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Fecha: 08/09/2016.
Grupo: 3T1-EO
Las 6R:
Las seis erres: rechazar, reducir, reutilizar, y reciclar materiales, repensar,
recuperar constituyen la clave para intentar solucionar, entre todos, muchos
de los enormes problemas que están dañando nuestro planeta y que nos
pueden llevar a la extinción de la vida como la conocemos ahora.
Sin embargo, la mayoría de los países han comprometido a llevar a cabo estas
seis acciones, sin embargo, hay países que no se han comprometido con estas
acciones, pues su economía está basada en la producción y distribución de
materiales dañinos al medio ambiente, que favorecen la destrucción de los
ecosistemas.
Las administraciones y las empresas ignoran casi siempre las dos primeras
erres (rechazar y reducir), tratan de pasar por alto la tercera (reutilizar) y
fomentan y enfocan fundamentalmente sus empeños y sus campañas en la
cuarta (reciclar).
Pues todos nosotros los seres humanos, que no cumplan las 6R, me incluyo, ya
que no las cumplo todas tenemos un reto por delante de nosotros, este es
aprender que los objetos son solo objetos sin importar de quien venga. Una
taza es una taza, sin importar que nuestras madres nos la hayan regalado. Lo
que importa es que hay alguien que nos quiere y que nos regaló algo. Lo
importante es saber reciclar, solucionar los problemas de la gestión de los
residuos, materiales, artículos, etc. Hoy los residuos de las actividades
humanas han perdido la característica de los materiales que puede ser
reutilizado en otras actividades (Reciclar)
Estas reglas no son difíciles de seguir, nosotros podemos ayudar a este planeta
y si entre nosotros ponemos un poco de cuidado, seguro nos lo agradecerá y
no solo el planeta si no nosotros mismos también porque los recursos estarían
más limpios igual que el medio ambiente, habría más árboles y no habría
mucha contaminación.
La 6 erres para mi es nada más que una práctica que todos deberíamos realizar
y fomentar como habito y cultura en todos los países, no solo aplicada en el
uso del automóvil como miramos en los comerciales de la televisión nacional,
su funcionalidad va más allá y los beneficios al medio ambiente pueden ser
enormes: tan solo en la capital y zona urbana de Nicaragua existen más de
300,000 vehículos que transitan en nuestras calles y esta cifra se incrementa
de manera preocupante cada año.
Para que la gestión de los residuos se haga en modo eficiente, es necesaria una
colaboración estrecha entre consumidores e instituciones. Es importante, por
ende, que las instituciones realicen compañías de sensibilización e
incentivación a la recolección diferenciada de los residuos, sea a través de
descuentos en las tarifas de recolección de residuos como también equipando
las ciudades de puntos para la recolección de materiales reciclables como
vidrio, plástico, aluminio, etc.
Conclusión.
Está claro que rechazar y por tanto dejar de comprar los productos que no nos
sirven para nada o rechazar aquellos productos con demasiado envoltorio o
rechazar las bolsas de plástico en los supermercados es algo que no puede ser
visto con buenos ojos por las empresas que necesitan los envoltorios y los
productos inútiles para seguir manteniéndose.
Reducir, aunque un poco menos fuerte que rechazar, tampoco está bien visto.
Hablar de reducir algo en un sistema que toma como única verdad la del
‘crecimiento a toda costa’ es ir contra el propio fundamento de ese sistema.
Reutilizar se admite siempre que reutilizar algo (por ejemplo convertir una lata
de refresco en una lámpara) conlleve la compra de nuevos materiales, pinturas
o pegamentos que al final producen un gasto mayor que el presunto ahorro
que se quería conseguir. En cambio, reutilizar de verdad, es decir, volver a usar
una y otra vez algo hasta que se rompa o utilizar papel por las dos caras eso no
se admite o no está bien visto.