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LA CIENCIA, ESTRUCUTURA Y FUNCION

1.- OBJETIVOS:
1.1. OBEJETIVOS GENERALES:
 Dar a conocer la teoría y su explicación de cada uno acerca de la ciencia
1.2. OBEJETIVOS ESPECIFICOS:

 Determinar la función de las tecnologías


 Conceptuar a las tecnologías como cuerpos secuencialmente estructurados de reglas
de acción
 Determinar las funciones gnoseológicas con cuerpos deductivamente estructurados de
leyes

2.- RESUMEN:
La explicación científica ha sido considerada uno de los principales problemas a los cuales la
epistemología debería responder. Explicar es justamente una de las operaciones esenciales de las que
se ocupa la ciencia. En esta presentación se aborda el problema de la explicación científica, analizando
distintas posiciones epistemológicas con relación al problema de la explicación, al rol de las teorías y
de los modelos en la explicación científica, así como sus implicancias para la enseñanza de las
ciencias. Sosteniendo que la explicación y su comprensión por parte de los estudiantes pueden
mejorarse a través del empleo de modelos adecuados, se propone la adopción de criterios para la
selección de los modelos que se utilizan para la enseñanza.

3.- PALABRAS CLAVES:


 Explicación científica
 Teorías y modelo conceptuales
 Enseñanza de la ciencia

4.- INTRODUCCION:
Un aspecto fundamental en la Física y por ende en la enseñanza de la Física es la modelización,
entendida como el establecimiento de relaciones semánticas entre la teoría y los fenómenos u objetos.
Producto de una construcción humana, un modelo conceptual es concebido como una
representación posible del mundo físico. En general, un modelo representa la situación real de
manera incompleta, aproximada e inexacta, pero es más simple que ella. Por ejemplo, al modelizar
la tierra como una partícula, o una banda de goma como un sistema elástico lineal, podemos
responder a algunas preguntas relativas al movimiento de la tierra y al estiramiento de la banda
respectivamente, pero no logramos resolver todos los problemas que pueden plantearse en torno
de estos dos sistemas. Podemos explicar ciertos fenómenos relacionados con cada uno de estos
objetos, percibidos directamente o evidenciados a través de información contenida en datos
obtenidos con anterioridad.

Una gran parte de la comunidad científica y educativa en ciencias acepta la idea del conocimiento
concebido no como una aproximación gradual a la verdad sino como acceso al mundo, como medio
para otorgarle sentido, explicándolo y considerando que una cosa y la comprensión correcta de ella
son muchas veces inseparables.
No o b s t a n t e , términos expresados en e s t o s párrafos tales como model o , conocimiento,
explicación, representación y comprensión, no tienen cada uno un único significado universalmente
consensuado. En esta presentación, se abordará el problema de la explicación científica, las formas
que ésta adopta, el rol que le cabe en el proceso de construcción de conocimiento, su relación con
las teorías y los modelos y las implicancias para la enseñanza de las ciencias naturales.

5.- FUNDAMENTOS TEORICOS:


La descripción (Carlos Barriga Hernández)
La descripción es la operación cognoscitiva mediante la cual determinamos las propiedades de
los objetos y las relaciones existentes entre ellos.

La descripción es una tarea compleja que cubre una amplia gama de operaciones consistentes en
determinar: a) las propiedades (como es), b) el lugar donde ocurre (donde está), c) el tiempo en
el que trascurre (cuando ocurre), d) su composición (de que esta hecho), e) sus elementos
componentes (que partes tiene), f) su estructura (como están sus partes relacionadas), g) su
cantidad (cuanto), h) su situación respecto a otros objetos (igual, menor, mayor), i) sus
covariaciones o correlaciones entre las propiedades de un objetos o entre objetos diferentes.

Por ejemplo, una típica descripción


seria la siguiente: “En el departamento
de Puno, después de los quechuas que
se encuentran en la parte norte, el
grupo étnico más importante es el
aimara que se encuentra en la parte
norte, el grupo étnico más importante
es el aimara que se encuentra en el sur,
en las riberas del Lago Titicaca, en los
límites con la republica de Bolivia. Se
calcula su población en más de dos
millones de habitantes, incluyendo a
los aimaras de puno. Los de Bolivia,
cómo los de Puno, están organizados en comunidades elegidas democráticamente. En el
departamento de Puno existen 394 comunidades aimaras.

La explicación científica - Carl G. Hempel


Si bien las ciencias evidencian un desarrollo casi cotidiano e
innegable, adolecen de una limitación que, sin
embargo, no altera la efectividad de nuestros
descubrimientos: no pueden dar cuenta de la validez formal
de sus procedimientos. Es decir, pueden explicar, mas no
pueden explicarse, y ésta es una explicación que ha quedado
a cargo de la filosofía de la ciencia. Pues bien, es en este
ámbito donde se desarrolla el presente libro, que ofrece a su
vez cuatro grandes núcleos temáticos: confirmación,
inducción y creencia racional; concepciones de la
significación cognitiva; estructura y función de los conceptos
y teorías científicos; y explicación científica. El autor, de este
modo, explora los aspectos pragmático-psicológicos y
sistemático-lógicos de la explicación en las ciencias naturales
y sociales y en la historiografía, presentando dos modelos
básicos de hechos explicativos —el deductivo y el inductivo-probabilístico—, analizando su
validez y su fin y examinando en qué medida iluminan la estructura y el fundamento de los
distintos tipos de explicación que se utilizan en los diversos campos de la investigación. El
resultado es un texto que interesará tanto a estudiantes y profesionales de la filosofía como a
sociólogos, naturalistas e historiadores preocupados por los aspectos metodológicos y filosóficos
de sus disciplinas.

La explicación causal

El problema de la explicación causal, por más que se ha intentado, reaparece constantemente


porque las palabras causa y efecto se introducen en el discurso aun cuando sean repudiadas en las
propuestas metodológicas, como si la visión causal del mundo estuviera inscrita en algún rincón
de la conciencia más allá de cualquier convicción metodológica.
Hay que distinguir muy claramente entre la naturaleza de la causación y la explicación causal. No
es lo mismo un acontecimiento causal que una explicación causal. El hecho de que un
acontecimiento cause otro es independiente del hecho en sí. La explicación causal subsume los
acontecimientos bajo leyes causales.
La idea de causa surge de manera intuitiva al intentar explicarnos lo que sucede a nuestro
alrededor mediante un esquema lógico subyacente que nos permita relacionar unos eventos con
otros mediante conexiones necesarias.
Se trata pues de una habilidad cognitiva básica,
muy importante porque existe la evidencia
empírica de que siempre que se dan las mismas
circunstancias como causas, se producirá el
mismo efecto. Y esto es lo que entendemos por
principio de causalidad.
Dados dos eventos, A y B, se dice que A es
causa de B si se cumplen dos condiciones
lógicas:
 Cuando sucede A, sucede B, es decir, existe una correlación positiva entre ambos eventos
 Cuando no ocurre B, implica que tampoco ocurre A, aunque la ocurrencia de B no tiene
que estar necesariamente ligada a la ocurrencia de A
Si se cumplen ambas condiciones, existe una relación causal entre ambos eventos: A es causa de
B o B es un efecto de A.
La idea de causa aparece en los diferentes contextos que abarca la ciencia:
 En física el término suele denominarse causalidad, en mecánica newtoniana se admite
además que la causa precede siempre al efecto.
 En estadística es analizado por la estadística diferencial.
 En ciencias sociales el concepto suele aparecer ligado a un análisis estadístico de
variables observadas.
 En ciencias naturales diferentes de la física y en procesos en los que no podemos reducir
la concurrencia de eventos a un mecanismo físico simple, la idea de causa aparece en
procesos complejos entre los que hemos observado una relación causal. Así tras las
ecuaciones empíricas se supone hay un proceso físico causal que lleva a una conexión
necesaria entre ciertos eventos.
La idea de “causa” ha suscitado un buen número de debates filosóficos y científicos.
 Aristóteles concluye el libro de los Segundos Analíticos con el modo en que la mente
humana llega a conocer las verdades básicas o premisas primarias o primeros principios,
que no son innatos, ya que es posible desconocerlos durante gran parte de nuestra vida.
Tampoco pueden deducirse a partir de ningún conocimiento anterior, o no serían primeros
principios. Afirma que los primeros principios se derivan por inducción, de la percepción
sensorial, que implanta los verdaderos universales en la mente humana. De esta idea
proviene la máxima escolástica “nada hay en el intelecto que no haya estado antes en los
sentidos”. Al mantener que “conocer la naturaleza de una cosa es conocer, ¿por qué es?”
y que “poseemos conocimiento científico de una cosa sólo cuando conocemos su causa”.
Aristóteles postuló cuatro tipos mayores de causa como los términos medios más
buscados de demostración:
o Material, de lo que está hecho ese algo

o Formal, lo que ese algo es

o Eficiente, lo que ha producido ese algo

o Final, para lo que ese algo existe o puede llegar a ser

 En la filosofía occidental, el concepto de causa como “conexión necesaria” fue criticado


por el filósofo David Humé, que dijo que nunca había observaciones suficientes para
relacionar A con B. En las relaciones causales encontramos que:
o Observamos que las cosas no están aisladas, sino que unas están ligadas a otras en
un proceso de interacción. Unas cosas suceden a otras, y siempre en el mismo
orden.
o Unos conjuntos de hechos definen una situación, y a este momento siempre le
sucede otra situación y siempre la misma.
o Al primer conjunto que define la situación lo llamamos causa, y a la segunda
situación la llamamos efecto.
o La ley de la causalidad no debe confundirse con el Principio de razón suficiente.
Tal paso es ilegítimo, como bien establecido está en el pensamiento científico y
filosófico.
o Sin embargo, la ley de la causalidad es el esquema fundamental de la investigación
científica, suponiendo que la mejor forma de comprender y explicar es conocer
las causas, porque por un lado podemos prevenir y por otro controlar los efectos,
en definitiva, dominar los sucesos naturales.
 Para Kant la causalidad es una de las categorías a priori del entendimiento, y entonces
no proviene de la costumbre (como decía Humé) sino tiene un carácter necesario y
universal. Esto permite que la ciencia se apoye sobre el principio de causalidad sin dejar
de ser necesaria y universal.
Salmon y la relevancia estadística positiva
El problema con la visión
inferencial está en que no
siempre se puede usar la
información explicatoria
como base para la
predicción. Esto es debido
a que frecuentemente
ofrecemos explicaciones
de fenómenos con baja
probabilidad.
En estos casos no se
podría predecir el resultado que ocurrirá, pues la información no confiere una probabilidad alta
para el resultado. No obstante, la información ofrecida constituye una explicación de ese
resultado, pues aumenta la probabilidad de que ocurra.
En los 1960’s y 1970’s, Wesley Salmon propuso una visión de la explicación estadística que
postulaba que, a diferencia de lo que había dicho Hempel antes, la probabilidad alta no era
necesaria para la explicación, bastaba sólo una relevancia estadística positiva.
Es decir, una hipótesis h es relevante positivamente (correlaciona) con e, si h hace que e sea más
probable
Pr(he) > pr(h)
El problema para Salmon ahora era distinguir entre casos donde la información pudiera
proporcionar una explicación sustantiva, de otros casos donde la información reportada fuera una
mera correlación.
Por ejemplo, tener manchas de nicotina en los dedos correlaciona positivamente con el cáncer de
pulmón, pero no se puede explicar por qué una persona contrajo el cáncer de pulmón diciendo
que es porque esa persona tiene manchas de nicotina en los dedos. Es imposible diferenciar entre
estos dos casos mediante relaciones puramente estadísticas.
Obviamente se requiere de otro tipo de información para hacer la distinción. Luego de este
tropiezo, Salmon vino a creer que explicar un fenómeno no es proporcionar información
suficiente para predecirlo, sino dar información sobre las causas de tal fenómeno. En este enfoque,
la explicación no es un tipo de argumento conteniendo leyes de la naturaleza como premisas, sino
un conjunto de información estadísticamente relevante sobre la historia causal de un fenómeno.
Salmon proporciona dos razones para pensar que la información causal es lo que se necesita en
las explicaciones.
 Primero, las llamadas condiciones iniciales proporcionadas por la información
explicatorio deben de preceder temporalmente a la explicación, para ser una explicación
de lo explicado. La teoría de Hempel no tiene alguna
restricción de este tipo. Es interesante que Salmon
señale que las direcciones temporales de las
explicaciones semejen la dirección temporal de la
causalidad, que es hacia adelante (las causas deben
preceder en tiempo a los efectos).
 Segundo, no todas las derivaciones a partir de
leyes resultan ser explicaciones. Salmon argumenta
que algunas “explicaciones Nomológico-Deductivas
no son explicaciones de ninguna manera. Por ejemplo, una derivación a partir de la ley
del gas ideal PV = nRT y la descripción de las condiciones iniciales. La ley del gas ideal
simplemente describe un grupo de restricciones de cómo diversos parámetros (presión,
volumen y temperatura) se relacionan, no explica por qué estos parámetros se relacionan
de esa manera. La existencia de estas restricciones es una cuestión sustantiva que se
responde en la teoría cinética de los gases.
Salmon dice que la diferencia entre leyes explicatorios y no-exploratorias es que las primeras
describen procesos causales, mientras que las no-exploratorias (como la ley del gas ideal) solo
describen regularidades empíricas.
Rasgos de los procesos causales
La teoría de Salmon sobre la explicación causal tiene tres elementos:
1. Relevancia Estadística: los argumentos explicatorios (C) aumentan la probabilidad del
fenómeno que se quiere explicar (E): pr(E|C) > pr(E)
2. Procesos Causales: la explicación y lo explicado son partes de procesos causales
diferentes
3. Interacción Causal: estos procesos causales interactúan de tal manera que hacen que se
presente el evento (E) en cuestión
Esto nos deja con la tarea de explicar qué es un proceso causal. Básicamente, el enfoque de
Salmon es que los procesos causales se caracterizan por dos rasgos.
 Primero, un proceso causal es una secuencia de eventos en una región continua de tiempo
y espacio.
 Segundo, un proceso causal puede transmitir información (“marcar”).
Existen varias secuencias de eventos que son continuos en el sentido requerido, por ejemplo, un
rayo de luz, un proyectil viajando en el espacio, una sombra o un haz de luz que se mueve
proyectado en una pared. Un objeto que está quieto, por ejemplo, una bola de billar también se
considera como un proceso causal. Cada una de estas cosas es un proceso continuo en algún
sentido, pero no todas son procesos causales, por ejemplo, la sombra y la luz en la pared. Veamos
un ejemplo que nos aclare esto.
La teoría de la relatividad afirma que nada puede viajar más rápido que la luz. Pero ¿a que “cosa”
nos referimos con nada? Imaginemos un cuarto circular con un radio de un año luz. Si tenemos
un rayo láser enfocado y montado en un pivote en el centro del cuarto, podemos rotar el laser y
hacer que dé una vuelta por segundo. Si el láser esta prendido proyectará una luz en la pared.
¡Esta luz también rotará a lo largo de la pared completando una vuelta por segundo, lo que
significa que viajará a 2p años luz por segundo! Aunque parezca extraño, esto no está prohibido
por la teoría de la relatividad, ya que una luz de este tipo no “transmite información”. Solo las
cosas que sí lo hacen están limitadas en su velocidad.
Salmon concluye que un proceso causal es un proceso espaciotemporal continuo que puede
transmitir información (dejar “marca”) la transmisión de la marca consiste en que la marca ocurre
“en” un punto del proceso y mantiene su efecto “para” todos los puntos subsecuentes, hasta que
otra interacción causal ocurra, que borre la marca.
De acuerdo con Salmon, un principio poderoso para la explicación es el que afirma que siempre
que haya una coincidencia (correlación) entre las características de dos procesos, la explicación
viene de un evento común a los dos procesos, que da cuenta de su correlación. Esto es, de una
“causa común”. Para citar un ejemplo que dimos antes, hay una correlación entre el cáncer de
pulmón (C) y las manchas de nicotina en los dedos de una persona (N). Esto es: Pr(C|N) > pr(C)
La causa común de estos dos eventos es un hábito de toda la vida fumando dos cajetillas de
cigarros diariamente (S). Con relación a S, C y N son independientes.
Podemos decir: pr(C|N&S) = pr(C|S).
Una vez que S entra en la escena, N se vuelve irrelevante.
Esto es parte de una definición precisada de lo que es una “causa común” y que está sujeta a
condiciones probabilísticas formales. Empezamos con que pr(A|B)>pr(A).
C es una causa común de A y B si se dan las siguientes condiciones:
 pr(A&B|C) =pr(A|C) pr(B|C)
 pr(A&B|¬C) =pr(A|¬C) pr(B|¬C)
 pr(A|C)>pr(A|¬C)
 pr(B|C)>pr(B|¬C)
Sin embargo, esto no completa el concepto de la explicación causal, pues no hay una causa común
que haga irrelevante la correlación de eventos independientes. Salmon nos da entonces la
dispersión de Compto como ejemplo. Dado
que un electrón e- absorbe un fotón de cierta
energía E y recibe una energía cinética E* en
cierta dirección como resultado, un segundo
fotón se emitirá con E** = E – E*. Los niveles
de energía del fotón emitido y del electrón
estarán correlacionados, aun cuando ocurra la
absorción.
Críticas a Salmon
Resumiendo, el análisis de Salmon sobre la
explicación causal, Salmon afirma que una
explicación involucra
1. Relevancia estadística
2. Conexión vía procesos causales, y
3. Cambios luego de la interacción
causal.
El cambio es el fenómeno que hay que explicar. La noción del proceso causal es complementada
en términos de
 Continuidad temporoespacial
 La habilidad para transmitir información (“marcar”).
Aun cuando algunas veces podemos hablar diciendo que sencillamente la causa y el efecto son
las dos partes de un solo proceso causal, el análisis final típicamente se entregaría en términos de
conexiones causales más complejas (y muchas veces indirectas), entre las que Salmon identifica
dos tipos básicos: relaciones conjuntivas e interactivas.
La visión pragmática de Van Fraassen sobre la explicación
El enfoque pragmático de la explicación según Van Fraassen afirma que una explicación es un
tipo particular de respuesta a la interrogante de ¿por qué?, una respuesta que proporciona
información relevante que resulta más “favorable” para explicar un fenómeno, de lo que resultan
otras explicaciones alternativas. Para Van Fraassen, estas características están determinadas por
el contexto en el que se cuestiona la pregunta.
Los elementos básicos de la visión pragmática de la explicación
De acuerdo con Van Fraassen, una interrogante del tipo ¿por qué? Consiste de
1. una proposición (¿porque X?)
2. una serie de clases contrastantes
3. un criterio implícitamente entendido de relevancia.
La información que se proporciona a una pregunta ¿por
qué? en particular constituye una explicación de la
presuposición, si la información es relevante y “favorece”
la presuposición por encima de las alternativas en sus clases
contrastantes.
Tanto las clases contrastantes como el criterio de relevancia
están contextualmente determinados, basados en los
intereses de los involucrados. Los intereses subjetivos
definen lo que contará como una explicación en ese
contexto, aunque entonces será una cuestión objetiva si esa
información realmente favorece a la presuposición sobre
las alternativas en sus clases contrastantes.
Comparación entre los enfoques pragmático y causal de
la explicación
Cualquier tipo de información podría contar como relevante. El contexto (los intereses)
determinará si algo se considera como una explicación a diferencia de que para nosotros podamos
encontrar que una explicación es sobresaliente o más interesante. (De acuerdo con Lewis, lo que
hace a una explicación es que proporciona información sobre la historia causal que lleva a que
ocurra un fenómeno determinado, el que encontremos esa información interesante o sobresaliente
es otra cuestión).
En el enfoque pragmático, Nunca se puede tener una explicación “completa” de un evento, a
menos que se tengan intereses. (Una mera descripción de la historia causal que lleva a que ocurra
un fenómeno -aunque sea una historia completa-, no es una explicación de ningún tipo, de acuerdo
con la visión pragmática).
Las críticas de Van Fraassen a los esquemas tradicionales de explicación
El punto de partida de la crítica de Van Fraassen al patrón clásico de explicación propuesto por
Hempel, va a girar en torno al concepto de relevancia explicativa, que como ya hemos visto,
constituye uno de los requisitos indispensable que toda explicación debe cumplir para poder ser
considerada como científicamente adecuada.
Recordemos que, según este principio, la información proporcionada por las premisas de una
explicación debe proveer bases firmes para creer que el fenómeno explicado efectivamente
ocurrió u ocurre. Van Fraassen, cree que este principio no proporciona condiciones suficientes,
ni mucho menos necesarias, para que se dé una buena explicación, ya que, en primer lugar: “dar
bases firmes para creer no siempre equivale a dar una explicación”.
Según este punto de vista, el carácter asimétrico que asumen muchas veces las proposiciones que
componen una explicación, hace deficiente este principio. Así, por ejemplo, dos proposiciones
pueden llegar a ser equivalentes la una de la otra (con respecto a la teoría aceptada como marco
de referencia), pero no a la inversa. Al referirse a este hecho, Van Fraassen hace alusión al ejemplo
del barómetro, donde el descenso brusco de la columna mercurial puede indicar, por lo general,
la proximidad de una tormenta. Sin embargo, afirma Van Fraassen: “Si aceptamos la hipótesis
significativa de que éste desciende exactamente cuando una tormenta está llegando, esto sin
embargo, no explica (sino más bien es explicado por) el hecho de que la tormenta está llegando”.
La segunda objeción de Van Fraassen al requisito de relevancia explicativa, se basa en el hecho,
de que: “No toda explicación es un caso en el cual se nos dan bases firmes para creer”. Uno de
los ejemplos utilizados por Van Fraassen es el del enfermo de paresia, que ya hemos comentado.
Se acepta la explicación de que nadie contrae esta enfermedad a menos que padezca de sífilis mal
tratada. Sin embargo, el hecho de que el individuo padezca de sífilis no aporta buenas razones
para esperar que se contagie de paresia, ya que, sólo un bajo porcentaje de enfermos de sífilis
contrae esta enfermedad.
Se podría argumentar, como lo hace el propio Hempel, que la imposibilidad de establecer una
relación mucho más estrecha entre ambas enfermedades se debe al hecho de que existen otros
factores relacionados a ambas enfermedades que todavía no han sido descubiertos por la ciencia.
Sin embargo, una argumentación de este tipo presupondría la creencia de que los fenómenos del
mundo, por lo menos, en lo que se refiere a nivel
macroscópico, son determinísticos, de manera que
obteniendo una información mucho más completa, la
explicación correspondiente sería más adecuada. Van
Fraassen rechaza esta salida pues es de la opinión que el
carácter determinista de los fenómenos del mundo es una
cuestión meramente contingente.
El pragmatismo de Van Fraasen vs la relevancia
estadística de Salmon
Con el fin de encontrarle una salida al problema de la
relevancia explicativa, vimos que Wesley Salmon propuso
considerar la explicación como un conglomerado de
factores estadísticamente relevantes y no como un conjunto
de argumentos o razonamientos, introduciendo así el
concepto de relevancia estadística. De acuerdo a este
principio, un hecho A es estadísticamente relevante para el
fenómeno E exactamente si la probabilidad de E dado A es
diferente de E Simpliceter. Según Salmon, dos ejemplos
que cumplirían con los requisitos de proporcionar buenas
bases para una adecuada explicación, serían los siguientes:
 “Juan Pérez estaba casi seguro de recuperarse de su resfriado porque tomó vitamina C,
y casi todos los resfriados se alivian en una semana tomando vitamina C”.
 “Juan Pérez evitó quedarse embarazado durante el año pasado, porque tomo regularmente
las píldoras de su mujer, y todo hombre que toma píldoras anticonceptivas evita el
embarazo”.
Van Fraassen cree que la aplicación de este criterio es tan insatisfactoria como la propuesta de
Hempel, ya que, la circunstancia de haber tomado vitamina C para curarse de un resfriado es
completamente irrelevante desde el punto de vista estadístico, dado que, la probabilidad de curarse
en una semana es la misma para aquellas personas que tomen o no vitamina C.
Por otro lado, el criterio propuesto por Salmon termina siendo mucho más débil que el propuesto
por el propio Hempel, ya que no requiere que la probabilidad de E sea alta (mayor por lo menos
que ½), ni siquiera exige que la información A incremente la información de E solamente. Así,
por ejemplo, en el caso de la paresia, aunque la probabilidad de que la enfermedad sea contraída
por personas que sufrieron sífilis es baja, es distinta de la probabilidad de que una persona tomada
al azar padezca de paresia, de manera que la sífilis resulta estadísticamente irrelevante con
respecto a la paresia.
En el caso de las condiciones necesarias, una circunstancia puede llevar a explicar un hecho,
aunque no incida en la probabilidad de que este ocurra. Van Fraassen, nos propone imaginarnos
una ficción médica, según la cual, la paresia resulte ya sea de la epilepsia, o ya sea de la sífilis, y
de nada más, y que la probabilidad en cualquiera de los casos sea equivalente a 0,1. Además, nos
pide que supongamos que Juan Pérez pertenece a una familia cuyos miembros padecen o bien de
epilepsia o bien de sífilis (pero no de ambas), ya que Juan sufre de paresia. A la pregunta: “¿Por
qué él desarrolló paresia?”, se responderá: “porque tenía sífilis” o “porque tenía epilepsia”,
dependiendo de cuál de las dos respuestas se ajuste mejor a la realidad. Sin embargo, afirma Van
Fraassen: “con toda la demás información que tenemos, la probabilidad de que Pérez contrajera
la paresia está ya establecida como 0,1, y está probabilidad no se modifica si no se nos dice
además, pongamos por caso, que el tiene una historia de sífilis”.
De las dos respuestas que pueden obtenerse en este ejemplo, sólo una explica legítimamente la
aparición de paresia. Sin embargo, su aparición en Juan Pérez no altera el grado de probabilidad
de que éste sufra de paresia. Esto significa, a diferencia de lo expresado por Salmon, que el hecho
de que una circunstancia resulte ser un factor estadísticamente relevante no es condición necesaria
para que éste se convierta en un explanans inobjetable.
Salmon ha afirmado que su teoría de la explicación causal no se adecúa enteramente para el
dominio cuántico debido a ciertas anomalías causales
El problema de la causalidad
Para la mayoría de los filósofos de la ciencia el término explicación estaba estrechamente
asociado a la explicación del “porqué” de los hechos, considerándose sólo explicación científica
aquella que busca su marco y conceptos de referencia únicamente en las relaciones causales. Van
Fraassen, va a cuestionar categóricamente a las distintas concepciones de la causalidad que han
estado asociadas con los modelos tradicionales de explicación científica, ya que, para él: “Cuando
algo se cita como una causa, ello no implica que sea suficiente para producir el suceso (para
garantizar su ocurrencia)”. En otras palabras, Van Fraseen cuestiona la posición asumida desde
el punto de vista tradicional, en el sentido de identificar la causa como condición.
Entender la causa como condición necesaria tampoco resuelve el problema, ya que, en primer
lugar, existen condiciones necesarias que no se considerarían la causa de un fenómeno, por
ejemplo, la existencia del cuchillo es una condición necesaria para su oxidación, pero nadie
aceptará la explicación de que el cuchillo se oxidó por el simple hecho de existir; y en segundo
lugar, porque en algunos casos lo que se identifica con la causa de un hecho no puede ser
condición necesaria para su ocurrencia.
Con el fin de resolver este problema de la relación causal, J.L. Mackie (1965), propuso la
definición de causa como: “La parte insuficiente pero necesaria de una condición innecesaria pero
suficiente”. No obstante, para Van Fraassen, tampoco con esta definición se logra una
caracterización adecuada de la causalidad. En el caso del ejemplo del cuchillo, es evidente que su
existencia es un factor necesario pero insuficiente del conjunto de circunstancias que constituyen
una condición suficiente, aunque no necesaria para su oxidación. Sin lugar a dudas, nadie
afirmaría que la oxidación del cuchillo se debió a su existencia. Según el parecer de Van Fraassen,
esto se debe a que: “en primer lugar, no toda condición necesaria es una causa; y en segundo
lugar, en algún sentido muy directo una causa puede no ser necesaria, a saber, causas alternativas
podrían haber llevado al mismo resultado”.
Otra de las definiciones de causalidad rechazadas por Van Fraassen, es la propuesta por David
Lewis (1973), quien intento definir la causalidad en términos de condicionales contrafácticos.
Lewis, sugirió que la información “A causó B” es equivalente a la proposición “Si A no hubiera
ocurrido, B no habría ocurrido”. Van Fraassen, cree que este tipo de equivalencias no pueden ser
pensadas en términos de la lógica tradicional como si se anunciara que A es una condición
necesaria para que B ocurriera. El “Sí. entonces” no corresponde, observa Van Fraassen, con
ninguno de los tipos de implicación conocidos por la lógica tradicional, ya que estos obedecen a
la ley de debilitamiento, según la cual:
Si A entonces B.
Se puede inferir,
(1) Si C y A, entonces B.
Pero, puesto que, en el lenguaje natural no rige la ley de debilitamiento, la lógica tradicional no
refleja las propiedades de las condiciones que usamos en este tipo de lenguaje. Es por eso, que
cualquier persona suscribiría la verdad del enunciado:
(2) Si el cerillo se frota, entonces encenderá.
Pero se negará a aceptar lo que sería su consecuencia, si se atiene a la ley de debilitamiento.
(3) Si el fósforo se moja en el café y se frota, encenderá.
Van Fraassen cree, que el hecho de que esta ley no pueda aplicarse a los condicionales del lenguaje
ordinario es debido a que llevan consigo una cláusula tácita de ceteris paribus (si nada interfiere).
Se le da este nombre al supuesto de que todas las circunstancias que componen el hecho
mencionado en el antecedente permanecen siempre sin alterarse. Es por esto, que el efecto lógico
de esta cláusula impide que la ley de debilitamiento sea aplicable al lenguaje natural. Así, por
ejemplo, el enunciado (3) daría lugar, si se aplicara esta cláusula al siguiente condicional contra
fáctico:
(4) Si el cerillo se hubiese frotado (y las demás circunstancias hubiesen permanecido iguales),
entonces se habría encendido.
La posibilidad de afirmar que igualmente se hubiese encendido si se hubiese mojado y se le
frotara, queda descartada, dado que la acción de mojarla violaría la permanencia de circunstancias
que impone la cláusula ceteris paribus, colocada entre paréntesis.
A juicio de Van Fraassen, la posibilidad de que estos problemas puedan resolverse, siguiendo el
camino de la lógica tradicional o el tratamiento formal de los condicionales contrafácticos, como
propone Lewis (1973), son remotas. Los intentos por establecer las condiciones de verdad de los
enunciados condicionales del lenguaje natural fracasan al desconocer que tales condiciones están
determinadas por el contexto en que surgen.
En efecto, ya sabemos que los condicionales del lenguaje ordinario llevan implícito la cláusula
ceteris parís. Sabemos también que esta depende del contexto, es decir, de lo que el hablante
decida mantener inalterable. Por tanto, es la variable contextual la que determina el contenido de
la cláusula, al tiempo, que es fundamental a la hora de establecer la verdad del enunciado
condicional. Suponer como pretende Lewis, que lo que queda fijo es siempre lo mismo para cada
hablante es un gravísimo error.
Un condicional contra fáctico podrá ser verdadero en el contexto C1 y falso en el contexto C2,
dado que su valor de verdad no está condicionado por el enunciado en sí, sino por factores
pragmáticos, que dependen a su vez del contexto. Al respecto, afirma Van Fraassen: “en algún
momento se tuvo la esperanza, de que los condicionales contrafácticos proporcionarían un criterio
objetivo de lo que es una ley de la naturaleza o, por lo menos, de lo que es un enunciado
liguliforme (o nomológico). Una verdad meramente general debía ser distinguida de una ley
puesto que ésta última, y no la primera, es la que implica los contrafácticos. Esta idea debe
invertirse: si las leyes implican contrafácticos, entonces, dado que los contrafácticos son
dependientes del contexto, el concepto de ley no señala ninguna distinción objetiva de la
naturaleza” (Van Fraassen, 1996:149).
En base a estas observaciones, Van Fraassen llega a la conclusión de que todo intento por
caracterizar el concepto de causalidad sobre la base de condiciones suficientes o necesarias, o por
medio de condicionales contrafácticos, es un intento condenado al fracaso. Propone, por el
contrario, una reformulación del concepto de causalidad en base a su estrecha relación con los
factores pragmáticos. Trataremos ahora, de explicar los aspectos más importantes de esta
concepción de la causalidad y su articulación en una teoría de la explicación.
La explicación causal y su dependencia del contexto
El modelo de la explicación científica propuesto por Van Fraaseen se apoya básicamente en dos
elementos fundamentales: Las ideas de Reichenbach y Salmon sobre la causalidad y las
características lógicas y pragmáticas de las preguntas. La vinculación con la causalidad es natural
si se toma en cuenta que tradicionalmente “explicar” un fenómeno se ha entendido como
determinar los factores (principios causales) que los ocasionaron. En lo que respecta al análisis
de las preguntas, su vinculación radica en que una explicación constituye básicamente una
respuesta al porqué sucede o sucedió un evento.
Sobre la base de las aportaciones hechas por varios filósofos de la ciencia (Bromberger,
Achinstein, Hanson) en esta área, Van Fraassen, desarrolla su modelo reafirmando la importancia
que los factores pragmáticos o contextuales poseen a la hora de fundamentar una buena
explicación. Para Van Fraassen explicar causalmente un hecho es: “Contar una historia de cómo
las cosas sucedieron y cómo, por así decirlo, los sucesos concuerdan entre si”.
Ahora, consciente de las insuficiencias que su concepto de relevancia explicativa poseía a la hora
de explicar un hecho, Salmon reelabora su teoría de la explicación apoyándose en la teoría de la
causa común de Reichenbach. Un proceso causal es entendido en su nueva teoría como una serie
espacio-temporal continua de sucesos, igual al movimiento de un automóvil que se mueve a lo
largo del camino y cuya sombra se mueve a la par de él. La explicación -según la nueva
caracterización de Salmon- consistirá en mostrar la parte relevante de la red causal que conduce
a los sucesos que han de explicarse.
Para Van Fraseen, a pesar de lo práctico que resulta la comparación de la realidad propuesta por
Salmon -como una compleja red en la que se encuentran las series de eventos-, una explicación
será sólo posible en la medida que se realice una previa selección de las partes de la red que se
consideraran relevantes. De manera que, a la hora de explicar un evento: “la explicación
solamente tiene que decir que existe una estructura de relaciones causales de cierto tipo, que
podría en principio ser descrita en detalles: las características relevantes son las que escogen el
cierto tipo”. Esto implica, que un mismo evento merecerá, de acuerdo a cuáles factores sean
considerados relevantes, explicaciones alternativas; pudiendo incluso resultar varias de ellas
adecuadas al mismo tiempo. En consecuencia, dirá Van Fraassen, que un mismo suceso podrá
tener varias causas de muy diversa naturaleza.
Sin embargo, Van Fraassen cree que la elección del factor causal relevante no puede reducirse
simplemente a señalar aquel que parezca más interesante. Los factores explicativos deben
escogerse entre una gama de factores objetivamente relevantes para alguna teoría científica. Esto
significa, que: “ningún factor es relevante explicativamente hablando, a menos que sea
científicamente relevante, y entre los factores científicamente relevantes el contexto determina
aquellos que son relevantes explicativamente”.

Conclusiones

Se han considerado distintas posiciones epistemológicas con relación al problema de la


explicación, al rol de las teorías y los modelos en la explicación científica y sus implicancias en
la enseñanza de las ciencias naturales.

Como hemos tratado de poner de manifiesto, la explicación y su comprensión por parte de los
estudiantes puede mejorarse a través del empleo de modelos adecuados. Proponemos como
criterios de selección de los modelos que se utilizan para la enseñanza, aquellos que tengan mayor
capacidad de generalización, mayor capacidad para resolver problemas de interés, mayor
parsimonia y que al mismo tiempo ofrezcan la mayor significatividad potencial para el estudiante.

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