Las presentaciones son una forma de darse a conocer dos o más personas que
se encuentran en un lugar o que se acaban de conocer.
En la vida, siempre hay momentos en los que debemos de relacionarnos con personas que no conocemos y para que surja esta relación debe de ocurrir una previa presentación. Ósea, que en cualquier actividad de la vida diaria, sea social, laboral o familiar, las presentaciones ocupan un importante lugar. La forma en la que nos desenvolvamos en el momento de la presentación, será un elemento crucial para que la otra persona catalogue y se lleve una buena (o mala) impresión de nosotros. Y como dice Renata Roa en uno de los videos: “Una mala impresión se tarda 20 experiencias positivas en quitarse”, Por lo que siempre debemos saber cómo presentarnos adecuadamente teniendo en cuenta el sexo, edad, rango- jerarquía, nivel social, laboral, etc. La persona o quien corresponde hacer los presentaciones debe mencionar los nombres de los presentados, con voz clara y audible y decir brevemente algunos datos que faciliten el mutuo conocimiento. Las tres reglas básicas para hacer las presentaciones son: A la mujer siempre le es presentado el hombre. La persona más joven siempre es presentada a la de mayor edad. La persona de menor rango o importancia, siempre es presentada a la de mayor rango o importancia. Las reglas anteriormente expuestas, pueden variar en función del entorno donde tenga lugar el encuentro. Por ejemplo, en el trabajo prevalece el cargo- jerarquía al sexo. Algunas excepciones comunes son: la edad y la categoría prevalecen sobre el sexo. Dos personas del mismo sexo: se presenta la más joven a la de más edad, pero aun siendo de distinto sexo, también prevalece la edad. Lo mismo ocurre con la jerarquía o rango. En los lugares de trabajo, prevalece la jerarquía establecida en la empresa. Aquí lo ideal es que sea un tercero quien presente, si no es posible es válida la auto-presentación. Esto se refiere a que hay momentos en los que una persona tiene que hacer su propia presentación. Y para que esta se haga correctamente, primero se dice el nombre y luego continua diciendo el cargo o profesión, y si se desea, el centro de trabajo. En cuanto a la prioridad, el hombre se presenta ante la mujer, a quien debe pedir permiso para realizarla. Lo mismo ocurre cuando una persona de rango inferior se va a presentar a una de mayor categoría. La auto-presentación ha de ser de la mejor calidad posible, pues es una representación personal que dice mucho de quien la entrega o la envía. Ante cualquier presentación se sugiere evitar los excesos de alegría, por muy importante que sea el presentado. Tampoco es aconsejable aprovechar ese momento para hacer peticiones o críticas a su organismo, profesión, ocupación o país de origen del presentado. Otra cosa que hay que tener en cuenta es la imagen personal es una herramienta que si la sabemos manejar correctamente, nos ayudará a lograr nuestros objetivos, metas y alcanzar el éxito. Es importante poner mucha atención tanto en la forma en que vestimos, actuamos y expresamos nuestras ideas. Sabiendo que cualquier forma de comportamiento comunica mucho hacia los otros. Por tanto, es importante reflexionar acerca de estos temas, que a veces no le damos la importancia que merecen y son de los más importantes.