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Educación para la ciudadanía

Formación ciudadana:
¡utopía posible!

Resumen
Formación ciudadana: ¡utopía posible!
Alberto León Gutiérrez Tamayo*
María Raquel Pulgarín Silva** La formación ciudadana no sólo es un anhelo, sino una necesidad para construir y
consolidar el proyecto democrático latinoamericano. Esta democracia requiere de ciu-
dadanos renovados, esto es, democráticos, participativos, sociales, políticos, activos
y críticos, dispuestos a ejercer una nueva ciudadanía, más allá de la clásica. Y es ahí
donde los estudios del territorio, desde el proceso docente, se convierten en una opor-
tunidad de formar en, para y sobre ciudadanía, lo cual incluye la instrucción, el
desarrollo y la educación en contexto. Una formación ciudadana, intencionada y
guiada desde la teoría de los procesos conscientes, a fin de gestar el ciudadano terri-
torial, capaz de ejercer la ciudadanía y aspirar a construir la democracia territorial.

Abstract
Education for citizenship: ¡A possible utopia!

Citizenship education is not just an aspiration, it is a need to build and consolidate


the Latin-American democratic project. This democracy requires renewed citizens,
it is, democratic, participative, social, political, active, and critical citizens, willing
to practice a new citizenship, beyond the classic one. That is why territorial studies,
from the teaching point of view, become an opportunity to educate in, for and on
citizenship, a task that includes instruction, development, and education in context.
Education for citizenship must be intended to and guided from the theory of conscious
processes, in order to promote territorial citizens, able to practice their citizenship
and willing to build territorial democracy.

Résumé
Formation civique: une utopie possible!

La formation civique n'est qu'un désir mais une nécessité de construire et consolider
le projet démocratique Latino-américain. Cette démocratie exige de citoyens rénovés,
c'est-à-dire, démocratiques, participatifs, sociaux, politiques, actifs et critiques,
__________________________________________________ préparés à exercer une nouvelle citoyenneté au-delà du modèle classique. Et c'est là
où les études du territoire depuis le processus pédagogique deviennent une occasion
* Profesor Universidad de Antioquia.
Trabajador social y magíster en Estu- de former en, pour et à propos de la citoyenneté, ce qui inclut l'instruction, le déve-
dios urbanos regionales. Estudiante loppement et l'éducation en contexte. Une formation civique, délibérée et guidée
del Doctorado en Educación, línea depuis la théorie des processus conscients afin de concevoir le citoyen territorial,
“Formación ciudadana”, Facultad de capable d'exercer la citoyenneté et aspirer à construire la démocratie territoriale.
Educación, Universidad de Antioquia.
E-mail: algt57@gmail.com
** Profesora Titular Universidad de An- Palabras clave
tioquia. Tutora del Doctorado en Edu-
cación, línea “Formación ciudadana”, Democracia, ciudadanía, ciudadano territorial, territorio, formación ciudadana
Facultad de Educación, Universidad
Democracy, citizenship, territorial citizen, territory, education for citizenship
de Antioquia. Doctora en Ciencias Pe-
dagógicas, Universidad Pinar del Río,
Démocratie, citoyenneté, citoyen territorial, territoire, formation civique
Cuba.
E-mail: raquel.udea@gmail.com

Revista Educación y Pedagogía, vol. 21, núm. 53, enero-abril, 2009 33


Introducción

E n el escenario de las dinámicas contextuales actua-


les, promovidas por múltiples actores en diversas
escalas territoriales, asociadas con aspectos de tipo
social, económico, político, cultural, ambiental, tecnológico y
espacial, emerge la democracia como posibilidad para alcan-
zar mejores niveles de calidad de vida y de bienestar general.
Construirla, fortalecerla y consolidarla no es hoy tarea fácil,
aunque se ha convertido, en América Latina, en una alternati-
va posible (Gallardo, 2007).

La democracia requiere, para su construcción, de ciudadanos


democráticos, participativos, sociales, políticos, activos y
críticos.

— Democráticos, dado que la fortaleza y la estabilidad de la


democracia (Kymlicka y Wayne, 1997) dependen, en parte,
de cualidades y actitudes de sus ciudadanos: bien infor-
mados, con sentimiento de identidad, capacidad de tole-
rar, de trabajar con personas diferentes y sensibles ante la
dinámica social.
— Participativos, porque están
[...] unidos a lo que ocurre; sus resultados constitu-
yen una diferencia para él [el ciudadano]. Su fortuna
está más o menos puesta en juego en las consecuen-
cias de los sucesos. Por tanto hace todo lo que puede
para influir en la dirección que tomen los aconteci-
mientos presentes (Dewey, 1971: 112);
y son los llamados a superar la “ciudadanía-como-condi-
ción-legal, es decir, la plena pertenencia a una comunidad
política particular, y la ciudadanía-como-actividad-desea-
ble”, según la cual “la extensión y calidad de mi propia ciu-
dadanía depende de mi participación en aquella comuni-
dad” (Kymlicka y Wayne, 1997: 6).
— Sociales, ciudadanos comprometidos con el respeto a los
derechos sociales y con la superación del conflicto desata-
do por la mutua influencia entre ciudadanía y clase social
(Marshall y Bottomore, 1998), en tanto la calidad de vida
social se constituye en condición favorable para el ejercicio

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de la ciudadanía y, al tiempo, en su princi- Estos ciudadanos no nacen; se forman (San-


pal y más relevante objetivo, dado que, por tos, 1998; Cortina, 1998; Espínola, 2005; Naran-
un lado, la “fortaleza del vínculo social jo, 2006). Estructurar la formación ciudadana
contribuye a una mayor participación ciu- capaz de tejer este sueño demanda, del siste-
dadana” y, por otro, existen experiencias ma educativo, proponérselo e intencionarlo co-
documentadas para “suponer que ‘ser mo imagen objetivo, es decir, como proceso
ciudadano’ no se refiere tan solo a la polí- consciente, mediante el fortalecimiento de los
tica institucional, sino progresivamente a conocimientos que brinda la instrucción, las ha-
la vida social” (Lechner, 2000: 25). bilidades y las competencias que otorga el
desarrollo del ciudadano, los valores y las acti-
— Políticos, vinculados a los derechos políti-
tudes propios de la educación, en contexto e
cos y al deber ser democrático, la norma,
intencionada conforme el proyecto político
la legalidad, los deberes y derechos, la li- vigente.
bertad, la igualdad (Marshall, T. H. y T. Bo-
ttomore, 1998), la justicia (Rawls, 1979; De lo anterior surge la tríada en que se sopor-
Habermas, 1987) y la creencia plural, en ta la presente reflexión: procesos de formación
suma, coincidiendo con Sartori (2003: 91), ciudadana, ciudadanía y territorio, como concep-
poseedores de una cultura política homo- ciones y categorías de estudio que, integrados,
génea, heterogénea o fragmentada, de alientan el anhelo democrático latinoamerica-
acuerdo con el grado en que se comparten no. Sus nexos dan lugar a la concepción reno-
los sistemas de creencias y valores que le vada planteada: la interdependencia entre
fundamentan. ciudadanía y territorio como estrategia peda-
— Activos, porque les interesa menos la polí- gógica que alimenta los procesos de formación
tica institucional que el desarrollo de la ciudadana, mediante los cuales se procura ges-
sociedad motivado por la convivencia social, tar ciudadanos, crear ciudadanía y fomentar
es decir, son más atentos a la vida social que democracia en el territorio, es decir, ciudada-
al sistema político, sin que ello signifique nos territoriales, en ejercicio de su ciudadanía
una despolitización, sino una “ciudadani- territorializada, debidamente instrumentados,
zación de la política” en tanto los ciudada- apropiados y dispuestos para sentir, habitar y
nos activos “participan activamente en los emprender la acción transformadora de su rea-
asuntos de la comunidad […] se sienten lidad socio territorial, en busca de construir
responsables por el rumbo que tome el democracia.
país” (Lechner, 2000: 31).
— Críticos (Magendzo, 1996; Freire, 2005a), en El contexto: escenario de actuación
tanto poseen la capacidad crítica propia de
la reflexividad asociada a la praxis que les Procesos de formación ciudadana, ciudadanía,
hace ser más conscientes del propósito de la territorio y sus interrelaciones, requieren ubi-
existencia: “conquistarse, hacerse más uno carse en el tiempo y en el espacio: característi-
mismo, y conquistar el mundo, hacerlo más cas propias de la época histórica en la que ocu-
humano” (Freire, 2005b: 19) y, al tiempo, rren su identificación y concepción ideológica
procurar ser más humanos. y, a la vez, dibujar el escenario social, eco-
nómico, político, cultural, ambiental, tecnoló-
Consecuentemente, son ciudadanos con capa- gico y espacial que les enmarca.
cidad para transformar la realidad cotidiana,
arraigados dinámica y críticamente al territo- Unidas a la revolución científica y tecnológica
rio donde habitan y luchan por materializar actual; a la creciente descentralización del Es-
sus sueños. tado; a la internacionalización económica que

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hace del mundo un mercado en permanente el cual termina siendo el gran mediador entre
disputa entre global y local, y a la tendencia el mundo y la sociedad nacional y local, ya que,
del desarrollo sostenible, aparecen en la actua- en su funcionalización, el “mundo” necesita
lidad dos tendencias más para interpretar y de una mediación de los lugares, según las
orientar la realidad: democratización de las potencialidades de estos, para usos específi-
relaciones entre sociedad civil y Estado —como cos. El lugar ofrece al movimiento del mundo
forma de gobierno— y creciente demanda de la posibilidad de su realización más eficaz; lo
la población por ocupar más espacios de par- cual implica que el mundo, para hacerse espa-
ticipación real en la toma de decisiones sobre cio, depende de las potencialidades del lugar.
los aspectos de incumbencia cotidiana (Wolfe,
1991). Es éste el escenario de la globalización: Se evidencia así la relación de interdependen-
fenómeno contemporáneo, mas no por ello cia entre global y local, escenario actual de la
actual, dado que tiene (CEPAL, 2000) raíces ciudadanía, del territorio y de la formación ciu-
profundas que han marcado el devenir histó- dadana, dado que, podría decirse, el contexto
rico de la humanidad (Boisier, 2001) y que está global es el sistema mayor, de escala amplia,
demandando incrementos en la justicia: incluso virtual, en el que ocurren diferentes
fenómenos sociales, culturales, políticos, eco-
[...] los países ricos no pueden ignorar nómicos, tecnológicos, espaciales y ambienta-
la exigencia imperiosa de una solida- les que impactan todo el planeta, y es aquí
ridad internacional activa para garan- donde emerge la escala geográfica de lo local,
tizar el futuro común mediante el esta- recibiendo pero también creando y recrean-
blecimiento progresivo de un mundo do, en sus dinámicas cotidianas, tales fenóme-
más justo, [así como la convicción de nos globales e impactando el sistema mayor.
que] el triunfo de la lógica económica
implacable basada en la ley del más Estas tendencias, derivadas de la condición
fuerte y sometida a las exigencias de glo-cal en ámbitos “socio-cultural, político, eco-
un neoliberalismo sin alma, nos obli- nómico, tecnológico, ambiental y espacial”
ga a sacudir nuestra conciencia, a des- (Sánchez, 2005: 41-65), advierten sobre las nue-
velar nuestra ética frente a la cuestión vas exigencias, posibilidades y desafíos que el
social primordial que plantea el au- contexto plantea a la ciudadanía, al territorio
mento de las desigualdades en el mun- y a la formación ciudadana, aportándoles pau-
do (Delors, 1996: 189). tas para lograr una visión más comprehensiva
de las dinámicas que acontecen en la actualidad
Entendida la globalización como proceso his- y motivando la búsqueda de alternativas de
acción plausibles que permitan la transforma-
tórico que penetra y reformula todos los ám-
ción progresiva de la sociedad. Afrontar esta
bitos de la sociedad y que tiene implicaciones
realidad en la perspectiva de alcanzar mejor
de gran relevancia en la época contemporá-
calidad de vida y mayores niveles de bienestar ge-
nea, incitando otras maneras de intervenir e neral demanda a la educación hoy, como op-
investigar la realidad, habrá que mencionar su ción posible, la consolidación, la ampliación y
ineludible relación con lo local. la profundización de la democracia; el respeto
por lo público, particularmente, por la función
Existen diferencias entre el orden global y lo- pública encomendada a la estructura guber-
cal (Santos, 2000); ambos constituyen dos si- namental del Estado; asumir la corresponsabi-
tuaciones generalmente opuestas, aunque, en lidad social que involucra a la empresa privada,
cada una, se verifiquen aspectos de la otra. las organizaciones sociales y comunitarias, a las
En realidad, cada lugar, al mismo tiempo, es organizaciones no gubernamentales y a la aca-
objeto de una razón global y de una razón lo- demia; formar y ejercer la ciudadanía; y, como
cal, que conviven dialécticamente. El orden mínimo, gestar ciudadanos en el amplio sen-
global-local sugiere un énfasis en el territorio, tido de la palabra.

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Educación para la ciudadanía

Ser ciudadano y ejercer la ciudadanía en el sultado de alguna manera fallidos. Un debate


escenario contextual recreado requiere ser par- latente al respecto, el clásico de la democracia,
tícipe de los asuntos y los escenarios de la consiste en diferenciar la democracia del con-
democracia; aprender, incorporar y practicar trato social y la democracia liberal o moderna;
valores democráticos; adoptar, implementar e la representación y la participación; como tal
innovar modos de vida, costumbres, maneras es considerado de vieja data y remite a la di-
de ser y mitos democráticos; conocer, comprender námica y al quehacer de la democracia, es de-
y asumir posiciones críticas frente al estable- cir, al gobierno del pueblo (Sartori, 2003). La
cimiento construido; velar por el cumplimien- forma como manda el pueblo es diferente, se-
to de la función pública asignada a la estructura gún la concepción de democracia que posea,
gubernamental del Estado y complementarla, lo cual evidencia que la democracia está en
sin competir con ella, mediante el ejercicio de construcción; además de soñarla, de anhelar-
la responsabilidad social. Es decir, no basta con la, ¡podemos y debemos construirla!
ser ciudadano clásico o mestizo; se requiere,
adicionalmente, promover, innovar, preservar La democracia directa no es posible hoy, como
y transmitir una auténtica cultura democráti- tampoco existe el ciudadano integral. No es
ca, soportada en ciudadanos activos, sociales, posible la democracia si no existe una ciuda-
políticos, críticos y democráticos, dispuestos al danía individual y colectiva actuando perma-
ejercicio de una ciudadanía más allá del civis- nentemente, lo que, a la vez, demuestra que
mo, patriotismo, buenos modales, valores y el sujeto de la democracia es el ciudadano par-
principios sociales: un ciudadano, una ciuda- ticipante. A pesar de la necesidad de partici-
danía, una democracia útil para la vida, para pación de un ciudadano actuante, existe gran
incrementar la calidad de vida y los niveles de preocupación por la poca participación (Kym-
bienestar general. licka y Wayne, 1997). La obligación del ciuda-
dano democrático, participativo, social, político,
activo y crítico es participar en la construcción
La democracia: proyecto en construcción del Estado, en el fortalecimiento de la socie-
dad civil y en el ejercicio activo de la ciudada-
La democracia ha tenido siempre una clara y nía, para edificar, fortalecer y mantener el
definida base territorial; su espacio de referen- anhelo democrático (Magendzo, 2004). Sin
cia era la ciudad-estado, la polis. A ésta perte- ciudadanía, la democracia no es posible (Gi-
necían todos los ciudadanos que vivían en ella meno, 2005); sin ciudadanos, la ciudadanía
y, por tanto, eran sujetos de derechos y debe- tampoco lo será. Se requiere de ciudadanos
res políticos; estaban obligados a participar en ejerciendo su ciudadanía para construir y
la formación del gobierno y de la toma de las afianzar el sueño democrático como proyecto
decisiones al respecto. Los ciudadanos tenían político de gobierno posible, soporte de me-
igualdad ante la ley y todos eran iguales en jores condiciones de vida y mayor bienestar
derechos y deberes políticos. Por ello, dicha general.
democracia antigua se consideraba basada en
la igualdad social de los ciudadanos, es decir, En este marco cobra mayor fuerza, al menos
de los miembros de la polis; en la igualdad en Latinoamérica, en sintonía con el Progra-
política y social del Demos y en el ejercicio di- ma de las Naciones Unidas para el Desarrollo
recto del poder por parte de éste. —PNUD— (2004), el reto de construir y desa-
rrollar la democracia; de hacerla más congruente
Esta tradición democrática mantiene aún hoy con la economía. Para el efecto, enfrentamos,
continuidad teórica, a pesar de que los ensa- como desafío, pasar de una democracia de
yos llevados a cabo para implementarla, en electores a una democracia de ciudadanos; hacer
diversos períodos de la humanidad, han re- posible que la democracia afronte los incre-

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Formación ciudadana: ¡utopía posible!

mentos en la pobreza y la desigualdad latinoa- Para el caso del ciudadano territorial, no se alu-
mericana; documentar y realizar balances en- de sólo al cívico, ni al buen ciudadano: aquel
tre reformas implementadas y realidades que posee un conjunto de conocimientos y
transformadas; comprometer a los organismos actitudes que le permiten cumplir con los de-
internacionales de cooperación en la promo- rechos y las obligaciones establecidos, y ejer-
ción de la democracia; continuar explorando cer prácticas que propicien la relación consigo
los avances, los retos y las dificultades que mismo y con el otro. No se trata simplemente
enfrenta el desarrollo de la democracia. del que participa en la política y en los fenó-
Adicionalmente, es preciso completar los de- menos sociales, que ama la patria, practica la
bates y los fundamentos teóricos para consoli- cortesía, fomenta el conocimiento de la histo-
dar el ideal democrático; asumir el déficit ria, conoce y aplica las reglas de interacción
de la sociedad como déficit de la democracia; social, otorga importancia al Estado; reconoce
concebir los ciudadanos como fuente y justi- y respeta al ser humano, la familia y exalta
ficación de la autoridad del Estado democráti- valores altruistas. No es solamente el virtuo-
co, es decir, como sujetos de la democracia. so, creyente en el interés colectivo, en la soli-
Vivir la ciudadanía va más allá de los derechos daridad, en el bien de todos, con juicios con-
civiles, políticos y sociales. cretos e innovadores, apostándole a un orden
social, público y moral.

El ciudadano territorial Se refiere al ciudadano que se forma (Santos,


1998), dado que no todas las personas son ciu-
Se podría hablar de varios enfoques políticos dadanas. Por el hecho de nacer, de ingresar a
clásicos de ciudadano: republicano, liberal y la sociedad humana, en un determinado con-
comunitario (Bobbio, 1987; Ovejero, 1993; Pa- texto, particularmente el democrático, los in-
pacchini, 1997; Kymlicka y Wayne, 1997; Cor- dividuos tienen derechos inalienables y, por
tina, 1998; Gallardo, 2007); de otro aplicable al tanto, les deben ser provistos. Nacer y vivir en
caso colombiano: mestizo (Uribe, 1998); y de un momento dado, en un lugar determinado,
uno más integral, contemporáneo y adecua- implica asumir, con los demás individuos, una
herencia moral portadora de prerrogativas y
do al reto de construir la democracia real, an-
de deberes. Prerrogativas, como el derecho a
helada en el escenario contextual descrito:
una vivienda que le proteja de la lluvia, del
el ciudadano territorial.
calor y del frío; derecho a la alimentación; dere-
cho a la educación; derecho a la salud; derecho
La alusión al ciudadano republicano tiene
al trabajo, a la justicia y a la libertad; es decir,
como principio la exaltación del ciudadano derecho a una vida, a una existencia digna, en
virtuoso; el individuo tiene que participar en marcos preestablecidos. Ello no hace al indivi-
la hechura de las políticas públicas. La relativa duo ciudadano; le hace un individuo de dere-
al ciudadano liberal plantea que éste es egoís- chos; le hace parte de una sociedad humana
ta, consumidor, paga impuestos y vota por la que, si se trata de una sociedad democrática,
Ley y la política que más le convenga. La per- le debe asegurar su libertad de ser, hacer y
cepción propia del ciudadano comunitario lo pensar; al tiempo, le demanda y requiere el
destaca como aquel que se identifica con un cumplimiento de los deberes que le son pro-
grupo, antes que con la totalidad social. La de pios. Entre la realización plena del individuo
ciudadano mestizo reconoce la necesidad de com- y el alcance de la categoría de ciudadano se en-
binarlas sinérgicamente en el contexto co- cuentran las organizaciones, de todo tipo, que
lombiano, en virtud a que, en esencia, ningu- estructuran la vida social en la sociedad consi-
na de ellas refleja, por sí sola, al ciudadano de derada, en un momento y un lugar deter-
la realidad nacional. minados.

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Es a través de la relación con otros de manera cial que la vida demanda (Santos, 1998). Es allí
organizada, en sus prácticas sociales, así las donde puede o no ser efectivamente ciudada-
cosas, que puede adquirirse la categoría de ciu- no; donde se concreta la práctica de su ciu-
dadano territorial. Se trata de un ciudadano dadanía; donde es posible la construcción
poseedor de características diversas; producto democrática anhelada; donde podrá o no con-
de una combinación integral de las concepcio- tribuir, individual y colectivamente, a mejorar
nes clásicas y renovadas vigentes; un ciuda- los niveles de bienestar general, siendo, como
dano alternativo, quizá más contemporáneo, un todo, producto del territorio, desde el te-
al estar enmarcado por el contexto descrito: el rritorio y para el territorio, bajo la sombra y a
ciudadano territorial que, por serlo precisa- propósito de las tendencias contextuales. Este
mente, está en condiciones de conjugar su ciudadano requiere del lugar, del espacio geo-
papel democrático, participativo, social, polí- gráfico semantizado para actuar como tal; el
tico, activo y crítico que se le ha endilgado; ejercicio de su ciudadanía también tendrá cla-
capaz de ejercer la ciudadanía requerida para ra referencia territorial; en consecuencia, igual
construir el anhelo democrático. acontecerá con la democracia.

Es un ciudadano resultado de la combinación


entre categoría y actividad, dado que, como Una ciudadanía renovada
tal, conocedor y en posesión de instrumentos
para la acción, dispuesto a la transformación La comprensión y la aprehensión del concep-
del territorio ejerciendo la ciudadanía median- to de ciudadanía —soporte de la democracia—
te las diversas territorialidades, no es sólo un no sólo se hace indispensable para superar la
estatus, una condición básica, normativa y ju- separación legal y actitudinal entre ciudada-
rídica (Magendzo, 2004); es, a la vez, una praxis nos y no ciudadanos, proponiendo una con-
que subvierte el orden injusto e inequitativo cepción que los integra y les permite dialogar;
establecido, una manera de vivir en medio de las lo exige también la necesidad de concebir el
diferencias y la diversidad, una forma de Estado de manera integral y, a la vez, la ciuda-
actuar individual y colectivamente en marcos danía en contexto, como producto de la expe-
éticos, para transformar de modo positivo la riencia, la formación y la interacción entre in-
realidad. Se trata del ciudadano que seman- dividuos, familias, grupos y organizaciones de
tiza el territorio, quien se arraiga crítica, di- diversa índole, presentes en la sociedad, en
námica y libremente al lugar, al espacio al que temporalidades y lugares diversos, a fin de
pertenece, dotándolo de sentido, encontran- alentar el propósito de continuar construyén-
do motivación y estímulo para el ejercicio de dola, fortaleciéndola, soñando con hacerla
su ciudadanía y, en consecuencia, para la cons- posible y real porque, en últimas, conforme ya
trucción del proyecto democrático. se expresó inicialmente, “a ser ciudadano se
aprende” (Cortina, 1998: 219).
Este ciudadano está ubicado y puede hacerse
visible en un lugar, en un territorio seman- Una posible manera de comprender y de asu-
tizado, en un espacio geográfico delimitado, mir el Estado contemporáneo, el Estado de-
caracterizable, real. El valor del individuo que mocrático (Gutiérrez, 2006), es como un todo
nace depende del lugar en donde se desarro- del cual son y hacen parte todos, pero de ma-
lle, donde habite. Por ello, el acceso a los bie- nera diferenciada, al menos unos como gober-
nes y servicios esenciales para una vida dig- nantes —aquellos vinculados a la estructura
na, tanto públicos como privados, dependerá gubernamental del Estado y con funciones pú-
de esta ubicación territorial, la cual, las más de blicas indelegables que cumplir— y otros como
las veces, estará implicada por desigualdades gobernados —todos los demás, aquellos que
y exclusiones territoriales para obtener lo esen- no tienen vínculos con la estructura guberna-

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Formación ciudadana: ¡utopía posible!

mental del Estado y que asumen su propia y — Política, en cuanto se otorga y ejerce parti-
doble responsabilidad social: exigir el cumpli- cularmente en este ámbito.
miento de la función pública y complementar-
— Crítico-social, en cuanto abarca la posibili-
la, sin competir con ella o pretender suplirla,
dad de la transformación, más allá de de-
los cuales, además, tienen la capacidad de ele-
rechos y deberes.
gir a los gobernantes y la potencialidad de ser
elegidos como tales—. Ambos tienen un pro- — Actitudinal, en tanto es un valor que se in-
pósito común: incrementar o mejorar los ni- corpora a la conciencia y a la voluntad para
veles de desarrollo territorial. ejercerse, reclamarse y dinamizarse.

La construcción y el mantenimiento del Esta- Esta ciudadanía posibilita y prioriza la incor-


do democrático se fundamentan en el adecuado poración de los valores, de la norma y de la
cumplimiento tanto de la función pública política en individuos y colectivos; asume y
como de las responsabilidades sociales e- analiza los cambios sociales, políticos, tecno-
nunciadas, por parte de quienes les compete. lógicos, culturales, económicos, ambientales y
A partir de ello es posible, además, constituir territoriales que hoy acontecen, y exige replan-
redes mixtas de relaciones entre gobernantes, tear la ubicación en el mundo y la formación
entre gobernados y entre ambos, conforme la de quienes quieran participar en la vida de-
estructura territorial posible. Allí toman vital mocrática de sus sociedades; entiende la globa-
importancia la participación y la representa- lización y sus implicaciones en relación con el
ción auténtica; el incremento de la gobernabili- nuevo concepto de ciudadanía: la ciudadanía
dad territorial; las garantías para la transparen- (Pagés, 2003) de un mundo que se puede ver a
cia en la gestión pública territorial y, entre otras través de las imágenes de los satélites, de
cosas, la reducción de los márgenes posibles la velocidad y del desplazamiento; que ya no
para la corrupción, tanto en el escenario pú- puede ser solamente la del Estado-nación y
blico, como en el privado, de manera sinérgica. que ha de asemejarse a una ciudadanía di-
Consecuentemente, es posible, para los efectos námica y renovada, no arraigada e inmóvil;
de la presente reflexión, asumir que Estado todo lo contrario: activa, social, crítica, partici-
somos todos, con dos atribuciones claramente pativa y democrática, de base territorial, sin
diferenciadas: las propias de los gobernantes ataduras; territorializada mediante las múlti-
y las que atañen a los gobernados. Es en esta ples y diversas territorialidades que dotan de
noción donde cobra sentido la ciudadanía, sentido al territorio, constituyéndola.
como ejercicio de los ciudadanos, individual y
colectivamente considerados, una ciudadanía Esta ciudadanía se aprende, mientras que al
renovada y orientada a la construcción del ciudadano se le forma para que la ejerza (San-
anhelo democrático territorial. tos, 1998). Es un estado del espíritu individual
y colectivo que hace parte de la cultura, a ma-
La ciudadanía puede asumirse (Gagnon y Pa- nera de modo de vida, de valor, de costumbre,
gés, 1999 citados por Pagés, 2003: 15) como de aprendizaje. Por ello, la ciudadanía y la
objeto complejo, multidimensional, con múl- categoría de ciudadano no son dádivas, son con-
tiples ramificaciones originadas de su propia quistas diarias, permanentes, en luchas cons-
complejidad y que, por ello, pocas veces es po- tantes por mantenerse y extenderse. Ciudada-
sible abordar integralmente. También como nía como algo más que la conquista individual;
categoría legal, política, crítico-social y actitudi- es una categoría que se adquiere en la convi-
nal alcanzable (Magendzo, 2004): vencia con otros, en sociedad. Como tal, la ciu-
dadanía tiene cuerpo propio y límites estable-
— Legal, conforme lo establecen las normas cidos por las reglas de juego de la sociedad,
vigentes. los escenarios jurídicos y políticos vigentes; de

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Educación para la ciudadanía

ahí su carácter cambiante, transformador, di- lugares y hecho simbólico en permanente


námico, de acuerdo con los contextos en don- movimiento, más que como un simple conjun-
de se analice; está asociada al respeto del indi- to de objetos. Asumir de manera integral el
viduo y a sus deberes como ley de la sociedad territorio (Sánchez, 2005) implica, además de
y mandato establecido e instituido, sin distin- explorarlo como continente de producciones
ciones, que proteja a todos por igual, dado que, “socioculturales”, entenderlo como una red
para ser mantenida por las generaciones futu- compleja, donde se construyen múltiples tra-
ras, preservarse, tener efectividad real y ser mas, a partir de la existencia simultánea de ele-
fuente de auténticos derechos debe ser una ley mentos internos y externos que se superpo-
escrita, pública, de conocimiento generaliza- nen, yuxtaponen o confunden, ocasionando
do, de tal manera que asegure lo pactado y modificaciones en la estructuración de la vida
permita, siempre que se vulnere, reclamar su de la población, que se reflejan en su organi-
cumplimiento. zación física, política, económica y social y que,
por la manera en que configuran el territorio,
Así concebida la ciudadanía, también requie- pueden señalar posibilidades de integración
re, como la democracia y el ciudadano, de un y articulación sociocultural o peligros de rup-
escenario para desarrollarse, de un territorio. tura del vínculo social.
El ejercicio pleno de la ciudadanía posibilitará
la dinamización del territorio: su aprehensión, Diferentes enfoques teóricos han orientado la
apropiación, planificación, ordenamiento y concepción del territorio y la intervención en
transformación. Los ciudadanos, individual o él. Desde la antropología clásica del territorio
colectivamente considerados, ejerciendo en se sugiere que éste no sólo debe interpretarse
forma debida y oportuna su ciudadanía, po- como soporte material o contenedor del desa-
drán, conforme sus intereses, semantizar el rrollo social, sino que también adquiere rele-
territorio, innovarlo, dotarlo de sentido y ha- vancia al funcionar como un sustrato signifi-
cerlo propio. ¿Quiénes son los sujetos de esta cativo de la cultura (García, 1976; Ortega, 2000;
ciudadanía? ¿Existen o tienen que ser forma- Santos, 2000; González, 1997).
dos para asumirla y emplearla para aprehen-
der, dinamizar y transformar el territorio? Quizá El vínculo entre territorio y colectividad, y la
no. Es posible que no existan y que se deba producción social que de allí se deriva, trans-
apelar a la pedagogía como ciencia fundante forman tanto el territorio como a quienes lo
de las ciencias de la educación, en tanto pro- habitan. Así, el territorio se particulariza por
ceso social, para gestarlos mediante cono- los grupos sociales que lo intervienen, hacién-
cimientos, habilidades y actitudes, para que dolo parte de su devenir histórico; es resulta-
enfrenten esta responsabilidad: ciudadanos te- do de los sentidos que estos le otorgan al es-
rritoriales de carácter democrático, participati- pacio mediante las diversas territorialidades
vo, político, social, crítico y activo, dispuestos (Echeverría y Rincón, 2000).
a conocer para actuar y transformar, para ejer-
cer la ciudadanía territorializada e, individual La funcionalidad que tiene el territorio adquie-
y colectivamente, construir la democracia re significado (Sánchez, 2005) en la medida en
territorial. que actúa como continente de las produccio-
nes culturales, como marco de referencia de la
construcción de la identidad social (Echeverría
El territorio: escenario ciudadano y Rincón, 2000), y como objeto de apropiación
simbólica por parte de la colectividad (García,
El territorio es común, por lo visto, a la demo- 1976), de la ciudadanía territorializada. Este
cracia, al ciudadano y a la ciudadanía. Puede territorio sugiere fuerzas ambivalentes que se
entenderse (Santos, 1998) como conjunto de expresan como prácticas sociales y territoria-

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Formación ciudadana: ¡utopía posible!

les que revelan otras interacciones entre los Así las cosas, no es posible imaginar una ciu-
actores sociales, y entre estos con el territorio; dadanía que prescinda del componente terri-
encuentros entre sistemas de objetos y siste- torial; el ciudadano es un individuo localiza-
mas de acciones (Santos, 2000). En el territorio do, ubicado en un lugar, lo cual da paso a la
ocurren vinculaciones y desvinculaciones, ex- ciudadanía concreta, no a la ciudadanía abs-
clusiones positivas o negativas que se confun- tracta. En muchas ocasiones, el espacio vivido
den en medio de lo que es interno y externo contiene desigualdades e injusticias que le
regido por flujos y fijos, por verticalidades y hori- hacen ser, en la práctica, un espacio sin ciuda-
zontalidades (Silveira, 2006); estas aparentes danos, por la imposibilidad de acceder a los
contradicciones conforman los nuevos conte- bienes y servicios necesarios; son espacios re-
nidos que dinamizan lo sociocultural, que gulados por el mercado y por el Estado para
toman forma y se nutren —o debilitan— de acuer- servir al modelo económico y no al modelo cí-
do con las continuas relaciones entre el con- vico-territorial (Santos, 1998). La localización
texto global y local. de las personas en el territorio es casi siempre
una combinación entre las fuerzas del mercado
La relación de interdependencia entre territo- y las decisiones del Estado, representando en
rio y ciudadanía adquiere carácter complejo a esencia por el gobierno. No es un asunto de la
través del proceso dialéctico de transformación voluntad del individuo; está determinado por
mutua. Tal proceso pone de manifiesto un mo- la combinación de estas fuerzas. Por ello, la
vimiento que va en doble dirección: el territo- igualdad de los ciudadanos supone una acce-
rio (Santos, 2000), considerado como el espacio sibilidad semejante para todos a los bienes y
socialmente producido, el conjunto indisoluble servicios esenciales para una vida digna; ello
de sistemas de objetos y sistemas de acciones, presupone una ubicación territorial lejos del
susceptible de ser gobernado, ordenado y ad- alcance del mercado, evitando que el modelo
ministrado, modifica la actividad humana, es económico incremente, por ello, las desigual-
decir, la organización social se estructura y dades sociales que ha generado ya la distribu-
transforma en función de las modalidades de ción territorial. Las dificultades, desigualdades
los sistemas productivos, adaptados al contex- y exclusiones que genera la ubicación geográfica
to territorial; a su vez, la colectividad lleva a para ser ciudadano habitualmente son dupli-
cadas por la distancia política, dado que vivir
cabo, en el horizonte territorial, sucesivas
en el centro o en la periferia no sólo genera
transformaciones histórico-culturales que son
distancias de los bienes y servicios necesarios
representativas del trabajo social acumulado
para una vida digna, sino que, a la vez, es fuen-
y de los valores culturales agregados.
te del distanciamiento de las personas, de sus
opciones políticas. En este marco, otro mode-
Aspecto sobresaliente para entender mejor lo, otro escenario pareciera requerirse para
la interdependencia y la conformación mutua hacer posible, en Latinoamérica, el proyecto
entre territorio y colectividad es que ésta se democrático.
da en la medida en que los individuos imagi-
nan, sienten y conciben el territorio de cierta El territorio puede entenderse como espacio
manera y desde estas imágenes lo construyen; geográfico semantizado, usado, apropiado y
los territorios que se habitan marcan formas construido socioculturalmente, producto de la
de imaginar, sentir y percibir; así, la relación transformación histórica efectuada por los su-
entre individuo transformador y objeto trans- jetos; como escenario que favorece o imposi-
formado es bidireccional: aquél crea y modifi- bilita el ejercicio de la ciudadanía. Dependien-
ca el territorio; éste deja huellas y transforma do del tipo de territorio que se considere, de
al individuo y a la colectividad que lo habita sus potencialidades o de sus barreras, así será
(Echeverría y Rincón, 2000). la ciudadanía y el comportamiento ciudada-

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Educación para la ciudadanía

no de los individuos y colectivos que lo habi- educación, como enfoque teórico orientador,
tan y transforman. Este territorio podrá ser consideramos la educación como hecho, en-
definido y caracterizado mediante la interde- cargo y proceso social:
pendencia y la simultaneidad de aspectos geo-
gráficos, políticos, administrativos o fiscales; — Como hecho social, a través del cual las
aspectos ambientales, características socioespa- sociedades incorporan metódicamente
ciales y culturales. a los jóvenes a las formas adultas de la vida;
está fundamentado en la sociología de
la educación y teniendo la escuela como
Formación ciudadana y proceso docente su escenario por excelencia.
— Como encargo social, es una función del
No se nace ciudadano; se hace, se forma. Es Estado, liderada desde las diferentes insti-
una manera de ser, una conducta, un modo tuciones educativas, con la finalidad de
de vida que se aprende y se fortalece con la educar a las nuevas generaciones, acorde
práctica y puesta en escena del ejercicio ciu- con las necesidades sociales, y apoyada en
dadano territorial, de la ciudadanía territoria- la filosofía de la educación.
lizada. Para alcanzar esta categoría de ciudada-
no y obtener los fundamentos para el ejercicio — Como proceso social, sistémico, conscien-
de la ciudadanía renovada, soporte de la de- te y complejo, busca formar, a través de la
mocracia territorial, se requiere de una forma- instrucción, el desarrollo de habilidades y
ción adecuada, de una fundamentación ínte- actitudes, desde la pedagogía como cien-
gra y de escenarios que las propicien; se exige cia fundamente de las ciencias de la edu-
que, en los procesos de formación ciudadana, cación.
se incorpore la estrategia pedagógica deriva-
da de la interdependencia entre ciudadanía y Es precisamente en el seno de la pedagogía
territorio, para forjar estos ciudadanos, crear donde ubicamos la formación como el proce-
la ciudadanía renovada planteada y gestar la so docente, consciente, intencionado y en con-
democracia territorial que se anhela. texto, mediante el cual se instruye al estudian-
te al brindarle conocimientos, se le educa en
Históricamente, la formación ciudadana ha actitudes que incorporen lo instruido, y se le
sido una tarea asumida en especial por la es- desarrolla para la actuación y el desempeño
cuela, mediada por un proceso docente don- exitoso desde unas habilidades prácticas (Ál-
de prima la instrucción como la forma de varez de Zayas, 1998; Álvarez de Zayas y
enseñar a desempeñarse socialmente como González Agudelo, 1998) que permiten, en
ciudadanos. De ahí que, en este ámbito tra- conjunto, a partir del conocimiento, alcanzar
dicional, sea tarea fundamental del docente la categoría del ser, para hacer y transformar.
ofrecer los contenidos y valorar su memoriza- Esta formación, obviamente, se encuentra en
ción por los estudiantes, no así su aplicación y interacción con los procesos de enseñanza-
puesta en práctica en el desempeño cotidiano aprendizaje propios, respectivamente, de la
escolar. Es por ello que el desarrollo de habili- didáctica y de la psicopedagogía.
dades cognitivas, sociales, actitudinales y
procedimentales se constituye en una condi- Se trata de una formación (Díaz y Quiroz, 2005)
ción en el nuevo aprendizaje de la ciudadanía. asociada con aprendizajes particulares, destre-
zas o habilidades como medios para alcanzar
Formación y formación ciudadana deben ser, un ser integral, en contexto, que se logra por
consecuentemente, concebidas y enmarcadas medio de los modelos pedagógicos que orien-
como puntales del planteamiento que antece- tan la instrucción, el desarrollo y la educación,
de. Al efecto, ubicados en las ciencias de la en su relación sistémica, como base de la

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Formación ciudadana: ¡utopía posible!

teoría de los procesos conscientes (Álvarez de Si bien la formación así entendida acontece en
Zayas, 1998). Instrucción, entendida como apro- los espacios de socialización del sujeto, es la
piación de conocimientos, hábitos y habilida- escuela donde por finalidad se imparte por
des cognitivas; desarrollo, en referencia a las excelencia: una escuela consciente de que la
regularidades internas, físicas y cognitivas, persona es, en esencia, lo que la educación
propias de la personalidad del sujeto; y educa- haga de él (Kant, 1983); de que no se es, por
ción, orientada a la formación de hábitos, con- naturaleza, lo que se debe ser, sino que, me-
vicciones, carácter y conductas de los seres diante la formación, en el curso del devenir
humanos. histórico, la persona asume la tarea de irse
construyendo de manera interminable, procu-
Los procesos conscientes son una tendencia
rando poder llegar a ser lo que en el trayecto,
pedagógica surgida de los modelos desarro-
en el camino de la vida, va siendo (Gadamer,
llistas sociales que, mediante su estructuración
1992); de que es en los primeros años de la vida
como sistema abierto de relaciones dialécticas
de los procesos educativos, instructivos y de- donde podrá formarse en lo esencial (Dewey,
sarrolladores, esbozan un paradigma donde 1971), aquello sobre lo cual en la edad adulta
los sujetos no son ajenos a su proceso de apren- podrá pedírsele cuenta al sujeto, será esperable
dizaje, a su proceso de formación y, por ello, aplique en su acción, en su práctica individual
pueden participar plena y libremente en el y colectiva.
desarrollo económico de las nuevas socieda-
des del conocimiento (Álvarez de Zayas, 1998). Se deduce de lo que antecede la noción guía
Esta tendencia, como tal, se constituye en una sobre formación ciudadana. Ante todo, proceso,
alternativa pedagógica donde confluyen las en virtud a su nexo con la pedagogía, vincu-
dimensiones educativa, instructiva y desarro- lada al carácter de proceso social de la educación,
lladora, que interpreta dialécticamente los en relación directa con la sociología y la filoso-
modelos pedagógicos anteriores, en particular fía de la educación, con la psicopedagogía y la
los provenientes del enfoque histórico-cultu- didáctica. Proceso educativo que acontece no
ral como fundamento conceptual de la peda- sólo, pero si preeminentemente, en la escuela
gogía y de la teoría de la actividad desarro- y, muy en particular, en los niveles básicos.
llada por Vigotsky (Daniels, 2003) y el relativo Orientada por la teoría de los procesos conscientes,
a la teoría del currículo en Dewey (Canfux en tanto se asume como resultado de la ins-
et. ál., 1996), otorgándole valor a los aciertos y trucción, la educación y el desarrollo, en con-
formulando nuevos componentes para invo-
texto, con intencionalidad transformadora en
lucrar la escuela con la vida a través de la edu-
esencia, es decir, una formación para conocer,
cación basada en problemas, al tiempo que
ser, actuar y transformar. Y para formar los ciu-
relaciona el proceso docente con la investiga-
dadanos territoriales, motivados para ejercer su
ción, atendiendo el requerimiento de la so-
ciedad del conocimiento. ciudadanía territorializada —fruto de la inter-
dependencia entre ciudadanía y territorio— y
En este marco, la formación como proceso construir el anhelo democrático.
orientado por la pedagogía, ciencia fundante
de las ciencias de la educación, se fundamen- Adicionalmente, es posible plantear la concep-
ta en bases teóricas que deben ser explícitas ción sobre el proceso de formación ciudada-
desde el orden filosófico (concepción de ser na, con la incorporación del territorio. Se trata
humano), el sociológico (relación con el entor- del proceso pedagógico soportado en la teoría de los
no) y el psicopedagógico (proceso de la edu- procesos conscientes, mediante el cual se forma al
cación) para que, en su conjunto, dirijan la ciudadano territorial apoyado en las categorías de
enseñanza y el aprendizaje. la instrucción, la educación y el desarrollo, en con-

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Educación para la ciudadanía

texto, para que ejerza su ciudadanía territorializada. y pertenencia a la colectividad de iguales pero
Formar ciudadanos es el principal reto del si- distintos, a la comunidad de intereses múlti-
glo XXI; formarlos para el ejercicio de la ciuda- ples y plurales compartidos, una ciudadanía
danía, en un territorio, de tal manera que su territorializada capaz de comprender los sis-
propósito sea la construcción de una demo- temas de objetos y los sistemas de acciones que
cracia auténtica (Organización de Estados Ibe- lo caracterizan; sus fijos y sus flujos, sus
roamericanos —OEI—, 2008). No sólo formar verticalidades y sus horizontalidades, es de-
ciudadanos con preeminencia en derechos y cir, en la ciudadanía territorializada como es-
responsabilidades civiles y políticas, sino in- trategia pedagógica innovadora. Un proceso
cluir los derechos económicos, sociales y cul- formativo así concebido puede configurar un
turales y los derechos de la solidaridad, así ciudadano territorial, potenciador de la ciuda-
como los derechos ambientales y los colecti- danía, en su territorio, dispuesto a la construc-
vos, que trascienden los derechos individua- ción de la democracia como ideal individual y
les. Es decir, la formación ciudadana colectivo.

[...] implica la instrucción sobre la


ciudadanía, demanda el desarrollo de A modo de conclusión
competencias y actitudes de los estu-
diantes para vivir en comunidad, en Si la opción posible para aspirar a mejorar el
este sentido compromete todas aque- bienestar integral en América Latina es la de-
llas acciones orientadas a la adquisi- mocracia real, plural y transparente, debe
ción de información que permita asu- construírsele para disfrutarla. Para ello se de-
mir posiciones críticas y participar, berán incrementar las estrategias y los recur-
abarca la habilidad para asociarse, sos orientados a la gestación de ciudadanos
colaborar con otros, intercambiar opi-
democráticos, participativos, sociales, políticos,
niones, expresarse y modificar sus
activos y críticos, capaces de emprender esta
opiniones de acuerdo con criterios res-
ponsables y racionales (Bolívar y Pul- tarea, incentivados por la transformación po-
garín, 2008: 54). sitiva de sus realidades, por la aspiración moti-
vante de alcanzar más y mejores niveles de
Así considerados, los procesos de formación desarrollo, por el estímulo de vivir mejor; a la
ciudadana tienen como finalidad aportar a la vez, casi al tiempo, para crear e incorporar
formación de ciudadanos democráticos, parti- la anhelada ciudadanía como una manera de
cipativos, políticos, sociales, críticos y activos, vivir, como un modo de relacionarse con otros
dispuestos a producir los cambios que asegu- en medio de las diferencias, del pluralismo y
ren el incremento de la ciudadanía territoria- de la otredad, como una forma de atender
lizada, para fortalecer la democracia territorial. y administrar los conflictos y construir espa-
Son una posibilidad de fortalecerse teórica- cios de convivencia pacífica. Ciudadanos
mente, instruirse y, a la vez desarrollarse, de territoriales ejerciendo debidamente su ciu-
alguna manera, en ciudadanía. Estos procesos dadanía territorializada, constituyen la mate-
van comprometidos con el conocimiento de las ria prima requerida para construir la demo-
potencialidades que ofrece el territorio para cracia territorial.
formar ciudadanos, para gestar ciudadanía y
para construir la democracia territorial, apo- Estos ciudadanos, localizados y apropiados del
yándose en la interdependencia entre ciuda- territorio, estarán en capacidad y tendrán su-
danía y territorio, dado que dicha ciudadanía ficiente conocimiento para actuar en él, para
se ejerce en espacios que confieren identidad intervenirlo y transformarlo. Ello incrementará

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Formación ciudadana: ¡utopía posible!

su arraigo dinámico y móvil, su sentido de Álvarez de Zayas, C. M. y E. M. González Agudelo,


pertenencia, su identidad como valor asocia- 1998, Lecciones de didáctica general, Medellín, Edi-
do al territorio y, por tanto, éste se convertirá nalco.
en un estímulo más, una motivación adicio-
Bobbio, N., 1987, Estado, gobierno y sociedad, contri-
nal, un potencial apropiado para el accionar
bución a una teoría general de la política, Barcelona,
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El territorio emerge como una razón más para
ser ciudadano y ejercer la ciudadanía de ma- Boisier, S., 2001, “Biorregionalismo: la última ver-
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como ingrediente detonante de ellas, requiere sentidos de ciudadanía en los docentes de las es-
de una adecuada formación integral, de una cuelas normales superiores —ENS— del departa-
debida e intencionada formación ciudadana mento de Antioquia”, Revista Uni-pluri/versidad,
que trascienda, incluyéndolos, los derechos y Medellín, vol. 8, núm. 2, ago., pp 53-60.
los deberes, lo político y lo social, el estatus y la
práctica; que eduque, desarrolle e instruya; Canfux, V. et ál., 1996, Tendencias pedagógicas con-
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Esto es, un proceso de formación ciudadana
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Referencia
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Original recibido: febrero 2009


Aceptado: marzo 2009

Se autoriza la reproducción del artículo citando la fuente y los créditos de


los autores.

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