimiento
nos permite ver cómo cada uno de
los autores considera y constituye
En la introducción, Frida Gor­ de antropólogos a reflexionar más su archivo y su campo. Se agradece
bach y Mario Rufer enmarcan su allá de su propia formación discipli­ esta reflexividad que, si bien ha sido
propuesta, un cuanto indecorosa, nar y escribir sobre lo que nunca se común para algunos antropólogos
de desnudar la investigación y ex­ escribe: los procesos, los caminos a partir del giro lingüístico de los
ponerla al escrutinio de miradas muchas veces tortuosos, los titu­ años ochenta y noventa y el énfa­
curiosas como un urgente y ne­ beos, las rupturas y los trucos que sis de antropólogos como Clifford
cesario desplazamiento que nos constituyen el trabajo académico Geertz, James Clifford y Johannes
permitiría no un voyeurismo mor­ en ciencias sociales. Se trata de Fabian en las políticas y poéticas
boso que desarticule la vigencia un cuestionamiento desde la ética, de la representación, ha sido sor­
y relevancia de las llamadas cien­ sin duda, y de hecho, varios de los prendentemente escasa en mucha
cias sociales, sino trazar un cami­ textos que se encuentran en este de la producción académica desde
no más humilde y más ético para volumen justamente cuestionan la historia, los estudios culturales
repensar y replantear el quehacer la pretensión de la academia de y literarios. La insistencia de los
académico. representar la experiencia vivida editores y la apertura de los auto­
Para ello, los coordinadores desde la alteridad, la subalternidad res a realmente contar y ahondar
proponen imaginar el archivo como y la violencia y los modos en que en torno a sus propios procesos,
campo y el campo como archivo (de nuestros textos reproducen ine­ cuestionamientos, encuentros,
hecho, el título original del libro ju­ vitablemente estas condiciones al pérdidas, olvidos y silencios, hacen
gaba con esta idea) para desmontar transformar esta experiencia en que esta obra sea especialmente
los procesos, las intersecciones, las objeto de estudio. Su propuesta es interesante y refrescante. Los lu­
grietas, los silencios, las contradic­ entonces humanizar el trabajo del gares de enunciación desde los
ciones y los accidentes fortuitos que investigador al exponer sus pro­ cuales escriben son también clave:
contribuyen y forjan la producción pias contradicciones, pulsiones, como Gorbach y Rufer señalan en
de la evidencia, del famoso “dato” fantasías y fallas, y a la vez enfo­ las primeras páginas, este cuestio­
que buscamos como detectives en car la mirada en la riqueza y las namiento y desplazamiento de la
los documentos polvosos de los ar­ posibilidades que podría permitir investigación como proceso se hace
chivos o en las palabras y prácticas hacer investigación desde otro desde México, la India, Colombia y
de informantes que plasmamos en lugar: desde la conversación y el Sudáfrica, o desde “Samoa”, como
nuestros diarios de campo como encuentro, desde el fragmento, ellos dicen, para contraponer estas
antropólogos disciplinados. desde la duda y la formulación de perspectivas al campo cada vez
Gorbach y Rufer invitaron así a preguntas sin respuestas evidentes más poblado de estudios que han
un grupo amplio de historiadores y ni prescriptivas. trabajado el archivo en cuanto

* Frida Gorbach y Mario Rufer (coords.), (In)disciplinar la investigación: archivo, trabajo de campo y escritura, Siglo xxi
Editores/Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco, Ciudad de México, 2016, 296 pp.
** Profesora investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Cuajimalpa. Av. Vasco de Quiroga núm. 4871,
Contadero, 05370, Ciudad de México.

131
(In)disciplinar la investigación: archivo, trabajo de campo y escritura

espacio de gubernamentalidad, la autores parten desde las posibilida­ las huellas que se desdibujan
producción de la evidencia cientí­ des que abre la pregunta ¿cómo no en los paisajes y los cuerpos, la
fica, y los procesos de producción y infamar a los sujetos de nuestras desagregación de los rastros y las
circulación del conocimiento desde investigaciones? Blázquez y Lugo­ discontinuidades en los relatos es
contextos en su mayoría europeos nes se concentran entonces en el lo que permite entender, o quizás
y norteamericanos. potencial que tiene la etnografía (y más bien vislumbrar, qué es lo que
Quizás los textos que plantean en especial la entrevista etnográfi­ se derrumba, no sólo lo que emer­
desmantelar la operación académi­ ca) para actualizar la experiencia a ge, en contextos de violencia. Rita
ca desde la reflexividad y un cues­ través de la intervención del inves­ Segato abre un camino paralelo
tionamiento ético de manera más tigador y desde ahí presentar los para escribir no sobre la violencia,
radical son los que intentan pensar relatos ajenos, el humor y el horror sino sobre lo sagrado que, a su
en los modos en que estudiamos del testimonio, de modo que logre parecer, algunos antropólogos han
la experiencia de la violencia, la captar el fluir de las narrativas de la reducido a meros datos a partir de
pérdida y el dolor de los otros. En experiencia sin buscar ordenarlas una traducción que racionaliza la
su análisis de los testimonios de ni proporcionar interpretaciones experiencia en vez de hacer el es­
Marcos y Juan, dos sujetos que finales que irremediablemente las fuerzo necesario de “reencantar el
vivieron la dictadura en Argentina congelen y reifiquen. mundo”.
tanto desde la persecución por Alejandro Castillejo a su vez pre­ Más allá de cuestionar el deseo
su homosexualidad, como desde el senta un posible modo de acercarse del investigador de interpretar y
requerimiento de sus talentos por de forma ética a la experiencia de la a la vez borrar las huellas de su
la élite de la Junta que los buscaba violencia que dejó la guerra en Co­ interpretación de las experiencias
para adornar sus cuerpos y sus lombia a partir de los archivos del ajenas, muchos de los autores del
fiestas, Gustavo Blázquez y María dolor que ponen en primer plano libro revelan los modos en que sus
G. Lugones muestran los límites la dislocación del sujeto, el silen­ propias expectativas, prejuicios y
de la etnografía para narrar la ex­ cio y la ausencia como ejes que errores no únicamente marcaron
periencia de la violencia. Sin caer articulan la experiencia. Al igual sus trabajos, sino que los produje­
en la postura pesimista de lo que que Blázquez y Lugones, Castillejo ron como tales. Por ejemplo, Mario
llaman el anthropological blues, los plantea que asumir el fragmento, Rufer utiliza su propia fantasía de

132
Lecturas

hallar en los museos comunitarios pero falaz de acercarnos al otro de desde la cual podemos saber algo
y en la memoria local una posible forma directa. Presenta más bien sobre las culturas y sociedades
contranarrativa al discurso hege­ el archivo como artefacto histórico, estudiadas? ¿Una fuente que nos
mónico en torno al patrimonio en ficticio por hechizo y, por lo tanto, permite entender la condición del
México de manera productiva. Sólo requiriendo que el historiador se antropólogo en cuanto observador
una vez que logra cuestionar su mueva de lugar para acercarse a él de una realidad ajena? ¿Un docu­
propio deseo de encontrar discur­ y a los documentos que contiene. mento que plasma la evolución del
sos oposicionales y formas explí­ María Elena Martínez también método etnográfico? O más bien,
citas de resistencia, Rufer puede se enfoca en el archivo en cuanto como sugiere la autora, el registro
realmente escuchar. Escuchar no artefacto al exponer el caso de Ma­ de un encuentro que más allá de
tanto lo que se dice y se exhibe en riano Aguilera, quien fue criado permitir historizar las prácticas
el museo, ni cómo, sino la posibi­ como niña, pero al llegar a la edad disciplinares, ofrece una posibili­
lidad de hablar que facilitan estos adulta pidió a las autoridades ecle­ dad de examinar el encuentro etno­
espacios para los habitantes de siásticas de la Nueva España que gráfico mismo y la interacción entre
comunidades marginales y que, por lo reconocieran como hombre para el antropólogo y sus informantes, el
ende, desnaturalizan esa posición. poder casarse con una mujer. En juego de espejos entre observador
Así, en lugar de enfocarse en la no vez de utilizar este caso como una y observado que emerge finalmen­
autenticidad de un indio rosa de ventana transparente a la experien­ te de un género literario específico
madera comprado por los respon­ cia queer en el siglo xviii, la autora a una disciplina académica. A su
sables de un museo comunitario en se enfoca en el carácter fragmen­ vez, Saurabh Dube, en el texto que
Torreón y llevado a fiestas como si tario e inevitablemente mediado de cierra el libro, se propone aban­
fuera la efigie de un santo patrón, la evidencia. Así, muestra que el ar­ donar “la soberbia de la academia
Rufer indaga sobre su integración chivo no solamente produce la evi­ hipermuscular”, como él la llama,
al museo y a la ritualidad del pue­ dencia, sino que también produce para analizar cómo la contingencia
blo como un acto iconoclasta que a los sujetos a partir de categorías –la pérdida de un archivo por robo,
reconfigura al patrimonio como racializadas y sexualizadas forja­ apropiación ilícita o por un error del
algo que opera en la dimensión de la das por el poder y sus operaciones mismo autor– guio sus preguntas
afectividad y que consigue generar discursivas. Si bien no es la ventana y enmarcó los encuentros que tuvo
los vínculos y los enunciados que transparente que añoramos, el caso durante su proceso de investiga­
justamente producen y reproducen y sus condiciones muy particula­ ción. Dube muestra que el archivo
comunidad. res de producción como archivo no y el campo no operan meramente
De manera paralela, Frida Gor­ nos permiten quizás penetrar en como un almacén u objeto de co­
bach examina su deseo de hablar la experiencia vivida de Aguilera nocimiento, sino como la condición
con los muertos silenciados por ni en sus pensamientos e intencio­ del conocimiento mismo.
la historia y por el poder como el nes en cuanto sujeto, pero sí reve­ La organización de la obra y en
ímpetu que la llevó a explorar lan ciertos elementos que nos dejan especial el uso de marcos teóricos
el archivo del asilo de La Castañeda. reconstruir cómo se entendía, re­ desde la historia y la antropología
Una vez que renunció a buscar la presentaba, actuaba y encarnaba en casi todos los ensayos genera un
voz silenciada de las internas en los el género en el mundo colonial. verdadero diálogo inter- y transdis­
expedientes clínicos, logró analizar Otros autores se concentran ciplinario que permite a los histo­
el encuentro y la mediación que per­ menos en los contextos de produc­ riadores mirar la producción del
manecen en el archivo, en la factura ción de los archivos y del campo dato histórico desde una visión
misma de los reportes escritos por como artefactos constituidos por etnográfica, y a los antropólogos,
los médicos de la experiencia vivi­ el quehacer académico y trabajan acercarse a su trabajo de campo
da de las mujeres internadas. Con más bien los modos en que los in­ y al de otros para pensar en la
este desplazamiento, la autora evita vestigadores generan la evidencia historicidad y temporalidad que
caer en la trampa en la que caen a partir de la cual representan a permea la producción de la eviden­
muchos historiadores que constru­ sus objetos de estudio. Paula López cia etnográfica. En este sentido, el
yen al otro a partir del documento Caballero, por ejemplo, se pregun­ libro crea una conversación que
sin considerar las condiciones de ta qué tipo de fuente puede ser el desdibuja las fronteras disciplina­
producción de éste. Resiste la pul­ diario de campo de antropólogos res tanto en los contenidos de los
sión de presentar la cita descontex­ del pasado para los historiadores: textos, como en sus planteamien­
tualizada y su promesa seductora ¿Se trata de una fuente primaria tos teóricos y metodológicos. Sin

133
(In)disciplinar la investigación: archivo, trabajo de campo y escritura

embargo, el lector no encontrará historia y desde la antropología ética y respetuosa de aquellos, vivos
conclusiones absolutas ni prescrip­ poscolonial, se está desplazando el o muertos, que constituimos como
tivas a las preguntas abordadas modo en que se produce y trabaja los sujetos de nuestros estudios.
por los coordinadores. Lo que el con la “evidencia”.
libro sí ofrece es una posibilidad Así, (In)disciplinar la investiga­
de cambiarnos de lugar y afinar la ción es una intervención impor­ Fuentes
escucha a partir de la conversación tante desde lugares de enunciación
y de las diferentes propuestas de específicos en un campo cada día Azoulay, Ariella
2015 Civil Imagination: A Political
sus autores. más robusto de estudios que se Ontology of Photography,
El texto que quizás mejor teoriza han centrado justo en analizar la Verso Books, Londres.
la intervención doble del libro, por producción de la evidencia y en el Edwards, Elizabeth
2001 Raw Histories: Photographs,
un lado en pensar la operación archivo como instrumento de diver­ Anthropology and Muse­
discursiva que emerge del texto sos regímenes de poder desde la an­ ums, Berg, Oxford y Nueva
etnográfico, y por el otro en hacer tropología. En este sentido, dialoga York.
Hirsch, Marianne
una lectura “a contrapelo”, como ha con trabajos como los de Annelise
1997 Family Frames: Photogra­
propuesto Ann Stoler del archivo Riles (2006) y Matthew Hull (2012) phy, Narrative, and Post­
(2010), no es la introducción sino que han hecho etnografías de pro­ memory, Harvard Univer­
sity Press, Cambridge.
el trabajo de Mario Rufer sobre el cesos de estado y del ejercicio del
Hull, Matthew S.
archivo como metáfora extractiva poder a partir de la materialidad 2012 Government of Paper: The
de la ruptura poscolonial. Ahí, que implica la producción de archi­ Materiality of Bureaucracy
Rufer retoma a autores citados en vos y documentos, y con aquellos in Urban Pakistan, Univer­
sity of California Press,
la introducción (Homi Bhabha, Mi­ sobre la producción y circulación Berkeley.
chel Foucault y Michel de Certeau), de archivos visuales como los de Riles, Annelise
y a antropólogos que han propuesto Elizabeth Edwards (2001), Ariella 2006 Documents: Artifact of Mod­
ern Knowledge, University
una mirada crítica y reflexiva que Azoulay (2015), Karen Strassler of Michigan Press, Ann
cuestiona la producción de tempo­ (2010) y Marianne Hirsch (1997). Arbor.
ralidades diferenciadas del trabajo Contribuye también a investiga­ Stoler, Ann Laura
2010 Along the Archival Grain:
de campo como Johannes Fabian, ciones recientes que interpelan la
Epistemic Anxieties and
que han pensado en la escritura y producción de los archivos desde Colonial Common Sense,
los procesos narrativos que consti­ la historia, por ejemplo la de Kirsten Princeton University Press,
Princeton.
tuyen al otro como Clifford Geertz, Weld (2014) sobre los archivos de
Strassler, Karen
George Marcus y James Clifford, y la policía secreta de Guatemala. 2010 Refracted Visions: Popular
que han utilizado la antropología Sin duda, este libro aporta a Photography and National
en cuanto herramienta para ana­ varias discusiones muy actuales Modernity in Java, Duke
University Press, Durham
lizar el secreto y la producción de tanto en la historia como en la an­ y Londres.
la historia y la historicidad como tropología, y ofrece miradas frescas Weld, Kirsten
Michel-Rolph Trouillot, Michael y contundentes sobre cómo hace­ 2014 Paper Cadavers: The Archi­
ves of Dictatorship in Gua­
Taussig, y Jean y John Comaroff, mos lo que hacemos y cómo hacerlo temala, Duke University
para examinar cómo, desde la de manera más humilde, abierta, Press, Durham.

134

Potrebbero piacerti anche