Unidos por las enseñanzas espirituales del profeta Muhammad, nacido en la Meca en 570, los

pueblos semíticos y rebeldes que habitaban el desierto de la Península Arábiga construyeron

ejércitos porosos. Conquistaron la media luna fértil y las áreas vecinas de Persia y Egipto antes de
trasladarse a África del Norte y la península ibérica, Sicilia, Asia menor y partes de la China
occidental. Con un siglo de su ascensión, estos musulmanes pre medievales controlaban un
imperio más que el de Roma, desarrollaban el árabe como una lengua escrita y convertían el
Mediterráneo principalmente en un lago musulmán. Islim-Literalmente, "sumisión a la voluntad de
Dios" - fue la fe dominante a lo largo de las grandes líneas comerciales, lo que ayudó a acelerar el
crecimiento de la religión y difundir los sistemas cartográficos creados por sus creyentes. Allí los
conquistadores jugaron un papel fundamental en la historia del mapeo de westerns. Como explica
el erudito Edward J. Jurji, su ciencia "reflejaba la luz del sol helénico, cuando su luz había huido, y...
brillaba una luna que iluminaba la noche más oscura de la Europa medieval".

Los árabes originalmente tenían una sola forma de arte: la poesía. Junto con su don usando el
simbolismo y para expresar la esencia de la experiencia, tanto los eratostenes como los ptolemeos
también escribieron poemas. Los musulmanes se entusiasmaron con las matemáticas de la India,
sus números "árabes" con cero como número (no como el golder babilónico). y sus tabletas
astrológicas. Absorbieron la geometría egipcia y las teorías pitagóricas de la estructura matemática
como la forma de las cosas. Y mientras desarrollaban su propia astrología singular, fundaron el
álgebra. Como la geografía instigó el estudio de las regiones celestes, a y gometry ayudaron a
medir la tierra, los catógrafos islámicos expresaron su creencia en el orden sagrado de la
naturaleza y la maravilla intelectual y espiritual que surgió al cerrar la brecha entre la tierra y el
cielo, cada una verdad metafísica. Como explica Charle Seife en su libro Zero: "Las formas
numéricas inspiraron una forma diferente de pensar. Las formas geométricas y las formas eran la
misma cosa".

Todo en el islam, el más joven de los tres relevos de los eastos medievales después del judaísmo y
la cristianidad, a partir de su libro sagrado, el Corán de Muhammad. Colocó su libro con el Antiguo
Testamento judío y los cuatro Evangelios Cristianos, creyendo que era el tercer mensaje de Dios.
Copiar el Corán hizo de la caligrafía la forma de arte visual más elevada. Como udismo, imágenes
de decreto de islam. Sin embargo al emplear sus traducciones poéticas, sus sofisticación caligráfica
y su fascinación con las matemáticas,