Sei sulla pagina 1di 8

Resumen del profetismo del libro José Luis Sicre.

TEMA: LA COMPLEJA IMAGEN DEL PROFETA.


La presente tiene como finalidad de describir las diferencias entre los profetas, sus
diversas imágenes y sus rasgos esenciales, con el fin de conocer la compleja imagen
del profeta.
En primer lugar, son varios los profetas que encontramos en el Antiguo Testamento,
por ello para conocer sus diferencias es necesario tener en cuenta: el tiempo en el
que se dedican a la actividad profética en la historia, el modo de entrar en contacto
con Dios (visiones, audiciones y el trance), el modo de trasmitir el mensaje (sus
géneros literarios y las acciones simbólicas) y sobre todo la función que desempeñan
en la sociedad.
Ahora bien, con las diferentes imágenes del profetismo a lo largo de la historia se
destacan: la imagen del adivino, el anunciador del Mesías, el solitario, el
reformador social y el funcionario. En otras palabras, el profeta es un hombre que
predice el futuro, una especie de adivino. Pero las referencias al futuro brotan de un
contacto íntimo con el presente, como repuesta a los problemas e inquietudes que
éste plantea. Por otra parte, la imagen del adivino cedió el puesto a la del profeta
como anunciador del Mesías. El profeta sigue volcado hacia el futuro, pero una
sola cosa acapara su atención: la venida de Jesús y la formación del nuevo pueblo de
Dios.
En el siglo XIX surge una distinta imagen del profeta que lo presenta como solitario.
Por ejemplo, el profeta Elías. Lo esencial en esta concesión romántica es esa
vivencia espiritual que sitúa al profeta muy por encima de sus contemporáneos,
aportando una nueva idea de Dios y de la religión. También en este mismo siglo
surge la imagen del reformador social en matiz concreto un revolucionario social.
Por ejemplo, Natán enfrentándose a David, Elías se enfrenta al rey Ajab. Así pues, el
profeta se compromete de lleno con la sociedad de su tiempo y lucha por cambiarla.
Por ultimo con la imagen del profeta como funcionario nace en el siglo XX,
anclado al profeta en el culto y lo convierte en burócrata del mismo. Esta imagen del
profeta sólo podemos aceptarla en sus versiones más moderadas.
Finalmente, cuando nos referimos a los rasgos esenciales del profeta,
lamentablemente las tradiciones sobre algunos profetas son tan escasa y limitadas,
pero haciendo un paralelismo se pueden describir unas líneas de fuerza comunes al
movimiento. Estas líneas serian:
a. El profeta es un hombre inspirado: tiene una conciencia clara de que era
Dios quien le hablaba y que él era portavoz del Señor. Pero, evitando el
literalismo, sus fórmulas expresan una verdad profunda; Dios me ha hablado
de forma indiscutible, a través de los acontecimientos, de las personas que me
rodean, del sufrimiento y la angustia del hombre.
b. El profeta es un hombre público: la palabra de Dios lo pone en contacto con
los demás. Su lugar es la calle donde el mensaje es más necesario, un hombre
en contacto con el mundo que lo rodea, es decir, ningún sector le resulta
indiferente, porque nada es indiferente para Dios. Los estudios sociológicos
ayudan a comprender el movimiento profético.
c. El profeta es un hombre amenazado: en estas persecuciones, críticas y
desprecios no es sólo de los reyes y de los poderosos; también intervienen en
ellas los sacerdotes y los falsos profetas. E incluso el pueblo se vuelve contra
ellos.
d. La profecía es un carisma: como tal, rompe las barreras del sexo, de la
cultura, de las clases sociales, las barreras religiosas y las barreas de la edad.

TEMA: LA PALABRA PROFETICA.


El objetivo principal de este tema es identificar, la importancia de la palabra
profética y los principales géneros literarios que utilizan los profetas, con el fin de
comprender los libros proféticos del antiguo testamento.
El término profeta viene del griego Pro-Phetes y siginifica hablar en vez de, ser
portavoz de o también hablar ante alguien. Por ello, el lenguaje usado por los
profetas en sus mensajes es claro y concreto, además llama la atención su brevedad
y concisión. En efecto, el profeta en el siglo VIII, evita la palabrería. Es patente su
ironía y dureza, un ejemplo es Am 4, 4-5. También el mensaje profético es
trasmitido mediante un juego de palabras (Am 5, 4-5) por lo tanto, para un lector
moderno es difícil comprender el mensaje. Otras veces se busca imágenes
llamativas. En resumen, la palabra profética se demuestra fuerte y débil en
referencia a la realidad de su tiempo, es decir, el mensaje profético es débil porque
ha quedado atenazada por un leguaje, una historia, una cultura, que no es la nuestra;
y el mensaje es fuerte porque resplandece con vigor cuando le arrancamos la pátina
del tiempo.
Por último, lo importante es conocer los géneros literarios que utilizan los profetas
en sus mensajes. En primer lugar, destacan los géneros tomados de la sabiduría
tribal y familiar. Entre ellos esta una parábola (2 Sm 12,1-7), una alegoría (Ez
17,1-9); en el ámbito sapiencial, están las bendiciones y maldiciones (Jr 17,5-8), la
comparación (Jr 17,11) y la pregunta (Am 3,3-6), exhortación, enigmas. Este
género se emplea para inculcar un recto comportamiento y reflexionar sobre la
realidad que los rodea.
En segundo lugar, el género tomado del culto. Aquí se clasifican los himnos (Is
12), las oraciones (Jr 32, 16-25), las instrucciones (Am 4, 4-5) y quizás los oráculos
de salvación (este género es muy utilizado por el deuteroisaías. Ver Is 41, 8-16). En
tercer lugar, están los géneros del ámbito judicial. Los profetas emplean los
discursos acusatorios, la requisitoria y la formulación casuística. También la
enumeración de una serie de comportamientos justos (Ez 18,5-9).
En cuarto lugar, tenemos los géneros tomados de la vida diaria. Incluye una serie
de cantos que surgen en diversas situaciones de la vida: amor, trabajo muerte… por
ejemplo Is 5,1-7. Un canto importante es el de la elegía (lamentación) utilizada para
presentar la trágica situación del pueblo en el presento o en el futuro (Ver Am 5,2-
3). También están los ¨ayes¨, ¡Ay! ver Is 5,7.10. Finalmente, en último lugar,
encontramos los géneros estrictamente proféticos. especialmente el oráculo de
condenación dirigido a un individuo y el oráculo de condena contra una
colectividad; aquí lo esencial es la denuncia del pecado y el anuncio del castigo.
Precedido por la llamada fórmula del mensajero (así dice el Señor). También
encontramos la acusación que abarca una serie de faltas. El anuncio del castigo
también tiene dos partes: intervención de Dios y consecuencias. Ver Am 1, 5.

TEMA: HISTORIA DEL MOVIMIENTO PROFETICO.


Por lo que se refiere al movimiento profético, consiste en describir la panorámica
histórica del profetismo en tres etapas: antes de Amos, desde Amos hasta el
destierro, y a partir del destierro. Con el fin de conocer la evolución de la profecía
en Israel y los profetas más destacados, utilizando dicho recorrido histórico.
En este sentido se comprende la siguiente pregunta: ¿hubo profetas desde los
comienzos de Israel?, cabe destacar que, si leyésemos la biblia sin el menor sentido
crítico, deberíamos de afirmar que Israel tiene profetas desde sus orígenes, ya que
Abrahán es honrado con el título de profeta (Gn 20,7). Más tarde Moisés es
auténtico modelo de profeta y su misma hermana Miriam es profetisa (Ex 15,20).
Sim embargo, en nuestra época todo lo referente a la situación de Israel antes de la
monarquía está sometido a profunda revisión. Es por ello que estos textos más que
reflejar la realidad histórica sobre los primeros profetas, estos textos proyectan la
mentalidad posterior sobre ciertos aspectos del profetismo.
En la época que corresponde a los jueces, los textos de esta época nos ponen en
contacto con una profetiza (Débora), un profeta anónimo (Jue 6,7-10), Samuel
(parece claro que los autores bíblicos interpretaron en Samuel como el primer gran
profeta), y unos grupos proféticos (1 Sm 10, 5-13; 19,18-24). Ahora bien, desde los
orígenes de la monarquía hasta Amos teniendo en cuenta las líneas principales de
evolución del profetismo hasta el siglo VIII a.C., cuando la profecía toma rumbos
nuevos, podemos destacar tres etapas, relacionadas con la actitud que el profeta
adopta ante el rey.
a. La primera se puede definir de cercanía física y distanciamiento critico
respecto al monarca. Ejemplo de ello son Gad y Natán.
b. La segunda etapa se caracteriza por la lejanía física que se va estableciendo
entre el profeta y el rey, aunque aquel solo interviene en asuntos relacionados
con éste. Por ejemplo, Ajías de Siló, también Miqueas ben Yimlá 1 Re 22.
c. La tercera etapa concilia la lejanía progresiva de la corte con el
acontecimiento cada vez mayor al pueblo. El ejemplo más presente es el de
Elías.
Otros puntos son, las novedades del siglo VIII, donde ocurre un fenómeno nuevo
dentro de la profecía de Israel. Es otras palabras, la aparición de profetas que dejan
su obra por escrito (profetas escritores). Si el mensaje de los profetas a partir de
Amos se conservó por escrito fue debido a que su palabra causo honda impresión en
los oyentes; en especial el rechazo del reformismo, ellos advierten que el sistema
está podrido, que Dios no volverá a perdonar a su pueblo. También impresiona que,
en la profecía del siglo VIII, se da una acumulación de cuatros profetas de gran talla
en un espacio de medio siglo (Amos, Oseas, Isaías y Miqueas), es sin duda, la época
de oro de la profecía de Israel.
Antes que nada, hay que describir la problemática en la que se mueven estos
profetas de la época, mediante tres aspectos los sociales, políticos y religiosos.
a. la problemática social: esta importancia tan grande de los problemas
sociales no tiene nada de extraño en el siglo VIII. Tanto el Reino Norte como
el Sur habían pasado rápidamente de una situación trágica, de gran pobreza, a
un auge económico grandioso. Surgen los oprimidos y los que atesoran, ver
Amos 3, 9-12.
b. la problemática religiosa: tiene dos variantes. Por una parte, encontramos el
culto a los dioses extranjeros, especialmente a Baal. La segunda variante, se
trata de la falsa idea de Dios fomentada por un culto vacío, por una piedad sin
raigambre, por una fe mal interpretadas.
c. La problemática política: es debida, a las grandes circunstancias nacionales
e internacionales. En Israel y Judá surgen dos partidos contarios un asirófilo y
otro egiptófilo.
No obstante, a la edad de oro de la profecía siguen muchos años de silencio, esto
ocurre en el siglo VII; bastantes comentaristas dirían que alrededor del setenta y
cinco. Pero a finales del saliente siglo vamos a encontrar un grupo de profetas de
gran figura: Sofonías, Jeremías, y Habacuc. Por otra parte, la caída de Jerusalén
marca una nueva etapa en la historia de la profecía. Antes de ella estuvo dominada
por el tema del castigo y la amenaza. A partir de ahora, los profetas hablan de
esperanza y consuelo. En efecto, en el año 597 tuvo lugar el primer asedio de
Jerusalén y la primera deportación a Babilonia. Y finalmente en el 588 el rey
nombrado por Nabucodonosor se revela y provoca que en el 586 se dé
definitivamente la deportación total de Israel hacia Babilonia. Aquí encontramos
al profeta Ezequiel (proclama el castigo de Judá y Jerusalén, pero al final la precia
toma un rumbo de consolación), también localizamos al Deuteroisaías, profeta del
consuelo (Is 40-50); donde la decadencia del imperio neo-babilónico y la aparición
de una nueva potencia, Persia marca a estos profetas.
En cuanto a la profecía en lo referente a esté siglo VI, más precisamente en los
primeros designios después del destierro 538-551, dos personajes nos resultan
perfectamente conocidos: Ageo y Zacarías. También se destaca el Tritoisaías, estos
profetas están marcados por las preocupaciones por el futuro. En efecto, esté cambio
en la profecía corresponde a que el pueblo ha vuelto del destierro y se haya
desanimado. Por ello exportan a la esperanza en una restauración nacional.
Para finalizar, en lo que corresponde a los siglos V y III, la profecía está marcada por
la marcha hacia el silencio. En otras palabras, entramos en la etapa final de la
profecía israelita. Podemos incluir aquí al profeta Joel, el libro de Jonás (en el
siglo V), Malaquías (siglo V). Y finalmente, a estos siglos pertenece la colección
tardía, atribuida más tarde a famosos profetas del pasado (escalogia de Isaías y el
deuterozacarias); se puede decir, según Russell que el profetismo desapareció por
los siguientes factores:
a. La canonización de la Ley, que probablemente tuvo lugar en el siglo V.
b. El empobrecimiento cresiente de la temática profetica.
c. El popular cresiente de las religiones de salvación, magos, adivinos, que el
pueblo identifica a veces como profetas.
Los principales profetas en Israel.

 Débora (Jue 4): su oficio principal es fallar pleitos y zanjar disputas.


Pero se le presenta como profetisa.
comienzo

XII-XI a.C.
s siglo

 Samuel (1 Sam 1-15): aparece en la tradición bíblica con rasgos muy


Los

diversos. Pero lo principal es su carácter profético.


 Grupos proféticos: viven en comunidad, precedidos a veces por
Samuel. Entran en trance. Se insertan en el movimiento extático-
divinatorio que aparece en Siria-palestina en el siglo XI.

 Natán y Gad: etapa de cercanía física y distancia critica como


característica de los profetas.
hasta Amos
monarquía


Desde la

Ajías y Miqueas bem Yimlá: presentan una lejanía de la corte.


(s. X-XI)

 Elías y Eliseo: son cercanos al pueblo.


Los principales profetas en Israel.

 Elías: desarrolla su actividad dentro del reino de Ajab y Ocozías


hacia el 874-852, en el reino del Norte. En cierto modo, Elías en
un nuevo Moisés. La principal misión de él, consistirá en
defender el Yahavismo en toda su pureza, con la confesión de
que sólo Yahvé es el Dios de Israel.
 Eliseo: discípulo y continuador de Elías, relacionado con la
política. También a su persona están relacionado los –hijos de
los profetas-. Se presenta con dos rasgos dominantes: uno es el
del santo milagrero y el otro es el del profeta que dirige los
movimientos políticos.

 En esta época destacan cuatro profetas: Amós, Oseas, Isaías y


Miqueas.
 Amos: Nació en Tecua, ubicada unos diecisiete kilómetros al sur de
Jerusalén. Aunque predico en el Reino Norte. Era pastor, y cultivador
siglo VIII
La edad

de sicómoros. Su lenguaje es duro, enérgico y conciso. Su vocación


de oro

se ubica en el 760-750.

En su mensaje, el tema del castigo se repite a lo largo del libro. Pero


él no se limita solo a anunciar el castigo, por ello indica las causas y
denuncia una serie de pecados concretos: el lujo, la injusticia, el
falso culto a Dios, y la falsa seguridad religiosa. Dentro de su
contexto histórico el Reino de Norte goza de prosperidad. Por ello
resalta la injusticia. ¨el Señor no quiere ofrendas, holocaustos y
cantos, sino derecho y justicia¨ Am 25, 21-24. Finalmente, lucha por
una sociedad más justa, porque es la única manera de escapar del
castigo. Sin embargo, el pueblo no lo escucho y el castigo llego.
 Isaías: su actividad profética dura unos cuarenta años (740-701).
Dentro de su contexto, el acontecimiento más importante de la
segunda mitad del siglo VIII es la rápida y creciente expansión del
imperio asirio. Debió nacer hacia el 760. Es jerosolimitano; es su
mensaje destaca: la elección divina de Jerusalén y de la dinastía
davídica.
siglo VIII
La edad
de oro

La primera etapa de su profecía coincide con el reinado de Yotán


(740-739). Lo que más le preocupa es la situación social y religiosa.
Por lo que el mensaje de Isaías oscila entre dos polos, a veces con un
equilibrio casi perfecto entre salvación y condenación. Por otro lado,
Isaías no se limita a condenar a Asiria, sino que anuncia en nombre de
Dios la salvación de Jerusalén (Is 35,5-6. 37, 33-35). Finalmente cabe
destacar que en su postura política está muy influido por las
tradiciones de la elección de David y de Jerusalén.
Los principales profetas en Israel.

 Destaca un grupo de grandes profetas: Sofonías, Jeremías y


Habacuc.
 Sofonías: alienta la reforma religiosa y política del rey Josías.
 Habacuc: se plantea el problema de la historia (esa serie interminable
de potencias opresoras) dato difícil de conciliar con la bondad y la
finales del siglo VII
Resurgir antes de

justicia de Dios.
la catástrofe,


(640-587)

Jeremías: su vida comprende dos periodos muy distintos; cortados


por el año 609 (fecha de la muerte del rey Josías) y el año 586 (el
reino de Judá desaparece definitivamente de la historia).
Nació hacia el 650, perteneciente a la tribu de Benjamín. En los
primeros años durante el reinado de Josías, parece que predica a las
tribus del norte un mensaje de conversión y de perdón (c. 2-3 y 30-
31). Pero en el año 605 aparece en escena Nabucodonosor y se
modifica la situaciones internacionales, por ello, en ese año para
exhortar al pueblo a la conversión, dicta a su secretario Baruc las
antiguas profecías y las últimas palabras recibidas del señor, a fin de
que las lea en el templo. También dirige una carta a los desterrados
en el año 597 (c.29) advirtiéndoles, contra los falsos profetas.
 Ezequiel: probablemente nació hacia el 622, estaba casado y enviudó
poco antes de la caída de Jerusalén. Su vocación tiene lugar el año
593. En su mensaje destaca el uso de tres acciones simbólicas
(asedio, hambre, muerte-deportación) anuncia la catástrofe de
Jerusalén frente al optimismo y esperanza de los deportados. Pero a
Ezequiel no le preocupa sólo el estado actual del pueblo, sino al
historia llena de pecado (c. 20), en otras palabras, toda la historia de
Israel es una historia de pecado, que provoca el castigo. Poco a poco,
Ezequiel va desarrollando su menaje. En primer lugar, mediante
acciones simbólicas y pantomimas; otras con exposiciones más
teóricas y cansinas. Ahora bien, con la caída definitiva de
Jerusalén, el profeta denuncia con claridad a los responsables de la
misma. Y esto dará paso a un nuevo mundo. El c.36 habla de la
El nuncio

(585-540)
perdón

renovación de la naturaleza. En el punto culmínate, es el paso de la


del

condenación a la salvación, se construirá un nuevo Templo y


volverá la gloria del Señor, ver c. 43,15.
 Deuteroisaía (Is 40-55): profeta anónimo del exilio. Para conocer su
Los principales profetas en Israel.

mensaje es necesario conocer algo del momento historio.


Los c. 40-55 de Isaías son conocidos como Libro de consolación,
debido a sus palabras iniciales: consolad, consolad a mi pueblo dice el
Señor. Pero ¿en qué consiste el consuelo? Tenemos dos etapas: la
primera etapa, la liberación de Babilonia y vuelta a la tierra prometida,
una especie de éxodo segundo (c.40-48) y la segunda etapa, nos
habla de la reconstrucción y restauración de Jerusalén (49-55). Sin
embargo, estas etapas serán superadas, gracias al sufrimiento del
Siervo del Señor. Así pues Deuteroisaías proclama por vez primera
que si el grano de trigo cae en tierra y muere, produce muchos
frutos.

 Tritoisaías (Is 56-66): su redacción es muy variado, con saldos


temáticos desconcertantes. Su redacción procede probablemente de
una escuela profética inspirada en el gran profeta Isaías. En su mensaje
se habla de un consuelo futuro, de una salvación y victoria de Dios,
Los profetas de
la restauración

que resultará en el bienestar del pueblo. Pero este mensaje esta


(538-518)

condicionado con la práctica del derecho y la justicia.


 Ageo: este profeta relaciona el anuncio de un futuro mejor con la
denuncia del pecado presente. Este profeta actuó entre los meses
sexto y noveno del año 520 a.C., centra todo su interés en la
reconstrucción del templo. Así se inaugura un nuevo reino, con
Zorobabel como representante de Dios c.2, 21-23.
 Zacarías: habla de la construcción del Templo, y denuncia los pecados
exhortando a la conversión. Su principal aportación son las siete
visiones nocturnas. De las visiones radica su mensaje, a través de ellas
conocemos los pormenores del orden escatológicos, que precede a la
venida de Dios

Potrebbero piacerti anche