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“Escucha, oh Israel, el SEÑOR es nuestro Dios, el SEÑOR uno es. Amarás al SEÑOR tu Dios con todo tu
corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu
corazón; y diligentemente las enseñarás a tus hijos, y hablarás de ellas cuando te sientes en tu casa y
cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes.” Deuteronomio 6:4-7
2. Por un espíritu de revelación y conocimiento sobre los judíos ortodoxos. Por conversiones como la
de Pablo camino a Damasco.
3. Por el trabajo evangelístico que judíos mesiánicos hacen todos los días en la tierra de Israel.
5. Por jóvenes adultos en Israel, en el IDF (la armada de Israel), por aquellos que están permaneciendo
fieles y estables ante la persecución, la mofa de sus propios compatriotas. Por sus esfuerzos
evangelísticos.
6. Oración por la salvación de Israel y para que la unción profética, milagros, y justicia sean
derramadas:
el anhelo de mi corazón, y mi oración a Dios por Israel, es para salvación. (Ro. 10:1)
2. Por jóvenes adultos que se están levantando de entre estas congregaciones a escuchar
verdaderamente lo que el Señor está diciendo en esta hora.
3. Por aquellos que permanecemos como puentes, declarando la verdad sobre Israel y sobre el
remanente gentil. Amando a ambas ramas y haciendo el trabajo de reconciliación.
4. Por amor y humildad en el pueblo mesiánico en cuanto al remanente gentil. El amor de Yeshua nos
llene en toda su plenitud para poder amar a nuestros hermanos hasta la muerte.
3. Por amor y humildad en el pueblo gentil en cuanto al remanente mesiánico. El amor de Yeshua nos
llene en toda plenitud para poder amar a nuestros hermanos hasta la muerte.
4. Porque la Iglesia llegue al entendimiento de que tiene que la plenitud de nosotros los gentiles,
despertará a celos a Israel y es parte fundamental del plan de Dios en su salvación. (Romanos 11)
Profetizamos que Jerusalén será llena de la gloria de Dios en la venida del Amado.
“Porque así dice Jehová de los ejércitos: De aquí a poco yo haré temblar los cielos y la tierra, el mar y
la tierra seca; y haré temblar a todas las naciones, y vendrá el Deseado de todas las naciones; y
llenaré de gloria esta casa, ha dicho Jehová de los ejércitos. Mía es la plata, y mío es el oro, dice
Jehová de los ejércitos. La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera, ha dicho Jehová de
los ejércitos; y daré paz en este lugar, dice Jehová de los ejércitos.” Hageo 2:6-9
Profetizamos sobre la restauración de Israel. “y luego todo Israel será salvo, como está escrito:
Vendrá de Sion el Libertador, Que apartará de Jacob la impiedad. Y este será mi pacto con ellos,
Cuando yo quite sus pecados” Romanos 11:26-27
Profetizamos que los ojos del pueblo serán abiertos para reconocer a Jesús.
“Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de
oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose
por él como quien se aflige por el primogénito.” Zacarías 12:10
Profetizamos las bodas del Cordero sobre el pueblo de Israel:
“En aquel tiempo haré para ti pacto con las bestias del campo, con las aves del cielo y con las
serpientes de la tierra; y quitaré de la tierra arco y espada y guerra, y te haré dormir segura. Y te
desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en justicia, juicio, benignidad y misericordia.
Y te desposaré conmigo en fidelidad, y conocerás a Jehová.” Oseas 2:18-20
Proclamamos que el pueblo de Israel es el más especial, más que cualquier otro.
“Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo
especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra.” Deuteronomio 7:6
Promesas proféticas para orar sobre Israel en el AT (estas verdades también pueden ser oradas por la
Iglesia): Dt. 4:27-31; 30:1-10; 31:29; 33:26-29; Is. 11:10-16; 29:14, 17-24; 30:18-33; 32:15-19; 33:2-6,17;
35:1-10; 42:10-17; 43:1-7; 44:1-5; 45:17, 22-25; 51:3-11; 54:1-17; 56:6-8; 59:19-21; 60:1-62:12; 66:7-14;
Jer. 3:14-20; 16:14-21; 31:1-14; 32:16-23, 37-42; 33:6-26; 50:4-5, 19-20, 34; Ez. 11:17-20; 16:60-63;
20:33-44; 34:11-31; 37:1-28; Os. 2:14-23; 3:5; 5:15-6:3, 11; 14:1-8; Jl. 2:28-32; 3:17-20; Sof. 3:8-20; Hag.
2:6-9, 21-22; Zac. 8:2-8; 12:10- 13:6; Mal. 4:1-6.
a- Por recursos para los que viajamos, provisión de Dios para ir a bendecir Israel.
b- Por los vuelos, para que no haya demoras ni inconvenientes técnicos, por las personas que vamos a
compartir los vuelos, que podamos ver cosecha de almas en cada uno de ellos.
c- Seguridad en cada parte donde estemos, y por cada uno de los que vamos a ir.
d- Por los aeropuertos donde vamos a estar, para que cada tiempo de espera o conexión pueda ser con
propósito, estando expectantes de los planes de Dios en ellos.
e- Por unidad del grupo, para que todos podamos ir en un mismo espíritu, que hagamos todo juntos,
honremos la porción de Cristo en cada uno y que disfrutemos del amor de Dios como vínculo
perfecto entre nosotros.
f- Derramamiento del espíritu en cada lugar donde estemos.
g- Desatar de mover profético, revelación y sabiduría en cada lugar donde estemos.
h- Que se despierte un espíritu intercesor que se prolongue en nosotros más allá del viaje.