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Terapia Cognitivo Conductual:

Características, Técnicas y Funcionamiento

La terapia cognitivo conductual es un tratamiento que se focaliza en


modificar los comportamientos y pensamientos que gestionan el problema
psicológico que se quiere intervenir.

Se puede utilizar en niños y adultos y en trastornos como la depresión,


trastornos de ansiedad, trastorno bipolar, trastornos de personalidad,
mejora de habilidades sociales, ataques de pánico, fobia social, trastorno de
estrés postratumático, entre otros.

Terapia Cognitivo Conductual

Se trata de una terapia que se focaliza en el presente y en funcionamiento


actual de la persona, de manera que se trabaja de forma directa sobre el
estado cognitivo y comportamental.

En este artículo conocerás las características de estas terapias, técnicas que


se utilizan, cuáles son sus beneficios, y qué tipo de problemáticas puede
tratar este tipo de intervención.

Índice [Ocultar]

1 Características de la terapia cognitivo conductual


1.1 Se centra en la persona
1.2 Deriva de la psicología cognitiva y conductual
2 ¿Cómo funciona?
3 ¿Qué sucede durante la terapia?
4 ¿Qué procedimiento se sigue?
4.1 Evaluación psicológica
4.2 Intervención terapéutica
4.3 Seguimiento
5 Técnicas de la terapia cognitivo-conductual
5.1 Técnicas operantes
5.2 Técnicas de exposición
5.3 Relajación y desensibilización sistemática
5.4 Técnicas de habilidades sociales y de afrontamiento
5.5 Técnicas cognitivas
6 Ventajas
7 Referencias
Características de la terapia cognitivo conductual

Si alguna vez has ido al psicólogo, o conoces a alguien que haya ido,
probablemente hayas oído hablar sobre la terapia cognitivo conductual
(TCC), pero quizá todavía no sabes con exactitud de qué se trata.

Pues bien, es un tipo de intervención psicológica, la cual cuenta con mucha


evidencia científica, y que se ha convertido en los últimos años en una de
las más utilizadas en el ámbito de la psicología.

Se centra en la persona

Terapia Narrativa

Su objetivo es nutrir al individuo de las habilidades necesarias para superar


sus dificultades psicológicas. Así pues, la Terapia cognitivo conductual se
centra en el sujeto, sus características y sus habilidades, y se distancia de las
terapias psicodinámicas que se focalizan en los pensamientos
inconscientes.

Deriva de la psicología cognitiva y conductual

Tal y como su nombre indica, surge como derivado natural de los hallazgos
de la psicología cognitiva, y la psicología conductual.

La psicología conductual fue de previa aparición a la TCC. No obstante, la


superficialidad de la que se tachó a esta escuela, ya que se centraban
únicamente en el comportamiento, omitiendo por completo la cognición y
el pensamiento, puso de manifiesto la necesidad de incorporar otros
aspectos para aplicar en la psicoterapia.

Es en ese momento cuando surge la psicología cognitiva, centrándose en


estudiar los pensamientos y la cognición humana. Tras el surgimiento de
esta escuela psicológica, muy pronto los investigadores clínicos vieron la
aplicabilidad de estos principios a la psicoterapia.

Así pues, a través de la conjunción de estas dos escuelas psicológicas nació


la terapia cognitivo conductual, la cual adoptó como puntos de intervención
la cognición y el comportamiento humano:

Se adopta de la terapia conductista el método científico y las evidencias


verificables a través del comportamiento, concediendo un intachable valor
terapéutico de la modificación del comportamiento en los problemas
psicológicos.
Se reconoce el valor del pensamiento y la cognición como fuente principal
de las alteraciones psicológicas y se convierte en el área básica de
intervención.
Se pone de manifiesto la importancia de la relación entre el pensamiento y
el comportamiento para explicar el funcionamiento humano y la salud
mental.

¿Cómo funciona?
Hemos dicho que la TCC se centra en la cognición y el comportamiento
humano, ahora bien, ¿cómo funciona esto exactamente? Según la terapia
racional de Ellis, el funcionamiento se puede dividir en tres partes: A, B y C.

A: Hace referencia a la situación o estímulo providente del mundo exterior


con el que se ve involucrado el individuo.
B: Se trata del pensamiento/pensamientos que presenta el individuo sobre
la situación ambiental (sobre A).
C: Explica las consecuencias provocadas por el pensamiento. Estas
consecuencias incluyen tanto las respuestas emocionales (y sentimientos)
como las conductuales.
Según este modelo de TCC, las 3 partes (A, B y C), están en constante
retroalimentación. La situación (A) produce el pensamiento (B) y el
pensamiento (B) produce unos comportamientos y unas emociones
determinadas (C). Al mismo tiempo, las emociones y comportamientos (C)
retroalimentan el pensamiento (B), haciéndolo más fuerte.

¿No te ha quedado suficientemente claro? ¡Pues veamos un ejemplo!

A: En la empresa hacen una reducción de plantilla y me dan la carta de


despido
B: Pienso que es un contratiempo importante, se me ha complicado la vida,
estoy preocupado, etc.
C: Siento disgusto, decepción y nerviosismo. Me quedo en casa abatido.
En este caso, el despido (A), ha producido mis pensamientos de
preocupación (B), los cuales han causado unas emociones y conductas de
disgusto y abatimiento (C). Al mismo tiempo, el hecho de estar abatido y
disgustado en casa (C), aumentan los pensamientos de preocupación (B). Al
tener un mayor número de pensamientos (B), cambiar la situación C se va
complicando.

Según los principios de la terapia cognitivo conductual, el objetivo de


tratamiento sería:

Por un lado el pensamiento: si realizo intervenciones capaces de reemplazar


los pensamientos actuales por otros más optimistas como por ejemplo:
“puedo buscar otro trabajo mejor o ahora tendré más tiempo para mi
familia”, las emociones y comportamientos también se modificarán: estaré
más motivado y optimista, buscaré trabajo y estaré activo.

Por otro lado el comportamiento: si a pesar de estar preocupado y abatido,


consigo cambiar mi conducta, estar más activo, buscar trabajo, realizar
actividades que me aporten satisfacción, etc. Mis pensamientos negativos
disminuirán, y tendré una mayor capacidad para cambiar mi estado de
humor y seguir haciendo esas conductas que me benefician.
¿Qué sucede durante la terapia?

tratar la ansiedad de manera natural

Al iniciar la terapia, te preguntarán acerca de tus antecedentes y tu estado


actual. El terapeuta trabajará conjuntamente contigo para identificar tus
áreas problemáticas, y entre los dos acordaréis cuáles trabajar.

El terapeuta, intentará identificar la forma en la que piensas, te comportas


y como generas tus emociones y sentimientos.

Posteriormente te administrará una serie de técnicas psicológicas para que


seas capaz de identificar por ti mismo tu forma de pensar y comportarte, y
te aportará conocimientos y herramientas para mejorar esas áreas en las
que tengas mayores dificultades.

Probablemente el terapeuta te pida que realices diarios o autorregistros


para examinar tu funcionamiento fuera de consulta, así como tareas para
casa.

¿Qué procedimiento se sigue?

La terapia cognitivo conductual consta de 3 grandes etapas.

Evaluación psicológica

Esta primera etapa tiene como objetivo principal conocer al paciente en su


globalidad. Indagar sobre la personalidad del individuo, sus habilidades y
destrezas, y los problemas o dificultades psicológicas que pueda presentar.

¡Pero ojo! Esta primera fase no es una simple evaluación psicológica donde
el terapeuta te proporciona unos tests para que los vayas rellenando… El
objetivo de esta primera evaluación es mucho más que eso. El propósito es
comenzar la relación profesional que os acompañará durante el resto de la
intervención.
Así pues, esta fase de la intervención es probablemente la más importante
de todas, ya que es en la que se forja la alianza terapéutica entre el
profesional y el paciente, se recoge información acerca de este último y el
problema psicológico subyacente, y se acuerdan los objetivos terapéuticos.

Intervención terapéutica

La segunda fase de la terapia es la más larga, y consiste en la intervención


psicológica en sí misma.

Es en esta fase, cuando terapeuta y paciente ya han establecido una


adecuada relación terapéutica basada en la confianza y el compromiso,
cuando se empiezan a aplicar las técnicas psicológicas dirigidas a lograr los
objetivos y los cambios previamente acordados.

Seguimiento

Esta etapa se inicia cuando el sujeto ha alcanzado un estado de mejoría


significativo, y ya no requiere de la terapia para realizar los cambios que
hasta la fecha había ido realizando en la consulta. La frecuencia de la
sesiones se va espaciando, y el objetivo es mantener las mejorías y evitar
las recaídas.

Técnicas de la terapia cognitivo-conductual


La terapia cognitivo conductual contiene una gran cantidad de técnicas, las
cuales se utilizan en función de la problemática que se quiera resolver.
Veamos las más utilizadas:

Técnicas operantes
Son técnicas que tienen como objetivo la modificación de la conducta.
Consisten en una proporcionar estímulos de una forma ordenada al
paciente, con el objetivo de que esos estímulos faciliten la modificación de
la conducta problemática.
Técnicas operantes para el incremento y el mantenimiento de conductas.
Técnicas operantes para la adquisición de nuevas conductas.
Técnicas operantes para la reducción o eliminación de conductas.
Técnicas de exposición

Consisten en aproximar (exponer) al sujeto de forma sistemática y adaptada


a esos estímulos que teme y que le generan ansiedad, para que de este
modo, pueda ir afrontando y superando sus miedos.

Exposición en vivo.
Exposición en imaginación.
Exposición simbólica.
Relajación y desensibilización sistemática

Son procedimientos que ayudan al individuo a reducir su tensión física y/o


mental, reducir el estrés y la ansiedad, y encontrar un estado de calma.

Relajación progresiva.
Relajación autógena.
Técnicas de respiración.
Aquí puedes ver más técnicas de relajación.

Técnicas de habilidades sociales y de afrontamiento

Las habilidades sociales son comportamientos aprendidos que pueden


modificarse y mejorarse a través de técnicas de aprendizaje como las
siguientes:

Entrenamiento en autoinstrucciones.
Inoculación de estrés.
Resolución de problemas.
Técnicas cognitivas
Estas técnicas pretenden modificar el pensamiento y las interpretaciones
que se realizan de los sucesos que puedan provocar malestar y/o conductas
perjudiciales.

Reestructuración cognitiva.
Detención del pensamiento.
Distracción
Ventajas

Tiene base científica

Quizá haya gente que no da mucha importancia a las evidencias científicas


cuando acude a un psicólogo, ya que se piensa que los beneficios de la
psicoterapia están en el terapeuta que en la terapia en sí misma.

¿Pero qué pensarías si para tratarte un cáncer te propusieran un tipo de


intervención con nula evidencia científica?

Pues en la psicología pasa lo mismo. Por muy bueno que sea un terapeuta,
si no utiliza métodos que hayan contrastado su eficacia, probablemente no
te pueda ofrecer la mejor intervención para tu problema.

Así pues, con la TCC tendrás este punto a favor, ya que en todos los estudios
realizados, se ha demostrado su potencial terapéutico para una gran
diversidad de problemas.

Es eficaz para problemas serios

Como hemos dicho, la terapia cognitivo conductual tiene una amplia


evidencia científica, y además la tiene para trastornos mentales graves, no
solo para problemas psicológicos simples.

Así pues, trastornos como la depresión mayor, el trastorno por estrés post
traumático, los ataques de pánico, la fobia social o el abuso de sustancias,
entre muchos otros, pueden ser tratados de forma eficaz con la terapia
cognitivo conductual.

Examina los orígenes de los problemas

A diferencia del psicoanálisis u otras intervenciones psicológicas, la TCC no


basa sus sesiones en hablar del pasado, de la infancia o posibles traumas
con los progenitores.

No obstante, esta terapia enfatiza en el modelo de la formación de los


esquemas mentales durante la infancia y la adolescencia. Se intenta deducir
como se han creado tus esquemas mentales actuales, tus creencias y tus
pensamientos, y que técnicas serán más eficaces en la actualidad para que
los modifiques.

Así pues, aunque la TCC se centre en el presente y no en el pasado, no deja


de lado los orígenes de los problemas, y trata de examinarlos que sean útiles
para extraer conclusiones acerca del tratamiento actual.

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