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La vieja Europa: De la matrística a los imperios


patriarcales.

La Vieja Europa

(Las culturas matrísticas del neolítico)


“Su cultura parece haber sido básicamente igualitaria, pacífica, prospera y jovial. Sus ciudades
carecían de muros defensivos, y en su arte no se aprecian escenas de violencia (…) Asoma una
cultura basada en la celebración de la vida. No hay hordas ni estados, sino poblaciones
autónomas de varios miles de habitantes; se conoce la metalurgia, pero no se aplica para fabricar
armas. (…) Su culto esta guiado por mujeres y la descendencia pasa por línea femenina, pero no
hay dominio sobre los hombres sino igualdad entre los sexos”Nikolas Platón

Autor: Guillermo Piquero http://www.europaindigena.com

1. LA VIEJA EUROPA Y LA DIOSA NEOLÍTICA


Nos han obligado a creer que la historia humana ha sido siempre así: gobernada por hombres
guerreros más o menos poderosos según la fuerza de sus espadas y el poder de sus ejércitos. Hemos
interiorizado una única versión de la historia llena de fronteras, emperadores y guerras. Nos han
hecho creer, o nos hemos creído, que antes de la aparición de las catalogadas como primeras
civilizaciones no había nada, que los seres humanos vagaban por ahí malviviendo y luchando contra
la naturaleza hostil.
Pues bien, según nos revelan innumerables muestras arqueológicas del periodo neolítico europeo,
hubo un tiempo en el que el ser humano vivió durante milenios en pequeñas aldeas y ciudades
asentadas en el centro de los valles, mucho tiempo antes de que sus futuros descendientes se vieran
obligados a vivir en fortificados castros en lo alto de las montañas por temor a que alguien les
atacase. A esta época de nuestro continente se la conoce como Vieja Europa, término acuñado por
la arqueóloga lituana Marija Gimbutas, cuyas investigaciones se han convertido en referenciales
para todo aquel que pretenda sumergirse en la prehistoria
“El término Vieja Europa se aplica a la cultura pre-indoeuropea, una cultura matrifocal y
probablemente matrilineal, agrícola y sedentaria, igualitaria y pacífica. Contrasta agudamente con la
cultura proto-indoeuropea que viene después, que era patriarcal, estratificada, pastoral, móvil, y
guerrera, que se impuso en toda Europa excepto en algunas franjas del sur y del oeste de Europa, a
lo largo de tres olas de infiltración desde las estepas rusas, entre el 4500 y el 2500 a.c.” Marija
Gimbutas, “Diosas y Dioses de la Vieja Europa”.
“En los milenios VII, VI, y V a/c., los agricultores del Este de Europa desarrollaron un modelo
cultural peculiar, una cultura contemporánea, al menos, a las que se desarrollaban en Anatolia,
Mesopotamia, Siria, Palestina y Egipto. Esa cuna de la civilización comprende los mares Egeo y
Adriático (las islas incluidas), y llega al norte hasta las actuales República Checa, Eslovaquia, sur
de Polonia y oeste de Ucrania, incluyendo en su centro los Balcanes, Moldavia y la Cuenca del
Danubio Medio. Es el área cultural al que la eminente antropóloga Marija Gimbutas ha bautizado
con el nombre de Old Europe (Vieja o Antigua Europa).” Josu Naberan, “La vuelta de Sugaar”.
Este tiempo del que hablamos, es coincidente con la aparición de la agricultura y el progresivo
sedentarismo, lo que ha venido a conocerse como Revolución Neolítica (el paulatino paso de las
sociedades cazadoras-recolectoras hacia la agricultora) y en muchas regiones europeas coincidiría
además, aunque un poquito más adelante, con la cultura megalítica (construcción de dólmenes,
menhires y Cromlechs). Todo esto comenzaría a ocurrir hace unos 10.000 años.
“El término Neolítico significa literalmente edad de piedra nueva. Cuando se introdujo por primera
vez en el siglo XIX, otorgaba reconocimiento a la aparición de instrumentos líticos que habían sido
preparados mediante técnicas de pulimentado. Hoy en día, el término se utiliza para designar no
sólo nuevos métodos de trabajar la piedra, sino también nuevos métodos de producción de
alimentos. Durante el Neolítico se logro un mayor control de la reproducción de plantas y animales
gracias al desarrollo de la agricultura y la ganadería. Esto a su vez sentó las bases materiales para el
surgimiento de densos asentamientos sedentarios y un rápido crecimiento demográfico” Marvin
Harris, “Introducción a la antropología general”.

“Se han clasificado siete complejos culturales, que han recibido los nombres de sus regiones o
lugares de asentamiento: Adriático, subdividido en las culturas Impresso, Danilo-Butmir y Hvar
(datadas del 6400 al 3500 a.c.), Egeo, subdividido en Pre-cerámica, Sesklo y Neolítico tardío (7500
a 3500 a.c.). Centro de los Balcanes, subdividido en Satarcevo, y Vinca (6400 a 3500 a.c.), Este de
los Balcanes, subdividido en Karanovo, Boian y Gumelnita (6300 a 3500 a.c.), Moldavia y Este de
Ucrania, subdividido en Dniesterburg, proto-Cucuteni y Cucuteni (6300 a 3500 a.c.), Danubio
Medio, subdividido en Lineal y Lengyel (6000 a 3500 a.c.) y Tisza, subdividido en Alfold, Tisza-
Bukk y Tisza-Polgar (6300 a 3500 a.c.)” Casilda Rodrigañez, “El asalto al Hades”.
Estos pueblos no adoraban a belicosos dioses guerreros (como los que se han apoderado de la
mitología calificada como Clásica) sino que sus ritos y creencias seguían siendo herencia del
animismo paleolítico y, por tanto, muy similares a los de las pocas culturas indígenas actuales que
se mantienen todavía al margen de la sociedad industrial:
“Las culturas más antiguas de la humanidad llegaron a la conclusión de que la vida surgía, se perdía
y volvía a aparecer en un ciclo incesante (como les daban a entender las distintas fases de la luna, el
renacimiento de la serpiente,…). Entendieron que todos los elementos componentes de la naturaleza
sin excepción (plantas, árboles, rocas, montes, agua, viento, sol, luna, estrellas, mar…) eran seres
vivientes como el ser humano mismo, puesto que todos esos elementos tomaban parte de igual
manera en el ciclo de vida, muerte y regeneración. En el marco de este pensamiento animista,
concluyeron que la naturaleza en su conjunto era una mujer/madre generadora de vida y crearon la
gran metáfora que ha marcado el pensamiento del ser humano hasta nuestros días. Hoy en día está
plenamente documentado que esta metáfora de natura/mujer es patente en todo el arte neolítico a
través de miles y miles de imágenes”. Josu Naberan, “La vuelta de Sugaar”.
“El Neolítico es la época en que se desarrollaron la agricultura y la cría de animales; ahora la
antigua mitología lunar era experimentada en relación al ciclo de las cosechas, donde la gente veía
las etapas luminosas y oscuras de la luna reflejadas en las fases fértiles y áridas de las estaciones. La
semilla invisible plantada en la oscuridad del seno de la tierra se volvía visible en la forma de
verdes tallos y luego en la cosecha que era recogida y transformada en comida por el trabajo de
hombres y mujeres. La Gran Madre fue venerada en todo el mundo Neolítico. Todo lo que era de la
tierra, ya fuera roca o fuente, árbol o fruta, grano o hierba, era sagrado porque llevaba la vida de la
Gran Madre, ofrecida para el sostenimiento de sus hijos. Ninguna especie era superior a otra. (…)
Las mujeres de la era Neolítica estaban relacionadas de cerca con el ritmo de la siembra y el
recogimiento de la cosecha, porque participaban en el misterioso proceso por el cual la vida crecía
en la oscuridad de su vientre y renacía como su hijo, y por lo tanto se creía que ayudaban
mágicamente a la fertilidad de las cosechas, de los árboles y de los animales. Eran guardianas de la
vida, sanadoras de la vida, entrenadas en el uso de hierbas y ungüentos y en el arte de decorar
alfarería. Un complejo simbolismo relacionaba el ritmo lunar en el cuerpo de la mujer con el
misterio lunar de la continua regeneración de la vida”. Anne Baring , “Los orígenes y el concepto
del alma”
Esta cosmovisión aborigen ha quedado reflejada en infinidad de representaciones femeninas que las
excavaciones arqueológicas están desenterrando a lo largo y ancho del planeta. Y aunque la mayor
parte de ellas corresponden al periodo Neolítico, no son más que una continuación más sofisticada
de los ritos y creencias de nuestros antepasados del Paleolítico, como lo demuestra el hallazgo
también de multitud de estatuillas pertenecientes a este último periodo.

“El análisis del imaginario mítico de la Vieja Europa ha reconstruido el eslabón entre la religión del
Paleolítico Superior y el substrato pre-indoeuropeo de las culturas europeas (…) La persistencia de
la veneración a la Diosa durante más de 20.000 años, desde el Paleolítico al Neolítico y más allá del
Neolítico, se demuestra por la continuidad de una variedad de series de imágenes
convencionalizadas. Los aspectos específicos de sus cualidades, tales como el de dar la vida, la
fertilidad y el parir nuevas criaturas, es extraordinariamente persistente”. Marija Gimbutas, “Diosas
y Dioses de la Antigua Europa”Gracias al valiosísimo trabajo de recomposición del universo
simbólico neolítico realizado por Marija Gimbutas, sabemos que la Diosa fue representada de muy
diversas formas y adoptando diferentes roles. Así, al personificar la totalidad de la naturaleza,
contenía en si misma atributos de fertilidad pero también de muerte, pues ambos aspectos son
indisolubles de la vida misma. Podía ser representada como una mujer embarazada o dando a luz;
podía representar la vida vegetal y la renovación cíclica de las estaciones; o podía representar la
muerte o el renacimiento de los seres vivos. Además, todas estas representaciones suelen ir
acompañadas de un complejo sistema de signos (espirales, zig-zags, laberintos, meandros, retículas,
…) al que Gimbutas, tras decodificarlo en parte, denominó escritura pictórica.“El tema principal del
simbolismo de la Diosa es el misterio del nacimiento y la muerte y la renovación de la vida, no solo
humana, sino todas las formas de vida sobre la tierra y ciertamente, de todo el cosmos. Símbolos e
imágenes se agrupan alrededor de la Diosa partenogenética y sus funciones básicas como Dadora de
Vida, Ejecutora de la Muerte, y, no menos importante, como Regeneradora. Todo gira alrededor de
la Tierra Madre, la vieja y joven Diosa de la Fertilidad, que nace y muere con la vida vegetal. Ella
era la única fuente de toda la vida y quien tomó su energía de los manantiales, del sol, la luna y la
tierra húmeda. Este sistema simbólico representa al tiempo cíclico, y no al lineal. En el arte se
manifiesta mediante señales de movimiento dinámico (rotaciones en espiral)” Marija GimbutasLa
Diosa de la Vieja Europa también se metamorfosea en numerosos animales que la representan: la
Diosa-pájaro (que une el cielo y la tierra, la lluvia y los manantiales); Diosa serpiente (símbolo de
renovación cíclica como indica su muda de piel); Diosa osa y Diosa Cierva (símbolo maternidad);
la diosa pez (relacionada con el útero y el liquido amniótico)…la lista es amplísima.

“Los animales esculpidos de la Vieja Europa pueden ser considerados, según Gimbutas, como
epifanía de la Diosa madre, encarnando los diferentes aspectos de sus poderes. […] Se han
encontrado en muchos lugares que, al parecer, se utilizaban como santuarios o templos, mascaras
rituales de animales de toda especie, cubriendo a menudo las cabezas de cuerpos femeninos.
Dibujos de animales decoran vasijas y recipientes, y éstos últimos a menudo tambien tienen forma
animal. […] Se ha sugerido en la primera parte que las cuevas paleolíticas cuyas paredes estaban
cubiertas de animales simbolizan la matriz de la Diosa, particularmente porque se han hallado
esculturas de la Diosa en el exterior de las cuevas (Laussel), o en sus inmediaciones (Lespugue), lo
que indica algún tipo de relación entre las diosas del exterior y los animales pintados en el interior.
En el neolítico, el arte de la Vieja Europa y de Catal Hüyük, en Anatolia, explora la relación precisa
que vincula la Diosa y el animal, invitando a utilizar el término de Diosa de los Animales.[…]”
Anne Baring
Un ejemplo actual que demuestra que las teorías de Gimbutas van bien encaminadas es la Diosa
Mari de los vascos. Está Gran Madre (que recibe los nombres de Dama o Señora) representa, según
la arqueóloga, un excepcional nexo con la cosmovisión originaria de los primeros europeos. Al
igual que la Diosa neolítica, Mari es la figura central del panteón mitológico vasco, todos los demás
seres y genios están supeditados a ella. Según la tradición, representa tanto a los fenómenos
naturales (tormenta, viento,…) como a los animales (cuyas variadas formas adopta) y aparece
vinculada a espacios sagrados (manantiales, cuevas, montañas,…). Es además sacerdotisa (sorgin) y
rige la conducta de los seres humanos.
Así explica el etnógrafo J.M de Barandiaran la multiapariencia de la Diosa vasca Mari:“A pesar de
la variedad de formas que los relatos populares atribuyen a Mari, todos convienen en que ésta es un
numen de género femenino. Mari toma generalmente figuras zoomorficas en sus moradas
subterráneas, forma de mujer en la superficie de la tierra y de mujer o de una hoz de fuego cuando
atraviesa los aires. Las figuras de animales, como la de toro, de macho cabrío, de novillo rojo, de
caballo, de serpiente, de buitre, etcétera, a que hacen referencia las narraciones relativas al mundo
subterráneo, representan, pues, a Mari y a sus subordinados, es decir, a los númenes telúricos” J.M.
de Barandiaran, “Mitos del pueblo vasco”Mari es, por tanto, la manifestación de las fuerzas de la
naturaleza divinizadas. Pero no en el sentido de divino que entienden las grandes religiones
patriarcales, sino en el sentido de sagrado de los pueblos indígenas. Es decir, Mari no es ajena a la
creación (trascendencia), sino que ella misma es la creación (inmanencia) y por tanto, todos los
seres y ciclos naturales no son más que distintas expresiones de una misma cosa, de Mari. Este es el
sentido de sus metamorfosis y de su multiapariencia. Y en este mismo sentido hay que entender
pues, las distintas manifestaciones de la Gran Diosa neolítica europea.

2. SOCIEDADES IGUALITARIAS Y PACÍFICAS


Reproducción del pueblo de Catal Huyuk en Anatolia. Del 7.000 al 5000 a.C., sin muros defensivos
ni rastros de guerras o invasiones. Reproducción del pueblo de Catal Huyuk en Anatolia. Del 7.000 al
5000 a.C., sin muros defensivos ni rastros de guerras o invasiones.
Los primeros asentamientos sedentarios del neolítico europeo, a pesar de formar en muchas
ocasiones poblaciones de miles de habitantes y estar asentadas en sitios vulnerables como las vegas
de los ríos, carecían de muros defensivos. Es más, no existen rastros de guerras durante siglos y
aunque conocían la metalurgia no la aplicaban para fabricar armas. Además en su arte colorido y
naturalista, no se ha encontrado absolutamente ningún motivo militar. Todos estos indicios permiten
suponer el carácter pacifico de aquellos primeros europeos.
En aquellas primeras ciudades, algunas de hasta 20.000 habitantes y de las que nada dicen nuestros
libros de historia, no hay indicios de jerarquización ni de castas sociales, pues en los yacimientos se
ha constatado una uniformidad en las construcciones de las casas sin destacar unas sobre otras.
Tampoco hay indicios de jerarquización en los enterramientos, pues no se ha encontrado ningún
ajuar más suntuoso que otro, teniendo además idéntica importancia el del hombre y el de la mujer.
Este último dato también es un indicio de una aparente igualdad entre los sexos que Marija
Gimbutas denominaba Gylanía y que según ella tuvo como consecuencia una sociedad pacifica e
igualitaria en la que floreció el arte y la arquitectura.
Josu Naberan resume así las características sociales de la Vieja Europa:
“Según nos revelan diversos estudios arqueológicos (como los de James Mellaart y su grupo de
arqueólogos que descubrieron dos ciudades enteras del neolítico en Anatolia, o los cientos de
lugares examinados por el equipo de Marija Gimbutas en Grecia, Rumanía, Los Balcanes, Polonia,
Ucrania,…) las sociedades de la Antigua Europa se caracterizaban por:
1. Explotación agrícola de fértiles valles atravesados por ríos en los que sembraban
trigo, avena, cebada y diversas legumbres.
2. Los restos arqueológicos de aquella época no muestran sólidas murallas ni
fortalezas, y en su abundante arte no se reflejan motivos guerreros, batallas memorables, ni
armas letales. Edificaron sus viviendas en valles abiertos, a la orilla de los ríos, y no, como
lo harían posteriormente los indoeuropeos, en lugares de difícil acceso rodeados de gruesas
murallas. Además en las citadas ciudades no aparecen daños de guerra durante largos
periodos de siglos.
3. Aquella sociedad no era patriarcal, eso no quiere decir que fuera matriarcal, sino
que no hay indicios de dominio, supeditación o discriminación de un género sobre otro. Ni
en el sistema de división del trabajo, ni en los enterramientos, ni en ningún otro detalle.
4. La Diosa aparece como el símbolo principal y omnipresente en todo aquel mundo”.
“La relación entre unas poblaciones y otras era pacífica. Al igual que ocurre con el neolítico, no
existe, a lo largo de milenios, el menor rastro de saqueo o invasión. En el arte, que representa gran
cantidad de escenas de la vida cotidiana y muestra una gran riqueza de motivos y simbología, no
aparecen nunca guerreros, personas armadas, escenas de guerra o cualquier motivo directa o
indirectamente perteneciente a la imaginería bélica. Las ciudades no se construyen en lugares
estratégicamente defensivos, como riscos y altos escarpados, sino en llanuras abiertas. No hay
murallas ni estructuras defensivas (la única excepción es la célebre muralla de Jericó, que
actualmente es considerada por muchos investigadores como un dique de contención de agua, y
desde luego no constituye una prueba de existencia de estructuras defensivas). Tampoco espadas,
armaduras, ni ningún otro pertrecho de guerra.” Joan Coy, “La Historia oculta”.
Hace 7.500 años la CULTURA DE CUCUTENI floreció en terrenos de la actual Rumania, Moldavia y
Ucrania. Durante más de dos mil años no hay rastros de guerras o invasiones.
“Desde el punto de vista cultural, lo que caracteriza a algunas sociedades neolíticas desenterradas,
es un orden simbólico no manipulador, que recrea y emula el continuum gaiático. Algunos
investigadores lo han llamado acertadamente Cultura de la Celebración de la vida. Lo que llama la
atención más que ninguna otra cosa, es que es un arte que discurre sobre la vida misma, sin
despegarse de ella, que consigue captar y fijar en sus obras los rasgos de la vida: la interacción entre
lo vegetal y lo animal, los movimientos asociativos, la diversidad de las formas, la armonía del
caos, los ciclos, la noción del tiempo en la vida, la generación y la regeneración, la sucesión, el
continuum; la calidez, el bienestar, la alegría de la vida autorregulada. Desde el punto de vista
social, se caracteriza por la ausencia de jerarquía y de cualquier tipo de jefaturas o de instancias
superiores, ausencia de jerarquización entre los sexos, ausencia de acotaciones territoriales, de
guerras y de violencia, ausencia también de símbolos de prestigio o de poder”. Casilda
Rodrigañez.Nikolas Platon, director del principal museo de la Isla de Creta escribe: “Su cultura
parece haber sido básicamente igualitaria, pacífica, próspera y jovial. Sus ciudades carecían de
muros defensivos, y en su arte no se aprecian escenas de violencia. Aquí la sucesión se transmitía
por línea femenina y el conjunto de la vida estaba impregnado por una ardiente fe en la Diosa
Naturaleza […]. Su arte, a la vez grácil y realista, entona un himno a la naturaleza lleno de formas
ondulantes y dinámicas, revolotean las abejas, saltan gozosos los delfines, ondean las serpientes,
vuelan libres los pájaros. Todo fluye, como atestiguara Heráclito muchos siglos después. En el
centro de las escenas suele estar la Diosa, a menudo representada como una bella muchacha de
pechos descubiertos, a veces rodeada de sacerdotisas y jóvenes varones. Las figuras humanas
aparecen llenas de vida, plácidas, espontáneas, siempre gesticulando, en marcado contraste con las
rígidas poses del arte egipcio de la época. Asoma una cultura basada en la celebración de la vida.
No hay hordas ni estados sino poblaciones autónomas de varios miles de habitantes; se conoce la
metalurgia, pero no se aplica para fabricar armas; no se levantan fortificaciones ni hay signos de
violencia, pero existe un arte floreciente… su culto está guiado por mujeres y la descendencia pasa
por línea femenina, pero no hay dominio sobre los hombres sino igualdad entre los sexos”.
CULTURA DE CRETA (Minoica). En Creta se dan más de 6.000 años ininterrumpidos sin guerras. Fue el
último lugar en el que la cultura de la Vieja Europa permaneció intacta (hasta finales de la Edad del Bronce).
“Una conclusión fundamental extraíble de la información aquí expuesta, es que el hecho de la
aparición del excedente, o la sociedad excedentaria, no parece ser en absoluto, y al contrario de la
creencia común, el detonante que originó las guerras, las clases sociales, o la lucha por el poder. La
sociedad neolítica era ya hasta cierto grado excedentaria (lo suficiente para desarrollar abundante
arte, centros urbanos, comercio, etc.), y no cabe duda de que la calcolítica era generosamente
excedentaria. La mayor parte de las sociedades calcolíticas coexistieron durante dos mil años sin
guerras ni conquistas, y algunas mucho más que eso, adentrándose incluso hasta el Bronce final
como en el caso de Creta y Anatolia occidental, donde están registrados la friolera de 6000 años de
historia de civilización con sociedades desarrolladas sin signos de saqueos, guerras, destrucción, y
todo tipo de representación o imaginería bélica[…] podemos comprobar fácilmente que esos
periodos pacíficos entre poblaciones desarrolladas superan a menudo el lapso que cubre toda la
historia comúnmente conocida. La historia oculta es inmensa.” Joan Coy, “La Historia oculta”
LA CULTURA VINCA (Serbia, Rumania, Bulgaria y Macedonia) fue una de las primeras culturas neolíticas
europeas (hace 7.500 años). Fueron los primeros pueblos en trabajar el cobre, pero no lo aplicaban para
fabricar armas. También los primeros en desarrollar un sistema de escritura pictórica. Durante más de dos mil
años no existen rastros de guerras o invasiones.
“En cuanto a la relación entre mujeres y hombres en la vieja Europa, las pruebas arqueológicas
indican que aparentemente no había una superioridad social de los hombres sobre las mujeres y que,
en general, la distribución de los bienes en sus cementerios apunta a una sociedad igualitaria y
claramente no patriarcal. Según Gimbutas, ésta era una sociedad matrilineal, en la que la
descendencia y la herencia se transmitían a través de la madre y en la que las mujeres jugaban un
papel esencial en ritos religiosos” Anne Baring y Jules Cashford, “El mito de la Diosa”“En los
modelos de santuarios y templos, las mujeres se representan en el acto de supervisar la preparación
y ejecución de los rituales dedicados a los diversos aspectos y funciones de la diosa. Se invertía una
enorme cantidad de energía en la elaboración de los instrumentos de culto y de los presentes
votivos. En los modelos de templos se muestra cómo se molía el grano y cocía el pan sagrado…, las
mujeres realizaban y decoraban grandes cantidades de cuencos apropiados para cada rito diferente.
Al lado del altar del templo se erguía un telar vertical en dónde, probablemente, las mujeres tejían
las vestimentas sagradas y demás accesorios del templo. Las más sofisticadas creaciones de la vieja
Europa (vasijas, esculturas, etc.,) eran fruto del trabajo de mujeres” Marija Gimbutas

Reconstrucción del santuario de CATAL HÜYÜK en Anatolia (8.000 años). En este poblamiento neolítico, la
Diosa aparece bajo tres formas: como mujer joven, como madre dando a luz (parte superior de la imagen) y
como anciana. El simbolismo del toro posiblemente este relacionado con el bucráneo como representación del
útero y las trompas de Falopio. Fue descubierta en 1957 por el arqueólogo James Mellart quien la definió
como “una supernova entre las galaxias más bien borrosas de las culturas campesinas actuales”.
“Como señala Gimbutas, si la civilización se define como la aptitud de un pueblo para desarrollar
las artes, la tecnología y una escritura apropiada, así como para mantener relaciones sociales, está
claro que esa Antigua Europa fue una civilización exitosa. Esa civilización alcanzó su clímax en el
V milenio, pero los comienzos se remontan a dos milenios antes por lo menos.”. Josu Naberan, “La
vuelta de Sugaar”En 1988, Marija Gimbutas comentaba: “Mis propias excavaciones en el sureste de
Europa muestran que entre hace 8.000 y 6.000 años la gente vivía más cómodamente que en
algunos lugares del siglo XX. Cuando hace veinte años, excavé un poblado de 7.000 años de
antigüedad en el sureste de Yugoslavia, desenterramos casas espaciosas y pulcras con losas de
piedra en el suelo, y en los altares de los hogares encontramos vasijas exquisitas en forma de pájaro,
esculturas de tamaño natural o en miniatura de animales y deidades, vasijas de casi un metro de alto
con la cara de la diosa en su cuello… y muchos otros artefactos notables. Irónicamente, el equipo de
excavación vivía en cobertizos construidos con estiércol de vaca, en un ambiente mugriento, sin
agua corriente. Hace cuatro mil años, los templos-palacio minoicos tenían agua corriente y
agradables lavabos. Está claro que no hubo un desarrollo progresivo de la civilización”“Entre el
7000 y el 3500 a.c. los habitantes de la Vieja Europa desarrollaron una organización social
compleja. Según Gimbutas, pequeñas ciudades más que pueblos (como por ejemplo, la de Tal´noe,
al sur de Kiev, de 1500 casas en un área de 700 acres y con una población de 20.000 personas,
datada del 5000 a.c.), con un alto grado de organización no jerarquizada y especialización cultural y
tecnológica reflejada en las herramientas y objetos de adorno y uso, de cobre y oro, mármol y
arcilla. […] . Y todo ello decorado con pintura, grabado o esculpido. Como explican los
especialistas, tan importante es lo que representan las imágenes dibujadas, como lo que no aparece
en ningún sitio (escenas de guerras, de héroes peleando y recibiendo honores, arsenales de armas,
etc). Por las inscripciones que han perdurado en estos objetos, sabemos que también tenían formas
rudimentarias de escritura.” Casilda Rodrigañez, “El asalto al Hades”.
“Gracias al trabajo de arqueólogos como Marija Gimbutas en Europa del Este o James Melaart en
Anatolia y Oriente Medio, conocemos la existencia de sociedades neolíticas que alcanzaron un muy
temprano y alto grado de desarrollo en Asia occidental, Europa oriental, y valle del Nilo. […] Estos
investigadores constataron el desarrollo de núcleos urbanos con poblaciones de miles de habitantes
ya en el séptimo milenio antes de cristo, como es el célebre caso de Catal Hüyuk en Anatolia. Todos
estos pueblos neolíticos están interconectados por una red de comercio o intercambio: Encontramos
grandes cantidades de estatuillas y objetos de obsidiana en poblaciones distantes en miles de
kilómetros de cualquier región volcánica. Estas sociedades evolucionan progresivamente y en
continuidad sin ningún tipo de alteración brusca (no hay el menor digno de guerras, saqueos,
incendios, crisis económicas, etc.) hasta desembocar en un estadio de desarrollo que en arqueología
se conoce como calcolítico. Ya en el 5500 a.c. podemos hablar de civilización calcolítica en las
islas del Egeo, parte de Europa oriental, Anatolia y Oriente Medio. Veamos sus características:
- Se practica la agricultura de una gran variedad de hortalizas, legumbres, frutales, y cereales.
Canalización de aguas y complejos sistemas de irrigación.
- Están domesticados todos los animales que hoy día se emplean en estas regiones del mundo,
excepto el caballo.
- Uso extendido del telar, el horno de pan, y la alfarería. Se trabajan materiales como el mármol, la
obsidiana, el marfil, el oro, la plata, el cobre, y el estaño.Abundante producción artística (estatuas,
adornos corporales, pintura de vivos colores en cerámica , telas, todo tipo de útiles y objetos…) que
abarcaba todos los aspectos de la vida cotidiana. Elevado grado de expresividad artística,
sugerencia, y simbolismo, especialmente en cerámica y estatuillas, que nos ofrecen además mucha
información acerca del tipo de ropa, modo de vida, etc. Sólo en el yacimiento de Vinca, en los
Balcanes centrales, Gimbutas desenterró más de 2000 estatuillas del sexto milenio a. C.
- Navegación por barco de vela. En varias vasijas del sexto milenio antes de cristo aparecen barcos
de vela dibujados. Gracias a los yacimientos de las islas del Egeo conocemos, además, que el
comercio marítimo era ya abundante.
- Centros urbanos de hasta 20.000 habitantes

- Existencia de la escritura: No se han encontrado largos textos como en el caso de las posteriores
tablillas cretenses, mesopotámicas, o egipcias, pero sí numerosos objetos con inscripciones que no
han podido ser descifradas. Los más antiguos pertenecen a la cultura Vinca (Balcanes centrales),
datados entre el 5500 y 5300 a.c.”. Joan Coy, “La historia oculta”

3. LA MATRÍSTICA
“Recientes hallazgos arqueológicos indican que en la Europa neolítica se desarrolló una sociedad
matrística (de “matriz”). No era una sociedad en que las mujeres dominaran a los hombres, sino una
cultura en que hombres y mujeres eran copartícipes de la existencia” Humberto Maturana
Sacerdotisa cretense Sacerdotisa cretense
En 1861 el suizo Joham Jacob Bachofen escribió su celebre obra El Matriarcado. Bachofen, como
jurista que era, emprendió una compleja investigación multidisciplinar basándose principalmente en
los escritos de numerosos escritores de la Grecia Antigua (Hesiodo, Pindaro, Ovidio, Virgilio,
Horacio, la Iliada y la Odisea, Herodoto y Estrabon), para determinar que tipo de leyes imperaban
en Europa antes del conocido como derecho romano basado en el pater familias. Pues bien, se
encontró con que la mayor parte de los autores griegos describían unas primitivas culturas pacificas
y comunalistas (que el Imperio griego invadió) regidas por lo que el denomina como derecho
materno. Este testimonio histórico, coincide con el de antropólogos e historiadores, que califican
aquel periodo como de organización social matrifocal, en el que las madres actuaban como eje
vertebrador de cada grupo humano.
“En 1861 Bachofen escribió un libro en el que explica, basándose directamente en algunos autores
de la Grecia antigua, la cualidad y la función social y civilizadora de la libido maternal en las
primeras sociedades humanas; lo que ahora ya la antropología con la nueva aportación de la
revolución arqueológica está confirmando; Bachofen dijo que la fraternidad, la paz, la armonía y el
bienestar de aquellas sociedades del llamado Neolítico en la Vieja Europa, procedían de los cuerpos
maternos, de lo maternal, del mundo de las madres. No de una religión de las Diosas ni de una
organización política o social matriarcal, sino de los cuerpos maternos. Es decir, que aquella
sociedad no provenía de las ideas o del mundo espiritual, sino de la sustancia emocional que fluía
de los cuerpos físicos y que organizaba las relaciones humanas en función del bienestar; y de donde
salían las energías que vertebraban los esfuerzos por cuidar de la vida humana.” Casilda
Rodrigañez, “El asalto al Hades”
Para la antropóloga Martha Moia, esto no supone ninguna sorpresa, ya que para ella la estructura
social matrifocal representa la organización humana primigenia, que tiene su origen en los clanes
humanos paleolíticos:
“El primer vínculo social estable de la especie humana no fue la pareja heterosexual (mujer y varón)
creada por el cazador, como sostiene la mayoría de científicos sociales, sino el conjunto de lazos
que unen a la mujer con la criatura que da a luz. El vínculo original diádico madre/criatura se
expande al agregarse otras mujeres en estado de gestación-crianza, y las que habían pasado por esas
etapas (abuelas), para ayudarse en la tarea común de dar y conservar la vida. La misma
circunstancia las auna, y el conocimiento compartido permite que cristalice la solidaridad entre
ellas. Se origina así el grupo social primario, compuesto por mujeres de varias generaciones y sus
proles. Los lazos que establece la cópula en la época arcaica son momentáneos e inestables, y no
parecen haber sido el elemento fundacional del grupo.
[…] Con frecuencia se utiliza una metáfora para hablar de las relaciones que establecen los seres
humanos y se dice que conforman la tela de la sociedad. En virtud del papel que ha desempeñado la
mujer […] podríamos decir que es la urdimbre o recto del hilo; el conjunto de hilos paralelos que se
colocan en el telar para empezar la tela. Es el primer paso del proceso, sin el que no podrían darse
los demás. Por otra parte es la dirección del tejido que posee mayor resistencia […] El hombre al
entrar en relaciones específicas con la mujer, conforma la trama. La tela entones, es una función de
enlace correcto de urdimbre y trama, estructura que es producto de la inserción de una dirección en
la otra.
[…] El ginecogrupo (y no la pareja heterosexual) es la primera forma de organización humana,
original y universal. Esto significa que no es un tipo de organización cualquiera, sino la primera
forma grupal que permite la consolidación de la especie en el tiempo […] Dicho de otra manera, no
es un resto de una forma de organización entre varias posibles, sino la original, a partir de la cual se
derivarán todas las variables conocidas.” Martha Moia, “El no de las niñas”
Definamos ahora la estructura social matrifocal a través de las palabras de la escritora Casilda
Rodrigañez:
“Para definir el grupo, tribu, gens, etc., tenemos el concepto de matrifocal y el de ginecogrupo
empleados por diversos antropólogos; matrifocal se empezó a emplear cuando se constato que el
lugar de residencia de cada núcleo humano que se formaba, era el de la mujer-madre. Es decir, que
la relación de apareamiento no daba lugar a un cambio de residencia de la madre, puesto que la
cópula no era el punto de partida de un grupo humano; copular y engendrar hijos/as no eran
actividades que supusieran la exclusión de la mujer del clan al que pertenecía, si no todo lo
contrario. Puesto que una sociedad sin linajes individuales se renueva con las criaturas de las
mujeres del grupo. Por lo tanto la mujer no cambiaba de residencia y seguía viviendo en el lugar
donde había nacido con las demás mujeres y hombres con vínculos uterinos (hermanos uterinos o
nacidos de la madre).
[…] Imaginémonos los grupos humanos formados no al lado, no en contra, no a pesar de los
inconvenientes de la crianza, sino en función de ella, para protegerla y cuidarla como el bien más
preciado del grupo. Ni tuya ni mía, las criaturas serían de los grupos humanos, no por ley, no por
decreto establecido, sino por la cualidad de la energía libidinal. Por eso, su bienestar sería de hecho
el de todos/as. Y si un grupo humano se pone a funcionar teniendo como lo primordial el bienestar
inmediato y el cuidado de la pequeña criatura, recuperaría el impulso vital de búsqueda del
bienestar; haría volver la sabiduría perdida, el impulso general por el cuidado de los demás que ha
sido sustituido hoy por el afán de dinero y de éxito”. Casilda Rodrigañez
Es muy difícil hacernos una idea sobre como puede ser la vida en la familia matrifocal (ya que la
mayor parte de nosotros/as hemos sido educados en valores contrapuestos). Sin embargo, aún
quedan en la actualidad algunas culturas que mantienen esta estructura social. Aquí van algunos
ejemplos:
a) Los pueblos cazadores-recolectores: “Los pigmeos del Zaire celebran las primeras
menstruaciones de las chicas con una gran fiesta de gratitud y alegría. La mujer joven experimenta
el orgullo y el placer, y todo el grupo demuestra su felicidad. (…) Dramper se impresionó por las
relaciones distendidas y igualitarias entre hombres y mujeres San, con su suavidad y respeto mutuo,
tipo de relación que perdura, mientras los San continúan siendo recolectores cazadores.
Duffy ha descubierto que todos los niños de un campamento Mbouti llaman padre a todos los
hombres y madre a todas las mujeres. Los niños de los recolectores cazadores se benefician de más
atención y cuidados y más tiempo de dedicación que los de las familias nucleares aisladas por la
civilización. Taylor ha descrito “un contacto casi permanente” con sus madres y con otros adultos
de los que se benefician los niños bosquimanos. Los bebes Kung estudiados por Ainsworth
presentan una precocidad marcada del desarrollo de las primeras actitudes cognitivas y motrices.
Eso se atribuye tanto a la estimulación favorecida por una libertad de movimientos sin trabas, como
al nivel de calor y proximidad física entre los padres/madres y los niños.
Draper ha podido observar que la “competición en los juegos está prácticamente ausente entre los
Kung, igual que Shostack observa que “los chicos y chicas Kung juegan de una manera parecida y
comparten la mayor parte de las juegos”. Ha descubierto también que no se prohíbe a los niños los
juegos sexuales experimentales, esta situación es pareja a la libertad de los jóvenes Mbouti durante
la pubertad “se libran con deleite y alegría a la actividad sexual preconyugal”. Y los Zoumi “no
tienen ninguna noción de pecado”, como dice Ruth Benedict en la misma línea de ideas, “la
castidad como estilo de vida está mal considerada… las relaciones agradables entre sexos no son
más que un aspecto de las relaciones agradables entre humanos…La sexualidad es un hecho banal
en una vida feliz”.John Zerzan “Futuro primitivo”
b) Los Mosuo (China): “Los Mosuo tienen un asombroso sistema social en el que el matrimonio y
la paternidad no existen como tales [...] Se suelen agrupar tres generaciones de mujeres con sus
respectivos hijos. Abuelas, madres e hijas viven bajo el mismo techo sin admitir la presencia de
padres o maridos. Solamente los tíos, hermanos, hijos y sobrinos[...] no existe el concepto del
matrimonio [...] el sexo se practica de forma abierta y libre, solo hay que elegir pareja para pasar la
noche [...] mientras el matrimonio y la fidelidad son considerados como una herejía [...] no dan
muestras de celos. Las tragedias amorosas latinas de amantes vengativos y atormentados les hacen
reír. Parecen pensar que el visitante se está burlando de ellos.¿Cómo es posible que alguien acabe
con una preciosa vida por algo tan banal como el sexo?, se preguntan tras escuchar una historia
truculenta de amor y pasión occidental.
Hombres y mujeres están agrupados en lo que denominan partidos. Cuando un miembro joven del
partido masculino y una integrante del femenino se sienten atraídos, pasan algún tiempo de
relaciones, trabajando juntos [...] reuniéndose en un amplio centro de recreo donde se encuentran
cada tarde para bailar y cantar juntos. Los chicos regalan presentes [...] ellas corresponden […] Una
vez obtenida la aprobación de las venerables ancianas [...] el compromiso queda establecido. O sea
que yo son pareja. Pero ni hablar de matrimonio. Son algo así como amigos con derecho a roce. A
partir de ahora se llamaran azhu, que significa querido compañero. Pero eso no significa que vayan
a vivir juntos, ni mucho menos. El continúa en su casa [...] y solo al ocaso se traslada a la de ella,
donde tímidamente llama a la puerta para disfrutar juntos de la velada [...] a la mañana siguiente, el
varón abandona la casa y regresa a la suya.” Paka Diaz, “Los Mosuo: el último matriarcado”
c) Los sufís: “En la cosmogonía sufí, como en la tántrica, el universo es un inmenso océano de
amor, la energía vital que invade todos los cuerpos. Todos los seres, vivos o inanimados, son
receptores y emisores de amor pero no son acumuladores. El amor no es un estanque, sino una
corriente; sólo existe el movimiento, y para que entre ha de estar saliendo: la llama amorosa ha de
pasarse para que no se extinga. Si se quiere acumular, se escapa. Su paso por el cuerpo templa la
personalidad.
Desde esta filosofía sufí, la energía amorosa tal como se concibe hoy ha sido banalizada y
desvirtuada: primero, porque en el amor, según la concepción sufí, no se pueden dar los celos; y
segundo, porque el amor siempre es desinteresado y los que dicen amar sin ser correspondidos, no
aman, sino que están neuróticos. Vamos a aclarar estos dos puntos.
En primer lugar, desde la perspectiva sufí, los celos son imposibles. El amor es un fenómeno
sinérgico, es decir, no cumple el principio de conservación de la energía. En la ley de la materia o la
energía, cuando tengo 8 y doy 3 me quedo con 5; en la ley del amor, cuando tengo 8 y doy 3 me
quedo con11. Esto es lo característico de fenómenos sinérgicos, o multiplicadores de energía, como
el conocimiento o el amor. En el conocimiento sucede que si doy una clase a 30 personas, mi
conocimiento pasa a ellos (o a unos cuantos) y yo, no sólo no lo pierdo, sino que normalmente lo
aumento. Así es en el amor y por tanto para amar a una persona no he de quitar amor a otras.
Además, no se puede amar a una sola persona: o se ama a todo el universo, o lo que se llama amor
es un egoísmo a dúo.
Por otra parte, desde la concepción del amor sufí, es imposible amar y pasarlo mal, porque el ser o
no correspondido es irrelevante. Un amor no correspondido será una irradiación pasajera que se
lanza y de la cual se pasa a irradiar hacia otras cosas y personas. Empeñarnos en irradiar hacia una
sola persona y que ésta nos corresponda, es estancarnos en una neurosis obsesiva, lo cual no debe
considerarse como un amor ejemplar y abnegado, sino como una estúpida negación de la vida. Hay
tantos objetos de amor en el mundo, que encerrarse en uno solo es atentar contra el propio flujo de
la vida.” Luís Racionero “Filosofías del Underground”

4. EL UTERO O EL CORAZON ARCAICO


Ánfora cretense Ánfora cretense
El útero aparece representado en el arte simbólico de la vieja Europa bajo muy diversas formas
(huevo, pulpo, medusa, bucráneo,…) y en territorios geográficos muy distantes. Para aquellos
pueblos, cuya cosmovisión se basaba en lo que Gimbutas llamaba la celebración de la Vida, el
simbolismo de útero representaba, además de la matriz de la Diosa de la que surgen todos los seres
vivos, la matriz sagrada de dónde nace la vida humana. Es de suponer por tanto que, en aquellas
culturas matrifocales en las que la maternidad vertebraba la organización social de la comunidad, el
útero fuera uno de los símbolos sagrados de mayor importancia.Sin embargo, a lo largo de los
últimos milenios, el útero como todo lo que tenía que ver con la sexualidad femenina, ha sido
sistemáticamente reprimido de nuestro universo simbólico. Esto ha producido en la mayor parte de
mujeres occidentales un distanciamiento con su punto energético más importante, provocando a su
vez un efecto cadena sobre la sexualidad en general y la maternidad en concreto.Afortunadamente,
los estudios científicos de las últimas décadas están haciendo retornar el conocimiento perdido
sobre las sorprendentes y vitales funciones de este órgano generador de vida. Dicho conocimiento
resulta imprescindible para comprender como fue la vida arcaica en las culturas matrifocales e
intentar recomponer nuestra primitiva identidad perdida. Con este fin, hemos seleccionado dos
extractos de los libros de Casilda Rodrigañez. El primero relacionado con el parto y el segundo
sobre como recuperar la sensibilidad uterina. Recomendamos la lectura completa de estos libros
para todo aquel/lla que quiera profundizar en el tema.Útero, parto y sexualidad-Extracto de “La
sexualidad de la mujer” de Casilda Rodrigáñez.“A lo largo de unos años nos hemos ido encontrando
con una serie de datos que, en principio, casi no llaman la atención ni sugieren nada; son datos
sueltos, que en su desconexión no resultan significativos; son como las piezas de un puzzle que,
almacenadas en algún lugar de nuestra conciencia a la espera de ocupar su puesto en la resolución
del puzzle.a) Para Masters&Johnsons, las contracciones uterinas son un componente esencial en
todo orgasmo femenino. Marise de Choisy va más lejos al afirmar que éste... “tiene su origen en el
cuello del útero. Y que si los psicoanalistas, desde hace tiempo, vienen confundiendo el orgasmo
cérvico-uterino con el orgasmo vaginal, no es sólo debido al narcisismo masculino, ni tampoco sólo
a la ignorancia femenina, sino también porque las cérvico-uterinas no frecuentan nuestras
consultas”.b) Bartolomé de las Casas y otros viajeros del siglo XVI han escrito que las mujeres de
las poblaciones que habían encontrado en zonas del planeta desconectadas de nuestra civilización
parían sin dolor.c) Histeria viene de hysteron, es decir, de útero. En la Antigua Grecia se creía que
las enfermedades nerviosas o histéricas de las mujeres eran debidas a que el útero sufría un
desplazamiento hacia arriba. Platón y otros hablan del vientre errante, de un animal dentro del
animal.d) El útero aparece sistemática y cuantiosamente reproducido en la cultura que ahora se está
desenterrando de la llamada Antigua Europa, datada entre el 6.500 y el 3.500 a.c. En aquel mundo
simbólico, el útero era aquello cuyo latido significa la vida; algo análogo a lo que en nuestro mundo
simbólico significa el corazón: el amor y la vida.La arqueología está obteniendo datos
sorprendentes y reveladores de aquella civilización. Con esta información se vuelve evidente que lo
que relata el Génesis (datado precisamente hacia el 3.000 a.c.) no es la creación de la naturaleza
humana, sino las condiciones de un nuevo modo de convivencia y de ser humano que se imponen
contra otras, y que incluyen el parto con dolor, la transformación del hysteron en histeria. De hecho,
el Génesis habla de un paraíso del que fueron expulsados nuestros primeros progenitores; es decir,
que aunque lo de primeros da pie a pensar que desde el principio esa fue nuestra condición, no
pudieron omitir la existencia de otro mundo anterior al actual. ¿Por qué si no inventar la historia de
un paraíso, de una serpiente-demonio, de un Árbol del conocimiento del bien y del mal cuya
accesibilidad queda también prohibida con la expulsión del Paraíso?

e) La oxitocina, que se utiliza como oxitócico, como dilatador del útero en la medicina, se empleaba
en las orgías eleusíacas por medio del hongo del cornezuelo de centeno. La misma química, una
aplicada en el parto con dolor forzado, la otra como afrodisíaco. La misma hormona (la oxitocina)
que está presente en el parto para dilatar el cuello uterino es también la hormona del orgasmo, que
por ello se la conoce como la hormona del amor.f) En los partos actuales existen casos de partos
orgásmicos. Y según los que lo han estudiado, como Serrano Vicens, Merelo-Barberá y el Dr.
Schebat del Hospital Universitario de París, son más frecuentes de lo que se cree.g) Dentro de la
práctica de partos alternativos o humanistas existe la constatación de Michel Odent de que cuanto
menos se interfiera, cuanto menos se provoque el neocórtex de la mujer, haciéndola presta atención
(racional) a conversaciones, y cuanto más desinhibido permanezca el cerebro ancestral, más fácil
resulta el parto. La mujer está en ese clima de confianza y de cierta intimidad. CASOS DE
RECUPERACIÓN DE CIERTA SENSIBILIDAD UTERINA. Lo que acabó de retener nuestra
atención sobre este tema, fueron los testimonios de unas mujeres que habían recuperado una cierta
sensibilidad uterina, tras la lectura del libro de Merelo-Barberá, en el que afirma que la mujer se
socializa en la ruptura psicosomática entre la conciencia y el útero. Esta percepción o sensibilidad,
aunque difícil de traducir en palabras, fue descrita así:En el momento del orgasmo habían empezado
a percibir, en el centro y en el interior de la cavidad pélvica, como una ameba que se retrae y que se
expande rítmicamente con cada oleada de placer. Podía también asimilarse al latido de un corazón,
aunque más lento, o al latido del cuerpo de un rana. En el momento en que se termina el
movimiento de retraimiento y comienza la expansión, podían empujar y amplificar la onda
expansiva, lo mismo que en las contracciones de la fase expulsiva del parto, o al defecar, cuando
vienen las ganas como normalmente se dice. Al ampliar la onda expansiva del latido, se amplifica al
mismo tiempo la contracción uterina y la ola de placer.Esto supuso un cambio en el modo de
percibir sus cuerpos y en su sexualidad. El simple hecho de dirigir la atención/pensamiento al útero
produce excitación y placer ubicados en las paredes del útero y en los pechos.Otra amiga nos
comentaba que entre la tercera y la octava semana de un embarazo, se encontraba en un estado de
bienestar flotante permanente, que podría calificar de pre-orgásmico. Lo relacionaba con el
concepto de “gravidez”, de sentir la matriz pesada, hinchada, presionando el suelo de la cavidad
pélvica.Contrastados estos testimonios con Juan Marelo-Barberá, este afirma que el útero
efectivamente comienza a palpitar como un corazón desde el momento en que la mujer se excita
sexualmente; a palpitar y a descender. Afirma que el cuello uterino se hace incluso visible desde el
exterior a simple vista en estado de excitación fuerte. Por eso en la Antigüedad la mujer frígida era
aquella cuyo útero no podía moverse y descender. Luego se invierte la valoración: la mujer cuyo
útero se mueve como un pez es una mujer lasciva y pecaminosa; la del vientre errante, la del animal
dentro del animal; la que no está castrada ni sometida al varón.

LA FISIOLOGÍA DEL PARTO. Un animal crece a partir de una sola célula, un zigoto que crece
hasta hacerse un embrión. Este proceso requiere una protección especial, porque el zigoto/embrión
no puede dársela a sí mismo. Las especies animales que no se dotaron de una protección adecuada,
no prosperaron. Una vez más, una forma de simbiosis entre dos seres vivos resuelve el problema de
la conservación y regeneración de la vida. Los huevos de las aves tienen una protección, una
cáscara de calcio que no puede ser más dura y proteger más de lo que hace, porque, dado que se
trata de una estructura ovoidea herméticamente cerrada, el embrión mismo tiene que poder romperla
cuando llega el término: esto, la salida, determina su fragilidad. El invento de los mamíferos es
sorprendente, como todo o casi todo en la evolución de las formas de vida. La madre guarda dentro
de sí el óvulo fecundado en lugar de expulsarlo y lo protege al tiempo que se protege a sí misma,
con su movilidad, su propia nutrición, etc. Pero debe resolver la contradicción entre la consistencia
de la envoltura protectora y la salida del embrión de dicha envoltura en su debido momento. La
contradicción la resuelve el tejido muscular: fuerte y a la vez elástico y flexible, conectando con el
sistema nervioso de la madre, y formando una bolsa con una puerta de salida que puede cerrarse y
abrirse. Una articulación (la neuromuscular) puesta a punto para la locomoción, bombear la sangre
(el corazón es tejido muscular), etc., combinando el sistema nervioso involuntario y el voluntario.
Aquello que nuestro organismo debe ejecutar sistemáticamente (el bombeo de la sangre, la
respiración, la digestión cuando llega alimento al estomago) se realiza automáticamente por el
sistema nervioso involuntario; pero aquello que sólo se realiza en momentos determinados, como
correr para cazar, coger un fruto de un árbol, requiere la actuación del sistema nervioso voluntario,
seguramente siempre en conexión con el sistema nervioso involuntario: los engranajes
neuromusculares realizan su cometido a la perfección.Entonces intervienen los sentidos: la
percepción sensorial indica cuándo el sistema nervioso voluntario debe ponerse en marcha. Los
sentidos en su origen, antes del desarrollo cultural que los recrea, están al servicio de la
conservación de la vida: el gusto, la vista, el oído, el tacto, el apetito, et. El deseo sexual, al igual
que el deseo de comer, tiene ese origen.La reproducción en los mamíferos tiene involucrada una
sensibilidad especial, una inducción de tipo sensitivo que pone en marcha un sistema de producción
de hormonas (la oxitocina del orgasmo y del parto es una de ellas) para realizar las funciones
sexuales reproductivas. Esta inducción sensitiva es lo que llamamos instinto, o en los humanos,
deseo sexual. Por ejemplo, las cerdas sólo eyaculan leche de sus mamas cuando son estimuladas por
la succión del lechón. No es una producción continua, sino una serie de eyaculaciones sucesivas a la
estimulación. Si alguien entra en la cochiquera y distrae a la cerda, deja de hacerlo. Hemos visto
parir a una gata varios gatitos. Cuando terminaba de lamer la bolsa y de comerse la placenta de un
gatito, reactivaba las contracciones para expulsar al siguiente. Como si pudiese controlar de modo
voluntario las contracciones uterinas.Unos versos mesopotámicos del tercer milenio a.c. nos dan a
entender que los humanos de los tiempos en los que las mujeres parían sin dolor, tenían también el
útero en el sistema nervioso voluntario:
Ninhursaga, única y grandiosa,contrae la matriz;Nintur, que es una gran madredesencadena el parto.

¿Qué mejor invento podría hacerse para tener seguro al embrión y para que salga cuando llegue el
término, que la fuerte, dúctil y elástica bolsa uterina, con su cuello que cierra firmemente y es a la
vez capaz de abrirse? En este contexto situamos las contracciones uterinas para dilatar el cuello.
Ahora bien, no es lo mismo mover un músculo contracturado, rígido, que está medio atrofiado por
no ser usado, que mover un músculo distendido y que es utilizado habitualmente. Actualmente
parimos con el útero rígido, sin elasticidad, medio atrofiado y sin que el deseo estimule la
producción de oxitocina. Por eso duelen también las reglas.La sexualidad en la que nos educan es la
sexualidad de un cuerpo despiezado, escindido en cuerpo y alma. Lo que llamamos cuerpo es en
realidad el subproducto de un cuerpo despiezado y en buena medida desvitalizado. La clave de esta
escisión es la ruptura psicosomática entre la conciencia y el útero, como dice J.Merelo Barberá.El
cuerpo que la mujeres creemos que tenemos, es un cuerpo al que le ha sido arrebatado el órgano
central de su sistema erógeno; es un cuerpo sin útero, con un sistema erógeno que comprende sólo
vagina y clítoris.Y todo esto, establecido por la Ciencia; porque cuando la sexualidad fue abordada
científicamente en el siglo pasado, la sexualidad femenina que se definió fue la de un cuerpo
castrado, devastado, despiezado; sometido y explotado: una sexualidad falocrática, vaginal y/o
clitoridiana. Aunque algunos llegaron a reconocer que había algo indefinido en la sexualidad de la
mujer (Groddeck), que era un continente negro inexplorado y desconocido (Freud al final de su
vida, Lacan). ¡Y tan desconocido!¿Y qué ocurre realmente con la verdadera libido y anhelo de la
mujer?. El deseo se reprime, se sublima en amores románticos y espirituales, se manipula y,
finalmente, lo que queda después de toda esta descomposición, se orienta hacia el falo, dejando un
rastro de enfermedades psicosomáticas que prueban la quiebra de la autorregulación de la vida:
partos traumáticos, histerias, depresiones post-parto, falta de leche, dolores menstruales, etc.

Pensemos en nuestro útero inexistente; en nuestro tejido muscular uterino. Y pensemos en que si
una simple inmovilización durante algún tiempo por una escayola requiere después ejercicios de
rehabilitación para que el tejido muscular se recupere, ¿qué sería, por ejemplo, de un brazo que
hubiese permanecido inmovilizado durante toda la vida porque no sabíamos que teníamos ese brazo
ni para que servía? Y si quisiéramos utilizarlo, nos encontraríamos con unos músculos que habrían
perdido su elasticidad, rígidos y contracturados. Y como todo el mundo sabe lo que duele un
calambre, podemos entonces entender los dolores de la dilatación del cuello uterino en nuestra
sociedad. Es significativo que en el Génesis se diga “parirás con dolor”, como algo nuevo que iba a
ser y que antes no era.Todavía hay una observación más sobre la fisiología del parto en la especie
humana:Al adquirir la posición erecta, el plano de inclinación del útero se hace casi vertical,
quedando el orificio de salida hacia abajo, sometido a la fuerza de la gravedad, Esto
supone/requiere un perfeccionamiento del dispositivo de cierre y apertura del útero, un cierre más
fuerte para sujetar 9 u 11 Kg. De peso contra la fuerza de la gravedad. Y el dispositivo de cierre y
apertura del útero no es otra cosa que el cuello, cuya relajación total deja una abertura de hasta 10
cm. de diámetro. Por eso “el origen del auténtico orgasmo femenino está en el cuello del útero”.
Nuestra opinión, contrastada con Merelo-Barberá, es que el orgasmo fue el invento evolutivo para
accionar el dispositivo de apertura del útero.Esto da coherencia a los datos inconexos del punto 1º, y
permite acercarnos al modo de vida que expresa la simbología de la cultura pre-patriarcal: explica el
paso del útero al corazón, del hysteron a la histeria, de la serpiente como símbolo del bien a la
serpiente como símbolo del mal”. Extracto de Casilda Rodrigañez “La sexualidad de la mujer”.

b) La recuperación del “latido del útero”“Si las niñas bailasen las danzas del vientre con sus
hermanas mayores, sus madres, sus abuelas, y nadasen como sirenas (con las piernas juntas),
crecerían sin parar de mover las caderas, la pelvis, el útero; y éste volvería ser como un pez que se
mueve en nuestro vientre, tal cual lo representaban en el neolítico. Cuando se habla de recuperar
nuestro cuerpo de mujer, en concreto quiere decir recuperar la sensibilidad y el movimiento uterino.
Que nuestro vientre canalice y exprese nuestra emoción y nuestra alegría de vivir.”-Extracto del
libro de Casilda Rodrigañez “Parirás con placer”:“Tenemos varias “pistas” que podemos seguir.
Una de ellas es la tradición olmeca que están recogiendo algunas mujeres, como Silvia Sterbova y
Elena Lázaro; recuperando el pensamiento y los ejercicios de aquella civilización para expandir la
energía femenina, nos proponen las prácticas femeninas para lo que ellas llaman el 'despertar del
útero'. Esto está directamente relacionado con lo que dice Carlos Castaneda en su libro “Los pases
mágicos”: Según Don Juan Matus, uno de los intereses más concretos de los chamanes que en la
antigüedad vivieron en México es lo que denominaban 'la liberación de la matriz' ...A los chamanes
les interesaba el despertar de la matriz porque, a parte de su función primaria reproductora, sabían
de una función secundaria; una capacidad para procesar conocimientos directos sensoriales e
interpretarlos directamente sin el auxilio de los procesos de interpretación que todos conocemos (lo
que también podemos llamar 'conocimiento o intuición visceral' de lo que desean l@s hij@s, por
ejemplo). ...Al igual que otros chamanes de su linaje (Don Juan) estaba convencido de que si se
apartan del ciclo reproductor, la matriz y los ovarios se convierten en herramientas de percepción, y
ciertamente, en el epicentro de la evolución.... En virtud de los efectos de la matriz, las mujeres ven
directamente la energía con más facilidad que los hombres, decían y se quejaban de que las mujeres
no son conscientes de su capacidad.... Resultaba paradójico que la mujer tuviese a su disposición un
poder infinito y no se interesara por conseguirlo. Don Juan estaba convencido de que esta falta de
deseo de hacer algo no era natural, sino adquirida.Quizá si las mujeres estaban menos interesadas
que los chamanes en la evolución humana en sentido general era porque estaban más interesadas en
la evolución concreta de sus criaturas y a ello dedicarían su 'energía', su capacidad de percepción, su
intuición. En cuanto a las funciones secundarias, cabe imaginar, y así debió de ser por las
informaciones que tenemos, que en un contexto matrifocal, a las mujeres les sobraba energía y
tiempo para desplegar su capacidad de percepción y su intuición a otros aspectos de la vida y de su
conocimiento.En cualquier caso, 'los pases mágicos', o sea, lo que nosotras llamaríamos 'ejercicios',
que Castaneda recopila, sin duda favorecen el despertar de la sensibilidad uterina, puesto que tienen
por objeto anular las consecuencias de la socialización nociva que las (nos) vuelve indiferentes.
En nuestra cultura, la matriz es una gran desconocida; ha sido rebajada a una víscera con un papel
casi vegetativo, cuando no como un sifón de un sistema de cañerías. Sin embargo, si el cerebro es
una especie de unificador a ciertos niveles de nuestra percepción y de nuestra voluntad, a otro nivel,
la matriz es otro centro de percepción y de toma de decisiones (las 'viscerales'). Podríamos decir que
el 'alma' en el sentido de 'ánimo' de la mujer, en cierto modo es la matriz. En este mundo la mujer
está 'desanimada', 'desalmada', paralizada, porque la vitalidad genuina de la mujer es incompatible
con esta sociedad y por eso quedó prohibida y excluida de este mundo (des-terrada al Hades); como
dice Melandri, es como si el existir de la mujer se hallase ya incluido en una forma de existencia
que la niegan en cuanto a mujer; como si la única posibilidad de existir en este mundo tuviese como
condición la 'indiferencia' de la matriz, la castración de la mujer que después tres o cuatro milenios
de dominación física, se efectúa ya a nivel simbólico e inconsciente (No por casualidad en la Biblia,
el establecimiento de la sociedad de dominación sobre todo el ecosistema se enuncia paralela y
simultánea al parir con dolor.) y esta castración de la mujer trae consigo, tanto la congelación de su
'capacidad de percepción' que decían los chamanes, como el realizar la función primaria
reproductora en ese estado de 'indiferencia',- lo que con otras palabras, llamamos 'robotización', que
quiere decir eso, 'des-animación', o 'des-vitalización'.Desde el campo del psicoanálisis y de la
sexología, la psicoanalista francesa Maryse de Choisy ha constatado, referido al útero, algo muy
parecido a lo que dice Michel Odent referido a los médicos obstretas: no saben lo que es un parto
porque sólo han conocido los partos hospitalarios; entonces se dedican a hacer 'ciencia' y a sentar
cátedra sobre el parto de una manera falaz, sobre una base no verdadera, no cierta. Maryse de
Choisy dice que los profesionales de la sexología, que han 'sentado cátedra' sobre la sexualidad, lo
han hecho basándose en un tipo de mujeres determinado; pero como dice ella, las mujeres 'uterinas'
o 'cérvico uterinas' no se preocupan por la sexualidad ni acuden a las consultas de los sexólog@s.
Es algo como que nadie se preocupa de su hígado mientras le funciona bien, y sólo empieza a
preocuparse cuando le deja de funcionar bien; a continuación, imaginemos lo que sería ir a un
médico que desconoce el funcionamiento normal del hígado a que te lo arregle... Se
institucionalizaría una patología hepática mantenida y reproducido por el Poder médico. Hace poco
hablando con un grupo de gente joven, una chica decía que ella no había hablado nunca con nadie
de que notaba y sentía su útero porque pensaba que era lo normal, que todas las mujeres lo sentían.
Así concluíamos que era muy importante hablar de ello, eliminar el pudor absurdo que pueda haber,
que solo sirve para mantener la ignorancia.Maryse de Choisy después de diez años de trabajo con
cuestionario, ofrece una perspectiva sobre el orgasmo femenino que rompe la tradicional dicotomía
'orgasmo vaginal-orgasmo clitoridiano'. El orgasmo más global e importante de la mujer, afirma, no
es ni vaginal ni clitoridiano; apretando los muslos o los glúteos firmemente (las mujeres) alcanzan
un tipo de orgasmo que arranca en el centro de su cavidad pélvica, en algún punto muy profundo de
su interior, y se expande por todo el cuerpo... pues el verdadero orgasmo femenino es cérvico-
uterino, o tiene su origen en él...Tenemos también la pista a seguir de las mujeres de la India, que
nos proponen la práctica de la visualización, con los pétalos de la flor de loto abriéndose... o la
imagen de las ranas pre-colombinas palpitando rítmicamente como un corazón... o el animal errante
de Platón y otros, quitándole la intención peyorativa y visualizando/sintiendo una preciosa ameba
que se alarga y se encoge y se vuelve a alargar, y se mueve, una onda tras otra, como las parras de
las cenefas y frisos, que se enroscan una tras otra, (y de las que cuelgan formas uterinas en lugar de
racimos de uvas); una ola tras otra, como los dibujos de los tentáculos de los pulpos en las vasijas
neolíticas... hasta que el útero, más allá de su forma, se hace todo latido, pulso, ritmo, que irradia y
expande el placer (por eso la oxitocina y el placer son también pulsátiles y rítmicos).

O la 'pista` de las mujeres de Arabia Saudí, bailando la danza del vientre en corro alrededor de la
parturienta, para inducir su movimiento uterino... o el movimiento de los delfines, o la experiencia
conocida de la pornografía por la cual sabemos que el neocórtex puede inducir la excitación sexual,
a falta del deseo de el/la otr@, y no solo la falocéntrica...La danza del vientre, dice Karmele
O'Hanguren: no tiene fecha de nacimiento, pero parece ser la supervivencia de una forma de danza
ligada a los ritos de fertilidad y maternidad, ya que reproduce simbólicamente los movimientos de
la concepción y del alumbramiento... En sus distintas versiones, que van desde el raks sharki con
música clásica árabe, al estilo baladí más popular, la danza del vientre es uno de los bailes más
sensuales del mundo reservado únicamente a mujeres. .... Las mujeres que la practican obtienen
importantes beneficios fisicos, como la regulación de los ciclos menstruales, la renovación de la
energía corporal y un conocimiento mayor del cuerpo y de los propios sentimientos. No requiere un
cuerpo escultural ni un vientre plano, por lo que las aprendices de bailarinas aprenden a amar su
cuerpo y a descubrir su gracia y su sensualidad. Por estos motivos, la danza oriental vive un
momento de gran auge,... lo que la experta Isabel Fuentes ha constatado en su academia de baile de
Granada...Por último, recordar que los ejercicios que se recomiendan para fortalecer los músculos
pélvicos en la preparación al parto, también sirven en las no embarazadas para despertar el útero
inmovilizado.También podemos afirmar que mujeres que conocemos, sin mediar prácticas
femeninas olmecas, ni visualizaciones hindúes, ni pases mágicos, ni danzas del vientre, con el solo
hecho de saberlo, han recuperado la percepción sensible de su útero. Por eso creo que aun siendo
difícil, no es imposible perder la rigidez e insensibilidad producidas por la represión de la
sexualidad básica, a lo largo de toda una socialización castradora. El yoga también nos puede
ayudar. Yo no lo practico ni lo conozco, pero transcribo una carta de un amigo: Tanto el yoga...
como otras terapias se basan en los siete chakras de energía del ser humano. La kundalini
(representada simbólicamente con una serpiente enroscada) es la energía vital que se encuentra en el
segundo chakra, a la altura de los genitales, y la función de este chakra es movilizar la kundalini (la
serpiente se desenrosca y se mueve) y redistribuirla por todos los otros cinco chakras (el primer
chakra, que se encuentra más o menos entre los genitales y el ano, es el encargado de tomar
contacto con la energía vital de la tierra para que el segundo chakra la pueda canalizar). Tanto en
yoga como en las psicoterapias corporales que te comento son práctica habitual ejercicios de
movilización de la cadera para activar la kundalini, es decir, la energía vital y/o sexual. Una
persona con poca movilidad y conciencia de esa parte del cuerpo es una persona que no canaliza
correctamente esa energía. Es un poco como las danzas del vientre de las sociedades matrísticas del
neolítico...

[…] Otro, aspecto que tiene que ver con la represión de la sexualidad femenina, que se inicia en la
más temprana infancia, es la estricta educación postural que nos disciplina para sentarnos en sillas
con las piernas juntas y la pelvis rígida, forzando el ángulo recto e impidiendo su posición natural y
su balanceo.
La vida a ras de suelo, como todavía vemos en algunos pueblos no occidentalizados, y
concretamente la posición en cuclillas, con el sacro casi tocando el suelo, las piernas dobladas y
abiertas a la altura del pecho (tal y como aparece la mujer de la etnia san en la fotografía), hace que
el útero quede suelto y descienda; en cambio cuando nos sentamos en una silla, se queda
aprisionado. La forma de vida a ras de suelo, con su continuo agacharse y levantarse, además hace
que la pelvis esté en continuo balanceo, movilizando los músculos del vientre. Sabemos que el
movimiento de la pelvis desencadena el del útero; como también sucede cuando apretamos las
nalgas o los muslos, cuyo roce interno acaricia las paredes uterinas y desencadena su temblor y su
latido. Así mismo la forma de agachamos cambia.
Si nos fijamos, las mujeres africanas y otras de culturas poco occidentalizadas, se agachan sacando
el trasero, a diferencia de las que hemos sido educadas en Occidente, que hemos aprendido a
agacharnos forzando la columna vertebral, para doblamos metiendo el trasero sin balancear la
pelvis; aquí, agachamos sacando el trasero se consideraría una obscenidad.
Sin embargo, nuestra manera de doblarnos para agachamos, no es natural ni es buena para la
columna. Invito a probar a agacharse sacando el trasero, para comprobar que de esta manera, la
columna siguiendo los huesos pélvicos, no sufre; por el contrario, es una postura cómoda en la que
se puede realizar cualquier tarea. Todo esta educación que acontece a lo largo de la socialización de
las niñas, es lo que hace que desde hace siglos los úteros sean espásticos y que el parto se realice
con dolor. Casilda Rodrigañez.

5. EL MATRIMONIO SAGRADO (La dualidad


cósmica)

La Gran Diosa Madre, como personificación de la unidad que forman todos los seres y ciclos de la
naturaleza, fue originariamente concebida por nuestros ancestros como un ser andrógino. Marija
Gimbutas la definió como partenogénica, es decir, se autofecundaba, puesto que la fertilidad
masculina también forma parte del Todo (de ella misma). Posteriormente, y a medida que las
sociedades humanas se complejizaron, esta unidad primordial pasó a ser representada por la
complementariedad de los contrarios, que de modo básico puede ser entendido como la simbiosis
entre la fecundidad de la Madre Tierra y el poder fertilizador del Padre Sol.Tal concepción del
universo estaba íntimamente ligada a las primeras culturas agrícolas del neolítico, ya que las
cosechas terrestres dependían del sol y la lluvia celestes. Por eso, cada primavera tenían lugar en
Europa los rituales de la siembra en los que se representaba el matrimonio sagrado entre el Cielo y
la Tierra (hierogamia). Estas celebraciones perduraron durante miles de años a lo largo y ancho de
todo el continente hasta que la Iglesia Romana las prohibió por heréticas. En ellas se potenciaba la
fertilidad de las cosechas a través de la unión sexual sagrada entre hombres y mujeres como
representantes terrenales del concepto dual del cosmos.a) Los templos-útero de la cultura
megalítica:

“Stonehenge, Avebury y Silbury hill en el sur de Inglaterra, New Grange en Irlanda, Carnac en
Bretaña, el Hipogeo en Malta eran algunos de los lugares más sagrados de esa antigua época, cuyas
estructuras y significados son aun hoy poco comprendidos, porque la mente moderna no puede
experimentar la naturaleza de la misma manera. La ceremonia más grande del año era el
matrimonio entre el cielo y la tierra, los cuales, en un principio, pueden haber sido experimentados
como dos aspectos, masculino y femenino, luminoso y oscuro, de la Gran Madre. […] no hay duda
de que el matrimonio sagrado entre el sol y la tierra era celebrado en New Grange, donde un rayo de
sol en el amanecer del solsticio de invierno penetraba en el rincón más lejano de un templo-útero.
En Avebury (a principios de Mayo) y en Stonehenge (en el solsticio de verano) una larga sombra
fálica triangular producida por una alta piedra envolvía a otra piedra que se cree representaba a la
Diosa Madre. Habilidosos arquitectos, astrónomos e ingenieros construyeron estos templos de
piedra como lugares donde la gente podía asistir al proceso que se creía iniciaba la fertilización y
por lo tanto la futura fertilidad de la tierra. Estos lugares sagrados muestran que el eje de la vida en
ese momento en el oeste de Europa era ritual más que una necesidad de defenderse ante ataques.
Debe haber sido increíblemente poderoso experimentar estos rituales, particularmente en la salida
del sol y en la salida de la luna.[…] Alrededor del 4.500 AEC la imagen de un joven dios comienza
a aparecer. Se desarrollaron rituales, que sobreviven incluso en este siglo, que identificaban a un
joven dios con el cereal o las cosechas que cada año morían y cada año volvían a nacer. Más tarde
una gigantesca mitología se desarrolló a su alrededor. En Babilonia se lo llamó Tammuz, en Egipto
Osiris. Uno de los muchos nombres que se le dieron fue El Verde. Más tarde, en las catedrales e
iglesias europeas la imagen del Hombre Verde fue esculpida en los techos y en los estrados de los
coros como imagen del espíritu creativo y regenerativo escondido en las formas de la naturaleza.
[…] Es la historia de la diosa que tiene un hijo que crece para convertirse en su consorte. Él
personifica la vida de la vegetación, la vida del cereal o del árbol frutal. Su matrimonio con la diosa
madre une la tierra con el cielo y regenera la vida de la tierra. En Mesopotamia, como Tammuz, él
muere como sacrificio y la diosa Ishtar va en su busca, descendiendo al inframundo para despertarlo
de su sueño o para traerlo de vuelta de entre los muertos. En Egipto la diosa Isis reune los
fragmentos del cuerpo de Osiris y lo devuelve a la vida.[…] Con el retorno del hijo o consorte, el
cereal brota, el árbol florece y la fertilidad es devuelta a la tierra.” Anne Baring, “El concepto y los
orígenes del alma”-New Grange: “Irlanda cuenta con alrededor de 500 tumbas megalíticas o tumbas
templo, de las cuales la gran tumba corredor de New Grange, en el río Boyne, es la más fascinante.
Construida hace cerca de 5.000 años, en torno al 3200 a. C., ningún otro templo neolítico ilustra de
manera más gráfica la reacción de los pueblos de aquel tiempo ante los movimientos misteriosos de
la luna, las estrellas y el sol. Es posible que todos los eventos de su vida comunal estuviesen
alineados, de alguna manera, con el drama cíclico que tenía lugar en el cielo.

Horizontalmente, frente a la entrada, yace una enorme piedra decorada con espirales triples, rombos
y líneas onduladas que recuerdan a las de la vieja Europa. La tumba corredor se construía de modo
tal que, durante unos días del comienzo y del final del solsticio de invierno (y únicamente durante
ese tiempo), un rayo de sol pudiese penetrar a través de la estrecha apertura de piedra tallada sobre
el dintel de la puerta de acceso y discurrir por el corredor interior, hasta iluminar el rincón más
apartado en el extremo final de la cámara recubierta de ménsulas. Al llegar ahí, iluminaba
suavemente el borde de un cuenco labrado en piedra blanca y las triples espirales grabadas en la
superficie de una gran losa de piedra. Durante el resto del año el interior del templo permanecía a
oscuras. El ritual celebrado conmemoraba probablemente la acción del sol al fertilizar el «cuerpo»
de la tierra, despertándola de su sueño invernal al ciclo renovado de la vida. Podría también haberse
tratado de un ritual para la regeneración de los muertos, dormidos como el invierno, pues en todas
las imágenes neolíticas la muerte es inseparable de la regeneración.” Anne baring y Jules Cashford
“El mito de la Diosa”
b) La cueva-útero de Nenkovo (Bulgaria):
“Esta asombrosa estructura relacionada con antiguos ritos de fertilidad y fecundidad así como con la
renovación anual de los ciclos de la Naturaleza fue descubierta y documentada en abril de 2001.
Está situada en lo alto de la montaña en una zona agreste y montañosa sobre el Borovitsa Chalet, a
unas 14 millas de Kurdzhali, en Bulgaria. No lejos de allí están los grandes complejos rocosos de
nichos tracios de Rhodope oriental.
sta cueva confirma que las teorías de Marija Gimbutas sobre la existencia de una Gran Diosa Madre
neolítica no estaban muy descaminadas. Que la matriz de la Madre-Tierra era una fuente de poder,
de renovación cíclica. Y que los cultos de fertilidad y las ceremonias de iniciación sexual se
llevaban a cabo en estos sitios especiales, en lugares agrestes, en los que hombres y mujeres
llevaban a cabo cada primavera los ritos de renovación de la vida, protegidos y auspiciados por la
Gran Diosa Madre.Una gran sorpresa aguarda al visitante, puesto que la entrada de la cueva es
exactamente la entrada de de una vagina. Y se adentra en la cueva unos 65 pies. Pero los expertos
que han analizado el relieve están de acuerdo en considerar que el relieve natural cárstico
correspondía solamente a unos 48 pies, siendo lo demás obra excavado artificialmente.
Indudablemente, unas manos humanas continuaron la obra del agua que excavó el lugar durante
milenios. Al final de la cueva, un altar excavado en la roca simboliza el útero mismo.

La sorpresa real, sin embargo, tiene lugar al mediodía: cuando el sol se acerca a su punto más alto
en el cielo, su luz penetra dentro de la cueva por una abertura especial de la roca y proyecta una
perfecta y reconocible forma de falo de luz sobre el suelo.Cuando al sol se alza más, y la luz se
extiende por el interior de la cueva, el falo se alarga y llega al altar que simboliza el útero.
Solamente durante algunos meses del año, enero y febrero, cuando el sol está bajo en el horizonte,
el rayo de luz fálico tiene la longitud suficiente para llegar al altar y fecundar simbólicamente el
útero. No cabe duda de que esta es la cueva-matriz de cuya existencia quedan recuerdos en antiguos
mitos. Este fue el lugar donde los ritos órficos alcanzaron su clímax. También en la isla de
Samotracia, en la costa tracia, en el Egeo, en un templo órfico, según los autores antiguos, jóvenes
solteros eran iniciados en cultos sexuales (abitikos) con jóvenes mujeres tracias.

[…] Numerosos detalles de los extinguidos ritos órficos parecen sobrevivir en las montañas de
Strandzha. Así, Santa Marina vivía en una cueva en la que había un curso de agua. La imaginación
popular suponía que era una corriente fertilizadora masculina que corría por la cueva-matriz. La
misma Marina se creía que había sido concebida después de que su madre implorase al Sol. Una vez
al año, jóvenes solteros y jóvenes doncellas se reúnen en las cuevas locales para tomar parte en el
sacramento de la concepción. El paralelo con el relato de Herodoto es obvio. Este autor es el que se
refería a los ritos sexuales que se llevaban a cabo en la cueva del templo de Samotracia. El mismo
ritual tenía lugar en el antiguo templo órfico de Delfos. Tambien Eurípides, en su obra Las Bacantes
señala que las orgías dionisíacas tenían lugar en cuevas con aguas subterráneas en las que se
suponía que había sido educado Dionysos. El río Perpereshka nace en la proximidad de esta cueva
sagrada y Perperikon, célebre lugar de culto de Dionysos está solo a unas doce millas.” Dra. Ana
Mº. Vázquez Hoyos .UNED, Madrid
c) Mari y Sugaar (La Diosa y el dragón):

Para nuestros antepasados, las tormentas simbolizaban la unión sexual entre el Padre Cielo y la
Madre Tierra, ya que de dicho encuentro surgía la lluvia seminal que fecundaba las cosechas. Y en
este apareamiento cósmico, el rayo representaba el poder fertilizador del principio masculino
celeste que penetraba por las simas y cavidades uterinas. Este fenómeno atmosférico fue
interpretado por nuestros ancestros como una serpiente-rayo o dragón (relacionado con los
elementos masculinos fuego y aire).Así parece haber quedado reflejado en la mitología vasca que,
al haber conservado muchos elementos pre-indoeuropeos, puede ayudarnos a desenmarañar el
significado original de nuestros mitos. Pues bien, según la tradición oral vasca, Sugaar (serpiente
macho) es el amante de Mari (Diosa). Sugaar, al igual que el joven dios de las cosechas de tiempos
neolíticos, debe ser entendido en última instancia como una emanación de la propia Diosa (símbolo
del Todo) que le permite a ésta autofecundarse (Diosa partenogénica).La etimologia de sugaar es
sumamente esclarecedora y a la vez polivalente: Por un lado puede ser suge (serpiente) + ar
(macho), pero otros autores también sugieren su (fuego) + gar (llama). En otras comarcas vascas
también se le conoce como suarra de su (fuego) y arra (gusano).El antropólogo J.M. de
Barandiaran recogió hace décadas algunos testimonios sobre Sugaar en las comunidades rurales
vascas. Así uno de los consultados afirmó que suele atravesar el firmamento en forma de media
luna de fuego justo antes de una tempestad. Según otro testimonio su aparición es en forma de
fuego, pero no se le ve la cabeza ni la cola; es como un relámpago. Además, en muchos pueblos se
dice que al juntarse dicha pareja de amantes (Mari y Sugaar) siempre estalla una furiosa tormenta.
Estos relatos en torno a los amantes Mari y Sugaar pueden considerarse como una reliquia de la
Europa primigenia, ya que conservan aún el simbolismo original del personaje del dragón como
amante de la Madre Tierra y lo relacionan directamente con las celebraciones del Matrimonio
sagrado neolítico. Por eso, en muchas leyendas europeas, incluidas las vascas, el dragón aparece
vinculado al interior de una cueva, que representa para los pueblos primitivos el útero de la Diosa-
Madre dónde se unen los dos principios que originan la vida. Más tarde, el cristianismo católico
calificaría este encuentro entre amantes como un rapto del dragón, creando nuevos mitos en el que
el original representante del principio fertilizador masculino era asesinado y sustituido por el nuevo
héroe caballeresco patriarcal, o lo que es lo mismo, por el autoproclamado nuevo representante de
las energías masculinas de la naturaleza.El relato más temprano de la persecución mitológica de
esta pareja de amantes aparece en el Antiguo testamento:“En el Génesis (que coincide con la fecha
en la que algunos historiadores y arqueólogos datan la generalización de la revolución patriarcal, es
decir, aproximadamente, en el 2.500 a.c.) la serpiente es el símbolo del mal, del demonio que
induce a Eva al pecado y a desobedecer a Yavé, el Señor que representa el bien. Yavé, […] condena
a Eva (y con ella, a todas las mujeres) por dejarse seducir por la serpiente a parir con dolor y a vivir
bajo el dominio del hombre.” Casilda RodrigañezCon estas cariñosas palabras describen en el
Genesis a la serpiente: “La serpiente era la alimaña más insidiosa de entre todos los seres creados
por Dios” (Génesis 3, 1)Algunas evidencias muestran que la serpiente del Génesis era alada, es
decir, era un dragón. Sólo así entendemos porqué, tras el pecado original, se la condena a ir sobre
su vientre y comer el polvo, dejando claro que antes, el suelo, no era su principal hábitat. Además
deja clara la estrecha relación que existía entre el dragón y Eva cuando le dice que pondré
enemistad entre ti y la mujer:“Porque has hecho esta cosa, tú eres la maldita de entre todos los
animales domésticos y de entre todas las bestias salvajes del campo. Sobre tu vientre irás, y polvo
es lo que comerás todos los días de tu vida. Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu
descendencia y su descendencia." (Génesis 3:14-15).Un pasaje del Apocalipsis deja definitivamente
claro el asunto cuando se refiere a la serpiente como dragón:“Vi descender del cielo a un ángel que
llevaba en su mano la llave de la gran gruta subterránea y una gran cadena. Apresó al dragón, a la
serpiente antigua (esto es, el diablo o Satán) y lo encadenó por mil años. Lo arrojó a la gruta, cerró
la entrada con la llave y la selló hasta que se cumplieran los mil años, para que no encandilará a la
gente en adelante.” (Apocalipsis, 20).Finalmente, volviendo de nuevo a ese banco de datos sobre la
cosmovisión indígena europea que es el euskera, podemos entender un poco más el simbolismo
arquetípico que contiene la “relación” entre Mari y Sugaar, apoyándonos en el trabajo previo del
escritor Jakue Pascual. Pues bien, en euskera la palabra relación se dice harreman, compuesta en su
etimología básica por ar (masculino) eme (femenino), pero que también podemos interpretar desde
la manifestación dinámica de estas dos energías, así tenemos: Har (tu) del verbo “coger, tomar” y
eman, del verbo “dar, ofrecer”. Encontramos pues, en la etimología de esta palabra, una hermosa
síntesis lingüística y filosófica de las dos polaridades energéticas de la naturaleza, cuya
complementariedad (harreman) conforman la unidad primordial de todas los seres y procesos
naturales. En palabras de Jakue Pascual: de la infinita representación de la implosividad y
expansividad de la forma primigenia que simboliza el lauburu, (símbolo ancestral del pueblo
vasco).Por tanto, y si proyectamos este concepto a las “relaciones” humanas, tenemos que para
nuestros ancestros creadores del idioma y de la cosmovisión vasca, la armonía entre las personas se
basaba en el equilibrio entre el “dar” y el “recibir”, entre ar y eme, entre lo masculino y lo
femenino. Esta es la analogía contenida en las ceremonias del “Matrimonio sagrado” neolítico
(hierogamia) en las que sus ritos se ocupaban tanto de armonizarse con las fuerzas duales de la
naturaleza (femenino-terrestre y masculino-celeste) como con las “relaciones” humanas entre el
hombre y la mujer. Y esto es, en definitiva, lo que simboliza y enseña la relación entre Mari y
Sugaar: la armonía y complementariedad entre las dos polaridades de la naturaleza, lo que en la
tradición alquímica se denomina andrógino sagrado.

LA MUERTE DEL VIEJO MUNDO (La llegada de la guerra y el patriarcado)

6. LAS INVASIONES INDOEUROPEAS


Como hemos visto hasta ahora de manera esquematizada, hubo un tiempo en el que existió una
cultura y unas sociedades de las que no nos hablan los libros de historia. Estas culturas terminaron
por no dejar prácticamente ni rastro. Sólo en este último siglo, y gracias sobre todo a la arqueología,
comenzamos a atisbar lo que hasta ahora se nos escondía pero, ¿Qué ocurrió en Europa y en el
mundo para que progresivamente fueran desapareciendo las diferentes expresiones sociales,
artísticas y culturales de las llamadas Culturas de la celebración de la vida?“En realidad, los
primeros episodios de civilización patriarcal en la Vieja Europa, datan de mediados del 4000 a.c., y
se irán desarrollando hasta el 500 a.c. cuando en esa misma zona se concreta la civilización actual,
con reglas y leyes desarrolladas que abarcan todos los aspectos de la vida humana del contrato
social moderno. Sabemos que nuestro Derecho se basa en el Derecho romano y éste a su vez en el
griego. Hasta ahora la civilización humana y su historia arrancaba de ahí; pero hoy, gracias a la
revolución arqueológica, que además ha tirado de la manta de todos los otros indicios (mitológicos,
psicoanalíticos, antropológicos, biológicos), tenemos a nuestro alcance saber como vivían los
humanos de aquellos lugares entre el 7000 y el 3500 a.c. cuando prevalecía un modo de vida
humana con características esencialmente distintas, y cómo fue y qué ocurrió en la Vieja Europa
durante una transición de 3000 años, desde mediados del cuarto milenio a.c. cuando empezaron las
oleadas de invasiones del Norte, hasta el 500 a.c.” Casilda Rodrigañez, “El asalto al Hades”.
“A partir del 4.400 a.C. Europa comienza a sufrir el ataque de pastores nómadas que trajeron
consigo el final de la cultura neolítica de la Vieja Europa gradualmente en tres etapas: 4.400-4.200,
3.400-3.200 y 3.000-2800 a.c. Estas primeras etapas no trajeron en casi ningún o en ningún caso a
los pueblos históricos que conocemos, sino que griegos, latinos, celtas, germanos y eslavos se
superpusieron a originarios pueblos y lenguas. Los indoeuropeos en su conjunto parecen
caracterizarse por un cambio de costumbres y hábitats: nueva religión masculina por su sociedad
patriarcal con instituciones sociales y especialización social por la presencia de guerreros; sociedad
guerrera y por tanto poblados fortificados en lugares altos y predominantemente estratégicos”.
Francisco Villar, “La llegada de los indoeuropeos a Grecia”.

”Los saqueos más antiguos que se han registrado arqueológicamente tuvieron lugar en las cuencas
bajas del Dniéper y el Danubio, y su datación por radiocarbono está fechada entre el 4300 y 4000
a.c. Es decir, ocurrieron hace 6000 años (en pleno apogeo de la civilización calcolítica), si bien se
trata de un hecho aislado ya que no se ha encontrado en ninguna otra parte del mundo una evidencia
de invasión bélica de tan remota antigüedad. De nuevo fue el trabajo de Marija Gimbutas el que
reveló la existencia de estas invasiones, así como muchos rasgos de la identidad de quienes las
perpetraron. Se trata de unos pueblos seminómadas procedentes de las estepas meridionales de
Rusia, al norte de los mares Negro y Caspio, que dejaron tras de sí un conjunto arqueológico muy
característico que Gimbutas denominó como Cultura de los kurganes. Un kurgán es un túmulo
funerario que consiste en una cabaña de madera enterrada bajo un montículo de tierra y rocas. En
estos enterramientos encontramos también por primera vez evidencia de estratificación social: En
los túmulos más grandes y suntuosos con frecuencia aparecen esqueletos de hombres
excepcionalmente altos o de grandes huesos junto con cuchillos, hachas de guerra, huesos de
caballo, e incluso esqueletos de personas probablemente sacrificadas a su alrededor, generalmente
mujeres y niños.” Joan Coy, “La historia oculta”
Según la Gran Enciclopedia Larousse: “Los pueblos indoeuropeos constituían tribus guerreras bien
organizadas, que conocían el caballo y la metalurgia del hierro (arios, hititas y aqueos). Su hábitat
primitivo es objeto de controversias; se trata quizás de las estepas que se extienden del Dnieper al
Kazajstain. El estudio del léxico indoeuropeo ha permitido determinar su modo de vida (agricultura
y ganadería), sus estructuras sociales (organización patriarcal, jerarquización de los estamentos:
religioso, guerrero y agricultor) y su religión (culto a los antepasados, adoración del Dios Celeste)”.
CULTURA DE LOS
CULTURA VIEJA EUROPA
KURGANES
Economía: Ganaderia
Economía: Agrícola sedentaria
extensiva nomada
Hábitat: Grandes pueblos De Hábitat: Pequeñas
500 hasta 20.000 habitantes poblaciones Moviles
Estructura social: Sociedad Estructura social: Sociedad
igualitaria, matrifocal jerarquica Patriarcal
Ideología: Militar,
Ideología: Pacífica, artistica
conquistadora
“La invasión de los bárbaros y la caída del Imperio Romano no fue más que un episodio entre
indoeuropeos. El cambio sustancial ocurrió en Europa varios milenios antes (hace unos 5000 años)
con la irrupción de los Kurgos. […] Los Kurgos eran pueblos de pastores semi-nómadas que vivían
en grutas o pequeños poblados de temporada, conduciendo el ganado de un sitio a otro por las
anchas estepas situadas entre el norte del Mar Negro y el Caspio, donde se sitúa probablemente su
origen. Eran tribus organizadas según el sistema de jefatura y descendencia patrilineal, y adoraban a
dioses guerreros masculinos. El hacha, el puñal y la espada constituían los símbolos del poder
divino. Domesticaron el caballo y aprendieron la metalurgia del bronce de los caucásicos hacia el
3500 a/C, y aplicaron por primera vez los metales y los animales para la guerra. He ahí el salto
cualitativo. A partir de entonces, y debido fundamentalmente al crecimiento demográfico y al
cambio de clima atlántico a suboreal que desecó las estepas, empezaron a emigrar masivamente
hacia Europa. Según la arqueóloga M.Gimbutas, partiendo del Sur de las estepas de la actual Rusia,
Bielorrusia y Ucrania, se extendieron en tres grandes invasiones, la última de ellas hacia 3000-2800
a/C.” Josu Naberan, “La vuelta de sugaar”“Se produjeron las invasiones de bandidos indoeuropeos,
de pueblos nómadas desconocedoras de la agricultura, que residían en zonas donde los recursos
alimentarios habían sido abundantes. Pero tras sobrepasar sus límites y empezar a escasear y
necesitados de pastos para alimentar a sus rebaños, atravesaron e invadieron territorios ajenos, en
busca del codiciado alimento, saquearon, devastaron las codiciadas regiones y terminaron
destruyendo gran número de pueblos y modificando la estructura social. Fueron los arios, los
luvianos, los aqueos, los kurgos, los hebreos, los dorios: las oleadas de migraciones que según
Gimbutas asolaron Europa en tres fases: la ola nº 1 del año 4300 adne, la 2ª ola del año 3200 adne y
la nº 3 del año 3000 adne. Conquistaron otras regiones y destruyeron culturas de muchas regiones,
en donde impusieron sus ideologías. Y se generalizó el patriarcado por la fuerza de la violencia y la
guerra: según Gimbutas la cultura patriarcal de los indoeuropeos supuso la destrucción de una
cultura uniforme, matriarcal y pacífica, que había perdurado en toda la Europa antigua durante
veinte mil años atrás, del Paleolítico al Neolítico.” Francisca Martin-Cano
“El arma de bronce, la espada, el puñal, el hacha de guerra van a reducir todo ello a la nada, y si
bien los conquistadores utilizarán los dólmenes (construidos hacía siglos por los antepasados de las
poblaciones ahora conquistadas) para enterrar a sus propios jefes, abatirán las estatuas-menhires.
(…) Ahora bien, las poblaciones autóctonas, aun las más pacíficas, no se dejaron reducir
voluntariamente por aquellos guerreros más experimentados que ellos. Y así, a comienzos de la
Edad de Bronce se encuentran diseminados por toda Europa Occidental huellas de combates, restos
calcinados, cuerpos atravesados por flechas, y sobre todo la preponderancia de una civilización muy
diferente a la anterior” J.C.Perpere, “Les Pierres qui Parlent”.
“Las dagas de bronce, las alabardas, los mazos y las hachas de guerra y las flechas de puntas de
pedernal encontradas en numerosos sitios arqueológicos, junto con los ídolos masculinos, permiten
seguir con exactitud las rutas de aquellos indoeuropeos. A partir de entonces se notan cambios
profundos en los registros arqueológicos: aparecen muchas armas, pero desaparecen el sistema de
símbolos y el arte de la Antigua Europa neolítica; se nota el hundimiento de la agricultura y el auge
de la ganadería, la decadencia de las ciudades y el aumento del nomadismo; la abundancia de los
ídolos masculinos y la desaparición de las representaciones de la diosa”. Josu Naberan, “La vuelta
de Sugaar”
“Y con el surgimiento de una sociedad jerarquizada, sobrevino la lucha por el rango jerárquico, por
la hegemonía y por su mantenimiento, la rivalidad entre grupos e individuos, la obediencia
jerárquica y el dominio masculino.Los jefes, al haber adquirido el poder por medios violentos (no
por vía matrilineal), su autoridad no estaba legitimada, ni tenía origen Divino, por lo que no serían
reconocidos automáticamente. Consecuentemente tendrían que recurrir a la violencia para afianzar
su autoridad; para conseguir sus fines; como mecanismo de promoción social; por rivalidad; para
sofocar las luchas intestinas por el poder. Y se legitimó por tanto las espantosas guerras y los
constantes enfrentamientos.
Y así los déspotas habían de apoyarse en la fuerza militar, muchas veces reclutada de forma
obligatoria, haciendo uso ¿legítimo? de la coerción física, para imponer la ley y el orden. Y hacían
la guerra para conquistar otros pueblos y así poder acceder a las materias primas y para
posesionarse de los bienes ajenos; para avasallar a los pueblos vecinos e imponerles las propias
creencias; para defenderse de enemigos que saqueaban sus propiedades y que a pesar de sus
defensas, terminarían al fin siendo derribados y sustituidos por otros.
Y como en las batallas aumentaría la sangría demográfica, resultaría imprescindible muchos
descendientes, por lo que las máquinas humanas femeninas estarían esclavizadas ocupadas
(embarazadas) en satisfacer los deseos masculinos, para que los ejércitos pudiesen hacer frente al
fenómeno cultural de la guerra.” Francisca martín-Cano.

7. LAS INVASIONES INDOEUROPEAS EN ASI


a) Oriente próximo:En este territorio, una misma cosmovisión en torno a la figura central de una
Diosa Madre como personificación de la naturaleza, presidía el panteón de Sumeria (Innana), de
Anatolia (Cibeles) y de Canaan (Aserá). El arte simbólico de estas culturas puede considerarse
como análogo al de la vieja Europa y además, las mujeres también tenían un destacado papel
espiritual como prueban las famosas sacerdotisas sumerias cuyos conocimientos astronómicos han
llegado hasta nuestros días. Sin embargo, y al igual que ocurriera en la vecina Europa, estas culturas
primigenias comenzaron a ser acosadas por los pueblos indoeuropeos.“Desde el cuarto milenio a.c.
en adelante, las tribus indoeuropeas se adentraron mediante la fuerza, y cada vez en mayor número,
en Mesopotamia, Anatolia y las tierras que se prolongan hacia el este, hasta el valle del Indo. […]
Dondequiera que penetrasen se establecían como la casta dominante, y su aparición queda marcada
por la estela de devastación que van dejando a su paso: sólo en Anatolia se saquearon y quemaron
unas 300 ciudades, Troya entre ellas (2.300 a.c.), y el mismo sistema se repitió desde Grecia hasta
el valle del Indo. […] El eco de la mitología de la guerra, que escuchamos en el Mahabharata, en la
Ilíada, y en el Antiguo Testamento, proviene de esas migraciones de la Edad del Bronce.

[…] Los arios eran predominantemente una sociedad de luchadores. Según Campbell: eran
polígamos, patriarcales, orgullosos de sus genealogías, sucios, duros y habitaban en tiendas.
Apacentaban ganado, cabalgaban sobre caballos y, en torno al 2.000-1750 a.c., inventaron la rueda
de radios y los carros ligeros. Enterraban a sus líderes tribales bajo un montículo junto con sus
ayudantes y caballos, sacrificados, como los Kurganes habían hecho antes que ellos. Rendían culto
a los dioses del cielo, particularmente a los dioses del relámpago, de la tormenta, del viento, del sol
y del fuego. […] Un escribá sumerio, alrededor del 2.100 a.c., podría estar describiéndolos al
mencionar la devastación efectuada por una hueste cuya arremetida era como un huracan, un pueblo
que jamás había conocido una ciudad. La vista de estos hombres unidos a sus caballos debió de
haber aterrorizado a la gente sobre la que se lanzaban, dando lugar tal vez a la imagen del centauro
u hombre a caballo
[…] La época que los libros de historia de principios de este siglo solían designar admirativamente
como Gran Era de los imperios babilónico y asirio estuvo marcada por la más bárbara de las
crueldades: cuerpos desollados vivos, ojos arrancados y miembros amputados, miles de prisioneros
enemigos asesinados, […] Esto creó, más que ninguna otra cosa, una compulsión hacia la agresión.
La mayoría de los hombres tenían que ser guerreros. Defendían la comunidad, vengaban a los
muertos, honraban su apellido. El rey en particular tenía que ser un guerrero poderoso, como David.
En honor a éste los guerreros danzaban y entonaban cánticos, que decían: Saúl mató a millares y
David sus miríadas. […] La crueldad se convirtió en virtud y la barbarie en modo de vida. La guerra
se consideraba natural y justa, camino digno de monarcas que un hombre debía seguir si quería
servir a sus dioses, a su rey y a su país. El ideal de conquista forjó los lazos de una conciencia tribal,
llegando a impregnar el arte; éste se hizo eco de reflexiones que eran, por lo demás, universales,
como puede verse en las aparentemente interminables filas de guerreros idénticos tallados en
tablillas asirias que se dedicaban a la destrucción.” Anne Baring y Jules Cashford, “El mito de la
diosa”

Como testimonio de la barbarie esto es lo que dijo Senaquerib, Rey de Asiria (704-681 a.c.) al
conquistar babilonia. :
“No dejé a uno solo, joven o viejo. Con sus cadáveres llené las anchas calles de la ciudad […] Los
bienes de esa ciudad, plata, oro, piedras preciosas, efectos personales, pertenencias, los consideré el
botín de mi pueblo, que como suyos los tomaron. Los dioses que moran en su seno fueron
apresados y aplastados por las manos de mi pueblo, que se llevo sus efectos y pertenencias.”
Un nuevo dios legitimaba la barbarie, era Erra, el dios asirio de la muerte. Este es un extracto de un
poema épico sobre este sanguinario Dios:
¡No respetes a ningún dios! ¡No temas a ningún hombre!Da muerte tanto a jóvenes como a viejos,al
lactante y al bebe, ¡no dejes a ninguno!
Y esto es lo que decía el nieto del rey Senaquerib, Asurbanipal (668-626 a.c.):
“Entonces yo, como ofrenda para Senaquerib, aré viva a esta gente. Su carne di de comer a los
perros, los cerdos, los buitres, las águilas; […] Tome los cadáveres de la gente a la que Erra había
derribado y aquellos cuyas vidas habían sido abatidas por el hambre y la hambruna […] aquellos
huesos yo saqué de babilonia, Kuta y Sippar y los arrojé en montones.”

b) Valle del Indo:El pueblo dravida, desarrolló en el valle del Indo y zonas adyacentes del Noroeste
del Indostán una civilización neolítica que alcanzó un altísimo grado de desarrollo, del cual dan
testimonio las excavaciones arqueológicas en las ciudades de Harappa (actual provincia de Punjab)
y Mohenjo-Daro (provincia de Sindh). La arquitectura y la planificación urbana de estas ciudades
era verdaderamente asombrosa para su época, y, de hecho, la segunda poseyó un sistema de
acueductos y cañerías al que, al decir de los arqueólogos, tendrían mucho que envidiar las ciudades
occidentales de la actualidad. De nuevo nos encontramos con que el arte simbólico es muy parecido
al de la Vieja Europa y de nuevo nos encontramos a pueblos indoeuropeos (arios) que comienzan a
invadir las pacificas poblaciones agrícolas del Valle del Indo dando origen a la famosa sociedad de
castas hindú.

“En el que fuera quizás el momento más importante (y quizás el más nefasto) del desarrollo de la
India, los relativamente pacíficos y sumamente sofisticados dravidianos (junto con otros de los
pueblos que habitaban el Indostán) fueron invadidos y conquistados por los belicosos y rústicos
indoeuropeos. Triste como pudo haber sido este evento, fue como resultado de la interacción entre
los brillantes conquistados y los bárbaros conquistadores que surgió la síntesis cultural que durante
los últimos milenios ha constituido la civilización de la India.

[…] El sistema de castas surgió de la necesidad que sentían los indoeuropeos de mantener los
privilegios que la conquista de los pre-indoeuropeos les había proporcionado. La casta suprema, que
se llamó brahmana y adquirió funciones sacerdotales, agrupó a quienes tenían una mayor
proporción de sangre indoeuropea, lo cual fue justificado en el Rigveda (X. 90) diciendo que ellos
surgieron de la boca de Purusha, el alma universal. La casta inmediatamente inferior, que se llamó
kshatriya y se transformó en la nobleza a cargo de las funciones de Estado y de guerra, agrupó a
quienes tenían una proporción un poco menor de sangre indoeuropea, y la mitología del Rigveda
justificó sus privilegios afirmando que los mismos habían surgido de los brazos de Purusha. La
casta vaishya, de los artesanos y comerciantes, agrupó a quienes tenían todavía más sangre pre-
indoeuropea, los cuales según el mito habrían surgido de los muslos de Purusha, mientras que la
casta shudra, de los sirvientes y agricultores, comprendió a quienes tenían una cantidad todavía
mayor de sangre pre-indoeuropea, que habrían surgido de los pies del alma universal. A quienes no
tenían nada de sangre indoeuropea se los declaró intocables, ya que, no habiendo surgido de la
división del alma universal, no poseían el principio divino que hacía posible la plena práctica de la
religión, y el más mínimo contacto con ellos haría que cualquier hindú perdiese su casta” Elias
carriles
Los Pueblos drávidas tenían una organización social matrifocal. Eran llamados por los arios
“pueblos de la tierra y de la serpiente”. Los arios se llamaban a si mismos “pueblo del cielo”. Según
mitología india el dios del cielo Indra decapito a la diosa dravida Danu. Y el hijo de Indra, el dios
Vrta decapito a las dos serpientes creadoras del pueblo dravida. Desde entonces, la población
indígena son la casta más inferior: “los intocables”
«El Rig veda, precioso testimonio de aquellos tiempos, habla de las victorias que los arios
(indoeuropeos) del color del trigo consiguieron sobre las gentes de piel oscura. Ese giro se produjo
hace más de tres mil años, después del 1.500 a.J.C. Sin embargo, todavía impregna la civilización
india contemporánea. Ha generado el sistema de las castas, que ha regulado y aún regula la vida de
las sociedades hindúes. Ha producido la principal división lingüística del subcontinente, que opone
a las lenguas indoeuropeas, que prevalecen en la India septentrional, las lenguas dravídicas, que
prevalecen en la India meridional. Sus efectos todavía están presentes en los rasgos característicos
de la religión india.” Ceruti y Bochi
“La religión Védica aparece vinculada al resultado cultural de las invasiones nómadas de origen
indoeuropeo en su cruce con la civilización del Valle Indo. Se trata de una conjunción de elementos
autóctonos, indoeuropeos y originales de la hibridación. Los Vedas o saberes son una recopilación
de himnos de fechas muy variadas y adjudicados a distintos autores, que resumen un proceso
centenario hilvanado a través de revelaciones (sruti en sánscrito). Las divinidades védicas continúan
con la predominancia masculina característica del panteón religioso ario […] La primacía de Indra,
como guerrero, marca a nivel superestructural su analogía con la casta guerrera (ksatriya) en el
sistema social de la época”. Ismael Apud y Mauro Clara
El Rig Veda, por tanto, recoge el testimonio de todo aquel proceso histórico. Un extracto de sus
himnos reza:
Como una nube tormentosa,
el héroe armado irrumpe en la vorágine de la batalla.
¡Gloria a ti y cuerpo ileso!
¡Protéjate la recia armadura!
Con nuestro arco queremos conseguir rebaños.
Con nuestro arco ganaremos batalla tras batalla.
Con nuestro arco, terror del enemigo,
confiamos adueñarnos de las tierras.

8. LAS INVASIONES SEMITAS (Oriente próximo)


Los pueblos semitas (acadios, asirios, hicsos, y hebreos), cuyo origen primigenio está en el desierto
arábigo, pueden considerarse como el segundo foco mundial de dónde surgieron los pueblos
patriarcales primitivos y cuya cosmovisión da origen al pensamiento antropocéntrico que se ha
impuesto hoy en día en la humanidad. Los paralelismos con los indoeuropeos son increíbles: son
pastores nómadas (ovejas y cabras) que no practican la agricultura, en vez del caballo han
domesticado al camello (con él pueden recorrer grandes distancias). Son patriarcales, jerárquicos,
adoran a Dioses masculinos, etc.

“Los arios no fueron las únicas tribus que amenazaron la cultura de la Diosa. Hacia el oeste de
Mesopotamia hay un vasto desierto que, por el norte, alcanza Siria y, por el sur, el extremo sur de
Arabia. Fue esta región, tan radicalmente diferente de los valles fértiles del interior y de las tierras
nutridas por grandes ríos, el lugar del que surgieron todas las tribus semíticas conocidas y
mencionadas a lo largo de las edades del Bronce y el Hierro. Entre ellas se hallaban los acadios, que
se establecieron en el norte de Sumer y que finalmente también se hicieron con el control de las
ciudades del sur bajo se rey Sargón (2.300 a.c.); los amorreos babilónicos, cuyo rey Hammurabi
(1800 a.c) es famoso por su código de leyes. Otro grupo de amorreos conquistó la ciudad de Jericó
cerca de 1450 a.c., dejándola en ruinas; fueron luego sucedidos por los cananeos, pero sucumbieron
ante los asirios (580 a.c.), que habían tomado Babilonia en el 1100 a.c., extendiendo su inmenso
imperio sobre sus aterrorizados vecinos.
Pero, mucho antes de ser conocidos por sus nombre tribales, los semitas habían emigrado a
Mesopotamia llevando con ellos sus rebaños de cabras y ovejas y conviviendo quizá, en tiempos
anteriores, con sus habitantes de modo más pacífico que sus sucesores. Los dioses de los semitas
habitaban en las nubes y sobre las cumbres de las montañas y arrojaban truenos, como los dioses de
los arios. Más también poseían en gran medida el carácter de dioses tribales, protegiendo cada uno a
un grupo tribal concreto y, más tarde, a una ciudad.Ambos pueblos invasores introdujeron la idea de
una oposición entre los poderes de la luz y de la oscuridad, imponiendo esta polaridad sobre la
perspectiva más antigua en la que el Todo contenía a los dos, luz y oscuridad, en una relación
siempre fluctuante. En senda mitologías hay evidencia de una desacralización de la naturaleza y de
la vida humana, que contrasta de forma llamativa con la actitud del granjero neolítico, que vivía en
estrecha proximidad con la tierra y las leyes rítmicas de la Diosa en tanto que inmanentes a toda
forma de vida.” Anne Baring y Jules Cashford, “El mito de la diosa
“Entre la expansión de los pueblos indoeuropeos y la expansión de los pueblos semíticos hay
notables analogías. Ambos grupos de pueblos fueron en su origen grupos nómadas y pastorales
cuyo hábitat se hallaba en las lindes de los primeros focos de civilización; ambos emigraron
recorriendo miles de kilómetros y conquistaron los grandes centros de las civilizaciones agrícolas y
urbanizadas (en la Mesopotamia, las primeras oleadas semíticas sustituyeron a los sumerios); ambas
irrumpieron en los escenarios del Asia menor y del Oriente Medio aproximadamente en el mismo
período, durante el tercer milenio a. C. (los hititas indoeuropeos y los asirios semitas al parecer se
encontraron en Kanes, en la Anatolia central, 1.900 años antes de Cristo). Pero, sobre todo, tanto los
pueblos indoeuropeos como los pueblos semíticos tenían estructuras sociales rígidamente
androcráticas. En sus ritos eran frecuentes las invocaciones a los dioses de la tribu, de la guerra y de
la conquista. Muy similares fueron los conflictos sociales y espirituales que generó su
encuentro/choque con las poblaciones (agrícolas y gilánicas) que vivían en Europa y el Oriente
Medio en la época de sus invasiones. También la Mesopotamia conserva la memoria de un tiempo
de paz y abundancia, bruscamente interrumpido; también los sumerios veneraban a una Diosa
Creadora afín a la de sus vecinos, los elamitas. […] Los indoeuropeos no son parientes próximos de
los semitas, como demuestra la lejanía de sus hábitats originarios. Sin embargo, las oposiciones
«androcrático» versus «gilánico», «ganadero» versus «agricultor», «nómada» versus «urbano»
definen una polarización fundamental entre indoeuropeos y semitas por un lado, y las poblaciones
de la Europa neolítica, del Oriente Medio pre-semítico y de la India pre-aria por el otro.” James
Mallory
Las invasiones semitas del país de Canaan (Palestina, Siria, jordania y Líbano) aparecen descritas
en el Antiguo testamento y representan un testimonio de la forma de concebir el mundo de aquellos
primeros pueblos patriarcales:
“Independientemente de que el libro de Josué describa o no, con su fiero tribalismo, lo que
realmente sucedió cuando los hebreos penetraron en Canaán, sin duda refleja los valores de los
hebreos que lo escribieron. La moralidad de Yahvé se hace más comprensible cuando sus
mandamientos no se consideran revelaciones divinas, sino revelaciones de los valores de la Edad
del hierro y de las costumbres patriarcales reflejadas en el comportamiento de reyes, sacerdotes y
profetas. Jehu, por ejemplo, fue alabado por Yahvé por haber asesinado al resto de la casa del
anterior Rey Ajab, y por limpiar a Israel de todos los sacerdotes de Baal; los invitó a celebrar sus
ritos en un templo y después ordeno su masacre (2 R 10, 30). Elías (c. 860 a.c) supervisó el
asesinato de 450 sacerdotes de Baal: Echad mano a los profetas de Baal, que no escape ni uno de
ellos. Les echaron mano y Elías los hizo bajar al torrente de Quisón, y ahí los degolló. (1 R 18, 40).
Episodios como éste se usaban, consciente o inconscientemente, para justificar la brutalidad de
guerras libradas contra un enemigo maligno. No es sorprendente que este modelo de conducta haya
tenido una gran influencia en el cristianismo y el islam, que consideran el Antiguo Testamento
como revelación divina. Siempre que una doctrina no estuviera de acuerdo con la ley de Dios, sus
defensores podían ser perseguidos. Aparentemente los sacerdotes levitas se eximían a sí mismos del
mandamiento de Dios no matarás, como más tarde lo haría el sacerdocio cristiano e islámico. La ley
de la sacralidad de la vida no se observaba cuando se trataba de una cuestión de infracción de la
doctrina religiosa, o de la amenaza de un enemigo tribal. Nuevos tipos de sacrificio ritual en los que
el asesinato estaba justificado, tales como la crucifixión o la lapidación de profetas o la tortura y
quema de herejes, aparecieron dondequiera que estos valores fueron desafiados. La idea de la guerra
santa librada en nombre de yahvé contra los no creyentes y los malvados ha perdurado a lo largo de
los años hasta llegar a las cruzadas cristianas y la persecución de herejes, brujas y enemigos de
Dios. Anne Baring y Jules Cashford, “El mito de la diosa”
Para hacernos una idea más aproximada de las invasiones semitas de Canaan tomemos un
fragmento del Antiguo Testamento:
Habló Yahvé a Moises: “Destruiréis todas sus imágenes pintadas, destruiréis sus estatuas de
fundición, demoleréis todos sus altos. Os apoderareis de la tierra y habitareis en ella, pues os doy a
vosotros todo el país en propiedad. Di a los israelitas: Cuando paséis el Jordan hacia el país de
Canaan, arrojareis a vuestra llegada a todos los habitantes del país.”

9. LA GANADERIA EXTENSIVA: de la dominación


animal a la dominación humana.
Diferentes teorías han tratado de explicar el motivo por el que algunas culturas humanas
comenzaron a desarrollar sociedades jerarquizadas y dominadoras. La más extendida es la que
afirma que tanto indoeuropeos como semitas tienen su origen en áreas geográficas que se
desertizaron, lo cual pudo provocarles una ruptura con el modo de vida arcaico y la necesidad de
emigrar en busca de nuevos territorios. Sin embargo, podríamos poner ejemplos como el de los
bosquimanos de África o los aborígenes australianos que, aún viviendo en zonas extremadamente
áridas, han conservado estructuras sociales igualitarias a lo largo de miles de años.Otra teoría, que
será la que desarrollaremos a continuación, es la que afirma que la domesticación de animales y el
desarrollo de la ganadería extensiva como fuente única de sustento (sin agricultura), supuso una
ruptura del vínculo ancestral entre humanos y animales (ver el tema 2 de la Europa Indígena
Paleolítica). El ser humano de aquellas culturas, al doblegar por primera vez el espíritu de algunos
animales, rompió un vinculo hasta entonces sagrado y aplicó estás técnicas de dominación al
espíritu de los animales humanos.
En el documento Basic call to consciouness (“Llamada vital a la consciencia”) presentado por el
pueblo nativo iroqués (Norteamérica) ante la ONU en 1977, se define a los conquistadores que
invadieron su territorio como indoeuropeos y explica el origen de dicha cultura a partir del inicio de
la domesticación de los animales. Este es un extracto:
“El pueblo indoeuropeo que ha colonizado nuestras tierras ha evidenciado muy poco respeto por las
cosas que crean y sostienen la Vida. Creemos que tal gente cesó su respeto por el mundo hace un
larguísimo tiempo. Muchos miles de años atrás, todos los pueblos del mundo creían en el mismo
Modo de Vida, el de la armonía con el universo. Todos ellos vivían de acuerdo con las Maneras
Naturales.
Alrededor de diez mil años atrás, gente que hablaba los idiomas indoeuropeos vivía en un área que
hoy conocemos como las Estepas de Rusia. En tal época, eran un pueblo del Mundo Natural que
vivía de la tierra. Había desarrollado la agricultura, y se dice que había iniciado la práctica de la
domesticación de los animales. Se ignora que fue el primer pueblo del mundo que practicó la
domesticación de los animales. Los cazadores y recolectores que erraban por el área probablemente
adquirieron animales al pueblo agrícola, y adoptaron una economía basada en reunir y criar rebaños
de animales.
El juntar y criar animales señaló una alteración básica de la relación de los humanos con otras
formas de vida. Puso en movimiento una de las verdaderas revoluciones de la historia humana.
Antes de los rebaños, los humanos dependían de la Naturaleza para los poderes reproductivos del
mundo animal. Con el advenimiento de los rebaños, los humanos asumieron las funciones que a
través de los tiempos habían sido las funciones de los espíritus de los animales. Tiempo después de
que eso sucedió, la historia registra la aparición inicial de la organización social conocida como
Patriarcado. […] El proceso histórico que ha desembocado en el nacimiento de la Cultura
Occidental es histórica y lingüísticamente originado por una cultura Semítico / indoeuropea, aunque
sin embargo, haya sido comúnmente definido como tradición Judeo-Cristiana.” Confederación de
Seis Naciones iroquesas “Llamada vital a la consciencia (Los Hau de no sau nee se dirigen al
mundo occidental)”

En esta misma línea de pensamiento Felix Rodríguez de la Fuente afirmaba: “Esta corriente cultural
empezaría por arrastrar al animal prehistórico de sus costumbres ancestrales, transformándolo de
salvaje e inaccesible, en dócil y doméstico (y acabando por imponer) el látigo y la cadena. La
cadena y el látigo sometieron al ser humano al mismo nivel que el ganado que trabajaba la tierra.
[…] Y en plena orgía de domesticación el hombre domesticó al propio hombre. Un profundo
abismo separó lo salvaje de lo doméstico: lo libre de lo que tenía dueño. El hombre rompió el
cordón umbilical que le unía a la madre Naturaleza.”
Por su parte Casilda Rodrigañez nos dice: “Los padres de nuestra civilización descubrieron lo que
hay que hacer para convertir a un toro en buey y poder utilizar su fuerza sumisa para tirar de la
carreta o labrar los campos: castrarlo cuando es muy pequeño; entonces inventaron la ganadería,
tener un montón de vacas, de ovejas o de lo que sea, reproduciendo lo que interesa; se trata de
dominar a la especie en cuestión para reducir su vitalidad sin matarla del todo para poder explotar la
producción de esas vidas mutiladas. Este arte de la dominación, de la devastación y de la
explotación lo aplicaron a la sociedad humana, para conseguir ejércitos para las guerras de
conquista, y esclavos para el trabajo forzado”
Y Humberto Maturana sostiene que: “Yo pienso y propongo que la cultura patriarcal se origina
fuera de Europa, en Asia Central, al surgir el pastoreo y el concepto de apropiación (de animales).
Esto produjo la lucha contra el lobo, pues este animal necesitaba para sobrevivir de los mismos
animales migratorios de que dependía también el hombre. Y así aparece la primera dinámica que
dio origen a la enemistad. Después, el enemigo ya no es el lobo, sino cualquier otro al que se
excluya para apropiarse de algo. En la cultura matrística, la emoción fundamental era el amor. Con
la defensa del ganado cambian las emociones. Se pierde la confianza en la dinámica de lo natural y
se comienza a vivir el miedo y el control”
Otra consecuencia del surgimiento de la ganadería fue el origen del materialismo, o al menos eso
nos dicen las evidencias lingüísticas La pista más clara nos la da la misma palabra ganado que viene
de ganancia. Si nos remontamos a la época neolítica, tenemos el termino indoeuropeo pecu
(pecuario) que derivó en pecunia (dinero). Y si nos remontamos aún más, hasta el idioma vasco
(euskera) que puede considerarse la lengua más antigua de Europa ya que es pre-indoeuropea (es
decir, resistió milagrosamente a las invasiones indoeuropeas), nos encontramos con que “riqueza”
se dice aberatza, compuesta por “abere” (ganado) y “tza” (sufijo de abundancia). Parece ser, por
tanto, que al contrario de lo que dicen los libros de historia, no fue la agricultura la que con sus
excedentes creo la propiedad privada, la sociedad de clases, etc., sino que fue la ganadería.
Aes signatum. Las primeras monedas romanas eran láminas de bronce con imágenes de animales
Aes signatum. Las primeras monedas romanas eran láminas de bronce con imágenes de animales

Sobre el origen del término pecunia, esto es lo que cuenta Manuel-Antonio Marcos Casquero, en su
árticulo “Pecunia. Historia de un vocablo”
“Los antiguos etimologistas latinos mostraron una absoluta unanimidad a la hora de explicar el
término pecunia, ‘dinero’, como vocablo estrechamente emparentado con pecu (‘ganado’), pecus
-oris (‘ganado, rebaño, manada’) y pecus -udis (‘res, cabeza de ganado, carnero, oveja’). Así lo
manifiesta Varrón cuando afirma que pecuniosus (adinerado) proviene de pecunia magna (dinero
abundante), y que pecunia (dinero) deriva de pecus (ganado), pues el origen de estos vocablos se
remonta a los pastores. Otro tanto hace Plinio el Viejo: …pecunia se dice así por derivar de pecus
-oris….
Y con ellos coincide San Isidoro de Sevilla, que se apoya en la autoridad de un pasaje ciceroniano
(De rep. 2,9,16) para explicar el significado de pecuniosus como ‘ganadero’ o ‘adinerado’:“Tulio
[Cicerón] dice que inicialmente se aplicó este nombre a los que poseían abundante pecunia, es
decir, pecora (ganado). Así los denominaban los antiguos; pero poco a poco, y por ampliación
abusiva de su sentido, se aplicó este nombre a otros bienes.”
En efecto, según el pasaje de Cicerón:“La primitiva Roma, en sus orígenes, mantenía el orden
castigando con multas consistentes en la entrega de ovejas o bueyes -pues antaño la riqueza
consistía en la posesión de ganado y tierras, y de ahí que a los ricos se los denominase pecuniosi
(ganaderos) y locupletes (terratenientes)- y no con la violencia o con suplicios.”
Por último, otra consecuencia que produjo la domesticación de los animales fue la domesticación de
las mujeres por parte de la nueva jerarquía patriarcal:
“Tal división, tal acción de una parte de la humanidad sobre la otra mitad, no hubiera surgido si la
especie humana no hubiera hecho el ensayo previo de someter a otras criaturas del universo. Pues el
mismo método empleado para la domesticación de los animales sirvió para domesticar a la mujer,
aprovechando el momento propicio de su necesidad de mayor solidaridad: el estado grávido y el
parto” Juan Merelo-Barberá, “Parirás con placer”

“La similitud entre mujeres y vacas en tanto que animales de crianza es asombrosa. Nuestros
antepasados aprendieron un día que las vacas se podían clasificar y seleccionar y ser montadas por
ciertos sementales obteniendo una cierta producción de terneros. Y que la mecánica de la
reproducción era parecida en todos los mamíferos. No es casual, pues, la coincidencia histórica
entre la aparición de la ganadería y la dominación de la mujer por el varón.” Casilda Rodrigañez
10. EL SOMETIMIENTO DE LA MUJER y el origen
de la familia patriarcal
“Durante la larga transición entre la matrística y la generalización del patriarcado, como dice Riane
Eisler, hubo formas, normativas, instituciones que resultaban de los pactos entre los dos modos de
vida, que reflejaban la correlación de fuerzas en cada situación y en cada momento. Las mujeres,
explica también Eisler, siempre fueron propicias a la negociación para evitar las guerras y las
muertes. Según Bachofen, la primera forma de matrimonio, el matrimonio demétrico, fue un pacto
propuesto por las mujeres para paliar la violencia sexual de los hombres. Hubo quienes optaron por
la guerrilla (las amazonas), hubo gobiernos matriarcales que levantaron murallas en torno a sus
ciudades. La transición no fueron unos cuantos años ni unos cuantos siglos: fueron, según los
lugares, entre 3 mil y 4 mil años, con tiempos de guerra, treguas, tiempos de paz pactados con
fronteras, situaciones de coexistencia y de vecindad; hasta que el antiguo modo de vida fue
quedando en zonas muy aisladas (como en el Caribe hasta el siglo XV d.c.) o en las catacumbas
(cultos a la diosa, brujas, etc.)” Casilda Rodrigañez, “El asalto al hades”.
a) Mesopotamia:

“La primera ley escrita que se conoce es el Código de Hammurabi que está grabado (y no por
casualidad) sobre un enorme falo de piedra de más de dos metros de altura; data del 1.800 a.c. y hoy
se puede contemplar en el museo del Louvre de parís. Según dicho código, las mujeres ya eran
propiedad del varón, y su estratificación social se establecía en función de la categoría de hijos que
debían de tener; según si estos debían ser herederos, esclavos o suplentes, ellas serían esposas,
esclavas o suplentes.
Lo de las suplentes es una magnífica prueba de flexibilidad de plantilla y de liberalismo económico
para una mayor eficacia y rendimiento del patrimonio familiar; porque además, a diferencia de lo
que sucedía en la sociedad judía, el heredero no era automáticamente el primogénito, es decir, el
primero de los hijos varones nacidos de la primera de sus mujeres, sino el preferido por el padre; de
este modo se incentivaba a las mujeres a educar a sus criaturas según los deseos del patriarca y se
aseguraba la continuidad patrimonial en un tiempo en que el matrimonio no existía y el papel de
esposa no estaba consolidado, como para tener la garantía de que la madre reprimiese y educase
debidamente a sus hijos. Cuando el padre elegía el heredero, automáticamente la madre del
heredero se convertía en la señora del señor y alcanzaba el rango más alto posible para la mujer.
Posteriormente surgiría el sistema de primogenitura:
[…] Quizás por eso prevaleció el sistema de primogenitura, pues las luchas por obtener el
beneplácito del padre debían de producir un terrible desgaste, incluso convertirse en una seria
amenaza para el propio patrimonio y la continuidad de la estirpe. El sistema de primogenitura se
pone en práctica cuando se ha logrado un suficiente estado de sumisión en la mujer, cuando hay
garantías (respaldadas por el padre y por la familia de la mujer: ser de buena familia es una cualidad
para ser un buen partido no sólo por la enjundia del patrimonio sino por la educación que confiere)
de que va a cumplir su cometido, y entonces puede ya ser esposa antes de parir. Por eso también la
insistencia hasta muy recientemente en las clases dominantes de que los hijos elijan a la madre de
sus futuros hijos entre las familias de su mismo rango, que asegure el conveniente adiestramiento de
la siguiente generación. El sistema de primogenitura consolida la institución del matrimonio.
Casilda Rodrigañez y Ana Cachafeiro, “La represión del deseo materno y la génesis del estado de
sumisión inconsciente”
b) Israel:
“El sacerdocio Levita imponía la costumbre patriarcal como ley tribal; en consecuencia, cualquier
infracción de los tabúes sexuales se castigaba de forma totalmente desproporcionada en relación
con la “ofensa”. Las mujeres pertenecían a uno de entre dos hombres: el padre y el marido. La
moralidad de la era anterior, según la que las sacerdotisas del templo podían tener hijos que eran
sustentados por el templo, fue suprimida. De la misma manera, aunque con dificultades, se suprimió
el ritual de la relación sexual en ocasiones especiales, que se creía que contribuía a la fertilidad de la
tierra. Los maridos podían tener varias mujeres y podían repudiarlas sin obligación de mantenerlas,
pero las mujeres sólo podían tener un marido y el adulterio estaba castigado con pena de muerte por
lapidación. Cada mujer que fuera prometida o desposada podía ser apedreada hasta la muerte si era
violada, a menos que la violación tuviera lugar en el campo, dónde sus llamadas de socorro no
podían oírse (Dt 22, 26-27). La afirmación “no profanarás a tu hija, prostituyéndola; así la tierra no
se prostituirá ni se llenará de indecencias” (Lv 19, 29) era una orden dirigida a evitar que los
hebreos siguiesen la costumbre babilónica, y probablemente también cananea, según la cual una
muchacha ofrecía antes de casarse su virginidad a la Diosa, o se convertía en una sacerdotisa del
templo. No habría sacerdotisas hebreas. El sacerdote levita cuya hija fuera descubierta siguiendo las
costumbres antiguas tenía la obligación de quemarla. El israelita que “entrega uno de sus hijos a
Molec (Baal), es decir, que tuviese relaciones sexuales con una sacerdotisa en un templo cananeo,
sería condenado a muerte (Lv 20, 2). Anne Baring y Jules Cashford, “El mito de la diosa”
c) Grecia:
Según Francisca Martín-Cano la instauración del matrimonio patriarcal tenía como consecuencia: “-
El establecimiento de la herencia patrilineal, por lo que la propiedad del suelo cultivable pasaba a
los hijos varones. Por ello la mujer dejó de ser dueña de los frutos del campo y ya no podía auto
sostenerse económicamente.-Al perder la mujer su valor económico, sólo se la valoraba en su
función de esposa y madre de muchos hijos. Dado el exclusivo papel de procreadora que la esposa
tenía en la familia patriarcal, estaría siempre embarazada […]. Comenta Kneissler de la sociedad
patriarcal griega: Cuando no estaban embarazadas, los maridos se limitaban a cumplir
desapasionadamente tres veces al mes con sus deberes conyugales.-Se sabe que en Atenas, se
estableció la institución del matrimonio y la familia patriarcal, por primera vez, en época de
Cecrops. El hecho se cuenta como castigo a las mujeres atenienses, tras Atenea haber dado nombre
a la ciudad, en su contienda con Neptuno. Para calmar al derrotado Neptuno que quería darle su
nombre, Cecrops, padre de Atenea, tomo la decisión de castigar a las mujeres. Y entonces, para
desagraviar al dios se impuso a las mujeres los siguientes tres castigos: a) se les quitó el derecho de
votar; b) se prohibió que en adelante los hijos llevaran el nombre de sus madres y c) despojarlas del
título de ciudadanas, de manera que quedaran reducidas a ser meras esposas de los atenienses. A
partir del castigo patriarcal, los hijos llevarían el nombre de sus padres varones (patrilinealidad),
cuando antes llevaban los de sus madres (matrilinealidad). Lo que traduce la institución del
matrimonio y de la familia patriarcal.” Francisca Martín-cano
d) Roma:
“Entre los romanos la palabra familia ni siquiera se aplica a la pareja conyugal y a sus hijos, sino
tan sólo a los esclavos. Famulus quiere decir esclavo domestico, y familia es el conjunto de esclavos
pertenecientes a un mismo hombre. En los tiempos de Gayo la familia, id est patrimonium (es decir,
herencia), se transmitía aún por testamento. Esta expresión la inventaron los romanos para designar
un nuevo organismo social, cuyo jefe tenía bajo su poder a la mujer, a los hijos y a cierto número de
esclavos, con la patria potestad romana y el derecho de vida y muerte sobre todos ellos” Wikilingue
“La familia romana era una institución de la antigua Roma, presente en el ámbito social y jurídico,
que estaba compuesta por todos los que vivían bajo la autoridad del cabeza de familia o pater
familias, incluidos los esclavos. Cuando un romano nace, se encuadra o clasifica en una rígida
estructura familiar controlada por el pater familias que era el jefe de la familia con poder sobre sus
miembros hasta que muriese. Al ocurrir esto, el hijo varón casado pasaría a ser el nuevo pater
familias o cabeza de familia, controlando el poder y los bienes de todos los que vivían en la misma
vivienda. La mujer se consideraba una amiga, la compañera de la vida, la procreadora y no era más
que un utensilio al servicio del jefe de familia, también se le considera inferior a su marido y se
espera que lo obedezca, aunque éste debe respetarla al ser su dueño, como un jefe debe respetar a
sus amigos inferiores, hijos y criados. […] El poder del padre sobre sus hijos se denomina Patria
Potestas y suponía, incluso, el derecho a decidir sobre la vida o la muerte de sus hijos como
indicaba un artículo de la ley.” La familia romana
“En contra del muttertum (Bachofen) y de la reproducción grupal, se instaura el concepto de linaje,
de relación vertical individual, y se fijan las reglas de la jerarquía familiar, de la transmisión
individual y vertical de la propiedad, etc.; el hijo no es la criatura de las entrañas que pertenece (en
sentido de procedencia por lugar físico) al grupo de la madre, sino el filium, el que es elegido
porque sigue al padre. En la familia patriarcal la madre pertenece al padre, y esa pertenencia es con
sentido de propiedad, y su destino es reconocerle como su superior y seguir sus órdenes, heredar sus
bienes y seguir el desarrollo del patrimonio” Casilda Rodrigañez.

11. La Mitología Clásica como sistema de


adoctrinamiento patriarcal

“En la cultura de la Diosa, la concepción de la relación entre creador y creación se expresaba en la


imagen de la madre como zoé, la fuente eterna, dando a luz a su hijo como bíos, la vida creada en el
tiempo, que está viva y que al morir regresa a la fuente. El hijo era la parte que emergía del Todo, a
través de la cual el Todo podía llegar a conocerse a sí mismo. A medida que el Dios creció en el
transcurso de la Edad del Bronce, llegó a ser consorte de la Diosa y en ocasiones co-creador junto
con ella. Pero en la Edad del Hierro la imagen de la relación representada en el matrimonio sagrado
desaparece y se pierde el equilibrio entre las imágenes femenina y masculina de la divinidad que
derivaba de dicha ceremonia.

Ahora, un Dios Padre se establece en una posición de supremacía en relación con una Diosa Madre,
y se trasforma paulatinamente en el Dios sin consorte de las tres religiones patriarcales que hoy en
día conocemos: el judaísmo, el cristianismo y el Islam. El Dios es entonces el único creador
principal, cuando antes era la Diosa quien había sido la única fuente de vida. Pero el Dios se
convierte en el hacedor del cielo y la tierra, mientras que la Diosa era el cielo y la tierra. El
concepto de hacer difiere radicalmente del de ser, en el sentido de que lo que se hace y quien lo
hace no comparten necesariamente la misma sustancia; puede concebirse lo que se hace como
inferior a quien lo hace. Sin embargo, lo que emerge de la madre es necesariamente parte de ella,
como ella también es parte de lo que de ella emerge.Por lo tanto, la identidad esencial entre creador
y creación se quebró; y de esta separación nació un dualismo fundamental, el conocido dualismo
entre espíritu y naturaleza. En el mito de la Diosa estos dos términos carecen de significado si se
consideran por separado: la naturaleza es espiritual y el espíritu es natural porque lo divino es
inmanente a la creación. En el mito del Dios, la naturaleza ya no es espiritual y el espíritu ya no es
natural, porque lo divino trasciende la creación.” Anne Baring y Jules Cashford, “El mito de la
diosa”a) La mitología patriarcal como sistema de adoctrinamiento:-Extractos del artículo de
Francisca Martin-Cano “Evolución de la sociedad arcaica”, publicado en el nº1 de la Revista
Antropología Experimental: “Con la revolución patriarcal, los nuevos soberanos déspotas buscaron
el apoyo de los Sacerdotes y poetas para que diesen fundamento religioso a su ideología política, les
ayudase a gobernar con normas morales y legitimase sus acciones agresivas y su poder absoluto. Y
así se llevó a cabo la reforma religiosa, creando y divulgando mitos, usados con la expresa función
de propagar la ideología patriarcal.Los nuevos mitólogos dieron nuevas explicaciones míticas del
mundo que destruían, neutralizaban y falseaban los originales mitos y adjudicaban el papel
dominante a lo masculino. Se dieron nuevas explicaciones con una mitología adaptada a sus
aspiraciones, basada en la dominación masculina sobre las mujeres, defensora de la guerra. Se
exaltó el Principio masculino y las Divinidades masculinas ejercían un poder exigente, que
dominaba sobre todas las cosas, que reafirmaban el modelo patriarcal, otro mecanismo que explica
la pérdida del poder femenino y que contribuyó a la evolución de la sociedad al patriarcado.Los
nuevos mitos aportaban claves útiles para la existencia, servían para imponer, amparar y mantener
una situación de superioridad masculina, modelaban conductas diferenciadas de cada sexo y servían
para subordinar, someter y disciplinar a las mujeres, para justificar el orden impuesto y para
asignarle una base moral.Y justificándose en la religión que permitía la guerra, como cumplimiento
de indicaciones Divinas y amparándose en la misión grandiosa de extender su religión y convertir a
todo el universo, los déspotas la imponían sobre otros pueblos con sus ejércitos y se sentían
legitimados para cometer los peores crímenes y crueldades. […] Y desde el momento de la
conquista de una región, los nuevos gobernantes exclusivamente divulgaban los mitos, el arte a su
servicio y otros sistemas de propaganda política CON UN FIN ALECCIONADOR, como estrategia
complementaria, para modelar las ideas que les interesaba prestigiar (y lograron) imponer, en los
que se daban modelos centrado en la violencia y la fuerza, en la jerarquía y el dominio patriarcal. A
partir de entonces la religión es intolerancia.[…] A medida que las civilizaciones patriarcales fueron
aumentando su poder, extendieron sus creencias, sus postulados, sus mitos, sus sistemas religiosos y
filosóficos sobre otros pueblos de manera violenta, y a la par se modificaba la sociedad, se dejaba
de disfrutar de libertades individuales, aparecía la esclavitud y la guerra.[…] La primera estrategia
patriarcal de los mitólogos y mitógrafos patriarcales fue la de elaborar mitos de exagerada ideología
patriarcal, modificando el sexo de los protagonistas míticos que culminaba el panteón. Y a partir del
patriarcado, las Divinidades masculinas son las juegan los papeles dominantes y a las que se les
adjudican las funciones naturales de la Diosa Madre. […] Mientras que la Gran Diosa Madre,
Origen de la vida, encarnación de la Naturaleza, fue rebajada a Diosa secundaria. Y las figuras
femeninas sufrieron cambios de poder en las narraciones. Algunas fueron convertidas en hijas o
esposas o en amantes o hermanas de las Deidades masculinas y quedaron unidos al padre. O se les
adjudicaron los nuevos valores femeninos subordinados característicos del patriarcado. […]
Y finalmente la Gran Diosa Madre Naturaleza, terminó por ser degradada y descalificado su reino,
para así revalorizar el Principio masculino. Según Joseph Campbell: el empleo de una estratagema
Sacerdotal de difamación mitológica, que desde entonces ha sido utilizada constantemente,
principal, pero no únicamente, por los teólogos occidentales. Consiste simplemente en llamar a los
dioses de los otros pueblos demonios.” Francisca Martín Cano
b) El mito babilónico de la creación (Enuma Elish):En el Enuma Elish se hallan las pruebas más
antiguas de la inversión completa de la mitología de la Era anterior. En vez de sacrificar la Diosa a
su hijo-amante como metáfora de la semilla que muere y vuelve a renacer en el ciclo eterno de la
vida, es la Diosa quién es sacrificada por su hijo (el joven dios). Desde un punto de vista simbólico-
mítico esto no tiene ni pies ni cabeza, sin embargo, creó un nuevo paradigma en la consciencia
humana que fue reproducido por las tres principales religiones patriarcales. Nos servimos, una vez
más, de las esclarecedoras palabras de la escritora Anne Baring para poder comprender mejor este
vuelco en la consciencia humana:

“Un mito heroico en especial, fechado aproximadamente en el 1700 AEC, cuenta la historia de lo
que sucedió en la representación mitológica. En este mito babilónico de la creación llamado el
Enuma Elish, Marduk, el joven dios solar, mata a Tiamat, la gran madre, disparándole una flecha en
la boca abierta, la cual hiende su vientre y destroza su corazón. Marduk arroja su cadaver al suelo,
se para sobre él, y lo parte al medio, creando el cielo de una mitad y la tierra de la otra. Luego crea
los planetas y las constelaciones. Sólo entonces, como una idea que se le hubiera ocurrido en el
último momento, crea a la humanidad con la sangre del hijo asesinado de Tiamar.Este es un nuevo
y violento mito de creación, que contrasta profundamente con los anteriores mitos sumerios y
egipcios de separación de tierra y cielo, y marca el comienzo de la pérdida de la relación con el
mundo natural. El que Marduk matara a la Madre Diosa ofrece una imagen de violencia y asesinato
como patrón de comportamiento divino. Marduk se convierte en el ideal del macho (el modelo para
todos los conquistadores por venir) incluso hasta el día de hoy. Con este mito el tiempo cíclico de la
cultura de la Diosa acaba: empieza el tiempo lineal; la muerte se convierte en algo definitivo y
aterrador. Con este mito la creación tiene un comienzo y tendrá un fin. El conflicto entre la luz y la
oscuridad, el bien y el mal, queda establecido, y esta imagen impregna el Antiguo Testamento y las
otras mitologías, en la India al igual que en el Cercano Oriente (Mahabharata). El mito instituye un
paradigma de dualidad y oposición entre el espíritu y la naturaleza, la luz y la oscuridad, durante los
siguientes 4000 años. Este paradigma aún controla nuestra propia cultura moderna, con su énfasis
en la conquista de la naturaleza, del espacio, de nuestros enemigos.La historia del Enuma Elish
preparó el terreno para la polarización del espíritu y la naturaleza, de la mente y el cuerpo, en dos
partes, la primera divina y buena, la segunda caída y mala. Gradualmente, este aspecto masculino
de la vida acabó identificándose con el espíritu, la luz, el orden y la mente (que fueron considerados
buenos), y el aspecto femenino de la vida acabó identificándose con la naturaleza, la oscuridad, el
caos y el cuerpo (todo lo cual fue llamado malo). Esta oposición divinamente impuesta también
llevó a la idea de guerra santa, la guerra de las fuerzas del bien contra las fuerzas del mal. El mito
babilónico resultaba peligroso de ser tomado literalmente, porque ofrecía una imagen de violencia y
asesinato como patrón de comportamiento divino, y por consiguiente lo ratificaba como modelo
para que los seres humanos lo emularan. La victoria del dios del sol crea una nueva forma de vivir,
una nueva forma de relacionarse con la divinidad, identificándose con la ideología de la conquista,
la victoria ante la oscuridad que el sol obtiene cada amanecer. Y, de hecho, el tema de la conquista
y de vencer el mal se convierte en el tema dominante de todos los mitos heroicos de la Edad de
Hierro, y lo es hasta el día de hoy.Durante los siguientes 2000 años, Marduk fue transformado, a
través de la cultura Asiria y Persa, en el trascendente Dios Padre del Judaísmo, el Cristianismo y el
Islam. La creación nacía ahora de la palabra del Padre, ya no del vientre de la Madre. El creador
estaba fuera de la creación. Esto es crucialmente importante. La unidad de la vida se quebró. La
naturaleza se disoció del espíritu. El sentimiento de sacralidad de la tierra se perdió, y con él la
conciencia participatoria característica de la época anterior. Una polarización fundamental nació
entre el espíritu y la naturaleza y entre el aspecto racional y el instintivo de la psique humana. La
profunda disociación dentro del alma se proyecta en los conflictos tribales. La conquista y los
sacrificios sangrientos en un contexto tribal se definen como correctos. Del enemigo se dice que es
malvado. La mujer es violada y profanada en la guerra como aún lo es hoy. Y, en la esfera religiosa,
la desviación de la creencia en la religión tribal es considerada una herejía y extirpada como un mal.
Debido a que esta historia mitológica y sus efectos en la cultura son generalmente desconocidos, se
ignora cuán profundamente la religión y la ciencia han sido influenciadas por ella y cuán inestable
es la base sobre la cual descansa la estructura entera de la civilización occidental. Es una estructura
que ha rechazado el principio femenino, y, en consecuencia, está radicalmente desequilibrada,
volcada hacia un costado, como la torre inclinada de Pisa.” Anne Baring, “Los origenes y el
concepto del alma”:C) Yahvé (El dios trascendente)-Extractos de “El mito de la diosa” de Anne
Baring y Jules Cashford
“Yahvé es en primer lugar el Dios Padre ancestral de la tribu nómada. Los semitas, como los arios,
eran un pueblo patriarcal que honraba a sus antepasados masculinos. Hay una referencia continua
en el Génesis al Dios del padre, el dios de Abrahán y Jacob; y así se presentó a sí mismo Yahvé ante
Moisés. La idea debe de haber originado en el ancestro tribal, el gran padre que guiaba a la tribu y
la socorría en tiempos de adversidad. Se trata de un dios de los nómadas, escribe Mircea Eliade, que
no está vinculado a un santuario, sino a un grupo de hombres a los que acompaña y protege. En el
Génesis, Yahvé le dice a Abrahán que debe dejar su país y su familia por una tierra extraña que le
será revelada. Hace un pacto con él: De ti haré una gran nación, te bendeciré (Gn 12, 2). Sus
descendientes serán tan numerosos como las estrellas (Gn 15,5 […] Como el líder de un clan
cuidará de ellos, les dará tierras, cuidará de que prosperen: se hará responsable de ellos, por decirlo
de alguna manera. A cambio, deben amarlo, obedecerlo y guardar sus mandamientos: no deben
adorar otros dioses (porque yo, Yahvé, tu Dios, soy un dios celoso) y, además, no deben hacer
ninguna imagen de él.
No tendrás otros dioses fuera de mí.No te harás escultura ni imagen alguna de lo que hay arriba en
los cielos,abajo en la tierra o en las aguas debajo de la tierra (Ex 20, 3-4).
En esta concepción radicalmente nueva de la divinidad toda fabricación de imágenes está prohibida.
Esta innovación, sobre todo, es lo que marca un nuevo estadio en la evolución de la consciencia;
pues la esencia sagrada, que es el principio organizador de la tribu y el mundo, se concibe como
algo exterior a la naturaleza: es irrepresentable (…) Se requiere, por lo tanto, un nuevo tipo de
enfoque: los seres humanos deberán, por así decirlo, mirar a través del mundo hacia la fuente
invisible del cual procede. Lo divino, o lo numinoso, ya no brillará en la belleza de la naturaleza y
de lo creado; las personas sólo pueden señalar hacia lo numinoso, que las supera. […] Aunque la
imagen de la divinidad se había hecho trascendente, todavía retenía bastantes características muy
humanas, la más obvia de las cuales era el género: era, de hecho, masculino. […] la antigua
iconografía del dios como hijo, amante y consorte de la diosa se ha desvanecido aparentemente para
siempre como si nunca hubiera existido. No hay nada que modifique la masculinidad de dios,
exclusiva y desligada de todo lo que está fuera de él. Esta ausencia de simbología femenina en la
imagen de dios hará que el judaísmo, el cristianismo y el islam contrasten de forma sorprendente
con las otras tradiciones religiosas del mundo. La contradicción entre la universalidad y
transustancialidad de Yahvé y su exclusiva masculinidad ha penetrado, lamentablemente, el
inconsciente occidental, de manera que ahora es muy dificil hablar de dios en el sentido impersonal
de fuente creativa o todo lo que es, sin luchar (normalmente sin éxito) contra el impulso de decir Él;
pues la imagen grabada que Yahvé, como dios trascendente, prohibe realizar, habría sido, sin lugar
a dudas, masculina. […]Ya hemos señalado que una deidad verdaderamente trascendente y
universal no puede, ontológicamente, tomar partido; y mucho menos ordenar la masacre de una raza
a manos de otra. Sin embargo, en el Éxodo Yahvé guía al pueblo de Israel a través del desierto
hacia la tierra prometida de Canaán, una tierra de la que fluye leche y miel. Aquí habla como un
dios tribal, que guía y dirige a su pueblo hacia la tierra que ha escogido para ellos. Pero este dios es
también un dios guerrero a la manera aria. […] En el libro de Josué, también habla como un espíritu
guerrero ancestral, instruyendo a su pueblo, y especialmente a sus heroicos lideres guerreros, sobre
cómo hacer la guerra:
Yahvé tu Dios la entregará en tus manos, y pasarás a filo de espada a todos sus varones; las
mujeres, los niños, el ganado, todo lo que haya en la ciudad, todos sus despojos, los tomarás como
botín. Comerás los despojos de tus enemigos que Yahvé tu Dios te ha entregado.Así has de tratar a
todas las ciudades muy alejadas de ti, que no son de las ciudades de estas naciones. En cuanto a las
ciudades de estos pueblos que Yahvé tu Dios te da en herencia, no dejarás nada con vida, sino que
lo consagrarás al anatema: a hititas, amorreos, cananeos, perizitas y jebuseos, como te ha mandado
Yahvé tu Dios (Dt 20, 13-17).
Siguiendo el mandato divino, el libro de Josué registra que en Jericó
Consagraron al anatema todo lo que había en la ciudad, hombres y mujeres, jóvenes y viejos, ovejas
y asnos, a filo de espada. Prendieron fuego a la ciudad con todo lo que contenía (Jos, 21, 24).
[…]La moralidad de Yahvé en su aspecto tribal es, por lo tanto, una cuestión que causa perplejidad.
Carls Jung comenta acerca de Yahvé:La ausencia de moralidad humana en Yahvé es un obstáculo
que no puede ser pasado por alto. Echamos de menos la razón y los valores humanos, esto es, dos
características principales de una mente humana madura. Así, es obvio que la imagen o concepción
yahvista de la deidad es menor que la de ciertos especímenes humanos: la imagen de una fuerza
brutal personificada y de una mente no espiritual y carente de ética, aunque lo suficientemente
incoherente como para mostrar rasgos de bondad y generosidad junto con unas violentas ansias de
poder. Es la imagen de una especie de demonio de la naturaleza y al mismo tiempo la de un
primitivo cacique, aumentado hasta alcanzar un tamaño colosal; precisamente el tipo de concepción
que se podría esperar de una sociedad más o menos bárbara, cum grano salis”.c) El mito de Caín y
Abel: (las guerras entre pueblos agrícolas y pueblos ganaderos)
He aquí unos de los ejemplos más claros de manipulación mitológica que ha quedado grabado en
nuestra psique a pesar de contar ¡absolutamente lo contrario de lo que ocurrió! Como hemos visto
hasta ahora, existió efectivamente hace miles de años un enfrentamiento histórico entre sociedades
matrifocales eminentemente agrícolas-sedentarias (aunque habían domesticado a toda la cabaña
ganadera actual a excepción del caballo) y sociedades patriarcales eminentemente pastoriles-
nómadas (que vivían en zonas desérticas como las estepas de Rusia y el desierto arábigo, criando
los primeros grandes rebaños). Sobre quién tiro la primera piedra, creo que la cascada de
evidencias históricas lo deja indiscutiblemente claro: Fueron las sociedades ganaderas patriarcales
(indoeuropeas: Kurganes, Afarsanevos, Yamna, Aqueos, jonios, eolios, dorios, hititas, mitanios,
indoiranios, arios, medos, y luvios y semitas: acadios, asirios, hicsos, y hebreos) las que invadieron
y conquistaron las sociedades agrícolas maternales (Europa, Canaan, Anatolia, Sumeria, Valle del
Indo,...).Sin embargo, este episodio ha quedado reflejado simbólicamente en la Biblia de forma
inversa a como ocurrió. Es decir, en sus páginas se afirma que Cain (agricultor) fue el que mató a
Abel (pastor). La versión oficial del Génesis, podría considerarse como la primera verdad oficial de
la historia, que fue escrita por el bando ganador (en este caso el pueblo semita que arremetió a
sangre y fuego contra Canaan).He aquí la versión oficial de los hechos, que da la vuelta por
completo a lo que ahora sabemos que sucedió:
“Según la Biblia, Adán y Eva concibieron a Caín después de ser desterrados del Paraíso por Dios
(también llamado en hebreo Jehová) debido a que habían desobedecido su orden de no comer del
árbol del bien y del mal. Después de Caín concibieron a Abel. Caín se dedicó a la agricultura,
mientras que su hermano menor al pastoreo. En esos tiempos era común agradecer a Jehová por los
buenos cultivos o la buena crianza del ganado, por lo que estos hermanos le presentaron sus
sacrificios; al verlos Jehová prefirió el sacrificio de Abel (de los primogénitos de sus ovejas) que el
de Caín (del fruto de la tierra), quien enloqueció de celos y mató a su hermano, yéndose, después de
esto, a sus cultivos. Al ser interrogado por Jehová acerca del paradero de su hermano, Caín
responde ¿Acaso soy yo el custodio de mi hermano?. Sabiendo Yavé lo que había ocurrido, castigó
a Caín condenándolo a vagar por la tierra de Nod.” Wikipedia
Pero no sólo eso, el Nuevo testamento convierte a Abel en mártir y a sus representantes (pueblos
pastores semitas) en prototipo de la más honrosa justicia humana:“El Nuevo Testamento menciona
con frecuencia a Abel como prototipo de justo. Jesús lo canoniza en Mateo 23:34-35 como el
primero de los muertos en nombre de la justicia, y su ejemplo sirve a los apóstoles como analogía y
premonición del de Jesús. Los padres de la Iglesia lo cuentan entre los mártires. En el Corán el
pacifismo de Abel, que se niega a resistirse a la violencia de Caín, es la virtud que lo salva; es el
principal ejemplo de humildad y mansedumbre para los musulmanes.” Wikipediad) La mitología
griega:No es casualidad que la Civilización Occidental tome como ejemplo a Grecia (toda la cultura
viene de Grecia) y la eleve a mito, pues representa la consolidación en Europa de una nueva era que
se prolonga hasta la actualidad: La Era Patriarcal y guerrera. Cuando nuestros libros hablan de la
democracia griega, ponen en un segundo plano el hecho de que gran parte de su población fuera
esclava, o de que la mujer estaba totalmente subordinada al hombre, o de que contarán con un
ejército Imperial que expandió la guerra y la conquista por amplísimos territorios.

Aristóteles, quizás el filósofo antiguo más venerado en la cultura occidental, al que se dedican
numerosas páginas en nuestros manuales escolares nos ha dejado para el recuerdo algunas perlas
como estas:
* “la esclavitud es una condición necesaria para que los ciudadanos puedan disponer del ocio, sin el
cual ni el saber ni la vida política son posibles”* “En la naturaleza hay elementos destinados a
ejercer el mando y elementos destinados a obedecer. Los esclavos han nacido para ser subordinados
de los hombres libres, y las mujeres han nacido para ser subordinadas de los hombres”* “En la
especie humana hay individuos tan inferiores a los demás como el cuerpo lo es respecto al alma o el
animal al hombre; son los hombres de los que no se puede obtener nada mejor que el desarrollo de
la fuerza corporal. Estos individuos están destinados por la propia naturaleza a la esclavitud, porque
para ellos no hay nada mejor que obedecer”
Inculcar está nueva forma de pensamiento en la población griega debió de ser tarea difícil, pues
representaba la antitesis de la cosmovisión de la Vieja Europa. Por ello, además del uso de la fuerza
bruta, las nuevas elites indoeuropeas crearon una nueva mitología con algunos elementos de
hibridación de la cosmovisión arcaica, y durante generaciones las fueron extendiendo y
socializando:

“En aquellos tiempos remotos, los griegos primitivos adoraban sobre todo a la Gran Madre, la
Madre tierra, llamada Gea. No fue hasta el siglo VIII a. C. cuando Homero convirtió a Zeus en el
padre supremo de una extensa familia olímpica regida según los cánones de la aristocracia
patriarcal. Casi al mismo tiempo que Homero, Hesíodo creó una Teogonía, esto es, una historia
donde se relata el origen de los dioses patriarcales” Francisca Martín-Cano “Javier de Hoz, en la
introducción a la edición de La Iliada de Espasa Calpe, explica que esta obra fue una empresa
publicitaria encargada por el rey de Micenas para ser recitada en el ágora. Se trataba de erradicar la
memoria social todavía existente en el último milenio a.c., acerca de la sociedad humana pre-
patriarcal; memoria que se mantenía con cuentos y coplas transmitidos por tradición oral. La
escritura, la literatura escrita, en manos de los poderosos, aparece así para fijar la versión de la
historia que da la vuelta a las guerras y a las conquista que aniquilaron la sociedad matricéntrica”.
Casilda Rodrigañez, “El asalto al Hades”.“Las narraciones y poemas griegos desarrollan una
teología que influirá profundamente en la especulación posterior, dado que se convirtieron en obras
aceptadas por todos los griegos, conocidas y aprendidas desde la infancia y que sirvieron para
homogeneizar las creencias" Díez de VelascoSegún Robert Graves “el tema principal de los mitos
griegos es el modo en como las mujeres se convirtieron de seres sagrados en esclavas,
gradualmente, a lo largo de la historia”.“Metis es la diosa pre-olímpica de la sabiduría. Fue la
primera esposa del dios del cielo, Zeus. Este la engaño haciéndola muy pequeña y tragándosela
cuando ella estaba embarazada de Atenea. Sólo después de haberse hecho adulta, Atenea surgió de
la cabeza de su padre ignorando totalmente que tenía una madre” Itsaso Colina “Atenea o la niña
que perdió su ombligo”“Según Arnaiz y Alonso, y según su estudio basado en las grabaciones en
estelas funerarias neolíticas (...), Anderea en el vasco actual es mujer; y en el griego actual es
hombre. La coincidencia del andrea vasco y el andrea griego nunca me había llamado la atención,
pero tras descubrir el parentesco entre el vasco y el minoico, la pregunta es: ¿tiene esto algo que ver
con lo que dice Martha Moia de que en la literatura griega clásica, se traduce sistemáticamente
madre por padre? […] ¿Son transferencias del significado de los símbolos que acompañan a la
construcción del orden simbólico patriarcal, que no pudiendo prohibir la voz de las gargantas
trastocan su significado? Casilda Rodrigañez, “El asalto al Hades”.

“Un representante patriarcal mítico, que ha ejercido una gran influencia en la sociedad occidental es
Hércules. Sus aventuras empiezan narrando que sufrió varios castigos por sus muchos asesinatos,
que les fueron impuestos tras ser juzgado por varias Pitonisas del Oráculo de Delfos. Con ello se
nos informa de quienes eran las que en principio ejercían de juezas y juzgaban a los delincuentes,
muestra del poder femenino aún a principios de la época histórica, antes de que la revolución
patriarcal negara todos los derechos a las mujeres. En uno de los castigos impuestos por una jueza
fue comprado por la Diosa-reina Onfalia de Lidia que lo obligó a vestirse y trabajar como mujer
durante tres años. En otra ocasión la Pitonisa le ordenó que se estableciera en Tirinto como esclavo
durante doce años y fue cuando Euristeo, rey de Argos le encargó los doce trabajos.Pero mientras la
reina Onfalia había tratado a Hércules ¡como a una mujer!, Euristeo lo convirtió ¡en un hombre!
encargándole que: robara, asesinara y devastara las regiones donde gobernaban mujeres. Y así sus
hazañas manifiestan ya el carácter revolucionario patriarcal y prestigiador de las nuevas acciones
guerreras. La mayor parte de las hazañas de Hércules tienen lugar en Asia Menor, La Argólida,
Eubea y La Arcadia, donde es manifiesto que imperaba el poder femenino, gobernaban reinas y en
algunas regiones se adoraba a la Diosa Hera, considerada su enemiga perpetua. […] Sus doce
trabajos corresponden a la destrucción de las regiones que el mito considera habitada por monstruos
dañinos femeninos y protegidas por guardianas […] de Santuarios, en donde la Diosa Hera o la
Diosa Artemisa, recibían culto. […] Después como ¡recompensa a sus buenas acciones! en la Otra
vida, Hércules fue perdonado por la Diosa Hera y se casó con su Hija la Diosa Hebe. ¡Ese es el
mensaje que se enviaba a la sociedad!: los varones que se comportasen conforme a los intereses
patriarcales y conquistasen otras regiones mediante el asesinato, violación y robo de sus legítimos
dueños, encontrarían al morir, en vez de castigo, una recompensa llena de placeres (mensaje que
influyó poderosamente en la sociedad durante miles de años e hizo mover a los aventureros a ir a
otras regiones a ¡colonizarlas! sin miedo).” Francisca Martín Cano, “Evolución de la sociedad
arcaica”.

12. EL MITO DE LA DIOSA EN LAS ERAS


INDOEUROPEA Y CRISTIANA por Marija Gimbutas
El resultado del choque entre las formas religiosas de la Vieja Europa y las foráneas indoeuropeas
se hace evidente en el destronamiento de las antiguas Diosas, la desaparición de los templos,
parafernalia de culto y signos sagrados, así como en la drástica reducción de las imágenes religiosas
en las artes plásticas. Este empobrecimiento comenzó en el centro-este de Europa y, gradualmente,
terminó afectando a toda Europa central. Las islas del Egeo y Creta, así como el centro y oeste de
las regiones mediterráneas, continuaron las tradiciones de la Vieja Europa durante varios milenios
más, pero lo esencial de la civilización se había perdido.Esta transformación, sin embargo, no se
realizó mediante sustitución de una cultura por otra, sino que fue una hibridación gradual de dos
sistemas simbólicos diferentes. Dado que la ideología androcéntrica de los indoeuropeos era la de la
nueva clase gobernante, ésta nos fue transmitida como el sistema de creencias "oficiales" más
antigua; pese a ello, las imágenes y los símbolos sagrados de la Vieja Europa nunca fueron
totalmente desplazados,; tales rasgos, los más persistentes de la historia humana, se encontraban
arraigados muy profundamente en la psique colectiva y sólo podrían haber desaparecido con el
exterminio total de la población femenina.La religión de la Diosa se hundió; no obstante, alguna de
las antiguas tradiciones, en particular las relacionadas con los ritos mortuorios, natales y de
fertilidad de la tierra, continuaron sin demasiados cambios en algunas regiones donde, incluso, se
rastrean en la actualidad; en otras, se asimilaron con la ideología indoeuropea.

En la Grecia antigua, esto creó en el panteón de los dioses indoeuropeos algunas extrañas imágenes,
incluso absurdas, siendo la más notable la conversión de la Diosa Pájaro en Atenea, una figura
militarizada que portaba un yelmo y un escudo; la creencia en su nacimiento de la cabeza de Zeus,
el dios supremo de los indoeuropeos en Grecia, muestra hasta qué punto llegó la transformación:
¡¡ de diosa partenogénica a nacida de un dios !!. Y aún así, no es totalmente sorprendente, ya que
Zeus era un toro (el Dios del Trueno es un Toro en el simbolismo europeo) y el nacimiento de
Atenea de la cabeza de dicho animal no era otra cosa sino el recuerdo de un nacimiento a través de
un bucráneo, el cual representaba al útero en el simbolismo de la Vieja Europa.La portadora de la
Muerte, la Diosa como Ave de Presa, se militarizó y, así, las representaciones de la Diosa Búho, en
estelas líticas de la Edad de Bronce en Cerdeña, Córcega, Liguria, S. de Francia y España, muestran
una espada o una daga. La griega Atenea y las irlandesas Morrígan y Badb aparecen en escenas de
batalla con forma de buitre, cuervo, grulla o grajo. La transformación de la misma Diosa en yegua
también se produjo durante la Edad del Bronce.Las diosas partenogénicas, las cuales engendran por
sí mismas, sin ayuda de la inseminación masculina, como respuesta a un sistema patriarcal y
patrilineal, se transformaron gradualmente en amantes, esposas e hijas de otros dioses, erotizándose
al ser ensambladas en un principio de amor sexual; por ejemplo, la griega Hera se convirtió en la
esposa de Zeus; incluso éste tuvo que "seducir" (si nos ajustamos a la exactitud histórica, podríamos
utilizar el verbo "violar") a cientos de otras diosas y ninfas para establecer su supremacía. En toda
Europa, la Madre Tierra carecía del poder de dar vida a las plantas si no mantenía relaciones con el
Dios del Trueno o del Cielo Brillante, en su aspecto de primavera.En contraste, “la Que Da la Vida
y el Nacimiento”, “el Hado” o “los Tres Hados”, sorprendentemente, continuaron sin variación
alguna en las creencias de distintas zonas europeas; la griega Artemisa, la irlandesa Brigit y la
báltica Laima, por ejemplo, no adquirieron característica alguna de dioses indoeuropeos ni fueron
esposas de ninguno de ellos, y aunque la última aparece en las canciones mitológicas junto a
Dievas, el dios indoeuropeo de la luz del cielo, bendiciendo los campos y la vida humana, no lo
hace como su esposa, sino como otra diosa en igualdad de poder.

La aplicación del término “reina” para aquellas que no estaban emparejadas con deidades
indoeuropeas y que continuaron siendo poderosas por derecho propio, indica un poder residual de la
Diosa en la historia de la humanidad. Herodoto escribió "Reina Artemisa", Hesiquio llamó a
Afrodita `la reina" y la romana Diana, que no es otra que la virgen griega Artemisa, se invocaba
como “Regina”.El culto a la Diosa, tanto en Roma como en Grecia, pervivió con gran vigor hasta
los primeros siglos de nuestra era, hasta el momento de expansión del Cristianismo y de la adopción
de los cultos egipcios por el mundo romano. El relato más inspirado de toda la literatura antigua
aparece en el Asno de oro, escrito por Lucio Apuleyo en el siglo II d.C.; se trata de la primera
novela en latín, en la de Lucio invoca a Isis desde las profundidades de su tristeza, tras lo cual,
aparece ella y le dice:
“Yo soy la madre natural de todas las cosas, señora y rectora de todos los elementos, la progenie
inicial de los mundos, poseedora de los poderes divinos, reina de todo lo que hay en el Infierno,
señora de todos los que viven en el Cielo, que se manifiesta única y bajo una sola forma en nombre
de todos los dioses y diosas. Dispongo a mi voluntad de los planetas del cielo, los saludables
vientos de los mares y los omninosos silencios del infierno; mi nombre, mi divinidad, se adora por
todo el mundo y de diversas maneras, con costumbres variables y bajo muchos nombres".
Este texto aporta detalles muy valiosos del culto a la Diosa hace casi 2.000 años. La invocación de
Lucio es un testimonio de que, para las gentes de los primeros siglos de nuestra era, la Diosa tenía
mayor significación que otros dioses. En el mundo greco-romano, las gentes, obviamente, no estaba
satisfecha con lo que le ofrecía la religión oficial indoeuropea y, así, se practicaban cultos secretos
--Religiones Mistéricas (Dionisíaca, Eleusiana)-- que procedían de claramente de de la Vieja
Europa y proporcionaban un modo de sentir las experiencias religiosas del pasado.Posteriormente,
ya en la era Cristiana, la Madre Tierra y la Diosa Parturienta se fusionaron en la Virgen María; así,
no es sorprendente que en los países católicos su culto supere incluso al de Jesucristo. En ella existe
aún una conexión con el agua vital y los milagrosos manantiales curativos, con los árboles y las
flores, con los frutos y las cosechas; es Pura, Fuerte y Justa. En las esculturas populares en las que
se le representa como la Madre de Dios, su imagen es grande y poderosa, mientras que, en su
regazo lleva a un Niño Jesús muy pequeño.Las Diosas de la Vieja Europa aparecen en narraciones
populares, creencias y canciones mitológicas. La Diosa Pájaro y la antropomorfa Diosa Donante de
Vida, pervivieron como un Hado o Hada y, también, con la forma de un ánade, un cisne o un
carnero que trae suerte o fortuna; como profetisa, es un cuclillo y, como Madre Primitiva, aparece
bajo la forma de un ciervo sobrenatural (mitología irlandesa) o de un oso (griega, báltica y eslava).
El culto a la serpiente no venenosa como símbolo de energía vital, renovación cíclica e
inmortalidad, pervivió hasta el siglo XX; la mística de su hibernación y despertar, como metáfora
de la naturaleza que muere y revive, como símbolo esencial de la inmortalidad de la energía vital, se
conservó en Irlanda y en Lituania hasta nuestro siglo, donde la corona de una gran serpiente (la
Reina) sigue siendo el símbolo de sabiduría.La presencia de la Dama Blanca, la "Muerte", la cual
aparee en forma de ave de presa y de serpiente venenosa, se dejó sentir en distintos países de
Europa hasta el presente siglo, a través de estremecedoras imágenes, como la de la mujer alta y
vestida de blanco, el grito del ave nocturna y el reptar de una serpiente ponzoñosa, las cuales
proceden directamente del Neolítico. La Dama Blanca no llegó a transformarse en el indoeuropeo
dios negro de la muerte, al igual que la utilización del hueso y los colores blanco y amarillo, como
símbolos luctuosos, convivieron en las creencias europeas conjuntamente con el negro, color de luto
en las religiones indoeuropea y cristiana.La Regeneradora-Destructora, supervisora de la energía
cíclica, personificación del invierno y Madre de los Muertos, pasó a ser una hechicera de la noche,
dedicada a la magia que, en tiempos de la Inquisición era considerada como discípula de Satanás.
La desentronización de esta Diosa verdaderamente formidable, cuyo legado fue transmitido a través
de mujeres sabias, profetisas y curanderas -que eran las mejores y más valientes mentes de la
época-, está manchada de sangre y es la mayor vergüenza de la Iglesia Cristiana: la caza de brujas
de los siglos XV a XVII fue un acontecimiento de los más satánicos en la historia europea, llevado
a cabo en nombre de Cristo; la ejecución de las mujeres acusadas de brujas ascendió a más de ocho
millones y, la mayoría de ellas, colgadas o quemadas, eran, simplemente, mujeres que aprendieron
la sabiduría y los secretos de la Diosa de sus madres o abuelas. En 1484, el Papa Inocencio VII
denunció en una Bula Papal la brujería como una conspiración contra el Santo Imperio Cristiano,
organizada por el ejército del Diablo y, en 1486, apareció el manual de los cazadores de brujas, el
`Malleus Maleficarum" (El Martillo de las brujas) que se convirtió en una indispensable autoridad
para el terror y el homicidio, ya que se permitía el uso de cualquier tortura física y psicológica para
obtener la confesión de las acusadas. Este periodo puede jactarse de haber sido el de mayor
creatividad en el descubrimiento de instrumentos y métodos de tortura. Éste fue el comienzo de
peligrosas convulsiones de gobiernos androcráticos que, 46o años después, llegaron a su cenit en la
Europa del Este de Stalin, con la tortura y asesinato de cincuenta millones de hombres mujeres y
niños.A pesar de la terrible guerra entablada contra las mujeres y su sabiduría, así como la
demonización de la Diosa, sus recuerdos pervivieron en cuentos de hadas, ritos y costumbres,
incluso en distintas lenguas. Las colecciones de cuentos, como los alemanes de Grimm, son ricas en
motivos prehistóricos que describen las funciones de esta Diosa del Invierno, Frau Holla (Holle,
Hell, Holda, Perchta, etc...). Ella es la Vieja Bruja de nariz ganchuda y pelo desgreñado, cuya
energía emana de los dientes y el pelo; provoca la nieve y las tempestades pero, a la vez, regenera la
naturaleza; hace que el sol brille y, una vez al año, aparece en fórma de paloma, lo que supone un
acto de consagración que asegura la fertilidad. Como rana, Holla saca la manzana roja, símbolo de
la vida, del pozo en el que cayó durante la cosecha y la trae de nuevo a la tierra. Su reino es el
interior de las montañas y la profundidad de las cuevas (Holla, el nombre de la Diosa, y Hóhle, que
significa "cueva", están claramente emparentados y, en su acepción actual, Hell es la acción de las
misiones cristianas). A Holla, como Madre de los Muertos, se le hacían sacrificios consistentes en el
enhornado de un pan llamado Hollenzopf, `la trenza de Holla", durante las Navidades. El Holler o
Hollunder, "el saúco", era el árbol sagrado de la Diosa, el cual tenía poderes curativos y, debajo de
él, vivían los muertos.Esta poderosa Diosa juega aún un importante papel en las creencias que se
conservan en relación con otras deidades femeninas europeas, como la báltica Ragana, la rusa Baba
Yaga, la polaca Jedja, la serbia Mora, Morava, la vasca Mari o la irlandesa Morrígan, lo cual
demuestra que no fue borrada del mundo mítico. Hoy, es una inspiración para el renacer de la
herbología y otras artes curativas, al mismo tiempo que alienta y fortalece la confianza en la mujer,
mejor que ninguna que otra entre las diosas.No hay duda de que las imágenes y los símbolos
sagrados de la Vieja Europa siguen siendo una parte fundamental de la herencia cultural europea.
La mayoría de nosotros, durante la infancia, estuvimos rodeados del mundo de las hadas, el cual
contiene muchas imágenes transmitidas desde aquellos lejanos tiempos. En algunos rincones de
Europa, como en mi país natal, Lituania, todavía fluyen los ríos y manantiales milagrosos y
sagrados, florecen arboledas y bosques sacros que son prósperas reservas vitales, crecen retorcidos
árboles rebosantes de vitalidad y con poderes curativos; a lo largo de los cursos de agua, todavía se
mantienen en pie menhires, llamados "Diosas", plenos de misterioso poder.
La cultura de la Vieja Europa fue la matriz en la que se engendraron creencias y prácticas muy
posteriores; consecuentemente, no era fácil borrar recuerdos de un larguísimo pasado
ginecocéntrico y, por ello, no es sorprendente que el principio femenino juegue un importantísimo
papel en la visión subconsciente y en el mundo de la fantasía onírica; aquél, en terminología
jungiana, sigue siendo "el depositario de la experiencia humana", así c omo la "estructura
profunda" y, para un arqueólogo, es una realidad histórica ampliamente documentada.

13. LAS BRUJAS Y LA INQUISICIÓN


Extractos del artículo de Adriana Achillini “Las brujas”
Las brujas eran las Chamanas de la antigua Europa, herederas culturales espirituales de las
civilizaciones pre-cristianas paganas.La palabra "bruja" en muchos casos coincide con el nombre de
la Diosa local: Lamía, Maga Saga, Strega, Strix, Incantatrix, Lucína, Janara,… por nombrar
algunos. En el idioma anglosajón la palabra med-wyf significaba “comadrona-bruja”. La actual
palabra inglesa witch proviene del vocablo wicce que significa “sabiduría”. En la Inglaterra
medieval las líderes de los clanes actuaban como los jueces de la comunidad. En la Carta Magna de
Chester se las llamaba "iudices de wich" es decir “brujas-jueces”. Mantuvieron un elevado status
social hasta bien entrado el Cristianismo, dado que desde tiempo inmemorial las Sacerdotisas de la
Gran Madre tuvieron el monopolio de la justicia, la curación y la obstetricia. Esta última práctica,
continuó hasta la Edad Moderna sin interrupciones dado que, para los médicos varones y para el
clero, era tabú tratar cualquier tipo de trastorno femenino.En la Galia pre-cristiana y en
Escandinavia, las artes de sanación estaban enteramente en manos de las brujas o mujeres sabias,
comadronas, herboristas quienes continuaban la tradición atendiendo a sus pacientes en los lugares
sagrados de curación antes dedicados a la Diosa. Estos conocimientos se basaban en tradiciones
orales pasadas de madres a hijas que tienen su origen en los albores de la civilización del
continente.
El pasaje bíblico No dejarás que la bruja viva (Éxodo 22.18) ha sido la base sobre la cual se
erigieron siglos de persecución. Originalmente la Iglesia no condenaba la brujería como pecado, sin
embargo la Bula Papal de 1484 del Papa Inocencio VIII denunciaba a la brujería como una
conspiración del demonio que contra la paz y el orden común del Santo Imperio Cristiano y así se
institucionalizó la guerra contra las mujeres.
Los resultados fueron devastadores. No solo por la cantidad de víctimas (que se calculan entre tres y
nueve millones de las que el 80% eran mujeres) y su metodología de eliminación, sino porque las
autoridades tanto seculares como religiosas que llevaron a cabo esta masacre, nunca se hicieron
enteramente responsables de semejantes atrocidades. […] Las brujas (léase mujeres) eran torturadas
por días con el más horrendo instrumental, el potro, sacaojos, hierros candentes, botas de hierro
para romper las piernas, torniquetes de cabeza, sillas ardientes,… por nombrar algunos.Hasta el
siglo XV, las curas con hierbas (transmitidas de generación en generación como recetas familiares)
eran el único tipo de medicina conocida. […] Contrariamente a lo que se cree, las brujas,
curanderas y sanadoras no eran ignorantes a quienes los profesionales masculinos se impusieron
gracias a su superioridad técnico científica. De hecho, se les atribuye el uso de multitud de remedios
experimentados por siglos y siglos que aún se utilizan en la farmacología moderna. Poseían
conocimientos fitoterapéuticos para tratar casi todo tipo de enfermedades. Paracelso (considerado el
padre de la medicina moderna) admitió que las curanderas le habían legado todos sus conocimientos
científicos y médicos. Agrippa von Nettesheim aseguraba que las viejas sabias y comadronas eran
muy superiores en conocimiento a los médicos graduados. Los hombres que habían aprendidos sus
artes médicas de las brujas eran libres de ejercer, mientras que las brujas que habían sido sus
maestras eran perseguidas.Las Universidades y por ende la medicina oficial, estaba vedada a las
mujeres. En el año 1322 una mujer llamada Jacoba Felicie fue arrestada y procesada por la Facultad
de Medicina de la Universidad de París por practicar la medicina aunque el informe decía que: era
más versada en el arte de la cirugía y medicina que el mejor médico graduado de la ciudad.
La medicina oficial estaba estrictamente supervisada por el clero, los estudios de medicina no
podían contrariar a la doctrina de la Iglesia, como resultado, los futuros médicos tenían pocos
conocimientos que hoy podríamos considerar científicos y una práctica experimental casi nula. Para
sanar a un enfermo era poco lo que podían hacer salvo recitar fórmulas mágicas, recetar purgantes,
sángralos y la aplicación de sanguijuelas.
En contrapartida, las brujas en su práctica no estaban controladas por ninguna doctrina religiosa que
coartara su libertad de indagar, basaban sus juicios en la experimentación y confiaban en su propia
capacidad de curar utilizando medicinas para tratar las enfermedades, embarazos, anticoncepción,
abortos y partos. También rituales y hechizos para activar la sugestión para el tratamiento de
enfermedades psicosomáticas. Por ese motivo, a la luz de la medicina oficial, sus sanaciones y
aciertos parecían milagrosos, como infundidas de un poder que, como ellos no podían explicar,
denominaron maléfico.
Las brujas fueron perseguidas por conocer y enseñar a otras mujeres cómo controlar su destino y
sexualidad, el manual de la Inquisición el Malleus Maleficarum de los dominicos Kramer y
Sprenger declaraba: "Toda maldad es poca comparada con la maldad femenina. La razón natural es
que ella es más carnal que el hombre, lo que resulta claro si observamos sus muchas abominaciones
carnales. Cabe destacar que hay un defecto intrínsico en la formación de la primera mujer, dado que
fue hecha de una costilla doblada, es decir la costilla del pecho, que se curva en una dirección
distinta a la del hombre. Y así, con esta malformación, es una animal imperfecto, siempre
traiciona".
Este texto nos muestra que la acusación que pesaba sobre ellas era la de poseer una sexualidad
femenina. En las antiguas culturas pre-cristianas la sexualidad y fertilidad femenina eran
reverenciadas como un don y la Iglesia Primitiva atacó vivamente las muchas tradiciones paganas
que consideraban al sexo un sacramento, es decir la unión sagrada de la Diosa y su Consorte, la
unión sexual ritual de la sacerdotisa y el sacerdote para garantizar la abundancia de las cosechas y el
bienestar general.Las brujas eran las descendientes directas de esas sacerdotisas y por mucho que
estas tradiciones fueron diezmadas y que las creencias se fueron diluyendo a través del tiempo,
todavía la idea de la triple Diosa (la Doncella, la Madre y la Anciana), el culto a la fertilidad de la
tierra y el Hieros Gamos (Matrimonio Sagrado), resonaba en las culturas de los campesinos de la
Edad Media y Moderna (de hecho la palabra pagano proviene del latín paganus, que significa
“campesino”) quienes aún sembraban, cultivaban y cosechaban siguiendo antiquísimas ceremonias
lunares y estacionales.La bruja representaba al tercer aspecto de la Diosa, la Anciana Sabia,
venerada hasta entonces por sus servicios a la comunidad, quien como consecuencia de las
despiadadas persecuciones y el horror que provocaba la Inquisición comenzó a ser temida y
repudiada por su gente.
Los campesinos vivían sus celebraciones con éxtasis y desenfreno, y tanto hombres como mujeres
participaban de esas festividades que se perpetuaban a través de los siglos. La Iglesia vivía esta
explosión de alegría con abierto desprecio, por ese motivo, copió las celebraciones extirpando su
carácter sensual y en su lugar colocó las festividades cristianas más importantes. Así, desplazó el
importante rol de lo sagrado femenino y reemplazó los antiguos lugares sagrados de la Diosa por
espléndidos templos en donde se adoraba a una virgen que pudo concebir y ser madre sin tener
relaciones sexuales, un ideal al que ninguna mujer normal puede aspirar.De acuerdo a la moral
cristiana, la mujer trajo la muerte al mundo y el sexo la perpetuaba. Las mujeres estaban asociadas
al placer indiscriminado y así contagiaban a los hombres con ese pecado. Toda mujer reaccionaria a
esa moral, o que se negaba a rendirse a la disciplina del matrimonio, o que no aceptaba el celibato,
o peor aún se atrevía a vivir sola, podía ser acusada de brujería y ser ejecutada por ello, siguiera o
no tradiciones paganas.
Como explica el Malleus Maleficarum: "Toda magia tiene su origen en la lujuria de la carne, que es
insaciable en la mujer... Para satisfacer su lujuria, copulan con demonios... Queda suficientemente
claro que no es de extrañar que la brujería contamine a un mayor número de mujeres que de
hombres... Y alabado sea el Altísimo por haber preservado hasta el momento al sexo masculino de
tan espantoso delito..."Otra de las acusaciones que pesaban sobre ellas era la de mantener las redes
insurrectas que organizaban las rebeliones campesinas en contra del Reino de Dios en la tierra.
Cada reunión estacional convocaba a miles de personas, atraían a los descontentos pero también
mejoraban los lazos entre las aldeas, y establecían parámetros de solidaridad y autonomía entre los
campesinos. No es difícil imaginar que las brujas fomentaran el derrocamiento de un régimen tanto
político como religioso que, tanto ellas como los campesinos, consideraban injusto e invasor.El
pueblo desconfiaba del doble discurso de la Iglesia, quien por un lado proponía una vida despojada
para los campesinos y por el otro sus sacerdotes eran una corrupta clase privilegiada que los oprimía
de acuerdo a un estándar de moral que ellos mismos no podían ni querían cumplir.
Cabe destacar que estos juicios a las brujas le reportaron un importante lucro económico tanto a la
Iglesia como a los nobles locales, reyes, jueces, cortes y otros funcionarios quienes recibían una
parte del botín de los inquisidores. Después del arresto, toda propiedad de la acusada era confiscada.
Las autoridades papales sostenían que la confiscación era la primera arma contra la herejía. La
confiscación ocurría antes de la sentencia dado que se tomaba por seguro que nadie escapaba. En
algunos casos se confiscaban los bienes de la acusada antes de que ésta hiciera su "confesión". En el
1300 un noble de nombre Jean Baudier fué arrestado el 20 de enero. Se negó a confesar por mucho
tiempo hasta que la tortura lo desmoronó el 5 de febrero. Fué condenado el 7 de marzo. No
obstante, sus propiedades fueron vendidas el 29 de enero, es decir antes de su confesión. Se
esperaba que las acusadas pagaran los gastos de su juicio, hasta de su tortura y de su comida. Si no
tenían dinero morían de hambre. El 15 de agosto de 1376 el Papa Gregorio XI comentó que había
muchísimas acusadas que morían de hambre antes de su ejecución. La Iglesia no tuvo intenciones
de procurar de sus propios fondos, no obstante, ofrecía indulgencias a quienes donaran comida para
los muchos herejes que mueren de hambre en las cárceles esperando la piadosa generosidad de los
creyentes que los ayudan por caridad. La persecución de las brujas nos muestra la historia de
hombres que persiguen a mujeres en pos de crear el monopolio masculino sobre profesiones
rentables como la religión y la medicina. La bruja presentaba una amenaza al poder de la Iglesia por
muchos motivos: era mujer y respetaba su sexualidad como sagrada. Era sabia y heredera de una
tradición religiosa pre-cristiana. Era respetada por sus conocimientos médicos, y formaba parte de
un movimiento de mujeres campesinas. Frente a la opresión clerical ofrecía la clara esperanza de un
cambio basado en relaciones comunitarias. Las brujas modernas reivindican a las que las
precedieron como víctimas del patriarcado y re-crean una espiritualidad basándose en las
tradiciones matrísticas pre-cristianas en donde:
a) Se celebra la deidad como femenina y su consorte sagrado es su amante, su amigo, su
compañero, pero la Diosa es el principio generador del Universob) Tanto cuerpo como alma son
una unidad, el cuerpo femenino lejos de ser impuro, guarda el secreto de la creación y es el vehículo
para conectarse con lo sagradoc) La naturaleza es sagrada, por ende no se debe abusar de ella ni
querer "conquistarla"d) El tiempo no se vivencia a partir de una visión lineal sino circular y
repetitiva. La figura de la Triple Diosa simboliza los ciclos de nacimiento-vida-muerte-vida. e) El
individuo tiene valor por si mismo, y no está subordinado a ninguna "revelación" que le ordene el
deseo de la deidad.f) No hay concepto de pecado original y el modelo ético se basa en "haz lo que
quieras sin dañar a nadie"g) La sexualidad, espontaneidad, el humor y la alegría se incorporan al
ritual y el placer se vivencia como la fuerza positiva de la vida.

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