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Predicando en Nínive

Yuri Banegas.

De la ortodoxia a la ortopraxis.

La mejor traducción de Hechos es Praxis de donde viene la palabra PRACTICA. Aquí surge
entonces la primer interrogante de esta exposición: ¿Qué hechos a manifestado a quiénes
le rodean para que puedan creer en el evangelio de Jesucristo?

Objetivos del tema clave de Hechos 1:8 en esta segunda etapa:

1. Convertirnos en testigos mas poderosos de Jesús aquí en la tierra y donde vivimos.


2. Convertirnos en una iglesia más dinámica y de mayor crecimiento.

Resultados esperados:
1. Conocer: ¿Qué aprendió la iglesia?, ¿Que conocimiento adquirimos como cuerpo de
Cristo?. Conocer como el poder de Dios es el que hace progresar el evangelio.

2. Comprender: como Dios uso a diferentes personas para hacer avanzar el evangelio:
Los apóstoles, un carcelero, un etíope (africano) gentiles, hombres, mujeres, todas
ellas personas de distintos trasfondos, distintos estratos sociales, nacionalidades,
gente de clase alta, media y baja predicando el evangelio. Comprender como el
evangelio puede progresar a través de cualquier tipo de personas.

De conocer, pasamos a comprender. Esto es, que lo que hemos aprendido podamos
entender que el mismo impacto que provocó el evangelio en un principio lo puede
hacer hoy en día.

Comprender la contribución personal que cada uno puede hacer por el progreso del
evangelio. Usted hermano puede y debe impactar su entorno.

Y esto se logra llevándolo a la práctica… es decir participando.

3. Participar: Acción, acción, acción… poner por obra, PRAXIS, HECHOS… Participando
en iniciativas de evangelismo a los no creyentes. SALIR, SALIR, SALIR.

Participar de iniciativas de oración poderosas de intercesión por los no creyentes.


Participar en iniciativas de hospitalidad, compartimiento del amor, del pan, de ayuda
social y mutua entre los hermanos y entre los más necesitados.

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Estamos iniciando último trimestre del año y es un punto importante para hacer una
reflexión profunda sobre lo que ha hecho con lo que ha aprendido durante todo este año
con el tema de ser testigos hasta lo ultimo de la tierra.

Y quiero hacer un repaso rápido de varios de los temas, a groso modo, que hemos tratado
en estos 39 domingos que han transcurrido hasta la fecha.

1 . El Espíritu Santo y su llenura. ¿Ha sido revestido del poder el E.S.? ¿Ha aprendido a ser
sensible a su voz? ¿Es obediente al E.S.? ¿El fruto del E.S. es palpable en su vida?
Cuénteme, ¿tiene ahora dominio propio, amor, paz, gozo? ¿Es usted ahora una persona
benigna, bondadosa, generosa? ¿Cómo califica su relación con Dios a través del E.S. en
estos meses y como se está evidenciando esto a través de sus acciones?

2 . Nuestra primera Jerusalén, nuestra casa: ¿Qué avances ha tenido en sus relaciones
familiares? ¿Cómo esposa y esposo, está teniendo mejor trato hacia su conyugue? ¿Cómo
padres han mejorado su relación con sus hijos? ¿Cómo hijos están honrando masa sus
padres? ¿Cómo familia han sido verdaderos testigos para reflejar a Jesús ante sus
familiares no cristianos? ¿Cuántos miembros de su familia han venido a los pies de Jesús
por su predicación y testimonio en casa? ¿Les ha invitado a nuestras actividades y
reuniones?

3 . Testigos en nuestro vecindario: ¿Ha sido testigo de Jesús en su vecindario, con sus
amigos y compañeros de estudio y trabajo? ¿ha sido una influencia positiva para su
entorno siendo luz y sal o ha dejado que el sistema corrupto de este siglo le contamine?

Estamos en un punto de suma reflexión en el año.

Pasando de Jerusalén, a Judea y pasando por Samaria.


Hace un par de semanas, nuestro hermano David Castro nos hablaba que era necesario
pasar por Samaria. Ese lugar que los judíos detestaban y que era también hostil para los
judíos, pues los samaritanos también tenían ese sentimiento de rechazo hacia los judíos. Y
es que se hace difícil predicar a personas a las que no queremos predicar y de paso ellos
tampoco nos quieren escuchar.

Y hoy veremos este caso en la vida de un profeta a quién el Señor llamó a predicar a un
lugar al que el no quería ir.

a. El llamado y la comisión de Jonás


Jonas 1:1 El Señor dirigió su palabra a Jonás hijo de Amitai y le dijo:
Aquí vemos que Jonás se identificó como profeta, y como el hijo de Amitai. Jonás fue un
personaje histórico. El restauró los límites de Israel desde la entrada de Hamat hasta el
mar del Arabá, conforme a la palabra de Jehová Dios de Israel, la cual él había hablado
por su siervo Jonás hijo de Amitai, profeta que fue de Gat-hefer 2 Reyes 14:25.

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Jonás 1:2 "Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad y clama contra ella, porque su
maldad ha subido hasta mí."
Aquí encontramos el llamado y la comisión del profeta Jonás para ir a la ciudad de Nínive,
llamada en este versículo "una gran ciudad". Era la capital del imperio asirio y estaba
situada en el río Tigris. Era la potencia mundial de aquella época. Aquí el énfasis recayó
realmente en la maldad de esa ciudad. Era una gran ciudad por cierto, pero era también
enorme su maldad. Y esa maldad llegó hasta tal punto que llegó a la presencia de Dios. Y
entonces Dios determinó que juzgaría a la ciudad - es decir, en el caso de que la ciudad no
volviera a El.

Leamos ahora el versículo 3 de este primer capítulo, en el cual vemos que el profeta
Jonás se dirigió hacia el oeste "Pero Jonás se levantó para huir de la presencia del Señor a
Tarsis, y descendió a Jope, donde encontró una nave que partía para Tarsis; pagó su
pasaje, y se embarcó para irse con ellos a Tarsis, lejos de la presencia del Señor."

Jonás dejó su ciudad natal de Gath-epher en el reino del norte de Israel, y con este
llamado y comisión que había recibido de Dios, uno pensaría que se iba a dirigir
directamente a la ciudad de Nínive. Desde Israel, para dirigirse a Nínive, Jonás habría
tenido que salir en dirección al este. Pero en vez de encaminarse en esa dirección, hizo
algo muy extraño. Descendió hasta Jope y compró un billete en el primer barco que zarpó
hacia Tarsis. Tarsis era una ciudad que había sido fundada por los Fenicios en la costa sur
de España. Era un lugar remoto del oeste. (Ahora, los fenicios eran en aquellos tiempos
una nación de navegantes, y habían fundado gran cantidad de ciudades a lo largo del
mediterráneo en la costa norte de África y a lo largo de la costa sur de España. Esta gente
había llegado hasta Gran Bretaña, y dicen que ellos fueron los que le dieron a esa zona su
nombre. "Inglaterra", que quiere decir "la tierra del estaño". Iban allí para obtener
estaño.)

Tenemos ahora ante nosotros lo que consideramos un problema mayor que el de Jonás en
el gran pez. En realidad, el problema de este libro de Jonás no era el pez, sino que era
Jonás. Dios le pidió que se fuera a Nínive y, en cambio, el compró un billete para viajar a
Tarsis. Dios le dijo que se fuera en dirección al este y él decidió no obedecer a Dios y
partió rumbo al oeste. Entonces, de forma natural surge la pregunta: ¿Por qué actuó Jonás
de esta manera? Hay 4 explicaciones:

1. Jonás detestaba a los habitantes de Nínive y no quería que se salvaran. Había ciertas
bases para ese odio. Asiria era una de las naciones más brutales del mundo antiguo. Este
pueblo era temido por todos los pueblos de aquella época. Usaban métodos muy crueles
para torturar a la gente y podían extraer información de sus cautivos con mucha facilidad.
Una de las cosas que hacían era que ellos sacaban a un hombre al desierto, y lo
enterraban en las arenas del desierto hasta el cuello, dejando sobresalir solamente la
cabeza. Entonces colocaban una correa de cuero en su lengua, y lo dejaban allí para que
muriera, mientras el sol ardiente lo abrasaba sin misericordia. Se decía que la persona

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tratada en esa forma, enloquecía antes de morir. Esa fue pues, una de las torturas que
habían ideado.
Como ejército, los Asirios tenían una forma de desplazarse fuera de lo normal. Una de las
razones por las cuales los babilonios pudieron vencerlos fue la lentitud de la marcha del
ejército asirio. Ellos avanzaban llevando a sus familiares y tenían muy poco orden en el
ejército. Se movían como si fueran una multitud que cruzaba el campo. Resultaba fácil
llegar a la conclusión de que semejante desorden se volvería en contra de ellos. Sin
embargo, cuando se desplazaban como si fueran una plaga de langostas sobre una ciudad
o pueblo, se decía que eran tan temidos, que en algunas ocasiones toda una ciudad
llegaba al extremo de suicidarse antes que caer en las manos de los brutales Asirios. O
sea, que podemos ver que no eran precisamente apreciados por los pueblos que los
rodeaban.
También sabemos que en esta época en particular ellos estaban llevando a cabo
incursiones contra el reino del norte de Israel. Ahora, durante mucho tiempo, fueron Siria
y el reino del norte de Israel, las naciones que lucharon entre sí. Pero ellas finalmente
lograron concertar una alianza a causa de la amenaza de Asiria sobre el norte y el este. Sin
embargo, al final, Asiria llevó cautivos a los pueblos de Siria e Israel. Cuando los Asirios
comenzaban a penetrar en una nación a la que querían conquistar, efectuaban un ataque
por sorpresa sobre una ciudad, se llevaban cautivas a las mujeres, las violaban, y después
asesinaban brutalmente a los hombres y a los niños. No lo sabemos con seguridad, pero
es razonable deducir, que los Asirios habían descendido en alguna ocasión contra Gath-
hepher, ciudad natal de Jonás. Incluso es posible que hubieran llegado hasta su hogar, y
puede que el profeta hubiera visto con sus propios ojos como asesinaban brutalmente a
sus propios padres. O quizás él pudo ver cómo los asirios abusaron y violaron a sus propias
hermanas. Pero lo que sí sabemos, es que Jonás detestaba a los asirios y no quería que
ellos se salvaran. Por tanto, él salió de viaje en la dirección opuesta. Él no les iba a llevar el
mensaje de salvación de parte de Dios.
Jonás refleja la condición de Israel, se volvieron soberbios y cerrados creyendo que solo
ellos podían o merecían la salvación olvidando que Dios puso a Israel como el medio y
no como el fin.

2 . Hubo una segunda razón por la cual Jonás se dirigió hacia el oeste. Alguien podría
decir que el mensaje de Jonás no era de salvación, sino que éste sería un mensaje de
juicio. Bueno, aunque esto era cierto, es decir, que sí sería un mensaje de juicio, Pero
Jonás conocía a Dios y entonces ese fue el motivo que lo impulsó a viajar en la dirección
opuesta. El profeta sabía que si llegaba a la ciudad de Nínive con un mensaje de juicio y la
gente de la ciudad se arrepentía y volvía a Dios, Dios no los castigaría, sino que salvaría a
la ciudad. Y él no quería que aquel pueblo se salvara, Esa no era la opción que él deseaba.
Así que se fue en la dirección contraria.

3 . Una tercera razón por la que Jonás salió de viaje en otra dirección, fue que él era
claramente, un profeta de Dios desobediente - de ello no cabe la menor duda. El estaba
fuera de la voluntad, de la misma manera que el hijo pródigo de la parábola relatada en el
Evangelio de Lucas, capítulo 15. El hijo pródigo huyó de su hogar; no quiso vivir bajo la

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autoridad de su padre y por ello viajó a un país lejano. De la misma manera, Jonás se
encontraba fuera de la voluntad de Dios. Era un profeta cuya vida no estaba siendo vivida
en armonía con los planes de Dios.

(4) Ahora aquí tenemos una cuarta y última razón por la que Jonás desobedeció a Dios.
¿Ha observado Ud. que en el Antiguo Testamento Dios nunca envió a sus mensajeros
como misioneros a otros países? El método que Dios usó en el Antiguo Testamento fue
realmente el método opuesto al que usa en la actualidad. Israel tenía que servir y adorar
a Dios como nación que estaba situada geográficamente en la encrucijada del mundo,
donde se encontraban los tres continentes de Europa, Asía y África. Las naciones de aquel
tiempo si no se desplazaban para conseguir agua, tomaban la ruta que cruzaba las tierras
de Israel. Dios eligió a aquel pueblo, lo colocó en esa encrucijada, e hizo que construyeran
un templo para adorarle, para que pudieran dar testimonio de Dios sirviéndole. El
testimonio de ellos se dirigía hacia un mundo que los estaba observando. La invitación,
que encontramos expresada en un salmo, era "Venid, subamos a la casa del Señor y
adorémosle". Y así, en aquella época de apogeo, el pueblo de Israel dio testimonio de Dios
en la encrucijada del mundo, y el mundo vino a ellos.

Por ejemplo, la reina de Saba vino a Israel desde los confines de la tierra. ¿Y por qué
realizó semejante viaje? Ella había oído acerca de cómo adoraban los israelitas y cuando
llegó allí, encontró que había un altar para los pecadores. Ello fue lo que la condujo a un
conocimiento salvador de Dios. Si usted lee este registro histórico, descubrirá que no solo
vino ella al reino de Israel, sino que también otros reyes de la tierra acudieron para
escuchar la sabiduría de Salomón. Durante ese breve período, Israel ofreció al mundo un
testimonio, pero los israelitas no tuvieron que expresar este testimonio saliendo de viaje
como misioneros, sino que fue el resto del mundo el que vino a encontrarse con ellos.
En el Nuevo Testamento, en el libro de Los Hechos, tenemos el ejemplo de cada uno de
los hijos del patriarca Noé: de un descendiente de Cam, de un descendiente de Jafet, y de
un descendiente de Sem, quienes se convirtieron al cristianismo. Nos referimos al eunuco
etíope, a Saulo de Tarso, y a Cornelio, el centurión romano. Aunque se nos dieron solo
estos ejemplos, hubo literalmente miles y, más tarde, millones, que fueron guiados a un
conocimiento salvador de Cristo.

Sin embargo, para la iglesia actual el método es el opuesto al del Antiguo Testamento,
Creemos que a los 12 discípulos, todos ellos israelitas formados de acuerdo con el Antiguo
Testamento, les debió resultar llamativo e incluso sorprendente, cuando el Señor Jesús les
dijo Id por todo el mundo, y predicad el evangelio a toda criatura (como podemos leer en
Marcos 16:15) Habrán pensado que se trataba de algo nuevo, que jamás hubieran
imaginado. En vez de convocarlos al templo en Jerusalén, les estaba diciendo que,
comenzando en Jerusalén, es decir, desde Jerusalén, debían ir a Judea, a Samaria y hasta
los confines de la tierra. Este es pues el método actual. A veces criticamos a Israel por su
fracaso en su labor de testimonio, pero nosotros edificamos un templo y esperamos que
la gente venga hacia nosotros, cuando que, en vez de ello, tendríamos que salir al mundo.

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Pero ese no era el método en los días de Jonás y él se sorprendió cuando Dios le dijo:
Levántate y ve a Nínive. Creemos que Jonás era el mismo tipo de persona que Simón
Pedro. Pensamos que Jonás se puso a discutir con el Señor, de la misma manera en que lo
haría, siglos más tarde, Simón Pedro cuando fue enviado a casa de Cornelio. Creemos que
él era esa clase de persona que le habría dicho a Dios: "Un momento por favor. Tú nunca
enviaste a Elías a Egipto, ni a Isaías a un país aun más lejano. ¿Por qué me estás pidiendo a
mí que haga algo que nunca le pediste a ningún profeta que hiciera?". Él no podía
entender por qué Dios querría cambiar Su método. Sin embargo, este libro revela que Dios
también es el Dios de los no judíos. Romanos3:29 ¿Es Dios solamente Dios de los judíos?
¿No es también Dios de los no judíos? Ciertamente, también de los no judíos.

La visión de Dios abarca todo el mundo. Dios no es solo Dios de las Brigadas de Amor
Cristiano. No se trata de nuestra comodidad aquí gozando de las cosas que tenemos y de
lo bien que la podemos pasar aquí entre cuatro paredes.

Jonás no sería hasta después de las experiencias relatadas en este libro que él fue
consciente de que su Dios era también el Dios de los no judíos.

Volviendo al versículo 3, recordemos que dice: encontró una nave que partía para Tarsis;
pagó su pasaje, y se embarcó para irse con ellos a Tarsis, lejos de la presencia del Señor.
La experiencia de Jonás, podría resultarle de ayuda si usted está viviendo momentos
difíciles que le hacen preguntarse si usted está en la voluntad de Dios. Aunque no
podemos decirle si usted está viviendo, o no, de acuerdo con Su Voluntad, podemos
decirle lo siguiente: el hecho de que usted esté pasando por momentos problemáticos no
constituye una prueba de que esté fuera de la Voluntad de Dios. Más bien, podría ser una
prueba de que usted está bajo la Voluntad de Dios. Si usted está viviendo una vida en la
que todo le sale bien y le resulta fácil en todos los aspectos, y si ello es el único indicador
que está usando para interpretar que usted está viviendo en la voluntad de Dios, entonces
se está apoyando sobre una base deficiente, frágil, y esa actitud no lo sostendrá en
tiempos de crisis.

Observemos de cerca la ilustración de Jonás. Aquí tenemos a un hombre viajando en la


dirección opuesta a la cual Dios le dijo que viajara. Él estaba clara y definitivamente fuera
de la voluntad de Dios, y se dirigió hacia Jope, y cuando llegó allí, encontró un barco,
compró un billete, subió a bordo y se fue a dormir. Todo parecía ir bien.

¿Cuántos cristianos piensan hoy de esta manera? Si lo están pasando mal piensan: "Ay,
debo estar fuera de la voluntad de Dios": Si todo está en calma y nos va bien en todo
piensan: "Bueno, debo estar obedeciendo la Voluntad de Dios". Si usted está teniendo
problemas, podría ser que el diablo se está preocupando porque usted está creciendo
espiritualmente y siendo efectivo para Dios. Simplemente, el hecho de que usted esté
teniendo problemas no quiere decir que se encuentra fuera de la Voluntad de Dios.

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Volviendo a la historia de Jonás, todo parecía seguir saliendo bien y todo auguraba un
viaje tranquilo y agradable. Alguien ha definido una situación parecida a ésta como "una
coincidencia fortuita de circunstancias". Pero nosotros sabemos que Jonás estaba viajando
en la dirección equivocada y Dios iba a tener que hacerlo ir a parar a un pez para que su
vida experimentara un giro y se pusiera en la dirección correcta. ¿Será que Dios terminará
metiéndonos en un pez por no ir en su voluntad?

Volviendo a nuestra historia, Jonás se encontraba entonces a bordo y lo imaginamos en la


cubierta sonriendo, a medida que la vista de la costa se iba perdiendo en la distancia.
Quizás se dijo a sí mismo: "¡Bueno, parece que voy a tener un viaje tranquilo!" Pero más
adelante comprobaremos que este hombre no lo iba a tener nada fácil.

Ahora, aquí tenemos otra forma de aproximarnos a este libro de Jonás que vamos a
comenzar a estudiar, por lo tanto, el considerar el libro de Jonás como un itinerario, nos
daría para esta obra el siguiente bosquejo:

1. En el capítulo 1, Jonás salió de Israel. Evidentemente él había salido de la ciudad


donde vivía, que podía haber sido Samaria o Gath-hepher. Él partió desde ese lugar.
Su destino era Nínive. Ahora, en realidad, su destino de llegada fue un pez.
2. En el capítulo 2, vemos que él salió del pez. Su destino aun era Nínive. Pero él llegó a
tierra firme.
3. En el capítulo 3, vemos que él salió de tierra firme; su destino seguía siendo Nínive y,
efectivamente, él llegó a esa ciudad. Se demoró en su viaje y las circunstancias
accidentadas de su viaje ocuparon el relato de 3 capítulos, teniendo que realizar el
viaje dentro de un pez; pero el hecho es que llegó al destino de su travesía.
4. En el capítulo 4 vemos que él partió de Nínive. Su destino fue una calabaza, o un
lugar fuera de la ciudad de Nínive. Pero el destino verdadero de su viaje fue
realmente el corazón de Dios, que es un destino extraordinario y al cual cualquier
persona puede llegar.

"Pero el Señor hizo soplar un gran viento en el mar, y hubo en el mar una tempestad tan
grande que se pensó que se partiría la nave."

Ahora, podemos ver que Dios era responsable por esa tormenta, y quisiéramos destacar
esta circunstancia desde el mismo principio. Esta tormenta fue sobrenatural.

Aquí en el libro de Jonás, Dios estaba usando un temporal, y lo estaba haciendo con un
buen propósito. Con este temporal iba a salvar a una ciudad. Iba a enderezar el rumbo de
un profeta que había estado yendo en la dirección equivocada, colocándolo al fin en el
camino correcto.

Leamos ahora el versículo 5 de este primer capítulo de Jonás: "Los marineros tuvieron
miedo y cada uno clamaba a su dios. Luego echaron al mar los enseres que había en la

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nave, para descargarla de ellos. Mientras tanto, Jonás había bajado al interior de la
nave y se había echado a dormir."

Esta es la actitud de muchas personas que comienzan a ir en contra de la voluntad de


Dios. Caen en una apatía y un letargo que no miden las consecuencias de sus actos. No se
están dando cuenta que están en peligro de naufragar y hacer naufragar al resto de la
tripulación. Literalmente son dormilones como lo llamó el capitán del barco.

Jonás 1:7-8 Los marineros decían cada uno a sus compañeros: «Vengan, echemos
suertes para saber por culpa de quién nos ha sobrevenido este mal.» Y echaron suertes,
y la suerte recayó sobre Jonás. 8 Entonces ellos le dijeron: «Dinos ahora por qué nos ha
sobrevenido este mal. ¿A qué te dedicas? ¿De dónde vienes? ¿Cuál es tu país? ¿De qué
pueblo eres?»

Aparentemente Jonás había tenido algún tiempo para hablar con los marineros, pero no
les había contado mucho sobre sí mismo. No había sido un testigo efectivo de Dios.
Alguien que se encuentra fuera de la voluntad de Dios nunca puede ser un testigo efectivo
de Dios.

Tendríamos que observar aquí qué fue lo que Jonás no les dijo a los marineros. En primer
lugar ellos le preguntaron quién tenía la culpa de que estuvieran sufriendo semejante
desastre. También le preguntaron qué oficio tenía. Jonás no le había dicho a nadie que era
un profeta, había permanecido en silencio con respecto a ese tema. Después le
preguntaron de donde venía. Jonás no les había dicho que procedía de Gath-hepher, en el
reino del norte de Israel. No había dicho nada sobre su ciudad natal. También le
preguntaron cuál era su país. El no les había dicho que era un ciudadano de Israel. Además
le preguntaron a que pueblo pertenecía. Jonás no les había dicho que pertenecía al pueblo
israelita, que tenía una revelación del Dios vivo y verdadero. No les había explicado que
era un profeta que representaba al Dios vivo y que había sido llamado por El para ir a la
ciudad de Nínive, para llevar un mensaje de esperanza y salvación. El no había dicho nada
sobre todo esto. ¿Por qué? Porque se encontraba totalmente fuera de la voluntad de Dios
para su vida. Cuando estamos fuera de la voluntad de Dios es imposible testificar de
Cristo. El pecado nos enmudece y hace que físicamente también demos evidencias que
estamos mal. Salmo 32:3-4 Mientras callé, se envejecieron mis huesos
En mi gemir todo el día.

Jonás 1:10 Aquellos hombres tuvieron mucho miedo, y le dijeron: «¿Por qué has hecho
esto?» Y como sabían que Jonás huía de la presencia del Señor, pues él mismo se lo
había dicho.

Así que aquellos hombres le preguntaron: ¿Por qué has hecho esto? Tenemos que decir
que esta es una buena pregunta que en algunas ocasiones puntuales, el no creyente le
formula al creyente, y realmente puede acabar siendo una pregunta embarazosa. El
mundo siempre tendrá los ojos puestos en nosotros porque somos “cartas leídas” y

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cuando no damos un buen testimonio entonces el mundo nos reprochará nuestras
acciones y mas que eso, rechazarán el mensaje de Cristo a causa de nuestras malas
decisiones. (Pecados).

B. Jonás en el pez.
El programa de viaje para el capítulo 2 nos informa que Jonás iba a dejar el pez, que su
destino era la ciudad de Nínive, pero llegaría a tierra firme. Sin embargo, en primer lugar,
queremos examinar la experiencia que este hombre tuvo dentro del pez.

"Entonces oró Jonás al Señor, su Dios, desde el vientre del pez" y dijo: «Señor, en mi
angustia te invoqué, y tú me oíste. Desde el fondo del abismo clamé a ti, y tú escuchaste
mi voz. Me echaste a las profundidades del mar, y las corrientes me rodearon;
¡todas tus ondas y tus olas pasaron sobre mí! Entonces dije: “Me has desechado delante
de tus ojos, pero todavía he de ver tu santo templo. Las aguas me rodearon hasta el
cuello, y el abismo me envolvió. ¡Las algas se enredaron en mi cabeza! Bajé hasta los
cimientos de los montes; la tierra echó para siempre sus cerrojos sobre mí;
pero tú, mi Señor y Dios, rescataste mi vida del sepulcro. Cuando dentro de mí
desfallecía mi alma, me acordé de ti, Señor, Y mi oración llegó hasta ti, hasta tu santo
templo. Los que siguen vanidades ilusorias, abandonan tu misericordia. Pero yo, con voz
de alabanza, te ofreceré sacrificios y cumpliré mis promesas. La salvación es tuya,
Señor.» Y el Señor ordenó al pez que vomitara a Jonás en tierra.

¿Qué puede hacer una persona dentro de un pez? ORAR. Pero una oración sincera, una
oración honesta.

La paga del pecado es muerte, y aquí encontramos a Jonás clamando desde el Seol mismo,
desde el sepulcro. Jonás entendió que estaba muerto, y llega a la conclusión que no son
las obras las que salvan, se trata de la gracia de Dios.

Aquí le vemos prometiendo ofrecer sacrificios y canciones de gratitud. Estimado hermano,


no creemos que usted y yo podamos imaginar los sentimientos de gratitud que estaban en
el corazón de aquel hombre, en su vida, cuando el pez lo vomitó en tierra firme. Hasta
esos momentos su vida había sido un verdadero desastre. Pero el elevó su voz a Dios con
gratitud por haberle arrancado de las garras de la muerte.
Y dijo además, que cumpliría lo que había prometido. ¿Y sabe usted qué había el
prometido? ¿Puede imaginarse qué era? Antes había resuelto no ir a Nínive, pero había
cambiado su forma de pensar. En realidad, Dios se la había cambiado y en aquellos
momentos estaba dispuesto a dirigirse hacia Nínive.

Estimado oyente, el Señor también tiene que tratar con muchos de nosotros de esta
manera. Quizás no se trata pruebas como las de Jonás, pero nos envía otras cosas, por las
cuales no podemos echarle la culpa. Debemos aprender las lecciones que El tiene para
nosotros a través de los métodos que El quiera usar, y tenemos que estar preparados para

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decir lo mismo que dijo el profeta. Debemos estarle agradecidos por permitir que ciertas
experiencias nos prueben y nos enseñen lecciones que aun no habíamos aprendido,
sabiendo que cuando El lo considere oportuno, podrá librarnos de ellas. Entonces,
podremos hacer promesas a Dios, podemos prometerle que vamos a entregar el resto de
nuestra vida, por ejemplo, a difundir la Palabra de Dios y a servirle de cualquier otra
manera. Así, podemos comprender por qué Jonás le hizo esta promesa a Dios. Se mostró
dispuesto a obedecer a Dios y a hacer lo que El quisiera que hiciese. Estaba preparado
para ir a la ciudad de Nínive.

C. Jonás llegó a tierra firme.


"Entonces el Señor dio orden al pez, el cual vomitó a Jonás en tierra."
Alguien dijo con cierto sentido del humor, que ni siquiera el pez pudo digerir a Jonás, un
profeta que se había apartado de Dios. Pero en aquel momento, Jonás era un hombre
diferente. Había hecho algunas promesas a Dios, y una de ellas fue que iba a viajar hacia
Nínive. Esta ciudad sería el destino de tu viaje.

Nuestro itinerario de viaje para el libro de Jonás nos informa que todo el tiempo el destino
fijado para el profeta ha sido la ciudad de Nínive. Al llegar al capítulo 3, su destino
continuaba siendo Nínive. Una vez en tierra firme él iba a llegar a Nínive. Nos llevó un
relato de 3 capítulos, y tuvo que desviarse por medio del pez, pero finalmente llegaría a
aquella ciudad. El lugar y la herramienta para dar la vuelta y retomar el rumbo fue el pez
y esa experiencia le orientó en la dirección correcta.

Nos agradaría encabezar este tercer capítulo con las palabras del Señor Jesús, que
pronunció en Su tiempo aquí en la tierra. Nos referimos al pasaje de Lucas capítulo 11,
versículo 30, donde Jesús dijo porque así como Jonás fue señal a los ninivitas, lo será
también el Hijo del hombre a esta generación.

Leamos ahora el versículo 1 de este tercer capítulo, que da comienzo a un párrafo que
hemos titulado

D. El Dios de la segunda oportunidad


"El Señor se dirigió por segunda vez a Jonás (y le dijo)"

En cierta ocasión un predicador estaba hablando del libro de Jonás y entre el público
asistente se encontraba una maestra de escuela. Esta persona siempre tenía algunas
preguntas que formular en cada sesión. Una de ellas fue la siguiente: Supongamos que
Jonás regresara otra vez a Jope y consiguiera comprar otra vez un billete para ir a Tarsis.
¿Qué habría sucedido entonces? El predicador le respondió que en ese caso habría un
segundo pez esperando a Jonás, pero ello no sería necesario, porque el profeta había
aprendido su lección y, con toda seguridad, se estaba dirigiendo hacia Nínive.

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Creemos que lo mismo podría haber sido dicho del hijo pródigo. Supongamos que al año
siguiente le hubiera dicho a su padre que quería ir nuevamente a un país lejano, ¿Piensa
usted que el padre le hubiera castigado? Pensamos que podría haber sido así. Pero lo
interesante es que este joven no quiso ir más a una provincia lejana. ¿Por qué? Porque era
hijo del padre, y no quiso pasar otra vez por la pocilga. Es que los hijos de Dios pueden
caer en el pecado, pero seguramente no van a vivir permanentemente en el pecado. Los
cerdos viven en pocilgas, y los hijos viven en la casa del padre. Es una realidad tan
sencilla como importante.

Ahora, dice este versículo El Señor se dirigió por segunda vez a Jonás. Nuestro Dios es el
Dios de la segunda oportunidad - y esta es una hermosa y esperanzadora realidad. Dios le
dará a usted una segunda oportunidad, y le dará aun más que eso. Y se lo digo, estimado
oyente, porque me la ha dado a mí, y a muchísimas personas que la necesitaban. El es
paciente. El no desea que nadie perezca. Si usted es Su hijo, el va a sostenerle con Su
mano, de eso no le quepa ninguna duda.

Ejemplos de las segundas oportunidades: Jacob, David, Simón Pedro, Juan Marcos, etc.

Por todo ello, la historia del profeta Jonás es una ilustración de cómo trata Dios a Sus hijos
cuando ellos pecan y regresan a Él. El hijo pródigo de la parábola que hemos leído en el
evangelio de Lucas capítulo 15, regresó a su hogar. Y cuando llegó, no recibió un castigo,
sino demostraciones de cariño y un banquete. Aquel pobre joven, en vez de ser rechazado
y expulsado de la casa, fue reintegrado por su padre a la vida familiar. Ahora llegamos a
un párrafo que hemos titulado.

Jonás llegó a Nínive (Se cumple el propósito de Dios).


Ahora, nosotros vamos a poder ver cuán misericordioso fue Dios para esta ciudad tan
pecaminosa de Nínive. Esta fue, posiblemente, el registro histórico de la mayor
renovación de la historia del mundo, en el sentido de haber consistido en un retorno a
una relación con Dios. Había varios cientos de miles en esa gran ciudad de Nínive que se
volvieron a Dios. Nadie ha contemplado jamás un movimiento semejante. El apóstol Pablo
nunca se quedó en una ciudad hasta que todos sus habitantes se convirtieran; él
simplemente predicó la Palabra de Dios y se trasladó a otra ciudad. Nadie desde aquel día
hasta los tiempos actuales ha visto un movimiento del Espíritu de Dios como el que tuvo
lugar hace tanto tiempo en la ciudad de Nínive.

En la actualidad, Su propósito es llamar a un pueblo de entre todos los pueblos, razas y


lenguas. Creemos que nos estamos aproximando al final de la época y que Dios quiere que
Su Palabra se difunda, para que todos puedan escucharla. Sin embargo, recordemos que
la mayor renovación hacia Dios se encuentra aun en el futuro, y la historia de la ciudad de
Nínive fue simplemente como un breve bosquejo, como una señal anticipada de esa
renovación futura.

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Jonás 3: 1-4 La palabra del Señor vino a Jonás por segunda vez, y le dijo: «Levántate y
ve a la gran ciudad de Nínive, y proclama allí el mensaje que yo te daré.» Jonás se
levantó y, conforme a la palabra del Señor, fue a Nínive. Y era Nínive una ciudad grande
en extremo, de tres días de camino. 4 Jonás comenzó a recorrer la ciudad, camino de un
día, y en su predicación decía: «¡Dentro de cuarenta días Nínive será destruida!»

El caso fue que a Jonás le llevó un tiempo considerable cubrir esa zona urbana. Tengamos
en cuenta que no disponía de los medios modernos para hacer oír su voz, como por
ejemplo micrófonos, altavoces, o un megáfono y, de todas formas, el profeta se esforzó
para que su voz y su mensaje pudieran ser escuchados por esa gran multitud.
Seguramente se detuvo ante toda aglomeración de gente, o en cada esquina para
proclamar su mensaje. O sea, que su avance tenía que ser necesariamente lento,
considerando las numerosas ocasiones en que tuvo que detenerse, y la posibilidad que
haya sido interpelado para pedirle explicaciones sobre tan extraño mensaje. Todas estas
circunstancias debieron influir para que su avance al cruzar esa enorme área urbana fuera
particularmente lento.

Ahora, alguien quizá podría preguntar: ¿Cómo hizo él para reunir a una multitud? Este
siempre ha sido un problema para el predicador que sale a la calle a proclamar su
mensaje. Es natural que éste desee reunir a la mayor cantidad posible de gente. ¿Cómo lo
habrá logrado Jonás, sin disponer de medios como los que hoy tenemos para promover
publicidad, como por ejemplo, música, el apoyo de personajes populares o de
instituciones sociales, etc. En realidad, Jonás no disponía de medios para atraer a una
multitud ni para entretenerla, así que lo que atrajo a las masas fue el contenido
impactante de su mensaje. Ese fue el motivo por el cual causó un impacto en a aquella
sociedad.

El profeta usó un método bastante diferente a los que están disponibles en la actualidad.
Su método consistió en presentarse como un hombre que provenía de los muertos y la
presentación de este hecho debió resultar espectacular. Un hombre que había estado tres
días y tres noches dentro de un pez no podía, simplemente, tener un aspecto normal,
como el que tenía antes de pasar por esa experiencia. Una persona que ha tenido un
encuentro con Jesús, que ha cambiado, que es luz y sal de la tierra, que ha abandonado su
pecado, tiene que ser una persona que debe hacerse notar.

Cuando él se detenía en una esquina y hablaba en voz alta y le preguntaban dónde había
estado, él seguramente habrá respondido: "Yo soy un hombre que viene de entre los
muertos; un pez me tragó, porque Dios me había enviado a Nínive, pero yo traté de huir a
Tarsis". Ante semejante testimonio y apariencia del profeta, la gente no ridiculizó a Jonás,
sino que lo escuchó.

¿Quién hubiera esperado que a él, en la malvada ciudad de Nínive, le hubieran escuchado
predicar la Palabra de Dios? ¿A un hombre que afirmara haber regresado de los muertos?
Por cierto, su mensaje es el mismo que proclamamos en la actualidad. Tenemos un

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mensaje acerca de un hombre que regresó de los muertos. El apóstol Pablo escribió en su
carta a los Romanos, capítulo 4, versículos 24 y 25, creemos en aquel que levantó de los
muertos a Jesús, Señor nuestro, 25el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y
resucitado para nuestra justificación.

E. Destino final: el corazón de Dios.


En el capítulo 1, Jonás salió de Israel. Evidentemente él había salido de la ciudad donde
vivía, que podía haber sido Samaria o Gath-hepher. Él partió desde ese lugar. Su destino
era Nínive. Ahora, en realidad, su destino de llegado terminó siendo un pez.
En el capítulo 2, vemos que él salió del pez. Su destino aun era Nínive. Pero él llegó a tierra
firme.
En el capítulo 3, vemos que él salió de tierra firme; su destino seguía siendo Nínive y,
efectivamente, él llegó a esa ciudad. Se demoró en su viaje y las circunstancias
accidentadas del mismo ocuparon el relato de 3 capítulos, teniendo que realizar el viaje
dentro de un pez; pero el hecho es que llegó al destino de su travesía.
Ahora, en el capítulo 4 veremos que él partió de Nínive. Su destino fue una calabaza, o un
lugar fuera de la ciudad de Nínive. Pero el destino verdadero de su viaje fue realmente el
corazón de Dios, que es un destino extraordinario y al cual cualquier persona puede llegar.

Y con esto llegamos al final; al último capítulo del libro de Jonás. Solo diremos que el
cuarto capítulo de este libro es como un apéndice a la obra del profeta. Al leer en el relato
el desenlace que hemos presenciado, casi podríamos decir que el libro bien podía
terminar aquí. Aparentemente, el profeta había cumplido su misión y ante semejantes
resultados a su mensaje de advertencia, con la conversión masiva de toda una ciudad,
incluyendo tanto a sus máximas autoridades - como el rey-como a sus habitantes de
condición más humilde, debía sentirse muy satisfecho.

Veremos que el problema ya no se debía a los habitantes de la ciudad de Nínive. El


problema que surgió después, fue el del mismo Jonás. Por sus reacciones veremos que el
profeta era una persona problemática. Resulta paradójico, a estas alturas, concluir que en
todo este largo proceso que comenzó cuando Dios llamó a Jonás para que se dirigiera
hacia Nínive, Dios tuvo más dificultades con un profeta reincidente llamado Jonás, que las
que enfrentó con la totalidad de una ciudad habitada por pecadores paganos, crueles y
brutales.
Mirando a la situación del profeta desde nuestra perspectiva actual, diremos que cada
uno de nosotros, o cualquier otro predicador o maestro, habría sentido su corazón
rebosante de gratitud hacia Dios y querríamos contarle a todo el mundo la forma en que
Dios nos había utilizado, para poner en marcha una reforma y renovación sin precedentes
en la historia. Pero claro, hay que reconocer que nuestra posición de observación es
relativamente cómoda y bajo circunstancias totalmente opuestas. Si hubiéramos estado
en lugar de Jonás, es decir, si hubiéramos tenido los antecedentes raciales y prejuicios del
profeta y sus conocimientos sobre la forma de actuar del pueblo y ejército de Asiria, si
hubiéramos pasado por la traumática experiencia de estar en el estómago de un gran pez
durante tres días y tres noches, entonces, posiblemente hubiéramos tenido los mismos

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sentimientos de perplejidad que él tuvo. Sin embargo, creemos que en su reacción llegó
demasiado lejos. Tenemos que concluir que su personalidad compleja constituye para
nosotros el gran problema que con tanta exactitud presentó este libro. Porque al ver su
trayectoria de forma global, vemos que desde el mismo principio fue llamado por Dios
para dirigirse en una dirección, y tomó la ruta más diferente que pudo encontrar. Pero,
por otra parte, no podemos entender su actitud a menos que miremos a nuestro propio
corazón, y siendo sinceros con nosotros mismos reconozcamos que a veces nos hemos
dirigido en la dirección equivocada, tomando un rumbo que se oponía claramente a la
voluntad, a los planes y a los propósitos de Dios. Y al hacerlo, hemos tenido que sufrir las
consecuencias de nuestra insensibilidad a la Palabra de Dios y a la guía del Espíritu Santo.

F. El disgusto de Jonás
"Pero Jonás se disgustó en extremo, y se enojó."
Aquí vemos que no fue simplemente una reacción de desagrado; la nueva situación le
disgustó muchísimo y se quedó muy enfadado. Ahora, ¿por qué se enfadó este hombre?
Se disgustó porque la ciudad de Nínive se había vuelto a Dios y a él le desagradó
profundamente esa actitud. Dice el versículo 2: "Así que oró al Señor y le dijo: ¡Ah,
Señor!, ¿no es esto lo que yo decía cuando aún estaba en mi tierra? Por eso me apresuré
a huir a Tarsis, porque yo sabía que tú eres un Dios clemente y piadoso, tardo en
enojarte y de gran misericordia, que te arrepientes del mal."

La frase comienza diciendo que Jonás oró al Señor. La última vez que Jonás había orado
fue cuando se encontraba dentro del pez. En esta ocasión estaba fuera de la ciudad de
Nínive, y en realidad, se sentía miserable.
A algunos les habrá parecido una afirmación inexacta cuando en nuestra introducción a
este libro dijimos que Jonás tenía odio y amargura en su corazón hacia los habitantes de
Nínive, que él probablemente estaba justificado para adoptar esa actitud, y que esa fue
una de las razones por las que no quería ir a Nínive. Pero sin embargo, en este momento
del relato le escuchamos decir, aquí en el versículo 2 que hemos leído y ahora en el
lenguaje de otra versión: "¡Oh Señor! ¿No era esto lo que yo decía cuando todavía estaba
en mi tierra? Por eso me anticipé a huir a Tarsis, pues bien sabía que tu eres un Dios
bondadoso y compasivo, lento para la ira y lleno de amor, que cambias de parecer y no
destruyes."

Y así fue que Jonás estaba controlado por el enfado y la amargura. Escuchémosle leyendo
el versículo 3: "Ahora, pues, Señor, te ruego que me quites la vida, porque mejor me es la
muerte que la vida."

Dos de los grandes profetas de la Biblia dijeron lo mismo, es decir, que ellos desearon que
Dios les arrebatara la vida. En otras palabras, en realidad estaban al borde del suicidio.
Cuando el profeta Elías huyó de Jezabel, allí vemos a otro hombre que estaba huyendo, y
realmente esta actitud no era propia de su carácter.

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Llegamos ahora al versículo 4, que inicia un nuevo párrafo titulado

G. El trato compasivo de Dios con Jonás.


Dios hace 3 preguntas importantes:

1 . Pregunta de la perspectiva.
Jonás se enoja porque al ver la ciudad de Nínive vio su salvación. La perspectiva de Jonás
no era la misma que la de Dios.
Cuando Jesús vio a Jerusalén como ovejas sin pastor tuvo compasión.

2 . Pregunta de la Prioridad.
Jonás esta actuando como el hermano mayor del hijo Prodigo.
Jonás 4:6 Esta es la primera vez que Jonás esta contento por algo. Pero el verso 7 hay un
cambio en la historia.
Dios preparó algo mas: No solo un pez, una calabacera, un gusano, sino que preparó un
viento.
¿Tanto te enojas por la calabacera?
Esta pregunta es sobre la prioridad. Aquí deja expuesta la prioridad de Jonás que no era la
debida.
Pregúntese: ¿Qué cosas le emocionan y que cosas le enojan?
Jonás estaba enojado por la conversión de los pecadores y estaba feliz por la calabacera.
Esto revela mucho de la condición de las personas.

Ahora, le hago la pregunta a usted. ¿Nos parece que somos diferentes a Jonás? Yo le hago
entonces la pregunta de otra manera. ¿Cuánto tiempo le dedica a un hobbie, a las redes
sociales, ha hacer aquellas cosas que le causan alegría en comparación con el tiempo que
le dedica a la predicación del evangelio?
¿Qué cosas nos importan? ¿Cuáles son nuestras verdaderas prioridades?
Caso del aborto. ¿Cuántas personas votan por un candidato que apoya el aborto, por
razones de que puede mejorar su situación económica? Esto es una cuestión de
perspectiva y prioridad.

Jonás estaba mas preocupado por su bienestar que por la vida de los ninivitas, igual que la
mentalidad postmoderna que reina en la actualidad.

Veamos ahora versículos 10 y 11. Y dijo Jehová: Tuviste tú lástima de la calabacera, en la


cual no trabajaste, ni tú la hiciste crecer; que en espacio de una noche nació, y en
espacio de otra noche pereció. ¿Y no tendré yo piedad de Nínive, aquella gran ciudad
donde hay más de ciento veinte mil personas que no saben discernir entre su mano
derecha y su mano izquierda, y muchos animales?

3 . Pregunta de la pasión.
 La primer pregunta tenia que ver con una perspectiva desenfocada de Jonás.

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 La segunda pregunta tenia que ver por una prioridad equivocada de Jonás.
 La tercera pregunta tiene que ver con la pasión equivocad de Jonás.

Dicho de otra manera, ¿No me compadeceré yo de Nínive? ¿No haría algo por ellos, esta
diciendo Dios? Jonás tenia que aprender la diferencia entre lo que PERECE y lo que
PERMANECE. Realmente todo este planeta va perecer excepto la gloria de Dios y las
personas. Vemos en el verso 11 que Dios hace mención de mas de 120 mil personas que
no saben hacer la diferencia entre la manos izquierda y la mano derecha. Algunos eruditos
hacen referencia a que esto se trata de niños, menores que aún no pueden distinguir la
izquierda de la derecha, es probable. Quizá Dios este diciendo que de no haber predicado
su mensaje posiblemente se perecieran más de 120 mil niños. También se puede referir a
personas que estaban tan confundidas y perdidas en su idolatría que no podían
diferenciar entre lo bueno y lo malo, entre la izquierda y la derecha, así como andan
muchos perdidos hoy en el mundo, en drogas, maras, narcotráfico, homosexualismo, etc.
Dios le esta diciendo a Jonás, estas personas están vagando sin guías morales haciendo lo
que les parece que tiene sentido, pero no hay quién los guíe. Jonás, ¿No tendremos
compasión de los perdidos? ¿No tendré compasión de toda esta gente esta diciendo Dios?

La respuesta de Jonás pareciera quedar inconclusa, quizá como esas películas en las cuales
el final es abierto y nos deja a la imaginación varias opciones o finales alternativos. Quizá
algunos puedan pensar que Jonás no se arrepintió nunca de su actitud y que nunca
aprendió a amar a estas personas que en algún momento causaron daño a su nación y por
ende a su familia. Pero la respuesta a esta incógnita es el libro mismo de Jonás, ya que el
mismo lo escribió, creemos que es razonable decir que, después de esta experiencia,
Jonás dejó a la calabaza muerta y fue a reunirse con aquellos seres humanos que estaban
caminando por las calles de Nínive, y también creemos que se alegró con ellos porque
hubieran experimentado un conocimiento salvador de Dios.

Hay una zona de Mosul en Iraq se le conoce como la colina de Mosul, donde hay creyentes
aun siendo una región islámica.

Conclusión.
Mateo 12:41: Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación, y la
condenarán; porque ellos se arrepintieron a la predicación de Jonás, y he aquí más que
Jonás en este lugar.

Jesús es mayor que Jonás. Los ninivitas se arrepintieron con la predicación de Jonás pero
Jerusalén no se arrepentiría con la predicación de Jesús que era mucho más que Jonás.

¿Como es que Jesús era mayor que Jonás?


Ambos eran judíos y ambos eran profetas.

Jonás Jesús

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3 días y 3 noches en el vientre del pez 3 días y 3 noches en el corazón de la tierra
(Mateo 12:40)
Era Hombre Era el Dios Hombre.
Predicó el mensaje de juicio Predicó el mensaje de arrepentimiento y
salvación (Juan 3)
Jonás casi muere por sus pecados Murió voluntariamente por los pecados de
toda la humanidad siendo inocente (1 juan
2)
Su ministerio fue en una ciudad Su mensaje dará vuelta al mundo (Apoc
19)
No obedeció de corazón Siempre hizo lo que le agradaba al padre
(Juan 8)
No amaba a las personas a las que fie a Tubo compasión por los perdidos y vino a
rescatar buscarlos y a salvarlos (Lucas 19)
Espero fuera de la ciudad deseando que Fue crucificado fuera de la ciudad orando
Dios no perdonara a nadie. al padre para que perdonara a aquellos
que lo odiaban (Lucas 23)

Dios nos hace este día estas 3 preguntas que le hizo a Jonás. Preguntas que cuestionan
nuestras perspectivas, nuestras prioridades y nuestra pasión.

¿Qué vemos? ¿Qué es primero? ¿Qué amamos?

¡qué mensaje tenemos aquí! ¿Por qué no se implica usted en la difusión de la Palabra y el
mensaje de Dios? No espere a que un gran sentimiento inunde su alma. Hay muchas
personas que esperan ser impulsadas por factores emocionales. Así que, le animamos a
entregar a las personas la Palabra de Dios, porque Dios las ama. Y si así lo hace, le
garantizamos que usted aprenderá también a amarlas.

Quieras o no, tu vida incide en quienes te rodean. No podemos pensar que podemos
hacer lo que queramos, y la vida seguirá normal… los marineros sufrieron la desobediencia
de Jonás, debemos pensar en nuestra familia, en nuestro cónyuge, en nuestros hijos, en el
resto de la familia, y tener presente que somos el cuerpo de Cristo, todo esto debe
concientizarnos e inspirarnos a seguir la voluntad del Señor.

Todos nacemos por un diseño divino. Jonás era un profeta de Dios, nació para cumplir con
ése propósito y Dios se glorificaba en él, (ver por ej: 2 Rey. 14:25). Dios envió a Jonás a
Nínive, para salvar a éste pueblo del juicio que vendría sobre ellos por su maldad. La
iglesia (cual Jonás) no puede dormirse en un lado del barco mientras el mundo es
zarandeado en un mar de maldad y pecado… Hoy, debemos vernos como profetas de
Dios, comisionados para llevar un mensaje, el mensaje de vida eterna, el mensaje de
perdón por la fe en Jesús.

17
Démosle a Dios la respuesta adecuada. Obedezcámosle igual que la tormenta, que el pez,
que la calabaza, que el gusano, que el viento, y que los ninivitas. Respondamos al
mandato de Dios, heme aquí, moldéame, utilízame, envíame. No quiero ser el hijo prodigo
y tampoco quiero ser como su hermano.

El héroe de esta historia no es Jonás, ni usted ni yo. El héroe es el Dios misericordioso,


compasivo y lleno de gracia, a el sea la gloria por los siglos de los siglos, amén.

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