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ISSN 1405-0943

VOL. 18 NO. 2 JULIO - DICIEMBRE 2010


VOL. 18 NO. 2 JULIO - DICIEMBRE 2010
COMITÉ ARBITRAL
Dra. Martha Patricia Bonilla Muñoz
Universidad Autónoma del Estado de México

Dra. Cinthia Cruz del Castillo


Universidad Iberoamericana – Ciudad de México

Dra. Alejandra Domínguez Espinosa


Universidad Iberoamericana – Ciudad de México

Dr. Óscar Galicia Castillo


Universidad Iberoamericana – Ciudad de México

Dr. Tonatiuh García Campos


Universidad de Guanajuato – León, Guanajuato

Dra. Berenice Ibáñez – Brambila


San Ysidro Mental Health Center – California, EUA

Dr. Miguel Angel López Carrasco


Universidad Iberoamericana – Puebla, México

Dra. Celia Mancillas Bazán


Universidad Iberoamericana – Ciudad de México

Dra. Isadora Martínez Rodarte


Universidad Nacional Autónoma de México – Ciudad de México

Dr. Francisco Morales Carmona


Instituto Nacional de Perinatología, México

Dra. Mónica Muzquiz Arias


Universidad de Valencia – España

Dra. Gabriela Navarro Contreras


Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo

Dr. Roberto Oropeza Tena


Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo

Dra. Joaquina Palomar Lever


Universidad Iberoamericana – Ciudad de México

Dr. Enrique Reig Pintado


Universidad de las Américas – Puebla, México

Dra. Irene Salas Menotti


Universidad Santo Tomás – Bogotá, Colombia

Dr. Luis Vergara Anderson


Universidad Iberoamericana – Ciudad de México

Dr. Óscar Vladimir Orduña Trujillo


Universidad Nacional Autónoma de México- Ciudad de México
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Psicología Iberoamericana vol. 18 No. 2, julio-diciembre 2010 es una publicación semestral de la Universidad Iberoamericana, A.C., Ciudad de
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Editor Responsable: Dra. Angélica Ojeda García. Número de Certificado de Reserva al Uso Exclusivo otorgado por el Instituto Nacional del Derecho
de Autor: 04-2008-093012453500-102, ISSN: 1405-0943 Número de Certificado de Licitud de Título 7419, Número de Certificado de Licitud de
Contenido 5335, ambos otorgados por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. Domicilio
de la Publicación: Departamento de Psicología, Universidad Iberoamericana, A.C. Prol. Paseo de la Reforma 880, Col. Lomas de Santa Fe. C.P. 01219,
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Psicología Iberoamericana vol. 18 No. 2, julio-diciembre 2010, se terminó de imprimir el mes de diciembre de 2010 en los talleres de Tipográfica, S.A
de C.V. ubicados en Cerrada de la Imagen 26. Col. Lomas de San Ángel Inn. C.P. 01790, México, D.F. Tel. 5683-0606 con un tiraje de 150 ejemplares.
Contenido
Content

5 Editorial
El Impacto de la Investigación en la Vida Social de los Grupos
y las Personas
The Investigation’s Impact in the Social Life of Groups and People
Angélica Ojeda García

8 Valoración Pericial Psicológica de la Víctima de Mobbing


Expert Psychological Assessment in Mobbed Workers
David González Trijueque, Sabino Delgado Marina, Eric García López

19 Trastornos de la Conducta Alimentaria antes del Siglo XX


Eating Disorders before the 20th Century
José I. Baile Ayensa, María J. González Calderón

27 Características Psicosociales Asociadas al Consumo de Alcohol, Tabaco


y Drogas en Adolescentes de Chiapas
Psychosocial Characteristics Associated for Alcohol, Tobacco and Drug
Consumption in Adolescents of Chiapas
Jorge Raúl Palacios Delgado, José Luis Cañas Martínez

37 Resiliencia, Rendimiento Académico y Variables Sociodemográficas en


Estudiantes Universitarios de Bucaramanga (Colombia)
Resilience, Academic Performance and Socio Demographic Variables into
a Group of University Students in the City of Bucaramanga (Colombia)
Leonardo Yovany Álvarez Ramírez, Laura Cáceres Hernández

47 El Grupo de Ayuda como Alternativa para Mejorar la Calidad de Vida


del Adulto Mayor
Assisting Group as an Alternative to Improve Quality of Life of Aged
People
Zoila Edith Hernández Zamora, Oralia Rocío Hernández Loeza, Erika
Rodríguez Viveros
56 Validación de la Escala de Evaluación de Relaciones en la Población
Mexicana
Validation and Adaptation of a Marital Satisfaction Scale in Mexican
Population
Rebecca Esther Oropeza Lozano, Carolina Armenta Hurtarte, Alejandra García
Arista, Nélida Padilla Gámez, Rolando Díaz-Loving

66 Validity and Reliability of the Scale of Attitudes toward Artisanal


Production
Validez y Confiabilidad de la Escala de Actitiudes hacia la Producción
Artesanal
Adelaida Rojas García, Sonia Rocha Reza, Carolina Serrano Barquín, Gustavo
Bárcenas Jaimez
Psicología Iberoamericana (Julio-Diciembre, 2010), Vol. 18, No. 2, pp. 5-7 ISSN 1405-0943

Editorial
El Impacto de la Investigación en la Vida
Social de los Grupos y las Personas
The Investigation’s Impact in the Social Life of Groups and People

Angélica Ojeda García*


Universidad Iberoamericana, México

Es claro que hoy en día la investigación le da un gran sustento a muchas de las acciones y deci-
siones que tomamos. Su presencia fundamenta desde si el fenómeno a estudiar existe, en qué for-
ma, con qué frecuencia, hasta cómo y cuáles han sido los intentos por incidir hacia su disminución
(cuando se le considera dañino) o incremento (cuando se le considera beneficioso). En este último
aspecto, vale la pena resaltar que su influencia será de mayor impacto cuando en el “cómo hacer las
cosas” propone estrategias para favorecer la vida social de los grupos y las personas.
Una investigación puede llegar a tener efecto en los grupos y las personas cuando desencadena
comportamientos. Dicho en otras palabras, la investigación puede ser considerada como la “toma
de consciencia” de la situación actual. Una vez que hay consciencia se empieza a generar un cam-
bio de manera intencional e interviniendo de manera positiva en él. Se logra una diferenciación
entre lo que se puede, se quiere o se deja de hacer.
Hacer investigación efectiva conlleva a buscarle un sentido de aplicación y beneficio a quienes
dependen de ella. Por ejemplo, una de sus finalidades es, ante todo, evitar errores previamente
reportados en literatura, o bien, repetir estudios banales, que no lleven a un impacto social y sólo
consuman esfuerzos de todo tipo.
En cuanto a su impacto en grupos y personas, la investigación juega múltiples funciones.
Una de ellas es descubrir cosas nuevas, desde luego delimitando una población en particular. Al
delimitarla y hacer campo de investigación dentro de ésta nos puede permitir, primero que nada,
identificar, descubrir y describir comportamientos. De esta manera se pueden comparar los hallaz-
gos observados y obtenidos. Otra de las finalidades es usar la investigación como una herramienta
para crear programas, modelos o estrategias de intervención para prevenir o incidir en ciertas
problemáticas sociales específicas de una población delimitada, como pueden ser las adicciones o
el comportamiento de mobbing (como aquí se presentan dos artículos al respecto). A su vez pue-
den promover conductas saludables y positivas de impacto social, como la resiliencia, la satisfac-
ción marital y el promover grupos de apoyo (también descritos en este editorial).
Otra de las aplicaciones prácticas que se le puede dar a la investigación es generar ideas para
replantear modelos anteriormente aplicados y de este modo hacerlos efectivos en poblaciones dis-
tintas a la original. O bien, también generar ideas para crear y recrear de manera creativa nuevos
modelos de trabajo y, como se mencionó previamente, de intervención.

*Para correspondencia: Prolongación Paseo de la Reforma 880, edificio J segundo piso, Lomas de Santa Fe, C.P. 01219, México D.F.
Tel.: (52) (55) 59 50 40 00, ext. 7005, angelica.ojeda@uia.mx.

Psicología Iberoamericana | EDITORIAL. El impacto de la investigación en la vida social... |5


Siguiendo esta línea, González Trijueque, Sabino Delgado y García López realizan un estu-
dio en el área de acoso laboral (mobbing), según el cual, indiscutiblemente, quien lleva todas las
de perder es la víctima, pues ésta sufre habitualmente diversas reacciones emocionales como te-
mor, desesperanza, ansiedad, depresión y quejas psicosomáticas; emociones que repercuten en
su desempeño laboral como sentimientos de fracaso, impotencia y frustración, baja autoestima o
apatía. Las víctimas de mobbing se sienten desmotivadas e insatisfechas hacia el trabajo; en pocas
palabras muestran una actitud de abandono de la organización, pudiendo llegar a verse afectados
por distintos tipos de distorsiones cognitivas o mostrar problemas a la hora de concentrarse y di-
rigir la atención hacia el cumplimiento de metas laborales. Estos hechos han llevado a considerar
el mobbing como un trastorno psicológico en el área de la ansiedad. Debido a las consecuencias
tan diversas que conlleva a quienes sufren de acoso laboral, su evaluación debe hacerse multidis-
ciplinariamente; sin dejar de considerar un posible aviso pericial del incidente, lo que a su vez
implica tener presente procedimientos y documentación interna de la organización. Aunque refie-
ren varios instrumentos, psicométricamente hablando válidos para ese fin, la mayoría se tratan
de auto-informes, por lo que en su artículo hacen una lista de lo que debe incluir una evaluación
acertada y completa de mobbing.
Baile Ayensa y González Calderón muestran un análisis cualitativo, dónde remarcan histórica-
mente la presencia de comportamientos alterados a lo largo de los últimos siglos. Desde su análisis,
observar diferencias y similitudes entre casos al respecto, permite avanzar en los conocimientos
actuales de los de los trastornos de alimentación, tanto desde el punto de vista definitorio como
terapéutico.
Por su parte, Palacios Delgado y Cañas Martínez presentan un estudio hecho en población ado-
lescente entre los 12 y 20 años para evaluar sus riesgos psicosociales como búsqueda de sensaciones,
bienestar subjetivo, permisividad y la orientación escolar, con respecto al consumo de drogas, ta-
baco y alcohol, con el objeto de predecirlos. Sus observaciones apuntan hacia que la permisividad
es el primer factor que influye el consumo de alcohol, tabaco y drogas, seguido de la búsqueda de
sensaciones. El bienestar subjetivo influye en el consumo de alcohol y tabaco, la orientación escolar
predice el consumo excesivo de alcohol y drogas. Aunque los hallazgos de este estudio no se pueden
generalizar, da una idea de la forma de pensar y de conducirse los adolescentes; aún más del riesgo
que corren si en su espacios de desarrollo (escuela y casa) se fomenta la falta de límites en el acceso
y consumo de sustancias (permisividad) y la necesidad de buscar un bienestar interno en contraste
con un ambiente externo desgastante o disfuncional en el que puedan estar inmersos.
Álvarez Ramírez y Cáceres Hernández Castañón refieren un estudio en el que reportan los tipos
de resiliencia que presentan un grupo de estudiantes universitarios de Bucaramanga (Colombia)
y sus diferencias por variables sociodemográficas. La resiliencia forma parte de la capacidad de
autorregulación emocional de los individuos, inyectando optimismo y confianza para responder a
la adversidad. En el ámbito académico le ofrece al estudiante sobreponerse de situaciones adversas
para alcanzar metas académicas y objetivos profesionales y, no quedarse en el intento.
Desde el ámbito de grupo, y en específico del adulto mayor, Hernández Zamora, Hernández
Loeza y Rodríguez Viveros presentan el grupo de ayuda como una estrategia alternativa para in-
cidir en el incremento de la calidad de vida de esta población. Para ello reunieron a un grupo de
ocho mujeres entre los 61 y 72 años de edad, todas pertenecientes al programa Oportunidades
de un centro de salud de la ciudad de Banderilla en Veracruz, México. La intervención se trató de
una entrevista inicial y un trabajo grupal de ocho sesiones, en cada una de las cuales se trabajó un
área en particular, que integra la calidad de vida del adulto mayor. Al finalizar las ocho sesiones
se observaron cambios: incrementó la manera de verse y vivir la vida hacia una actitud más posi-

6 | Psicología Iberoamericana | Angélica Ojeda García


tiva; las mujeres reportaron sentirse a gusto con su etapa de vida creando la autogestión personal
y metas a corto plazo; sus relaciones sociales se vieron beneficiadas, ya que encontraron en sus
compañeras disposición para la escucha activa, aceptación, solidaridad, apoyo emocional y com-
pañerismo, además de tomar al grupo de ayuda como un momento para ellas mismas; su salud
física también se vio beneficiada, ya que adoptaron hábitos saludables como realizar ejercicio por
las mañanas además de llevar a cabo el tratamiento para la diabetes e hipertensión (en el caso de
algunas). De esta manera se cumplió la hipótesis de que el grupo de ayuda, de manera práctica,
es un conjunto de factores que tienen que ver con la salud, afrontamiento, solución de problemas,
control, auto-eficacia, y el desarrollo de habilidades sociales.
Siendo uno de los temas de gran relevancia e impacto social para las personas en pareja, Oropeza
Lozano, Armenta Hurtarte, García Arista, Padilla Gámez y Díaz-Loving presentan la validación
de una Escala para Evaluar la Satisfacción Marital, misma que ya fue construida en años anterio-
res; sin embargo, los autores hacen una traducción y retraducción de la misma (imsm/ Inventario
Multifasético de Satisfacción Marital de Cortés, Reyes, Díaz-Loving, Rivera y Monajarraz, 1994) y
presentan su validez convergente y de constructo. Como instrumento psicométrico lo catalogan
como una herramienta válida y confiable, efectiva, útil, y fácil de aplicar en la población mexicana.
De los factores resultantes de la aplicación hecha para dichos fines, los reactivos se agruparon en dos
factores: interacción conyugal y organización y funcionalidad.
Finalmente, en un intento por conservar los arraigos culturales Rojas García, Rocha Reza,
Serrano Barquín y Bárcenas Jaimez presentan el trabajo de validación de un instrumento para
evaluar la actitud hacia la productividad artesanal; vista como una forma de pertenencia a un
grupo, de conservar tradiciones artesanales, darle continuidad a su cohesión como grupo y ser
un medio de productividad y de poder adquisitivo.
En resumen, el presente volumen presenta siete artículos, cada uno intenta impactar a determi-
nada población y por cierto camino, uno metodológicamente al adaptar o validar algún tipo de ins-
trumento de evaluación, otro proponiendo estrategias de trabajo y/o aproximación, otro haciendo
reflexión sobre las estrategias actuales en comparación con lo que se hacía antes y se ha dejado de
hacer, por mencionar algunos ejemplos. Sin embargo, todos tienen la intención de incidir e impac-
tar, estratégica y socialmente hablando, en los grupos y las personas.

Psicología Iberoamericana | EDITORIAL. El impacto de la investigación en la vida social... |7


Psicología Iberoamericana (Julio-Diciembre, 2010), Vol. 18, No. 2, pp. 8-18 ISSN 1405-0943

Valoración Pericial Psicológica


de la Víctima de Mobbing
Expert Psychological Assessment in Mobbed Workers

David González Trijueque


Tribunal Superior de Justicia de Madrid, España
Sabino Delgado Marina
Plataforma de la Comunidad de Madrid contra los Riesgos Psicosociales
y la Discriminación Laboral (pridicam), España

Eric García López


Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca, México1*

Resumen
El acoso laboral (mobbing) constituye un área de estudio de especial interés en la actualidad. Se trata de un fenómeno
de etiología multicausal y de naturaleza claramente interpersonal que hace referencia a continuados comportamientos
negativos en el contexto laboral dirigidos contra uno o varios trabajadores por parte de sus superiores u otros compa-
ñeros. El mobbing es un problema psicosocial significativo, tanto por sus elevados porcentajes de prevalencia como por
el daño que es capaz de originar en los trabajadores acosados. Por ello, es importante que el profesional de la psicología
sea capaz de realizar una correcta valoración pericial de la víctima para que ésta pueda reclamar ante la justicia por
el daño ocasionado. El objetivo del presente artículo es identificar algunas de las principales características del acoso
laboral, así como sus consecuencias a nivel victimológico y facilitar aspectos metodológicos de interés en relación a la
evaluación de este fenómeno dentro del contexto forense. Se realiza una aproximación teórica a la valoración pericial
de la víctima de mobbing; además, se resaltan algunos aspectos significativos a considerar, ya que ésta es un área de la
labor de los psicólogos, que como asesores técnicos y cualificados sobresale.
Descriptores: Mobbing, acoso laboral, psicología forense, victimología.

Abstract
Nowadays, moral harassment (mobbing) constitutes an area of study of special interest. It is a question of a pheno-
menon of multicasual etiology and of clearly interpersonal nature that refers to continued negative acts at the work-
place in which workers are directed against one or more on the part of their superiors or other companions.
Mobbing is a significantly psychosocial problem so much for its high prevalence percentages as for the damage that
is capable of originating in the mobbed workers. In fact, it is important that the professional of the psychology is
capable of realizing a correct expert assessment of the mobbed worker so that this one could protest in the Courts for
the caused damage.
The aim of the present paper is to identify some of the principal characteristics of workplace bullying, as well
as its victimological consequences and to facilitate interesting methodological aspects in relation to the assessment

*
Para correspondencia: David González Trijueque, Juzgados de Getafe (Madrid). Avenida Juan Carlos I, s/n. 28905. E-mail: david_gonzalez@madrid.
org. Tlfno.: 00 (34) 91 649 94 32. Fax: 91 649 94 87. Sabino Delgado Marina, C/ Libertad, 34 (posterior), 1ª planta. 28936 Móstoles (Madrid). E-mail:
sabino_delgado@yahoo.es. Tlfno.: 00 (34) 661 623 467. Eric García López, Consejo Consultivo de la Comisión para la Defensa de los Derechos Hu-
manos. Dirección de Investigación y Postgrado (DIP). Torre de Rectoría, interior de Secretaría Académica, 1º planta. Avenida Universidad, s/n. 68120
Oaxaca. E-mail: ericgarcia@psicologiajuridica.org. Tlfno.: 00 (52) 951 50 20700, ext. 20148. Fax: 50 20700, ext. 20705.

8 | Psicología Iberoamericana | David González Trijueque • Sabino Delgado Marina • Eric García López
of this phenomenon inside the forensic context. It is pretended to realize a theoretical approximation to the expert
assessment of the mobbed worker as well as to propose significant aspects to consider. In fact, the labour of the psy-
chologists takes a fancy fundamentally as advisers technical and qualified on this matter.
Key words: mobbing, workplace bullying, forensic psychology, victimology.

Introducción
El contexto laboral presenta las características inhe- austriaco, quien lo utilizó para describir determinadas
rentes a cualquier organización social, estando además conductas grupales de animales, concretamente para
reguladas las relaciones que han de establecerse entre referirse a los ataques de un grupo sobre un solo indivi-
los distintos individuos y grupos para la realización duo de la misma especie, definiéndolo como “un ataque
de las tareas encomendadas (Pérez-Bilbao, Nogareda, de una coalición de miembros débiles de una misma es-
Martín-Daza & Sancho, 2001). Sin embargo, en el ám- pecie animal sobre un individuo más fuerte que ellos”
bito del trabajo también se producen relaciones inter- (Davenport, Schwartz & Elliott, 2002). Sin embargo, al
personales que no suelen merecer atención al no ser día de hoy no ha sido adoptada una definición interna-
aspectos directamente relacionados con la realización cional consensuada acerca del acoso psicológico en el
de las tareas remuneradas y que son susceptibles de lugar de trabajo; por ello, existe una gran variedad de
generar importantes problemas internos (Martín- términos para definir el fenómeno mobbing, siendo
Daza, Pérez-Bilbao & López, 1998). además a menudo mal utilizados y/o confundidos con
Es a partir de ciertos comportamientos hostiles e otros riesgos psicosociales (por ejemplo, estrés labo-
intimidatorios que tienen su origen en las relaciones ral o burnout) (Arciniega, 2009; Einarsen, Hoel, Zapf &
interpersonales establecidas dentro del lugar de trabajo Cooper, 2003).
cuando se comenzó a utilizar el concepto anglosajón de Heinz Leymann fue el primer autor en sugerir,
mobbing, término que se refiere a diversas conductas durante la década de los ochenta, una definición opera-
de acoso y hostigamiento que pueden manifestarse de tiva del concepto mobbing (Zapf, Knorz & Kulla, 1996).
forma muy heterogénea (Hirigoyen, 2001; Pérez-Bilbao Leymann (1996) lo definió como el encadenamiento, a
et al., 2001; Piñuel, 2001). No obstante, el mobbing es lo largo de un lapso bastante corto, de intentos o accio-
considerado como una forma característica de estrés nes hostiles consumadas, expresadas o manifestadas
laboral que presenta la particularidad de que no ocurre por una o varias personas hacia una tercera: el objetivo;
exclusivamente por causas directamente relacionadas añadiendo además que se trata de una comunicación
con el desempeño del trabajo o con su organización, hostil y sin ética, que es dirigida de modo sistemático
sino que tiene su origen en las relaciones interperson- por uno (o varios) individuos contra otro, que debido
ales que se establecen en cualquier organización, entre a esta situación le coloca en una posición de indefen-
los distintos individuos que la conforman (Martín- sión y desvalimiento, y es activamente mantenido en
Daza et al., 1998). ésta. Este hecho debe ocurrir de forma frecuente (al
El término mobbing ha sido utilizado en la litera- menos una vez a la semana) y durante un cierto tiempo
tura científica para describir una situación en la que (al menos seis meses). Aunque han sido desarrolladas
una persona o un grupo de personas ejerce una violen- posteriores definiciones, cabe destacar que todas ellas
cia psicológica extrema en el lugar de trabajo (Martín- describen dicho fenómeno como “una forma de hosti-
Daza et al., 1998). Dicho concepto deriva del verbo gamiento psicológico dentro del trabajo” (Di Martino,
inglés to mob, que significa asaltar o acosar, aunque Hoel & Cooper, 2003), siendo una característica fun-
hay que señalar que en un principio dicho término damental del acoso laboral la “prolongada y repetida
no se utilizó para describir el acoso psicológico en el exposición a conductas negativas” a los que está someti-
trabajo tal y como se emplea hoy en día (Leymann, da la víctima, estableciéndose una situación laboral de
1996); de hecho, el origen del concepto se encuentra conflictividad sistemática, persistente y en constante
en la etología, siendo Konrad Lorenz, eminente etólogo progreso (Ege, 2002; González-Trijueque, 2008; Piñuel,

Psicología Iberoamericana | Valoración Pericial Psicológica de la Víctima de Mobbing | 9


2001). Por lo tanto, para que exista mobbing es necesa- Formas de expresión, dinámica
rio que se ejerza una presión, y que la víctima la expe- y tipología del mobbing
rimente, debiendo ésta ser consecuencia de la activi- De la definiciones anteriormente expuestas se deduce
dad laboral y en el lugar de trabajo, siendo requisito la existencia de dos partes enfrentadas entre las que
fundamental el que dicha presión sea tendenciosa se puede diferenciar en los supuestos de acoso labo-
(Escudero & Poyatos, 2004). Es decir, la situación de ral, por una parte, a los “hostigadores/acosadores”,
acoso tiene que presentar una finalidad, y esa finalidad con comportamientos y actitudes hostiles, activas,
no es otra que desestabilizar y minar emocionalmente dominadoras y, por otra, al “agredido/víctima,” con
al trabajador con el objetivo de deteriorar su capacidad actitudes y comportamientos de tipo reactivo o inhibi-
laboral y desembarazarse de él, bien sea despidiéndole torio (Pérez-Bilbao et al., 2001). La expresión de las
de la empresa o bien forzando su salida voluntaria situaciones de acoso psicológico hacia un trabajador
(Ege, 2002; Piñuel, 2001). se manifiesta de diversas maneras, a través de distintas
Aunque el estudio del acoso laboral ha sido escaso actitudes y comportamientos (Borrás, 2002; González-
a nivel internacional hasta la década de los ochenta, Trijueque, 2008; Pérez-Bilbao et al., 2001), pudiendo
momento en el que comenzó a ser investigado en los producirse las conductas de acoso de manera activa o
países del norte de Europa (Einarsen, 2000), hay que por comisión, consistiendo entonces en gritos, insul-
destacar que hasta la fecha los datos empíricos alcanza- tos, reprensiones, intromisiones y obstaculizaciones
dos han resultado muy heterogéneos, debido en parte a del trabajo, humillaciones en público/privado, falsas
las dificultades de definición conceptual del constructo acusaciones, etc. Sin embargo, también puede darse el
mobbing, los distintos instrumentos de medida utiliza- mobbing por omisión o de manera pasiva, el cual se
dos y el diverso origen sectorial de las muestras de estu- desarrolla en forma de restricciones en el uso de mate-
dio (González-Trijueque, 2008; González-Trijueque rial o equipos, prohibiciones u obstaculizaciones en el
& Graña, 2009). Sin embargo, dichas limitaciones no acceso a la información necesaria para el trabajo, eli-
han impedido que se hayan desarrollado importantes minación del apoyo necesario para el trabajador, dis-
investigaciones de referencia a partir de las definiciones minución o eliminación de la formación o el adies-
más operativas del concepto mobbing (Chappell & Di tramiento imprescindible para el empleado, negación
Martino, 1998; Einarsen, 2000; González-Trijueque, de la comunicación, etcétera (Piñuel, 2001).
2008; Leymann, 1996). De hecho, existe consenso a la Leymann distinguió 45 conductas hostiles agru-
hora de considerar el fenómeno del acoso laboral como padas en cuatro grupos que pueden ser de distinta
un problema psicosocial con importante prevalencia naturaleza y llevados a cabo en el lugar de trabajo: 1)
dentro de la población activa (Zapf & Einarsen, 2001) acciones contra la reputación o la dignidad personal
y que es susceptible de originar graves consecuencias del afectado (por ejemplo, intromisión en la vida per-
para los trabajadores acosados (Borrás, 2002; Einarsen sonal del trabajador), 2) acciones contra el ejercicio de
& Mikkelsen, 2003; Leymann & Gustafsson, 1996; su trabajo (sobrecarga de trabajo, trabajo innecesario o
Matthiesen & Einarsen, 2004). Asimismo, se debe por debajo de la calificación profesional), 3) manipu-
destacar que el fenómeno del acoso psicológico en el lación de la comunicación o de la información man-
contexto laboral es demasiado complejo como para teniendo al acosado en una situación de ambigüedad
poder explicarlo con base en un único elemento, ya que de rol (por ejemplo, no informándole sobre distintos
se trata de un tipo de conflicto claramente multicausal, aspectos de su trabajo, aislándolo del resto de compa-
en el que influyen tanto variables de tipo individual ñeros), y 4) situaciones de inequidad mediante el esta-
(por ejemplo, personalidad del acosador y de la vícti- blecimiento de diferencias de trato o la distribución no
ma) (González-Trijueque, 2008; González-Trijueque & equitativa del trabajo, o desigualdades remunerativas,
Delgado, 2008a), como variables de tipo organizacional etcétera (Pérez-Bilbao et al., 2001).
(por ejemplo, organización del trabajo, clima laboral) Dichas formas de manifestación del acoso se van
(Einarsen & Hauge, 2006; Hoel & Salin, 2003; Moreno, desarrollando dentro de la dinámica propia de este
Rodríguez, Garrosa & Morante, 2004; Vartia, 1996). tipo de situaciones; de hecho, la forma más habitual de

10 | Psicología Iberoamericana | David González Trijueque • Sabino Delgado Marina • Eric García López
explicar el mobbing ha sido a través de un proceso que aunque es el menos frecuente, también existe el de-
empieza de un modo insidioso y que pronto alcanza nominado acoso vertical ascendente, y que general-
tal magnitud que es difícil el retorno al estado anterior mente se produce cuando se incorpora a la empresa
(Einarsen et al., 2003). Las fases habituales por las que una persona del exterior con un rango jerárquico su-
pasa una víctima de mobbing son: 1) conflicto (el ori- perior y sus métodos no son aceptados por los traba-
gen suele hallarse en algún conflicto interpersonal que, jadores que se encuentran bajo su dirección, o porque
lejos de ser resuelto, se cronifica), 2) estigmatización el puesto que ocupa es ansiado por alguno de ellos
(caracterizada por comportamientos agresivos y por la (Escudero & Poyatos 2004; González-Trijueque, 2008;
manifestación de ataques psicológicos que ponen en Leymann, 1996).
marcha la dinámica de acoso propiamente dicha), 3)
intervención desde la organización laboral (lo lógico, Consecuencias victimológicas
dada ya la magnitud del problema, es que en esta fase del mobbing
se tome conciencia de la situación que se está viviendo Los efectos del acoso laboral pueden ser muy variados
y se adopte un conjunto de medidas dirigidas a paliar y y proyectarse sobre ámbitos también muy diferentes,
resolver los acontecimientos; sin embargo, esta fase de hecho, no sólo el trabajador que se convierte en víc-
suele no tener lugar), y 4) exclusión (la finalidad del tima los sufre, sino que, a medida que el problema se
acoso laboral es que el trabajador acosado termine va desarrollando, comienzan a hacerse más evidentes
abandonando la organización). Obviamente, el desa- las repercusiones para la propia organización de tra-
rrollo completo de cada una de las fases anteriormente bajo y el núcleo sociofamiliar del afectado (Einarsen
descritas implica que en ninguna se ha resuelto de & Hauge, 2006; Pérez-Bilbao et al., 2001). No obstante,
manera satisfactoria el problema (Pérez-Bilbao et al., en el presente artículo nos centraremos exclusivamen-
2001). te en los efectos victimológicos del mobbing.
Por otra parte, cabe destacar que la mayoría de los Parte de la investigación sobre la materia se ha
autores hablan de una tipología del acoso psicológico concentrado en valorar las consecuencias derivadas
laboral muy similar, señalándose como principales de las conductas de acoso laboral en los trabajadores
tipos el vertical y el horizontal (González-Trijueque, acosados; de hecho, el mobbing es considerado como
2008). El acoso vertical descendente, también denomi- uno de los principales estresores psicosociales a los
nado bossing, es aquel que se genera desde una posición que puede enfrentarse un trabajador durante su vida
superior en el organigrama empresarial, siendo el de- laboral (Pérez-Bilbao et al., 2001). A nivel clínico,
nominador común el que el superior se valga de manera la sintomatología que desarrollan los trabajadores
abusiva, desmesurada y perversa de su poder (Piñuel, sometidos a situaciones de acoso psicológico en su
2001), mientras que el horizontal es el que acontece en- lugar de trabajo puede resultar muy diversa y hetero-
tre posiciones jerárquicas iguales o similares, desde el génea (González de Rivera & Rodríguez-Abuín, 2006;
punto de vista del organigrama empresarial, y puede Leymann & Gustafsson, 1996; Mikkelsen & Einarsen,
producirse por problemas puramente personales, o 2002b; Piñuel, 2001).
bien porque alguno de los miembros del grupo no Las víctimas de acoso laboral sufren habitual-
acepta las pautas de funcionamiento tácitamente o ex- mente diversas reacciones emocionales como temor,
presamente aceptadas por el resto (Rodríguez-López, desesperanza, ansiedad, depresión y quejas psico-
2004). No se debe obviar que también existe el de- somáticas (Leymann, 1990); pueden aparecer en el tra-
nominado acoso mixto, que incluye características del bajador acosado otros trastornos emocionales como
bossing y del acoso horizontal, ya que resulta inusual sentimientos de fracaso, impotencia y frustración, baja
que el acoso horizontal persista como tal, de modo que autoestima o apatía, pudiendo llegar a verse afectados
resulta habitual que en algún momento se convierta en por distintos tipos de distorsiones cognitivas o mostrar
vertical descendente porque la jerarquía no hace nada problemas a la hora de concentrarse y dirigir la atención
al respecto o deja que continúe el acoso (Escudero & (Matthiesen & Einarsen, 2004; Mikkelsen & Einarsen,
Poyatos, 2004; González-Trijueque, 2008). Asimismo, 2002a). Así, por ejemplo, en un estudio realizado con

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víctimas, O’Moore, Seigne, McGuire & Smith (1998) 1996), Austria (Niedl, 1996), Irlanda (O’Moore et al.,
hallaron que todas presentaban problemas de irritabi- 1998) y Suecia (Leymann & Gustafsson, 1996). No obs-
lidad, ansiedad, sentimientos de depresión y un estado tante, se debe señalar que para poder diagnosticar un
de hipervigilancia y desconfianza, siendo también muy TEPT la persona debe haber sido expuesta a un acon-
habituales los problemas de autoestima y un amplio tecimiento de tal magnitud que su integridad física o la
rango de somatizaciones. En la misma línea, Einarsen, de otros se haya visto amenazada (APA, 2002), situa-
Matthiesen & Skogstad (1998), a través de una muestra ción que no se produce habitualmente en los supuestos
representativa de enfermeras que se percibían acosadas de mobbing, donde la violencia más utilizada es la psi-
en su lugar de trabajo, encontraron elevados indicado- cológica, por ello, hay autores que opinan que se deben
res de burnout, insatisfacción laboral y bajos niveles de considerar otras etiquetas diagnósticas (Mikkelsen &
bienestar psicológico. Einarsen, 2002a).
En España, respecto al estudio de la psicopatología Por otra parte, este tipo de alteraciones puede de-
desarrollada por las víctimas de acoso laboral, los da- sencadenar en que el trabajador acosado, con el ob-
tos obtenidos son similares a los que arrojaron los jeto de disminuir su malestar, desarrolle conductas
estudios internacionales (Borrás, 2002; Piñuel, 2001); adictivas a modo de estrategias de afrontamiento que,
por ejemplo, González de Rivera y Rodríguez-Abuín además de constituir comportamientos patológicos
(2006) indican que el acoso psicológico en el contexto en sí mismos, están en el origen de nuevas patologías
laboral es causa de una severa psicopatología de ins- (González-Trijueque, 2008). Además, se debe destacar
tauración progresiva y que tiende a evolucionar hasta que la excesiva duración o gravedad de la situación
cronificarse, siendo el paranoidismo muy evidente y de mobbing es susceptible de originar patologías más
la sintomatología depresiva y somatizaciones muy ha- graves o agravar problemas preexistentes (Matthiesen
bituales, detectándose una evidente correlación entre & Einarsen, 2001). De hecho, en tales circunstancias
el acoso percibido y la sintomatología posteriormente resulta posible encontrar cuadros depresivos graves,
desarrollada. Como puede apreciarse, el eje principal sintomatología propia de cuadros paranoides e, inclu-
de las consecuencias que sufre el trabajador afectado so, ideación suicida (Davenport et al., 2002; Leymann,
por situaciones de mobbing suelen ser los problemas 1996). Por otra parte, a nivel físico, la víctima de mob-
de ansiedad relacionados con la presencia de un miedo bing puede presentar muy variadas manifestaciones
acentuado y un sentimiento constante de amenaza, de patología psicosomática (Mikkelsen & Einarsen,
pudiendo dicha ansiedad generalizarse a otras situa- 2002b; Pérez-Bilbao et al., 2001).
ciones de la vida cotidiana tras situaciones de acoso Es por todo ello que no ha de extrañar que desde
prolongadas y generar otros problemas psicopatológi- el punto de vista laboral las personas acosadas posible-
cos (Einarsen & Mikkelsen, 2003; Zapf et al., 1996). mente resultarán sujetos desmotivados e insatisfechos
Asimismo, muchos trabajadores acosados en su que encontrarán el trabajo como un ambiente hostil
lugar de trabajo presentan sintomatología de carácter asociado al sufrimiento y que no tendrán un buen
postraumático, como es la reexperimentación de la rendimiento; de hecho, la conducta habitual de un tra-
situación de acoso percibida, sintomatología ansioso- bajador sometido a una situación de mobbing será el
depresiva, somatizaciones, irritabilidad, apatía, déficit abandono de la organización, sin embargo, en muchos
de atención, falta de autoestima, fobia social, conductas casos éste no se produce debido, de un lado, a la difícil
evitativas, problemas de sueño, pesadillas y desconfianza situación del empleo en la economía actual y, del otro,
hacia el entorno, indicadores que sugieren una sintoma- a que, a medida que el trabajador se va haciendo ma-
tología propia del trastorno por estrés postraumático yor, ve disminuida su capacidad para encontrar nuevos
(TEPT) (Einarsen & Raknes, 1997; Leymann, 1990, empleos (Pérez-Bilbao et al., 2001).
1996; Leymann & Gustafsson, 1996; Nield, 1996). De Por último, a nivel social, los trabajadores acosa-
hecho, la sintomatología compatible con la existencia dos llegan a ser muy susceptibles e hipersensibles a la
de un TEPT ha sido detectada en trabajadores acosados crítica, con actitudes de desconfianza y con conduc-
a partir de estudios realizados en Alemania (Zapf et al., tas de aislamiento, evitación, retraimiento o, por otra

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parte, de agresividad u hostilidad, así como con otras en negar su existencia), el profesional que deba evaluar
manifestaciones de inadaptación social, por ejemplo, supuestos casos de mobbing se verá constreñido a tan
sentimientos de ira y rencor, así como hostilidad y sólo poder acceder a la evaluación directa de la supues-
deseos de venganza contra el/los agresor/es (Piñuel, ta persona acosada, con las limitaciones técnicas co-
2001; Rodríguez-López, 2004). En general, puede rrespondientes, situación que siempre debe reconocer
decirse que la salud social del individuo se encuentra el profesional que aborde el caso (González-Trijueque,
profundamente afectada pues este problema puede 2007, 2008, 2010).
distorsionar las interacciones que tiene con otras per- Ante estas limitaciones, resulta de especial im-
sonas e interferir en la vida normal y productiva del portancia tener acceso a documentación propia de la
individuo. Además, la salud del individuo se verá más organización laboral (informes sobre clima laboral,
afectada cuanto menores apoyos sociofamiliares efecti- protocolos de actuación ante supuestos de acoso labo-
vos encuentre en su entorno, tanto en el ámbito laboral ral, planes de acción preventiva sobre riesgos psicoso-
como en el extra-laboral (Martín-Daza et al., 1998). ciales); sin embargo, se trata de documentación a la que
difícilmente se podrá tener acceso, por ello, el trabaja-
Evaluación pericial psicológica dor acosado deberá facilitar otra documentación de
del mobbing importante relevancia, como los escritos que haya di-
Tal y como se ha explicado con anterioridad, la víc- rigido al Comité de Seguridad y Salud, a los delegados
tima de mobbing es susceptible de presentar impor- de prevención, al departamento de recursos humanos,
tantes daños en el plano psicológico. Por ello, en la a los servicios médicos de la organización o a la pro-
actualidad, las víctimas que alegan encontrarse afecta- pia dirección donde exponga por escrito la situación
das psicológicamente son habitualmente examinadas que está padeciendo. No obstante, el perito encargado
por psicólogos y/o psiquiatras forenses que determi- de evaluar un supuesto caso de mobbing deberá ha-
nan la naturaleza y el alcance del sufrimiento emocio- cer todo lo posible por tener acceso a la información
nal a consecuencia del hecho, definiendo su estado de de la organización donde se desempeña el trabajador
salud mental premórbido, y por lo tanto la relación acosado, para lo cual podrá solicitar mediante burofax
de causalidad entre el hecho victimizante y la psico- el mantenimiento de alguna entrevista con personal
patología emergente, estableciéndose una máxima relevante, o bien el acceso a documentación de interés,
atención ante la posibilidad de simulación de altera- de tal modo que si su propuesta es rechazada siempre
ciones postraumáticas o declaraciones falsas (Esbec podrá justificar ante el juzgado la oposición a una eva-
& Gómez-Jarabo, 2000). Es precisamente aquí donde luación integral por parte de la organización.
radica la importancia de la valoración parcial del daño Otra de las dificultades que encontramos a la hora
en el trabajador acosado en su lugar de trabajo. de abordar este tipo de supuestos es la de procurar una
No obstante, hay que señalar que la evaluación del objetivización del problema (por ejemplo, intensidad,
mobbing aún constituye un área en continuo desarrollo gravedad, duración) y poder establecer un nexo causal
(Fernández-Ríos, 2006), pese a lo cual podemos destacar entre las conductas de acoso referidas y la posible psi-
que para realizar una valoración técnica de un fenóme- copatología desarrollada a raíz de las mismas (Borrás,
no tan sutil y complejo como el acoso laboral, lo ideal 2002; Carbonell, 2008; Ege, 2002; González-Trijueque,
sería el trabajo multidisciplinario de distintos profe- 2007, 2010; Soria & Garrido, 2005), ya que el objetivo
sionales (por ejemplo, psicólogos, médicos, técnicos en del informe pericial no será otro que demostrar que
prevención de riesgos laborales), tanto pertenecientes el trabajador acosado ha estado expuesto a factores de
a la propia organización laboral como ajenos a ella, y riesgos psicosociales relacionados con las relaciones
del abordaje de distintos aspectos a considerar, como el interpersonales establecidas en su lugar de trabajo, y
propio lugar de trabajo y el/los supuesto/s acosador/es; que dicha situación ha ocasionado daños psicofísicos
no sólo la evaluación del trabajador acosado. Sin em- objetivables mediante datos clínicos (Llaneza, 2005).
bargo, a menudo, y dadas las propias características del En caso de que sea requerida la emisión de un informe
mobbing (donde la organización laboral es la primera pericial, la objetividad debe primar en todo momento

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(Borrás, 2002; Ege, 2002), ya que se deberá establecer dad psicosocial, donde el perito siempre deberá bara-
una relación de causalidad entre las conductas cometi- jar dos posibilidades: 1) el estado anterior agrava la
das por el acosador y las consecuencias derivadas para lesión y 2) la lesión agrava el estado anterior (Esbec &
la salud de la víctima acosada (González-Trijueque, Gómez-Jarabo, 2000). Ambos aspectos deben ser teni-
2008, 2010; Padial & De la Iglesia, 2002). De hecho, se dos en consideración a la hora de valorar a la víctima
debe justificar técnicamente que existe la conducta de de mobbing.
acoso referida, y que ésta corresponde con las defini- Para ello, los profesionales interesados en la materia
ciones técnicas del constructo en cuanto a característi- contamos cada vez más con la presencia de instrumen-
cas, frecuencia y duración; que constituye al menos el tos específicos útiles en la evaluación de las víctimas
principal estresor identificado y que por si sólo es su- acosadas, entre los que destacan el LIPT (Leymann
ficiente y necesario para producir el daño psicológico Inventory of Psychological Terrorization) de Ley-
objetivable al momento de la exploración. En algunos mann (1990), recientemente adaptado en población es-
casos podremos referir una compatibilidad absoluta pañola (González de Rivera & Rodríguez-Abuín, 2005),
cuando únicamente se valore una causa única y se el NAQ-R (Negative Acts Questionnaire Revised) de
aprecie una lesión en el plano psicológico, y en otros Einarsen & Raknes (1997), instrumento más breve que
casos (la mayoría), se identificarán distintos estresores el LIPT que goza de buenas propiedades psicométricas
susceptibles de generar el mismo tipo de alteración que y que comienza a ser utilizado en España (González-
son coexistentes con la conducta de acoso. Por tanto, Trijueque & Graña, 2009) y el WHS (Work Harassment
es esencial en estos casos la valoración de la vulnera- Scale) (Björkqvist, Österman & Hjelt-Bäck, 1992); así
bilidad y estado anterior de la víctima y la concau- como la Escala Cisneros (Fidalgo & Piñuel, 2004),
salidad de los distintos factores que pueden interferir instrumento desarrollado y validado en España y que
en la modulación del daño psicológico (González- goza de buenas propiedades psicométricas. No obs-
Trijueque, 2008). Además, hay que considerar que las tante, existen significativas limitaciones en los instru-
causas que originan este tipo de alteraciones suelen ser mentos señalados, ya que se trata de autoinformes, por
múltiples y difusas (Borrás, 2002), lo cual dificulta aún lo que se fundamentan en la información subjetiva fa-
más la evaluación técnica de este fenómeno. Aún así, cilitada por las propias víctimas sobre el acoso perci-
no se debe obviar que la ausencia de psicopatología en bido y que motivan dudas de que evalúen adecuada-
el peritado no descarta la posibilidad de que éste haya mente el amplio espectro del mobbing, dudas que aún
estado sometido a una situación de acoso laboral, de- han de hacerse más extensibles en el contexto de eva-
biendo en estos supuestos el jurista valorar la existen- luación pericial. Por ello, no resulta extraño que se esté
cia de un posible daño moral pese a la ausencia de un produciendo un incremento en el uso de métodos más
daño psíquico (González-Trijueque, 2008). cualitativos a la hora de valorar los supuestos de acoso
Podemos señalar entonces que una vez valorado laboral, metodologías en todo caso más orientadas en
el daño que presente el trabajador y se identifique el buscar la comprensión del problema que a la predicción
estresor descrito por éste como una situación de acoso del mismo o, si se prefiere, de tratar de dar cuenta de la
laboral, el perito debe procurar establecer una causali- realidad social y comprender cuál es su naturaleza más
dad entre el hecho victimizante y la sintomatología de- que explicarla (Rodríguez-Fernández & Zarco, 2009).
tectada. No obstante, dicha causalidad, atendiendo a En todo caso, y al margen de los instrumentos
la multicausalidad de los trastornos psicológicos, será específicos existentes, lo esencial es disponer de una
compleja de facilitar con un mínimo rigor pericial exi- metodología rigurosa que permita la valoración de es-
gible, por lo que en la mayoría de los casos se deberá tos casos. Por ejemplo, desde el Instituto Nacional de
hablar de una compatibilidad entre el daño valorado y Seguridad e Higiene en el Trabajo de España (INSHT),
el estresor detectado. Asimismo, no podemos olvidar se señala que los datos adecuados para un correcto
que en el terreno de la salud mental, la valoración del “diagnóstico” y documentación de la situación de
estado anterior nos lleva directamente a un concepto mobbing, encaminados, además, a un tratamiento co-
penal, victimológico y pericial reciente, la vulnerabili- rrecto, son los siguientes: 1) anémnesis sociolaboral,

14 | Psicología Iberoamericana | David González Trijueque • Sabino Delgado Marina • Eric García López
2) análisis en profundidad del puesto de trabajo actual, consideración los aspectos individuales del trabajador
3) descripción cronológica del curso traumático de los supuestamente acosado (personalidad, síntomas) y
acontecimientos habituales en los pasados años, bus- los aspectos más organizacionales (promoción, pro-
car el origen de las situación (i.e. conflicto no resuelto gramas de mejora de calidad de vida, clima laboral)
desencadenante de la dinámica de acoso), 4) sexo, (Fernández-Jiménez, 2007).
edad, antigüedad en la empresa y en empresas ante- Para todo ello, desde el ámbito prevencionista se
riores (i.e. trayectoria profesional), 5) tiempo de es- sugiere la utilización de una metodología de evaluación
trés, frecuencia, problemas de sueño, calidad de vida, amplia y variada que incluya entrevistas individuales
diagnósticos psiquiátricos, 6) empleo de cuestionarios (tanto a la víctima como al supuesto acosador y otros
específicos sobre acoso, 7) implicaciones laborales, fa- posibles testigos), entrevistas en grupo, elaboración
miliares y sociales en la supuesta víctima, 8) cumpli- de sociogramas, administración de pruebas técnicas de
miento de la definición de mobbing en sus aspectos de valoración de riesgos psicosociales u otro tipo de va-
frecuencia, temporalidad e incorrección de la acción loraciones colectivas (clima laboral), cuestionarios
sufrida, y 9) detección de distintos tipos de adicciones específicos sobre acoso laboral y administración de
o psicopatologías previas como factores de vulnerabili- pruebas psicométricas tanto al afectado (para valorar
dad (Pérez-Bilbao et al., 2001). su estructura de personalidad y posibles síntomas
Otros aspectos fundamentales en la práctica peri- psicopatológicos) como al acosador (para conocer su
cial se centrarán en poder diferenciar el acoso psicológi- personalidad de base principalmente) (Fernández-
co en el lugar de trabajo de otros riesgos psicosociales Jiménez, 2007; González-Trijueque, 2007).
(Padial & De la Iglesia, 2002), de ahí la importancia de Por último, debemos señalar que apenas existen
que el perito tenga formación en materia prevencionis- publicaciones que faciliten propuestas metodológicas
ta, así como la valoración de la posibilidad de que el concretas que aborden la valoración de la víctima de
peritado presente una simulación o sobresimulación acoso laboral. No obstante, siguiendo a Arce y Fariña
sintomática, situación habitual en contextos forenses (2007), un protocolo de evaluación forense de una víc-
(Bonasa & García, 2010; Carbonell, 2008; Fernández- tima de mobbing debe incluir intervenciones basadas
Jiménez, 2007; González-Trijueque, 2007, 2008); de en el sistema de evaluación global (SEG) desarrollado
hecho, todos los textos relacionados con las ciencias por los mismos autores (Arce & Fariña, 2005) y que
forenses coinciden en que la diferencia entre simula- además se añada una batería de distintas entrevistas
dor y el que está realmente enfermo estriba, dentro del y pruebas psicométricas que valoren la personalidad,
campo psico-médico-legal, en que el primero finge una sintomatología, capacidades cognitivas, el estrés labo-
patología que no tiene con voluntariedad consciente de ral y las posibles secuelas del autoconcepto, así como
fraude (González de Rivera & López-García, 2003). distintos tipos de análisis (por ejemplo, el análisis del
Por otra parte, en los últimos años se ha comen- contenido de las declaraciones, análisis de contenido
zado a incidir en la importancia de la valoración peri- de la entrevista clínico-forense, análisis de las pruebas
cial del mobbing desde el ámbito de la prevención de documentales aportadas). Por otra parte, González-
riesgos laborales. Resulta esencial desde dicho con- Trijueque y Delgado (2008b) afirman que un informe
texto de actuación comprobar la verificación del cum- pericial de este tipo debe incluir: 1) una clara exposición
plimiento de las condiciones técnicas del mobbing, así del motivo del mismo, 2) un análisis descriptivo de la
como realizar el análisis de las condiciones de trabajo situación de acoso a partir de las referencias del peri-
existentes de forma directa (observación, entrevistas) tado, 3) el contraste de dicha información procurando
o indirecta (pruebas documentales) (Llaneza, 2005), objetivar todos los indicadores que sean posibles, 4)
ya que los servicios de prevención sí tienen acceso al una clara exposición de la metodología utilizada, 5) una
lugar de trabajo. De hecho, los objetivos del peritaje anámnesis explorando distintas áreas de interés y po-
en psicosociología pueden ser muy diversos, pudien- sibles hitos evolutivos que puedan constituir factores
do ir desde la valoración de casos individuales hasta de vulnerabilidad, 6) exploración psicopatológica, 7)
la de casos colectivos; en todo caso, se deben tener en exposición de los resultados obtenidos, 8) integración

Psicología Iberoamericana | Valoración Pericial Psicológica de la Víctima de Mobbing | 15


de datos e impresión diagnóstica, 9) discusión técnica/ primer paso por parte de la política laboral federal
pericial donde se argumente con bibliografía científica ha sido reconocer la realidad de la existencia de con-
los resultados individuales obtenidos, y 10) conclu- ductas constitutivas de acoso moral en los centros de
siones en las que se aborde el estado actual del sujeto, trabajo que afectan la salud y la productividad en los
la compatibilidad del mismo con una situación de aco- diferentes centros laborales (Arciniega, 2009). Por ello,
so, las limitaciones que suponen su estado, propuestas pese a reconocer que México aún presenta un gran re-
terapéuticas y pronóstico. traso en el conocimiento de esta materia (Arciniega,
Por otra parte, podemos señalar que la evaluación 2009), hay que asumir que desde el mundo del derecho
del mobbing constituye aún un área en pleno desarrollo, se debe afrontar el reto impostergable en la estructura-
más aún dentro del contexto pericial, donde la presen- ción jurídica del acoso laboral, pues aunque algunas
cia de ganancias secundarias y la dificultad de la carga normas como la Ley Federal del Trabajo (LFT) hagan
probatoria pueden suponer un importante handicap referencia a las “causas de rescisión de la relación de
para el psicólogo que pretenda realizar una valoración trabajo, sin responsabilidad para el trabajador”, o la re-
pericial. No obstante, la aplicación de una metodología ciente Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida
claramente definida, así como el rigor profesional y el Libre de Violencia, que alude en el capítulo II, artículos
contraste de la información obrante en autos, facili- 10 a 15, a la “violencia laboral y docente”, no hay to-
tará al perito el abordaje de estos supuestos, si bien es davía acciones contundentes para regular el mobbing.
cierto que se trata de un campo del conocimiento en No obstante, se comienza a percibir un interés en el
pleno desarrollo y que continuará necesitando apoyo legislador por atender a las víctimas de acoso laboral
empírico y propuestas metodológicas para mejorar su (Sánchez & Ambrosio, 2010), aunque conviene desta-
abordaje. car que México no es uno de los países de América
Para finalizar, debemos señalar que si bien las Latina que haya legislado específicamente el grave
consideraciones realizadas en el presente artículo son riesgo y daño psicosocial que representa el mobbing,
plenamente vigentes en España, no podemos obviar pues en la región sólo Brasil y Colombia consideran
que en México cada vez existe una mayor sensibili- de forma específica este fenómeno en su normatividad
dad hacia la calidad del mundo laboral; de hecho, un (Oceguera, Aldrete & Ruiz, 2009).

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18 | Psicología Iberoamericana | David González Trijueque • Sabino Delgado Marina • Eric García López
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Trastornos de la Conducta Alimentaria


antes del Siglo XX
Eating Disorders before the 20th Century

José I. Baile Ayensa


María J. González Calderón1*
Facultad de Psicología
Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA), España

Resumen
Los trastornos de la conducta alimentaria (TCAs), como la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa, han sido un proble-
ma de salud de gran prevalencia a finales del siglo XX y comienzos del XXI. Dichos comportamientos atípicos fueron
inicialmente descritos como tales en el siglo XIX, si bien adquirieron entidad psicopatológica a partir de la década de
los sesenta, considerándose trastornos “modernos” asociados a un excesivo culto al cuerpo y deificación de la delgadez,
características de nuestra sociedad actual. No obstante, dichos problemas de salud podrían estar ocurriendo desde
hace siglos. Este artículo revisa algunos de los casos más famosos, valorando las limitaciones de la sesgada información
disponible, analizando similitudes y diferencias entre los supuestos casos históricos, y las manifestaciones actuales. El
análisis histórico, en el que se constata la presencia de comportamientos alterados a lo largo de los últimos siglos, per-
mite avanzar en los conocimientos actuales de los TCAs tanto desde el punto de vista definitorio como terapéutico.
Descriptores: Anorexia, bulimia, perspectiva histórica.

Abstract
Eating Disorders (ED) such as Anorexia Nervosa and Bulimia Nervosa have been prevalent health problems at the end of
the 20th century and the begining of the 21st. These disturbed behaviours were initially described as such in the 19th cen-
tury although they didn’t become a psychopathological entity till the 60s, when they were considered as “modern” disorders
linked to an excessive body cult and slimness stress, features which characterize our current society. However, these health
problems could have been happening for centuries. This paper reviews some of the most famous case studies, taking into
account the limitations of the biased available data, analyzing the differences and similarities found between the historical
cases studied and the current symptoms of both disorders. It was also considered whether the historical analysis carried out
allows us to extend our current knowledge on the issue from both perspectives defining as well as therapeutic.
Key words: Anorexia Nervosa, Bulimia Nervosa, Historical approach.

*
José I. Baile Ayensa y María J. González Calderón. Departamento de Psicología. Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas. Universidad a Distancia de
Madrid (UDIMA). Camino de la Fonda, 20. C.P. 28400- Collado-Villalba (Madrid). España. Tfno: 91 8561699 // Fax 91 856 1697. Correo electrónico
para ambos autores: ignaciobaile@hotmail.com

Psicología Iberoamericana | Trastornos de la Conducta Alimentaria antes del Siglo XX | 19


Introducción
Desde hace algunas décadas, la sociedad occi- no, pero ahora ha repuntado su prevalencia? Algunos
dental y la comunidad científica se han enfrentado a autores defienden que las alteraciones del compor-
la proliferación de una serie de trastornos de salud, tamiento alimentario “en general” siempre han estado
caracterizados por la alteración del comportamiento presentes pero que desde el siglo XIX tenemos específi-
alimentario. Con un gran impacto en los medios de co- camente los trastornos psicopatológicos concretos que
municación, la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa hoy conocemos, debido a las variables socioculturales
se han convertido en problemas enormemente conoci- específicas de estos últimos siglos (Vandereycken,
dos; se cifra su prevalencia en torno al 0,5 al 1 % en el 2002). En los próximos apartados se realiza un breve
caso de la primera y al 1 al 3 % en el caso de la segunda análisis desde una perspectiva histórica y se valora qué
en mujeres jóvenes occidentales (Baile, 2004). nos puede aportar el mismo, desde el punto de vista
Estos trastornos del comportamiento alimenta- explicativo y terapéutico.
rio (TCAs) se clasifican en la actualidad, y siguiendo
el Manual de Diagnóstico de la APA (2009) en tres Método
categorías: la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa Para esta revisión se han consultado diversas fuen-
y los trastornos del comportamiento alimentario no tes bibliográficas directas (como la biografía de Santa
especificado –(TCANE. Para la próxima edición del Catalina de Siena escrita en el siglo XIV) e indirectas,
manual), la APA propone una nueva figura, la del tras- como las publicaciones históricas, desde una pers-
torno por atracón (2010). Considerando los criterios pectiva psicológica, que han tratado este tema, de las
diagnósticos, estos trastornos comparten un deseo de cuales se han seleccionado 10 para su inclusión en el
la persona de estar delgada (o miedo a engordar) que estudio histórico.
se articula en ciertos comportamientos alterados más Tras incorporar algunos de los datos clave de la re-
específicos de cada trastorno; en el caso de la anorexia visión se procede a realizar su análisis crítico, así como
la restricción alimentaria, en el caso de la bulimia el sus posibles implicaciones actuales de la misma.
descontrol del comportamiento, con fases restrictivas
y compulsivas alternativamente. Resultados
La justificación del incremento espectacular de la Revisión de casos históricos con posible TCA
prevalencia de los TCAs en la segunda mitad del siglo A lo largo de la historia se tiene conocimiento de nu-
XX y en el comienzo del siguiente, así como su circuns- merosos casos de personas con algún tipo de trastorno
cripción a cierta cultura, la occidental, se ha asociado de conducta alimentaria, de los cuales los ejemplos de
a ciertos factores predisponentes de carácter sociocul- religiosas medievales y renacentistas son los más famo-
tural (Levine & Smolak, 2000) y, en especial, al efecto sos, pero no los únicos. Utilizar el “control” del compor-
de ciertos valores sociales como la deificación de la tamiento alimentario como una forma de manifesta-
delgadez en la mujer como modelo de belleza, y su im- ción religiosa o ideológica ha sido común a numerosas
posición como canon a seguir a través de los medios culturas a lo largo de toda la historia, en algunos ca-
de comunicación, todo ello impulsado por una potente sos promoviendo y valorando la obesidad; en otros, el
industria de la belleza (cosméticos, productos dieté- ayuno. Por ejemplo, Hinojosa (2009, p. 184) recuerda
ticos, cirugía, etcétera). La importancia de dichos fac- estas palabras de Santa Teresa de Jesús cuando fundó
tores socioculturales es tal, que algunos autores afirman el convento de San José en Ávila: “Y no penséis, her-
que “puede asegurarse que sin su existencia, no existiría manas mías, que por eso os ha de faltar de comer, yo
tampoco la anorexia nerviosa” (Toro & Vilardell, 1987, os aseguro (…) Si haciendo vosotras esto muriéreis de
p. 106). hambre, ¡bienaventuradas las monjas de San José! Aquí
Pero, ¿son los TCAs una manifestación específica os digo yo serán aceptas vuestras oraciones, y haremos
de la sociedad occidental de los siglos XX y XXI como algo de lo que pretendemos. Esto no se os olvide, hijas
consecuencia de cierto contexto social patologizante?, mías, por amor del Señor; pues dejáis la renta, dejad el
¿o quizá son trastornos consustanciales al ser huma- cuidado de la comida; si no, todo va perdido”.

20 | Psicología Iberoamericana | José I. Baile Ayensa • María J. González Calderón


Se han recopilado multitud de posibles casos de problemas con su familia y, entre otras reacciones, de-
TCA en el pasado. Así, Bell (1985) menciona hasta 261 cidió someter a su cuerpo a una serie de fuertes restric-
casos de mujeres religiosas italianas desde el siglo XIII, ciones, entre ellos el ayuno. Se tienen descripciones de
y Parry-Jones & Parry-Jones (1994) cuentan hasta 360 su comportamiento alimentario gracias a la obra bio-
casos de ayuno voluntario entre 1500 y 1939. Muchos gráfica de su confesor Raymundo de Capua, como la que
de éstos se refieren a personas famosas por su vincu- aparece en el siguiente texto (Capua, 1947, pp. 24-25):
lación religiosa o política, o por la singularidad del
caso que llegó a ser descrito. A modo de ejemplo, se “Desde la infancia, Catalina apenas había probado la
indican algunas de las más famosas (Bell, 1985; Keel & carne; ahora se la prohibió de la manera más absoluta
Klump 2003; Toro 1996): y tanto se habituó a la privación de este alimento que
terminó por no poder soportar el olor de él sin que su
• Siglos XIII al XVI: Santa Catalina de Siena, Santa estómago se resintiese (…) A la edad de 15 años re-
Verónica, María de Oignies, Beatriz de Nazaret, nunció por completo a él e ingería únicamente agua
Margarita de Yperen, Juliana de Lieja y Columba pura. Y restringiendo día por día la cantidad de los
de Rieti. alimentos llegó a no comer más que un pedacito de
• Siglos XVI al XIX: Jane Grey (Reina Inglaterra), pan y algunos vegetales sin cocer (…). Su existencia
Jeanne Balan y Marthe Taylor. era un milagro, y los médicos que la reconocieron me
• Siglo XIX: Anne Moore, Margaretha Weiss, manifestaron que el caso no tenía explicación cientí-
Barbara Kremers y Eva Vliegen. fica. Durante todo el tiempo que tuve el privilegio
de ser testigo de su vida no tomó alimento ni ingirió
Los casos descritos con anterioridad resultan de es- bebida en cantidad suficiente para sostenerla y sin
pecial interés al tratarse de ejemplos extremadamente embargo lo soportaba con alegría, aunque a costa de
ilustrativos, de los cuales se tiene información feha- grandes sufrimientos y extraordinaria fatiga”.
ciente y que son clave para poder realizar el análisis
histórico objeto del presente estudio. Según esta fuente biográfica, en el momento en que
En el siglo XIX existen numerosos y floridos casos se niega a casarse, tenía unos 16 años y subsistía de
de “chicas ayunadoras” (Brumberg, 1989), y en una na- pan, agua y vegetales crudos, vestía con ropas ligeras y
ciente ciencia psicopatológica se crea el oportuno caldo un cinturón de hierro. Junto al ayuno también se im-
de cultivo para su clasificación y catalogación; así, dos ponía otras restricciones, por ejemplo, tenía periodos
famosos psiquiatras, Lasëgue (1873) y Gull (1888), ela- de varios años de silencio total, salvo con su confesor;
boran de manera independiente una primera defini- o periodos sin sueño; se llega a relatar que era capaz de
ción del trastorno, que viene a denominarse “anorexia dormir treinta minutos cada dos días. Tras esta actitud
histérica” o “anorexia mirabilis” (Vanderycken & Van tan autolesiva, consigue que le dejen dedicarse a la vida
Deth, 1990). religiosa y entra en la orden dominicana. Aunque ya
A efectos ilustrativos se realiza un breve análisis de no tiene motivos para mantener su protesta, continúa
dos de los casos más famosos: Santa Catalina de Siena con su alteración alimentaria, pues declara que ya no
(s. XIV) y Anne Moore (s. XIX). es capaz de ingerir alimento de forma normal.
Santa Catalina de Siena (1347-1380). Catalina Se conservan cartas y documentos de su confesor,
de Siena es una de las figuras más importantes del en las que éste relata que Santa Catalina mantuvo el
santoral cristiano, y junto con Santa Teresa de Jesús y ayuno hasta su muerte, y que era habitual que vomitara
Santa Teresa de Lisieux comparte el título de doctoras lo que ingería porque su cuerpo no soportaba alimento
de la Iglesia. Nació en 1347 en Siena, en el seno de una alguno. Murió extremadamente delgada y enferma en
familia muy numerosa y tradicional. Al parecer, desde 1380, a los 33 años de edad.
niña tuvo visiones místicas y decidió dedicarse a la vida Anne Moore “The Fasting Woman of Tutbury”
contemplativa, lo que contradecía el deseo de sus pa- (La ayunadora de Tutbury. 1761-1813). Siguiendo a
dres de casarla tempranamente. Esto le generó graves Toro (1996), uno de los ejemplos más famosos de tras-

Psicología Iberoamericana | Trastornos de la Conducta Alimentaria antes del Siglo XX | 21


torno de la conducta alimentaria es el de Anne Moore. señalan algunas de las consideraciones que se deben
La singularidad del caso radica en ser uno de los pri- tener en cuenta:
meros en los que se realizó un estudio médico riguroso
de un comportamiento de ayuno tan extraordinario • Las técnicas historiográficas informativas em-
que había generado muchas dudas sobre su veracidad. pleadas (biografías de exaltación, cartas con con-
Anne, de posición humilde, inició su ayuno cuan- fesores o familiares, análisis de imágenes en arte,
do trabajaba de sirvienta y tenía unos 27 años. Aunque comentarios aislados de contemporáneos, etc.) son
inicialmente lo justificaba por la incapacidad de ali- sesgadas y poco consistentes.
mentarse debido a su trabajo con ulcerosos, dado que • Es difícil realizar los perfiles psicopatológicos de
tenía que convivir permanentemente con imágenes de los casos históricos, ya que se emplean descrip-
heridas, posteriormente adujo que eran motivos reli- ciones parciales, con información escasa y sesga-
giosos los que le hacían mantenerse en ayuno. Este da, exaltación de comportamientos y alteraciones
componente se convirtió paralelamente en una fuente por parte de los cronistas con fines religiosos y por
de ingresos, dado que numerosos “peregrinos” la visi- la imposibilidad de descartar patologías de otro
taban. orden.
El caso se hizo muy famoso ya que, al parecer, po- • En el pasado se omitían datos que no eran objeto
día pasar muchos días sin comer nada en absoluto, lle- de interés y que hoy en día consideramos impor-
gando a afirmar que llevaba años sin probar bocado, o tantes, por ejemplo, si existía miedo a engordar,
sólo se alimentaba de unas pocas pasas de Corinto. se presentaba alteración del esquema corporal,
Dicha fama hizo que se creara una comisión investi- o si tuvo lugar y en qué momento preciso se vio
gadora por parte del Colegio Real de Médicos, con ob- afectada la menstruación.
jeto de comprobar la veracidad de poder pasar tanto • Por último, habría que destacar que puede ser
tiempo sin alimentarse. Se decidió realizar un estudio incorrecto realizar valoraciones psicopatológicas
riguroso y, para ello, se pensó que lo mejor era ence- sobre comportamientos alterados en el pasado
rrarla a solas en una habitación sin acceso a ningún ali- empleando criterios modernos, sobre todo en
mento oculto y observar cómo sobrevivía. Conforme trastornos tan dependientes de la cultura como
pasaba el tiempo, su salud empeoraba notablemente. los TCAs.
Al permitir que su hija la visitara, se descubrió que ésta
utilizaba diferentes tretas para darle alimento a su ma- Similitudes con los casos actuales
dre durante las visitas, como pasarle trozos de comida A pesar de las limitaciones previamente señaladas, el
a través de besos. estudio de los casos históricos permite establecer cier-
Si bien se descubrió que era imposible sobrevivir tos paralelismos con los que tienen lugar en la actuali-
sin alimento, no deja de tratarse de un caso de altera- dad. A continuación se presentan los más destacados.
ción del comportamiento alimentario, aunque la poca
información al respecto, nos puede hacer dudar si • En todos se observa una actitud alterada hacia el
constituyó un trastorno primario o secundario. comportamiento alimentario. En dichos casos pro-
venía de una fuerte motivación religiosa, oposi-
Similitudes y singularidades cionismo a la familia o experiencias negativas de
de los casos históricos frente diversa índole. Sea cual fuere dicha razón, en todos
al diagnóstico actual. los casos se asocia el trastorno con la alteración del
Consideraciones previas Establecer, en el siglo XXI, comportamiento alimentario.
si los ejemplos históricos son verdaderamente casos • Dicha alteración del comportamiento, tanto en el
de TCA tal y como los entendemos hoy en día es muy pasado como en la actualidad, se concreta en cier-
difícil, básicamente por la información sesgada a la que tas acciones similares, entre otras, el ayuno, la ali-
tenemos acceso, así como por la aplicación de patrones mentación selectiva, el purgamiento o la alimen-
diagnósticos de forma anacrónica. A continuación se tación errática, etcétera.

22 | Psicología Iberoamericana | José I. Baile Ayensa • María J. González Calderón


• Al parecer, también podrían compartirse en la expuestas anteriormente. Algunas de estas aparentes
mayoría de los casos ciertos rasgos de persona- distinciones parecen ser las siguientes:
lidad, como son el perfeccionismo, la hiperacti-
vidad o la tendencia obsesiva-compulsiva. Capua • En la actualidad, los TCAs tienen como elemento
(1947, p. 180) relataba lo siguiente de Santa singular utilizar el comportamiento alimentario
Catalina: con objeto de conseguir un fin específico: el de
mantener una determinada imagen corporal,
“Hasta entonces, debido al dolor de costado que su- de modo que dicha conducta es un medio, no un
fría y a otras dolencias que nunca la abandonaban, fin en sí mismo. Sin embargo, en muchos casos
no oía la santa misa hasta la hora de Tercia. Así lo históricos analizados, el ayuno per se era el fin;
hizo durante toda la cuaresma yendo todos los días o sea, no se pretendía estar delgada, entre otros
a la iglesia de San Pedro. Asistía a la misa, oraba más motivos porque éste no era un valor social.
dilatadamente que nunca y regresaba a casa a la hora • Hoy en día la mayoría de los casos de TCA se
de Vísperas. Quienes la veían tendida en el lecho, no clasifican dentro de la bulimia nerviosa, TCANE
creían que fuese capaz de levantarse de él. Sin embar- o probablemente trastorno por atracón –(que ya
go, al día siguiente, al amanecer, se levantaba, salía se ha propuesto como nueva categoría para la
nuevamente de casa y se iba por la «Vía del Papa», en- próxima edición del DSM), mientras que los ca-
traba en la Minerva, seguía por el «Campo di Fiore» y sos restrictivos puros son los menos frecuentes.
llegaba a buen paso hasta San Pedro, recorriendo una Sin embargo, en los casos históricos, al parecer
distancia capaz de fatigar a una persona robusta y en predominaban los ejemplos restrictivos frente
perfecta salud”. a los purgativos. Aunque quizá aquí sea la falta
de información lo que confunda el análisis. Por
• También existen ciertas similitudes demográficas. otro lado, en la actualidad es difícil establecer la
Tanto en el pasado como en la actualidad la ma- prevalencia de las personas que sufren trastornos
yoría de los casos que presentan la sintomatología purgativos, dado que, como no manifiestan una
analizada son mujeres, y el inicio del trastorno se delgadez extrema, muchas personas lo sufren de
sitúa en la adolescencia-juventud. forma oculta y en aparente compatibilidad con
• Procede destacar una última similitud: en mu- una vida normal.
chos casos parece existir una disociación entre la • Aunque hay noticias de algunos casos de gran ac-
motivación al inicio del trastorno y que lo obliga tividad física en el pasado, como se ha visto ante-
a persistir. Normalmente la alteración inicia por riormente, no se sabe que ésta fuera una actitud
alguna motivación específica (religiosa, ascética, generalizada, en contraste con el uso de estrate-
oposicionista, estética) pero, tanto en el pasado gias actuales para favorecer la delgadez, no sólo la
como en la actualidad, transcurrido un tiempo, mencionada hiperactividad, sino también el uso
las razones para mantener los comportamientos de acciones cosméticas, masajes, etcétera; quizá,
suelen ser otras si tenemos en cuenta que, aun como se ha indicado en la primera diferencia
desapareciendo la motivación inicial, muchas de temporal, esto se debe a que el objeto en sí mismo
las afectadas manifiestan que “no saben o pueden no era la búsqueda de la delgadez, sino el ayuno
dejar dichas conductas”. como tal.
• Por último, se puede destacar una diferencia en
Diferencias con los casos actuales cuanto al motivo inicial del trastorno, que en el
Aunque varias son las similitudes, también existen im- pasado sería fundamentalmente un “deseo ascé-
portantes diferencias entre aquellos casos y los actua- tico” frente a la “insatisfacción corporal” actual.
les. Éstas pueden tener un fundamento real o provenir Aunque podría considerarse que ambos motivos,
de un análisis erróneo de la información disponible, aparentemente diferentes, son la manifestación
que puede estar sesgada y limitada por las razones ya de un mismo factor común, la “presión social

Psicología Iberoamericana | Trastornos de la Conducta Alimentaria antes del Siglo XX | 23


para cumplir con un valor social imperante en Si asumimos, por tanto, que en el pasado han
cada momento histórico”. existido los TCAs, con sus singularidades específicas,
evidentemente esto reforzaría la posible sustentación
Por todo lo recogido en estas líneas, en puridad, no psicobiológica de los mismos, vía predisposición in-
podríamos hacer un diagnóstico de anorexia o bulimia nata o alteración psicobiológica en la pubertad. Es
de los casos históricos, siguiendo los criterios actuales decir, siempre han existido personas, mayoritari-
recogidos en el DSM-IV-TR (2009), bien por falta de amente mujeres, con predisposición a sufrir los sín-
información o por incumplimiento de criterios com- tomas analizados, los cuales, si no constituyen una
probables, como son el porcentaje de pérdida de peso tendencia específica de TCA, sí podrían ser una pre-
corporal o la presencia de amenorrea. Por tanto, si disposición hacia un grupo de trastornos del espectro
quisiéramos poner alguna etiqueta diagnóstica a di- obsesivo-compulsivo (Candil, 2002), que en algunos
chos casos, sería más oportuno considerarlos como casos se manifestaría en anorexia o bulimia, si el con-
TCANE en lugar de ejemplos de anorexia o bulimia texto histórico promociona el ayuno o la purga para
nerviosas. obtener algún beneficio. Aquellas mujeres que inician
un ayuno por cierta presión social (ascética o estética)
¿Qué puede aportar este análisis histórico a y tienen predisposición a sufrir un trastorno del espec-
la comprensión o abordaje de los TCAs en la tro obsesivo-compulsivo, parece que podrían terminar
actualidad? desarrollando algún TCA.
La revisión de los ejemplos de TCA en el pasado, Por otra parte, el análisis histórico también nos
además del interés puramente histórico, revisten una permite comprobar que independientemente de la
importancia exegética para entender los casos actuales. razón de inicio de la alteración, el motivo por el que
Para algunos autores, este análisis permite determinar ésta se mantiene en el tiempo es diferente, y que esta
la existencia de verdaderos casos de TCA en el pasado, disociación apoyaría la explicación psicobiológica de
como apuntan Toro (1996, p. 39): “… así pues, puede la persistencia en el trastorno: la inanición mantenida
defenderse que, si no todos, la mayoría de los casos en el tiempo, junto a las sensaciones de control que
descritos en la literatura anterior al siglo XX, eran au- genera, impiden que un individuo supere el trastorno
ténticos casos de anorexia nerviosa,” y Beumont (1991, aunque lo desee. Esta valoración sería coherente con
p. 14): “los pacientes que Gull y Lasègue describían en otras investigaciones de carácter etológico, donde se ha
1870 se parecen a los pacientes de anorexia nerviosa de comprobado una relación morbosa entre inanición y
1990, más claramente que los pacientes de demencia actividad física (Baile & Garrido, 1999; Morse et al.,
precoz de Kraepelin, los esquizofrénicos de Bleuler o 1995).
los histéricos de Freud se parecen a sus paralelos con- En la figura 1 puede apreciarse una re-interpreta-
temporáneos”. Si aceptamos esta tesis, ello podría ayu- ción del modelo explicativo de los TCAs que incluye
darnos a comprender mejor la verdadera naturaleza las matizaciones expuestas previamente. Según dicho
psicopatológica del trastorno, al constatar que desde modelo, estos trastornos se producen por ciertos fac-
siempre ha habido casos de TCA. Ello nos permitiría tores predisponentes (género femenino, baja autoesti-
descontextualizar la etiología, dado que en la actuali- ma, presiones sociales, etc.), y por la acción de factores
dad damos extremada importancia al peso del factor desencadenantes (una situación de ansiedad asociada
sociocultural relacionado con la presión estética. Es al cuerpo o la imagen corporal, por ejemplo) dan lu-
decir, podríamos afirmar que el factor sociocultural no gar al inicio de las alteraciones comportamentales, las
es crucial y que, quizá, otros factores lo son de forma cuales se mantienen en el tiempo por efecto de ciertos
prioritaria. Ello no supone negar el peso de los factores factores mantenedores (como puede ser el refuerzo de
socioculturales, pues aún asumiendo que en el pasado la sensación de control o ciertas alteraciones psicobio-
la presión hacia la delgadez no existía, sí que tenían lu- lógicas). En el esquema representado en la figura 1 es
gar otros factores facilitadores del ayuno, como pueden muy común en la explicación de trastornos psicológi-
ser la extendidas ideas ascéticas y religiosas. cos y de salud. Para una descripción detallada del

24 | Psicología Iberoamericana | José I. Baile Ayensa • María J. González Calderón


Figura 1. Modelo
explicativo de los TCA,
con aportaciones del análi-
sis de los casos históricos

modelo en el caso de los TCAs véase Toro & Villardell • Los TCAs constituyen un grupo de alteraciones
(1987). psicológicas que generan en la actualidad gran
Considerar que existe una fundamentación psico- interés debido a su alta prevalencia entre las ado-
biológica por la cual las personas con TCA mantienen lescentes y a la agresividad de su manifestación
el trastorno por razones diferentes a una mera decisión clínica. Se ha asumido que las tendencias esté-
voluntaria, tiene importantes implicaciones terapéuti- ticas actuales pueden ser la causa de la elevada
cas. Una de las estrategias clínicas clásicas es intentar extensión del problema.
convencer a las pacientes con TCA del problema que • Sin embargo, se han constatado numerosos casos
padecen, que lo asuman y empiecen a dejar de emitir las de chicas ayunadoras desde el siglo XIV, con per-
conductas patológicas asociadas, es decir, se pretende files aparentemente similares a los actuales TCAs.
fundamentar la terapia en que el trastorno se inicia y se En relación a éstos, sería más oportuno hablar
mantiene en todo momento por una decisión volitiva desde un punto de vista técnico de posibles casos
y revisable por el propio individuo. En este sentido, se de TCANE que de anorexia santa o anorexia mi-
aplican técnicas dialécticas, cognitivas o conductuales. rabilis, dado que la información disponible en la
Pero quizá a partir de un determinado momento del actualidad para poder hacer un diagnóstico pre-
trastorno parece existir una alteración psicobiológica ciso de las formas psicopatológicas más puras es
ocasionada por la inanición que “supera” la capacidad muy sesgada.
de decisión del paciente, y que debe conocer y manejar • En muchos de estos casos históricos se conoce el
el terapeuta. Esta reflexión, por ejemplo, puede ayudar motivo de inicio, normalmente ascético, si bien la
en un debate terapéutico actual sobre la importancia causa del mantenimiento del comportamiento a
de trabajar prioritariamente unos objetivos u otros, y lo largo del tiempo podría ser más compleja, in-
quizá la recuperación de cierto peso mínimo sea más dependiente de decisiones volitivas y, probable-
importante de lo que se creía en un principio, no solo mente, relacionada con una alteración psicobio-
por motivos biomédicos, sino para facilitar la psicote- lógica resultado de la inanición, prueba de ello
rapia. es que en varios casos se constató una incapaci-
dad para abandonar el comportamiento alterado
Conclusiones aunque se tuviera verdadera intención.
De la revisión llevada a cabo pueden extraerse las • Aunque la diferencia aparente más singular en-
siguientes conclusiones: tre los casos de TCA en diferentes momentos

Psicología Iberoamericana | Trastornos de la Conducta Alimentaria antes del Siglo XX | 25


históricos sea el motivo para iniciar el trastorno la insatisfacción con la imagen corporal (que es la
(ascetismo vs. insatisfacción corporal) quizá, si razón que actualmente se considera crucial) pue-
consideramos cuál es la base de ambas motiva- de haber otras que promuevan y mantengan el
ciones, una presión social para considerar la del- ayuno, y que tengan más peso en estos trastornos,
gadez y el ayuno como valor positivo, realmente como son ciertos rasgos de personalidad. Pero
no exista tal diferencia. también nos aporta información útil para encau-
• La constatación de la existencia de comporta- zar el enfoque terapéutico para el abordaje actual
mientos alimentarios alterados de fundamento de los TCAs, ya que se apoyaría la estrategia de
psicológico a lo largo de la historia puede apor- no centrar la intervención tanto en las causas
tar información muy útil. Por una parte, desde el del inicio del trastorno, como en los mecanismos
punto de vista del análisis etiológico: además de no volitivos de su mantenimiento.

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26 | Psicología Iberoamericana | José I. Baile Ayensa • María J. González Calderón


Psicología Iberoamericana (Julio-Diciembre, 2010), Vol. 18, No. 2, pp. 27-36 ISSN 1405-0943

Características Psicosociales Asociadas al Consumo


de Alcohol, Tabaco y Drogas en Adolescentes
de Chiapas
Psychosocial Characteristics Associated for Alcohol, Tobacco and Drug
Consumption in Adolescents of Chiapas

Jorge Raúl Palacios Delgado


Universidad Nacional Autónoma de México, México
José Luis Cañas Martínez
Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas, México1*

Resumen
El objetivo de este estudio fue determinar el nivel de predicción de características psicosociales (búsqueda de sensa-
ciones, bienestar subjetivo, permisividad y la orientación escolar) sobre el consumo de alcohol, tabaco y drogas en
adolescentes. La muestra se conformó con 1000 jóvenes, entre 12 y 20 años, estudiantes de escuelas públicas de la
ciudad de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Para medir las características psicosociales se utilizaron diversos factores para
contabilizar estos constructos. Además se preguntó sobre el consumo de alcohol, tabaco y drogas. Se realizaron análi-
sis de regresión por pasos con los factores psicosociales y con el consumo de alcohol, tabaco y drogas por separado.
Los resultados mostraron que la permisividad es el primer factor que influye el consumo de alcohol, tabaco y drogas,
seguido de la búsqueda de sensaciones. El bienestar subjetivo influye en el consumo de alcohol y tabaco, la orientación
escolar predice el consumo excesivo de alcohol y drogas.
Descriptores: Características psicosociales, consumo de alcohol, tabaco y drogas, adolescentes.

Abstract
This study’s main objective was to analyze the predictive level of psychosocial characteristics (sensation seeking, subjective
well-being, permissive and academic orientation) on alcohol, tobacco and drug use in adolescents. A sample of 1000 high
school students from 12 to 20 years old from Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, participated in the study. In order to measure
the psychosocial characteristics has been used factors to assessment this constructs. Adding an instrument that evalua-
tes the alcohol, tobacco and drug consumption. Several stepwise regression analyses were conducted with which one of
psychosocial characteristics and alcohol, tobacco and drug consumption independently. The results showed that the main
factor to explaining alcohol, tobacco and drug consumption was permissive and second factor is a sensation seeking. The
well-being was the predictor of the consumption of tobacco and alcohol, while the scores in academic orientation was
the predictor of the heavy drinking and drugs consumption.
KeyWords: Psychosocial characteristics, alcohol, tobacco and drug consumption, adolescent

*
Para correspondencia: Jorge Raúl Palacios Delgado, José J. Reynoso # 135, Colonia: Constitución de 1917, Delegación Iztapalapa, C.P. 09260, México
D.F., teléfono: 57456821 correo electrónico: kobuj@yahoo.com.mx. José Luis Cañas Martínez, Av. Real del Catorce 201, Condominios San Cristóbal,
Col. Miravalle, C.P. 29030. Tuxtla Gutiérrez Chiapas. teléfono: 9611421198, correo electrónico: caas87@yahoo.com.mx.

Psicología Iberoamericana | Características Psicosociales Asociadas al Consumo... | 27


Introducción sensaciones, el bienestar subjetivo, la permisividad, la
En la actualidad el consumo de drogas en la adoles- orientación escolar, entre otros. Dentro de los facto-
cencia es uno de los principales problemas en México res individuales, los rasgos de personalidad han aca-
(Villatoro, Medina-Mora, Hernández, Fleiz, Amador parado la atención de numerosos estudios. Entre las
& Bermúdez 2005; Villatoro, Medina-Mora, Rojano, variables de personalidad que han mostrado una rela-
Amador, Bermúdez et al. 2004). Las principales conse- ción consistente con las conductas de consumo se
cuencias negativas asociadas al consumo de sustancias encuentra la búsqueda de sensaciones (Zuckerman,
adictivas pueden ser problemas familiares, intoxicación, 1994; Zuckerman & Kuhlman, 2000). Zuckerman et al.
problemas escolares, conducta sexual de riesgo, acci- muestran que la búsqueda de sensaciones es un factor
dentes de tráfico, problemas interpersonales, conducta predictor del consumo de alcohol, tabaco y drogas. Los
antisocial y delictiva, problemas legales, entre otros. consumidores de sustancias adictivas puntúan más alto
(Espada, Méndez, Griffin & Botvin, 2003). en busca de sensaciones que los no consumidores. Los
La Encuesta Nacional de Adicciones (ENA, 2008) resultados de varios estudios (Crawford, Pentz, Chou,
revela que en los últimos seis años el número de adic- Li & Dwyer, 2003; Perkins, Gerlach, Broge, Grobe &
tos a drogas ilegales aumentó 51%, al ubicarse en alre- Wilson, 2000) señalan que la búsqueda de sensaciones
dedor de casi 500 mil personas. En tanto, los mexicanos es un predictor del sustancias adictivas como el tabaco,
que han probado en alguna ocasión alguna droga pasó alcohol o marihuana. Newcomb y McGee (1991) en-
de 3.5 millones, que se reportaban en 2002, a 4.5 mi- contraron que este factor se relaciona significativa y
llones en 2008, y el consumo experimental creció en positivamente con el consumo de drogas, tabaco y alco-
un 28.9% en el mismo periodo. Lo más reciente en el hol. El consumo de alcohol y tabaco se correlacionó con
consumo de drogas, según el estudio, es la propagación todas las sub escalas de la búsqueda de sensaciones en
de la cocaína, el crack y las metanfetaminas con varias hombres y mujeres, con excepción de la dimensión de la
combinaciones. El número de consumidores de cocaí- búsqueda de experiencia, la cual no guardó relación con
na pasó de 1.23% a 2.5%. Asimismo, de 2002 a la fecha, el consumo de tabaco y alcohol para los hombres. El
el consumo alcohol y el tabaco se elevó de 5.03% a 6%. consumo de drogas se relacionó con las cuatro dimen-
El resto de las drogas ilegales se usa con mucha menor siones de la búsqueda de sensaciones en las mujeres;
frecuencia, tal es el caso de los alucinógenos, los inha- en el caso de los hombres, sólo la sub escala de desin-
lables y la heroína. Los jóvenes de 12 a 17 años repre- hibición se relacionó de forma positiva. Finalmente, los
sentan la parte más vulnerable de la ampliación de los autores concluyen que la búsqueda de sensaciones tiene
mercados de estimulantes en general (desde el cigarro un efecto sobre el consumo de tabaco y alcohol y una
hasta las metanfetaminas). influencia específica en el incremento del consumo de
La literatura internacional sobre drogas se ha en- drogas.
focado en estudiar factores de riesgo y factores de pro- El bienestar subjetivo es otro factor vinculado con
tección para el consumo (Carballo, García, Secades, el consumo de drogas, referido en términos de satis-
Fernández, García, Errasti & Al-Halabi, 2004). Respecto facción con la vida (Chico, 2006; González, Montoya,
a los factores protectores, la evidencia señala que és- Casullo & Bernabéu, 2002). El bienestar subjetivo
tos evitan que los jóvenes se involucren en conductas se puede entender como un precursor del estado en
que afecten su salud, por ejemplo, el consumo de al- que se encuentra el yo de un individuo (Chico, 2006;
cohol, tabaco y drogas (Diego, Field & Sanders, 2003; Lightsey, 1996), es decir, con su experiencia interna
Kosttelecky, 2005; Sikorski, 1996). Entre los elementos para manifestar sentimientos de felicidad que lo llevan
que protegen al adolescente para que no presente este a mencionar el grado de satisfacción que tiene con él y
tipo de conductas, se encuentran los factores sociales con el entorno que lo rodea. En este sentido, este fac-
como la situación familiar, la disponibilidad de la dro- tor permitirá establecer si este bienestar se encuentra
ga, la situación económica y la asociación con amigos asociado con el consumo de sustancias adictivas en la
o compañeros usuarios, además de los que se refieren a adolescencia.
características del joven, tales como la búsqueda de

28 | Psicología Iberoamericana | Jorge Raúl Palacios Delgado • José Luis Cañas Martínez
Retomando el planteamiento anterior, se ha en- conforme crece la intensidad del consumo, es decir, ser
contrado que los jóvenes que perciben una mayor un abusador de drogas o dependiente del consumo de
autosatisfacción consumen menos alcohol y tabaco, sustancias (Arellanez, Díaz, Wagner & Pérez, 2004).
comparados con los que reportan menores niveles de Andrade et al. (2008) señalan que las normas so-
satisfacción personal (Martínez & Robles, 2001). Por ciales permisivas se relacionan con el consumo de al-
su parte, Andrade y Betancourt (2008) señalan que un cohol, tabaco y drogas, específicamente en el análisis
menor bienestar subjetivo en los adolescentes se rela- de tres dominios: el individual, el familiar y el social,
ciona con el riesgo del consumo de drogas. Para estas encuentran que para el riesgo del consumo de tabaco
autoras el bienestar subjetivo está estrechamente rela- y alcohol (frecuencia) la permisividad del adolescente
cionado con el autoestima; en este sentido González, es la variable que influye en primer término; para el
García y González (1996) reportan que la autoestima riesgo del consumo de alcohol (cantidad) influyó en
sería un factor de protección contra el uso de drogas, o segundo término; para el caso del riesgo del consumo
sea, que los jóvenes con mayor autoestima serían más de drogas, en tercero. Concluyen mencionando que
resistentes y menos influenciables por la presión de sus a medida que los jóvenes perciban como aceptable el
compañeros. consumo de sustancias y estén de acuerdo con que és-
Por otra parte, se ha encontrado que las actitudes tas son comunes o “normales” entre los jóvenes de su
favorables hacia el consumo de drogas influyen en el edad, mayor probabilidad habrá de que se involucren
inicio del consumo de la misma (Espada et al., 2003), en ellas.
de manera que se puede generar tolerancia o acep- Dentro de las variables escolares se ha identificado
tación hacia el consumo de estas sustancias como un que un bajo desempeño escolar (Jessor, Turbin & Costa,
elemento habitual entre los individuos. Desde un pun- 1998), el fracaso escolar (Sikorski, 1996) y una pobre
to de vista personal, la tolerancia o aceptación hacia participación en actividades extracurriculares (Kaplan,
el consumo de drogas puede formarse en base a dos Zabkiewicz, Mcphee, Nguyen, Gregorich, Disogra,
elementos, las actitudes hacia el consumo y el entorno Hilton & Jenkins, 2003) afectan la participación de los
social al cual pertenece el joven. Ambos elementos son adolescentes en conductas saludables. Algunos estu-
reforzados en el grupo bajo el cual se forma el indivi- dios (Diego et al., 2003; Jessor et al., 1998) muestran
duo. En este interjuego entre las actitudes y el entorno la relación que las dificultades académicas tienen con
social, el adolescente puede formar actitudes de tole- el consumo de sustancias adictivas. Tener bajas aspi-
rancia, accesibilidad y permisividad hacia el consumo raciones académicas y un pobre rendimiento escolar
de drogas, lo que puede representar el grado de impli- se relacionan con el consumo de tabaco (Kaplan et al.,
cación en las mismas. 2003), el bajo logro académico predice el consumo de
Lo anterior se corrobora con base en lo reportado alcohol, lo que no es así para la marihuana y otras dro-
por González et al. (1996), quienes señalan que las per- gas (Kosttelecky, 2005).
sonas más conscientes de los efectos dañinos de las Los jóvenes con baja conexión escolar, bajas aspi-
drogas son menos tolerantes con el uso de sustancias raciones académicas y un promedio escolar bajo tuvie-
y es menos probable que desarrollen una adicción. ron mayor probabilidad de iniciarse en el consumo
Siguiendo en esta misma línea de tolerancia y accesibi- de tabaco (Carvajal & Granillo, 2006). Igualmente los
lidad, Carballo et al. (2004) encuentran que un factor adolescentes que consumen alcohol y tabaco tienen
que predice el consumo de drogas es el acceso que se un menor desempeño académico (Martínez, Robles &
tenga hacia las mismas; señalan que los consumidores Trujillo, 2001). Por su parte, Kaplan et al. (2003) repor-
tienen una probabilidad 2.5 veces mayor de percibir taron que involucrarse en actividades extraacadémicas
cierta facilidad para acceder a las drogas en su entorno se relacionó negativamente con presentar conductas
que los que no consumen, es decir, los consumidores de riesgo en mujeres. Los adolescentes con bajo pro-
perciben como más accesible el consumo de drogas. La medio escolar tienen mayor probabilidad de ser fu-
percepción de la accesibilidad y del uso de drogas ile- madores continuos que los adolescentes con un mayor
gales en el medio social de los individuos aumenta promedio escolar. Asimismo, en los hombres con me-

Psicología Iberoamericana | Características Psicosociales Asociadas al Consumo... | 29


jores calificaciones el riesgo de involucrarse en ciertas Para evaluar las características psicosociales se uti-
conductas que afecten su salud disminuye. Autores co- lizaron los factores del cuestionario Factores Protectores
mo Diego et al. (2003) encontraron que un mayor y de Riesgo de Andrade y Betancourt (2008) que miden
compromiso escolar y un mayor logro académico en bienestar subjetivo (ocho reactivos, alfa = .81), búsque-
los adolescentes son factores protectores del consumo da de sensaciones (cuatro reactivos, alfa = .68), per-
de tabaco, alcohol, marihuana y cocaína. misividad hacia conductas de riesgo (cinco reactivos,
En México, Palacios y Andrade (2007) encuen- alfa = .69) y orientación escolar (cuatro reactivos, alfa
tran que los alumnos irregulares, con bajo promedio = .58), son escalas tipo Likert con cuatro opciones de
académico (menor a 7.9 de calificación en el semes- respuesta (casi nunca a todo el tiempo) que miden es-
tre) y con una o más materias reprobadas presentan tos constructos. El instrumento cuenta con validez de
una mayor frecuencia de consumo de tabaco, alcohol constructo a través de un análisis factorial con rotación
y drogas, en comparación con los alumnos regulares, ortogonal.
con alto promedio escolar (mayor que 8) o que no re-
probaron ninguna materia. Procedimiento
Como se puede observar, los factores de natura- Se solicitó a las autoridades de las escuelas permiso
leza psicosocial se encuentran implicados en el con- para aplicar los cuestionarios en los salones de clase
sumo de alcohol tabaco y drogas; además, en el estado y a los estudiantes se les pidió su participación volun-
de Chiapas no se cuenta con estudios que permitan taria. Se les invitó a que respondieran un cuestionario
entender el fenómeno en esta población, por lo tanto, elaborado para conocer algunas actividades que reali-
el objetivo de la investigación fue determinar el nivel zan los jóvenes de su edad. Se les aclaró que su partici-
de predicción que tienen las características psicosocia- pación era voluntaria, que no había respuestas buenas
les referidas como búsqueda de sensaciones, bienestar ni malas y que la información era anónima, para lo
subjetivo, permisividad y la orientación escolar sobre el cual se les dijo que respondieran de forma sincera, ex-
consumo de alcohol, tabaco y drogas en adolescentes. plicándoles que sus respuestas se utilizarían para fines
de investigación. Se resolvieron las dudas de los ado-
MÉTODO lescentes que así lo solicitaran.
Participantes
Se seleccionó una muestra no probabilística de 1000 RESULTADOS
jóvenes, 478 hombres y 517 mujeres (cinco no respon- Los adolescentes reportaron que el 70.2% nunca ha
dieron su sexo), con un rango de edad entre 12 y 20 consumido alguna bebida alcohólica, el 23.2% la con-
años y una media de 15.21 (DE=1.6) años, estudiantes sume una vez al mes o menos, el 4.3% dos o cuatro
de escuelas públicas de educación media (N=500) veces al mes, 1.5% dos o tres veces por semana y sólo el
y media superior (N=500) de la ciudad de Tuxtla 0.6% cuatro o más veces por semana. La cantidad de al-
Gutiérrez, Chiapas. Su participación fue voluntaria y cohol que llegan a consumir los adolescentes es de una
se les garantizó el anonimato en sus respuestas. a dos copas el 49%, de tres a cuatro el 21.4%, de cinco a
seis el 13.6%, de siete a nueve el 7.1%, y un 8.8% toman
Instrumento de 10 o más copas por ocasión de consumo. El exceso
Para evaluar el consumo de alcohol, tabaco y drogas, se en el consumo de alcohol representado por seis copas o
les preguntó a los adolescentes la frecuencia y cantidad más, manifiesta que el 46.3% nunca ha tomado alcohol
del consumo de alcohol, así como el consumo excesi- en esa cantidad, el 36.7% lo ha realizado una vez al mes
vo del mismo, representado por la ingesta de seis copas o menos, el 9.9% lo realiza mensualmente, el 5.4% se-
o más por ocasión. Además se preguntó por la frecuen- manalmente y el 1.6 diario o casi diario.
cia del consumo de cigarros (tabaco) y la periodicidad Respecto al consumo de tabaco, el 84% nunca ha
del consumo de alguna droga. Las preguntas han sido consumido cigarros, el 9.3% ha fumado una vez al mes
probadas previamente en muestras mexicanas (Palacios, o menos, el 2.4% dos o cuatro veces al mes, el 2.9% dos o
en prensa; Palacios, Bravo y Andrade, 2007). tres veces por semana y sólo el 1.4% cuatro o más veces

30 | Psicología Iberoamericana | Jorge Raúl Palacios Delgado • José Luis Cañas Martínez
por semana. En cuanto al consumo de drogas se apre- para la frecuencia del consumo de alcohol, la permisi-
cia que el 97.2% nunca ha consumido alguna droga, el vidad hacia conductas de riesgo, un menor bienestar
2.3% la consume una vez al mes o menos, el 0.2% dos subjetivo y la búsqueda de sensaciones son predicto-
o cuatro veces al mes, y sólo el 0.3% dos o tres veces res significativos (F= 68.81, p<.01), explicando en su
por semana. conjunto un 18.2% de la varianza. Para la cantidad del
Con la finalidad de conocer la influencia de las consumo de alcohol, los resultados indicaron que la
características psicosociales (búsqueda de sensaciones, permisividad, la búsqueda de sensaciones y un menor
bienestar subjetivo, permisividad hacia conductas de bienestar subjetivo influyen significativamente (F=
riesgo y orientación escolar) sobre el consumo de alco- 11.11, p<.01), explicando un 10.7% de la varianza. En
hol, tabaco y drogas se realizó un análisis de regresión el caso del consumo excesivo de alcohol, los resultados
paso por paso, considerando a las características psico- mostraron que la permisividad, la búsqueda de sen-
sociales como variables independientes y al consumo saciones, una menor orientación escolar y un menor
de estas sustancias como variables dependientes. bienestar subjetivo son predictores significativos (F=
Primero se indagó la influencia de las característi- 13.30, p<.01), explicando un 15.2% de la varianza (Ver
cas psicosociales sobre la frecuencia, cantidad y consu- tablas 1 a 3).
mo excesivo de alcohol. Los resultados indicaron que

Tabla 1. Características psicosociales predictoras de la frecuencia del consumo de alcohol

Variable B SE B β
Paso 1
Permisividad .490 .041 .370**
Paso 2
Permisividad .489 .040 .369**
Bienestar subjetivo -.270 .052 -.159**
Paso 3
Permisividad .418 .042 .315**
Bienestar subjetivo -.283 .051 -.166**
Búsqueda de sensaciones .172 .035 .159**

*p<.05 **p<.01

Tabla 2. Características psicosociales predictoras de la cantidad del consumo de alcohol

Variable B SE B β
Paso 1
Permisividad .651 .135 .276**
Paso 2
Permisividad .549 .141 .233**
Búsqueda de sensaciones .297 .127 .141*
Paso 3
Permisividad .564 .141 .239**
Búsqueda de sensaciones .345 .128 .163*
Bienestar subjetivo -.323 .162 -.116*

*p<.05 **p<.01

Psicología Iberoamericana | Características Psicosociales Asociadas al Consumo... | 31


Tabla 3. Características psicsociales predictoras del consumo excesivo de alcohol

Variable B SE B β
Paso 1
Permisividad .475 .092 .287**
Paso 2
Permisividad .382 .095 .230*
Búsqueda de sensaciones .271 .085 .182**
Paso 3
Permisividad .334 .095 .202*
Búsqueda de sensaciones .282 .084 .190*
Orientación escolar -.273 .094 -.160**
Paso 4
Permisividad .343 .095 .207**
Búsqueda de sensaciones .324 .086 .218**
Orientación escolar -.223 .095 -.130*
Bienestar subjetivo -.262 .113 -.131*

*p<.05 **p<.01

Como siguiente análisis, se indagó la influencia de las sensaciones y un menor bienestar subjetivo intervienen
características psicosociales sobre el consumo de taba- significativamente (F= 37.87, p<.01) en el consumo, lo
co, encontrando que la permisividad, la búsqueda de que explica un 10.8% de la varianza (Ver Tabla 4).

Tabla 4. Características psicosociales predictoras del consumo de tabaco

Variable B SE B β
Paso 1
Permisividad .427 .046 .293**
Paso 2
Permisividad .367 .048 .252**
Búsqueda de sensaciones .145 .039 .122**
Paso 3
Permisividad .365 .048 .250**
Búsqueda de sensaciones .151 .039 .126**
Bienestar subjetivo -.181 .058 -.097*

*p<.05 **p<.01

Por último, se estudió el efecto predictor de las carac- menor orientación escolar son predictores significati-
terísticas psicosociales sobre el consumo de alguna vos (F= 8.628, p<.01), con un 1.8% de la varianza del
droga. La Tabla 5 muestra que la permisividad y una consumo de drogas.

32 | Psicología Iberoamericana | Jorge Raúl Palacios Delgado • José Luis Cañas Martínez
Tabla 5. Características psicosociales predictoras del consumo de alguna droga

Variable B SE B β
Paso 1

Permisividad .054 .015 .117

Paso 2

Permisividad .049 .015 .107

Orientación escolar -.031 .015 -.067

*p<.05 **p<.01

DISCUSIÓN
El principal objetivo de esta investigación fue determi- cología. De manera que la permisividad vista en este
nar las características psicosociales que intervienen en sentido tomaría otra explicación de orden individual,
el consumo de alcohol, tabaco y drogas, en una mues- mas no con el grado de aceptación del grupo donde
tra de adolescentes del estado de Chiapas. Los resulta- posiblemente se forma la norma de su comportamien-
dos muestran que la permisividad influye como primer to que correspondería a una visión psicosocial, como
predictor y de forma consistente con el consumo de la tratamos en esta investigación, y quizá la forma
alcohol, tabaco y drogas ilícitas, de manera similar a lo en la que la deberían de acometer Andrade et al. (2008).
reportado por Andrade et al. (2008). Parece que en la Desconocemos si las autoras (Andrade et al., 2008) de
medida que los adolescentes estén de acuerdo con que este factor concuerdan con los argumentos que plan-
los jóvenes de su edad realicen conductas de riesgo, teamos en la introducción o con la explicación alterna
mayor será la probabilidad para que se involucren en (de orden individual) que acabamos de dar, o bien,
el consumo de sustancias, así como mayor será la per- tengan una argumentación diferente a las mencionada.
cepción de tolerancia y accesibilidad (Arellanez et al., Por otra parte, los resultados obtenidos sobre la
2004; Carballo et al., 2004; González et al., 1996), es búsqueda de sensaciones parecen corroborar par-
decir, las actitudes y la tolerancia o aceptación hacia el cialmente lo ya señalado por una variedad de autores
consumo de drogas son reforzados en el grupo bajo (Crawford et al., 2003; Gracia et al., 2002; Perkins et
el cual se forma el adolescente. al., 2000; Newcomb et al., 1991; Zuckerman, 1994;
La argumentación que planteamos en la introduc- Zuckerman et al., 2000) al mencionar que la búsqueda
ción sobre las actitudes y tolerancia hacia el consumo de sensaciones se relaciona significativamente con el
de sustancias adictivas como una forma de entender la consumo de drogas, tabaco y alcohol. Sin embargo, a
permisividad, nos parece acorde con el contenido del pesar de obtener resultados en la dirección esperada
mismo, en el sentido de que el entorno social referido, sobre el consumo de alcohol y tabaco, no siendo así
en términos del nivel de acuerdo o desacuerdo que para el de drogas, optamos no dar una mayor argu-
el propio adolescente manifieste y tenga de que los mentación debido a que los ítems que conforman este
jóvenes de su edad realicen conductas de riesgo, da factor tienen una confiabilidad baja, además de que
forma a las actitudes de tolerancia, accesibilidad y per- no cuentan con una explicación teórica ni empírica de
misividad hacia el consumo de drogas. Sin embargo, cómo se obtuvieron, implicando posibles dificultades
pareciera que el término de permisividad aludiría a en la medición de su construcción. En este sentido,
otra explicación, es decir, a qué tanto el joven se per- preferimos remitir al lector al planteamiento desarro-
mite realizar la conducta por la propia convicción de llado por Palacios (2009) para comprender de mejor
realizarla, utilizando características (emociones, cog- manera la búsqueda de sensaciones en adolescentes
niciones o rasgos de personalidad) de su propia psi- mexicanos. En esta investigación se detalla amplia-

Psicología Iberoamericana | Características Psicosociales Asociadas al Consumo... | 33


mente el sustento teórico, empírico y metodológico de estar encontrado en el presente estudio se podrá ex-
su visión sobre la búsqueda de sensaciones con un en- plorar al momento de realizar intervenciones a nivel
foque adecuado a la cultura mexicana. terapéutico, o bien si se desea realizar prevención uni-
Es importante señalar que a pesar de que la per- versal, selectiva o indicada.
misividad fue el principal factor predictor a diferencia Los resultados obtenidos con respecto a la orien-
de la búsqueda de sensaciones como lo señalan algunos tación escolar y el consumo de sustancias adictivas son
estudios (Crawford et al., 2003; Palacios, 2009; Perkins similares a lo reportado en otros estudios (Carvajal
et al., 2000; Newcomb et al., 1991; Zuckerman, 1994; et al., 2006; Kaplan et al., 2003; Martínez et al., 2001;
Zuckerman et al., 2000), se deberá realizar mayor inves- Palacios et al., 2007) al señalar que los jóvenes con ba-
tigación para determinar, en primer lugar, si realmente jas aspiraciones académicas, un promedio escolar bajo
es la permisividad del adolescente (entendida desde y menor compromiso escolar tienen mayor probabili-
una visión actitudinal o bien desde una perspectiva dad de iniciarse en el consumo de sustancias, princi-
individual) el factor que interviene en primer lugar palmente de alcohol. De manera similar a Kosttelecky
en el consumo de alcohol, tabaco y drogas, utilizando (2005) la orientación escolar se asoció con el con-
instrumentos de medición que lo aborden desde estos sumo de alcohol y drogas, no así con el de tabaco. Al
dos enfoques, ya que la forma como fue medido en este parecer y como lo apuntan algunos autores (Diego et
estudio podría responder a asociaciones tautológicas al., 2003; Kaplan et al., 2003; Palacios et al., 2007) un
al incorporar criterios referidos con estos consumos, mayor compromiso escolar, un logro académico alto,
cuando estos mismos comportamientos se están inves- así como involucrarse en actividades extra académi-
tigando como variable dependiente. En segundo tér- cas son factores protectores del consumo de sustancias
mino se podrá conocer el lugar que ocupa la búsqueda adictivas.
de sensaciones frente a la permisividad con un instru- Por último, sugerimos que los hallazgos obteni-
mento que muestre la dimensión de esta búsqueda, dos en este estudio sean tomados con precaución de-
para corroborar lo reportado en la presente investiga- bido a la baja confiabilidad que manifiestan los fac-
ción y poder tomar decisiones que permitan realizar tores de búsqueda de sensaciones, permisividad y de
intervenciones o desarrollar programas de prevención orientación escolar. Además de las precauciones ya
para disminuir el consumo de estas sustancias. señaladas, consideramos que se podrán realizar más
En cuanto al bienestar subjetivo se encuentran si- estudios que confirmen los resultados, utilizando otros
militudes con lo reportado por otros autores (Andrade instrumentos que midan los factores mencionados en
et al., 2008; Martínez et al., 2001), al señalar que una el presente estudio, así como la incorporación de más
menor autosatisfacción o un menor bienestar subjetivo preguntas para abordar el comportamiento adictivo
se relacionan con el consumo de alcohol, tabaco y dro- en los jóvenes que permita comprender de una forma
gas. En este estudio parece que el bienestar subjetivo es más amplia lo que sucede con el consumo de alcohol,
un factor protector contra la frecuencia del consumo tabaco y drogas ilícitas en los adolescentes. La posibili-
de alcohol y tabaco, no así para el consumo de drogas, dad de la replicación del estudio en distintas muestras
es decir, presentar cierto malestar con la vida (Chico, permitirá corroborar lo obtenido, debido a que lo re-
2006; González et al., 2002; Lightsey, 1996) será un portado es un reflejo de lo que pasa en una muestra de
promotor para que el adolescente se involucre en el jóvenes y no se puede generalizar a la población total
consumo de alcohol o tabaco como una forma para de los mismos.
disminuir el malestar que tiene en su vida. La incor-
poración y entendimiento del bienestar subjetivo en el
consumo de alcohol y tabaco permite concebir que un
malestar subjetivo o una menor satisfacción en la vida
de los jóvenes está jugando cierto papel en el consu-
mo de sustancias, la presencia de este malestar en el
consumo, tiene implicaciones clínicas, ya que el mal-

34 | Psicología Iberoamericana | Jorge Raúl Palacios Delgado • José Luis Cañas Martínez
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Psicología Iberoamericana | Características Psicosociales Asociadas al Consumo... | 35


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Fecha de recepción: Julio 2010


Fecha de publicación: Diciembre 2010

36 | Psicología Iberoamericana | Jorge Raúl Palacios Delgado • José Luis Cañas Martínez
Psicología Iberoamericana (Julio-Diciembre, 2010), Vol. 18, No. 2, pp. 37-46 ISSN 1405-0943

Resiliencia, Rendimiento Académico y Variables


Sociodemográficas en Estudiantes Universitarios
de Bucaramanga (Colombia)
Resilience, Academic Performance and Socio Demographic Variables into
a Group of University Students in the City of Bucaramanga (Colombia)

Leonardo Yovany Álvarez Ramírez


Laura Cáceres Hernández1*
Universidad Autónoma de Bucaramanga, Floridablanca, Colombia

Resumen
El objetivo de este estudio fue explorar las dimensiones de la resiliencia, las correlaciones de ésta con la edad, el
estrato socioeconómico, el número de hijos y las diferencias por género, estado civil y tipo de convivencia fami-
liar en 180 estudiantes universitarios de ciudad de Bucaramanga. El estudio correlacional-transversal abordó una
muestra no probabilística de estudiantes universitarios. Se utilizó el instrumento CRE-U (Peralta, Ramírez &
Castaño, 2006) para evaluar la resiliencia. Se hallaron factores resilientes en el grupo: Habilidades para solucionar
problemas, humor y conductas vitales positivas. No se hallaron correlaciones significativas entre la resiliencia y la
edad, el estrato socioeconómico ni el número de hijos. Las mujeres resultaron más resilientes que los hombres, así
como los solteros y quienes viven junto a sus familias. La correlación entre la resiliencia y rendimiento académico
fue débil. No se hallaron diferencias según el género ni el estado civil en la resiliencia de los examinados.
Descriptores: Universitarios, resiliencia, rendimiento académico y variables sociodemográficas.

Abstract
The objective of this survey was to explore the dimensions of resilience, its correlations with age, economical status,
the number of children and the differences by gender, civil status and sort of familiar convivence into a group of 180
university students in the city of Bucaramanga. The cross-correlational-transversal had a non probabilistic simple
of university students he study used the CRE-U (Peralta, Ramirez, & Castaño, 2006) to assess the resilience. Three
resilience factors were found: Abbilities to solve problems, humor and positive vital behaviors. There was found in-
significant correlations among resilience and age, economical status and number of children. Women seamed more
resilient than men, so that single ones and those who live with their families. Correlation between resilience and
academic performance was weak. There weren´t found differences according gender and civil status in the resilience
of examined ones.
Key words: university students, resilience, academic performance and socio demographic variables.

*
Para correspondencia: Leonardo Yovany Álvarez Ramírez, Dirección: Programa de Psicología, UNAB. Calle 157 No.19-55. Cañaveral Parque. Florida
blanca- Santander – Colombia, E-mail: leonardoalvarez64@gmail.com. Laura Cáceres Hernández, Dirección: Facultad de Psicología UNAB. Calle 157
No.19-55. Campus el Bosque. Florida blanca. Colombia. E-mail: lcaceres@unab.edu.co.

Psicología Iberoamericana | Resiliencia, Rendimiento Académico y Variables Sociodemográficas | 37


Introducción El proceso de aprendizaje implica una gran dosis de
La resiliencia se ha convertido en tópico de investiga- motivación, lo cual supone no sólo resistir adecuada-
ción debido a que está asociada a la salud mental y a mente ritmos y exigencias de adaptación y respuestas
los mecanismos de adaptación al entorno por parte de todo tipo, sino también la capacidad de autorregu-
del individuo. Asimismo, está relacionada con la con- larse para responder en la medida adecuada sin caer
fianza, el optimismo ante la adversidad porque per- en situaciones de exacerbación o alteración emocio-
mite al individuo reconocer sus propias posibilidades, nal, como indefensión, apatía, depresión, angustia.
confiar en la ayuda que pueda obtener de los demás Algunos antecedentes acerca de la resiliencia en po-
y el manejo de las contingencias situacionales ante las blaciones estudiantiles revelan estas manifestaciones
cuales debe saber resistir y acometer, preservando la asociadas con la deficiencia de resiliencia (Bragagnolo
calidad de vida (Werner, 1989) teniendo en cuenta que et al., 2005), asimismo, las investigaciones de estrés en
las condiciones para la consecución de las metas no universitarios señalan que las carencias de autocon-
siempre son favorables y existen diferentes obstáculos fianza crean un patrón de vulnerabilidad que deja a
que superan al individuo, ya sea en lo personal, lo in- los estudiantes en condiciones de baja resistencia y es-
terpersonal, el sistema y contexto propio en el cual el caso optimismo acerca de sus posibilidades y las del
individuo se desarrolla y debe subsistir. entorno para poder salir adelante, lo cual desencadena
En el contexto educativo, la resiliencia juega un trastornos de diversa índole psicosocial, los cuales no
papel importante, ya que en éste, el individuo mide siempre resultan atendidos por los servicios de apoyo
sus propias fuerzas frente a diferentes retos y deman- institucionales debido a diversas razones, situación que
das, no sólo de tipo académico sino psicosocial, sor- incide en el desempeño académico, las relaciones so-
teando situaciones exigentes que lo llevan a instancias ciales y la afectividad misma del estudiante (Solórzano
dilemáticas en las cuales debe confrontarse a sí mismo & Ramos, 2006).
para poder entender mejor su potencial y capacida- Otras categorías psicológicas han sido exploradas
des para fortalecerse, aprender y responder con efi- en estudiantes que están relacionadas con la resiliencia,
cacia, conservando su salud mental y su confianza en por ejemplo, factores como la ansiedad, rasgos de per-
su potencial y habilidades. Las pocas investigaciones sonalidad, auto concepto y asertividad; sin embargo, las
realizadas en torno al tema se han centrado principal- dimensiones de la resiliencia, de manera específica no
mente en la identificación de características resilien- han sido objeto de investigación en la población uni-
tes en población infantil (Bradley et al., 1994), en po- versitaria (Bermúdez et al., 2006), lo cual no sólo tiene
blaciones víctimas de pobreza (Sammeroff & Seiffer, implicaciones para la investigación, sino educativas,
1992) y desastres, pero en población estudiantil ha sido prácticas y psicosociales, dado que la calidad de vida
muy poco explorada (Gargallo et al., 2002). resulta esencial para desempeñarse adecuadamente en
Este estudio pretende aportar al análisis de esta el contexto educativo y de hecho, ha de hacer parte de
categoría psicológica en dicho contexto, relacionándo- los objetivos educativos mismos (Garmezy,1994). Por
la con aspectos del rendimiento académico así como estas razones, resulta importante emprender inves-
otras variables sociales y demográficas de los estudian- tigaciones dirigidas a identificar las dimensiones de la
tes a fin de indagar por posibles relaciones que haya resiliencia y las relaciones que éstas pueden tener con
entre las dimensiones de la resiliencia y la edad, el nivel otros aspectos de la vida del individuo y de su proceso
socioeconómico y las posibles diferencias de género, de aprendizaje.
estado civil e integración con la familia. Estas explora- El presente estudio pretende evaluar las dimensio-
ciones permiten revisar posibles conexiones que hasta nes de resiliencia en un grupo de universitarios y uni-
el momento no se reportan claras entre la resiliencia versitarias, y examinar las posibles correlaciones entre
y algunos factores sociodemográficos, tampoco, entre esta capacidad emocional y el rendimiento académico
ésta y el desempeño académico y aprendizaje en los es- de la muestra estudiada; asimismo, evaluar otras po-
tudiantes universitarios. sibles correlaciones con variables tales como la edad,
el estrato socioeconómico y el número de hijos de los

38 | Psicología Iberoamericana | Leonardo Yovany Álvarez Ramírez • Laura Cáceres Hernández


participantes. Finalmente, se examina si existen dife- dado que estas son dos componentes característicos en
rencias de género, estado civil y tipo de convivencia quien la posee.
familiar en los examinados. Lo anterior, teniendo en H2. La correlación entre la resiliencia y el rendimiento
cuenta que en lo hallado, sólo un estudio en Colombia académico de los estudiantes examinados mostrará va-
aborda la relación entre la resiliencia y el rendimiento lores positivos fuertes.
académico en estudiantes universitarios. H3. La resiliencia en los estudiantes motivo de estudio
incrementará cuando el estrato socioeconómico sea
Método más bajo en los examinados.
H4. Las capacidades resilientes serán mayores en las
Diseño participantes mujeres, en los de mayor edad y con
Se realiza un estudio no experimental, correlacional- mayor número de hijos, así como en los casados.
transversal, ya que no se manipulan las variables, sino
que se busca establecer las posibles asociaciones exis- Participantes
tentes entre ellas, a saber: resiliencia, rendimiento aca- El estudio incluyó una muestra por conveniencia de
démico y variables sociodemográficas (edad, género, 180 estudiantes universitarios de quinto y sexto semes-
estrato, número de hijos, convivencia familiar y estado tres de cuatro universidades públicas y privadas de la
civil) en estudiantes universitarios de la ciudad de ciudad de Bucaramanga, 95 de género masculino y 85
Bucaramanga. femenino; los participantes a los cuales se tuvo el ac-
ceso tenían edades entre los 17 a 37 años, niveles socio-
Variables económicos del tres al seis, cualquier estado civil, ocu-
V1. Resiliencia. Capacidad del individuo para hacer pación, con o sin hijos y vivían o no con sus familias. Se
introspección acerca de su vida y condición, de sus es- incluyeron estudiantes sin discriminar tipo de carrera
tados afectivos y de sus actos, de emprender acciones ni tipo de universidad (pública o privada).
auto determinadas por su iniciativa, de mantener una
actitud de humor genuina frente a diferentes circuns- Instrumentos
tancias adversas o de pérdida afectiva, social o mate- El instrumento que se utilizó fue el Cuestionario de resi-
rial, de interactuar de manera empática y asertiva liencia para estudiantes universitarios (CRE-U) (Peralta,
construyendo vínculos sanos de soporte, protección e Ramírez & Castaño, 2006). Esta herramienta posee una
intercambio con independencia e interdependencia, validez de constructo basada en el modelo de resilien-
moralidad y pensamiento crítico (Werner,1982 ; Wolín cia de Emma Werner (1982) y Wolín & Wolín (1993).
& Wolín,1993). El modelo define la resiliencia en función de factores
V2.Rendimiento académico. Determinado por personales que sirven de protección y fuerza a las per-
el promedio de calificación ponderado en una escala sonas en situaciones difíciles o adversas. Las subescalas
de 1 a 5, en la cual 1 es el valor inferior, 5 el máximo del instrumento son: introspección, iniciativa, humor,
y 3 el promedio de aprobación por asignatura según el interacción, independencia, creatividad, moralidad y
sistema de evaluación universitario en Colombia. pensamiento crítico. El instrumento tiene una validez
V3.Demográficas. Estrato socio económico. de experto, ya que fue evaluado por tres investigadores
V4.Demográficas. Edad. en el tema; la confiabilidad se realizó por medio de una
V5.Demográficas. Género. prueba piloto a 146 estudiantes de la Universidad del
V6.Demográficas. Número de hijos. Norte (Colombia). La escala posee una confiabilidad
V7.Sociales. Convivencia familiar. alpha de Cronbach de 0.70, lo cual indica que ésta es
V8.Sociales. Estado civil. media alta, suficiente para realizar una investigación.
El CRE-U tiene un total de 90 ítems, con cinco
Hipótesis opciones de respuesta estilo escala Likert, en la cual 1
H1. Se encontrarán dimensiones de la resiliencia tales significa nunca, 2 casi nunca, 3 a veces, 4 casi nunca y
como el humor y la iniciativa en el grupo estudiado, 5 siempre.

Psicología Iberoamericana | Resiliencia, Rendimiento Académico y Variables Sociodemográficas | 39


Los datos sociodemográficos se recogieron a través fiere a comportamientos resilientes, tales como poner
del diligenciamiento de una ficha en la cual se solici- en práctica las propias competencias en situaciones
taba incluir la edad, el género, el estado civil, el estrato difíciles, inventar formas de disminución de la ten-
socioeconómico, si se convivía o no con la familia, si se sión generada por un problema, darse cuenta de las
tenían hijos o no. cualidades que tienen las otras personas. El segundo
Los datos sobre el rendimiento académico se reco- componente resiliente hallado en los examinados fue
gieron del promedio académico ponderado del estu- el humor, que hace referencia a aspectos como la rela-
diante hasta el semestre actual (quinto a sexto semes- jación después vivir una experiencia dolorosa o el uso
tres), según su carrera y en la escala de calificación de la risa como alternativa para tranquilizarse en situa-
1 a 5, en que 1 es la calificación mínima y 5 la máxima ciones tensionantes. El tercer componente resiliente
del desempeño académico. hallado se denominó conductas vitales positivas, con
aspectos como tratar de mejorar los aspectos negativos
Procedimiento de sí mismo.
Se contactó a los participantes en cuatro universidades
de la ciudad de Bucaramanga a quienes se les aplicó
el cuestionario de resiliencia para estudiantes univer-
sitarios CRE-U, previas indicaciones sobre diligencia-
miento y explicación del consentimiento informado.
En una segunda fase se llevó a cabo la recopilación
de datos en el programa Excel de cada una de las varia-
bles sociodemográficas, al igual que los datos refe-
rentes al rendimiento académico y de los 90 ítems de
cada prueba, en matrices de datos. Se efectuó el análi-
sis factorial, las correlaciones y la prueba t de Student;
además, la tabla de frecuencias de las variables para la
caracterización de la muestra, lo anterior por medio
del programa SPSS 12.0.

Resultados
En la Tabla 1 se muestran los resultados del análisis
factorial con rotación Varimax aplicada a la muestra
de estudiantes universitarios del presente estudio. Los
resultados de la rotación para la muestra (n1=180)
arrojan una solución de 29 componentes que expli-
caron el 70.544% de la varianza de la cual fueron
seleccionados inicialmente nueve componentes que
explican un 20.966% de la varianza. (Para esta selec-
ción se tuvieron en cuenta sólo aquellos ítems con una
carga factorial mayor o igual a 0.40, los cuales, según
Comrey (1973), serían adecuados para el análisis. De
los nueve componentes anteriores se seleccionaron
tres que explicarían el 18.28% de la varianza, debido a
que los restantes contaban sólo con un ítem.
El primer componente de resiliencia hallado en
el grupo se denominó: Actitudes y habilidades so-
ciales de solución eficaz de problemas, el cual se re-

40 | Psicología Iberoamericana | Leonardo Yovany Álvarez Ramírez • Laura Cáceres Hernández


Tabla 1. Análisis factorial de los componentes de resiliencia en estudiantes universitarios

Análisis Factorial
Nombre del componente Ítem Carga factorial Expli. Varianza

9 0.440
22 0.407
25 0.491
26 0.473
28 0.488
29 0.488
40 0.525
43 0.628
46 0.558
49 0.565
50 0.463
1.Actitudes y habilidades 51 0.453
sociales de solución eficaz 12.092%
de problemas 53 0.526
55 0.445
58 0.549
60 0.449
64 0.454
65 0.465
66 0.604
70 0.593
75 0.572
83 0.460
88 0.512
89 0.434

13 0.526
23 0.546
31 0.452
32 0.414
33 0.511
2. Humor 4.799%
37 0.405
41 0.425
68 0.466
81 0.524
86 0.530

28 0.440
3.Conductas vitales positivas 61 0.483 1.389%
85 0.466

Varianza explicada 18,28%

Psicología Iberoamericana | Resiliencia, Rendimiento Académico y Variables Sociodemográficas | 41


Tabla 2. Correlaciones entre resiliencia y las variables: edad, estrato socioeconómico y número de hijos

Spearman

Variables Socio demográficas Resiliencia

Edad Correlation Coefficient -.254

Sig. .001

N 180

Estrato Correlation Coefficient .308

Sig. .000

N 180

Hijos Correlation Coefficient -.063

Sig. .404

N 180

La Tabla 2 muestra los resultados de las correlaciones corresponde a una correspondencia positiva débil, es
entre resiliencia y las variables sociodemográficas: decir, los participantes que pertenecen a un estrato alto
edad, estrato y número de hijos, de la muestra de estu- serían más resilientes que los de menor nivel socio-
diantes universitarios objeto de estudio. La conclusión económico y viceversa; sin embargo, no es una corre-
es que la correlación entre resiliencia y la edad muestra lación significativa. Finalmente respecto al número de
un coeficiente de correlación de Spearman rs=-0.254, hijos se obtiene un coeficiente de correlación de rs=
lo cual corresponde a una correspondencia inversa o -0.063, lo cual corresponde a una correspondencia in-
negativa débil, esto significa que a menor edad de los versa o negativa débil. Esto refiere que a menor número
participantes, su capacidad de resiliencia sería mayor; de hijos de los participantes su resiliencia sería mayor
sin embargo, estos valores no son suficientemente re- y viceversa, sin embargo, el valor no es significativo. En
presentativos. Respecto a la variable estrato, se obser- conclusión, las correlaciones halladas, si bien son direc-
va un coeficiente de correlación de rs=0.308, lo cual tas, son a su vez débiles, por tanto, poco significativas.

Tabla 3. Diferencia de medias en la variable sociodemográfica: género

Prueba t Student
Género
Diferencia de 95% Intervalo de confianza de
t df Sig
medias la diferencia
Inferior Superior
Femenino 14.542 84 .000 81.494 70.35 92.64
Total 63.845 84 .000 383.294 371.36 395.23
Prueba t Student
Género
Diferencia de 95% Intervalo de confianza de
t df Sig.
medias la diferencia
Inferior Superior
Masculino 18.834 95 .000 98.396 88.02 108.77
Total 65.811 95 .000 400.042 387.97 412.11

42 | Psicología Iberoamericana | Leonardo Yovany Álvarez Ramírez • Laura Cáceres Hernández


La Tabla 3 muestra las diferencias de medias entre el La Tabla 4 muestra los mismos resultados al com-
género, estado civil y el estado de convivencia fami- parar la capacidad de resiliencia de los estudiantes que
liar. Se hallaron valores t superiores a los esperados con viven con su familia con respecto a los que no, siendo
p<0.01, confirmando diferencias de género en la capa- mayor en los primeros. Los valores de t, con p<0.01,
cidad de resiliencia de los estudiantes examinados. En fueron de t= 21.838 (para quienes viven con su fami-
el caso femenino, una t= 14.542; y en el masculino, una lia) y t= 8.489 (para quienes no viven con la familia).
t= 18.834.

Tabla 4. Diferencia de medias en la variable sociodemográfica: estado de convivencia familiar


Prueba t de Student
Estado de convivencia familiar
Diferencia de 95% Intervalo de confianza
t df Sig.
medias de la diferencia
Inferior Superior
Familia SI 21.838 147 .000 93.155 84.73 101.59
TOTAL 82.314 147 .000 394.953 385.47 404.43
Prueba t de Student
Estado de convivencia familiar
Diferencia de 95% Intervalo de confianza
t df Sig.
medias de la diferencia
Inferior Superior
Familia NO 8.489 31 .000 78.219 59.43 97.01
TOTAL 37.847 31 .000 379.250 358.81 399.69

Tabla 5. Diferencia de medias en la variable sociodemográfica: estado civil


Prueba t de Student
Estado Civil
Diferencia de 95% Intervalo de confianza
t df Sig.
medias de la diferencia
Inferior Superior
Solteros 23.157 164 .000 92.867 84.95 100.79
TOTAL 87.065 164 .000 395.036 386.08 404.00
Prueba t de Student

Estado Civil
Diferencia de 95% Intervalo de confianza
t df Sig.
medias de la diferencia
Inferior Superior
Casados 3.333 8 .010 50.778 15.65 85.91
TOTAL 27.884 8 .000 347.000 318.30 375.70
Prueba t de Student
Estado Civil
Diferencia de 95% Intervalo de confianza
t df Sig.
medias de la diferencia
Inferior Superior
Unión Libre 3.396 5 .019 85.000 20.67 149.33
TOTAL 15.442 5 .000 380.833 317.44 444.23

Psicología Iberoamericana | Resiliencia, Rendimiento Académico y Variables Sociodemográficas | 43


En lo referente a la variable estado civil, se encontró y Promedio Acumulado (rs= -0.090). Respecto a la
mayor resiliencia en solteros (t= 23.157, con p<0.01). variable Promedio actual y Resiliencia, se halló igual-
En los demás estados civiles no se hallaron diferencias mente una correlación negativa débil (rs = -0.157). El
significativas (unión libre, t= 3.396 con p<0.01), tal mismo tipo de correspondencia se encontró entre la
como se ve en la Tabla 5. capacidad de Resiliencia y los Semestres perdidos (rs=
En la Tabla 6 se muestran las correlaciones en- -0.029). Asimismo, se halló entre la Resiliencia y los
tre Resiliencia y Rendimiento Académico (Promedio Semestres aplazados (rs= -0.142).También se halló lo
acumulado, Promedio actual, Semestres no aproba- mismo entre Resiliencia y Asignaturas pendientes (rs=
dos, Semestres aplazados) en la muestra estudiada. Se 0.192) y entre Resiliencia y Asignaturas no aprobadas
halló una correlación negativa débil entre Resiliencia (rs= 0.105).

Tabla 6. Resultados de las correlaciones entre resiliencia y rendimiento académico


Muestra
Rendimiento académico
Resiliencia
Promedio Acumulado Correlation Coefficient -.090
Sig. .231
N 180
Promedio Actual Correlation Coefficient -.157
Sig. .036
N 180
Semestres Perdidos Correlation Coefficient -.029
Sig. .701
N 180
Semestres Aplazados Correlation Coefficient -.142
Sig. .057
N 180
Asignaturas Pendientes Correlation Coefficient .192
Sig. .010
N 180
Asignaturas No Aprobadas Correlation Coefficient .105
Sig. .161
N 180

Discusión
Los hallazgos del estudio muestran tres factores resi- sobre la propia experiencia y organizar el mundo inte-
lientes en el grupo evaluado, a saber: Humor, capaci- rior afectivo para hacerlo más sólido ante las demandas
dades de solución de problemas y conductas vitales posi- de adaptación del entorno. Tampoco se encontraron
tivas. Si bien, estudios como el de Peralta, Ramírez & otras como la independencia, la moralidad y el pensa-
Castaño (2006) muestran un espectro de factores más miento crítico. Esto significa que, en general, la muestra
amplio, el presente estudio mantiene coincidencias con evaluada de estudiantes tiende a mantener una orien-
él en los factores encontrados. Sin embargo, otras di- tación más hacia el exterior, esto es, hacia resolver los
mensiones de la resiliencia no fueron identificadas en problemas de manera práctica confiando en sí mismo
este grupo y son de alta relevancia, por ejemplo, la ca- y manteniendo una actitud proactiva pero sin reflexio-
pacidad de introspección, necesaria para reflexionar nar demasiado acerca de sí mismo y de la realidad

44 | Psicología Iberoamericana | Leonardo Yovany Álvarez Ramírez • Laura Cáceres Hernández


que los desafía. Esto puede resultar problemático en en situaciones del entorno educativo universitario.
cierto sentido, ya que la resiliencia está atada a la in- Con respecto a la variable género del presente estudio,
dependencia, la cual resulta posible a través del mayor en ambos casos (masculino y femenino), existe una
conocimiento de si y de las propias potencialidades y diferencia significativa en las muestras con respecto a
limitaciones, de tal manera que el individuo se asume su capacidad de resiliencia siendo mayor en las mu-
responsable frente a sí mismo y a lo que puede con- jeres estudiadas. En concreto, podría afirmarse que las
trolar de su vida, dejando para la solicitud de ayuda mujeres parecen ser más resilientes que los hombres
a los demás aquello que en justicia escapa a su propio estudiantes universitarios. Esto a su vez confirma lo
potencial de realización y dominio. Con respecto a la planteado en la hipótesis de trabajo con respecto al gé-
hipótesis, los hallazgos confirman lo conjeturado: en nero. Podría suponerse que los recursos de adaptación
efecto se obtuvieron componentes de humor e inicia- a situaciones estresantes académicas en las mujeres son
tiva. Esto hace que el grupo examinado se ubique en más efectivos en cuanto que se interesan menos por
el promedio general de los componentes mínimos que competir y lograr, lo cual parece ser más destacado en
cabría esperar en la resiliencia, por supuesto, como se el grupo masculino que tiende a buscar más recono-
ha anotado, con carencias importantes. cimiento social y aprobación a través del desempeño
Con respecto a las correlaciones entre la resilien- eficiente en una actividad que lo destaca socialmente y
cia y la edad, el estrato socioeconómico y el rendimien- lo reafirma personalmente. En cuanto el estado de con-
to académico, los hallazgos mostraron correlaciones vivencia familiar, se observa un resultado interesante
negativas y débiles, lo cual indica que, al parecer, la puesto que aparecen niveles de resiliencia superiores
resiliencia no se relaciona con que las personas, en este en quienes se separan de sus familias con motivo de
caso los estudiantes, tengan más edad, o con que su atender sus asuntos educativos; además, está en la mis-
condición para el acceso a adecuadas condiciones de ma línea de los hallazgos de otros estudios (DiGresia,
calidad de vida sean mayores; tampoco con que resulta Porto & Ripiani, 2001), quienes concluyeron que si el
en un mayor rendimiento académico, lo que indica que alumno cambia de residencia ese cambio tiene efec-
la edad no hace más o menos resiliente a una persona, tos positivos sobre el rendimiento, frente a lo cual los
es decir, puede haber adultos muy poco resilientes o autores sugieren que la más rápida integración al am-
jóvenes muy resilientes. Por otra parte, que el ambiente biente universitario supera el desarraigo y la separa-
y sus condiciones pueden operar con independencia ción de la familia.
de la capacidad resiliente de un sujeto al no condicio-
narla, esto es, personas con calidad de vida deficiente Conclusiones
o carente podrían ser más resilientes que aquellos con En resumen podría afirmarse que según lo hallado en
condiciones de vida cómodas. En general, estos hallaz- el presente estudio, la resiliencia en estudiantes uni-
gos son contrarios a lo hallado por Gargallo, Pérez et versitarios no parece estar asociada con la edad de
al. (2003), quienes encontraron correlaciones positivas los mismos, con su rendimiento académico, el estrato
entre actitudes positivas y rendimiento académico, al socioeconómico del que proceden, su estado civil, su
igual que el estudio de Escurra et al. (2004), donde los número de hijos, pero si parece existir una diferencia
hallazgos indicaban que el auto concepto y las metas con respecto al género, pues las mujeres parecieran
influyen de forma positiva en el rendimiento. Con mostrarse más resilientes que los hombres ante las exi-
todo, la hipótesis de trabajo apuntaba a corroborar es- gencias del proceso educativo universitario, también
tos mismos antecedentes, lo cual no se halló. parece existir diferencia en cuanto a que quienes se in-
Finalmente, los resultados obtenidos en las corre- dependizan de sus familias parecen responder mejor a
laciones de la resiliencia y la condición de estar casado sus estudios.
o soltero contradicen la hipótesis de partida de este es-
tudio, puesto que lo hallado señala esto último, en otras
palabras: estar casado o soltero no parece asociarse con
tener mayor o menor grado de resiliencia, en este caso

Psicología Iberoamericana | Resiliencia, Rendimiento Académico y Variables Sociodemográficas | 45


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46 | Psicología Iberoamericana | Leonardo Yovany Álvarez Ramírez • Laura Cáceres Hernández


Psicología Iberoamericana (Julio-Diciembre, 2010), Vol. 18, No. 2, pp. 47-55 ISSN 1405-0943

El Grupo de Ayuda como Alternativa para Mejorar


la Calidad de Vida del Adulto Mayor
Assisting Group as an Alternative to Improve Quality of Life of Aged People

Zoila Edith Hernández Zamora


Oralia Rocío Hernández Loeza
Erika Rodríguez Viveros1*
Instituto de Investigaciones Psicológicas
Universidad Veracruzana, Xalapa, México

Resumen
Esta investigación, de corte cualitativo, reporta la creación de un grupo de ayuda para los adultos mayores como
una alternativa para mejorar su calidad de vida. El grupo estuvo conformado por ocho mujeres mayores de 60
años pertenecientes al programa Oportunidades de un Centro de Salud de la ciudad de Banderilla, Veracruz,
México. Todas del sexo femenino y con un rango de edad de 61 a 72 años. Se creó un espacio de escucha y de
diálogo para las participantes, a fin de generar un grupo que, una vez finalizado el programa de intervención,
fuera auto organizativo y de gestión. El desarrollo del programa tuvo tres fases: 1. poner en conocimiento de los
miembros del grupo las bases teóricas y prácticas de la autoayuda, la metodología de las sesiones y las normas del
grupo, 2. entrenar al grupo en la práctica metodológica del grupo de autoayuda, y 3. lograr que el grupo consiga
su autonomía al llevar las sesiones sin el acompañamiento del coordinador o profesional. Las categorías que se
trabajaron fueron: estado de salud en general, soporte social, autonomía y actividades físico recreativas. Los re-
sultados revelaron un impacto en su calidad de vida en cuanto a los rubros señalados en la entrevista inicial. Con
esto se concluye que un grupo de ayuda puede ser una alternativa para mejorar la calidad de vida de los adultos
mayores.
Descriptores: Grupo de ayuda, mujeres mayores, salud, apoyo social, calidad de vida.

Abstract
The present research, of qualitative type, reports the creation of an assisting group as an alternative to improve the
quality of life of aged people. The group included eight women older than 60 (61-72), belonging to a governmental
social program: Oportunidades, of a Helath Center in the city of Banderilla, Veracruz, Mexico. The program foresees
the creation of an environment in which participants are able to be listened and to talk in order to form a group that,
once the intervention program has ended, they can organize and manage in an autonomous way. The development of
the program had three stages: 1. To inform the group about the theoretical and practical basis of the self-help, the me-
thodology of the sessions and the rules of the group, 2. to train the group for practicing the methodology of the
self-help group and 3. to make the group autonomous in carrying out the sessions without the coordination of a pro-
fessional. The categories included were: health state, social support, autonomy and recreational and physical activi-
ties. The results showed an impact on their life quality regarding the categories included in the initial interview. The
results suggest that the creation of an assisting group may be an alternative to improve quality of life of aged people.
Key words: assisting group, aged women, health, social support, quality of life.

*
Para correspondencia: Zoila Edith Hernández Zamora. Instituto de Investigaciones Psicológicas de la Universidad Veracruzana, Dr. Luis Castelazo
Ayala s/n, Col. Industrial Ánimas, 91190, Xalapa, Ver., México, tel. (228) 8418900 ext. 13219, correo electrónico: zhernandez@uv.mx. Oralia Rocío
Hernández Loeza. Facultad de Psicología de la Universidad Veracruzana, Manantiales de San Cristóbal s/n. Xalapa 2000, 91190. Xalapa, Ver., Méxi-
co, tel. (228) 8191555, correo electrónico: orla_her@hotmail.com. Erika Rodríguez Viveros. Facultad de Psicología de la Universidad Veracruzana,
Manantiales de San Cristóbal s/n. Xalapa 2000, 91190. Xalapa, Ver., México, tel. (228) 8191555, correo electrónico: erika.rodriguezv@hotmail.com.

Psicología Iberoamericana | El Grupo de Ayuda como Alternativa para Mejorar... | 47


Introducción des sociales de forma activa, logran sentirse mejor que
La población de adultos mayores hoy en día es consid- aquellos que no participan y que la creación de víncu-
erada como un tópico importante a tratar dentro de los con otras personas sirve de apoyo socioemocional
la investigación, ya que se tiene estimado que en un en sus vidas. De manera que la fuente de apoyo que
futuro, a nivel mundial, una de cada cuatro personas las personas mayores puedan recibir de la familia, del
pertenezca a este grupo etario (González, 2000). apoyo social informal (vecinos amigos) y del formal
A principios del siglo XXI la esperanza de vida en (servicios sociales, ayuntamientos, órganos estatales,
México es de 72 años para los hombres y de 77 para las entre otros) resulta esencial para una vejez feliz y exi-
mujeres (INEGI, 2006) y en un futuro podría decirse tosa (Triado & Villar, 2006).
que estas edades serán sobrepasadas. Esto se debe En relación a la importancia de los grupos en la vida
principalmente a los avances de la medicina, que hacen de las personas, ésta se ve reflejada desde su nacimien-
posible la prolongación de vida; sin embargo, es deber to, ya que al nacer, crecer y desarrollarse siempre se está
de la sociedad y sus miembros trabajar porque ésta sea inmerso dentro de un grupo, como lo pueden ser: la fa-
vivida de manera satisfactoria y digna, cosa que es muy milia, escuelas e inclusive dentro de alguna institución
difícil para las personas mayores, ya que se trata de una donde se esté laborando o en la que se compartan in-
población que está expuesta, en determinados secto- tereses. Además, dentro de una sociedad siempre van a
res sociales y/o familiares, a que se le denigre de forma existir los grupos, ya sean grandes o pequeños, que diri-
moral, económica, psicológica, física y/o socialmente jan nuestras aspiraciones hacia metas concretas, como
(Carretero, Palacios & Marchesi, 2000). los familiares, de amigos, laborales, deportivos, religio-
Una persona mayor es definida convencional- sos, sociales, entre otros; lo cual pone de manifiesto
mente como toda aquella que tiene 60 o más años. que una buena parte de nuestras experiencias estarán
Alrededor de esta edad pueden surgir, dependiendo relacionadas por una u otra causa, con los grupos.
mucho de las características de cada persona y de su Marín y Garrido (2003) mencionan que el mismo
historia de vida, cambios biopsicosociales entre los que grupo como tal proporciona modos de percibir la rea-
se encuentran, según Carretero et al., 2000: lidad, como son los valores o estereotipos y/o cómo
conducirse ante esa realidad, como las actitudes y las
1. Esta etapa es considerada como la última de la normas. Esto implica que gran parte de nuestros com-
vida, por lo que frecuentemente se relaciona con portamientos se los debemos a la sociedad.
la muerte, cosa que disminuye la motivación y Por otro lado, el grupo también puede contribuir
autoestima, afectando los proyectos de vida. al logro de un cambio emocional para los participantes,
2. Dentro del ámbito laboral se puede considerar es decir, puede servir como un apoyo para conservar o
poco o nada productiva a esta población, por mejorar la salud; esto se logra a través del conjunto o la
lo que les resulta muy difícil encontrar trabajo y suma de muchas estructuras emocionales de los inte-
como consecuencia se ve afectado su estado fi- grantes del grupo, de las actividades expuestas, de los
nanciero, o bien, pueden encontrarse jubilados. silencios, conductas, actividades, diálogos, en donde el
3. En la familia, en algunos casos son considerados grupo va modificando su comportamiento y a través
como una carga, ya que tienen que mantenerlos y de dichas transformaciones paulatinas, sus integrantes
cuidar de ellos. pueden lograr una estabilidad emocional.
4. Algunos pueden sufrir cambios físicos, emociona- El grupo como dispositivo que contribuye a elevar
les, sociales y biológicos por lo que, de no contar la calidad de vida de quienes lo integran es auténtico
con un apoyo social satisfactorio, tales cambios y genuino y, por lo mismo, se recomienda dirigir el
influyen para la aparición de trastornos depresi- aprendizaje en cualquier tipo de población en forma
vos y otros trastornos emocionales. grupal. Dentro de la población de adultos mayores
existen cambios importantes como: la jubilación, el
En lo que respecta a este último punto, se ha compro- alejamiento de los hijos, las muertes de compañeros,
bado que cuando los adultos mayores participan en re- de parejas, de amigos, de la autoimagen y otras pér-

48 | Psicología Iberoamericana | Zoila Edith Hernández Zamora • Oralia Rocío Hernández Loeza • Erika Rodríguez Viveros
didas más. Al formar un grupo donde los integran- El artículo describe el trabajo efectuado con un
tes tengan características similares les da sentido grupo pequeño de adultos mayores con el objetivo de
de pertenencia, ya que actúa como sostén, apoyo y influir en su calidad de vida, ya que se ha visto que ésta
como pilar afectivo (Fundación Cáritas Bienestar del puede mejorar en dimensiones tales como: salud men-
Adulto Mayor/ FUNBAM, 2007; Albrecht, Terrance, tal, apoyo social, autonomía y actividad físico-recrea-
Johnson & Walther, 1993; González & Padilla, 2006; tiva a través de dispositivos grupales que permitan la
Hombrados, García & Martimportugués, 2004; Mora, autogestión, así como proponer se sigan formando este
Villalobos, Araya & Ozols, 2004). tipo de grupos que ayudarán a la sociedad a promover
Es necesario resaltar que los participantes de los un envejecimiento saludable, digno y exitoso.
grupos se perciban en una situación en la que nadie
sabe más que ellos las dificultades por las que están MÉTODO
pasando, de esta manera se reúnen con el propósito Se llevó a cabo un estudio cualitativo cuyo propósito
de ampliar sus propios conocimientos, de aprender de fue formar un grupo de ayuda, creando a la vez un es-
las experiencias de los demás de la misma manera en pacio de escucha y de diálogo para las participantes. Se
que consideran que a través de ellas, pueden aprender elaboró un programa para ser llevado a cabo en ocho
unos de otros. Además, con el propósito de mejorar su sesiones, una a la semana, con una duración prome-
calidad de vida en dimensiones físicas, emocionales y dio de 90 minutos, dicho programa estuvo abierto a
espirituales (Bautista, 2004). los cambios sugeridos por los participantes; a fin de
Estos grupos pueden ser coordinados por perso- generar un grupo que, una vez finalizado el programa
nas que no necesariamente comparten una condición, de intervención, fuera gestivo, además de ser grupo de
síntoma o experiencia igual a los demás miembros, ayuda y de crecimiento.
aunque deben ser conocedores de las características
del proceso de envejecimiento y contar con la expe- Participantes
riencia suficiente para el manejo de grupos. El coor- En el presente estudio participaron ocho personas
dinador, cuando sea necesario, puede dar su punto de adultas mayores, todas mujeres, en forma voluntaria y
vista desde su perspectiva, sin aconsejar ni enjuiciar a que asistían al Centro de Salud de Banderilla Veracruz,
los participantes (Bautista, 2004). México; con edades que oscilaban entre los 61 a 72 años,
Mendoza y López (1999), y González (1994), se- la mayoría analfabetas. Los criterios de inclusión fue-
ñalan que los grupos de autoayuda son como un foro ron tener disposición de tiempo, no contar con alguna
en donde las personas que están viviendo una situa- discapacidad mental, auditiva, visual o motriz, poder
ción similar al del otro pueden ventilar entre ellos y desear asistir a las sesiones, así como ser mayores de
mismos sus emociones y sentimientos, comparten sus 60 años de edad. El muestreo fue no probabilístico por
experiencias y entre ellos mismos se ofrecen apoyo. conveniencia.
Además este tipo de grupo de apoyo o autoayuda tiene
como objetivo fundamental ofrecer a los participantes Escenario
el reconocimiento y solución de un problema común, Se utilizó un salón de usos múltiples del Centro de
encontrar e intercambiar apoyos, poder procesar algún Salud mencionado, con buena iluminación y sin es-
tipo de duelo, reto o enfermedad, lo que permitirá res- tímulos externos que pudieran perjudicar la atención
catar las capacidades de las personas para buscar solu- de las personas mayores como ruidos o interrupciones
ciones en la propia comunidad y generar sus propios ajenas; además contaba con materiales como sillas y
servicios. grabadora.
Autores como Villalba (1996) y Mendoza y López
(1999), sostienen que una forma de trabajo en los gru- Instrumento
pos, transita desde el conocimiento de los miembros al Se elaboró una guía de entrevista con preguntas abier-
desarrollo de grupo como tal, para finalmente lograr tas (para opiniones y creencias) y cerradas (datos so-
la autonomía del mismo. ciodemográficos). Las preguntas abiertas hacían énfasis

Psicología Iberoamericana | El Grupo de Ayuda como Alternativa para Mejorar... | 49


en cuatro categorías principales: salud general, soporte a la compañera para seguir adelante. La coordinadora
social, autonomía y actividades físico recreativas, cada cerraba la sesión emitiendo su opinión (sin juzgar ni
una de estas categorías tenían de tres a cinco preguntas aconsejar) y preguntando a las integrantes del grupo
abiertas y pertinentes a la cuestión a tratar. Esta guía de qué aprendieron, cómo se sintieron y cómo podrían
entrevista fue llevada a cabo individualmente durante la aplicar lo que aprendieron en su vida diaria. Cuando
primera sesión y las respuestas fueron grabadas y trans- surgía algún tema emergente, o sea, no planeado, era
critas de manera textual, tomándose las partes más re- tratado con la misma importancia y del mismo modo
levantes para la investigación, ya que las mujeres solían que los demás.
explayarse ampliamente en algunas cuestiones. En cada sesión una de las participantes era desig-
nada para dar la voz a quien deseaba participar para
Procedimiento que se conservara el orden. Sólo intervenía aquella que
Primera fase: invitación dentro del Centro de Salud deseaba hacerlo, no se presionó a ninguna para que ha-
a las personas mayores que estuvieran interesadas en blara. Para cada sesión la coordinadora iniciaba el tema
formar el grupo de ayuda. y las participantes llevaban el manejo de la sesión; en-
Segunda fase: entrevistas individuales a las ocho tre todas trataban de encontrar posibles soluciones a la
integrantes del grupo de ayuda, basándose en la guía problemática planteada.
de entrevista.
Tercera fase: revisión de la información obtenida RESULTADOS
de las entrevistas iníciales, y detección de las necesi- En la entrevista inicial se obtuvo la siguiente infor-
dades más frecuentemente reportadas por las adultas mación: seis de las participantes padecen diabetes, y
mayores en conjunto, las cuales sirvieron de base para una, además, hipertensión arterial; seis no han tenido
ser tratadas en el grupo de ayuda. Inicio oficial de las ninguna hospitalización a lo largo de su vida; siete no
sesiones. En cada sesión se hizo una retroalimentación reportan ninguna discapacidad y una informa dismi-
a través de preguntas de reflexión para ver qué resul- nución de sus capacidades visuales; ninguna reporta
tado obtuvo el tema manejado, con la finalidad de que adicciones a drogas, tabaco o alcohol. En cuanto al cui-
las participantes pudieran expresar sus inquietudes y dado de su salud, seis de ellas acuden periódicamente
mejorar el grupo de ayuda. al médico para el control de su enfermedad (diabetes),
Cuarta fase: la intervención concluyó en la octava una también realiza ejercicio y dos no hacen nada en
sesión, donde se evaluó tanto a la coordinadora como especial para conservar o cuidar su salud. Finalmente,
al grupo de ayuda con las opiniones de las personas con relación a cómo se autoperciben, cuatro se sienten
mayores acerca de la manera en que se vio beneficiada cansadas y desmotivadas; una, vieja, inservible, cansada
su vida en general. y desmotivada; otra, sola, cansada e inservible y dos de
A partir de los resultados obtenidos en la entre- ellas están contentas y satisfechas con todo lo que han
vista inicial se trabajaron los siguientes temas con la realizado.
dinámica establecida y sus posibles aplicaciones: au- En el rubro soporte social se incluyó número y
toestima, proyecto de vida, redes sociales, autonomía, parentesco con habitantes de la casa, apoyo emocio-
cuidado de la salud, uso del tiempo libre. Una vez que nal y económico, amigos y confidentes fuera de la casa,
se explicó a las participantes en qué consiste un grupo grupos de pertenencia y relaciones interpersonales.
de ayuda, se dio inicio al programa de intervención. Todas reciben apoyo económico del programa
La coordinadora lanzaba el tema al aire, hablando Oportunidades del gobierno federal. En cuanto al
brevemente del mismo, y las mujeres comentaban sus apoyo emocional, seis se sienten apoyadas por algún
experiencias al respecto, después otra u otras se iden- familiar, una se refugia en su religión y otra no recibe
tificaban con el problema, una de las normas estableci- apoyo emocional de nadie. Ninguna de ellas tiene ami-
das fue que no se dieran consejos ni se juzgara, lo que gos o confidentes en los que se apoye fuera de casa,
sí podía hacerse era mencionar qué habían hecho, si ni grupos de pertenencia o referencia dónde puedan
era el caso, para resolver su problema y darle ánimos hablar de lo que les preocupa emocionalmente, o bien,

50 | Psicología Iberoamericana | Zoila Edith Hernández Zamora • Oralia Rocío Hernández Loeza • Erika Rodríguez Viveros
de su situación propia de la edad. En este mismo tenor, Durante la octava y última sesión se realizó la
todas ellas opinaron no tener ningún tipo de relación evaluación del programa por parte de las participantes,
con las personas de dentro (en su mismo techo) y fuera con las siguientes preguntas:
de su casa. ¿Qué beneficios les trajo el grupo de ayuda? “Me
En el aspecto de autonomía se engloba la autono- ayudó a pensar en mí misma”, “me dediqué un día a
mía física y emocional y la independencia económica. la semana para asistir al grupo”, “hice nuevas amista-
Todas se sienten independientes en cuanto a que toda- des”, “encontré una motivación para seguir viviendo”,
vía son capaces de moverse por sí mismas y hacer sus “me sirvió para desahogarme y decir cosas que nunca
quehaceres cotidianos; sólo dos de ellas se sienten in- había dicho”, “dije muchas cosas por las que pasé y que
dependientes económicamente, ya que se sostienen de no había contado”, “aquí hay gente que tiene tiempo
vender comida, las demás se sienten dependientes para escucharme”, “ahora que vengo a este grupo ya
de sus familiares, aún cuando cuentan con los recursos me siento bien, me distraigo y puedo contar algunos
que les proporciona el programa Oportunidades, ya que de mis problemas que vengo cargando desde hace
consideran que es muy escaso. En relación a afrontar mucho tiempo”, “en algunas ocasiones he desahogado
sus problemas de tipo emocional, casi todas lo hacen mis penas en este grupo”, “me di cuenta que a veces es
solas, sin la ayuda ni el apoyo de nadie externo, sino bueno decir lo que nos pasa, además, me gusta venir al
por ellas mismas. grupo para distraerme y es un tiempo que yo me doy”,
Las actividades físico-recreativas abarcan las ac- “este grupo me trajo mucha tranquilidad y distracción,
tividades de ocio, el proyecto de vida y sus motivacio- además de que encontré compañeras que pasan por mi
nes. Todas consideraron no tener actividades de ocio. misma situación”, “voy a formar un grupo de ejercicios
Ninguna tiene un proyecto de vida ni sabe qué quiere en mi comunidad, al fin que todos se paran temprano
para su futuro ni lo ha pensado y sus principales moti- a caminar por los alrededores”, “yo siento que ahora
vaciones están en: cuidar de su nieto (1), cuidar sus ani- sí dedico tiempo para mí y cuido mi salud”, “yo todos
males y plantas (2), hacer ejercicio (1), vender comida los días vengo a hacer ejercicio aquí en el centro de
(2), y no tiene ninguna motivación en la vida (2). salud y cuando no puedo venir salgo a caminar o si no
En general puede decirse que estas personas ma- los hago en mi casa antes de dormir”, “ahora ya cuido
yores reportaron al inicio del programa: falta de mo- mi alimentación porque soy diabética, me tomo mi
tivación que abarca desde no realizar actividades que medicina y trato de hacer cosas que me gusten como
mejoren su calidad de vida hasta no tener metas a cor- salir, cuidar mis plantas, hacer ejercicio y demás co-
to plazo. En cuanto a sus relaciones sociales la mayoría sas… me ayudan a sentirme bien”, “mi alimentación si
vive con los hijos; sin embargo, algunas se valen por sí me la cuido pero la verdad es muy difícil porque yo
mismas económica y emocionalmente; la mayoría no siento que uno vive con muchas personas y como va a
establece relaciones de amistad con otras personas por estar haciendo comida diferente para todos, además el
lo que sólo se apoyan en la familia si cuentan con ella dinero no alcanza, se debe uno ajustar a lo que tiene…
y en otros casos en ellas mismas. No asistían a ningún yo sé que es por mi bien pero cómo le hago”.
grupo salvo algún tipo de reunión religiosa. Su salud A partir de detectar las situaciones por las que
física se encuentra estable, no obstante pertenecen a la pasan determinados sectores de adultos mayores, la
población diabética e hipertensa que atiende el Centro sociedad ha tenido que reaccionar con nuevas respues-
de Salud, aunque la mayoría no tiene adherencia al tas de participación ante las necesidades de escucha de
tratamiento debido a que no cuentan con los recursos las personas, ésta es una de las razones que explican la
económicos para llevar a cabo el plan de acción. formación de grupos de ayuda y no sólo en los países
Basándose en los resultados de las entrevistas iní- más desarrollados, sino también en los que están en
ciales se dio paso a integrar el grupo de ayuda, que en vías de desarrollo. Este movimiento comprende: el au-
cada sesión retomó cada uno de estos puntos débiles tocuidado, que son las actividades de salud que la gente
descritos. lleva a cabo para ellos o para los que se encuentran a su
alrededor (Roca & Villalbí, 1989).

Psicología Iberoamericana | El Grupo de Ayuda como Alternativa para Mejorar... | 51


Las mujeres de este grupo de ayuda se volvieron bian, puede transformar la forma de verlas y de enfren-
más participativas, más para sí mismas que para los tarse a ellas.
otros, ya que ser para los otros es un papel que la so-
ciedad les ha enseñado a través de toda una memoria ¿Cómo influyó este grupo en su vida?
colectiva cultural. Estar en el grupo les ha servido para “Había días en que me sentía muy sola porque mis hi-
poner más atención y dedicarse más al cuidado de su jos ya casi no vienen a verme, pero desde que me metí
salud, y, sobre todo, para visibilizarse comos mujeres, al grupo poco a poco se me fueron quitando esas ideas
como sujetos potenciales del desarrollo, para lograr de tristeza; dejé de pensar en que estaba sola y ahora si
superar las visiones fragmentadas que las consideran mis hijos no me van a ver ya no me preocupo, se que yo
“grupos vulnerables” o ciudadanas de segunda cate- sola puedo valerme por mí misma, si quiero me hago
goría. de comer, salgo, voy al grupo, si no quiero no hago de
El grupo de ayuda intenta restablecer el orden, lo comer y nadie me dice nada”; “aunque vivo sola mis
cual implica el compromiso por desarrollarse inten- nietos están conmigo, ya que los cuido mientras su
cionalmente y aprender junto con otras mujeres con el mamá trabaja; ellos me han ayudado mucho a no sen-
mismo fin, con el objetivo de aumentar, de ensanchar tirme sola”; “hace un tiempo me sentía muy sola y todo
su poderío de género desarrollando su capacidad para el día no hacía otra cosa más que llorar y llorar, ahora
tomar decisiones sobre eventos importantes en sus vi- vivo sola y aunque no tengo mucho dinero como lo
das, incrementar recursos, oportunidades para ejercer que hay, si no tengo nada me corto unos quelites y con
sus derechos y poderes civiles, políticos y culturales. frijolitos me los como, riego mis plantitas, cuido mis
animalitos o siembro plantitas o quelites y así me ayu-
¿Qué les gustó y qué no les gustó? do para comer, me siento muy contenta y tranquila de
En consenso declararon: “nos gustó todo del grupo de ya no estar triste como antes…”; “desde los nueve años
ayuda, la forma en que lo dirigimos y de lo que habla- tuve que trabajar como sirvienta para poder comer un
mos, además de las actividades que en cada sesión plato, además de que cuidaba de mis hermanos…mi
hicimos”, “nos ayudó a pensar en nosotras mismas y papá era alcohólico, le pegaba a mi mamá y ahora a
dedicarnos un día a la semana para asistir al grupo”, mí me toca repetir la historia con mi marido, él toma
“aquí hicimos nuevas amistades y encontramos un mucho…”; “ustedes no se caigan por los problemas,
motivo para seguir viviendo”. lo que no mata engorda… siempre hay que mirar ha-
De acuerdo a Sánchez (2002) la estructura de un cia delante y afrontar lo que se nos venga…”; “toda la
grupo es como el patrón de sus relaciones que surge vida me la pasé pensando en los demás y resolviendo
entre sus miembros, además de que modera las ten- sus problemas, ahora me preocupo por mí cuando me
siones entre los miembros regulando y controlando las siento triste, que mis problemas me absorben, me en-
relaciones. De esta manera la estructura de un grupo cierro en mi casa, apago todo y solamente cierro los
es elemental, consolidada de tal manera que, cuando se ojos y me pongo a descansar, a veces me salgo a cami-
desarrolla, muy difícilmente puede cambiarse, trayen- nar y dejo todo, me vale si hay quehacer o no…”; “yo he
do beneficios como lo es mayor fluidez, mejor comu- enterrado a mis padres, mis hermanos… me ha tocado
nicación entre los miembros y, por ende, proporciona cuidarles las enfermedades porque murieron de cán-
mejores resultados. cer, mi hijo a veces me chantajea que se quiere quitar
Sentirse parte de un grupo proporcionó a estas la vida, toma igual que su padre… y a mí me tiene que
mujeres una seguridad que proyectaron hacia sus ho- ver fuerte por más que me duele no se lo demuestro,
gares y hacia la comunidad; les brindó, en gran me- porque si a mí me ven mal la familia se cae”; “mi es-
dida, un bienestar emocional al encontrarse acompa- poso siempre tomó mucho, me golpeaba y me daba
ñadas de otras mujeres que encaraban aún situaciones muy mala vida, hasta que murió por lo mismo. Ahora
más difíciles y que, de alguna manera, las motivaban a yo vivo sola, mis hijos viven cerca de mi casa y cuando
seguir adelante, a no amedrentarse ante los problemas necesito algo ellos me dan y me atienden, me siento
y a pensar que las cosas pueden cambiar y si no se cam- muy contenta y tranquila”; “sí, yo he pasado por cosas

52 | Psicología Iberoamericana | Zoila Edith Hernández Zamora • Oralia Rocío Hernández Loeza • Erika Rodríguez Viveros
muy fuertes, pero aquí sigo dando lata, por eso les digo ajustada y positiva de sí mismas figure entre las finali-
que no hay nada que nosotras las mujeres no podamos dades del programa de ayuda que se llevó a cabo con
enfrentar, yo sólo me encomiendo a Dios y él será el ellas. De ahí también que lograr un autoconcepto posi-
que decida llevarme, pero mientras yo sigo adelante”. tivo sea uno de los objetivos pretendidos en los grupos
A la fecha aún no se ha llegado a un consenso so- de ayuda con intervención psicológica reeducativa,
bre la definición de apoyo social, ya que se refiere a un comunitaria y cívica, y para los que se demandan es-
complejo fenómeno, compuesto por varias dimensio- trategias y recursos que permitan elevar la calidad de
nes, que se asocia con la salud de los individuos. Sin vida de quienes participan en ellos.
embargo, la investigación sobre el apoyo social sos-
tiene que la presencia o ausencia de éste afecta diferen- DISCUSIÓN
cialmente la salud de los individuos. La naturaleza de Al comparar los resultados encontrados en la entre-
esta relación explicaría porqué los individuos con rela- vista inicial en el grupo de mujeres participante y ha-
ciones de apoyo (en forma de familia, amigos, pareja, ciendo referencia a las categorías estudiadas, que son:
entre otros), con frecuencia tienen mejores condiciones estado de salud en general, soporte social, autonomía
de salud física y mental —dados los recursos emocio- y actividades físico recreativas, se resume lo siguiente:
nales y/o materiales que obtienen de estas relaciones— Al realizar la evaluación del grupo de ayuda, o sea,
(Castro, Campero & Hernández, 1997). al finalizar las sesiones programadas, las opiniones de
Algunos autores consideran que la forma más las personas con respecto a ellas mismas y su manera
efectiva de apoyo depende de la situación en que éste de ver y vivir la vida dio un giro de manera positiva; las
es necesario (Matud, Carballeira, López, Marrero & personas mayores reportaron sentirse a gusto con su
Ibáñez, 2002). etapa de vida, creando la autogestión personal y metas
Este grupo de ayuda manejó primordialmente el a corto plazo, sus relaciones sociales se vieron bene-
apoyo emocional; se trataba de que se dieran cuenta de ficiadas encontrando en sus compañeras disposición
que se encontraban en situaciones similares y que ellas para la escucha activa, aceptación, solidaridad, apoyo
mismas podían encontrar la solución, si bien no era la emocional y compañerismo, además de tomar al gru-
intención aconsejar, si lo era exponer ideas y lograr un po de ayuda como un momento para ellas mismas. Su
aprendizaje significativo, un aprendizaje para la vida a salud física también se vio beneficiada, ya que adop-
través del apoyo social. taron hábitos saludables como realizar ejercicio por las
mañanas además de llevar a cabo el tratamiento para la
¿Cuál es la idea que tienen ahora de ser una mujer mayor? diabetes e hipertensión. De esta manera se cumple con
“Es una parte de la vida difícil”; “es más difícil cuando la definición de calidad de vida de Katschnig (2000),
no se tiene a nadie”; “aunque sea difícil ya estar grande quien menciona que ésta es un conjunto de factores
se tiene que disfrutar y sacarle provecho a lo que se que tienen que ver con la salud, afrontamiento, solu-
tiene”; “debemos pensar en nosotras mismas”; “debe- ción de problemas, control, auto-eficacia y el desarrollo
mos aprender a no necesitar tanto de los demás para de habilidades sociales, tanto en la familia, como en la
poder resolver nuestros problemas”; “que aunque ya escuela, trabajo, o dentro de una comunidad.
esté vieja hay mucho todavía que vivir y disfrutar”. Inga & Vara (2002) realizaron una investigación
El autoconcepto juega un papel decisivo y central sobre calidad de vida en proyectos donde hacen refe-
en el desarrollo de la personalidad, tal como lo desta- rencia a ciertos estilos de vida dañinos que disminuyen
can las principales teorías psicológicas, un autocon- la probabilidad de tener una calidad de vida exitosa en
cepto positivo está en la base del buen funcionamiento los adultos mayores; casualmente las participantes del
personal, social y, en su caso, profesional, dependiendo grupo de ayuda presentaban todos esos estilos noci-
de él, en buena medida, la satisfacción personal, el sen- vos mencionados por estos autores, lo cual hacía que
tirse bien consigo mismo (Esnaola, Goñi & Madariaga, su calidad de vida fuera precaria. Dentro del grupo
2008). De ahí que el logro de un equilibrio socioafec- de ayuda pudieron solucionarse en gran parte, ya que
tivo en las personas mayores a partir de una imagen lograron crear un estilo de vida adecuado para su salud,

Psicología Iberoamericana | El Grupo de Ayuda como Alternativa para Mejorar... | 53


obtuvieron un aprendizaje significativo sobre su etapa de ampliar sus propios conocimientos, aprender de las
de vida, lograron encontrar actividades motivantes y experiencias de los demás de la misma manera en que
felicitantes para su vida diaria, y, por último, pudieron consideran que a través de ellas pueden aprender unos
relacionarse socialmente encontrando un lazo emocio- de otros, y/o desean mejorar su calidad de vida. Den-
nal con sus compañeras. Todo lo cual apoya la tesis de tro de esta investigación se pudo constatar el concepto
que el grupo de ayuda es benéfico en cualquier tipo anterior, ya que las mismas participantes expusieron
de población, ya que ayuda a equilibrar de manera drás- las principales situaciones que les aquejaban, encon-
tica el estado emocional beneficiando la calidad de vida, trando en ellas mismas un apoyo emocional, lográn-
en especial, de las personas mayores. dose una adaptación grupal, compañerismo, solidari-
Es recomendable para los profesionales de la salud dad, responsabilidad y disposición.
en el campo de la psicología que tomen en cuenta este En relación al tipo de población con la que se tra-
tipo de programas y sobre todo a la población de adul- bajó, con sus grandes desventajas de género, de pobre-
tos mayores. El grupo de ayuda es una herramienta de za, de exclusión social y familiar, y, sobre todo, de edad,
gran importancia porque se puede lograr un cambio hoy en día poco o nulamente es tomada en cuenta para
positivo en las personas que participan en él, al inte- realizar un programa en beneficio a su salud. Se esta-
grarlos y lograr una cohesión del grupo puede mejorar blecen pocos programas de salud porque la mayor
la situación emocional, si es el caso, que presentan las parte del presupuesto público está destinado a la niñez
personas de este grupo etario. y a las mujeres en edad reproductiva; es por lo ante-
Los grupos de ayuda, como lo menciona Bautista rior que se sugiere este tipo de intervenciones que no
(2004) son organizaciones de personas que comparten necesitan de gran presupuesto y contribuyen a que el
problemas psicológicos, físicos o existenciales simila- adulto mayor se sienta útil y valorado por la sociedad
res; donde los participantes se reúnen con el propósito a la que pertenece.

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Fecha de recepción: Julio 2010


Fecha de publicación: Diciembre 2010

Psicología Iberoamericana | El Grupo de Ayuda como Alternativa para Mejorar... | 55


Psicología Iberoamericana (Julio-Diciembre, 2010), Vol. 18, No. 2, pp. 56-65 ISSN 1405-0943

Validación de la Escala de Evaluación de Relaciones


en la Población Mexicana
Validation and Adaptation of a Marital Satisfaction Scale in Mexican Population

Rebecca Esther Oropeza Lozano


Carolina Armenta Hurtarte
Alejandra García Arista
Nélida Padilla Gámez
Rolando Díaz-Loving*
Unidad de Investigaciones Psicosociales
Facultad de Psicología
Universidad Nacional Autónoma de México, México

Resumen
Es importante, dentro del estudio de relaciones interpersonales, la satisfacción marital en la pareja, pues este fac-
tor está ligado a la felicidad, bienestar y salud psicológica (Arias-Galicia, 2003). Esta investigación tuvo por ob-
jetivo validar la Escala de Evaluación de las Relaciones de Hendrick (1988) en personas que viven con su pareja.
Con el fin de asegurar la equivalencia conceptual se empleó el método traducción- re traducción y se aplicó el
IMSM (Cortés, Reyes, Díaz-Loving, Rivera & Monjarraz, 1994) para obtener validez convergente y de constructo.
Las características psicométricas que se obtuvieron fue una de confiabilidad de α= .88, siendo unifactorial y
validez convergente con el IMSM (r=.775 y r=.682). Los resultados muestran que la validez y confiabilidad de la
escala son apropiadas. La escala es efectiva, útil, y fácil de aplicar en la población mexicana.
Descriptores: Satisfacción marital, evaluación de relación, valoración global, validación, parejas.

Abstract
This article analyzes a correlation between the levels of stress in university students and aged people with the
purpose of determining the main variables that can influence such levels. Findings show that students pre-
sent statistically significant higher levels of stress than aged people. The most common symptoms that stu-
dents suffered from were: tiredness, lack of energy, lack of satisfaction with what they do, worry, problems
in taking decisions, a hurried life, lack of security and protection, fear of the future and of responsibilities, lack
of time for themselves and deadlines. We recommend taking preventive and corrective measures in order to
avoid that levels of stress become pathological factors which may be harmful and even fatal for people’s health.
Key words: Stress, stressors, students, aged people, health.

*Para correspondencia: Facultad de Psicología, edificio “D” posgrado, piso Mezzanine, cubículo número 8, Av. Universidad No. 3004, col. Cópilco
Universidad, México, D.F., 04510 tel./fax: (55) 5622 2326. Correos electrónicos: rbkesther@hotmail.com, armenta@comunidad.unam.mx, platz83@
hotmail.com, nely_luna@hotmail.com, rdiazl@unam.mx, respectivamente.

56 | Psicología Iberoamericana | Rebecca Esther Oropeza Lozano • Carolina Armenta Hurtarte • Alejandra García Arista • Nélida Padilla Gámez • Rolando Díaz-Loving
Introducción Debido a estas razones sociales y psicológicas han
Los estudios e investigaciones acerca de las relacio- surgido teorías de aprendizaje social que, basándose en
nes interpersonales tienen su mayor auge durante la la preocupación por los temas afectivos, se han enfo-
década de los ochenta (O’Leary & Smith, 1991) en los cado a estudiar la satisfacción marital. Como ejemplo,
que se abordan los aspectos de la pareja, tomando en Gottman (1977, en O’Leary & Smith, 1991) propone
cuenta características sociodemográficas que definen a el Sistema de Interacción de Parejas, donde indica que
la relación (INEGI, INMUJERES & UNIFEM, 2007), tanto los elementos afectivos como los comunicativos
así como factores que la integran (Díaz-Loving, 1990), son importantes para establecer una alta calidad en el
correlaciones y consecuencias de los problemas de la matrimonio y que los cónyuges tomen el amor como
pareja, los celos (Antón, 2002; Casullo & Fernández, una característica para evaluar el vínculo matrimo-
2003; Fernández, Olcay, Castro, Escobar & Fuen- nial. Desde la misma perspectiva pisco-social, Rusbult
tes, 2003), terapia de pareja (Fowers & Olson, 1993), (1983) propuso un modelo llamado “de inversión” en
dependencia emocional (Alonso-Arbiol, Shaver & el cual proponía que las relaciones tienen dos carac-
Yárnoz, 2002; Arias, Campuzano, Henao & Restrepo, terísticas principales: la satisfacción, que son los afec-
2003; Castelló, 2000; Lemos & Londoño, 2006; Hir- tos positivos o la atracción de una relación, y el com-
schfeld, Klerman, Gough, Barret, Korchin, & Chodoff promiso, que es la tendencia a mantener la relación y
et al., 1977) y violencia intrafamiliar (Alvarado, Salva- sentirse unido a ella. De acuerdo con este modelo, los
dor, Estrada & Terrones, 1998; Cáceres, 2002; Cer- individuos evalúan las recompensas y los costos de su
vantes, 1999; López & López, 2000; Marshall, Watson matrimonio o noviazgo y sus expectativas de la rela-
& Honeycutt, 2000), entre otros. Cabe señalar que la ción para determinar qué tan satisfechos se sienten con
mayor parte de las investigaciones se dirigen hacia los esa relación.
aspectos negativos que conforman una relación y en A partir de estas teorías y modelos han surgido
proporción hay menos que se enfoquen en el lado po- varios intentos por describir y conceptualizar lo que
sitivo, como lo sería la satisfacción marital (Acevedo, es la satisfacción marital, entendiéndola ya sea como
Restrepo & Tovar, 2007). un constructo global en el cual el individuo hace una
El interés por estudiar un tema como la satisfac- evaluación general de su relación, o como un cons-
ción marital nace de la observación cotidiana, donde tructo factorial en donde la persona evalúa su rela-
se muestra que hay muchas parejas que no se sienten ción según diversos componentes. Vera, Laborín &
satisfechas con su relación (Acevedo et al., 2007). Domínguez (2000) indican que la satisfacción marital
Incluso, la falta de satisfacción marital es un predic- define la calidad de la relación en gran medida, donde
tor de divorcio (Moral, 2008), el cual ha incrementado se estima tanto la estabilidad como la felicidad de la
considerablemente (Moral, 2008; O’Leary & Smith, pareja, lo que les brinda la capacidad de desarrollarse
1991). A su vez, este proceso de insatisfacción mari- como una familia ante la sociedad. Por su parte, Nina
tal trae consigo consecuencias en la calidad de vida de (1985) define a la satisfacción marital como una acti-
los individuos, tanto económicas, sociales, familiares tud positiva o negativa de un individuo hacia el ma-
y personales (Arias-Galicia, 2003). Lo anterior deviene trimonio. Según Meléndez, Aleixandre & Saez (1993)
en un problema de corte social que se plantea resol- y Hicks & Platt (1970), la satisfacción marital es un
ver mediante la promoción de elementos positivos y concepto no objetivo que hace referencia a las percep-
calidad marital. Por otro lado, desde el punto de vista ciones y vivencias que el individuo ha tenido con su
clínico, Yeroff (1981, en O’Leary & Smith, 1991) repor- ambiente, y a partir de lo cual se construyen estruc-
ta que hay más personas que buscan ayuda psicológica turas donde se compara lo que el sujeto quiere contra
por problemas maritales o de pareja que por cualquier lo que realmente es. Pick & Andrade (1988, en Moral,
otra dificultad, las cuales se pueden evaluar de forma 2008; Acevedo et al., 2007) la definen como una acti-
inmediata mediante un instrumento útil y corto sobre tud multidimensional hacia el cónyuge y la relación,
la satisfacción marital. donde hay aspectos como la interacción, la expresión
de afectos, los aspectos de organización y estructura

Psicología Iberoamericana | Validación de la Escala de Evaluación de Relaciones... | 57


organizados en díadas. Por otro lado, Acevedo et al. (Hendrick, 1988), encontrando que la escala es con-
(2007) describen a las parejas como satisfechas cuan- sistente con la visión unidimensional de la satisfacción
do muestran capacidades para resolver y manejar marital, que explica un 38.52% de la varianza y confia-
problemas, en donde cada miembro de la pareja par- bilidad de .81.
ticipa con un papel activo sosteniendo conversaciones Cabe señalar que, además del interés de Moral,
que comuniquen sus perspectivas a su compañero. dentro de la estructura de la satisfacción en las parejas
Freeman (1978, en Arias-Galicia, 2003), indicó que la heterosexuales no tradicionales, es decir, parejas cuyos
satisfacción marital está relacionada con el bienestar miembros no necesariamente estuvieran casados me-
físico y psicológico del individuo y de la pareja. Como diante registro civil pero que vivieran juntos y que su
se puede observar, existen diferentes definiciones so- relación fuera estable, se ha encontrado diferencias
bre la satisfacción marital, sin embargo, todas coinci- existentes en los procesos afectivos en comparación
den en indicar que esta es una evaluación global tanto con aquellas que viven en matrimonio. De los estudios
de los sentimientos, pensamientos o conductas en la que se han llevado a cabo se ha demostrado que las
relación de pareja, como indica Hendrick (1988), y parejas que viven en unión libre o en matrimonio y
que las diferencias subyacen al delimitar dimensiones que anteriormente cohabitaban tenían mayor dificul-
en la relación (Amato & Booth, 1992). Asimismo, se ha tad para la resolución de problemas. Kim, Capaldi &
determinado que las diferentes dimensiones que se Crosby (2007) indican que esto probablemente se deba
han evaluado de la satisfacción marital son caracte- a que en la relación de unión libre hay menos com-
rísticas que se consideran para la evaluación de la cali- promiso y por lo tanto menos motivación a desarrollar
dad marital (Adler-Baedler, Higginbotham & Lamke, resoluciones en los conflictos. Similares a los resulta-
2004), por lo que es relevante retomar la evaluación dos anteriores también se ha encontrado que la estabi-
global de la relación. Este tipo de evaluación global lidad de la relación es diferente en las parejas que viven
parte de la visión que se tiene de la pareja, en este caso, en unión libre comparadas con las parejas casadas,
es una visión unidimensional (Moral, 2008) es decir, el aunque estas últimas tienden a tener una relación más
individuo hace una evaluación integral de su relación, larga.
la percibe como un todo y no por componentes, como Debido a las diferencias entre matrimonio y unión
se ha sugerido anteriormente. libre, es necesario identificar si la escala de satisfacción
A partir de estas definiciones y modelos, aunque marital puede evaluar de forma adecuada la satisfac-
se puede evaluar la calidad marital con estas dimen- ción de los individuos que cohabitan con su pareja sin
siones, se han elaborado diferentes instrumentos con ser matrimonio. Por lo tanto, el objetivo de este estu-
el propósito de evaluar la satisfacción marital. Por un dio es validar la RAS (Hendrick, 1988) desarrollada en
lado, dentro de la visión multidimensional se encuentra Estados Unidos y que por sus características es rápida
en México un instrumento desarrollado por Cortés et de aplicar, así como la consolidación de la definición de
al. (1994) denominado Inventario Multifacético de la satisfacción marital que incluye los elementos esen-
Satisfacción Marital (IMSM) mediante el cual la perso- ciales de la satisfacción marital entendida como la
na evalúa qué tanto le gustan o disgustan los diferentes evaluación global y subjetiva de actitudes, sentimien-
componentes o dimensiones específicos de su relación tos y valoraciones de los aspectos positivos y negati-
de pareja. vos que hace la persona sobre su pareja y la relación
Por otro lado, bajo la visión unidimensional de sa- (Hendrick & Hendrick, 1988).
tisfacción marital se consolida la Escala de Evaluación
de la Relación (Relationship Assessment Scale, RAS
por sus siglas en inglés) la cual ha sido considerada
para su uso dentro de la población mexicana debido
a su extensión y facilidad de aplicación. Este estudio
fue llevado a cabo por Moral (2008), quien con una
muestra mexicana de parejas casadas aplicó la RAS

58 | Psicología Iberoamericana | Rebecca Esther Oropeza Lozano • Carolina Armenta Hurtarte • Alejandra García Arista • Nélida Padilla Gámez • Rolando Díaz-Loving
MÉTODO mi pareja educa a nuestros hijos) y que conforman un
α= 0.85. Se seleccionaron los 10 ítems de mayor peso
Participantes factorial de los 48 del IMSM dentro de cada uno de los
La muestra no probabilística constó de 204 personas factores.
heterosexuales que vivían juntos. El rango de edad fue
de 18 a 52 años, con una media de 28.61 años y una Procedimiento
desviación de ± 6.05 años. La mediana de la escolaridad Los instrumentos fueron aplicados a las personas que
fue la carrera técnica. La mediana y la moda del estado cumplieran el requisito de cohabitación con su pareja
civil correspondieron a matrimonio, contando con un y se les aseguró la confidencialidad y anonimato de
51.2% de la muestra, mientras que 7.9% reportaron ser sus respuestas, además de afirmarles el exclusivo para
novios y el resto (40.9%) indicaron vivir en unión libre. usos de esta investigación. Cada individuo participó de
El promedio de tiempo de relación fue de 5.6 años, forma voluntaria
con una desviación de ± 4.86 años dentro de un rango La información obtenida se procesó por medio
de 1 a 23 años. En la muestra el 46.1% de las personas del programa estadístico SPSS 12 para Windows. Los
tenían hijos, de los cuales la mediana fue de un hijo por análisis que se llevaron a cabo fueron: análisis de fre-
pareja, en un rango de uno a tres hijos. cuencias para observar si todas las opciones de res-
puesta fueron atractivas e identificar como se comporta
Instrumentos cada uno de los reactivos; a continuación una prueba
Datos sociodemográficos. Se les aplicó un breve cues- t para muestras independientes con la finalidad de
tionario donde se les preguntaba sobre características identificar aquellos reactivos que discriminan.
generales como el tiempo de relación, la presencia de Posteriormente se llevo a cabo un análisis facto-
hijos, escolaridad, tiempo y tipo de relación de pareja. rial para identificar las dimensiones del instrumento,
Escala de Evaluación de la Relación de Pareja y después se realizó un alfa de Cronbach para determi-
(Relationship Assessment Scale RAS) de Hendrick nar la confiabilidad del instrumento. Finalmente, para
(1988). Se empleó el método de traducción-re traduc- determinar la consistencia externa se realizó una corre-
ción para el RAS. Es un instrumento unifactorial de lación de Pearson con el Inventario Multifacético de
siete ítems (¿qué tanto tu pareja cubre tus necesidades?, Satisfacción Marital (IMSM).
¿con qué frecuencia desearías no haber entrado a esta
relación?) con una escala de respuesta tipo Likert, con RESULTADOS
un rango de 1 (totalmente en desacuerdo) a 5 (total- Al realizar la prueba t en la Escala de Evaluación de
mente de acuerdo). En su validación para la población la Relación de Pareja (Hendrick, 1988), se puede ob-
estadounidense se obtuvo un α= 0.86, siendo unifacto- servar que no todos los reactivos discriminan pues no
rial y una correlación con el Test de Ajuste Marital de todos cuentan con una significancia de menor de 0.01.
Locke-Wallace (1959, en Hendrick, 1988) de .48. Estos reactivos que no discriminan, y que se pueden
Inventario Multifacético de la Satisfacción observar en la tabla 1, son: ¿Con qué frecuencia de-
Marital (IMSM) de Cortés et al. (1994). Es un ins- searías no haber entrado a esta relación? y ¿qué tantos
trumento de 48 ítems con una escala de respuesta tipo problemas hay en tu relación? Ello indica que estos
Likert con un rango de 1 (me disgusta mucho) a 5 (me reactivos no están discriminando lo suficiente como
gusta mucho). Está constituido por seis factores que para darnos resultados válidos.
son: interacción conyugal (la frecuencia con que mi
pareja se interesa en mis problemas), físico-sexual (la
forma en que mi pareja aborda nuestras conversacio-
nes), organización-funcionalidad (la contribución de
mi pareja en los gastos familiares), familia, diversión
(la frecuencia con la que mi pareja propone que se dis-
tribuyan las tareas familiares) e hijos (la forma en que

Psicología Iberoamericana | Validación de la Escala de Evaluación de Relaciones... | 59


Tabla 1.Prueba t para muestras independientes para la Escala de Evaluación de la Relación.

Reactivo T

1. Qué tanto tu pareja cubre tus necesidades -14.010*

2. En general, qué tan satisfecho (a) estás con tu relación -15.693*

3. Qué tan buena es tu relación comparada con las demás -12.005*

4. Con qué frecuencia desearías no haber entrado en esta relación 2.429

5. Qué tanto tu relación ha llenado tus expectativas -13.732*

6. Qué tanto amas a tu pareja -8.656*

7. Qué tantos problemas hay en tu relación 1.759

* p = .001

Los resultados del análisis factorial se muestran en la unifactorial en donde cada uno de sus reactivos (N = 5)
tabla 2 y demuestran que el instrumento es una escala presenta una carga factorial alta.

Tabla 2. Análisis de componentes principales con rotación Varimax y coeficientes alfa de la Escala de Evaluación
de la Relación de Pareja.

Reactivo Cargas factoriales

Factor 1: Evaluación de la Relación (α = .88)

1. Qué tanto tu pareja cubre tus necesidades .85

2. En general, qué tan satisfecho (a) estás con tu relación .89

3. Qué tan buena es tu relación comparada con las demás .79

5. Qué tanto tu relación ha llenado tus expectativas .88

6. Qué tanto amas a tu pareja .71

Posteriormente, al realizar el análisis de confiabilidad En lo que respecta a la validación del Inventario


de la Escala de Evaluación de la Relación, los reactivos: Multifacético de la Satisfacción Marital, los resultados
¿con qué frecuencia desearías no haber entrado a esta de la prueba t muestran que los 10 reactivos seleccio-
relación? y ¿qué tantos problemas hay en tu relación? nados están discriminando adecuadamente como se
fueron eliminados de la escala, ya que disminuyen la observa en la tabla 3.
consistencia interna total que fue de α= 0.88 para la es-
cala total.

60 | Psicología Iberoamericana | Rebecca Esther Oropeza Lozano • Carolina Armenta Hurtarte • Alejandra García Arista • Nélida Padilla Gámez • Rolando Díaz-Loving
Tabla 3. Prueba t para muestras independientes para el Inventario Multifacético de Satisfacción Marital.

Reactivo t

La forma en que mi pareja distribuye el dinero -11.933*

La contribución de mi pareja en los gastos familiares -11.872*

La forma en que mi pareja participa en la realización de tareas hogareñas -10.791*

La frecuencia en que mi pareja participa en la realización de tareas hogareñas -10.233*

La frecuencia con la que mi pareja propone diversiones -12.548*

La forma en que mi pareja aborda nuestras conversaciones -13.622*

Los temas que mi pareja aborda en nuestras conversaciones -11.747*

La forma en que mi pareja me demuestra su amor -12.240*

La frecuencia en que mi pareja me demuestra su amor -14.858*

Las diversiones que mi pareja propone -13.489*

* p = .001

Asimismo, en el análisis de confiabilidad, el Inventario indicaron dos factores, ambos con un α = 0.86. Donde
tuvo un α= 0.90, lo cual nos indica que el instrumento los reactivos 5, 6, 7, 8 y 10 resultaron en el factor uno
es confiable y adecuado para la muestra que partici- que se refiere a la satisfacción de organización y funcio-
pó además de que cada reactivo es útil para mantener nalidad (estructura de la relación y establecimiento de
una confiabilidad alta (tabla 4). las funciones y reglas dentro de la relación), mientras
Por otro lado, al realizar el análisis factorial del que los reactivos 1, 2, 3, 4 y 9 se refieren a la interac-
Inventario Multifacético de la Satisfacción Marital ción conyugal (áreas afectiva, emocional y de com-
mediante el método de rotación Varimax, resultaron prensión).

Tabla 4. Análisis de componentes principales con rotación Varimax y coeficientes alfa del Inventario Multifacético de
Satisfacción Marital.

Reactivo Cargas Factoriales

Factor 1: Interacción Conyugal (α = .86)


1. La forma en que mi pareja distribuye el dinero .85

2. La contribución de mi pareja en los gastos familiares .81

3. La forma en que mi pareja participa en la realización de tareas hogareñas .77

4. La frecuencia en que mi pareja participa en la realización de tareas hogareñas .66

5. La frecuencia en que mi pareja me demuestra su amor .56

Factor 1: Organización y funcionalidad (α = .86)


6. La frecuencia con la que mi pareja propone diversiones .73

7. La forma en que mi pareja aborda nuestras conversaciones .71

8. Los temas que mi pareja aborda en nuestras conversaciones .82

9. La forma en que mi pareja me demuestra su amor .85

10 .Las diversiones que mi pareja propone .57

Psicología Iberoamericana | Validación de la Escala de Evaluación de Relaciones... | 61


La correlación entre los factores obtenidos en el la Escala de Evaluación de la Relación es alta, como se
Inventario Multifacético de la Satisfacción Marital y en observa en la tabla 5.

Tabla 5. Intercorrelaciones de los factores de la Escala de Evaluación de la Relación y del Inventario Multifacético de
Satisfacción Marital.

Evaluación de la Interacción conyugal Organización y


Medida
relación (RAS) (IMSM) funcionalidad (IMSM)

Evaluación de la Relación (RAS) -

Interacción Conyugal (IMSM) .774 -

Organización y funcionalidad (IMSM) .579 .682 -

Nota. Todos los coeficientes son significativos con una p < .01

DISCUSIÓN
A partir de los resultados obtenidos, se puede aseverar Una segunda razón se pude atribuir a la diferencia
que la Escala de Evaluación de la Pareja (Hendrick, en la población a la cual fueron dirigidas las investiga-
1988) cuenta con características psicométricas ade- ciones, puesto que Moral (2008) centró su atención en
cuadas para poder ser aplicada a la población mexi- las parejas en matrimonio, mientras que ésta se focali-
cana que se encuentre en una relación de pareja en la zó en las parejas que vivieran juntas sin estar en ma-
que cohabite. Es necesario resaltar que la composición trimonio, también existe un efecto de la localización
final de la Escala de Evaluación de la Relación no es de la muestra, dado que la población que participó en
la misma que indica Hendrick (1988), ya que se eli- estos estudios habita en la zona noreste de la República
minaron dos reactivos porque no discriminaban; sin Mexicana, que está cercana a Estados Unidos, por lo
embargo, se obtuvo una composición unifactorial con que la cultura pudo haber influido tanto en el momen-
incluso mayor confiabilidad (α= 0.88) que la versión to de dar significado a los reactivos como en la forma
original (α= 0.86). En contraste con los resultados de en que se vive la relación, mientras que el estudio ac-
Moral (2008), se encuentra que ningún reactivo fue tual se enfoca en parejas de la Ciudad de México. Esta
eliminado, dado que se contó con una confiabilidad y discrepancia entre los resultados nos recuerda que las
validez apropiada desde la visión de esa investigación, características de la pareja pueden variar a partir de
no obstante, también se encontró que la confiabilidad las características sociodemográficas en las que se en-
de la escala en esta investigación es mayor que la re- cuentra (INEGI, INMUJERES & UNIFEM, 2007).
portada por este autor, siendo ésta de α= 0.81. El producto final del instrumento de Escala de
Es importante identificar las razones por las que Evaluación de la Relación, al ser un instrumento uni-
existen diferencias en la confiabilidad entre este es- factorial de cinco reactivos, cumple con la finalidad de
tudio y el de Moral (2008), pues esto nos puede dar ser corto, rápido y fácil de aplicar desde el área clíni-
algunos indicadores sobre la importancia de identifi- ca ante la problemática referida por Yeroff (1981, en
car el proceso de adaptación de las escalas. Una de las O’Leary & Smith, 1991).
primeras causas de esta discrepancia se puede deber A partir de la validez convergente que se obtuvo
a la posible diferencia en el proceso de traducción-re mediante las correlaciones entre la Escala de Evaluación
traducción de ambos estudios, por lo que se recomien- de la Relación de Parejay el Inventario Multifacético de
da revisar las traducciones en los dos para determinar la Satisfacción Marital es posible dar respaldo a las
qué traducción y adaptación resulta mejor. afirmaciones de Hendrick (1988), pues asevera que su

62 | Psicología Iberoamericana | Rebecca Esther Oropeza Lozano • Carolina Armenta Hurtarte • Alejandra García Arista • Nélida Padilla Gámez • Rolando Díaz-Loving
instrumento es lo suficientemente eficiente para cu- visión unidimensional, dado que se conformó la
brir varios aspectos de la relación de una forma global. Escala de Evaluación de la Relación como un sólo as-
También afirma que la población a la que puede ser pecto, así como también el Inventario Multifacético
aplicado es bastante amplia, pues tiene un rango desde de Satisfacción Marital, al integrar las diferentes di-
parejas en noviazgo como en matrimonio, ya sean he- mensiones en dos principales características. Esta in-
terosexuales u homosexuales. Desde esta perspectiva formación reflejada en los resultados da pie a suponer
se ha identificado de forma contundente que la Escala que las características multifactoriales de la satisfac-
de Evaluación de la Relación de Pareja (Hendrick,1988). ción marital son un reflejo de las características de la
es útil para ambas poblaciones: tanto en matrimonio, calidad marital (Vera et al., 2000), así como de la in-
con el trabajo de Moral (2008), como en unión libre, teracción de la relación de pareja (Gottman, 1977; en
como en el presente trabajo. No obstante, se deben O’Leary & Smith, 1991), por lo que se pude integrar la
considerar los cambios necesarios en el instrumento a visión propuesta por Adler-Baedler et al. (2004).
partir de la población a la cual se va evaluar la satisfac-
ción marital. Como lo indican Kim et al. (2007), estas CONCLUSIONES
diferencias entre matrimonio y unión libre pueden ser Durante la integración de la Escala de Evaluación de
un reflejo de la estructura que conforma a la relación la Relación de Pareja (Hendrick, 1988), se pudo dar
de pareja. referencia a una visión unifactorial de la satisfacción
Por otro lado, este instrumento no se ha aplicado marital; también se constató que este instrumento es
en población homosexual mexicana, por lo que se re- una herramienta útil y accesible para las relaciones
comienda llevarlo a cabo en un futuro, ya que es nece- de pareja, ya sea en unión libre o en matrimonio. Sin
sario identificar si realmente se considera de igual embargo, deja la posibilidad de poder integrar en otra
manera la evaluación global de la satisfacción marital investigación las relaciones de pareja homosexual para
y así poder tener amplitud en los campos de aplicación poder tener amplitud en el trabajo de Hendrick (1988).
de esta herramienta que tiene muchas ventajas, como Asimismo, se propone en un próximo estudio trabajar
su facilidad de aplicación y capacidad para utilizarse con una muestra más amplia, considerando la edad y
en escenarios clínicos, así como para fomentar la cali- los estados civiles más variados. Además, como suge-
dad marital, pues logra discriminar entre parejas satis- rencia para futuros reportes se indica la correlación
fechas y no satisfechas (Moral, 2008). entre esta escala de satisfacción, el sexo y la existencia
Dentro de las perspectivas que existen sobre la o falta de hijos ya que, en otros estudios estas variables
satisfacción marital (unidimensional y multidimen- son las que más influyen en el resultado (Acevedo et
sional), se comprobó que la evaluación de ésta pue- al., 2007; Arias-Galicia, 2003; Fowers & Olson, 1989 y
de ser comprendida con mayor facilidad desde una 1993; Vera et al., 2000).

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Fecha de recepción: Mayo 2010


Fecha de publicación: Octubre 2010

Psicología Iberoamericana | Validación de la Escala de Evaluación de Relaciones... | 65


Psicología Iberoamericana (Julio-Diciembre, 2010), Vol. 18, No. 2, pp. 66-74 ISSN 1405-0943

Validity and Reliability of the Scale of Attitudes


toward Artisanal Production
Validez y Confiabilidad de la Escala de Actitiudes hacia la Producción Artesanal

Adelaida Rojas García


Sonia Rocha Reza
Carolina Serrano Barquín
Facultad de Ciencias de la Conducta
Universidad Autónoma del Estado de México, México
Gustavo Bárcenas Jaimez1*
Department of Counsiling and Higher Education
University of North Texas

Resumen
El objetivo del presente trabajo fue obtener la validez y confiabilidad de la Escala de Actitudes hacia la Producción
Artesanal, para lo cual se obtuvo una muestra integrada por 150 artesanos del Estado de México. Para la obten-
ción de la validez y confiabilidad de dicho instrumento se llevó a cabo un análisis factorial con un método de
rotación Varimax y se obtuvo el Alpha de Cronbach. Los resultados apuntan a una mayor carga factorial en el
componente conductual de las actitudes, lo que señala que los artesanos tienden a actuar ante las diferentes situa-
ciones, lo cual les ha permitido seguir preservando sus costumbres y tradiciones artesanales.
Descriptores: Confiabilidad, validez, actitudes, producción artesanal.

Abstract
The object was to obtain the validity and reliability of the Scale of Attitudes towards Artisan Production, for which a
sample was integrated by 150 craftsmen from the State of Mexico. For obtaining of the validity and reliability of this
instrument, a factorial analysis with a method of Varimax rotation was carried out and then the Cronbach Alpha
was obtained. The results show that the craftsmen tend to use more the conductual component of attitudes. This in-
dicates that they prefer to act in order to face the different situations which have allowed them to continue preserving
their artisan customs and traditions.
Key words: Reliability, validity, attitudes, artisanal production.

*
Para correspondencia: Adelaida Rojas García. Doctora en Investigación Psicológica. Profesora-investigadora, Facultad de Ciencias de la Conducta
de la Universidad Autónoma del Estado de México. Dirección: Privada fresnos# 7 los cedros Metepec, rojasgarcia.adelaida@gmail.com Tel: 0172 22
720076. Sonia Rocha Reza. Doctora en Investigación Psicológica. Profesora-investigadora, Facultad de Ciencias de la Conducta de la Universidad
Autónoma del Estado de México. Dirección: Priv. Rincón del parque #127, Toluca México, sonia.2606@hotmail.com Tel: 0172 22 78 24 01. Carolina
Serrano Barquín. Doctora en Ciencias Sociales. Profesora-investigadora, Facultad de Ciencias de la Conducta de la Universidad Autónoma del Es-
tado de México. Dirección: Aculco #103, Toluca, México. carolinasb@hotmail.com Tel: 0172 22 13 27 93. Gustavo Bárcenas Jaimez. Estudiante de la
Maestría en Psicología de la Facultad de Ciencias de la Conducta de la UAEMex, becado a la University of North Texas, Department of Counsiling and
Higher Education. Dirección: 1201 Av. Apt. 5 Denton, Texas. 76201. barcenaz10@hotmail.com Tel: 940 442 9521.

66 | Psicología Iberoamericana | Adelaida Rojas García • Sonia Rocha Reza • Carolina Serrano Barquín • Gustavo Bárcenas Jaimez
The artisan activity is comprised of the history of the important role in the economy of the State of Mexico
man. Some of the most important functions have been (Novelo, 1996).
the maintenance of cultural identity; therefore crafts are Nevertheless, in a globalized world, handicrafts
nothing but a reflection of the origins of man, their cus- are beginning to be displaced by products with a lower
toms and traditions. On the other hand, also they fulfill cost from industrial processes, which have a similar
an economic function, to sources of work and thereby appearance but a lower quality (Peñaloza, 1982). Then,
allowing the livelihood of some communities since they there is a double movement of comsumption. On one
provide economic resources. hand, the clothes and the objects from indigeniuos
In this way, it is necessary to define the concept origin are increasingly less used in peasent societies
of “crafts”. Some authors such as Candini (1986) have as a result of the industrial items displacement. These
shown how handicrafts are a manual activity which re- items are cheaper, more attractive in their design and
quire a minimal intervention of machines. This means more modern. However, on the other hand, the de-
the tasks are carried out manually. In this way, each creasing artesanal production is reactivated thanks to
piece is unique and different from the others, and so the growing demand of exotic objects in cities of the
can differentiate production in series. For some other same country or abroad (Candini, 1986). Nowadays, a
authors, such as Peñaloza (1982), handicrafts basically clear example of this situation is the preferences by pi-
include pieces and work made manually with little in- racy, especially the objects made in China, which com-
tervention of machinery. Usually they are a decorative pete not only with crafts from the State of Mexico but
or common object, which denotes their origin, the pro- also with national handicrafts (El Financiero en línea,
ductive process and their usefulness. Accordingly, the 2008).
person dedicated to this activity is a craftsman. Because of this reason, the study and measure-
Unfortunately, there is not a national census (or ment of attitudes is relevant to access the important
State) about people who are dedicated to this activity. elements, according to their properties and compo-
And due to this fact, it is complicated to demonstrate nents, the feasibility that certain behaviors may occur
the importance that this sector has for the develop- in the future within the artisanal population and pro-
ment of Mexico. The numbers that are provided by ductions.
institutions and organizations vary between 8.5 mi- In this way, it is convenient to begin by defining
llion (SEDESOL; quoted by the Comisión de Fomento an attitude, which has multiple definitions. However,
Industrial, Comercial y Cooperativismo, 2007) and 10 one of the most known is the one that Allport supports
million of craftsmen in the country (Fondo Nacional (1935; quoted by Worchel, Cooper, Goethals & Olson,
para el Fomento de las Artesanías, quoted by El Finan- 2003), who says that an attitude is a mental state or a
ciero en línea, 2008). neural predisposition, organized by the experience,
Particularly in the State of Mexico, although there which has a directive or dynamic influence on the res-
is no data about the number of artisans, a variety of ponse of the person to all objects and situations with
handicrafts, which are considered as an expression which he or she is involved.
of wisdom and imagination of the Mexiquenses ar- Rodrigues, Assmar & Jablonski (2002) mention
tisans, can be appreciated. Examples of them are the that attitude is a lasting organization of beliefs and
textile work, pottery, ceramics, wood, vegetable fibers, cognitions in general. They are equipped with an af-
glass, wax, etc. The Mexiquenses craftsmen tend to be fective load in favor or against a defined social object.
recognized because of their great sensitivity and crea- Finally, we must summon Worchel et al. (2003) for
tivity (Secretaría de Turismo, 2008). whom an attitude is an evaluative trial (good or bad)
Therefore, handicrafts are part of an important of an object. Thus, an attitude represents the positive or
role within the preservation of the culture of com- negative propensity of the individual towards the atti-
munities and towns. It also means the preservation of tudinal object. Therefore, he says, the attitudes are de-
identity, customs, and traditions. Furthermore, crafts veloped from cognitive, affective, or behavioral infor-
and agricultural work are intimately linked and play an mation. This means that the evaluations of the objects

Psicología Iberoamericana | Validity and reliability of the scale of attitudes... | 67


are based in knowledge and ideas on them (cognitive Many factors make an act relatively involuntary
information), emotional reactions and feelings (emo- (social standards are an example). A second factor
tional information), and the behavioral and previews influencing the congruence between attitudes and be-
answers (behavioral information). havior is the nature of the last one. It is possible that
In this way, attitudes revolve around three compo- certain behaviors are more consistent with the attitudes
nents: cognitive, affective, and behavioral (Rodrígues of individuals than others. Fishbein & Ajzen (quoted
et al., 2002; Worchel et al., 2003). by Worchel et al., 2003) argue that the subjective rules
(such as social pressure) are as independent of the at-
a) Cognitive component titudes as determinants of the behavior. Therefore, if
Within this component, perceptions and beliefs to- standards that affect conduct are very strong, the pro-
ward an object reflect the knowledge a person has babilities that attitudes influence the conduct are very
about that object (Canto, 1994). There are two main low (the influence of the standards will be dominant).
categories of beliefs: the ones that are based on the di- Now, what are the functions of attitudes? Several
rect personal experiences with the object, and the ones authors have speculated about it. The best-known
based in the indirect information obtained from other analysis is that of Katz and Kahn (1988) who identified
people (Worchel et al., 2003). As a consequence, not four possible attitude functions. First, attitudes serve
surprisingly, the attitudes based on the direct experien- to maximize the rewards and minimize punishment,
ces predict in a better way the behavior. Thus, people what he called utilitarian function. These authors
tend to trust more in their own sensations rather than point that attitudes which play an adaptive function
trust information given by others. can serve as a medium to achieve the desired goal, or
to identify the experiences that previously led to the
b) Affective component satisfaction of those goals.
It refers to the emotions and feelings associated with a Second, attitudes help observers to understand
particular object and whether it is experienced as pleas- their environment providing short evaluations of ob-
ant or unpleasant (Zajonc, 1980; quoted by Worchel et jects and groups of objects. According to Katz and
al., 2003) the affective or evaluative responses are more Kaha (1988), this is the function of knowledge.
primitive that those that are related with cognition. In Third, attitudes express sometimes the values and
an evolutionary way, the affective reactions are earlier identity of individuals toward others. Katz and Kaha
or more basic than the cognitive ones. Zajonc states (1988) called this “expressive function of values”.
that basic emotional responses (pleasant or unpleas- Through this function, the individual achieves the ex-
ant) may occur before the individual is aware of the pression of values that he appreciates the most, with
object (before categorization and recognition). confirmation of the most positive aspects of his own
concept. Finally, attitudes can serve to avoid painful
c) Behavioral component truths. These authors called this function “the self de-
This component involves a tendency to react toward fensive role”. Underlying processes enable the indivi-
the objects in a certain way. Canto (1994) indicates that dual to recognize his own deficiencies, which help him
this is the active component of the attitude; in other to preserve the concept that he has of himself. It is also
words, it is the result of the cognitive and affective important to mention that an important advance came
components. Nonetheless, sometimes there is a pro- from the Theory of the Reasoned Action of Fishben
blem between the congruence of the cognitive and the and Ajzen (quoted by Worchel et al., 2003). They ex-
affective components. That is because attitudes do not plained how attitudes are based in cognitive beliefs.
predict the prescribed behavior, because such behavior They argued that, since general attitudes just predict
is not under control of will (Worchel et al., 2003). The general behavior, and specific attitudes predict specific
attitudes (personal preferences) influence in behavior behavior, the measurement of attitudes and behavior
just when the individual chooses whether to perform must be compatible. This discussion about the compa-
the action or not. tibility of the measurement of attitudes and behavior

68 | Psicología Iberoamericana | Adelaida Rojas García • Sonia Rocha Reza • Carolina Serrano Barquín • Gustavo Bárcenas Jaimez
turned out to be crucial for the understanding of the while the second one is the measurement in which a
congruence between attitudes and behavior. scale represents precisely the subject of interest (Hair,
Because of this reason, it is necessary for us to mea- Anderson, Taham & Black, 2004).
sure attitudes in the field of psychology. Then, measure
is, according to a certain group of standards, to assign Methodology
a number to observations. If the phenomenon is the The present paper aimed to obtain the validity and re-
attitude, the process of measurement becomes more liability of the Scale of Attitudes toward the Artisanal
complex since attitudes cannot be directly observed Production which was created for it. This scale was
but need to be inferred from the object of the con- created in order to have an instrument which can
duct (Summers, 1984). In the same way, Ajzen (1989; measure such attitudes. To do this, the present study
quoted by Moreno, 1999) says that an attitude is not was carried out in some communities of the State of
directly observable but is a latent variable which has Mexico, such as Metepec, Antonio la Isla, San Andrés
to be inferred from different responses. It also reflects Cuexcontitlan, Temoaya, Toluca, etc. A total of 150 ap-
a global positive or negative evaluation of the object of plications were done. The participants were craftsmen,
the attitude. both men and women among 20 and 60 years old with
Attitudes, therefore, can be measured asking peo- a predominant schooling of junior high school and just
ple their evaluation of the object. For instance, people one bachelor’s case. Most of them were full time crafts-
can be asked to score their agreement or disagreement men.
about several statements which express evaluations The sample used in each community was of in-
of the objects (Likert, 1932; quoted by Worchel et al., tentional type. In this way, the election of participants
2003). does not depend on the probability that all of them can
In the same way, it is relevant to mention that for be chosen but the decision of a researcher or a group
the present paper the scale to use is the Likert scale. of them (Hernández Sampieri, Fernández-Collado &
This scale is one of the most commonly used to mea- Baptista Lucio, 2003). In this case, in order to obtain a
sure attitudes. It is easy to develop and apply. Moreover, sample from the artisanal population (N= 150) of each
it has a good level of correlation with other scales and community it had to fulfill with the following criteria:
measurement criteria of attitudes (Rodrigues et al.,
2002). • Craftsmen who had their own workroom.
The Likert scale is a series of statements (usually • Craftsmen who made handicrafts from their own
between 20 and 30) which relate to an attitudinal ob- community.
ject, so that half of them are favorable to the attitudinal
object and the other half unfavorable to the object. The The instrument used in this research was the Scale of
convenience of dividing the number of favorable and Attitudes toward the Artisanal Production, which con-
unfavorable statements comes from the need to avoid tains a series of statements in its affective, cognitive,
certain individual tendencies, such as the prevalence of and behavioral components. At first, the scale consis-
agreement over disagreement. Each statement claims ted of 27 reagents that were subdivided into different
five options: totally agree, partially agree, not sure, par- aspects such as elaboration, procedures, sales, etc.
tially in disagreement, and completely disagree. Each Each one has three different answer options: always,
of these options is given a numerical value, from 1 to 5. sometimes, or never. It was based on facilitating the
Who prepares the scale must determine in which way craftsmen answers, and on what Hernandez et al.
(positive or negative) they will attribute the highest (2003) mention about the number of options. In the
values (Rodrigues et al., 2002). same way, according to such authors, it sought a ba-
Nevertheless, when a scale is constructed it is nece- lance between positive and negative reagents.
ssary to put it to under some degree of reliability and This Scale of Attitudes arises from the first stage
validity. The first is related to the degree of consistence of research that was made in 2004: Diagnostic on the
between the different measurements of a variable, Attitudes toward the Artisanal Population and types of

Psicología Iberoamericana | Validity and reliability of the scale of attitudes... | 69


Leadership in the community of Gudalupita, State of • The instrument was applied individually
Mexico (Rojas & Rocha, 2007). From this research, • The information was captured for the elaboration
several questionnaires were made. One of them was of the database through the statistical program
the questionnaire named “Attitudes toward Artisanal SPSS-12
production”, which was the base to construct the ins- • The results were analyzed
trument called “Evaluation of the Attitudes toward • The results were codified
Artisanal production and commercialization”. A fre- • Conclusions were obtained
quency analysis was obtained in a data base from this • Finally, to achieve the validity and reliability of
last instrument, and then it was structured to construct the instrument, a factorial analysis was carried
the instrument, which in the end was judged for the out with a varimax rotation method, and then the
researchers in charge and some experts. Cronbach’s alpha was obtained.
Now, the procedure to obtain the research data
was as follows: Results
Chart 1 Reports the result of the factorial analysis and
• Visits were scheduled to the above-mentioned the Cronbach’s alpha for each reagent, according also
communities to the component of the attitude.
• It was explained to the artisans what the research
was about and the purpose of the instrument

Table 1.1 Factorial Analysis and Cronbach’s Alpha results. Also, the following list presents the variable, the name, and in
parentheses a word with which it was tagged.

COGNITION AFFECTION BEHAVIOR

Factorial Cron-bach’s Factorial Cron-bach’s Factorial Cron-bach’s


Variable Variable Variable
Analysis Alpha Analysis Alpha Analysis Alpha

.82 .67 .62


D1 A1 G3
.87 .78 .77
D4 .83 A3 .51 G4 .57
.87 .58 .61
D5 A4 G5
M= .85 M= .67 M= .66

.76
O1
.75 .71
.74 C1 O2
F1 .80 .87
.79 C2 O3
F4 .74 .71 .78 .67
.70 C3 O4
F7 .84 .80
M= .74 C4 O5 .66
M= .70 .82
O6
M= .77

.99
P1
.99
P2
.73 .99
.82 E1 P3
K2 .76 .99
.73 E3 P4
K4 .77 .86 .85 .99 1.0
.85 E4 P5
K5 .89 .99
M= .80 E5 P6
M= .81 .99
P7
.99
P8
M= .99

70 | Psicología Iberoamericana | Adelaida Rojas García • Sonia Rocha Reza • Carolina Serrano Barquín • Gustavo Bárcenas Jaimez
COGNITION AFFECTION BEHAVIOR

Factorial Cron-bach’s Factorial Cron-bach’s Factorial Cron-bach’s


Variable Variable Variable
Analysis Alpha Analysis Alpha Analysis Alpha

.99
.66 X1
M1 .99
.64 X2
M2 .99
.81 .70 X3 .99
M3 .99
.78 X4
M6 .99
M= .72 X5
M= .99

.84
Q1
.66
Q3
.85 .80
Q4
.76
Q5
M= .77

.62
R2
.73
R4 .49
.80
R5
M= .71

.99
T1
.99
T2 .99
.99
T3
M= .99

.99
V1
.99
V2
.99 .99
V3
.99
V4
M= .99

.99
W1
.99
W2 .99
.99
W3
M=.99

.88
Z1
.91
Z2 .81
.74
Z3
M= .84

Notice: Where each letter means: A. Identification with crafts (Identification). C. Feeling that causes to be a craftsman (Feeling).D.
Crafts function (function). E. Feeling caused by the recognition of handicrafts abroad (Recognition). F. Function of the preserva-
tion of the artisanal traditions (Preservation). G. Characteristics of the production of handicrafts (Features). K. Remuneration of
artisanal products (Remuneration). L. Artisanal production (Production). M. Transmission of craft knowledge (Transmission).
N. Young people facing the artisanal production (Young people). O. Artisan’s children’s opinion about the production of crafts
(Artisan’s children). P. Causes that origin the loss of the artisanal production (Artisanal loss). Q. Foreign products and artisans
(Foreign products). R. Alternatives of promotion to the handicrafts (Promotion alternatives). T. Demand – supply. U. Causes which
do not allow recovery of investment in crafts (Investment). V. Decrease in artisanal production (Reduction). W. Quantity and
quality of artisanal production (Quantity and quality). X. Increase in sales of handicrafts (Increase in sales). Z. Opinion about the
artisans’ organizations (Artisans’ Organization).

Psicología Iberoamericana | Validity and reliability of the scale of attitudes... | 71


The variable Identificación (A), relating to the emo- rations, and that corresponds to the cognitive compo-
tional component and referring to the identification of nent of attitudes. The factorial load of this reagent was
the craftsman towards artisanal production, maintains obtained in four of them which correspond to .66, .64,
three of its reagents with a factorial load of .67, .78, and .81, and .78. On the other hand, Cronbach’s Alpha was
.58 respectively, resulting a Cronbach’s Alpha of .51. of .70
The variable Feeling (C), corresponding to the af- In the variable Young people (N) were maintained
fective component of attitudes, is referred by the feel- its eight reagents. Three of them obtained a factorial
ing which causes the fact of being a craftsman. Four of load of .82, .71, and .82. This variable is about what
its reagents are maintained with a factorial load of .75, Young people think about the artisanal production,
.80, .71, and .84, the Cronbach’s Alpha was of .78 and it is related with the cognitive component.
About the variable Function (D), corresponding to The variable Artisan’s kids (O) correspond to the
the cognitive component, three of its reagents obtained attitude that the artisan’s kids have toward the artisanal
a factorial load of .82, .87, and .87. Respectively, the production. It maintained six reagents. This variable
Cronbach’s Alpha was of .83 is related with the behavioral component. It was ob-
In the variable Recognition (E) four of its five re- tained a factorial load of .76, .71, .87, .67, .80, and .82.
agents were maintained. This variable corresponds to Cronbach’s Alpha was of .66
the affective component and refers to the recognition The variable Artisanal loss (P) maintained its eight
that handicrafts have in different places. The reagents reagents. This variable refers to the Artisanal loss and
have a factorial load of .73, .76, .86, and .89, and a is related with the behavioral component of attitudes.
Cronbach’s Alpha of .85. The factorial load was of .99 for the whole group, and a
The variable Preservation (F) corresponds to the Cronbach’s Alpha of 1.0
cognitive component which describes the reasons to The variable Foreign products (Q) which corres-
preserve the artisanal activity. Three of its reagents ponds to the cognitive component, relates foreign
were maintained with a factorial load of .74, .79, and products in comparison with handicrafts. It maintains
.70, obtaining a Cronbach’s Alpha of .74 four out of eight reagents. It obtained a factorial load
The variable Features (G), corresponding to the of .84, .66, .85, and .76, while Cronbach’s Alpha was .80
behavioral component, describes the characteristics What it refers to the variable Promotion Alternatives
of artisanal production. It kept three out of seven of its (R) that maintained three reagents. This variable is re-
original reagents. These reagents have a factorial load of lated with the cognitive component of attitudes, and is
.62, .77, and .61. It obtained a Cronbach’s Alpha of .57 about the possible alternatives to promote crafts. The
The variable Remuneration (K), which corresponds obtained factorial loads were of .62, .73, and .80, and a
to the cognitive component, maintained six reagents. Cronbach’s Alpha of .49
It refers to the remuneration of the artisanal activity. It The variable Demand-supply (T) maintained three
is worth mentioning that the first three reagents ob- reagents, which are related with the cognitive com-
tained a factorial load of .82, .73, and .85, while the ponent. It is referred to the capacity of satisfying the
rest obtained the factorial load in the second rotation. demand of the artisanal products and shows a facto-
Then, the results are .58, .82, and .68 respectively. For rial load, in the whole group, of .99 with a Cronbach’s
the first group of reagents the Cronbach’s load was of Alpha of .99
.77, and for the second one .22 In the variable Investment (U) obtained a factorial
The variable Production (L), referred directly by load of .99 in the whole group and a Cronbach’s Alpha
the artisanal products and related to the cognitive of .99. This variable is related with the behavioral com-
component, maintained three out of five reagents. Its ponent of attitudes, and it describes the economical
factorial load was of .63, .69, and .68 with a Cronbach’s recovery to artisanal investment.
Alpha of .48. The variable Reduction (V) refers to the reduc-
The variable Transmission (M) is related to the tion of the artisanal production and it is related with
transmission of artisanal knowledge to the new gene- the cognitive component of attitudes. It maintained

72 | Psicología Iberoamericana | Adelaida Rojas García • Sonia Rocha Reza • Carolina Serrano Barquín • Gustavo Bárcenas Jaimez
four reagents which have a factorial load of .99 and a Basically, they gave ambiguous answers to the reagents
Cronbach’s Alpha of .99 related with the affective component of attitudes. As it
For the variable Quantity and Quality (W), we ob- can be observed, they were the reagents with the low-
tained a factorial load of .99, and a Cronbach’s Alpha est factorial load. In this manner, this component is
of .99, too. It is related with the artisan’s opinion about quoted by Worchel (2003) who says that, such affective
the quantity and quality of their products, and it co- responses occur before the individual is aware of the
rresponds to the cognitive component of attitudes. object. Therefore, the responses can be different from
The variable Increase in sales (X) maintained its one individual to other, even though they are in the
five reagents. This variable is related with the beha- same situation.
vioral component, and it describes the convenience of In contrast, the component with the highest fac-
using different ways for the sales. All of their reagents torial load was the cognitive. This is not surprisingly
obtained factorial loads and a Cronbach’s Alpha of .99 because according to Canto (1994), in this component
Finally, the variable Artisans’ organizations (Z) kept the beliefs and perceptions of an object (in this case the
three out of 4 reagents. They obtained a factorial load handicrafts) reflect the knowledge that a person has
of .88, .91, and .74 and a Cronbach’s Alpha of .81. This about that object. In this way, the rank based on direct
variable is related with the behavioral component of personal experiences shows a clear knowledge from
attitudes and it describes the artisans’ opinion about the artisans toward their own activity.
their organizations. In this way, Canto (1994) says that, the behavioral
component is the active component of the attitude,
Discussion and although it had a higher load than the affective
Based on the results of the implementation of the Scale component, it was not similar to the cognitive compo-
of Attitudes towards the Artisanal Production, it can nent. It is because regularly there is a problem between
be said that this is a valid and reliable instrument. the coherence of these components. It can be because
According to Hair et al. (2004), the criteria to select of the artisans’ need to behave in a certain way through
each factor is a factorial load of .45 forward. The facto- the situations they face (such as the competence with
rial loads of .30 are considered in a low level, the ones foreign products).
with .40 are important, and the ones with .50 or higher Therefore, it is important for people their identity
are significant. as artisans and, as a result, the preservation of handi-
For this reason, the factorial loads that were ob- crafts which is part of the local traditions in each com-
tained in the instrument are considered significant be- munity. So this tradition is maintained through the
cause they fluctuated between .50 and .99 it is impor- practice and commercialization of products. Thus, it is
tant to highlight that the ones with the lowest factorial evident that just through reason and action, more than
load were the ones related with the affective compo- through affective mediums, artisans will achieve the
nent. maintenance of the traditions which have permitted
On the other hand, the reliability of the instru- them the livelihood through generations.
ment, as mentioned previously, was obtained through
Cronbach’s Alpha. Hair (2004) mentions that, the low- Conclusion
est limit for the Cronbach’s alpha is of .70 and in some According to the results, the Scale of Attitudes towards
cases of .60. In the present paper it can be observed that the Artisanal Production is a valid and reliable instru-
most of the factors are within this rank. Nonetheless, ment. It was obtained through a factorial analysis and
it is important to mention that four of the factors are Cronbach’s Alpha. From this analysis, were obtained
under .60: factor A with .51, factor G with .57, factor 20 valid reagents out of 27, and from a total of 76 re-
L with .48, and factor R with .49. The reliability and agents.
validity of the Scale of Attitudes toward the Artisanal Furthermore, the behavioral component is the one
Population shows that the people who participated with a higher factorial load which indicates that arti-
in the research tended to give a variety of answers. sans tend to react to situations presented rather than

Psicología Iberoamericana | Validity and reliability of the scale of attitudes... | 73


showing affection. This allows them to continue pre- they face. For this reason, it can be useful in compara-
serving their artisan tradition which in so many cases tive studies with different groups of craftsmen or arti-
also is part of the family livelihood. san communities. So, this instrument is a valid and
In short, this instrument provides aid to know reliable instrument to be applied in populations who
what attitudes artisans take in the different situations have the same criteria of the samples of this research.

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Fecha de recepción: Junio 2010


Fecha de publicación: Diciembre 2010

74 | Psicología Iberoamericana | Adelaida Rojas García • Sonia Rocha Reza • Carolina Serrano Barquín • Gustavo Bárcenas Jaimez
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requerimientos necesarios respecto al texto. después de haber recibido el artículo

1ª CORRECCIÓN a) El autor envía el texto corregido Se espera artículo corregido.

a) El artículo se somete a la revisión de dos miembros del


ARBITRAJE Dos meses
Comité de Arbitraje

2ª CORRECCIÓN a) El autor envía el texto corregido por segunda vez 15 días

a) El editor envía al autor una carta de aceptación, corrección


CARTAS DE ACEPTACIÓN,
CORRECCIÓN O RECHAZO
o rechazo. En caso de que sean necesarias correcciones, se le Un mes
informa al autor para que las lleve a cabo.

RECEPCIÓN DE MANUSCRITOS a) El editor recibe los manuscritos y si es necesario los manda a


CORREGIDOS (2ª CORRECCIÓN)
Un mes
una segunda revisión con el Comité Arbitral

a) Una vez aceptado el artículo para publicación, se le solicitan


ACEPTACIÓN DE PUBLICACIÓN al autor tres cartas de cesión de derechos en original por tripli-
Y CESIÓN DE DERCHOS cado con firma por todos los autores. Un mes.

b) El editor recibe las cartas.

a) Los trabajos aprobados son sometidos a una corrección final


de estilo.
PUBLICACIÓN b) Impresión y producción. Un mes
c) Información por e-mail de la presentación pública y se le
solicita al autor pasar por un ejemplar de cortesía.

El autor recibirá notificación sobre la decisión del Consejo Editorial y en ningún caso se devolverán los manuscritos recibidos. No existirá com-
promiso de publicación.
La presentación de una contribución a dictamen para su publicación será considerada como cesión de los derechos de autor a la revista de
Psicología Iberoamericana.

Instructions to Authors The style, conditions, and above all, the citation within the text
Psicología Iberoamericana, diffusion journal of the Psychology Depart- and reference list of the submissions, are requested to adhere to the
ment at the Universidad Iberoamericana - Mexico City, addresses pro- standards approved by the Consejo Nacional para la Enseñanza e
fessionals, students and researchers in the health area. Is a published Investigación en Psicología de México, mentioned in the American
biannually and it s committed to provide the fortification of research, Psychological Association (APA, 2001/2002). Publication Style Manual
teaching and professional practice of psychology in it’s different ap- of the American Psychological Association (2nd ed., 5th Ed. In English).
proaches, by disseminating the work of scholars, practitioners and Mexico: Manual Moderno.
graduate students, with special emphasis on the Education System Specifically, contributions should include the article title (no more
UIA-ITESO and the Iberoamerican region. than 15 words), an abstract of 120 and 150 words and 5 key words,
The work likely to be published must pertain to any of the editorial chosen based on the American Psychological Association, (2001).
guidelines of the journal: Thesaurus of Psychological Index Terms (9th ed.). Washington, DC,
1. Contrubutions including qualitative or quantitative reaserch, (In both Spanish and English). The text of the manuscript (inclu-
teaching and profesional practice. ding theoretical framework, method, results, discussion, conclusions
2. Critical analysis of methodologies and theories. and references) must be submitted double - spaced (excluding from
3. Reflection on the content and history of psychology and related this format: title, resumen, descriptores, abstract, key words, tables
fields. and/or graphics). The maximum length of the manuscript should be 15
Manuscripts must be unpublished and must not have been published letter-size pages, with uniform margins of 2.5 cm, composed in Word,
or submitted for publication elsewhere before appearance in this jour- Arial font size 11 pts.
nal. The Editorial Board will submit the articles to a peer review, double At the same time, the author or authors, should incluye: full name
blind, at least from two members of the Arbitration Committee. Both without appointment or academic degree, institution of allegiance and/
opinions should be of approval for publication, if contrary, the article or department or faculty membership, mailing address, email, phone
would be submitted to a third reviewer. and/or fax including area code at the bottom of the first page of the
The Editorial Board will submit the articles to a peer review, double document.
blind, at least from two members of the Arbitration Committee, 1 in- It is the author’s responsibility to keep an updated data the edi-
ternal, 1 external, and/or another collaborator, although he is not listed ting process.
in the directory, recommended for his experience in a particular topic. Papers should be emailed to: psicología.iberoamericana@uia.mx.
The Editorial Council will submit a report by double blind pair, of The author will receive notification on the decision of the
at least two members of the Arbitrary Committee, one internal and one Arbitration Board and the manuscripts received will not be returned
external, otherwise a third or external will be submitted to the direc- under any circumstance. There will be no publishing commitment.
tory from the arbitrary committee, by recommendation and experience The diagram that is presented, has the single propose of infor-
with the particular subject. ming about the approximated times and of the different phases of the
process of editing/publication.

PHASES ACTIVITIES TIME


TEXT RECEPTION All the year round
Weekly answers are send of “received”,
1º REVISION OF TEXTS BY THE EDITOR a) The editor will re-send his/her article
after receiving the article

1º CORRECTION a) The author forwards the corrected text One waits for the article corrected

a) The article will be submitted to revision by two members of


ARBITRARY Two Months
the Arbitrary Council

a) The editor sends the author an acceptance letter, correction or


ACCEPTANCE LETTERS, CORRECTED
declination. In case of it corrections being necessary, the author 15 Days
OR DECLINED
is informed so he can make them possible

a) The editor receives the manuscripts, and of being


MANUSCRIPT RECEPTION
necessary he sends them to a second revision with the 1 Month
(2º CORRECTION)
Arbitrary Committee

a) Once accepted the article for publication, its requested that


PUBLISHING ACCEPTANCE AND the author gives three “publication release forms”, original,
1 Month
RELEASE FORM. triplicated with signature by all authors
b) The editor receives the letters

a) The works that have been approved with be submitted to a


final correction of style.
Publication b) Printing and Production. 1 Month
c) Information will be send by email about the public presenta-
tion and a request to the author to come for a free sample.

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