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Introducción.
El libro escogido para la actividad de lectura se trata de Auschwitz: Los nazis y la solución final.
Fue publicado en el año 2005 y traducido al español por la editorial Planeta. Consta de 440 páginas,
índices y anexos incluidos.
Escrito por Laurence Rees, historiador británico que ha escrito numerosos libros sobre el régimen
nazi en el marco de la Segunda Guerra Mundial: Nazis, a Warning from History, War of the
Century, The Holocaust: a new history, entre otros.
El presente libro lleva emparejado una serie de televisión producida y escrita por el propio Laurence
Rees distribuida por la BBC y que cuenta los hechos que se describen en el presente libro.
El libro, como su propio título anuncia, es un relato sobre la construcción y el desarrollo del centro
de campos de concentración y exterminio conocido como Auschwitz.
Construido en el año 1940 en las tierras de Oświęcim, en Polonia, es considerado el mayor centro
de exterminio de judíos y prisioneros de guerra. Se estima que fueron un millón cien mil las
personas asesinadas en Auschwitz. Y el libro, centrándose en dicho campo de exterminio, va
explicando el desarrollo vital del complejo, así como el relato vivencial de muchas personas que
sufrieron Auschwitz en sus carnes.
Debido a la limitación de la extensión de la reseña, me limitaré a hablar de dos puntos, los cuales
me han aportado mayor interés durante y posteriormente a la lectura del libro, así como una
conclusión final con los aspectos más técnicos valorativos del escrito.
Por tanto, llegamos al siguiente punto que quería tratar en este apartado: ¿cómo se convence a una
masa humana tan numerosa y se les impone el dogma ideológico de que los judíos son el mal y hay
que exterminarlos?
Es indudable que el control de masas es un poder muy importante. Tener el control de las masas
permite moldear a la gente para que lleven a cabo actos que seguramente no llevarían a cabo de otra
forma.
Por todos es conocida la figura de Adolf Hitler. Independientemente de sus terribles ideas, es
innegable considerar a Hitler como un brillante orador y con una capacidad innata para el control de
masas. Lo define a la perfección una escena de la película El discurso del rey, con el rey Jorge VI
del Reino Unido (interpretado por un brillante Colin Firth), donde el monarca y su familia están
viendo un pase de noticias en el cual aparece Adolf Hitler dando un discurso. Una de las hijas del
rey Jorge IV le pregunta a su padre qué está diciendo ese hombre. Y el padre, en lugar de explicarle
las terribles palabras que el alemán estaba pronunciando, se limitó a responderle “No lo sé, hija.
Pero me parece que lo está diciendo muy bien”.
Sin duda, el carisma de un líder y la proyección de dicho líder como “salvador” de la sociedad
alemana, ayudaron a que muchísimos alemanes creyeran en Hitler ciegamente y le apoyaran en
todos sus ideales. Hasta el punto de, como se dice coloquialmente, “lavarles el cerebro”.
¿Pero cuales son los motivos por los que las mentes de los alemanes fueron tan maleables como
para comprar el discurso del nazismo? Wilhelm Reich, en su libro La psicología de masas del
fascismo, explica que el apoyo masivo al nazismo habría sido consecuencia de la represión sexual
propia de un modelo de familia autoritario muy extendido entre las clases medias y entre gran parte
de los trabajadores. La represión de los instintos sexuales más profundos y desde la más tierna
infancia habría creado individuos con grandes carencias y frustraciones que habrían tratado de
compensar participando en un movimiento autoritario y obedeciendo a un líder que reproducía a
nivel político esas mismas estructuras autoritarias de la familia.
Puede que sea uno de los motivos o puede que, en general, el ser humano sea propenso a la
manipulación. Las carencias mentales que la gran parte de individuos presentamos pueden ser
aprovechadas por otros individuos para jugar con ellas.
Sin duda, el carisma de un líder nato, junto a un programa de propaganda terriblemente eficaz (no
puedo dejar de mencionar a Joseph Goebbels, el ministro de propaganda del Tercer Reich) son
elementos perfectos para el convencimiento de las masas.
Por tanto, y para finalizar con el análisis del régimen nazi y sus consecuencias, no puedo evitar
hacerme una pregunta que supongo recurrente para todo aquel que haya leído el libro de Laurence
Rees: ¿es posible un nuevo holocausto en la sociedad actual?
Valoración final.
Es difícil valorar este libro.
Si bien no deja de ser un ensayo muy correctamente escrito, muy documentado y con una extensión
adecuada, los hechos que se describen en el libro son tan traumáticos, tan terribles, que el libro
logra causarte unos sentimientos difíciles de explicar.
Es de esos libros que te hacen sentir, cuyos pasajes te hacen tener que dejar de leer y salir al balcón
a tomar el aire para poder retomarlo.
Cogí el libro receloso ya que conocía bastante bien los hechos de la Segunda Guerra Mundial y no
creía que el libro fuera a aportarme nada en especial, más que una inmersión más o menos fría (de
eso tienen fama normalmente los ensayos) del Holocausto judío. Incluso llegué a pensar que más de
cuatrocientas páginas para hablar únicamente de Auschwitz se me iban a hacer eternas.
Pero la realidad es que devoré el libro desde el momento en que lo comencé, lo he llenado de post-
its y de todo tipo de señales y es un libro que, te guste o no te guste leer, te cueste más o te cueste
menos la lectura, no te puede dejar indiferente.
La única pega que le pondría al libro es que da la sensación de que quiere abarcar tantas cosas (la
trayectoria de Hoess, la construcción e incorporación de Auschwitz, testimonios, explicación del
conflicto militar, etc) que el relato se hace difícil de seguir cuando va intercalando unas cosas con
las otras.
Pero aún así es un libro imprescindible no sólo como ensayo histórico sino como ensayo
psicológico y un relato absolutamente brillante de lo que fue uno de los episodios más terribles de la
raza humana.