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Los payasos (del italiano pagliaccio), esos personajes con vestidos chillones y extravagantes,

comúnmente asociados con circos y cuya función es hacer reír a la gente, han existido desde el antiguo
Egipto, muchos son recordados con cariño: desde El Oliver hasta Krusty de la serie animada los
Simpsons, otros dan bastante miedo (Pennywise de la novela de Stephen King, It), pero ninguno ha sido
tan espantosamente malo y sanguinario como Pogo el Payaso, también conocido como John Wayne
Gacy.

Nacido en Chicago el 17 de marzo de 1942, Gacy era el segundo de tres hijos del matrimonio Gacy. John
durante su niñez siempre intentó ganar la aprobación de su padre John Stanley Gacy, fallando
miserablemente una y otra vez, su madre Marion Elaine Robinson, intentó proteger a su hijo de la mala
sangre que le tenía su padre, solo logrando que aparte de las golpizas que recibía periódicamente, se le
tildara de “hijito de mamá”.

En 1949, un incidente en el cual el pequeño John y un compañero fueron atrapados abusando de una
niñita, dejó en claro que algo no estaba bien en la mente del pequeño. Ese mismo año, el mismo John
fue abusado sexualmente por un amigo de la familia, cosa que mantuvo en silencio hasta mucho
después, por miedo a que su padre lo golpeara en castigo.

Enfermizo durante su niñez y posterior adolescencia, John Wayne Gacy, tuvo muy pocos amigos y
mientras vivieron en el mismo techo, las burlas y maltratos de su padre nunca cesaron.

A los 18 años el joven Gacy se unió al partido demócrata, de nuevo su padre criticó su decisión y los
catalogó de afeminado; Gacy por su parte consiguió una nominación dentro del partido. La inclinación de
Gacy por la política se convertirá en una constante en su vida y el mismo John declaró que era producto
de su necesidad de ser aceptado por los demás.

En 1962, Gacy abandona su hogar y se va a vivir a Las Vegas como chofer de ambulancia y
posteriormente como asistente de embalsamador en una funeraria; durante ese tiempo Gacy vivía en la
trastienda de la funeraria y en una oportunidad tiene su primera experiencia homosexual con el cadáver
de un joven al que estaban preparando para su funeral.

Esa experiencia afectó tanto a Gacy que inmediatamente llamó a su madre y regreso a su casa en
Chicago, donde en 1963 se gradúa de la Northwestern Business College.

Posteriormente, el joven emprendedor comienza a trabajar en una compañía de venta de calzado, en


1964 lo trasladan a Illinois donde conoce a la joven Marlynn Myers, nueve meses después ya eran
marido y mujer. El padre de Marlynn compró tres sucursales de Kentucky Fried Chicken y se las dejó a su
cargo con la condición de que se mudaran a Iowa.

El joven Gacy, no cesó en sus aspiraciones políticas y se unió a la United States Junior Chambers
(también denominados Jaycee), donde comenzó a destacar como un trabajador incansable.
Paralelamente, Gacy tuvo su segunda experiencia homosexual, con un colega de esta organización.

En 1965, Gacy fue elegido como vice-presidente de la organización, todo parecía ir bien para él y su
esposa, tuvieron a su primer hijo Michael en 1966, seguido por una hija, Christine en 1967, inclusive su
padre John Stanley Gacy, se disculpó con él, durante una visita hecha al hogar de los Gacy en Iowa.

Debajo de esta vida de ensueño, se escondía la turbulenta vida dentro del Jaycee, en la cual las drogas, el
intercambio de parejas, la prostitución y la pornografía eran regulares en las reuniones de la
organización, llegando al punto que John abrió un “club” privado en su sótano, donde organizaba fiestas
con sus empleados de KFC, especialmente con aquellos de su mismo sexo, a quienes prefería, frente a las
damas.

En marzo de 1968, el castillo de naipes que era la vida de John Wayne Gacy comenzó a tambalearse,
cuando el hijo de 15 años de un compañero de los Jaycee, Donal Vorhees, le contó a su padre, que Gacy
había abusado de él; el padre de Vorhees
Con nombre de un famoso actor de cine, John Wayne Gacy también adquirió celebridad, pero
lamentablemente por asesinar a una treintena de adolescentes y por mantener durante años en jaque a
la Policía de Chicago.

El 14 de marzo de 1942, John Stanley Gacy y Marion Robinson trajeron al mundo en Chicago a quien
sería su único hijo varón. Lo llamaron John Wayne en honor al actor que Marion tanto admiraba. En
1980, con 42 años, este hombre fue declarado culpable y sentenciado a muerte por el asesinato de
treinta y tres personas en seis años. Quienes escribieron sobre él recalcaron su físico fortachón y su cara
bastante aniñada, como si hubiera sido un niño atrapado en el cuerpo de un adulto.

La información sobre la infancia de Gacy es escasa, pero significativa. De todas formas, es difícil explicar
su comportamiento, al que muchos definieron como «antisocial». Sí se conocen sus primeros instantes
en el mundo: el parto de su madre fue difícil y desde que nació tuvieron que aplicarle enemas y
supositorios diarios durante tres meses por dificultades respiratorias. Ese tratamiento fue sumamente
agresivo para una criatura tan pequeña, e impensado de llevarse a cabo por orden médica, según las
referencias de algunos doctores consultados.

La psiquiatra Hellen Morrison, quien escribió varios capítulos sobre Gacy en su libro Mi vida con los
asesinos en serie, recogió el siguiente testimonio telefónico de Marion, la madre de Gacy: “el parto se
retrasó un poco y cuando por fin nació estaba morado. Le di enemas y supositorios. Cada día. Se los
receté yo misma, todos los días durante los primeros tres meses”.

Sin embargo, cuando la psiquiatra se encontró personalmente con ella, Marion negó haber realizado
dicha declaración. La aplicación de ese tratamiento abre sospechas sobre la salud mental de la madre.
No se puede asegurar que John Gacy fuera un hijo buscado y deseado por sus padres, pero sí que sufrió
tempranos daños psicológicos. Su padre era un hombre agresivo física y psicológicamente, y su madre
era víctima de esa violencia. En muchos sentidos, fue una madre ausente.

Gacy fue el segundo, y único varón, de tres hijos que tuvo el matrimonio. De sus hermanas se conocen
solo las edades: Karen era dos años menor que él, y Joanne dos años mayor. Gacy las apreciaba mucho,
al igual que a su madre, pero hasta que su padre falleció él no logró tener una relación estrecha con
ninguna de ellas, especialmente con su madre.

El padre de Gacy era un abusador en el más amplio de los sentidos. Descalificaba constantemente a su
hijo a través de la indiferencia y de insultos sumamente hirientes. Lo trataba de afeminado y mariquita,
le impedía el vínculo con las mujeres de la casa (fundamentalmente con la madre), lo rechazaba
permanentemente y, cuando estaba alcoholizado (casi siempre), lo golpeaba. El comportamiento del
padre generaba en John Jr. una frustración muy grande y un intento incesante de obtener su aprobación
y su amor. Por el contrario, John Stanley Gacy nunca demostró el menor interés por su hijo, incluso
cuando su conducta y sus logros fueron excelentes. El padre se volvió un objetivo inalcanzable y una
razón de lamento en la vida John Jr., quien inclusive llegó a justificar su actitud diciendo: “nunca evadí a
mi padre porque lo amaba, por lo que aguantó”.

¿Qué fue lo que tuvo que “aguantar” el padre? Lo desconocemos.

A partir de la entrevista realizada a Marion por la doctora Morrison, se sabe que el padre: “tenía heridas
de la guerra…y un tumor cerebral. Por eso le cambiaba el humor constantemente, podía ser agresivo
tanto verbal como físicamente”.

Los frecuentes desmayos y pérdida de conocimiento que sufría Gacy contribuyeron a esa etiqueta de
niño enfermizo, sensible, delicado, femenino. En palabras de su padre: “mariquita”. A pesar del amor no
correspondido con la figura paterna, entre otros dilemas familiares, Gacy se desenvolvía adecuadamente
durante su infancia: sacaba muy buenas notas, era querido.

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