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Educación en Grecia

1. Cronología:

Hacia el 2700 a.C. se desarrolló en la isla de Creta una rica y floreciente cultura comercial
perteneciente a la Edad del Bronce. Esta cultura recibe el nombre de minoica o cretense. En
torno al año 1600 a.C., los aqueos, un pueblo de habla griega y de origen indoeuropeo,
irrumpieron en el territorio de la Grecia continental, estableciéndose en el extremo noreste de
la península del Peloponeso. Este pueblo llegó a dominar a los cretenses. Su ciudad más
importante fue Micenas. Hacia el año 1200 a.C., otro pueblo de origen griego, los dorios, que
utilizaban armas de hierro, se apoderaron de Grecia derrotando a los micénicos. La guerra de
Troya, descrita por Homero en la Ilíada, fue, probablemente, uno de los conflictos bélicos que
tuvieron relación con esta invasión. Esparta y Corinto se transformaron en las principales
ciudades dóricas. Con los dorios empezó un período de retroceso cultural que se conoce con el
nombre de Edad oscura.
2. Ubicación geográfica:

Se encuentra ubicada en la Península Balcánica, regada al Este por el mar Egeo, al Sur
por el Mediterráneo y al Oeste por el Mar Jónico. Colinda al Norte con Turquía, Bulgaria,
Serbia y Montenegro y Albania. Se distinguen tres regiones: Grecia Continental, sector
muy montañoso cortado por algunas planicies, como la de Tesalia; Grecia Peninsular,
formada por el Peloponeso, el cual se une al Continente por el Istmo de Corinto; la gran
Isla Montañosa de Creta, el Mediterráneo, y Grecia Insular, que representa una cuarta
parte del territorio: el mar Jónico, las islas del mismo nombre, las de Tasos, Lemnos,
Samotracia, Eubea, Cícladas, Mitilene, Quío, Samos, Rodas y las Espóradas
Septentrionales y Meridionales en el mar Egeo.

Educación de Grecia:

I. PERIODOS ARCAICO:

La Ilíada y la odisea recogen un pasado histórico, en ellos la tradición


legendaria brinda la capacidad creadora del poeta, con madura experiencia del
mundo griego primitivo.
En un principio la educación es única de los nobles, en tanto la masa popular,
con la aristocracia caballeresca mantiene una relación que permite a los
jóvenes aristócratas recibir una formación, aptos para la guerra y conducir a
los demás.

1.1 El ideal de la perfección en la educación arcaica:

La pedagogía arcaica busca la realización de un determinado ideal de


perfección humana, al que podrá elevarse con una formación integral, con
gran salud en el cuerpo y nobleza del alma.
Lo señalado en la educación de os poemas homéricos, un ejemplarísimo
divino-heroico, en ellos aparecen como superhombres donde se trata de
sobresalir, ser superior a todos, es la mayor aspiración del caballero.
La sociedad aristocrática no espera nada de la vida de ultratumba, se
explica así que los nobles les anime un insaciable desea de vivir y que la
existencia sea para ellos la fuente de alegría rebosante. “nada hay para mí
que valga tanto como la vida, ni las riquezas.”
El noble en la lucha incesante por la consecución de tan añorado y elevado
ideal, y eso se aprueba su virtud. La muerte es deseada y valorada cuando
en ella se consuma el destino del héroe. Es cuando el arete alcanza su
máximo sentido.
El concepto de areté se toma en los poemas homéricos como un valor
heroico que supone fuerza y destreza en la actividad y nobleza de un
espíritu, presto al heroísmo.
Los poemas homéricos son verdaderos documentos del sistema de
educación heleno arcaica.
Homero nos da la imagen del ideal formativo, que le viene impuesto por
la ética, su capacidad educadora brota esa vena abundante de tradición
pedagógica clásica. Su actividad como pedagogo del héroe permite formar
una idea acabada de lo que fue la educación caballeresca.
Ideal de la educación arcaica: el valor heroico, realizar el ideal de aquellas
vidas de superhombre que triunfaron en su lucha por encarnar las más
auténtica areté.

1.2 Formación en la educación caballeresca:

La educación que homero propone para sus héroes, busca formar hábiles
guerreros de las armas, reclama para ellos una formación estética, con el
robustecimiento corporal.
La educación caballeresca mediante una técnica adecuada que adiestra
desde la infancia en los deportes atléticos, juegos, luchas y ejercicios
gimnásticos. El lanzamiento del disco, la jabalina, el boxeo, el torneo sirven
para medir y poner a prueba la fuerza y agilidad de los jóvenes nobles.
Se desarrolla la formación ética del que ha de ser no solo bello de cuerpo,
sino bueno de espíritu, donde no solo el ejercicio de educación física ha
permanecido en la educación helena, sino también se forma el futuro
caballero en la música y la poesía popular. Así, la vida del perfecto
caballero supone en todo momento ese refinamiento a los héroes en los
juegos, en los deportes, en el combate.
1.3 La educación femenina:

La mujer es la madre y la maestra en el hogar, la salvaguardia de la moral


y ejerce un influjo espiritual.
Su educación atiende a la pureza de costumbres y al adiestramiento en el
gobierno de la casa. También en la música y el canto juegan un papel
primordial, pero su más preciada virtud es la hermosura.
La mujer homérica tiene también un ideal de perfección, que se consuma
cuando logra hacerse centro del hogar y crear en torno a un ambiente de
intimidad, a la vez que de señoría.
La mujer debe poseer un carácter energético y cauto y cauto que su pureza
de costumbres que se adorne con la intrepidez y la magnanimidad.

II. PERIODO CLASICO

Hacia el clasicismo griego, las ciudades griegas del Asia menor se forman por
las necesidades de las estirpes helénicas que allí emigran. La tendencia a la
autonomía, en su triple aspecto: externa, la libertad de movimiento frente a
otras ciudades; interna, derecho a regirse por sus propias leyes; económicas,
vivir de sus recursos. Da lugar a al nacimiento de las polis metropolitanas.
Surge la poli al estado-comunidad sobre las bases de una vigorosa organización
política que regula y armoniza la vida individual y colectiva de los ciudadanos.
Por ello, la educación del hombre, reviste un carácter político, que armonizan
el sentir con la patria.
El estado encarna el concepto de razón y los gobernantes tienen la obligación
de velar por el mantenimiento con un orden racional.
La esmerada formación de los ciudadanos, ya no es únicamente física e
intelectual sino moral y política. La educación se proyecta en la actividad del
legislador como el más importante deber. En esta época la principal virtud es
el ilimitado amor a la patria.

III. ESPARTA

Después de la victoria espartana en la guerra del Peloponeso se despertó en


Atenas el interés hacia el pueblo vencedor, para buscar la superación del
individualismo y otros vicios de sus ciudadanos.
Plutón es un entusiasta de la educación espartana, concebida bajo los moldes
de la disciplina rigurosa y la obediencia ciega de las leyes, su pensamiento de
política pedagógica en Esparta.
Esparta representa la educación del individuo por el estado, para el estado,
donde todos son posesión de la patria.
La prosperidad del estado es la finalidad primordial de todo espartano y la
educación no puede perseguir otro objetivo. Por eso su paidea estructura la
vida de los ciudadanos y les capacita dentro de un plano uniforme, para el
desempeño de los servicios que requiere la defensa de la patria.
3.1 La educación basada en la vida militar:

El estado para garantizar su seguridad, se propone conservar el espíritu


guerrero que animaba al pueblo en los antiguos tiempos y orienta la
educación desde un punto de vista enteramente militar.
Para mantener el poder del estado era necesario formar una comunidad
de guerreros vigorosos, diestros, disciplinados para defender la patria.
Los espartanos se llaman entre ellos los iguales para indicar que todos
tenían los mismos derechos, recibían una educación uniforme y debían
llevar la misma vida, según e pensamiento de Aristóteles; donde las bases
de todo estado son la igualdad de fortuna y de educación. Así como, el
estado solo tiene un fin, la educación debe ser idéntica.
Entonces comienza su educación pública obligatoria en escuelas del
estado, con pabellones especiales para niños y niñas.
Esta educación bajo férrea disciplina de cuartel, dura para los muchachos
de los 7 a 30 años. De 7 a 11 años se les considera niños y pasan por cuatro
grados de infancia. De 11 a 15 años, se inicia ya el futuro iren.
De 20 a 35 años prosiguen su entrenamiento militar hasta formar
verdaderos guerreros de profesión. A los 30 años entran en pleno posesión
de los derechos civiles, comienzan a tomar parte en la asamblea popular,
ya pueden constituir una familia. Esta obligación permanece mientras dura
de servicio militar y hasta ordenada a intensificar la formación social y
guerrero por la enseñanza y el ejemplo. Allí los jóvenes se familiarizan con
las virtudes de sus mayores, que ellos deberán observar más adelante y a
la vista la sobriedad y reserva de las personas maduras, aprenden la
frugalidad y la templanza.
Toda la educación estaba dirigida a endurecer el cuerpo y templar la
voluntad. Se practicaban el ascetismo hasta el extremo. Para habituarse a
soportar iban descalzos en invierno y en verano; y el cuerpo cubierto con
un manto ligero, dormían sobre un lecho de juncos, sufrían rigurosas
abstinencias, pues el alimento era escaso y mal condimentado.
Aprendían de cinco ejercicios fundamentales: pugilato, carrera, salto,
lanzamiento del disco y el de la jabalina. También se daba mucha
importancia al adiestramiento en la caza. En el afán de endurecer el cuerpo
subsistieron pruebas primitivas muy crueles.
Refiere la historia en que algunas ocasiones el heroísmo llego al extremo
que algunos morían en el tormento sin exhalar la menor queja, una
verdadera educación es una auténtica escuela de obediencias. Sus virtudes
eran la modestia y el respeto a los ancianos.
3.2 Cultivo artístico e intelectual:

Esparta constituía el más importante foco música de Grecia, nacen allí las
dos primeras escuelas de este género.
La floración artística de los espartanos en los primeros tiempos se
desarrolla en torno a las grandes fiestas religiosas.
La enseñanza se reduce únicamente a leer, escribir, entonar los himnos
marciales y aprender de memoria dichos versos.

3.3 Educación femenina

Las mujeres reciben una formación muy semejante a la de los varones,


ellas interpretaban en las fiestas religiosas las canciones en la lira. Su
educación se enfocó directamente al servicio del estado. La mujer se forma
en un desplazado desprecio a la familia y se despoja de sus peculiares
características, la ternura y la delicadeza.

IV. ATENAS

Nace en Atenas un tipo de polis distinto del espartano, más flexible, de matices
más variados, de ingente contenido espiritual. La intensa vida espiritual de
Atenas clásica se revela en la perfección de sus diversas manifestaciones.
En el terreno del arte surge toda una floración de templos, teatros, esculturas,
pinturas en los que el sentido de la proporción, con la armonía y el equilibrio.
La figura humana se trata de acuerdo con el ideal ático del hombre bien
formado, la realización artística de la belleza física.

4.1 Creación poética, como base de la conducta:

La poesía se libera progresivamente del mito, y se halla una rica fuente de


inspiración de la mismidad del hombre. No olvida la relación del individuo
con la sociedad y con la naturaleza, que se orienta hacia el
aprovechamiento practico. Todas las producciones de este género están
impregnadas de un espíritu religioso y moral que revela una fuerza
educadora sorprendente.
El poeta es el encargado de dirigir las almas, a él le corresponde asentar
los fundamentos de la moral y esclarecer sus problemas. Por eso, la paidea
ateniense busca guiar la conducta.
De esta manera, los poetas se constituyen en verdaderos educadores de
la conciencia moral de la juventud. Enseñan a los hombres a vivir bien. Les
suministran el conocimiento más acabado de la divinidad, su manera de
relacionarse con los seres humanos y de intervenir en sus asuntos y les
doctrinan sobre el modo de ganarse a los dioses.

Solón, destacado representante de la comedia, funda el bienestar de la


comunidad en el mantenimiento de la idea de derechos y acentúa la fuerza
educadora de la ley.
Teognis, en sus elegías, crea ya la solución al problema de la lucha de clases
y sus males consiguientes en el dominio de la nobleza, y crea todo un ético
del auténtico caballero. Prepara así, el camino hacia una educación
unilateral que se propone, como la paidea espartana, que es la
conservación de una casta.

Píndaro, brinda a los suyos el ideal de la nobleza heroica, en sus cuatro


obras de Epinicios, donde celebra la Virtus agonal con un profundo sentido
religioso y educador. Evoca como modelos a los héroes de las epopeyas
homéricas y descubre en la figura del educador, que le hace plantearse de
nuevo el problema planteado por Homero, si la areté puede o no
adquirirse por medio de la educación.

Con los poetas trágicos y cósmicos del siglo V el espíritu ateniense alcanza
su forma clásica.

4.2 La prosa ateniense:

La prosa ática avanza con paso seguro pronto al raciocinio. En ella se


encontrará su más adecuado elemento de ilustración griega, de mayor
significado en la historia del pensamiento griego: la aparición de la filosofía
como fuente de todo saber científico.

Heródoto no tarde en desprenderse del mito para adoptar una postura de


critica objetiva.

Tucídides, es el historiador realista que ha madurado su pensamiento en


la política de Atenas. Su historia abandona la dirección universal de
Heródoto para profundizar en los hechos del estado. Su agudeza
psicológica le lleva al enjuiciamiento de ricas personalidades gobernantes
que le sirven para exponer su pensamiento político-histórico y formar la
conciencia del autentico ciudadano.

Isócrates desde la retórica se hace político y educador. Al mismo tiempo


que en su escuela de retórica imparte la nueva técnica de elocuencia,
forma a sus discípulos en los problemas humanos, especialmente en
aquellos que hacen relación al bienestar de las polis.

La filosofía ática asiste al triunfo de la razón ateniense, el pensamiento


especulativo descubre en su ejercicio las formas más puras del
conocimiento humano. Al recorrer el siglo la filosofía que se había iniciado
en las ciudades costeras jónicas, que se preocupaban por el origen y
esencia de los cosmos comienza a preocuparse por el hombre y los
problemas humanos. Es entonces cuando el estado, en la vida social y la
educación, ocupa el pensamiento de los grandes filósofos, y dentro del
campo político y en íntima relación con la ética estructuran
cuidadosamente sus teorías pedagógicas.
4.3 El ideal “kalokagathia”

La antigua educación ateniense, que conserva el carácter aristocrático de


la época arcaica, sobre todo la capacitación deportiva y la formación ética
del ciudadano, quiere hacer al hombre bello y bueno. Por eso, la educación
física ocupa un papel primordial en la formación ateniense.
Ya a partir de 632 aparecen en los festejos panhelénicos los certámenes
infantiles. En los juegos olímpicos, el segundo día estaba reservado a los
concursos de niños. En Atenas los niños recibían esta educación desde muy
antiguo, en una escuela de gimnasia donde solo podían asistir los
escolares.

Para llegar a la kalokagathia no basta ser bello de cuerpo y bueno


moralmente de espíritu; es necesario, desarrollar la inteligencia y llegar a
la sabiduría. Esta nueva orientación de la paidea impulsa la divulgación de
la cultura y prepara la aparición de la escuela, que no tarda en
establecerse.

En la época helenística la paidea griega busca la actualización de todas las


virtualidades del espíritu humano, la formación de la más perfecta
personalidad, el hombre en su plenitud. La figura del héroe había sido
reemplazada por la del sabio y la culturase presentaba como el único
camino para llegar a la inmortalidad.

4.4 La familia ateniense:

La familia cobra en Atenas una profunda significación que se deja sentir en


la paidea. El estado respeta el derecho de los padres a la educación de los
hijos, y a ellos confía su formación. Cualquiera que sea la clase social a que
pertenezcan, están obligados por las leyes a procurarles la educación
musical y gimnasta. Las desigualdades económicas de los ciudadanos libres
no eran muy acusadas en el estado ateniense, pero se daban de hecho y
se dejaban sentir en el grado de instrucción que recibían los niños.
Los pobres deben ejercitarse en la agricultura o en una industria; el hijo de
un artesano no rebasaba los conocimientos elementales. Solo los
atenienses de las clases acomodadas, desocupados de trabajos serviles,
disponían de tiempo y recursos para dedicarse a una educación completa
del cuerpo y espíritu. El niño permanece en el seno de la familia hasta los
siete años, confiado a los ciudadanos de la madre y la nodriza.

En Atenas el nacimiento de los varones era motivo de gran gozo, y como


medio de darlo a conocer se colocaba sobre la puerta una corona de olivo.
Al recién nacido, cualquiera que sea el sexo, se le bañaba en una mezcla
de agua y aceite. La nodriza tomaba al niño en sus brazos daba una vuelta
en torno del hogar, así quedaba colocado bajo la protección de los dioses
domésticos. A los diez días de nacido se ofrecía un sacrificio y la familia y
amigos se reunían para la comida tradicional. Entonces recia su nombre y
si era varón llevaba el nombre de su abuelo.
El niño ateniense crece en el hogar junto a su madre, ella se encarga de
alimentarle y le preocupa los cuidados necesarios de acuerdo al común
sentir de los filósofos. Donde en los primeros siete años el niño está
consagrado al juego a la nutrición y el desarrollo físico.

A los siete años se separa al niño de la nodriza para confiarlo en un


pedagogo, que será el encargado de vigilar sus costumbres y de conducirle
a la palestra.

4.5 La escuela ateniense:

La enseñanza era de carácter privado, tanto en


el campo de la gimnasia como en la música. Las
clases se desarrollaban en edificios cubiertos y
en ocasiones el maestro enseñaba al aire libre.
El mobiliario aparece en la pintura de los vasos, comprendía dos tipos de
sillas.
Los instrumentos de enseñanza más comunes que nos ofrecen estas
pinturas, son la lira y la flauta para el canto, tabillas y esquiletes para la
escritura, y el pergamino, arrollados en ambos extremos, para la lectura.
Al maestro le representan con larga barba y aspecto grave, el cabello
ceñido por una cinta y amplio manto. El discípulo imberbe, lleva un manto
semejante al maestro y el peinado sostenido también por una diadema.
La educación integral en el siglo V comprende de tres partes
fundamentales: las letras, la música y la gimnasia. Antes de la revolución
intelectual de los sofistas la música comprendía: lectura, escritura, calculo,
recitado de los poemas, canto y manejo de la flauta y lira. Después la
enseñanza musical propiamente dicha se separó de la literaria.

4.6 Enseñanza del gramático:

El maestro encargado de enseñar a leer, escribir y contar, enfrenta al niño con


la lectura, sigue con rigor con el método alfabético. Comienza hacerle
memorizar los nombres de las veinticuatro letras que lo conforman. Un
alfabeto en cuatro versos hexámetros; se enseñaba después de agrupar las
letras para formar una serie de silabas, cuando domina estos estos elementos
se introduce el estudio de la palabra.
La lectura expresiva suponía un grado más en esta enseñanza, la escritura
comienza por el trazado de cada una de las letras, sin ningún entrenamiento
previo. Para esta enseñanza se utilizaban unas tablillas de madera recubiertas
de cera, en ellas se escribía con un punzón, y una esponja servía para borrar.

Cuando el alumno dominaba la escritura, copiaba los textos que el maestro


ponía a su disposición y más tarde tomaba el dictado. Dominada esta primera
etapa de la enseñanza del idioma, el escolar lee poesías escogidas de los
mejores poetas y aprende de memoria aquellas, que por su contenido moral o
por los modelos de la nobleza heroica que presentaban son particularmente
formativos.
V. PEDAGOGÍA DE LOS SOFISTAS

El pensamiento de los sofistas y su aporte a la educación presenta


antecedentes históricos, sociales y culturales de la época y la sociedad en
la cual vivieron. Específicamente en la época histórica Ilustración Helénica.
El surgimiento de nuevos descubrimientos, el desarrollo de la criticidad
social, el teatro, entre otros aspectos marcaron este pensamiento dando,
como menciona la autora del artículo, un giro.
Dos términos importantes dentro del texto son: areté y paideia. Términos
griegos que significan: Areté: “es fundamental para entender la vida cívica,
significa excelencia o superioridad, también virtud en sentido
competitivo”.
“El sofista es, entonces, un profesional de la educación y la cultura, que
ofrece una formación general al ciudadano, para hacerlo mejor en su
conducta privada y pública”.

Aspectos como el legado de la retórica, la formación ciudadana, la


argumentación, entre otros, son heredados por el sofista y su aporte a la
educación. Además, la autora menciona que los sofistas son especiales ya
que son los creadores de la pedagogía. Es uno de los aportes más
relevantes de los sofistas, permitieron que la educación en vez de
reproducirse, se diera de manera consciente.

“En el estudio de la educación, los sofistas merecen un lugar especial. Se


puede afirmar que son los creadores de la pedagogía como práctica o
acción deliberada y consciente”.

El giro antropológico, menciona la autora, en cuanto a la racionalización y


apostar por lo humano, se evidencia la propuesta educativa de los sofistas.
Y esto se debió a los cambios sociales que se presentaban en la época,
desde el poderío o militar hasta lo fenómenos sociales y políticos que se
producían, especialmente los sociopolíticos. Y es acá en donde se
evidencia el areté: “Su éxito se debió en parte a la demanda social de
educación superior para destacar en la política, pues eran grandes
maestros de retórica, indispensable para triunfar en la vida pública. El bien
hablar era una excelencia (areté) que los sofistas supieron enseñar muy
bien”.

Y es que para los sofistas estos elementos eran vital para el buen téchne
politiké, el ser buen ciudadano y el arte de realizar las cosas bien.
El énfasis en la retórica era vital. La retórica era forma de competencia, de
realizar los mejores discursos para convencer sobre sus propuestas y
argumentos.
Los sofistas consideraban que la virtud era importantísima, y es la virtud la
que permitía el desarrollo de una ciudadanía con sentido de justicia y
pudor. La virtud era el sentido de moralidad, la moral hacia mejores
ciudadanos. Y además consideraban que la moral se transmitía entre
maestros-discípulos.
Consideraban que la educación no hacía a una persona buena o mala, sino
mejor, le permitía desarrollarse y acoplarse al entorno.
La enseñanza era virtuosa en la época de la Ilustración helenística, tan
virtuosa que aquellos que cobraban por sus enseñanzas eran criticados
como mercaderes de la educación. Los sofistas fueron criticados por
Aristóteles, por ejemplo: “Y, como para algunos es de más utilidad parecer
que son sabios que serlo y no parecerlo (pues la sofística es una sabiduría
que parece tal pero no lo es, y el sofista es uno que lucra por medio de una
sabiduría parece tal pero no lo es), es obvio que necesitan parecer que
hacen trabajo de sabios más que hacerlo y no parecerlo”.

Pero, ¿cuál es el aporte de los sofistas a la educación? hay que


comprender la relación entre la educación y el concepto de paideia. Es
decir, en síntesis, el areté tiene que ver con adquirir la virtud y todo lo que
ella encierra; y el paideia se relaciona con la certeza y evidencia de que los
ideales espirituales y las aptitudes se adquieran. Dentro del artículo se
describe la siguiente relación que ejemplifica lo anterior:

“En tiempo de Sófocles se sitúa el origen de la educación como paideia,


con base en la idea de la “crianza del niño”, dirigiéndose hacia el concepto
de la areté humana, abarcando el conjunto de las exigencias ideales,
corporales y espirituales, en el sentido de una formación espiritual
plenamente consciente. La definición del camino que debía seguir la
educación para llegar a la areté, parte de una idea unitaria de la formación
humana, la cual evoluciona desde la concepción aristocrática hasta el ideal
político del hombre vinculado a un estado de derecho”.

Por lo tanto, para los sofistas la educación se concentraba en evidenciar el


conocimiento que se obtenía, especialmente en la política. La educación
se centraba en formar competentes para la función pública, política y
representación ciudadana. La racionalización de la educación en pos de la
política y el servicio de la poli fue donde se centró la enseñanza de los
sofistas.
La educación más que una teoría, era
vista como una técnica para los
sofistas. La técnica se evidenciaba en
el pensamiento, la forma del lenguaje
y el discurso. Es decir, la retórica fue
la base de la educación entre los
sofistas, aspectos como el discurso, el
debate y la argumentación eran
importantes dentro de la educación
sofista.
VI. SOCRATES, ENSEÑANZA A LA VIRTUD

Sócrates es el filósofo ateniense punto de referencia constante del


pensamiento griego. No escribió nada, considerando que su mensaje debía
comunicarse a través de la oratoria dialéctica. Su objetivo principal fue llevar a
cabo una reforma moral de la polis, poniendo como punto de apoyo el saber.
Es padre del intelectualismo moral.
El punto central de su reflexión es la esencia del hombre, la cual radica en su
alma, entendiendo por tal la razón, concepción que funda el intelectualismo
moral. La tarea del educador será enseñar a los hombres el cuidado del alma
para que ésta alcance la virtud.

Ética: Es imprescindible definir con precisión los conceptos a fín de hacer


posible el acuerdo sobre temas morales y políticos, y es que sólo sabiendo qué
es la justicia, se puede ser justo. Ello le lleva a un nuevo concepto, en el que
identifica la virtud como conocimiento y el vicio como consecuencia de la
ignorancia: el intelectualismo socrático. Nadie peca voluntariamente, sino que
quien hace el mal, lo hace por ignorancia del bien. Al identificar la virtud con
el saber, combate el relativismo sofista.
Postulará los fundamentos tradicionales de la democracia ateniense, la virtud
moral, la igualdad ante la ley e igualdad para expresar las opiniones. En última
instancia, sitúa la virtud como un fin en sí misma, y no como medio para
conseguir un premio exterior. Respecto a la felicidad, afirma que no puede
venir de las cosas externas, sino solo del alma, y ésta es feliz cuando posee un
orden espiritual y una armonía interior; es decir, cuando es virtuosa.
El saber del que habla Sócrates no es un saber teórico sino un saber práctico
acerca de lo mejor y más útil en cada caso. Este saber-virtud puede ser
enseñado y aprendido: no bastan, pues, las disposiciones naturales para ser
bueno y virtuoso.

Su sistema de enseñanza se desarrolla a través del diálogo. Frente a la actitud


soberbia del que todo lo sabe, parte del reconocimiento de la propia
ignorancia, momento de ironía que es el medio de poner de manifiesto la
ignorancia que el hombre se oculta incluso a sí mismo. La fase principal del
método es la mayéutica, arte de hacer preguntas tales, que el otro llegue a
descubrir la verdad en sí mismo. Se apoya en la idea de que el alma sólo puede
conocer la verdad si está preñada de ella, y compara este instrumento con el
arte de la comadrona. "Mi arte mayéutico- dice Sócrates-, tiene las mismas
características generales que el arte de las comadronas. Pero difiere de él en
que hace parir a los hombres y no a las mujeres, y en que vigila las almas, y no
los cuerpos, en su trabajo de parto".

Política: Defiende como la mejor garantía de las virtudes morales la obediencia


a las leyes de la ciudad de la que uno forma parte. Sócrates observó cómo las
virtudes tradicionales de moderación y respeto por las leyes, se debilitaban a
la par que se imponía el comportamiento político individualista y demagógico,
cuyo correlato teórico veía en las doctrinas sofistas. Preocupado por la
decadencia de la polis, su objetivo principal fue recuperar el compromiso del
ciudadano con la polis. Respetar la ley es respetarse a uno mismo. Y dio
ejemplo con su vida: Sócrates acatará la condena, sin querer escapar, por ser
fiel al pacto asumido con las leyes de su ciudad.

Como conclusión de su pensamiento, está la idea de que, partiendo de la


consecución de la virtud a través del conocimiento de uno mismo, se llega
finalmente a la realización de la justicia en la polis.

VII. PENSAMIENTO EDUCATIVO DE ARISTOTELES

Aristóteles, fue un filósofo y científico griego, considerado, junto a Platón


Sócrates, como uno de los pensadores más destacados de la antigua filosofía
griega y posiblemente el más influyente de toda la filosofía occidental. Fue
discípulo de Platón y luego maestro de Alejandro Magno. En el año 335
Aristóteles funda su propia escuela en Atenas, el "Liceo” donde dictaba clases
sobre amplios temas a sus discípulos. A los discípulos de Aristóteles se les llamó
"peripatéticos" porque solían recibir clases alrededor de los jardines y el paseo
que rodeaban al edificio del Liceo. Dos cursos simultáneos y diferentes se
daban en el Liceo: uno en la mañana, para los alumnos más avanzados y otro
por la tarde, para los recién iniciados.

Para Aristóteles el objeto de la vida era la felicidad, es decir, la actividad del


espíritu que se auxilia de los medios interiores y exteriores para conseguir la
satisfacción deseada. La cultura del espíritu suministra los medios interiores, y
las relaciones sociales de un pueblo bien organizado constituyen los medios
exteriores. Aristóteles dice que solo los hombres verdaderamente libres y
perfectos pueden alcanzar este objeto, pero también reconoce que como
nadie nace libre y perfecto, el hombre debe suplir con la educación lo que le
falta; ya que la educación puede transformar a los hombres imperfectos en
ciudadanos cumplidos. Aristóteles menciona que los ciudadanos pertenecen al
estado, pero considera que uno de los deberes indiscutibles del legislador es
cuidar y vigilar la educación. Lo cual demuestra que la pedagogía de Aristóteles
forma parte de su política. Considera también que el desarrollo del cuerpo
precede al del alma, así que determina que se ocupe a los niños en ejercicios
gimnásticos de acuerdo al desarrollo de sus fuerzas físicas y que no se le
imponga durante los primeros cinco años ningún trabajo intelectual que exija
grandes demostraciones de conocimiento.

Aristóteles supone que la inteligencia y la razón se desarrollan más tarde que


las demás facultades del alma, fundándose en la pronta manifestación de los
sentimientos y las pasiones en la infancia. Por esta razón divide en dos partes
a la educación: educación moral, la cual tiende a formar hábitos en el discípulo,
y la educación intelectual, que se forma por la instrucción, por lo cual debe
habituarse a los niños desde pequeños realizar continuamente acciones en
beneficio de la educación. Para desarrollar las facultades intelectuales
propone el estudio de la gramática, el de las matemáticas, que habitúa a
operaciones abstractas, el de la retórica que hace referencia al arte de
persuadir o conmover mediante el lenguaje verbal o escrito y el de la dialéctica
la cual Aristóteles nombro como la búsqueda de la base filosófica de la ciencia,
aunque también utiliza este término como sinónimo de ciencia de la lógica. El
estudio de la política lo reserva para la edad adulta. La política desempeña un
papel muy importante en el pensamiento educativo de Aristóteles, pues es en
su obra política ofrece una descripción de los diversos modelos de gobierno
que existieron en el siglo de oro de la Grecia antigua. A pesar de que la
democracia no era de su agrado Aristóteles hizo una clasificación de los
regímenes políticos: monarquía, aristocracia, república y sus correspondientes
formas degeneradas: tiranía, oligarquía, democracia; relativizando el valor de
cada uno. Se preocupó de las relaciones entre educación y sistema de gobierno
en una sociedad integrada por hombres libres. El principal objetivo de la
educación, para Aristóteles, era formar buenos ciudadanos y propiciar la
adaptación de la educación a cada régimen. La educación de los jóvenes debe
ser pública y común para todos, en beneficio del estado ya que no es el azar el
que asegura el progreso, sino la voluntad inteligente del hombre. Es verdad
que hay diferencia entre la virtud privada y la virtud ciudadana, y que no puede
haber identidad entre ellas. Sin embargo, en la república perfecta todos deben
participar en la virtud cívica.
En la actualidad es de llamar la atención la preocupación social y política de
los individuos en sus relaciones sociales, por lo que se han desarrollado
programas de formación que reciben varios nombres: educación de carácter,
educación moral, educación cívica, educación en valores, educación social,
entre otros, pero también es hay que destacar la influencia que han tenido los
antiguos pensadores en este ámbito, tal es el caso de Aristóteles que en su
obra hace referencia de la moral de la educación, a la cual llama educación del
carácter. Desde el punto de vista aristotélico, la educación del carácter es
siempre moral porque hacer del individuo un ser humano pleno es hacerle
bueno. Para Aristóteles la educación del carácter es algo natural del ser
humano porque es natural su sociabilidad, por lo cual da a entender que solo
mediante la relación del individuo con otras personas se puede hacer hombre:
si esa relación es cualificada puede llegar a ser un buen hombre.

De esta manera es natural que unos expliquen a otros como deben ser sus
actos. Aristóteles entiende que toda Educación es natural y comprende l0 que
por naturaleza es mejor para el hombre incluyendo reglas cívicas y morales en
lo esencial. Aristóteles destaca el carácter práctico de la educación: “se
aprende a ser bueno siéndolo, se aprende a ser virtuoso ejercitándose en estos
hábitos, se aprende a ser amigo teniendo amigos, se aprende a buscar el bien
común practicando el operar por ese bien”. El educador facilita este proceso
disponiendo, orientando, acompañando. Disponer es fortalecer las buenas
inclinaciones humanas y obstaculizar las inadecuadas; orientar es proponer
fines, explicar que no parece conveniente; acompañar es vigilar, velar, querer,
compartir. Por lo cual enseñan los padres, maestros, amigos e incluso los
legisladores y gobernantes, la característica más importante del pensamiento
educativo aristotélico fue la originalidad, pues al no parecerle correcto el
pensamiento de su maestro, tuvo la idea de crear su propia filosofía, la cual ha
tenido influencia en el pensamiento de grandes filósofos, extendiéndose hasta
tiempos contemporáneos.
Bibliografía

- Ramírez Hernández, I. (2014). El Pensamiento Educativo de los Sofista. Filosofía UIS, 13


(1), 59-72.
- Abad P. Juan, Introducción a la filosofía, Ed. Mc Graw Hill (p. 119-130)
- María Ángeles Galino, historia de la educación. Editorial Gredos. 1982.

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