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Descripción general

La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad progresiva que destruye la


memoria y otras funciones mentales importantes. Inicialmente, una persona con la
enfermedad de Alzheimer puede experimentar una confusión leve y problemas
para recordar cosas. Con el tiempo, las personas con esta enfermedad pueden
llegar a olvidarse de personas importantes para ellas y sufrir cambios drásticos en
la personalidad.

La enfermedad de Alzheimer es la causa más frecuente de demencia, un grupo de


trastornos cerebrales que causa la pérdida de las habilidades intelectuales y
sociales. En la enfermedad de Alzheimer, las células del cerebro se deterioran y
mueren, lo que provoca una disminución de la capacidad de la memoria y de la
función mental.

Los medicamentos y las estrategias de control que se emplean hoy en día para
tratar la enfermedad de Alzheimer pueden mejorar los síntomas temporalmente.
De esta manera, las personas con la enfermedad de Alzheimer pueden prolongar
al máximo sus funciones y desenvolverse en forma independiente un poco más.
Sin embargo, como la enfermedad de Alzheimer no tiene cura, es importante
obtener servicios de apoyo y ponerse en contacto con una red de apoyo lo más
pronto posible.

Síntomas

Al principio, es posible que los únicos síntomas de la enfermedad de Alzheimer


que observes sean una mayor falta de memoria o una confusión leve. Con el
tiempo, sin embargo, la enfermedad te quita más memoria, especialmente, tus
recuerdos recientes. La velocidad con la que los síntomas empeoran varía de una
persona a otra.

Si tienes la enfermedad de Alzheimer, puedes ser el primero en darte cuenta de


que tienes problemas inusuales para recordar las cosas y organizar tus
pensamientos. O quizás no te des cuenta de que algo anda mal, incluso cuando
tus familiares, amigos y compañeros de trabajo pueden percibir los cambios.
Los cambios que la enfermedad de Alzheimer produce en el cerebro generan
problemas que van en aumento y que afectan lo siguiente:

Memoria

Todos experimentan fallas de la memoria de vez en cuando. Es normal que te


olvides en dónde dejaste las llaves o del nombre de un conocido. Sin embargo, la
pérdida de memoria asociada con la enfermedad de Alzheimer persiste y
empeora, y afecta tu capacidad para desempeñarte en el trabajo y en el hogar.

Las personas con la enfermedad de Alzheimer pueden tener las siguientes


conductas:

 Repetir afirmaciones y preguntas, y no darse cuenta de que ya hicieron la


pregunta antes

 Olvidarse de conversaciones, consultas o acontecimientos, y no recordarlos


después

 Colocar sistemáticamente objetos personales en el lugar equivocado, a


menudo en lugares absurdos

 Perderse en lugares que ya conocen

 Finalmente, olvidarse los nombres de familiares y objetos de uso cotidiano

 Tener problemas para identificar objetos con las palabras correctas, expresar
pensamientos o participar en conversaciones

El pensamiento y el razonamiento

La enfermedad de Alzheimer causa problemas para concentrarse y pensar, en


especial sobre conceptos abstractos, como los números.

Realizar múltiples tareas a la vez también resulta particularmente difícil, y controlar


las finanzas, poner al día las cuentas y pagar las facturas en forma puntual son
tareas que pueden plantear un desafío. Estas tareas pueden resultar cada vez
más difíciles y la persona afectada puede no ser capaz de reconocer ni de trabajar
con números.
Hacer valoraciones y tomar decisiones

Responder de manera efectiva a los problemas de todos los días, como si se


quema la comida sobre la hornalla o si se enfrenta una situación imprevista
mientras se conduce, termina siendo cada vez más complejo.

Planificar y realizar actividades familiares

Con el avance de la enfermedad, las actividades que, en algún momento, fueron


parte de la rutina y que requerían el seguimiento de pasos secuenciales, como
planear y elaborar una comida o jugar un juego favorito, se transforman en una
dificultad. Con el tiempo, las personas con la enfermedad de Alzheimer avanzada
pueden olvidarse de cómo realizar tareas básicas, como vestirse y bañarse.

Cambios en la personalidad y en la conducta

Los cambios que la enfermedad de Alzheimer produce en el cerebro pueden


afectar el modo en que te desenvuelves y cómo te sientes. Las personas con la
enfermedad de Alzheimer pueden experimentar lo siguiente:

 Depresión

 Apatía

 Retraimiento social

 Cambios de humor

 Desconfianza de otras personas

 Irritabilidad y agresividad

 Cambios en los hábitos de sueño

 Deambulación

 Desinhibición

 Delirios, como creer que le han robado algo

Muchas habilidades importantes se pierden solo en una etapa avanzada de la


enfermedad. Entre ellas se incluyen la capacidad para leer, bailar, cantar, disfrutar
de música antigua, realizar manualidades, practicar pasatiempos, relatar historias
y evocar recuerdos.

Esto se debe a que la información, las habilidades y los hábitos que se


aprendieron durante los primeros años de vida son los últimos conocimientos que
se pierden a medida que la enfermedad avanza; la parte del cerebro que
almacena esta información suele verse afectada en una etapa avanzada de la
enfermedad. Hacer uso de estas capacidades puede fomentar el desempeño
satisfactorio y la calidad de vida hasta la etapa moderada de la enfermedad.

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Causas

Los científicos creen que, en la mayoría de los casos, la enfermedad de Alzheimer


es consecuencia de una combinación de factores genéticos, del estilo de vida y
ambientales que afectan el cerebro a lo largo del tiempo.

Menos del 5 por ciento de las veces, la enfermedad de Alzheimer es causada por
cambios genéticos específicos que prácticamente garantizan que una persona
desarrollará la enfermedad.

Aunque las causas de la enfermedad de Alzheimer no se comprenden


completamente, su efecto en el cerebro es claro. La enfermedad de Alzheimer
daña y mata las células del cerebro. En comparación con un cerebro sano, un
cerebro afectado por la enfermedad de Alzheimer tiene una cantidad mucho
menor de células y de conexiones entre las células que sobreviven.

Como cada vez mueren más células, la enfermedad de Alzheimer produce una
reducción considerable del tamaño del cerebro. Cuando los médicos examinan
con un microscopio el tejido cerebral afectado por la enfermedad de Alzheimer,
observan dos tipos de anomalías que se consideran características específicas de
la enfermedad:

 Placas. Las placas son depósitos de una proteína denominada


«beta amiloide» que pueden dañar o destruir las células cerebrales de
diversas maneras, incluso afectar la comunicación entre las células. Aunque
se desconoce la causa fundamental de la muerte de las células del cerebro
en la enfermedad de Alzheimer, la acumulación de beta amiloide fuera de las
células del cerebro es la principal sospechosa.

 Ovillos. Las células del cerebro dependen de un sistema interno de soporte y


de transporte que traslada los nutrientes y otros materiales esenciales a lo
largo de sus extensas prolongaciones. Este sistema requiere que la
estructura de la proteína llamada «tau» sea normal y que funcione sin
alteraciones.

En la enfermedad de Alzheimer, las cadenas de proteína tau se tuercen y


forman ovillos anormales en el interior de las células del cerebro, lo que hace
que falle el sistema de transporte. Esta falla también tiene una gran influencia
en la disminución y en la muerte de las células del cerebro.

Factores de riesgo
Edad

La edad avanzada es el mayor factor de riesgo para desarrollar la enfermedad de


Alzheimer. Si bien la enfermedad de Alzheimer no forma parte del envejecimiento
normal, el riesgo de tener la enfermedad aumenta considerablemente después de
los 65 años. El índice de demencia se duplica cada década después de los
60 años.

Las personas con cambios genéticos raros vinculados con un comienzo temprano
de la enfermedad de Alzheimer empiezan a tener síntomas a los 30 años.

Antecedentes familiares y genética

El riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer es, al parecer, un poco más alto


si un familiar de primer grado (padre o hermano) tiene la enfermedad. Los
científicos han identificado cambios raros (mutaciones) en tres genes que
prácticamente garantizan que una persona que los hereda padecerá la
enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, estas mutaciones representan menos del
5 por ciento de los casos de la enfermedad de Alzheimer.
Todavía se desconoce la mayoría de los mecanismos genéticos de la enfermedad
de Alzheimer entre el grupo familiar. El mayor riesgo que los investigadores han
hallado hasta el momento es la presencia de la apolipoproteína e4 (APoE4),
aunque no todas las personas con este gen padecen la enfermedad de Alzheimer.
Se han identificado otros genes que suponen un riesgo, pero esto no se confirmó
de manera definitiva.

Síndrome de Down

Muchas personas con síndrome de Down padecen la enfermedad de Alzheimer.


Los signos y síntomas de la enfermedad de Alzheimer suelen aparecer entre 10 y
20 años antes en las personas con síndrome de Down en comparación con la
población general. Un gen presente en el cromosoma extra que causa el síndrome
de Down aumenta considerablemente el riesgo de padecer la enfermedad de
Alzheimer.

Sexo

Al parecer, las mujeres tienen más probabilidades que los hombres de padecer la
enfermedad de Alzheimer; esto se debe, en parte, a que viven más.

Deterioro cognitivo leve

Las personas con deterioro cognitivo leve tienen problemas de memoria y otros
síntomas de deterioro cognitivo que son peores respecto de lo que podría
esperarse por su edad, pero no lo suficientemente graves para determinar un
diagnóstico de demencia.

Las personas con deterioro cognitivo leve tienen más riesgo (pero no la certeza)
de padecer demencia. Tomar medidas para llevar un estilo de vida saludable y
adoptar estrategias para compensar la pérdida de la memoria en esta etapa puede
ayudar a retrasar o a evitar la progresión de la enfermedad hasta convertirse en
demencia.

Traumatismo craneal en el pasado


Las personas que han sufrido un traumatismo craneal grave corren, al parecer,
más riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer.

Estilo de vida y salud del corazón

No se ha demostrado de manera definitiva la existencia de un factor del estilo de


vida que reduzca el riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer.

Sin embargo, existe evidencia que sugiere que algunos factores aumentan el
riesgo de tener enfermedades del corazón y también aumentan las probabilidades
de padecer la enfermedad de Alzheimer. Por ejemplo:

 Falta de ejercicio

 Obesidad

 Tabaquismo o exposición al tabaquismo pasivo

 Presión arterial alta

 Nivel elevado de colesterol en sangre

 Diabetes tipo 2 mal controlada

 Dieta sin frutas ni vegetales

Estos factores de riesgo también están vinculados con la demencia vascular, un


tipo de demencia producida por la presencia de vasos sanguíneos lesionados en
el cerebro. Trabajar junto con el equipo de atención médica en la elaboración de
un plan para controlar estos factores te ayudará a proteger tu corazón y, a su vez,
a reducir el riesgo de tener enfermedad de Alzheimer o demencia vascular.

Educación permanente y participación en actividades sociales

De acuerdo con los estudios realizados, existe una asociación entre la


participación permanente en actividades de estímulo mental y social y un menor
riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer. Los niveles educativos bajos,
inferiores a la formación secundaria, parecen ser un factor de riesgo de la
enfermedad de Alzheimer.
Complicaciones

La pérdida de la memoria y del lenguaje, el deterioro del juicio y otros cambios


cognitivos causados por la enfermedad de Alzheimer pueden complicar el
tratamiento de otras enfermedades. Una persona con la enfermedad de Alzheimer,
posiblemente, no pueda hacer lo siguiente:

 Expresar que siente dolor, como el producido por un problema dental

 Informar síntomas de otra enfermedad

 Seguir un plan de tratamiento indicado

 Darse cuenta de efectos secundarios de los medicamentos o describirlos

A medida que la enfermedad de Alzheimer avanza hacia las últimas etapas, los
cambios en el cerebro comienzan a afectar las funciones físicas, como tragar,
mantener el equilibrio y el control del intestino y de la vejiga. Estos efectos pueden
aumentar la vulnerabilidad frente a otros problemas de salud, como los siguientes:

 Inhalación de alimentos o líquidos hacia los pulmones (aspiración)

 Neumonía y otras infecciones

 Caídas

 Fracturas

 Úlceras de decúbito

 Desnutrición y deshidratación

Prevención

Actualmente, no existe un método de eficacia comprobada para prevenir la


enfermedad de Alzheimer. Se están investigando estrategias de prevención. De
acuerdo con la evidencia más contundente hasta el momento, es posible disminuir
el riesgo de tener la enfermedad de Alzheimer reduciendo el riesgo de tener una
enfermedad cardíaca.
Muchos de los factores que aumentan el riesgo de tener enfermedades cardíacas
también pueden aumentar el riesgo de tener enfermedad de Alzheimer y demencia
vascular. Algunos de los factores importantes que pueden influir son presión
arterial alta, nivel elevado de colesterol en sangre, sobrepeso y diabetes.

La dieta mediterránea, que se centra en el consumo de productos frescos, aceites


saludables y alimentos con bajo contenido de grasas saturadas, puede reducir el
riesgo de muerte por una enfermedad cardiovascular o un accidente
cerebrovascular. A su vez, esta dieta se ha asociado con un menor riesgo de tener
la enfermedad de Alzheimer.

Una vida activa desde el punto de vista físico, mental y social es más placentera y
también puede ayudar a reducir el riesgo de tener la enfermedad de Alzheimer.

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