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FLACSO ARGENTINA
Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales
36
propuesta@flacso.org.ar
ISSN 1995- 7785
ARGENTINA
2011
Infancias en la historia reciente. Algunas reflexiones sobre la escuela,
la familia, el juego y la televisión, por Carolina Duek,
Propuesta Educativa Número 36 – Año 20 – Nov 2011 – Vol 2 – Págs. 95 a 102
Infancias en la historia reciente. Algunas reflexiones sobre la
escuela, la familia, el juego y la televisión
CAROLINA DUEK*
Lic. en Ciencias de la Comunicación, Universidad de Buenos Aires; Mag. en Comunicación y Cultura, Universidad de
Buenos Aires; Dra. en Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires. Es becaria posdoctoral del Conicet y docente
en la cátedra “Teorías y prácticas de la comunicación I” Universidad de Buenos Aires. E-mail: duekc@fibertel.com.ar
y los flujos comunicacionales1 que de todos los informantes. Las dife- nómeno interesante por varios moti-
ubica a la escuela en la dimensión rentes menciones de elementos so- vos que se han visto ilustrados en las
“aburrida” de una vida cotidiana bre ella, sus docentes y prácticas no entrevistas.
que ofrece menúes variados a tra- hacen más que ubicarla en un lugar
vés de la televisión, de Internet, es central de la cotidianeidad. La escue- En primer lugar, el desplazamiento
decir “entretenida”, el rol central de la estructura las rutinas de la infancia de la familia como unidad de re-
la escuela en la infancia no puede acompañada por la familia, la segun- cepción limita el tiempo compar-
(no debe) ser desplazado. da de las instituciones centrales que tido por todos los integrantes de
aquí trabajamos. ese núcleo. Uno de los informantes
La escuela es, para todos los infor- de 30 años no recuerda espacios
mantes, una referencia del presente 2. La familia familiares por fuera de la reunión
o del pasado, un espacio en el que se frente al televisor; un informante
“jugó” un fragmento significativo de Si la escuela es una institución per- de 20 años dejó de ver televisión
su vida cotidiana infantil; un espacio manente y estructurante en torno a en familia cuando le instalaron una
en el que conocieron amigos, docen- la cual se organiza la vida cotidiana en su cuarto; no encontramos en
tes y en el que interactuaron con ni- infantil, la familia es su aliado por los testimonios de niños escenas
ños y niñas de diferentes edades. La excelencia. Sin una familia que de- compartidas y regulares de familias
permanencia de la escuela en su rol cida escolarizar a sus niños no hay viendo televisión. Lo complejo del
socializador y educador es innega- escuela posible. Pero ¿qué enten- desplazamiento se relaciona con
ble. Pero esto no significa estar rea- demos aquí por familia? Usamos la un cambio en la estructuración del
lizando una evaluación de la calidad noción de “familia” para designar tiempo de ocio familiar. Si antes
de la socialización o de la educación, agrupaciones variadas entre niños había una figura (“los padres” o “el
sino que es un reconocimiento del y adultos significativos. Los padres padre”) que elegía la programación
rol de la escuela como una de las ins- de los informantes no están todos que todos veían y compartían en el
tituciones clave en la infancia pasada juntos y, en muchos casos, han for- marco del “tiempo familiar”, los tes-
o actual de los informantes. mado nuevas familias. Lo que aquí timonios muestran una creciente
nos interesa es el modo en el que el individualización del tiempo libre
Dijimos que los modos en que la núcleo entre niños y adultos nego- en detrimento del familiar. La can-
96 escuela fue convocada por los infor- cia la cotidianeidad. No pensamos tidad de tiempo libre disponible
mantes no fue uniforme. Las varia- en una familia “tradicional” sino en no ha aumentado (más bien po-
bles que se intersectan en los testi- familias como núcleos significativos dríamos decir que, como tendencia
monios se relacionan, por un lado, para los niños (Torrado, 2005). general, ha decrecido) y es por ello
con la intensidad de las experiencias que el desplazamiento de la familia
narradas, con la distancia existente Al igual que la escuela, la familia fue como unidad de recepción reper-
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con dichas experiencias y con el peso un elemento importante en los testi- cute directamente en la cantidad
significativo que tiene aún lo ocurri- monios. La división de roles, las diná- y calidad del tiempo compartido.
do para los informantes. La distancia micas y decisiones que se tomaban Pareciera haber una tendencia a
no supone necesariamente una ma- en la mesa familiar respecto de las pasar más tiempo en casa (Gubern,
yor difuminación de lo recordado. actividades individuales y grupales 2000) pero ese tiempo es usado por
Más bien puede, como hemos com- de los más chicos son parte central cada integrante en pos de la bús-
probado, acentuar un nivel de deta- de los testimonios. La reunión de queda de la gratificación. El tipo de
lle intenso construido en una inter- la familia frente al televisor para ver receptor que pasa a construirse es
sección entre lo que efectivamente aquello que el padre eligió o que am- individual, un receptor que busca
se recuerda y los huecos que se com- bos padres negociaron, la mesa del en los medios y en su entorno la
pletan con información que permite desayuno, la cena conjunta (con o sin gratificación de una necesidad. La
cohesionar lo narrado. La distancia televisor), las actividades familiares familia reunida frente al televisor o
máxima aquí trabajada es de más o y las dinámicas junto con las prohi- en la mesa conversando no es una
menos treinta años; la mínima es de biciones y permisos conforman la fotografía desaparecida, aunque sí
uno o dos: en ambos casos puede constelación de reconstrucciones so- desplazada como síntesis hegemó-
darse que, por la cercanía con lo vi- bre la familia. Notamos una creciente nica de las prácticas hogareñas.
vido, sea más complejo visibilizar las dispersión de la familia como unidad
experiencias cotidianas y, a la inver- de recepción televisiva ayudada por En segundo lugar, la individualiza-
sa, que por la distancia, sea más fácil un doble proceso: la diversificación ción de los integrantes de la familia
reconstruir escenas “completas” más de la oferta en función de las edades los ubica en espacios personales en
que fragmentos aislados del pasado. y el aumento del número de apara- los que las interacciones comparti-
Respecto de la escuela encontramos tos en el hogar. El desplazamiento das tienden a limitarse por falta de
uniformidad respecto de la presen- creciente de la familia como unidad temas comunes de conversación.
cia y del rol socializador en la infancia de recepción de la televisión es un fe- No decimos con esto que no haya
encuentro de espacios a los que los períodos de tiempo cortos. Para su sesión era valorada y es por ello que
docentes no concurrían en el recreo instalación como tal precisa de dos muchos velaban por la integridad
a la búsqueda de auxiliares con los aliados cruciales: la publicidad y la de los mismos en casos de exposi-
que sustituir una pelota, hay un arco difusión de sus objetos y la cadena ción a “otras manos”. Un informante
en el que deseo y astucia se cruzan de recomendaciones de pares que asoció la noción de “desgracia” con
en pos de la satisfacción. No sos- constituye ese objeto (y no otro) la ruptura y pérdida de juguetes que
tenemos que haya una resistencia como objeto de deseo. solía ocurrirles a sus primos.
estructural a la autoridad pero sí pe-
queños desvíos de las normas esta- El espacio del recreo es dinámico y Un elemento interesante que ana-
blecidas con una doble satisfacción: se va modificando a medida que las lizamos se relaciona con una per-
el alcance de lo deseado y el goce modas y el desarrollo de los niños se cepción de un informante respecto
por su prohibición. cruzan con los límites y las prohibi- de la oferta: una sensación de que
ciones. La continuidad en el tiempo había cosas que no estaban dispo-
Las niñas abren un marco de menor de ciertos límites habilita prácticas nibles, que no existían. Es decir, una
roce en los recreos. Son, por un lado, sustitutivas que son las que encon- ausencia que no dependía de la ca-
hostigadas por los varones en la tramos como comunes a lo largo pacidad económica sino de la falta
búsqueda de un contacto cuyo fac- de los años. Esto no significa que en el mercado de ciertos objetos
tor común en todos los testimonios las prácticas comunes o similares que hubiera querido. La sensación
podría ser la latencia sexual como tengan el mismo valor para todos de que no había objetos que los ni-
etapa de desarrollo en la cual el de- los informantes. Pero la manera en ños hubieran querido tener es inte-
seo sexual es canalizado hacia otras que cada uno de ellos construyó el resante para ver de qué modo esta
direcciones. La búsqueda del otro y, relato sobre el pasado en general y percepción fue cambiando.
a la vez, la asociación solo con con- sobre el tiempo del recreo en parti-
géneres es signo de una etapa com- cular lo posiciona como un espacio Los juguetes que los informantes
pleja en la cual varones y mujeres no central por poder, entre otras cosas, de veinte años recuerdan como
suelen jugar mucho juntos; elemen- reunir una cantidad grande de niños “preferidos” se dividen en dos con-
to claro y común en los testimonios. en un tiempo y un espacio común juntos. El primero está relacionado
Las actividades que las niñas men- cotidianamente. El recreo, finalmen- con los programas de televisión.
98 cionan en los recreos componen un te, no deja de ser un aliado de ese Los casos más analizados son “Chi-
arco que va desde el elástico a las espacio continuo y estructurador de quititas” y “Las tortugas ninja”, y se
conversaciones en gradas y se dis- la vida cotidiana infantil y familiar. ofertaban desde máscaras, discos
tinguen del tipo de interacciones de música, disfraces, hasta obras
mencionadas por los varones. A su Juguetes de teatro y películas, por nombrar
vez, cabe mencionar que el recreo solo algunos. En el caso de “Chi-
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es un tiempo y un espacio que los Los juguetes, los “chiches”, forman quititas” encontramos no solo el
niños y niñas deben compartir en parte del universo de la infancia tan- teatro y la música sino las coreo-
un espacio común doble: la escuela to como la escuela y sus recreos. La grafías de los programas como fa-
como marco y el patio como espa- posibilidad o no de acceder a ellos cilitadores de interacción entre las
cio específico en el que transcurren no los desplaza del horizonte de de- niñas que los veían. De la sensación
los recreos. Las diferencias en el tipo seos de los más chicos. Los juguetes del informante respecto de la au-
de prácticas de niños y niñas en los y los objetos convertidos en jugue- sencia de juguetes disponibles a la
recreos y la preferencia por los jue- tes se relacionan, como dijimos, con proliferación de variados objetos
gos físicos o de roce por parte de modas articuladas por el doble pro- relacionados con dos programas
los varones son otro de los vectores ceso de la publicidad junto con la considerados como centrales por
que emparenta los testimonios. A su difusión entre el grupo de pares de los informantes pasaron poco más
vez, el tipo de actividades que men- una especie de necesidad imperiosa de diez años: la oferta del mercado
cionan las mujeres incluyen desde de tener ese objeto en ese momen- del juguete y de auxiliares lúdicos
el tradicional juego con el elástico a to y no en otro. se diversificaba.
la conversación sobre lo que ocurre
en el patio o en el aula. Los informantes de 30 años recuer- El segundo grupo eran los juguetes
dan como juguetes “preferidos” a como los “Playmobil” y las “Barbies”
Un elemento común que recorre el muñecas y, en pocos casos, a “Bar- (y sus amigas, novios y amigos). En
cuerpo de los testimonios citados bie”, junto con los “Playmobil”, los el caso de las “Barbies” hay una serie
en torno al recreo lo constituyen “Rastis”, las figuritas, los autos y ca- de condicionantes: hay que prepa-
lo que los informantes llaman “las miones y los caballitos para niñas rar a las muñecas, “producirlas”, para
modas”. Las modas son la aparición “Pequeño pony”, por mencionar los luego “poder” jugar con ellas. A su
súbita de productos de juego adop- principales. No recuerdan una infan- vez, la observación de situaciones-
tados por muchos niños a la vez por cia llena de juguetes sino que su po- tipo representadas en publicidades
orientaba el tipo de acciones que se la población en estudio a ellos con- consumo relacionado, por un lado,
realizaban con las muñecas. figuran las “nuevas pantallas” como con el mundo adulto y, por otro, con
espacios significativos de juego en el acceso a cantidades de ropa de
Los informantes de 6 a 8 años com- la cotidianeidad infantil. Ya no im- lujo, al nivel de una princesa.
ponen un escenario distinto a la porta si los niños acceden, efectiva-
hora de hablar de sus juguetes y mente, a una computadora o a una De los “Rastis”, “Playmobil” y “Bar-
auxiliares lúdicos. Por un lado, la consola de juegos. El deseo de te- bies” a la identificación de la com-
computadora hace su aparición en nerlos o la ida a casas de amigos que putadora como objeto lúdico prefe-
los testimonios ya sea como deseo o los poseen constituye un escenario rido hay un gran camino. Es posible
como realidad. La existencia misma nuevo en lo que concierne a los ju- que muchos de los informantes que
de una pantalla más es reconocida guetes entendidos como auxiliares mencionaron a las nuevas pantallas
por los informantes. Complemen- de juego. Cuando decimos despla- como objetos lúdicos tengan o ha-
tariamente, aparecieron las conso- zamiento no estamos marcando la yan tenido alguno de los juguetes
las de juegos (más del lado de los desaparición de los juguetes “tradi- que, ilustrativamente, citamos en
varones) y una serie de juegos de cionales” del horizonte de la niñez, este párrafo. El desplazamiento se
guerra o “de sangre, mucha sangre” sino su desplazamiento en los tes- da, dijimos, en la selección misma
a los que juegan. Cabe recordar la timonios a favor de los dispositivos que hacen los informantes a la hora
diferenciación que marcó un in- tecnológicos que ocupan, cada vez de hablar de sus gustos, preferen-
formante respecto de las acciones más, un espacio importante en los cias y deseos. El deseo, la articula-
permitidas en lo que llama como deseos de los niños. Este desplaza- ción entre aquello que se construye
“vida general” con las acciones que miento trae aparejado otro: la in- como objeto deseado y el alcance
desarrollan en los juegos violentos. dividualización de los juegos es un de la satisfacción a través de su ac-
En cualquier caso, la computadora dato no menor a la hora de pensar ceso es, probablemente, una de las
y las consolas de juego aparecen las interacciones lúdicas con la com- nuevas claves de lectura de la infan-
en lugar de los juguetes en los tes- putadora. Incluso cuando se juega cia contemporánea.
timonios de los informantes. En el de a dos (por ejemplo, en las conso-
caso de las niñas la computadora es las), el juego es de a uno, en el sen- Esta nueva clave exige la inclusión de
muy importante a la hora de esta- tido en el que se compite por ganar los medios de comunicación masivos
blecer relaciones con pares. Ya sea algo, una competencia, una batalla, y de la publicidad a la hora de ana- 99
para cambiar el sobrenombre en el un duelo. lizar los espacios, tiempos y objetos
programa de chat contando cómo en y alrededor de los cuales se cons-
está o algún evento importante en Otro elemento a analizar se rela- truye el deseo. El rol de éstos no es
su vida como para subir fotos a un ciona con lo que podríamos definir menor y su presencia en la vida co-
fotolog y esperar “firmas”, Internet como la incorporación del deseo tidiana de los más chicos se articula
a determinados bienes y el status mentación de la misma dirigida a los personaje en particular, sino que lo
que se desprende de su posesión más chicos, con canales exclusivos a ubican en un tiempo y un espacio
es una ecuación en la que los me- su vez segmentados en diferentes en el que se entrecruzan con otros
dios de comunicación son un factor edades, fue uno de los puntos des- personajes y dinámicas. Las situa-
importante a considerar. El mundo de los cuales planteamos las hipóte- ciones, los discursos, los roles y las
del juguete no desaparece sino que sis iniciales de la investigación. Nos dinámicas sociales y mediáticas con
cambia, se modifica por la prolife- preguntábamos de qué modos la las que los más chicos están en re-
ración de dispositivos tecnológicos expansión de la oferta y su disponibi- lación cotidianamente constituyen
que ponen en tensión la definición lidad afectarían no solo el consumo fuentes privilegiadas a la hora de
misma ya no solo de juguete sino de (en cantidad y calidad) de televisión estructurar y organizar juegos de
auxiliar lúdico. por parte de los más chicos sino sus rol entre ellos. La intersección entre
interacciones con otros niños en pla- los discursos cotidianos que, en tor-
2. El juego y los roles: dinámicas nos lúdicos y no lúdicos. no de ellos, circulan les brindan un
grupales y guiones disponibles “menú” del cual elegir.
Ver televisión es una de las activida-
Analizaremos aquí los juegos de in- des que todos los entrevistados, sin Aquí aparece otra de las claves de
terpretación de roles. La asunción de excepciones, mencionaron en las lectura de los modos y direcciones
un rol-otro, diferente del que usual- entrevistas. A su vez, en todos los ca- en los que los más chicos se apropian
mente “interpretamos”, supone un sos encontramos reconstrucciones de lo que ven, oyen y retienen: la se-
cambio. Este cambio va a incluir el de escenas con amigos o compañe- lección. La selección de roles, temas,
registro y la apropiación de roles y ros en los que se interpretaban con dinámicas y personajes tiene una tri-
dinámicas con las que estemos en mayor o menor detalle personajes ple fuente: la primera es el acceso a
relación en nuestra vida cotidiana. de la televisión. Las reconstrucciones la oferta; la segunda es el gusto o las
Conocer los roles antes de interpre- de juegos no se limitan, solamente, preferencias que se articulan con la
tarlos es, claramente, una condición. a las escenas televisivas pero éstas tercera, que es la selección que rea-
Pero el conocimiento puede ser total ocupan un interesante lugar en los liza el grupo de pares. Es decir, no se
o parcial y eso no perjudicaría la in- testimonios. Ya sea la copia de una trata solo del gusto individual sino
terpretación. A la hora de pensar qué situación del lejano oeste, la repre- que la selección se realiza en relación
100 roles asumen los niños en sus juegos sentación de alguna escena de “Las muy cercana a aquellas preferencias
tenemos que tomar en cuenta los tortugas ninja” o de “Patito feo”, en del grupo de pares. La elección de
discursos, roles, situaciones-tipo e todos las series de testimonios en- los personajes y situaciones a inter-
interacciones con los que éstos es- contramos ejemplos de articulación pretar se realiza en función del regis-
tán, diariamente, en contacto. No se entre juegos y dinámicas grupales y tro que los integrantes de un grupo
trata, solamente, de situaciones ruti- el “uso” y apropiación de personajes particular tengan de las preferencias
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narias sino que pueden ser aquellas o guiones televisivos. No importa del resto. Este registro puede articu-
que, por su impacto, hayan sido re- determinar (porque sería imposible) larse en torno de un consenso o de
gistradas. la fidelidad con la que se interpreta- una figura “líder” que sugiera un con-
ban dichos roles; lo que sí es central sumo por sobre otro.
La construcción de nuestro objeto remarcar es la relación que existe
de estudio articula el juego infantil desde siempre (dentro de nuestro re- El registro y la reapropiación por
y los medios de comunicación como corte) entre los juegos grupales y los parte de los niños de los discursos
grandes proveedores de situaciones- repertorios puestos en circulación que en torno de ellos circulan (con
tipo y roles. Todos nuestros infor- por la televisión. Esto no supone la una preponderancia importante
mantes han crecido con la televisión. recepción “pasiva” de los contenidos de los que se presentan por la te-
Ahora bien, no es lo mismo la oferta de los medios. Las lecturas son múl- levisión) es, a diferencia de lo que
de pocos canales de aire durante una tiples y se articulan con las trayecto- planteamos como hipótesis inicial,
cantidad de horas por día a la explo- rias sociales, culturales y educativas. un elemento común en todas las se-
sión de la oferta luego de mediados Estas trayectorias no son individua- ries de testimonios. El aumento de
de los noventa o la existencia de una les sino que se ubican en el entra- la oferta de canales es una variable
nueva pantalla acompañada por dis- mado de las relaciones sociales que que interviene en los menúes que
positivos tecnológicos complemen- establecemos con pares y a través de se ofrecen pero eso no supone, de
tarios. Este dato es relevante (aun- adultos significativos. por sí, un incremento del peso sig-
que parezca una obviedad) porque nificativo que tengan los consumos
la familiaridad con los repertorios, Conocer, reconocer y seleccionar televisivos.
los géneros y los modos de recep- fragmentos del personaje para po-
ción llevan casi la misma cantidad ner en escena constituyen accio- Existe una clara diferencia y tiene
de años de vida que los informantes. nes de un proceso activo en el que que ver con aquello que identifica-
La expansión de la oferta y la seg- los niños no solo interpretan a ese mos como “relaciones instituciona-
les” que los niños mantenían con la modo de producir contenidos para infantil y los consumos televisivos
televisión. Este tipo de relación era niños. Ya no en programas como deben entenderse en el universo
novedoso, dado que los chicos iden- unidades mínimas sino en cadenas que componen la familia y la escue-
tificaban a la televisión ya no solo de televisión que se articulan, a su la como instituciones estructuradas
como un componente casi natural vez, con teatros, páginas de Internet, y estructurantes de la vida cotidia-
de su vida sino que lo hacían a través juegos en línea, muñecos, juegos de na, acompañadas por los medios de
de la mención de canales de televi- mesa, ropa y útiles escolares, solo por comunicación. Estos últimos deben
sión como unidades mínimas. Este mencionar los principales. La presen- ser incluidos ya no solo como te-
pasaje que supuso la preferencia de tación de entramados cada vez más matizadores de los juegos infantiles
programas hacia la elección de un cerrados de consumo sí constituye sino como auxiliares lúdicos, como
canal con toda o gran parte de su una novedad en tanto y en cuanto la temas en común que permiten y
programación tiene que ver con lo diversificación de la oferta mediática habilitan series de interacciones. El
que identificamos como la “exten- se apoya, cada vez más, en los nue- rol de los medios de comunicación
sión del consumo por otros medios”. vos dispositivos a los que nuestra po- no es inocente y no puede ser pen-
blación bajo estudio accede. sado solo como un facilitador de las
La extensión del consumo por otros relaciones entre los niños: los reper-
medios se relaciona con un proceso La relación entre niños, juego y torios, los temas, los modelos y las
de fidelización de la audiencia in- televisión no es nueva sino que es situaciones-tipo que se represen-
fantil con la ayuda de Internet y de posible identificarla a lo largo y a tan en ellos construyen y modelan,
páginas “oficiales” de los canales lo ancho de todo nuestro recorte en muchos casos, las conductas no
como espacios en los que continuar temporal. Los cambios los fuimos solo de la audiencia infantil sino de
la relación con el canal. El niño que encontrando a medida que des- la audiencia en general.
sigue un canal, un segmento de su granamos el análisis de las prácti-
programación o un programa tie- cas cotidianas y del lugar que éstas La relación entre el juego infantil
ne la posibilidad (y así se le sugie- ocupaban en la reconstrucción de y los consumos televisivos en el
re al aire) de continuar en relación las vidas presentes o pasadas de pasado reciente y en el presente
con los personajes o las dinámicas los informantes. El juego, entonces, nos abrió una puerta a las prác-
a través de la página de Internet. analizado en tanto síntoma cultu- ticas y experiencias de los infor-
Allí, luego de un proceso de regis- ral, nos permite, con Geertz (1987), mantes no solo como “testimonios 101
tro en el que se completan datos ingresar a un espacio en busca de de época”: la construcción misma
personales, los niños pueden crear significados y no de leyes. Podría- del objeto de estudio nos permi-
sus propios “avatares” (personajes mos agregar que buscamos iden- tió producir una mirada analítica
virtuales) que van ganando puntos tificar tendencias de consumo cul- sobre la familia y sus cambios, el
a medida que juegan e interactúan tural y lúdicas más que generalizar rol de la escuela, los juegos infan-
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Notas
1 Para ampliar consultar Corea y Lewkowicz (2004) y Narodowski, Ospina y Martínez Boom (comps.) (2006), entre otros.
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Resumen Abstract
Infancias contemporáneas, infancias del pasado re- Contemporary childhoods, Childhoods from the recent
ciente: ejes que estructuran este artículo, en el cual past: both topics structure this article in which we pre-
presentamos una serie de reflexiones en torno al jue- sent a series of reflections about the play, the media and
go, los medios de comunicación y los niños para abor- children to analyze the transformations in the context of
dar las transformaciones en el marco de la expansión y the expansion and consolidation of the “communicative
consolidación del “ecosistema comunicativo”. Pensar system”. To think about childhoods in recent history de-
las infancias en la historia reciente supuso, metodo- manded, methodologicaly, the construction of an appro-
lógicamente, acercarnos al universo discursivo que ach to a discoursive universe built by our informants. We
construyeron los informantes sobre su pasado y su propose to work, in this article, with four big areas that
presente. Proponemos trabajar en este artículo cua- appeared as constants to think the contemporary culture
tro grandes ejes que aparecieron como invariantes and its practices as a way of aproximation to the child-
para pensar la cultura contemporánea y sus prácticas, hood universe from the 80’s until now. These areas are:
como modo de aproximación al complejo universo in- school, family, play and television. Through each one of
fantil desde comienzos de los años ochenta hasta la them we will introduce part of the results of the research
actualidad. Ellos son la escuela, la familia, el juego y la and its results.
televisión. A través de cada uno presentaremos parte
de los resultados de la investigación y las reflexiones
asociadas con ellos.