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Bases neurobiológicas de las agnosias

La percepción constituye un proceso constructivo en el que el sujeto desempeña


un papel activo y, en función de su experiencia, estado físico y afectivo, interpreta
y da forma a las sensaciones procedentes de los órganos de los sentidos. Esto
explica el por qué, aunque los estímulos sensoriales sean los mismos para todas
las personas, cada una de ellas percibirá cosas distintas. Se podría decir de forma
simplista que las sensaciones se transforman en percepción cuando cobran un
significado para el individuo (César Augusto Arango-Dávila, 2005)

En general, el proceso sensoperceptivo se da de la siguiente forma:

 El estímulo externo es captado por distintos receptores sensoriales (oído,


ojo, nariz, piel, papilas gustativas). Estos receptores convierten la expresión
física del estímulo (sonido, luz, olfato, calor, presión, gusto) en potenciales
de acción, que lo transforman en señales eléctricas que son conducidas a
las áreas de procesamiento primario del SNC. En éstas se elaboran las
características iniciales de la información de acuerdo con la naturaleza del
estímulo original (César Augusto Arango-Dávila, 2005)
 Posteriormente, la información ya elaborada, pasa a las áreas de
proyección sensorial secundaria que se encargan del reconocimiento de los
estímulos.
 A continuación, se activan las áreas de asociación, que calibran la
información recibida en función de los datos almacenados previamente en
la memoria, del estado afectivo, de experiencias pasadas similares, etc.
 Por último, entran en acción las áreas de representación. A ese nivel, se
produce el proceso de identificación consciente al que denominamos
percepción (César Augusto Arango-Dávila, 2005)

 La percepción es un proceso activo y selectivo se da en bloques


funcionales, que permiten integrar la experiencia mental (un atributo se
encuentra en varias partes a la vez) integración de la información.
 Las áreas primarias (área 17 para la vía visual, áreas 41 y 42 para la vía
auditiva y áreas 3, 1 y 2, o áreas primarias de la sensibilidad general, para
la vía somatosensorial) cuentan con neuronas especializadas en diferentes
atributos de la percepción (por ejemplo, en la corteza visual neuronas
relacionadas con la percepción del color, otras relacionadas con el
movimiento, otras con los contrastes, etc.) que se integran paso a paso al
transcurrir por áreas secundarias y terciarias. Lo más significativo de este
proceso es la integración de las diferentes categorías de la percepción
(visual, auditiva y somatosensorial) en una extensa área que corresponde a
las áreas 39 y 40 de Brodman. Esta unificación de las percepciones permite
el procesamiento de información transmodal, es decir, la conversión por
ejemplo de una percepción auditiva en visual o táctil o viceversa. Los
procesos transmodales son fundamentales para el desempeño de múltiples
funciones complejas como el lenguaje, la escritura, el cálculo matemático y
la autopercepción (César Augusto Arango-Dávila, 2005)

En la figura 2A, se muestra el proceso de integración polimodal en las áreas 39 y


40 de Brodmann, cabe sugerir que esta confluencia de información no es la única
vía de integración, sino que se conocen otras variantes como la proyección de
información visual sobre las áreas secundarias auditivas o las proyecciones de
áreas secundarias o terciarias a la corteza prefrontal sin transcurrir sobre las áreas
39 o 40.

En la figura 2B, que es la secuencia del procesamiento de información


somatosensorial, el área 3 se relaciona con la discriminación táctil, el área 2 con la
identificación de formas y el área 3 con la textura, se puede observar la secuencia
de integración hasta proyectarse a las áreas polimodales 39 y 40 y a la corteza
prefrontal (César Augusto Arango-Dávila, 2005)
Figura 1 (A), (B) (César Augusto Arango-Dávila, 2005)

Áreas 39 y 40 de Brodman- (Asociación terciaria). - Se encuentran situadas


en los giros angular y supramarginal respectivamente, que rodean la parte más
posterior de la cisura de Silvio.

En estas áreas se produce la integración de la información, lo que permite la


percepción de la forma, textura, tamaño, y la identificación de un objeto, estas
áreas tienen abundantes y desarrolladas conexiones recíprocas con el pulvinar del
tálamo (NEUROFISIOLOGÍA, 2013)

Figura 2.- Las agnosias se observan en casos de lesiones en las áreas de asociación parietal, temporal y
occipital (Ardila, 2015)
Bibliografía
Ardila, A. (05 de mayo de 2015). Revista Neuropsicología, Neuropsiquiatría y Neurociencias.
Obtenido de Revista Neuropsicología, Neuropsiquiatría y Neurociencias:
https://revistannn.files.wordpress.com/2015/05/5-ardila_historia-agnosias-enero-junio-
vol-151-2015.pdf

César Augusto Arango-Dávila, H. J. (2005). EL CEREBRO: DE LA ESTRUCTURA Y LA FUNCIÓN A LA


PSICOPATOLOGÍA. Revista Colombiana de psiquiatría, XXXIII(1), 36.

NEUROFISIOLOGÍA. (24 de diciembre de 2013). Obtenido de NEUROFISIOLOGÍA:


http://www.med.ufro.cl/Recursos/neuroanatomia/archivos/9_citoarquitectura_archivos/
Page569.htm

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