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RESUMEN
Durante las décadas de los setenta y ochenta se produjo un amplio debate, tanto en el
mundo empresarial como en el académico, sobre la existencia de una responsabilidad de la
empresa ante la sociedad, así como sobre su eventual contenido. Posteriormente se ha ido
atenuando el interés por el tema, al menos en nuestro país, hasta el punto en que actualmente
es difícil encontrar referencias a esta cuestión. Sin embargo, en el contexto mundial la
responsabilidad social de la empresa ha ido ganando presencia y actualidad, como cuestión en
buena medida ligada a fenómenos como la globalización económica y sus consecuencias.
Tanto es así que la responsabilidad social ha transcendido el mero debate académico y
profesional para llegar al marco de las instituciones políticas internacionales, donde se han
producido importantísimas iniciativas, como el programa Global Compact de la ONU o la
publicación del Libro Verde de la Comisión Europea “Promoviendo un Marco Europeo para
la Responsabilidad Social Corporativa”, que pretende sentar las bases para el establecimiento
de unas directrices y una política común europea sobre esta cuestión. Precisamente, el
objetivo de este trabajo es analizar el citado Libro Verde, prestando especial atención a la
definición y acotación que realiza del concepto y contenido de la responsabilidad social y
contrastándolos con la visión que tradicionalmente ha venido estableciendo la literatura
empresarial sobre estos aspectos.
PALABRAS CLAVE
Debate, responsabilidad social dela empresa (RSE), globalización, Libro Verde Europeo de la RSE, concepto y
contenido de la RSE.
1. INTRODUCCIÓN
La RSE como movimiento y como teoría surge en nuestro país a mediados de los años
setenta1 y se desarrolla especialmente durante una década hasta alcanzar su culmen en la
primera mitad de los ochenta, años durante los cuales se consolida bajo una doble perspectiva:
por un lado, como la expresión de una necesidad sentida en el propio mundo empresarial para
establecer una justificación social de la institución, y en gran medida como defensa ante
posiciones políticas que parecían cuestionar la misma legitimidad de la empresa (Ortigueira,
1
No obstante, la preocupación por el estudio de este tema es muy anterior en otros países como EEUU, donde
las primeras conceptualizaciones de la responsabilidad social se remontan a los años 50. Vide: Bowen, H.R.
(1953): Social responsibilities of the businessman. Harper and Row, New York.
1978; Cuervo, 1983, passim); de otra parte, como objeto de investigación y análisis científico,
campo en el que se han producido notables contribuciones en cuanto a la definición del
concepto, delimitación de su contenido, justificación de su necesidad y elaboración de
instrumentos e indicadores para su medición.
Durante bastante tiempo –podríamos decir que hasta la eclosión del neoliberalismo de
los ochenta como doctrina económica predominante (Castillo Clavero, 1997: )– este interés
por el análisis de las repercusiones sociales de la actividad empresarial se ha mantenido en un
elevado nivel, produciéndose numerosas aportaciones al mismo en el mundo académico, al
tiempo que proliferaban, sobre todo en determinados sectores como el financiero, la
publicación de balances e informes sociales. No obstante, tras el despegue económico de
finales de los ochenta y la subsiguiente crisis de principios a mediados de los noventa, esta
cuestión prácticamente ha parecido perder todo interés, hasta el punto en que no es frecuente
encontrar referencias recientes acerca de la RSE ni como cuestión de actualidad mediática, ni
siquiera como objeto de estudio e interés académico.
Sin embargo, de forma paralela al olvido de la RSE, la preocupación y la conciencia
sociales han ido creciendo de forma palpable en todos los ámbitos, siendo buena prueba de
ello la existencia de movimientos de diversa índole para la defensa de innumerables causas de
contenido social. Los cambios recientes ocurridos en el mundo y la emergencia de fenómenos
como la globalización económica y sus efectos, el desarrollo de la sociedad de la información,
los crecientes procesos de concentración empresarial, la generalización de la conciencia
medioambiental, etc., están planteando un panorama diferente, en el que parece necesario
volver a discutir cuál es el papel de la empresa en el contexto social.
Entre las múltiples consecuencias que ha acarreado el fenómeno de la globalización,
se encuentra el hecho de que muchas actuaciones empresariales que antes quedaban reducidas
a ámbitos locales, son susceptibles de alcanzar ahora una dimensión mundial. Por ello, la
teoría sobre la responsabilidad social de la empresa cobra un nuevo impulso, ya que las
consecuencias del comportamiento empresarial en relación al medio social y natural se
acrecientan, pudiendo alcanzar niveles incalculables.
Numerosas instituciones internacionales han tomado conciencia de esta preocupación,
produciéndose importantes iniciativas en este sentido. Así, el programa Global Compact de
las Naciones Unidas, puesto en marcha en enero de 1999, está destinado a promover las
buenas prácticas de RSE en el mundo. En nuestro entorno más inmediato, la UE, se ha
producido recientemente un hecho de indudable importancia, como ha sido la publicación por
la Comisión Europea (2001) del Libro Verde Fomentar un marco europeo para la
responsabilidad social de las empresas, consecuencia del mandato realizado en el Consejo
Europeo de Lisboa celebrado en marzo de 2000.
Resulta, pues, de sumo interés analizar cuál es la propuesta de la UE sobre esta
importante cuestión, así como contrastar la visión que desde las instituciones comunitarias se
tiene del concepto de responsabilidad social y de su contenido para poder apreciar hasta qué
punto dicha visión se corresponde con las elaboraciones y conceptualizaciones teóricas
establecidas.
4. CONCLUSIONES
COMENTARIOS AL LIBRO VERDE “FOMENTAR UN MARCO EUROPEO PARA
LA RESPONSABILIDAD SOCIAL DE LAS EMPRESAS”
Cuestiones planteadas:
Cada uno de estos grupos representa un nivel de compromiso diferente, ya que el primer
grupo comporta responsabilidades sociales primarias, el segundo responsabilidades
externas inmediatas y el tercero responsabilidades sociales generales. En el proceso de
asunción de la RSC, las empresas debería atender en orden progresivo estos tres niveles.