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UN CROMATÓGRAFO DE GASES CONSISTE DE:

1. Fase móvil.
2. Puerto de inyección.
3. Horno de la columna.
4. Columnas
5. Fase estacionaria.
6. Detector.
7. Sistema de registro de datos.
Fase móvil (mobile phases)
Gaseosa, líquida o fluido supercrítico (potencia disolvente de los fluidos a temperaturas y
presiones superiores al punto crítico). Estas fases son generalmente gases inertes como Helio,
Argón o Nitrógeno. El gas portador lleva las moléculas del analito a través de la columna, este
movimiento es inhibido por la adsorción que presenta el analito tanto en las paredes de la
columna cuanto en los materiales empaquetados en la misma.
Puerto de inyección (inyection port)
Es un dispositivo que permite la introducción de la muestra en la corriente del gas portador.
Existe cierta variedad de diseños según el tipo de muestra que se trata de analizar. El más
común es el inyector de líquidos, que puede utilizarse para sólidos (en disolución) y gases
(mediante jeringas especiales). El inyector se trata de una cámara situada a la entrada de la
columna y calentada independientemente de ésta (a temperatura superior del punto de ebullición
del componente más volátil de la muestra, generalmente), que suele tener una membrana de
caucho a través de la cual se introduce la muestra con la ayuda de una microjeringa
hipodérmica.
Horno de la columna
En el interior se sitúa la columna, donde se debe tener una buena regulación de la temperatura.
Dentro del horno la columna se conecta en un extremo al puerto de inyección, y en el otro al
detector. La columna debe estar en el centro del horno sin tener contacto con las paredes (Fig.
2).
Fase estacionaria (stacionary phase)
La fase estacionaria es la encargada de separar los componentes de la muestra. Esta puede ser
un sólido o un líquido, dispuestos sobre un sólido que actúa como soporte (columna). El sólido
de la fase estacionaria puede ser de aluminio, sílica gel, carbón o tierra de diatomeas; y el
líquido de la fase estacionaria debe tener una baja viscosidad y una alta y diferencial
solubilidad. Cuando la fase estacionaria es un sólido, la interacción que puede tener con la fase
móvil se puede clasificar en:
Adsorción, intercambio iónico y de filtración sobre geles porosos. Cuando es un líquido, la
interacción con la fase móvil recibe el nombre de reparto, esta última es la forma más usual de
hacer cromatografía de gases.
Para obtener la mejor resolución de dos substancias dentro de la columna, se requiere tener una
fase estacionaria donde su retención relativa sea mayor a la unidad. Esto depende del punto de
ebullición y el coeficiente de actividad de los solutos en dicha fase. De aquí que en series
homólogas el orden de elución sea el de los puntos de ebullición crecientes, independientemente
de la fase empleada, salvo en casos especiales. Por otra parte, dos sustancias de punto de
ebullición idéntico, pero de estructura química diferente, podrán separarse fácilmente con base
en su distinta solubilidad.
La elección de la fase estacionaria dependerá no solo de la presencia de polaridad dentro de los
solutos, sino más bien de una visión de conjunto de la mezcla compleja que se desee separar.
Puesto que el grado de separación de dos sustancias depende de sus respectivos coeficientes de
reparto en la fase estacionaria, cada mezcla particular debe tener, al menos teóricamente, una
fase que efectúe la separación mejor que las demás. Dependiendo del 9 tipo de material es la
temperatura máxima a la que se puede trabajar.
Las fases se pueden clasificar en:
• No polares: para separar sustancias poco o nada polares. El más utilizado son las gomas de
silicona OV-1, OV-101 o SE-30, para trabajar hasta más de 300ºC donde se consiguen eficacias
de columna extraordinarias.
• Con carácter ligeramente polar: utilización general, buena selectividad para mezclas mixtas.
Sebacato de dietil (2 etil hexilo), aceite de silicona, gomas de silicona.
• De polaridad media o alta: no aptos para hidrocarburos no aromáticos. Aceite de Ucon LB-
550X, polifenil éter, Carbowax 1 540, succinato de butanodiol.
Columna cromatográfica
Las columnas están hechas de cobre, acero inoxidable o tubos de vidrio, dobladas o enrrolladas.
Excepto para las de vidrio, las columnas son empacadas mientras se están doblando. Las
columnas analíticas tienen una longitud de 1-6 m. de longitud y de 2-4 mm. de diámetro. Según
se encuentre en ella distribuida la fase estacionaria y el valor que alcance la relación de fases se
originan los diferentes tipos de columnas. La separación de la mezcla se realiza dentro de la
columna, por lo tanto, es la parte más importante del cromatógrafo. La primera columna
utilizada fue una de relleno (James & Martin, 1952), posteriormente fue introducida la columna
capilar, siendo así los dos extremos en la gama de columnas utilizadas en la cromatografía de
gases.
El criterio para la diferenciación de columnas es con base en dos propiedades de éstas:
• Relación de fases: volumen de fase móvil/volumen de fase estacionaria; Vm/Vs
• Permeabilidad: representada por una constante dependiente de las características geométricas
de la columna; k
Con base en estas dos características se encuentran los siguientes tipos de columnas, en las que
Vm/Vs y k aumetan en orden progresivo :
1. Clásicas de relleno
2. Capilares rellenas
3. Capilares de capa porosa
4. Capilares abiertas
1.- Columnas clásicas de relleno
Constituídas por un tubo de metal o vidrio con relleno de soporte granular con la superficie
recubierta por una película de la fase estacionaria.

 Longitud 1-10 m
 Diámetro interno 2-4 mm hasta 5 cm en escala preparativa
 Tamaño de la partícula de relleno diez veces menor que el diámetro del tubo
 Capacidad de carga grande
 Relación de fases pequeña
 Permeablilidad baja
A mayor tamaño de partícula del relleno mayor será su permeabilidad, cuanto más rugosa sea su
superficie mayor capacidad de carga se obtendrá. Por esta razón es el único tipo de columna que
se usa a escala preparativa.
2.- Columnas capilares rellenas
Se distinguen de las columnas clásicas de relleno por le diámetro interno del tubo, no excede un
milímetro. Además, la relación entre los diámetros del tubo y de la partícula de 12 relleno es del
orden de tres a cinco veces. Esto hace que sea un relleno más irregular y una permeabilidad del
orden de diez veces superior.
 Longitud de 10-50 m.
 Diámetro interno de 1 mm.
 Tamaño de la partícula de relleno de 3 a 5 veces
 Capacidad de carga pequeña Relación de fases grande
 Permeablilidad mayor que las clásicas
Al ser mayor la permeabilidad pueden construirse columnas más largas (10-50 m). Guichon
(1966) y Halasz (1967) han hecho estudios muy detallados de este tipo de columna.
3.- Columnas capilares de capa porosa
En este caso el soporte es depositado en la pared interior del tubo, después es recubierto por la
fase estacionaria y la parte central del capilar permanece vacía.

 Longitud de 25-200 m
 Diámetro interno de 0.1-0.5 mm
 Tamaño de la partícula de relleno varía entre el de un soporte clásico y las partículas de
carbono producidas por la pirólisis de una sustancia orgánica.
 Permeablilidad valores máximos (al igual que las capilares abiertas)
El procedimiento dependerá de la naturaleza de la columna y del soporte. Columna metálica: se
prepara una suspensión del soporte, se llena la columna con la suspensión, se cierra un extremo
y se evapora el agente dispersante quedando así adheridos a la pared del capilar.
4.- Columnas capilares abiertas
También conocidas como columnas Golay, quien fue el primero en utilizarla (Golay, 1958). La
fase estacionaria va depositada en la pared interior del tubo que actúa como soporte.

 13 Longitud hasta 200 m, los más utilizados varían entre 50-100 m


 Diámetro interno 0.1-0.5 mm
 Capacidad de carga muy pequeña
 Relación de fases es la más alta
Debido a la pequeña cantidad de fase estacionaria por unidad de longitud de la columna tiene
una capacidad de carga muy pequeña. Necesita detrectores más sensibles.
Entre los factores que disminuyen la eficacia de una columna se encuentran:
• Longitud de la columna. Limita en cuanto a las velocidades lineales del gas portador,
originando tiempos de análisis muy largos y sin mejorar la resolución.
• Diámetro de la columna. Más importante en columnas capilares abiertas, por la
resistencia que opone la fase móvil a la transferencia de masas.
• Tamaño de la partícula de relleno.
• Naturaleza de las fases. Fase estacionaria: no afecta. Gas portador: viscosidad y valores
del coeficiente de difusión en la fase móvil.
• Cantidad de fase estacionaria. A menor cantidad mayor eficacia.
• Temperatura de la columna. Al aumentar esta disminuye la eficacia al afectar
directamente en el coeficiente de reparto.
• Velocidad del gas portador. Una velocidad elevada es la óptima.
• Cantidad de muestra inyectada.
Detector de conductividad térmica (TCD thermal conductivity detector)
Consiste de dos celdas metálicas idénticas, cada una conteniendo un filamento de alambre de
tungsteno o de tungsteno con lámina de oro. El efluente fluye a través de una celda y el gas
portador (He o H2) fluye a través de la otra. En un lado de la muestra el gas fluye por el filamento
mientras que en el lado de referencia el gas puede pasar sobre el alambre del filamento y difundir
a través de él. Los filamentos son calentados por una corriente eléctrica. La temperatura del
elemento censor depende de la conductividad térmica del gas que fluye alrededor. Cambios en
conductividad térmica, como cuando las moléculas orgánicas desplazan un poco al gas portador,
provocan un incremento en la temperatura del elemento el cual está siendo monitoreado como un
cambio en la resistencia.

Detector de ionización de flama (FID flame ionization detector)


El FID consiste de una flama hidrógeno/aire y una placa colectora. Las muestras que salen de la
columna pasan a través de la flama, la cual rompe las moléculas orgánicas y produce iones. Los
iones son colectados en un electrodo parcial y produce una señal eléctrica. Es extremadamente
sensible en un amplio rango dinámico.
La única desventaja es que destruye la muestra. La muestra debe ser un combustible, esta entra
en la base del detector, se mezcla con el hidrógeno y entra a la flama. Hay compuestos con poca
o sin respuesta al FID, compuesto como el NH3, CS2, Nox, CO, CO2, O2, H2O, N2,
compuestos perhalogenados, etc. La respuesta está basada en el número de carbonos y otros
elementos tales como halógenos y el oxígeno presentes que reducen la combustión.

Detector fotométrico de flama (FPD flame photometric detector)


Es uno de los más usados en los métodos selectivos de cromatografía de gases. El FPD consiste
de una flama reductora que produce especies quimioluminiscentes. Estas especies emiten una
luz característica que es óptimamente filtrada por la longitud de onda deseada, la cual determina
que componentes son los detectados. La luz filtrada es medida por un fotomultiplicador (PMT)
y transducida a una señal. Se puede agregar un segundo fotomultiplicador, el cual permite una
detección simultánea de una segunda señal.
La cromatografía de gases con FPD puede ser usada para detectar componentes sulfurados en
extractos crudos de aceite y en contaminantes de gas natural. También puede ser utilizado para
detectar pesticidas y herbicidas organofosforados, así como de componentes sulfurados volátiles
en el análisis de alimentos.
Este es un método destructivo dependiente de flujo de masa, con selectividad para S, P, Sn, B,
As, Ge,Se, Cr; con un límite de detección de ~ 100pg/seg. Su modo de detección es debido a la
producción longitudes de onda particulares resultando en una corriente que puede ser medida.

Métodos
Análisis cualitativo
La cromatografía de gases es uno de los métodos físicos de separación más eficaces que se
conocen; cada componente de una muestra suministra tres unidades de información: posición,
altura y anchura de los picos en el cromatograma. La posición, un solo parámetro expresado
cuantitativamente expresado como dato de retención, suministra la información cualitativa y los
otros proporcionan la información cuantitativa.
Para simplificar el problema del análisis cualitativo se supone que el cromatograma se ha
registrado en las condiciones óptimas, los picos están totalmente separados con resolución
superior a la unidad y que cada uno de ellos corresponde a un solo compuesto. En los casos
favorables es posible identificar los componentes por la posición de los picos, pero por lo
general la ambigüedad es tan grande que el analista ha de completar la información con la
obtenida por otros métodos analíticos, siendo preferibles las técnicas multiparamétricas, como la
espectrometría de masas o la espectroscopía de infrarrojo.
En la siguiente tabla se resumen los procedimientos utilizados para identificar los picos
cromatográficos. No existe un método general aplicable a todos los problemas prácticos, la
información cromatográfica cualitativa depende del conocimiento previo de la composición de
las muestras y casi siempre se han de combinar varias de las operaciones incluidas en la tabla
para seguir identificaciones fiables. A pesar de los inconvenientes del método, la cromatografía
de gases en combinación con otras técnicas es el instrumento más eficaz conocido hasta la fecha
para determinar la composición cualitativa de mezclas complejas de compuestos orgánicos.

Aplicaciones
Un intento para crear una compilación de aplicaciones deseadas para generar un manual debe
ser selectivo, en consecuencia la compilación casi siempre puede estar incompleta por
cromatógrafos individuales debido a la omisión de ejemplos que se consideran críticos para
algunos campos específicos. Por otra parte, algunos de los ejemplos incluidos pueden ser
criticados porque los eventos de separación en la cromatografía de gases pueden ser muy
rápidos y en muchos casos es posible generar resultados que son superiores a los mostrados en
las ilustraciones. Los avances que han permitido mejorar los métodos incluye
• mejores métodos de preparación y almacenamiento de las muestras
• mejoras en la instrumentación comercial, incluyendo entradas superiores que llevan a
cabo un mejor proceso de inyección de la muestra.
• la disponibilidad de mejores columnas desactivadas en un rango más amplio de
diámetros y cubiertas de una gran variedad de fases estacionarias.
Las guías de aplicaciones para fases estacionarias en los análisis de las diferentes áreas se
muestran en catálogos tales como Supelco, Applied Science, Analabs, etc. Otra forma de
clasificar las aplicaciones en la cromatografía de gases es dividir los datos de la literatura en
áreas de interés, pese a que la sobrelapación de algunos sea inevitable, una serie de grados de
redundancia puede ser evitada por la asignación de cuatro grandes categorías:
A. Comida, sabores y fragancias. Productos naturales y las feromonas, análisis de
pesticidas; separación de enantiómeros.
B. Petróleo y químicos. Ácidos grasos; combustibles sintéticos, carbón y aceites;
separación de enantiómeros.
C. Ambientales. Contaminantes de agua, aire y tierra; halometanos en el agua hasta las
dioxinas en la tierra; análisis de pesticidas; separación de enantiómeros.
D. Médicas y biológicas. Ácidos grasos; niveles de alcohol y drogas en la sangre; análisis
de pesticidas; separación de enantiómeros.
Aplicaciones en comida, saborizantes y fragancias
En la mayoría de las investigaciones hechas sobre saborizantes se realizan por cromatografía de
gases, y las correlaciones sensoriales que se requieren para que haya significancia en la
determinación de sabores deben ser medidas por patrones de cromatografía de gases. El análisis
puede ser complicado debido a que los compuestos de interés volatilizan usualmente en muy
bajas concentraciones, y son frecuentemente dispersados dentro de una matriz que contiene
materiales los cuales podrían, si se quedan dentro de la columna, acortar la vida de la muestra en
un grado considerable. La cromatografía puede ser extremadamente compleja y frecuentemente
influenciada por los métodos de preparación de la muestra.
La cromatografía de gases es ampliamente utilizada en el análisis de aceites esenciales, donde la
complejidad de la muestra puede ser en verdad un gran reto. Muchos de estos productos son
frágiles e importantes comercialmente y se utiliza la cromatografía de gases para cuantificar
componentes específicos que podrían ser indicativos de calidad del aceite y para detectar
adición de compuestos clandestinos como antioxidantes así como componentes utilizados como
diluyentes.
Otro uso importante de la cromatografía de gases ha sido en el análisis de vinos adulterados. Por
ejemplo, en los vinos europeos fue de gran importancia en la detección de dietilenglicol. El
dietilenglicol es un material tóxico y se ha encontrado en niveles de 60 g/L en los vinos.
También se pueden detectar contaminantes dentro de la comida empaquetada por cromatografía
de gases. Estos contaminantes están relacionados con trazas de solventes residuales usados en
las películas plastificadas del empaquetamiento (por ejemplo, el 2-etilhexanol).
El dibromo de etileno (EDB) ha sido utilizado ampliamente para inhibir la infestación de
insectos en comida empaquetada, pero se demostró que este compuesto es carcinogénico en
altos niveles. Debido a la gran complejidad de las muestras de comida, la detección de estos
EDBs puede ser un problema, por lo que se han optimizado fases estacionarias que permiten un
aumento en la retención relativa y velocidad parcial de la volatilidad de los compuestos, dando
prioridad a la salida de los contaminantes.

Aplicaciones en la industria
La cromatografía de gases es muy útil cuando pretendemos identificar los compuestos que
determinan una característica aromática conocida. Por lo tanto, es necesario conocer los
umbrales a partir de los cuales mejora o se desvirtúa nuestro producto, ya sea mediante estudio
bibliográfico o por detección olfatométrica. Esta información es un instrumento útil para el
seguimiento del producto en el proceso productivo, así como el control de otros materiales
enológicos, como son los tapones y las barricas. Algunos controles importantes a efectuar
durante la fase de crianza en vinos y cavas son métodos específicos para la determinación de
fenoles volátiles y compuestos azufrados. Concretamente en la cava, a partir de la evolución de
ciertos compuestos volátiles, entre ellos los vitispiranos, se calcula el momento en el que tienen
lugar las fases de autólisis y postautólisis durante la crianza. Controlar el momento en que se
desarrollan estas fases es importante debido a las alteraciones organolépticas que conllevan.
En todo caso, el análisis por cromatografía de gases no nos permite definir el perfil aromático
del vino analizado. El problema se agrava en aquellos compuestos para los que no disponemos
de patrones sintéticos y, por tanto, no es posible conocer sus propiedades aromáticas.

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