Revista de Información y Debate ● Diciembre de 2004 Nº 14

Dossier: Pueblos indígenas > Derechos humanos: la conversión de un objeto en

sujeto - Tierra y territorio como derechos - Mujeres indígenas: rompiendo el silencio - Modelos
y estrategias de cooperación internacional - La participación en el sistema internacional -
Medios de comunicación, espacios de reflexión y acción - Procesos organizativos de los
pueblos indígenas de Abya Yala

Europa: impacto social de las políticas económicas > Movimientos de masas

contra la “reforma” social en Alemania - ¿Dónde está Francia desde la Cumbre de Lisboa? -
Los sindicatos ante el “nuevo laborismo” - Amenazas e implicaciones de las relocalizaciones
en Europa

Miradas: Libre circulación del conocimiento > ¿Existe la “propiedad” intelectual? -

Copyleft o la liberación de la creatividad colectiva - Una introducción al software libre
 Pueblos
Portada
Nº 14 (II época)
Diciembre de 2004
Periodicidad trimestral

Fundada en 1995
Segunda época ● 2002

Editada por
Pueblos
C/Hileras, 4 ● 2º ● oficina 11
28013 ● Madrid

Coordinador
Luis Nieto Pereira

Consejo Editorial
Asociación Paz con Dignidad ●Centro de
Iniciativas para la Cooperación batá (CIC-batá)
● Centro de Asesoría y Estudios Sociales
(CAES) ● Entrepueblos ● Instituto de Promoción
de Estudios Sociales - Navarra (IPES-Navarra)
● Mugarik Gabe - Euskadi ● Aire Comunicación
● Ángeles Díez ● Jaume Botey ● Carlos Gómez
Gil ● Agustín Maraver ● Adolfo Rodríguez Gil ●
Carlos Taibo

Consejo de Redacción
Luis Nieto Pereira, Juan Pablo Crespo, Carles Girbau,
Pascual Serrano, Mercedes Fernández Lagarejos,
Daniel Franco Romo, Ángela Iranzo,
●
Corresponsal en Centroamérica:
Luis Miranda
● Mauricio García nació en Valladolid en 1954 y es licenciado en Bellas Artes
(redacción@revistapueblos.org)
Diseño: Amani Konan
Maquetación: Manuel Ponce
Colaboración gráfica
Dani Sánchez, Itziar Arriaga, Paula Cabildo, Mauricio
García, F. B., Valentín Bustos, Juan Pablo Crespo,
Begoña Dorronsoro, Jesús González Pazos,
Tony Hernández, J.O. Lombardía, Mundo Cal, Puri
Pérez, Manuel Ponce, F. B:,http://www.procomun.net,
http://www.sff.ba,
Entidades colaboradoras
Justicia i Pau de Cataluña, Instituto Galego de
Análise e Documentación Internacional,
Instituto de Promoción de Estudios Sociales - Vizcaya
Agradecimientos
Marta Pajuelo Anula, Chelo García Rincón, Liana
Castro, Txema Laullón y todas aquellas entidades y
personas que con su colaboración han hecho posible
la elaboración de este número.
Impresión
J.A. Díaz Artes Gráficas
Depósito legal
M.47.658-1999
Mauricio García
por la Universidad de Salamanca, donde se especializó en diseño, audiovisuales
y pintura. También ha cursado estudios de maestro industrial delineante, así como
de adaptación pedagógica y actualmente, y desde 1994, trabaja como diseñador
creativo en el Área de Bienestar Social de la Diputación de Valladolid.
Entre sus trabajos destacan pinturas mural realizadas en distintos pueblos de la
misma provincia, así como logotipos y carteles. Ente estos últimos sobresalen los
elaborados para las fiestas de San Mateo de Valladolid, que le han valido varios
premios, así como para los encierros de la localidad de Cuellar y la Semana de
Cine de Autor de Lugo. Igualmente cuenta con otros galardones, en este caso en el
campo del logotipo, del Museo del Vino vallisoletano.
Respecto a las muestras individuales, ha expuesto su obra en el Bar-Galería
Minotauro (Valladolid) anualmente desde el año 2000. Sus creaciones también se
ha podido contemplar en la Galería Castilla de la misma ciudad, en el Centro
Cívico de la Rondilla y en la Casa de Cultura de Aldeamayor de San Martín.
En el terreno artístico, los trabajos de Mauricio García están dotados de una
gran fuerza expresiva y dinamismo, gracias a un espléndido y original uso del
color y del trazo. En cuanto a las ideas que los impulsan y como él mismo expli-
ca: “Mis dibujos muchas veces no están claros, como tampoco los están los tiem-
pos que vivimos. De todas formas, siempre intento que se atisbe en ellos algo de
luz y esperanza”.

ISSN
1577-4376

Administración
Tel./Fax: 91 541 25 29
www.revistapueblos.org / info@revistapueblos.org

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Derechos (copyleft)
Cualquier parte de esta publicación puede ser reproducida de
cualquier forma siempre que se cite la fuente y el autor.
 Sumario
Editorial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .4
Opinión
¿Es acaso Estados Unidos una democracia? (Ángeles Diez) 5

6
.............

Europa: impacto social de las políticas

económicas
Movimientos de masas contra la “reforma” social en Alemania
(Daniel Berger) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .6
¿Dónde está Francia desde la Cumbre de Lisboa? (Galia Tépère) . . . . . . . . .9
Los sindicatos ante el “nuevo laborismo” (Martin Smith) . . . . . . . . . . . . . . . . .12
Amenazas e implicaciones de las relocalizaciones en Europa

18
(Fernando Luengo) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .16

Comunicación

24
La utopía de otra televisión posible (Agustín García Matilla)
Entrevista

27
Miguel Riera, director de El Viejo Topo (J.O. Lombardía y Luis Nieto Pereira)
Dossier: Pueblos Indígenas
(Artículos de Mikel Berraondo López, Alfredo Viteri, Florina López Miró, Jesús González

43
Pazos, Patricia Borraz, Iván Sanjinés Saavedra, Atencio López)

Miradas: Libre circulación del conocimiento

¿Existe la “propiedad” intelectual? (Roberto Feltrero Oreja) . . . . . . . . . . . . . . .43
Copyleft o la liberación de la creatividad colectiva (Adolfo Estalella) . . .46
Una introducción al software libre (Enrique Matías) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .49

52 Foro Social Europeo de Londres

III Foro Social Europeo: en busca de nuevas estrategias

54
(Juan Pablo Crespo)

Cooperación
Los silencios sobre Darfur (Mayra Moro-Coco) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54
Los fondos y sus sombras (Miguel Romero) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .56
Entrevista con Guadalupe Martín González,responsable de
Cooperación de la Junta de Castilla-La Mancha (Daniel Franco) . . . . . . .60

61 Cultura
Libros: Violación de Derechos Humanos en Palestina: Crónicas del
Apartheid (Chelo García Rincón) y La Red es de todos (Pepe Madariaga) . . .61
Música: Bhangra, la alegría de la cosecha (Enrique García) . . . . . . . . . . . . .62
Teatro: Copito de Nieve tira de la manta y evidencia el montaje
político de su figura (Laura Corcuera) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .63
Cine: Sarajevo: de ciudad sitiada a referencia del cine balcánico
(Alejandro Pedregal) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .64
Poesía (Gonzalo Linares) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .66

Información y debate ● PUEBLOS ● Diciembre ● 2004 ● 3

Editorial
Editorial
Palestina o la solución que
no puede esperar
L
a reciente desaparición de Yas-
ser Arafat cierra un ciclo de la
lucha palestina por la consecu-
ción de una Estado libre y soberano.
Sin embargo, parece claro que, bajo
impulsos distintos y nuevas estrategias,
la cerrazón sionista y las políticas oc-
cidentales continuarán dinamitando la
solución a un conflicto que lleva déca-
das enquistado en el corazón de Orien-
te Medio y carga a las espaldas con uno
de los más sangrientos fardos de la úl-
tima Historia de la Humanidad.
Pocas situaciones de enfrenta-
miento se han prolongado tanto como
ésta; pocas pueden “presumir” de que
varias generaciones hayan contempla-
do las mismas imágenes de horror y
destrucción pasando del blanco y ne-
gro al color de las televisiones. Que
Arafat muriera a los 75 años y se man-
tuviera en activo, más allá de cuestio-
nes de liderazgo político, es símbolo de
hasta dónde ha alargado la violencia en
Palestina y de como la urgencia debe
presidir una salida al conflicto. Y no
hay duda de que ello pasa por poner
encima de la mesa varias cuestiones in-
eludibles en cualquier negociación se-
ria que merezca ser denominada como
tal: la formación de un Estado Palesti-
no, los asentamientos, el retorno de los
refugiados y el problema de Jerusalén.
La política de asentamientos lleva-
da a cabo por Israel es y sigue siendo
enormemente agresiva. Si en1999 su
número en Cisjordania se situaba en
torno a 160, el año pasado superaba los
400. Y todo aunque el refuerzo de
asentamientos colonos, así como la ex-
propiación y desalojo de los palestinos
de sus propiedades representa una vio-
lación de los derechos humanos y del
derecho internacional según la ONU.
La política expansiva geográfica y de-
mográfica de Israel hace que los pa-
4 ● 2004 ● Diciembre ● PUEBLOS ● Información y debate
lestinos hayan sido expulsados de las
zonas más fértiles y ricas en agua, y es-
tén condenados al hambre y la pobre-
za, una realidad que se consolida con
Muro que se está construyendo. Se cal-
cula que un 75 por ciento de los que
habitan en Cisjordania no saben de otro
régimen que no sea el de la ocupación.
Otro tema ineludible es el de los re-
fugiados. Más de 4.500.000 de pales-
tinos viven fuera de su tierra y muchos
ignoran una existencia distinta a la de
los campos. En el caso de la Franja de
Gaza, no más de 6.000 colonos y
12.000 soldados ocupan cerca del 40
por ciento del territorio, frente al mi-
llón y medio de palestinos hacinados
mayoritariamente en campos. No deja
de ser paradójico que según la ley de
Retorno del año 1950, cualquier judío
tenga derecho a asentarse en Israel y
obtener la nacionalidad de manera au-
tomática, mientras que palestinos que
han vivido desde hace generaciones en
la misma tierra, deban morir sin volver
a pisarla o hayan nacido sin conocerla.
Finalmente está el tema de Jerusa-
lén, ciudad que se reclama como la ca-
pital del Estado Palestino. El Jerusalén
Viejo fue ocupado en 1947 por Israel
de forma unilateral y los palestinos de
la zona oriental soportan una situación
de discriminación y racismo extremos.
Palestina necesita y merece una
solución ya. Si las prisas no son bue-
nas consejeras para casi nada, escapar
de ellas bajo circunloquios vacíos que
no entran en los temas de fondo del
conflicto es condenar a una parálisis
indecente a miles de vidas y esperan-
zas. Supone mantenerlas sumergidas
en el barbecho de la injusticia y la
muerte en un sine die que reclama a
gritos un límite y la consecución de un
anhelo por el que luchan desde hace
demasiados años.❑

¿Es acaso Estados Unidos una democracia?
Ú
ltimamente casi todos hemos
hablado de las elecciones esta-
dounidenses, nos hemos ras-
gado las vestiduras por los gastos de la
campaña electoral, se han hecho en-
cuestas creando la ilusión de que el
mundo podía decir algo acerca de las
elecciones en el país que lidera el im-
perio; después, hemos interpretado los
resultados como el triunfo de la Amé-
rica profunda, nos hemos dolido del
triunfo del “presidente de la guerra” y
finalmente hemos bajado la cabeza re-
signados con la fútil esperanza de que,
tal vez, un nuevo mandato de G.W.
Bush será menos belicista, o por lo me-
nos será su último mandato. Pero nos
ha faltado una pregunta esencial que,
sin duda, habría cuestionado la validez
de las encuestas y colocado en su jus-
to término el debate sobre la política
estadounidense: ¿es acaso Estados
Unidos una democracia? Y a partir de
aquí encontraríamos respuestas más
adecuadas a otra cuestión: ¿hemos de
aceptar el resultado de las elecciones
estadounidenses?
Los gobiernos democráticos con-
temporáneos, nos dice B. Manin, han
evolucionado a partir de un sistema po-
lítico que fue concebido por sus funda-
dores no como un sistema democrático
sino en oposición precisamente a la de-
mocracia. Para Madison, uno de los pa-
dres de la Constitución estadouniden-
se, la diferencia entre las repúblicas
griegas y el gobierno americano radi-
caba en “la exclusión total del pueblo”
del gobierno a favor de sus represen-
tantes; este hecho hacía superior a Es-
tados Unidos, en relación a otras repú-
blicas o formas de gobierno. Los padres
fundadores no pensaban que la repre-
sentación era una forma de democracia
sino que era un sistema político esen-
cialmente diferente y superior que po-
nía a salvo de las turbas, o mayorías
Opinión
Ángeles Diez
empobrecidas, a la república pasando
por el tamiz de los órganos elegidos las
pasiones e instintos poco racionales de
los gobernados. Correspondía a una eli-
te de elegidos discernir sobre los ver-
daderos intereses del país cuyo patrio-
tismo y “amor a la justicia” así como
sus propiedades les impediría sacrificar
los intereses del país a consideraciones
morales, temporales o parciales.
No obstante, los gobiernos repre-
sentativos o delegados acabaron apro-
piándose del término democracia justi-
ficando, desde la teoría, que en realidad
se trataba de una forma de democracia
indirecta. Pero, desde el punto de vista
de la teoría política, es difícil explicar es-
to del gobierno indirecto cuando resulta
que los que gobiernan indirectamente a
través de sus representantes carecen de
control sobre las acciones de sus “man-
dados o mandatarios” -la inexistencia de
mandato imperativo en los sistemas mo-
dernos otorga un alto grado de indepen-
dencia de los gobernantes respecto de la
“voluntad popular”, y la revocabilidad
de los representantes es muy limitada-.
Hay, sin embargo, una razón que expli-
ca mejor por qué se soldó el término de-
mocracia a los sistemas representativos
modernos: su gran poder legitimador
del ejercicio del gobierno.
Los reparos de los gobiernos re-
presentativos hacia la universalización
del voto surgían precisamente del te-
mor a que las mayorías no propietarias
pudieran elegir como gobernantes a
miembros de su misma clase social,
dejando fuera a las elites propietarias.
Sin embargo, con el tiempo, la mecá-
nica electoral fue convenciendo a di-
chas elites de que el sufragio universal
no constituía ningún peligro sino todo
lo contrario, la posibilidad de contar
con las más altas cotas de consenti-
miento para el ejercicio del poder. To-
dos los sistemas electorales y la ma-
Información y debate ● PUEBLOS ● Diciembre ● 2004 ● 5
Opinión
quinaria de los medios de comunica-
ción de masas -incluidas las empresas
de relaciones públicas-, fueron conce-
bidos para garantizar que los electores
eligen la opción adecuada a los intere-
ses o valores de la nación -previamen-
te definidos-.
Estos valores, de los que tanto se
ha hablado estos días, son compartidos
por gobernantes y gobernados en Es-
tados Unidos, esencialmente: el lide-
razgo mundial, el poder, la patria; com-
partidos por demócratas y republica-
nos, parece que estos últimos han sido
más eficaces en convencer a la pobla-
ción de que ellos serían los mejores lí-
deres en su defensa, de ahí que se ha-
yan señalado como puntos débiles de
la campaña de Kerry su falta de fuer-
za, su ambigüedad en insistir en la de-
fensa nacional, etc.
Si algo caracteriza al fascismo y al
imperialismo como técnicas de infil-
tración, decía Julio Cortázar, es el uso
tendencioso del lenguaje, su manera de
servirse de los mismos conceptos para
alterar y viciar su sentido más profun-
do, convirtiendo palabras como demo-
cracia o libertad en consignas de su
propia ideología. El resultado es que,
atrapados ideológicamente por la gue-
rra sicológica de nuestros gobiernos, y
debilitados por la esperanza cristiana
de “un futuro mejor”, nos proponen
aceptar “la voluntad del pueblo esta-
dounidense expresada libremente en
las urnas” aunque eso signifique acep-
tar la ocupación de Iraq, la guerra per-
manente, el imperio de la fuerza y la
violencia, el exterminio de los débiles.
¿La democracia? No deja de ser curio-
so que el ascenso al poder del nacio-
nalsocialismo en Alemania fuera re-
sultado de las elecciones generales de
1932, quizá este dato histórico debiera
hacernos pensar esto de la democracia
en otros términos.❑
La Europa Social

Alemania
Movimientos de masas contra
la “reforma” social
Daniel Berger*

La posible entrada en vigor de la

ley Hartz IV, impulsada por el
gobierno socialdemócrata de
Schröder, ha puesto en pie de
guerra a la clase trabajadora
alemana. En un clima de crisis
económica, crecen las
movilizaciones frente a una norma
de fuerte carácter antisocial
y obrero que hace suyas consignas
más duras del neoliberalismo.

E
n el transcurso del pasado mes
de agosto, el movimiento con-
tra la “reforma de los subsidios
de desempleo” se desarrolló como si se
tratase de la onda expansiva de una ex-
plosión. Entre el 2 y el 30 de agosto, el
número de manifestantes aumentó de
600 en una ciudad a 140.000 en cerca
de 200 ciudades. A finales de ese mis-
mo mes y por un momento, pareció
que el movimiento no podía hacerse ya
mayor, pero la verdad es que está lejos
de perder aliento.
Según el ministro de Economía
alemán, la reforma social debería aho-
rrar 4.600 millones de euros y sin la
modificación de las medidas decidi-
das por la llamada “gran coalición”,
que es el nombre con el que en Ale-
mania se conoce al grupo de partidos
formado por SPD (socialdemócrata),
CDU (democristiano) y algunas veces
el FPD (liberal), se pondría en peligro
el pacto de estabilidad de Maastrich.
Nada dijo el ministro sobre los re-
cientes recortes fiscales de casi 4.000
millones de euros que afectan a las ca-
pas más pudientes de la sociedad. Y
Imagen de una casa okupa en Berlín.
es que ya se sabe, tradicionalmente,
los ahorros se realizan a costa de los
más humildes.
Pero el verdadero objetivo eje de
toda esta cuestión se halla situado en
otro terreno y tiene un doble carácter:
1. El Financial Times Deuts-
chland en su edición del 16 de
agosto de 2004 señalaba co-
mo la patronal ahorrará en un
periodo de dos años y gracias
a las reformas sociales, entre
9.000 y 10.000 millones de
euros.
2. Con la reforma del mercado de
trabajo organizada por el go-
bierno se mina toda la escala
salarial, acelerándose una baja-
da general de los sueldos.
En la medida en que estas expe-
riencias se suman a todas aquellas
“transformaciones” que a lo largo de
15 años han venido produciéndose en
Alemania del Este, donde existe una
tasa de paro permanente del 20 por
ciento, la cólera se extiende hacia unos
niveles explosivos. De hecho, sólo hi-
zo falta una señal para poner en mar-
cha a un movimiento que estalló como
una verdadera bomba durante el pasa-
do verano. Después del 2 de agosto y
cada lunes, gran cantidad de manifes-

6 ● 2004 ● Diciembre ● PUEBLOS ● Información y debate


tantes empiezan a tomar las
calles de varias ciudades
alemanas; a finales del mis-
mo mes, el número se acer-
ca a unas 140.000 personas
en Alemania del Este y alre-
La patronal ahorrará en un periodo de dos años y gracias a
dedor de 5.000 en el Oeste.
Dos sucesos inquietaron
entonces e inquietan ahora a “los des-
pachos y el capital”, es decir, al go-
bierno y a los principales empresarios:
la contundencia de los manifestantes,
expresada a través de sus duras con-
signas y el hecho de que las “constan-
tes” neoliberales, que habían sido tra-
dicionalmente aceptadas, se vean pro-
gresivamente puestas en cuestión, al
menos por una importante minoría de
la población. La convicción TINA
(There is not alternative, en castellano,
“no hay alternativa”) con la que se ha
hecho callar a la gente empieza por pri-
mera vez a tambalearse.
La traducción de todo ello en los
sondeos electorales y luego en las pro-
pias elecciones municipales y regiona-
les (en algunos länder) se observa en
los siguientes datos: por una parte, la
abstención sube y los partidos de la
“gran coalición” (SPD o CDU en el
gobierno, según las regiones, y con-
tando que éste o aquel son alternativa-
mente “la oposición oficial” allí
donde no gobiernan) pierden votos.
Por el contrario, el PDS (formación
surgida del antiguo partido comu-
nista del Este y que incluye a otros
sectores de la izquierda del Oeste)
empieza a ganarlos.
Las primeras reacciones
Estos acontecimientos han provo-
cado tal miedo, que el gobierno ha
comenzado a dar marcha atrás de
manera bastante clara. Así, los pa-
rados de larga duración no tendrán
en enero de 2005 “un mes en blan-
co”. Enero iba a ser el primer pe-
riodo de aplicación de la reforma y
habría de saldarse con un gran aho-
rro en el presupuesto federal, dado
que los subsidios se pagarían úni-
camente al final de ese mes, dejan-
do de facto a miles de personas 30
días sin prestación.
La Europa Social
“
modificarse, la experiencia
ha servido para demostrar
las reformas sociales propuestas en la ley Hartz VI
entre 9.000 y 10.000 millones de euros.
“ a muchos que únicamente
si se pelea, es posible lo-
grar resultados.
Las fuerzas políticas
Las espontáneas experien-
En segundo lugar, los ahorros de cias nacidas de las manifestaciones de
los mineros, conseguidos en los últi- los lunes se hallan frecuentemente
mos 14 años, no van a ser contados co- mezcladas con un buen número de sen-
mo una riqueza revalorizable y se con- timientos algo ingenuos, a menudo po-
siderarán compatibles con el subsidio co reflexivos y, en algunas ocasiones,
de paro hasta que excedan de 4.100 eu- incluso xenófobos. Hay que contar
ros (originariamente el tope previsto que, particularmente, en Alemania del
era de 750 euros). Este las tendencias políticas de iz-
Aparte, la última decisión de la quierda, sobre todo la radical, se en-
gran coalición, la introducción de un cuentran muy escasamente estructura-
nuevo seguro médico para prótesis das. Es decir, resulta muy difícil, salvo
dentales a pagar exclusivamente por en un número reducido de casos, que
los asalariados, ha sido aplazada. las propuestas no terminen en un ca-
Todas estas medidas representan llejón sin salida.
una “pérdida de ahorro previsto” en el Electoralmente, no existen hoy
presupuesto federal de 1.200 millones fuerzas que puedan apuntar hacia una
de euros, o dicho de otra manera, se alternativa a los planes de recorte res-
trata de una suma de dinero que per- pondidos desde la calle. Así, los votos
manecerá, al menos por el momento, que la izquierda tradicional pierde aca-
en el bolsillo de los asalariados que no ban en la abstención y sólo en una pro-
tendrán que pagar por servicios o de- porción bastante menor va al PDS, el
rechos hasta ahora gratuitos. Aunque único de los partidos conocidos que se
lo esencial de las reformas sigue sin ha manifestado hasta ahora contra el
proyecto de ley Hartz IV. Por la dere-
cha, una parte de ese voto desen-
cantado recala en las organizacio-
nes de tipo fascista.
Podemos hablar de otra fuer-
za política que se va a aprove-
char de este “clima de cambio”.
Se trata del WASG (Alternativa
Electoral por la Justicia Social),
formación que se constituirá en
partido en los próximos meses y
que es posible denominar como
de “nueva y vieja” socialdemo-
cracia. Sus inspiradores se hallan
en las filas de los organizadores
sindicales, especialmente del IG
Metall, en las de una parte de la
intelectualidad de izquierdas y en
George Grosz. 1923.
algunos sectores de la izquierda
socialdemócrata, como el que ac-
túa alrededor de la revista Sozia-
lismus. Dichos grupos han toma-
do la iniciativa de señalar a la
Que se salve quien pueda y el que no tenga fuerzas que se hunda. formación como una alternativa
Información y debate ● PUEBLOS ● Diciembre ● 2004 ● 7
La Europa Social
“
electoral que replique a la
decepción que ha signifi-
cado Schröder. Tras el 2 de agosto y cada lunes, los manifestantes empiezan
Los documentos pro-
gramáticos elaborados para
su fundación formal en el
invierno de 2004-2005 in-
mes, el número es de 140.000 en Alemania del Este
a tomar las calles de las ciudades alemanas; a finales del mismo
dican que la orientación de
esta fuerza puede conside-
rarse como un rescate de los paráme-
tros de la vieja socialdemocracia tradi-
cional y reformista que busca erradicar
las “deformaciones” neoliberales que
el actual SPD pone en marcha. Por tan-
to, defiende la vuelta al viejo “equili-
brio” social que existía bajo el gobier-
no de Brandt en el inicio de la década
de los 70.
El viejo dirigente del SPD, Oskar
Lafontaine orienta sus pasos hacia ese
partido en proceso de fundación. La-
fontaine parece buscar su expulsión del
SPD, pero el SPD, de momento, se
muestra contrario a la creación de már-
tires. Esta nueva formación anhela re-
construir una verdadera socialdemo-
cracia y electoralmente puede llegar a
rebanar al poderoso SPD entre un 5 y
un 10 por ciento de los sufragios.
Por su parte, las fuerzas de la ex-
trema derecha quieren igualmente
sacar partido de la actual situación.
De hecho, algunos de sus miembros
se confunden entre los manifestan-
tes y en la mayor parte de los casos,
la izquierda ha rechazado expulsar-
los o llamar a que sea expulsados de
tales manifestaciones. Desgraciada-
mente, este hecho seguirá represen-
tando un problema en el futuro, da-
do que la mayor parte de las exigen-
cias serán, al menos por bastante
tiempo, imposibles de satisfacer. Si
el movimiento no avanza, un por-
centaje nada despreciable de su ala
más atrasada puede resultar seduci-
do por la frase “el trabajo para los
alemanes”, idea que consecuente-
mente significa y se traduce en “fue-
ra extranjeros”.
De todas maneras, el clima actual
resulta ya propicio para los fascistas.
Las últimas elecciones regionales de
otoño han registrado un ascenso de vo-
tos para el NPD y el DVU que además
8 ● 2004 ● Diciembre ● PUEBLOS ● Información y debate
Alemania
y alrededor de 5.000 en el Oeste
“
se pusieron de acuerdo para presentar
su candidatura de manera no concu-
rrente, es decir, complementaria.
El papel de los sindicatos
Las direcciones sindicales se encuen-
tran debilitadas, con poco crédito y
acumulando derrota tras la derrota. La
batalla por la implantación de las 35
horas en Alemania del Este acabó en
catástrofe en 2003, ya que en numero-
sos convenios la jornada de trabajo, le-
jos de reducirse, se prologó incluso sin
subida salarial en algunas ocasiones. Y
todo ello a pesar de las malas y poco
deseables “reformas sociales”, que, sin
Las consecuencias
de Hartz IV
Los opositores al proyecto de ley
Hartz IV creen que su aplicación
conllevará:
-Expropiación del derecho de
los parados a seguir cobrando la
prestación por desempleo.
-Degradación de la protección
de datos personales al poder ha-
cerse públicos.
-Desahucios masivos, ya que
un porcentaje elevado de la pobla-
ción alemana habita en casas de
alquiler.
-Que los trabajadores ocupen
cualquier puesto de trabajo, sean
cuales sean las condiciones del
mismo.
-No aplicación de convenios co-
lectivos, prolongación de la jornada
laboral, consolidación de sectores
con salarios bajos y sin derechos
sindicales, así como reducción de
los sueldos en general.
Albert Toledo
embargo, no animan a mo-
vilizarse contra su tradicio-
nal “partenaire”, el SPD.
El debate sobre la intro-
ducción de salario mínimo
ha sido clarificador respec-
to a la actitud de la direc-
ción sindical. Así, mientras
el movimiento apoya su
creación, la dirección sindical mani-
fiesta su rechazo al mismo, dado que
su aparición restaría a los sindicatos ca-
pacidad de negociación en los conve-
nios. En realidad, un salario mínimo
aceptable ayudaría a subir los bajos sa-
larios que ahora se registran en buena
parte de sectores (en 120 profesiones
se gana menos de 6 euros la hora; el sa-
lario más bajo se sitúa en 4,32 euros).
Hoy por hoy, solamente el 70 por cien-
to de la población de Alemania del
Oeste y en torno a un 55 por ciento de
la del Este trabajan sobre la base de un
convenio negociado por los sindicatos.
Así, los sueldos no se encuentran so-
metidos a regulación por convenio y en
algunos casos no llegan siquiera a cua-
tro euros la hora. La ofensiva antiso-
cial del gobierno ha forzado a los pa-
rados de larga duración a trabajar por
un euro la hora (su salario final se
construye con las cantidades pagadas
por los empresarios más el monto de
ayuda social de 345 euros que reciben
cada mes).
En medio de una enorme confu-
sión, las espadas siguen en alto en Ale-
mania. Y es que el intento masivo de
introducir, por parte de un gobierno so-
cialdemócrata y verde, un conjunto de
medidas de claro tinte neoliberal basa-
das en la lógica de la llamada agenda
de Lisboa 2010 genera desconcierto.
Se trata de una política que parece co-
rresponder a otros colores del arco par-
lamentario. Sin embargo y a pesar de
todo ello, es muy importante destacar
que las movilizaciones que exigen la
retirada de Hartz IV surgen como ver-
daderos signos de esperanza.❑.
*Daniel Berger es militante de IG Metall.
Traducción: Carlos Girbau
 La Europa Social
Francia
¿Dónde está Francia desde la Cumbre de
Lisboa?
Galia Trépère*

Algunos días antes de la Cumbre de Lisboa de 2000, Martine Aubry,

ministra francesa de Empleo y Solidaridad del Trabajo indicaba al
periódico económico La Tribune, lo que esperaba de este momento
europeo: “Ahora que el gran mercado de los hombres, de las
mercancías y de los capitales y servicios va para adelante, y que
estamos en la víspera de una ampliación histórica de la Unión
Europea, ya no es posible que la cuestión social sea el pariente pobre
de la construcción europea. Lisboa debe marcar una nueva etapa...”.

E
n esa época la política france-
sa estaba dominada por la co-
habitación entre el presidente
de la República, Chirac, y el gobierno
de la derecha plural dirigido por Jos-
pin. Las autoridades francesas, que se
preparaban para tomar la presidencia
de la Unión Europea, se hacían fuer-
tes a la hora de dotarla de contenido
social bajo la forma de una “agenda
social” y tanto Jospin como Chirac se
desmarcaban de la pareja Aznar-Blair,
que manifestaba abiertamente opcio-
nes liberales.
Valentín Bustos

Pero la agenda social sólo ha per-

manecido en el papel y no ha sido más
que el atuendo de una política liberal,
predicando para las empresas el esta-
tus de “sociedad europea” y para los
asalariados la “formación a lo largo de
toda la vida”, necesaria para justificar dirigentes europeos, incluyendo la ción en ciertos sectores como el gas,
una mano de obra condenada a la apertura a la competencia de los ser- la electricidad, los servicios de corre-
“movilidad”. vicios públicos: “Chirac y Jospin, ha- os y el transporte”. (...) Sobre este te-
Por el contrario, a la misma salida biendo aceptado finalmente las “con- ma tan sensible Jospin declaró que la
de la Cumbre, la prensa señalaba el clusiones” de la Cumbre, señalan la “adaptación al cambio, a la moderni-
buen entendimiento habido entre los necesidad de “acelerar la liberaliza- dad, a las nuevas tecnologías debe ha-

Información y debate ● PUEBLOS ● Diciembre ● 2004 ● 9

La Europa Social
cerse de forma diferente en los servi-
cios públicos, pero esta necesidad de
evolución es incuestionable”.
La única exigencia de Jospin y
Chirac trataba sobre el calendario, es
decir, de que se les dejara un poco de
tiempo para imponer a los trabajado-
res y a la población las reformas con-
ducentes a la privatización del EDF-
GDF, de Correos y de los transportes.
2000-2002: La unión entre la
izquierda y la derecha
No es que las reformas liberales se
hayan impuesto al gobierno francés
desde el exterior por un mandato de
Bruselas, como dicen los soberanis-
tas, sino porque el gobierno tenía la
necesidad de poner fin a la resisten-
cia de los trabajadores, quienes se
declararon en huelga en noviembre-
diciembre de 1995. Un primer plan
consistía en atacar la Seguridad So-
cial (Plan Juppé).
Por otro lado, la cantera de la
desregularización del trabajo estaba
bien avanzada a través de las leyes
Aubry que al mismo tiempo que in-
troducían las 35 horas, permitían a
los empresarios incrementar la flexi-
bilidad horaria en el trabajo y a me-
nudo congelar los salarios y suprimir
descansos y primas. Incluso posibili-
taban la desregularización de los ser-
vicios públicos, en particular en los
hospitales por medio de una reforma
descentralizada.
Dos meses antes de la Cumbre de
Lisboa, a principios de febrero de
2000, el Medef, principal organiza-
ción de la patronal, había lanzado un
eslogan de “refundación social”, cu-
yos objetivos coincidían con los de la
Unión Europea. Las direcciones de
grandes confederaciones sindicales
estaban invitadas por la patronal a las
negociaciones concernientes distintas
temáticas: seguro de paro; lucha con-
tra la precariedad e inserción de jóve-
nes; salud en el trabajo; vías y medios
de profundizar la negociación colecti-
va; seguro de enfermedad; adaptación
de la formación profesional; evolu-
ción de los regímenes de pensiones
complementarias; igualdad profesio-
10 ● 2004 ● Diciembre ● PUEBLOS ● Información y debate
Francia
“
La agenda social no ha sido más que el
atuendo de una política liberal, predicando
“
para los asalariados la “formación a lo
largo de toda la vida” que justifica su
condena a la movilidad
nal, situación y funciones de los “cua-
dros de mando” y protección social.
Detrás de un lenguaje social, estaba
claro, y la patronal no lo escondía, que
el objetivo del Medef era permitir la
desregularización de todos los dere-
chos sociales con el fin de “abaratar el
coste del trabajo” y hacer empresas
“competitivas”. La participación de
las direcciones sindicales en estas ne-
gociaciones, aunque hubiera críticas
por parte de la CGT y FO, y la nega-
tiva a firmar los acuerdos salvo el que
concernía a la formación profesional,
eran ya en sí una capitulación.
El gobierno de Jospin, por su par-
te, simulaba una oposición a la patro-
nal para terminar por dar su benepláci-
to a una de las disposiciones más “an-
ti-obreras” del Medef, la concerniente
al sistema de indemnizaciones de las
personas desempleadas, adoptada en
enero de 2001. El plan de ayuda a la
vuelta al trabajo obligaba a los desem-
pleados, bajo la excusa de “un acom-
pañamiento en la búsqueda de em-
pleo”, a aceptar cualquier oferta bajo
pena de ver reducida su indemnización
y posteriormente de que les fuera su-
primido el sistema de cobertura.
Ésta era la forma en que la patro-
nal y el gobierno entendían, como en
los otros países de la UE, la sociedad
del “pleno empleo” pronunciada en
Lisboa: aumentar el número de traba-
jadores activos y la mano de obra dis-
ponible para el empresario a golpe de
precariedad y salarios bajos.
Por otra parte, el gobierno Jospin
había puesto en marcha la reforma de
pensiones con la creación en mayo de
2000, del Consejo de Orientación de
Pensiones (COR) (Conseil d´Orienta-
tion des Retraites), compuesto por re-
presentantes de sindicatos y empresa-
rios, y encargado de encontrar solu-
ciones para “salvar el sistema de jubi-
laciones por reparticiones”, amenaza-
do, según decía la propaganda, por el
“envejecimiento de la población”. “El
empleo de los mayores es una priori-
dad para las políticas de empleo y ju-
bilación que conducen los diferentes
Estados miembros de la Unión Euro-
pea”, declararía más tarde el COR,
que haría una llamada a los gobiernos
europeos en la Cumbre de Lisboa y
que se había fijado como objetivo ele-
var el 50 por ciento las tasas de em-
pleo de los 55 a 64 años en 2010.
En abril de 2002, se celebraron
elecciones presidenciales. El 75 por
ciento de los votantes estaban conven-
cidos, según los sondeos, de que no ha-
bía diferencia entre los programas de
Jospin y Chirac. Las dos tendencias te-
nían en su programa una reforma de ju-
bilaciones casi idéntica. Para su mayor
desprestigio y aunque el 10 por ciento
del electorado votaba por los candida-
tos de la extrema izquierda, aparece la
repugnante figura del dirigente de ex-
trema derecha, Le Pen, quien saldrá en
la segunda vuelta.
Finalmente será el gobierno de
Raffarin el encargado de imponer las
reformas de pensiones, de la Seguri-
dad Social y las privatizaciones de
EDF-GDF y de Correos.
2003-2004: Movimientos frente
a las reformas liberales
El gobierno de derechas se beneficia-
rá en particular de la buena voluntad
de las cúpulas de las grandes confe-

deraciones sindicales, que le permiti-
rán llevar “diálogo” y “concertación”
a los objetivos marcados y aceptados
de “proceder a las reformas” necesa-
rias para hacer de la economía france-
sa una economía “competitiva” en el
marco definido por Lisboa.
Pero a principios de 2003, un gra-
no de arena vino a dañar este meca-
nismo: el rechazo de los asalariados
de la EDF de la reforma de sus pen-
siones. Militantes, sindicados y traba-
jadores votaron NO en el referéndum
organizado por la dirección. Por pri-
mera vez desde hacía tiempo, se escu-
chaba alta y clara una negativa que
obligaba al gobierno a dar marcha
atrás. Se trataba de asalariados y de
equipos de sindicalistas que rompían
con la política de colaboración de las
direcciones sindicales.
La reforma Fillion contra las pen-
siones estaba ya bien encauzada sobre
los ráiles de la concertación y todas las
partes sociales repetían que era total-
mente necesaria una reforma, ya que
si ella el sistema de pensiones iría al
fracaso. Serán los empleados de la
educación nacional, movilizados pri-
mero contra la descentralización y
después contra el Plan Fillion de jubi-
laciones, quienes lanzándose a la lu-
cha llevarán a todo el personal del sec-
tor, contraviniendo a las direcciones
sindicales, a varias jornadas de huel-
ga masivamente seguidas en la fun-
ción pública y a una gran manifesta-
ción nacional el 25 de mayo de 2003.
Las direcciones sindicales no hicieron
absolutamente nada para generalizar
el movimiento, sino más bien todo lo
contrario. De hecho, el movimiento no
fue capaz de superar este obstáculo. El
gobierno hizo votar su ley alargando
la duración de la cotización de 37,5
años a 40 años para todos los trabaja-
dores y después hasta 42 años.
Tras esta derrota, el gobierno, muy
cuestionado sin embargo desde las
elecciones regionales y europeas, ha
podido imponer la reforma de la Se-
guridad Social, que, introduciendo los
seguros privados en el régimen gene-
ral, prepara el camino hacia la priva-
tización. Ello se traduce de ahora en
“
El gobierno quiere cerrar 6.000
ventanillas de Correos y la educación
“
nacional vive un ataque al estatuto de los
profesores y la reducción al mínimo del
abanico de las enseñanzas impartidas
adelante en un aumento de la contri-
bución social generalizada (CSG).
También implica el “crimen hospita-
lario” que supone la disminución del
reembolso de los medicamentos en es-
pera de otras medidas tanto o más gra-
ves para los usuarios. No ha habido
ninguna llamada a la movilización
contra esta reforma por parte de las di-
recciones sindicales que ya le habían
dado su aprobación bajo la forma de
un diagnóstico compartido con el alto
Consejo de Seguros de Enfermedad,
una especie de comisión de expertos
que representa a todos los interlocu-
tores sociales.
Paralelamente y a pesar de su lu-
cha, los trabajadores de la EDF-GDF
se han visto obligados al cambio del
estatuto de su empresa que, después
de la apertura del mercado de profe-
sionales a las operadoras privadas en
julio pasado, despeja la vía a la priva-
tización.
Una ofensiva desde todos
los ángulos
A principios de septiembre de 2004, el
gobierno ha acabado la privatización
de France Telecom, cuya “apertura del
capital” ya había sido decidida en 1997
por el gobierno de Jospin. Sobre la ba-
se de retrocesos impuestos al movi-
miento social, la ofensiva patronal y
gubernamental se han acelerado.
Correos, desde hacía tiempo en el
punto de mira, está amenazado: el go-
bierno quiere cerrar 6.000 de sus ven-
tanillas. La educación nacional, ya so-
cavada a través de las leyes descen-
tralizadoras de abril de 2004, pero que
todavía es necesario “reformar en pro-
fundidad”, vive un ataque al estatuto
de los profesores y la reducción al mí-
Información y debate ● PUEBLOS ● Diciembre ● 2004 ● 11
La Europa Social
nimo del abanico de las enseñanzas
impartidas.
De forma más general, la reforma
del Estado está en curso. El gobierno
prevé suprimir miles de puestos de
funcionarios con la introducción de
numerosos servicios informáticos y
resulta evidente que es el estatuto pro-
tegido de los funcionarios, calificado
de “privilegiado”, con lo que se quie-
re acabar.
El espíritu de Lisboa se ha respe-
tado. Por medio de un plan bautizado
como “cohesión social” se ha llevado
a cabo la reforma del seguro de paro,
destinado también a ser privatizado.
Al mismo tiempo, el gobierno prevé
atacar el Código de Trabajo y particu-
larmente el contrato de duración in-
determinada, el contrato fijo, mientras
que la patronal reclama el fin de toda
reglamentación en materia de dura-
ción del tiempo de trabajo en el nom-
bre de la “lucha contra la deslocaliza-
ción”. En el nombre de esta lucha, el
gobierno piensa crear “polos de com-
petitividad” en varios puntos del te-
rritorio, especializados en una activi-
dad acreditada en la línea de la mar-
cha mundial. Así, crecerán empresas,
centros de investigación y de forma-
ción de los cuales las empresas saca-
ran provecho, embolsándose nuevas
subvenciones del Estado.
Modelar toda la vida social en fun-
ción de intereses de accionarios que
deciden la economía es el fin al que
responden todas las reformas en cur-
so. Seillière, el patrón de los patronos,
no se equivoca cuando declara: “Hay
que generalizar las medidas para que
las empresas puedan quedarse en
Francia”. Este es objetivo al que el
movimiento social debe hacer frente.
Las derrotas sufridas le obligan a rea-
lizar una pausa, un tiempo de refle-
xión y debate necesario para analizar
las razones de los fracasos y para pre-
pararse para la contraofensiva.❑
*Galia Trépère
es miembro de la LCR de Francia.
Traducción: Chelo García
La Europa Social
Los sindicatos ante el “nuevo laborismo”
Valentín Bustos
Gordon Brown, ministro de
Economía británico, ha declarado
la guerra al sindicato de
funcionarios; si continúa con sus
planes, más de 100.000
trabajadores perderán sus puestos
de trabajo. Este ataque contra uno
de los sindicatos claves del sector
público puede tener consecuencias
aún mayores. Brown también
quiere hacer pedazos el sistema
de pensiones del servicio público.
12 ● 2004 ● Diciembre ● PUEBLOS ● Información y debate
Gran Bretaña
Martin Smith*
C
uando los problemas salariales es-
tán siendo resueltos en la nego-
ciación sin mayor conflicto, de
golpe y porrazo, aparece la necesidad de
llegar a un acuerdo a corto plazo con Uni-
son, bajo el título “agenda para el cam-
bio”, que representa un verdadero pro-
grama de remodelación de la Seguridad
Social. ¿Qué pretende el ministro Brown
con ello? ¿Quiere introducir un nuevo
Plan Ridley? Nicholas Ridley fue el hom-
bre que diseñó los planes de desintegra-
ción de los sindicatos durante el mandato
Margaret Thatcher en la década de los 80.
Su estrategia era tan simple como clara:
no te enfrentes a todos a la vez, hazlo de
uno en uno.
Las líneas del campo de batalla han si-
do dibujadas. Para la burocracia sindical,
se trata de una prueba de colosal impor-
tancia, todo ello sin mencionar qué papel
jugará la nueva generación de dirigentes
sindicales. Si bien estos últimos han re-
presentado un tónico muy necesario para
el movimiento sindical, durante los últi-
mos años han sufrido varios reveses, de
los cuales la derrota de la huelga de los
bomberos ha sido el más destacado.

En tales circunstancias, merece la
pena preguntarse con seriedad a propó-
sito del papel que jugará el “núcleo du-
ro” del aparato sindical ¿Cómo res-
ponderán este sector ante los ejes fun-
damentales de la batalla ya diseñada?
¿Cuál será la relación de los activistas
más a la izquierda con esta generación
de jefes sindicales?
El Partido Laborista
En los dos o tres últimos años, el punto
central de debate dentro del movimien-
to sindical ha sido el apoyo al Partido
Laborista. En febrero de este año, se
abrió la primera gran brecha en el dique,
cuando el RMT fue expulsado del Par-
tido Laborista porque durante su con-
greso determinó dar un paso histórico:
democratizar la entrega de sus fondos
monetarios. Como consecuencia, 13
uniones de este sindicato se han suma-
do a la coalición electoral Respect y en
la región de Escocia, han decido apoyar
al Scottish Socialist Party (Partido So-
cialista de Escocia). Se trata de un acon-
tecimiento nunca antes conocido en los
100 años de relaciones entre el Partido
Laborista y el movimiento obrero-sin-
dical. Ni siquiera se produjo cuando
Ramsay MacDonald, en los años 30,
formó gobierno con los conservadores
o cuando renació la lucha de clases al
inicio de la década de los 70.
Hoy día, casi todos los sindicatos
han sido forzados a suspender la entre-
ga de sus fondos monetarios al Partido
Laborista. Este hecho refleja el debili-
tamiento del dominio de la organización
socialdemócrata, que ha logrado ocul-
tar a menudo las discrepancias existen-
tes durante períodos de militancia acti-
va de la clase trabajadora. Billy Hayes,
secretario general del CWU, admitió en
el congreso de este año que no seguiría
apoyando a los laboristas si privatiza-
ban Correos.
A pesar de esas amenazas, los jefes
sindicales ceden terreno en sus exigen-
cias para evitar romper con el Partido
Laborista. Solamente dos secretarios ge-
nerales, Bob Crow y Mark Serwotka,
apelan por una alternativa socialista
frente al Partido Laborista; el resto, sin
excepción, son miembros de éste y ca-
Significado siglas
AMICUS: Automated Management
Information Civil Users System.
AMO: Association of Magisterial
Officers (UK).
ASLEF: Associated Society of
Locomotive Engineers and
Firemen (UK).
AUT: Association of University
Teachers.
BBC: British Broadcasting
Corporation.
CWU: Communication Worker´s
Union.
GMB: British Trade Union
(originally General Municipal
Boilermakers; now known simply
as GMB).
GPMU: Graphical Paper and
Media Union.
NASUWT: National Association of
Schoolmasters Union of Women
Teachers.
NATFHE: National Association of
Teachers in Further and Higher
Education.
NUJ: National Union of Journalists.
NUT: Natioanl Union of Teachers
PCS: Public and Commercial Ser-
vices Union.
RESPECT: Respect Equality.
Socialism Peace Environment
Community Trade Unionism.
RMT: National Union of Rail,
Maritime and Transport Workers
(UK).
TGWU: Transport and General
Workers’ Union (UK).
TUC: Trades Union Congress.
UNIFI:Universal Financial Industry.
UNISON: The Public Service
Union.
si todos desempeñan un papel destaca-
do a la hora de intentar recuperarlo pa-
ra la izquierda. Tuvieron la oportunidad
de derrotar a Blair en la Conferencia del
pasado año, ya que su moción conde-
nando la guerra de Irak lo puso en el lí-
mite. Sin embargo, bastó con una leve
presión por parte de “significados nota-
bles” para que los cuatro sindicatos cla-
Información y debate ● PUEBLOS ● Diciembre ● 2004 ● 13
La Europa Social
ve (Amicus, GMB, TGWU y Unison)
cambiaran de rumbo y optaran por de-
fender una moción en contra de las fun-
daciones hospitalarias. La moción en
defensa de la sanidad pública fue final-
mente aprobada, pero Blair salió impu-
ne de su guerra en Irak.
El debate acerca del Partido Labo-
rista está ejerciendo una gran presión
sobre la burocracia sindical, sobre todo,
porque Brown y Blair mantienen la
aplicación de sus planes neoliberales.
A pesar de la erosión sufrida en la
base del Partido Laborista, la cohesión
social en torno a éste permanece sólida.
¿De qué otra manera podría explicarse,
si no, el hecho de que dos tercios de los
delegados de Unison votaran en contra
del llamamiento en favor de la renuncia
de Blair? Lograr que los sindicatos más
importantes democraticen la entrega de
sus fondos monetarios lleva implícita
una larga y dura batalla, y la mayoría del
“núcleo duro” del aparato sindical no va
a facilitar esa labor.
Parece claro que la solución no es
dejar un vacío político; los sindicatos
que opten por la separación deben llegar
al acuerdo de crear una auténtica oposi-
ción socialista. Eso fue lo que hicieron
sus antepasados hace 100 años, cuando
rompieron con los liberales. Bob Crow
juega con fuego al jactarse en The Guar-
dian de haber votado al Partido Verde,
algo que de ninguna manera alienta a los
activistas del RMT para crear la tan ne-
cesitada alternativa política frente al Par-
tido Laborista y a la vez desacredita la
toma de decisiones de sus miembros.
Nuestros destinos se entrelazan de mu-
chas formas porque si Respect no obtu-
viera suficientes votos en las elecciones,
se estaría dando un paso al enfrenta-
miento con el RMT y Crow. Por otra
parte, este hecho favorecería a aquellos
que desde dentro el laborismo quieren
asestar un golpe a cualquier sindicato
que ose buscar un camino de cierta in-
dependencia. Así, se complicaría más
aún la creación de esa necesaria alterna-
tiva en el campo político.
Afiliación sindical
La prensa insiste en el descenso de afi-
liación sindical: se ha rebajado en
La Europa Social

Gran Bretaña
300.000 trabajadores, dejando la cifra Tabla 1 plo de ello lo constituye la victoria
total de afiliados en 6,4 millones. Esta Miembros de sindicatos obtenida por el TGWU para los lim-
caída parece sorprendente, puesto que piadores del Canary Wharf.
en los últimos años han tenido lugar pe- Año 2003 2004 El problema que enfrentan los sin-
queños pero significativos incrementos dicatos radica en que la mayor parte
en la afiliación, que se han hecho notar Unison 1,289,000 1,301,000 de las corporaciones se resisten ante
en sindicatos como GMB, GPMU y Amicus 1,061,199 1,077,762 cualquier intento de sindicar los pues-
TGWU. En términos generales, existen Unifi 147,607 n/a tos de trabajo; queda claro que algu-
varias razones para que se dé tal para- TGWU 835,351 816,986 nos sindicatos han preferido apartar-
doja. Primero, los sindicatos han cam- GMB 703,970 600,106 se de cualquier enfrentamiento direc-
biado la forma de computar sus afilia- CWU 266,067 258,696 to por tal motivo.
ciones: antes se tenían en cuenta aque- NASUWT 211,779 223,486 Además, muchos de ellos han re-
llos miembros que no pagaban (desem- NUT 232,280 239,796 lajado los márgenes de sus organiza-
pleados, jubilados), sin embargo ahora PCS 285,582 295,063 ciones. Han optado por la unificación
sólo cuentan los que abonan sus cuotas. NUJ 23,342 27,164 con otros, sustituyendo su vieja es-
Por otra parte, los sindicatos de las fá- RMT 63,084 67,476 tructura. Recientemente Unifi se ha
bricas son los que han perdido más GPMU 170,279 102,088 unido a Amicus, y el AMO al PCS.
miembros debido a la enorme rebaja de También se habla de la unión entre el
puestos de trabajo sufrida por este sec- AUT y el Natfhe Lecturers, mientras
tor en los últimos 20 años. pelear por la mejora de las condicio- los partidarios de Blair tratan de con-
Otros sindicatos, no obstante, han nes laborales crecen. El NUJ y el vencer al GMB y Amicus para crear
visto engrosar sus filas con nuevos TGWU son los que han llevado ade- un “supersindicato” del sector priva-
miembros como sucede con PCS, lante las disputas de mayor recono- do muy ligado al “nuevo laborismo”.
RMT y Unison. El incremento se ha cimiento, centradas en el tema de la Pero las uniones no son la panacea
debido en gran medida al hecho de inmigración, las mujeres y los obre- del movimiento sindical, algo que
haber estado envueltos en los deba- ros con bajas prestaciones, el sector puede comprobarse en la establecida
tes de mayor calado en los últimos de la población trabajadora que no entre Unifi y Amicus, que sólo ha lo-
años y a que la historia demuestra encaja en el estereotipo de “miem- grado un incremento de 17.000 afi-
que los sindicatos preparados para bros sindicales promedio”. Un ejem- liaciones.
Valentín Bustos

14 ● 2004 ● Diciembre ● PUEBLOS ● Información y debate


Tabla 2
Convenios de reconocimiento sindical
Número de nuevos convenios
July 1995-Dec 1995 54
Nov 2000-Oct 2000 159
Nov 2000-Oct 2001 450 (plus 20 through the CAC)
Nov 2001-Oct 2002 282 (plus 24 through the CAC)
Nov 2002-Oct 2003 137 (plus 29 through the CAC)
La situación en la industria
En los últimos años, ha tenido lugar una
lenta pero indudable recuperación del
movimiento sindical en la industria. Las
afiliaciones aumentan; la izquierda ha
ganado numerosas elecciones, a pesar
de sus pocos partidarios, y las huelgas
se han incrementado. Este crecimiento
está ligado a la radicalización política
que cruza toda Gran Bretaña. Sin em-
bargo y aunque por primera vez en mu-
chos años, la estadista habla de que el
número total de huelgas ha disminuido,
hay que aclarar que se da una visión in-
completa de la situación. En el último
año, se han sucedido un conjunto de
huelgas exitosas, consideradas alegales,
en Correos y en la administración pú-
blica. A ellas hay que sumar la de los
trabajadores de los autobuses de Shef-
field, la del personal de facturación del
aeropuerto de Heathrow y la de distin-
tos departamentos de la BBC.
Ante esta situación ¿cuál ha sido el
papel desempeñado por el aparato sin-
dical? En mi opinión, su fracaso ha si-
do espectacular. Tomemos como ejem-
plo la manifestación sobre las pensio-
nes de la TUC, convocada por los líde-
res sindicales de la izquierda. Siendo
generosos, se puede afirmar que se ma-
nifestaron unas 10.000 personas. Por
otro lado, ha tenido que trabajar todo el
aparato junto para apenas sacar unos
miles de activistas en un año en el que
se han producido cuatro de las mayores
manifestaciones nunca vistas en Gran
Bretaña. Si exceptuamos los casos del
RMT y del PCS, el aparato se ha mos-
trado casi siempre ineficaz en la nego-
ciación. La solidaridad práctica con los
bomberos apenas ha existido y las he-
Fuente: TUC
roicas enfermeras escocesas recibieron
un apoyo financiero simbólico, pero la
izquierda sindical se vio sola en el cam-
po de batalla.
¿Qué hay de los activistas
sindicales?
El aparato se ha lanzado a campañas
políticas en una estrategia que algu-
nos consideran como de resistencia al
“nuevo laborismo”. Sin embargo, co-
mo colectivo ha fallado. Esto no guar-
da relación con la debilidad personal
que puedan padecer los jefes sindica-
les, sino con la forma en que encaran
su trabajo. Su papel principal es el de
mediadores entre la patronal y los tra-
bajadores, pero este proceso se cierra
con constantes componendas de cola-
boración con la primera. Esto implica
que la lucha pueda ser vista como una
interrupción o un trastorno dentro del
proceso de las negociaciones, lo que
tampoco quiere decir que los jefes de
sindicatos se den por vencidos o de-
jen de pelear. Incluso el más cobarde
puede verse obligado al enfrenta-
miento, precisamente porque la razón
de su trabajo estriba en proteger las
condiciones de los trabajadores. Los
representantes sindicales son también
elegidos para ocupar posiciones den-
tro de las estructuras burocráticas y
sometidos a presiones conservadoras
inherentes al propio aparato sindical.
Como promedio, los dirigentes sindi-
cales ganan cuatro veces el sueldo de
los afiliados; así, un trabajo bien pa-
gado y exento de la rutina diaria la-
boral puede ser suficiente estímulo
para dominar los más bajos instintos
de los mejores militantes.
Información y debate ● PUEBLOS ● Diciembre ● 2004 ● 15
La Europa Social
Las leyes antisindicales estableci-
das por los Tories y que se han mante-
nido bajo este gobierno constituyen
otro factor clave que refuerza esas ten-
dencias conservadoras. Ellos asestaron
un duro golpe al sindicalismo al hacer
recaer todo el peso de la ley sobre la
maquinaria sindical y la amenaza de
perderla a aquellos que refrenden las
huelgas alegales.
En este sentido, el Partido Laboris-
ta es el último factor a tener en cuenta,
ya que su relación con los sindicatos re-
sulta algo contradictoria. Que los traba-
jadores quieran tener una voz política es
un paso positivo, pero en más de una
ocasión esta relación se ha utilizado con
el fin de desacreditar la lucha de la cla-
se obrera. El ejemplo más claro lo re-
presenta la disputa de los bomberos, du-
rante la que el jefe del FBU, Andy
Gilchrist, redujo a 26 días una huelga
prevista para 36 con el fin de evitar
avergonzar al gobierno laborista.
Algunos comentaristas se pregun-
tan si aún existe el aparato sindical so-
cialdemócrata de los dirigentes sindica-
les. Buena pregunta. Figuras centrales
como Dave Prentis y Bob Crow ya no
asisten a las reuniones y otros como De-
rek Simpson de Amicus nunca acudie-
ron. Los jefes sindicales socialdemó-
cratas se alimentan de sus propias con-
tradicciones: por una parte, están sien-
do exprimidos por un gobierno que no
les da suficientes concesiones y por otra,
se enfrenta al grupo de activistas más a
la izquierda, furiosos con el gobierno.
¿Es capaz el aparato de responder a tal
contradicción? ¿Puede darle vida al sin-
dicalismo sin traicionar sus acuerdos
con el “nuevo laborismo”? No son bue-
nas las alternativas para lograrlo, pero
más vale no descartarlas. La burocracia
sindical ha demostrado a lo largo de la
historia más mano izquierda de lo que
podría parecer. Por su parte y mientras
el gobierno no cede en su línea neolibe-
ral, los activistas de la izquierda sindi-
cal aún tiene mucho por lo que luchar.❑
*Martin Smith es militante del SWP
(Socialist Workers Party).
Traducción: Liana Castro
La Europa Social

Las deslocalizaciones
Amenazas
e implicaciones
de las
relocalizaciones
en Europa
Fernando Luengo*

El posible traslado de empresas

multinacionales a países del Este de Europa se ha
convertido en una grave amenaza para los derechos de
muchos trabajadores, que se ven sometidos al chantaje
de renunciar a sus conquistas laborales a cambio de
Mauricio García

seguir manteniendo el empleo. Las llamadas

relocalizaciones representan en gran parte un pretexto
para cuestionar el modelo social europeo y recortar
prestaciones consolidadas.

E
l cierre de plantas empresariales
localizadas en los países de altos
salarios relativos y su traslado a
otros que ofrecen condiciones laborales
más ventajosas se ha convertido en el
pan nuestro de cada día en los medios
de comunicación social. Las deslocali-
zaciones de los últimos meses -sobre to-
do en las industrias de la electrónica y
la automoción- han disparado todas las
alarmas en las organizaciones sindica-
les, los partidos políticos y el conjunto
de la sociedad, ante la pérdida de capa-
cidad productiva y puestos de trabajo
que pudiera generar este proceso.
Europa del Este, destino
favorito de las multinacionales
La preocupación está justificada. Las
economías del Centro y Este de Euro-
pa -algunas de las cuales se acaban de
integrar en la Unión Europea (UE)- se
han convertido en uno de los destinos
preferidos por las empresas multina-
cionales (EMNs) europeas, norteame-
ricanas y asiáticas. Amplios segmen-
tos de su economía se encuentran con-
trolados por capitales foráneos, cuya
actuación se dirige a conquistar el mer-
cado doméstico y a consolidar plata-
formas de exportación desde las que
desplegar sus estrategias de abasteci-
miento de los mercados comunitarios.
Precisamente, los capitales multina-
cionales han contribuido a modernizar
la estructura exportadora de estos pa-
íses, muy distinta ahora de la que te-
nían al comienzo de las transiciones.
Además de los productos de corte tra-
dicional, han ganado protagonismo
otros de mayor complejidad técnica y
valor añadido. Un ejemplo de este vi-
raje se encuentra en la industria de au-
tomoción; hace pocos años era una
partida residual y ahora está entre los
primeros rubros de exportación.
Inicialmente, el interés de las
EMNs estuvo determinado por la pri-
vatización masiva de empresas esta-
tales. Ahora, aunque todavía quedan
parcelas de la economía por privatizar
-sobre todo en el sector servicios-, los
grupos foráneos encuentran nuevos
argumentos para reforzar su presencia
en estos mercados. El crecimiento del
producto interior bruto es muy supe-
rior al obtenido en la UE y los sala-
rios, a pesar de la tendencia alcista ob-
servada en los últimos años, se man-
tienen muy lejos de los estándares co-
munitarios, al tiempo que la produc-
tividad del trabajo ha experimentado
aumentos significativos. A todo ello
hay que añadir que el emplazamiento
geográfico de algunos de estos países,
próximos a los grandes mercados co-

16 ● 2004 ● Diciembre ● PUEBLOS ● Información y debate


munitarios, les otorga una indudable
ventaja de localización.
Moderación salarial y aumento
de la jornada laboral
Así pues, los nuevos socios -y los que
ingresen en la UE a partir de 2007- dis-
putan ahora y disputarán en el futuro a
la economía española y a las otras eco-
nomías comunitarias los activos em-
presariales y los mercados. ¿Qué res-
puesta dar a este desafío? Como siem-
pre, los defensores de la globalización
sin restricciones ofrecen una respuesta
contundente e inequívoca. Si los sala-
rios de nuestros rivales son bajos, en-
tonces habrá que insistir en la modera-
ción salarial; si las cotizaciones socia-
les elevan los costes laborales totales,
habrá que aliviar la carga imputable a
las empresas; si en los países localiza-
dos en el Centro y Este de Europa se tra-
baja más horas, se impone revisar la du-
ración de la jornada de trabajo; en fin,
si las leyes que protegen los derechos de
los trabajadores dificultan el ajuste a la
baja de las plantillas o lo encarece, no
hay otra alternativa que diseñar un en-
torno legal e institucional más flexible.
No son pocas las EMNs que están
utilizando la amenaza de la relocaliza-
ción como una eficaz baza negociado-
ra. Exigen y casi siempre consiguen, a
cambio de mantener abiertas sus insta-
laciones, modificaciones sustanciales en
las condiciones de trabajo -aumento de
la jornada laboral y/o reducción de los
salarios- encaminadas a mejorar la pro-
ductividad de los operarios y la compe-
titividad global de la firma. Probable-
mente, el gran impacto mediático de al-
gunas operaciones de desinversión y la
debilidad de las organizaciones sindi-
cales -situadas en la difícil encrucijada
de aceptar las imposiciones de la patro-
nal o aparecer como responsables de la
pérdida de puestos de trabajo- ha dado
alas a esta estrategia.
Sin embargo, avanzar en esta direc-
ción no libra a nuestro país del peligro
de las deslocalizaciones empresariales.
Al contrario, nos sitúa en una dinámica
competitiva donde inevitablemente en-
contraremos a países que han decidido
subordinar las políticas sociales y los
“
Las políticas que ofrecen ventajas
fiscales, crediticias, laborales
y medioambientales para atraer
“
a las EMNs brindan beneficios
inmediatos, probablemente
insostenibles en el tiempo
derechos ciudadanos a las exigencias
del mercado internacional. Paradójica-
mente, los nuevos socios que cuentan
con economías más atractivas y com-
petitivas han desplegado un conjunto
de políticas destinadas a modernizar
sus capacidades productivas y a forta-
lecer sus instituciones, alejándose de
este modo de los preceptos neolibera-
les tan apreciados en influyentes cír-
culos académicos, empresariales y po-
líticos europeos.
Cómo reducir la movilidad
geográfica
Parece probable que, como en las déca-
das precedentes, las IED continuarán
desempeñando un lugar destacado en el
proceso de cambio estructural de nues-
tra economía; de hecho, la integración
del mundo poscomunista no ha provo-
cado una masiva huida de inversiones;
las salidas han sido selectivas, afectan-
do a algunos sectores y regiones. Con-
viene reparar, sin embargo, en que son
muchos los países -no sólo europeos,
por supuesto- que se disputan el “privi-
legio” de recibir a los grupos inversores
foráneos.
En este contexto, las políticas eco-
nómicas y sociales cuyo cometido es
ofrecer una cesta de beneficios fiscales,
crediticios, laborales y medioambienta-
les para atraer a las EMNs ofrecen, en
el mejor de los casos, beneficios inme-
diatos, probablemente insostenibles en
el tiempo. Se precisan actuaciones de
mayor calado estratégico, que contribu-
yan a la modernización de nuestra eco-
nomía y a su desarrollo social, al refor-
zamiento de las capacidades empresa-
riales, a la renovación de las infraes-
tructuras, a la mejora del sistema edu-
Información y debate ● PUEBLOS ● Diciembre ● 2004 ● 17
La Europa Social
cativo y al impulso de las redes de in-
vestigación y desarrollo. En este nuevo
escenario, la tendencia a la movilidad
geográfica de los capitales foráneos se
reducirá, en la medida en que sus diná-
micas empresariales se articulen más
solidamente con los activos del país, al-
rededor de segmentos de la economía
de mayor valor añadido, al tiempo que
los efectos difusores de las IED también
serán más amplios y profundos.
Naturalmente, recorrer este cami-
no requiere de una decidida voluntad
política que debe sustentarse en un am-
plio consenso social, pues ni los bene-
ficios serán inmediatos ni los costes in-
significantes; tampoco será fácil ven-
cer las resistencias de aquellos grupos
cuyos beneficios se nutren de un pro-
ceso de globalización de baja densidad
institucional.
La esfera social sometida
al mercado
Los múltiples recovecos de este debate
desbordan con mucho la problemática
de la deslocalización empresarial, que
en parte no es sino un pretexto -útil pues
parece dar la razón a los mercados fren-
te a los que desde posiciones interven-
cionistas los deforman contribuyendo
así a un funcionamiento ineficiente de
los mismos- puesto al servicio de un
cuestionamiento del denominado mo-
delo social europeo. La deslocalización
es una nueva plataforma desde la que
promover la desregulación del mercado
de trabajo, el recorte en las prestaciones
sociales y la reversibilidad de derechos
que parecían consolidados. El someti-
miento de la esfera social a los dictados
del mercado, perfectamente visible por
los intereses que lo gobiernan, refuerza
un viraje en el proyecto europeo que ya
ha comenzado y que cobrará un ímpetu
aún mayor con la entrada en vigor de la
Constitución Europea.❑
*Fernando Luengo es profesor de Economía
Aplicada I en la Universidad Complutense de
Madrid y miembro del Instituto Complutense de
Estudios Internacionales.
Fuente: Este artículo, cedido a Pueblos por
el autor, fue publicado en El País, el 23 de
agosto de 2004.
Comunicación
Comunicación
La utopía de otra televisión posible
(30 ideas para el desarrollo de una televisión educativa
en el contexto de una televisión pública innovadora)
Agustín García Matilla*

¿Es posible hacer una televisión

que aproveche su altísimo nivel de
implantación en la sociedad y
atienda a prioridades de servicio
público como son la educación, el
desarrollo cultural, el
reforzamiento democrático o la
atención a las desigualdades
sociales? A continuación expongo
mi respuesta en 30 puntos
redactados a modo de sugerencias.

L
a televisión puede transmitir
contenidos que promuevan y re-
fuercen normas, valores, actitu-
des y conductas pro-sociales, mayori-
tariamente consensuadas por el con-
junto de la ciudadanía, o puede, por el
contrario, transmitir unos contenidos
que se enfrentan a cualquier valor edu-
cativo. En este último caso, la televi-
sión correría el riesgo de promover una
serie de contravalores que irían en con-
tra de la propia educación.
Los países desarrollados y muchos
Mauricio García

países en vías de desarrollo han toma-

do conciencia desde hace muchos años
del valor de la televisión como medio
de socialización y como medio útil pa-
ra la educación y el desarrollo cultural.
La mayor parte de los países de nues-
tro entorno han desarrollado una legis- mas que atentan contra los derechos de so de deterioro progresivo que nos ha
lación que vela por los derechos de la niñas y niños en horarios protegidos. llevado a ser, por ejemplo, el único pa-
infancia, protege el desarrollo de con- España es una excepción entre los ís de la UE en el que las televisiones no
tenidos de calidad y consigue evitar, países de su entorno cultural. La tele- respetan la existencia de una franja
con eficacia, que se vulneren las nor- visión en España ha sufrido un proce- protegida que debe estar reservada al

18 ● 2004 ● Diciembre ● PUEBLOS ● Información y debate


“
público infantil. Por ejem-
plo, en los horarios de tar-
de, las televisiones entran Resulta fundamental reforzar una visión global de la educación
en competencia en la emi- en materia de comunicación que ayude a educar en valores,
sión de espacios que tienen a educar en democracia y a promover el pensamiento crítico
como principios la chaba-
canería, la grosería y el mal
gusto. Estos espacios pue-
den llegar a tener en hora-
de los jóvenes. Esta educación o alfabetización debe tener a
los jóvenes como sujetos activos del proceso transformador
rio de tarde una media que
oscila entre los 125.000 y
los 250.00 telespectadores
de entre 4 y 15 años.
Valoraciones y propuestas
1. Es imprescindible garantizar el que
todas las televisiones, públicas y
privadas, programen en el horario
de tarde espacios infantiles, espe-
cíficamente destinados a los dife-
rentes segmentos de edad. La aten-
ción a la infancia es uno de los ob-
jetivos de servicio público que han
de cubrir las televisiones y por tan-
to se debe asegurar el que ninguno
de los contenidos programados va-
ya en contra de los derechos que
niñas y niños tienen a contar con
una programación de calidad.
2. La televisión pública debe estar a la
cabeza de esta programación de ca-
lidad destinada a la infancia. Para ello
se deben reforzar los equipos profe-
sionales de RTVE (RadioTelevisión
Española) especializados en progra-
mación infantil y juvenil, y se debe
promover el que las empresas de pro-
ducción y canales privados vean la
necesidad de competir con conteni-
dos de calidad en estos segmentos de
programación. En el caso del Reino
Unido, tanto la BBC como Channel
4 hacen encargos a productoras pri-
vadas que llevan especializándose en
el público infantil y juvenil desde ha-
ce muchos años. En nuestro caso se-
ría importante conseguir esa progre-
siva especialización y la correspon-
diente competencia entre producto-
ras y canales.
3. Resulta muy importante que la
programación de televisión en-
cuentre continuidad en el desarro-
“
de la sociedad
llo de una Web construida con su-
ficientes recursos, rigor, calidad y
que permita a padres y niños apro-
vechar la potencialidad educativa
de este medio.
4. Existen géneros y formatos de
programas para niños y jóvenes
que se han experimentado amplia-
mente en otros países del mundo
y que en España han tenido un tí-
mido desarrollo. Por ejemplo los
informativos destinados a niños y
jóvenes han tenido éxito en países
como Holanda, Francia, Reino
Unido, Estados Unidos o Japón,
mientras que en España sólo se
han desarrollado con dignidad en
los últimos años en la televisión de
Cataluña, a través de su informa-
tivo Info K.
5. Es preciso apoyar de manera siste-
mática la producción nacional y
europea de dibujos animados, pro-
moviendo ideas que sirvan para el
desarrollo de normas, valores y
conceptos útiles para la formación
de niños y jóvenes. Un ejemplo de
este tipo de producciones puede
ser Nico, una serie que ha conse-
guido aglutinar los esfuerzos de
productores, instituciones y televi-
sión pública estatal. Al mismo
tiempo es preciso vigilar la mala
calidad de dibujos, generalmente
producidos en Japón, para que de-
jen de emitirse en nuestro país
pues no están destinados a la au-
diencia infantil.
6. Es preciso vigilar la emisión de di-
bujos animados destinados a adul-
Información y debate ● PUEBLOS ● Diciembre ● 2004 ● 19
Comunicación
tos para que dejen de emi-
tirse en horarios destinados
al público infantil. Como es
sabido algunos canales es-
pañoles siguen emitiendo
este tipo de dibujos en ho-
rario destinado a la audien-
cia infantil.
7. Es conveniente cre-
ar los necesarios puentes en-
tre producción educativa y
sistema educativo, consiguiendo
acuerdos entre el Ministerio de
Educación y las consejerías de edu-
cación de las comunidades autóno-
mas (gobiernos regionales) y aque-
llas otras instituciones que tienen
interés en influir en los hábitos de
comportamiento o en el cambio de
actitudes de la población, con el fin
de que pueda realizarse un mejor
aprovechamiento social, educativo
y cultural del medio.
8. Es preciso definir cuáles son las
áreas prioritarias de servicio pú-
blico que indiscutiblemente deben
ser abordadas por la televisión en
colaboración con las instituciones.
En estos momentos existe gran
preocupación en asuntos como el
consumo de drogas y alcohol en
jóvenes. Los últimos datos nos in-
forman de que se ha multiplicado
por cinco el consumo de cocaína
entre los jóvenes españoles de 14
a 18 años. Llegando a ser del 6 por
ciento la cifra de jóvenes que con-
sumen este peligroso estupefa-
ciente y llegando al 36 por ciento
el porcentaje que consume deriva-
dos del cannabis.
Los accidentes de tráfico si-
guen siendo la principal causa de
muerte de los adolescentes espa-
ñoles. Se sigue comprobando que
la combinación de alcohol y otras
drogas con la conducción es un
cóctel mortal para muchos jóvenes
conductores. Otras cifras preocu-
pantes tienen que ver con el peli-
groso aumento de las enfermeda-
des de transmisión sexual, los em-
barazos no deseados en adoles-
Comunicación
centes y la adopción como méto-
do anticonceptivo de la píldora del
día siguiente por parte de adoles-
centes que parecen estar suma-
mente desinformadas. La anorexia
y la bulimia siguen afectando a un
porcentaje de la población cada
vez más joven.
9. Los profesores se quejan de la ca-
da vez mayor desmotivación de los
jóvenes por su educación y del au-
mento de casos de violencia en las
aulas. Todo ello nos debería llevar
Dani Sánchez
a replantear las prioridades del sis-
tema educativo y en este sentido
resulta fundamental reforzar una
visión global de la educación en
materia de comunicación que ayu-
de a educar en valores, a educar en
democracia y a promover el pen-
samiento crítico de los jóvenes. Es-
ta educación o alfabetización debe
tener a los jóvenes como sujetos
20 ● 2004 ● Diciembre ● PUEBLOS ● Información y debate
Comunicación
activos del proceso transformador
de la sociedad.
10. Desde este punto de vista la pro-
gramación de televisión debería
hacer un esfuerzo por implicar a
los jóvenes en las tareas de pro-
ducción, sobre asuntos que les
ayuden a investigar y a reflexionar
sobre sus hábitos de comporta-
miento, sus tendencias de consu-
mo y sobre su propio papel en la
sociedad. La participación de los
jóvenes en la producción de pro-
gramas debería ir incorporando
progresivamente este tipo de ex-
periencias de programación. Esto
permitiría abrir una vía para con-
seguir nuevos estímulos y crear
puentes de comunicación entre ge-
neraciones que ayuden a salir de
las crisis en las que nos encontra-
mos. Países con inferior nivel de
desarrollo como Colombia traba-
jan desde las instituciones en la
producción social de conocimien-
tos que parten de la problemática
juvenil, tratando de salvar así las
condiciones de marginación extre-
ma y las situaciones de violencia
que se viven de forma recurrente
en ese país. Convertir a los jóvenes
en productores de sus propios
mensajes ayuda a superar situacio-
nes de marginación muy habitua-
les en el contexto colombiano.
11. Este proceso de incorporación de
los jóvenes deberá hacerse dentro
de un plan general de educación
para la comunicación y de alfabe-
tización audiovisual y multimedia
que afecte al conjunto de la pobla-
ción. Este concepto deberá superar
ese otro más antiguo que limita es-
te tipo de educación a una visión
meramente utilitarista de la “com-
petencia televisiva”.
12. Hablar de televisión educativa en
una primera etapa puede servir pa-
ra desarrollar ese programa global
de alfabetización audiovisual y
multimedia que ha de llegar al
conjunto de la población. Estos
contenidos están siendo reclama-
dos es pecialmente por los padres
que se encuentran sin herramien-
tas para poder orientar a sus hijos
a la hora de ver televisión o de po-
der trabajar con los nuevos recur-
sos digitales o de carácter multi-
media. Los padres se encuentran
realmente perdidos ante las nue-
vas pantallas y esta formación que
se propone a través de la televi-
sión puede conseguir una audien-
cia más activa y participativa que
contribuya, en última instancia, a
exigir una mejor programación.
Recuperar el concepto de escuela
de padres puede servir para que se
creen puentes entre los progenito-
res y los profesionales de la edu-
cación y se evite la tradicional fal-
ta de colaboración que ha existido
entre familia y escuela.
13. La televisión pública debe utilizar
también los segmentos destinados
a autopromoción para conseguir
orientar a la audiencia en aquellos
contenidos de interés no sólo en el
campo del entretenimiento, sino
también en todo lo que se refiere a
educación y cultura. Esta informa-
ción debería orientar no sólo con
respecto a los contenidos mismos,
sino también en referencia a las
edades recomendadas, propuestas
de actividades pedagógicas, etc.
Desde este punto de vista vuelve a
ser muy importante buscar la co-
ordinación de actividades en la red.
14. Además de tomar a la infancia co-
mo destinataria prioritaria del es-
fuerzo educativo de la televisión,
este medio debe contribuir al ob-
jetivo de convertir la educación en
una prioridad social. Tradicional-
mente, hablar de educación en te-
levisión ha significado abordar su-
cesos que pasaban a ser noticia
fuera de lo estrictamente educati-
vo. La educación debe pasar a ser
un acontecimiento en sí mismo.
La televisión pública debería cre-
ar su propio directorio de perso-
nalidades que son, por méritos

propios, extraordinarias transmi-
soras de pensamiento y de cono-
cimientos útiles, frente a la inani-
dad y la falta de interés de muchas
de las personas que desfilan regu-
larmente por los platós de los di-
ferentes canales.
15. Dentro de la programación televi-
siva, incluso dentro de la actual
programación televisiva, existen
extraordinarios ejemplos de pro-
gramas útiles para promover el
desarrollo educativo y cultural.
Esos programas deben ser mejor
autopromocionados por las cade-
nas y, por su parte, sería preciso
hacer un llamamiento a las institu-
ciones para que proporcionaran a
“
Esta formación que se propone a través
de la televisión puede conseguir una
“
audiencia más activa y participativa que
contribuya, en última instancia, a exigir
una mejor programación
la audiencia los instrumentos ne-
cesarios con el fin de explotar di-
dácticamente estos contenidos.
16. Muchos países siguen producien-
do sistemáticamente programas de
televisión educativa para la educa-
ción formal y no formal. En Amé-
rica Latina casi todos los ministe-
rios de educación están implicados
en proyectos de televisión educa-
tiva que sirven para promover pro-
gramas destinados a audiencias
muy específicas.
17. Las potencialidades de la nueva te-
levisión digital van a permitir un
uso mucho más sofisticado de la
tecnología, de las posibilidades de
almacenamiento de programas y
de un más flexible uso y explota-
ción a la carta de los espacios se-
leccionados. El nuevo telespecta-
dor va a poder pasar a ser un acti-
vo programador de contenidos. Es-
te cambio de paradigma va a sig-
nificar una verdadera ruptura en la
forma de concebir la televisión.
18. Es importante que la televisión pú-
blica lidere el cambio tecnológico
y de oportunidades para que toda
la ciudadanía pueda beneficiarse
de las ventajas de la nueva televi-
sión. La quiebra digital supondría
la coexistencia de una televisión
para ricos y otra para pobres. Por
un lado, una televisión generalista,
de ínfima calidad, destinada a un
público supuestamente conformis-
ta y acrítico, y otra de pago que da-
ría acceso a los mejores servicios,
los mejores contenidos y la mayor
sofisticación tecnológica, dirigida
a aquellos que pudieran pagar esa
oferta.
19. Para esa adaptación al cambio que
se requiere es preciso una inver-
sión en I+D (Investigación más
Desarrollo) que obligaría a traba-
jar paralelamente en contenidos
pensados para los nuevos forma-
tos, a crear laboratorios y talleres
de investigación de programas, a
colaborar con universidades y es-
cuelas de formación profesional,
y a promover la formación de
equipos de trabajo que puedan
desarrollar programas piloto ide-
ados con el suficiente tiempo y
que puedan ser testados sin el
agobio que supone la inmediata
emisión.
20. Hay que pensar que la televisión
pública estatal debe apoyarse en
otras instituciones que pueden co-
laborar en esta causa. Por ejemplo,
la Asociación de Televisión Edu-
cativa Iberoamericana tiene acce-
so a numerosas producciones de
todo el subcontinente y puede ser-
vir de laboratorio para el estudio
de formatos diversos de televisión
útiles para la educación. La
UNED tiene también tradición de
producción universitaria y podría
servir como banco de pruebas, al
Información y debate ● PUEBLOS ● Diciembre ● 2004 ● 21
Comunicación
igual que determinadas televisio-
nes locales que llevan experimen-
tando durante muchos años en for-
matos alternativos. Existen presti-
giosas universidades españolas
que cuentan o van a contar con
institutos dedicados a la infancia
y la juventud. Otras organizacio-
nes gubernamentales cuentan con
una dilatada trayectoria en diver-
sos campos de especialización.
Todas estas instituciones y otras
más podrían convertirse en ex-
traordinarios talleres de experi-
mentación si se ven dotados de
unos mínimos recursos.
21. Es fundamental que la gestión de
los archivos de RTVE se aborde
desde una doble perspectiva: la ren-
tabilidad económica y, simultánea-
mente, la rentabilidad social. El
gran fracaso escolar de cerca de un
tercio de los jóvenes, que abando-
nan sus estudios antes de la finali-
zación del período de escolariza-
ción obligatoria, nos habla de cri-
sis en el modelo educativo. Este
hecho debería llevarnos a utilizar
el medio como recurso para com-
pensar las desigualdades sociales,
como instrumento de motivación
para conseguir el acceso del con-
junto de la población a una socie-
dad del conocimiento. El caudal de
fondos con el que cuentan los ar-
chivos de RTVE no puede limitar-
se a poner en comercios o librerías
las series de éxito o los programas
que forman parte de la memoria
histórica de los telespectadores es-
pañoles. Es preciso diseñar una es-
trategia integralmente educativa y
de promoción de la cultura que per-
mita poner en práctica esa rentabi-
lización social, educativa y cultu-
ral de la producción audiovisual;
todo lo demás sería vender a pre-
cio de saldo unos fondos de in-
menso valor e interés, si se saben
“empaquetar” y “explotar” conve-
nientemente.
Este objetivo de explotación de
la inmensa “mina” de recursos con
los que cuenta la televisión pública
Comunicación
estatal irá en paralelo a otro recla-
mado por diferentes agentes socia-
les y que consiste en educar la mi-
rada del telespectador desde una
perspectiva crítica. Ambos objetivos
no sólo corresponden a RTVE sino
que deben ser coordinados y apoya-
dos por otras instancias oficiales, co-
mo ministerios (Educación, Cultu-
ra, Sanidad, Trabajo y Asuntos So-
ciales, etc.), consejerías de las co-
munidades autónomas y otras aso-
ciaciones que crean en el interés
educativo y cultural de la radio y te-
Dani Sánchez
levisión públicas. Las asociaciones
de consumidores, las Asociaciones
de Madres y Padres de Familia
(AMPAS) y las instituciones educa-
tivas en general están reclamando
instrumentos y herramientas útiles
que les permitan un aprovecha-
miento educativo de la televisión y,
conjuntamente, formar la mirada
crítica de los telespectadores.
22. Hasta ahora, la televisión públi-
ca estatal ha experimentado for-
matos aislados de programas úti-
les para la educación. La ya lar-
ga experiencia de programas co-
mo La Aventura del Saber, la
mucho más reciente experiencia
de Los Lunnis, producciones do-
cumentales de interés u otros
programas con claros valores
educativos y que actualmente se
emiten incluso dentro de franjas
de programación en horario de
máxima audiencia. Esos progra-
mas de gran audiencia podrían
gozar de reemisiones especial-
mente pensadas para ser explota-
das desde un punto de vista edu-
cativo. Imaginemos un programa
de TVE (Televisión Española) de
gran audiencia como Cuéntame,
que durante las tres últimas tem-
poradas ha batido records de au-
diencia, en su franja horaria, con-
tando semanalmente la evolución
de la familia Alcántara a lo largo
de nuestro pasado reciente. Por
qué no trabajar en una explota-
ción didáctica de esa reciente
historia de España y establecer
22 ● 2004 ● Diciembre ● PUEBLOS ● Información y debate
Comunicación
puentes de intercomunicación
entre generaciones.
La televisión pública debería
concretar su oferta en, al menos,
un canal específicamente educa-
tivo que sirviera para diseñar una
programación que recogiera pro-
gramas ya existentes, experi-
mentara otros formatos innova-
dores y trabajara de forma expe-
rimental unas franjas que podrí-
an estar especializadas por seg-
mentos de edad, áreas de conte-
nidos o tipos de enseñanza di-
versos. Frente a la estrategia has-
ta ahora seguida, en donde lo
educativo ha servido de coartada
para cubrir horas de programa-
ción con bajo consumo televisi-
vo, la programación educativa
debería programarse con un sen-
tido de coherencia. A este res-
pecto, la experiencia compartida
de la 5 y ARTE en Francia, po-
dría servir de pauta para trabajar
en un concepto de programación
de carácter complementario co-
herente.
23. Es muy importante tener en cuen-
ta que cualquier canal educativo
que se pueda crear deberá contar
con un desarrollo tecnológico
avanzado, experimentando en
formas de interactividad aplica-
das a la educación e investigan-
do en guías de programación re-
almente útiles. La nueva televi-
sión educativa debería situarse
en la vanguardia de este desarro-
llo tecnológico.
24. La apuesta por la utopía de una
televisión pública de calidad de-
bería ser un objetivo también
perseguido por las empresas pri-
vadas de televisión. Una televi-
sión pública que busque la exce-
lencia dejaría desmarcadas a las
opciones de televisión más me-
diocres y chabacanas. No obs-
tante, hay que recordar que el
Gobierno debería establecer unos
“mínimos-máximos” que garan-
tizaran que cualquier canal cu-
briera objetivos fundamentales
de servicio público vinculados
con los derechos de la infancia y
la salvaguarda de principios éti-
cos y deontológicos que deberí-
an entrar en una nueva lógica
consensuada por todos. Estos
principios deberían verse garan-
tizados por la existencia de un
Consejo Superior de lo Audiovi-
sual que, recordemos, a excep-
ción de lo que ocurre en el resto
de los países europeos, no existe
en España a nivel del Estado.
25. Es preciso hacer una valoración de
las necesidades reales de personal

“
La apuesta por la utopía de una
televisión pública de calidad debería ser
un objetivo también perseguido por las
empresas privadas de televisión.
Una televisión pública que busque la
“
excelencia dejaría desmarcadas a las
opciones de televisión más mediocres
y chabacanas
que requeriría una televisión pú-
blica que piense en futuro, y para
ello será precisa una colaboración
leal entre empresa, sindicatos y la
propia SEPI (Sociedad Estatal de
Participaciones Industriales), y una
valoración real de las áreas o cen-
tros de actividad que permitirían
una privatización muy parcial rea-
lizada sin traumas y pactada por
todas las partes.
26. Otro de los campos en los que se
requiere una urgente actuación se
debe centrar en la formación y ac-
tualización de los nuevos trabaja-
dores de la radio y televisión pú-
blicas y de aquellos otros que per-
tenecen a su plantilla actual y que
desean formarse en las nuevas ta-
reas que exige el desarrollo de esa
nueva televisión de futuro.
27. Todas estas ideas se podrían lle-
var a la práctica de manera mu-
cho más eficaz si consiguiéramos
una coordinación entre las dife-
rentes sociedades, áreas y servi-
cios dependientes del Ente
RTVE. A este respecto, RNE (Ra-
dio Nacional de España) debería
cobrar un papel fundamental. En
otras épocas esa coordinación en-
tre la radio y la televisión públi-
cas produjo extraordinarios re-
sultados que permitieron la cola-
boración entre el sistema educa-
tivo y la radiotelevisión estatal.
Hoy en día debería recuperarse
en la práctica ese espíritu de co-
laboración y potenciarse aún más,
recurriendo a fórmulas de inter-
conexión y a estrategias de ca-
rácter multimedia que demues-
tren que la educación y la cultura
deben ser dos elementos priorita-
rios en el desarrollo de una co-
municación pública al servicio de
la ciudadanía, la igualdad de
oportunidades y la maduración
del propio sistema democrático.
28. La televisión pública puede bus-
car diferentes fórmulas de finan-
ciación. Por ejemplo, el contrato-
programa es una fórmula que per-
mite al Estado o a las comunida-
des autónomas (gobiernos regio-
nales) justificar la financiación de
las televisiones públicas en fun-
ción de los programas específicos
de servicio público que se produ-
cen y emiten dentro de sus parri-
llas de programación. Este crite-
rio ha dado lugar en algunas oca-
siones a que determinados direc-
tivos de las televisiones hayan
utilizado de manera excesiva-
mente flexible y subjetiva el cri-
terio de servicio público. Por
ejemplo, los toros o algunos pro-
gramas provocadores, con fuerte
carga de violencia, sexismo u
otros contravalores que suelen
presidir la franja de madrugada
(late night), se han pretendido in-
cluir, a veces, entre los sometidos
al contrato-programa, aparecien-
do camuflados en la lista de los
programas de servicio público.
Para evitar este tipo de picaresca
Eduardo García Matilla1 propone
establecer un criterio que permi-
ta medir la rentabilidad social del
servicio público. Para este exper-
to se trataría de valorar de una
manera lo más objetiva posible lo
que supone esa rentabilidad so-
cial. Al igual que en marketing y
publicidad televisiva se maneja el
concepto de emplazamiento de
1 En “Texto de la Comparecencia de Eduardo
García Matilla ante el Consejo para la reforma
de los Medios de Comunicación de Titularidad
del Estado”, Madrid, 21 de septiembre de 2004.
Información y debate ● PUEBLOS ● Diciembre ● 2004 ● 23
Comunicación
producto (product placement), en
esta ocasión habría que manejar
el concepto de “emplazamiento
de valor”.
29. La publicidad convencional sólo
debería admitirse en un porcenta-
je mínimo. Siendo progresiva-
mente sustituida por fórmulas de
patrocinio que evitaran el actual
nivel de saturación.
30. Asimismo habría que promover
una mejor gestión de los recursos
propios de las televisiones públi-
cas en la línea de lo que se ha ve-
nido comentando en líneas ante-
riores. Es un hecho que la venta
de los programas y de los pro-
ductos que se generan alrededor
de la producción (marketing y
merchandising) es una fuente de
ingresos que ha sido explotada
con gran éxito y rentabilidad en
los países anglosajones -el caso
de la BBC británica, o de inicia-
tivas privadas como la de Chil-
dren´s Televisión Workshop
(CTW), productores de Barrio
Sésamo-. Sería importante fijarse
en esos modelos para conseguir
obtener los recursos necesarios
que pudieran derivarse hacia una
producción de más calidad.
Los 30 puntos expresados resu-
men algunas de las múltiples ideas
desarrolladas en mi libro más recien-
te, Una televisión para la educación.
La utopía posible2, un texto que pre-
tende analizar cómo podría ser esa te-
levisión necesaria que habrá de pre-
parar “otro mundo posible”, en el que
los medios de comunicación trabajen
a favor del desarrollo social, educati-
vo y cultural de los pueblos, asu-
miendo su importante papel en el re-
forzamiento de la DEMOCRACIA.❑
*Agustín García Matilla es profesor titular
de la Universidad Carlos III de Madrid
y presidente de Aire Comunicación.
2 García Matilla, Agustín: Una Televisión para la
Educación. La utopía posible, Barcelona, Ge-
disa, 2003.
Entrevista
Entrevista
Miguel Riera, director de El Viejo Topo

“Estamos en un momento en que la

democracia ha entrado claramente en crisis”
J.O. Lombardía y Luis Nieto Pereira*

“Yo no me considero exactamente un

editor, soy un activista que se dedica a
editar revistas”. Así de contundente
nos recibió Miguel Riera en su stand
de Ediciones de Intervención Cultural
dentro del Salón Liber celebrado en
Barcelona durante la última semana
de septiembre. Con él hablamos del
panorama editorial nacional y de la
salud de la izquierda española desde
su larga experiencia como editor
y activista.

¿
Q
ué es y cómo nació El
Viejo Topo?
- La revista se concibió
de una manera sumamente ingenua en
el año 1975. En aquella época dirigía un
centro de enseñanza y junto a un profe-
sor de filosofía nos propusimos hacer
una revista que fuera una plataforma de
debate para la izquierda que se estaba
J. O. Lombardía

matando entre ella. Hicimos un mode-

lo de revista que en el formato se pare-
cía un poco a lo que entonces era Ro-
lling Stone, una publicación que estaba
en la vanguardia del pensamiento alter-
nativo en los Estados Unidos.
El ministerio no nos autorizó, nos
estuvo entreteniendo más de un año
poniendo pegas y al final nos dijeron
que podíamos publicar siempre que
fuera una revista mensual con un pre-
cio que ahora no recuerdo pero que era
descabellado. Esto nos obligó a hacer
un proyecto con más cuerpo, con un
diseño distinto, lo cual fue una nove-
dad extraordinaria ya que fue la pri-
mera revista político-cultural con un
diseño innovador y creativo. Así em-
pezó, de una manera un poco tonta;
casi se puede decir que la censura nos
hizo la revista.
- Con El Viejo Topo en marcha, ¿qué
lugar vino a ocupar Quimera?
- El Viejo Topo siempre lo dirigimos tres
personas. En el año 79, personalmente
sentía que la transición iba por unos de-
rroteros y la revista estaba anclada, no
acababa de cumplir las expectativas que
a mí me parecía que debía cumplir en
aquel momento. Ingenuamente pensé
que la transición política avanzaba en una
profundización de la democracia, etc. y
que en cambio había graves carencias de
carácter cultural. Planteé la aparición de
otra revista de literatura complementaria
y en el año 80 dejé El Viejo Topo para
desarrollar esa línea.
En literatura nos encontrábamos con
que en España muchísimos libros muy
importantes no se habían publicado, unos
por censura y otros porque el mercado ha-
bía hecho que se publicaran en Argenti-
na o en Venezuela y aquí ni siquiera se co-
nocían. Quisimos cubrir esas carencias y

24 ● 2004 ● Diciembre ● PUEBLOS ● Información y debate


establecer un diálogo con América Lati-
na desde la nueva revista.
- Se nota cierta diferencia entre aquel
Viejo Topo de artículos muy largos y
el de esta nueva época con más dina-
mismo, más aire...
- A mí me sigue pareciendo largo y pe-
sado. Seamos sinceros, El Viejo Topo se
hace como se puede. Estamos hablando
de una revista que sale gracias a una red
exterior de gente amiga que colabora.
La revista no retribuye las colaboracio-
nes. Hay mucha gente que quiere ayu-
dar fuera pero dentro no hay equipo. So-
mos una editorial con un aspecto con-
vencional: sacamos libros, las revistas
y también trabajamos para terceros. En
realidad para cada una de esas áreas ca-
si no hay nadie, prácticamente una per-
sona por línea editorial. Entonces se tra-
baja muy artesanalmente y hacemos lo
que podemos. Nos gustaría publicar una
revista mucho mejor, mucho más ágil,
mejor trabajada desde el punto de vista
de la redacción...
- ¿Falta una política que estimule
más la lectura por parte de la Admi-
nistración?
- Fui presidente de la Asociación de Re-
vistas (ARCE) durante muchos años. En
esa época insistía -y nadie me hizo caso-
en que el reto más importante de la Aso-
ciación era conseguir que la cultura pu-
diera ser un elemento de prestigio. En la
primera etapa de El Viejo Topo iban cha-
vales a la universidad con la revista de-
bajo del brazo para que se viera, era co-
mo un signo. Ahora mismo ser culto no
es ningún valor añadido. La universidad
hoy es un desastre. Los alumnos, en ge-
neral, leen muy poco. Sería muy impor-
tante que la Administración consiguiera
mediante los medio públicos imponer la
cultura como un modelo de prestigio.
- ¿Crees que desde las administracio-
nes públicas todavía se confunde in-
dustria cultural con cultura?
- Claro. Yo no estoy en contra de la in-
dustria ni en contra de los grandes grupos
editoriales ni de la literatura de media o
baja calidad... pero eso es una cosa y otra
es cultura. La mal llamada cultura de éli-
“
“
La universidad hoy es un desastre.
Los alumnos, en general, leen muy poco
te tiene mala prensa en España, segura-
mente la izquierda tenemos buena parte
de culpa en esto. Una revista no es cultu-
ral porque publique temas culturales; si
no hay pensamiento crítico en ella, no es
una revista cultural, es una revista de la
industria cultural. Hay que intervenir, mo-
dificar, influir...
- Dejando a un lado tu papel de editor
y centrándonos en tu perfil activista
que pretende intervenir en lo político y
social con voluntad transformadora,
¿cómo valoras la proliferación de foros
sociales a raíz de Porto Alegre?
- Dentro de la confusión y del mare-
mágnum que representan, lo veo como
una gran esperanza. Estamos en un
momento en que la democracia ha en-
trado claramente en crisis. Los partidos
políticos están fuera de lugar, dentro de
la izquierda no tienen proyecto políti-
co de futuro. Donde se está cociendo
realmente alternativa es en ese magma
que está alrededor. Que llegue a cuajar
y no se disuelva como el mayo del 68
está por ver pero yo lo miro con enor-
me esperanza.
El FMI no puede seguir haciendo lo
mismo que estaba haciendo y esto no es
debido a los partidos o los gobiernos, se
debe al movimiento de base. La guerra
de Irak ha sido un ejemplo clarísimo. La
opinión pública se ha podido manifes-
tar. En España hasta que no hubo cen-
tenares de miles de personas en la calle
los grandes medios de comunicación
eran muy tímidos en relación a la gue-
rra, fue después cuando se apuntaron a
la crítica.
Que esta capacidad sea suficiente pa-
ra torcer el inmenso poder del imperio es-
tá por ver. Lo importante no es el foro en
sí, que no es más que un lugar de reunión,
remotivación y contacto, lo verdadera-
mente importante es el espacio entre fo-
ro y foro. Creo que deben servir para
construir redes.
Información y debate ● PUEBLOS ● Diciembre ● 2004 ● 25
Entrevista
- Pronto votaremos una Constitución
europea, ¿qué papel juega la UE en el
orden mundial?
- Pienso que la intención de la Unión Eu-
ropea es convertirse en otro imperio a
medio o largo plazo que sustituya o com-
parta el poder con los Estados Unidos. En
cuanto a la Constitución yo voy a votar
que no. Creo que esta Constitución con-
sagra un modelo neoliberal para muchos
años. Pienso que hay que votar que no pa-
ra que se den cuenta de nuevo, como en
la guerra de Irak, que por ese camino no
se puede avanzar.
Me causa mucho desconcierto que
los sindicatos hayan aceptado este mode-
lo. Me parece triste. Incluso en Izquierda
Unida no hace muchas semanas no esta-
ba del todo clara la posición, se hablaba
de abstención, de un sí crítico... Afortu-
nadamente al final se ha optado por el no.
- ¿Se puede recomponer Izquierda
Unida, es necesaria?
- Sí, hay un espacio sociológico a la iz-
quierda del PSOE que necesita estar re-
presentado. Siempre va a haber en la iz-
quierda un pequeño porcentaje de gente
que vota y que no lo va a hacer por el
PSOE. Claro, si el porcentaje es tan pe-
queño que IU se queda sin diputados en
un momento dado, lo más posible es que
desaparezca pero por arriba, no por abajo.
Creo que Izquierda Unida ha sido
víctima de muchos tópicos y de no dis-
cutir las cosas realmente en profundidad.
Ha habido una pérdida de identidad de
partido, su política ha sido difusa. Real-
mente no estoy en condiciones de saber
cuál es el proyecto político de IU en este
momento. No sé cuáles son sus objetivos
a corto y medio plazo salvo protestar. Pa-
rece que el modelo por el que opta es el
de Iniciativa per Catalunya. Aquí, iróni-
camente, a ICV se la define como una co-
ordinadora de cargos públicos. Es decir,
un partido con proyección mediática y
presencia en las instituciones pero que no
necesita tener base militante. Quizás es
un poco exagerada esta definición pero
parece que es el modelo en que se ha ins-
pirado IU, la prueba es la forma en la que
se ha manejado lo de “verde”.
Creo que el remedio a todo esto está
en una revolución de las bases. Si se va a
Entrevista
volver a hacer un congreso con los
delegados escogidos en listas tram-
posas y si se van a escoger los
miembros de la nueva Dirección
en función de las diferentes fami-
lias se va a quedar todo en una co-
sa muy pequeña. No pido una re-
novación al cien por cien, hay per-
sonas valiosas en la Dirección de
IU, pero sí tiene que haber una re-
novación generacional y sobre to-
do tiene que haber un camino a las
bases. Si no sucede eso, la gente se
va a casa. Es lo que ha sucedido
J. O. Lombardía
por ejemplo en Cataluña: fui fun-
dador en la nueva etapa de Esque-
rra Unida y bastante miembros de
la primera Dirección no están ya
hoy en EUiA; es tremendo, sólo
hace cinco o seis años.
- ¿Se echa en falta un partido republi-
cano en España?
- Los valores franquistas siguen introdu-
cidos en la sociedad española. En la tran-
sición no se produjo la famosa ruptura
que pretendía enlazar con los valores re-
publicanos o por lo menos con los valo-
res que creíamos que tenía la República.
Eso se obvió, la República fue borrada.
La volatilización de esos valores permi-
tió que luego vinieran episodios como el
GAL, la corrupción..., además de la per-
vivencia de un pseudopensamiento fran-
quista, de derechas y reaccionario.
- ¿Qué esperas del tripartito en Ca-
taluña?
- El tripartito es una decepción. Lo está
haciendo muy bien para que el Partido
Socialista se mantenga en el poder vein-
te años. ERC se está desdibujando, CiU
también está bajando, el PP subirá pero
tiene un techo claro... entonces la estrate-
gia del PSC es acabar siendo el partido
hegemónico en Cataluña y creo que lo va
a conseguir.
Salvo ERC, las cúpulas de todos los
partidos catalanes están en manos de la
burguesía catalana de siempre, en las
grandes familias catalanas de toda la vi-
da. Tanto en el PSC como en CiU, el PP
e incluso Iniciativa per Catalunya. La re-
alidad catalana es así de extraña: aparece
una gran presión de carácter lingüístico
26 ● 2004 ● Diciembre ● PUEBLOS ● Información y debate
Entrevista
“
Me he separado de la vida política porque
más útil
“
me pareció que no aportaba nada y
en cambio publicando libros puedo ser
por arriba que no se traduce en lo que su-
cede entre la gente, hay mucha absten-
ción... no me atrevo a pronosticar qué es
lo que va hacer el tripartito en los tres pró-
ximos años, si es que sigue.
- Se han creado muchas expectativas
entre la ciudadanía: Estatut, financia-
ción...
- El PSC se ha metido en un lío con lo del
Estatut. De hecho, las informaciones que
circulan apuntan a que han decidido apar-
car lo temas difíciles y que se van a dis-
cutir cuestiones como la financiación y el
autogobierno en términos administrativos
y financieros. Hay bastante gente que
opina que el Estatut no va a poder salir
adelante ya desde aquí.
Los temas importantes no se discu-
ten a fondo, por ejemplo el derecho de
autodeterminación que ERC, CiU, ICV
quieren que esté en el preámbulo del
nuevo Estatut. Si en vez de hablar de un
difuso derecho de autodeterminación,
se hablara de derecho de secesión, que
es de lo que en realidad es, seguramen-
te la discusión sería otra. Pero las pala-
bras se han torcido tanto y tienen
significados tan distintos para to-
do el mundo que la discusión se
hace absurda. Vamos a votar co-
sas que en realidad no sabremos
qué votamos porque cada parti-
do lo interpretará a su manera.
- Barcelona es cada vez más
una marca presente en todo el
mundo. ¿Qué opinas del Fó-
rum de las Culturas que aca-
ba de terminar?
- Sí, es verdad. Es una ciudad más
dulce que Madrid, por ejemplo,
más agradable para vivir, menos
crispada, es hermosa, ha cambia-
do mucho en los últimos veinte
años... Yo estoy con los críticos del
Fórum. La población lo ha vivido como
un lugar de ocio, como una especie de
Port Aventura en pequeño. No hacía fal-
ta hacer los diálogos en ese “barco”. No
era necesario invertir 55.000 millones de
pesetas ni gastarse 1.300 millones en pu-
blicidad, además de hacerlo paralela-
mente a un proceso de especulación ur-
banística en esa zona de la ciudad. De otra
manera, los diálogos podrían haber sido
más abiertos. La especulación podría ha-
berse acometido exactamente igual sin la
excusa del Fórum. Toda Barcelona hoy
es especulación.
- Mirando hacia atrás las últimas
décadas, ¿estás desencantado de cómo
han ido las cosas?
- Es la botella medio llena o medio
vacía. Es verdad que si me pongo en el
año 75 y miro con proyección cómo ha
cambiado España, el nivel de vida, yo
lo hubiera firmado en aquel momento.
Si lo miro desde ahora y pienso dónde
yo querría llegar, entonces es decepcio-
nante. Esto nos debe llevar a seguir ba-
tallando y empujando y no a abandonar
o tirar la toalla. Cada uno en lo que pue-
da hacer. Yo me he separado de la vida
política porque me pareció que no apor-
taba nada y en cambio publicando libros
puedo ser más útil.❑
* J.O. Lombardía es periodista
y Luis Nieto Pereira, coordinador
de la revista Pueblos.
 13
Especial Dossier
Pueblos
indígenas:
la lucha por
la identidad
Puri Pérez
A
lo largo de las últimas décadas, los pueblos indíge-
nas han ido ganando espacio en los diferentes esce-
narios: estatales, regionales e internacionales. La lu-
cha y constancia de estos pueblos ha demostrado que sus
modelos de vida, pese a los continuos ataques sufridos des-
de los primeros procesos de colonización hasta los actuales
modelos globalizadores, no solamente son válidos, sino que
representan respuestas alternativas para ese otro mundo po-
sible al cual cada vez aspiramos más mujeres y hombres.
Hoy, 350 millones de personas son indígenas en el
mundo, lo que supone apenas el 4 por ciento de la pobla-
ción. Sin embargo, representan el 95 por ciento de la di-
versidad cultural (se calcula la existencia de unas 5.000
culturas) y sus cada vez más escasos territorios (el 7 por
ciento de la superficie terrestre) contienen alrededor del
70 por ciento de la biodiversidad mundial. Este es el mar-
co para la exigencia del reconocimiento y respeto a sus
derechos individuales y colectivos; a su libre determina-
ción como pueblos que se concreta principalmente en el
derecho sobre sus tierras y territorios, así como a los re-
cursos en ellos contenidos y que han conservado y usan
de forma sostenible. Dicho por ellos:
Pueblos Indígenas
“(...) Como pueblos, reafirmamos nuestro derecho a la
autodeterminación y a poseer, controlar y manejar nuestras
tierras y territorios ancestrales, aguas y otros recursos. Nues-
tras tierras y territorios son la base de nuestra existencia (...);
tenemos una relación especial, espiritual y material con nues-
tras tierras y territorios, que están íntimamente unidos a nues-
tra supervivencia y a la preservación y mayor desarrollo de
nuestros sistemas de conocimiento y nuestras culturas, a la
conservación y uso sostenible de la biodiversidad, y al ma-
nejo de los ecosistemas.
Tenemos derecho a definir y establecer prioridades y es-
trategias para nuestro autodesarrollo, y el uso de nuestras tie-
rras, territorios y otros recursos (...)
La globalización económica constituye uno de los prin-
cipales obstáculos para el reconocimiento de los derechos
de los pueblos indígenas (...)”1.❑
1 “Declaración de Kimberley”. Cumbre Internacional de los Pueblos Indíge-
nas sobre Desarrollo Sostenible. Territorio Khoi-San. Kimberley, Sudáfrica;
20-23 de agosto de 2002. Presentada en la Cumbre Mundial de Naciones
Unidas sobre Desarrollo Sostenible (CMDS). Johannesburgo, Sudáfrica;
26 de agosto a 4 de septiembre de 2002.
Información y debate ● PUEBLOS ● Diciembre ● 2004 ● 27
Pueblos Indígenas

Especial Dossier

Derechos humanos:
la conversión de un objeto en sujeto
Mikel Berraondo López*

políticas a los sistemas

nacionales e internacio-
La aparición y posterior nales que les otorguen
desarrollo de los derechos el lugar que les corres-
humanos vino a ser algo así ponde en pie de igual-
como la apertura de la Caja de dad con el resto de pue-
Pandora en relación con las blos del mundo, consti-
situaciones que vivían los tuyan o no Estados in-
pueblos indígenas y las dependientes miem-
minorías en el mundo. Los bros de Naciones Uni-
derechos humanos se das. De ser simples ob-
convierten en la herramienta jetos de políticas públi-
de denuncia para unos cas pasan a convertirse
pueblos que en el momento de en verdaderos sujetos
su aparición, en 1948, se en el ejercicio de sus
encontraban totalmente derechos.
ignorados por los Estados,
eran objeto de políticas Reconocimiento
racistas de asimilación o internacional y
simplemente de exterminio, y efectividad
considerados todavía como Pero a pesar de la apro-
salvajes sin civilizar. piación temprana que
los pueblos indígenas
realizan del discurso de
Mauricio García

los derechos humanos,

también se han mostra-
do muy críticos con los

G
racias al surgimiento de
los derechos humanos,
los pueblos indígenas comien-
zan a organizarse, siguiendo los mode-
los norteamericanos de la época como
el movimiento por los derechos civiles
y políticos, y los movimientos contra la
segregación racial, y comienzan así un
largo periodo de enfrentamiento, de-
nuncia y exigencia para conseguir res-
peto hacia sus derechos humanos como
personas y sobre todo como pueblos.
Con los derechos humanos, los pueblos
indígenas encontraron mecanismos le-
gales que podían dar respuesta a tantas
políticas públicas agresivas hacia sus
culturas y formas de vida. Gracias a su
exigencia, se organizan y llegan a esta-
blecer todo un movimiento internacio-
nal que acaba planteando alternativas
derechos no reconoci-
dos y con el sistema de
protección desarrollado, ya que en ellos
se han podido comprobar las imperfec-
ciones del sistema. Desde un comienzo,
los pueblos indígenas han denunciado la
escasa efectividad del sistema interna-
cional de protección de los derechos hu-
manos, dramáticamente vivido en car-
nes propias. Han sido muy críticos con
la construcción misma de la teoría de los

28 ● 2004 ● Diciembre ● PUEBLOS ● Información y debate


derechos humanos, basada en el indivi-
dualismo del disfrute de los derechos y
en concepciones totalmente eurocéntri-
cas, que nunca se han preocupado por te-
ner en consideración las características
culturales y propias de otras formas de
ver y entender la vida, como son las de
los pueblos indígenas. De hecho, afir-
mando la ineficacia de los tratados in-
ternacionales, comenzando por la mis-
ma Declaración Universal, en la actua-
lidad están inmersos en la elaboración
de proyectos de declaración internacio-
nal sobre los derechos humanos de los
pueblos indígenas en los ámbitos de Na-
ciones Unidas y la Organización de Es-
tados Americanos. En estos proyectos se
plasma la visión indígena de los dere-
chos humanos y se señalan contribucio-
nes que en la mayoría de los casos coin-
ciden con varias de las críticas que han
realizado siempre y que con el paso del
tiempo se han convertido en contribu-
ciones importantes, no sólo ya para los
propios pueblos indígenas sino para el
conjunto de la humanidad.
Derechos humanos como
derechos colectivos
Entre estas aportaciones destaca la defi-
nitiva inclusión dentro de las doctrinas
modernas sobre los derechos humanos
de la existencia de los derechos colecti-
vos, lo cual supone toda una revolución
en contra de los planteamientos clásicos
y liberales que consideran a los derechos
humanos exclusivamente como dere-
chos individuales, que, como mucho, en
algunos casos pueden disfrutarse en aso-
ciación con otras personas. Esto se debe
a la propia concepción indígena de la or-
ganización comunitaria según la cual el
sujeto de derechos y obligaciones des-
cansa en la comunidad indígena y no en
las personas individuales.
Otra aportación interesante tiene
que ver con el desarrollo del derecho de
autodeterminación establecido en el ar-
tículo 1 de los Pactos Internacionales de
Derechos Humanos (Pacto Internacio-
nal de Derechos Civiles y Políticos, y
Pacto Internacional de Derechos Eco-
nómicos, Sociales y Culturales, ambos
de 1966), pero tremendamente limitado
Especial Dossier
a supuestos muy concretos por la doc-
trina internacional. Gracias a su persis-
tencia y a sus planteamientos políticos,
los pueblos indígenas han conseguido
abrir el debate sobre su puesta en prác-
tica y han logrado ampliar su estricto
marco de aplicación a los supuestos de
los pueblos indígenas, aunque, eso sí,
con limitaciones que todavía hoy se dis-
cuten en los diversos grupos de trabajo.
Relación con la tierra
Otra importante aportación la encontra-
mos en la consideración de sus derechos
sobre las tierras y territorios, que no se
encuentran reconocidos entre los dere-
chos humanos clásicos y que para ellos,
debido a su particular cosmovisión ba-
sada en una relación interdependiente
con el medio ambiente, se convierten en
dos derechos fundamentales sin los cua-
les les resulta imposible ejercer cual-
quier otro. Además, estos derechos co-
bran una importancia mayor debido al
interés creciente entre las culturas no in-
dígenas de tener acceso a los recursos
naturales existentes en sus tierras y te-
rritorios, ya que como consecuencia de
esa relación interdependiente, los pue-
blos indígenas se han caracterizado por
desarrollar unos sistemas de vida total-
mente sostenibles con su medio am-
biente. Los derechos sobre las tierras y
territorios son necesarios para garanti-
zarles la posibilidad de mantener sus
formas de vida y sistemas de organiza-
ción tradicionales si así lo desean.
Hacia la igualdad de hecho
Estos derechos se encuentran protegi-
dos y reconocidos en el único convenio
internacional existente que aborda en la
“
Debido a su relación con el medio
ambiente, para los pueblos indígenas
los derechos sobre tierras
“
y territorios son derechos
fundamentales sin los cuales es
imposible ejercer cualquier otro
Información y debate ● PUEBLOS ● Diciembre ● 2004 ● 29
Pueblos Indígenas
actualidad la protección de los derechos
humanos de los pueblos indígenas: el
Convenio nº 169 de la Organización In-
ternacional del Trabajo. Además de es-
te convenio internacional, existen los
otros dos proyectos de declaración, que
muy pronto, esperemos, dejen de ser
proyectos. Y para completar el cuerpo
jurídico que aborda la protección de los
derechos humanos de los pueblos indí-
genas existe ya, gracias principalmen-
te a su propia iniciativa y a su capaci-
dad de experimentar con el derecho, to-
da una jurisprudencia internacional in-
teresantísima que reconoce los princi-
pales derechos de los pueblos indíge-
nas como la autodeterminación, los te-
rritorios, la propiedad intelectual y los
derechos culturales. De entre los dife-
rentes órganos internacionales que han
contribuido a desarrollar esta jurispru-
dencia podemos citar el Comité de De-
rechos Humanos y el Comité para la
Eliminación de la Discriminación Ra-
cial, en el ámbito de Naciones Unidas;
y el Comité de Expertos de la Organi-
zación Internacional del Trabajo y la
Comisión y la Corte Interamericanas de
Derechos Humanos, en el ámbito del
Sistema Interamericano de Derechos
Humanos.
Los pueblos indígenas han sabido
aprovechar como nadie las oportunida-
des que el derecho de los derechos hu-
manos les brindaba, a pesar de la difi-
cultad de tener que asimilar conceptos y
doctrinas diferentes a las prácticas cul-
turales propias. Gracias a su astucia y
perseverancia se ha elaborado toda una
rama específica de los derechos huma-
nos que tiene que ver con sus formas de
entender el ejercicio de los derechos. A
través de los derechos humanos, los pue-
blos indígenas han dejado de ser meros
objetos de políticas públicas para afir-
mar su igualdad con respecto a los no in-
dígenas y convertirse así en sujetos de
pleno derecho en una comunidad inter-
nacional que aún se muestra reacia a re-
conocerles el espacio que les correspon-
de como pueblos del mundo.❑
*Mikel Berraondo López es investigador
del Instituto de Derechos Humanos
de la Universidad de Deusto.
Pueblos Indígenas

Especial Dossier
Tierra y territorio como derechos
Alfredo Viteri*

“Nuestro territorio no es una cosa,

ni un conjunto de cosas utilizables,
explotables, ni tampoco un
conjunto de recursos (...) nuestro
territorio, con sus selvas, sus
montañas, sus ríos, sus lagunas y
humedales, con sus lugares
sagrados donde viven los supai
(dioses protectores), con sus tierras
negras, rojas y arenosas y sus
arcillas es un ente vivo que nos da
vida, nos provee agua y aire; nos
cuida, nos da alimentos y salud;
nos da conocimientos y energía;
nos da generaciones y una
historia, un presente y un futuro;
nos da identidad y cultura; nos da
Jesús González Pazos

autonomía y libertad. Entonces,

junto con el territorio está la vida y
junto a la vida está la dignidad;
junto al territorio está nuestra
autodeterminación como pueblos”.
Pueblo Kichua de Pastaza,
Manifestación del CMDS en Sudáfrica.
Amazonía del Ecuador

D
esde la visión de los pueblos
indígenas, el territorio consti-
tuye el espacio natural de vida,
concebido como una unidad ecológica
fundamental donde se desarrolla la vi-
da en sus múltiples expresiones y for-
mas; para nuestros pueblos, este espa-
cio natural de vida es fuente de saberes
y conocimientos, de cultura, identidad,
tradiciones y derechos. En este lugar
esencial se desarrolla nuestra vida co-
mo pueblos, nos reproducimos de ma-
nera permanente como sociedades di-
ferenciadas en lo social, económico,
político y cultural de generación en ge-
neración. Por tanto, la visión de terri-
torio está íntimamente ligada al ejerci-
cio de nuestros derechos colectivos y
a la autodeterminación como pueblos.
El territorio según la concepción in-
dígena integra los elementos de la vida
en toda su diversidad natural y espiri-
tual: la tierra con su diversidad de sue-
los, ecosistemas y bosques, la diversi-
dad de los animales y las plantas, los rí-
os, lagunas y esteros. Los ecosistemas
naturales son considerados como hábi-
tat de los dioses protectores de la di-
versidad de la vida y gracias a ellos se
mantiene la integridad y el equilibrio
del bosque, de los ríos, de las lagunas y
la fertilidad del suelo, lo que permite
que las plantas y animales puedan vivir
y reproducirse. Los seres de la natura-
leza se interrelacionan con los ayllus
(familias) mediante la aplicación y
práctica cotidiana de nuestros conoci-
mientos ancestrales. Concebido así, el
territorio es un concepto que integra lo
histórico, lo mítico y el conocimiento
de la naturaleza en una visión de vida
comunitaria. Es decir, integra nuestra
cultura con sus memorias, sus valores,
sus instituciones y su religiosidad.
Nuestra tradición ancestral nos enseña
que el territorio no es un recurso a ser
explotado, es un espacio de vida. Hom-
bres y mujeres somos una comunidad
parte de ese espacio natural donde com-
partimos la vida con otros seres vivos
en una relación de reciprocidad.

30 ● 2004 ● Diciembre ● PUEBLOS ● Información y debate


Esta visión del territorio nos ha
permitido conservar y aprovechar
adecuadamente todos los recursos que
ofrece la naturaleza en nuestras co-
munidades. Desde nuestras formas de
entender el territorio hemos construi-
do nuestra propia visión de vida, con-
ceptualizado en el “bien vivir” que es-
tablece la conservación de nuestros
bosques sin contaminación. Este es el
escenario que conocemos como “la
tierra sin mal”, condición básica para
la práctica del “bien vivir”. El cono-
cimiento ancestral nos conduce a él,
su aplicación y práctica cotidiana nos
permite construir y conservar “la tie-
rra sin mal”. Nuestros conocimientos
ancestrales nacen y se recrean en los
ecosistemas de nuestro territorio, los
recibimos de los seres sagrados que
habitan en ellos. Por eso, nuestros co-
nocimientos están asociados a todos
lo seres vivos que habitan en “la tie-
rra sin mal”. Todos estos conocimien-
tos son colectivos, se renuevan y se
transmiten de generación en genera-
ción, garantizando la conservación del
territorio con sus ecosistemas.
La visión de vida e identidad de
nuestro pueblo está ligada profunda-
mente a nuestra visión de territorio, por
tanto, sus ecosistemas, la biodiversidad
y todos los conocimientos ligados a su
conservación y uso son recursos estra-
tégicos para la seguridad y pervivencia
autónoma de los pueblos indígenas.
La tierra: “materia prima” para
las transnacionales
En los tiempos actuales, las corpora-
ciones transnacionales están inva-
diendo nuestros territorios y apro-
piándose arbitrariamente de todas las
vidas que existimos en él. Necesitan
de nuestros territorios, de nuestros rí-
os, de nuestras lagunas, de nuestros
bosques, de nuestro aire y también de
nuestras vidas y conocimientos para
implantar su nuevo sistema mundial
de producción, de consumo y de mer-
cado global. Para ellos los indígenas,
junto con nuestros territorios, ecosis-
temas y la biodiversidad somos sólo
la “materia prima” para ser privatiza-
Especial Dossier
“
El ejercicio de los derechos colectivos
es nuestra alternativa a la globalización
“
económica. El ejercicio de los derechos
colectivos más que discurso es, ante todo,
acción
da, procesada y vendida en los mer-
cados mundiales.
La ocupación de los territorios in-
dígenas por parte de las corporaciones
transnacionales está en plena marcha y
se viene ejecutando con una violencia
inhumana y sofisticada. Nuestros te-
rritorios son ahora teatros de operacio-
nes de las grandes empresas, encabe-
zadas por las petroleras, mineras, ma-
dereras y forestales, además de las far-
macéuticas, alimenticias y biotecnoló-
gicas. Ante esta situación, cabe pre-
guntarse: ¿Qué nos ofrecen y qué de
bueno nos dejan a cambio estas em-
presas? ¿Cuál es el progreso y des-
arrollo que hemos recibido de ellas?
¿Cuál es el aporte cultural, social, tec-
nológico y económico que dejan en
nuestros pueblos? Podemos hacer mu-
chas otras preguntas tratando de en-
contrar en algún rincón la “obra posi-
tiva”. Y la respuesta indígena siempre
será la misma en todas las regiones del
mundo: destrucción de bosques, con-
taminación de ríos, epidemias y enfer-
medades, violencia y empobrecimien-
to económico, social y cultural de
nuestras comunidades. Esta es la reali-
dad que las empresas nos ofrecen a
cambio de nuestros territorios; nos han
impuesto una guerra que solo tendrá
final cuando los indígenas ejerzamos
nuestros derechos como pueblos.
Las empresas transnacionales son
monopolios de poder neocolonial que
controlan los mercados mundiales y
deciden lo qué se debe producir, con-
sumir y exportar; imponen gobiernos,
utilizan ejércitos y establecen leyes na-
cionales e internacionales a su medi-
da. De esta forma, los pueblos coloni-
zados de hoy, al igual que los de ayer,
son sometidos a los sistemas políticos,
Información y debate ● PUEBLOS ● Diciembre ● 2004 ● 31
Pueblos Indígenas
los hábitos de “vida”, las formas de
comunicación y los modelos de pro-
ducción y de consumo de los coloni-
zadores. En palabras claras, a los co-
lonizados se les impide el derecho de
elegir y tomar la decisión para cons-
truir su propia historia como pueblo.
Por esto, el modelo de la globalización
económica impuesto por las corpora-
ciones privadas es un proceso humi-
llante para los pueblos indígenas. Es
un modelo de muerte.
Pelear por los derechos
colectivos
Sin duda, estos son tiempos peligro-
sos para los pueblos indígenas del
mundo. Pero también es el tiempo de
los pueblos que luchan por sus dere-
chos. Por eso, muchos de ellos vienen
resistiendo de diversas formas en to-
das las regiones de la Tierra. No exis-
te región del planeta en que los pue-
blos indígenas no estén luchando por
el derecho a su territorio, su ambien-
te, su cultura, sus bosques, sus aguas,
su salud, su educación y por su auto-
determinación. Si somos capaces de
ejercer nuestros derechos colectivos
en nuestros territorios comunitarios,
entonces podemos garantizar nuestra
vida como pueblos. Y ejercer dere-
chos colectivos significa controlar y
conservar nuestros territorios con sus
ecosistemas y en ese espacio vital
construir verdaderas alternativas de
autogestión social, económica, políti-
ca y cultural de nuestras comunida-
des, a partir de nuestras propias insti-
tuciones tradicionales y visiones de
vida. Y en este proceso, la recupera-
ción, innovación y aplicación de nues-
tros conocimientos y prácticas ances-
trales tiene trascendental importancia.
El ejercicio de los derechos colec-
tivos es nuestra alternativa a la globa-
lización económica. El ejercicio de los
derechos colectivos más que discurso
es ante todo acción. Es nuestra alter-
nativa de vida.❑
*Alfredo Viteri es director del Instituto
Qichua de Biotecnología Sacha
Supai-IQBSS de Ecuador.
Pueblos Indígenas
Mujeres indígenas:
rompiendo el silencio
Hablar de la mujer
indígena es hablar de la
esencia de la vida, porque
ella es la vida, es la misma
naturaleza, es revivir las
épocas gloriosas de cada
pueblo indígena, la
relación armónica entre el
hombre y la mujer, todo lo
que se rompió en el
proceso de colonización.
Producto de este hecho, la
mujer indígena cada día
tiene que enfrentar las
barreras de la
discriminación racial,
cultural, de género y de
Paula Cabildo
mujer a mujer, así como el
control y el poder
del hombre.
L
as mujeres indígenas, desde ha-
ce años, venimos luchando por
romper el silencio que nos fue
impuesto desde hace siglos por inten-
tar cambiar los patrones culturales que
han sido practicados por varias gene-
raciones, especialmente los relaciona-
dos con el papel de la mujer tradicio-
nal. Es difícil, pero posible ir cam-
biando las prácticas inculcadas desde
la colonización, de una cultura ajena a
la nuestra. Prácticas que se expresan en
la pérdida de derechos y en la modifi-
cación del valor asignado a nuestro rol
como mujeres.
Hace nueve años, las Naciones
Unidas declararon el Decenio Interna-
cional de los Pueblos Indígenas, con el
32 ● 2004 ● Diciembre ● PUEBLOS ● Información y debate
Especial Dossier
objetivo de promover y proteger los
derechos de los pueblos indígenas y el
derecho a implementar sus propios
modelos de desarrollo. Faltando unos
meses para terminar ese Decenio, los
pueblos indígenas seguimos luchando
por el reconocimiento de nuestros de-
rechos: derecho a la autodetermina-
ción, derecho a la tierra y el territorio,
y derecho de ser sujetos de nuestro pro-
pio desarrollo.
Hay normas y programas interna-
cionales que promueven y afirman
esos derechos, como el Convenio 169
sobre los Pueblos Indígenas y Tribales
de la Organización Internacional de
Trabajo; la Agenda 21, adoptada en
1992 en Río de Janeiro (Brasil), en la
Florina López Miró*
Conferencia de las Naciones
Unidas sobre el Medio Am-
biente y Desarrollo; el pro-
yecto de Declaración Inter-
Americana de los Derechos
de los Pueblos Indígenas so-
bre los Derechos Humanos,
de la Organización de Esta-
dos Americanos; y el proyec-
to de Declaración sobre los
Derechos de los Pueblos In-
dígenas de las Naciones Uni-
das y la Plataforma de Ac-
ción de Beijin.
De la colonización a la
discriminación
Pero, a pesar de estos acuer-
dos internacionales, los pue-
blos indígenas sufren cons-
tantes y continuas violacio-
nes de sus derechos, así co-
mo colonizaciones directas
sobre sus territorios y recursos, auspi-
ciadas por los Estados y las actuales
políticas neoliberales, generadoras to-
das ellas de continuos conflictos en las
mismas comunidades.
Por tales razones, nosotras, las mu-
jeres indígenas luchamos por recupe-
rar el derecho que nos fue arrebatado,
el derecho a que se nos escuche, a ser
parte fundamental en el accionar del
desarrollo de nuestros pueblos. Por
consiguiente a que, a nivel nacional e
internacional, nuestra presencia se to-
me en cuenta en los procesos de con-
sulta, de discusión e implementación
de leyes, incluyendo aspectos como la
seguridad y el bienestar, los derechos
a la educación, a la salud, etc.

Consideramos que se deben am-
pliar estos espacios de discusión en
torno a la situación actual y el Estado
de derecho de las mujeres indígenas
porque resulta preocupante que en la
actualidad no se asuman las implica-
ciones para generar condiciones que
contribuyan a lograr mayor equidad
entre hombres y mujeres. Lo anterior
se hace más urgente cuando los ante-
cedentes arrojados por diversas fuen-
tes constatan la situación de desigual-
dad y discriminación que enfrentan
las mujeres indígenas en aspectos ta-
les como educación, salud, acceso a
beneficios de organismos públicos,
acceso al trabajo y a la seguridad so-
cial, entre otros. Todo ello además de
la invisibilidad analítica que afecta a
las mujeres indígenas.
Sabemos que los derechos huma-
nos en general, y podemos decir lo
mismo de los derechos indígenas y los
derechos de las mujeres indígenas en
particular, no se implantan sólo por le-
yes o por decretos, sino que son el re-
sultado de procesos de aprendizaje so-
cial constante, de socialización y con-
vencimiento, de construir una sociedad
basada en la cultura del respeto de los
derechos humanos, tarea que involucra
a toda la sociedad.
Por todo lo anterior, no basta sólo
con crear programas, planes y otras
propuestas para cambiar esta situación
de las mujeres indígenas. Indispensa-
ble es que éstos se acompañen de una
verdadera cultura de transformación en
la forma de pensar y de actuar de la ac-
tual sociedad.
Luchar por la identidad cultural
Entre las preocupaciones especiales de
nosotras, las mujeres indígenas, está la
supervivencia de nuestras comunida-
des, de nuestra identidad cultural y el
reconocimiento del papel fundamental
que desempeñamos, de los esfuerzos
que realizamos para promover el reco-
nocimiento de nuestros derechos en
todo el mundo.
Las mujeres indígenas proponemos
otro tipo de cambio, que no es el TLC
(Tratado de Libre Comercio), que no
Especial Dossier
es el PPP (Plan Puebla-Panamá), que
no es de construcciones de hidroeléc-
tricas que arranquen e inunden nues-
tras tierras..., es mucho más grande.
Pero la actitud de los gobiernos ha-
cia los pueblos indígenas en general y
hacia las mujeres indígenas en parti-
cular es de olvido; por ejemplo, ¿qué
ofrecen los gobiernos, que se hacen lla-
mar democráticos para el desarrollo de
las mujeres a través de sus institucio-
nes de la mujer? Nos ofrecen encuen-
tros y foros donde se nos pide que di-
gamos miles de veces la marginación
en la que vivimos y así validar el gas-
to público para las mujeres, o se mues-
tran memorias fotografías en donde se
“
Nos ofrecen foros para que digamos la
marginación en la que vivimos y así
“
validar el gasto público que nos
dedican, pero la marginación se
mantienen igual que siempre
nos ve “capacitándonos”, mientras la
vida de las mujeres continúa en la mis-
ma marginación de siempre.
¿Qué nos espera a las mujeres in-
dígenas si no queremos un desarrollo
que se nos impone, si queremos vivir
de diferente manera? ¿Dónde está el
respeto a la diversidad? Las mujeres
indígenas, además, no queremos vivir
de una misma manera porque no po-
demos hablar de las mujeres indígenas
como una sola mujer; hablamos como
cada una; cada una es un ser que pien-
sa y decide diferente, tenemos pro-
puestas de vida a veces parecidas y, a
veces, diferentes.
Con todo este panorama en contra,
vamos hacia adelante y estamos rom-
piendo con nuestros destinos marca-
dos por las estructuras económicas,
sociales, políticas y de género (mun-
diales). Estamos luchando por que
nuestra voz se escuche más fuerte, es-
tamos organizándonos, estamos re-
chazando lo que no queremos y dan-
Información y debate ● PUEBLOS ● Diciembre ● 2004 ● 33
Pueblos Indígenas
do propuestas de lo que sí queremos
y cómo lo queremos. Somos diferen-
tes, siendo humanas, pero con los
mismos derechos en cualquier lugar
del mundo y ese reconocimiento es la
lucha cotidiana, siendo hombre y
siendo mujer indígena.
Agentes de cambio
A pesar de que ha sido difícil, la parti-
cipación de nosotras, las mujeres indí-
genas, en las organizaciones y en la di-
rigencia de las comunidades, muchas
se han destacado como líderes. Quizás
en la actualidad poco se conoce sobre
la verdadera historia de estos proce-
sos. Cabe señalar además que algunas
veces, y a pesar de tropezar con enor-
mes obstáculos, las mujeres hemos de-
mostrado ser agentes de cambio suma-
mente efectivos, organizándonos en to-
do el mundo. Hay un sinnúmero de or-
ganizaciones que, al mando de muje-
res, han contribuido a promocionar sus
causas, presionando para conseguir
apoyo, creando alternativas y asegu-
rándose de que la voz de las mujeres se
escuche y sus perspectivas sean teni-
das en cuenta.
Sin embargo, el reconocimiento
de lo que las mujeres aportan o pue-
den ofrecer a la supervivencia y al
desarrollo sigue siendo limitado. En
la mayoría de las sociedades del mun-
do actual, las estructuras y actitudes so-
ciales discriminatorias a nivel perso-
nal, comunitario e institucional persis-
ten en pautas profundamente arraiga-
das de desigualdad por razón del sexo.
En esta etapa histórica de fortaleci-
miento de nuestra identidad como in-
dígenas, se plantea para las mujeres el
desafío de buscar nuevas formas de ac-
ción y alternativas, y de construir dis-
tintos canales de participación. Una
nueva estrategia de políticas, encami-
nadas hacia el desarrollo de las muje-
res indígenas y para que podamos en-
frentar cualquier reto como lo hemos
hecho hasta ahora.❑
*Florina López Miró es miembro del pueblo
Kuna, en Panamá, y forma parte del Movimiento
de Mujeres Indígenas de América.
Pueblos Indígenas

Especial Dossier
Modelos y estrategias
de cooperación internacional
Jesús González Pazos*

En la situación particular de los

pueblos indígenas y con la premisa
de una actuación específica en el
campo de la cooperación
internacional al desarrollo, se
justifica la importancia y urgencia
de definir modelos y estrategias.
Igualmente, se reconoce la
tendencia negativa que ha
dominado la planificación e
implementación de muchos
proyectos, por lo que, desde la
cooperación internacional se
Begoña Dorronsoro

aprueban directrices para invertir

esta tendencia.

P
ara revertir realmente esa situa-
ción, se debería asumir el fun-
damento teórico y práctico del
reconocimiento del derecho que asis-
te a los pueblos indígenas a definir y
determinar su propio desarrollo so-
cial, económico, político y cultural, así
como la implementación de mecanis-
mos que provean las actuaciones que se
aprueben en el marco del respeto a sus
formas de vida y a sus territorios.
Así, el proyecto de Declaración de
las Naciones Unidas sobre los Dere-
chos de las Poblaciones Indígenas es-
tablece que éstas “tienen derecho al
disfrute pleno y efectivo de todos los
derechos humanos y libertades funda-
mentales reconocidos”1. Igualmente, el
Pacto Internacional de los Derechos
Económicos, Sociales y Culturales es-
1 “Proyecto de Declaración de las Naciones Uni-
das sobre los Derechos de las Poblaciones In-
dígenas”, Art. 1. Resolución 1994/45 de la
Subcomisión de Prevención de Discriminacio-
nes y Protección de las Minorías. 28 de octu-
bre de 1994.
Mujeres mayas de Sololá, Guatemala, manejando un ordenador.
tablece el derecho de todos los pueblos
a la autodeterminación y dice que en
“base a este derecho pueden decidir li-
bremente su situación política y pro-
curar libremente su desarrollo econó-
mico, social y cultural”2.
Por último, una cuestión también
recogida en el Pacto Internacional y
que puede suponer una alusión directa
a una de las grandes problemáticas de
los pueblos indígenas, señala que “to-
dos los pueblos pueden disponer libre-
mente para sus propios propósitos de
sus fuentes de riquezas y recursos na-
turales sin violar los deberes que sur-
gen de la cooperación internacional,
2 “Pacto Internacional de los Derechos Econó-
micos, Sociales y Culturales”. Art. 1º. Resolu-
ción 2200 A (XXI), 16 de diciembre de 1996 de
las Naciones Unidas. Entrada en vigor 3 de
enero de 1976. www.unhchr.ch/
basados en el principio del beneficio
común y del derecho de los pueblos”3
Por tanto, para asegurar la imple-
mentación real de políticas válidas es
necesario definir metodologías especí-
ficas que establezcan como base la
aceptación de los derechos que confie-
re el derecho internacional.
Objetivos de la cooperación
El punto de partida será el recono-
cimiento, por parte de la coopera-
ción internacional, de los pueblos
indígenas como socios de pleno de-
recho y, por tanto, como sujetos
activos de su desarrollo
De esta forma, los objetivos prin-
cipales de la cooperación internacional
deberán ser:
3 Ibid., Art. 2.

34 ● 2004 ● Diciembre ● PUEBLOS ● Información y debate


● Contribuir al reconocimiento y es-
tablecimiento del derecho y capa-
cidad de los pueblos indígenas pa-
ra articular sus propios procesos de
desarrollo.
● Respaldar la participación indíge-
na en todos los procesos de deci-
sión que les afecten y el reconoci-
miento de sus derechos territoria-
les y gestión sostenible de los re-
cursos existentes en los mismos.
Un paso más, sería la definición y
aprobación de ejes de actuación que
incidieran en el logro de estos objeti-
vos, tales como:
1. Apoyo a la presencia activa en
los procesos locales, nacionales e in-
ternacionales de los pueblos indígenas
para consolidar sus derechos humanos
individuales y colectivos.
2. Inclusión de los problemas de
los pueblos indígenas en el marco de
diálogo entre gobiernos e instituciones
multilaterales.
3. Respaldo a las organizaciones
indígenas como representantes de sus
pueblos, con atención especial en el
apoyo a la definición de estrategias y
modelos de desarrollo propios, así co-
mo a la participación efectiva de las
mujeres indígenas.
4. Reconocimiento de la especifi-
cidad indígena en la formulación y
desarrollo de proyectos de coopera-
ción, tanto bilateral como multilateral.
En este sentido, “no deberían priori-
zarse o sostenerse proyectos que elu-
dan, se desinteresen, desvinculen o no
se comprometan en algún nivel con la
solución de carencias o conflictos (per-
manentes, eventuales o imprevistos)
que se presentan en las comunidades o
pueblos indígenas en donde pretenden
operar con otro tipo de metas. Entre di-
chos problemas ineludibles están el ge-
nocidio, racismo, el despojo territorial,
la destrucción ecológica, la explota-
ción laboral o comercial, la represión,
el etnocidio cultural”4.
5. Apoyo a aquellas acciones que
incidan en la protección y defensa de
4 “Autodesarrollo Indígena en las Américas”. Do-
cumento 10. IWGIA. Copenhagen, Dinamarca.
1989.
Especial Dossier
los territorios y de los sistemas cultu-
rales y medioambientales de los pue-
blos indígenas.
Todo lo anterior se podría refundir
en un objetivo: partiendo del respeto a
los derechos individuales y colectivos,
mejorar el impacto de la cooperación
internacional respecto a los pueblos in-
dígenas mediante el respaldo a sus pro-
pios procesos de desarrollo y de una
mayor participación y control de éstos
en los procesos políticos, sociales, eco-
nómicos y culturales que les afecten.
Especificidad de proyectos
Por otra parte, hay que explicitar la ne-
cesidad de la especificidad del trabajo
de cooperación para el desarrollo con
los pueblos indígenas. Esta especifici-
dad tiene elementos nítidos. Algunos
han sido identificados por distintas ins-
tancias y se encuentran recogidos en
tratados internacionales, caso del Con-
venio sobre Pueblos Indígenas y Tri-
bales de la Organización Internacional
del Trabajo, o Convenio 169, el cual
“se sustenta en los principios de reco-
nocimiento, respeto y participación de
los pueblos indígenas. Reconocimien-
to de sus derechos, valores e identidad
propia; respeto y protección de su in-
tegridad, cultura, formas de organiza-
ción social y económica consagradas
por el derecho consuetudinario; libre
participación en instituciones electivas
y en la adopción de decisiones suscep-
tibles de afectarles directamente. (....)
El instrumento jurídico interna-
cional reconoce las aspiraciones de
dichos pueblos a asumir el control
de sus propias instituciones y a de-
cidir sus prioridades en lo que atañe
a su desarrollo económico, social y
cultural, en la medida que éste afec-
ta sus vidas, sus creencias, su bien-
estar material y espiritual”5.
Es importante destacar que a pesar
de la dificultad de señalar las expe-
riencias con pueblos indígenas en la
cooperación para el desarrollo, dada la
ausencia de evaluaciones sistemáticas,
5 “Pueblos Indígenas”. Organización Internacio-
nal del Trabajo, Equipo Técnico Países Andi-
nos. Lima, Perú. 1998.
Información y debate ● PUEBLOS ● Diciembre ● 2004 ● 35
Pueblos Indígenas
desde la experiencia europea si se han
podido identificar algunos rasgos ge-
nerales del tipo: “Las acciones de des-
arrollo que no tienen debidamente en
cuenta la situación, las aspiraciones y
las prioridades de los pueblos indíge-
nas pueden tener un impacto impre-
visto o incluso negativo con respecto
a ellos. (....) La experiencia demuestra
que sólo se consigue la sostenibilidad
a largo plazo y cierto sentido de pro-
piedad local cuando los pueblos indí-
genas participan activamente en la
concepción y la implementación de
programas y proyectos. (Igualmente)
el reconocimiento básico de los pue-
blos indígenas y su derecho a la tierra
son las condiciones previas esenciales
para que estas poblaciones participen
en los procesos de desarrollo de ma-
nera significativa. El nivel de recono-
cimiento en la legislación nacional de-
termina las posibilidades para solucio-
nar las necesidades especiales de los
pueblos indígenas en los enfoques sec-
toriales, por ejemplo por lo que se re-
fiere a la enseñanza y la atención pri-
maria.
No existen modelos ya hechos pa-
ra la implementación de las propias es-
trategias de desarrollo de los pueblos
indígenas por lo que respecta a la sa-
nidad, la enseñanza, la economía, etc.
Esas estrategias implican la articula-
ción de los conocimientos, tecnologí-
as, recursos y objetivos políticos, cul-
turales y sociales de los indígenas y los
no indígenas”6.
Así, el reconocimiento y defensa
de los derechos individuales y colecti-
vos de los pueblos indígenas debe ser
la base de la cooperación internacional
para la verdadera implementación de
sus modelos de desarrollo en el mar-
co global del derecho de autodetermi-
nación de estos pueblos.❑
*Jesús González Pazos es responsable del
Área Indígena de Mugarik Gabe.
6 “El tema indígena: Contexto dentro de la Co-
munidad Europea”. Organización Internacional
del Trabajo, Equipo Técnico Multicisplinar. San
José, Costa Rica. 1.999
Pueblos Indígenas
Especial Dossier
La participación
en el sistema internacional
Paula Cabildo
Ante la imposibilidad de encontrar
justicia en los sistemas nacionales,
desde la primera visita de varios
representantes de Nativos
Americanos a la antigua Sociedad
de Naciones, los pueblos indígenas
se han dirigido al ámbito
internacional para acceder a
mecanismos que pudieran
presionar a los Estados para que
respeten sus derechos.
36 ● 2004 ● Diciembre ● PUEBLOS ● Información y debate
L
a presencia indígena en el espa-
cio internacional se produce so-
bre todo en el seno de las Na-
ciones Unidas. En ellas se negoció la
descolonización y, al fin y al cabo, el
reconocimiento de la libre determina-
ción de los pueblos indígenas podría
entenderse como parte de este proce-
so, al estar sometidos a un “colonialis-
mo interno”. Por ello, desde los años
70, representantes indígenas, apoyados
por movimientos simpatizantes, co-
menzaron a acceder a la ONU y se en-
frentaron a las limitaciones y frustra-
ciones del sistema multilateral, a la vez
que aprendían a utilizar sus ventajas.
Patricia Borraz*
La aceptación de la problemática
indígena dentro del sistema de la
ONU ha sido lenta, ya que debe supe-
rarse la oposición de muchos de sus
Estados miembros. En un principio, el
único espacio asequible para poder
discutir derechos colectivos fuera de
los Estados-nación eran los organis-
mos dedicados a la protección de las
minorías. Pero este concepto no es
adecuado en el caso de los pueblos in-
dígenas, ya que, por causa de su pre-
existencia a la formación de los Esta-
dos nacionales, entre otras razones,
tienen derecho colectivo a ser consi-
derados pueblos y no grupos minori-
tarios y, como tales, poseen los dere-
chos que en el ámbito internacional se
reconocen a los mismos, como el de-
recho a la libre determinación.
Organismos en el seno
de la ONU
Conseguir que se entendiera esa dife-
rencia, fue el trabajo de largos años.
La participación era, y sigue siendo,
limitada y complicada. Al fin y al ca-
bo, sólo los Estados pueden tomar de-
cisiones en estas organizaciones y los
pueblos indígenas no pasaban de ser
meros observadores sin derecho a vo-
to y, muchas veces, sin derecho a voz.
Pero su persistencia se ha visto re-
compensada con el establecimiento de
organismos dentro de la ONU dedica-
dos a la discusión de la problemática
indígena y de sus derechos como pue-
blos. La creación del Grupo de Traba-
jo sobre Poblaciones Indígenas en

1982 fue un primer paso sustantivo.
En 1993 la ONU declaró un Decenio
sobre las Poblaciones Indígenas del
Mundo, entre cuyos resultados se
cuenta la creación de un organismo de
alto nivel dentro del sistema: el Foro
Permanente para las Cuestiones Indí-
genas, compuesto por 16 expertos,
ocho indígenas y ocho propuestos por
los Estados nacionales.
Quizá el mejor termómetro para
medir hasta qué punto los Estados,
en el marco internacional, están com-
prometidos con el reconocimiento de
los derechos indígenas sea la nego-
ciación de una Declaración de los
Derechos de los Pueblos Indígenas,
cuya adopción por la Asamblea Ge-
neral fue fijada también como uno de
los objetivos del Decenio. El Pro-
yecto de Declaración superó sin
grandes polémicas la aprobación en
organismos como el Grupo de Tra-
bajo sobre Poblaciones Indígenas,
que la redactó, y en la Subcomisión
para la Promoción y Protección de
los Derechos Humanos. Sin embar-
go, lleva años estancada en un Gru-
po de Trabajo de la Comisión de De-
rechos Humanos, antesala de la
adopción. Así, no se ha adoptado ni
un solo artículo sustantivo de una
Declaración que comienza por reco-
nocer el derecho de los pueblos indí-
genas a la libre determinación. Esta-
dos como el Reino Unido, Estados
Unidos, Canadá o Australia se han
opuesto a cualquier intento de apro-
ximación al concepto de derechos
colectivos. Otros Estados, como la
mayoría de los asiáticos o africanos,
se han limitado a mantenerse como
espectadores, pero es de esperar que
si se produjera algún avance, reac-
cionarían en contra del mismo. Es
poco probable que la Declaración, en
su actual redacción, se apruebe en es-
te último año del Decenio.
Situaciones como éstas han hecho
que algunos pueblos indígenas hayan
argumentado el enorme esfuerzo que
supone el trabajo en el ámbito interna-
cional para no conseguir resultados de
verdadero calado. En ese escenario, in-
Especial Dossier
tervienen muchos otros factores de po-
lítica internacional que pueden jugar a
favor o en contra en los temas relativos
a los derechos humanos, con frecuen-
cia utilizados como moneda de cambio
para negociaciones de temas que se
consideran más sustantivos. Pero tam-
poco puede olvidarse que un texto co-
mo el del Proyecto de Declaración no
podía ni haberse imaginado en muchos
de los países en que viven pueblos in-
dígenas.
Normas que frenan el avance
La utilización del sistema interna-
cional presenta muchas dificultades.
Hasta la más desgarradora y urgente
denuncia de violaciones de derechos
humanos o se hace en tiempo y for-
ma o no será tenida en cuenta.
Aprender a jugar en ese terreno de
“
La utilización del sistema internacional
presenta dificultades. Hasta la más
“
urgente denuncia de violaciones de
derechos humanos se hace en tiempo
y forma o no será tenida en cuenta
normas totalmente ajenas no ha sido
nada fácil y a menudo en ese apren-
dizaje se ha perdido un tiempo pre-
cioso y se han desgastado muchas es-
peranzas. Pero la larga resistencia de
muchos pueblos indígenas les ha da-
do una gran flexibilidad para saber
utilizar las ventajas que cualquier es-
pacio les brinda, sin por ello creer
que en ellos radica la solución a sus
problemas.Esta visión política les ha
permitido permear el sistema multi-
lateral más que otros movimientos
sociales con más medios económicos
y más familiares con el sistema.
Esto se advierte en la negocia-
ción de los llamados “acuerdos am-
bientales multilaterales”, que inclu-
yen instrumentos jurídicos como el
Convenio sobre Cambio Climático,
el Convenio sobre la Diversidad
Información y debate ● PUEBLOS ● Diciembre ● 2004 ● 37
Pueblos Indígenas
Biológica o los acuerdos relaciona-
dos con el desarrollo sostenible. La
posición indígena de no separar de-
rechos humanos de territorio, de vin-
cular el desarrollo con el reconoci-
miento de los derechos ha dado una
nueva dimensión a los asuntos am-
bientales en la que lo humano se
funde con el medio ambiente.
Aprendiendo en el propio proceso,
los pueblos indígenas han sido capa-
ces de penetrar las negociaciones de
todos estos instrumentos, mante-
niendo que deben reconocer, como
requisito previo, sus derechos y po-
niendo de relieve las contradicciones
internas del propio sistema, que ha-
bla de conservación y desarrollo sos-
tenible, pero limita sus acciones so-
metiéndolas a los acuerdos econó-
micos que se discuten en otros foros.
Esta es posiblemente la mayor
dificultad que los pueblos indígenas
tienen en el ámbito multilateral en
estos momentos, dificultad compar-
tida con otros sectores: que el espa-
cio multilateral, en sus decisiones
vinculadas con los derechos huma-
nos o el desarrollo sostenible, se en-
cuentra sometido a los acuerdos de
las organizaciones financieras y co-
merciales. Si la posibilidad de influir
en Naciones Unidas disminuye
cuanto mayor sea el poder efectivo
de decisión de un organismo deter-
minado, la posibilidad de influencia,
incluso de participación al más bajo
nivel, es casi nula en la OMC, que
cuenta sin embargo, a diferencia de
los organismos de vigilancia de la
aplicación de los tratados de dere-
chos humanos, de la capacidad de
establecer medidas de sanción y, lo
que es más importante, de aplicarlas
satisfactoriamente. Pese a todo, al-
gunos pueblos indígenas siguen in-
tentando arrancar compromisos y
hacer trabajar y cumplir a las insti-
tuciones multilaterales.❑
*Patricia Borraz es miembro de ALMACIGA,
Grupo de Trabajo Intercultural.
Pueblos Indígenas

Especial Dossier

Medios de comunicación,
espacios de reflexión y acción
Un caso práctico en Bolivia
Iván Sanjinés Saavedra*

ficado por el Estado boliviano, pero

poco asumido por la legislación y las
“Los pueblos indígenas no políticas que lleva adelante.
debemos ser consumidores de Las protestas de los pueblos
mensajes, nosotros también indígenas siguen insistiendo en la
tenemos el derecho de acceder pluralidad étnica y cultural, y en el
a los medios de comunicación fracaso del proyecto nacional y de
para dar a conocer lo que su imaginario. Las protestas cam-
somos y lo que pensamos. pesinas, cocaleras, quechuas, gua-
Debemos manejar los medios ranís y aymaras de los últimos
Begoña Dorronsoro

sin perder nuestra años se dirigen también contra las

identidad, todo depende de políticas del neoliberalismo, que
nosotros, del uso que les promueven la multiculturalidad,
demos y cómo nos privatizando y desmantelando las
proyectamos frente a los no funciones del Estado. Buscan al-
Mujer maya grabando con su cámara.
indígenas”. ternativas a las políticas neolibe-
rales que reducen la multicultura-
Participante en el II Taller ción boliviana en más de un 60 por lidad a lo conmensurable, a la di-
Internacional sobre Derechos de ciento se reconoce de origen indígena1. ferencia folklórica que se deja consu-
los PueblosIndígenas. El Estado boliviano ha suscrito com- mir sin cuestionar el orden capitalista
Cochabamba, Bolivia, promisos en el marco de acuerdos inter- ni el racismo que permea la sociedad
enero de 2004 nacionales, pero en la práctica continúa y que traduce un enfrentamiento en-
ignorando la presencia de los pueblos in- tre dos lógicas distintas que llevan si-
dígenas y sus derechos. Un ejemplo es glos de tensión. En este marco, las ini-
el Convenio 169 sobre Pueblos Indíge- ciativas comunicacionales de los pue-

S
in duda, la reflexión sobre los
derechos de los pueblos indí-
genas viene a constituirse no
solamente en una necesidad para las
comunidades y organizaciones indíge-
nas de Bolivia, sino también en una
obligación para todos los sectores del
país, tomando en cuenta que la pobla-
nas y Tribales en Países Independientes
de la OIT2, convenio reconocido y rati-
1 Resultados del Censo de Población y Vivienda de
2001.
2 El Convenio 169 fue discutido y aprobado en 1989
por la representación de todos los países inte-
grantes de la Organización Internacional del Tra-
blos indígenas representan una res-
puesta diferente frente a los intentos
globalizadores e “integracionistas” y
un esfuerzo para debatir el presente,
repensar la historia, reforzar la iden-
bajo (OIT) de las Naciones Unidas y ratificado por
el gobierno de Bolivia mediante Ley de la Repúbli-
ca 1257, de 11 de julio de 1991.

38 ● 2004 ● Diciembre ● PUEBLOS ● Información y debate


tidad, difundir sus derechos y avanzar
hacia un reconocimiento pleno.
Medios propios y capacitación
Los pueblos indígenas no tienen, sal-
vo contadas excepciones, medios de
comunicación propios o que sean ma-
nejados por comunicadores indíge-
nas; además, las leyes no favorecen
el desarrollo de una comunicación in-
dígena. Sin embargo, el ingreso y ac-
ceso a la tecnología por parte de las
comunidades puede significar un gran
avance si responde a sus propios inte-
reses. Para ello se está exigiendo que,
junto con el ingreso de la tecnología
de información y comunicación, se
capacite a técnicos y comunicadores
de las comunidades y se cuente con el
consentimiento previo informado de
estos pueblos.
En este contexto, el Plan Nacional
Indígena Originario de Comunicación
Audiovisual3, que se implementa des-
de 1997, es un esfuerzo propio por es-
tablecer un acceso al uso de recursos
de comunicación para el beneficio de
las necesidades indígenas. Proclama el
derecho a ser activos protagonistas de
la sociedad boliviana y no receptores
pasivos de los medios establecidos,
propiciando la capacitación y la crea-
tividad indígena.
Desde 2002, y especialmente du-
rante 2004, en el marco de este Plan se
ha desarrollado un proceso destinado a
impulsar la reflexión sobre los dere-
chos humanos y los derechos indíge-
nas desde una perspectiva comunica-
cional y estratégica. La necesidad ur-
gente de informar a las comunidades
sobre los aspectos y enfoques de los
derechos de los pueblos indígenas, y
3 La estrategia de comunicación audiovisual está im-
pulsada por CEFREC (Centro de Formación y Re-
alización Cinematográfica), las Confederaciones
Nacionales (CIDOB, Confederación Indígena de
Bolivia; CSCB, Confederación Sindical de Coloni-
zadores de Bolivia; CSUTCB, Confederación Sin-
dical Única de Trabajadores y Campesinos de Bo-
livia) y CAIB (Coordinadora Audiovisual Indígena
Originaria de Bolivia). Su objetivo es impulsar el
uso y la apropiación de la comunicación audiovi-
sual por parte de las organizaciones y pueblos in-
dígenas.
Especial Dossier
los convenios nacionales e interna-
cionales, y propiciar la reflexión y ge-
neración de propuestas en diferentes
campos se canalizó a partir de la com-
prensión del uso de la comunicación
como una herramienta útil para el
cumplimiento de este objetivo. Asi-
mismo, esta directriz estaba ligada a
un enfoque estratégico que permitie-
ra a las organizaciones indígenas efec-
tivizar esta tarea de manera más ópti-
ma y coordinada, y a posibilitar la uti-
lización de los recursos y medios dis-
ponibles de todas las partes en una
misma dirección. Como resultado de
estas actividades, se definió promover
la unidad y la concertación entre las
distintas organizaciones para avanzar
en este frente. De igual forma, se es-
tableció una estrategia comunicacio-
nal propia en el marco de los derechos
de los pueblos indígenas y originarios,
dirigida tanto hacia los pueblos como
a la sociedad boliviana en general.
Ha sido importante tener una vi-
sión instrumentalizadora de los me-
dios tecnológicos desde la propia
cultura, que permita la transmisión
de las necesidades urgentes de cada
comunidad, así como la difusión de
cada cultura en su sentido más am-
plio. De igual forma, las organiza-
ciones indígenas han confirmado la
importancia de incorporar el tema
comunicacional y trabajan para ge-
nerar y apoyar espacios de difusión
en medios masivos como la televi-
sión, la radio, los medios impresos,
así como otros soportes.
El uso del video
Se destacaron importantes cualida-
des comunicacionales a los medios
audiovisuales como es el caso del ví-
deo, por su forma de transmitir los
mensajes. Para las comunidades se
constata que es mucho más efectivo
ya que los mensajes audiovisuales
son directos y no se necesita un pro-
ceso de decodificación previa como
se hace con la lectura.
En este marco, es innegable que
la producción de vídeo indígena está
experimentando un boom durante los
Información y debate ● PUEBLOS ● Diciembre ● 2004 ● 39
Pueblos Indígenas
últimos 10 años no sólo en los Esta-
dos Unidos, Canadá y Australia, si-
no en casi toda América Latina. Los
guiones, el trabajo de cámara y la ac-
tuación, todo el proceso están mayo-
ritariamente a cargo de miembros de
las organizaciones del movimiento
indígena4.
La comunicación audiovisual in-
dígena es cada vez con mayor deci-
sión un espacio donde se crea la po-
sibilidad de discutir e imaginar un
desarrollo distinto. Los movimientos
indígenas usan la tecnología audiovi-
sual para crear las condiciones para
una diálogo “intercultural” activo en-
tre las diferentes poblaciones indíge-
nas del país y del continente. El vídeo
indígena constituye un nuevo género
de producción intelectual donde los
conocimientos tradicionales se rein-
terpretan y se revalúan. Al crear un
circuito de producción, difusión y re-
cepción del vídeo, paralelo a las pro-
ducciones intelectuales académicas,
el vídeo indígena marca el final de la
hegemonía del alfabeto y empieza a
descolonizar las tecnologías del inte-
lecto. Se generan conocimientos sos-
tenibles a través de un proceso colec-
tivo, audiovisual y oral, y se crean es-
pacios de reflexión y movilización
comunitaria para defender sus cultu-
ras y autodeterminarse.❑
*Iván Sanjinés Saavedra es director de
CEFREC (Centro de Formación y Realización
Cinematográfica) de Bolivia.
4 En Ecuador, la CONAIE (Confederación de Na-
cionalidades Indígena de Ecuador) ha produci-
do un gran número de videos, tanto de las lu-
chas sociales como también de las prácticas
culturales. En Colombia el CRIC (Consejo Re-
gional Indígena del Cauca) ha incorporado el
vídeo a su programa de educación bilingüe. En
Brasil es muy conocido el desarrollo del vídeo
Kayapó y el proyecto “Video nas aldeas”. Algu-
nas organizaciones, en Guatemala, usan el ví-
deo como herramienta para el proceso de re-
construcción de la memoria histórica de las dé-
cadas de violencia. En Michoacán (México) se
usa el vídeo para incorporar a jóvenes en un
proceso para repensar valores indígenas. Des-
taca también un importante trabajo en Oaxaca
y en Chiapas, emerge el Chiapas Media Pro-
ject, como esfuerzo de solidaridad internacio-
nal que busca mantener la atención global en
el proceso avanzado en ese Estado.
Pueblos Indígenas

Especial Dossier

Procesos organizativos de los pueblos

indígenas en Abya Yala
Atencio López*

A primeros del siglo XXI, los pueblos indígenas han

consolidado sus conquistas en distintos campos de las
realidades nacionales que antes les eran vedadas, como
consecuencia de la colonización mantenida por más de cinco
siglos. Hablamos sobre todo del continente americano, que los
kunas, indígenas que viven en Panamá, llaman Abya Yala,
nombre que significa “tierra ensangrentada”.

L
as conquistas de los pueblos in- los indígenas como ban-
dígenas, aunque no les satisfa- dera de liberación de los
cen del todo, son avances que países del continente. Pe-
se han venido gestando desde hace si- ro en la práctica no fue
glos y que se aceleraron en el siglo más que una pantalla. En
XX debido a distintos cambios habi- algunos lugares donde las
dos en los países donde habitan. Uno revoluciones triunfaron
de esos cambios ha sido la culmina- hubo muy poca o casi nin-
ción de las gestas independentistas de guna participación indí-
los nuevos países de Abya Yala de Eu- gena. Ni que decir tiene
ropa, sobre todo de España. Las ges- que la política imperialis-
Mauricio García

tas libertarias, con sus caudillos al ta de Estados Unidos sir-

frente, después de haber tenido entre
sus tropas a un número considerable
de indígenas, nunca hicieron partici-
pes a los mismos de sus logros. Muy
al contrario, el movimiento indígena
fue marginado de los poderes estata-
les de esas nuevas repúblicas.
Posteriormente, a mediados del
siglo XX, el movimiento ideológico,
alimentado por la Revolución Rusa de
1917 y luego por el régimen estali-
nista que dio lugar a la Guerra Fría en-
tre Estados Unidos y Rusia, pretendió
utilizar la marginación y pobreza de
vió para que nos enviaran
mercenarios, con distintas
caras, como voluntarios
de Cuerpo y Paz, misio-
neros (Instituto Lingüístico de Vera-
no) y otros.
Si miramos las constituciones po-
líticas del siglo pasado, los pueblos in-
dígenas son tratados siempre de mane-
ra patriarcal por los Estados- naciones,
en muchos casos de manera folclórica
hasta el punto que en los discursos pre-
sidenciales se habla de “nuestros indí-
genas” o “pobrecitos indígenas”.
Reivindicaciones
a principios del siglo XX
Frente a esas atrocidades o humilla-
ciones, desde los comienzos de siglo
XX ha habido reivindicaciones indí-
genas que muchos historiadores no re-
gistran o tratan de desvirtuar. Por
ejemplo, la Revolución Kuna de 1925
hizo que Panamá reconociera de he-
cho la existencia de una autonomía in-

40 ● 2004 ● Diciembre ● PUEBLOS ● Información y debate


dígena. Después de esa revolución, en
menos de 100 años y en ese mismo
país, otros cinco pueblos indígenas
han hecho que se les reconozca legal-
mente sus territorios o autonomías.
En esa misma época, en otros paí-
ses la participación indígena también
fue muy activa, sobre todo en los sin-
dicatos de trabajadores, como el movi-
miento minero. Durante ese lapso, en
la mayoría de los países del continente
los indígenas mantuvieron sus lenguas
nativas, así como sus leyendas e histo-
ria, música y literatura, al margen de los
postulados de las nuevas repúblicas, lo
cual indica también que el reconoci-
miento posterior no fue por obra y gra-
cia de los Estados, sino por la tenaz lu-
cha y organización de las mismas co-
munidades indígenas.
No fue hasta los años setenta, ali-
mentados por los movimientos sociales
de la época y tomando en cuenta la libe-
ración de algunos países africanos, cuan-
do fueron cambiando y adoptando len-
guas e historias reales de sus antepasa-
dos, y nace el movimiento por los dere-
chos humanos para hacer frente a las
atrocidades cometidas por las dictaduras.
Luego de varios intentos para que
la Organización de las Naciones Uni-
das (ONU) tomara en cuenta la partici-
pación indígena en algunos foros inter-
nacionales para plantear sus denuncias,
no fue hasta 1977 cuando las organiza-
ciones indígenas tienen acceso a esa tri-
buna internacional como meros obser-
vadores o simples espectadores.
La consolidación del proceso
Pero esta pequeña apertura bastó para
la consolidación del movimiento. Son
conocidos los logros alcanzados en ese
organismo internacional desde 1982,
con la creación del Grupo de Trabajo
sobre Poblaciones Indígenas, la poste-
rior adopción por la Organización de
Trabajo del Convenio 169, Convenio
sobre Pueblos Indígenas y Tribales en
Países Independientes, así como otros
logros conocidos. El proceso culmina
con la conformación de un Foro Per-
manente sobre Cuestiones Indígenas
que en el año 2000 cumple su primera
Especial Dossier
“
En los 80, el movimiento vive una etapa
marcada por organizaciones
“
consolidadas en sus países y, por primera
vez, el movimiento social
en Latinoamérica tiene cara indígena
etapa de trabajo, tomando en cuenta el
cambio de sus miembros a comienzos
de 2005.
Paralelo a esto, una de las prime-
ras organizaciones con representa-
ción mundial fue la conformación del
Consejo Mundial de Pueblos Indíge-
nas (CMPI) a finales de los años se-
tenta, con la creación de sus regiona-
les, en caso de Abya Yala, el Consejo
Regional de Pueblos Indígenas de
Centroamérica (CORPI) y el Conse-
jo Indígena de Sudamérica (CISA).
Esa nueva irrupción del movimiento
a nivel internacional tuvo sus efectos
positivos que están registrados en di-
versos documentos.
En los años ochenta, por los pro-
blemas habidos en el CMPI y sus re-
gionales, el movimiento indígena vi-
ve una segunda etapa, marcada por or-
ganizaciones indígenas consolidadas
desde sus propios países y en alianza
con el movimiento campesino y la co-
munidad negra de esos lugares. El
cambio importante era que, en efecto,
por primera vez el movimiento social
de los países latinoamericanos tenía
cara indígena.
Organizaciones, congresos
y logros
A finales los ochenta y comienzos de
los noventa, a nivel continental se
crea la Coordinación de Organiza-
ciones y Naciones Indígenas del Con-
tinente (CONIC), con la Organiza-
ción Nacional Indígena de Colombia
(ONIC) y la Confederación de las
Nacionalidades del Ecuador (CO-
NAIE) entre sus coordinadoras, que
en el ámbito de Mesoamérica fue el
Congreso de Organizaciones Indíge-
nas de Centroamérica, México y Pa-
Información y debate ● PUEBLOS ● Diciembre ● 2004 ● 41
Pueblos Indígenas
namá. Uno de sus objetivos era coor-
dinar acciones en los foros interna-
cionales y crear una red de solidari-
dad entre pueblos y organizaciones
indígenas sin exigir ni competir con
las autoridades tradicionales o políti-
cas de cada país.
Los años noventa fueron los más
activos y fructíferos para el movi-
miento indígena continentalmente ha-
blando y sin negar el legado del pasa-
do. Entre algunas acciones habidas po-
demos mencionar:
• Los 500 Años de Resistencia In-
dígena, celebrado a nivel continental.
• La conferencia Mundial de los
Pueblos Indígenas sobre Territorio,
Ambiente y Desarrollo, Kari-Oca-Bra-
sil (1992).
• El Premio Nobel de la Paz otor-
gado a Rigoberta Menchú en 1992.
• Los cambios constitucionales que
reconocen la existencia y participación
indígena, empezando con Colombia
(1991).
• El Decenio de los Pueblos Indígenas
(1994-2004), declarado por la ONU.
• El alzamiento del Ejercito Zapatista
de Liberación Nacional de 1994.
• El levantamiento Indígena de 2001
en Ecuador.
• La discusión de los derechos indíge-
nas en la ONU y la OEA.
• El reconocimiento del Derecho Indí-
gena en el ámbito académico, lo que
hará cambiar o nutrir el Derecho In-
ternacional Público y Privado tradi-
cionales.
• La creación de nuevos derechos sui
generis que reconocen el conoci-
miento tradicional.
• La participación indígena en el mo-
vimiento frente a los Tratados de Li-
bre Comercio.
Todas esas acciones, que son mu-
chas más, indican que a pesar de la
marginación, pobreza y humillación
que siguen padeciendo los pueblos in-
dígenas, sus organizaciones y acciones
se han consolidado. Así, el futuro tie-
ne rostro indígena.❑
*Atencio López
es indígena kuna.
Pueblos Indígenas
Especial Dossier
LIBROS
Derechos de los Pueblos Indígenas.
Servicio de Publicaciones del Gobierno
Vasco. Dirección de Cooperación al
Desarrollo, Vitoria-Gasteiz, 1998.
Publicación en la que se recogen los más
importantes convenios, declaraciones y do-
cumentos internacionales relacionados con
los pueblos indígenas. También incluye ex-
tractos de la legislación latinoamericana
que afecta a estos pueblos.
Pueblos Indígenas. Nuestra visión del
desarrollo.
Mugarik Gabe, Icaria, Barcelona, 1995
Este texto es fruto del I Encuentro sobre Co-
operación y Pueblos Indios que supuso una
profundización en el conocimiento mutuo
entre organizaciones indígenas, agentes de
la cooperación y la propia sociedad. Ofrece
la visión de los pueblos indígenas de Amé-
rica sobre la cooperación y el choque entre
el modelo de desarrollo que se impone des-
de el Norte y sus propios modelos.
Planes de vida indígenas. Estrategias indí-
genas frente a un desarrollo insostenible.
Mugarik Gabe, Bilbao, 2003
Organizaciones indígenas de Guatemala,
Colombia y Bolivia presentan sus perspec-
tivas y consideraciones sobre el desarrollo
y los principales problemas que enfrentan
en sus países, así como sus líneas estraté-
gicas de actuación para alcanzar sus dere-
chos como pueblos y la implementación de
sus modelos de desarrollo.
El Mundo Indígena 2004.
IWGIA - International Work Group of
Indigenous Affaris, Copenhague (Dina-
marca), 2004.
IWGIA es una organización de apoyo a los
pueblos indígenas que publica todos los
años un anuario donde se recoge amplia-
mente la realidad de estos pueblos en todos
los continentes. Igualmente, publica revis-
tas y otros libros específicos que analizan
las diversas problemáticas que les afectan.
42 ● 2004 ● Diciembre ● PUEBLOS ● Información y debate
Recursos
CDs
Pueblos Indígenas - Herri Indigenak.
Mugarik Gabe, 2001
Amplio repaso a la situación indígena mun-
dial. Incluye una parte con juegos y otra
con información. Los apartados de esta úl-
tima sección son: situación mundial; con-
ceptos sobre pueblos indígenas; relación
con la tierra; educación, cultura y espiri-
tualidad; historia; el desafío medioambien-
tal; visiones actuales del proceso; y guía
por continentes.
WEBS
http://www.coica.org
COICA - Coordinadora de Organizaciones
Indígenas de la Cuenca Amazónica.
http://www.iaip.gn.apc.org
Alianza Mundial de los Pueblos Indígenas-
Tribales de los Bosques Tropicales.
http://www.onic.org.co
ONIC - Organización Nacional Indígena
de Colombia.
http://www.etniasdecolombia.org
Boletín de Actualidad Étnica de Colombia.
http://www.conaie.org
CONAIE - Confederación de Nacionalida-
des Indígenas de Ecuador.
http://www.nativeweb.org
NativeWeb.
http://www.iwgia.org
IWGIA . International Work Group of In-
digenous Affairs.
http://www.survival.org.uk
Survival International.
http://docip.org
Docip - Centro de Documentación de los
Pueblos Indígenas.
http://www.un.org/esa/socdev/unpfii
Foro Permanente de los Pueblos Indígenas
en Naciones Unidas.
http://www.ohchr.org
Oficina del Alto Comisionado de la Nacio-
nes Unidas para los Derechos Humanos.
Videos de ficción
y documentales realizados
por indígenas
11ª Muestra de Cine
y Cooperación en Donostia-San
Sebastián, Vitoria-Gasteiz
y Bilbao
Del 18 al 21 de Abril de 2005, la ONG Mu-
garik Gabe organiza esta muestra para dar
a conocer los trabajos presentados por las y
los realizadores indígenas en el VII Festival
Internacional de Cine y Vídeo de los Pue-
blos Indígenas, organizado por el Consejo
Latinoamericano de Cine y Comunicación
Indígena (CLACPI) y celebrado en el mes
de junio de 2004 en Chile.
Resulta de gran interés difundir las ex-
periencias de trabajo y desarrollo indígena
mostradas en el festival, ya que con ello se
contribuye a fomentar el protagonismo in-
dígena real, señalando que no sólo son par-
te de culturas dinámicas, sino que además
proponen alternativas concretas para res-
guardar y fomentar sus propias formas de
vida y organización. Igualmente, con esta
iniciativa se respalda la defensa de sus de-
rechos individuales y colectivos, así como
de sus modelos de desarrollo, a la vez que
se rompe con tópicos y estereotipos, muy
asentados en nuestras sociedades, referen-
tes a estos pueblos.
Mugarik Gabe, en colaboración con
el CLACPI, distribuye en el Estado es-
pañol vídeos realizados por organizacio-
nes indígenas. Para atender las solicitu-
des, ponerse en contacto con:
mugarik@mail.com dirigiendo el men-
saje al Área de Sensibilización.
 Miradas
Conocimiento libre
¿Existe la “propiedad” intelectual?
Roberto Feltrero Oreja*

La propiedad intelectual es un tema de moda. Sin embargo,

las habituales discusiones sobre piratería, las redes para
compartir archivos (p2p) o el canon para los sistemas de
grabación digital, esconden una problemática de
gran calado filosófico, ético y sociológico que pocas
veces sale a la luz. Los efectos de las nuevas regu-
laciones no sólo afectan a nuestras prácticas
para compartir música o software en Internet,
sino que se extienden a todos los ámbitos de
producción y socialización del conocimiento.
Se abordará esta problemática desde una pers-
pectiva filosófica que ayude a arrojar luz
sobre lo que está en juego en estos tiempos de
“revolución digital”.

N
Itziar Arriaga

os comunicamos en entornos
en los que hay múltiples espa-
cios con contenidos culturales
que podemos usar libremente. Repro-
ducimos constantemente ideas, citas,
nombres o canciones en nuestros tex-
tos, en nuestras conversaciones o en la
ducha sin el permiso de sus autores.
Prestamos nuestros libros y música a
nuestros amigos y disfrutamos los con-
tenidos que ellos nos prestan. Realiza-
mos copias privadas de nuestros CD
para llevarlos en nuestro coche o los
transformamos al formato mp3 para re-
producirlos en nuestro ordenador. La
información cultural circula y se trans-
forma sin que percibamos infringir nin-
guna norma. Sin infringirla, de hecho,
según se tipificaba de manera exclusi-
va -hasta este lamentable 1 de octubre
de 2004- en la ley española sobre de-
rechos de autor. ¿Por qué los gobiernos
están cambiando sus leyes para con-
vertir en ilegales todas estas activida-
des en el nuevo entorno digital forma-
do por los ordenadores conectados a
Internet? ¿Por qué ahora se nos quiere
hacer creer que compartir y difundir la
cultura es propio de ladrones sin es-
crúpulos? En realidad, estas preguntas
deben partir de una más filosófica:
¿qué significa la propiedad intelectual
para la sociedad, sus individuos (auto-
res y receptores) y para la cultura en
general? Una respuesta justa a esta pre-
gunta no es sencilla.
Propiedad Intelectual es un con-
cepto complejo desde un punto de
vista filosófico, ético y legal. En
nuestro ordenamiento jurídico tradi-
cionalmente se ha hablado de los de-
rechos del autor sobre sus creaciones,
no de la “propiedad” de esas creacio-
nes. La omnipresencia mediática del
discurso sobre los atentados contra la
propiedad intelectual apunta a un
cambio radical en esta concepción: de
la idea legalmente aceptada de que el
autor posea algunos derechos sobre
su obra, pasamos a esta nueva co-
rriente de opinión que quiere hacer-
nos creer que el autor “posee” su obra
y tiene derecho a controlar todos sus
usos. La encrucijada digital ha extre-
mado este discurso. Las nuevas tec-
nologías pueden facilitar la difusión
de la cultura puesto que los costes de

Información y debate ● PUEBLOS ● Diciembre ● 2004 ● 43

Miradas
Conocimiento libre
“
copia y distribución se
reducen prácticamente a
cero para los contenidos De la idea legalmente aceptada de que el autor posea algunos
en formato digital. Pero
también pueden ser utili-
zadas para el control ex-
haustivo de todos los
derechos sobre su obra, pasamos a esta nueva corriente de opi-
nión que quiere hacernos creer que el autor ‘posee’ su obra y
tiene derecho a controlar todos sus usos
usos de los contenidos y
así convertir los derechos
de autor en propiedad absoluta; pro-
piedad y control absoluto para el au-
tor o, más normalmente, para el edi-
tor que los adquiere.
“Propiedad” formal, temporal
y relativa de lo intelectual
Un análisis más detallado del signifi-
cado del concepto de propiedad inte-
lectual revela lo erróneo del plantea-
miento mediático. Para comprender
la idea de “propiedad” sobre el traba-
jo intelectual, debemos partir de tres
consideraciones.
La primera atiende a la naturale-
za formal de este concepto. La pro-
piedad intelectual no es una propie-
dad natural, es una propiedad formal.
La propiedad de un objeto físico es
intrínsecamente excluyente: si me ro-
ban mi computadora, ya no tengo
computadora, simplemente. El ejem-
plo se refiere a un tipo de propiedad
efectiva que se basa en la naturaleza
física del objeto y, por tanto, en su in-
divisibilidad. Pero la propiedad de
una idea sólo puede ser extrínseca-
mente excluyente. Si usas una de mis
ideas o la copias, no afecta de ningún
modo a mi idea: yo la sigo usando de
la misma manera. Su copia o su uso
por otros sólo puede beneficiarme
pues mis ideas serán más conocidas,
si yo soy reconocido como su autor.
Por ello, la propiedad sobre los pro-
ductos intelectuales sólo puede ser
impuesta por algún mecanismo for-
mal externo a las propias ideas.
Lo cual no significa que los me-
canismos para establecer un tipo de
propiedad formal no sean útiles. Al
contrario, son necesarios. Cuando re-
producimos una idea en un objeto fí-
sico (un libro, un CD, etc.), la apro-
piabilidad se asocia a dicho objeto, no
a la idea. Dicha asociación sirve para
44 ● 2004 ● Diciembre ● PUEBLOS ● Información y debate
“
poder vincular las ideas con su crea-
dor, generan una actividad económi-
ca paralela que nos permite respetar
sus derechos económicos y, sobre to-
do, sirven para poder comunicar y di-
fundir las ideas en diversos medios y
lenguajes. Por estas razones expone-
mos las ideas a mecanismos de exte-
riorización que pueden convertirse en
sistemas de apropiación, y por tanto
de exclusión, de las ideas, de las
obras artísticas e intelectuales. Pero
hay buenas razones para controlar es-
tas posibilidades de apropiación ob-
jetual y económica de la creatividad.
Se trata de evitar que esa apropiación
convierta una propiedad formal de las
ideas en una propiedad efectiva a tra-
vés de los objetos que las portan.
El origen y el fin social de los
“productos” intelectuales
El control de los mecanismos de
apropiación está ligado a un segundo
tipo de consideraciones socio-cultu-
rales para comprender el significado
de la propiedad intelectual. La crea-
tividad cultural (tanto en las técnicas
como en las artes) es el fundamento
de la sociedad humana y hay que va-
lorarla tanto o más que otro tipo de
actividades. La cultura es beneficio-
sa para la sociedad y, a través de ella,
para los individuos.
Este tipo de consideraciones nos
conduce, en primer lugar, a insistir en
la necesidad de mecanismos de justi-
cia social hacia el trabajo creativo del
autor puesto que es beneficioso so-
cialmente. El esfuerzo de creación de
ideas, aún en su dimensión inmate-
rial, debe obtener recompensa justa
como labor, esto es claro. Pero la se-
gunda parte de estas consideraciones
se olvida generalmente en los deba-
tes actuales: cualquier obra intelec-
tual nace en una circuns-
tancia vital e intelectual
concreta que depende del
aprendizaje social y se
plasma mediante nuevas
combinaciones de los ele-
mentos básicos aprendi-
dos. Sólo un necio podría
afirmar que una idea, una
creación, es totalmente original y no-
vedosa. Por tanto, la creación indivi-
dual depende del acceso y manipula-
ción de la información socio-cultural.
Esta consideración nos lleva a defen-
der una justicia del autor hacia la cul-
tura que le ha proporcionado la so-
ciedad y sin la cual no podría haber
desarrollado su trabajo creativo. Esa
justicia sólo la puede llevar a cabo
mediante la difusión de su obra para
que ésta se integre en el ciclo del
aprendizaje y la creatividad. La má-
xima difusión de la cultura es el me-
jor modelo para fomentar la creación
cultural -y para obtener todo tipo de
beneficios de ella-.
Uniendo estas dos primeras con-
sideraciones podemos decir que el
trabajo cognitivo es socialmente va-
lioso y valorable en la medida en que
sus productos pasan a ser de dominio
público y, por tanto, se constituyen en
información cultural necesaria y fun-
damental para la construcción y el in-
centivo de creaciones posteriores. Es-
te tipo de razonamiento es el que ha-
bía inspirado la redacción de las le-
gislaciones sobre derechos de autor,
hasta ahora.
Una legislación ética
La filosofía básica de las leyes de
protección de los derechos de autor
es evitar que alguien pueda lucrarse
con una obra sin el acuerdo y control
del propio autor. Por eso las leyes de-
finen y protegen una serie de dere-
chos de explotación sobre los usos
comerciales de las obras artísticas, li-
terarias y científicas, pero siempre
desde la perspectiva de su compatibi-
lidad con los derechos de los ciuda-
danos sobre las mismas. Para ello se
desarrollan una serie de limitaciones
sobre los derechos de explotación de

la obra que definen un concep-
to temporal y relativo sobre la
“propiedad” de lo intelectual.
Temporal, porque los derechos
económicos sobre la explota-
ción de la obra no son perma-
nentes, sino que tienen un pla-
zo de expiración. La limitación
temporal se expresa en el he-
cho de que el fin último de las
obras es su utilización en el
dominio público (artículo 41 de
nuestra ley sobre propiedad in-
telectual). Relativo porque la
propiedad intelectual queda li-
mitada para determinados usos
de las obras. Este tipo de usos
legítimos, contemplados en al-
gunos artículos del título II de
Paula Cabildo
nuestra ley, recogen el derecho
de usar libremente las obras li-
terarias, artísticas y científicas
con fines educativos y cultura-
les. También se consideran
usos legítimos amparados por la ley
la copia privada o el préstamo. En to-
dos los casos, el criterio básico para
definir un uso como legítimo es su
propósito o carácter. Estarán limita-
dos, en general, aquellos usos de la
obra que tengan carácter lucrativo.
Esta filosofía apuntaría al hecho de
que cualquier intercambio o comuni-
cación de carácter no lucrativo debe-
ría estar permitido. El nuevo código
penal que se ha empezado a aplicar
desde el pasado 1 de octubre pone en
cuestión, entre otros, el derecho a la
copia privada y al préstamo a través
de Internet, violando la filosofía de la
ley en vigor. Además, las interpreta-
ciones sobre el significado de “lucra-
tivo” en este nuevo código apuntan a
que todo uso en el entorno digital -en
el que todo uso es, al mismo tiempo,
una copia- podría ser considerado lu-
crativo y, por tanto, punible.
Propiedad intelectual
y difusión cultural
De lo expuesto hasta ahora se con-
cluye que existen razones éticas, re-
cogidas en mecanismos formales y
legales, para proteger los derechos
del autor contra la apropiación y ex-
plotación comercial indebida de su
obra. Como también existen razones
éticas y sociológicas, también plas-
madas en mecanismos legales, para
garantizar la difusión en el dominio
público de las obras intelectuales y
que así contribuyan al acervo cultu-
ral común del que provienen. Pero no
existe una “propiedad” efectiva y ab-
soluta de lo intelectual. Ni para el
creador que ha decidido hacer públi-
ca su obra, ni mucho menos para los
intermediarios que, sin crear, inten-
tan aprovechar los mecanismos na-
turales de apropiación y explotación
para obtener un beneficio desorbita-
do de actividades paralelas a la pro-
pia creación.
Lo que nos jugamos en estos
tiempos de controversias y cambios
legislativos sobre la mal llamada
“propiedad” intelectual no es sim-
plemente la posibilidad de copiar
música o películas. Las legislaciones
sobre propiedad intelectual se ex-
tienden a todos los productos cultu-
rales valiosos para la sociedad y sus
individuos. Con su modificación se
extiende la posibilidad de un control
total de la cultura en formato digital
que redundaría, automáticamente, en
Información y debate ● PUEBLOS ● Diciembre ● 2004 ● 45
Miradas
dificultar su acceso mediante
el incremento de su precio.
Tanto de los contenidos, como
de la tecnología necesaria pa-
ra su uso. Si la cultura es be-
neficiosa para la sociedad, los
representantes sociales debe-
rían estar preocupados por
procurar la máxima difusión
de la cultura y por garantizar
el acceso a la misma de toda la
población. Este razonamiento
inspira la financiación pública
de las bibliotecas, de los cen-
tros culturales y de las propias
instituciones educativas. Ga-
rantizar el acceso público e
igualitario a un nuevo y po-
derosísimo mecanismo de di-
fusión cultural sin apenas cos-
tes como es Internet, debería
ser la continuación lógica de
esta filosofía educativa. ¿Qué
está ocurriendo para que em-
presas, instituciones y el propio go-
bierno pongan mil trabas al libre
desarrollo de este entorno de comu-
nicación, intercambio y creación? La
respuesta a esta pregunta no es sen-
cilla. Pero la defensa de una propie-
dad absoluta de lo intelectual en
nombre de los autores y la creativi-
dad no es la respuesta. De hecho, la
cultura humana ha existido y evolu-
cionado durante milenios sin meca-
nismos legales de protección de la
propiedad intelectual y, en el último
siglo, con un concepto relativo y
muy limitado de esa propiedad.❑
© 2004 Roberto Feltrero Oreja
(http://www.uned.es/dpto_log/rfeltrero)
Se permite la copia y distribución de este
documento completo en cualquier medio de
carácter no lucrativo si se hace de forma
literal y se concede crédito al autor
manteniendo esta nota con su enlace.
*Roberto Feltrero Oreja es profesor de ética
y valores en el Master Universitario en Nuevas
Tecnologías de la Información y la
Comunicación de la Universidad Nacional de
Educación a Distancia y becario de
investigación en el Departamento de Lógica,
Historia y Filosofía de la Ciencia de dicha
universidad.
Miradas
Conocimiento libre
Copyleft o la liberación de la creatividad
colectiva
http://www.procomun.net
La cultura está sufriendo un
progresivo proceso de apropiación
en nuestra época. Los derechos de
los usuarios para manipular
y participar en la cultura son cada
vez más limitados, pero un nuevo
movimiento trata de subvertir este
proceso. El copyleft pretende
situar al usuario en el centro de la
cultura y dar rienda suelta
a la creatividad colectiva de la
sociedad.
L
a cultura es el tejido espiritual
con el que los hombres, y las
mujeres, construimos nuestros
sueños, nuestras creencias y nuestra
imagen del mundo. Hubo una época
en que la cultura no tenía dueño. Casi
tampoco había autores. Los romances
y los cantares de gesta pasaban de bo-
ca en boca, formaban parte del imagi-
nario colectivo y cada uno podía aña-
dir de su propia cosecha a lo que aca-
46 ● 2004 ● Diciembre ● PUEBLOS ● Información y debate
baba siendo una creación colectiva
compartida por todos. Todos éramos
creadores.
Con la imprenta aquello cambió y
después vinieron las primeras leyes de
copyright, a principios del siglo
XVIII. Las tornas se apretaron un po-
co más y la cultura comenzó a tener
propietarios y quedó trazada una grue-
sa línea entre quienes eran autores, de
un lado, y usuarios, del otro; entre
quienes tenían determinados derechos
sobre la cultura, los autores, y quienes
tenían limitaciones sobre ella, los
usuarios. Con el tiempo la apropiación
de la cultura y el conocimiento se ha
ampliado a través del copyright hasta
abarcarlo todo.
Hoy el copyright lo controla todo,
casi todo, y cada día más, hasta extre-
mos que han llegado a ser absurdos.
El pasado verano los irlandeses cele-
braban en la calles de Dublín el cen-
tenario del Bloomsday, era otro 16 de
junio en el que se festeja la famosa
Adolfo Estalella*
obra Ulises del escritor James Joyce.
Pero los festejos estuvieron a punto de
aguarse. Un nieto del escritor prohi-
bió que se hicieran lecturas públicas
de las obras de su abuelo salvo que le
pagasen considerables sumas de di-
nero, la ley de copyright lo amparaba
en su demanda. Hasta ese extremo he-
mos llegado.
Copyright vs. copyleft
Ante esta situación el movimiento del
copyleft, una amalgama heterogénea
que defiende la flexibilización de las
leyes de propiedad intelectual, ha lan-
zado una alternativa a esta progresiva
apropiación de la cultura. Un término
que puede resultar extraño de prime-
ras, el copyleft, se carga de sentido co-
locado lado a lado con su antagonista,
el copyright: Copyleft - Copyright, es
como un juego. Porque de eso se tra-
ta, de un juego de palabras que busca
subvertir las reglas de la apropiación
de la cultura y poner lo que está al de-
 Miradas
Licencias para todos los gustos

Hay licencias de tipo copyleft para todos los gustos, unas ejemplo, para que los buscadores de Internet reconozcan
más permisivas que otras, pero todas ellas permiten que que una página utiliza este tipo de licencia.
las creaciones se copien y se distribuyan libremente y obli-
gan normalmente a mantener la atribución al autor. Des- ● General Public Licence (GPL), copyleft, la madre

pués varían según su ámbito de aplicación más adecuado
(sea software, obras artísticas, música, etc.) y en función
de si permiten que las obras puedan ser modificadas y uti-
lizarlas con fines de lucro.
● Licencias Creative Commons, a gusto del autor.
Pueden encontrarse sitios con creaciones de todo tipo (mú-
sica, fotos, novelas, etc.) que usan este tipo de licencias.
Sus condiciones básicas establecen que los contenidos se
pueden copiar y distribuir libremente en todo el mundo y que
al hacerlo hay que mantener la atribución al autor original.
de todas las licencias libres. Libre no significa gratuito. La
GPL apunta hacia la libertad para utilizar el software, modi-
ficarlo y distribuirlo a voluntad. La GPL, creada en 1988, es
un pilar central del movimiento del software libre, y la inspi-
ración para toda una serie de licencias desarrolladas pos-
teriormente. De la misma familia es la GNU Free Docu-
mentation Licence (GFDL), utilizada en los manuales del
software libre. Muchas otras licencias de este estilo son la
Licencia Apache, Licencia Mozilla, la Licencia BSD, etc.
● Open Audio Licence, música para todos. Si un gru-

Después el autor fija si sus obras pueden ser modificadas,
si se pueden hacer usos comerciales de ellas y si hay que
compartir las obras derivadas en las mismas condiciones.
El sistema proporciona tres documentos diferentes: uno de
sencilla comprensión para legos en derecho, otro con vali-
dez legal y un tercero legible por máquinas, creado, por
po usa esta licencia, autoriza para que se haga cualquier
uso de sus canciones, sólo exige que se mantenga su au-
toría. Fue creada en el año 2001 por la organización más
batalladora por los derechos civiles en el entorno digital, la
Electronic Frontier Foundation. Otra licencia para la músi-
ca es la Free Music Public Licence.

recho (right) en las leyes de propiedad
intelectual del revés (left).
Porque si el copyright remite al de-
recho -que hasta ahora ha privilegiado
a los autores- a restringir las copias y
usos sobre sus obras, el copyleft remi-
te también a un derecho -que tenemos
los usuarios, los lectores, la sociedad-
a hacer uso de las mismas obras. Son
dos visiones enfrentadas sobre qué es
la cultura, quién es importante en ella
(el autor, el usuario o la cuenta de in-
gresos), y cómo deben distribuirse y
usarse las obras de creación.
La cultura está hecha con ideas, pe-
ro su sustrato es material. Con el paso de
los siglos este tejido material se ha am-
pliando paulatinamente, y cada amplia-
ción ha provocado en nuestras socieda-
des una gran revolución (la imprenta, la
televisión, Internet) o pequeña (los dis-
cos, la fotocopiadora, el MP3). La for-
ma como accedemos y manipulamos la
cultura y el conocimiento depende de es-
te tejido cultural “y” de las leyes de pro-
piedad intelectual1.
1 La propiedad intelectual engloba tres ámbi-
tos diferentes como son el registro de mar-
“
El movimiento del copyleft, una
amalgama heterogénea que defiende la
“
flexibilización de las leyes de propiedad
intelectual, ha lanzado una alternativa a
la progresiva apropiación de la cultura
Tres siglos atrás los propietarios de
la cultura tenían el control sólo duran-
te catorce años desde que un libro sa-
lía de la pluma del autor y sólo contro-
laban el derecho a hacer copias de las
obras. Con el tiempo fue ampliándose
el tipo de usos que controlaban y la du-
ración de estos privilegios. Hoy en día
los dueños de la cultura, que no son ne-
cesariamente los autores sino los pro-
ductores económicos (discográficas,
editoriales, etc.), controlan virtual-
mente cualquier uso que se haga de
cas, las patentes y los derechos de autor
(que los países de tradición anglosajona de-
nominan copyright), aunque en España la le-
gislación usa el término global propiedad in-
telectual para referirse únicamente a los de-
rechos de autor.
una obra y han alargado estos privile-
gios hasta setenta años después de la
muerte del autor.
Pero esta clausura de la cultura y su
apropiación no comenzó a sentirse en el
ámbito cotidiano de los hombres, y las
mujeres, hasta la década de los setenta.
Originalmente el copyright estaba des-
tinado a regular principalmente la esfe-
ra comercial de la propiedad intelectual.
Era una ley básicamente para empresas
que apenas alcanzaban a entrar en el es-
pacio íntimo en que el común de los
mortales accede y manipula la cultura.
Ha sido tras la aparición de tecnologías
que permiten a los usuarios manipular
la cultura (grabarla, reproducirla, trans-
formarla, etc.), como la fotocopiadora,
el vídeo, el ordenador... que los propie-
tarios de la cultura han lanzado su gran
acometida para extender el ámbito de
sus privilegios hasta lo más íntimo de
nuestra cotidianeidad. En ese momento
el copyright comienza a regular no so-
lo la esfera comercial de la cultura sino
que limita la capacidad que cada uno de
nosotros tiene para manipular la cultu-
ra, acceder a ella y usarla en nuestros
espacios íntimos.

Información y debate ● PUEBLOS ● Diciembre ● 2004 ● 47

Miradas
Conocimiento libre
Respaldados por las leyes que han
conseguido sacar adelante por todo el
mundo y apoyados en nuevas tecnolo-
gías de restricción de usos denomina-
das DRM (Digital Right Manage-
ment), los propietarios de la cultura
pretenden establecer un modelo en el
que las obras son reducidas a un puro
objeto comercial. El modelo se basa
en restringir todos los usos posibles de
las obras y cobrar por cada uno.
El planteamiento es sencillo, se tra-
ta de convertir al ciudadano en un pu-
ro consumidor de la cultura, no en un
usuario de ella. Alguien que mira pero
no toca, alguien que es sólo un espec-
tador, al otro lado de la cultura, pero
que no puede participar en ella. En la
época en que la cultura, la información
y el saber cruzan nuestro planeta de la-
do a lado en un instante, en una época
en la que las herramientas
“
permiten a cualquiera ma-
nipular la cultura, construir
sobre lo que otros ya han lo- Mientras que el copyright se basa en limitar los usos que la
grado, en una época donde
cada uno de nosotros está
llamado a participar en la
creatividad colectiva y su-
sociedad puede hacer de las obras, el copyleft se
fundamenta en permitir el máximo uso posible de las mismas.
Donde el copyright dice ‘prohibido’ el copyleft dice ‘permitido’
mergirse en el torrente cul-
tural como un usuario crea-
dor, los propietarios de la cultura quie-
ren clausurar la cultura a favor única-
mente del beneficio económico. En
una época así el ideario del copyleft
muestra una alternativa que hace saltar
por los aires ese modelo y convierte a
los usuarios en el centro de la cultura.
Detrás del copyleft hay una idea re-
volucionaria que subvierte todo este
entramado legal desde dentro. Mien-
tras que el copyright se basa en limitar
los usos que la sociedad puede hacer
de las obras, el principio del copyleft se
fundamenta en permitir el máximo uso
posible de las mismas. Donde el copy-
right dice “prohibido” el copyleft dice
“permitido”.
Una de las ideas centrales de este
movimiento desorganizado que agru-
pa posturas muy diversas, desde las
que piden la supresión de las leyes de
propiedad intelectual hasta las que
abogan por una notable flexibilización
de sus límites, es la que concibe a to-
48 ● 2004 ● Diciembre ● PUEBLOS ● Información y debate
dos los usuarios de la cultura como po-
tenciales creadores.
El movimiento del copyleft hace
suyo el ideario de la comunidad del
software libre, dentro de la cual se acu-
ña este concepto. Fue Richard S. Stall-
man, antiguo miembro del Massa-
chussets Institute of Technology (MIT)
de EE.UU. y fundador del movi-
miento del software libre, quien acu-
ñó a mediados de los ochenta el con-
cepto de copyleft plasmado en una li-
cencia denominada GPL (General
Public License), baluarte legal del
movimiento.
La GPL dice que un autor que dis-
tribuya sus programas de software con
esa licencia permite a los usuarios que
lo copien, modifiquen y distribuyan -e
incluso lo vendan- libremente. En el fon-
do de este primer copyleft, desarrollado
por hackers y programadores experi-
mentados, está la idea de que cualquier
usuario podía intervenir en los progra-
mas, mejorarlos, y aportar los productos
de su creatividad al bien común.
Creative Commons
En esa idea originaria y en la GPL se
han inspirado toda una serie de licen-
cias que recogen, total o parcialmen-
te, el ideal que consagra la distribu-
ción, así como el libre acceso y uso de
la información como máxima, y des-
de ahí se ha producido su extensión a
nuevos ámbitos artísticos a partir de
iniciativas como la de Creative Com-
mons, una organización sin ánimo de
lucro fundada en EE.UU. por Lawre-
ce Lessig, profesor de derecho de la
Universidad de Stanford y batallador
incansable contra la extensión de las
leyes de propiedad intelectual.
Creative Commons se ha converti-
do desde su fundación en el año 2001
en el principal baluarte en la promo-
ción y extensión del ideario del copy-
left hacia nuevos ámbitos de la cultu-
ra. El proyecto ha creado una serie de
licencias, traducidas y adaptadas a una
docena de países actualmente, entre
los que se encuentra España, que per-
miten al autor establecer los usos que
permite y los que limita de sus obras.
Cualquier creación que tenga una li-
cencia de Creative Commons puede
ser copiada y distribuida libremente, y
siempre que se use hay que mantener
la atribución al autor original. Cuando
éste escoge la licencia decide además
sobre tres opciones, con las que esta-
blece si: 1) se puede hacer uso comer-
cial de su obra, 2) se puede modificar
y 3) la obra derivada debe tener el mis-
mo tipo de licencia que la original.
Pueden encontrarse ejemplos de
todo tipo de instituciones
e iniciativas, con ánimo
de lucro o sin él, en los
que han comenzado a
“
usar este tipo de licencias.
Desde el proyecto del
MIT OpenCourseWare,
con el que esta universi-
dad estadounidense pre-
tende publicar con licen-
cias estilo copyleft los materiales de
decenas de cursos, hasta el sello en
Internet Magnatune, en el que los
músicos venden sus obras usando li-
cencias de Creative Commons.
No está claro hasta dónde puede
alcanzar este movimiento y si los pro-
yectos e iniciativas que se desarrollan
actualmente llegarán a enraizar con
fuerza en la sociedad, pero la semilla
está plantada, y este movimiento des-
organizado ha comenzado a despertar
conciencias y a llamar la atención so-
bre la peligrosa apropiación que está
sufriendo la cultura en nuestras socie-
dades. El copyleft trata de colocar a los
usuarios en el centro de la cultura, se-
rá responsabilidad nuestra aceptar el
papel que nos corresponde.❑
*Adolfo Estalella ejerce como periodista
especializado en nuevas tecnologías y realiza
su investigación doctoral en la Universitat
Oberta de Catalunya sobre weblogs
y comunidades colaborativas en Internet.

Una introducción al software libre
A día de hoy, mucha gente ha oído
hablar de Linux y sabe que es una
alternativa a Windows, gratuita y
libre de virus. A bastantes les
suena también la expresión
“software libre”, pero todavía no
saben muy bien de qué se trata.
Sin embargo, el software libre es
tan antiguo como las propias
computadoras, y sus raíces son
todavía más profundas, pues se
hunden en una tradición secular
entre los hombres de ciencia: la de
compartir los logros de cada uno
con el resto de sus colegas.
A
lo largo de la historia, la cien-
Paula Cabildo
cia se ha desarrollado como
búsqueda del conocimiento y
de mejora de nuestras condiciones de
vida. Desde la antigua Grecia, los cien-
tíficos han considerado que el conoci-
miento era patrimonio de la humani-
dad. Podían ganar dinero de sus des-
cubrimientos, pero no era ésa su prin-
cipal motivación, sino satisfacer su cu-
riosidad, contribuir a la sociedad y lo-
grar el reconocimiento de sus seme-
jantes. Para ello se apresuraban a pu-
blicar sus teorías y experimentos, po-
niéndolas a disposición de sus colegas,
que las podían emplear para profundi-
zar en el tema y hacer nuevos descu-
brimientos.
La filosofía hacker1 no es sino una
actualización de la de los científicos de
épocas anteriores. Básicamente con-
1 Un hacker no es un pirata informático, sino al-
guien al que le apasionan las computadoras y
las usa no sólo para trabajar, sino también por
el simple placer de plantearse retos que exigen
cierta innovación, estilo y técnica.
siste en creer que toda la información
útil, que sirva para ayudar a compren-
der cómo funciona el mundo, debe ser
libre y accesible para todos, y que se
debe usar el conocimiento ya disponi-
ble para crear más conocimiento.
Origen de la Fundación para el
Software Libre
Inicialmente, las computadoras eran
herramientas que servían para proce-
sar datos, y los programadores se ayu-
daban entre sí compartiendo el códi-
go que escribían. Sin embargo, poco
a poco las empresas decidieron con-
vertir los programas informáticos en
un producto comercial y prohibir su
libre copia y modificación, lo que lle-
vó al desmembramiento de la comu-
nidad hacker.
Información y debate ● PUEBLOS ● Diciembre ● 2004 ● 49
Miradas
Enrique Matías*
Richard Matthew Stallman,
del Laboratorio de Inteligencia
Artificial del MIT (Massachu-
setts Institute of Technology), lu-
chó durante varios años contra la
disolución de su comunidad, pe-
ro finalmente se quedó solo. En-
tonces se planteó crear una nue-
va comunidad, en la que
compartir y ayudar a los de-
más no fuera ilegal. Para ello
decidió escribir un nuevo sis-
tema operativo completo,
compatible con Unix (un po-
tente sistema) pero libre para to-
dos. Bautizó a su proyecto como
GNU (GNU is Not Unix).
En 1985 publicó el “Mani-
fiesto GNU”, que define y ex-
plica sus objetivos y motivacio-
nes, y poco tiempo después fun-
dó la organización sin ánimo de
lucro Free Software Foundation (Fun-
dación para el Software Libre:
http://www.fsf.org) para coordinar el
proyecto, al que poco a poco se iba
uniendo más gente.
La influencia de Stallman ha sido
esencial para establecer el marco de re-
ferencia moral, político y legal del mo-
vimiento del software libre como al-
ternativa al desarrollo y distribución de
software privativo. Un mérito tan im-
portante o más que sus impresionantes
logros como programador fue el in-
ventar el concepto de copyleft (iz-
quierdos de autor), que implementó en
la Licencia Pública General de GNU
(conocida generalmente como la
“GPL”).
Hacia 1990 el sistema GNU es-
taba casi completo; el único compo-
nente esencial que faltaba era lo que
se llama kernel o núcleo, al que de-
Miradas
Conocimiento libre
Apto para todos los públicos

Inicialmente, el software libre estaba escrito por y para in-
formáticos. La mayoría de los programas se usaban desde
la línea de órdenes y los entornos gráficos eran francamente
espartanos. Sin embargo, esto hace ya años que empezó
a cambiar, y hoy en día hay magníficos entornos de escri-
torio como KDE y GNOME, y programas para llevar a cabo
todas las tareas corrientes: procesadores de textos, hojas
de cálculo, grabación de CD, visualización de DVD, escu-
cha de MP3 y Ogg, fotografía digital, etc.
La manera más simple de asomarse al software libre es
quizá empezar a usarlo sobre Windows. El proyecto GNU-
Win II (http://gnuwin.epfl.ch) recoge una importante canti-
dad de programas para Windows, como la suite ofimática
OpenOffice o el navegador Mozilla.
Otra posibilidad más interesante es probar un live-CD
como Knoppix (http://www.knoppix.org) o X-Evian
(http://www.sindominio.net/metabolik/x-evian), que nos per-
mitirán usar GNU/Linux en nuestro PC sin necesidad de ins-
talar nada en él.
Instalar una distribución de GNU/Linux o *BSD no es es-
pecialmente complicado, pero si no tenemos mucha con-
fianza en nuestras habilidades informáticas, lo más senci-
llo y cómodo es invitar a merendar a un amigo friki y pedir-
le que traiga unos CD para instalarlos en nuestro ordena-
dor. La facilidad de uso de los entornos KDE y GNOME es
tal hoy en día que una vez instalado probablemente no ne-
cesitemos ninguna ayuda para manejarnos con ellos.
Sin embargo, es probable que nos pique la curiosidad y
queramos aprender y sumergirnos en los secretos de nuestro
nuevo sistema. La comunidad ha generado una asombrosa
cantidad de documenta-
ción: las distribuciones de
*BSD incluyen un exhaus-
tivo y bien escrito manual,
y el Proyecto de Documen-
tación de Linux alberga nu-
merosísimos manuales,
cursos y documentos
CÓMO (que explican cómo
llevar a cabo una tarea es-
pecífica). En las librerías
hay también bastantes títu-
los en castellano, para to-
dos los niveles.
Si disponemos de acceso a Internet, hay abundantes
foros y listas de distribución de correo en las que los usua-
rios se ayudan unos a otros. Antes de plantear nuestras
dudas en estos recursos, debemos recordar leer sus do-
cumentos FAQ, en los que se responden las preguntas
más frecuentes. Así mismo, en la mayoría de las ciudades
importantes hay grupos de usuarios (denominados LUG)
que además de ayudarse mutuamente organizan queda-
das, jornadas, cursos y otras actividades a nivel local.
Un obstáculo con el que podemos tropezar en esta em-
presa es el problema de los formatos de ficheros. En el mun-
do del software privativo, cada programa usa un formato
propio no documentado, con lo que un programa, como un
procesador de textos, no entiende y tiene problemas para
abrir un documento creado por otro programa. Los fabri-
cantes persiguen con esto atrapar al usuario en su progra-
ma, impedir que pueda migrar a otro programa de la com-
petencia. En cambio, en el mundo del software libre se pres-
ta gran atención al uso de estándares, y todos los formatos
están bien documentados.
Afortunadamente, la mayoría de los programas pueden
también guardar en formatos abiertos (si bien no lo hacen
por omisión) y es probable que al principio tengamos que
“educar” a nuestros amigos y colegas de trabajo, y pedirles
que utilicen estos formatos.
Otro peligro que acecha al software libre son las pa-
tentes de software. Si bien hasta el momento no se per-
miten en Europa este tipo de patentes, algunos lobbies
están presionando para que se adopte una legislación
similar a la estadounidense. Esta adopción sería catas-
trófica no sólo para el
software libre, sino tam-
bién para la pequeña y
mediana empresa infor-
mática europea. El pro-
ceso legislativo está ya
en marcha, y numerosos
profesionales y usuarios
se han movilizado y es-
tán intentando hacer ver
a los poderes políticos
las consecuencias que
tendría ceder a estas
presiones.

Entorno de escritorio KDE.

nominaron Hurd. La Free Software es funcional, pero todavía le faltan falta esperar a la publicación del
Foundation decidió escribirlo si- varios años para alcanzar la madurez Hurd para poder disfrutar de un sis-
guiendo un diseño tan innovador co- necesaria para publicar la versión tema completamente libre, gracias a
mo complejo. A día de hoy, el Hurd 1.0. Afortunadamente, no ha hecho la aparición de Linux.

50 ● 2004 ● Diciembre ● PUEBLOS ● Información y debate


GNU/Linux: la unión hace
la fuerza
Al ser el código de Unix secreto, los
estudiantes de informática tenían difí-
cil estudiarlo y aprender cómo se es-
cribía un sistema operativo. Ante esta
situación, el profesor Andrew Stuart
Tanembaum escribió un sistema ope-
rativo de tipo Unix llamado Minix, y
un libro en el que explicaba todos sus
entresijos. Al ser de carácter pedagó-
gico, el sistema era deliberadamente
sencillo y con pocas funcionalidades.
En 1991, el estudiante finlandés Li-
nus Benedict Torvalds decidió aplicar
lo aprendido y escribir un nuevo nú-
cleo que superase las limitaciones de
Minix. Lo hizo por mera diversión, y
aprovechando las herramientas del
proyecto GNU.
Sin embargo, la verdadera geniali-
dad de Linus fue que, aunque en prin-
cipio no pasaba de ser un entreteni-
miento privado, decidió enviar un
mensaje a Internet informando de su
proyecto (que se llamó Linux), po-
niéndolo a disposición de quien qui-
siera jugar con él, y solicitando la ayu-
da de todo el que quisiera colaborar.
Lo revolucionario de Linux no es-
tá en su diseño (que no es especial-
mente innovador) ni en su filosofía
(que la Free Software Foundation lle-
vaba años predicando), sino en su me-
todología. Efectivamente, hasta enton-
ces el software se escribía en grupos
cerrados y de carácter vertical, mien-
tras que Linus inauguró un nuevo mo-
delo, distribuido y muy abierto, en el
que cualquiera podía participar. A es-
tos métodos tan diferentes se les ha de-
nominado modelo catedral y modelo
bazar, respectivamente.
Linus no tardó en adoptar la li-
cencia GPL, y al unir su núcleo con
las herramientas del proyecto GNU,
se obtuvo finalmente un sistema ope-
rativo funcional totalmente libre, que
se conoce como GNU/Linux y que
hoy usan millones de personas en to-
do el mundo.
Desde entonces, el software libre
no ha dejado de crecer y multiplicarse,
y el modelo bazar ha demostrado ser
más eficiente y producir programas de
“
El software libre se basa en la
cooperación en vez de en la competencia
salvaje. La experiencia ha demostrado
que esta metodología no sólo es preferible
“
éticamente, sino que además produce
mejores programas desde un punto
de vista técnico
más calidad. Surgió también un nuevo
movimiento, que no defendía este tipo
de software por motivos éticos, sino
únicamente por la superioridad técni-
ca de su modelo. Este movimiento y el
software creado con esta perspectiva
se denomina Open Source o código
abierto. En la práctica, el software li-
bre y el de código abierto son lo mis-
mo, diferenciándose únicamente en su
filosofía.
No tardaron en surgir personas
que empezaron a empaquetar en un
conjunto de disquetes el núcleo, los
programas de GNU y diverso soft-
ware libre de otras partes, con lo que
se facilitaba mucho su instalación. A
estos conjuntos de disquetes (hoy CD
o DVD) se les denomina distribucio-
nes de GNU/Linux. Algunas están
desarrolladas por empresas, como
Red Hat o SuSE, mientras que otras
las preparan organizaciones de vo-
luntarios, como Debian o Gentoo.
Más allá de Linux
El software libre es un concepto que no
se limita al sistema GNU/Linux. El
ejemplo más conocido son los BSD,
una familia de sistemas muy similares
a GNU/Linux, y tan buenos como és-
te. La mayoría de los programas libres
pueden funcionar indistintamente so-
bre GNU/Linux y sobre *BSD. Los di-
ferentes BSD tienen un origen común,
la Universidad de California en Ber-
keley, pero se bifurcaron en pos de dis-
tintas metas.
Por ejemplo, el objetivo de
FreeBSD es proporcionar un siste-
ma operativo sólido como una ro-
Información y debate ● PUEBLOS ● Diciembre ● 2004 ● 51
Miradas
ca y tremendamente eficiente, que
obtenga el máximo rendimiento de
la máquina. En cambio, el proyecto
NetBSD busca la portabilidad: no se
limita a funcionar sobre los procesa-
dores Intel o los PPC de los Apple,
sino que es capaz de comportarse
exactamente igual sobre una vertigi-
nosa lista de máquinas menos fre-
cuentes. Por último, OpenBSD pre-
sume, y con razón, de ser el sistema
operativo más seguro del mundo.
Dos miembros más recientes de la
familia son Mac OS X y Dra-
gonFlyBSD.
También hay programas libres pa-
ra Windows. Sobre esta cuestión hay
un debate abierto en la comunidad:
unos piensan que crear software libre
para Windows es contraproducente, ar-
gumentando que disponer de software
libre para Windows reduce los alicien-
tes de cambiar de sistema operativo,
mientras que otros afirman que esto les
permitirá saborear el software libre fá-
cilmente y les motivará a dar el salto.
Conclusión
El del software libre es un movimiento
imparable, que se basa en compartir y
en la cooperación en vez de en la com-
petencia salvaje. La experiencia ha de-
mostrado además que esta metodología
no sólo es preferible éticamente, sino
que además produce mejores progra-
mas desde un punto de vista técnico.
En los últimos años, el software li-
bre ha ensanchado sus horizontes y
proporciona ahora programas de exce-
lente calidad que satisfacen las necesi-
dades de la mayoría de los usuarios.
Para muchos usuarios, las nuevas li-
bertades que les da este software les
abre un nuevo campo en el que jugar y
aprender, con lo que acaba convirtién-
dose en una pasión. En cualquier caso,
y aunque sólo sea como curiosidad, es
un mundo que merece la pena explo-
rar. ¡Happy hacking!❑
*Enrique Matías participa en varias
asociaciones pro software libre, es miembro
de los grupos de traducción de GNU, FreeBSD y
KDE, y colaborador habitual de la revista Mundo
Linux. E-mail: enrique.matias@hispalinux.es
FSE
FSE
III Foro Social Europeo:
en busca de nuevas estrategias
Juan Pablo Crespo*

Durante los días 15 al 17 de

octubre se celebró en Londres el
III Foro Social Europeo. A modo
de preámbulo estadístico es
necesario citar que todos los
grandes temas clave fueron
desarrollados en los más de
cien plenarios temáticos que se
llevaron a cabo: guerra y paz;
democracia y derechos
humanos; justicia y solidaridad;
crisis ambiental y sostenibilidad;
mujer; trabajo; globalización;
racismo, inmigración
y discriminación.

E
n paralelo a los plenarios, se or-
ganizaron más de doscientos
F. B.

seminarios y de un centenar de
talleres, así como una ingente cantidad
de actos culturales y de ocio. Respec-
to a las organizaciones participantes,
se inscribieron aproximadamente cer-
ca de trescientas, que abarcaban prác-
ticamente todo el espectro de movi-
mientos sociales y, en general, del ac-
tivismo comprometido y solidario. En
cuanto al número de asistentes, cerca
de veinte mil personas participaron y
respaldaron el evento con su presencia.
Todos estos datos son relevantes y
especialmente importantes porque, tal
como se ha manifestado en el encuen-
tro de Londres, evidencian una reali-
dad y ésta no es otra que la constata-
ción de que, a escala global, los foros
sociales se mantienen vivos y han con-
seguido superar la fase de despegue
inicial para abordar una interesante, a
la vez que incierta, etapa de consolida-
ción y madurez en lo referente a su or-
ganización, desarrollo, participación y
resultados.
Concentración en el Foro Social Europeo de Londres.
De las expectativas a la
frustración
Actualmente, el formato en el que se
manifiestan los foros aparece como un
macroespacio donde se comparten ide-
as, intercambian experiencias, estable-
cen contactos, se proponen estrategias
y se identifican, mediante consenso y
a través de una declaración final, los
problemas que nos afectan junto a un
calendario de actos y movilizaciones
reivindicativas. Con relación a lo ante-
rior y desde un punto de vista más crí-
tico sobre el marco en que se desarro-
llan actualmente estos grandes en-
cuentros, podría resultar útil analizar
las causas de la polémica previa y pos-
terior que suscitan dentro de ciertos
sectores del movimiento social.
Por un lado, está lo relacionado a
la frecuencia, participación y sentido
práctico de los foros en su actual for-
mato y orientación; por otro, lo refe-
rente a la periodicidad, eficacia y opor-
tunidad con que estas convocatorias se
realizan. Otro aspecto a tener en cuen-
ta es la relación entre la magnitud y
proporciones que adquieren y sus efec-
tos posteriores en cuanto a promover
la dinamización, la sensibilización y la
participación activa. Efectivamente,
los foros, que aglutinan a personas con
valores e ideales comunes o coinci-
dentes en su mayoría, tienden a gene-
rar, a priori, un estado de euforia y mu-
chas expectativas que luego, lamenta-
blemente y con demasiada probabili-
dad, terminan convirtiéndose en pro-
longadas frustraciones individuales y
colectivas, a veces, demasiado perma-

52 ● 2004 ● Diciembre ● PUEBLOS ● Información y debate


nentes y, en ocasiones, eternas, pro-
ducto de grandes campañas activistas
y esfuerzos solidarios mal planteados
o coordinados.
Para justificar la necesaria perma-
nencia de los foros hay que destacar
que, en esencia, lo que significan y re-
presentan es la apuesta, desde la socie-
dad civil organizada, por un modelo
distinto de percibir la globalización del
mundo y su lucha por transformarlo.
Basta la constatación de un escenario
mundial que sigue caracterizándose
por las enormes desigualdades exis-
tentes que, en vez de reducirse, au-
mentan a ritmos vertiginosos como
consecuencia de la primacía de un ca-
pitalismo neoliberal que nos propone,
y de hecho aplica, una exclusiva visión
planetaria mercantil y financiera, ba-
sada en el consumo y la especulación
como forma de entender el desarrollo
humano, condenando en la práctica a
una vida precaria, cuando no misera-
ble, a tres cuartas partes de la pobla-
ción del planeta.
Por otra parte, continúan exten-
diéndose y repitiéndose los desastres y
las gravísimas repercusiones que sobre
la vida de cientos de millones de per-
sonas provocan las decisiones irres-
ponsables de unos gobernantes visio-
narios y sin escrúpulos, que dirigen to-
do su poder a consolidar los intereses
de las elites más privilegiadas. De es-
ta forma, año y medio después de que
algunos de ellos, de sobra conocidos,
decidieran iniciar su guerra e invadir y
ocupar Irak, el conflicto se ha agrava-
do hasta límites insospechados, no
existe estabilidad política y la violen-
cia se manifiesta cotidianamente con
varios miles de víctimas provocadas
por el conflicto, mayoritariamente po-
blación civil. En cuanto al terrorismo,
un fenómeno que extiende su amena-
za a escala mundial, se desconecta frí-
vola, tendenciosa e interesadamente de
sus causas, excluyendo de tal denomi-
nación las atrocidades contra los dere-
chos humanos cometidas por algunos
gobiernos, que utilizan el poder y el
descomunal aparato oficial a su servi-
cio para practicar otro tipo de terroris-
mo, el de Estado.
“
Es imprescindible que los foros se
preparen bajo una verdadera coordinación
internacional, reforzando la intervención de
“
los movimientos sociales y articulando
procesos que los hagan más
transparentes, ágiles y eficaces
Por su parte, los diferentes orga-
nismos internacionales, Naciones
Unidas e instituciones financieras in-
ternacionales evidencian fracasos es-
trepitosos por las carencias democrá-
ticas en su funcionamiento. Un dete-
rioro y descontrol más vergonzoso
cuanto que, constantemente, se mal
utiliza la etiqueta de “democracia” co-
mo un envoltorio ético, bajo el que la
globalización económica justifica y
perpetua auténticos “regímenes”, fa-
voreciendo intereses privados y tra-
tando los derechos públicos básicos
como la educación, la salud, la vi-
vienda, el medio ambiente, etc. como
meros objetos de negocio en un mer-
cado controlado por conglomerados
empresariales conectados con trans-
nacionales.
Otros vientos para encuentros
futuros
Ante este panorama, las preguntas que
surgen son directas: ¿Qué se está con-
siguiendo y para qué deben servir los
foros? Las respuestas tienen que ser
claras y contundentes, y se encuentran
en el propio espíritu que los motivó y
en el carácter genuino de la lucha ge-
nerada desde los movimientos socia-
les (recordemos Florencia y Porto
Alegre). Desde luego todo parece in-
dicar que son necesarios nuevos vien-
tos que impulsen las velas de este bar-
co. El movimiento europeo debe mos-
trarse más eficaz e incisivo en su lu-
cha gradual, pero intensa y constante,
hacia la deseada transformación so-
cial; si no, estaremos demostrando
que nos reunimos muchas personas,
comprometidas y solidarias sí, pero
con escasos logros en causas que son
Información y debate ● PUEBLOS ● Diciembre ● 2004 ● 53
FSE
urgentes para buena parte de la po-
blación del planeta, aunque quizá o no
percibimos que nos afecten lo sufi-
ciente o tan directamente. Por tanto,
resulta imprescindible que en el futu-
ro los foros se preparen y trabajen
practicando una verdadera coordina-
ción internacional, reforzando y ha-
ciendo visible la intervención de los
movimientos sociales, articulando
procesos que los hagan más transpa-
rentes, ágiles, contundentes y efica-
ces. Con ello, se evitarán o minimiza-
rán las posibles tensiones y desen-
cuentros. Pero, sobre todo, se pondrán
las bases para evitar la desconfianza,
la dispersión, el derroche de fuerzas
y, finalmente, el desbordamiento.
No se puede ignorar que es nece-
sario y hay que ser capaces de imple-
mentar una estrategia global de acción
coordinada, donde estén integradas
las diferentes acciones en forma de
movilizaciones, presión política, me-
diática, técnicas de sensibilización y
de educación ciudadana. El poder al
que nos enfrentamos es enorme, sería
ingenuo ignorarlo y subestimarlo, y
practica una terca y rabiosa dinámica
en la que dentro del sistema domi-
nante intenta, de una forma conscien-
te y frívola, ridiculizar, ensombrecer
y si fuera posible, anular la celebra-
ción de los foros, utilizando para ello
la manipulación y prepotencia con el
fin de presentarlos ante la opinión pú-
blica a su conveniencia.
Por tanto, tenemos que ser cons-
cientes de que es necesario desplegar
y orientar cada vez mejor las velas del
movimiento alterglobalizador, apro-
vechando las energías y el esfuerzo
colectivo concentrados en estos en-
cuentros. Con esa inercia, seguro que
habrá un buen puerto de destino y se
conseguirá que al menos algunos na-
vegantes vean que la causa por la paz,
la justicia y la solidaridad se va insta-
lando en el planeta a la par que se
avanza hacía la anhelada transforma-
ción social.❑
*Juan Pablo Crespo asistió como delegado de la
Asociación Paz con Dignidad al III Foro Social
Europeo celebrado en Londres.
Cooperación
Cooperación
Los silencios sobre Darfur
Mayra Moro-Coco*

Darfur sufre la crisis humanitaria

más grave de la última década.
Ésta es la frase que ha definido el
conflicto que azota la región
occidental de Sudán desde
principios de 2003. Sin embargo,
limpieza étnica y genocidio son
términos que se relacionan menos
con lo que está ocurriendo.
Al menos un millón y medio de
personas desplazadas, 200.000
refugiados en Chad, y entre 30.000
Fotomontaje: Dani Sánchez

y 50.000 muertos. Petróleo y lucha

por el poder son las otras dos
claves para entender la crisis.

E
n enero de 2003, el Ejército de
Liberación de Sudán (SLA) y el
Movimiento para la Justicia y la
Igualdad (JEM) se alzaron contra el po-
der central de Jartum. Desde entonces,
la población civil de las tribus Fur,
Massalit y Zaghawa, de etnia negra y
religión musulmana, ha sufrido viola-
ciones, saqueos y desplazamientos for-
zosos. Los ataques son obra de milicia-
nos árabes, los Janjaweed, que cuentan
con el apoyo del ejército sudanés. Sin
embargo, esta versión de los hechos es
la más difícil de encontrar en los me-
dios de comunicación. Además, las po-
líticas destinadas a la resolución del
conflicto no están exentas de intereses
y resaltar sólo la parte del conflicto so-
bre la que se está dispuesto a actuar
ayuda a ocultar el resto de causas so-
bre las que no se puede, o no se quie-
re, hacer nada.
Así, el Gobierno sudanés trata de
presentar el conflicto como un choque
entre tribus, recrudecido por la lucha
por los recursos -escasos a causa de la
desertificación de la zona-, la prolife-
ración de armas en la región y la in-
surgencia del SLA y el JEM. Pero
aceptar esta explicación supondría va-
lidar una visión reduccionista del con-
flicto y ocultar una realidad compleja
en la que intervienen varios factores.
Dos cobran un especial interés. El pri-
mero es el choque de intereses entre la
agenda gubernamental, proclive al
mantenimiento de la seguridad nacio-
nal a cualquier precio, y la agenda de
los líderes locales que reclaman sus de-
rechos sobre la tierra y sus recursos.
Así, a lo largo de 2002 crecieron los
enfrentamientos y tanto la comunidad
Fur como la Massalit y la Zaghawa, las
principales componentes del SLA,
acusan al Gobierno de mantener una
alianza con los grupos nómadas árabes
(donde reclutan a las milicias Janja-
weed) para llevar a cabo su política de
arabización y de control de áreas cla-
ves. El segundo son los intereses eco-
nómicos en recursos naturales como el
agua y el petróleo, abundantes sólo en
determinadas zonas del país.
El conflicto olvidado de Sudán
Los conflictos del continente africano
son los grandes olvidados de las rela-
ciones internacionales, al menos en su
corriente dominante. Ni los periódicos
ni las agencias de ayuda los incluyen
en sus agendas hasta que las cifras de
víctimas resultan vergonzosas. En es-
ta misma línea, la mayoría de los rela-
tos sobre Darfur se mantienen en la su-
perficie y olvidan contextualizar lo
ocurrido. Olvidan mencionar que el
Gobierno sudanés, presidido por Omar
Hasan al Bashir, mantiene desde 1983
un enfrentamiento con el SPLA (Ejér-
cito Popular de Liberación de Sudán),
que reclama los derechos de las mino-
rías cristianas y animistas del sur del
país frente a la creciente arabización de
la política central sudanesa, que alcan-
zó su punto álgido con el intento de im-
poner la Sharia como ley en todo el pa-
ís. Lo olvidan porque la atención in-
ternacional no llegó hasta mucho des-
pués, en el momento en que empezó la

54 ● 2004 ● Diciembre ● PUEBLOS ● Información y debate


explotación petrolífera. Así, la apari-
ción del SLA en febrero de 2003 y su
sorprendente éxito militar en Darfur no
fueron bien acogidos por el Gobierno
central, que se encontraba en medio de
las negociaciones de paz de Naivasha
(Kenia) para intentar poner fin a su lar-
ga lucha con el SPLA/M (Ejército/Mo-
vimiento Popular de Liberación de
Sudán) en el sur del país. Jartum temía
posibles alianzas entre el SLA, el JEM
y el SPLA para buscar un reparto de
poderes en el gobierno.
Darfur y la comunidad
internacional
Según las cifras facilitadas por la ONU,
se necesitan unos 722 millones de dóla-
res americanos para satisfacer las nece-
sidades humanitarias del país durante
este año. Hasta ahora se han recibido
unos 430 millones, pero el mayor pro-
blema no es la financiación de la ayuda,
sino el resto de obstáculos, logísticos y
políticos, que impiden que ésta tenga el
impacto deseado. Cómo, cuándo y dón-
de se distribuye la ayuda no son cues-
tiones inocentes.
“Too little, too late” podría ser el le-
ma de la actuación internacional en Dar-
fur. Uno de los motivos para que sea así
es la actuación del Gobierno. Mientras se
desarrollaban las conversaciones de paz
en Kenia, los conflictos en la parte occi-
dental que comenzaron en 2003 no for-
maban parte de la agenda. Aún así, como
la atención mediática de la crisis en Dar-
fur comenzaba a tomar fuerza, el presi-
dente sudanés anunciaba su victoria sobre
los “rebeldes” y prometía a la comunidad
internacional el acceso humanitario que
este mismo Gobierno había prohibido du-
rante cinco meses cruciales, de octubre de
2003 a febrero de 2004. Sin embargo, las
luchas no cesaron y el Gobierno puso to-
do tipo de trabas a la llegada de la ayuda,
como la imposición de procesos burocrá-
ticos interminables para la obtención de
visados y autorizaciones de viaje para los
trabajadores humanitarios.
Por lo que respecta a la ONU, el
hecho más destacado son las resolu-
ciones 1556, del 30 de julio de 2004, y
1564, del 18 de septiembre de 2004, en
las que se condenan las violaciones de
los derechos humanos y se insta a las
partes a alcanzar un alto el fuego. Asi-
mismo, se pide firmemente al Gobier-
no sudanés que permita la entrada de
la ayuda humanitaria. Los informes de
la ONU hablan de “limpieza étnica” y
de “reino del terror”. Paradójicamen-
te, Sudán comienza en este momento
a formar parte de la Comisión de De-
rechos Humanos de la ONU. La
Unión Europea se ha sumado a estas
firmes condenas aunque es un tanto
dudoso el papel de gobiernos como el
del Reino Unido, los Países Bajos y
Francia que continúan con sus emba-
jadas abiertas en Jartum y mantenien-
do relaciones con el Gobierno sudanés
debido a sus intereses particulares (ver
petrolíferos) en el desarrollo de las ne-
gociaciones de paz que se llevan a ca-
bo en Naivasha auspiciadas por la
IGAD (Autoridad Intergubernamental
para el Desarrollo). La mayor implica-
ción de EE.UU. en el conflicto ha sido
considerada agresiva por Europa por
poner en peligro los débiles acuerdos
necesarios para el proceso de paz.
Casi ningún estado africano ha
condenado públicamente los abusos
del Gobierno de Sudán. La Unión
Africana ha ejercido de observador en
las negociaciones de paz de N’djame-
na (Chad) y se le ha encargado la tarea
del alto el fuego firmado el 8 de abril
de 2004; tarea que ha sido imposible
terminar con éxito.
Agua, petróleo y derechos
humanos
Tras el conflicto político, tras las dife-
rencias étnicas o religiosas, tras la des-
“
Tras el conflicto armado, tras las
diferencias étnicas o religiosas, tras
la destrucción de pueblos y almacenes,
tras las masacres, hay también una
explicación económica y política: las
“
intrigas por el control del petróleo
de las tierras aparentemente
desérticas de Sudán
Información y debate ● PUEBLOS ● Diciembre ● 2004 ● 55
Cooperación
trucción de pueblos y almacenes de
comida en las comunidades Marsali y
Fur o las masacres de Dar Masalit o de
Wadi Salih, hay también una explica-
ción económica y ninguna de las posi-
ciones anteriormente expuestas se en-
tenderá sin conocer lo que se esconde
bajo las tierras aparentemente desérti-
cas de Sudán.
El Gobierno sudanés utiliza dos tác-
ticas, “divide y desplaza” y “tierra que-
mada”, para despejar las zonas de es-
pecial interés en el sur del país y en Dar-
fur. Para ello contrata milicias entre las
comunidades árabes. Así, aunque no se
les puede acusar directamente, las gran-
des beneficiarias de este proceso son las
grandes multinacionales petroleras (la
americana Chevron, la canadiense Ta-
lismán, la sueca Lundin, el Consorcio
del Gran Nilo, en su mayoría chino, la
austriaca OMV, la francesa TotalFi-
naElf, la italiana AGIP, la holandesa
Shelly y la malasia Petronas).
Atender a las cifras es suficiente.
Las primeras exportaciones de crudo
desde Sudán en 1999 suponen un hito
en la historia de su guerra civil; desde
entonces el petróleo genera un millón
de dólares al día y sus reservas petrolí-
feras le convierten en un productor de
la talla de Colombia o de Brunei. Este
petróleo se ha convertido en un objeti-
vo y en un obstáculo para el fin del con-
flicto. Asimismo, en un país donde el
agua sólo se encuentra en la cuenca del
Nilo, el desplazamiento de estas zonas
significa la pobreza extrema y la muer-
te. Sudán tiene 2,5 millones de kilóme-
tros cuadrados (un cuarto de EE.UU.)
y sus 30,3 millones de habitantes viven
en un 15 por ciento de esta extensión,
cerca de la rivera y en zonas que sufren
inundaciones periódicas a causa de la
lluvia; el resto es desierto. El Gobier-
no lo sabe y por eso impide el acceso
a los equipos de ayuda humanitaria
porque dejarles entrar significaría el
fracaso de su intento de despoblar es-
tas regiones.❑
*Mayra Moro-Coco es miembro del Grupo
de Estudios Africanos de la Universidad
Autónoma de Madrid.
Cooperación
Cooperación
Los fondos y sus sombras
Miguel Romero*

Se dice, con razón, que Fondos públicos

la cooperación al e “independencia”
desarrollo no debe ser Aunque los recursos des-
“solamente” una tinados por la Adminis-
transferencia de tración central a la finan-
fondos desde el Norte ciación de proyectos de
hacia el Sur. Pero ONG vienen perdiendo
tiene que serlo peso relativo en los pre-
necesariamente: esa supuestos de la Agencia
es su característica Española de Coopera-
específica respecto a ción Internacional (AE-
otras vías de CI) desde mediados de
Itziar Arriaga

solidaridad los 90, siguen siendo una

internacional. Sin fuente fundamental. Por
ella, la cooperación otra parte, las relaciones
al desarrollo no con el “gobierno” han
existe y cuando es en originado gran parte de
realidad una los conflictos y debates del
transferencia neta sector, sobre todo en los úl-
Sur-Norte, se convierte en timos años. Y precisamente
una herramienta aquí suele situarse el foco de uno de
de explotación1. los valores proclamados con más
fuerza por las ONG: su “independen-
cia”; es frecuente que esta “indepen-
dencia” se refiera sólo o fundamen-

E
n lo que se refiere a las ONG,
la obtención de fondos para ac-
ciones de solidaridad es una de
sus tareas más importantes y una con-
dición para el éxito de todas las demás.
Pero la creciente presión que ejerce
tiende a desligarla de los valores que
las ONG proclaman como propios y,
en este sentido, a “des-valorizarla”, a
independizarla de cualquier norma éti-
ca; esta tendencia se corresponde, por
1 Según Eric Toussaint, a partir de datos del Ban-
co Mundial, la AOD neta fue en 2002 de 36,7
millardos de dólares; las remesas de emigran-
tes, 80 millardos; los beneficios repatriados por
las multinacionales, 66 millardos; las transfe-
rencias netas por servicios de la deuda, 95 mi-
llardos. “A quien favorece realmente la AOD”.
www.cadtm.org
otra parte, con la jerarquía de la socie-
dad neoliberal, en la cual es la “econo-
mía”, el mercado, la institución que ri-
ge la vida política y social, y no admi-
te la autoridad de ningún “valor”, sal-
vo el que le es propio: la maximización
de la ganancia.
Los fondos que obtienen las ONG
pueden provenir de diversas fuentes y
todos condicionan, de uno u otro mo-
do, el trabajo de las organizaciones que
los reciben. En este sentido, los fondos
siempre llevan consigo una “sombra”.
Para valorarlos adecuadamente, hay
que identificarla y analizar su influen-
cia en la acción solidaria, que puede si-
tuarse en cualquier punto de una gama
que va desde la colaboración positiva
hasta la contradicción.
talmente al “gobierno” y se considere
que está en buena parte determinada
por el porcentaje de financiación pro-
veniente de la AECI.
Pero como la experiencia ha de-
mostrado, en especial durante la ges-
tión despótica del ex-secretario de Es-
tado, Cortés, la independencia de las
ONG respecto a los gobiernos no es
una categoría contable, sino una prác-
tica social y política. Así, organiza-
ciones con poca dependencia econó-
mica han manifestado una absoluta
sumisión política y, por el contrario,
organizaciones con un alto porcenta-
je de financiación pública han sido ca-
paces de actuar dignamente respecto
a las presiones del poder, aunque ello
les significara riesgos y costes consi-

56 ● 2004 ● Diciembre ● PUEBLOS ● Información y debate


derables 2. Por otra parte, la depen-
dencia de instituciones privadas (por
ejemplo, la Iglesia Católica -política-
mente muy activa en los últimos tiem-
pos, también entre las ONG, las em-
presas transnacionales y sus funda-
ciones o el mercado publicitario) ge-
neran presiones poderosas y perma-
nentes contra la autonomía de las
ONG sometidas a ellas, pese a lo cual
apenas se las nombra o incluso se las
considera un signo de “independen-
cia”, de acuerdo con la ideología es-
tablecida que sospecha de lo público,
mientras ensalza al “sector privado”
Ciertamente, es una práctica habi-
tual el uso de fondos públicos para en-
cuadrar a las ONG, pero esto se debe
exclusivamente a la voluntad política de
los gobiernos. Si la voluntad política
fuera gestionarlos al servicio del interés
general, con objetividad, transparencia
y control político y ciudadano, la Ad-
ministración central cuenta con recur-
sos legales y humanos muy superiores
a otros para garantizar el buen uso de es-
tos fondos (desde el personal técnico de
la AECI a las instituciones que se ocu-
pan del control del gasto público, pa-
sando por las comisiones parlamenta-
rias y las posibilidades de crear Conse-
jos de Cooperación representativos y
con capacidad de influencia).
En su mejor sentido, las ONG de-
berían ser organizaciones no estatales
de interés público, puesto que sus ob-
jetivos son reconocidos como tales,
particularmente en la Ley de Coopera-
ción Internacional. Si lo son efectiva-
mente, su participación en la gestión de
fondos públicos de cooperación, con
independencia de su porcentaje, y en
el debate sobre su orientación y admi-
nistración no sólo es legítima, sino que
2 Una primera versión de este artículo se escribió
en enero de 2004 por encargo de la Federación
Catalana de ONG y ha sido publicada en el libro
Relacions Sur-Nord 2003, en catalán. Para su pu-
blicación en Pueblos, he suprimido los párrafos
que criticaban la política del entonces secretario
de Estado, que ahora, en parte, han perdido afor-
tunadamente actualidad y en parte, dará trabajo
a los tribunales que se ocupan de la malversa-
ción de fondos públicos. He actualizado además
todo el artículo.
“
Han proliferado expresiones cada vez más
obscenas de la comercialización de la
“
captación de fondos: telemaratones, ONG
de “famosos”, inserción de “momentos
solidarios” en la telebasura...
debería representar un valor positivo
para la calidad de la cooperación.
Las relaciones con las
transnacionales: ¿sin fronteras?
Pero puesto que hay que contar con
que los fondos públicos van acompa-
ñados habitualmente de presiones po-
líticas de las administraciones públi-
cas, es un objetivo necesario disminuir
su influencia material, buscando otras
fuentes de financiación,
En este aspecto, la gran empresa
privada ha adquirido un papel impor-
tante y creciente en los últimos años,
como expresión concreta de los pro-
cesos de privatización de bienes pú-
blicos, uno de los cuales debería ser
la Ayuda Oficial al Desarrollo. Las
grandes empresas del sector exterior
tienen interés en acceder a estos fon-
dos, de los que esperan beneficios di-
rectos e indirectos, y los gobiernos
vienen actuando de acuerdo con este
interés. En este sentido, hay que se-
ñalar que la magnitud de los fondos
de la AOD que subvencionan directa
o indirectamente a empresas es un
misterio insondable3.
Estas empresas actúan por diversos
medios: construyendo directamente
sus ONG (por ejemplo, Energía Sin
Fronteras, creada por las principales
empresas eléctricas españolas) o por
medio de fundaciones (especialmente
activa es la Fundación Telefónica, es-
ponsor oficial de la web de la Coordi-
nadora española de ONG), por activi-
3 Carlos Gómez Gil es quien mejor y más siste-
máticamente ha investigado en este campo, en
sus trabajos sobre los FAD y sobre la Convo-
catoria Abierta y Permanente de la AECI. Ver
por ejemplo, “Oportunidades perdidas. El esta-
do de la Ayuda Oficial al Desarrollo”, Bakeaz,
Bilbao, 2003.
Información y debate ● PUEBLOS ● Diciembre ● 2004 ● 57
Cooperación
dades de marketing y, sobre todo, por
medio de consorcios llamados de “Ti-
po II” o “Partenariado Público Priva-
do” que merecen una atención espe-
cial. Estas acciones forman parte de un
método de financiación de acciones de
desarrollo que tuvo su lanzamiento in-
ternacional en la Cumbre Mundial so-
bre Desarrollo Sostenible de Johan-
nesburgo, en 2002. Avalados por las
Naciones Unidas, estos acuerdos pro-
mueven la colaboración entre gobier-
nos, empresas y, muy secundariamen-
te, ONG, en proyectos de “desarrollo
sostenible”. A caballo de estos “parte-
nariados”, las transnacionales con ma-
yores intereses en lograr una “etiqueta
verde” para sus negocios y los lobbies
asociados con ellas tuvieron una pre-
sencia en Johannesburgo sin común
medida con ninguna otra Cumbre.
Desde entonces, los acuerdos de “Ti-
po-II” se han extendido a todos los sec-
tores de la cooperación.
Las organizaciones ecologistas,
más que las ONG, vienen realizando
un seguimiento y una crítica siste-
mática tanto de la orientación gene-
ral de estos acuerdos, como espe-
cialmente sobre la amenaza de su
aplicación inmediata a la privatiza-
ción del abastecimiento de agua po-
table, la “joya de la corona” del ne-
gocio del desarrollo, frente al cual
hay afortunadamente cada vez más
fuertes expresiones de resistencia po-
pular. Estas críticas destacan que es-
tos acuerdos contribuyen a debilitar
las regulaciones públicas, puesto que
la ejecución de los proyectos queda
en manos de las empresas, con una
colaboración básicamente legitima-
dora de las ONG, bajo “códigos de
conducta” de carácter estrictamente
voluntario y sin asumir ningún com-
promiso de “rendición de cuentas”4
En realidad, los “códigos de con-
ducta” empresarial de carácter volun-
tario, que son los únicos que aceptan
4 Belén Balanyá: “Río+10: privatización del desarrollo
sostenible”, El Ecologista, nº 31, Verano 2002. Ver
también diversos artículos publicados en Courriel
d´Information Attac, nº 356, 23/08/02.
 Derechos humanos com
Cooperación
de buen grado las empresas y que se
presentan como avales para la colabo-
ración con ONG, no tienen ningún va-
lor para garantizar la eficacia solidaria
de un acuerdo con ellas5. Son sola-
mente muestras de ese “aprovechable
altruismo” en el que, como se lee en El
gatopardo, “la eficacia del adjetivo ha-
ce tolerar la inutilidad del sustantivo”.
En las relaciones de las ONG con
las empresas el lema habitual “sin
fronteras” hay que sustituirlo por su
contrario: “con fronteras”. Los obje-
tivos del trabajo solidario respecto a
las grandes empresas no debieran ir
dirigidos a obtener fondos por medio
de proyectos comunes6, sino a realizar
un seguimiento de las actividades em-
presariales de las empresas españolas
en el Sur7.
El mercado de la “solidaridad”
Por otra parte, cada vez hay más pa-
trocinios empresariales de ONG. Posi-
blemente, el boom publicitario es el
acontecimiento más visible de la coo-
peración al desarrollo en los últimos
cuatro años. El aumento de cantidad no
ha significado un aumento de calidad,
en términos de contenidos, sino todo lo
contrario. Lo cual es relevante porque
5 He desarrollado este tema en “El futuro de la
sociedad civil”, José Vidal Beneyto (director):
Hacia una sociedad civil global, Taurus, Madrid,
2003.
6 Un caso diferente son las relaciones con em-
presas que no tengan como guía la acumula-
ción de capital y el enriquecimiento privado, es
decir, empresas de “economía social” con las
cuales una ONG puede compartir seriamente
objetivos, no vaporosos “códigos de conducta”.
7 El Observatorio de las Multinacionales creado
por la ONG Paz con Dignidad es una magnífi-
ca iniciativa. El Informe “La responsabilidad de
las empresas textiles españolas en las condi-
ciones sociolaborales en los pequeños centros
de producción del Norte de Marruecos”, publi-
cado por Setem en marzo del 2002 y que dio
lugar a un reportaje censurado por TVE, es tam-
bién un buen ejemplo. Por el contrario, las pro-
puestas para promover códigos de “responsa-
bilidad social corporativa” de carácter obligato-
rio (por ejemplo, la promovida por Setem, Eco-
nomistas Sin Fronteras, Intermón-Oxfam y Am-
nistía Internacional con ocasión de la presiden-
cia española de la UE en el primer semestre del
año 2002) no han alcanzado, como era de es-
perar, ningún resultado práctico.
58 ● 2004 ● Diciembre ● PUEBLOS ● Información y debate
Cooperación
“
“
Para una ONG, la obtención de fondos
no debería ser una cuestión sólo “técnica”,
sino “política”
estas campañas de publicidad, aunque
sólo estén protagonizadas por unas po-
cas organizaciones, construyen la
“imagen publicada” de las ONG ante
la ciudadanía y transmiten el sentido
dominante de qué es lo que hay que ha-
cer para “ayudar a los pobres” (que es
el significado de “ser solidario” en tér-
minos de publicidad).
Puede decirse que estos problemas
fueron, al menos intuidos, en el sector
desde finales de los 908. A finales del
año 2000, la CONGDE hizo público
un documento de “conclusiones orien-
tadoras” sobre las relaciones ONG-em-
presas, en cuyas conclusiones puede
leerse: “Las empresas con las que co-
laboremos deben respetar los derechos
humanos así como la dignidad, diver-
sidad e identidad de las personas con
las que se relacionen (...) deben cum-
plir los ocho convenios fundamentales
de la OIT (...) deberán ser respetuosas
con el medio ambiente”, y otras nor-
mas similares.
Pocos meses después, Cruz Roja,
Médicos sin Fronteras e Intermón lan-
zaban la mayor campaña de publicidad
que había conocido el sector, “Juntos
por África”, patrocinada por Coca Co-
la, una empresa que es la antítesis pun-
to por punto del modelo establecido en
el párrafo anterior. Al año siguiente,
Cruz Roja avaló la mayor operación de
“marketing con causa”: “Ningún ban-
co da más valor a tu nómina”. En ella
prestó su imagen a una campaña masi-
8 Todo el esfuerzo que supuso el debate sobre la
“Campaña Fortuna” durante más de un año,
buscaba, como se afirma en la resolución apro-
bada en la Asamblea en marzo de 2000, esta-
blecer “criterios éticos (para) la obtención de los
recursos necesarios para desarrollar nuestra
acción solidaria”. A la vista de la evolución de
los acontecimientos, hay que concluir que este
propósito, bien fundamentado, pecó de volun-
tarista y, en cierto modo, ingenuo, y no fue ca-
paz de resistir a las presiones del marketing.
va de captación y fidelización de
clientes del Santander Central Hispa-
no. El banco se comprometió a donar
cien euros a Cruz Roja por cada nueva
nómina domiciliada9; En este caso, ni
siquiera se tomaron en consideración
las condiciones elementales que esta-
blecen las organizaciones favorables a
colaboraciones publicitarias con gran-
des empresas, por ejemplo, ésta de Mé-
dicos sin Fronteras: “Evitamos aque-
llas colaboraciones basadas únicamen-
te en acciones de marketing con causa,
donde MSF se convierte en un mero
sello comercial que apoya el consumo
de un determinado producto. Estas
prácticas tienen el riesgo de promover
la solidaridad a través del consumo y
no del compromiso real”10. Al año si-
guiente, Médicos sin Fronteras toma-
ba el relevo a Cruz Roja: los cien eu-
ros se convirtieron en 50 vacunas de
niños. En 2004, le ha tocado la vez de
nuevo a Cruz Roja. Para la ocasión, los
creativos publicitarios del SCH han co-
locado en el exterior de sus oficinas
bancarias enormes cruces rojas que le
dan a los dominios del Sr. Botín un ai-
re involuntariamente sarcástico de cen-
tros de beneficencia.
Si la mayor organización de vo-
luntariado y acción social del país, ade-
más de carácter paragubernamental y
financiada con enormes fondos públi-
cos, y la principal organización de ac-
ción humanitaria prestan su imagen pa-
ra que la primera transnacional finan-
ciera privada española aumente su cuo-
ta de mercado, el mensaje es que “to-
do vale” si a cambio se obtiene un
buen rendimiento económico para la
ONG beneficiaria. Así, los códigos que
intentaron regular con algunos criterios
éticos las relaciones entre ONG y em-
presas han pasado a ser papel mojado.
En este clima, han proliferado ex-
presiones cada vez más obscenas de la
9 Como en toda campaña bancaria que se precie,
ésta también tenía su “letra pequeña”: el límite
máximo de la donación era de dos millones de
euros; dicho de otro de modo, por encima de
20.000 domiciliaciones, el banco hacía caja, sin
más miramientos.
10 Revista de Médicos sin Fronteras, mayo de 2001.

comercialización de la captación de
fondos: telemaratones, ONG de “fa-
mosos”, inserción de “momentos soli-
darios” en la telebasura...11
Esta comercialización es lo que
explica que se haya impuesto como
metodología publicitaria básica la que
ha dado mejores rendimientos econó-
micos en los últimos años, es decir,
precisamente los “apadrinamientos”.
No la practican sólo las ONG especia-
lizadas en la materia; la mayoría de las
Itziar Arriaga
grandes campañas de publicidad de to-
das las ONG han terminado copiando
los eslogan cuantitativos tipo “por X
euros una sonrisa infantil, o un libro,
o una comida...”, que prometen una
compensación afectiva virtual a
cambio de una donación real. Así
se ha profundizando un declive
en la calidad de las campañas de
publicidad de las ONG y un des-
censo, de hecho, en el nivel de exi-
gencia del sector. En ocasiones se
denuncian algunos “excesos”, pe-
ro las denuncias tienen poca efica-
cia porque el “nivel medio” ha bajado
tanto que el “exceso” llama menos la
atención.
La última moda en materia publici-
taria la representan esos chicos y chicas
que, con su correspondiente contrato ba-
sura y un peto con el logotipo de la ONG
contratante, se dedican a captar dona-
ciones en plena calle, contándoles como
buenamente pueden los eslóganes com-
pasivos publicitarios más conocidos,
aprendidos malamente en un cursillo
acelerado de “sensibilización”. El men-
saje viene a ser, con independencia de
las siglas que lleven en el peto, los gran-
des efectos que se consiguen simple-
mente “dando lo que nos sobra”. Este
mito, esta “sombra”, cumple para la co-
operación no gubernamental un papel si-
milar al que corresponde a la denostada
“teoría del goteo” en la cooperación in-
ternacional en general. Tiene una fun-
ción conservadora y mixtificadora.
Finalmente, son los creativos pu-
11 He comentado uno de los más descarados: la co-
laboración entre “La isla de los famosos” y la ONG
Plan Internacional en el artículo “Daños colatera-
les”, en World Watch, nº 20, www.acsur.org
blicitarios los que están diseñando la
“sensibilización” sobre la solidaridad
internacional de la ciudadanía de a pie
en este país. Será rentable (por el mo-
mento; ya veremos lo que tarda en es-
tallar esta “burbuja”), pero es un obs-
táculo muy grande para crear un mo-
vimiento solidario.
Desde la ciudadanía
Porque de eso se trata. El difícil desafío
es conseguir que las acciones para la ob-
tención de fondos respondan a los mis-
mos valores que deben orientar la coo-
peración solidaria. La primera condi-
ción para lograrlo es que las ONG de-
jen de ser gestoras de proyectos con
lenguaje moralista y sean auténticas
asociaciones ciudadanas, formadas por
personas y colectivos que coinciden en
una estrategia de cooperación solida-
ria y expresan su compromiso con ella,
entre otras acciones, por medio de una
cotización; a la vez, tienen derecho a
participar democráticamente en la de-
finición de la política general de la or-
ganización y a decidir sobre su direc-
ción.
Por supuesto, también en este tipo
Información y debate ● PUEBLOS ● Diciembre ● 2004 ● 59
Cooperación
de organización hay “sombras”; es
muy complicado practicar la democra-
cia participativa, cuando hay voluntad
de hacerlo, lo cual es bastante excep-
cional en el mundo de las ONG, por no
hablar de otras organizaciones, parti-
dos, sindicatos, etc. Pero en este caso
hay posibilidades y medios para hablar,
para criticar, para recibir la presión de
los movimientos solidarios y para cam-
biar las cosas.
La búsqueda de esta base social
implica claridad, diferenciación y
debate en el mundo de las ONG.
No se trata de “competir” en térmi-
nos de cuota de mercados o de cap-
tación de clientes. Se trata de ir más
allá de los discursos sobre “género”,
“desarrollo sostenible”, “erradica-
ción de la pobreza”, etc., que no
obligan a nada y, de hecho, se escu-
chan en boca de cualquiera, y de ba-
jar a tierra, poner las palabras a la al-
tura de la práctica y buscar apoyos
sociales que expresen un compro-
miso concreto con ellas.
El lema feminista de los años 80
“Lo personal es político” tiene una tra-
ducción al tema que nos ocupa: para
una ONG, la obtención de fondos no
debería ser una cuestión “técnica”, cu-
yos resultados sólo se miden en la con-
tabilidad, sino “política”, en el mejor
sentido de la palabra. Porque influye
decisivamente en los comportamientos
y las acciones que se proponen a la ciu-
dadanía para erradicar la pobreza y por
tanto en el sentido general de la acción
solidaria.
Por supuesto, recaudar fondos
con estas condiciones es mucho más
trabajoso y difícil que colaborando
con el marketing de empresas trans-
nacionales o manipulando la compa-
sión de la gente. Pero es posible y,
sobre todo, así se contribuiría a cons-
truir un movimiento social solidario,
que es la única fuerza capaz de re-
vertir la dinámica, actualmente im-
parable, de privatización de la coo-
peración al desarrollo.❑
*Miguel Romero es coordinador de Estudios
y Comunicación de ACSUR-Las Segovias.
E-mail: sencom@acsur.org
Cooperación
Guadalupe Martín González, directora general de
Acción Social y Cooperación Internacional de la Junta
de Castilla-La Mancha
“En cooperación para
el desarrollo las voluntades
no bastan”
¿
Q
ué retos inmediatos tiene
por delante la Junta de
Castilla-La Mancha en
cooperación para el desarrollo?
- El compromiso mayor, el que más tra-
bajo nos va a dar, es la elaboración de un
plan cuatrienal porque queremos dar a la
cooperación un enfoque distinto al que
se venía dando hasta ahora. Estamos ela-
borando un borrador, lo vamos a hacer
extensivo a las distintas entidades y pre-
tendemos que esté aprobado en el 2005.
- ¿Cuál es ese nuevo enfoque?
- Queremos recoger una nueva vertien-
te para percibir más el impacto que tie-
ne nuestra cooperación en determinados
territorios y en determinados sectores.
Queremos que sea un plan muy debati-
do y muy consensuado con las ONG pa-
ra que el enfoque de la cooperación sea
para el desarrollo de planes más inte-
grales en determinados territorios. Que-
remos facilitar que se puedan unir dis-
tintas ONG para desarrollar proyectos
sectoriales dependiendo de cada una de
sus especialidades, pero que puedan in-
cidir todos de forma conjunta en un mis-
mo territorio. Por otro lado, es muy im-
portante que las entidades y los benefi-
ciarios sean partícipes de nuestra pro-
gramación. En ese sentido, las adminis-
traciones deben hacer un mayor esfuer-
zo. Y también debemos hacer un esfuer-
zo de coordinación. Hay que tener en
cuenta que en nuestra región tenemos
919 municipios.
60 ● 2004 ● Diciembre ● PUEBLOS ● Información y debate
Cooperación
Dani Sánchez
Daniel Franco*
- ¿Tienen prevista alguna iniciativa de
coordinación?
- Sí, vamos a intentar coordinarlos a tra-
vés del fondo regional de cooperación.
Se ha constituido una fundación, que va
a poner en funcionamiento el fondo. El
objetivo es unir esfuerzos de ayunta-
mientos, diputaciones, empresas y ciu-
dadanos de Castilla-La Mancha. Preten-
demos que estén representados todos los
sectores que vayan a aportar y, de forma
coordinada, se decidirá a qué proyectos
se destinan esos fondos.
- ¿Con qué recursos cuenta la parte de
cooperación dentro de la Dirección
General?
- En este año 2004 hemos tenido una par-
tida de 26 millones de euros para coope-
ración. Es la partida más importante des-
pués de la estructura de servicios sociales
básicos que están implantados en todos
los municipios de la región. Teniendo en
cuenta el criterio ya asumido por todos de
que en cooperación para el desarrollo las
voluntades no bastan, sino que las volun-
tades tienen que tener su reflejo presu-
puestario, se recogió en la Ley el com-
promiso de esta comunidad autónoma de
dedicar el 0,7 por ciento de ingresos pro-
pios para cooperación. Ese objetivo se ha
venido cumpliendo en estos dos últimos
años y queremos seguir manteniéndolo.
Ahora mismo, somos la tercera comuni-
dad autónoma en fondos de cooperación
per cápita. Por otro lado, el servicio de
cooperación se ha visto reforzado. Cuan-
do yo me incorporé, había tres personas
trabajando en cooperación y ahora son
diez. Y contamos con un apoyo externo
para las evaluaciones.
- Esos 26 millones de euros, ¿cómo se
reparten?
- Se reserva un 10 por ciento para ac-
ción humanitaria y el resto se destina a
proyectos. Dentro de la partida desti-
nada a proyectos, tenemos un conve-
nio con la Coordinadora de ONGD pa-
ra realizar unas jornadas anuales de
sensibilización con presencia de
ONGD y de contrapartes.
- ¿En qué áreas geográficas centran su
trabajo?
- En Centroamérica y en Suramérica, y
en Asia estamos interviniendo en la In-
dia, en Pakistán y en territorios palesti-
nos. Y queremos ampliar nuestra pre-
sencia en África subsahariana.
- Y por sectores, ¿priorizan alguno en
particular?
- Lógicamente, no podemos descartar
los sectores tradicionales de sanidad,
educación, desarrollo local, pero sí que-
remos hacer un esfuerzo en la consoli-
dación de la gobernabilidad a nivel mu-
nicipal y provincial. Queremos apoyar
proyectos de descentralización del Es-
tado para que las propias autoridades lo-
cales sean partícipes y protagonistas de
su propio desarrollo.❑
*Redacción Pueblos

Cultura
Violación de Derechos Humanos en Palestina:
Crónicas del Apartheid
Asociación Paz con Dignidad ● Madrid ● 2004
Es múltiple y variado el material que existe sobre la cuestión
palestina. En esta ocasión, la Asociación Paz con Dignidad ofrece
un cuaderno divulgativo que compila información básica y actual
sobre la situación de Palestina. Consciente de la necesidad de una
herramienta de apoyo informativo que sirva como elemento didác-
tico sobre el conflicto israelo-palestino, se publica este cuaderno
donde se intenta plasmar la violación continua de derechos de los
palestinos y palestinas desde la creación, en 1948, del Estado de Is-
rael. La llamada “única democracia de Oriente Medio”, y bajo el
pretexto de una ideología excluyente y racista, el sionismo se justi-
fica sobre el atropello constante a los derechos humanos del pueblo
palestino, que se manifiesta por el incumplimiento sistemático de
todas las resoluciones de Naciones Unidas, consentida por la co-
munidad internacional.
Fundamentándose en la Declaración Universal de los Derechos
Humanos, el cuaderno desarrolla diferentes epígra-
fes donde se plasma la vulneración
de dichos derechos acercándo-
se cada vez más a la realidad ac-
tual de la tragedia palestina. La
escalada de violencia, la opera-
ción Muro Defensivo, la ocupa-
ción militar, los asesinatos, la utili-
zación de palestinos como “escudos
humanos”, el bloqueo de acceso a la
ayuda médica, las torturas, las deten-
ciones arbitrarias y los presos políticos,
la destrucción de viviendas y terrenos,
las restricciones al movimiento (check-
points, bloqueos de carreteras, toques de
queda, zonas militares cerradas, el muro),
son algunos de los temas que se desarrollan en este cuaderno, junto
a las vulneraciones de los derechos humanos por la Autoridad Pa-
lestina, la discriminación de los árabes con ciudadanía israelí, el apar-
theid en la vida diaria, la situación de la mujer, el problema de los re-
fugiados y el derecho al retorno.
Se complementa con una cronología histórica desde el naci-
miento del movimiento sionista a nuestros días, un glosario de los
términos más importantes, un listado de los acuerdos e intentos de
diálogo (“Encuentros y desencuentros por la paz: de Oslo a Gine-
bra”), una bibliografía y webs recomendadas.
En definitiva, un trabajo necesario que hace un esfuerzo por aglu-
tinar información básica para entender y conocer el tema palestino.
Dirigido al ámbito universitario y al movimiento social, persigue en-
tre sus objetivos informar, sensibilizar y llamar a la acción para que
la injusticia que se está cometiendo con Palestina sea transmitida en
una voz constante que se haga oír en la calle, en las aulas, en los par-
lamentos y acabe ejerciendo tal presión que podamos decir un día
que la violación de derechos en Palestina llegó a ser historia.❑
El cuaderno está disponible para todas aquellas entidades sin ánimo de lucro
que realicen actividades de sensibilización y/o información sobre Palestina.
Chelo García Rincón
Cultura Libros
●
La Red es de todos. Cuando los Movimientos
Sociales se apropian de la Red
Víctor Marí Sáez (coord.) ● Editorial Popular ● Madrid ● 2004
El trabajo que Víctor Marí realizó a lo largo de 2003 en la di-
rección del curso “Cuando los movimientos sociales se apropian de
la Red”, dirigido a la formación en materia de comunicación para re-
presentantes de organizaciones sociales andaluzas, ha cosechado en
2004, aparte de un CD-Rom, una excelente recopilación de textos
de varios autores. Este libro recoge los retos y condicionantes a los
que se enfrentan los movimientos sociales en un mundo digitaliza-
do lleno de contradicciones y de crecientes desequilibrios, pero tam-
bién de oportunidades para que la voz silenciada de los excluidos
pueda oírse en el ciberespacio. No se trata sólo de amplificar una voz
habitualmente apagada por el ruido del poder, sino de dotarla de su
propia fuerza, más allá de la mera capacitación técnica -que podría
ser tan alienante como la exclusión-, en definitiva, de empoderarla
para que los ciudadanos se conviertan en actores plenos dentro del
escenario de la globalización.
El primer paso consistirá en asumir
las dificultades que impone la imperan-
te cultura neoliberal, así como superar
las posturas reduccionistas frente a la
tecnología y desprenderse de las iner-
cias de organización jerarquizada que
arrastra la mayoría de las ONG. Pa-
ra ello, Marí propone un modelo de
trabajo en red flexible, horizontal
y colaborativo. Imanol Zubero
ofrece algunas pistas para el aná-
lisis que puede convertir un des-
esperado “¡hay que hacer algo!”
en un sereno “hay algo que ha-
cer”. Rafael Díaz-Salazar aporta
una dimensión histórico-política a través del Fo-
ro de Porto Alegre. Oswaldo León, Sally Burch y Eduardo Tamayo
analizan los factores sociopolíticos y culturales de la presencia de la
brecha digital en América Latina. Francisco Sierra se centra en las
alternativas y estrategias para el desarrollo social. Para terminar el
bloque teórico, Javier Erro examina los puntos débiles de la comu-
nicación en valores desarrollada por las ONGD.
En la segunda parte, se hace un recorrido por algunas experien-
cias sociales en Internet. Manuel Chaparro describe el funciona-
miento de los mediacentros comunitarios como el de EMARTV pa-
ra la colaboración y la participación entre las emisoras de esta red
andaluza. Jeff Juris presenta los detalles de la evolución y el papel
informativo de Indymedia. Juan José Salado expone los logros del
Plan de Alfabetización Tecnológica en Extremadura y de la creación
y desarrollo de Linex. Igor Sádaba y Gustavo Roig analizan los orí-
genes ideológicos contradictorios de la digitalización y Carlos Gui-
maraes se pregunta por la finalidad de la construcción de redes so-
ciales a través del trabajo del Centro Andaluz de Comunicación Sur-
Norte de Batá. Samuel Marí y Carlos Peláez cierran el libro con una
exhaustiva webgrafía con direcciones de algunos movimientos so-
ciales que se apropian de la Red.❑
Pepe Madariaga
Información y debate ● PUEBLOS ● Diciembre ● 2004 ● 61
Cultura Música
Cultura
●

Bhangra, la alegría de la cosecha

C
ualquiera que haya oído hablar
de este estilo musical puede que
esté confundido entre la músi-
ca tradicional india y el “pumba-pum-
ba” bakalao discotequero. No hay nada
como la historia para aclarar conceptos.
Me explico: la palabra significa algo así
como “la recogida de la cosecha” y des-
de hace quinientos años es un elemen-
to primordial de las celebraciones cam-
pesinas en el estado del Punjab (norte
de India y Pakistán). Básicamente son
danzas colectivas, con gritos de los
hombres y palmas de las mujeres que
remarcan el ritmo insistente de los dhol,
grandes tambores que producen un es-
truendo considerable, al que se añaden
letras románticas o humorísticas.
Tras la diáspora asiática en África,
el Caribe y, sobre todo, en Gran Breta-
ña a partir de los años 50, las comuni-
dades asentadas en los suburbios de las
ciudades industriales conformaban un
gueto cultural que se nutría de las di-
versas músicas regionales en sus fiestas
familiares o religiosas. Entre la diversi-
dad de tan vasto subcontinente, el cine
siempre fue un elemento generalizador.
El cine hindú tiene una implantación
popular enorme; desde sus estudios de
Bombay (Bollywood) produce anual-
mente más películas que cualquier otro
país; éstas son mayormente novelas ro-
sas y en un 90 por ciento musicales.
Canciones, compositores y las voces
que las cantan (los actores hacen play-
back) constituyen la música pop más
extendida a nivel nacional.
Pero los jóvenes, nacidos ya en In-
glaterra, en parte fascinados por el rock
pero excluidos de él, necesitan una mú-
sica propia que satisfaga sus ansias de
identidad cultural y así, a mediados de
los 70 surge Alaap, un grupo de punja-
bíes que ponen al día el viejo bhangra
añadiéndole guitarras y acordeón. La
potencia de los dhol pronto se propaga
por las comunidades angloasiáticas
amenizando locales, bodas y fiestas ca-
llejeras, y aparecen otras bandas con
más o menos instrumentos modernos
como bajo y cajas de ritmo. Entre los
pioneros están Premi, Apna Sangeet
(que conserva sus bombachos y el típi-
co turbante sij), Heera y Sangeeta, la
primera mujer. Durante los 80, el estilo
prolifera y se extiende a otras comuni-
dades británicas o americanas (Toron-
to, Vancouver, Los Ángeles) y, de vuel-
ta, al propio subcontinente, creándose
emisoras, sellos discográficos y clubs
donde se baila bhangra a todas horas.
Cuando se escucha por primera vez,
lo que sorprende es su energía, la po-
tencia de sus cantantes subrayada por
los constantes “¡hé, hé!” que enfatizan
el ritmo de percusión rayando en la eu-
foria, y el soporte exagerado de electró-
nica. En las grabaciones made in India
estos sonidos son más primitivos, de te-
clados baratos, lo cual también tiene su
encanto. De los primeros 90 son los gru-
pos consagrados, como Saqi, Achanak,
Sahotas y Apache Indian (que mezclan
con reggae), Aftar Maniac y más tarde
Panjabi MC y Malkit Singh, que es el
rey actual y ha actuado en España.
Posteriormente esta música se adue-
ña de las pistas de baile de los más im-
portantes clubs, creándose otro estilo
denominado Asian underground, que
nace de la hipermezcla de estilos occi-
dentales con las raíces indo-pakistaní-
es. Son artistas de nuevo cuño, ya sean
músicos de tabla, técnicos, disc-jockeys
o productores; maestros de la mezcla
como Bally Sagoo, Nittin Sawhny, Tal-
vin Singh, Badmarsh and Sri, Joi y Dhol
Foundation. También existe una escena
rapera de base antirracista y atronador
sonido como el de Asian Dub Founda-
tion, Fun-Da-Mental y State of Bengal.
Visto desde España, hemos pasado
directamente de los tiempos de la me-
ditación con Ravi Shankar al Londres
subterráneo sin noticias intermedias.❑
Enrique García

“O.K.”
Talvin Singh
Omni Island

E
s su primer trabajo en solitario y Khan, al grupo vocal japonés Nenes y a
puede ser considerado una obra otros muchos entre locuciones radiofóni-
maestra por la sensibilidad e in- cas y bromas tecnológicas. Es un verda-
novación que contiene. Él es tocador de dero viaje paisajístico a través de plácidas
tabla y una estrella del estudio de gra- sonoridades y locuras rítmicas, voces si-
bación que ha colaborado con numero- nuosas y metales cibernéticos, acoplado
sos músicos. Aquí hace convivir magis- todo con belleza y maestría. Por algo, di-
tralmente a la Orquesta Filarmónica de ce él, son hindúes algunas eminencias de
Madrás, al maestro del sarangui Sultan las matemáticas.❑

62 ● 2004 ● Diciembre ● PUEBLOS ● Información y debate


Copito de Nieve tira de la manta y evidencia
el montaje político de su figura
Animalario Teatro estrena una obra protagonizada por el famoso gorila
El gorila albino, que tomaba
antidepresivos incluso antes de que
se desarrollara su enfermedad,
“arremete” contra el alcalde de
Barcelona y “reivindica” sus
derechos laborales desde la jaula.
A
nimalario Teatro pone voz a
Las últimas palabras de Co-
pito de Nieve, obra de Juan
Mayorga, que se ha estrenado en la sa-
la pequeña del teatro Nuevo Teatro Al-
calá (Madrid). Con unos actores que
llegan a momentos de auténtica exce-
lencia (Pedro Casablanc, Gonzalo de
Castro y Tomás Pozzi), el espectador
escucha las últimas reflexiones de Co-
pito de Nieve, el gorila albino que ha
sido icono para el imaginario social de
los niños y no tan niños.
Cuando entramos en la sala, nos
encontramos con una gran jaula circu-
lar, donde un mono negro entretiene a
los espectadores que se acomodan en
las butacas a la espera de ver a Copito
de Nieve. Nos dan la bienvenida al Zoo
de Barcelona, el espacio en cautividad
donde el gorila residió hasta su muer-
te, a los 40 años de edad.
Copito resulta ser más “humano”
que su cuidador; es un intelectual que,
antes de morir, quiere hacer un discur-
so público, dejar claro que nunca tuvo
rencores hacia Chulín (el oso panda
madrileño), que es todo un profesional
y que, en el fondo, no quiere a los ni-
ños. Animales humanizados y huma-
nos animalizados; en esa jaula hay tres
seres vivos: el gorila albino comparte
celda con su cuidador y con un mono
corriente, un “puto negro” que marca
su diferencia.
Los animales, más libres
que los humanos
Los espectadores, capaces de conmo-
verse más con el sufrimiento de un ani-
mal que con el humano, no asistirán a
una exhibición de monos amaestrados
que saltan a por la banana. Copito y el
Información y debate ● PUEBLOS ● Diciembre ● 2004 ● 63
Cultura Teatro
●
mono negro son más libres que las per-
sonas que los rodean; el primero lee a
Montaigne y el segundo, en uno de los
momentos más álgidos del montaje,
explica con voz propia la situación in-
aguantable de sumisión en la que se
encuentra atrapado.
Juan Mayorga se sirve de las refle-
xiones de un animal para mostrar los
sin sentidos de la sociedad actual; el
punto de arranque es un discurso pú-
blico que el alcalde de Barcelona pro-
nunció tras la muerte de Copito, don-
de hablaba del gorila como un “mode-
lo ejemplar de ciudadanía”. Este gran
autor contemporáneo, sensible en to-
dos sus textos a las problemáticas so-
ciales que envuelven lo cotidiano, ex-
perto en la conjugación teatral de pa-
rámetros reales y ficticios, ha escrito
un texto muy potente, de calado filo-
sófico, con recomendaciones biblio-
gráficas incluidas, donde nos cuenta la
rebelión de dos gorilas que han sido
privados de la vida en libertad y que
están hartos de ser “productos urbanos
de identidad”.
Las últimas palabras de Copito de
Nieve es la segunda colaboración entre
la compañía de teatro Animalario y
Mayorga, tras el éxito de Alejandro y
Ana. Lo que España no pudo ver del
banquete de la boda de la hija del Pre-
sidente. Después de las representacio-
nes madrileñas, Animalario comenza-
rá una gira por los territorios del Esta-
do español.❑
Laura Corcuera
Cultura Cine
Cultura
●

Décima Edición del Festival de Cine de Sarajevo

Sarajevo: de ciudad sitiada a referencia
del cine balcánio
Alejandro Pedregal*

“Todo empieza en 1995. Sarajevo es una ciudad

sitiada”, me contesta Misrad Purivatra cuando le
pregunto por las transformaciones del Festival de Cine
de Sarajevo a lo largo de su trayectoria. Purivatra es su
director y una de las referencias para retratar la
actualidad del cine balcánico.

E
l Festival, celebrado entre los días 20 y 28 de agos-
to, cumplía este año su décima edición y lo hacía
http://www.sff.ba

bajo una situación muy distinta a la de sus orígenes.

Como comenta Purivatra, la convocatoria ha pasado de ce-
lebrarse bajo un ambiente de guerra a convertirse en la re-
ferencia para la industria tanto de los Balcanes como de Al-
bania, Rumanía, Bulgaria o Hungría. En total, más de cua-
renta millones de habitantes y en torno a sesenta largome-
trajes anuales. Para los cinco países que configuraban la
antigua Yugoslavia, el esfuerzo representa además la úni-
ca manera de recuperar un lugar relevante en la escena
mundial, algo que se vino abajo con las sucesivas guerras
que golpearon los Balcanes durante los años noventa.
Los orígenes del Festival
En palabras de directores, productores y otros profesio-
nales de la región, el gran reto del Festival es unir de nue-
vo a las comunidades cinematográficas de la ex-Yugosla-
via, después de haber visto su precipitada ruptura al rit-
mo de la banda sonora creada por la artillería pesada. “He-
mos esperado mucho tiempo para que esto pueda volver
a ocurrir”, dice Aleksandar Davic, director de la produc-
ción serbia Party.
“Antes de Sarajevo hubo dos festivales que intentaron
hacer lo mismo: en Eslovenia, el Festival Internacional de
Ljubljana y en Croacia, el Festival de Cine de Pula, el prin-
cipal festival de Yugoslavia durante muchos años”, comenta
Vlado Skafar, director esloveno del documental Peterka:
the year of decision y del Festival de Cine de Isola. “Has-
ta 1990, Pula era el centro del cine yugoslavo. Los organi-
zadores de Pula querían hacer lo mismo que se busca aho-
ra en Sarajevo, pero con Trudman en el poder en Croacia
era imposible”.
En estas circunstancias, un grupo de profesionales de-
cidieron organizar un festival al aire libre mostrando las
obras en soporte de vídeo. Como comenta Purivatra, cele-
brar el evento al aire libre era casi una obligación después
de tanto tiempo en sótanos, túneles y bares. “Había que vol-
ver a tomar aire fresco y celebrar la vida”. La primera con-
vocatoria se celebró a finales de octubre de 1995, y el re-
lato de los acontecimientos se ajusta más a un guión de cor-
te épico que al retrato de cualquier realidad imaginable.
“Varios invitados como Alfonso Cuaron, Loes Carax o Mil-
co Mancevski se ofrecieron a traer material en 35 mm, y
así se trajeron a la ciudad sitiada kilos y kilos a través de
las montañas y los túneles”, relata Purivatra. “Era fabulo-
so ver a la gente de Sarajevo encontrarse en las proyeccio-
nes”. Además de la reivindicación política, había otros ob-
jetivos relevantes ya en el origen que han dado continuidad
al ambicioso proyecto que el Festival representa. De acuer-
do con su director, se trataba de “proveer algún tipo de ser-
vicio a la producción durante la guerra y pedir a la gente
del cine que continuase con su profesión. Además, se tra-

64 ● 2004 ● Diciembre ● PUEBLOS ● Información y debate


“
taba de crear la atmósfera dentro
del Festival, no sólo para conver-
El gran reto del Festival es unir de nuevo el mapa internacional, además de juntar a
tirlo en el centro de la creación ci-
nematográfica bosnia, sino de to- a las comunidades cinematográficas
da la región y dar así la oportuni- de la ex-Yugoslavia, después de haber
dad a la gente joven de entrar en
contacto con la industria del cine”.
de la banda sonora creada por
la artillería pesada
visto su precipitada ruptura al ritmo
Sarajevo: punto
de encuentro
Sarajevo es reconocida por todos
como la capital cinematográfica de la región y el Festival
es el punto de encuentro ineludible de los profesionales de
una industria que empieza a renacer de sus cenizas. Vlado
Skafar afirma que “Sarajevo da a la gente de esta zona la
oportunidad de encontrar medios de producción para sus
proyectos. Sin el Festival no existiría la cinematografía bos-
nia. Hace algunos años, el Festival atrajo dinero de Euro-
pa para dárselo a ocho jóvenes directores para sus cortos y
ahora éstos son la base del cine bosnio. No se trata sólo de
la audiencia, que hay mucha, sino de construir la industria
desde la nada”.
Cada año más, gran número de profesionales extranje-
ros se acercan buscando información de los proyectos que
se llevan a cabo y del cine que se está desarrollando en la
región. Es en este ambiente en el que se desarrolla el am-
bicioso trabajo de CineLink dentro del Festival, que co-
menzó en 2003 como plataforma para el mercado de la zo-
na y para la co-producción de largos. De esta manera se
quiere llamar al encuentro de profesionales del sureste eu-
ropeo para superar así las barreras de los distintos merca-
dos locales, por lo general pequeños, con bajos presupues-
tos y dificultades de recursos materiales y humanos. Puri-
vatra resume el optimismo que crece afirmando que “la in-
dustria va cada vez a mejor. Vemos cómo Eslovenia, Bul-
garia o Rumanía hacen una fuerte inversión en infraestruc-
tura y esto motiva mucho, porque si Eslovenia tiene bue-
nos estudios, Bosnia no necesitará construir lo mismo, que
es de lo que se trata. Tenemos que encontrar un camino pa-
ra trabajar juntos y utilizar las infraestructuras y recursos
humanos de los países cercanos. Y creo que se puede ha-
blar de una clara y significativa mejora de la industria en la
región ahora porque se extiende desde Eslovenia hasta Al-
bania. Trabajamos desde el convencimiento de que este
Festival y los demás festivales de la región producirán un
interés en trabajar juntos, utilizar el mejor camino y el más
económico para así disponer tanto de infraestructuras co-
mo de gente en los proyectos”. Aleksandar Davic mues-
tra su confianza en que “eso sirve para que se caigan los
prejuicios”.
La proyección fuera de las fronteras es cada vez más
patente. La presencia de celebridades como Malkovich, De-
pardieu, Anthony Minghella o Mike Leigh llena de orgullo
a sus organizadores. “Solía ser más íntimo”, comenta el pre-
sidente del jurado, Mike Leigh, “pero está creciendo y eso
Cultura Cine
●
es muy relevante para situar a Sarajevo en
las distintas comunidades de la región, que
es fundamental para la regeneración”.
Los profesionales de la región se mues-
“
tran positivos tanto en el progreso de la in-
dustria como en la reconstrucción de un
panorama cultural y social basado en la
convivencia y en el reconocimiento de se-
ñas de identidad comunes. Vlado Skafar
entiende que “Sarajevo es una ciudad mul-
tiétnica, la capital espiritual de la ex-Yugoslavia, y ha lle-
vado mucho tiempo volver a hablar de reconstruir entre to-
dos”. Purivatra desvela los distintos objetivos en los que
se trabaja en el Festival: “Lo primero fue la guerra. Había
muchísimos problemas para establecer un primer contac-
to. Pero ese primer contacto se hizo y ahora sólo miramos
hacia adelante. Y en ese sentido nuestra política quiere
mantenerse a tres niveles. Uno, cómo podemos comuni-
car, ya que para el arte y la cultura es muy importante ha-
blar globalmente. Dos, el aspecto regional. Tenemos que
tratar algunos aspectos regionales y pensar cómo podemos
vivir juntos y cómo podemos mejorar esa convivencia. Y
por último, la importancia dentro del arte de comunicar
con el resto del mundo manteniendo a la vez aspectos lo-
cales. Nos gustaría observar trabajos presentados o inicia-
dos aquí en los que las sociedades locales puedan mante-
ner sus rasgos específicos, a la vez que se comunica re-
gional y globalmente”.
Así pues, si Vlado Skafar se refiere a los orígenes del
Festival como “la primera manifestación del espíritu hu-
mano contra la guerra”, su continuación parece referirse a
la gran manifestación del impulso creativo ante las adver-
sidades, que por suerte han dejado de ser las de un conflic-
to bélico para ser las propias de una industria con el gran
propósito de recuperar el hueco que le corresponde y le-
vantarse de los golpes recibidos. Como recuerda Mike
Leigh, en Sarajevo por suerte “el cine ha pasado a ser el
gran tema de encuentro internacional”. Pero la importancia
de un evento como éste, enmarcado en un enclave de tan
dramáticas peculiaridades, reside en su capacidad para
transformar también los aspectos más enconados de su te-
jido social. Purivatra enfatiza para finalizar que “el hecho
de que hasta nuestros ministros reconozcan la importancia
de la cultura como medio de comunicación entre la gente y
las distintas culturas es de gran relevancia para la región.
Se trata de una de las formas más influyentes de sacar al-
gunos temas y discutirlos, y ser capaces de comunicarnos
entre distinta gente, pueblos, países. El cine es una herra-
mienta enormemente poderosa para este propósito”.❑
*Alejandro Pedregal es profesor de cine y sonido en la Academia de Bellas
Artes de Helsinki y acudió a la Décima Edición del Festival de Cine
de Sarajevo.
Información y debate ● PUEBLOS ● Diciembre ● 2004 ● 65
Cultura Poesía
Cultura
●

Hoy descubro
que somos cada día más islas,
más tierra encadenada al suelo.

Por ello imploramos.

Para poder hablar a alguien al oído,
para reencontrarnos en los campos,
hablando.

Hablando descubrimos que somos mucho y poco,

el deleite de lo común,
la tragedia de la realidad adinerada.

Necesitamos escucharnos.
Aguantar la presión y explotar.
Explotar en los oídos de quienes saben amar.
Cuando lloremos por lo que no somos,
cuando volvamos a sincerarnos con nuestro orgullo,
cuando la gran bomba atómica llegue
a nuestros corazones,
volveremos a sentir
la piel de gallina,
la sal por nuestras mejillas,
el escozor en nuestros ojos.

Entonces hablaremos con un grito ensordecedor,

charlaremos alrededor de la mesa y del vino,
sobre los sueños, las drogas y los placeres prohibidos.

Necesitamos reencontrarnos.
Tenemos que ser algo más que islas.

¿Cómo podemos sentir esta pena que nos asola,

nos oprime y nos obliga a buscar,
a agotarnos,
a acogernos a los brazos impopulares de las putas,
a sentir envidia
de los que dicen ser felices?

Nadie puede ver

que hay todo un mundo para luchar.
Eso es lo que nos queda.
Nuestra arma oral y precisa,
nuestra antorcha cada día más grande,
nuestro susurro al oído,
nuestra soledad inmune,
nuestro orgullo levantado,
nuestro relinche de furia,
nuestro verbo humano.
Gonzalo Linares

66 ● 2004 ● Diciembre ● PUEBLOS ● Información y debate