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BIOGRAFIA DE LA MARINERA NORTEÑA

La Marinera es un género musical peruano que adquiere su nombre


después de la Guerra con Chile, y en homenaje a la marina peruana. El
nombre fue propuesto por don Abelardo Gamarra "El Tunante",
connotado escritor y periodista. En su afán de preservar la marinera,
"El Tunante" decidió inmortalizarla en el pentagrama. Para ello escogió
una pieza de marinera especialmente compuesta por él y por don José
Alvarado, uno de los más populares compositores criollos de la época.
Pero no fue nada fácil llevar la marinera al papel; no había quien se
dignara a hacerlo y los artistas capaces de realizar tan difícil trabajo
estaban dedicados a la música clásica y miraban por encima del hombro
a la música popular. En 1893, "El Tunante" asistió a un concierto de
piano ofrecido por una niña limeña, considerada todo un prodigio de la
música. Continuando su proyecto de eternizar la marinera,
entusiasmado habló con esta talentosa niña y con sus padres para que
fuera ella la encargada de continuar ese trabajo musical. "El Tunante"
canturreaba y la pequeña escribía las notas. Así nació "La Decana",
nombre de una marinera que, luego, el pueblo denominaría "La
Concheperla". Esta admirable niña, incansable difusora y recopiladora,
fue doña Rosa Mercedes Ayarza de Morales , notable y aplaudida
compositora de ritmos peruanos. Tipos y Escuelas de Marinera En la
actualidad es una danza que se practica en todo el país adquiriendo en
cada región características particulares, siendo las más reconocidas: la
marinera limeña o canto de jarana, la marinera norteña, la marinera
serrana con variantes en cada departamento como son la marinera
arequipeña o pampeña, la marinera cuzqueña, la ayacuchana, etc. siendo
indiscutible que en todas ellas existen elementos de diversas fuentes
culturales La Marinera Limeña, se ejecuta mayormente en tono mayor,
alegre y vivaz; el canto en contra punto, es el fundamento de este
género musical, cuya estructura literaria y musical, bastante compleja,
es única en el cancionero popular peruano. Termina generalmente con
una "resbalosa y fuga", de movimiento más rápido. La Marinera Norteña
o Costeña, las de Trujillo y Moche son más pícaras, movidas,
coquetas, se bailan descalzas y con pañuelos. En Moche se baila con chal
o rebozo. Las de Chiclayo y Monsefú se bailan también descalzas, son
muy movidas, con cepillados de pies, saltitos, se juega con los sombreros
y pañuelos, son bailes muy populares y más indígena, pero no por
ello menos apreciadas, pues permiten el lucimiento de las parejas de
bailarines al máximo. Los tonos van de menor a mayor y de mayor a
menor de regreso. Es sensual, coqueta y más vivaz que la Limeña, y
siempre se repite, de allí sale la voz de "No hay primera sin segunda".
La Piurana es más sencilla y con más saltos, más parecida al Tondero. Los
Orígenes del género Los orígenes de la marinera han motivado
encendidas polémicas entre africanistas, hispanistas e indigenistas.
Ricardo Palma en su libro "Tradiciones Peruanas" escribió que a fines
del Siglo XVIII Don Baltazar Jaime Martínez de Compagnon, Obispo
de Trujillo, a quien llamó el "Obispo de la Lisura", describió los bailes
nativos como bailes de tierra alta y bailes de tierra baja. Con el tiempo
este baile de tierra baja fue modificándose tomando aportes e
influencias de pasos de baile, música, vestuarios e instrumentos
españoles, andinos y africanos; propios del mestizaje que ocurrió en
esta parte del Perú con la llegada de españoles y negros africanos ya
con la influencia caribeña. Y de este mestizaje de "tierra alta", Huayno,
Zamacueca, Jota Aragonesa, Fandango y el minué francés, nació el hoy
conocida Marinera. Tras pasar por periodos de olvidos y de haber
viajado por todo el cono sur cambiando de aires y nombres, se convirtió
en la señorial, coqueta y atrevida Marinera que se ejecuta hoy en día.
Por ende este es un baile propio y típico de la costa norte del Perú. Uno
de los estudios más serios realizado es el de don Fernando Romero que
demuestra cómo la Marinera Limeña actual proviene de la Zamacueca.
Valorando el contenido africano sin descartarlo hispano y lo indígena, el
historiador se expresa así:

"La marinera es un baile de la costa del Perú, tiene la más limpia carta
de ciudadanía; por nacional, por criolla, o mestiza, todo lo cual es ser
peruana. Ella, como nuestro pueblo ha tomado elementos que
pertenecieron al blanco dorado y conquistador, al esclavo de ébano
africano y al quechua cobrizo sentimental. Hay un indudable pasado
negro en la marinera. En cierta parte de la melodía alegre e incitante.
En el acoso sexual con que el macho persigue a la hembra. Y en el
quimboso donaire con que ésta muele, mediante sus caderas, promesas
y esperanzas. Pero frente a tal herencia africana se levanta una
española y otra indígena. Ciertos movimientos del pie femenino y la
suave elegancia con que la mujer maneja el pañuelo, nos recuerda la jota
vivaz y aragonesa. Y a pesar del atuendo colorista del ritmo rápido como
una alegría, en toda marinera suena un ay! dolorido con que la voz
indígena se queja todavía de los siglos de explotación y
menosprecio"(Romero, l930)En los relatos sobre el Festival de
Amancaes se llega a hablar de marinera y de zamacueca
indistintamente, considerándola el mismo género. Solamente el análisis
minucioso de la estructura musical y la comparación con estructuras
españolas nos dará información sobre su discutido origen africano,
árabe, español o indígena; aunque lo más probable es que rasgos de una
u otra procedencia se hayan sintetizado en el correr del tiempo.
Marinera limeña Es más elegante o de salón, cadenciosa, se baila con
zapatos y pañuelos. Puede interpretarse en tono mayor o menor. La
marinera de contrapunto o "canto de jarana" suele constar de tres
marineras, resbalosa y una sucesión de fugas. En cuanto a los
instrumentos con que ésta se interpreta, se encuentran hoy la guitarra,
el cajón y las palmas (una sola persona debe palmear fijamente para
marcar el compás). Antiguamente, la marinera en la región de Lima se
interpretó también con arpa y ocasionalmente bandurria o laúd, en
cuanto a los instrumentos de cuerda. En cuanto a la percusión esta era
enriquecida con la presencia del tamborete, instrumento con la
apariencia de una mesa (como puede verse en la revista Mundial), del
que lamentablemente no queda hoy ningún ejemplar. Se concluye la
marinera con la fuga, una suerte de exclamación final que concluye la
danza en una forma alegre. Hoy en día, la elegante marinera Limeña se
ve opacada por el éxito de la marinera norteña, por sus cualidades
escenográficas y su carácter más popular, aunque siga siendo bailada
por un cada vez más reducido grupo de aficionados, en especial durante
las fiestas de octubre o las celebraciones por el aniversario de Lima.
Vea también "Marinera, Limeña y coqueta"
Marinera norteña
Se desconoce su origen exacto. Adquirió características de bailes coloniales
de nativos norteños y fue conocida como marinera durante la Guerra del
Pacífico.

En la marinera norteña el hombre baila con zapatos, en cambio la mujer, que


representa a la campesina, no los usa. Con los ensayos y la práctica constante
las plantas de los pies de las bailarinas se les curten y endurecen y pueden
bailar descalzas sobre suelos irregulares, pedregosos, muy ásperos y con
frecuencia extremadamente calientes sin que esto afecte la calidad del baile,
algo muy apreciado por el público y que para ellas es motivo de gran
orgullo, como lo indica el conocido refrán "mientras peor el suelo, mejor la
bailarina"
"La danzante de marinera debe presentarse en la pista de baile
vistiendo sus mejores trajes pero con los pies desnudos, de la misma
forma que lo hacían las campesinas norteñas del siglo XIX.

Estando obligadas a bailar descalzas en cualquier superficie sin


mostrar ninguna incomodidad, las bailarinas profesionales deben
practicar lo suficiente para desarrollar callos gruesos en las plantas
de sus pies."
"También se acostumbra que la mujer baile sin zapatos, al igual que
las personas del lugar, y que en un alarde de preservar la tradición
las mujeres del lugar que bailan la marinera asumen una actitud de
orgullo al endurecer los pies con gruesos callos para poder soportar
el rigor de la danza en superficies difíciles, es de esa manera como
se exige bailar hoy en los diferentes concursos. Para el caso de los
hombres no hay tal disposición."
"La bailarina en este tipo de marinera baila descalza sin importar
el suelo, y una bailarina profesional de Marinera Norteña
usualmente practica lo suficiente para desarrollar callos gruesos en
las plantas de sus pies de modo que pueda bailar cómodamente en
pavimento caliente o en asfalto áspero."
Además de destreza y ensayos constantes, la marinera demanda también gran
esfuerzo físico y sacrificios por parte de los bailarines, quienes deben
someterse a ejercicios y dietas adecuadas. Tal es así que con el fin de
fortalecer las plantas de sus pies es bien sabido que muchas bailarinas
entrenan saliendo a caminar descalzas a la calle, yendo a distintos lugares
como parte de su día a día y en sus ratos libres, siendo lo que se conoce como
"barefooters" o "descalcistas". Las más avanzadas incluso llegan a caminar sin
zapatos sobre vidrios rotos, en la nieve y a apagar cigarrillos en las plantas
de sus pies como parte de su rutina de entrenamiento y para demostrar lo
resistentes que éstas son, lo que les hace merecedoras de la admiración de
sus amistades y conocidos y del público en general. Los varones por su parte
practican incansablemente el zapateo y los distintos pasos hasta dominarlos.
Un bailarín de marinera norteña deja de lado compromisos sociales, familiares
y horas de descanso con tal de dedicar tiempo a su pasión.
La marinera en el norte (departamentos de Lambayeque, La Libertad, Piura y
otros) es ágil, elegante, libre, alegre y espontánea, mostrando durante todo
el baile un coloquio amoroso en el cual la dama coquetea con picardía, astucia
e inteligencia expresando su afectividad, mientras el varón galantea,
acompaña, acecha y conquista a su pareja. Este mensaje se desarrolla durante
la ejecución del baile y es necesario que sea cantada como en el caso de la
"Limeña", aunque también se puede bailar con banda de músicos. Se trata de
un baile de contrapunto donde el varón y la dama deberán demostrar su
destreza y habilidad.

En lo referente al vestido típico de las damas debemos mencionar que no


existen vestidos de marinera, sino más bien las bailarinas deben lucir vestidos
típicos de los pueblos norteños a la usanza de como vestían a comienzos del
siglo XIX, eso sí, bailando siempre con los pies descalzos. Es completamente
inaceptable el uso de zapatillas, balerinas, esparadrapo o cualquier clase de
calzado para la interpretación de este baile, lo que se refleja en el dicho
popular "con zapatos no es marinera norteña"
En los varones es muy conocido el típico traje del cholo norteño, por algunos
conocidos ¨de chalán¨, con poncho de telar y de hilo, acompañado de
sombrero de paja de ala ancha. En algunos pueblos del norte se usa el terno
de dril blanco de costura simple, característica de toda la costa norte
peruana. En cuanto al calzado este debe ser negro y de vestir.

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