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Núm 19

BIBLIOTECA
ROMANICA
Enero 1968
HISPANICA dirigida por Dámaso Alonso

Ultimas obras publicadas


DAMASO ALONSO: Góngora y el ccPolifemo». Quinta edición, 3 vo/s.

EMILIO CARIUA: Una etapa decisiva de Darlo (Rubén Darlo en la Argentina}.


198 p6.gs.

MIGUEL BATLLORI, S. 1.: La cultura hispano-Italiana de los jesuitas expulsos


(Espai'\oles- Hispanoamericanos- Filipinos. 1767-1814). 698 págs.

EMILIO CARILLA: El romanticismo en la América hispánica. Segunda edición


revisada y ampliada. 2 vols.

JUAN RUIZ: Libro de buen amor. Edición critica de Joan Coromlnas. 670 págs.
Apunte sobre la razón histórica
EUGENIO COSERIU: Teoría del lenguaje y lingürstica general (Cinco estudios). Paulina Garagorri
Segunda edición. 328 págs.

AMADO ALONSO: De la pronunciación medieval a la moderna en espaf\ol


Vol. /. Segunda edición. 328 págs.

JOSEPH SZERTICS: Tiempo y verbo en el romancero viejo. 208 p6.gs.

JOAQUIN CASALDUERO: Sentido y forma del teatro de Cervantes. 290 págs.

ANGEL DEL RIO: Estudios sobre literatura contemporánea española. 324 págs.

ANTONIO RISCO: La estética de Valle-lnclán en los esperpentos y en «El


Arguedas: un problema de estilo
Ruedo Ibérico». 278 págs.
G. R. Coulthard
EDITORIAL GREDOS
Sánchez Pacheco, 83 • Madrid (2)

El nCimero: 3,50 F Printed In Francé


LA TORRE
REVISTA GENERAL DE LA
UNIVERSIDAD DE PUERTO RICO
Gente Año XV - No 57 Julio-Sept. 1967

de SUMARIO
MICHELE F. SCIACCA: Tiempo y eternidad. - FRANCISCO AVALA: Hacia una
semblanza de Quevedo. - JOSE A. MARAVALL: El sentimiento de nación en el
siglo XVIII: La obra de Forner. - FAUSTINO CORDON: La actual crisis de cre-
cimientr~ de la ciencia.

Madrid VARIA LECCION


Arte
JULIAN GALLEGO: Sobr.e la profesión de critico de arte. - ANTONIO OTERO
SECO: Da/1, Picasso, Breton, Le ·corbusier y el surrealismo.
Ciencia
TERCER LIBRO DE JUAN GARCIA HORTELANO A. RODRIGUEZ OLLEROS: ¿Se equivoca la naturaleza humana? - EFRAIN
SANCHEZ HIDALGO: Vejez y creación:
Literatura
anteriormente: MANUEL DURAN: Ernesto Sábato y la literatura argentina de hoy. - MANUEL
VALLDEPERES.: Un teatro americano con conflicto y humana preocupación .

NUEVAS AMISTADES
. .L 1B RO S
Premio Biblioteca Breve 1959 JULIAN GALLEGO: Dominlque Aubier: «Don Quichotte, prophéte d'lsrael» (Laffont,
Parfs, 1966) . ...-- JOSE MARIA LAZARO: Jacques Soustelle: Art du Mexique Anclen
(París: Arthaud, 1966). - ADAM SZASZDI: El <<Carlos V» de Miguel de Ferdi-
nandy. - ENRiqUE LAGUERRE: Anita Arroyo: América en su literatura. - JOSE
LUIS CANO: Bibliografía española, .1966.- GUILLERMO DE TORRE: Bibl/ograffa
TORMENTA DE VERANO argentina. - MAX AUB : 8/b/iografla mexicana. - GONZALO VELAZQUEZ: Bi-
bliografía ppertbrriqueña. - PUBLICACIONES RECIBIDAS.
Premio Formentor 1961
Suscripción anual (4 números):
Para Puerto Rico y países de América . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . $ 4.00

editorial seix barral


Para el resto del mundo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . $ 5.00
Número suelto sencillo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . $1.50
Número suelto doble . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . $ 3.00

Provenza 219, Barcelona 8, España Editorial UniverS.itgria, Apartado X (Universidad)


. ·Río· Piedras, Puerto Rico
97, rue St. Lazare, Parfs (9). Teléfono: 744.23.20
Número 19 Enero 1968
Director: Emir Rodrfguez Monegal
Jefe de Redacción: Ignacio Iglesias
Administrador: Ricardo López Borrás ideas
Se publica en asociación Apunte sobre la razón histórica Pau/ino Garagorri 17
con el Instituto Latinoamericano de Relaciones Internacionales (ILARI)
valoraciones
Arguedas: un problema de estilo G. R. Coulthard 73

teatro
Crear es descubrir Edward Albee 4

relato
La fiesta J. M. Fernández Vázquez 47

poesía
Nuevos poetas venezolanos Guillermo Sucre 21

testimonios
Correo entre mis dos padres César Fernández Moreno 54

entrevistas
Una nueva promoción de lectores Benito Milla 83

arte
Personajes de Juan Colina Julio Ortega 45

notas
España, ayer y hoy Ignacio Iglesias 79

libros y autores
«Macchu Picchu» en inglés Crlstián Huneeus 88
Los ccSpirituals» de Félix Grande Julio Ortega 89
Nuevas publicaciones 92

revistas
Un poco de todo 93

sextante
Universalidad de Miguel Angel Asturias 94

Juan Colina: «Movimiento». colaboradores 96


CREAR ES DESCUBRIR 5
EDWARD ALBEE

Crear es descubrir
El éxito teatral de Who's Afraid of Virginia Woolf? simplicidad del lugar lo deja a uno con la curiosa EA: Me imagino que si tuviéramos una escuela menes que ver con su trabajo artfstico que con el
(¿Quién teme a Virginia Woolf?) y de la reciente impresión de que /as informaciones sobre la for- de crítica en este pals, cuyas opiniones se aproxi- ambiente critico y estético-; quizá uno debiera
versión cinematográfica de la pieza, con Richard tuna personal que su obra le ha aportado no han maran mucho más al valor ·de las obras de arte preocuparse de si está o no escribiendo demasiado
Burton y Elizabeth Tay/or en los papeles principa- alcanzado a Albee, que vive aqul como s/ sólo estudiadas, entonces sr podrla afectarme. Pero rápido. Pero entonces quizá también debería preo-
les, ha servido para proyectar el nombre de Edward fuera un escritor visitante en una universidad nor- bastante a menudo encuentro muy poca relación cuparse por escribir tantas obras como sea posi-
Albee fuera del campo, algo restringido, de los teamericana. Sin embargo, es en esta casa de entre la obra de arte y la respuesta crítica inme- ble antes de que caiga encima de uno la inevitable
dramaturgos del teatro del absurdo o del teatro de campo donde generalmente se siente más cómodo, diata que ésta recibe. Todo escritor debe prestar hacha.
la crueldad en que fuera colocado por sus prime- más natural, en su casa. A/bee estaba vestido con cie rta atención, supongo, a lo que dicen los crlti- WF: ¿Qué quiere decir con eso de la inevitabltl
ras ob(as. Nacido en 1928, hijo adoptivo de una una informalidad ligeramente descuidada. Todavla cos ya que ellos reflejan lo que el público siente hacha?
pareja millonaria, Albee ha logrado antes de cum- no se habla afeitado y su pelo, de corte neoeduar- hacia su obra. Y un autor teatral, especialmente EA : Si usted examina la historia de cualquier
plir los cuarenta, una alta consideración critica diano, estaba húmedo y peinado hacia un lado. Tal uno cuya obra tiene una relación muy directa con dramaturgo de los últimos veinticinco o treinta af'ios
para sus obras y el aplauso de públicos de todo como el clima de la tarde lo requerla, daba la im- el público, quizá deba prestar alguna atención a - no me refíe ro a los muchachos que hacen co-
el mundo. También ha logrado provocar la con- presión de sentirse un poco molesto. El entrevista- la clase de reacción del público - no necesaria- medias, hablo de autores más serios- , parece
fusión con muchas de sus obras (en particular, dor y su entrevistado han sido amigos y han cola- mente para aprender algo sobre su oficio, sino para inevitable que casi todos fueran alentados hasta
Tiny Alice, cuyo simbolismo ha sido puesto en borado como compositor y dramaturgo respecti- enterarse, de vez en cuando, del temple de la cierto momento en que los críticos pensaron que
cuestión por la critica) y últimamente ha tenido vamente durante casi dieciocho años. Pero el es- época, qué es lo que se tolera, qué es lo que se los habían elevado más allá del punto en que po-
poco éxito en Broadway. Esta última circunstan- tilo punzante, equilibrado y de cuidada elegancia permite. d fan controlarlos; entonces era el momento de de-
cia no debe ser exagerada. Aunque incómoda para que Albee utiliza en público, se impuso desde su WF: Con respecto a las adaptaciones en general: rribarlos. Es aquí que empiezan a suceder cosas
el autor, es inevitable en un sistema de teatro tan primera respuesta, aunque quizás fue dejado de ¿recuerda alguna hecha por un dramaturgo nor- muy feas; el dramaturgo se ve castigado por es-
comercializado como el que domina la célebre lado más de una vez en el curso de la conver- teamericano y que le guste? trenar obras que a menudo son tan buenas o me-
arteria neoyorkina. A pesar del fracaso de su sación.» EA: No, no se me ocurre ninguna. '!o he hecho j ores que aquellas por las que habla sido elogiado
adaptación de Malcolm, sobre la novela de James algunas adaptaciones por dos motivos: primero, previamente. Y muchos se sienten confundidos y
Purdy, y de A Delicate Balance, una pieza original, para considerar totalmente el problema de la adap- empiezan a imitar lo que habían hecho antes o
Albee sigue siendo uno de los dramaturgos norte- Escuchar la propia voz tación, para ver cómo es; segundo, porque admira- tratan de hacer algo totalmente distinto, en cuyo
americanos más importantes, si no el más Impor- ba mucho esos dos libros -The Bailad of the Sad caso son acusados por los mismos crfticos de no
tante. En este momento, la compañia Renaud-Ba- WF: Una de sus obras más recientes es la adap- Cate (La Balada del Café Triste) y Maleo/m- y hacer lo que solfan hacer tan bien.
rrault está presentando en el Odéon-Thé§tre de tación de Maleo/m, la novela de James Purdy. Es- pensaba que eran muy teatrales; querfa verlos en WF: De manera que, de todos modos, es impo-
Franca la versión francesa de aquella última obra. tuvo a punto de alcanzar un cien por ciento de escena y tenia más confianza, quizá erróneamente, sible ganar.
La entrevista que ahora publicamos ha sido reco- malas criticas. Dejando de lado la catástrofe co- en mi propia habilidad para adaptarlos que en la EA: En realidad la valoración definitiva de una
gida por W/1/iam Flanagan para la París Revlew mercial y el poco tiempo que estuvo en cartel, de la mayorla de los adaptadores. obra no tiene nada que ver con la inmed_iata reac-
(núm. 39) y se reproduce con permiso de dicha ¿cómo afectaron dichas críticas su actitud hacia WF: Uno de los eritreos neoyorquinos, después ción del público o de la critica. El dramaturgo,
revista. Para presentar la entrevista, el Sr. F/ana- la obra? del estreno de Maleo/m, se refirió a ella como la como cualquier escritor, compositor o pintor en
gan -amigo personal del autor- ha escrito una EA: Veo que empieza por mis éxitos. Bueno, obra anual de Edward Albee, casi como sugiriendo esta sociedad, tiene que tener una visión muy per-
introducción que establece su tono y aclara algu- conservo hacia todas mis obras, creo, una cierta que ésta es una meta que usted se ha propuesto sonal y terrible de su propio valor, de su propio
nas circunstancias Incidentales de la misma. Dice cantidad de entusiasmo. No me siento intimidado conscientemente: tener una obra lista cada af'io. trabajo. Ante todo debe escuchar su propia voz.
Wifliam Flanagan: por la unanimidad de malas criticas que Maleo/m EA : ¿Recuerda la caricatura que' hizo Thurber del Tiene que cuidarse de las novedades, de · lo que
«Esta entrevista tuvo lugar durante un irritante y recibió, ni por la unanimidad de buenas criticas hombre que miraba a su perro policla y le deéla: podrla llamarse la estética critica.
húmedo cuatro de Julio en una habitación asoleada que algunas de mis otras obras han recibido. Mi «Si eres un perro polic ía, ¿dónde está tu insignia?» WF: ¿Por qué cree que los crlticos fueron tan
en la pequeña y atractiva casa de campo que Al- actitud hacia Maleo/m no ha cambiado. Me gustó La función del escritor es escribir. Algunos autores destructores con Maleo/m, una obra que podrla
·bee posee e;: Montauk, Long ls/and. Teniendo en hacer la adaptación del libro de Purdy. Tuve una teatrales escriben una gran cantidad de obras, otros haber sido descartada simplemente por no ser
cuenta su casa de Nueva York, en Greenwich Villa- serie de discrepancias con la puesta en escena, una cantidad más pequeña. Yo no me he propues- muy buena?
ge, la de campo resulta en comparación notable- pero generalmente me sucede lo mismo con casi to escribir una obra por año. Algunas veces he es- EA: A mi me parece que los crfticos detestaban
mente modesta. Excepto por una cancha de tenis todas mis obras. Con la posible excepción de esa crito dos obras por año. Hubo un periodo de un algo en la obra. Ahora bien, si lo que ellos de-
elegante, recién construida (que enorgullece al obrita, The Sandbox (La caja de arena), que dura af'io y medio en el que sólo escribf media obra. testaban estaba sobre o más allá de la obra misma,
dramaturgo llenándolo de un desarmante placer trece minutos, no creo que nada de lo que haya SI algunos crfticos se desaniman porque les parez- creo que eso es bastante peligroso para que yo lo
Infantil), y por una gran e incongruente escultura hecho al cance la perfección. co prollfico, bueno, eso es su problema tanto diga. Creo que son los crlticos quienes deben de-
de Henry Moore emplazada en una altura, sobre WF: Si bien no cambia necesariamente su acti- como el mio. Como siempre existe el peligro de cidir si su odio a la obra se basa en algo más que
una terraza estéticamente construida desde donde tud, ¿no le plantea algunos interrogantes esta una- las tantas cosas que un dramaturgo puede exa- los méritos o deméritos de ésta. Deben indagar en
se domina un impresionante paisaje mar/timo, la nimidad de la crítica desfavorable? minar en esta sociedad nuestra -cosas que tienen sus propias almas, o donde sea.
6 EDWARD ALBEE CREAR ES DESCUBRIR 1

WF: Cuando usted dice que la puesta en esce- Yo más bien me sostengo o caigo según mis pro- <<Virginia Wooff, en cine fija a una determinada distancia de los actores y no
na era mala.... pios conceptos. Pero hay una ifnea muy fina que se filmó todo en un mismo decorado; la acción se
EA : Sobre todo no me gustó cómo estaba diri- separa el señalar una cosa y el distorsionarla. Y WF: La noticia más importante con respecto a us- movió bastante. Tiene todas las características de
gida. Fue la única de mis obras -de todas ellas- uno tiene que ser muy cuidadoso, ya que el teatro ted, por ahora, será el éxito, espero, del film Vir- un film. De hecho, es un film. Hay algunas tomas
que se me escapó completamente de las manos. está formado por un montón de prima donnas, ginia Woolf. La aprobación del código de produc- de vista, primeros planos, cantidad de cosas que
Dejé que el director se impusiera y dictara cómo para evitar que ocurran estas distorsiones. He ción fue dificil de obtener, pero aparentemente us- no se pueden hacer en un escenario. Entonces mi
debían hacerse las cosas. Lo hice como un expe- visto en escena una enorme cantidad de obras ted ya había aprobado la idea de filmar la obra. segunda satisfacción, después de descubrir que la
rimento. que había leído antes y me ha sacudido lo que EA: Cuando se vendió la obra al cine tuve un obra estaba Intacta, fue darme cuenta de que el
WF: ¿Qué quiere decir como un experimento? pasó con ellas. Con el propósito de hacerlas más poco de miedo por lo que podrla pasar. Presumf director, Mlke Nichols, no sólo comprendió la
EA: Como dramaturgo uno tiene que hacer un directas y exitosas comercialmente, se arrojan por que la harían con Doris Day y quizá Rock Hudson. obra y mis Intenciones (muy bien aunque con un
dla el experimento de ver cuánta verdad hay en la ventana una cantidad de cosas. Yo sólo digo E inclusive tuve cierto temor por el reparto actual. par de simplificaciones), sino que también pare-
la idea de que un director puede contribuir crea- que en el teatro, que es una especie de selva, uno Especialmente por Elizabeth Taylor. No me inspi- ció entender el uso de la cámara y del medio
doramente a una obra, y no sólo interpretativa- tiene que cuidarse un poco. No hay que ser tan raba miedo la idea de que Richard Burton actuara cinematográfico, todo en su primera experiencia
mente. rígido o egotista como para pensar que cad~ coma en el film, pero me parecfa un poco extraño que en el cine. Tercero, me alegré de que Elizabeth
WF: ¿Cree que un director tiene por si mismo es sacrosanta. Pero al mismo tiempo existe el pe- Elizabeth Taylor, que tiene poco más de treinta Taylor fuera capaz de abandonar su imagen de
alguna vitalidad creadora? ligro de perder el control y descubrir que es otra años, representara a una mujer de cincuenta y mujer joven y hermosa y de hacer mucho más
EA: Esa es una pregunta llena de «Sis», como persona la que ha estrenado una obra, y no uno. de lo que habitualmente hace en el cine. Y el
dos años.
solía decir el Presidente Roosevelt. Me imagino WF: ¿Por qué decidió convertirse en dramatur- WF: En cierto momento a usted le inspiró temor resto del reparto también estaba más o menos
que como axioma se podrla decir que cuanto me- go? Empezó a escribir poemas sin mucho éxito, la elección de Mike Nichols como director. bien, con Dennis y Sega!. No estoy de acuerdo
jor es la obra menos «creatividad» debe ejercer y entonces de pronto decidió escribir una obra de con algunas interpretaciones, pero son objeciones
EA : Tenía curiosidad de saber por qué escogie-
el director. teatro, The _Zoo Story (La historia del zoológico). mínimas en relación a lo que podría haber pasado.
ron a alguien que no había dirigido nunca un film
WF: ¿Ha tenido alguna vez la experiencia de EA: Bueno, cuando tenia seis años decid! con Creo que resultó un film muy bueno.
y que se habla hecho una reputación dirigiendo
descubrir que una solución propuesta por el di- mi modestia habitual no que iba a ser un escritor, farsas en Broadway, por qué lo eligieron a éf para WF: Como film, la obra parece haber sido mejor
rector era de algún modo iluminadora? sino que era un escritor. Así que empecé a escri- entendida generalmente por los críticos cinemato-
dirigir la adaptación cinematográfica de una obra
EA: No puedo contestar a eso sinceramente, bir poesía a los seis años y paré a los veintiséis seria. Creo que descubrí la respuesta: siendo ino- gráficos que por los críticos teatrales. ¿Es posible
ya que pasa algo muy curioso. En los ensayos, la porque estaba mejorando, pero no mucho. A los cente al medio cinematográfico era incapaz de que esas simplificaciones a las que usted se re-
realidad de lo que ocurre sobre el escenario me quince escribí 700 páginas de una novela increí- cometer los errores habituales. Pero, además, yo fiere y que atribuye a Mike Nichols o a otra per-
envuelve tan completamente que cuando llega blemente mala; es un libro muy divertido que to- tenia una cantidad de otros motivos de preocupa- sona sean en realidad responsables del hecho"
el estreno casi no soy consciente, por lo general, davía me gusta mucho. Después a los diecinueve ción. Todos sabemos lo que le pasa a un libreto que la obra se manifieste ahora más cláramente?
de las diferencias entre lo que yo pretendía hacer años escribí un par de cientos de páginas de otra cuando llega a Hollywood. Cuando ví el film en EA: Supongo que algo, al simplificarse, resulta
y el resultado final. Hay muchas maneras de ob- novela, que tampoco era muy buena. Todavía es- Hollywood, dos o tres meses antes de qu~ fuera más fácil de entender. Pero sin acusar a nadie,
tener el mismo resultado. taba decidido a ser escritor. Y como era escritor, estrenado, quedé sobrecogido y me sentf enor- he dicho que habfa una simplificación, que hasta
WF: Bueno, usted se refirió a tener control ab- y ahí estaba yo cori veintinueve años, y al no ser memente atraído por el film, en parte por el alivio cierto punto lamento. Por ejemplo, todo lo que
soluto de sus obras. Digamos que usted se había un buen poeta ni un buen novelista, pensé que que experimenté, me imagino. Pero más que eso, se da en la obra simultáneamente en un plano
Imaginado cierta escena hecha de cierta forma. podría intentar escribir una obra de teatro, lo que descubrí que no se habla escrito un libreto cinema- emocional e intelectual, me parece que el film
EA: No me importa demasiado cuál de los per- parece haber dado mejores resultados. tográfico, que la obra estaba ahf, casi palabra por sólo lo muestra en su aspecto emocional. Los so~
sonajes está situado a la derecha del escenario. WF: Con respecto a Zoo Story: ¿la habilidad y palabra. Se hicieron algunos cortes aquí y allá. brentendidos Intelectuales no están muy claros.
WF: No es eso lo que quiero decir. En la pre- el poder de la obra -y el éxito subsiguiente- fue- Algunas cosas estaban demasiado simplificadas ... Encontré que en los juegos de amor y odio que
paración de los primeros éxitos de Kazan-Williams, ron una revelación y una sorpresa para usted? WF: ¿Demasiado simplificadas? Martha y George juegan, el goce intelectual que les
el dramaturgo. estaba en constante conflicto con Ka- EA: Muchas cosas me interesan, pero nada me EA: Sf, me ocuparé de ellas dentro de un minu- producen sus proezas mutuas, no aparece en el
zan, y sin embargo el director era capaz de in- sorprende especialmente. No porque descontara to. Ernest Lehman a quien se atribuye el libreto film por ninguna parte con la fuerza .que tenfa en
ventar ese «algo» que al final haría funcionar la que la obra fuera a ser hábil y poderosa. No estoy cinematográfico, escribió unas veinticinco palabras. la obra. Muy a menudo, y supongo que pasa en la
obra. enjuiciando la calidad que pueda o no tener. Pero Me parecieron absolutamente horribles. Así que mayoría de mis obras, la gente está haciendo las
EA: ¿Acaso sabemos si eso era mejor que la no me sorprendió a mi, que la habla escrito. Usted realmente no había libreto cinematográfico, y eso cosas en dos o tres planos a la vez. De tanto en
idea original de Williams? recordará que durante mucho tiempo había estado me deleitó. Habla ganado un tercio de la batalla, tanto en el film Who's Afrafd of Virginia Wooff?
WF: De acuerdo a lo declarado por el mismo observando y escuchando a mucha gente. Absor- desde mi punto de vista. Ese fue mi primer motivo me pareció que uno o dos niveles se habían es-
dramaturgo, si. biendo cosas, supongo. Mi única reacción fue: de satisfacción; que la obra fuera - fotografiada fumado. Al final, por ejemplo, con la revelación de
EA : La visión que algunos escritores tienen de ¡Ajá! Asl es como van a ser las cosas ¿no? Esa palabra por palabra. No quiero decir que fue foto- la inexistencia del hijo y su destrucción, la im-
las cosas depende del éxito del resultado final. fue mi reacción. grafiada acción por acción. La cámara no estaba portancia intelectual "de esta ficción no se destacó
8 EDWARD ALBEE CREAR ES DESCUB~1IR 9

tan claramente como podfa haberse hecho. En el que me molestaba era su ambivalencia: en primer sabilidad de los criticas de discutir la obra de arte temas. Siento que cuando mis obras van saliendo
film este plano intelectual no aparece por ninguna lugar, nadie se molestó nunca .en preguntarme si no en· arbitrarios términos freudianos, sino en tér- bien se parecen a composiciones musicales pero
parte con la importancia que tiene para los perso- era verdad o no; en segundo lugar, los· crltiéos minos estéticos. Sólo el más Imberbe o inseguro si tuviera que entrar en detalles sobre esto no po"
najes el pl~no emocional. Desde . mi punto de _vista y los periodistas no intentaro-n documentar esta o francamente estúpido de los críticos podría con- dría hacerlo. Es más bien algo que ·siento:
ambos deben Ir juntos. Pero esto es buscar suti- afirmación con el texto mismo de la obra. Los he- denar ·la obra de Proust por ejemplo, por la trans- WF : ¿Qué dramaturgo contemporáneo admira us-
lezas, ¿no es cierto? Realmente es un film muy chos son simples: Who's Afraid of Virginia Woo/f? posición que éste hace del sexo de sus persona- ted en particular? ·
bueno. Hay algunas cosas que desearla que no fue escrita para dos parejas heterosexuales. Si jes. Seria casi como condenar las esculturas mas- EA: El único dramaturgo vivo a quien admiro sin
hubiesen pasado; ese enorme error de aceptar la hubiera querido escribir una obra para cuatro ho- culinas de Miguel Angel, teniendo en cuenta las ninguna reserva es Samuel Beckett. Tengo reaccio-
estúpida idea que alguien tuvo que llevar 1~ acción mosexuales lo habrla hecho. Entre paréntesis, es . conocidas inclinaciones de este artista. Por ·l o tan- nes extrañas con respecto a casi todos los demás.
desde la casa a la taberna. Ese es el único mo- interesante que cuando el crítico cinematográfico to, si se llegara a estrenar el año que viene una Hay una cantidad de dramaturgos contemporáneos
mento del film que se decidió resolver en términos de Newsweek declaró que él pensaba que· la obra obra que, supongamos, los crlticos en su sabidu- a los que admiro enormemente, sin que eso signi- -
cinematográficos. Sin embargo, fue ese el momen- habla sido escrita sobre cuatro homosexuales, le rfa pudieran considerar como una obra sobre ho- fique para nada que haya sido influido por ellos·.
to que todos los criticas cinematográficos consi- envié una carta sugiriéndole que verificara su in- mosexuales camuflados, recordémosles que el jui- Admiro muchísimo la obra de Brecht. Admiro buena
deran como el más teatral. formación antes de publicar semejantes especula- cio definitivo sobre una obra de arte, ya se trate parte de la obra de Tennessee Williams. Admiro
WF: A propósito, ¿cuándo se le ocurrió el titulo clones. Me contestó diciendo J1Q.s_ cosas:_p.ri.m.e_r,o, de una obra maestra o de algo menos importante, algunas de las obras de Genet. La obra de Pintar;
Who's Afraid of Virginia Wooif? que todos sabemos que un critico e ejor_úlez debe apoyarse sobre sus logros ar Ts11Cós- no en Admiro muchfsimo las obras de Cordell, aunque
EA': Habla un .local -ahora cambió de nom- de la Intención de un autor q~ el autor mismo; adivinanzas treudlanas. no creo que sean muy buenas. Pero con respeéto
bre- en la calle 10, entre Greenwich Avenue y segundo, que considerar la obra como si se tratara a las influencias, este es un problema muy diflc.il.
Waverly Place, que en ese tiempo se llamaba no de cuatro homosexuales era la única forma para He leido y visto cientos de obras, desde las de
sé cómo, y allf en el bar de la planta baja, estaba él - aceptable, queriendo decir con esto que no Sófocles hasta las actuales. Como dramaturgo me
/nttufdo por Sófocles y Noe/ Coward
un gran espejo donde la gente solfa garabatear podrla aceptarla como examen válido de la vida imagino que de una u otra forma he sido influido
cosas. En un momento dado, allá ,por 1953 o 1954, heterosexual. Bueno, yo estoy seguro que todas por cada obra de las que he tenido alguna expe-
WF; ~lgunos criticas han dicho que sus obras no
me parece, mucho antes de que ninguno de· nos- las actrices que han representado el papel de Mar- riencia. La influencia es un asunto de selección,
tienen generalmente un tema. Otros sostienen que
otros empezara a hacer al.go importante, estaba t_ha, desde Uta Hagen a Elizabeth Taylor, queda- al mismo tiempo que de aceptación y rechazo.
usted ha empezado a desgastar su único tema ; y
allí una noche tomando una cerveza y vi · gara- rlan· absolutamente asombradas al saber que han WF: En cierto número de artfculos se ha hecho
hay todavf{l otros que dicen que en cada obra
bateado en el espejo -supongo que con . jabón- estado representando un papel masculino. Creo mención a la influencia que ha tenido sobre usted
usted ataca valientemente un nuevo tema.
Who's Afraid of Virginia Woo/f? .. Cuando empecé a que constituye una r~sponsabilidad de los criticas -ya sea directamente o por ósmosis- el teatro
escribir la obra esta frase apareció de nuevo ines- el confiar menos tenazmente, para usar una frase Ek Durante tres o cuatro meses al año subo a
de la crueldad. ¿Qué le parece el teatro de la
peradamente. Y por supuesto, "4Quién teme a Vir- de Hollywood, en lo que e//os pueden aceptar, y mi habitación y escribo. No presto mucha atención
crueldad o fas teorfas de Artaud en general?
ginia Woolf?» significa quién teme al gran .lobo más en un examen de las obras de arte desde un a cómo se relacionan mis obras entre si· desde el
punto de vista temático. Creo que hacer eso es EA: Déjeme contestarle de. este modo. Hace cua-
malo ... quién tiene miedo de vivir la Yida sin fai- punto vista estético y clfnico. Me parecerla fasci-· tro años, más o menos; para divertirme hice . una
SBS'iiUSIOnes. Esto me sorprendió como si fuera_ nante leer un trabajo que documentándose en el bastante peligroso, ya que al escribir teatro se es
bastante consciente de sf mismo sin tener que es- lista de los dramaturgos contemporáneos que, se-
una broma más bien intelectual, trpicamente unl- texto de la obra demostrara que está escrita sobre gún los críticos, me han influido. Apunté 29,_ in-
_versltarla. cuatro homosexuales. Sin duda me enseñarla algo tar planificando las cosas de antemano o pregun-
tándose sobre la relación temática entre una obra cluyendo cinco autores cuya obra yo no conocla.
WF: Con la filmación de Who's Afrald of Virginia sobre los profundos pozos residuales de mi sub- Por Id tanto lef esos cinco autores y supongo que
y la siguiente. Uno contra en estar desarrollando y
Woolf? volvió a salir a la luz la valoración que a consciente. Creo que fue Leslie Fiedler en un ahora puedo decir que también he sido influido por
escribiendo cosas Interesantes, y ahf .debe uno
menudo se repite de que se trata · de una obra articulo de Partisan Review, el que comentó que ellos. Lo que pasa es que la gente que escribe esos
sobre cuatro homosexuales, que por respeto a las si era cierto que Who's Afraid of Virginia Woolf? detenerse, me parece.
articulas descubre las semejanzas inevitables entre
convenciones aparecen disfrazados de heterose- trataba de cuatro homosexuales disfrazados, «el WF: Usted se ha referido a cómo su interés por
gente que está escribiendo en la misma generación,
xuales. Yo ~!'lo recuerdo que usted haya hecho choque del reconocimiento» por parte del público la música ha influido en sus obras teatrales. ¿Po-
en el mismo siglo, en el mismo planeta, y entonces
públicamente ningún comentario o declaración ~o­ provee un comentario sumamente interesante so- drla desarrollar de algún modo esta idea?
ellos los ponen a todos juntos en el mismo grupo.
bre esta interpretación de. la obra. bre el público mismo. Para ser breve, · la obra no EA: Me resulta muy dificil. Desde mi niñez me
WF: Tal vez lo que se quiso decir es que .la in-
• EA: Es · cierto que un buen número de criticas fue escrita sobre cuatro homosexuales. Podrfa pun- he ·interesado de una u otra forma en la música
fluencia pudo haberse efectuado no directamente
cinematográficas de Who's.Afraid of Virginia Woolf? tualizar más: si fuera una obra sobre cuatro homo- seria. Y !3n efecto, pienso, o más bien presiento
a través de Artaud, sino como he dicho por
han repettdo la especulación de que la obra fue sexuales disfrazados de heterosexuales, el · único que hay una relación -por lo menos en mi propio
ósmosis.
escrita sobre homosexuales disfrazados de parejas patrón crrticb que podrfa emplearse es considerar trabajo- entre una estructura dramática, la forma,
el sonido y el diseño de una obra, y una estruc- EA: He sido influido por Sófocles y Noel Coward.
heterosexuales. Este comentario apareció · por pri- hasta qué punto esta licencia para componer per-
mera vez cuando la obra fue puesta en escena. sonajes destruye o no la validez de una obra de tura musical equivalente. Ambas tienen que ver WF: ¿Aspira usted a ser algo más que un drama-
Entonces me pareció fascinante. Supongo que lo arte. De nuevo llegamos al problema de la respon- con el sonido, desde luego, y también con ideas, turgo, a ser una especie de hombre de teatro com-
10 EDWARD ALBEE CREAR ES DESCUBRIR 11

pleto? Sé que ha estado involucrado en la produc- comercial de Who's Afraid of Virginia Woolf? has- no sabrfa decir si las hubiera hecho representar temprano que la base no naturalista ha sido fijada.
ción de obras de otros autores, que ha jugado con ta el punto de hacer esta nueva obra más co- o no. Durante los dos o tres o cuatro meses que Cuando se está trabajando con un símbolo en una
la Idea de hacer una comedia musical, que ha es- mercial. Tampoco creo haber sido afectado por la me lleva escribir una obra, encuentro que su rea- obra realista, este símbolo es también un hecho
crito un libreto de ópera, que ha sido elocuente confusión critica que provocó Tiny A/ice hasta el lidad es para mi mucho más real de lo que pasa real. Hay que esperar que la mente del público
defensor del teatro norteamericano como institución punto de querer hacer ésta más simple. Es una por real idad cotidiana. Estoy mucho más compro- sea capaz de trabajar en ambos niveles, simbóli-
cultural, e Incluso que ha criticado públicamente a obra, estoy tratando de convertirla en una obra metido en la realidad de sus personajes y situacio- ca y reallsticamente. Pero estamos hasta tal punto
los crfticos teatrales profesionales. Mirando hacia de arte tan buena como me sea posible. nes que en lo que pasa en la vida diaria. Ese educados en un teatro realísticamente puro que
atrás, ¿no cree haberse extendido demasiado en WF: Para hablar un poco de Tiny A/lce, que creo compromiso es terriblemente Intenso. Cuando es- nos resulta dificil manipular fas cosas en dos ni-
estos sectores? que de sus obras es la más controvertida, usted toy escribiendo, después de tres o cuatro horas veles simultáneos.
EA: Al atacar a los críticos me he hecho bas- dijo durante la sumamente publicitada conferencia de trabajo intenso, descubro que tengo un dolor WF: ¿Por qué eligió los nombres de George y
tante daño a mí mismo, aunque no como artista: ae prensa que dio en el escenario del Billy Rose de cabeza atroz y debo detenerme. Es que ese ~ para los protagonistas de Virginia Woolf?
ellos no toleran ningún ataque. En lo que se refie- Theater, que la publicidad de la critica habla lle- compromiso, que es a la vez de carácter creador ¿Por el nombre de Washington y su esposa?
re a participar en la producción de la obra ajena vado al público a considerar la obra como si se y autocrítico, es tan intenso que no tengo más re- ¿Qué piensa del descubrimiento de Arthur Schle-
considero eso como una responsabilidad natural. tratase de un nuevo juego, de una cacerfa de medio que parar el trabajo. singer de que con esos nombres usted habla es-
El grupo de dramaturgos en que he colaborado, slmbolos... lo que hasta cierto punto fue respon- tablecido, obviamente, un paralelo del dilema so-
P/aywr/ghts 66 apoya unos 30 o 35 escritores nue- sable de la poca duración que tuvo la obra en c'io-político norteamericano?
vos. Las obras que hemos presentado en el Tea- cartel. Sin embargo, usted también ha dicho que El juego más serlo del mundo EA : En la obra hay algunas pequeñas bromas
tro Cherry Lane, de off-Broadway, y en otros sitios, si el público deserta una obra, la culpa es del privadas muy locales. Sin duda, si dí esos nombres
son ante todo obras que yo tenía interés en ver autor o de la forma en que dicha obra es repre- WF: Si se pudiera hablar de una reacción gene- a los protagonistas es porque la obra contiene
representadas. Como no había nadie que las hicie- sentada. Habiendo tenido tiempo para reflexionar ral f rente a sus obras se diría que a pesar de todo - no es su aspecto más importante pero sin duda
ra las hicimos nosotros. Me parece que si uno tiene todo un año, ¿qué opina ahora acerca de todo lo brillantes y convincentes que puedan ser al prin- es un tema dentro de la obra- una tentativa de
el dinero necesario, tiene también la responsabili- esto, en lo que se refiere a Tiny A/ice? cipio y en su parte media, tienden a decaer, a des- ~?<&mi n ar el éxito o el fracaso de los principios re-
dad de hacer algo semejante. Por cierto que uno EA: Todavía pienso más o menos lo mismo que viarse o simplemente a ser más confusas hacia volucionarlos norteamericanos. Algunas personas
no lo hace para sentirse más importante. También entonces. Siempre recuerdo que el público de los el final. Esta queja se ha hecho, de una u otra que están predispuestas histórica, política y so-
he hecho adaptaciones porque querfa hacerlas. En preestrenos, antes de que la critica fuera a ver forma, contra la mayorla de ellas. ciológicamente pueden descubrir este aspecto. En
cuanto al ambiente en que los escritores trabajan Tiny Alice, no tenia tanto problema para entender EA: Quizá porque mi sentido de la realidad y de la misma obra, a un mensajero muy viejo de la
en este pafs, no me gusta. Creo que es mi res- de qué trataba la obra. Esto no ocurrió hasta que la lógica sea distinto al de la mayoría de la gente. Western Union, le di el nombre de little Billy._q__
ponsabilidad decirlo en público. la crítica dijo que era muy dificil de entender. Tam- Esa podrla ser la respuesta. Algunas cosas que inéSbién Crazy Billy [Guillermito o El toco Gui-
WF: ¿No cree que en su caso, sobre la base de bién creo que la obra habrla sido mucho más c lara para mi tienen sentido no lo tienen para otros. ' Jiermito]. Y si lo hice asl es porque, como usted
un único éxito comercial se le ha colocado en una si no hubiese tenido que hacer los cortes que híce Desde el punto de vista analltico, podría haber recordará, señor Flanagan, usted solla repartir te-
posición demasiado alta?; quiero decir, para su en el tercer acto. otras razones. Que las obras no se sostíenen In- l~gramas para la Western Union y usted es m4Y
propia comodidad como creador. WF: Teniendo en cuenta la experiencia de Tiny telectualmente, eso es posible. Pero no hay que v~i> Y. su nombre es Billy. En mis obras hay este
EA: Realmente no podría contestar esa pregunta: Atice, el revuelo critico, las diferentes interpretacio- olvidar que cuando a la gente no le gusta la for- tipo de cosas. En Zoo Story di a los personajes
no tengo la menor idea. Hablando lo más objeti- nes y todo lo demás, si tuviera que sentarse a es- ma en que termina una obra está dispuesta a los nombres de Petar y Jerry. Conozco dos per-
vamente posible, si creo que mis obras suelen ser cribir la obra de nuevo, ¿cree que harla algo total- echarle la culpa a la obra. Esa es también otra sonas llamadas Peter y Jerry. Pero entonces los
mejores que muchas de las que se estrenan aquf mente distinto? posibilidad. Por ejemplo, no creo que la catarsis periódicos más cultos empezaron a pensar, y por
el mismo año. Pero eso no las hace necesariamen- EA : Es imposible deci rlo. Pasa una cosa curio- ocurra necesariamente durante el transcurso de supuesto se supone que Jer ry sea Jesús... lo que
te buenas. El acto de creación, como usted sabe sa. Al año de haber escrito una obra olvido la ex- la obra. Por lo general, debería ocurrir después. resulta más Interesante para el público, supongo,
muy bien, es un asunto privado y solitario y no periencia de haberla escrito y no podrla revisarla Muchas veces he si do acusado de escribir obras que la verdad.
tiene nada q•Je ver con el dominio público... Es o reescribirla aunque quisiera. Hasta tal punto me cuyos finales son ambivalentes, por cierto, pero es WF: Volviendo a esos «dos niveles de enten-
decir, con la representación de la obra que uno encuentro involucrado en la experiencia de haber asl como veo la vida. dimiento>>, en Virginia Woo/f el público puso en
ha hecho. Cada vez que me siento a escribir una escrito la obra y en la naturaleza de la misma, WF: Zoo Story y Virg inia Woolf empiezan y trans- duda que George y Martha se hubiesen inventado
obra trato de olvidar todo lo posible los presu- que no puedo ver cuáles son sus fallas. El único curren durante la mayor parte de su duración en un hijo imaginarlo.
puestos de lo que he hecho antes, de lo que voy momento que puedo encontrar de clara objetividad un plano esencialmente naturalista. Pero después, EA: Asl es. Y siempre me resultó muy curioso
a hacer, de lo que otros piensan de mi obra y es el momento de calor critico (o calor autocrftico) hacia el final se desvfan de ese tono, ¿no es que el público fuera incapaz de creer que una pa-
del fracaso o el éxito de mis obras anteriores. cuando estoy realmente escribiendo la obra. A ve- cierto? reja sumamente educada, sensible e inteligente,
Estoy empantanado en una nueva realidad que ces pienso que la experiencia de una obra terml- . EA: Pienso que si el público fuera un poco más que tenia tanta eficacia para jugar con la reali-
debo crear. En este momento trabaj o en una na para mi cuando he terminado de escribirla. consciente de lo que real mente subyace bajo esa dad y la fantasía, no tendrla también la edu-
obra nueva. No creo que me haya afectado el éxito SI no fuera por la necesidad de ganarme la vida capa naturalista se sorprendería al descubrir lo cación, la sensibilidad y la inteligencia para crear-
12 EDWARD ALBEE CREAR ES DESCUBRIR 13

se un símbolo real. Para usarlo como les pareciera. WF: Ya veo que le molesta. Un critico escribió intelectual y político pareclan adecuados. Me pare~ dado puede evaporarse, desaparecer. No sólo se
WF: ¿Aceptando el hecho de que era un slm- hace poco tiempo lo siguiente: «El señor Albee ce que este pantano intelectual es muy peligroso. trata de algo terriblemente difícil de explicar, tam-
bolo? se ha quejado del hecho de que frente a Tiny Una forma de censura. A uno le puede desagradar bién es peligroso. Usted sabe ese viejo cuento
EA: Por supuesto. Aceptando el hecho de que Atice el público hiciera preguntas en vez de dejar enormemente la Intención de una obra, pero el -creo que es una de las fábulas de Esopo, o quizá
era un slmbolo. Y sólo confundiéndose en ciertas que la obra transcurriese para ellos. También se juicio de sus méritos artlsticos no debe fundamen- no, quizá sea una leyenda china- sobre un ani-
ocasiones, cuando la necesidad y la carencia te- queja de aquellos críticos que juzgan el contenido tarse en la opinión que se tenga de su argumento. mal muy inteligente que vio caminar a un ciempiés
rrible que hizo necesaria la creación de ese slm- de la obra sin atenerse exclusivamente a su forma. La obra de arte debe ser juzgada por el ·acierto y le dijo: Dios mio es maravilloso y sorprendente
bolo se vuelven abrumadoras, como pasa cuando Ambas declaraciones tienden a sostener una opi- con que cumple sus intenciones. cómo camina con todos esos cientos y cientos de
están borrachos, por ejemplo, o cuando están te- nión que está muy de moda: que el arte consiste WF: En otras palabras, lo que usted dice es que patas. ¿Cómo hace? ¿Cómo hace para moverlas
rriblemente cansados. principalmente en estilo, un encuentro entre noso- un critico deberla separar lo que él considera la todas de esa manera? El ciempiés se detuvo, pensó
WF: No creo que lo que usted me acaba de ex- tros y la superficie formal de una obra. Este pun- sustancia temática de una obra del acierto (o el un momento y le dijo: Bueno, primero muevo la
plicar haya sido entendido a menudo por el públi- to de vista reduce las ideas a simple decoración, fracaso) con que el autor llega a exponer el tema primera pata de la izquierda y entonces ... , y se
co. Usted insinúa que George y Martha en ningún los personajes a figuras en un desfile, los símbolos elegido. puso a pensar el problema durante un rato, y no
momento se han engallado a si mismos de que y los sentimientos a una cinta sin fin de efectos. EA: Exactamente. Y los crlticos que procedan pudo caminar más.
eso no es más que un juego. Esto es reducir el arte a una respuesta sensual, de otro modo son unos tontos redomados, peli- WF: ¿Durante cuánto tiempo piensa una obra?
EA: No, nunca. Sólo que se trata del juego más a una u otra forma de happening. Para algunos grosos e incluso destructivos. Creo que esto es EA: Antes de ponerme a escribir, la pienso du-
serio del mundo. Y ese hijo imaginario es un sím- de nosotros esta opinión de moda no es progre- indiscutible. rante un tiempo que puede ir de seis meses a un
bolo y también un arma que ellos utilizan en cada sista, sino nihilista». En esta frase, el crítico ha año y medio.
una de sus discusiones. estado muy cerca de definir una teoría que podrla WF: ¿La piensa en su totalidad o ... ?
WF: ¿Un arma simbólica más que un arma real? haber sido sacada del ensayo de Susan Sontag EA: Pienso en rel ación con ella. A pesar de que
Entre las otras armas sumamente reales que de Aga/nst /nterpretation [Contrainterpretación. Ver El dilema del ciempiés con frecuencia se me acusa de no pensar nada
hecho utilizan. Mundo Nuevo, núm. 7], o su ensayo sobre el estilo. en su totalidad, la verdad es que si pienso. Es
EA: SI, por cierto. Aunque ellos son demasiado Me pregunto hasta qué punto hay alguna relación WF: Usted ha dicho que sólo al escribir una obra, cierto que no parto de una idea para una obra, o
inteligentes para caer en tal confusión y esa es entre la interpretación que da este crítico a sus durante el proceso de elaboración, es cuando fi- de una tesis, en otras palabras no voy construyendo
para mí la razón por la cual la pérdida es do- declaraciones -las que usted hizo en forma espe- nalmente llega a saber el tema de la misma. Al- la obra alrededor de algo, pero sé una cantidad
blemente punzante. Porque ellos no son gente que cifica en la conferencia de prensa sobre Tlny gunas veces ha llegado a admitir que inclusive al de cosas sobre los personajes. Conozco bastante
se engaña a si misma. Atice- con lo que usted quiso decir al hacerlas. haber terminado una obra no tiene ninguna idea sobre su ambiente, y sé más o menos lo que va
WF: Ya veo. Por lo tanto está tratando de insi- EA: Bueno, este crítico es un sofista. Lo que él especifica sobre su tema. ¿Qué puede decirnos a pasar en la obra. Pero sólo cuando empiezo a
nuar que el último acto de Virginia Woolf no es ha hecho es interpretar mal mi actitud, la actitud sobre eso? escribirla encuentro con~actitu_d_gué van a de-
de ninguna manera menos naturalista que los do¿ de la señorita Sontag y la actitud de creadores EA : Naturalmente que ningún escritor mediana- cir los personales, cómo van a moverse de una
anteriores. de lo más respetables. Lo que yo dije fue que mente bueno se sentarla en una silla, pondrla una situación a otra, cómo van a comportarse exacta-
EA: No me parece que la obra se desvle en aq- pensaba que no era válido que un crítico criticara hoja en la máquina de escribir y empezaría a ha- mente en una situación dada para producir el re-
soluto hacia una forma menos naturalista. una obra basándose más en su contenido que en cerlo si antes no supiera de qué va a tratar. Pero sultado previsto... Si no procediera asl no darí<L
WF: Bueno, si no hacia una forma menos natura- su forma y que si lo hacia asl estaba instaurando al mismo tiempo escribir tiene que ser un acto de a los personajes la libertad de expresión que los
lista si por cierto hacia una más ritual; más estili- un tipo de censura. Para dar un ejemplo extremo, descubrimiento. Descubrir cosas sobre lo que uno va a hacer tridimensionales. De otro modo estaría
zada. Con la Misa de Requiem y todo lo demás. yo sugerla que si alguien escribía una obra sufi- está escribiendo. Hasta cierto punto pienso que escribiendo un ii1itado no una obra de teatro. La
EA: Bueno, para entrar en latines, as! es. Pero cientemente brillante en elogio de algo universal- una obra está completamente terminada en mi manera en que escribo habitualmente es ésta: des-
se trata de una decisión consciente de George de mente repudiado, y que si la obra es buena y está mente -de cualquier manera éste es mi caso-, pués del año o el tiempo que requiera eso que
leer al final la Misa de Requiem, que durante tan- suficientemente bien escrita, no deberla ser destro- sin que yo lo sepa, antes de que me siente a pasa por ser una elaboración previa, me siento a
tos años h--ª existido en latrn. Me gusta el sonido zada en razón de s_u asunto. Si la obra de arte es escribirla. En este sentido, supongo, escribir una la máquina y escribo con bastante rapidez una pri-
de los dos Idiomas contrapuestos ; me gusta el con- suficientemente buena no debe ser criticada obra es descubrir lo que la obra es. Siempre he mera versión. Luego la leo. Hago algunas correc-
trapunto del latrn y del inglés trabajando juntos. por su tema. Creo que eso es indiscutible. creído que esta es la mejor respuesta que puedo ciones con lápiz donde creo que está mal el ritmo
Hay algo aqul que usted ha sacado a relucir y En los años 30 toda una escuela critica se dar. Se trata de una pregunta que menosprecio de los parlamentos, por ejemplo, y entonces vuel-
me molesta. Realmente me molesta muchlsimo. empantanó Intelectualmente durante esos dlas y siempre me ha parecido mejor escamotear la vo a dactilografiar todo de nuevo. En esa etapa
Algunos críticos me acusan de fallar Intelectual- de agitación, propaganda y realidades sociales. respuesta a una pregunta que considero como te- descubro que quizá hay que agregar uno o dos
mente en el tercer acto de esa obra, simplemente Una obra tenía que ser progresista. Un cierto rrible invasión de algo que debe permanecer pri- parlamentos. Pueden ocurri r una o dos cosas más,
porque e//os no tuvieron la habilidad de entender número de obras de escritores muy considerados vado -el tipo de intimidad que un escritor debe pero no muchas. Generalmente lo que pongo en
lo que estaba pasando y eso me molesta muchí- entonces -eran muy malos- fueron celebradlsl- guardar para si mismo- . Si usted intelectualiza el principio es lo que va a ir a los ensayos. La
simo. mas porque sus tQmas, desde un punto de vista y analiza el proceso creador con demasiado cuí- mayor parte de lo que he seleccionado y decidido
14 CREAR ES DESCUBRIR 15
EDWARD ALBEE

ya estaba allí antes de sentarme a la máquina de nerse a la máquina de escribir. Es como un perro personajes ya transcurría antes del momento ele- reconocimiento internacional, aun cuando hoy, a
escribir. gido para empezar la acción. Y seguirán viviendo los 38 años ...
-el modo en que un perro antes de defecar se
WF: ¿Podría describir qué tipo de reflexión es pasea en círculos: mueve un pedazo de tierra aquí, después que ha bajado el telón final, a menos EA: 37.
la que ocurre al principio? ¿Hay escenas enteras un poco de pasto allí, da vueltas durante largo que uno los haya matado antes. Una obra es un WF: Cuando se publique la entrevista serán 38,
que se desarrollan en su mente o el proceso es tiempo antes de agacharse. Es lo mismo, figurati- paréntesis que contiene todo el material que uno y sería por su edad considerado como un escritor
tan profundamente subconsciente que usted ape- vamente: estar rondando alrededor de la máquina, cree que debe contener. Y eso, ¿dónde va uno a relativamente joven y en desarrollo ¿Siente usted
nas sabe lo que está pasando? preparándose para escribir, hasta que finalmente terminarlo? Donde los personajes parecen llegar que esta fama, a pesar del indudable placer y la
EA: Me descubro pensando en una obra y ese uno termina por sentarse. Creo que yo me siento a a una pausa, donde parece que quisieran detener- seguridad material que le ha dado, amenaza el
es el primer indicio que tengo de que se está for- la máquina cuando ha llegado el momento en; que se -es casi, yo diría, como la composición de una desarrollo del joven escritor?
mando una nueva obra. Cuando soy consciente tengo que hacerlo. No estoy sugiriendo que el mo- pieza de música. EA: Bueno, hay dos cosas que un escritor puede
de eso es que la obra ya ha llegado en mi cabeza mento en que me siento a la máquina y escribo WF: Por lo tanto usted se considera como un lograr: el éxito o el fracaso. Me imagino que en
a un cierto grado de su desarrollo. Alguien me va mis obras con una velocidad que parece aterrar a autor intuitivo. En efecto, lo que usted dice es los dos hay peligros. Sin duda, el peligro de ver-
la totalidad de mis detractores y a la mitad de los que al imponer cualquier tema fijo estaría de al- se enfrentado a la indiferencia o a la hostilidad es
a preguntar, por ejemplo: Bueno, ¿qué va a es-
cribir después de su próxima obra? Y yo de pronto que me quieren bien, que entonces no haya mucho guna forma limitando sus facultades imaginativas muy desconsolador, y también puede ser que el
me sorprendo a mí mismo diciendo: Oh, una obra trabajo de por medio. Lo hay, y es muy duro y subconscientes. éxito -la aceptación si viene demasiado rápida-
sobre ~sto, una obra sobre esto otro, sin haber sí- uno mismo está haciendo todo el trabajo. Sin em- EA: Sospecho que el tema, la naturaleza de los mente, con fulgurante rapidez- puede hacer per-
quiera pensado antes en esos temas. Así que es bargo, conozco autores que gustan de engañarse personajes y el método de ir desde el principio al der la cabeza a algunos.
a sí mismos diciendo que sus personajes están fin de la obra, todo eso ya está establecido en el WF: No pensaba tanto en lo que sería el efecto
obvio que una buena cantidad de ideas habían es-
tado desarrollándose, no sé cómo, consciente o tan bien formad·o s que son ellos quienes finalmente inconsciente. sobre usted como persona sino en algo que usted
inconscientemente, no sé cuál es el término que toman posesión de la obra. Son ellos quienes de- WF: Si uno trabaja condicionado por la intui- dijo antes. Parece como si existiera en el teatro
correspondería poner aquf. Pero sea cuál sea, la terminan la estructura de la obra. Con lo que quiere ción, ¿la forma no escapa entonces a nuestro norteamericano, aunque no exclusivamente allí, una
mayor parte del trabajo se hace allf. Ese período decirse, sospecho, que el inconsciente ha trabaja- control? cierta tendencia a elevar a los nuevos autores
puede durar seis meses, o como en el caso de The do la obra tan completamente que ésta pasa al EA: Cuando uno controla la forma no lo hace a situaciones de enorme prestigio, y entonces des-
Substituta Speaker (El orador suplente), que es una plano consciente. Pero queda mucho trabajo para con una gráfica o con un cronómetro : lo hace con pués de un cierto lapso, que llega arbitrariamen-
obra que espero escribir el verano próximo, es hacer Y mucho que descubrir. Y eso forma parte la sensibilidad, de nuevo, intuitivamente. te, surge la necesidad de reducirlos de tamaño.
un proceso que lleva ya tres años y medio. Oca- del placer que uno obtiene. Supongo que es como WF: Después de escribir una obra de esta ma- EA: Bueno, de todos modos, la decisión final
sionalmente hago saltar la obra a la superficie una forma de embarazo, y". para llevar la idea más nera intuitiva, ¿termina ~captando su estructura ge- sólo ocurre en algún momento entre los 25 y los
-hacia el plano consciente- para ver como va lejos, hay pocas personas que estando en cinta neral (que también debe ser una revelación para 100 años porteriores. Y si el autor es suficiente-
saliendo, para verificar su desarrollo. Y si los per- puedan recordar específicamente el momento en usted), o la retoma y la reescribe y la revisa con mente fuerte como para conservar una razonable
sonajes parecen irse formando en tres dimensio- que la criatura fue concebida, pero descubren que la idea de darle una forma convincente? objetividad, ya sea frente a la hostilidad o a las
nes, mucho mejor. A una cierta altura hago expe- están en cinta y es casi de esa manera que se EA: Confío más o menos en que lo que saldrá alabanzas, de cualquier modo hará su trabajo tal
rimentos para ver si conozco bien a los persona- presenta el descubrimiento de que uno está pen- va a tener una forma coherente. Lo c urioso és que y como iba a hacerlo.
jes. Por ejemplo, improviso un poco poniéndolos sando en una nueva obra. las dos únicas obras que he revisado mucho son WF: Teniendo en cuenta que creo bastante Im-
a prueba en situaciones que estoy casi seguro que WF: Cuando empieza a escribir una obra ¿va las adaptaciones, aun cuando la forma estaba bécil preguntar a un autor cuál de sus obras con-
no van a existir en la obra. Y si durante esa si- avanzando invariablemente desde que se levanta el bastante determinada por las novelas originales. sidera la mejor o la más importante, quizá pueda
tuación improvisada actúan con bastante naturali- telón hasta el final, o salta de un lugar a otro, es- En mis propias obras, los únicos cambios, aparte hacer la pregunta de esta manera: ¿De cuál de
dad, crean su propio diálogo y se comportan de cribiendo una escena aquí, otra allí? ¿Y los parla- de poner o sacar un parlamento aquí o allá (si sus obras se siente más próximo?
acuerdo a lo que yo considero como su propia na- mentos anteriores a la caída del telón? ¿Hay una considero que me he extendido demasiado en un
EA: Bueno, naturalmente, de la que estoy es-
turaleza, entonces creo que tengo la obra sufi- estructuración consciente hacia el final de cada punto o que no lo he clarificado suficientemente),
cribiendo ahora.
cientementEl_ adelantada como para empezar a acto? son bastante menores. Pero por mínimos que sean
WF: Exceptuando ésa.
escribir. EA: Para bien o para mal escribo la obra de (y cuando debo hacerlos es por incompetencia
de los actores o la mala disposi ción del director EA : No sé.
WF: ¿Es entonces que usted se da cuenta que corrido, de lo que considero el principio hasta lo
para secundarme), siempre los he lamentado. WF: ¿No hay alguna por la que sienta una afi-
la obra ya ha pasado por ese proceso subcons- que considero el final. En cuanto a los parlamentos
ción especial?
ciente y está lista para salir a la superficie? que preceden la caída del telón, supongo que
:·.:; EA: Tengo un gran cariño por The Sandbox. Creo
EA: No necesariamente. Es sólo cuando me des- hay autores que efectivamente van estructurando
Los riesgos del éxito que es una obra absolutamente hermosa, perfecta.
cubro escribiéndola a máquina. las cosas en función de estos parlamentos; no creo
que sea mi caso. En cierto sentido es la misma de- WF: En cuanto a la obra que está usted escri-
WF: Eso no me parece una respuesta. WF: Sus primeras obras, desde The Zoo Story a biendo ...
cisión que hay que hacer cuando uno se pregunta
EA: La es, realmente. Uega un momento de po- cuándo debe empezar una obra. La vida de los Virgina Woolf, le aportaron rápidamente un gran EA: A De/icate Balance (Delicado equilibrio) es
16
EDWARD ALBEE
PAULINO GARAGORRI

Apunte sobre la razón histórica


la que estoy escribiendo ahora. La próxima será EA: Bueno, considerando la reacción de la crí- metafísica; p~ro se declara contra la aplicación del
The Subtitule Speaker, y después, no sé en qué Ni relativismo ni absolutismo
tica hacia mis obras estos últimos años, puede método de las ciencias naturales a las del espl-
orden todavía, tres obras cortas y una larga sobre que dentro de poco ande por allf. ritu, las cuales necesitan una base propia, que la
Atila, el huno. WF: Estaba pensando más en una decisión suya El término razón histórica aparece postulado por Psicologfa les ofrece, . con tal que renuncien a la
WF: Dijo tres obras cortas. ¿Tiene en vista al- que en una necesidad. Ortega en las páginas de Las atlántidas (1924) y, hipótesis y a dar la 'explicación' de los fenómenos
gún proyecto de presentar algo off-Broadway? EA: A eso me referfa. o ciertamente, preformado en otras .precedentes. A de la vida del alma, proponiéndose sólo, como fin,
lo largo de sus años y de sus escritos fue precisan- su descripción y análisis y procurando entender los
do el concepto y, como es sabido, el trtulo que diversos procesos, a partir de la conexión del todo,
hubiera dado al libro ~ás definitorio de su pen- dada en la vida. El criticista Windelband (La His-
samiento es el de Aurora de la Razón histórica. toria y las Ciencias de la Naturaleza, 1894), segui-
Cuando Ortega llega a ese concepto y lo formula do por Rickert, separa también rigurosamente unas
no tiene en cuenta, al parecer, el precedente de Dil- y otras ciencias.» Y otro, con excepcional valor,
they a quien sólo en años posteriores estudiará de José de Castro, en cuya excelente Historia de
debidamente. Pues en su estudio «Dilthey y la idea la fi/osoffa (2a. edic., Sevilla, 1890), se contiene el
de la vida», aparecido en 1933-34, (en Obras com- siguiente párrafo: «Dilthey, partiendo de los estu-
pletas, vol. VI), Ortega parecía referirse a Dilthey dios históricos, halla que el conocimiento de la
por primera vez en nuestra lengua. Mas en rigor realidad no tiene su fundamento en la teorla del
existían precedentes: Giner de Jos Rlos redactó conocimiento sino en aquel propio sentido que ex-
para el Boletln de la Institución Libre de Enseñan- presa la totalidad de la vida anlmica y del cual
za (1913) un «extracto de «El concepto de filosotra el primer grado es el sentido histórico; las disci-
según Dilthey», que apareció sin firma pero Juego plinas filosóficas demandan la 'Critica de la ra-
fue Incluido en sus Obras completas (vol. XI, 1925) zón histórica'» (págs. 393-94). Sin duda, seria esta
revelador de su diligente curiosidad; y en la publi- .la ocasión en que se estampa por primera vez en
cación Humanidades, de la Facultad de Human!da- castellano el término «razón histórica».
des y Ciencias de la Educación de la Universidad Más tarde, y tanto po.r la i rradiación de Dilthey
Nacional de la Plata (Argentina), correspondiente al ·como por la expresivi dad del término para forma-
tomo XXII, dedicado a «Filosofía y Educación» lizar las nuevas pretensiones _de la «Conciencia _his-
(La Plata, 1930), se incluye un artículo de Francis- tórica» hoy dominante, la expresión razón histórica
co Romero que contiene una sumaria pero muy se ha reiterado y, probablemente, está llamada a
adecuada presentación del filósofo y de su doc- mayores fortunas. Con lo cual, su innegable ambi-
trina; ignoro si Romero lo ha recogido en alguno güedad irá aumentando hasta desorientar sobre su
de sus libros. Francisco Dfaz de Cerio (S. l.f en su posible y más innovador alcance. Por !')jemplo, apa-
libro W. Dilthey y el problema del mundo histórico. rece en filósofos de tendencias heterog_~neas como
Estudio genético-evolutivo con una blbl/ograffa ge- Ch. Perelman - «Raison éternelle, raison his-
neral (Barcelona, 1959), tiene en cuenta la men- torique» en L'homme et I'Histoire (P¡uls, 1962)-
cionada alusión de Giner de Jos Rlos, también alu- o el marxista Alfredo Sabeti -Filosoffa e ragione
de al trabajo de Romero (que, sin embargo, no pa- storica (Napoll, 1959)- , etcétera. Quizá no sea,
rece haber iefdo) pero desconoce dos anteceden- pues, inoportuno el hacer algunas reflexio11es so-
tes más: uno, del propio Giner de Jos Rlos, quien .bre esta equivocidad y los diversos alcances aná-
a su traducción de la Fi/osoffa alemana desde logos que el término pu~de contener, precisamente,
Kant de R. Falckenberg (Madrid, 1906), le agregó para liberarnos de su Imprecisión.
por propia iniciativa un párrafo sobre Dilthey, A) En. Dilthey, quien por vez primera lo forja,
extraído de la Geschlchte der neueren Phi/osophie no se trata de «razón histórica» sino de algo que
(Berlfn, 1905) del mismo autor, que dice: «Contra «se !'ltrevió a denominar Crftica de la razón histó-
esta preponderancia y la tendencia empírico es- rica», segú.n dice al conde Pablo York de Wartem-
céptica que engendra [el influjo de las Ciencias burg, al ~edicarle su Introducción a fas ciencias
naturales], va desenvolviéndose una corriente idea- del espfritu. El término se configuraba deliberado-
lista. Dilthey (Introducción a las Ciencias del Es- mente como contrapuesto a la Crítica kantiana. Y
Juan Colina: «Movimiento».
pfritu, 18~3) aban.dona, es _cierto, la fundamentación pretende fundamentar, frente a las ciencias de la
18 PAULINO GARAGORRI APUNTE SOBRE LA RAZON HISTORICA 19

naturaleza, a las ciencias del espíritu. Windelband mudanza. de lo temporal. En esta perspectiva el el ser la razón, las razones que se desprenden la que todo tuvo su génesis y, tantas veces, su
y Rickert, en Alemania, se mueven en análogo pro- té rmino razón histórica califica a la razón misma. del conocimiento de los hechos por su propia fn- conclusión.
pósito, y en las páginas de Stuart Mili y de Vico El hombre no está dotado de nada que signifique dole histórica: lo que como resultante se nos des- La hipótesis de la razón histórica que se insinúa
pueden hallarse anticipaciones de este propósito una dote de racionalidad intemporal o eterna sino cubre y hace inteligible en la historia. Por tanto, en el apartado D) no sólo integra, según hemos
(1). La especificación de «histórica» que se atri- que su propia razón - la conciencia- es históri- razón histórica en el sentido de la razón de la advertido, a la expuesta en C), sino también a las
buye a la razón procede pues de su objeto: el «es- ca y se resorbe y justifica en el interior de la his- historia, como revelación del sentido racional de otras dos precedentes. En efecto, esta visión de la
píritu» y sus obras; es decir, los hechos cultura- toria. la historia acaecida. El curso de la historia, en historia nos muestra que son «objetos» históricos,
les pero entendidos con exclusión de las ciencias C) Si leemos la correspondencia entre el rey sus conocidos acontecimientos, configura un con- es decir tem porales, todos cuantos el hombre co-
de la naturaleza. Así pues, porque el dato inves- Felipe IV y Sor Maria de Jesús de Agreda hallare- texto dotado de un sentido: un sentido no azaroso noce en el universo de sus conocimientos, y, a la
tigable consiste en los hechos o datos especifica- mos múltiples ocasiones para sentirnos desconcer- e ininteligible, ni captable por principios intem- vez, que la propia razón tiene intrínsecamente una
mente ••históricos» en su mismo objeto, es por lo tados. Sin embargo, una cuidadosa penetración en porales; sino un sentido que es, precisamente, la temporal e histórica constitución, la cual se con-
que su estudio ha de proceder conforme a una la vida española en el sig lo XVII puede hacernos razón histórica en cuanto sinónima de las razones figura en correspondencia a esos «Objetos» y en
razón histórica. En tales supuestos, entre los razo- menos inverosímiles a las misivas cruzadas entre resultantes de la historia. Según esta interpreta- el curso de las sucesivas «Ocasiones». A este in-
namientos físico-matemáticos y los históricos ha- el faraón español a la sazón reinante y la Venera- ción, si la historia nos fuese conocida en la in- tegral o total dinamismo se le interpreta como
bría, pues, una complementariedad. El fundamento ble Madre (2). Porque así logramos entender las tegridad de sus conexiones e incrementos, nos razón histórica. En esta perspectiva se dirla que
de ambos estarfa en la ••conciencia»; lo que motiva- históricas razones -la razón histórica- que ha- parecerla racional, mas. no porque ella aconte- la ••ocasión», el «sujeto» y el «objeto», en su efec-
rla su preocupación por •da cuestión del origen y clan posible ese epistolario. Razón histórica pue- ciese conforme a normas fundadas en hipótesis tiva actualidad, son sólo elementos o parcialida-
justificación de nuestra convicción de la realidad de, pues, también significar, en este caso, a las de «razón pura» transcendental sino porque la ra- des con los que se trenza el curso de la entera
del mundo exterior» que, según escribe en el Pró- razones del tiempo, es decir, las propias de un de- cionalidad es, en rigor, el propio carácter de sus realidad radical.
logo, intenta Dilthey esclarecer en su aludida In- terminado momento histórico que hacen inteligi- efectivos procesos. No se trata, pues, de que la La razón, en el doble alcance del saber algo
troducción... (pág. 6, de la versión española, Ma- ble un suceso colectivo o un descubrimiento o un historia consista en el CUIT_lplimiento de una razón (tener razón) y de lo en ello entendido (dar razón)
drid, 1956). El comportamiento racional del hom- comportamiento Individual entonces acaecido. Ha- sobrehistórica y del que deriva su sentido, su ra- es hallar la razón de algo; ese algo es la entera
bre resultaría así diversificado por sus objetos. La blar pues de la razón histórica puede también cionalidad; no, sería -desde esta noción- no me- realidad histórica, y es en él donde la razón reco-
razón histórica sería, en suma, la razón para -y significar el aludir a las razones propias de una nos racional lo que nos parece admirable que lo noce su propia racionalidad en el curso sucesivo,
acerca de- los acontecimientos intrfnsecamente época que motivan y, al cabo, explican un hecho o funesto: el descubrimiento de las Indias Occiden- acumulativo de si misma en cuanto razón histórica.
históricos, es decir, los hechos del espfritu que se problema determinado. En virtud, pues, de esta ra- tales que la institución de la Inquisición católica. La razón descubre en la historia su propia real idad
originan internamente articulados en la sucesión zón histórica puede parecernos benéfica la escla- Así, pues, la razón aparece en la historia real por- y con ella el principio de la racionalidad. Asf, el
temporal. Esta hipótesis abre el camino al intento vitud -cuando vino a substituir a la matanza de que es la historia en su integridad la que tiene concepto de razón histórica asume un sentido uni-
de descubrir -análogamente a lo ocurrido con la los prisioneros-, o nos parece mal hoy, cuando razón. No se trata, pues, como en C) de la mera voco y básico respecto de sus diversificaciones.
Naturaleza- unas leyes de la Historia, una lógi- persiste en nuestros días. «ocasión>> sino -en principio- de la inteligible No atribuyo los cuatro tipos de razón histórica
ca y unos conceptos adecuados a su comprensión. D) Pudiéramos deci r que los esquemas prece- integridad de la historia. a pensadores determinados. Al insinuarlos aqu f tra-
Seria pues, el objeto histórico -por su irreductibi- dentes responden sucesivamente al ••objeto» histó- to, sólo, de colaborar con las reflexiones del lec-
lidad a los razonamientos tradicionales- el que rico, al «sujeto» histórico y a la «ocasión» histó- Mas lo anterior, principalmente, nos sirve para lle- tor. Sin embargo, para la comprensión del tema,
exigirla esta razón histórica. rica. Pero todos ellos no son sino parcialidades de gar a lo que sigue. Pues la aparición del concepto me parece esencial tener en cuenta estas fórmulas
8) Otro sentido del término razón histórica, bien lo que más compleja y r igurosamente puede y debe de razón histórica se sitúa concretamente en una a que llega Ortega: ••Se trata de encontrar en la
heterogéneo del precedente, vendría dado por la conceptuarse con el término de razón histórica: situación de crisis de la razón. Se ha puesto en historia misma su original y autóctona razón. Por
consideración de que es la razón del hombre, el cuestión el alcance de lo que sea racional, de la eso ha de entenderse en todo su rigor la expresión
razonar humano, un hecho intrínsecamente histó- misma racionalidad. (Tales crisis de la ••racionali- 'razón histórica'. No una razón extrahlstórica que pa-
rico, temporal y variable. La razón misma se ha (1) Windelband : Geschlchte und Naturwlssenschaft dad» son, como es forzoso, el corte más radical rece cumplirse en la historia, sino literalmente,
ido forjando en el curso de la historia -en azaro- (Historia y ciencia del espiritu), 1894; Rlckert: Ciencia en el destino humano.) La racionalidad remite lo q ue al hombre le ha pasado, constituyendo la
so desarrollo, como cuanto en ella acontece y por cultural y ciencia natural, 1899, (versión española, Ma- siempre a un principio no solo racional sino que sustantiva razón, la revelación de una realidad
tanto, desde su raíz, crece o decae en el ámbito drid, 1922); Mili : Sistema de lógica, 1843, - libro VI, transcendente a las teorfas del hombre y que es
sea, además, fundamento de la razón. La historia,
<<Lógica de las ciencias morales»- (versión española
más amplio que la contiene, el de la historia. La Madrid, 1917}; Vico: en, por ejemplo, «11 método degli en la dispersa pululación de los «hechos» habla él mismo por debajo de sus teorfas... >>; antes, Orte-
temporalidad sería así intrfnseca y constitutiva de studi del tempo nostro», 1708, cap. VIl ; en Opere, parecido, precisamente, la gran irracionalidad. ga ha escrito empleando también el término «trans-
la actividad racional. Aparte y además de la dispa- Milano·Napoli, MCMLIII. Ahora vendrfa a significar lo contrario. El «relati- cendente», insólito en su vocabulario: «Todas las
ridad de los contenidos mentales, seria la razón (2) Cartas de Sor Maria de Agreda y del Rey Don definiciones de la razón, que hacran consistir lo
vismo» y el escepticismo que de ella derivaban re-
Felipe IV, Madrid, 1885, dos volúmenes. Aunque soy
ella misma histórica, con todas sus consecuen- sultarfan anulados, al disolverse ahora lo mismo esencial de ésta en ciertos modos particulares de
lector bastante voraz, y aun aficionado a curiosidades,
cias, es decir, que los principios, las categorías debo¡ confesar que este epistolario es de lo más pere- que el presunto «absoluto» en la razonable in- operar con el intelecto, además de ser estrechas, la
con que el hombre discurre están sometidos a la grino que en la mlriónima literatura humana conozco. fluencia histórica donde toda noción ha nacido, en han esterilizado, amputándole o embotando su di-
20 PAULINO GARAGORRI GUILlERMO SUCRE

Nuevos poetas venezolanos


mansión decisiva. Para mi es razón, en el verda- es la plenitud de esa su presunta existencia la que La selección de poetas que ahora presentamos no ante todos los valores consagrados y establecidos
dero y riguroso sentido, toda acción intelectual desustancia a aquellas actitudes mentales. Mas la puede ser considerada en modo alguno como una - en el plano estético, pero también social- viene
que nos pone en contacto con la realidad, por anulación de tal plenitud acarrea el desvanecimien- verdadera antología. Como es fácil imaginar, falta- a definir su lmpetu vital. lmpetu a veces un tanto
medio de la cual topamos con lo transcendente» to de lo que le estaba hipnóticamente polarizado, rran, para serlo, muchos nombres significativos de caótico, pero que encierra una voluntad de transfor-
(VI, 46, 49-50) (3). y, en rigor, conjugado y dependiente dé él. La in- la moderna poesra venezolana; cuya validez estética mar o de rehacer la realidad a partir de la expe-
Por último, quisiera señalar una consecuencia tegración de la razón en la historia, la racionalidad y aun espiritual no dejarlamos de reconocer. Se tra- riencia poética. Poesra en movimiento, signos en
del concepto D). He apuntado que todo «absoluto» de la historia permite evadirse del relativismo y ta tan sólo de una visión de la obra que han escrito rotación, como diría Octavio Paz. Poesra crítica tam-
deja de serlo cuando asistimos a su nacimiento. del escepticismo -en rigor, secuetas del abso- las nuevas generaciones a partir de 1950; además, bién, confiada y recelosa al mismo tiempo, que
Pues, , _en efecto, lo enunciado implica que el re- l utismo- y situar el problema de la verdad en un incluso en este sentido, es una visión muy conden- se sitúa en un punto de tensión, en una relación
lativismo o escepticismo tradicionales, lejos de con- nuevo horizonte estrictamen humano. O sada. Tampoco habrla que ver esta fecha como una dialéctica entre el compromiso y la distancia.
firmarse en esta hipótesis (según, por incompren- suerte de frontera que relegaría a un pasado nada Es Juan Sánchez Peláez el primero que va a des-
sin, a veces se afirma), se desvanecen al extin- memorable la obra de poetas anteriores. Si parti- tacar dentro de esta generación. Su actitud ·per-
guirse el absoluto, por referencia al cual se confi- (3) También la carta de Ortega a E. R. Curtius (del mos de ella -además de los limites comprensibles sonal de solitario y sus búsquedas estéticas, siem-
4, 111, 1938) publicada en la Revista de Occid&nte (Octu-
guraban. El relativista, como el escéptico son sier- bre, 1963) contiene precisiones especialmente -Impor- que impone una· selección como esta- es porque pre contra la corriente, servirán muchas veces de
vos de un absoluto no alcanzable pero ... existente: tantes acarea da su concepto de • razón histórica• . tenemos la convicción de que la joven y nueva punto de referencia para los más jóvenes. En su
poesra venezolana com ienza a constituirse por esa libro inicial, El ena y los elementos, además del
época. Sin desconocer el aporte de poetas auténti- clima surrealista, se hace presente la seducción del
cos y todavía vigentes, el tono dominante de la poe- lenguaje, el trasfondo Inquietante y enigmático de
sra venezolana era entonces - en 195Q-- el de un un poeta venezolano que hasta entonces había es-
formal ismo exagerado: se cultivaba un lenguaje ar- tado olvidado, José Antonio Ramos Sucre (1890-
caico, quizá muy perfecto desde el punto de vista 1930) - marginalmente, habrla que decir que . el
de la preceptiva, pero Inexpresivo e ineficaz en re- rescate y la revaloración de la obra de Ramos Suc re
lación con las incitaciones de la poesía y del mundo es uno de los rasgos que caracteriza a la nueva
modernos. Curiosamente, era una poesra que se re- poesra venezolana-. Pero al tono un tanto desme-
vestía de profundidad; sus grandes temas, aquellos surado y no siempre personal del p·r imer libro, su-
que la crítica suele llamar temas eternos, eran la cede luego en Sánchez Peláez una afirmación más
muerte y el tiempo, el amor y la vida, la soledad despojada y descarnada. Sobre Animal de cos-
y el olvido. Pero detrás de ellos se sentía algo más tumbre el propio autor ha confesado : «Quise tocar
que un vacro existencial : la pompa discursiva, cuan- [en él] al hombre cotidiano: un hombre que se
do no la refinada afectación. De esta manera, el queja y, sin embargo, se resigna y acepta ... El dra-
verdadero lenguaje poético, el que hace material ma de ese hombre cotidiano es que ha ido per-
y concreto lo genérico, no despegaba, no 'tomaba diendo sús propios dominios, su propia identidad,
vuelo. en medio de una civilización asfixiante. Así, el tema
Es hacia .1950 cuando empi.eza a surgir una ge- profundo del libro es el desdoblamiento de la con-
neración que muy poco ligacta se mostraba con lo ciencia : la mirada que el hombre proyecta sobre
que por entonces se hacia poéticamente en el país. sr mismo como si fuera una criatura -un animal -
Si algún vinculo nacional podrla señalársele, habría a la vez extraña y familiar. «Yo me identifico, a me-
que buscarlo, por el c ontrar¡o, en poetas de gene- nudo, co n otra persona que no me revela su nom-
raciones muy anteriores (el Grupo «Viernes», ·la ge- bre ni sus facciones. Entre dicha persona y yo,
neración de 1918). Cierto tono polémico en todos los ambos extrañamente rencorosos, reina la beatitud
órdenes y la presencia de un lenguaje en que lo y la crueldad .. , afirma Sánchez Peláez en uno de
poético se despoja ya de tantos formul ismos y se sus poemas. En esta polarización del ser hay, sin
vive sobre todo como interiorización y búsqueda, es duda, un desgarramiento dramático que surge de la
tal vez el denominador común de esta generación vivencia de un mundo, como el actual, que ha perdi-
que luego va a polarizarse en diversas tendencias. dido su unidad. Ese desgarramiento se continúa sin
Para los más radicales de sus integrantes, el poema pausa, pero esta vez dentro de una intimidad más
es menos un objeto que un acto, un acto que puede fervo rosa y compartida, en Filiación oscura, libro
ser lírico o antilírico, pero que vale por su verdad que nuevamente da paso al encantamiento erótico
Juan Colina: «Personajes» (fragmento). existencial. De igual modo, un fuerte escepticismo tan constante en este poeta.
22 NUEVOS POETAS VENEZOLANOS NUEVOS POETAS VENEZOLANOS 23

Dentro del mismo ámbito existencial y desqui- la autonegación. La obra de Pérez Perdomo, mar- uno de sus últimos libros. Pero en Paisano ocu- co. El lenguaje es para ellos un juego combinatorio
ciado se mueven las experiencias de Luís Garcla cada por una visión sombrla y a la vez por una rren cambios sensibles: de la fascinación inicial se en el que al final se dibuja una verdad profunda
Morales, Francisco Pérez Perdomo y Rafael Cade- inteligencia lúcida e irónica, nos presenta a un pasa a un movimiento alucinatorio y dramático; que compromete al lecto r. Actos de magia, juego
nas. El problema del tiempo y la desintegración de poeta obsesionado por su propia alienación. Con de la suntosídad expresiva se pasa a un lenguaje de reyes: los poemas de Argenis Daza se nutren
lo real son signos dominantes en ellos. Pero míen- acuciosidad y sutileza, Pérez Perdomo se analiza acerado y compulsivo. No se trata ya de una evo- de la polarización entre lo irreparable del tiempo
tras García Morales es más efusivo y Cadenas más como un objeto de disección y analiza igualmente cación, sino de una recreación: quien habla en y la fabulación mítica que trasciende toda desinte-
grave e incluso patético, Pérez Perdomo introduce su propio lenguaje, la gestación del poema. Más estos poemas no es puramente el autor, sino perso- gración. El tiempo vuelve irreales las experiencias
una suerte de humor negro en el poema. Lo real y que a su cristalización, tiende a ••novelar» el poe- najes primitivos, los paisanos mismos que se en- de Daza, pero la imaginación las restituye al mun-
la memoria -libro de Garcla Morales- es uno de ma, especialmente en su último libro La deprava- frentan al misterio de su comarca. Por ello hay que do. La poesra de Montejo es una constante con-
los buenos hallazgos de la poesla venezolana re- ción de /os astrc;JS, que bordea lo esotérico. La saber leerlos desde esta perspectiva, situándose frontación con sus muertos; pero en esa qonfronta-
ciente. A través de imágenes y de un ritmo des- suya es una poesfa desenfocada, que se aparta de dentro del ámbito mágico e ingenuo que crean. El ción hay un sabio juego de participación y distan-
lumbrantes, este poeta logra «materializar» la si- los temas convencionales e incorpora más bien lenguaje de este libro -trasposición y a la vez me- cia que hace de la muerte un extraño y a veces
tuación del que se entrega al flujo del tiempo y a todo lo que pueda resultar marginal y aun delez- tamorfosis de un lenguaje coloquial muy puro- luminoso ritual en que los seres se reverencian y
la vez aspira a trascenderlo, recuperando la me- nable. Como Sánchez Peláez, este poeta lucha traduce una tentativa que difícilmente hubiera sido dialogan aun entre sí. Su tema no es la ausencia,
moria de su paso por la tierra. «Todo gira buscan- -con amistad, con odio- con un huésped tiránico concebible dentro de la concepción hispanizante de sino la presencia. Es por ello que rehuye el pate-
do su porvenir en la memoria», dice en uno de los que lo domina y que es y no es él mismo. Surge generaciones anteriores. Esa tentativa puede abrir tismo de la poesfa elegíaca: asl conmueve más
poemas de ese libro inicial. No se trata, pues, de asl, nuevamente, el problema de la identidad, e in- nuevos horizontes a la poesfa venezolana más jo- profu nqamente. Montejo es, sin duda, uno de los
la simple actitud nostalgíosa de los poetas me- cluso más, una especie de fisura entre la · concien- ven. Por lo menos deja sentada una lección: que valores más auténticos que han surgido reciente-
lancólicos, sino de la búsqueda de una dimensión cia y la vida. Una poesla asl se sumerge siempre la poesla no está dada de antemano en palabras mente en nuestra poesía.
donde «lo real y la memoria» se identifiquen como en el delirio, pero no es delirante : una secreta de supuesta jerarqufa estética. Cada generación, y no sólo en literatura, cree que
unidad de la existencia. Rafael Cadenas, por su inteligencia va regulando sus pasos. Ello le comu- Argenís Daza y Eugenio Montejo son los más con ella se inicia el mundo. No caeremos en esa
parte, es el poeta del desarraigo. Significativamen- nica su verdadera tensión y ese clima fantasmal en jóvenes de este grupo de poetas. No cierran un soberbia, que algunas veces puede ser más bien
te, su primer libro se titula Los cuadernos del des- que lo cotidiano se vuelve traumático, desprovisto ciclo, sino que lo prolongan. La obra de ambos humildad. De la que acabo de hablar, a la que de
tierro: no sólo el exilio de la patria, que sufrió en incluso de sus significaciones normales. El exceso se inserta dentro de una misma tradición de lo algún modo me siento ligado, diré simplemente que
1952, sino también, y sobre todo, el exilio del mun- de conciencia parece equivaler entonces a una ino- moderno, pero por ello mismo abre nuevas posi- aún vive su propia aventura. Su vigencia es todavla
do. Por más que se defina, busque su ascendencia, cencia dramática. ••Las palabras ya no me tocan, bllidades. Sin dejar de explorar en el mundo, la de su juventud. Pero si sólo se quedara en ello,
su linaje de hombre, el mito de su infancia, Cade- sino por el error trágico o ridículo que manifies- ambos se sienten seducidos por un elemento lúdi- su destino será quizá precario. D
nas no logra reconocerse sino en lo que lo separa tan; en nada por su significación». Esta frase de
del mundo actual. El abigarramiento de su pri mer Francis Ponge parece regir también la actitud de
libro, también demasiado penetrado de influencias Pérez Perdomo no sólo frente al lenguaje, sino
(Rimbaud, Ramos Sucre), se ha acendrado en Fal- frente a la realidad misma.
sas maniobras, su último poemario. Título irónico, Ramón Palomares es un poeta distinto, tanto en
supone una mayor distancia analltlca para explo- su lenguaje como en su visión de la realidad. No JUAN SANCHEZ PELAEZ
rarse más profundamente a sí mismo. Nos presenta deja de ser revelador el título de su primer libro :
a un ser dividido por las dudas, desdoblado en El reino. Ciertamente, para él su verdadero reino
su propio sufrimiento, que se niega a si mismo, pero es el mundo, los grandes dominios terrestres. Lo ANIMAL DE COSTUMBRE
que a pesar de ello quiere optar por la vida, por la que seduce en sus primeros poemas es justamen-
afirmación de la vida (••Espero una canción distinta. te la energía y el fulgor de una infancia evocada XI
1 Una canción que me resuelva», dice en uno de con suntuosidad. Es un poeta más sensorial que
sus últimos poemas) . Nada más ajeno a esa afir- reflexivo, pero ello no descarta en él una cierta Yo me identifico, a menudo, con otra persona que no me revela su nombre ni sus fac-
mación que el énfasis. Es una afirmación que con- sabidurfa con la que logra arrancar el secreto de ciones. Entre dicha persona y yo, ambos extrañamente rencorosos, reina la beatitud Y la
mueve porque a través de ella sentimos que de los seres y las cosas que nombra. Por ello nadie crueldad. Nos amamos y nos degollamos. Somos dolientes y pequeños. En nuestros
verdad un hombre se libera de sus sombras. Asl, menos anecdótico que él. La casa familiar, un pá- lechos hay una iguana, una rosa mustia (pa ra /os dlas de lluvia), y gatos somnámbulos
todo el desarrollo del libro lo que nos propone jaro, un nadador, son temas de incesante transfi- que antaño pasaron sobre /os teJados.
es una ascesis: ejercicio de desposesión y trans- guración. Aun los padres y demás seres constante- Nosotros que no rebasamos /as fronteras , nos quedamos en el umbral, en nuestras
ferencia. «Je suis un autre»: éste es quizá el verda- mente evocados en sus poemas, se nos imponen alcobas, siempre esperando un tiempo meJor.
dero impulso de Cadenas. De este modo /as falsas como figuras míticas y enigmáticas que de algún El ojo perspicaz descubre en este semejante mi propia ignorancia, mi ausencia de
maniobras nos revelan su verdadero sentido : una modo expresan una fuerza o un orden cósmicos. rasgos trente a cualquier espejo.
búsqueda de lo auténtico a partir del absurdo y de Ese mismo universo de la infancia se reitera en Ahora camino, desnudo en el desierto. Camino en el desierto con las manos.
24 NUEVOS POETAS VENEZOLANOS NUEVOS POETAS VENEZOLANOS 25

XVII El sol
Y /os guijarros de la playa.
Mi animal de costumbre me observa y me vigila.
Mueve su larga cola. VIene hasta mí Entonces,
A una hora Imprecisa. Persistirá un extraño rumo r
En torno al árbol y la vfctlma;
Me ·devora todos los dlas, a cada segundo.
Persistirá ...
Cuando voy a· la oficina, me pregunta:
«¿Por qué trabajas Barriendo para siempre
Justamente Las ~osas,
Aqul?» Las hojas dúctiles
Y el viento.
Y yo le respondo, muy bajo, al oído:
Por nada, por nada.
Y como soy supersticioso, toco madera
De repente,
PERSISTENCIA
Para que qesaparezca.
A Ella (y en realidad sin ningún /Imite). Con holgura y placer.
Estoy Ilógicamente desamparado: A Ella, la víbora y la abeja: La desnudez preciosa.
De /as rodillas para arriba, A Ella, mi transparencf~, mi incoherente arrullo, el rumor que sube en /as raíces de m/
A lo largo de esta primavera que se inicia lengua.
MI animal de costumbre me roba el sol A Ella, cuar¡do regreso de /as inmensas naves que hay en- el cuerpo huraño con un
Y la claridad fugaz de los transeúntes. so/ inmóvil.
A Ella, mi ritual de beber en su seno porque quiero comenzar algo, en alguna dirección.
Yo nunca he sido fiel a la luna ni a la lluvia ni a /os guijarros de la playa. A Ella, que abre el sobre de mis amuletos.
A Ella, que en la balanza anónima de la memoria y en /as horas finales prolonga mi pre-
MI animal de costumbre me toma por las muñecas, me seca las lágrimas. sencia real y mí presencia Ilusoria sobre la tierra.
A Ella, que con una frase Insomne divaga en el umbral de mis lámparas.
A una hora Imprecisa A Ella, a causa de un vocablo que me falta y' a la vez usufructo de un breve viaje .que
Baja del cielo. podrla revelarme.
A una hora imprecisa Duerme, pero la obra humana es e/ Instante; al dormir se cierra con furor la gran jaula.
Sobre el humo de mi pobre sopa. Despierta, pero esboza en las márgenes de tus cejas el oro próximo del sueño.
Revuélcate en esa parálisis fuera del yo de /os ciegos viajeros.
A una hora Imprecisa Adonde ni ninguna faz con años.
En que explo mi sed A Ella, los abismos que hay de mi amor a mi muerte cuando caiga a plomo sobre la
Pasa con Jarras de vino. . tierra y en lugar de señales desaparezca el sitio de mi ánima sola.

A una hora imprecisa


Me matará, recogerá mis huesos
Y ya mis huesos metidos en un gran saco, hará de mi LEGAJOS
Un pequeño barco,
Una diminuta burbuja sobre la playa. El mundo se me hacia hostil. Mis sentidos querlan vivir en una perenne fiesta. Al cabo
de /os años te hallé. En duermevelas te volv/a a Imaginar, con dos mus/os firmes y una
Entonces sí rosa de agua en la mitad del cuerpo.
Seré fiel
A la luna Mientras reposas y tiemblas bajo el ala gigante del sexo, yo vengo a tu lado para que
La lluvia amaine la tempestad.
26 NUEVOS POETAS VENEZOLANOS NUEVOS POETAS VENEZOLANOS 27

Me dilapido en la casa negra. El brillo de la bestia asoma furtivo. El canto de la naturale- Se pudo indagar más tarde que el sujeto había comenzado a morir por vla colateral como
za es un pájaro errante. Nace entre gritos el mundo a mediodía. No estamos hechos a la en un parentesco lejano. La droga del arma Jo detenía en los umbrales donde la víctima
riqueza del invierno. Azota el árbol que nos rodea. se tambaleaba perdiendo pie y recuperándose. Los expertos juzgaron a esta muerte mucho
más enfática a la larga pero de inmediato y con razones abundantes menos viable, porque
Me dilapida el tiempo: Lo imborrable, nulo, socava mi inquietud. priva a la vlctima de lanzar al exterior esa última y notable mirada que se acostumbra
siempre en tales casos

LEGAJOS
LA DEPRAVACION DE LOS ASTROS
Cuando regreso del viaje imaginario me abandono a reir. Una jauría de lobos acoge con
amor mi cervatillo insomne. Entre aquellos árboles altivos, todo el rumor de mi sangre
y mi desvelo.
13
No que la carga sea abrumadora, prorrumpo. Ni que forzara las puertas con el dedo me-
De los intersticios de un ciclo que ere/ para siempre cerrado, como un ataúd, en la in-
ñique. Ni que me asustara volver aqu/, a la penumbra.
timidad de las noches comienzan a brotar /os espectros. Oigo un ruido. Se aproxima. Giran
en /as tinieblas los oráculos. Un animal nocturno flota muerto en el agua sucia de la
Cuando regreso del viaje imaginario, vivo y yazgo en el puro desierto. En lugar de adve-
palangana, ahora y siempre, en el silencio y la soledad de /os hoteles abandonados. Uf!
nimientos y honores, la soledad tañe aún la campana en el bosque.
remolino de polvo y náusea y aire trio mueve unos viejos zapatos, una camisa, unas
(inédito) medias tiradas y escombradas. Gravita la memoria. Aquel cuerpo antiguo que devora
JUAN SANCHEZ PELAEZ. Nació en 1923. Vivió durante su juventud en Santiago de Chile, incesantemente el águila salvaje, se reconstruye en esta hora de vigilia detrás de mis
en donde formó parte del movimiento surrealista «Mandrágora••. Ha ganado prestigio párpados. Una mujer, ojos de Medusa, airada espía por el hueco de la ventana. Comienza
también con sus programas radiales sobre literatura. Libros publicados: Elena y /os ele- por aletear en sus cenizas igual al ave fabulosa la carta lejana del armario: se pr oduce el
mentos (1951), Animal de costumbre (1959) y Filiación oscura (1966). aullido aterrador, como de lobos, de /os verbos lascivos en tránsito hacia la carne, el
sonido sordo y lastimo.so de /as palabras que pugnan por salir y caen de una cuerda
tensa hacia /os abismos del pasado. Una cabeza, la cabeza arrancada por /as mujeres dé
Tracia se levanta, se levanta y siempre de /as aguas.

23
FRANCISCO PEREZ PERDOMO
Subo sin haber bajado.
No me siento en /as piedras del camino
LOS VENENOS FIELES a la luz de la luna,
como es costumbre de caminantes solitarios,
3 para añorar tiempos vividos.
Carezco de recuerdos.
Una cosa viscosa asomada a intervalos relampagueantes algo como una cabeza que sale A nada me debo en este mundo,
a una superficie ahora, en este instante.
rígida de agua con aletas a /os costados La memoria es asunto posterior.
unos ojos fijos nadando con fruición en grandes escupitajos y a través de paredes impe- Orfeo, U/ises o Eneas, por ejemplo,
netrables muros con consignas paredes de urinario cuando suben del Hades
de barrios con ademanes de ruina y trapos o ropas son perseguidos por visiones,
colgadas exhalando hacia los vientos drama y soledad imágenes que revolotean en la oscuridad
y algo como una serpiente coral dando vueltas alrededor del cuello y arrastran para siempre
Y enctma de todo el filo del arma como una suerte de luna cortada por la cerradura de el recuerdo de frases susurradas al oído,
una puerta también del mismo barrio o de otro barrio proféticas, torturantes, el recuerdo
no flotando sobre la ciudad como en /os temas de pecados y amenazas de voces · de familia,
sino sobre /os ojos de la víctima y en ellos reflejado. de aullidos, de silencios y brumosos abrazos;
28 NUEVOS POETAS VENEZOLANOS POETAS VENEZOtANOS 29

en una palabra, sus ·vidas se dében al infierno . . RAFAEL CADENAS


Yo, en cambio, a nada me debo en este mundo,.
ahora, en este instante. .. .
Subo .-simplemente sin ·atravesar
· puertas cerradas con un r.acno de oro. entre las manos, MI PEQUEIVO G/MNASI_D
no cruzo entre sombras tristes, fantasmas,
Consta de una almohadilla que golpeo con acompañamiento musical.
subo, subo, ciego, inexorable,
porque se debe subir Un saco de arena donde descargo todo el peso de la caf/e.
y dejar aquí este testimonio. Una esterilla para hacer contorsiones que producen olvido.
Me establezco ¿dónde? en cualquier parte·. Un hueco en triángulo donde me oculto para no ver.
Ya sentado hago un alto, Una cuerda donde me castigo por toda la prudencia del dia.
a la boca llevo el jarro.
Un artefactó en forma · de O en el que me doblo para evitar los reclamos de mi con-
apago la sed,
calmo la ceniza de mi viaje, ciencia.
entre paréntesis, de mi viaje so/o y -peculiar . Una barra horizontal sobre la cual me ri o de mis_ intenciones.
porque . en efecto a ningún otro es semejante Una tabla donde doy golpes innecesarios que podrian estar mejor dirigidos.
aunque aparezca sin embargo a un· mismo código Un pequeño extensor de éretino que me estira por todos los frutos que no tomé, /os
o a la cola de un ·mismo caballo encadenado. actos que no hice, /as palabras que no me atrevi a decir.
El follaje apacible del árbol, Una soga donde extorsiono mi brazo derecho por todas mis indecisiones, olvidos, cambios.
entre /os destellos de una luz de origen,
El resto lo compone el ajuar ordinario de todo deportista. Los ejercicios son efectuados
es sacudido de pronto por un extraño viento.
en la oscuridad. Por vergüenza no admito espectadores. (El descontento sordo, por otra
Desde el árbol la serpiente me flama .
parte, ahogaría al que osa entrar.)
Soy de todas maneras un aprendiz. No he podido alcanzar mis rodillas con la frente,
APARIC/ON todav/a me es imposible arquearme hacia atrás hasta tocar el suelo, tampoco logro pa-
rarme sobre /as manos. Algunas veces el exceso de pesadez me vuelve ridiculo. (Me re-
El animal -cabeza de toro y cuerpo de relámpago míto/ógico- iluminó por un instante cuerdo en lamentables posicipnes y siento dolor.) A pesar de mis esfuerzos sigo siendo
mi cuarto (necesaria y fatalmente por el tiempo de un relámpago). Entonces súbitamente carnlvoro, rudo, indisciplinado .
me encontré cegado y seducido por el brilfante hallazgo. El ardor de su cola comenzaba En el fondo Jos ejercicios están enderezados a hacer de mi un hombre racional, que viva
a quemarme. Ardiendo y rodando por el suelo proclamaba sobre él mi exclusiva propie- con precisión y burle los laberintos. En clave, persiguen mi transformación en Hombre
dad. Pero si es mio, repuso entre /as sombras y en duermevela un repentino y extraño Número Tal. Llanamente y en mi intimidad, espero -con ellos dejar de ser absurdo .
personaje, asesinando así aquef/a aparición que tanto me hechizaba. En las praderas noc-
turnas y en las carnlcer/as después lo he recordado muchas veces con nostalgia.
(inédito)
BELOVED COUNTRY

El TRASGO Cuánto tuyo no se desenvuelve como música perdida. en mi.

Pals al que regreso· cada vez "qlf.e. me he empobrecido.


Volví los ojos hacia atrás y lo observé cuando me miraba desde un lejano banco. Inmu-
table. Muchas veces lo habla sorprendido a hurtadillas . espiándome en /os sombrlos Sello, fasto, bóveda de /os cofres.
parques. Ceñudo ahora, m/ asiduo trasgo familiar me escrutaba de manera distinta y con
más ojos que Argos. Un desusado temblor me sacudía y me /fevaba a rastras por oscu- Nunca me has negado tu leche de virgen.
ras profundidades.
Mi refle jo, mi fuente secreta, rrii anverso real.
(inédito)
Ignoro el alcance de tu olor de especia, pero sé que has estado en todos mis puntos de
FRANCISCO PEREZ PERDOMO. Nació en 1929. Perteneció al movimien to que en 1958 partida, envolviéndome, Oriente solicito, como una ceremonia.
editó la revista Sardio y actualmente forma parte del yrupo «El Techo de la Ballena... Li-
bros publ icados: Fantasmas y enfermedades (1961), Los venenos fieles (1963) y La depra- País a donde van las lineas de mi mano, lugar donde soy otro, mi anillo de bodas. Segu-
vación de los astros (1966). ramente estás cerca del pentro.
NUEVOS POETAS VENEZOLANOS 31
30 NUEVOS POETAS VENEZOLANOS

Por ti yo conozco la angustia de representar un papel, mantenerme a la fuerza en un es-


NOMBRES calón, trepar con esfuerzos propios, reñir por jerarqulas, Inflarme hasta reventar.
Me has hecho humilde, silencioso y rebelde.
Te llamas hoja húmeda, noche de apartamento so/o, vicisitud, campana, tersura y lascivia, Yo no te canto por lo que eres, sino por lo que no me has dejado ser. Por no darme otra
Ingenuidad, lisura de la piel, luna llena, crisis vida. Por haberme ceñido.
oh mi cueva, mi anillo de saturno, mi loto de mil pétalos, Me has brindado sólo desnudez.
Eufrates y Tigris, erizo de mar, guirnalda, Jano, vasija, tórtola, S y trébol Cierto que me enseñaste con dureza ¡y tú mismo tralas el cauterio/ pero también me diste
ovlpara la alegria de no temerte.
uva, vellocino y petrificación Gracias por quitarme espesor a cambio de una letra gruesa.
podrlas llamarte Blandula o Cupida o Fonticu/a Gracias a ti que me has privado de hinchazones.
pero tu nombre es Gracias por la riqueza a que me has obligado.
lecho, lavabo, dentlfrico, café, primer cigarrillo, luego so/ de taxis, acacia, también te Gracias por construir con barro mi morada.
llamas acacia y six pi em -em- o half past six o seven, cerveza y Shakespeare
Gracias por apartarme.
Y vuelves a llamarte hoja húmeda, noche de apartamento so/o, etc.
Gracias.
dla tras día,
si, tienes tantos nombres RAFAEL CADENAS. Nació en 1930. Perteneció al grupo que hacia 1959 publicó la revista
y no te puedo llamar Tabla Redonda. Es también profesor universitario, especializado en literatura Inglesa.
todo tan absurdo como esas mañanas sin amor que el espejo de /os baños recoge y Libros de poesia: Los cuadernos del destierro (1960) y Falsas maniobras (1 966).
protege·
todo tan desoladamente Inabordable
todo tan causa perdida

LUIS GARCIA MORALES


FRACASO
Cuanto he tomado por victoria es so/o humo.
Fracaso, lenguaje del fondo, pista de otro espacio más exigente, dificil de entre/eer es POEMAS
tu letra.
Cuando pon/as tu marca en mi frente, jamás pensé en el mensaje que tralas, más precioso 2
que todos /os triunfos. La mujer acostada en medio del cielo
Tu llameante rostro me ha perseguido y yo no supe que era para salvarme. encima del cual un águila
Por mi bien me has relegado a /os rincones, me negaste fáciles éxitos, me has quitado desde el principio
salidas. como el principio de cada maravilla
Era a mí a quien querlas defender no otorgándome brillo. levanta el pico del espacio
De puro amor por mi has manejado el vaclo que tantas noches me ha hecho hablar
afiebrado a una ausente. y quá pobres los ojos donde el tiempo celebra
Por protegerme cediste el paso a otros, has hecho que una mujer prefiriera a alguien más donde deja su cargamento de futuros escombros
resuelto, me desplazaste de oficios suicidas. o exhalaciones bajo el árbol joven y viejo ·
Tú siempre has venido al quite. o ante la fuga del umbral
S/, tu cuerpo llagado, escupido, odioso, me ha recibido en mi más pura forma para en- y puede verse el dla en los remates del cielo
tregarme a la nitidez del desierto. y en el jarro de vino pueden verse /os lutos de tu nombre
Por locura te maldije, te he maltratado, blasfemé contra tí. /as borradas miserias de fa noche.
Tú no existes.
Has sido inventado por la delirante soberbia.
¡Cuánto te debo/ 7
Me levantaste a un nuevo rango limpiándome con una esponja áspera, lanzándome a mi Y en lo más duro del tiempo
verdadero campo de batalla, cedlándome las armas que el triunfo abandona. está la huella como un Instinto
Me has conducido de la mano a la única agua que me refleja.
32 NUEVOS POETAS VENEZOLANOS NUEVOS POETAS VENEZOLANOS 33

donde escupen las ánimas LOS AUGURIOS


y el grabado en los muros.
Aqul la ese tomó una categor/a misteriosa Llevado de la mano
y la eme de los muertos Igual decir de los ojos de los huesos del futuro fulgor
y la jota de los jacintos y el Intranquilo fuego que maravilla
guardan la huella de la virgen conmigo el dolor ávido
t . en una mancha de vino. los dolorosos augurios
las Inacabables venidas y ausencias
Y arriba, saliendo muchas veces de su capa y yo enterrado vivo en el aleluya
-cielo batido en arcilla real- en el porvenir que amanece y sombrea.
brota de su propio refleJo el ave luz.
Oigo un ruido Imperial enemigo
Y si existe la trasparencia, lluvias y llamas giran en la segunda tienda del espacio
donde ella estuvo, donde estuvo en la cúpula futura que se acerca hecha trizas.
su lágrima o su alegria
· hay una mancha de uva Oigo el pesar
y el rincón es desde entonces sagrado Oigo los años que golpean la piedra de las metrópolis
aunque a/11 orinan los perros. y cada amanecer triturado
Oigo Preparaciones funestas el árbol que preparan
y sin verlo ya veo
8 su rojo su caliente rocío de mariposas
y piernas como fantasmas de piernas
Esta roca debe ser eterna.
y brazos como calda de sarmiento.
La locura que hay en el centro de esta roca
debe ser sin fin.
lngr/ma Sola
Huella de rosas, muro de ni veles,
Caminas por el revés del fuego
zócalo dibujado con las uñas
caminas al revés
y bajo del asfalto
por las habitaciones del fuego
con distinto cuervo en la mano
y no veo en tus ojos sino sus lágrimas
con distinta pluma
no veo tus lágrimas
los vendedores de tiniebla relan,
sino la muerte de Antigona.
se bañaban en el agua dorada de la tiniebla.
Noche mañanas penas
El exilado viene sin llorar
Traer aqul Jos caminos
Gran lluvia gran jaula es este ruido
¡Levantar en este pasado la ciudad/
que el exilado mira sin llorar
y mis pies están solos en la noche que se deshoja
¿Germina el fuego? mis manos están solas bajo la única tienda que se deshoja.
¿La sed, el hambre, la miseria germinan?

Te observo desde el corazón de la esfera.


Es magnifico, es perdurable /CARO (fragmento)
la alegria que miro entre Jos geranios.
El espacio trabaja lentamente sus cosas
De /as cinco columnas tres cayeron al mar, Pero la ciudad llama de veloces espejos
hay nubes sobre la tumba del oeste Ve/oc/sima piedra que cambia
y ya no hay cielos sino gritos de pájaros. El tiempo no mira el ciego universo que huye
El que huye no se mira en el universo
Esta luz son tus huesos, esta lámpara tu corazón, En cada instante brilla la fugaz materia del mundo
lo demás es la noche. En cada Instante m/ fulgor es luciérnaga en agonla
34 NUEVOS POETAS VENEZOLANOS NUEVOS POETAS VENEZOLANOS 35

Veo de mi vida Leo en su boca el signo indescifrable


La lucha tornadiza con mi propio fantasma Su boca es la semilla del sol
A merced de esta historia cambiante Para siempre diáspora roja
Dondo al cabo soy nada Su paso es otra estrella subiendo por última vez las flores
O soy todo. Pasa la cosecha de flores que son la cabeza de los ángeles
Mientras la abeja vela en torno al venerable
Se acercan los dlas rojos negros amarillos El que no tiene nombre
Los dlas de hueso de sangre de sudor
Vienen cortados deshilados Sino una rosa en su mano que quiere decir adiós
Las horas al revés Súbe/o al sueño
Las horas mirando hacia atrás Hay gaviotas en la montaña
Boquiabiertas Hay ola de mar en el buche de cuatro golondrinas
Una sola palabra sacude mi esplritu Súbe/o al poniente de hoja dorada
Atormenta mi paso El musgo conocerá su forma Su enigma
Marca el sueño que me precede y no he vivido Donde su huella picotearán las aves
Soy el eco sólo O crecerán los muros en su cambiante greda.
El solo presentimiento:
En esta espera duerme una cicatriz LUIS GARCIA MORALES. Nació en 1930. Fue fundador y uno de los redactores de la
¿Qué pregunta la herida? revista Sardio. Actualmente pertenece al consejo de redacción de Zona Franca. Es
¿Y la mancha que al fin dejamos sobre la tierra? también crftico y ensayista. Ha publicado: Lo real y la memoria (1962).

Una forma antes de morir


Es el lecho de las ánimas
Es también la estrella del nopal
Y la boca del moribundo

Una forma antes de morir RAMON PALOMARES


Es el ángel volando en su propia luz negra
En su vuelo soy la escritura ilegible
Una frase pronunciada en el vaclo ASUNTOS DE TEATRO: MASCARAS
Un punto en el celaje del que me ve pasar
De repente el camino es tan fácil He aqul que existimos en el /Imite de la mentira
Es tan fácil enveJecer que nuestra vida es impalpable
Envejeces en el pico de un cuervo que estas personas representadas pertenecen
En un duelo envejeces a un dueño de otro orden.
Sin armas
En silencio Cumplidos cabalmente en escena
Sin luz. ante el gran público. Asf recreamos bajo /os astros
y acudimos a una cita en los vientos
Entre tantas floraciones amargas saliendo al paso de nuestras fiestas.
Traspuesto su lecho
Humillada su armonla Nuestro corazón está prestado a otros personajes
O apagada su encarnación en los almendros murmuramos un sueño y nuestros labios no son responsables,
Entre cuantas rutas perdido, vejado, ensombrecido somos bellos o nobles según la circunstancia.
Su cabeza /cara abreva en el fango su belleza
Hunde su hocico entre hielos azules de moscas y zumbidos Nos asalta un delirio azaroso
Y el ala de su rostro queda a la deriva y caemos en /os escenarios bajo una voluntad extraña.
Leo en el fondo de sus ojos Y no tenemos vida,
Su resistencia Su gloria de rodillas pues andamos sobre ruedas en un pa/s desconocido
36 NUEVOS POETAS VENEZOLANOS POETAS VENEZOLANOS 37

cuyas flores nos Interesan de manera frívola echando las ramas sobre si
y cuyas mujeres nos aman en alcobas de falsedad. muy lejos.

Producimos un fuego y su corazón azul Entra como si fuera un hombre a caballo


crepita con más fuerza que el nuestro y pasa por el zaguán
en tanto arden los leños a la manera de sangre. sacudiéndose la tormenta.

Nos permitimos ser extraños. Falsos. Y se desmonta y comienza a averiguar


Llevar una emoción no sincera. y hace memoria y extiende los ojos.
Mientras andamos, desterrados de nuestro cuerpo
en un interminable paseo.
Mira los pueblos que están
unos en laderas y otros agachados en los barrancos
y entra en las casas
viendo cómo están las mujeres
EL SOL y repasa las iglesias por las sacristlas y los campanarios
espantando cuando pisa en las escaleras.
Andaba el sol muy alto como un gallo
brillando, brillando
Y se sienta sobre las piedras
y caminando sobre nosotros. averiguando sin paz.
Echaba sus plumas a un lado, mordia con sus espuelas al cielo.

Corrí y estuve con él


Allá donde están las cabras, donde está la gran casa.
Yo estaba muy alto entre unas telas rojas MUERTE
con el sol que hablaba conmigo
y nos estuvimos sobre un rlo Me metl por el canto del borococo,
y con el sol tomé agua mientras andábamos me metl por su oscuridad, me fui donde sus plumas silban,
y velamos campos y montañas y tierras sembradas a/11 están echados sus perros
y flores al// está su casa entre humo.
cantando y riéndonos.
Al// andaba el sol Me entré en la negrura,
entre aquellas casas, entre aquellos naranjos, y me fui
como una enorme gallina azul, como un gran patio de rosas; como un muerto me fui donde está la noche
caminando, caminando, saludaba a uno y otro lado; abriendo las ventanas llenas de polvo
hasta que me dijo: oliendo el moho
encontrando vestidos y flores .
Mi amigo que has venido de tan abajo
vamos a beber Estas son tus piedras donde haces lunas
y cayó dulce del cielo, cayó leche hasta la boca del sol. · aqu/ te dan leche de tigra
donde los huesos brillan.

Estoy en la mata del sueño,


EL NOCHE en la sala de la casa,
mi cabeza ha crecido
Aqui llega el noche se convirtió en nubes de aguacero.
el que tiene las estrellas en las uñas,
con caminar furioso y pérros entre las piernas . Yo soy el que toca la noche,
alzando los brazos como relámpago ya te diJe que me vuelvo árbol entre relámpagos:
abriendo los cedros -Vengo de lejos,
3.8 NUEVOS POETAS VENEZOLANOS NUEVOS POETAS VENEZOLANOS 39

de más allá de /as casas ARGENIS DAZA GUEVARA


de más lejos que lo que se pierde en /os montes.

Agarré mi vara y vo/vl Jos ojos:


TIRO MIS OJOS AL AIRE
No andar/a más por los zanjones,
no olerla más /a carne de asar, Rodeado por el fulgor y acechando,
ni la lluvia. siempre acechando,
tiro mis ojos al aire
y Jos abandono a la suerte.

Hoy necesito
BAILE descubrir nuevamente /as cosas
-Jo que son y lo que han dejado de ser-
Te entró candela por los ojos pues, en el tiempo, estamos limitados
y espinas y pringamosa a una so/a forma
y leche de muerte que no siempre es /a misma.
por eso arderás siempre
pudriéndote A veces me permito dudar
debajo de /as piedras estarás podrido y ardiendo y busco en lo externo un regocijo indescifrable. Es decir,
después que sacates /a daga y bebites de su espalda
la densidad y el clima de un animal verdaderamente nuestro,
como si te hubieras estado quebrando por dentro
pero que se opone y lucha con tenacidad. Se cree dueño de si
acesando, acesando, y es necesario vencerlo; de otra manera Jamás Jo podremos.
mugiendo de rabia.
Mas el bello animal también, es cierto, se pertenece. En alguna ocasión,
Ya te vemos volver se mortifica por esa multiplicidad apenas disimulada
vendrás echando espumarajos como puercoespln con poco de tierra. ¡Oh! Nos hemos perdido. No es nuestro.
con /a lengua como trapo,
te detendrás sobre las lomas y gritarás El animal cambia su pelo y se entierra en la sombra de los dlas.
irás corriendo envuelto en azufre,
hijo sangriento
te vo/vites miedo y borrasca que lanza chispas
azotando los guamas, golpeando Jos bucares
haciendo que /as gallinas se asusten, que relinchen Jos caballos. UNION DE CONTRARIOS

El tiempo barre Jos esquemas


Cuando se prende el baile de tal manera que toda estabilidad resulta Inexacta
estás de repente y vas a arrojar puñales
y en el fondo se juntan orden y desorden
y pintas de roJo el suelo
haciéndonos girar en el vértigo.
como si fueras gran aguardiente.
Nos tornamos lo que no éramos antes de comenzar.
Ya se perdió tu nombre, ahora te llamarán de otra forma, la Imagen soñada o presentida,
con un ruido te nombrarán vulnerada, reconcilíada con su propia negación
con una seña dirán cómo te //amabas. en espera de otra forma para dejar de ser,
Detrás tuyo van Jos que te quieren ver eximiéndose de culpa como acto final
con la cabeza vuelta sanguaza. aunque el camino se corte en lo Interno.

RAMON PALOMARES. Nació en 1935. Formó parte de la revista Sardio. Libros publica- El viento cambia la dirección de las cosas,
dos: El reino (1958), Paisano (1964). Honras fúnebres (1966) y Santiago de León de Ca- aves que iban de un mes a otro
racas (1967). siguiendo una línea habitual, condenando la furia,
4Q NUEVOS POETAS VENEZOLANOS NUEVOS POETAS VENEZOLANOS 41

abriendo las puertas de /as tormentas En la práctica, mejor, pensaba


cuyas devastaciones conduelan al error. en mis lecciones de inglés:
«;No/ 1 am not Prince Hamlet, nor was meant to be;
Más al/á de la posibilidad, Am an attendant lord, one that w/11 do
esto conocido y lo que esperamos conocer To swell a progress, start a escena or two,
no es sino el orden sobre el cual nos movemos Advise the prince; no doubt, an easy too/.»
guiados por condiciones del pasado Yo le dije:
que estuvieron arriba ¡Son tantos/ ¡Son tantos!
y de ellas elegimos un ojo Nada se puede esperar de los pájaros
sin afirmar su certeza. aunque ellos se amen sobre el cielo
y suceda intranquilo el mar por las avenidas
Sólo en apariencia ofrecían el reflejo mientras se oficia el escarnio.
como ciudades lujosas y ciudades agobiadas ¡Son tantos!
sometidas a la irreflexión del mando ;Tantas veces han muerto!
y si escogimos una u otra resultó igual Algunos permanecen vivos
porque a lo último, que es sfntesls y no condena, jugando a las cartas
nos alejamos de un punto deducido del éxtasis con cuidado de que los reyes no enajenen la corona;
limitando principio y fin en ordenación mecánica, ellos sustraen las monedas al cambio
atraidos por la doble causa del bien y el mal. y las dividen para aumentar su valor
y después lloran también
cuando han perdido.
Aterrados están /os reyes
DE OTRA MANERA por las manchas rojas.
Dicen:
Toma esto que ahora ofrezco.
La fuerza es ciega, su mazo de violetas es siniestro,
Aguarda lo que pertenece
se suelta en las madrugadas,
a la vida y a la muerte y a la vida.
y avanza por las calles incitando
con una música feroz.
Juega con las aves que adornan tu cabeza
cuando transcurre el tiempo de la reflexión ,
el instante de medir y padecer ARGENIS DAZA GUEVARA. Nació en 1939. Ha sido uno de los fundadores de EN HAA,
por cualquier grado de culpa. revista de una de las promopiones literarias más recientes. Ha publicado los siguientes
libros de poemas: Espadas ebrias (1959), Actos de magia (1964) y Juego de reyes (1967).
De otra manera
no serás el principio, que ha comenzado tarde
ni tu fin a través del espacio ennegrecido.

EN LA PRACTICA
EUGENIO MONTEJO
Helena me dec/a:
Lee a Plndaro, tráeme una esfera y manzanas
o un árbol donde haya miel y fuego . EN LOS BOSQUES DE MI ANTIGUA CASA
Y Pfndaro estaba en Tebas de Beocia
518 a . c. En los bosques de mi antigua casa
Yo le conoci en Nemea, al lado de los pancracistas oigo el jazz de los muertos.
cuando loaba la victoria de Alcimidas, Arde en las paí/as ese momento de café
mas A/c/midas perdió su corazón donde todo se muda. Oréanse ropas
y aún fresco lo cubría con laureles. en las cuerdas de los góticos árboles.
42 NUEVOS POETAS VENEZOLANOS NUEVOS POETAS VENEZOLANOS
43

Cae luz entre las piedras y se dobla Y nada, salvo el tiempo, en común. A su paso
la sombra de mi vida en un reposo táctil. toqué el organillo de los antípodas, ausc ultaba
Atisbo a /a mudez del establo el Invierno a la boca de imbornal. Restos de infancia
la brida que me salve de un decurso falible hacinada en lo hondo del ser levantan cenizas de estupor.
palpo la montura de ser y prosigo Ave Rey, faraón doméstico, mi padre sorbe el café
cuando recorra todo llamaré ya sin nadie de su ayer. Palpa en los pliegues de sus manos un
/os muertos andan bajo tierra a caballo. tacto mio por venir. Se levanta, otea el arcoirls,
cavila en m/ nacer. Si yerro, cae la piedra de Dios.
Sus ojos vuelan y me muerden. Giro, me acodo tumefacto.
En mi cuerpo las estrías del poema como flores en fas
OSCURA MADRE DE MIS ELEGOS costillas del santo.

Oscura madre de mis é/egos Habla una vez un hijo y él era mi padre,
tú que gravitas tú que antecedes el sobrepadre de los dlas, el padre y dos.
calma central en el vaclo de la casa Nos unimos en las levitaciones de la infancia.
giras a medio arco del sillón Yo ven/a del azar elegido por su raza, nimbado
donde columpias las espaldas hinchadas en el fondo del sueño y retomaba el atabal.
al jadeo de tus lámparas. Giras Ese roce con que la eternidad arma las piezas
por ese aire de fatal levitación fugitivas nos ató hasta el final. Habla una vez
con las biblias agónicas del pecho un padre, un bosque de sol, una razón de porvenir.
hasta que caes a copos de la aguja Todo cae a la lluvia en remoto cordaje de laúd.
y en dedales y ojeras nos coses hasta el fin ¿Fuiste feliz?- Pregunta el/oro subjetivo.
/os vivos a los muertos Yo callo y recojo /os fastos con que sonrlo a la muerte
tan honda que en ti desapareces. por toda filiación.

PIAFA Y ME AUSCULTA A CADA HORA ESTE CUERPO QUE GUARDARA EL POEMA


Piafa y me ausculta a cada hora Este cuerpo que guardará el poema
aquel caballo en que mi padre de aquella madrugada era blanco
llegó hasta mi. Piafa y no lo veo. y volátil cuando el errante oreo
En laberinto de establo me palpó en su confin pulverizado.
su flanc o palmoteado por la raza de abismo.
La herradura combada a un /Imite de obsesiva eternidad
Desatado de ser mis células erraban
donde todo venir es volver.
se esfum aban. La ventana era una sábana
Piafa y orejea su capa de murciélago
siniestra de leche de gusanos.
modula un relincho de dádivas oscuras
Mis ralees volaban.
y aletea magro de toda fatalidad
siempre con esa vlspera en los ojos
listo para llevarme en su trote sin fin. Esta mano que firmará el poema
no franqueó su pavor cuando los dedos
eran cinco cenizas de cigarros.
Hasta los metacarpos estaban ya chupados.
HABlA UNA VEZ UN PADRE Y YO ERA SU HIJO
¿A qué reloj tan hondo me cala
Habla una vez un padre y yo era su hijo, con migración atormentada? ¿Y qué tiempo
el alud de su muerte y su primera eternidad. conmigo se media en profundas paladas?
V/v/amos en los harapos del abismo, uno en el otro Respiraba de fondo y me borraba.
44 NUEVOS POETAS VENEZOLANOS
JULIO ORTEGA

Personajes de Juan Colina


Esta lengua con que hablará el poema La más importante exposición de Lima en estos guras o siluetas grises sobre un permanente espa-
deshecha en su mudez se abovedaba últimos meses ha sido la de un pintor peruano, cio iluminado donde se mueven haciéndose y
paladeando el polvóreo silencio casi desconocido en su medio. Hace quince añós deshaciéndose en una luz nerviosa. «Superando
del mundo. Mi boca era un castillo derrumbado. que Juan Colina vive en París, y por eso su recien- los problemas de estos últimos aflos neofigurati-
te presentación en Lima permitió al público y a la vos, Colina va hacia una interpretación de la rea-
La ventana cernia piernas y codos crítica descubrir a un creador que, más allá del in- lidad Interior tratada como prefigurativa.. , escribe
esfuminando el pecho y mis tatuajes sidioso panorama de la pintura local (donde todos el critico Jean Bouret. Y Jacques Lessaigne expli-
abrigaban los ángeles oscuros. los ismos se tributan y hay poqulsimos pintores ca así la presencia de sus figuras («personajes»,
Con mis tetillas se condecoraban. realmente importantes), significa para el pais un las llama el pintor) : «Estas apariciones en un
considerable aporte. Después del amplio éxito de su principio fragmentarias, sorprendidas desde un án-
Estos ojos desiertos del poema exposición (en la galería de La Artfstica), Colina gulo imprevisto, se multiplican pronto en planos
fue a Sao Paulo, en septiembre, representando al diferentes, escalonados y complejos. Personajes
que mis retinas arenaron
Perú en la reciente Bienal, y ahora ha regresado que entran y salen, circulan, se proyectan al exte-
tambaleando con párpados secos
vertían polvo de luz en sus cajas. a París. rior, dejando el espacio vacío en el mismo centro
Nacido en Barcelona, en 1917, donde su padre de la tela. Pero, como en las variaciones de la
representaba diplomáticamente al Perú, Juan Ma- misma percepción de las formas embrionarias, lo
La piel con guantes de ataúd lleno y lo denso, ¿no serán los espacios y el va-
nuel de la Colina (tal es su nombre completo)
y capas en tactos compilados cío esas formas de las sombras, esos negativos
sólo vendria al Perú a los 26 años. Estudió en
al hervor de los glóbulos abría
Melbourne y en Londres, vivió también en Nueva que se revelan en la superficie?»
la carta de mi v/da en llamas. En efecto, el mundo inusitado de Colina es de
York y New Orleans. Fue el primer pintor peruano
en exhibir aqul pintura abstracta. En 1949 está ya una riqueza plástica notable en su severidad. La
Y esta muerte que doblará el poema coherencia de su trabajo parece partir de ese ase-
en Paris donde expone en la Maison de I'Amérique
de aquella madrugada me retuvo en su jaula dio casi biológico a la figura humana que está
Latine. Al afio siguiente vuelve a Lima y enseña
con lluvias que nunca cicatrizan. siempre absorbiendo el espacio en un latido obse-
en la Escuela Nacional de Bellas Artes ; en 53 se
Aún azota el castillo de mi nada. sivo, en esa suerte de prisión rota a cada instante
instala definitivamente en París.
(inédito) que es la intensidad de la luz. De tal modo que
Ha expuesto en el Salón de Réalités Nouvelles
hay un movimiento de espejos enfrentados que con-
EUGENIO MONTEJO. Nació en 1938. Su primer libro E/egos, recientemente publicado, ha y en la famosa sala de Cotte Ailendy (58). Exhibe
jugan la vaguedad de los grises y la nitidez os-
revelado a un poeta auténtico. Es también ensayista. Ha sido fundador de la «Separata dos veces en la Galerie Charpentier (Salón de
cilante de los blancos. Este juego, a un tiempo
Literaria» que edita la Universidad de Carabobo, una de las cuatro universidades de pro- I' Ecole de Paris), en la Galeria Jacques Massol,
abstracto y humanizador en su voluntad formal,
vincia del país. el Salón de Artistas Latinoamericanos. y en 1966
abre una tensa y muda comunicación. Esas figuras
en la Famar, con notable éxito de crítica.· Sus
que no tienen principio ni fin están rotando en un
cuadros están también en la exposición rodante
espacio que pertenece al espectador.
que sale de la Tercera Bienal de Córdoba. Acaba
«No llegué a Paris como un peruano .. , dice Co-
de representar al Perú con una sala en la Bienal
lina, explicando su aprendizaje europeo. Afirma
de SAo Paulo y lo hará también en la próxima
que todos los pintores importantes le interesaron,
Bienal de Venecia.
pero no encuentra que uno en particular o una es-
Sus muestras son más bien éscasas. Colina no cuela en especial hayan capturado la dirección de
quiere ser un pintor de salas: largamente trabajó sus búsquedas. Colina cree absolutamente en un
buscando una expresión plástica personal. Sólo camino personal. No encuentra que haya ahora
ahora parece dispuesto a mostrar el producto un movimiento que se pueda llamar «pintura lati-
de esa severa persecución. Sumamente esquivo noamericana.. (como ocurre en la novela, por
ante un interrogatorio sobre su pintura, Colina ejemplo) porque cree que casi todos los pintores
prefiere insitir en la individualidad de la creación, interesantes de América Latina nacen del Bau-
en el oscuro misterio de los procesos, y se rle de haus o de otros estilos recientes. Para él, un pin-
sus propias generalizaciones. tor puede aprovechar las innovaciones estilísticas
Es sorprendente la originalidad de su pintúra, pero sólo el talento personal que pruebe lo hará
alejada de corrientes y escuelas pero· notable- un buen pintor.
mente contemporánea. Sus cuadros presentan fi- Hasta 1960 Colina hizo pintura abstracta y la
46 JULIO ORTEGA J. M. FERNANDEZ VAZOUEZ

La fiesta
dejó {a pesar de que le iba muy bien, nos dice) por eso, la mayor visibilidad de la figura humana, Los per·sonajes Trio
.porque de pronto le resultó insuficiente. Habla te- su intensidad en movimiento. Los cuadros que pin-
nido una etapa de violento uso del color. Luego tó en Lima llevan este proceso al extremo. Son Se levantó y dijo que no se acostaba hasta que
trató de eliminarlo radicalmente. Entonces empieza figuras que han abandonado esa oscilación im- yo me estuviese quieto.
a trabajar la figura. «El blanco y negro -dice- pregnante y revelan más bien una desnudez que Odile Prometf dejarla dormir. Volvió a acostarse, le df
m~ obligaba a ir de frente a los problemas que las fija, un esquematismo libre. Las figuras pare- la espalda y comenzé a meterme con la otra.
entonces querfa resolver.» cen enfrentarse al espacio, definiéndose en tra- Dijo que no tenia donde dormir y si podría ha- -Ah, ahora a mí, dijo quitándome la mano de
Las primeras figuras fueron cabezas y estatuas. zos ahora muy sencillos y rápidos. Después de cerlo con nosotros. Aceptamos y quedó en regre- un seno.
Paseando por el Louvre habla visto cabezas egip- esto Colina está llevando su tratamiento de la fi- sar una hora más tarde.
Reímos los cinco pero Odile se quedó acostada.
cias o griegas que trató de integrar en un contex- gura hacia un material t ransparente que le ofrece Hablamos algo sobre ella y nos dispusimos a Después de un rato de silencio en el que mi mano
to contemporáneo. «La figura era formada por el abrir más su juego de espejos: el plexiglás. dormir.
se aproximaba a ella, logré posarla sobre su vien-
espacio, no estaba delimitada», explica. Estas ca- También ha hecho en Lima una serie de collages EL se acostó con Victoria y yo en el colchón tre ; la quitó.
bezas {que expuso también en Lima) son de una cuya característica más notable es una curiosa del suelo. Se hicieron el amor con un respirar ja-
Lentamente lancé la izquierda a Michele y la
belleza plástica inusitada: la fina y brillante granu- distribución reflexiva. deante e intenté hacerme el dormido. El tren sol-
derecha a Odile.
lación de los ocres y negros va armando ante el Esta humanización intensa del mundo se ha ido tó las bielas y rabioso, roncó; en su traqueteo gol-
Las dos apartaron mis manos y antes que me
espectador sorprendido los trazos densos -una produciendo por el laborioso tratamiento de un peó paredes y techo. Después, gustando el sabor
venciese el sueño pensé vencer a Odile.
maraña tejida por la luz espesa- una especie de factor plástico aparentemente perdido en el torbe- de la muerte con un sostenido de violín, movie-
«bustos» roídos en el espacio, atravesados por llino cosificado de las últimas vanguardias: la figu- ron las alas, los colores, las palabras, los tonos Comencé a pasar la mano por su cabello desa-
una vibración opresiva y al mismo tiempo exube- ra. Colina, que no es ni vanguardista ni académico, y las piernas. finándoselo y quedamos dormidos los tres.
rante. A los cinco años de trabajar estas figuras que quiere ser él mismo y de hoy, cree en cambio Más tarde hicieron la cuenta del dfa: ella le re-
con ocres, dejó también este color y se pasó al en <<la fuerza de lo limitado», considera que las prochaba su comportamiento con otras mujeres.
gris. posibilidades plásticas de la figura son infinitas. EL le hacia ver que no tenia razón. F.inalizaron
Colina explica que con el uso directo de los Ahora que se ha animado a mostrar su larga bús- hablando de la mujer que EL quisiera conseguir Odile
grises quería lograr una integración de elementos queda {expondrá en 1968 en Parfs y Nueva York) y Victoria dijo comprobar definitivamente que el
sobre otro tipo de espacio: un espacio más des- Juan Colina será sin duda conocido como uno negro flautista era homosexual; dos veces rehuyó Durante todo el dfa anduvimos juntos Odile y yo,
nudo que la figura digerfa. Ahora le interesaba, de los más notables pintores de América Latina. O acostarse con ella. besándonos y yo deseando hacer el amor.
EL le dice que por qué no se acuesta con una -Estoy muy cansada. Tengo sueño.
mujer. Ella responde que tuvo dos experiencias -Pero quiero hacer el amor contigo.
Y no quedó satisfecha pero mentalmente cree ser -sr. pero estoy cansada. Mañana.
lesbiana.
El asiente antes de que vuelvan a hacerse el
amor. Yo, escuchando entre sueños, no sabré al
d fa siguiente si habrá sido realidad o irrealidad Odile
esta conversación. Y cuando le pregunto a EL, dice
que todo fue verdad. Pero como dice que fue Y sin embargo es Michele la que me gusta.
verdad hasta las cosas que cref imaginar, comien- Y cuando El apaga la luz y nos disponemos a
zo a dudar de mf mismo. dormir, le digo a Míchéle:
-Vamos a otra parte, para no molestar a Odile.
_:_No, no Importa, dice ella.
Y baja su pantalón.
Mlché/e

-Es mi prima, dijo Odlle, y tampoco tiene donde


dormir. O dile
-Subuso, estás como quieres, me dijo Victoria.
Tienen que dormir las dos ahí contigo. - Te quiero, me dice Odiie al bajar las escaleras.
El, flaco y desnudo bajo las mantas rafa. Sus -1 leve you, en el ascensor, en la cama, much,
ojos entre vivos y muertos me vieron tranquila- much.
Juan Colina: «En marcha» (fragmento). mente. -Beaucoup, beaucoup.
48 J. M. FERNANDEZ VAZQUEZ LA FIESTA 49

-Mucho, mucho, ¿se dice asl en español? Odile quedó dormida con el gorro cosaco y la -¿Qué lees?, le pregunté antes de irme. Michéle-Odile
espada a un lado. Las barbas ·de EL, sus costi- -Un libro que encontré aqul.
-lch liebedicht.
llas al aire. -¿Te gusta? De un cuerpo rojo y arenoso como tierra de volcán,
--Te quiero. - SI, mucho. de la negrura de las cuencas orbitales la som-
Por las calles, los tejados, las alcantarillas, las - Me alegro que te guste. bra de la garganta y del hueso. Del cruzarse, en-
las tumbas, tras las hojas de los parques, entre -¿Por qué? marañarse de triángulos negros y rojos de última
tus senos redondos y blancos de figurln y tus ma- -No sé. Luego vuelvo.
Michéle brasa calda del cielo en haces locos, sin reposo,
nos que se hunden en mi cabellera, en mis an- - Adiós. que se expanden en fuerzas centrifugas y centrl-
chos ojos, vete de mi, te detesto, no quiero hacer -Ahl te quedan, eh.
-¿Apago la luz?, pregunto. petas sin reposo, descolgarse, derramarse sin con-
el amor hoy, déjame, porque sin embargo y -Bien, gracias.
-Como quieras, dice Madera-Uif. tenido ni continente, fusión del minuto, torbellino
-Me da lo mismo. -Ciao. del instante, licuación del tiempo. De la recupera-
-A mi también. -Ciao. ción misma con la que se confunden quedan dos
Apago la luz y veo a cada uno en la penumbra, dientes juntos y otro más arriba de los maxilares
los bultos del cuerpo, el vientre enorme de Elsa. abiertos y sobre el oscuro orificio de la boca sol-
Si Victoria abriera los ojos se los verla ahora. tador violento de geysers de vapor que silba antes
Michele Tanteo a un lado de mi cama y encuentro el Michéle-Odile de desaparecer.

MI corazón está más abajo, dice Michéle abriendo cuello de la botella.


-Y lo dejó asl, le cuenta Michéle a Odile mien-
las piernas. Echo un trago.
tras comen los sandwiches.
-Dame, dice Michele. Un traguito.
Odlle sonrle. Michéle
En la oscuridad alargo mi brazo y topo con la
mano de Mlchéle, tanteándonos. Le meto mi sexo Mlchéle no tiene rostro.
Michéle en su mano. Lo agarra completo, me lo estira y si no tiene cara,
no huyo me lo muerde. Coge la botella y el glú- no tiene garganta,
Miché/e-Odile
-Pero yo estoy cansado, le digo. glú se desliza por su garganta. no tiene ojos,
Me ve un rato, brillantes los ojos verdes y me Le pasa la botella a Madera-Uif. Abro la puerta y veo los cuerpos de Michele y no tiene nariz,
da la espalda. -Cuidado, carajo, no mojes. Dame otro poco. Odile que se aman lesbianamente. Usan boca, ma- tiene una boca grande, muy grande, roja, pelos
-Me gusta pero a veces me aburre, le dice a El vidrio lo posan en el suelo y se dan un beso. nos, uñas, pelos, pie, intestinos, vientre. Y los senos como dos balones con la válvula
Madera-Uif. Yo alargo la mano, palpo la botella. Entro, cierro la puerta cuidadosamente y quedo hacia afuera
-A mi me pasa lo mismo contigo, digo sin de pie en el umbral.
verla.
Se levanta y va hacia el colchón en el que está
Madera-Uif con Odile. Se acuesta entre ellos. No Michéle-Odile
los veo. Oigo como se besuquean y cojo un libro
al costado de mi cama. Lo abro y leo sin darme El sol apenas se ve entre las nubes de la ciudad.
cuenta de lo que estoy leyendo. Tampoco pienso Tomo un café exprés y compro dos sandwiches. La fiesta
en ellos. Sus murmullos crecen y volteo para ver Cuando llego encuentro a Mlchele sola. Desnudos
como se hacen el amor. -¿Y Odile?, pregunto. Odile comienza a dar patadas a todo el mundo.
Veo el culo blanco de ella, abierto, y Madera-Uif -No vino anoche. Empieza por Béjar y le cae a patadas a todo el
acoplac:>. Ella enrojece. Los ojos de él se con- -¿Comiste algo? Michéle-Odile mundo después. Alguien la agarra.
traen. Los pies de ella se mueven en estertores, -No. -¿Qué le pasa? Está loca.
estirando la pierna izquierda, plegando los dedos -Traigo esto para vosotros. ¿Y EL? De la oscuridad de los pechos baja una lava ig- Y entonces Béjar la defiende. Dice que para de-
rígidos del pie, en su contracción y el gemido aba- -Tampoco llegó. niscente que se abre en flor hacia las caderas di- fender a Odile está él alll. Y se arma la trifulca.
lanzándose sobre ellos hasta que el rostro como -¿No saliste ayer? latándose en tintes verdosos y azulados que se EL, Victoria, Madera-Uif, Armand y yo nos mete-
si tuviera el mal de Parkinson en su lento y con- -No me siento bien. triangulan hacia el cono Invertido en carne viva mos en el baño, a hacer pantomimas. Victoria no
centrado gesto; corta los gemidos y se va en la -¿Qué tienes? del sexo. se sostiene y cae a cada rato.
ola de la -última marea. -No sé. Las piernas, con su macizo espesor, tensan la Traen a Odile y a Béjar al baño y sin desnu-
Después de un rato le digo: Estás bien ahora. -Te dejo esto aqul, y puse los sandwiches· so- piel desde el arranque de las caderas hasta la darlos los meten en la bañera. El dueño de la
-SI, dice sin verme. bre la mesa. punta viva del dedo gordo del pie. casa grita por todas partes.
50 J. M. FERNANDEZ VAZQUEZ LA FIESTA 51

-Tienen que irse, tienen que irse. ¿Quién los bral de la puerta, desnuda, con el gorro de cosaco pero las mejores del barrio. Quiten esa mierda y duerme sobre un sillón, borracho, la cabeza incli-
trajo? No Jos quiero nunca más aquí. Cuando al- y la espada. pongan a los ... nada y los brazos colgando. Beatles, Beatles.
guno de ustedes traiga a alguien nuevo debe avi- -Aqul. Alguien pasa con las cervezas en lo alto.
sarme antes. No, no traigan a nadie s in que yo -AIII. -Eh, eh, a mí, a mf, aquí, ven. Yo no bebo
lo invite. La fiesta - Beatles. Sí, Beatles, Beatles, pongan a los nunca solo, jamás. Vamos a beber. No quiero. sr,
-Ah, viejo, para eso nos vamos todos, dice Beatles. Tres muchachos se ponen a sus pies y acompáñame el whisky las copas de vino blanco,
una muchacha. El saxofón alto, el clarinete bajo y la flauta de flash haz una máscara de pa beatles pel pasa tu tinto y blanco y cerveza y desaparecen por los
-Tienes miedo de ir preso, agrega otra. Eric Dolphy galopan entre el lirismo y la exas- nariz y lánzale el flash que la inmoviliza un ins- cuerpos como por una cloaca
·-Esta es mi casa y en ella mando yo, reafirma él. peración. tante asf, quieta, ahora echa el gorro hacia atrás.
y vamos a poder vender estas fotos ya lo creo
- Ocúpate de ella, dicen en alguna habitación -Tú, s,aca la cabeza por ahí, sí, así, asf entre
En la habitación de al lado dos franceses y un que las pagarán bien, además están de moda, esa
y flash, clink, flash, suenan los flashes. La sueca sus piernas flash escucha música flash la furia
jamaiquino obligan a Elsa a que se desvista de- cara está de moda verdad mi nórdica bap pero
lanza su cabello hacia atrás en dos bandas rubias. de los elementos ¿quién v io a Victoria? los ele- yo bebo nunca
lante de ellos y haga el amor con los tres. Elsa
mentos más sal ¡Victoria! viajes de la percusión o
se opone. Y las muchachas que ven la escena ríen -Ponte aquí. dibújate un circulo alrededor del ombligo, nunca
si me caes encima, me dijo, no, no te quites di-
cuando pasan por . delante. -Allí, siéntate, levántate, agárrate a él, así no, bel;>o solo tú que sabes pintar dibújaselo.
sonancias exacerbadas ¿la encontraste?, pon la
Odile patalea. Béjar bufa. Los tienen amarrados así. Coge esto en la mano, pon la espada del otro -Yo, yo también sé pintar.
botella cerca de tus labios en la calle la vf y la
a los dos y juntos los tiran a la bañera repleta lado, álzala, bájala, te pinto de azul, espera. - Pero yo no bebo nunca
invité y la espada en la otra mano a venir, la mi-
de agua. Pegan brincos, insultan a las reverendas -La conocieron en el bar y la trajeron esta pintarle el culo. Hacerle una cara en el culo que
rada dulce, tierna, ingenua, imagínate que eres
madres de cada uno y finalmente quedan aletar- tarde. al moverse agranda los labios, frunce las cejas,
virgen sentada en el sillón flash y el trompetista
gados. -Es muy bella. irritante de Miles Davis la transplantación de com- achica los pómulos, dilata el cilíndrico ojo
-Me cago en ... , déjenlos, grita Victoria. ¿Es que Su pecho se dilata. Detrás suya aparece alguien -Un cigarrillo, un cigarro.
binaciones rítmicas, batir palmas como en un es-
ya no puede uno emborracharse? ¿Para qué nos que la bautiza vertiendo media botella de cerveza piritual flash, si ahí, si, va a ser una buena, bue- -¿Y si la ponemos asl?
invitas, entonces? sobre su cráneo. nísima foto. -Esto.
-Cáll ate, Victoria. -Yo te bautizo, en el nombre del padre... -Me gusta esa mujer. EL siempre las ¿dónde, -Suéltame.
- No me da la gana. La cerveza cae por su cuerpo justo hasta las dónde? Jean-Ciaude danza solo movimientos de -No.
-Pues entonces te vas. botas de fieltro rojo, entrando, deslizándose por brazos y las es de las mejores del barrio ojos es- -Estoy cansada, dice la sueca. Suéltame, dice
-Además no me voy. Ven, le dice a EL, vamos ellas o remontándolas. trábicos Jean Claude pero estoy contento, la mi- gritando sobre los acordes de un cuarteto.
a hacer el amor aquí. Váyanse ustedes si quieren. -La conocieron en el bar y la trajeron esta rada llena de sudor en la frente pero estoy con- -Ahora es cuando empieza lo
EL y yo quedamos aq uí. tarde. tento, siempre las con el bullicio sigue consigue - No.
- Tú te vas. siempre las consigue no sé cómo hace el bullicio bueno.
La paradoja! violencia de los bongós. Es muy
-No. bella. Sí. Se golpean con frenesf, estallando en más escandaloso y los ruidos y las voces y las -.Subió al sofá. El le agarró las piernas.
-Dile que tiene que irse. toses se mezcl aron a se mezclan Beatles con -Oéjala Frankenstein.
su contraste furioso.
-De aqui no nos vamos, grita Victoria. Y voy -Ponte como ·.si estuvieras ... alza la espada. atención los vecinos. Apretándole las piernas, abalanzado a sus pies
a quedar a vivir aquí para siempre. Así que ya -A la mierda los vecinos. apretándole las piernas flash ella cayó sobre él
-Quita, asoma la cabeza por sobre el armario.
puedes irte. - Es mi casa. flash, flash, y la espada. Quiso elevarse flash qué
-El siempre las consig ue. No sé cómo hace
-Vamos, desnúdate, no seas acomplejada, le gri- -Bah. bueno está esto, se está poniendo bu logró echar-
pero ...
tan a Elsa. -Un momento. Le ponen objetos en la mano; se a un lado la quitaste, sacaste la? cuando cayó
-No, chico. No seas necio. -Con la espada en el bar. flash ella retoma el arma apretándola contra si
una cuchara, la espada cambia de lugar, le quitan
- ¿Y qué te crees tú? Le agarran la falda entre -En un burdel. quiso desasirse pero él la aprieta más
el gorro y el pelo de la rubia se biconvexa cayen-
los tret y comienzan a desnudarla. -Un palacio, flash, flash, apriétate. Déjate agarrar do sobre los muros, el techo nuevas formas de ca- -Para esto viniste aquí, ya sabias
-Déjenme. Así. Así. Flash. Con un libro, coge un libro inte- dencia rítmica la proyectan contra fa alfombra, con- se abraza a sus nalgas
-Vamos. lectual, pero ¿quién la trajo? Come un helado. No tra la ducha flash el torso apoyado en Kim la es- -Déjala Frankenstein.
- Déjenme o grito. vieron a Victoria por viéndome abstrafda aquí el palda en Tanishia al lado de Pigmeo y su sonrisa Cayeron los dos al suelo y se revolcaron apre-
-Grita. gorro hacia creo que está atrás el gorro en la sala grave flash pin flash tale los ojos labios distintos tados. En un momento en que él pegó con la ca-
Le arrancan la falda, los pantalones. Su cuerpo de baño escuchando música, bajo el afiche flash peinados: le sube y le baja el pelo enmarañado las beza contra una pata de la mesa ella se desasió y
se va cubriendo de magulladuras. y quiten eso, pongan otra música, más al ... manos lentas notas d~ John Coltrane. Jean-Ciaude quiso irse. De un salto, saltando sobre las basuras
En el baño suena un grito descomunal. Vuelven -Me gusta esa mujer. danza solo haciendo movimientos con los brazos del piso, la agarró por atrás.
a poner música de jazz. Los pasos se confunden, -¿Dónde, dónde está? No vieron a Victoria. entre los que danzan, beben, parlotean o desapa- -Suéltame.
las botellas ruedan. La sueca aparece en el um- - EL siempre las consigue, no sé cómo hace recen por parejas en las piezas libres. Alguno -Ven.
52 J. M. FERNANDEZ VAZQUEZ LA FIESTA . 53

-Suéltame, déjame.· arrancado el cuero cabelludo si los dientes de Apoyados en qu1c1os de puertas, bajo ·1a cama, se elevan o decrecen para arrodillarse · finalmente
él no estuviesen propicios a anunciarle posibilida- revolcándose sobre ella, pór el suelo, a cuatro pa- en círculo frente a él.
-No.
Como un salvavida.s. Perdieron sus bases y cayó des insólitas. tas como animales que huelen sexos o escupiendo -Uuuu. U.
sobre él ella y la espada. Quiso elevarse, retomar Logró deshacerse de él, se hizo a un la'do y al aire para recoger en boumerang' el salivazo en - Uuuu. U.
el a~m~. pero la presjonó . contra el piso. Logró flash, él tirado, arrinconado en el piso, atrápala pleno rostro -Pája·ro carpintero, ·uuuu.
echarse a un lado. Se levantó y quedó quieta, Frankenstein, ella abriendo la boca, riendo sudoro- un coro triunfal canta algo así como el Ave -Uuuu.
viéndole. Puso un pie sobre su pecho, casi en sa con el pelo como una tortilla y el culo esbo- Maria y walkirias morenas, rubias, azules y verdes Todos fuimos quitándonos las ropas y deposi-
~1 cuello y bajo su resph;mdor negro él contempló zando máscaras trágicas o clownescas. se desfloran en· la danza ritual. tándolas delante de él, en silencio. Prate-sac, en~
el rostro . de la guerrera victoriosa. , Algul'en pasa con las cervezas en alto. Es el ·entierro del mancebo muerto, alzado so·- salrilo, patón-sac, mastica ciertas sustancias y es-
Alzando una mano la llenó de suave pelusa e -Aquí, aq~í, a mi, a mí. bre las cabezas - de las walkirias y ofrendado en cúpelas luego de manera muy especial · sin dejar
IÍizo inclinarse el vientie inundándolo con sudores -Venir a buscarlas. una sábana blanca. de girar en torno. la cabeza baja· provéete ae la
y palpitaciones que lo dejaron sin aliento. Ella -En la cÓcina, en la cocina hay. Y acabado que hubieron de llorar y suspirar sustancia de la sec reción nátural, roela los rincóries
agarró sus pelos con tal fuerza que le hubiese Atravesó la sala hacia la ventana. Se le hinchó tendieron · uña manta y le fueron poniendo úna del aposento con tu semen bendito esparoñó, karaf-
el pecho. mitra de papel de periódico y en las · orejas ·unos vá, puépuépué, esesati-esesa~pueti. Détén la he-
-Atrápala. pendientes grandes y un testículo se lo pintaron morragia.
- Déjala, Frankenstein. • de rojo y el otro también y en las rodillas espi~ -Detén la hemorragia.
PAPELES DE El se lanzó de nuevo a ella y flash gasas, sá- rales negras y amarillas --Premuk, premuk.
.
....
banas sobre ellos grr, beff. - Amariukak no lo reconoce ...:._Premuk, premuk.
SON ARMADANS - Tiene un cuello largo y hermoso como Cleo- -Amariukak. Vocea con énfasis y repite ciertos nombres. Pe-
patra. y embadurnaron todo su cuerpo y en una mano ñas ··rezuman agua, detén la hemorragia.
- SI, como Cleo de cinco a siete. Estremeci- una flor de papel y en la. otra un perfumador do- -Premuk, premuk.
Director : Camilo José Cela rado.
mientos bajo las sábanas, estremecimientos de las -Premuk.
piernas, quiten esa mierda, pongan the shadows, - La lagartija puso sus hijos. Las lumbres y luminarias se van apagando. Cada
SUMARIO N• 139 Beatles, Beatles. -Amariukak. uno se entrega a su pareja. Es necesaria la in·~
- Y el áspid, el áspid, ¿quién tiene el áspid? -Garrapata subió a caballo. tervención del brujo-maestro y un· tambor 'quie'n
C. J. C,: Nota sobre la voz «Correo», para -Yo, yo lo tengo aquí, aqul lo tengo. - Amariukak. busca por todas partes «tú sé hijo de Ctiangó, 'tú
encabezar el libro de un amigo puedes matar•• hasta dar eón ' la cruz - de ·. fiérra
El buey Apis con un pájaro en la mano apare- -Premuk. premuk. ·
F. GARCIA SALINERO:Teor/a literaria de la ció, ·sus múltiples gasas sobrepasaban las fuerzas -Premuk. niágica, un 'tornillo beAdito 'bajo la cama, maScu-
ciudad en Cervantes lla'· palabras· <<chivó que rompe tambo, · coh su
de la Cuatro mujeres danzan con rltino acompasado y
FRANCISCO RICO·: «El Cabartero de Dime- -El áspid, el áspid, pedla una muchacha pellejo paga» a manotazó·s, a picotazos, a grazni-
sil encioso en torno.
do»: amor, muerte, ironla el estremecimiento de dos- p!anea en circulo, · cierra el pico, inhala el
-Culebra no tiene vientre, no tiene dientés. no humo, salmodia palabras, sahumerios y muchos co-
JOSE BATLLO: Tres poemas de enero -Ay, yo quiero morir, grita otra. tiene rabo werunarimá yo soy kurarimikiá. lores y ex-pulsa el humq violentamente en . buches
.., ~EBASTI~N DE LA .NUEZ: Carta; de Gabriel -Vamos, vamos, tú, culo pintad<:?, date vuelta. - Kuririá, kuririá. dejando marcas pronunciando el nombre de la ·vlc-
.· . Miró á .AlonsoQues_ad~ . · o asr, no importa. Flash, flash, Tutankhamon . . -:-Arbol purié es amargq. tima, · corazón de pedernal, · hach_a · en ~os r:n.uslos
EMILIO MIRO: .- «Pascua. y -naranjas», de Ma- . -Pururlé-pururié. cierra el pico «maferefum, o)ofi, maferefum oddúa,
nuel y1c~nt -Rayo-trueno salló d~ viaje . . Walkirias teñidas maferefum, obatalá» hop hop....con pafíueto · de


Precios de suscripción:
La fíesta

Al final de la fiesta se ti ran botellas a la calle. Y


de . azul, las .caras de azul, los pechos d~ azul y
emperifollados atavíos sueltan humo de varas de
incienso. Giran en torno moviendo los brazaletes
seda tápate la nariz, revuéic¡:¡te por tierra contor-
nea los ojos en un remoiinq ojerosq_ salta, brinca
noventa días y noventa noches de perros_ f~riosos
Un año, 700 ptas.; 6 meses, '375 ptas. cuanto más alto se envía la botella más gordo el y los pies y en el sacro velorio se van. ofreciendo apretando .Jos dientes rabiosos, doblados
· Extranjero: Un año, -15 dólares poff de vidrios estallantes y la calle, el árbol que al cadáver reciente, masturbándole, escupiéndole, sobre )as . rodillas
las desgaja bruscamente. acariciándole o dándole latigazos. sobre -las. rodillas
Redacción - Administ~ación Desnuda en el balcón, Fran9oise arenga a la - Tareng, sac. Prate-sak. doblados sobre las rodillas que se doblan frente
Francisco Vidal, 175. La Bonanova: noche y sus huestes para que se apoderen del - Premuk. premuk. al mancebo .que resucita hosanna lo.as y- cánticos
dla, del hombre, de los caballos, de los zapatos, -Premuk. de bienaventuranza látigo en mano para ·flagelar-
PALMA DE MALLORCA'. (España) _ .
de .todo, y del whisky cervecero que se libera gar- Rocfan las cenizas delante del brujo-maestro. se .entre el corro · de ·nuestras espasmódi·cas con-
gantéricamente. Danza ritual, danza sacra final , guturales sonidos fusiones. Y un tambor. -O
CORREO ENTRE MIS DOS PADRES
CESAR FERNANDEZ MORENO 55

Correo entre mis dos padres


El denodado estudiante de Olivos reciura en un círculo de amor que no por serlo El inusitado médico de Chascomús Pronto el tema se vuelca a lo literario:
implicaba menos reclusión . Enrique era exacta- cc Pocos versos. Escriba usted muchos. Es la
En 1920, el médico rural Baldomero Fernández mente todo lo contrario, tal vez porque no era mi Volvamos a Chascomús con el médico rural, una hora. Pódese, esquilmase, produzca, florezca, des-
Moreno, Intenta volver a radicarse en Buenos Aires, padre biológico, sino mi padre amistoso: me im· vez fracasada aquella primera intentona de hacer hágase en versos. En la hora.
la ciudad que sus padres inmigrantes hablan ele- pulsaba a adelantarme a mi edad; me ofrer.ra y me pie en Buenos Ai res. El 4 de febrero de 1921 es- ~> Desde mi balcón veo girar más de veinte moli-
gido para vivir y que él había abandonado al re- exigla la aventura en vez del hogar, el mundo en- cribe a su reciente discfpulo y ya amigo Enrique, nos. Giran contra el azul, giran contra la tempes-
cibirse. Lo ayuda en su intento el patriarcal don tero en vez de la aldea española, la libertad en vez una tarjeta donde se limita a autodescribirse en tad, como nii'los, como mujeres alegres, cantan,
Francisco Challa, rector del Colegio Internacional de la obediencia, la vida en vez de la letra, el una especie de proyección novelesca. No se des- chirrían, deslumbran, chispean, gruñen. Es un gozo.
de Olivos, que lo acogió como profesor. Este valor en todos los terrenos. Este párrafo de una cribe a sí mismo, dirla yo, sino a su propia imagen Son tan naturales como los árboles, tan necesarios
paréntesis será solamente de un año, y pronto carta muy posterior de Enrique a Baldomero, escri· literaria, la que él ya habla estereotipado en su como el paisaje, como los árboles. Y créalo us-
Baldomero volverá a los campos para seguir ejer- ta ante un viaje inminente, puede sugerir lo que Intermedio provinciano, de 1916, libro donde pinta- ted: me ayuda a vivir y a soñar...
ciendo errática y sonambúlicamente esa profesión significaba Enrique para mi: ba su peculiar vida de médico en el pintoresco pue- Esta carta es, sin duda, el borrador de aquel
de médico que a él no le sirvió más que para es- «Dile a César que necesito saber qué quiere que blo de la provincia de Buenos Aires. Dice asl: autocrftico soneto de los molinos, que publicaría
cribir versos y consumar la revolución sencllllsta en le traiga de los paises más allá de Europa que «Fernández Moreno acaba de cenar a eso de las al año siguiente, 1922:
la poesía argentina contemporánea. piso. Algo que él descubra en el Itinerario y que 9 . En seguida toma el bastón, el sombrero y se va
Azul batiendo o nieblas ovillando,
sólo a él se le ocurra. No siendo un mandarln, que al Club. La noche es profunda, húmeda. La calle,
Pero en ese año 1920 y en ese Colegio Interna- siempre, hermosos molinos, trabajando
mande pedir cualquier cosa, crisantemos, sal de la ancha. Tiene una doble hilera de parafsos de tron-
cional de Olivos, Fernández Moreno encontrará un imagen sois del pensamiento mio:
India, alfombra de Persia, boomerang, potiche ja- cos rugosos y fronda quieta. Fernández Moreno
sensible dlscfpulo de veinte años: es Enrique Amo-
ponés o totem de la isla de Java... llega al Club y pide café. Mientras lo toma, hojea cercana está del cielo mi cabeza,
rim, poeta, novelista y cineasta; argentino, urugua-
En razón de la diversa aunque cercana naciona- El Argentino y El Cronista, periódicos del pueblo. mas, cante m/ alegria o mi tristeza,
yo y europeo, Amorim ya sabia de Fernández More-
lidad de los dos interlocutores, de la permanente Es una mesa larga con carpeta roja y un hele- como vosotros giro en el vac/o.
no, como lo rememora muchos años después:
movilidad mundial de Amorim y la siempre cer- cho en el centro. Pasa después al salón. Se acer- En noviembre de 1921 , encontramos otra carta
«El 16 empecé a buscar tus huellas y el 17 po-
cana vacación veraniega de Fernéndez Moreno, ca a las mesas del dominó y saluda. Y empieza a de Baldomero a Enrique, pero mucho más humani-
sera Intermedio provinciano. Ciudad, lo compraste
de las vicisitudes polfticas y de la obligada reclu- pasearse a largos pasos. Al poco tiempo se hace zada: se dirfa que la ausencia, la inmersión otra
en una librerfa de la calle Esmeralda, casi Corrien-
sión de Jos últimos años de Amorim, esta amistad la partida de póker. Fernández Moreno se sumerge vez profunda en el ambiente provinciano, le ha he-
tes. Y me lo dedicaste con lápiz, 'al azar de las
se desarrolló en gran parte sobre los diversos pa- profundamente en el juego. Las fichas rojas caen cho sentir más agudamente la nostalgia de ese
calles'..... en copiosa hemorragia sobre el tapete verde. A la
peles, tintas y máquinas de escribir de una nutri- Buenos Aires que habla tenido que abandonar de
Ahora, producido el encuentro de 1920, Enrique da correspondencia que, hoy, veo se puede orde· 1 o a las 2 regresa por la calle arbolada ; melan- nuevo en 1920:
publica su primeta colección de poemas, que se nar en tres periodos bastante claros. cólico, suspirando a las estrellas a través de las «También yo extrat'lo nuestras charlas de Buenos
llama Veinte afias, y que Fernández Moreno patro- El primero transcurre entre 1920 y 1937; empieza ramas de los paralsos .., Aires, trayecto Olivos-Retiro. Té con leche bajo
cina con un pequeñísimo poema titulado «Voto .. , cuando Enrique tenia veinte anos de edad y Fernén- Esta primera carta resulta algo literaria, intr(>duce los artesones de la estación. Calles arriba, ccCose-
y que no está recogido en ninguno de sus libros dez Moreno treinta y cuatro, pues le llevaba ca- a una especie de imagen global del poeta deste- chera», etc., etc. Aqu f me rumio a mí mismo. Atis-
posteriores : torce; en cuanto a mi, cuando ellos se conocen, rrado en ese pueblo. Por lo demás, toda la des- bo desde el balcón; paseos crepusculares por la
Con tu más bella letra está e/ libro copiado, tengo apenas un ai'lo. A partir de 1937 y hasta cripción no tiene la menor referencia al ejercicio calle principal, bajo Jos árboles podados. Contem-
la carátula blanca, cual simbólico traje; 1943 apareceré en escena, Interfiriendo en cierta de la profesión de médico que se suponra que plación de la laguna. Charlas con los obreros ado-
toda la gente a bordo y el velamen hinchado, forma, al mismo tiempo que impulsando, la amis- Fernández Moreno desempeñaba en Chascomús. quinadores (el pueblo parece un mozo que acaba
no vaciles un punto, lánzate denodado ... tad entre mis dos modelos. Entre 1943 y 1955, En· Esta referencia sólo apare~e fugazmente en otra de afeitarse y raparse la cabeza, con sus adoqui-
Amor/m, buen viaje/ rique se aleja de Buenos Aires: razol')es polltlcas In- carta, del 14 de mayo de 1921, donde nos habla nes nuevos y sus arbolitos recientes) ... Y sólo por
Este tema del viaje, que aquí se Inicia simbóli- herentes a la Argentina, y también a sus propias de si mismo en su desconocido aspecto de de· excepción abro la espita lfrica y adopto aire de-
camente, será uno de los centrales en la amistad convicciones, establecen este lapso de lejanla. En portista: clamatorio. Hago buenamente mi medicina y es-
de estos dos hombres, que se prolongó hasta la 1950 muere mi padre; seis años después me vuel- «Yo le escribo en este cuarto lleno de sol, blanco cri bo lo que puedo.»
muerte de Baldomero, en 1950, y todavía diez años vo a encontrar con Enrique en su tierra uruguaya, como una celda, donde pienso pasar las horas de Sigue dándole noticias muy detalladas de su ac-
más, hasta la de Enrique, en la persona del que y entre ese año y 1960, en que él muere también, la tarde de este invierno que se nos echa encima tividad en el pueblo, de la venida de la primavera.
esto escribe. Ya que Enrique Amorim fue para mi, me toca a mi el privilegio de ser quien ejerce la con mai'lanas de cristal y crepúsculos helados. Insiste mucho con los obreros que están pavimen-
en verdad, como otro padre, el contrapunto dia- amistad con Enrique. A medio camino entre las ¡Las dos y medial Ahora unos mates, luego visitar tando las calles: indudablemente, éste era un hecho
léctico del padre biológico que Dios me habla edades de mi padre y la mla, él supo hacerse unos enfermos, después pelota. ¡Bien haya el fuer- sensacional en el quieto ambiente de Chascomús.
dado. Baldomero era hombre interior, español en asl todo lo mayor y todo lo menor que fue ne- te y recio jugar a la pelota, el cuerpo libre, la can- Hay también un largo párrafo dedicado a mf:
sus hábitos, casi moruno. Le gustaba recogerse en cesario para ser su, nuestro y mi amigo a lo lar- cha sonora, el portón blanco, la pelota viva, la pale- «César pasa su siesta en la casa vieja. Se ha
su casa, se negaba a colocar teléfono en ella, me go de cuarenta años. ta ágil y el cansancio consiguientel" acostumbrado al muro oscuro, a los naranjos de
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oro, al olor claustral del vetusto caserón. Está por tazo de campo que atestiguaba tenuemente la feu- gencia, una preeminencia y vitalidad mayores que ciudad. Punto de recalada era el Richmond de la
cumplir los dos años... De las 24 horas del dla, dalidad de Negrita, no alcanza para nada. Los vai- nunca, de ese personaje a medias real, a medias calle Florida, cuyos excepcionales sillones con
una, la del despertar, otra, la de dormir, las empleo venes geográficos del poeta se acentúan al im- literario, que Baldomero habla hecho de Negrita, brazos ofrecen descanso al incesante movimiento
en hacerle rabiar o reir...» pulso de las nuevas exigencias. Gira entre Buenos ahora su mujer: de nuestros brazos porteños. Allí solía encontrarse
Omito por modestia retrospectiva otros párrafos Aires, Chascomús y Huanguelén, buscando la esta- «Una gran alegría primero ... Hacía tiempo que no el poeta con las figuras prominentes del mundo
donde el amor paternal desborda en apreciaciones bilidad del nuevo grupo familiar. los años van pa- leía un libro con tanto amor, un libro tan puro, tan literario de Buenos Aires, por entonces mucho me-
que, sin duda, debieron suscitar a Enrique preocu- sando y la aventura a campo traviesa va perdiendo hermoso... He vuelto, con su libro, a mis buenos nos extenso, más fácilmente definible que ahora:
padas Ideas sobre la mejor manera de educar a sus atractivos juveniles. El 31 de diciembre de este días, mis verdaderos dfas, cuando sus versos me Alfonsina Storni, Enrique Méndez Calzada, Nico-
los hijos, aunque lo sean de escritores. Pero él año, la descripción del opaco ambiente va mecha- hacían pensar las cosas buenas que se piensan y lás Coronado. En esta forma, el escenario central,
no estaba todavla en condiciones de oponer sus da de referencias literarias: se dicen creyendo en el amor, y amamos mucho. reiterado, casi metafisico de la amistad entre Bal-
Ideas a las de Baldomero, y mucho menos en lo «Sigo en Chascomús. llueve. Fin de año. Me- Aquellos dlas de Olivos, tan claros, tan verdaderos. domero y Enrique pasa a ser este ••dulce Rich-
que a mi se referla. Durante toda mi infancia y lancolla. Mi primer impulso fue escribirle una carta de fe- mond de sillones de cuero••, como lo certifican las
adolescencia, mi padre tendió a mi alrededor una »Enfrente, una gran casa gris se moja. Apenas licitación a su mujer, a Negrita; ella es quien la Palabras a Enrique Amorim:
especie de campo magnético, derivado de su pres- si un geranio rosa, en el ángulo de mi balcón, es- merece por entero. Ella es quien ha hecho de us- Muchas gracias, muchacho, por tu fiel compañia,
tigio y de su simpatla humana, donde no sólo yo clarece un poco la tarde. ted ese poeta que nadie podrá olvidar nunca, na- hemos estado juntos hoy casi todo el dla .
resultaba poco menos que incapaz de moverme »libros sobre mi mesa. En un plato azul alzan dis que bien quiera, que ame bien, que sepa amar El campo nos ha visto, el río y la calleja :
según mis propias determinaciones, sino tampoco su pompa doméstica un montón de tortas fritas. del todo y hondamente. A Negrita le debe usted todo lo ofrece Olivos como en una bandeja.
los demás en relación a mi: todos pareclan admi- El mate viene y va. La vida está quieta. todo, querido poeta... Yo creo que usted quedará Te escribo en un café, con lluvia en /os 'cristales,
tir que todo lo que a mi se referla era de la com- »Si me dice dónde alienta Perelra Rodrlguez, le viviendo siempre en la vida de los hombres, por Las Heras y Ayacucho, turbio de mayorales,
petencia exclusiva y excluyente de mi padre. enviarla un libro. Tiempo hacia que no lela versos su poesfa y por su vida. No sé cuál de las dos pero donde reposo de andar sin derrotero
Sólo Enrique pudo, con el andar del tiempo, americanos con el Interés con que lel los de Silva vale más. Y en ambas Negrita lo es todo.» como en el dulce Richmond de sillones de cuero ...
romper esa valla de encantamiento. Pero no todavla. Valdés. Para mi gusto le falta un poco de habili- En alguna forma, las cartas anteriores de Baldo- Más aún: el Richmond representaba para Baldo-
Sólo muchos años después veremos reaparecer el dad, gracia, mejor dicho, para colocar sus magni- mero pareclan insinuar que la juventud, que Negri- mero la Inminencia misma de Enrique. Le escribe,
tema en una carta de Enrique dirigida a mi mismo, ficas imágenes, sus originales comparaciones.» ta misma empezaba a ser nada. Enrique da vuelta desde una de sus mesas, el 7 de abril de 1927:
cuando la vida me sacó de mi condición de hijo llegamos asl a 1922. Hacia esta época, vemos a las cosas, en su habitual sentido vital y positivo, «Estoy desorganizado. Sin mi casa, sin mis li"
para colocarme en la de padre. Aquellas horas de- reaparecer en Fernández Moreno, junto con esta y le recuerda que Negrita sigue siendo todo. bros. Y tengo que trabajar. Procuraré este año dar
dicadas por Baldomero a hacerme reir o rabiar fue- melancolla que registra su última carta de 1921, paso a las Décimas y Sonetos, que ya están a
ron debidamente registradas por Enrique, las si- aquella inicial rebeldla contra el mundo que habla punto. Para el 27 de mayo he de dar una conferen-
guió elaborando en su fuero interno, a lo largo atestiguado Ciudad, su libro porteño de 1917. Vuelve Buenos Aires o el Richmond cia en el Instituto Popular. Probablemente su ti-
del tiempo las fue exteriorizando y discutiendo ahora acompañada de cierto desánimo, cierto can- tulo sea: Esquema de mi vida, esquema que trans-
con mi padre, y ya veremos cómo, finalmente, me sancio, cierta sensación de irrealización, de haber La salida de la crisis de Fernández Moreno ~s bas- formaré con el tiempo en una autobiografla, que
traspasó una herencia sintética de esos dos pensa- vivido una vida sin contenido, o tal vez de no ha- tante previsible: en 1924 da fin a su actuación podrá ser un primer libro en prosa.
mientos tan dispares en cuanto a la forma de ejer- ber vivido vida alguna, como lo recapacitan mu- como médico por barrios, pueblos y campos, y »Hoy tenemos reunión de la Sociedad de Escrito-
cer la paternidad (al menos sobre mi; otra cosa es chos poemas de esta época. El epistolario con En- decide escapar de la medicina «como quien es- res : hemos tomado un escritorio en los altos del
cómo la ejerció Enrique cuando a su vez le tocó rique aclara un poco la ralz psicológica de estos capa de una jaula de fieras». Y esta vez consigue cine Florida, que usted conoce.
el turno de ser padre biológico). Por ahora, Baldo- sentimientos y estos poemas. hacer pie en su ciudad natal : ••al arrimo de un par »Todo lo mismo. El Rlchmond sombrio, y por la
mero termina la carta de 1921: En 1922, Baldomero acaba de publicar Por el de cátedras ... me instalé en Buenos Aires, dispues- vidriera cuadriculada, las sombras de los que pa-
«Amigo Amorim, voy a concluir. El sol me que- amor y por ella, el último de Jos libros que dedi- to a ser pobre para siempre pero en paz con mi san. Creo que va a entrar usted de un momento a
ma las piernas y oigo pasos en la escalera. Nada có a su novia Negrita, escrito tres af\os atrás, an- conciencia». En alguna forma, la capital dará a otro...
me dice- de la novia y de su Salto nativo. NI de tes del casamiento. Este libro significa un hito im- Fernández Moreno el estimulo que lo salvará del En efecto, ese Esquema de mi vida fue el nú-
sus estudios, que hay que continuar. Ignoro cuán- portante en su vida, y le escribe a Enrique: «Estoy cansancio, que lo hará ponerse nuevamente en cleo literario de donde nació La patria desconocida,
do Iré a Buenos Aires. Escrlbame a menudo. Yo un poco cansado... MI juventud ha muerto un poco ·marcha. A cambio de su infantil aldea española libro estudiado hoy en todos los colegios secun-
no me olvido de nadie. Menos, de usted. En casa también.» En otra carta inmediata, donde firma de- frente al mar, del •• magnifico y libre campo argen- darios argentinos. Y en cuanto a la Sociedad de
no nos olvidamos de nadie. Ni yo, ni la Negrita, jando un gran espacio, le sugiere : «Todo el espacio tino" de su juventud, Fernández Moreno debe acep- Escritores, fundada dos años antes bajo la presi-
ni César.» en blanco, significa cansancio.» Y, ¿qué responde tar y acepta, como teatro definitivo de su vida; la dencia lánguida de Baldomero, fue a su vez el nú-
Esta afirmación del no olvidar nadie ni a nadie, Enrique a esta sorda queja del amigo? Comienza gran ciudad americana f rente al rlo. cleo de la actual SADE, que hoy se olvida de
muestra en Fernández Moreno su reciente persona- ya a ser contradictorio cuando es preciso serlo, los repetidos paseos por la calle principal del aquella fundación y presidencia, para ponerse bajo
lidad de padre preocupado. Ha asumido nuevas res- y descubre en El hogar en el campo (reflejo del pueblo y por las orillas de la laguna, son asi re- la sombra más ejecutiva de leopoldo lugones.
ponsabilidades sociales y económicas, pues el re- primer año de casado del poeta) una notable vi- emplazados por las ilimitadas caminatas por la El 1 de agosto de este mismo ai'lo, Feméndez
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Moreno comunica a Enrique su nuevo domicilio. dible ... Ya me imagino que dirás displicente: ¡Ca, mento, habla decidido en 1924, cuando volvió a mente, escribe y escribe a Baldomero para que lo
Pero tampoco falta la alusión al Richmond: que hay con eso, pesos más o menosl ¡SI fuese Buenos Aires, no moverse ya más. Empieza a sentir vaya a visitar.
«Estamos en Méjico, 1320, piso a•, departamen- la juventud que me la devuelven, seria algo gran- por entonces esa Inmovilidad vegetal que cristaliza-
to A. Casi esquina Santiago del Estero. Después del 20.000; y 'bueno ... ¿qué?' ... Seguirán las cosas En el año 1930 aparece en las cartas de éste la
rá en su forzado ideal: «No se concibe un poeta
de cuarenta años de dar vueltas vengo a parar como antes. Una comida en el Plaza. Tú arreba- primera referencia a la casa de Enrique. Deja un
a zancadas por el mundo. Un poeta tiene que es-
casi enfrente de la casa en que nací. .. Ocupo una tarás la adición, pagarás con el mismo placer espacio en la hoja, y le aclara: «el espacio vacío
tar quieto, arraigado, como un roble.»
cornisa, una verdadera cornisa. Y, claro, La cornisa que cientos de veces lo has hecho... ¿Acaso no es un saludo a «Las Nubes .. , en blanco natural-
A causa de tal oposición entre sus personalida-
sonora puede ser un libro archifuturo. Subiendo, la arrebatabas antes, con el mismo impulso? ... mente». Poco antes, lo hemos visto, el espacio
des, la amistad entre estos dos hombres también
en el ascensor, hay tiempo sobrado de recitar un Bueno, Calzada te sugerirá la forma de colocar vac lo significaba el cansancio de Baldomero. Aho-
constituyó durante largos años una especie de pug-
soneto alejandrino. Por aquí, la vida de siempre. ese dinero en la Serie A, X y Z. ¡Son las mejores, ra se ha transformado en el símbolo de esa casa,
na espacial. Frente a Baldomero, Enrique resulta
Menos Rlchmond, tal vez, menos trasnochar. Algu- en Hipotecaria! ¡A lo mejor lo destinas para el que él concebla, a partir de su nombre y desde
constantemente una especie de leñador armado de
na que otra reunión en lo de Gonnet, con Alfonso empréstito! Consulta este punto con /a Martona de su oposición vegetal, como El[!lQ.. muy aére.o y des-
hachas, lazos, petardos, y dando vueltas en torno
Reyes y otras especies ... Naturalmente, por mis ven- Capdevila, . que, como ha sacado tantos premios, poj ado, realmente ne~l. Y la concebla así, tal
de ese tozudfsimo roble, tratando de desarraigarlo
tanas domino la ciudad. Y aún me parece poco; su- ya sabrá colocar el dinero. Lamento no estar all f vez, porque en esa forma podla no ír a ella, lo que
Y pasearlo por otros lugares. Pero el roble sigue
bo a la azotea y trepo a la torrecilla del ascensor. para darte un abrazo grande y tomar algún buen constitula, como roble, su ambición central. Véase,
impertérrito, con sus urbanas raíces clavadas en
El Barolo es lo primero que detiene mi vista. A mí vino en tu honor, fumar un puro de una cuarta, ver en esta otra carta de 1930, qué evasivas cada vez
el asfalto de la calle Florida.
también se me empiezan 'a espesar los humores', la cara de los mozos del Richmond. Los pobres no más inconsistentes opone al ferviente deseo de
Enrique se casa en abril de 1928 con Esther
como de.cía Torres Vlllarroel de sus cuarenta años. comprenderán cómo se puede ganar de golpe Enrique por romper su inmovilidad:
Haedo, y se instala con ella en «Las Nubes», la
Pero la cabeza arde. Me enredo en mis propios 20 mil pesos, con unos versos. ¡Y en estos mo- magnifica casa que hace construir en su nativo «Sintiéndolo mucho ... no puedo precisar nada de
versos.» mentos!, Salto uruguayo, y donde vivirá hasta el fin de sus mi viaje al Salto, que también me tienta, álacre y
En otra carta, del 12 de diciembre de 1930, Fer- días. Es casual, es un poco sobrecogedor o por lo fresco, y saltarla sobre el palo de su rlo. Amén
nández Moreno anuncia a Amorim sus vacaciones, menos muy curioso: el nombre de la casa de En- de la amistad que tanto me tira. Si acaso estoy
en Córdoba, de las que saldría otro de sus libros, El roble y /as nubes rique viene a complementar una oposición metafó- bien y estamos bien (el cinturón de los chicos
Córdoba y sus sierras: rica que Baldomero habla lanzado dos años antes golpeándome los muslos}, allá, hacia mediados de
«Parto hoy, viernes 12, para Córdoba, a la ciu- En el Richmond, lo acabamos de ver, Fernández en su libro El hijo, señalando los posibles caminos enero, una semanita, tal vez, veremos. Una vez en
dad por unos dfas hasta que encuentre algún re- Moreno estaba siempre esperando ver entrar a de mi personalidad infantil : las sierras, escribiré, naturalmente, y cuando co-
pliegue de las sierras donde meternos todos. Cór- Amorim de un momento a otro. Pero las entradas rran los dlas, combinaremos algo, si se puede...
!Cómo pasan /as nubes sobre tu cabecita/
doba me tienta realmente como motivo, dorada, de Enrique resultaban imprevisibles: era hombre Y termina con una triple remisión al matrimonio
¿Alcanzarán a verlas tus ojos azulados?
dulce, dormida. que viajaba mucho; nunca se sabía si estaba en de Enrique, a la sociedad en general y, por fin,
»Pensaba divagar por ella cuatro o cinco dlas Buenos Aires, en Montevideo, en Salto, en Europa Ojalá seas siempre como ellas: a la divinidad :
solo, pero ya Capdevila, de veras cariñoso, me o en Estados Unidos. Era difícil escribirle, respon- capaz de ir de uno en otro lado, «¡Oh, pareja suelta y libre, no hay que extrañar-
colgó de cartas de presentación que, de presentar- der a sus cartas, y así lo registra Baldomero, des- de contornearte en un millón de formas, se que todo sea en nosotros complicaciones, peso,
me, me complicarán algo mis dlas mediterráneos.» de el nuevo departamento que ahora habita: de vestir los colores más extraños, medida, vacilaclonesl Antes de decidir nada hay
Dos años después, surge otra alusión a Arturo «Todas sus cartas han llegado a mi poder, las de deshacerte en los agudos picos, que tentar dos cosas importantes: el bolsillo
Capdevila -esta vez agresiva- en una carta de al número 20, las al número 50 de Catamarca. El de perderte de vista de tan alto, y Dios.»
Enrique sobre el segundo premio nacional de dloseclllo de la Buena Amistad las trajo todas a regar la tierra de menuda lluvia, En el año 1932, desesperado ya de invitarlo en
poesla que Fernández Moreno acababa de ganar. mis manos. Soy yo el que está en grave deuda con tronar soberbio, despedir el rayo ... vano a «Las Nubes», Enrique lo invita a ir al Pa-
Amorlm comenta, no sin Ironía, la situación eco- usted. Más que del tiempo, preciso de humor para
raguay, pero la fascinación de este pals, remota-
nómica del escritor argentino, más dificil aún en escribir. A más, ¿quién manda una carta tras de Tambián es bueno ser tronco de árbol,
mente originada en la imagen paradisiaca que la
aquellos tiempos de crisis: viajeros tan inquietos como ustedes ... ? ¿Cómo se- recto, inmutable, pardo.
selva suscitaba en los conquistadores españoles,
cc¡Qué alegrón más grande al ver la noticia de guir tras una estela de espuma, tras un torbellino Es evidente que Baldomero se sentfa ese tronco, tampoco encontrará eco alguno en Baldomero. Esta
que te daban el segundo premio! ¡Qué rabia luego, de polvo? ... Me alegra eso del regreso en abril; ese roble. Por cierto que esa disyuntiva que él me carta comienza con una referencia a la situación
cuando pensé que te correspondla el primero, des- al desembarcar pondré en sus manos el nuevo li- trazó sigue rigiendo mi vida, y por cierto que mi del escritor frente a la polltica, revelando sobre
de hace más de un lustro! Pero, ¡a no fijarse en bro Dácimas, que salió al fin del año 28. Las dé- arquetipo de inmovilidad a la manera del tronco o este tópico un pensamiento que pronto seria reem-
eso para no empañar la alegría que tuve! Te te- cimas, las cien décimas que casi hicimos juntos..... roble sigue siendo Baldomero, y Enrique el de la plazado por Enrique, y radicalmente:
legrafié y acaban de decirme que por error en la Fernández Moreno, en cambio, tal vez por haber fluidez a la manera de la nube. En la relación en- «He pasado unos dlas un poco turbios, con una
dirección, no habla sido entregado. Puse Rivadavia sido movido demasiado en su Infancia, y haberse tre ellos dos, esta oposición metafórica comienza polémica sobre tópicos políticos. Una cosa desa-
por Mitre. ¡Estos próceres se confunden fácilmen- fatigado luego, como médico, a través de esce- a funcionar desde el momento en que Enrique se gradable. Resultado poco grato para un artista que
te! No asl tu poesla, que será siempre inconfun- narios totalmente inadecuados para su tempera- instala en «Las Nubes»: desde ellas, desesperada- nada tiene que ganar en eso y mucho que perder...
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CESAR FERNANDEZ MORENO
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la partida, a un viajero de su categoría. Confiesa das de Buenos Aires a su pueblo natal. Fernández
Espero que Coronado no se eche atrás y venga dición oral de Chascomús lo certifica-, Fernández
a Baldomero: Moreno, especialmente invitado, no pudo resistir-
con Ponce. Esto lo prometió en una carta, ya seguro Moreno deflnla: «Ya estoy casi en marcha. Me lo dicen los baú- se a las fuerzas combinadas de los poderes po-
que tú no vienes con Calzada. Ahora te sugiero -El dinero se ha hecho para jugar, y sólo sub- les abiertos, bostezando al ser despertados de un líticos, culturales y social es de las dos repúblicas,
una Idea: vámonos al Paraguay en julio. Seria un sidiariamente, y si alcanza, para comer. letargo de sótano. Las maletas, mordiendo el es- que vinieron a al\adirse a las de su amistad con
viaje interesante. Ya lo hemos programado. Anda y esto, que parece bravata de médico rural , era pacio de los cuartos, con sus lenguas de camisa y Enrique, convergente a su vez en la amistad y ad-
cuidando tu asistencia al colegio, para poder fal- esplritu de riesgo a lo Villon, en la medida de los pantalones. Ya estoy sobre el estribo, en la pasa- miración por «el hermano Quiroga». Sólo el sel-
tar en la semana de julio. ¿Te parece buena la a:íSrosos recursos de ese médico. Registra tam- rela, casi en el puente del navlo. Pero, como en vático y muerto Quiroga, no el vivísimo y cosmo-
idea? Harlas algo sobre esas tierras aún no explo- bién esa tradición oral la consternación que pro- otras veces, el terror de partir no ha desaparecido. polita Amorim, pudieron desarraigar al roble, y eso
radas por los poetas. Salvo que tengas miras de dujo el poeta una vez que empleó en rueda lúdica No sé si en alguna carta te lo conté. Lo cierto es porque otro roble transportaba sus cenizas hacia
irte a Europa ... Aunque ahora no es el momento, la palabra «vehemente», fuera de escala con el que, o soy un viajero perfecto, porque al arrancar su tierra natal. Expresamente lo dijo Fernández
por el cambio desastroso. Me escriben de allá Y me vocabulario estrictamente pragmático de los asi- siento todas las congojas, o soy un éhambón que Moreno (aunque sin querer) en el epitafio que es-
dicen que está muy triste Europa. Tú le sacarlas duos al club social. Y registra además que una no aprenderá nunca a despedirse. Temo no poder cribió entonces para esas cenizas:
partido a esa tristeza, sin embargo.» vez el club de pelota fue allanado por la policla ; irme, por ejemplo, tener que quedarme a última ho- He aqul l as cenizfls, oh, Salto, de tu hijo.
Es esta la primera carta (su posdata lo subraya), cada jugador se escondió donde pudo, y Fernán- ra, con un traje a bordo, que me manda el sastre De ti salió y es justo y es natural que vuelva.
en que Enrique y Baldomero, sensacionalmente, dez Moreno en un gran canasto para la ropa su- de la calle Esmeralda, y alguna carta, que trepa El corazón de un árbol ya es su eterno cobijo:
hablan empezado a tutearse. Tardaron ¡doce anos! ela del vestuario. Otro fugitivo acertó a pasar por solapadamente hasta mi camarote, para reprochar- El silencio, la sombra y el pavor de la selva.
en hacerlo; es verdad que la amistad era en sus orl- alll y, sin saber que el canasto estaba ocupado, me la huida... Todo esto me tiene a veces horas
Quizá en esta vuelta de Quiroga a su lar natal
genes de tipo discipular. Y sigue la pugna espa- arrojó las cartas y las fichas en él. frente a una ventana, que insiste con su rectán-
vio Fernández Moreno simbolizado otro viaje, mu-
cial: desde su habitual veraneo en Chascomús, con- gulo perfecto, en mi retina de viajero inmóvil. El
-¡No me tiren con el cuerpo del delito!-, gritó cho mayor que éste y, que él nunca se atrevió a
tinúa Fernández Moreno con las lucubraciones so- viajar, para mi, debla ser ya una cosa más na-
entonces el soterrado poeta. emprender: el viaje a la España de su infancia,
bre el posible viaje a Salto: tural.»
Pero volvamos al fantasmal proyecto de viaje. esa Espai'la donde no habla nacido pero donde
«Creo que tienes razón: para ir a 'Las Nubes' Es muy inquietante y muy reveladora esta con-
En 1937, una última carta de esta serie y de este habla vivido sus años tal vez esenciales, hasta los
tendrla que arrancar de Buenos Aires, una buena fesión de Enrique. También para él viajar era un
periodo me involucra a mi entre las ya inverosl- catorce.
noche, en tu compal\la. Caldo en este pozo de Chas- problema; y, sin embargo, gran parte de su amis-
¿Qué es lo que asl a mi ciudad me ata?
comús me parece dificil la escapatoria, ¿quién se mlles excusas: tad con Ba!domero consiste, durante toda esta épo-
¿Qué me detiene en su ribera oscura?
pone con este sol a hacer valijas, separar ropas, «Lo de siempre... Ahora, el o tu problema es ca en instarlo a viajar. ¿No desearla Enrique ser
elegir libros? Sólo con pensar en el tren de las acompañado por el amigo en esa angustia o con- En uno de sus sonetos de 1929, y otra vez com-
César, que tiene que preparar su Ingreso Y no
cuatro hasta Buenos Aires le dan a uno congojas goja del viaje? Es notable también la premonición parándose a un árbol, concentró todo ese anhelo
quiere, tal vez con razón, abandonar el ambiente
y le suda la rabadilla, que es cuanto puede decirse de Enrique, su temor de tener que quedarse a úl- de viajar, toda esa Imposibilidad de hacerlo:
tenso de Buenos Aires (compal\eros, soledad, li-
en materia de sudores. Y muy dificil también aban- bros) para estudiar. El caos. En medio de todo esto tima hora. Es lo que le aconteció precisamente en Y de mi nave fúlgida a la espera,
donar los cuatro pequel\os y las cuatro patas de la y entre mis trabajos varios, no puedo salir de aqul. esta ocasión: el paquete en que debla navegar soy como tú, arbolillo de ribera,
mesa de pino en que trabajo.» Vuela a Montevideo. No me esperes. Gracias por tu no salió nunca del puerto, fue aquel famoso Gel- de sol te doras y de azul te mojas ...
Otra vez el mundo vegetal, ahora pino en vez de llamado. Esperaremos Salto y yo el gran verano, ría que dejó a tantos sin la prometida y ya pagada
roble, ahora patas en vez de ralees. Baldomero no redondo y dorado como una vela, para coincidir. vuelta al mundo. Igualmente, Enrique no se quedó : Curvas tu fino tronco al mar y al viento
va, pues, a «Las Nubes». He aqul, en cambio, las Rlos, piedras, casas, frutas, arenales y fronteras, emprendió casi en seguida otro viaje, esta vez a y a tierra vuelves de un tirón violento
trascendentales ocupaciones que lo retienen en Nueva York, ciudad que, curiosamente, no le dice con un largo gemido entre las hojas.
todos, que esperen.»
Chascomús, en esta carta que trae un eco limado nada, y por eso él tampoco dice nada a Baldo- Sólo en su imaginación pudo volver a Santander,
Debo aclarar que yo no tenía ningún apuro por
por la existencia, de aquel romántico relato de su mero acerca de ella, en esta carta del 19 de abril sólo cuando se sintió al borde de la muerte, sólo
Ingresar en la facultad, que yo no deseaba otra cosa
primera tarjeta de 1921: de 1934: amparado bajo el mismo roble de esta persistente
que Ir a Salto, a cualquier parte. No era Dios, ni
«Me acuesto a las dos o tres de la manana. «Mi intención era ver una Nueva York a vuelo metáfora:
el bolslllo, ni mucho menos yo, quienes impedlan
Almuerzo poco y mal. Me lleno de mate. Aro mis de pájaro, pero esto es imposible. No hay pájaro Bajo de esta cajiga o roble poderoso,
a Baldomero emprender el fabuloso viaje a Salto
papeles. Salgo al atardecer a dejarme ver. Me har- capaz de volar por arriba de los rascacielos. Será, en un lecho de sombrfls y fresco me cobijo.
(un solo dla de navegación fluvial en aquellas épo-
to de follaje y de estrellas y luego me voy a los en todo caso, a vuelo de avión, lo que no es lo Eres como mi padre y yo como tu hijo,
cas). Era su vida toda, eso que él llamaba por todo
naipes con una y otra suerte. Hebdómadas enteras mismo. No te hablaré entonces de esta ciudad.» aunque estoy hecho un tallo vacilante y
lo alto «el caos»; era «el pozo» de Chascomús,
de tormentas. Me he dedicado a estudiar 'relam- Finalmente, en febrero de 1937, Baldomero fue a [medroso .
sus relámpagos, era él mismo, sencillamente, vibran-
pagologla' desde la terraza del Club de Pelota, Salto: tuvo que producirse, para ello, un magno Y bajo este roble que era su padre, el origen,
do entre unos y otros.
gran atalaya.» acontecimiento en la cultura rioplatense: la repa- que era él mismo, se sintió «morir en recuerdo y
La próxima carta de Enrique nos trae, como sor- caricia». Morir si, pero viajar no.
Esta carta trae la segunda alusión al póker en triación de las cenizas de Horacio Ouiroga, lleva-
presa, el trasfondo psicológico que conmovla, ante
este epistolario. Eran las épocas en que - la tra-
CESAR FERNANDEZ MORENO CORREO ENTRE MIS DOS PADRES 63
62

no le produjo emoción. de Enrique que registra el noble final de uno de aún sobre Lugones. En esta forma, la querella en-
Otros temas, otros tonos estos topetazos: tre Enrique y Baldomero se descarga felizmente so-
Faltará a toda sesión:
¡no le verán ni las suelas/ ••Como a ti te tocó 'montar en cólera' en una bre terceros, y la pacifica amistad puede retomar
A lo largo de la pugna espacial entre Enrique Y discusión un tanto grotesca -quizá resultante de su curso.
En este mismo al\o, siempre a punto de partir,
Baldomero, la correspondencia entre ambos toca una amistad demasiado desnuda-, creo que debo En 1937, poco después de esta bizantina discu-
Enrique Informa a Baldomero sobre los planes de
otras cuerdas y otros temas. Por ejemplo, en esta pedirte que me disculpes y, de ser posible, olvides sión sobre Seguidillas, y del viaje a Salto acom-
Federico Garcla Lorca, que estaba en esos mo-
carta de 1934 dirigida a «Las Nubes», hay una ex- el trago amargo. Si asl sucede, estarla más a gus- pañando las cenizas de Qulroga, vuelva el tema del
mentos en el rlo de la Plata, traldo por el éxito de
traiia opinión de Fernández Moreno sobre Jorge to con las furias interiores... » aislamiento del escritor argentino frente a su lector,
Bodas de sangre. Le habla de la Introducción a la
Luis Borges: Estas discusiones se originaban muchas veces con ciertas esperanzas libreras de Baldomero, que
muerte y de la Oda a Wa/t Whitman que Integrarán
«Me Imagino que Borges anda por ahl. Lo veo en minucias literarias. En 1937, Enrique escribe a interpola ahora una excusa más, no ya por no ir,
Poeta en Nueva York, y de las tragedias espal'lo-
contemplando hormigas; pero no esas hormigas Baldomero sobre su libro Seguidillas, y le dice: sino por no volver a Salto:
las ,que desembocarlan tan pronto en la propia tra-
gordas, negras, relucientes, de los caminos, capa- «Seguidillas es un libro nuevo en ti. Aparece «Estoy solo en Buenos Aires, con exámenes tam-
gedia de Feaerico, que se dijera Enrique presintió
ces de cargar con un jacarandá, sino esas otras Intermedio, lo mejor de ese libro, en alas de la bién. Es la tarde : soledad y mate. Y sorpresas. El
en la frase «si no se malogra»:
que recorren las junturas de las latas de mem- seguidilla. Luego, Ciudad, hecho /ied. Además el otro dla por teléfono tuve que repetir las dosis de
«Veré a Calzada en París, donde pienso que-
brillo y los yesos claros, junto a las marcas de las tono de otras, notas inesperadas. Es como el ajus- libros para ' La Facultad' y hoy, se me presenta un
darme un par de meses y no sé si me animaré a
puertas, tan perfectas como su letra.» te de toda tu obra, en un orden musical. Presas en ordenanza de la del Colegio para llevarme 10 libros
ir a España. Garcla Lorca quiere que vea Andalu-
Enrique reemplaza esta imaginación por la rea- cla en sus manos. El me ha entusiasmado mucho las páginas, me gustan el doble que al conocer- más. Todavla voy a ver a mi ciudad sorbiéndose
lidad: este verano, que lo pasó en Carrasco y que nos las al azar de las calles. Hay una inocencia, una una edición completa. Otra. Suena el teléfono y
«Dos dlas de campo con Borges. Carreras cua- velamos a diario. Y a cada hora. ¡Qué gran poeta frescura en el libro -no premeditadas- que pa- habla el capellán de la Sarmiento para que de or-
draras. Un payador (mucho chiripá para ser legi- es Lorcal Creo que no ha dado aún ni la cuarta rece sentirse tu diáfano comienzo literario. ¡Cosa den del comandante le visite y haga algo para su
timo). Era de Montevideo, primero. Lo que supo parte de lo que puede dar, de lo que será si no curiosa!» último viaje. Iré una de estas mañanas. Estoy engo-
que Borges venia de Buenos Aires, resultó entre- se malogra. Por lo pronto, de su libro Introducción Baldomero recibe este profundo y detallado elo- losinado con el Salto, alrededores y tu casa, todo
rriano... Dos noches frente a una llanura, impresio- a la muerte, nadie sabe nada. Me ha dicho unos gio, y se detiene, persecutoriamente, sobre las úni- entrevisto, pinos y caminos, cielo y agua. Ya por
nante como el mar, para Borges más que el mar... diez poemas y creo que será algo grande, de lo cas dos palabras ambiguas «cosa curiosa»: este año, nada. Recibi de su Municipalidad o co-
Una mal\ana, nos desayunamos con las hazañas de más grande que puede dar España hoy. La Oda "··· La condición de inocencia, es don, carismas, misión a Qul roga una nota agradecida y el pedido
un padrillo. Fotos (el celuloide ruborizado) .» a Wh/tman, se la ha dictado el mismo poeta, para que no se gasta, y que, como los ojos, acompaña del epitafio. Todo irá. Cien cosas le envuelven a
Salta luego de Borges a Lugones: su defensa... ¡Y, una obra maestra! Claro está que hasta el final. No habrla poeta sin esa inocencia uno y le atan, no las manos, el pensamiento, la
cc Borges trabaja mucho. ¡Asusta! Leemos mucho ese poder verbal, ese genio verbal de Lorca, mag- que te parece cosa curiosa.» decisión. Desapareció Peláez, desapareció Torren-
verso. Anoche Banchs. Desmenuzamos a algunos. nifica las cosas, las lleva muy alto, con su propia Enrique, a su vez, registra esta pequeña esto- del! . Y el ámbito del mundo lleno de jazmines. Yo
¿Dónde está aquello de Lugones: 'en tu alma, joya mano. Pero, son grandes aún en labios extraños. cada, y vuelve sobre su expresión, que no era ni los corto en las pérgolas altas y sombrlas del par-
de primera clase'?... Piensa como tú ; decíamos Las tres tragedias que tiene, harán época en el siquiera una restricción, sino acaso un comentario que Lezama ...
que nadie sabrá cómo era, ni qué vida llevaba Lu- teatro europeo. Me leyó dos actos de Yerma y creo conversacional, interjectivo : El eco de esta carta de Baldomero se oirá en
gones, porque en su poesía no aparece para nada ... que con ella se colocará en el gran teatro mundial, «No te extrañe ese 'cosa curiosa' que agrego a la que Enrique me escribe a mi el 20 de diciembre
pues su concepción, su ritmo, el acento de trage- mi sorpresa de la Inocencia creadora de Seguidi- de 1938:
Sólo que era fiel. .. »
dia, puede estar al lado ~e un Shakespeare. No llas. Tu obra, como la de cualquier artista, tiene ••Tengo un ejem plar de La edad despareja para
Y continúa Enrique con algunas apreciaciones ne-
exagero. Hay en su teatro, un sentido universal. Me comienzos, madurez y dominio. Comienzos en In- vos.lmagino que tu padre no está para estas co-
gativas acerca de la monogamia estricta; pero lo
refiero a Yerma y a las otras dos tragedias, de las termedio y en Iniciales. No podrás volver a esa sas. He repartido tan pocos libros que mis posibles
que interesa destacar es el acuerdo tácito entre
cuales conozco el esqueleto, la raíz Intima, mejor época, sin pensarlo, como en Seguidillas. ¿Me en- lectores le creerán al cronista de La Nación. El
Baldomero y Enrique sobre la necesidad de que la
dicho. Creo que, en un hombre de 34 años como tiendes? Su frescura nada t iene que ver con esa mal que hace una crónica adversa, tontamente ad-
vida transparezca en la poesla. Por eso tal vez, en
Lorca (es de 1899), si ha aparecido un dramaturgo madurez magnifica, de artlfice rotundo que se palpa ve rsa, es mucho. Sobre todo en un pals donde los
1934, EnriQue registra negativamente la incorpora-
así, puede haber en cierne un gran renovador de la en Romances, pongamos por caso. Seguidillas pa- crlticos no hacen más que repetir lo que ha dicho
ción de Baldomero a la Academia Argentina de
rece juego de la primera época, aumentado por una el primero. Lo he podido comprobar... MI novela
Letras, en esta décima hasta ahora inédita: escena europea. "
También habla entre Amorim y Fernández Mo- pulcritud digna de tu genio poético. Tal vez algún tiene una primera persona que, a veces, parece una
En la Academia Argentina criticazo de esos de renombre te diga lo mismo. memoria o un diario. En fin, el caso es que no se
reno voces elevadas hasta el grito de la discu-
entró Fernández Moreno, 'Cosa curiosa', repito, porque no se da en ningún vayan los pocos lectores que uno haya hecho...
sión. Eran personas muy claras y netas en sus per-
el continente, sereno, poeta nuestro.» No he encontrado, en las cartas que he podido
sonalidades, y desvanecido ya el disclpulo Enrique
mas la sonrisa, ladina ... Y se desliza a juicios negativos sobre la «Sa- rescatar de este epistolario, ninguna referencia a
para dar lugar al hombre maduro, fueron frecuentes
El jeder de naftalina bidurla cenicienta y gris» de Alfonsina Storni (a la Enriquez Méndez Calzada posterior a aquella de
los choques frontales con el ya no profesor pero
seCa:íixtos y de Oyue~ sazón en su época vanguardista) , y más negativos 1934: «Veré a Calzada en Parrs... Por c ierto que
-
de escue/itas y de escuelas
,__--
siempre autoritario Baldomero. He aqul una carta
64 CESAR FERNANDEZ MORENO CORREO ENTRE MIS DOS PADRES 65

Amorim no pudo verlo, porque estaba ante el frus- Creo que fue un regalo que superó mis posibi- A su vez, Enrique responde a Baldomero y, de mo poeta, ponerse las m.edias C0_!!1~U~oeta, es malo.
trado viaje del Ge/ria, el único que no pudo hacer. lidades, económicamente en primer término, y so- padre a padre, le cuenta sus observaciones sobre Hay que recordar que uno es hombre, que vive
Sin embargo, los dos Enriques integraban, con Bal- bre todo vitalmente: mi contexto existencial no es- mi carácter, las que por cierto no transcribiré aquí, en una colmena de bestias y que ninguno de los
domero, un trío que Negrita rememoraría muy lue- taba a la altura del Avions Volsin. ¿Y por qué no por las mismas razones que no transcribí las de grandes, d.e los geniales, dejó . a un lado la t~rea
go: «Yo casi siempre lo vi con Enrique Amorim y un oscuro remordimiento por estar yo tan rampan- Baldomero acerca de mis dos años de edad. Sí lenta de luchar a brazo partido· con las horas, los
Fernández Moreno. Y cuando este terceto salfa a te y mi padre tan decaído? Pero las cosas fueron copiaré estas confesiones otra vez premonitorias meses, los años. Particularmente a ti, habrla que
cam:nar por las calles de Buenos Aires, ciertamen- asr, y por cierto que Enrique nunca me lo perdonó. de Enrique, que en parte considero verdaderas, y recomendarte el olvido de las frases pescadas en
te iba por ellas la verdadera prestancia, la varo- Y, sin embargo, me hizo otro regalo, más impor- en parte una tentativa de proporcionar paz al atri- endecasllabos o en octosllabo~ . Me gustarfa ver-
nil apostura.» Méndez Calzada habla ido a Parls tante aún: mi primer viaje solo y de cierta im- bulado Baldomero, haciéndole sentir en su amigo te estudiando el arte minúsculo de pescar en la
como corresponsal de La Nación; la invasión ale- portancia, nada menos que a Salto, donde fui a una análoga tribulación: laguna de Chascomús. Verte conversar sobre lom-
mana lo obligó a escapar en 1940 a Barcelona; alll fines de 1939. Así pude cumplir la nunca realizada ccAqul estamos, frente a frente, el año 40 y nos- brices, carnadas, anzuelos, etc., con un muchacho
y entonces, Dios sabe qué lo obligó a pegarse un ambición que habla despertado en mi desde pe- otros. Que te traiga un poco de tranquilidad y op- rudo de la orilla. Después, sacarlas poesla, pero
tiro. queño aquella tenaz pugna espacial entre mis dos timismo. Y, sobre todo, que creas posible una me- después, no durante tu relación con esos seres y
padres acerca de ese viaje. jorra. Yo busco lo mismo. Creer que voy a mejorar. y esas cosas.»
¿Estaba ya mejor Baldomero cuando yo partí? Salto de pesadilla en pesadilla, a cuál más terri- En esta forma me sugería Enrique una posición
Que trata de la primera salida ¿Se mejoró después de mi partida? ¿A ralz de mi ble y disparatada. No descanso, sino con los ojos opuesta a la casi puramente literaria que la pa-
que de su tierra hizo el hijo doble partida? Esta carta que me escribe a Salto el 8 abiertos. Debo tener la conciencia muy negra y ternidad absorbente de Baldomero me exigla. Esta
de diciembre, me lo muestra trabajando en la pri- proclive a la vigilia.» sugestión fue luego tornándose martillante apre-
Desde 1937, las circunstancias de su vida llevan mera edición de su Antologla: Como en el tema de los viajes, descubrimos mio, una vez publicado con otro titulo mi cacarea-
a mi padre a un melancólico, ansioso, desesperado ahora en Enrique, bajo esa diamantina superficie do primer libro:
«Aunque me levanté de bastante mal talante, me
apartamiento del mundo, que perdurará hasta 1940, 'de alegria y salud que en esas épocas nÍe llevaba «Con respecto a lo tuyo, no te conformes, nó te
entregué un rato a la Antologla, la tarea más es-
y del que surgirá un negro fruto: su libro Penumbra. hacia él alejándome de Baldomero, un sustrato dra- alientes con la cantidad ... ¡Publica ahora lo que te
túpida que conozco; es como remendar los dlas
Simétricamente, estas circunstancias de mi padre mático, común con él, de miedo y de inseguridad. ponga la piel de gallina, lo que te sangre, lo que
pasados. Lo que vale es el poemilla de hoy, el ca-
me lanzan a mi hacia la vida (a los dieciocho años Y, sin embargo, Enrique sabia dar valor y seguri- te salga de adentro, con rabia, con dolor, con
pullo recién abierto, todavía con durezas de botón
de edad), me encaminan hacia la libertad, y, si- dad. Es precisamente al comenzar este año 1940 paslónl»
pero ya pronto al vuelo. Pero no hay poemlllas de
multáneamente, a acentuar lo que ya puede lla- que Fernández Moreno viajará por segunda vez a En 1941, me escribe una carta rezumante de imá-
hoy. Veremos. ,
marse una amistad con Enrique, discipular al prin- Las Nubes, y de este viaje obtendrá, no sólo su li- genes fluviales y acuáticas, autocrítica de sus pro-
Tras este esperanzado «veremos», abunda luego
cipio como fue la de éste con Baldomero. bro Poemas del Uruguay sino también la recupera- pias posibilidades expresivas, y también documen-
en restrictivos consejos paternales, su estilo de
Los comienzos de Enrique como padre suplente ción de su salud, el comienzo del último periodo tal, ya que registra un viaje por el rlo Uruguay en
siempre hacia mí, reforzado ahora por el duro pe-
son fastuosos: me regala un automóvil francés ya activo y brillante de su vida. compañia de Rafael Alberti:
riodo del que se suponla que yo me estaba re-
viejo, pero todavla magnifico, y, en una carta del Hemos regresado ya a Buenos Aires, y Enrique «Pienso ahora que anoche, al oír la vehemencia
poniendo:
3 de abril de 1938 lo acompaña de los clásicos responde una carta mla sobre su novela El paisano (he escrito una palabra que trastorna a los conter-
consejos de todo padre que hace un don Impor- «Te conmino a comer, dormir y reposar. A la Aguilar. El me habla, en cambio, de un proyectado tulios de tu padre en la Chascomús del mus), al
tante a su hijo: constante contemplación umbilical. Nada de ci- olr a Rafael hablar de sus cosas, algunas bélicas
primer libro mio:
ccPara que no se te descarguen las baterlas hay nes, ni de autos, ni rimas.» y todas maravillosamente poéticas, comprendo que
«Nada me dices de Poemas para empezar... No
que hacer andar el coche. Y cuida de no dejar la Y sigue luego con la descripción de su vida en te apures, ni te inquietes. Con el seguro po!Venir me vería en aprietos si tuviese que repetirlas. No
llave en contacto. Se recalienta una resistencia y el Buenos Aires veraniego, y sus paseos con su que te espera, seria algo asl como malograr el es falta de memoria no. Sería capaz de describir
no lo hace andar ni Supicci Sedes ... » hermano: presente, digno de vlvirse tanto o más que el por- hasta el gesto, el ademán, la manera, el segundo
La prevención de Enrique respecto a mi torpeza «Si algo vivo es de noche. Con Alberto decora- venir... Necesitas descanso, mejor dicho, entreteni- que ocupó el poeta para formular tal o cual juicio.
juveniL era, por cierto, muy justificada. No sólo des- mos las esquinas de más viento. Sobre la pobre y mientos que nada tengan que ver con tu natural SI estaba tirado para atrás; si tenia los ojos Infla-
cargué las baterlas y recalenté las resistencias del aceitada Avenida ... función de escritor o de hijo de escritor. Te hace mados, si se tocaba la cara con las manos (tenia
Avions Voisin, sino que destrocé su mecanismo de »Chorreo agua, sudor, a la sombra cúprica de falta vida vacuna. A vos no te va a pasar jamás el una uña amoratada, por no sé qué golpe de esos
transmisión y lo abandoné en la puerta de nuestra tu lampadario. Tuve hace una hora que tumbarme ·fenómeno de 'aguilarización'. No vas a caer en él. que no se concibe que los reciba un poeta), en fin,
casa en el barrio de Flores, para irme a la estan- en el sofá federal y ponerme la bolsa de hielo en De manera que puedes hablar con vacunos, sin que recuerdo todo, pero me falta aquel fluir que
cia de un pariente. Cuando volvl, habla sido prác- la cabeza, del frontal al colod rillo, porque se me que 'el medio ambiente' te haga daño. Ese medio pertenece a los que están más cerca de España que
ticamente saqueado por los muchachos del barrio, iba el sentido... Duermo algo mejor. Tarde, desde ambiente te hará bien. Lo malo es vivir siempre yo... Hablan con caudal. Yo soy arroyo seco, ameri-
y no tuve más remedio (o así lo crel) que vender luego. Y con los oldos taponados con esos repug- en función de algo. Vivir en función de poeta es cano sin expresión... No tengo la serenidad para
como hierro viejo esa reliquia de la finlsima mecá- nantes tapones que sólo podla Inventar la Francia ·¡ peligroso porque uno no sabe dónde empieza la la eplstola caligráfica y calibrada... Poseo la pasión
nica francesa. del ahorro y de los enciclopedistas... » «literatura», la terrible, la que roe. Levantarse co- de las cosas calientes.»
1
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Y sigue con nuevas metáforas de viaje: Destierro y muerte moverse y en el hablar. Y más en tierra extraña... .E.!.~Aqul, todªví~ hay r:_e~peto para los intelectua-
«La ribera que corre por la ventanilla de mi cabi· Consérvese su merced, y hasta otra.» les.»
na, me apresura más aún. Veo la costa uruguaya En enero de 1944, hago mi segunda salida a la Me conservo, pues, vuelvo a mi patria, y ese 'En~. Enrique me escribe desde Chile una tu-
que me pertenece doblemente. Panza abajo un América no rioplatense, y parto para Chile. Alll me mismo año él cae en otra crisis depresiva coino multosa carta -que toaavla recoge los ecos de mi
ejemplar de Sur, tan abierto de piernas como una dirige Baldomero una carta que empieza en la con- la de 1937. Aqul tengo una larga serie de cartas 'PiiSQPor aiíf dos años antes- y me reprocha en
señora cualquiera, leyendo tirada sobre el césped. fiterla del Molino y termina, otra vez, en el Rich- del año 1945, más bien mensajes que él me hace ella mi neutralidad en el conflicto de las dos po-
Las cartas de Ail ke, calladitas sobre la almohada. mond. Está otra vez preocupado por mi ausencia llegar desde el sanatorio. Insiste en que los escribe llticas mundiales:
Léelas. No son sorprendentes pero valen mucho. y temeroso por el catastrófico terremoto de San sólo para mi; pero yo no puedo ahora dejar de «Reg reso de Chile, de la pampa del salitre, de
Se dirla que ocupan el vaclo que me dejó Alberti, Juan, que en alguna medida habla sido previsto hacerlos públicos, siquiera en alguna de sus fra- las minas de cobre... Hablé ante 5.000 mineros.
dificil de llenar. La tarde toca a su fin. Se baña por su aprensión. ses, para que se sepan las agonías, reales o ima- Aquello si que es serio. Hay un mundo que nace,
en el río, pero apenas, como los pájaros. Resuella «En broma y en serio te recomendé que tuvieras ginarias, que él sufrió en esas épocas de su vida: mientras jóvenes envejecidos, se sientan en la re-
el barco, por esa chimenea que parece irse libran- cuidado con los terremotos. Ya ves. Si no en San- «Lo pasado me costó dos años y medio. Creo tranca de la historia. El gran viento arrasará con
do de las nubes que le sobran, chupadas en otro tiago, en la casa vecina... que esto va a ser muy largo. Es lógico suponerlo. ellos. ¡Da gusto sentirse tan joven! Los mineros
viaje del que no fui testigo. ,. Yo, por mi parte, he adoptado el papel de Amo- Enfermedad análoga, evolución análoga. Si resisto. gritan: '¿Quién será presidente? ·Laferte! ¿Quién lo
rim, instándolo a ir a Chile. Entonces él reproduce No hablo más. ayuda? ¡Ñerudal lncreíb~ un poeta gane
En el año 1942 Enrique envla su última carta im- »No sé si mandarte o no estas lineas. Creo que fái'8S"Iaureles fres.cJ2.ll con una ROesía de quinta-
frente a mí la vieja técnica elusiva y hasta moda-
portante a Baldomero: habla sobre la recién publi-
lidades expresivas años atrás aplicadas al Uruguay : pago cualquier esfuerzo mental. Por eso no leo. e'Señciasl Sé que apareciste como un fantasma en
cada Antologfa de éste escogida entre todos los
«En cuanto al negocio de pasar yo a los reinos Hipersensibilidad terrible.» Isla Negra. Alll pasé cinco dlas memorables. Es
poemas escritos de 1915 a 1940. El ademán de un pueblo, el chileno, que vale mucho.»
de Chile, prefiero dejarlo para cuando vengas. Trae Este mensaje está escrito al dorso del original
recapitulación es retomado nostálgicamente por la
acopio de datos y condiciones y veremos ... Suena de su soneto A una cajiga, que hemos visto resol- Yo me pico por algunas de estas expresiones
carta de Enrique, que parece cerrar con esta nos-
muy bien eso de alcalde de Santiago. Saludos a ver -idealmente- su conflicto de viajar o no via· de la carta, y otras gue juzgo criticas demasiado
talgia su propio periodo autocrltico de los cua-
la ciudad, a las esquinas más redondeadas, a los jar. Otro dice, entrecortadamente: urticantes a tcii actitud de prescindencia pOITti~f
renta años de edad:
muros con más sol. Y que me espere.» «Me da asco firmar estas cartas. Y hay que y le contesto con un largo folio, explicativo y de-
«Luego de la lectura de tu antologla, me ha in- arrastrar todo el dla... No sé qué hacer ni qué safiante a la vez. Su réplica no se hace esperar.
Me agrega noticias literarias que incluyen una
vadido una extraña meiancoila. Tiempo hace que no puedo hacer. ccMuy solemne tu carta. Tamaño del sobre, cali.·
segunda y también estrafalaria visión de Borges:
padecla ese mal ... Al cerrar el volumen, se lee bajo »Es un vivir y un morir continuo. dad del papel y etc. ¿Cómo explicarte que ni las
de tu nombre tan familiar y querido: 'de la Acade- «En La Nación dejé un saldo de Córdoba y sus
»La ansiedad, ayer un poco menor, se provoca estrellas son neutrales? ¿A tu edad, neutrai?INI
mia de Letras' ... Yo sé que igualmente tomas café sierras y un soneto de la penumbra. Me las hube
por una cosa u otra. Víctor Hugo, canejol No " abuses de tu juventÜd
en una esquina 'turbia de mayorales'. Pero ya no con Margarita Abella, pues Mallea está en Mar del
»Hay un estado de ansiedad casi continuo. Todo para colocarteeñü'ña posiciórLrnru2eregrina. Creo ·
somos los mismos. ¡Cuánto cambio! ... Me sitúo en Plata (pasa Borges, como un sauce con antiparras,
se agiganta.» que eres el único se itor neutral del mundo.»
aquel tiempo y se me empañan los ojos. Si te lo por el pasillo).»
En otro: Entre este tenso cambio de cartas, la vida ya
digo, es porque lo comprendes asr. ¡Miradas tur- Poco después, otra carta que me envía desde el
«Todo me hace mal, lo exterior y lo interíor. No definitivamente recoleta de mi padre y el destierro
bias sobre el teclado de una máquina de escribir Molino comenta una entrevista que yo habla tenido
sé nada de mi.» de Amorim {destierro de la tierra argentina, tan
que ni tú ni yo teníamos, ni usábamos! ... Más de con Neruda en su casa de Isla Negra, para volver
0: suya como la uruguaya), se produce un largo si-
veinte años, veinte años después... Cuántas cosas luego al obsesivo tema del terremoto, registrado por
«Es media tarde, y ya empiezo a temblar; la an- lencio. Los encuentros entre los dos amigos se
de menos y cuántas de más, inútiles para volver mi en un tenue movimiento de lámparas:
siedad viene con la noche.» hacen más y más difíciles. El 30 de mayo de 1950,
a vivir. Nada te ha hecho cambiar. Lo sé. Tú, no. «Gran privilegio asomarse al Mar del Sur y en El tiempo, noche a noche, fue aquietando toda tras una fugaz escala en Buenos Aires, Enrique es-
Quizás sea yo el que ha cambiado ... En ese tiempo compañía de Neruda. Todo entre rocas y cangre- esta ansiedad hasta convertirla en esa melancolla, cribe a Baldomero acerca del Gran Premio de Ho-
no me quedaba pensativo nada más que ante el jos... Ya veo que te alcanzó la cola del terremoto esa desesperanza que lo acompañarán hasta su nor de la SADE, que éste acaba de ganar con su
vuelo de los pájaros, ante los crepúsculos en el en tu cuarto de hotel. Imagina lo que seria si hu- muerte. En cuanto a Enrique, después de 1943 no libro Parva:
rlo, ante' la luna tras el casarlo o en el cenit biera sido el lomo lo que se hinchara bajo tus puede vó!Vera Buenos Aires or motivos oiltlco.s, «Fue tan raudo mi paso por esos Aires que no
nocturno. Ahora, hace ya tiempo, me quedo pen- pies ...
~ ya nunca podrá. El centro definitivo de su vida pude correr hasta tu casa. Desde Parls, tenia ganas
sativo ante cosas muy diversas. Algunas interiores, Y no son estos sus únicos cuidados por mi, que será el Uruguay, el único posible para él, por las de una charla estilo Richmond de Florida. Hablé
corporales ... o no. ¿Cómo no va a estar mi vida ya tengo i24 años! También previene la prolonga- razones que definió en una carta posterior: con la Negra. Me enteré un poco de tu vida. Es-
entreverada a tus poemas, cómo no me van a ba- ción de mi viaje: «¡ ~ars, islote aún en América, último refugio pero que nos podamos ver el 13 de junio pues
Ilar de melancoila? Otra melancolla, no aquella que «Tú me hablas de ir al Sur... de Ir o no ir al Perú ... de la libertad~oñdetodavra no se mete a los pre- Iré con la intención de estar en tu homenaje.
me dejaba el último verso de un poema tuyo. Otra Creo que seria mejor venir y dar cuenta de tu co- sos políticos en cala ozos con excrementos huma- , Cuando propuse el Ola del Escritor y la medalla
tristeza, ya amarga, como la de un fruto Inespe- metido, amén de licencias y otros menesteres. Tú nos, ni se les priva de agua y pan! La ola de ges- de honor, recuerdo muy bien que te vela entre
rado y negro...• verás... Mídase en el comer y en el beber, en el tapismo invade las tierras de algunos varones lim· los primeros candidatos. Acto y distinción han sido
68 CESAR FERNANDEZ MORENO CORREO ENTRE MIS DOS PADRES 69

productos de mi entusiasmo durante mi presencia No trasmitiéndose la noticia a nadie, es muy posi- Enrique habla dejado de ser el viaJero· perpetuo : «Un diabólico y disparatado señor magíster que
en la comisión directiva pero eran, sin duda, resul- ble que esto sea fácil de realizar, colocándose una enfermedad al corazón (¿aquellas preocupacio- se llamó Francisco Chelfa decla que un hiiQ_g!J.!)
tados también de nuestras conversaciones de va- además un empleado en la puerta, para que co- nes "corporales» de su carta de 19421) lo tenlan no niega al padre, no vale la pena. Llegaba hasta
riados temas que abarcan muchos años. De aque- labore en este sentido. El difunto, ya cumplidos prisionero en «Las Nubes»: estaba ahora en la esesarcasmo:¿-un hiJO entender a su padre? No.
llas charlas, ¡cuántos proyectos! De aquellos dlas, los trámites reglamentarios, permanecerá en la caja playa, pero escapado; a prueba. Desde este mo- No lo debe entender, ni es necesano para el de-
¡qué parva de dlasl No estoy seguro pero me pa- ya ·tapada, hasta que vengan a buscarlo, y lo mento, vuelvo a verlo continuamente; vuelvo a man- sarrollo 6íOi6 leo... -
rece que fui de los primeros en oírte hablar de lleven a cualquier lugar de Buenos Aires. tener con él ra. correspondencia que Baldomero ndudablemente, el magister Chelía leía en su
Parva. Creo que propuse Gavilla, etc., etc. Todos »3°: A esto se procederá con la mayor rapidez, y, había interrumpido tantos .años atrás, y que cons- torre de Olivos, o bien anticipaba al magíster Freud.
estos detalles forman la médula de mi ser, de mi no habiéndose puesto ningún aviso fúnebre en tituye la tercera y última parte de este epistolario, Luego, entraba Enrique a los reproches particula-
existencia como escritor. El eco de nuestras plá- ningún diario, no habrá dificultades. Sólo un em- en la cual , por supuesto, sólo dejaré oir la voz de res; en primer lugar, mi falta de enfatización de
ticas anda en los cuentos y novelas que escribo, y pleado acompañará el furgón automóvil en que me Enrique. las relaciones de Baldo¡:;ero con la escuel¡¡.~
una pieza de teatro que se estrenó me recuerda un gustaría ser conducido hasta el lugar de la inhu- En esta tercera etapa, yo . ocupo en todos los ! ia¿e Boed~.) ~e habl~o Enrique:
desafio tuyo... Te debo lo más profundo en materia mación, debiendo el auto partir con toda rapidez. conceptos el lugar que ocupaba Enrique en la «¿Qué puedo yo ignorar de esa biografla critica ?
artlstica. Ya en buceos, ya en dudas, ya en con- Ruego e la gente su ausencia. Caso de que alguien primera: dis<;lpulo, ! altero (o diVOJ Ciado, que es Nada, absolutamente nada. Algunas omisiones, por
vicciones. Todo mi corazón en el día de Parva de llegara al cementerio, no deseo discursos de nin- una forma más sabia de serlo), viajero (y, por tan- ejemplo todo lo que se dijo sobre la poesla de
tu inagotable genio creador. » guna clase. Mi deseo es que en un taxi cualquie- to, obligado escritor epistolar), · invitador al viaje F. M. en Claridad, lo que escribió E. A. y Yunque
El 13 de junio, Fernández Moreno recibe el pre- ra me acompañe hasta donde sea mi hijo César, (¿consistirá la amistad entre hombres sólo en ins- y Barletta y no sé cuántos más. Lo querremos
mio en la SADE; Enrique, por cierto, no pudo con- absolutamente solo. tarse reclprocamente a viajar?) . En cuanto a En- para nosotros, en suma, y todo lo explicábamos
currir a ese homenaje establecido gracias a él. Y ,4• : Cumplida la inhumación no tengo nada a rique, ocupa desde luego fa. posición de Baldome- desde nuestro punto de vista. Lo populista, lo sa-
mi padre - mi padre único, en este momento de que oponerme ni ·que disponer.» ro; y lo que ahora escribe .es todavra más impor- tirice, la critica social, etc. Esto, no lo ves vos,
morir-, murió pocos días después, el 7 de julio No cumplf estas instrucciones: las consideré re- tante que antes para conocerlo, porque ya no le porque no lo entiendes, porque no lo quieres, por-
de 1950. Mucho tiempo atrás, él me habla dado vocadas por los años de plenitud que él alcanzó a es permitido volcar su intensidad en el vivir: ahora que no lo sientes, porque no conociste que la pru-
sus instrucciones (también para este caso), com-· vivir entre 1940 y 1944. Hablan pasado doce afias, le es Inevitable hacer lentos sus movimientos, me- dencia puso vallas a una obra poética que debió
prometiéndome bajo palabra de honor a que las ahora era otra muerte. Sin embargo, reviso estos dida su voz, sobria su discusión. Sólo ante Sb tener, sr, un más alto destino.»
cumpliera. Es un escrito que me dictó en sus peo- papeles y veo que había también otras disposicio- máquina de escribir, empuñando las palabras, po- Vuelva así a un tema fundamental en la literatu-
res momentos de 1938, numerado como un tes- nes que, ésas si, he cumplido siquiera en parte día volver a apasionarse del todo. ra argentina, o sea la relación frustrante del es-
tamento: durante los casi treinta años transcurridos, aunque La muerte de mi padre me habla puesto ante critor con su medio. En una carta inmediatamente
«1°: En cuanto se produzca mi fallecimiento, se no me había acordado de ellas. Pero no pude ha- la obligación ineludible de asumir mi .propia vida anterior ya habla generalizado el tema:
me dejará en mi habitación, bajo llave, salvo para cerme duefio único de su muerte: me pareció que Para eso, necesitaba previamente verificar y com- «Cada vez detesto más lo bullanguero que se
practicar las formalidades pertinentes. No tendré pertenecla a todos, como su vida. ¿No lo habla prender desde todos sus áñgulos, con todas sus hace soez, publicitario y feo, a fin de cuentas. Co-
señal o signo alguno entre mis manos, y seré en- dicho él mismo? inserciones, esa otra vida, profundlsima y siempre nocl una generación que se abrió paso a codazos.
vuelto en cualquier cosa que no sea seda o raso, Soy esa tuentecilla de la plaza giratoria, que vi desarrollarse a mi lado durante Otra que tomó su ejemplo y también se llevó todo
no habiendo lugar a flores ni cirios.» en la que beben páiaros y niños ... treinta años, y que se me presentó entonces cris- por delante. Cinco años pasaron sin ocuparse de
Cruzado en el margen, quiso agregar todavla: Enrique, desde el mundo, me envió otro papel: talizada de golpe en el ademán definitivo de la Radlograffa de la pampa seriamente. Pero no de-
«Días antes, caso de extrema gravedad, ni a mi ..¡Cuánto podría yo decir -escribir- de aquel muerte, esa caótica arrasadora. Es por ello que, jaron pasar cinco dlas en largarse a señalar ex-
hermano, de aquel padre, de aquel consejero, de

~
alrededor ni en la planta baja, ni en sitio alguno durante los afies Inmediatos, me habla visto com- celencias de Don Segundo Sombra . Dos promo-
quiero reuniones familiares o amistosas, y si no aquel hombre que tanto conocfl Me llano de orgu- pelido irresistiblemente a escribir mi · Introducción ciones literarias demasiado interesadas en meter
bastare mi palabra, la presencia de este papel ser llo con sólo pensar que pocos saben tanto de él. a Fernández Moreno; por ello y como una manera la mercaderfa a toda fuerza. ¿Cuántos suicidas
¡No hablas nacido tú, y era yo su amigo! Naciste
virá para confirmarla.»
Esto ya to habla dispuesto en uno de sus sone- tú, y fui su confidente. ¡Rebosa mi corazón de cosas \ de mantenerlo vivo sobre la mesa de mí escrito-
rio durante un tiempo más.
hay en la literatura argentina? Lugones, y cuántos
más, se fueron asqueados.»
tos de 1929: «quiero una muerte limpia de docto- suyas! A veces, hasta en un adjetivo, le veo,· le La publicación de mi libro en 1956 ~poco des- El reproche se extiende ahora al propio Baldo-(
siento. En una palabra que escribo, en un rasgo
res... que no haya nadie por los corredores». Y la
tuvo, y asr fue gracias a la rapidez de su última en-
fermedad : una noche. El cruel texto de 1938 se-
de mi caligrafla.»
pués de nuestro reencuentro- fue para Enrique
una puesta a punto, una actualización de ·toda su
vida. Son varias las cartas que me escribió sobre
lmero, vinculado a la antigua fobia de Enrique por ¡
la Academia de Letras:
«Se sometió horriblemente a las gentes de la
guía con varios puntos más de los que sólo co- ese libro : yo estaba leyendo una y me llegaba Academia, en una dramática debilidad que lo alejó
piaré ahora hasta el 4•, para que se vea bien Donde el hijo se vuelve padre otra. Me reprochaba la seriedad excesiva, el tono de las gentes de Boedo, digamos asl; ¡él, populis-
cuánto y qué desobedecí: profesora! y no vivencia! que yo habla adoptado ta, caracha, hasta más no poder!"
«2°: No se permitirá absolutamente a nadie, ni Pero no volví a encontrar a mi segundo padre has- para hablar de Baldomero. Comienza ·por recor- El látigo vuelve luego a mf:
al pariente más cercano, la entrada a mi casa. ta mucho después: Punta del Este, enero de 1956. darme algo básico: ..¿ Dónde dejaste al sardónico y, a veces, hasta
70 CESAR FERNANDEZ MORENO CORREO ENTRE MIS DOS PADRES 71

cruel Fernández Moreno? Hay décimas, y andan servirán de mucho en el desarrollo de tus hijas. Me había entregado un verdadero fajo de instruc- res. Y ya, apelando a lo desconocido, preguntar
por ahl aforismos, de una intención terrible. Tu pa- No sé qué métodos sigues, pero sospecho que ciones, consejos, órdenes, que comprendían todo: al dueño del restaurant español que hay entre
dre se rio de medio mundo, desde Larreta a la intentas repetir los particularlsimos de tu padre. comidas a comer y a no comer, precios de las rue du Bac y Beaune, si sabe de una pieza, etc. Los
Academia. Cómo quieres nacerme creer a mi -y Y no estoy de acuerdo en esa dedicación tenaz y damas de la rlve drolte y la riva gaucha: españoles se rebuscan mucho con ese tipo de
a los que lo tuvimos al lado, tan pegados a él arbitraria hacia la estructura del hijo. Deja que «Planes: visita a Mariano Andreu: pretexto, un ayudita, y vivirás apartado, en la casa, de toda
como los crustáceos a la quilla del barco que es- crezcan como las hierbas, como los trigos, como abrazo mío. Una nota para X revista. ¡Es un tlo gama intelectual, es decir, entre argelinos .que cae-
piaba el hombre rana-, que Fernández Moreno no los manzanos, y obtendrás mejores resultados que fantástico! Ilustrador de todo lo de Montherlant y rán noche a noche presos (como caerás vos hasta
se burlaba de Vedla y Mitre, Pagano, Sánchez con esa dedicación singularizada en reflexiones, apa- las cosas de Shakespeare que se hacen en Lon- que te conozcan) ... Parfs ya no es París ¡Hasta lo
Sorondo? Eran los tlos que vela cierto dla al mes. rentemente Inteligente, pero que no sirve para nada ... dres las viste solamente él. Teléfono : PAS 6894. están blanqueando! Hay sfntomas de total desvin.
Hasta cuando se atildaba para ir a la Academia Tu padre los despertaba a ustedes, a ti sobre todo, Tiene más vinculaciones que el mismlsimo Picasso. ·culación con el Parfs que conocimos.•
pasaba por el Richmond a dar su última carcajada a las dos de la máñana cuando llegaba a casa ... Y es espléndido. El taller es el de un mago. No El dato de Tzara me pareció precioso: pasar
contra las paredes del local... Bueno, Fernán- La sensibilidad de un niño, no admite esas genia- dejes de visitarlo. 10 rue Marbeau. Métro : Porte mis meses de Parfs en el antro mismo del surrea-
dez Moreno no hizo otra cosa que burlarse día les actitudes. No consiguió mucho con tan extraor- Dauphine. Te envidio ... No se me ocurre nada más. lismo, en la famosa casa construida por Loos en
y noche de unos y otros. Ese largo crespón que dinario proceder. Me puse de frente, más de una Pero las cosas saltan ante una carta tuya sobre 1926, resultaba una perspectiva realmente emocio-
presentas, tan seriamente, está lejos de las bromas vez que me salló relatando su manera genial de tus movimientos en Parls. Busca, como te decla, nante. Tzara me recibió, en verdad, muy bien. Ha-
terribles que se le ocurrfan. ¿Cómo dejar de lado educar al niño, a ti, como si se tratase de algo a Pommerand, de Tabla Ronde y cuanta revista blamos mucho: recordaba a Enrique con todo cari-
esa cara tan hermosa de Fernández Moreno? No. nunca creado. No resultaste un genio, por cierto, medio podrida hay en Parls. Casado con una egip- ño ; se interesó correctamente por todo lo que de-
Merecfa todo un largo capitulo.» y te habrás visto más de una vez frente a proble- cia deliciosa. Escribe en 2 Magots. Suciel lo fre- bía Interesarse. Me mostró los papeles de una de
Y en otra carta de tres dfas después: mas que no atinabas a darles un curso lógico por- cuenta. Ve a la galerla Saint-Germain y dale un sus mesas de trabajo: eran los originales de un
«Cada vez que se vela con Lugones -no era que tenias la lógica torcida.» saludo de mi parte a Aghion, egipcio millonario, y monumental trabajo que estaba haciendo, en busca
Lugones su nivelado compañero sino el que le dio Y concluye con normas precisas sobre la educa- marchand. No comas al lado, porque te desplu- de los anagramas ocultos en la .obra de Franc;:ois
el espaldarazo en La Nación-, cada vez que lo ción que debla dar yo a mis hijas: man. Dos restaurants formidables. Pero carísimos. Villon.
veía, trinaba de bronca. Hasta el hecho de no coin- «Tómalas como flores a las que no hay que mal- ) En fin, escribe y guarda estas lineas para releerlas Ya en la puerta, me animé a plantear a Tzara
cidir en la mamarracha Academia Argentina. Hay tratar, ¡pero como flores, nada más, y no como { sobre el campo de batalla.» lo del alojamiento. Primero cref que se iba a eno-
que ser exacto, hay que dar lecciones a los que flores, surtidores, vertientes, nubes y cataplasmas En esta forma partl, llevando en mi bolsillo, pro- jar gravemente conmigo, pero pudo más la po/1-
vienen y no engañan a nadie, porque asl no se a un tiempol Son dos bellas niñas a las que debes lijamente escrito por Enrique, todo lo que «debla» tesse. Me explicó que no, que nunca había recibido
hace patria. » dejar quietas, y no pensar que traen al mundo no hacer en Europa; debla hacerlo, naturalmente, en pensionistas; que sólo una vez, a un sobrino suyo
-Yo contesté a estas cartas de Enrique con otra sé qué mensaje fabuloso ... ¡No sos un chico tan su nombre, puesto que él no podla hacerlo perso- o algo asr, que estaba en gran necesidad, le habla
muy medida donde traté de levantar esos cargos ejemplar para que seas un modelo! Lo malo es que nalmente. Por ejemplo, me habla prohibido. ir a la permitido ocupar por un tiempo la habitación de
que él formulaba, y que se publicó, junto con las los hijos se nos parezcan. Lo bueno seria que nos rive droite hasta quince dlas después de estar en servicio. Me despidió bastante secamente. Confie-
de él, en un semanario de Montevideo. En este contrarien, sean distintos, es decir, mejores.» Parfs. En cambio: so que nunca llegué a entender el método de
momento no me interesa repetir esas defensas, que Asl sea. «Mirar caer las hojas en los quals. No olvidarse Tzara para descubrir los anagramas de Villon, ni
hoy parecen débiles, intelectuales, un eco de esa que las últimas hojas caen frente al ' Vert galant, las razones de Amorim para lanzarse a la aventura
necesidad que yo tenia todavía de pensar que mi q_ljai de~ Orfevres, porque las mantiene verdes, has- de pedir alojamiento en la casa del prócer da-
padre habla sido perfecto. Suponia entonces que El último viaje de Amorim ~~ eLfinal, el jampadario, vulgo farol o bec de gaz dalsta.
Enrique se dejaba llevar por su furor partidista; que-ªlY.mbra la ho·a final. No lo sabe ningún pa- Pero no fue esta la mayor dificultad que debf
floy, descontado ese furor, me inclino a pensar En esta última parte de esta amistad y corres- risino. Consultas dónde caen las últimas hojas y afrontar en mi viaje; los viajes no son esa divaga-
que tenia razón, que siempre tuvo razón frente a pondencia heredadas, reaparece también el tema se quedan mirándote. No entres en Versailles por ción rosada que pintan las agencias de turismo,
mí. ¡Y nuestras disidencias fueron tales y tantas! del viaje, pero las tornas se invierten y ya no es la puerta de Francisco l. Entra por la de los jardi- y yo, como me habla dicho Enrique poco antes,
He aqul otra. El tema de la paternidad y la filia- Enrique quien compulsa a viajar a mi sedentario neros y rateros, en la ruta que corre a la izquierda, me vi más de una vez frente a problemas sin ati-
lidad, Iniciado allá por el año 1921, reaparece en padre, sino que paso a ser yo, en mis cartas, a medio kilómetro. Tendrás un placer infinito y se- nar a darles «Un curso lógico». Fue entonces que
las nuevas cartas de Enrique: es uno de los ejes el que insiste para que Enrique venga a Buenos creto, sólo para los veros amantes.» vino en mi ayuda Enrique, mi último padre, con
de la relación humana a tres puntas que estoy pro- Aires, para que vaya conmigo a Europa. En este Uno de los principales mandatos recibidos de aparente rudeza, con Intima ternura:
curando trazar a lo largo de este epistolario. Rea- caso, él no podia realmente venir; estaba realmente Enrique era visitar a Tristan Tzara y pedirle, nada «Bachiller Verd fn, doctor Musgo, César al fin:
parece ahora con relación a mis hijas (que Enrique sujeto a «Las Nubes». menos, alojamiento en su casa: ¡Qué prise de naftalina te has mandado en Espa-
hipostasla, sin duda, con su propia visión de mi En 1959 soy yo el que viaja a Europa. Viajo solo; «Ya debe haberse peleado con la última nínfula, ña!... Claro, no vas a ver a la hermana de Federi-
infancia dominada por la figura de Baldomero): sin embargo, creo que este viaje fue el último que Y admitirá ese injerto que sos vos. Tristan tiene co. Piensas que es ver a una de tus tras, ¡pero te
«Ahora que he conocido a tu segunda hija, quie- hizo Enrique Amorim, sin moverse de su casa por- una casa grande y puede alojarte. 5, rue de Lille. olvidas que a tus tras no les fusilaron a un herma~
ro (por quererte) observar algunos detalles que no que ya no podla hacerlo. Pero lo hizo conmigo. A dos pasos de la Seine. Casi rue des Saints Pé- no en Granada! He aquf por qué no entenderás
72 CESAR FERNANDEZ MORENO G. R. COUL:THARD

Arguedas: un problema de estilo


jamás el mundo que te circunda... .Una navidad en Y luego, volviendo al recuerdo de mi padre: Al hablar del escritor peruano, José María Argue- las crónicas de Garcilaso de la Vega y del ·padre
Parfs puede ser la cosa más deprimente del uni- «¡Cuánto aprendf con tu padre, Dios mediante! das, parece preciso pegarle uno de los tan mano- Bias Valera, aunque sin sacar mucho provecho· de
verso, o lo más bello. Tuya será la culpa si la Y cuánto no aprendiste vos, alfgero César, quebra- seados rótúlos de la crítica e historiografía de la sus lecturas de viejos cronistas, pesadas e 'indi-
pasas mal..: Ponte al dfa con las ideas, /os usos dizo y naftalinero. Conquista a una francesa. Que literatura hispanoamericana y llamarle ·usa y lla- gestas para su paladar literario» ·(2). Las novelas del
y /as costumbres ... Yo me remozaba en el barrio ella llegue a amarte y verás lo que es bueno. Si namente ·«indigenista». Sin embargo, al hacer esto ecuatoriano Jorge !caza, Huairainapushkas y ·i-lua-
latino comiendo en un restaurant de muchachos y es estudiante del Congo, mejor. Si es de Blois, lo no se ha dicho gran cosa. Es cierto que en todas slpungo, siguen más o menos la misma pauta que
muchachas de la rue Therard a pocos pasos de lo mismo. SI es de Reims, también. La cuestión es sus novelas y cuentos figuran indios peruanos. a pesar de otras orientaciones en la novela indi-
de tus amigos argentinos. Vale más una comida que se enamore de tr. Digo que menos descon- Valdria la pena, 'tal vez, preparar el terreno para genista se manifiesta también en obras como las
entre muchachos que una visita al museo de fianza debe alimentar, porque no conflas, no tienes un análisis .más profundo de su obra esclareciendo novelas del boliviano Jesús Lara, Yawarninchíj,
Cluny.» fe, no fías en nada. No te dejas llevar sino que lo que significa el término «indigenista», que se (1959), Yanakuna (1958) ·y Surumi (1950).
. quieres llevarte como un pequeño y bello cadáver. prefiere actualmente a «indianista», sobre todo des- Mientras tanto, en México los escritores indige-
Desconffas porque no crees en nada. i Intelectuali- de la famosa obra de J. C. Mariátegui Siete ensayos nistas hablan seguido otro rumbo. Se trataba pre-

munoo
za, si, que para eso somos intelectuales! Pero cree de interpretación de una realidad peruana (1928). cisamente de una recuperación del pasado indlge-
en ti mismo y en el amor de esa mujer .que te anun- Excluyendo pues la novela Indianista del siglo XIX, na y su incorporación a la corriente viva de la
cio para Navidad.» con su representacíóñfalsa del indio del pasaao, cultura mexicana. Las obras de tipo erudito del

nueuo A mi regreso, le escribo: iré a «Las Nubes»


para pagarle las numerosas deudas que tenia con
él, inclusive su premonición navideña, y para ha-
cerlo precisamente el dia en que cumplfa sus se-
senta años. El 6 de julio de 1960 me contesta con
una carta que resultaria la última. En ella me da
su pintoresquismo de mala laya, su desconocimien-
to óeliberado o «literario» de la tragedia del indio
contemporáneo (Concha Meléndez dice, al referirse
a las novelás indianistas: «incluimos en esta deno-
minación todas las novelas en· que los indios y sus
tradiciones están representadas con simpatfa» (1),
Padre J. M. Garlbay, Historia de la Literatura Ná-
huatl (México, 1953) y La f//osof/a náhuatl, estudia-
da en sus fuentes (1956), de León-Portilla y La lite-
ratura de los Aztecas del Padre Garibay, son· ver-
siones amenas, sin lastre académico, de fácil lec-
tura. Otros escritores aprovecharon rasgos del sub-
publicará en los próximos números:
su última lección de critica literaria, a propósito veremos que comó tantas de las clasificaciones suelo cu ltu ral y espiritual de los Indios de México
de un librito mio sobre Alfonsina Stornl, y recti- de indole · básicamente pedagógica de la novela en su búsqueda de la clave de la personalidad .y
relatos de fica, transflri.endo el cargo a la sociedad, alguna hispanoamericana se oculta un venero riquísimo de la Idiosincrasia del pueblo mexicano (Héctor Pérez
expresión desfavorable que hemos registrado en sus variaciones y de matices. Martinez en Cuauhtémoc y Octavio Paz en los
Haroldo Contl, Fernando Ainsa, Luis
cartas anteriores: El tipo más comúnmente reconocido es la nove- capítulos «Conquista y colonia» y celos hijos de la
Harss, Juan José Hernández, Marta Lynch,
«Debiste encarar Alfonsina y el medio. No podla la que pinta la situación económica, social y c asi Malinche» del Laberinto de la soledad,·y hasta Car-
Juan Carlos Onetti y Elvira Orphée.
desarrollarse en una sociedad tan mal constituida. inevitablemente cos brista, del Indio de hoy. El los Fuentes en ciertos pasajes de La muerte de
Madre soltera, primo. Insincera (a la fuerza). Te- prototipo de esta e ase- de- novela es lndudable- Artemio Cruz.)
poemas de nia a los hombres como enemigos. Su poética es me.nte Raza de bronce (1919) del boliviano Alcldes El Perú carecfa desgraciadamente del enorme
falsa, entonces. Termina, ay, detestando a los hom- Arguedas. Todo está allf - el ambiente y el paisaje acoplo de material escrito que México ha podido
W. H. Auden, Héctor Bianciotti, Cecilia
bres, el sexo de los hombres... de la Cordillera, el costumbrismo, la explotación utilizar, gracias a los esfuerzos del Padre Bernar-
Bustamante, Humberto Díaz Casanueva, Pero la esencia de esta última carta de Enrique, despiadada y secular der indio, la caracterización dino de Sahagún y su organización de Informantes
Miguel Angel Fernández y Ted Hughes. colectiva; por una parte los indios humillados, su- indfgenas. En cambio, el Perú conservó ,. el docu-
tal vez la esencia de su vida, está en este otro
párrafo: misos, casi sin esperanza, por otra los terratenien- mento vivo: el indio, casi una cuarta parte de la
ensayos de «Puedes venir para mis nupcias con la vejez... Me tes, desalmados, convencidos de su superioridad población total del Perú de hoy, según las estad fs-
llegan novelas traducidas al ruso y- soy célebre en racial, violadores y verdugos. No falta la caricatura ticas del Boletln Indigenista (México, 1961), Estos
Miguel Albornoz, Vicente Barretto, Ro- muchas partes. Corra/ abierto se agotó en Ucrania. del «indianista» que quiere escribi r un hermoso indios; como dice el propio José Maria Arguedas,
berto Burle-Marx, Francisco Fernández cuento rubendarlano sobre la pretérita grandeza de «han conservado con más ahinco la unidad de su
MI patria jamás se agotará en Montevideo. Y al
·santos, Carlos Fuentes, Anthony Hartley, los Incas: «Sus deseos de reproducir los detalles cultura, por el mismo hecho de estar sometidos y
fin, qué m... me Importa. SI me di el gusto. Eso
Herbert Luthy, Paul de Man, Julio Mafud, de la vida cortesana del l mperló incaico eran vehe- enfrentados a una tan fanática y bárbara fuerza,. (3) :·
basta ...
Adolfo de Obieta, Eugenio Pucciarelli, mentes, pero no posela los precisos elementos de es decir el sentimiento de superioridad racial de
El 28 de julio, tres dlas después de cumpli r
Julio Rodrfguez-Luis y Susan Sontag. información, no obstante haber hoj eado ligeramente los terratenientes. No es de extrañar, pues, que en
sesenta anos, morra mi segundo padre. Su corazón
cumplfa esa vieja promesa que nadie habla queri- tales condiciones el Indigenismo peruano haya re-
entrevistas a do creer del todo. Aqul terminaba este viajero (1} Concha Meléndez: La novela Indianista en His- vestido formas algo 'distintas que el indigenismo
aquel «buen viaje» que mi primer padre le habla panoamérica, (1832-1889}. Madrid, 1934. · mexicano. El indigenismo peruano .en efecto ha
Beatriz Guido, Pierre Kalfon, Leopoldo (2} Alcldes Arguedas: Raza de bronce, pág. 254.
deseado cuarenta anos antes, en la primera pági- seguido un ' derrotero mas poiT reo y econ mr .
Torre Nllsson y Arnold Wesker. Buenos Aires, 1954.
na de su pri mer libro. «Lánzate, denodado», esta (3} José Maria Arguedas: Diamantes y pedernales, Desde Mariátegui, Lurs ale rcel (TempestadéñfOs
vez para· siempre. O pág. 5. Lima, 1954. Andes, 1927), López Albújar, Clro Alegría y aun
74 G. R. COULTHARD ARGUEDAS : UN PROBLEMA DE ESTILO 75

José Marra Arguedas, han hecho hincapié en el la novela, de otros paises donde la clase media es el mundo en que Ernesto, el protagonista de ccayllu» en quechua, para explicar exactamente por-
sentido colectivista y en lo que Sebastián Salazar culta habla un idioma internacional -español, fran- Los rlos profundos, se refugia en el colegio de los qué el trompo mágico, el Zumbayllu, t iene precisa-
Bondy llama «la equilibrada ecuación de institucio- cés o inglés-, pero donde las materias primeras blancos en Abancay. Vale la pena señalar que des- mente ese nombre. Menudean las letras de las can-
nes de trabajo colectivo y comunal y otras carac- humanas, la gran mayorla del pueblo, habla otro pués de la calda del Imperio incaico, que habla ciones, colocadas con mucho acierto, y en sf mis-
terfsticas de planificación incaica, latentes todavfa idioma (como en las antiguas colonias británicas trafdo un concepto de divinidades universales, el mas hermosas y poéticas, tomando significado de
en el pueblo quechua» (4), que según él, el partido y francesas de Africa) o un «Créole» tan distinto en Pachacamac y el Wiracocha, los indios andinos los acontecimientos que comentan o subrayan. Hay
«Acción Popular» de Fernando Belaunde Terry se fonética, morfologfa y semántica del idioma original retrocedieron a actitudes más antiguas arcaicas: el demasiadas para citarlas todas, y aun una selección
proponla llevar a la práctica, «para la imposter- que resulta incomprensible fuera de regiones muy culto de la tierra. Como dice J. Uriel Garcfa, «Hasta resultarfa larga para este trabajo, pero valga como
gable renovación de la sociedad peruana». Tantas reducidas, como las Antillas Británicas y Haitf. Los hoy se conserva en nuestros pueblos esa adhesión ejemplo típico esta canción de despedida entonada
variaciones y matices tiene la llamada literatura in- escritores de estos paises tampoco quieren perder casi religiosa a los sfmbolos de la naturaleza am- por las mujeres de la comunidad en que Ernesto ha
digenista. el alma sacrificando el genio de la lengua. Se han biente: Arequipa tiene su Misti, Kosko, su Sksahua- pasado un tiempo de niño:
Ahora bier,1, la postura de José Maria Arguedas ensayado toda clase de soluciones, desde una mo- mán, Puno su lago Titicaca, aquel pueblo su Apu- No te olvides, mi pequeño,
es excepcional. Mariátegui entre tantas observacio- dificación del «créole» francés o inglés en las An- rímac, etc.» (11). Un retroceso semejante desde un no te olvides.
nes acertadas habla dicho: «La literatura indigenis- tillas hasta un estilo bfblico. Algunos, como los punto de vista, se efectuó entre los mayas des- Cerro blanco
ta no puede darnos una versión rigurosamente ve- haitianos Philipe Thoby-Marcellin en Canapé vert pués de la sublevación del pueblo contra el cien- haz/o volver;
rista del indio. Tiene que idealizarlo o estilizarlo, y La Bete de Musseau, y Jacques Roumain en Les tífico sacerdocio obsesionado con cálculos astro- agua de la montaña, manantial de /a pampa,
tampoco puede darnos su propia ánima. Es todavfa gouverneurs de /a rosée, han tenido bastante éxito lógicos, matemáticos y con rituales de fndole má- que nunca muera de sed.
una literatura de mestizos» (5). Esto era cierto con el primer método. El lector se da cuenta que no gica. Halcón, cárgalo en tus alas
cuando escribió los Siete Ensayos (se publicaron en son franceses los que hablan, y el idioma tiene un Los modos de infundir un matiz y carácter que- y haz/o volver.
1928), y siguió siendo cierto aún en El mundo es carácter propio. El jamaiquino Vic Reíd, en cambio, chuas a su espal'lol, que llaman la atención a pri- Inmensa nieve, padre de la nieve,
ancho y ajeno, donde Alegria trata de calar en las en The Leopard fracasa horriblemente, y sus perso- mera vista, no son sin embargo «una traducción no lo hieras en el camino.
profundidades del alma india. En Arguedas se pro- najes africanos hablan una jerigonza que recuerda castellana de los diálogos de los personajes andi- Mal viento, no lo toques.
duce el fenómeno del indio que habla desde dentro el lenguaje de los pieles rojas de los «Western». nos de habla quechua». Mientras sus personajes mi- Lluvia de tormenta
de su cu ltura, aunque racialmente, Arguedas no es El problema de Arguedas está más cerca sin em- ran embelesados los vestigios de los edificios in- no lo alcances.
indio. En la introducción a Diamantes y Pedernales, bargo de los novelistas africanos: él quiere en un caicos, el autor empieza cautelosamente a emplear No precipicio, atroz precipicio,
hablando en tercera persona, dice : «Contiene dos nivel individual traducir «el proceso que el indio palabras quechuas con su traducción al castellano, no lo sorprendas.
obras escritas por un hombre que aprendió a ha- ha cumplido colectivamente» (10) y para conse- como en el siguiente pasaje: «Eran más grandes y Hijo mi o
blar en quechua» (6). ¿Y cuál es el problema que guirlo necesita un estilo particular. El «zumballyu .. extrañas de cuanto habla imaginado las piedras del haz de volver
se le planteó? Precisamente trasladar fielmente la (trompo), desempeña el papel de encerrar el po- muro incaico; bullfan bajo el segundo piso encala- haz de volver (13).
vida de los indios serranos con quienes habla com- der evocador y mágico que tanto hechiza al indio, do, que por el lado de la calle angosta, era ciego. Los «diálogos.. se reducen a frases escritas en
partido su vida de niño, y en cuya idiosincrasia se ajeno a la lógica y la razón, la lógica y la razón Me acordé entonces de las canciones quechu.as que quechua y también traducidas -al castellano. En fin
habla empapado, hasta tal punto que formaba parte de los amos y terratenientes que para ellos, desde repiten una frase patética constante: 'Yawar mayu', de cuentas, el ambiente de estilo quechua se va
de su ser más profundo. Temfa traicionarlos y trai- luego, carecen de sentido. La magia de la natura- río de sangre: 'yawar rumí', agua sangrienta: 'puk- cuajando de todos estos elementos, ellos y sobre
cionarse a si mismo después de haber «aprendido, leza, los volcanes, los rfos, el trueno, las flores y los tik yawar K'ocha', lago de sangre que hierve : 'ya- todo Ernesto experimentan la vida y sus vicisitu-
amado y vivido a través del dulce y palpitante que- árboles, las bestias, los lagos, las cumbres signi- war wek'e, lágrimas de sangre. Acaso no se po- des con sensibilidad quechua. En vez de rezar el
chua» (7). Resolvió el problema creándoles un «Cas- fican algo, y sobre todo, la magia de la palabra, drfa decir 'yawar rumí', piedra de sangre, o puk- rosario le viene a la memoria cccomo un relámpago,
tellano especial», pero se dio cuenta de que era pronunciada, o cantada, la músi ca y el baile. Este tik yawar ruml', piedra de sangre hirviente. Era la imagen de Apu K'arwarasu, Dios regional de mi
una ficción, y finalmente logró lo que quería y le estático el muro, pero hervfa por todas sus lineas aldea nativa. Tiene tres cumbres nevadas que se
parecfa auténtico: «Yo ahora, tras veinte años de (4) Sebastié.n Salazar Bondy: Artrculo en la revista y la superficie era cambiante» (12). levantan sobre una cadena de montañas de roca
esfuerzos, estoy intentando una traducción caste- Sur. Buenos Aires, marzo-abril, 1965. Siguen muchas citas de canciones quechuas, da- negra. Le rodean varios lagos en que viven garzas
llana de los diálogos de los personajes andinos de (5) Juan Carlos Marié.tegui: Siete ensayos de in- das en quechua y en sus traducciones castellanas: de plumaje rosado. El cernfcalo es el sfmbolo del
habla quechua» (8). Cierra la introducción afirman- terpretación de una realidad peruana, pé.g. 290. Lima, la larga descripción filológica, pero con proyec- K'arwarasu -Vuela brillando, relampagueando sobre
1958.
do que en Rlos profundos (publicado en 1956) el ciones poéticas del significado de la terminación los sembrados, por las estancias de ganado, y lue-
(6) Arguedas: op. cit. p. 5.
proceso habla terminado, y logró su máximo desa- (7) lbid., pé.g. 8. go se hunde en la nieve .. (14). Este pájaro que ata-
rrollo (aunque entonces no podía saber que la Iba (8) lbld., pé.g. 8. (11) J. Uriel Garcra: El nuevo indio, pág. 14. Cuzco, ca hasta a los gavilanes y cóndores, los hace
a escribir) en Todas las sangres (9). (9) José Marra Arguedas: Todas las sangres. Bue- 1937. gemir y les rompe el lomo, lo que le infunde áni-
nos Aires, 1964. {12) José Marra Arguedas: Los rlos profundos, pág. 14
Vale la pena tal vez hacer aquf un aparte para mo en un trance dificil.
(10) Mario Vargas Llosa: ~ Los rros profundos•, en Buenos Aires, 1956.
señalar que este problema del bilingüismo se hace la revista Casa de las Américas, pág. 108, n• 35. La (13) lbid., pág. 47. Lo que sucede es que Arguedas tiene un estilo
sentir muy agudamente en la literatura, sobre todo Habana, 1965. (14) lbid., pág. 88. y un modo de sentir muy personales que provienen
76 G. R. COULTHARD ARGUEDAS: UN PROBLEMA DE ESTILO 77

indudablemente de vivencias lingülsticas y espm- vidia, la ambición de tu alma: tú mismo entonces ; error pasar por alto completamente la influencia grave y poderosa en que los indios borrachos to-
tuales de los Andes. También ·es cierto que evoca entonces tú mismo eres sucio. Y está, pues, habien- de los cronistas, pues el Perú a falta de informan- can danzas guerreras antiguas, mientras algunos
un mundo psicológico y poético quechua co.móñin::. do en los pueblos más y más corrompidos que te tes indígenas como México, tuvo en cambio una se golpean ciegamente, se sangran · y lloran des-
gún otro novelista hasta ahora;lin muñdOque agui- echan piojos a la cabeza, agua podrida de su san- serie de cronistas e historiadores españoles y mes- pués junto a la sombra de las altas montañas cerca
jonea en· él, el impulso creador. Es posible por eso gre a tu sangre. El -Dios necesita auxilio de los que tizos que documentaron y valoraron la vieja civil i- de los abismos; o frente a los lagos frlos, y la
tacha rlo de «regionalista: c~mo lo ha_b_e~ho tal v;z no. fabrican pestilencia, como tú, padrecito man- zación, y al leer a Arguedas es imposible que la estepa». Killa es también la luna, illari el amanecer,
·despectivamente Anderson lmbert (15). - dón» (18). obra de estos cronistas no pase por nuestra mente. «lila no nombra la fija luz, la esplendente y so-
Todas las sangres (1964), la obra maestra de Ar- Y Cl.lando lo van a fusilar por «Comunista» da Algunos de los «dichos sentenciosos» del Inca Pa- brehumana luz solar. Denomina la luz menor: el
guedas, resume· y supera todo lo escrito anterior- rienda suelta a su corazón y la plenitud de su chacutec que suenan en la boca de Rendón Wilka, claror, el relámpago, el rayo, toda luz vibrante ...
mente, sin por eso restar a las demás obras su va- sentir: tienen casi la misma forma que en el Inca Garci- Todo esto, por supuesto, agrega mucho a la signi-
lor. No se trata aqul de discutir su estructura, su - «Aquí ahora en estos pueblos, y haciendas, los laso de la Vega, como «la envidia es una carcoma ficación del «zumbayllu», y aureola de magia su
significado ni su mensaje, tarea realizada aguda y grandes árboles no más lloran. Los fusiles no van que roe y consume las entrañas del envidioso» o éfecto, viniendo a constituir lo que se pudiera de-
sensitivamente por Alberto Escobar (16), sino de a apagar el sol, secar los ríos, ni menos quitar la «el que tiene envidia de los buenos saca de ellos nominar una especie de «poema fi lológico», pues
resaltar y valorar aquel aspecto de su estilo que se vida a todos los indios. Siga fusilando. Nosotros mal para si, como hace la araña en sacar de las su sonido «aviva en la · memoria la imagen de los
podrla llamar indigenista o mejor dicho quechui- no tenemos armas de fábrica, que no valen. Nuestro flores ponzoña». El reiterado consejo contra la «ra- ríos, de los árboles negros · que cuelgan en las
zante. corazón es de fuego. El pisonay llora ; derramará bia», es decir, violencia, palabras o actos nacidos paredes de los abismos» (23).
En Todas las sangres, como en Los rlos profun- sus flores por la eternidad de la eternidad, crecien- de la ira, recuerda inevitablemente la condena de Aparte de trozos como el anterior, la· constante
dos, Arguedas maneja letras de canciones, h-ªPil- do. Ahora de pena, mañana de alegria. El fusil de la «embriaguez, la ira y la locura» ((20). referencia a e~ actitudes típicamente IDJe-
'.!lente colocadas, palabras quechuas~ida_a._ o fábrica es sordo, es como de palo; no entiende. Si Otro rasgo nos recuerda el mundo tan profunda- ~ ante la vida: ei_ Q.di.!L<!IL)os asesinQll (los
sin traducir, pero repetlC!a'Si8ñtas veces que el lec- quieres, si te provoca, dame la muertecita, la pe- mente quechua de Garcilaso : sus referencias filo- Kanac o degolladores de los cuentos folklóricos, el
tor con un mlnimóC!e-señtido lingüístico no tarda queña muerte, capitán» (19). lógicas. Pero no son, como tampoco en Garcilaso, desprecio de la avaricia y la codicia (el tlo, ; ;
~noce . También la «figura excepcional » de Cabe preguntarse en qué medida el quechua solamente una cuestión de erudición. Se trata; como 'rOsrrcí§i'rorundos, la-wiSthner en Todas /as san-
Rendón Wilka, alma oscura y dostoyevskiana (como ha influido en el modo de expresarse de Rendón muy acertadamente escribe Alberto Escobar, de «la gres), el dese~ de vivir bien pero frugalmente («A
la de Don Bruno), personal idad compleja, difícil, Wilka y también qué papel ha desempel\ado el sen- impronta que estrecha comunidad y lenguaje. la la verdad son ellos gente poco codiciosa- y - así se
tal vez imposible de captar completamente, encar- timiento poético de Arguedas, su destreza, abun- potencia evocatriz condensada en la palabra, invo- contentan con pasar moderadamente», habla es-
na un ideal de sociedad con sus ralees en los re- dantemente .probada en muchos pasajes, del cas- ca el pasado histórico, rescatándolo» (21). En Ar- crito el Padre Acosta (24), la afición al canto y lll
siduos de tradición Incaica que le da un modo de tellano normal. guedas no es tanto el pasado histórico que evoca baile, todo· esto va formando una densa atmósfera
expresarse, que si bien no contiene «traducciones» Sin embargo, el quechua y las sugestiones del mediante la magia de la palabra como un aspecto humana. El coro de voces de la comunidad comen-
de ex presiones quechuas no deja en cambio de quechua infq_rJ!lañliñaQran parte de su estilo, im- de la vida peruana (casi si puede decir andina), tando los sucesos, procedimiento empleado con
poseer un alto y extraño sello poético. Este «caste- primiendo un sello especial a toda su obra. que a su parecer es de suma importancia para el
llano bárbaro», como llama Don Bruno a su ·modo 'AJ;esar de haber señalado que salta a la vista ser del Perú como nación, aspecto desconocido
o mal conocido. Es, como dice Escobar de Los
de hablar, ind_u dablemente plasma un ideal de vida,
sano, equilibrado, peruanislsimo.
Al ingeniero Cabr.ejos, vendepatria, materialista y
que la visión del mundo quechua de Arguedas,
como de tantos otros escritores peruanos y bolivia-
nos, se alimenta de la supervivencia de valores de
comentarios reales, «la invitación a reconocer en el
quechua rasgos de un modo de ser, de entender
EC ·O
traidor que lo quiere sobornar, contesta Wllka: la civilización incaica y hasta preincalca, seria un la realidad y nombrarla» (22). N" 89 (septiembre de 1"967)
-¿Tú borracho, patrón?- Yo sano; Yo ganando Por ejemplo, las cuatro páginas que dedica a
plata con trabajo no más; otra plata es maldición de la terminación «yllu» al introducir el trompo en Los.
(15) E. Anderson lmbert:" Literatura Hispanoameri- IRING FETSCHER: Los cien años del «Ca-
Dios; hace crecer gusano feo en el tuétano, .en la cana, vol · 11. México, 1954. No se le ocurre otro co- rlos profundos no son un ejercicio erudito. El«tan-
pital», - GABRIEL MILLER: ¿Qué son ¡os
sangre también» (17) . mentarlo que «Uno d¡:¡ los més reputados narradores kyllu» un tábano con su «miel en el tapón del
[del Peró] José Marra Arguedas consta d~ una trilogla Kibuz? - MALCOLM LOWRY: Extraño con-
vientre», su «traje de piel de cóndor ornado de es-
Y a Carlluamayo, que desconfla de él. y quiere de cuentos de protesta social y una novela Los rfos pro- suelo. - MAX FRISCH: Historias. - AL-
pejos; el Pinkuyllu, la quena gigante, con su voz
indagar sus verdaderos propósitos, sospechándole fundos» (258). Y al compararlo con Carlos Zabaleta dice FREO WEBER: El testimonio del arte plásti-
ocultas ambiciones, y que acaba de decir a Dón «no podrla [Zabaleta) agruparse con los regionalistas co. - LOUIS AL THUSSER : El pintor de lo
anteriores del tipo. de José Maria Arguedas• (315), de- (20) Inca Garcilaso de la Vega: Comentarlos reales ,
Bruno: «La ambición, don Bruno, Eso crla gusanos vol 11, pég. 243 (Libro sexto). Biblioteca de Autóres Es- abstracto.
bido «al conocimiento de la literatura norteamericana,
en el tuétano de los huesos», -a ese contesta : sobre todo Fa:ulkner» de Zabaleta. pa~oles. Madrid, 1960. ·
«-El hombre tiene que ayudar, pues.· El que está (-16) El mejor estudio de esta obra hasta ahora es: (21) Alberto Escobar: Patio de tetras; pág. 29. Lima,
uLa guerra silenciosa», de Alberto Escobar, en la Re- 1966. Editores: Llbrerfa Buchholz
limpio.
vista Peruana de Cultura, págs. 37-49. Lima, abril, 1965. (22) lbld, pág. 31.
- Nadie está limpio, contesta Carhuamayo: (23) Los r/os profundos, pég. 71-74.
-¿Nadie? Carhuamayo. Si te echan suciedad a
(17) Todas /as sangres, pég. 84.
(24) Padre Joseph de Acosta: Historia naturaf"y moral
Bogotá (Colombia)
(18) lbld., 120.
tu cabeza, no eres culpable. Si tú alimentas la en- (19) lbid., 470. de las Indias, pág. 301, Ed. México, 1940. .
78 G. R. COULTHARD IGNACIO IGLESIAS

España, ayer y hoy


mucho éxito por Jorge !caza en Huasipungo y Arguedas y sus Cuentos mágicos realistas y cancio- Digamos, de buenas a primeras, que n2 hay nada nos es forzoso VIVIr», es decir, con los países oc-
El chulla Romero y Flores (2~) ~ - - nes de fiestas tradicionales (1953), o en un libro que sufra tanto la acción inexorable del tiempo cidentales. España se hallaba en aquella fecha en
Todo esto va formando el hionereschp~acbform» f como La poesía quechua (1947) de Jesús Lara, y como la literatura poHtica, tSl vez porgue_suele ser plena ebu llición política, o sea en total inestabili-
de la obra de Arguedas. muchos otros. Pero en estas canciones, como las más de las ocasiones superficial, polémica más dad. Maurln, examinando f ríamente la situación, es-
Las raíces de las canciones se hunden en el «El gusano negro» y tantas otras, se funden la ex- q'ue informativa, informativa más que"""iiñaiftica, e~ cribió en el prólogo de su libro: «El movimiento
folklore quechua, como es fácil comprobar en li- presión de los personajes o el estado de ánimo pecíi1adacas¡-si; mp;;oo sermera propaganda.~s obrero españo l, vive ahora uno de los momentos
bros como El canto quechua (1938) del mismo de una escena de las novelas. A veces, el lenguaje dec1r, eco m᧠que voz autentica. Se diría que todo más dramáticos y decisivos de su existencia. Se
de las canelones aparece como expresión indivi- cuanto se pergeña al día y para el día está. de ante- asiste al derrumbamiento estrepitoso de todo un sis-
dual, hecho carne y espíritu con la emoción de mano condenado a no perdurar, por verse desmen- tema económico, político y social. Según sea el
uno de los personajes. Así, Vicenta, la mujer de tido inmediatamente por los hechos, por las reali- desenlace f inal, España tomará uno u otro rumbo.
Don Bruno, al despedirse de él, sabiendo que no dades. Pues bien: porque el libro de Joaquín Maurln O será vencida la crisis actual, superando la deca-
CUADERNOS volverá, dice: «Pisonay, árbol de mi hacienda, ár-
bol de mi esposo, que ahora está tranquilo en la
Hacia la segunda revolución, «escrito en el Invier- dencia y dando un salto gigantesco -y esto será
no de 1934-35 al calor - y a la sombra- de los la revolución democráticosocialista-, o España será
cárcel; árbol de mi hijo; árbol de mi. Tu lloras san- acontecimientos revolucionarios de octubre de agarrotada por un régimen de coacción que impe-
HISPANOAMERICANOS gre, cada aiio. Llamearás por siempre en mi me- 1934», según palabras del autor, no adoleció de dirá el desarrollo de sus fuerzas productivas y se
moria» (26). dichos defectos, porque se propuso ser un análisis irá agotando lentamente hasta desmoronarse por
Director: José Antonio Maravall Y Rendón Wilka se dirige a Matilde, esposa de serio de una realidad no menos seria, pudo ser completo. Esta es la disyuntiva histórica. Socialis-
Fermín, el otro hacendado, hermano de Bruno, en reeditado ahora no obstante los años que han pa- mo libertador o putrefacción fascista.»
términos que podrían ser letra de canelón quechua: sado. Sin fatuidad alguna, Maurfn puede escribir ¿Cómo la República pudo llegar a tal situación,
«Flor blanca que en las alturas crece purísima. en una nota preliminar: «A pesar de los treinta y cuando tres o cuatro años antes aparecía cual la
Número 214 Cuida el corazón del seiior. Que no mate a nadie un años transcurridos desde que fue pensado y suprema esperanza de la inmensa mayoría del pue-
sin que sea necesario" (26). Y ella, desconcertada, escrito, creo que el libro sólo ha envejecido en las blo español? Según Maurln, porque sus represen-
conmovida hace el comentario siguiente: «En este ramas, en los detalles. El tronco me parece fuerte tantes se dedicaron a una labor puramente legis-
PEDRO LAIN ENTRALGO: El saber cientí- cholo hay algo extraño. Lo siento; es como el aire y las rafees están vivas aún.» Así es. Se me antoja lativa de la que esperaban surgieran ciertas refor-
fico y la historia. - MANUEL ALVAR: de estas quebradas profundas; como este canto que este hecho es el síntoma más elocuente del mas, en lugar de atacar de frente los verdaderos
Hablar pura castía. - VICTOR FUENTES: de pájaros que oí en los bosques de tu hermano, valor intrínseco de Hacia la segunda revolución, problemas del país para resolverlos y legislar luego
Benjamín Jarnés: aproximaciones a su in- frente al negro abismo de la hacienda. El canto reeditado últimamente por Ruedo Ibérico, de París, en consecuencia. Esos prob lemas básicos eran - lo
timidad y creación. - AUGUSTO M. TO- débil se imponía sobre el río» (27). con el titulo hoy día más adecuado de Revolución son todavía- los siguientes : la cuestión agraria, la
RRES : Proceso de burocratización del Fácil sería ir multiplicando los ejemplos de la y contrarrevolución en España, valor que continua- estructuración del Estado, el Ejército y la Iglesia.
ufree cinema». - FELIX GRANDE: Una perfecta fusión de estilo quechua con una expresión rá subsistiendo mientras persistan también en el Para Maurín, «el porvenir de la República, toda la
convincente de los personajes, expresión desde lue- país los problemas políticos y económicos que lo revolución democrática, dependía de la t ransforma-
ficha sobre la poesía de José Alberto
go poética de honda conmoción, pero salta a la motivaron. ción agraria». «La estadística -añade- plan-
Santiago. - JOSE ALBERTO SANTIAGO:
vista que no estamos en..presencia de un-.colorldo- * teaba el problema con una claridad meridiana:
Veinte sonetos pequeño-burgueses. ~al ~e9i9nal J)_arato, Q~n el len ua e ni en 1~ se trataba de expropiar a un puñado de propieta-
RODOLFO A. BORELLO: Literatura y so- personajes ni la acción. Tal vez las citas en que- En efecto, de problemas políticos y económicos se rios, dueños de más de 50 Ofo de la tierra cultivable.
ciedad en la Argentina. - HECTOR BER- Chua, con su traducción en español, despisten a trata. Maurín no se propuso aportar nada nuevo a Frente a esa minoría de grandes propietarios esta-
NARDO: Las tendencias demográficas y algunos lectores o les parezcan farragosas o car- la historiografía española, ni indagar sobre lo que ban varios millones de campesinos sin tierra. Des-
el desarrollo económico. - JOSE DE gantes; a algunos también pudiera antojárseles es España y sus orígenes, ni tampoco hablarnos del de un punto de vista de democracia y justicia so-
MESA Y TERESA GISBERT: Pintura con- estrafalario el español «quechuizante». Sin em- ser y existir de los españoles. Maurfn, militante po- cial, ¿cómo pod la compararse la conveniencia de
temporánea en Bolivia. bargo, cada poeta original tiene su estilo cuales- lítico, ocupado y preocupado por una realidad con- unos centenares de familias con la de unos cuan-
quiera que sean sus constituyentes y, como la vida creta, interesado en grado sumo por el porvenir del tos millones de campesinos pobres?» Asimis-
del indio, la prosa de Arguedas tiene estilo. O movimiento obrero en aquellos años últimos de la mo cabía reformar por completo el Ejército,
Dirección y Administración : República, se inquieta del ineluctable desenlace que que había sido la piedra angular de la Monarquía.
(25) Otra vez Anderson lmbert parece Injusto y su- se avecinaba. Estábamos a principios de 1935 y el «La República tenía que haber ido [ ... ] a su trans-
INSTITUTO DE CULTURA HISPANICA
perficial en su juicio sobre lcaza: «Huas/pungo (1934), nuevo régimen republicano habla entrado en franca formación fulminante ya que el porvenir del nuevo
Avenida de los Reyes Católicos su más famosa novela, sólo satisface a quienes buscan crisis, por no haber sabido o podido, como clama- régimen se hallaba en gran parte vinculado a esa
en la literatura documentos sociológicos o emociones ba Costa, «abreviar los trámites de la Historia dan- cuestión.» En lugar de esto, se hizo una mera se-
Madrid ·3 pollllcas». op. cit., pág. 253.
do un salto de cuatro siglos para alcanzar a los lección administrativa que dejó Intactas las bases
(26) Todas /as sangres, pág. 466.
(27) lbid., pág. 99. que nos han tomado la delantera y con los cuales sociales del Ejército, como se pudo comprobar el
80 IGNACIO IGLESIAS ESPAI'JA, AYER Y HOY 81

19 de julio de 1936. También -nos sigue diciendo el añq 1935: «socialismo libertador o putrefacción rfa inteligible. Esta necesidad, pues, incitó a Mau- teó la cuestión candente de la decadencia de Es-
el autor de Revolución y contrarrevolución en Es- fascista .. , «socialismo o fascismo», «la hora de la rln a redactar esa introducción que arranca de los paña. ¿Cómo la juzga Maurln en su libro? Veamos:
pal'!a- resultaba absolutamente necesario imponer decisión se aproxima: .dictadura fascista o demo- comienzos del siglo XIX, en la que con estilo ágil «Los estudiosos del problema -Costa, Picavea,
no sólo la separación de la Iglesia del Estado e cracia socialista .. , «es evidente que si la c lase tr~­ muestra cómo cuatro generaciones de españoles Unamuno, en primer lugar- verfan, si, los efectos,
implantar la libertad de cultos, sino sobre todo bajadora no log ra imponer su triunfo, es fatal que, se esforzaron por arrancar a España de su retraso, pero no lograban descubrir las causas. Y, sin em-
terminar con la potencia económica de la Iglesia. más o menos tarde, prevalecerá [ ... 1 un régimen sin conseguirlo, cómo la burguesla española no bargo, la historia estaba alll, delante, desnuda,
«La Iglesia, directora, instructora y explotadora, era de fuerza marcadamente fascista con un carácter fue capaz de hacer su revolución y todos los in- palpitante. Bastaba limpiarla de los embelecos pseu-
proteica, y estaba presente en todas partes, desde más o menos profundamente militar». Esta cons- tentos demÓcráticos fracasaron siempre. La Espa- dopatrióticos acumulados durante siglos para ver
que el hombre nacra hasta que morfa, y siempre tante voz de alarma no era mera propaganda, ni fla del siglo XX heredó todos los problemas del las cosas claramente... ¿Y qué era necesario ver?
dominadora y haciéndose pagar.» Era un Estado agitación barata ; respondfa a un examen sereno, ochocientos, pero más agravados. "··· Lo vieron todo, menos lo que era la base de
dentro del Estado. objetivo, consciente, de un estado de cosas que La revolución liberal de 1820-1823 «no supo en- todo: la gran propiedad, el 50% de la tierra aca-
El análisis que nos ofrece Maurín respecto a los no podfa perdurar mucho tiempo. Un año y medio contrar su verdadero cauce y se enmarafló en de- parada por una minorla explotadora. Cuando Costa
problemas polftlcos y económicos de la España de más tarde, en julio de 1936, los trágicos aconteci- talles marginales. Los liberales eran una minorla In- hablaba de oligarqula y caciquismo que habla que
1935 se complementa con un examen no menos ri- mientos que envolvierqn a España dieron razón a telectual, henchidos de ideologlas, pero poco prác- destruir, no se daba cuenta de que la oligarqula
guroso· de las distintas fuerzas obreras, principal- los temores que Maurín había expresado de mane- ticos. Era la primera vez que tomaban el poder e y el caciquismo eran el resultado de la permanen-
mente del anarquismo, del socialismo y del comu- ra casi machacona. La demagogia imperante en iban un poco a tientas. [ ... 1 Daban la impresión cia de la gran propiedad. Y cuando pedía la euro-
nismo. Esta es sin duda la parte polémica del libro, aquel periodo cegó a la mayor parte de los diri- de encontrarse en un laberinto del que no hallaban peización de España, no comprendfa que para euro-
la que puede parecer al lector más subjetiva, más gentes de la clase obrera, mientras los elementos la salida.» La otra revolución, la de 1868-74, no fue peizar a Espai'la había que hacer una revolución
partidista. Creo, empero, que los acontecimientos republicanos se sentían impotentes ante una situa- capaz de dar una solución a los problemas que la agraria que distribuyera los latifundios entre tres o
posteriores confirmaron bastantes de los puntos de ción que los desbordaba. El choque con las fuer- historia planteaba y que, según Maurín, eran tres cuatro millones de campesinos sin tierra. A la re-
vista expuestos por Maurfn. Un movimiento obrero zas reaccionarias resultaba inevitable, ya que estas Inseparables: «la forma de gobierno, la expropia- volución agraria hubiese sucedido la revolución
triplemente dividido y con una interpretación falsa últimas se hablan preparado para el golpe militar ción de la nobleza y la estructuración del Estado... industrial, y España se hubiera europeizado».
del proceso político tenia que sucumbir a la desde el momento mismo de. la proclamación de la «Al no solucionar estos tres problemas básicos, la En el prólogo que ha escrito el profesor Marlchal
postre. La clase obrera española, y con ella República en 1931. revolución [ ... 1 carecla de meta histórica y estaba para las Obras Completas de Manuel Azaña, el
sus organizaciones tradicionales, se mostró mu- Para comprender mejor esta ineluctibilidad, era condenada al fracaso... Ya Costa, refiriéndose a prohombre de la segunda República, encuentro este
cho más instintiva que Intuitiva, más luchadora necesario echar una · ojeada al pasado reciente. esta revolución, había escrito en 01/garqula y ca- párrafo atinadlsimo: «Para Azaña la tragedia del
que comprensiva. Maurfn lanzó en su hora esta Es lo que hizo Maur ln en la introducción que es- ciquismo: «La primera sorpresa que nos guarda, liberalismo espai'lol, desde sus principios en el si-
advertencia fundamental : «rectificar comb.atien- cribió para esta última edición de su libro. En en este respecto, la historia polftica de España, es glo XIX, pero sobre todo desde 1854, ha sido su
do o seguir como antes y ser aplastada». También efecto, el siglo XIX fue de una importancia capital la absoluta ineficacia de la revolución de 1868; que tendencia a la transacción y al compromiso ... Mas
resultaron proféticas estas lineas suyas: «Ha fra- en la historia de España, por lo que se imponía un hayan resultádo defraudadas las esperanzas que por desgracia esa tragedia se prolongó, precisa-
casado el régimen levantado alrededor de la Mo- estudio, incluso sumario, del mismo. La invasión na- hizo concebir; que haya sobrevivido el estado an- mente a través del propio Azaña, hasta el mismo
narqula. Ha fracasado la República burguesa. El poleónica y el consiguiente hundimiento de la terior a ella, haciendo preciso reponer el problema 19 de julio de 1936, fecha en que como todo el
fascismo está plagado de antagonismos que lo dinastra borbónica -restablecida luego, pero desa- de la libertad, de la soberanla nacional [ ... ) mundo sabe la reacción española encabezada por
roen , de momento. Pero si el proletariado no logra parecida no sabemos si definitivamente o no una todo aquel aparato teatral, manifiesto de Cádlz, el Ejército se encargó de liquidar en su favor todo
superarse, si no es capaz de comprender la misión centuria después- , la llamada guer.ra de indepen- juntas revolucionarias, destronamiento de la reina, compromiso y transacción. Y asl los seculares pro-
que le corresponde adoptando una estrategia y una dencia, el nacimiento del liberalismo, las guerras Constitución democrática, soberanla nacional, no
táctica justas, enfocadas hacia un objetivo final, carlistas, la dislocación final del Imperio con la pasó de la categorla de pirotecnia: la graduamos
el de la toma del Poder, evidentemente, la actual
generación quedarla triturada por la contrarrevo-
lución, v la tarea salvadora corresponderla más
emancipación de las colonias de América, las aso-
nadas militares, toda esa sucesión casi ininterrum-
pida de acontecimientos, son la expresión inequí-
de revolución y no fue más sino un simulacro de
revolución ...

temas
tarde a una próxima promoción.» voca de una revolución, en la que el pueblo espa- REVISTA DE CULTURA
ñol se esfuerza con mejor voluntad que tino en Fracasó, pues, el liberalismo en España como mo-
darse nuevas instituciones que reemplazaran a las vimiento polltlco -como fracasó en general en toda Director : Benito Milla
* viejas, ya caducas. En unos cuantos años, sobre Hispanoamérica- no por falta de esfuerzo y de
El estudio político que es la base del libro co- todo los que van de 1808 a 1868, la nación espa- coraje, sino por no haberse enfrentado resuelta-
·rresponde, repetimos una vez más, a un momento ñola vivió políticamente más que en los tres siglos mente con los problemas vitales que el país ven ia
Distribución: Editorial Alfa
espe"clfico, a una situación concreta partlcufarmen- anteriores. Por todo esto, · cualquier estudio sobre arrastrando desde hacia siglos, en particular la
mente decisiva. Maurín insistió una y otra vez en la la España de hoy tiene que tener en cuenta el ayer liquidación de la gran propiedad. Con la llamada Ciudadela 1389 - Montevideo
disyuntiva que se ofrecía a España al comenzar ochocentlsta, sin lo cual la realidad presente no se- generación del 98, una minorla intelectual se plan-
82 IGNACIO IGLESIAS
BENITO MILLA

La nueva promoción de lectores


blemas de España continúan sin hallar una solu- derán en Jos púlpitos con la mejor voz evangélica. Como tantos intelectuales de la diáspora espa- BM: Como punto de partida el que usted incti-
ción de' continuidad. En un editorial del diario Aristócratas que de repente se sabe que son due- ñola de 1939, Benito Milla tenia una vocación de ca me parece por lo menos actual. Esos dos In-
Pueblo, da Madrid, Jel el 14 de julio último estas ños absolutos ·de pueblos enteros, incluidos manan- editor que sólo pudo llegar a manifestarse en el cidentes del Fondo y de EUDEBA han conmovido
lineas que vale la pena reproducir : «En medio del tiales, tierras de pan y cementerio ... » Uruguay, y en 1959. Diez años en Francia (donde a la opinión Intelectual latinoamericana. Son dos
dinamismo social que tenemos Jos españoles en El editorialista de Pueblo se sorprende, pues, de nació su hijo, Leonardo), dos en la Argentina, lo incidentes que tipifican un poco no sólo la vida
estos momentos para desanclamos del pasado; algo que es realidad permanente de España. Hace fueron preparando interiormente para su gran aven- cultural, sino también la política en América La-
aparecen, de vez en cuando, algunas muestras que muchísimos años, incluso siglos, que esos canón i- tura en la otra ribera del Rlo de la Plata: aventura tina. Es cierto que en esos dos casos concretos
no tienen nada que ver con el nuevo semblante gos y aristócratas son dueños de gran parte de la que comienza con la fundación de la Editorial Alfa, se debe hablar más de una crisis polftica que edi-
del pals, ni, por supuesto, con la España de hace tierra. Maurrn nos recuerda en su libro que al Ini- con la creación de algunas revistas {Deslinde, Te- torial. Lo que ha ocurrido alll es testimonio de
medio siglo, sino· que son monstruosos reverdecl- ciarse el siglo XIX, «nobleza e Iglesia juntas, esto mas), con la participación en las sucesivas Ferias un problema que en América Latina es inevitable:
mientos de tiempos más lejanos de nosotros, como es, el 5,3% de la población, poseían el 68 % del Nacionales del Libro y más recientemente con su hasta qué punto las actividades culturales que de-
esos relatos fantásticos de animales antediluvianos patrimonio nacional». Si examinamos el pasado nombramiento como director-gerente de la nueva penden económicamente, o financieramente, del
que tras hibernaciones colosales vienen a las ori- aún más lejano comprobaremos, merced a la His- editorial Monte Av/la que se ha creado en Cara- Estado han de estar sometidas a las mutaciones,
llas del mundo actual. Llevamos un - año sorpren- toria de la economía política en España de Manuel cas, Venezuela. Nacido en 1918, en Vi/lena, cerca a los cambios, a los golpes, que se producen en
dente ; canónigos que son propietarios de tierras Y Colmeiro, que ya a mediados del siglo XVII «sólo de Alicante, don Benito Milla tiene una tenacidad el gobierno. Por lo tanto, las crisis de EUDEBA y
no las sueltan por muchas encíclicas que les cai- los arzobispos de León y Castilla juntaban una ren- y una visión muy firmes que explican la obra ya del Fondo no tienen que ver directamente con el
gan encima y que seguramente ellos mismos defen- ta casi igual a la que tenia la Corona». Esta situa- importante que ha realizado en América Latina y problema concreto de la producción y circulación
ción no la modificó ninguna de las revol uciones li- que justifica plenamente su elección para un car- de los libros, sino con el problema, más singular,
berales del siglo último, ni la desamortización em- go tan importante como el de la nueva editorial de la dependencia de estas dos editoriales de la
prendida por Mendizábal - la única medida seria venezolana. La entrevista que ahora publicamos ayuda financiera que les prestaban los respectivos
tomada con el problema de la tierra-, ni tan si- fue grabada en Parls, el año pasado, y ha sido gobiernos argentino y mexicano. Esta situación se
quiera la segunda República de 1931. Siempre im- puesta al dla para su publicación en este número. puede hacer extensiva, es claro, a toda la socie-
peró, para decirlo con palabras de Azaña, el com- dad latinoamericana, porque ya se sabe en qué
Revista trimestral promiso y la transacción. El resultado está a la medida tan importante la actividad cultural es
de estudios latinoamericanos vista, no solamente en España, sino asimismo en ERM: Si es cierto que la crisis de la industria siempre allf uno de los blancos favoritos de cual-
toda Hispanoamérica, vlctima también de la oli- editorial en América Latina es algo permanente, quier tipo de cambio en sentido reaccionario.
Ef'! el sumario del n• 6: garqula y del militarismo. {Y es que Hispanoaméri- también es cierto que sólo llega a conocimiento ERM: Me parece muy acertada la distinción que
ca está emparentada con España no sólo gracias a público, sólo se convierte de veras en crisis, cuan- hace entre una crisis de las editoriales y una crisis
su historia pasada y a su lengua, sino igualmente a do ocurre algún hecho suficientemente escandalo- política que también tiene repercusiones sobre la
PAPEL SOCJAL DEL EJERCITO la similitud de muchos de sus problemas, en parti- so como para que hasta el último lector latinoame- industria editorial. Lo que pasa es que en América
EN AMERICA LATINA cular el de la propiedad de la tierra.) ricano se sienta atacado. Es decir: la crisis perma- Latina es muy dificil que una actividiid"'Cüiiural
Virgilio Rafael Beltrán, ·Alberto Cirla, Cierto, los tiempos han cambiado y vivimos los nente pero silenciosa se hace crisis cuando el cualquiera pueda desarrollarse con total indepen-

.
Robert p; Case, Frederick C. Turner,
Mariano C. Grandona y Víctor Alba
'
viejos problemas con nuevas ópticas y distintas
perspectivas. Otras generaciones han tomado o to-
lector también participa en ella. Entonces, toda
la vida cultural de un pals se conmueve. Estos
dencia económica de los poderes pollticos nacio-
nales y esto es evidentemente una señal del s~­
marán pronto el relevo, las cuales no dejarán de últimos años, América Latina ha conocido un par desarrollo de que tanto se habla. En otros paises,
examinar las cosas con ojos diferentes. Pero les de esas crisis tremendas: en México fue la desti- de un desarrollo industrial y económico mayor,
LOS MODELOS POLITICOS será necesario conocer el ayer inmediato y los tución de Arnaldo Orfila Reynal de la dirección extiste la posibilidad de manifestaciones cultura-
Y EL DESARROL.,LO NACIONAL errores cometidos para asl hacer frente a la si- del Fondo de Cultura Económica; en la Argentina, les polrticamente independientes. En América Lati-
Helio Jaguaribe tuación con pleno conocimiento de causa. A este la renuncia del equipo directivo de EUDEBA, mo- na esto es casi Imposible.
respecto, no tengo la menor duda de que este tivada por la intervención del gobierno del Gene- BM: En la medida en que la dependencia eco-
libro de Joaquín Maurín les será extremadamente ral Onganfa en la Universidad argentina. Sobre nómica es un hecho hay que atenerse a ese he-
• útil. Todavía continúa siendo una obra de innegable esas crisis, como usted sabe, Mundo Nuevo ha cho y prever las contingencias que emanen de los
valor desde el punto de vista doctrinal e histórico, dado su opinión. [V. núms. 3 y 5] Ahora quisiera cambios en el poder. En tanto que las editoriales
Director: Luis Mercier Vega a pesar de los años transcurridos. Agradezcamos, aprovechar su presencia en nuestras oficinas para no superen esa necesidad de un apoyo económico
pues, a la Editorial Ruedo Ibérico de Parls el que examinar no sólo estos casos excepcionales, sino de los gobiernos, es decir, en tanto que no se
Redacción y Administración: haya tenido el indudable acierto de reeditarla y el problema más general de la crisis permanente cree un amplio mercado latinoamericano para que
23, rue de la Pépiniere, Parls s• poder asl ofrecerla a un público joven y nuevo, de la industria editorial latinoamericana. Por eso los libros puedan circular sin necesidad de recu-
Suscripción anual: 4 $ U. S. A deseoso de profundizar en la realidad de los ver- empezaré por preguntarle si le parece éste un rrir a ese tipo de sometimiento, vamos a estar siem-
daderos problemas politices de España. O buen punto de partida para esta conversación. pre expuestos a las repercusiones de las crisis po-
84 BENITO MILLA UNA NUEVA ·PROMOCION DE LECTORES 85

Hticas. Es una lástima, desde luego, que dos em- ' ERM: Creo que en cierta medida muy impor- guayos. Uno de mis" primeros libros fue un ensayo Gracias por el fuego, representa una cifra c.onsi-
presas_ como el Fondo de Cultura Económica y tante su obra ..como editor forma parte de un pro- que aparentemente comportaba una idea muy es- derable en América Latina.
como EUDEBA, que ya hablan cumplido un ciclo ceso que se ha dado sólo en los últimos veinticin- pecial de lo que se podfa intentar editorialmente ERM: Hay otro aspecto del problema que ·usted
importantísimo en la actividad editorial latinoame- co años de la cultura uruguaya. Es el proceso de en el Uruguay, ya que se trataba de un ensayo ya ha tocado pero sobre el ·que me gustarla :·.In-
ricana, se -\<ean afectadas de la noche a la ma- una activa toma de conciencia de la ·realidad na- sobre el vanguardismo escrito por un profesor sistir un poco más: es el que se refiere no ya
iián~ y tan profundamente ,que hasta puede pensar- cional no sólo por parte de los creadores sino uruguayo, Maurlcio Maidanik. El libro, Vanguardis- a la popularidad sino a lo que significa el éxito
se que ya no van ¡a poder seguir siendo lo que fue- también del público. Por eso me interesa precisar mo y revolución, demostró que no sólo Jos clási- de este tipo de. libros. No es c.asual que sean
ro_n, n.i siquiera Ca!flbiando de orientación los go- ahora cuándo y cómo empezó usted a trabajar. cos interesaban en el Uruguay. Es claro que la gente como Maggi o Benedetti, que reflejan . la
bi_ernos de los países respectivos. BM: Inicié mi actividad editorial con la reedición salida del libro resultó muy lenta al principio, y visión del uruguayo medio, los que alcancen aJJf
. E.RM: ¿En qué forma cree usted -que es ·posi- de una novela histórica de Eduardo Acevedo Díaz, que no tuvo nada que ver con el éxito de Ismael, ese éxito de venta .
b)e desvincular; o po.r lo menos no hacer depender escritor uruguayo del síglo XIX. Ismael fue mi pri- pero se ha constituido ·en una de las obras de BM: Yo creo que lo que ·ocurre ahora en .el
tanto,_, la actividad editorial latinomericana de esos mer libro y fue también ·un best-sel/er indiscutido. más sostenida venta del fondo editorial. Después Uruguay es ·similar a lo que está pasando en toda
poderes ·políticos que inevitablemente la van a pre- Es una· obra que atrae a distinto tipo de públicos. de, ese libro; empecé a publicar una cantidad de América Latina. Es decir: no·· señalarla eufórica~
sionar? Como .no quisiera que este diálogo sea Por un lado sirve de texto literario en las clases nuevos autores uruguayos, entre los que figuraban mente que· América Latina ya vive· de. espaldas a
demasiado impersonal, le voy a pedir que me diga de secundaria y preparatoria, pero al mismo tiem- en forma destacada Jos que pertenecen a la lla- Europa o a los Estados Unidos, puesto que las
concretam_ente cuál ha-sido su experiencia en este po es posiblemente una de las obras que tiene mada generación del 45: gente como Idea Vilariño, mayores Influencias continúan viniendo de allf, sino
camp.o y ·qué planes de futuro tiene. mayor aceptación por parte del lector corriente, Mario Benedetti; Carlos Maggi, Carlos Martfnez que ahora existe en· nuestro continente una toma
· BM_: La expe.riencia que yo puedo aportar es no ya que se tratá de una novela novelesca y muy na- Moreno, y usted mismo. Junto a ellos he publica- de conciencia general, un deseo de encarar los
sólo mucho más reducida, sino que es completa- cional. do a gente ya famosa entonces, como Juan Cunha, propios· problemas, de estudiarlos y de analizarlos.
mente distinta de los dos casos que hemos men- Juan Carlos Onetti, Felisberto Hemánde;z, Enri- Esto ocurre no sól-o entre los autores sino princl•
ERM: Pero _¿no le ·parece ·un poco absurdo que
cionado. Personalmente, me parece que · hay mu- que Amorim y Clara Silva. También empecé a pu7 palmenta entre los lectores. Por eso, . la experien-
tratándose de una obra «Clásica» (la primera edi-
cho. que · decir a favor de una actividad más parti- blicar a los más Jóvenes y hasta completamente cia · realizada por la Editorial Alfa en el Uruguay
ción es de 1888) no existiera en el Uruguay por
cular, menos dependiente del _apoyo ·gubernamen- desconocidos, como Mario César Fernández, Jor- me parece sintomática de todo el continente. Creo
lo menos un par de ediciones circulando en 1959?
tal. No diría que creo en la libre ·empresa porque ge Musto, Eduardo Galeano, Claudio Trobo, etc. que hay una núeva promoción de lectores; creo
BM: Curiosamente, no habla ninguna. La últi- Uno de los primeros libros en alcanzar un éxito
no ·se trata precisamente de ·.eso. Puede haber que esta nueva promoción tiene un criterio .no
tima, de 1.953, estaba agotada ya y no había sido excepcional fue Montevideanos, de Mario Bene-
empresas de tipo colectivo que alcancen excelen- sólo más nacional, sino Incluso más verdadera-
reeditada, a pesar de ser una edición oficial. Esta detti. El libro. constituyó, a mi juicio, el verdadero
tes resultados, pero es fundamental que para que mente ·internacional de los· problemas del mundo
situación se debía tal vez, a la pequeñez del mer- lanzamiento, a nivel nacional primero, Internacio-
se_ logren esos resultados la actividad intelectual actual; empezando por los del propio pals: De
cado editor, .aunque alguna Influencia tenia tam- nal Juego, de uno de los autores más leidos ac-
esté siempre salvaguardada. Como usted sabe, has- manera, pues, que en la medida en que ésta no
bJé·n la desidia de viejos editores y libreros. De tualmente de la nueva literatura· latinoamericana.
ta la ·fecha (luego le hablaré de mis planes de fu- es una situación de cierre sino de apertura al
rrianera que en 1959 habla~ a mi juicio, una ver- Un autor de enorme éxito- en el Uruguay, que ya
turo) mi actividad editorial se ha desarrollado sólo mundo a partir de las propias·· realidades, creo
d¡ildera necesidad de empezar a trabajar de firme habla triunfado como dramaturgo pero que ad~
en .el Uruguay. Nuestro pafs tiene una cantidad que el lector latinoamericano es ahora un lector
en este _terreno. quirió un nuevo público con sus libros de ensayos,
de limitaciones muy importantes. La primera es la más- fervoroso y- .que por lo tanto es más recep-
reducida capacidad . del mercado adquisitivo. El ERM: M~ parece interesante que usted haya fue precisamente otro hombre del 45: Carlos Mag~ tivo a Jos nuevos libros. Si comparamos· cómo son
Uruguay configura uno de los mercados más pe- iniciado precisamente su actividad editorial con la gi . . E/ Uruguay y su gente, uno de los dos libros recibidas aquí las obras francesas, y cómo :son
queños de América Latina aunque ofrece, es claro, reedición .de un «clásico•• no sólo tan vivo sino suyos que he publicado,- compite en popularidad recibidos Jos libros latinoamericanos ,.en América
varias ·compensaciones: hay una absoluta homoge- asimismo t;m obvio, a pesar. de la general ceguera con Jos de Benedettl. Es claro que cuando hablo Latina; creo que podemos decir que allf hay una
neidad lingüfstica (no hay poblaciones indígenas· y de los editores uruguayos. Al descubrir la necesi- de popularidad y de best-sel/ers no olvido que es- mayor militancia (para emplear un término polftl-
la Inmigración italiana está totalmente asimilada); dad de reeditar a Acevedo - -Diaz, usted ponla el toy hablando en términos relativos, términos uru- co), no sólo entre Jos autores, como siempre se
hay-- un alto Indica .de alfabetización; la enseñanza dedo precisamente en uno de los puntos más dé- guayos. subraya, sino también entre Jos lectores. Senala-
es · gratuita en todos los niveles. De. ahf que la biles d~ la cultura uruguaya: la recupéración de ERM: Es claro. Hay que recordar que todo el rla, por ejemplo, el fenómeno que está ocurriendo
mayor tarea de ·una editorial como - la que yo ·di- !Jn pasado útil, de una tradición todavía -vigente. Uruguay tiene sólo dos millones y medio . de ha- desde hace unos años a esta parte con algunos
rijo ha sido la ~reación y fijación de un público ¿Pero a usted no le interesaban sólo los clásicos, bitantes. Hay un ·barrio de Nueva York con · la autores latinoamericanos de gran repercusión, co-
lector. Es decir: estimular la formación de· un pú- no es cierto? misma población: Se llama el Bronx. mo Sábato y Cortázar en la Argentlná, como Gar-
blico lector que esté a la altura del pals. Por eso BM: Al contrario. A partir ·del éxito de Ismael, BM: Precisamente. Teniendo esto en cuenta es cla Márquez y Vargas Llosa, como Fuentes Y
he-orientado mi tarea hacia un tipo de producción encaré la posibilidad de hacer un trabajo edito- que hablo de J3enedettl o de Maggi como · best- Cabrera Infante en toda toda América, como Onet-
editorial que tiene que ver fundamentalmente con rial continuado y serio con autores contemporá- sel/ers. Por otra parte, aun en términos numéri- ti y · Martlnez Moreno en el Uruguay. Muchos de
las preocupaciones litera·rias, sociales, poHticas e neos. Creé unas colecciones que fundamentalmente cos absolutos, Jos 18 mil ejemplares que ya se estos autores están siendo recuperados no s61o
historiográficas del Uruguay. estaban apoyadas en obras .de escritores uru- han· vendido de la tercera novela de Benedetti, a nivel nacional sino continental.
86 BENITO MILLA UNA NUEVA PROMOCION DE LECTORES 87

ERM: Me gustaría que me dijera algo sobre mentos negativos de este éuadro editorial del recoger ordenadamente el resto de· su producción, por el Instituto Nacional de Cultura y Bellas Artes
otras editoriales uruguayas que hayan contribuido Uruguay. quisiera oir algún comentario sobre su caso. (INCISA), que preside el licenciado Simón Alberto
también a esta transformación general. BM: Fuera del problema básico de la limitación -BM: Creo que Onetti es, sin duda alguna, el me- Consalvi. Dicha editorial, que se llamará Monte
BM: A partir de la fundación de Alfa, han Ido del mercado, de que ya le hablé al principio de jor escritor uruguayo. Por eso pienso que es una Avila (por el nombre del monte que domina C~­
apareciendo en el Uruguay otras editoriales que esta conversación, creo que no existen otros pro- gran Injusticia que se le conozca tan poco · en racas), contará con la colaboración de la Corpora-
contribuyen a diversificar y enriquecer el movi- blemas que los generales que afectan al pals. América Latina. Salvo en el área rioplatense su ción Venezolana de Fomento. Se proyecta lanzar
miento editorial. Dos de esas editoriales han lo- Desde el punto de vista exclusivamente editorial, nombre sólo ahora empieza realmente a ser re- unos cincuenta títulos anuales y se estima que
grado más éxito o larga vida que las otras. Am- el mayor problema es la aparición de autores nue- conocido. Es una Injusticia, sin duda, involuntaria cada mes se podrán editar unos cinco libros, de
bas tienen una producción anual relativamente pe- vos. Esto se viene realizando hasta ahora a un y que se debe, en buena medida, a la mala circu- los que dos o tres serán de autores venezolanos.
quena pero sistemática y están empezando a dar- ritmo bastante auspicioso y ya han surgido algu- lación del libro argentino o uruguayo. Habrá tres colecciones: una popular venezolana;
se a conocer fuera de las fronteras nacionales. Se nos autores que están trabajando sistemáticamen- ERM: Precisamente, uno de los problemas que otra de textos generales no literarios de autores
llaman Banda Oriental ( por el antiguo nombre del te. Citarla, por ejemplo, a Claudlo Trobo, que ya plantea Onettl a su potencial lector es la disper- no sólo venezolanos, sino también extranjeros, y
Uruguay) y Arca. También hay otros grupos lite- tiene tres novelas publicadas y está escribiendo sión de sus obras en tantas editoriales del Río de una tercera colección que incluirá novela, . ensayo
rarios que publican sistemáticamente algunas edi- una cuarta; a Jorge Musto que es uno de los la Plata. Hasta hace muy poco, sus novelas no ha- y poesia. El tiraje de cada obra dependerá de la
ciones, aunque con menor alcance. Son, por ejem- autores que ha llamado más la atención de la blan sido reeditadas y andaban por varias casas colección en que vaya incluida pero se calcula
plo, Aqul poesla, que dirige Rubén Yakovskl, y critica y tiene dos novelas ya editadas ; al poeta distintas. Para darle un ejemplo, muy cercano: has- una cifra media de 4.000 a 8.000 ejemplares. Si se
Siete poetas hispanoamericanos, de Nancy Bacelo. Milton Schinca, de producción sostenida y lina ta el año pasado Carlos Fuentes no había podido toman com<;> base 4.000 ejemplares y unos cin-
La existencia de estas editoriales· y de estos gru- de las voces más originales de la nueva promo- leer a Onetti, de quien habla oído hablar tanto. cuenta títulos al año, ello daría como resultado
pos ha modificado bastante las estructuras tradi- ción. Pero hay otros problemas editoriales que no Al conseguir El astillero y Juntacadáveres, y al un volumen de edición que alcanzarla a un te_tal
cionales de comunicación del autor con el lector. son especificamente uruguayos y que, sin em- leerlos, ha quedado tan deslumbrado que se ha de ~00. 000 ejemplares por año. Por primera v~z en
El libro uruguayo ya no está sólo en las librarlas. bargo, afectan a la producción nacional. Feliz- convertido en el mejor propagandista de un au- Venezuela existiría un mecanism\) editorial sólido,
Una de las Iniciativas más fecundas en este sen- mente, en nuestro pais la ley ha respetado enor- tor que le parece, y lo proclama a todos los destinado a fomentar el hábito de la lectura y que
tido ha sido la creación de la Feria Nacional de memente todo lo que tiene que ver con la cultura. vientos, el fundador de la nueva novellstica lati- permita la aparición y desarrollo de los autores
Libros y Grabados en 1960. La idea proviene de Pero si el libro extranjero (latinoamericano o de noamericana. nacionales. Me parece que hay allí un público bá-
Nancy Bacelo y de Elsa Lira Galero, y contó des- otras procedencias) no sufre recargo alguno al sico ·para semejante volumen editorial. Por si sola,
BM: Precisamente para corregi r este defecto
de el comienzo con mi colaboración. Se realiza entrar al Uruguay, no ocurre lo mismo con el uru- la población universitaria ya es suficiente para ab-
me dispongo a empezar a reeditar la obra comple-
todos los af\os en el mes de diciembre y está ubi- guayo en algunos paises de América. En México, sorber los libros que se edl.tarán a lo largo del
ta de Onetti en volúmenes parejos. Creo que éste
cada en la explanada del Palacio Municipal, gra- por ejemplo, se somete a todo libro no mexicano año y que tendrán precios muy populares, al al-
será el mayor homenaje posible a un autor de
cias a la contribución del Municipio de Montevi- a un pesadlsimo proceso burocrático. En Chile, cance de todos.
su categoría.
deo. Hay que seflalar que la Feria no tiene un hay un proteccionismo que he visto denunciado en ERM: De manera que con Monte Avila inicia us-
ERM: ¿Y qué planes tiene con respecto a los
carácter puramente comercial como las que se rea- esta revista por Nicánor Parra, poeta chileno. Me ted una nueva experiencia latinoamericana, en un
parece que desde el punto de vista exclusivamen- autores latin-oamericanos?
·IJzan anualmente en Madrid, Milán o Frankfurt. campo editorial no sólo · más vasto sino también
te editorial, el mayor problema de América Latina BM: Siempre he creído absurda la división en
Por un lado, es el resultado del trabajo de un más complejo.
es el de las trabas existentes para ·la circulación autores uruguayos y latinoamericanos. Creo que los
equipo básicamente pequef\o al que han Ido pres- BM: Asl es. No se me ocultan las diffctiltades
del libro. Creo que el primer paso que se debe mejores uruguayos son latinoamericanos y vice-
tando su apoyo desinteresado los Intelectuales y y riesgos de esta empresa pero creo que es ne-
dar es hacia la liberación del libro. De esa mane- versa. He tratado de incorporar al catáloiJo de Alfa
artistas uruguayos. Pero es, además, el centro de 'cesaria y que vale la pena intentarla, sobre todo
ra se podría crear en la realidad lo que ya existe algunos nuevos valores latinoamericanos. Ya . he
muchas actividades que no son exclusivamente li- ahora que ra literatura y la cultura latinoamerica-
en potencia: un gran mercado continental para el publicado, por ejemplo, un volumen que recoge
terarias. En sus stands se venden no sólo libros, nas están pasando por un momento de tanta ex-
libro latinoamericano. Es una paradoja que paises la obra completa del poeta peruano Carlos Germán
sino también discos y cerámica, grabados y es- pansión.
que hablan la misma lengua, paises que en mu- Belli, que los lectores de Mundo Nuevo conocen,
culturas; se realizan exposiciones y conferencias; ERM: ¿Y qué pasará con Alfa, entre tanto?
chos casos están sometidos a la misma clase de y he publicado también una novela de otro escritor
se presentan obras de teatro y se conciertan me-
presiones Internas ·y externas, sean paises prácti- peruano, Enrique Congrains, No una sino muchas BM: Alfa queda a cargo de mi hijo, Leonardo,
sas redondas. Durante unos quince dias, todo lo
camente desconocidos entre si y que sus libros muertes, y ·planeo la incorporación· sistemática de y yo segui ré Interesándome en su marcha. Creo
que está vivo en la cultura uruguaya pasa por la
estén reducidos a· circular, en muchos casos, sólo v arios nombres más. que las dos empresas no son incompatibles. Por
Feria. Se puede calcular que no menos de tres-
cientas mil personas suelen visitar la Feria anual- en el área nacional. · ERM: Me parece un excelente proyecto. ¿Y en .el contrario, me parece que en esta hora de Amé-
mente. cuanto a sus planes de futuro? rica se necesita continuar fundando editoriales y
ERM: Uno de los autores uruguayos que más ha
· BM: He aceptado el cargo de gerente de una aumentando cada vez más esa conciencia de una
ERM: Como me Imagino que no todo serán notas sufrido esta · limitación del mercado es el novelista
tan positivas como las de la Feria, me gustarla Juan Carlos Onetti. Como usted ha publicado su ntif)va editorial que ha sido «rea~a en Venezuela nueva realidad que nos concierne a todos. O
que me sel\alara cuáles son; a su juicio, los ele- última gran novela; Juntacadáveres, y se propone
libros y
CRISTIAN HUNEEUS autores LIBROS Y AUTORES 89

''Macchu Picchu" en inglés


Recientemente se ha publicado en Inglaterra la pri- por Pring Mili en el prefacio. En la sección 111 ocu- Los «Spirituals,,, de Félix Grande estructuras poéticas que figuran la realidad. (Y
mera versión completa en lengua inglesa de Alturas rre algo peor. «Del uno al siete, al ocho• pasa a aqul vale la pena recordar los trabajos de Jgor
de Macchu P/cchu, en traducción del poeta Nicho- ser «from nlne to five, to six .. , (de nueve a cinco, «Hay sin duda un error de perspectiva: 1 hombre Caruso.) Pues bien, creo que José Hierro consi-
las Tarn, con un prefacio de Robert Pring Mili (Jo- a seis) lo que descubre una considerable mala tan en relieve sobre una luz tan plana•, escribió guió esto, a través de una personalización progre-
nathan Cape, 1966) (1). Como introducción breve al interpretación. Los números de Neruda no tienen Carlos Barral en la excelente secuencia de Usura siva que puede entenderse -en su respuesta fi-
gran poema de Pablo Neruda, el prefacio de Prlng ninguna connotación especifica: son sólo cifras (1965), significando, según creo, la compleja rela- nal- como simbólica: me refiero a la soledad,
Mlll es perceptivo y adecuado. Comienza con algu- sueltas en una serie que no logra integrarse a un ción del poeta español y su contorno; relación que que revierte precisamente una situación vital y
nos datos relevantes sobre la vida de Neruda y la patrón, con lo cual abren un corte hacia capas afectaba , entre otras cosas, la perspectiva de la social, o sea una persuasión critica. Por otros ca-
ciudad incásica de Macchu Picchu, el slmbolo cen- de la experiencia más profundas y perturbadoras persona poética (ese «yo• que en el poema suma minos, son también importantes las soluciones de
tral que da su nombre al poema, y luego procede a que la mera rutina de oficina o de fábrica. Pero no al autor y a una imagen de si mismo) frente a una Carlos Barra!, cuya poesfa logra una slntesls de
analizar sus múltiples y complejos significados. Te- se puede responsabilizar a Pring Mili por Jos mu- voluntad temáticamente realista. Supongo que las •narración• y de •canto• porque no teme a las
meroso de que la persona poHtica de Neruda pue- chlslmos otros errores como dispersas por •sca- Ideas de José Marra Castellet sobre poesla es- imágenes; y de José Angel Valente, cuyos últimos
da perjudicar al lector anticomunista, le advierte recrow• (espantapájaros), abiertas por • humdrum" pañola ilustran bien este proceso que se resolvía poemas están Impregnados de una apasionada In-
del peligro de leer con simpleza. Dada la calidad (monótonas), espuma por ocsperm• (esperma) etc. en una poética objetivista y coloquial en nombre teriorización que se autovlglla.
del poema, esto parece algo Innecesario, pero tal Lo más objetable no son sin embargo Jos errores de una inserción histórica y contemporánea. Pero No conozco los libros anteriores de Félix Grande
vez Pring Mili conozca mejor a su público. En cuan- de palabras sino las distorsiones causadas por la aquella compleja relación parecla haberse trabado pero creo que su notable libro Blanco Spirltuals
to al análisis mismo, entre los abundantes acier- manifiesta Inhabilidad del traductor para reconocer en una crispación enrarecida. Leyendo esa nueva (Premio Poesla 1967, Casa de las Américas, La
tos hay que sellalar un error serio. Impresionado y comunicar la naturaleza ilógica e irracional de poesía espallola -aceptando la tal vez ilusoria Habana, Cuba) se sitúa en este problemático con-
quizá por la Innegable semejanza de la visión neru- la sintaxis y la lmaglnerla de Neruda. Imagen de un • grupo• - uno tenia la impresión texto, lo asume, se enfrenta a él, y ofrece sus pro-
diana a la de algunos poetas europeos de su misma de un tope conceptual, de una crispada e insolu- pias respuestas. • Se trata de una poesfa sostenida
generación, Pring Mili exagera la critica y el re-
chazo de Neruda a la vida urbana. Se puede com-
* ble poética común en la que aquella persona poé- por un humanismo apasionado, y que expone des-
La presente versión Inglesa, si bien intenta man- tica dejaba de fluir, enredada en variaciones sobre carnadamente una severfslma critica a la opresión
probar que esto no es sólo una mera impresión el «tema de España». De tal modo, el «relieve» del de la sociedad occidental», anota el jurado que
personal citando su comentario a la sección 111. De tenerse fiel al original, revela que tales constituyen-
tes básicos de la personalidad poética de Neruda yo resultaba siendo un tejido obsesivo pero curio- premió este libro (Lumir Civrny, Eliseo Diego, Cé-
acuerdo con Pring Mili, el poeta «enjuicia directa- samente marginal, incluso de las posibilidades de sar Fernández Moreno, Thlago de Meto e Idea Vi-
mente la existencia del hombre moderno... El hom- parecen espantar a Tarn, quien se empella decidi-
damente en simplificarlos, clarificarlos e Jnterpre- captar -sobre niveles de la propia experiencia- Jarillo). En efecto, Blanco Sp/rituals es un ambicio-
bre urbano se marchita lentamente : Neruda consi- un malestar social más vivo, menos discursivo. so salto mor(t)al dentro de la actual poesfa aspa-
dera su forma de vida como una muerte devasta- tar1os, inevitablemente debilitándolos. Dos ejem-
plos son suficientes. No: por los corredores, aire, O sea: la misma voluntad critica parecfa reducirse nota: Félix Grande es aqul profusamente espatlol
dora, etc... Pero la sección en cuestión se refiere en la captación de la realidad, que es su medida. -en el sentido que sellalábamos para Hierro-
expllcltamente a •el ganadero, el hijo de Jos puer- mar o caminos, vertido literalmente vendrla a ser:
• No: along the corrldors, alr, sea or roads.• Tam Por eso, no seria dificil establecer algún para- pero a través de una inserción violenta en la situa-
tos, el capitán oscuro del arado o el roedor de las lelo entre las revisiones -cuya profundidad y ri-
explica, alterando una palabra e Introduciendo ción contemporánea, caracterizada en este caso
calles espesas• . En otras palabras, el tema no es queza de Ideas traspasa el ámbito sólo espallol-
guiones: «No: for In corrldors -air, sea or Jand- en imágenes tlpificadoras, y sobre todo a través
de ningún modo «el hombre urbano•, sino la con- de Juan Goytisolo (v. Margen, núm. 2; Mundo
(No: porque en los corredores -aire, mar o tie- de un lenguaje fervoroso y coloquial, libre y ce-
dición humana más allá del contexto geográfico Nuevo, núm. 12) y las distintas soluciones poéticas
rra-). Mátala y agonlzala con papel y con odio ñido en su exasperada problematlzación. Asl, aque-
inmediato ( y también del histórico) como aparece que a esos problemas de contexto están dando
queda aplanado asf: «He kills lt, confesses it on llas estructuras del yo aparecen en estos poemas
al poeta en las etapas Iniciales de su viaje hacia ahora algunos poetas espatloles. Me refiero con
paper wlth contempt• (La mata, la confiesa por puestas en tensión desde un contexto más amplio,
la conquista de una visión unificadora. De hecho, esto -y es posible que desconozca otras solu-
escrito con desprecio) sin haber logrado retener cuyo eje sigue siendo la situación vital del poeta,
Prlng Mili llega, peligrosamente, al borde de sis- ciones- en primer lugar a José Hierro, cuya poéti- su fiel e irritada determinación espallola. Es por
tematizar este poema altamente subjetivo en una la equivalencia nerudiana en algo como • He kllls
and agonlzes with paper and hatred... SI la cons- ca, y sobre todo su Libro de /as alucinaciones, eso que Blanco Splr/tuals amplia el registro de la
condenación objetiva de la absurda vida moderna tiene implfcltamente valores que hoy se prosiguen.
trucción Inglesa que propongo parece poco grama- poesfa espallola en un juego de resonancias con-
por oposición a la comunidad inca precolombiana. SI las posibilidades de una poesla critica -cuyas céntricas. En el mundo de un verbalismo contem-
Pero no cae del todo en la trampa. tical, Jo es igualmente la espallola en que se basa.
La sintaxis de Neruda en Jos momentos más pode- formulaciones de estilo nunca serán univocas- no poráneo, la persona poética es el prisma siempre
están estranguladas por una simple oposición dua- cuestionado desde su propio paisaje. La insisten-
• rosos del poema es raramente tan pulcra y exacta
lista, antidialéctica, entre «subjetivismo" y •obje- cia en un anticonvencionalismo reiterado (el sexo,
Sin embargo, su desacertado énfasis en el Na-
como la hace aparecer su traductor. O
tividad,., «historicidad• y ccahistoricidad .. , • lirismo,. por ejemplo), o la violencia amarga sumada a cier-
ruda antlurbano apoya (u ocasiona) algunos de los y «narración .. , etc. es posible entonces que su re- ta autocontemplación reflexiva con que se asume
errores de Tarn. Al final de la sección 11, Tarn tra- (1) El comentarlo de Crletlén Huneeus que reprodu-
cimos fue originalmente escrito en Inglés y publicado sorte más fecundo esté en las relaciones entre el yo cotidiano (la juventud amenazada, por ejem-
duce •silbidos" por «Sirens• (sirenas), pensando en la Cambridge Revlew del 21 de enero de 1887. las estructuras del yo y las estructuras de la so- plo, son rasgos que conectan este libro con otros
sin duda en • las sirenas de fábricas• mencionadas (N. de fa R.) ciedad, en esa dialéctica proyectada a su vez en también espalloles; sólo que aun en estas zonaa
90 LIBROS Y AUTORES LIBROS Y AUTORES 91

del yo, Félix Grande ha forjado mediante el uso profusión de citas que trae el libro ~ Félix Grande una elegla de lo cotidiano y sus imágenes totali- relación a las actitudes del yo) revierte también
de locuciones de otras normas o lenguas una suer- requiere de estos lazos: uno es de contexto actual zadoras pueden anunciar la adhesión social. Pero los ajustes del yo a la realidad, la presencia Inti-
te de máscara, de primera persona observada. («vivimos en un período de transición», dice Musil), esta conciliación, para ser una respuesta también ma del yo en el nosotros. Es revelador que sólo
Como la araña de Heráclito que corre alll don- otro se refiere a la hermandad social (James Bald- integradora, requiere una ralz: la dilucidación -en a este nivel Félix Grande traspase los conflictos
de su tela se desarregla, lamentando su perfección, win «Sabe»), un tercero plantea un limite obsesivo la búsqueda de ajustes del poeta- del yo ante que l¡a simple «amistad popular••. o los «descono-
Félix Grande despliega un mecanismo poético ex- y simbólico (la muerte, el suicidio de Pavese) y la poesla y ante el contorno. Dos soluciones pare- cidos entrañables» apenas glosaban: un nivel final
pansivo, tiende sucesivos lazos tratando de que el otro, que me parece más importante, se refiere a cen querer traspasar el conflicto: el asumir la poe- que advierte sobre el angustioso y dramático re-
poema, como una red, aprese distintos niveles de Rayuela de Cortázar. Un poema -«Frag!Jllmto para.. sla como «spiritual», como canto que abre un pa- corrido que el poeta debe efectuar para dar bases
la realidad en su apertura verbal. Nacido de una un homenaje a Rayuela»- glosa el distanciamiento réntesis y es una lluvia triste y hermosa que acom- a un ajuste creador con la realidad que lo rodea :
situación cotidiana, el poema desarrolla una es- ortográfico que crea Cortázar con el lenguaje «im- paña al .sufrimiento (p. 18), o el asumirla simplifica- Existe, en fin, la posibilidad de rehusar
cala más amplia en un sistema de referencias muy portante» que de todos modos debjó ysa¡, Ahora da, tratando de hallar la comunión en· lo común, la esta dicotomia apasionada y fluctuante que
abierto pero fiscalizado por la inteligencia verbal bien, este poema -que necesariamente supone una identidad en lo elemental (p. 83). Pero ambas op- [se establece
del poeta; al mismo tiempo, este mecanismo am- glosa de si mismo- ¿qué anuncia en la búsqueda ciones parecen Insuficientes: el poeta no trata de
entre el interminado yo y el hostil e//os; de
plia sus fórmulas escuetas haciendo más rica su de Félix Grande? ¿Qué hace aqul Cortázar entre quebrar todos los paréntesis que lo aislan, y tam-
[acabar
modulación coloquial. Pero esa dialéctica del yo los Beatles? ¿Se trata de pekeños hasornos del poco puede aplicarse al entusiasmo de la identifi-
con ese feto de complejidad que en la matriz
y lo social en este libro extrema su antítesis: se ombre istórico acia el hombre hesencial a través cación porque su signo es «vigilancia, no apo-
{del nosotros
trata, hemos dicho, de «lo contemporáneo», y su de la henajenación kebrantada? ¿Se trata de CortA- teosis».
amplio catálogo anuncia, en la perspectiva del me- ZAR? (Cortázar cortando camino hacia la unidad a
se mueve sordo,. inevitable, humano. Y todo
Para no ser, pues, un nihilista, el poeta tiene que [ello
canismo elegido, una voluntad totalizadora, la an- través del azar). ¿O se trata de CortaZAR ? (Corté- asumir dentro del yo a aquellos «desconocidos 1
gustiosa necesidad de proyectar imágenes que zar partiendo la torta tradicional) . ¿O simplemente mediante una muerte bien mansa, sin so-
entre paréntesis, bestialmente ajenos y entraña-
capturen el caos actual; en último término: la ne- de la necesidad común de revalorar las palabras? {bresa/tos
bles», y requiere -traspasando el círculo de su
cesidad de insertar el yo ·en una visión orgánica de Esta rebelión de las palabras revitalizadas, en todo sin precipitación, de un modo sufic/ente-
propio «relieve»- asumirse entre «la responsabili-
la realidad. caso, está al centro de la soii,Jción verbal de este [mente anciano.
dad» y «el cansancio», más cerca de su agudeza
La posibilidad de · una visión orgánica no apa- poeta postcoloquial: problematizadora que de su desparpajo irritado : Como un poco de paz en otoño (p. 105).
rece en este libro como un proceso, se da plural- ké va a pasar hakl vive dios si hestos chikos Rehusar esa dicotomia exige aceptar las contin-
... duerme, criatura, duerme, muchacha
mente: parte de la fragmentación y de la violencia. se hobstinan hen no ver la helegancia de quisiera lograr la mayor congruencia, con- gencias y sobre todo la ardua pasión sin optimis-
Los poemas se nos presentan -desde los trtulos- {nuestras reverenciaS mo· de una esperanza que es respuesta - «Un rea-
[clliar
como "boceto», «fragmento», «grietas», «imágenes» hi no no advierten la hauténtikaka grazia es- lismo a largo plazo»- tal vez utópica, tal vez di-
mi desconcierto y mi emoción, mi corazón,
y la misma poética del libro asegura que el «blan- [tl/izadah flcllmente sostenida, pero que inserta al yo en
[mi historia,
co spiritual» es una «música entre paréntesis»; el de akestas sabias da + ke bordan la p avana el caos contemporáneo y lo asume con la fuerza
mis bronquios, mi dolor, mis adopciones y
poema captura fragmentos tipificadores de la rea- [heskisi ta? (p.55) de la revuelta, asumiendo también aquel «feto»,
[m/ inarmon/a,
lidad que asedia,- y se apoya continuamente en Este y algún otro poema dibuja la tensión más aquel yo nuclear «inevitable»:
imágenes que significan una constante violencia: quisiera ser melódico, soy atonal, contem-
amplia del libro : lo que se cuestiona aqul es la Y sin embargo, en contra de la comprensión
la fragmentación contemporánea se concreta asl [poráneo, duerme (p. 87)
«vieja europa», «la civilización occidental» que nos · . [y, por elogio,
al c laro slmbolo de un matadero don~e la historia ha envuelto en una visión de la historia como vio- Una definición autoexplicativa (que en este poe- de la objetividad con que recapitulo el asunto,
es un hacha. La poesla, por eso, es para Félix lencia, e incluso en una visión del futuro como vio- ma revela también al secreto poeta llrico) anuncia en contra de esta especie de falta de horror
Grande una «ve)oz urdimbre»; presume hablar con lencia. Entre la violencia de los órdenes estable- aqul, todavla, la amplitud del circulo: soy atonal, [fundamental,
un ce desarrapado sarcasmo»; se ve . como un «yeti dos y la violencia del porvenir minado por los misi- contemporáneo. La congruencia y -la conciliación
ocurre que sigo viviendo, está es, aceptando
llrico»; asegura que persigue una «objetividad esti- les, Félix Grande lleva la fragmentación a una vi- requieren una lucha más interna. Félix Grande
· /as consecuencias de vivir, la complejidad
mable» que no trae un «programa» pero que requie- sión apocallptica de la realidad: estamos rodeados la convoca en una zona también polar, busca a la
[mencionada (p. 109).
re la palanca de un «teleobjetivo»; exige su máscara por un paisaje de terror y de miedo. Esta conjun- muerte como espejo de una situación. Este espejo
coloquial pero el lector es introducido en un frag- ción de individuo y de historia está signada por recibe la Imagen del suicidio y revierte la imagen Esta misma inserción requiere una respuesta al
mentarismo que el poeta presenta con obsesiva ac- la rebeld la impotente y hace de la «indignación» del asesinato, del crimen, como respuesta moral, contorno: «no abandonaré esta tierra, la extralla
tualidad; y a través de la fragmentación ·y la vio- su moral, exige una «alfabetización mundial de la como múltiple acusación. En esta ambigüedad que tierra que es mi patria».
lencia, la poesla sigue urdiendo, buscando lazos emoción de la fraternidad» frente al «átono coro» .reafirma el instante del yo, otra secuencia .totali- SI el yo es, pues, cc interminado», un ocfeto• en el
vivos para asumir el mundo. del mundo, y se aferra a una esperanza racionali- zadora busca conciliar los conflictos: el llanto del ·presenfe, asistimos entonces a la gestación de un
Esta búsqueda -acuciada por aquella voluntad zada como «hipótesis». Entre las grietas de ese yo entre los muertos, esa acusación y - culpa final. parto : «ah qué parto sangriento qué audaz cada
.objetiva- encuentra sus correspondencias en una mundo puede todavla establecerse una concilia- La presencia de la muerte (que es concreta como sonrisa qué siglo» (p. 120). Asr, el yo define a la
·zona significante de la literatura. No es gratuita la ción con el «fuego de vivi r»: el poema es también término de la violencia, y que es hipérbolica en sociedad a partir de su propia medida:
92 LIBROS Y AUTORES

Un poco de todo
se empantana la realidad hiede a terreno que se concentra en el estudio de algunos maes- En el Ecuador se publica el Boletln Cultural del Nuevas revistas
[pantanoso tros: Tomás Luis de Victoria, Juan Sebastlán Bach, Ministerio de Relaciones Exteriores. En su núm. 18,
se nos hunden los pies chapoteamos cómo Mozart, Berlioz y Debussy. Patricio Palacios se ocupa de «El sentido de la Han aparecido los dos primeros números de
[llamar sosiego quiteñidad»: «es imperativo urgente de los quite- Razón y Fábula, revista bimestral de la Universi-
o paz a lo que es sólo desasosiego exte- La Editorial Universitaria de Chile ha lanzado una ños de hoy, que son todos los ciudadanos de la dad de los Andes (Bogotá), cuyo rector es el dis-
[núandose? colección Cormorán, de libros de bolsillo, que se Patria· [afirma Palacios, centralizadoramente y con tinguido crítico Ramón de Zubiría. «En marzo de
chapoteamos con premura y nuestro cráneo destaca ya por su variedad e Interés. Los primeros mayúsculas] reafirmar su voluntad de velar por que 1958 [se explica en su núm. 1) apareció el primer
[gira tltulos incluyen una reedición de El reino de este se cumplan las disposiciones del decálogo per- número de la Revista de la Universidad de los
como un trompo en su rejo de madera veloz mundo, la famosa novela histórica de Alejo Car- manente formado por los postulados de la ecuato- Andes. Estaba dirigida por un grupo de profesores,
pentier (la primera edición es de 1949); Canciones rianidad [volviendo asr a lo nacional]». En esta for- entre ellos Ferenc Vajta. En el lapso subsiguiente,
vivimos grasos rodeados de placenta turbu-
rusas, de Nicanor Parra, que fueron publicadas por m.a, la América oficial sigue jugando co.n estos el profesor Vajta se convirtió en el motor y en el
[lentos
primera vez en Mundo Nuevo, núm. 3; Los rlos pro- localismos trabajosamente formados y peor rela- alma de aquella publicación, que vio la luz duran-
estamos resistiendo la precipitación de lo
fundos, novela del peruano José Marra Arguedas cionados. El núm. 19 de esta misma publicación te varios años. [ ... ] Ferenc Vatja murió repentina-
[que nace (p. 49).
y que habla publicado ya Losada en 1949 (la pre- levanta la punterra con una excelente y extensa mente en el mes de agosto de 1966». En tal forma,
La poesla como pathos y música de la concien- sente edición lleva un importante ·prólogo de Ma- «Radiograffa de la cultura ecuatoriana», debida a Razón y Fábula viene a retomar ahora aquel es-
cia, como posibilidad de ordenar los ajustes del In- rio Vargas Llosa); Nacionalismo latinoamericano, Jorge Carrera Andrade. fuerzo; la dirige Andrés Holguín, y tiene su sede
dividuo a su contorno frustrador y a un caos con- de Felipe Herrera; Breviario de los estilos, de Fran- en la calle 18-A Carrera 1a. E, Bogotá D. E. (Co·
temporáneo que es amenaza. Félix Grande con- cisco Otta, y que se subtitula «Mil anos de plásti- lombia). Amplia de formato y nutrida de páginas,
juga asl aquel «relieve.. que perclbla Barra! con ca occidental»; Breve historia de las fronteras de Una carta de Artaud Razón y Fábula se presenta, desde su primer nú-
distintos planos de «luz,., de realidad. Blanco Spi- Chile, de Jaime Eyzaguirre. Los volúmenes han sido mero, como un órgano académico que da voz a
rltuals es el irritado y apasionado testimonio de diseñados tipográficamente por Mauricio Amster, Mucho más seria es Agora (Reina Victoria 274 y los distintos sectores de la Universidad que la-
un poeta que busca hacer de la poesla una praxis uno de los mejores dlsefladores de América Latina, Pinta, Quito), dirigida por A. Vladimiro Rivas ltu- edita, a través de las secciones correlativas.
múltiple, persiguiendo todas las posibilidades de y cada uno lleva una portada sumamente atractiva rralde, en cuyo núm. 7 se lee, no obstante, que Entre los aportes literarios del núm. 2 se desta-
captar una crisis que gravita sobre el poeta exi- de Susana Wald. Los tres primeros tltulos corres- el color preferido por Benjamfn Carrión es el azul, ca una nota de Montserrat Ordóñez Vilá sobre
giéndole una versión de la Historia tal vez cerrada ponden a la colección Letras de América, que di- y sus poetas favoritos Shakespeare y Bécquer. Y El carnero. obra de Juan Rodrfguez Freyle, cronis-
para su propia necesidad de seguir incorporando rige el conocido critico Pedro Lastra. Estos seis que, en lo que a cine se refiere, 1966 ha sido en ta del XVII. Recuerda la autora la opinión de An-
la realidad a la palabra. Una hermosa y viva volúmenes vienen a cumplir en Chile (donde existe Ecuador ccel año del profesionalismo de la crítica derson lmbert: celos novelistas potenciales de las
praxis que asume los distintos niveles donde la un lamentable proteccionismo a cierta industria cinematográfica (diario El Tiempo, Omeco, en El colonias no produjeron una sola novela en el
realidad y el yo se destruyen y construyen. editorial de tipo comercial) un esfuerzo notable Comercio)», de lo que el lector se felicita, para Nuevo Mundo, y sólo se puede hablar de 'virtudes
por asegurar la circulación Interna de lo mejor enterarse acto seguido que ese año ha sido tam- novellsticas' en los escritos coloniales». La autora
JULIO ORTEGA bién «el de mayor actividad para la calificación parte de esta Idea, y realiza un análisis de la
de las letras y el pensamiento latinoamericanos.
moral de películas a cargo del ·ccEOC, filiál en el vieja crónica, destacando sus valores narrativos.
En Montevideo, las Ediciones Alfa acaban de pu- Ecuador de la OCIC, a través de su hoja quince- Un largo poema de Fernando Charry Lara, Pensa-
Nuevas publicaciones blicar El pie sobre e/ cuello, recopilación de la nal••. Afortunadamente, el número trae también más mientos del Amante, resulta algo frfo y retórico en
poesla de Carlos German Belli, el notable poeta de cien páginas de cultura ecuatoriana de diver- relación con la calificación que de este poeta
Taurus, de Madrid, nos ha hecho llegar reciente- peruano que se dio a conocer en Mundo Nuevo, sas calidades, y esta notable primicia: una carta hace la referencia de la redacción: ocuno de los
mente algunos trtulos de su colección popular, núm. 2; No una, sino muchas muertes, novela del inédita de Antonio Artaud dirigida inesperadamen- grandes llricos colombianos de hoy... Tablas y el
Temas de Espaf\a: Poes/as, de Miguel Hernández, también peruano Enrique Congralns Martlns (naci- te a Alfredo Gangotena, fechada en Parrs el 4 de Angel es una pieza en un acto de Antonio Mon-
con una Introducción de Jacinto-Luis Gueref\a; y el do en 1932); Forma de piel, segunda novela del setiembre de 1933, y de cuyo tono desgarrador taña, que intenta renovar con algunos pasajes vi·
Romancero de German/a, selección y estudio pre- escritor uruguayo Juan Carlos Somma (la anterior, da cuenta este párrafo: «Lo que en mis primeros gorosos el mito del ángel eafdo. La entrega se
liminar de José Hesse. En los Cuadernos de Tau- Clon/s, habla llamado la atención de la critica y del libros era infortunio del esplrltu, de las fibras, y, no completa con densas contribuciones en el cam-
rus se ha publicado un folleto sobre El suicidio, público); La tierra prometida, novela del escritor me atrevo a decirlo, del esqueleto de la Inteli- po de la filosotra, trsica, antropologla, biologla y
de Marino Barbero Santos. En la colección de re- español Ernesto Contreras. También en Uruguay, gencia, se ha convertido ahora en Infortunio pro- economra; y con comentarios de actualidad entre
latos breves ha salido Proceso en diciembre, de las ediciones Aqul Poesla han publicado dos del- fundo del alma. Tampoco yo puedo más. Estoy en los que señalamos uno de Andrés Holgurn donde
Emilio Díaz Valcárcel, escritor portorriqueño que gados volúmenes de versos de Felipe Novoa (Ta er · colmo del dolor, en el colmo del esfuerzo. Mi se manifiesta la solidaridad con Marta Traba, es-
participó en la guerra de Corea, que ahora le aconsejo Adán) y de Arlel Canzanl (Monigores); gran esperanza ronda como un verdadero globo critora argentina residente en Colombia que fue
sirve de tema para estos relatos. La colección Ser en la colección Testimonio se Incluye un estudio y es la de la realización de un teatro metaflsico, objeto de un decreto de expulsión por razones
y Tiempo publica Música y creación musical, del de Numen Vllarif\o titulado Nombres para la cul- bello como la creación». Deben leer esta carta poHticas, aunque «afortunadamente, el gobierno
conocido especialista espallol VIcente Salas Vlu, y tura planlst/ca. D los cultores del teatro de la crueldad. suspendió» tal resolución. O
SEXTANTE 95

Universalidad de Miguel Angel Asturias


El Premio Nóbel conferido por la Academia Real sóf,ico o político; dirla aun que no es verdadera- vallejiano, a través de sus grandes temas, Higgins critores y artistas cubanos:· un cable informa que
de Suecia a Miguel Angel Asturias constituye el mente humana, por Jo menos no únicamente hu- ha mostrado en Lima los resultados de su investi- se han proclamado, el 1 de noviembre, «completa-
reconocimiento a una fulgurante personalidad de mana. [ ...) Habla la lengua de esos campesinos gua- gación. En la Galería Cultura y Libertad dictó un ci- mente de acuerdo» con la abolición de la propie-
~scritor, pero también un hol)'lenaje a la verdadera temaltecos que él hace vivir, pero también la len- clo de seis lecciones sobre otros tantos ·. poemas dad intelectual, ya que cuando una obra intelectual
ola literaria que, emergiendo de América Latina, gua del viento, la lengua del volcán, la lengua de Vallejo. En Perú, donde se observa ahora una se transforma en «Una mercadería más>• se trans-
llega hoy hasta las playas del viejo mundo. Asl del jaguar. Es todo esto a la vez, como si las revaloración del poeta desde puntos de vista más forma en un producto monopolizado, perdiendo así
lo establece la motivación del premio por la Aca- fuerzas telúricas, veg~tales y animales de estas fe- ceñidos, que han superado la simple gravitación su verdadero sentido. Esta declaración constituye
demia sueca: «por su obra literaria colorida, arrai- roces selvas de América Central lo atravesaran y de un Vallejo sentimental, desgarrado y lloroso, las una de las resoluciones finales aprobadas en ·el
gada en el carácter nacional y en las tradiciones se expandieran en él». . observaciones de Higgins han tenido justa resonan- seminario preparatorio del congreso de La Habana:
indígenas». Ander Osterling, presidente de dicha cia. César Vallejo sigue siendo para los escritores
Este 'último párrafo de Brion muestra a las claras peruanos el más grande momento de la explora-
Academia, explaya este concepto: «con una tri- cómo sigue hechizando • todavla a los euro eos
logía de novelas comenzada en 1950 (Viento fuerte, ción. de una realidad que ha adquirido ya resonan-
el aliento autóctono, comarcal de los escritores cia universal, revelando la profunda contemporanei-
El papa verde y Los ojos· de los enterrados), Astu- que el mundo concentra, como a M. A. Asturias, en dad de su poesla.
Tabla de concursos
rias ha introducido un tema nuevo y quemante este enorme mercado dé cultura que es París. Na-
en su obra épica, especialmente la lucha contra cido en 1899, como Jorge Luis Borges, y exiliado Premio «Taurus» de libros de ·i msayo.-500,000 pe-
la dominación del trust norteamericano bajo la en la Argentina desde 1954 hasta 1962, Asturia setas para un estudio histórico o critico sobre un
forma de la United Fruit y las consecuencias eco- viene a ganar asl, con amplios merecimientos, un tema de la literatura española o hispanoamericana.
nómico-políticas que de ella derivan en la historia premio al que también había aspirado largament Mlnimo de 200 hojas. Plazo : hasta el 31 de mayo
contemporánea de la República de /as bananas». la Argentina a través de aquel gran escritor, meno
Los derechos del lector de ·1968, en Taurus ediciones S. A., Claudia Coe-
y aclara, también con sentido totalizador: «la Amé- arraigado en Jo telúrico, o arraigado a una tellu llo, 69 bis, Madrid-1, España. Con independencia
rica latina puede hoy presentar un grupo activo más europeizada, menos instintiva que la de Gua a la cantidad concedida a la obra premiada, Tau-
de escritores importantes, un coro a gran orquesta En el núm. 14 de Mundo Nuevo (nota de la pá-
temala.-E. del M. rus ediciones contratará con el autor su edición;
donde puede ser difícil distinguir el aporte per- gina 64) se transcribieron las declaraciones de
abonándole el 10 % sobre el precio de venta al
sonal». Fidel Castro en su discurso del 29 de abril, que
público. Además del libro premiado, Taurus tendrá
. En el núm. 17 de Mundo Nuevo, al ocuparse significaban la abolición de la propiedad intelec-
preferencia sobre todos los originales presentados
del último libro de Asturias (El espejo de Lida Sal, tual en Cuba. "
al concurso, para su edición. Si el premio que-
cuyo original español fue publicado por «Siglo Resonancia de César Vallejo Poco tiempo después, Nicolás Guillén publicaba dare desierto, su importe será acumulado a la cono
XXI», en México), Claude Fell destacaba todavla un articulo titulado «Estoy de acuerdo, y soy vocatoria siguiente. El fallo (dictado por un juradq
a El señor presidente como la obra principal del Es enorme el interés que la poesía de César Va- autor... » (Granma, La Habana, 14 de mayo).· En él de especialistas a designarse) tendrá lugar antes
escritor guatemalteco : «El lector sale de ella abru- llejo ha despertado los últimos años en Europa y glosaba los términos del discurso referido, que lo del 31 de diciembre de 1968. O
mado y deslumbrado a la vez. Abrumado por una Estados Unidos. No hace mucho, por ejemplo, que llevaron a una evocación de su adolescencia y ju-
larga sucesión de horrores de la que. está esmal- se ha publicado la traducción al alemán de una ventud, y de las dificultades que habla tenido para
tada la v1da pohbca de este pals anónimo (nadie selección de Vallejo, hecha por el poeta Hans Mag- procurarse en esa época los necesarios libros de
puede engañarse en cuanto a su verdadera identi- nus Enzensberger (Bibliothek Suhrkamp); en inglés estudio. Y conclula: ccTodos estos recuerdos em-
dad) y por la pintura de una decadencia humana han aparecido también algunas traducciones en re- polvados por el tiempo se me agolpan ahora en ASOMAN TE
que parece poder desarrollarse hasta el infimto. vistas; también en francés. El joven poeta nortea- la maquinita al comparar mis días de estudiante Revista trimestral
[ . .. ) Deslumbrado por una 2xe1osión de imágenes mericano Clayton Eshelman tiene preparada la tra- con los días de Jos estudiantes de hoy. ¿Derechos
de autor? Tengo algunos en Europa y en América, Directora:
cente112antes, por un ~ que estalla en alu- ducción de Poemas humanos, el libro fundamental
cinaciones y delirios gue recuerdan a los de los de Vallejo, que, al parecer, editará New Directions, pero renuncio a ellos desde ahora. Me parece, por NILITA VIENTOS GASTON
surrealistas.» de New York. Al lado de estas continuas traduc- lo menos, incorrecto que si no pagamos tales de-
rechos en nuestro pals a los intelectuales extran- Administradora:
Maree! Brion, a su vez, aclara en Le Monde de ciones, se vienen dando también numerosos .estu-
Parls (20 de octubre), que «Asturias no pertenece dios a nivel universitario. El profesor inglés James jeros los percibamos nosotros fuera de Cuba. [ ... ) María Teresa C. Díaz Garcfa
a la familia de Jos sociólogos o de los tribunos ; Higgins es uno de estos estudiosos. Higgins, que La revolución busca los libros que necesita donde Suscripciones:
el libro no es entre sus manos Ull arma en la dicta un curso sobre Vallejo en la Universidad de los haya; y no sólo buscarlos, sino tomarlos y Puerto Rico y U S A $ 5.00
guerra de los oprimidos .contra los opresores, Su Liverpool, ha ido a Lima por un periodo de seis ponerlos al servicio del pueblo. Antes que los de-
Otros paises · $ 5.50
esplrltu de insurrección, tan espontáneo, tan ge- meses para concluir detalles de su disertación doc- rechos del autor, están los derechos del lector, se
neroso, no está nutrido por una especulación in- toral sobre los Poemas humanos. Con una rigurosa ha dicho. Por mi parte, estoy totalmente de acuer- Apartado 112
telectual. Salta del fondo de su ser pslguico. Su técnica estilística y al mismo tiempo con una in- do, y soy autor... » San Juan de Puerto Rico
reacción no está condicionada por un sistema filo- terpretación muy justa del pensamiento poético La actitud de Gulllén ha sido seguida por los es-
Colaboradores
munoo
nuevo
G. R. COULTHARD nació en Inglaterra, pero se desem- bién su carrera como poeta, para revelarse Juego como
pef\a en la Universidad de las Antillas, Kingston (Jamai- uno de los mayores narradores uruguayos: en libros
ca), como jefe del Departamento de Estudios Hispano- tales como La carreta y El paisano Agui/ar ha fijado
americanos. Ha publicado: Raza y cotor en la literatura definitivamente los perfiles rurales del noroeste de su
antillana (Sevilla, 1958), ampliada Juego en la edición pals; y en otros, como La victoria no viene so/a, ha
Oxford, 1962; y traducciones al inglés del poeta ecua- dado salida a su inquietud revolucionaria.
toriano Jorge Carrera Andrade (Visitar ot Mlst, Londres, 97, rue Saint-Lazare. París (9). Francia
1950). JOSE MANUEL FERNANDEZ VAZQUEZ (Espaf\a, 1937)
es un narrador espaf\ol que reside en Parls. Ha publi-
CESAR FERNANDEZ MORENO (Buenos Aires, 1919), es cado Todo ángel es terrible (cuentos), ediciones R, La SUSCRIPCION ANUAL
un poeta y ensayista argentino que colabora frecuente- Habana, 1965; y El tren de /as 11,30, La Tertulia, 1965.
Francia: 35 F * Otros paises europeos: 40 F * U. S . A.: 8 $
mente en esta revista. • Su Argentino hasta la muerte Trabaja actualmente en novela y teatro. Las páginas
-escribe Glannl Totl- es un libro clave de la nueva que hoy publicamos pertenecen a su novela, aún iné- América Latina: 6 $ (Para pago en moneda nacional informarse con el agente de cada pals)
poesla latinoamericana•. En esta ocasión da a conocer dita y ya reveladora de un talento muy singular.
el epistolario entre su padre Baldomero Fernández
Moreno (que firmaba su producción literaria sólo con PAULINO GARAGORRI (Espaf\a, 1916) cuenta con noto- AGENTES
su apellido; nacido y muerto en Buenos Aires, 1886- rio prestigio entre los lectores espaf\oles e hispanoame-
1950), y Enrique Amorlm (Salto, Uruguay, 1900-1960). ricanos que cultivan la aventura del pensamiento. ARGENTINA GUATEMALA
Esta correspondencia ha sido anticipada, en forma Próximo dlsclpulo de Ortega y Gasset, se ocupa de BUENOS AIRES: Suscripciones: Librarla Hachette, GUATEMALA : Distribuidora: Libreria Universal. 13
parcial, en su libro La realidad y tos papeles (Aguliar, la edición de su obra póstuma, tiene a su cargo una Rivadavia 739/45 - Distribuidora: Distribuidora de calle 4-16. zona 1.
cátedra de filosofla en la Universidad de Madrid, es Editores Reunidos. Tucumán 865. HOLANDA
Madrid, 1967) ; la presente versión, considerablemente
ampliada, incluye numerosos textos Inéditos. Baldomero secretario de redacción de la Revista de Occidente y BOLIVIA LA HAYA: Martinus Nijhoff, Langa Voorhout 9.
Fernández Moreno es uno de los grandes poetas de lleva publicados varios libros: Ortega. Una reforma de COCHABAMBA: Distrrbuldora: Los Amigos del
Libro, Calle Perú, esq. España, Casilla 450. - HONDURAS
la Argentina, agudo expositor lirico de la realidad de /a lilosofia (1958), La paradoja del filósofo (1959), Del SAN PEDRO SULA: Dolores de Dávila, Agencia
su pals, en libros como Ciudad, Intermedio provinciano, pasado al porvenir (1965), Re/acciones y disputaciones LA PAZ: Universal Bookstore, Mercado 1507, Ca-
silla 1548. - Gisbert y Cia., Comercio 1270/80. Paragón, Apartado postal 560.
Campo argentino; y de su propia intimidad, como en ortegu/anas (1965) y Ejercicios Intelectuales (1967), en
Casilla 195. MEXICO
Versos de Negrita y Penumbra. Amorim comenzó tam- el que figura el ensayo • Los desniveles de la vida•
BRASIL MEXICO D. F.: Distribuidora: Jesús Rodriguez,
que se publicó en el núm. 3 (setiembre de 1966) de
RIO DE JAN EI RO: Distribuidora y suscripciones: Rubén Darlo 102, Col. Moderna, Méx. 13.
Mundo Nuevo.
Librarla Hachette, 229/4". Av. Erasmo Braga, Caixa Suscripciones: Libralrie Fran<;:aise. Paseo de la
postal 1969. Reforma, 12.
ORDEN DE SUSCRIPCION CRISTIAN HUNEEUS (Chile, 1937), colaborador habitual
de Mundo Nuevo, narrador y critico. Estudió durante COLOMBIA NICARAGUA
MANAGUA: Distribuidora: Guillermo Bo;ge, la Calle
algunos años en la Universidad de Cambridge (Ingla- BOGOTA: Distribuidora y suscripciones: José
Envio a ustedes la cantidad de .......................................- ...• terra) ; fruto de esa experiencia es su relato •Cambridge Castano, Calle 23, n• 5-92 Interior 302, Apartado Nor-Este n• 71 7.
en diciembre», que se ha leido en el núm. 17 de esta Necional 38-58, Apartado Aéreo 14420. Tel.: 34-87-79. PAN AMA
revista. - Librarla Buchholz, Av. Jiménez de Quesada, 8-40. PANAMA: Suscripciones: José Menéndez. Agencia
importe de mi suscripción anual a •MUNDO NUEVO• COSTA RICA lnt. de Publicaciones, Apartado 2052.
JULIO ORTEGA (Perú, 1942), también colaborador SAN JOSE: Distribuidora: E. Calvo Brenes, Apar- PARAGUAY
a partir del número habitual de Mundo Nuevo, es un poeta, autor teatral tado 67. ASUNCION : Distribuidora y suscripciones: Enrique
y ensayista peruano. Su sensibilidad poética sumada CHILE Chase. Eligio Ayala, 971 .
Nombre y apellidos a su penetración hacen de él uno de los mejores SANTIAGO: Suscripciones : Librairie Fran(faise. PERU
crltlcos jóvenes de su pals. Prepara un libro de poemas Huérfanos 1076. Casilla 43 D.
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GUILLERMO SUCRE (Venezuela, 1933), es uno de Jos 1024. - QUITO: Librería Selecciones S. A.. Casilla LISBOA: Distribuidora: Agencia Internacional de
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más importantes poetas latinoamericanos de hoy, autor Livraria e Publica<;:oes, Rua S. Pedro de Alcántara,
de Mientras suceden tos d/as (1961). Ha escrito tam- ESPANA 63, 1" Do. - Suscripciones: Agence Havas, 234
bién un excelente libro sobre Jorge Luis Borges: Bor- MADRID 13: Suscripciones: Seminarios y Ediciones Rua Aurea, 242.
ges, el poeta (Unam, México, 1967}. Colabora frecuen- S.A., Av. de José Antonio, 88. Grupo de ascensores
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Caracas, el quincenario Imagen, que publica el INCISA Unión Distribuidora de Ediciones, e/. Muñoz Torre-
• MUNDO NUEVO• o giro postal (C. C. P. Parla ro, 4. Tel.: 222-77-44. tado 961.
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ESTADOS UNIDOS REPUBLICA DOMINICANA
rue Saint-Lazare, Parla IX". STO. DOMINGO: Distribuidora y suscripciones: Paz
NEW-YORK: Las Americas Publishi ng. 152 East
Suscripción anual: Advertencia 23rd Street, N.Y. 10010. - CHICAGO, llli nois 60647: y Alegria. Apart. 841 . Arz. Merino, 31-A.- Libreria
Giron's Radio 1335 N 18th St. Amengual. El Conde, n• 67.
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si no se menciona expresamente la procedencia. No
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se mantiene correspondencia sobre colaboraciones no
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solicitadas. Las opiniones contenidas en los trabajos
tercera de la cubierta.) 26, rue Monsieur-le-Prince. - Lib. Larousse, 58, rue Cosmos, Pasaje Rio Apure, Local 200, Sótanos
con firma pertenecen exclusivamente a sus autores.
des Ecoles. - Lib. Crovi lle, 20, rue de la Sorbonne. Centro Simón Salivar.
Esta es una revista de diAlogo. O

Oirecteur·Gérant de la publication : Jean-Yves Bouedo Imp. Moderna Gelbard. 20. r. F.-Ouval. Paris-4'

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