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ELECTRÓNICA Y
REGISTRO
ELECTRÓNICO
MÓDULO 1. LA ADMINISTRACIÓN
ELECTRÓNICA EN SU RELACIÓN
CON LOS CIUDADANOS
INDICE
La esfera jurídica de derechos de los ciudadanos, frente a la actuación de las Administraciones Públicas, se
encuentra protegida a través de una serie de instrumentos tanto de carácter reactivo, entre los que
destaca el sistema de recursos administrativos o el control realizado por jueces y tribunales, como
preventivo, a través del procedimiento administrativo, que es la expresión clara de que la Administración
Pública actúa con sometimiento pleno a la Ley y al Derecho, como reza el artículo 103 de la Constitución.
El informe elaborado por la Comisión para la Reforma de las Administraciones Públicas en junio de 2013
parte del convencimiento de que una economía competitiva exige unas Administraciones Públicas
eficientes, transparentes y ágiles.
En esta misma línea, el Programa nacional de reformas de España para 2014 recoge expresamente la
aprobación de nuevas leyes administrativas como una de las medidas a impulsar para racionalizar la
actuación de las instituciones y entidades del poder ejecutivo, mejorar la eficiencia en el uso de los
recursos públicos y aumentar su productividad.
Los defectos que tradicionalmente se han venido atribuyendo a las Administraciones españolas obedecen a
varias causas, pero el ordenamiento vigente no es ajeno a ellas, puesto que el marco normativo en el que
se ha desenvuelto la actuación pública ha propiciado la aparición de duplicidades e ineficiencias, con
procedimientos administrativos demasiado complejos que, en ocasiones, han generado problemas de
inseguridad jurídica.
Si bien la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, ya fue consciente del impacto de las nuevas tecnologías en las
relaciones administrativas, fue la Ley 11/2007, de 22 de junio, de acceso electrónico de los ciudadanos a los
Servicios Públicos, la que les dio carta de naturaleza legal, al establecer el derecho de los ciudadanos a
relacionarse electrónicamente con las Administraciones Públicas, así como la obligación de éstas de
dotarse de los medios y sistemas necesarios para que ese derecho pudiera ejercerse.
Sin embargo, en el entorno actual, la tramitación electrónica no puede ser todavía una forma especial de
gestión de los procedimientos sino que debe constituir la actuación habitual de las Administraciones.
Porque una Administración sin papel basada en un funcionamiento íntegramente electrónico no sólo sirve
mejor a los principios de eficacia y eficiencia, al ahorrar costes a ciudadanos y empresas, sino que también
refuerza las garantías de los interesados.
Para superar estas deficiencias es necesaria una reforma integral y estructural que permita ordenar y
clarificar cómo se organizan y relacionan las Administraciones tanto externamente, con los ciudadanos y
En coherencia con este contexto, se propone una reforma del ordenamiento jurídico público articulada en
dos ejes fundamentales:
Para ello se impulsan simultáneamente dos nuevas leyes que constituirán los pilares sobre los que se
asentará el Derecho Administrativo español:
La primera, Ley 39/2015, de 2 de octubre de 2015, del Procedimiento Administrativo Común de las
Administraciones Públicas, constituye el primero de estos dos ejes, al establecer una regulación completa
y sistemática de las relaciones ad extra entre las Administraciones y los administrados, tanto en lo
referente al ejercicio de la potestad de autotutela y en cuya virtud se dictan actos administrativos que
inciden directamente en la esfera jurídica de los interesados, como en lo relativo al ejercicio de la potestad
reglamentaria y la iniciativa legislativa.
La segunda, Ley 40/2015, de 2 de octubre de 2015, de Régimen Jurídico del Sector Público, para las
relaciones ad intra, es decir, las relaciones entre las Administraciones Públicas.
“el uso del medio electrónico tiene que constituir el medio habitual en las relaciones de las
Administraciones con los ciudadanos y de aquellas entre sí.”
De otra parte, la Ley 39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo Común de las
Administraciones Públicas junto con la Ley 40/2015, de 1 de octubre, de Régimen Jurídico del Sector
Público, contemplan que:
“la tramitación electrónica debe constituir la actuación habitual de las Administraciones Públicas,
para servir mejor a los principios de eficacia, eficiencia, al ahorro de costes, a las obligaciones de
transparencia y a las garantías de los ciudadanos.”
Como descripción de los contenidos, decimos que la ley 39/2015, de 1 de octubre, se refiere, entre otras, a
cuestiones tales como:
el archivo de documentos.
“la tramitación electrónica debe constituir la actuación habitual de las Administraciones Públicas.”
la sede electrónica
la obligación de que las Administraciones Públicas se relacionen entre sí por medios electrónicos
la gestión compartida de los servicios comunes que incluye los sistemas de información y
comunicaciones, la aplicación del Esquema Nacional de Interoperabilidad y del Esquema Nacional
de Seguridad, (modificado por el RD 951/2015, de 23 de octubre
Del mismo modo, el art. 14 de la Ley 39/15, del Procedimiento Administrativo Común de las
Administraciones Públicas, establece:
“Las personas físicas podrán elegir en todo momento si se comunican con las Administraciones
Públicas para el ejercicio de sus derechos y obligaciones a través de medios electrónicos o no, salvo
que estén obligadas a relacionarse a través de medios electrónicos con las Administraciones
Públicas.”
“El medio elegido por la persona para comunicarse con las Administraciones Públicas podrá ser
modificado por aquella en cualquier momento.”
“En todo caso, estarán obligados a relacionarse a través de medios electrónicos con las
Administraciones Públicas para la realización de cualquier trámite de un procedimiento
administrativo, al menos, los siguientes sujetos:
a) Las personas jurídicas.
b) Las entidades sin personalidad jurídica.
c) Quienes ejerzan una actividad profesional para la que se requiera colegiación obligatoria, para los
trámites y actuaciones que realicen con las Administraciones Públicas en ejercicio de dicha actividad
profesional.
La entrada en vigor de estas dos nuevas Leyes, conlleva la derogación, a fecha 2 de octubre de 2016, de la
normativa relacionada con la administración electrónica:
1) Ley 11/2007, de 22 de junio, de acceso electrónico de los ciudadanos a los Servicios Públicos (norma
derogada, con efectos de 2 de octubre de 2016)
2) Determinados preceptos del Real Decreto 1671/2009, de 6 de noviembre, por el que se desarrolla
parcialmente la Ley 11/2007, de 22 de junio
Los términos que deberemos conocer para gestionar la administración electrónica son:
- el certificado electrónico
- el soporte
- el lector
La Ley 11/2007, de 22 de junio, de acceso electrónico de los ciudadanos a los servicios públicos, marca un
hito trascendental en la construcción de la Administración pública de la sociedad de la información en
España.
La Ley 11/2007, de 22 de junio, impulsa una nueva concepción al construir su regulación sobre la base del
derecho de los ciudadanos a utilizar los medios de comunicación electrónica para relacionarse con la
Administración y ejercer sus derechos.
Este singular punto de partida que pone al ciudadano y sus derechos en la base de todo, no sólo significa
la imposición de un compromiso jurídico de incorporar las tecnologías de la información a la totalidad de
las funciones administrativas.
También, implica la consideración del ciudadano como portador de derechos de prestación que la
Administración debe satisfacer de forma efectiva.
Por ello, la ley estableció un elenco de derechos específicamente relacionados con la comunicación
electrónica con la Administración y con su estatuto de ciudadano:
una efectiva igualdad entre géneros y respecto de otros colectivos con necesidades especiales y
entre territorios
El cumplimiento de los objetivos legales establecidos por la Ley 11/2007, de 22 de junio, y de los plazos
previstos para su efectividad, justifican la necesidad de desarrollo de sus previsiones, en la medida que:
a) La Ley 11/2007, de 22 de junio, no agotó la regulación del acceso electrónico a los servicios públicos
como consecuencia de los criterios de distribución de competencias y su incidencia en las competencias de
autoorganización que corresponde al resto de las Administraciones públicas.
b) Por otro lado, por su carácter trasversal, esta regulación presupone operaciones de adaptación a los
distintos procedimientos y actividades.
El cumplimiento de esta necesidad solo puede lograrse mediante la previsión de un sistema de regulación
caracterizado por la concurrencia de diferentes niveles normativos y la colaboración entre ellos para
componer un marco general, objetivo, estable y predecible compatible con la adaptación funcional y con
el estado del desarrollo tecnológico en esta materia.
El presente real decreto pretende ser ese complemento necesario en la Administración General del Estado
para facilitar la efectiva realización de los derechos reconocidos en la Ley 11/2007, de 22 de junio.
Este real decreto se ha construido sobre la base de los siguientes principios estratégicos:
a) En primer lugar, procurar la más plena realización de los derechos reconocidos en la Ley 11/2007, de 22
de junio, facilitándolos en la medida que lo permite el estado de la técnica, y la garantía de que no
resultan afectados otros bienes constitucionalmente protegidos, como pueden ser la protección de datos,
los derechos de acceso a la información administrativa o la preservación de intereses de terceros.
b) En segundo lugar, establecer un marco lo más flexible posible en la implantación de los medios de
comunicación, cuidando los niveles de seguridad y protección de derechos e intereses previstos tanto en la
propia Ley 11/2007, de 22 de junio, como en la legislación administrativa en general.
en primer lugar, evitar que la nueva regulación imponga una renovación tal en las soluciones de
comunicación con los ciudadanos que impida la pervivencia de técnicas existentes y de gran
arraigo
y en tercer lugar, impedir que la opción rígida por determinadas soluciones dificulte para el
futuro la incorporación de nuevas soluciones y servicios
No obstante, la realización de estos objetivos requiere de otros dos instrumentos de carácter técnico y
complementario:
el Esquema Nacional de Seguridad que deberá establecer los criterios y niveles de seguridad
necesarios para los procesos de tratamiento de la información que prevé el propio real decreto.
A estos efectos, se regula la forma y los efectos del ejercicio del derecho por parte de los ciudadanos, se
contemplan los distintos supuestos que se pueden dar en cuanto a la obtención de los datos o
documentos, se establecen plazos obligatorios para atender dichos requerimientos, así como el deber de
informar sobre la demora en su cumplimiento para que el interesado pueda suplir la falta de actividad del
órgano o entidad requerida, sin perjuicio de exigir las responsabilidades que, en su caso, procedan.
Un elemento clave en la comunicación jurídica con los ciudadanos en soporte electrónico es el concepto
de sede electrónica.
En este punto el real decreto pretende reforzar la fiabilidad de estos puntos de encuentro mediante tres
tipos de medidas:
3) imponer un régimen común de creación de forma que se evite la desorientación que para el
ciudadano podría significar una excesiva dispersión de tales direcciones.
Este régimen de la sede, que debe resultar compatible con la descentralización necesaria derivada de la
actual complejidad de fines y actividades asumidas por la Administración, resulta, sin embargo, compatible
con la creación de un punto de acceso común a toda la Administración, puerta de entrada general del
ciudadano a la Administración, en la que éste podrá presentar sus comunicaciones electrónicas generales o
encontrar la información necesaria para acudir a las sedes electrónicas en las que iniciar o participar en
los procedimientos que por ser tramitados en soporte electrónico, requieren el acceso a aplicaciones o
formularios concretos.
Asimismo se ha previsto un régimen específico que facilita la actuación en nombre de terceros a través de
dos mecanismos fundamentales: por un lado, la figura de las habilitaciones generales y especiales,
pensadas fundamentalmente para el desempeño continuado y profesional de actividades de gestión y
representación ante los servicios de la Administración, así como un registro voluntario de representantes,
también pensado con la finalidad de facilitar el ejercicio de la función de representación, estableciendo un
mecanismo de acreditación en línea del título previamente aportado a dicho registro.
El real decreto específica igualmente las previsiones contenidas en la ley, en cuanto a la posibilidad de que
los funcionarios públicos habilitados al efecto puedan realizar determinas operaciones por medios
electrónicos usando sus propios sistemas de identificación y autenticación en aquellos casos en que los
ciudadanos no dispongan de medios propios.
Por último se incorporan unas previsiones destinadas a garantizar la interoperabilidad y efectividad del
sistema de la ley entre las que se incluye un reconocimiento expreso a las políticas de firma que serán los
instrumentos encargados de especificar las soluciones técnicas y de organización necesarias para la plena
operatividad de los derechos reconocidos en la ley, un sistema nacional de verificación de certificados
dispuesto para simplificar y agilizar las operaciones de comprobación de la vigencia de los certificados.
En materia de registros electrónicos se han desarrollado las previsiones de la ley con la importante
novedad de la creación de un registro electrónico común que posibilitará a los ciudadanos la presentación
de comunicaciones electrónicas para cualquier procedimiento y órganos de los integrados en la
Administración General del Estado y sus organismos públicos dependientes o vinculados.
Esta misma línea de desarrollo indispensable de las previsiones de la ley se ha seguido en relación con las
comunicaciones y notificaciones electrónicas, estableciendo las garantías necesarias para que las
facilidades incluidas en la Ley 11/2007, de 22 de junio, no se conviertan en una desventaja para los
intereses de los ciudadanos así como del interés general.
Por último, uno de los puntos esenciales de la disciplina de la ley es la regulación de la gestión de la
información electrónica aportada por los particulares, previéndose las condiciones mínimas para que su
utilización no afecte al desarrollo de las funciones administrativas.
Asimismo, el real decreto, al regular los procesos de destrucción de documentos en papel que son objeto
de copiado electrónico, establece un sistema reforzado de garantías con particular atención a la
conservación de los documentos con valor histórico.
El presente real decreto tiene por objeto desarrollar la Ley 11/2007, de 22 de junio, de acceso electrónico
de los ciudadanos a los servicios públicos en el ámbito de la Administración General del Estado y los
organismos públicos vinculados o dependientes de ésta, en lo relativo a:
transmisión de datos
sedes electrónicas
identificación y autenticación
registros electrónicos
a) A la actividad de la Administración General del Estado, así como de los organismos públicos
vinculados o dependientes de la misma.
Cuando los ciudadanos ejerzan el derecho a no aportar datos y documentos que obren en poder de las
Administraciones Públicas, establecido en el artículo 6.2.b) de la Ley 11/2007, de 22 de junio, ante los
órganos administrativos incluidos en el ámbito de aplicación del artículo 1 de este real decreto, se
seguirán las siguientes reglas:
En todo caso, los interesados serán informados expresamente de que el ejercicio del derecho implica su
consentimiento, en los términos establecidos por el artículo 6. 2b) de la Ley 11/2007, de 22 de junio, para
que el órgano y organismo ante el que se ejercita pueda recabar los datos o documentos respecto de los
que se ejercita el derecho de los órganos u organismos en que los mismos se encuentren.
El derecho se ejercitará de forma específica e individualizada para cada procedimiento concreto, sin que el
ejercicio del derecho ante un órgano u organismo implique un consentimiento general referido a todos los
procedimientos que aquel tramite en relación con el interesado.
b) En cualquier momento, los interesados podrán aportar los datos o documentos o certificados
necesarios, así como revocar su consentimiento para el acceso a datos de carácter personal.
En todo caso, quedará constancia en los ficheros del órgano u organismo cedente del acceso a los datos o
documentos efectuado por el órgano u organismo cesionario.
d) Cuando el órgano administrativo encargado de la tramitación del procedimiento no tenga acceso a los
datos, documentos o certificados necesarios, los pedirá al órgano administrativo correspondiente.
Si se tratara de un órgano administrativo incluido en el ámbito de aplicación del artículo 1.2.a), deberá
ceder por medios electrónicos los datos, documentos y certificados que sean necesarios en el plazo
máximo que establezca la normativa específica, que no podrá exceder de diez días.
Dicho plazo máximo será igualmente aplicable si no está fijado en la normativa específica.
En este caso, el interesado podrá formular queja conforme con lo previsto en el Real Decreto 951/2005, de
29 de julio, por el que se establece el marco general para la mejora de la calidad en la Administración
General del Estado.
f) Los órganos u organismos ante los que se ejercite el derecho conservarán la documentación acreditativa
del efectivo ejercicio del derecho incorporándola al expediente en que el mismo se ejerció. Dicha
documentación estará a disposición del órgano cedente y de las autoridades a las que en su caso
corresponda la supervisión y control de la legalidad de las cesiones producidas.
Los órganos de la Administración General del Estado y los organismos públicos vinculados o dependientes
de la misma crearán sus sedes electrónicas, de acuerdo con los requisitos establecidos en el presente real
decreto.
Las sedes electrónicas se crearán mediante orden del Ministro correspondiente o resolución del titular del
organismo público, que deberá publicarse en el «Boletín Oficial del Estado», con el siguiente contenido
mínimo:
a) Ámbito de aplicación de la sede, que podrá ser la totalidad del Ministerio u organismo público, o uno o
varios de sus órganos con rango, al menos, de dirección general.
c) Identificación de su titular, así como del órgano u órganos encargados de la gestión y de los servicios
puestos a disposición de los ciudadanos en la misma.
d) Identificación de los canales de acceso a los servicios disponibles en la sede, con expresión, en su caso,
de los teléfonos y oficinas a través de los cuales también puede accederse a los mismos.
f) Cualquier otra circunstancia que se considere conveniente para la correcta identificación de la sede y su
fiabilidad.
También se podrán crear sedes compartidas mediante orden del Ministro de la Presidencia a propuesta de
los Ministros interesados, cuando afecte a varios Departamentos ministeriales, o mediante convenio de
colaboración cuando afecte a organismos públicos o cuando intervengan Administraciones
autonómicas o locales, que deberá publicarse en el «Boletín Oficial del Estado».
Se realizarán a través de sedes electrónicas todas las actuaciones, procedimientos y servicios que requieran
la autenticación de la Administración Pública o de los ciudadanos por medios electrónicos.
Se podrán crear una o varias sedes electrónicas derivadas de una sede electrónica.
Las sedes electrónicas derivadas, o subsedes, deberán resultar accesibles desde la dirección electrónica de
la sede principal, sin perjuicio de que sea posible el acceso electrónico directo.
Las sedes electrónicas derivadas deberán cumplir los mismos requisitos que las sedes electrónicas
principales, salvo en lo relativo a la publicación de la orden o resolución por la que se crea, que se
realizará a través de la sede de la que dependan.
Su ámbito de aplicación comprenderá órgano u órganos con rango, al menos, de subdirección general.
Las direcciones electrónicas de la Administración General del Estado y de los organismos públicos
vinculados o dependientes de la misma que tengan la condición de sedes electrónicas deberán hacerlo
constar de forma visible e inequívoca.
Las condiciones de identificación de las sedes electrónicas y de seguridad de sus comunicaciones se regirán
por lo dispuesto en el título tercero del presente real decreto, y en el título VIII del Reglamento de
desarrollo de la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal,
aprobado por Real Decreto 1720/2007, de 21 de diciembre.
Los sistemas de información que soporten las sedes electrónicas deberán garantizar la confidencialidad,
disponibilidad e integridad de las informaciones que manejan.
a) Identificación de la sede, así como del órgano u órganos titulares y de los responsables de la gestión y
de los servicios puestos a disposición en la misma y, en su caso, de las subsedes de ella derivadas.
b) Información necesaria para la correcta utilización de la sede incluyendo el mapa de la sede electrónica
o información equivalente, con especificación de la estructura de navegación y las distintas secciones
disponibles, así como la relacionada con propiedad intelectual.
d) Sistema de verificación de los certificados de la sede, que estará accesible de forma directa y gratuita.
e) Relación de sistemas de firma electrónica que, conforme a lo previsto en este real decreto, sean
admitidos o utilizados en la sede.
f) (Derogada)
g) Información relacionada con la protección de datos de carácter personal, incluyendo un enlace con la
sede electrónica de la Agencia Española de Protección de Datos.
Las sedes electrónicas dispondrán de los siguientes servicios a disposición de los ciudadanos:
b) Relación de los medios electrónicos a los que se refiere el artículo 27.4 de la Ley 11/2007, de 22 de
junio.
c) Enlace para la formulación de sugerencias y quejas ante los órganos que en cada caso resulten
competentes.
g) Verificación de los sellos electrónicos de los órganos u organismos públicos que abarque la sede.
i) Indicación de la fecha y hora oficial a los efectos previstos en el artículo 26.1 de la Ley 11/2007, de 22
de junio.
Los órganos titulares responsables de la sede podrán además incluir en la misma otros servicios o
contenidos, con sujeción a lo previsto en el artículo 10 de la Ley 11/2007, de 22 de junio, y en este real
decreto.
No será necesario recoger en las subsedes la información y los servicios a que se refieren los apartados
anteriores cuando ya figuren en la sede de la que aquéllas derivan.
Las sedes electrónicas cuyo titular tenga competencia sobre territorios con régimen de cooficialidad
lingüística posibilitarán el acceso a sus contenidos y servicios en las lenguas correspondientes.
El titular de la sede electrónica que contenga un enlace o vínculo a otra cuya responsabilidad corresponda
a distinto órgano o Administración Pública no será responsable de la integridad, veracidad ni
actualización de esta última.
La sede establecerá los medios necesarios para que el ciudadano conozca si la información o servicio al
que accede corresponde a la propia sede o a un punto de acceso que no tiene el carácter de sede o a un
tercero.
Los órganos u organismos públicos titulares de las sedes electrónicas compartidas previstas en el presente
real decreto, responderán, en todo caso, por sus contenidos propios y solidariamente por los contenidos
comunes.
En dicho directorio se publicarán las sedes con expresión de su denominación, ámbito de aplicación, titular
y la dirección electrónica de las mismas.
El Punto de acceso general de la Administración General del Estado contendrá la sede electrónica que, en
este ámbito, facilita el acceso a los servicios, procedimientos e informaciones accesibles de la
Administración General del Estado y de los organismos públicos vinculados o dependientes de la misma.
El acceso se organizará atendiendo a distintos criterios que permitan a los ciudadanos identificar de forma
fácil e intuitiva los servicios a los que deseen acceder.
El Punto de acceso general será gestionado por el Ministerio de la Presidencia, con la participación de
todos los Ministerios y, en su caso, de los organismos públicos dotados por la ley de un régimen especial
de independencia, para garantizar la completa y exacta incorporación de la información y accesos
publicados en éste.
El Punto de acceso general podrá incluir servicios adicionales, así como distribuir la información sobre el
acceso electrónico a los servicios públicos de manera que pueda ser utilizada por otros departamentos
ministeriales, Administraciones o por el sector privado.
La admisión de otros sistemas de firma electrónica a la que se refiere el artículo 13.2.c) de la Ley 11/2007,
de 22 de junio, deberán aprobarse mediante orden ministerial, o resolución del titular en el caso de los
organismos públicos, previo informe del Consejo Superior de Administración Electrónica.
Cuando el sistema se refiera a la totalidad de la Administración General del Estado, se requerirá acuerdo
del Consejo de Ministros a propuesta de los Ministerios de la Presidencia y de Industria, Turismo y
Comercio, previo informe del Consejo Superior de Administración Electrónica.
El uso por los ciudadanos de sistemas de firma electrónica implicará que los órganos de la Administración
General del Estado u organismos públicos vinculados o dependientes, pueden tratar los datos personales
consignados, a los efectos de la verificación de la firma.
Registro electrónico de apoderamientos para actuar ante la Administración General del Estado y sus
organismos públicos vinculados o dependientes. (Derogado)
DEPENDIENTES DE AQUELLA.
Las sedes electrónicas se identificarán mediante sistemas de firma electrónica basados en certificados de
dispositivo seguro o medio equivalente.
Con carácter adicional y para su identificación inmediata, los ciudadanos dispondrán de la información
general obligatoria que debe constar en las mismas de acuerdo con lo establecido en el presente real
decreto.
Para facilitar su identificación, las sedes electrónicas seguirán las disposiciones generales que se
establezcan para la imagen institucional de la Administración General del Estado y su dirección electrónica
incluirá el nombre de dominio de tercer nivel «.gob.es».
Los certificados electrónicos de sede electrónica tendrán, al menos, los siguientes contenidos:
El uso de los certificados de sede electrónica está limitado a la identificación de la sede, quedando
excluida su aplicación para la firma electrónica de documentos y trámites.
a) Organismo u órgano titular del sello que será el responsable de su utilización, con indicación de su
adscripción en la Administración General del Estado u organismo público dependiente de la misma.
El modo de emitir los certificados electrónicos de sello electrónico se definirá en el Esquema Nacional de
Seguridad.
La Administración General del Estado y sus organismos públicos vinculados o dependientes podrán utilizar
sistemas de código seguro de verificación de documentos en el desarrollo de actuaciones automatizadas.
Dicho código vinculará al órgano u organismo y, en su caso, a la persona firmante del documento,
permitiéndose en todo caso la comprobación de la integridad del documento mediante el acceso a la sede
electrónica correspondiente.
La aplicación de este sistema requerirá una orden del Ministro competente o resolución del titular del
organismo público, previo informe del Consejo Superior de Administración Electrónica, que se publicará en
la sede electrónica correspondiente.
Dicha orden o resolución del titular del organismo público, además de describir el funcionamiento
del sistema, deberá contener de forma inequívoca:
e) Sede electrónica a la que pueden acceder los interesados para la verificación del contenido de la
actuación o documento.
f) Plazo de disponibilidad del sistema de verificación respecto a los documentos autorizados mediante
este sistema.
El acceso a los documentos originales se realizará de acuerdo con las condiciones y límites que
establece la legislación de protección de datos personales u otra legislación específica, así como el
régimen general de acceso a la información administrativa establecido en el artículo 37 de la Ley 30/1992,
de 26 de noviembre.
Se adoptarán las medidas necesarias para garantizar la constancia de la autenticación e integridad de los
documentos con posterioridad al vencimiento del plazo de disponibilidad del sistema de verificación, a los
efectos de su posterior archivo.
b) Firma basada en certificado de empleado público al servicio de la Administración General del Estado
expresamente admitidos con esta finalidad.
c) Sistemas de código seguro de verificación, en cuyo caso se aplicará, con las adaptaciones
correspondientes, lo dispuesto en el artículo 20.
Los sistemas de firma electrónica basados en certificados facilitados específicamente a sus empleados por
la Administración General del Estado o sus organismos públicos vinculados o dependientes sólo podrán ser
utilizados en el desempeño de las funciones propias del puesto que ocupen o para relacionarse con las
Administraciones públicas cuando éstas lo admitan.
La firma electrónica regulada en el presente artículo deberá cumplir con las garantías que se establezcan
en las políticas de firma que sean aplicables.
c) Número del documento nacional de identidad o número de identificación de extranjero del titular
del certificado.
e) Número de identificación fiscal del órgano u organismo público en el que presta sus servicios el
titular del certificado.
Los contenidos especificados en el apartado anterior no serán exigibles para los certificados que se utilicen
en aquellas actuaciones que realizadas por medios electrónicos afecten a información clasificada, a la
seguridad pública o a la defensa nacional o a otras actuaciones, en las que esté legalmente justificado el
anonimato para su realización.
En estos casos, los prestadores de servicios de certificación podrán consignar en el certificado electrónico,
a petición de la Administración solicitante, un seudónimo.
Tendrán idéntico uso, capacidad y funcionalidad que el certificado electrónico de empleado público
y al menos, el siguiente contenido:
b) Seudónimo del titular del certificado, consistente en su número de identificación profesional u otro
indicador proporcionado por la Administración correspondiente.
d) Número de identificación fiscal del órgano u organismo público en el que presta sus servicios el
titular del certificado.
Los órganos judiciales y otros órganos y personas legitimadas podrán solicitar que se les revele la identidad
de los firmantes con certificado electrónico de empleado público con seudónimo, en los casos previstos en
el artículo 11.2 de la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter
Personal.
En ese caso, el prestador de servicios de certificación actuará de conformidad con lo previsto en la Ley
59/2003, de 19 de diciembre.
Los prestadores de servicios de certificación admitidos deberán cumplir las obligaciones de la Ley 59/2003,
de 19 de diciembre, de firma electrónica, así como las condiciones generales adicionales a que se refiere el
apartado 3.
Los prestadores de servicios de certificación deberán facilitar a las plataformas públicas de validación que
se establezcan conforme a lo previsto en este real decreto, acceso electrónico y gratuito para la
Las condiciones generales adicionales a que se refiere el artículo 4.3 de la Ley 59/2003, de 19 de diciembre,
se aprobarán mediante real decreto aprobado por el Consejo de Ministros a propuesta conjunta de los
Ministerios de la Presidencia y de Industria, Turismo y Comercio, previo informe del Consejo Superior de
Administración Electrónica.
Sin perjuicio de lo dispuesto, la política de firma electrónica y certificados deberá contener en todo
caso:
a) Los requisitos de las firmas electrónicas presentadas ante los órganos de la Administración General
del Estado y de sus organismos públicos.
Mediante resolución del Secretario de Estado para la Función Pública se publicará en el «Boletín Oficial del
Estado» el acuerdo de aprobación de la política de firma electrónica y certificados extractado, y de forma
íntegra en la sede del Punto de acceso general de la Administración General del Estado.
El Ministerio de la Presidencia gestionará una plataforma de verificación del estado de revocación de los
certificados admitidos en el ámbito de la Administración General del Estado y de los organismos públicos
dependientes o vinculados a ella, de acuerdo con lo previsto en el artículo 21.3 de la Ley 11/2007, de 22
de junio.
Esta plataforma permitirá verificar el estado de revocación y el contenido de los certificados y prestará el
servicio de forma libre y gratuita a todas las Administraciones públicas, españolas o europeas.
En el ámbito de sus competencias, los departamentos ministeriales y organismos públicos podrán disponer
de sus propias plataformas de verificación del estado de revocación de los certificados.
Para mejorar la calidad, robustez y disponibilidad de los servicios de verificación que se ofrecen a todas las
Administraciones públicas, se creará el sistema nacional de verificación de certificados compuesto por la
Plataforma referida en el apartado uno y aquellas otras que, cumpliendo con lo especificado en el
apartado cuatro, se adhieran al mismo.
a) Deberán poder obtener y procesar de forma automática las listas de certificados admitidos expedidas de
acuerdo con lo establecido en este real decreto y cumplirán con las particularidades que se establezcan en
la política de firma y certificados electrónicos que sea de aplicación.
b) Deberán resultar accesibles y prestar sus servicios prioritariamente a través de la red de comunicaciones
de las Administraciones Públicas españolas, en las condiciones de seguridad y disponibilidad adecuadas al
volumen y la criticidad de los servicios que las usen, pudiendo no obstante contar, como respaldo, con
otras vías de acceso.
e) Dispondrán de una declaración de prácticas de validación en la que se detallarán las obligaciones que se
comprometen a cumplir en relación con los servicios de verificación. La declaración estará disponible al
público por vía electrónica y con carácter gratuito.
f) Deberán habilitar los mecanismos y protocolos de llamada y de sincronización que sean necesarios para
crear el sistema nacional de verificación de certificados y acceder a los servicios universales de validación
que ofrezca la plataforma operada por el Ministerio de la Presidencia; basarán su operatividad en las
directrices definidas en la política de firma y certificados electrónicos en el ámbito de la Administración
General del Estado.
19. SOLICITUDES, ESCRITOS Y COMUNICACIONES QUE PUEDEN SER RECHAZADOS EN LOS REGISTROS
ELECTRÓNICOS.
Los registros electrónicos podrán rechazar los documentos electrónicos que se les presenten, en las
siguientes circunstancias:
a) (Derogada)
d) (Derogada)
En los casos previstos en el apartado anterior, se informará de ello al remitente del documento, con
indicación de los motivos del rechazo así como, cuando ello fuera posible, de los medios de subsanación de
tales deficiencias y dirección en la que pueda presentarse.
Cuando el interesado lo solicite se remitirá justificación del intento de presentación, que incluirá las
circunstancias de su rechazo.
La interrupción deberá anunciarse a los potenciales usuarios del registro electrónico con la antelación que,
en cada caso, resulte posible.
a) Copia del escrito, comunicación o solicitud presentada, siendo admisible a estos efectos la reproducción
literal de los datos introducidos en el formulario de presentación.
22. COMUNICACIONES ENTRE LOS ÓRGANOS DE LA ADMINISTRACIÓN GENERAL DEL ESTADO Y SUS
ORGANISMOS PÚBLICOS.
Los órganos de la Administración General del Estado y sus organismos públicos deberán utilizar medios
electrónicos para comunicarse entre ellos.
Sólo con carácter excepcional se podrán utilizar otros medios de comunicación cuando no sea posible la
utilización de medios electrónicos por causas justificadas de carácter técnico.
Los órganos de la Administración General del Estado y sus organismos públicos deberán utilizar medios
electrónicos para comunicarse con otras Administraciones públicas.
No obstante, se podrán utilizar otros medios de comunicación atendiendo a los medios técnicos de que
éstas dispongan.
Se suscribirán los Convenios necesarios para garantizar las condiciones de dicha comunicación, salvo
cuando dichas condiciones se encuentren reguladas en normas específicas.
Durante la tramitación del procedimiento el interesado podrá requerir al órgano correspondiente que las
notificaciones sucesivas no se practiquen por medios electrónicos, utilizándose los demás medios
admitidos en el artículo 59 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, excepto en los casos en que la
notificación por medios electrónicos tenga carácter obligatorio conforme a lo dispuesto en los artículos
27.6 y 28.1 de la Ley 11/2007, de 22 de junio.
En la solicitud de modificación del medio de notificación preferente deberá indicarse el medio y lugar para
la práctica de las notificaciones posteriores.
El cambio de medio a efectos de las notificaciones se hará efectivo para aquellas notificaciones que se
emitan desde el día siguiente a la recepción de la solicitud de modificación en el registro del órgano u
organismo público actuante.
Serán válidos los sistemas de notificación electrónica a través de dirección electrónica habilitada siempre
que cumplan, al menos, los siguientes requisitos:
a) Acreditar la fecha y hora en que se produce la puesta a disposición del interesado del acto objeto de
notificación.
Bajo responsabilidad del Ministerio de la Presidencia existirá un sistema de dirección electrónica habilitada
para la práctica de estas notificaciones que quedará a disposición de todos los órganos y organismos
públicos vinculados o dependientes de la Administración General del Estado que no establezcan sistemas
de notificación propios.
Los ciudadanos podrán solicitar la apertura de esta dirección electrónica, que tendrá vigencia indefinida,
excepto en los supuestos en que se solicite su revocación por el titular, por fallecimiento de la persona
física o extinción de la personalidad jurídica, que una resolución administrativa o judicial así lo ordene o
por el transcurso de tres años sin que se utilice para la práctica de notificaciones, supuesto en el cual se
inhabilitará ésta dirección electrónica, comunicándose así al interesado.
Respecto del resto de direcciones electrónicas habilitadas dicho régimen se establecerá mediante orden del
titular del Departamento correspondiente.
Para que la comparecencia electrónica produzca los efectos de notificación de acuerdo con la Ley
11/2007, de 22 de junio, se requerirá que reúna las siguientes condiciones:
a) Con carácter previo al acceso a su contenido, el interesado deberá visualizar un aviso del carácter de
notificación de la actuación administrativa que tendrá dicho acceso.
Los documentos electrónicos deberán cumplir los siguientes requisitos para su validez:
c) Disponer de los datos de identificación que permitan su individualización, sin perjuicio de su posible
incorporación a un expediente electrónico.
Los documentos administrativos electrónicos deberán, además de cumplir las anteriores condiciones, haber
sido expedidos y firmados electrónicamente mediante los sistemas de firma previstos en los artículos 18 y
19 de la Ley 11/2007, de 22 de junio, y ajustarse a los requisitos de validez previstos en la Ley 30/1992, de
26 de noviembre.
Se entiende como metadato, a los efectos de este real decreto, cualquier tipo de información en forma
electrónica asociada a los documentos electrónicos, de carácter instrumental e independiente de su
contenido, destinada al conocimiento inmediato y automatizable de alguna de sus características, con la
finalidad de garantizar la disponibilidad, el acceso, la conservación y la interoperabilidad del propio
documento.
Los documentos electrónicos susceptibles de ser integrados en un expediente electrónico, deberán tener
asociados metadatos que permitan su contextualización en el marco del órgano u organismo, la función y
el procedimiento administrativo al que corresponde.
Además, se asociará a los documentos electrónicos la información relativa a la firma del documento así
como la referencia temporal de los mismos, en la forma regulada en el presente real decreto.
La asociación de metadatos a los documentos electrónicos aportados por los ciudadanos o emitidos por la
Administración General del Estado o sus organismos públicos será, en todo caso, realizada por el órgano u
organismo actuante, en la forma que en cada caso se determine.
Los metadatos mínimos obligatorios asociados a los documentos electrónicos, así como la asociación de los
datos de firma o de referencia temporal de los mismos, se especificarán en el Esquema Nacional de
Interoperabilidad.
Una vez asociados los metadatos a un documento electrónico, no podrán ser modificados en
ninguna fase posterior del procedimiento administrativo, con las siguientes excepciones:
b) Cuando se trate de metadatos que requieran actualización, si así lo dispone el Esquema Nacional de
Interoperabilidad. La modificación de los metadatos deberá ser realizada por el órgano competente
conforme a la normativa de organización específica, o de forma automatizada conforme a las normas que
se establezcan al efecto.
Independientemente de los metadatos mínimos obligatorios, los distintos órganos u organismos podrán
asociar a los documentos electrónicos metadatos de carácter complementario, para las necesidades de
Las copias electrónicas generadas que, por ser idénticas al documento electrónico original no comportan
cambio de formato ni de contenido, tendrán la eficacia jurídica de documento electrónico original.
En caso de cambio del formato original, para que una copia electrónica de un documento
electrónico tenga la condición de copia auténtica, deberán cumplirse los siguientes requisitos:
a) Que el documento electrónico original, que debe conservarse en todo caso, se encuentre en poder de la
Administración.
b) Que la copia sea obtenida conforme a las normas de competencia y procedimiento que en cada caso se
aprueben, incluidas las de obtención automatizada.
c) Que incluya su carácter de copia entre los metadatos asociados. d) Que sea autorizada mediante firma
electrónica conforme a los sistemas recogidos en los artículos 18 y 19 de la Ley 11/2007, de 22 de junio.
Se podrán generar copias electrónicas auténticas a partir de otras copias electrónicas auténticas siempre
que se observen los requisitos establecidos en los apartados anteriores.
Los órganos emisores de los documentos administrativos electrónicos o receptores de los documentos
privados electrónicos, o los archivos que reciban los mismos, están obligados a la conservación de los
documentos originales, aunque se hubiere procedido a su copiado conforme a lo establecido en el
presente artículo, sin perjuicio de lo previsto en el artículo 52.
b) El documento electrónico, autenticado con la firma electrónica del órgano u organismo destinatario,
resultado de integrar el contenido variable firmado y remitido por el ciudadano en el formulario
correspondiente empleado en la presentación.
Las copias electrónicas de los documentos en soporte papel o en otro soporte susceptible de digitalización
realizadas por la Administración General del Estado y sus organismos públicos vinculados o dependientes,
ya se trate de documentos emitidos por la Administración o documentos privados aportados por los
ciudadanos, se realizarán de acuerdo con lo regulado en el presente artículo.
A los efectos de lo regulado en este real decreto, se define como «imagen electrónica» el resultado de
aplicar un proceso de digitalización a un documento en soporte papel o en otro soporte que permita la
obtención fiel de dicha imagen.
Cuando sean realizadas por la Administración, las imágenes electrónicas tendrán la naturaleza de
copias electrónicas auténticas, con el alcance y efectos previstos en la Ley 30/1992, de 26 de
noviembre, siempre que se cumplan los siguientes requisitos:
b) Que la copia electrónica sea autorizada mediante firma electrónica utilizando los sistemas recogidos en
los artículos 18 y 19 de la Ley 11/2007, de 22 de junio.
c) Que las imágenes electrónicas estén codificadas conforme a alguno de los formatos y con los niveles de
calidad y condiciones técnicas especificados en el Esquema Nacional de Interoperabilidad.
d) Que la copia electrónica incluya su carácter de copia entre los metadatos asociados.
e) Que la copia sea obtenida conforme a las normas de competencia y procedimiento que en cada caso se
aprueben, incluidas las de obtención automatizada.
No será necesaria la intervención del órgano administrativo depositario del documento administrativo
original para la obtención de copias electrónicas auténticas, cuando las imágenes electrónicas sean
obtenidas a partir de copias auténticas en papel emitidas cumpliendo los requisitos del artículo 46 de la
Ley 30/1992, de 26 de noviembre.
30. COPIAS EN PAPEL DE LOS DOCUMENTOS PÚBLICOS ADMINISTRATIVOS ELECTRÓNICOS REALIZADAS POR LA
ADMINISTRACIÓN GENERAL DEL ESTADO Y SUS ORGANISMOS PÚBLICOS VINCULADOS O DEPENDIENTE.
Para que las copias emitidas en papel de los documentos públicos administrativos electrónicos
tengan la consideración de copias auténticas deberán cumplirse los siguientes requisitos:
a) Que el documento electrónico copiado sea un documento original o una copia electrónica auténtica del
documento electrónico o en soporte papel original, emitidos conforme a lo previsto en el presente real
decreto.
c) Que la copia sea obtenida conforme a las normas de competencia y procedimiento, que en cada caso se
aprueben, incluidas las de obtención automatizada.
Los documentos originales y las copias auténticas en papel o cualquier otro soporte no electrónico
admitido por la ley como prueba, de los que se hayan generado copias electrónicas auténticas,
podrán destruirse en los términos y condiciones que se determinen en las correspondientes
Resoluciones, si se cumplen los siguientes requisitos:
a) La destrucción requerirá una resolución adoptada por el órgano responsable del procedimiento o, en su
caso, por el órgano responsable de la custodia de los documentos, previo el oportuno expediente de
Las resoluciones que aprueben los procesos de destrucción regulados en el artículo 30.4 de la Ley 11/2007,
de 22 de junio, requerirán informe previo de la respectiva Comisión Calificadora de Documentos
Administrativos y posterior dictamen favorable de la Comisión Superior Calificadora de Documentos
Administrativos, sin que, en su conjunto, este trámite de informe pueda ser superior a tres meses.
Una vez superado este plazo sin pronunciamiento expreso de ambos órganos, podrá resolverse el
expediente de eliminación y procederse a la destrucción.
b) Que no se trate de documentos con valor histórico, artístico o de otro carácter relevante que aconseje
su conservación y protección, o en el que figuren firmas u otras expresiones manuscritas o mecánicas que
confieran al documento un valor especial.
La destrucción de cualquier tipo de documento diferente de los previstos en los apartados anteriores, se
regirá por lo previsto en el Real Decreto 1164/2002, de 8 de noviembre, por el que se regula la
conservación del patrimonio documental con valor histórico, el control de la eliminación de otros
documentos de la Administración General del Estado y sus organismos públicos y la conservación de
documentos administrativos en soporte distinto al original.
La Administración General del Estado y sus organismos públicos dependientes o vinculados asociarán a los
documentos administrativos electrónicos, en los términos del artículo 29.2 de la Ley 11/2007, de 22 de
junio, una de las siguientes modalidades de referencia temporal, de acuerdo con lo que determinen las
normas reguladoras de los respectivos procedimientos:
a) «Marca de tiempo» entendiendo por tal la asignación por medios electrónicos de la fecha y, en su caso,
la hora a un documento electrónico, que será utilizada en todos aquellos casos en los que las normas
reguladoras no establezcan la utilización de un sello de tiempo.
b) «Sello de tiempo», entendiendo por tal la asignación por medios electrónicos de una fecha y hora a un
documento electrónico con la intervención de un prestador de servicios de certificación que asegure la
exactitud e integridad de la marca de tiempo del documento; la información relativa a las marcas y sellos
de tiempo se asociará a los documentos electrónicos en la forma que determine el Esquema Nacional
de Interoperabilidad.
Los ciudadanos podrán ejercer el derecho a obtener copias electrónicas de los documentos electrónicos
que formen parte de procedimientos en los que tengan condición de interesados de acuerdo con lo
dispuesto en la normativa reguladora del respectivo procedimiento.
La obtención de la copia podrá realizarse mediante extractos de los documentos o se podrá utilizar otros
métodos electrónicos que permitan mantener la confidencialidad de aquellos datos que no afecten al
interesado.
La Administración General del Estado y sus organismos públicos vinculados o dependientes deberán
conservar en soporte electrónico todos los documentos electrónicos utilizados en actuaciones
administrativas, que formen parte de un expediente administrativo, así como aquellos otros que, tengan
valor probatorio de las relaciones entre los ciudadanos y la Administración.
La conservación de los documentos electrónicos podrá realizarse bien de forma unitaria, o mediante la
inclusión de su información en bases de datos siempre que, en este último caso, consten los criterios para
la reconstrucción de los formularios o modelos electrónicos origen de los documentos así como para la
comprobación de la firma electrónica de dichos datos.
Los períodos mínimos de conservación de los documentos electrónicos se determinarán por cada órgano
administrativo de acuerdo con el procedimiento administrativo de que se trate, siendo en todo caso de
aplicación, con la excepción regulada de la destrucción de documentos en papel copiados
electrónicamente, las normas generales sobre conservación del patrimonio documental con valor histórico
y sobre eliminación de documentos de la Administración General del Estado y sus organismos públicos.
Los responsables de los archivos electrónicos promoverán el copiado auténtico con cambio de formato de
los documentos y expedientes del archivo tan pronto como el formato de los mismos deje de figurar entre
los admitidos en la gestión pública por el Esquema Nacional de Interoperabilidad.
La formación de los expedientes electrónicos es responsabilidad del órgano que disponga la normativa de
organización específica y, de no existir previsión normativa, del encargado de su tramitación.
a) Los expedientes electrónicos dispondrán de un código que permita su identificación unívoca por
cualquier órgano de la Administración en un entorno de intercambio interadministrativo.
b) El foliado de los expedientes electrónicos se llevará a cabo mediante un índice electrónico, firmado
electrónicamente mediante los sistemas previstos en los artículos 18 y 19 de la Ley 11/2007, de 22
de junio, y en los términos del artículo 32.2 de la citada ley.
c) Con el fin de garantizar la interoperabilidad de los expedientes, tanto su estructura y formato como
las especificaciones de los servicios de remisión y puesta a disposición se sujetarán a lo que se
establezca al respecto por el Esquema Nacional de Interoperabilidad.
d) Los expedientes electrónicos estarán integrados por documentos electrónicos, que podrán formar
parte de distintos expedientes, pudiendo incluir asimismo otros expedientes electrónicos si así lo
requiere el procedimiento.
Como hemos visto, las partes derogadas del articulado del RD 1671/2009, de 6 de noviembre, por el que
se desarrolla parcialmente la Ley 11/2007, de 22 de junio, actualizado a fecha 2 de octubre de 2015, se
deben a la entrada en vigor, el pasado 2 de octubre, de las dos nuevas Leyes administrativas mencionadas
al inicio de este módulo.
En consecuencia, vamos a conocer a continuación lo establecido por la nueva normativa, Ley 39/2015, de
2 de octubre, de Procedimiento Administrativo Común de las administraciones Públicas.
Un registro es un documento u otra entidad electrónica o física de una organización que sirve como
prueba de una actividad o transacción realizada por la organización y que necesita ser conservado o
retenido durante un período de tiempo.
Las oficinas de registro son los lugares que utiliza el ciudadano para presentar las solicitudes, escritos y
comunicaciones que van dirigidos a las Administraciones Públicas.
Asimismo, es el lugar que utiliza la Administración para registrar los documentos que remite al ciudadano,
a entidades privadas o a la propia Administración.
Todo órgano administrativo tendrá asignada una única oficina de registro general, sin perjuicio de que
ésta tenga tal carácter para varios órganos administrativos.
Por su parte, tienen la consideración de oficinas de registro auxiliares aquellas que, ejerciendo idénticas
funciones y para los mismos órganos administrativos que la oficina de registro general, se encuentran
situadas en dependencias diferentes de aquélla.
De cada oficina de registro general podrán depender varias oficinas de registro auxiliares.
Las oficinas de registro auxiliares tienen que remitir una copia de la totalidad de los asientos que
practiquen a su oficina de registro general y esta última será la que realice las funciones de constancia y
certificación en los supuestos de litigios, discrepancias o dudas acerca de la recepción o remisión de
solicitudes, escritos y comunicaciones.
La normativa básica que regula los registros administrativos es la Ley 39/2015, de 1 de octubre, del
Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas.
Los Organismos públicos vinculados o dependientes de cada Administración podrán disponer de su propio
registro electrónico.
Este registro deberá ser plenamente interoperable e interconectado con el Registro Electrónico General de
la Administración de la que depende.
El Registro Electrónico General de cada Administración funcionará como un portal que facilitará el acceso
a los registros electrónicos de cada Organismo.
Tanto el Registro Electrónico General de cada Administración como los registros electrónicos de cada
Organismo, cumplirán con las garantías y medidas de seguridad previstas en la legislación en materia de
protección de datos de carácter personal.
En todo caso, las disposiciones de creación de registros electrónicos especificarán el órgano o unidad
responsable de su gestión, así como la fecha y hora oficial y los días declarados como inhábiles.
En la sede electrónica de acceso a cada registro figurará la relación actualizada de trámites que pueden
iniciarse en el mismo.
Los asientos se anotarán respetando el orden temporal de recepción o salida de los documentos, e
indicarán la fecha del día en que se produzcan.
Concluido el trámite de registro, los documentos serán cursados sin dilación a sus destinatarios y a las
unidades administrativas correspondientes desde el registro en que hubieran sido recibidas.
2. GARANTÍA REGISTRAL.
Para ello, se emitirá automáticamente un recibo consistente en una copia autenticada del
documento de que se trate, incluyendo la fecha y hora de presentación y el número de entrada de
registro, así como un recibo acreditativo de otros documentos que, en su caso, lo acompañen, que
garantice la integridad y el no repudio de los mismos.
3. LUGARES DE REGISTRO.
Los documentos que los interesados dirijan a los órganos de las Administraciones Públicas podrán
presentarse:
a) En el registro electrónico de la Administración u Organismo al que se dirijan, así como en los
restantes registros electrónicos de cualquier clase de administración pública
b) En las oficinas de Correos, en la forma que reglamentariamente se establezca.
c) En las representaciones diplomáticas u oficinas consulares de España en el extranjero.
d) En las oficinas de asistencia en materia de registros.
e) En cualquier otro que establezcan las disposiciones vigentes.
Los registros electrónicos de todas y cada una de las Administraciones, deberán ser plenamente
interoperables, de modo que se garantice su compatibilidad informática e interconexión, así como la
transmisión telemática de los asientos registrales y de los documentos que se presenten en cualquiera de
los registros.
Los documentos presentados de manera presencial ante las Administraciones Públicas, deberán ser
digitalizados, de acuerdo con lo previsto en el art. 27 LPACAP y demás normativa aplicable, por la oficina
de asistencia en materia de registros en la que hayan sido presentados para su incorporación al
expediente administrativo electrónico, devolviéndose los originales al interesado, sin perjuicio de
aquellos supuestos en que la norma determine la custodia por la Administración de los documentos
presentados o resulte obligatoria la presentación de objetos o de documentos en un soporte específico no
susceptibles de digitalización.
Podrán hacerse efectivos mediante transferencia dirigida a la oficina pública correspondiente cualesquiera
cantidades que haya que satisfacer en el momento de la presentación de documentos a las
Administraciones Públicas, sin perjuicio de la posibilidad de su abono por otros medios.
Las Administraciones Públicas deberán hacer pública y mantener actualizada una relación de las
oficinas en las que se prestará asistencia para la presentación electrónica de documentos.
Tienen la consideración de oficina de registro general aquellas que ejercen funciones de recepción y
remisión de solicitudes, escritos y comunicaciones para uno o varios órganos administrativos.
Todo órgano administrativo tendrá asignada una única oficina de registro general, sin perjuicio de que
ésta tenga tal carácter para varios órganos administrativos.
Por su parte, tienen la consideración de oficinas de registro auxiliares aquellas que, ejerciendo idénticas
funciones y para los mismos órganos administrativos que la oficina de registro general, se encuentran
situadas en dependencias diferentes de aquélla.
De cada oficina de registro general podrán depender varias oficinas de registro auxiliares.
Las oficinas de registro auxiliares tienen que remitir una copia de la totalidad de los asientos que
practiquen a su oficina de registro general y esta última será la que realice las funciones de constancia y
certificación en los supuestos de litigios, discrepancias o dudas acerca de la recepción o remisión de
solicitudes, escritos y comunicaciones.
La normativa básica que regula los registros administrativos es la Ley 39/2015, de 1 de octubre, del
Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas.
La Administración General del Estado, las Comunidades Autónomas y las Entidades Locales
dispondrán de un registro electrónico general de apoderamientos, en el que deberán inscribirse, al
menos, los de carácter general otorgados apud acta, presencial o electrónicamente, por quien ostente la
Los registros electrónicos generales y particulares de apoderamientos pertenecientes a todas y cada una de
las Administraciones, deberán ser plenamente interoperables entre sí, de modo que se garantice su
interconexión, compatibilidad informática, así como la transmisión telemática de las solicitudes, escritos y
comunicaciones que se incorporen a los mismos.
Los registros mercantiles, de la propiedad, y de los protocolos notariales serán interoperables con los
registros electrónicos generales y particulares de apoderamientos.
Los asientos que se realicen en los registros electrónicos generales y particulares de apoderamientos
deberán contener, al menos, la siguiente información:
c) Fecha de inscripción.
a) Un poder general para que el apoderado pueda actuar en nombre del poderdante en cualquier
actuación administrativa y ante cualquier Administración.
b) Un poder para que el apoderado pueda actuar en nombre del poderdante en cualquier actuación
administrativa ante una Administración u Organismo concreto.
c) Un poder para que el apoderado pueda actuar en nombre del poderdante únicamente para la
realización de determinados trámites especificados en el poder.
Cada Comunidad Autónoma aprobará los modelos de poderes inscribibles en el registro cuando se
circunscriba a actuaciones ante su respectiva Administración.
Los poderes inscritos en el registro tendrán una validez determinada máxima de cinco años a contar desde
la fecha de inscripción.
En todo caso, en cualquier momento antes de la finalización de dicho plazo el poderdante podrá revocar o
prorrogar el poder.
Las prórrogas otorgadas por el poderdante al registro tendrán una validez determinada máxima de cinco
años a contar desde la fecha de inscripción.
Las solicitudes de inscripción del poder, de revocación, de prórroga o de denuncia del mismo podrán
dirigirse a cualquier registro, debiendo quedar inscrita esta circunstancia en el registro de la
Administración u Organismo ante la que tenga efectos el poder y surtiendo efectos desde la fecha en la
que se produzca dicha inscripción
A este respecto, cabe señalar que la creación de este archivo electrónico único resultará compatible con
los diversos sistemas y redes de archivos en los términos previstos en la legislación vigente, y respetará el
reparto de responsabilidades sobre la custodia o traspaso correspondiente.
Asimismo, el archivo electrónico único resultará compatible con la continuidad del Archivo Histórico
Nacional de acuerdo con lo previsto en la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español y
su normativa de desarrollo.
Igualmente se regula el régimen de validez y eficacia de las copias, en donde se aclara y simplifica el
actual régimen y se definen los requisitos necesarios para que una copia sea auténtica, las características
que deben reunir los documentos emitidos por las Administraciones Públicas para ser considerados válidos,
así como los que deben aportar los interesados al procedimiento, estableciendo con carácter general la
obligación de las Administraciones Públicas de no requerir documentos ya aportados por los interesados,
elaborados por las Administraciones Públicas o documentos originales, salvo las excepciones contempladas
en la Ley.
Por tanto, el interesado podrá presentar con carácter general copias de documentos, ya sean digitalizadas
por el propio interesado o presentadas en soporte papel.
Destaca asimismo, la obligación de las Administraciones Públicas de contar con un registro u otro
sistema equivalente que permita dejar constancia de los funcionarios habilitados para la realización
de copias auténticas, de forma que se garantice que las mismas han sido expedidas adecuadamente, y en
el que, si así decide organizarlo cada Administración, podrán constar también conjuntamente los
funcionarios dedicados a asistir a los interesados en el uso de medios electrónicos, no existiendo
impedimento a que un mismo funcionario tenga reconocida ambas funciones o sólo una de ellas.
Cada Administración Pública determinará los órganos que tengan atribuidas las competencias de
expedición de copias auténticas de los documentos públicos administrativos o privados.
Las copias auténticas realizadas por una Administración Pública tendrán validez en las restantes
Administraciones.
A estos efectos, la Administración General del Estado, las Comunidades Autónomas y las Entidades
Locales podrán realizar copias auténticas mediante funcionario habilitado o mediante actuación
administrativa automatizada.
Se deberá mantener actualizado un registro, u otro sistema equivalente, donde constarán los
funcionarios habilitados para la expedición de copias auténticas que deberán ser plenamente
interoperables y estar interconectados con los de las restantes Administraciones Públicas, a los efectos de
comprobar la validez de la citada habilitación.
Las copias auténticas tendrán la misma validez y eficacia que los documentos originales. or presentados en
el registro aquellos documentos e información cuyo régimen especial establezca otra forma de
presentación.
Se entiende por documentos públicos administrativos, los válidamente emitidos por los órganos de
las Administraciones Públicas.
Las Administraciones Públicas emitirán los documentos administrativos por escrito, a través de medios
electrónicos, a menos que su naturaleza exija otra forma más adecuada de expresión y constancia.
b) Disponer de los datos de identificación que permitan su individualización, sin perjuicio de su posible
incorporación a un expediente electrónico.
c) Incorporar una referencia temporal del momento en que han sido emitidos.
e) Incorporar las firmas electrónicas que correspondan de acuerdo con lo previsto en la normativa
aplicable.
Se considerarán válidos los documentos electrónicos, que cumpliendo estos requisitos, sean trasladados a
un tercero a través de medios electrónicos.
No requerirán de firma electrónica, los documentos electrónicos emitidos por las Administraciones
Públicas que se publiquen con carácter meramente informativo, así como aquellos que no formen parte de
un expediente administrativo.
Para garantizar la identidad y contenido de las copias electrónicas o en papel, y por tanto su
carácter de copias auténticas, las Administraciones Públicas deberán ajustarse a lo previsto en el
Esquema Nacional de Interoperabilidad, el Esquema Nacional de Seguridad y sus normas técnicas de
desarrollo, así como a las siguientes reglas:
a) Las copias electrónicas de un documento electrónico original o de una copia electrónica auténtica, con
o sin cambio de formato, deberán incluir los metadatos que acrediten su condición de copia y que se
visualicen al consultar el documento.
b) Las copias electrónicas de documentos en soporte papel o en otro soporte no electrónico susceptible de
digitalización, requerirán que el documento haya sido digitalizado y deberán incluir los metadatos que
c) Las copias en soporte papel de documentos electrónicos requerirán que en las mismas figure la
condición de copia y contendrán un código generado electrónicamente u otro sistema de verificación, que
permitirá contrastar la autenticidad de la copia mediante el acceso a los archivos electrónicos del órgano
u Organismo público emisor.
d) Las copias en soporte papel de documentos originales emitidos en dicho soporte se proporcionarán
mediante una copia auténtica en papel del documento electrónico que se encuentre en poder de la
Administración o bien mediante una puesta de manifiesto electrónica conteniendo copia auténtica del
documento original.
A estos efectos, las Administraciones harán públicos, a través de la sede electrónica correspondiente, los
códigos seguros de verificación u otro sistema de verificación utilizado.
Los interesados podrán solicitar, en cualquier momento, la expedición de copias auténticas de los
documentos públicos administrativos que hayan sido válidamente emitidos por las Administraciones
Públicas.
La solicitud se dirigirá al órgano que emitió el documento original, debiendo expedirse, salvo las
excepciones derivadas de la aplicación de la Ley 19/2013, de 9 de diciembre, de transparencia, acceso a
la información pública y buen gobierno, en el plazo de quince días a contar desde la recepción de la
solicitud en el registro electrónico de la Administración u Organismo competente.
Asimismo, las Administraciones Públicas estarán obligadas a expedir copias auténticas electrónicas de
cualquier documento en papel que presenten los interesados y que se vaya a incorporar a un expediente
administrativo.
Cuando las Administraciones Públicas expidan copias auténticas electrónicas, deberá quedar expresamente
así indicado en el documento de la copia.
La expedición de copias auténticas de documentos públicos notariales, registrales y judiciales, así como de
los diarios oficiales, se regirá por su legislación específica.
Los interesados deberán aportar al procedimiento administrativo los datos y documentos exigidos por las
Administraciones Públicas de acuerdo con lo dispuesto en la normativa aplicable.
Asimismo, los interesados podrán aportar cualquier otro documento que estimen conveniente.
Los interesados no estarán obligados a aportar documentos que hayan sido elaborados por cualquier
Administración, con independencia de que la presentación de los citados documentos tenga carácter
preceptivo o facultativo en el procedimiento de que se trate, siempre que el interesado haya expresado
su consentimiento a que sean consultados o recabados dichos documentos.
Se presumirá que la consulta u obtención es autorizada por los interesados salvo que conste en el
procedimiento su oposición expresa o la ley especial aplicable requiera consentimiento expreso.
Cuando se trate de informes preceptivos ya elaborados por un órgano administrativo distinto al que
tramita el procedimiento, éstos deberán ser remitidos en el plazo de diez días a contar desde su
solicitud.
Cumplido este plazo, se informará al interesado de que puede aportar este informe o esperar a su remisión
por el órgano competente.
Las Administraciones no exigirán a los interesados la presentación de documentos originales, salvo que,
con carácter excepcional, la normativa reguladora aplicable establezca lo contrario.
Asimismo, las Administraciones Públicas no requerirán a los interesados datos o documentos no exigidos
por la normativa reguladora aplicable o que hayan sido aportados anteriormente por el interesado a
cualquier Administración.
A estos efectos, el interesado deberá indicar en qué momento y ante que órgano administrativo presentó
los citados documentos, debiendo las Administraciones Públicas recabarlos electrónicamente a través de
sus redes corporativas o de una consulta a las plataformas de intermediación de datos u otros sistemas
electrónicos habilitados al efecto.
Se presumirá que esta consulta es autorizada por los interesados, salvo que conste en el procedimiento su
oposición expresa o la ley especial aplicable requiera consentimiento expreso, debiendo, en ambos casos,
ser informados previamente de sus derechos en materia de protección de datos de carácter personal.
Excepcionalmente, si las Administraciones Públicas no pudieran recabar los citados documentos, podrán
solicitar nuevamente al interesado su aportación.
Cuando con carácter excepcional, y de acuerdo con lo previsto en esta Ley, la Administración solicitara al
interesado la presentación de un documento original y éste estuviera en formato papel, el interesado
deberá obtener una copia auténtica, según los requisitos establecidos, con carácter previo a su
presentación electrónica.
Las copias que aporten los interesados al procedimiento administrativo tendrán eficacia,
exclusivamente en el ámbito de la actividad de las Administraciones Públicas.
Asimismo, el archivo electrónico único resultará compatible con la continuidad del Archivo Histórico
Nacional de acuerdo con lo previsto en la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español y
su normativa de desarrollo.
Cada Administración deberá mantener un archivo electrónico único de los documentos electrónicos que
correspondan a procedimientos finalizados, en los términos establecidos en la normativa reguladora
aplicable.
Los documentos electrónicos deberán conservarse en un formato que permita garantizar la autenticidad,
integridad y conservación del documento, así como su consulta con independencia del tiempo
transcurrido desde su emisión.
Se asegurará en todo caso la posibilidad de trasladar los datos a otros formatos y soportes que garanticen
el acceso desde diferentes aplicaciones.
Los medios o soportes en que se almacenen documentos, deberán contar con medidas de seguridad, de
acuerdo con lo previsto en el Esquema Nacional de Seguridad, que garanticen la integridad, autenticidad,
confidencialidad, calidad, protección y conservación de los documentos almacenados.
“Los actos de las Administraciones Públicas sujetos al Derecho Administrativo se presumirán válidos y
producirán efectos desde la fecha en que se dicten, salvo que en ellos se disponga otra cosa.”
“La eficacia quedará demorada cuando así lo exija el contenido del acto o esté supeditada a su
notificación, publicación o aprobación superior.”
1. LA NOTIFICACIÓN.
El órgano que dicte las resoluciones y actos administrativos los notificará a los interesados cuyos
derechos e intereses sean afectados por aquéllos, en los términos previstos en los artículos siguientes.
Toda notificación deberá ser cursada dentro del plazo de diez días a partir de la fecha en que el
acto haya sido dictado, y deberá contener:
Las notificaciones que, conteniendo el texto íntegro del acto, omitiesen alguno de los demás requisitos
previstos en el apartado anterior, surtirán efecto a partir de la fecha en que el interesado realice
actuaciones que supongan el conocimiento del contenido y alcance de la resolución o acto objeto de la
notificación, o interponga cualquier recurso que proceda.
Sin perjuicio de lo establecido en el apartado anterior, y a los solos efectos de entender cumplida la
obligación de notificar dentro del plazo máximo de duración de los procedimientos, será suficiente la
notificación que contenga, cuando menos, el texto íntegro de la resolución, así como el intento de
notificación debidamente acreditado.
Las Administraciones Públicas podrán adoptar las medidas que consideren necesarias para la protección de
los datos personales, de conformidad con la Ley 15/99, de Protección de Datos de Carácter Personal,
que consten en las resoluciones y actos administrativos, cuando éstos tengan por destinatarios a más de
un interesado.
Las notificaciones se practicarán preferentemente por medios electrónicos y, en todo caso, cuando el
interesado resulte obligado a recibirlas por esta vía.
Con independencia del medio utilizado, las notificaciones serán válidas siempre que permitan tener
constancia de su envío o puesta a disposición, de la recepción o acceso por el interesado o su
representante, de sus fechas y horas, del contenido íntegro, y de la identidad fidedigna del remitente y
destinatario de la misma.
Los interesados que no estén obligados a recibir notificaciones electrónicas, podrán decidir y comunicar en
cualquier momento a la Administración Pública, mediante los modelos normalizados que se establezcan al
efecto, que las notificaciones sucesivas se practiquen o dejen de practicarse por medios electrónicos.
Adicionalmente, el interesado podrá identificar un dispositivo electrónico y/o una dirección de correo
electrónico que servirán para el envío de los avisos regulados en este artículo, pero no para la práctica de
notificaciones.
a) Aquellas en las que el acto a notificar vaya acompañado de elementos que no sean susceptibles de
conversión en formato electrónico.
b) Las que contengan medios de pago a favor de los obligados, tales como cheques.
Cuando no fuera posible realizar la notificación de acuerdo con lo señalado en la solicitud, se practicará
en cualquier lugar adecuado a tal fin, y por cualquier medio que permita tener constancia de la recepción
por el interesado o su representante, así como de la fecha, la identidad y el contenido del acto notificado.
Con independencia de que la notificación se realice en papel o por medios electrónicos, las
Administraciones Públicas enviarán un aviso al dispositivo electrónico y/o a la dirección de correo
electrónico del interesado que éste haya comunicado, informándole de la puesta a disposición de una
notificación en la sede electrónica de la Administración u Organismo correspondiente o en la dirección
electrónica habilitada única.
La falta de práctica de este aviso no impedirá que la notificación sea considerada plenamente
válida.
Cuando el interesado fuera notificado por distintos cauces, se tomará como fecha de notificación la de
aquélla que se hubiera producido en primer lugar.
Todas las notificaciones que se practiquen en papel deberán ser puestas a disposición del interesado en la
sede electrónica de la Administración u Organismo actuante para que pueda acceder al contenido de las
mismas de forma voluntaria.
Si nadie se hiciera cargo de la notificación, se hará constar esta circunstancia en el expediente, junto
con el día y la hora en que se intentó la notificación, intento que se repetirá por una sola vez y en una
hora distinta dentro de los tres días siguientes.
En caso de que el primer intento de notificación se haya realizado antes de las quince horas, el
segundo intento deberá realizarse después de las quince horas y viceversa, dejando en todo caso al
menos un margen de diferencia de tres horas entre ambos intentos de notificación.
A los efectos previstos en este artículo, se entiende por comparecencia en la sede electrónica:
Las notificaciones por medios electrónicos se entenderán practicadas en el momento en que se produzca
el acceso a su contenido.
Cuando la notificación por medios electrónicos sea de carácter obligatorio, o haya sido expresamente
Los interesados podrán acceder a las notificaciones desde el Punto de Acceso General electrónico de la
Administración, que funcionará como un portal de acceso.
7. NOTIFICACIÓN INFRUCTUOSA.
Asimismo, previamente y con carácter facultativo, las Administraciones podrán publicar un anuncio:
Las Administraciones Públicas podrán establecer otras formas de notificación complementarias a través de
los restantes medios de difusión, que no excluirán la obligación de publicar el correspondiente anuncio
en el «Boletín Oficial del Estado».
8. PUBLICACIÓN.
Los actos administrativos serán objeto de publicación cuando así lo establezcan las normas reguladoras de
cada procedimiento o cuando lo aconsejen razones de interés público apreciadas por el órgano
competente.
En todo caso, los actos administrativos serán objeto de publicación, surtiendo ésta los efectos de la
notificación, en los siguientes casos:
a) Cuando el acto tenga por destinatario a una pluralidad indeterminada de personas o cuando la
Administración estime que la notificación efectuada a un solo interesado es insuficiente para garantizar la
notificación a todos, siendo, en este último caso, adicional a la individualmente realizada.
En este caso, la convocatoria del procedimiento deberá indicar el medio donde se efectuarán las sucesivas
publicaciones, careciendo de validez las que se lleven a cabo en lugares distintos.
La publicación de un acto deberá contener los mismos elementos que se exigen respecto de las
notificaciones.
En los supuestos de publicaciones de actos que contengan elementos comunes, podrán publicarse de
forma conjunta los aspectos coincidentes, especificándose solamente los aspectos individuales de cada
acto.
La publicación de los actos se realizará en el diario oficial que corresponda, según cuál sea la
Sin perjuicio de lo dispuesto en la Ley, la publicación de actos y comunicaciones que, por disposición legal
o reglamentaria deba practicarse en tablón de anuncios o edictos, se entenderá cumplida por su
publicación en el Diario oficial correspondiente.
Los interesados podrán identificarse electrónicamente ante las Administraciones Públicas a través de
cualquier sistema que cuente con un registro previo como usuario que permita garantizar su identidad.
A estos efectos, se entienden comprendidos entre los citados certificados electrónicos reconocidos o
cualificados los de persona jurídica y de entidad sin personalidad jurídica.
c) Sistemas de clave concertada y cualquier otro sistema que las Administraciones Públicas consideren
válido, en los términos y condiciones que se establezcan.
Cada Administración Pública podrá determinar si sólo admite alguno de estos sistemas para realizar
determinados trámites o procedimientos, si bien la admisión de alguno de los sistemas de
identificación previstos en la letra c) conllevará la admisión de todos los previstos en las letras a) y
b) anteriores para ese trámite o procedimiento.
En todo caso, la aceptación de alguno de estos sistemas por la Administración General del Estado servirá
para acreditar frente a todas las Administraciones Públicas, salvo prueba en contrario, la identificación
electrónica de los interesados en el procedimiento administrativo.
Los interesados podrán firmar a través de cualquier medio que permita acreditar la autenticidad de la
expresión de su voluntad y consentimiento, así como la integridad e inalterabilidad del documento.
En el caso de que los interesados optaran por relacionarse con las Administraciones Públicas a
través de medios electrónicos, se considerarán válidos a efectos de firma:
A estos efectos, se entienden comprendidos entre los citados certificados electrónicos reconocidos o
cualificados los de persona jurídica y de entidad sin personalidad jurídica.
c) Cualquier otro sistema que las Administraciones Públicas consideren válido, en los términos y
condiciones que se establezcan.
Cada Administración Pública, Organismo o Entidad podrá determinar si sólo admite algunos de estos
sistemas para realizar determinados trámites o procedimientos de su ámbito de competencia.
Cuando así lo disponga expresamente la normativa reguladora aplicable, las Administraciones Públicas
podrán admitir los sistemas de identificación contemplados en esta Ley como sistema de firma cuando
permitan acreditar la autenticidad de la expresión de la voluntad y consentimiento de los interesados.
Cuando los interesados utilicen un sistema de firma de los previstos en este artículo, su identidad se
entenderá ya acreditada mediante el propio acto de la firma.
Con carácter general, para realizar cualquier actuación prevista en el procedimiento administrativo, será
suficiente con que los interesados acrediten previamente su identidad a través de cualquiera de los medios
de identificación previstos en esta Ley.
Las Administraciones Públicas sólo requerirán a los interesados el uso obligatorio de firma para:
a) Formular solicitudes.
c) Interponer recursos.
d) Desistir de acciones.
e) Renunciar a derechos.
Las Administraciones Públicas deberán garantizar que los interesados pueden relacionarse con la
Administración a través de medios electrónicos, para lo que pondrán a su disposición los canales de acceso
que sean necesarios así como los sistemas y aplicaciones que en cada caso se determinen.
Las Administraciones Públicas asistirán en el uso de medios electrónicos a los interesados no incluidos
en los apartados 2 y 3 del artículo 14 que así lo soliciten, especialmente en lo referente a la identificación
y firma electrónica, presentación de solicitudes a través del registro electrónico general y obtención de
copias auténticas.
En este caso, será necesario que el interesado que carezca de los medios electrónicos necesarios se
identifique ante el funcionario y preste su consentimiento expreso para esta actuación, de lo que
deberá quedar constancia para los casos de discrepancia o litigio.
Estos registros o sistemas deberán ser plenamente interoperables y estar interconectados con los de las
restantes Administraciones Públicas, a los efectos de comprobar la validez de las citadas habilitaciones.
En este registro o sistema equivalente, al menos, constarán los funcionarios que presten servicios en las
oficinas de asistencia en materia de registros.
Las personas físicas podrán elegir en todo momento si se comunican con las Administraciones Públicas
para el ejercicio de sus derechos y obligaciones a través de medios electrónicos o no, salvo que estén
obligadas a relacionarse a través de medios electrónicos con las Administraciones Públicas.
El medio elegido por la persona para comunicarse con las Administraciones Públicas podrá ser modificado
por aquella en cualquier momento.
En todo caso, estarán obligados a relacionarse a través de medios electrónicos con las
Administraciones Públicas para la realización de cualquier trámite de un procedimiento
administrativo, al menos, los siguientes sujetos:
c) Quienes ejerzan una actividad profesional para la que se requiera colegiación obligatoria, para los
trámites y actuaciones que realicen con las Administraciones Públicas en ejercicio de dicha
actividad profesional. En todo caso, dentro de este colectivo se entenderán incluidos los notarios y
registradores de la propiedad y mercantiles.
e) Los empleados de las Administraciones Públicas para los trámites y actuaciones que realicen con
ellas por razón de su condición de empleado público, en la forma en que se determine
reglamentariamente por cada Administración.
Reglamentariamente,
“las Administraciones podrán establecer la obligación de relacionarse con ellas a través de medios
electrónicos para determinados procedimientos y para ciertos colectivos de personas físicas que por razón
de su capacidad económica, técnica, dedicación profesional u otros motivos quede acreditado que tienen
acceso y disponibilidad de los medios electrónicos necesarios.”