El enigma de Jesús de Nazaret ¿mito o realidad?

Los evangelios relacionan el nacimiento y la crucifixión de Jesús con personas y

eventos históricos; describen sus dichos, conversaciones, oraciones y acciones en gran
detalle. Sin embargo, hay algunos que afirman que Jesús es simplemente un personaje
mítico, no una persona histórica. En respuesta a esta oposición consignare el pasaje más
extenso de las Antigüedades Judías de Josefo (Libro 18) que se refiere a Jesús es
conocido como el Testimonio de la Flaviano; este cuenta como evidencia adicional de
la existencia de Jesús:
Por este tiempo apareció Jesús, un hombre sabio, si es que es correcto llamarlo hombre, ya
que fue un hacedor de milagros impactantes, un maestro para los hombres que reciben la
verdad con gozo, y atrajo hacia Él a muchos judíos y a muchos gentiles, además. Era el
Cristo. Y cuando Pilato, frente a la denuncia de aquellos que son los principales entre
nosotros, lo había condenado a la Cruz, aquellos que lo habían amado primero no le
abandonaron ya que se les apareció vivo nuevamente al tercer día, habiendo los santos
profetas predicho esto y otras mil maravillas sobre Él. Y la tribu de los cristianos, llamados
así por Él, no ha cesado de crecer hasta este día1. (Flavio Josefo, Antigüedades judías, libro
18, capítulo 3).

Josefo considerado uno de los más grandes historiadores de la antigüedad, proporciona

de forma independiente pruebas de Jesús como una persona real y confirma su
crucifixión en la cruz bajo las órdenes de Poncio Pilato, tal como está registrado en el
relato bíblico.
Sobre la veracidad de la fuente anteriormente citada, James Dunn (2006) afirma: “Hay
un «amplio consenso» entre los estudiosos con respecto a la naturaleza de la auténtica
referencia a Jesús en el Testimonium y lo que se vería en el pasaje sin las
interpolaciones” (p.56). Es decir que, todos los manuscritos sobrevivientes del
Testimonium Flavianum que están en griego, como el original, contienen la misma
versión de este pasaje, sin diferencias significativas.

Para finalizar, cabría decir que el primer eslabón en la cadena de la tradición de Jesús es
la tradición oral con sus peculiaridades, por tanto: “Cada representación es distinta y
adaptada a la audiencia, es comunitaria, integra varios testigos y versiones […]Es así
que la tradición transmite no tanto lo peculiar y diferente de Jesús respecto a su contexto
judío o helenista, sino lo emblemático, aquello que más impresionó a sus discípulos,
hasta el punto de reflejarlo en el Nuevo Testamento”(Dunn, 2006, p.60).

La conclusión más sorprendente no es solo que Jesús existió, dado que se cuenta con
evidencia tanto bíblica como secular, sino que su existencia es indudable en nuestra fe:
“La gente morirá por lo que creen que es verdad, pero ninguno morirá por lo que ellos
saben que es una mentira”.

1Flavio Josefo era un judío que no creía en Jesucristo como el Hijo de Dios o el cristianismo. Forma
parte de los historiadores seculares que vivieron en el siglo después de la muerte de Jesucristo que
confirmó su existencia.
REFERENCIAS:

DUNN, J. (2006) “Redescubrir a Jesús de Nazaret: Lo que la investigación sobre el Jesús

histórico ha olvidado”, Madrid: Sígueme, pp. 56-60.

MYKYTIUK, L. (2015) “¿Jesús existió? Buscando evidencia más allá de la Biblia”. Fecha
de consulta: 03 de noviembre 2017, Recuperado de:
https://www.biblicalarchaeology.org/daily/people-cultures-in-the-bible/jesus-
historical-jesus/did-jesus-exist/

ANÓNIMO (2004) “¿Existió realmente Jesús?”, Hable de Jesús, Fecha de consulta: 03 de

noviembre 2017. Recuperado de:
https://www.gotquestions.org/Espanol/Existio-Jesus.html