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Y es posible
imaginar lo que me aconseja, si se tiene presente que una
admiración por' él no,' puede desconocer que su gloria
I

NIETZSCHE'Y EL NAZISMO fue la de no haber dicho él nada a su favor. Esta "vic-


toria sobre sí mismo" es su grandeza. Y este .sacrificio
es el que lo lleva a la inmortalidad. No es posible ignorar
Durante la guerra que comenzó en 1914, con frecuencia el sufrimiento de ser inmortal que lo torturó hasta la
se recurrió a Nietzsche para desprestigiar la causa de locura. Ser, inmortal, . sin duda implica un ascetismo,
Alemania; pues en efecto, Nietzsche no es amable con una renuncia de lo próximo. Pero hay espíritus ascéticos,
los alemanes. Pero los alemanes han de haberse apoyado dotados naturalmente para sufrido. No fue éste el caso
en él también, y lo han de seguir haciendo. Esto me de Nietzsche, Su renuncia es el extremo opuesto de su
hace pensar lo que escribe el novelista Heinrich Mann naturaleza. Su "victoria sobre sí mismo" no es una vic-
en el prefacio de una selección de la obra de Nietzsche, toria natural. Su enemigo era el más fuerte. Y no hay un
publicada en francés dentro de una serie de antologías espectáculo más trágico que el de la tenacidad, la lucidez,
titulada Las páginas inmortales, /cuya traducción espa- la penetración, la astucia y la inteligencia que le permi-
ñola, emprendida por la Editorial Losada, de Buenos tieron vencer. La admiración por su triunfo tiene,que ser
Aires, ha sido bautizada con el nombre de "Biblioteca tanta como la compasión que lo acompaña al doloroso
del Pensamiento Vivo". Henrich Mann que se ha carac- término de su enfermedad; en la que hay que ver una
terizado como enemigo del régimen de Hirler, se lamen- especie de rc:P!.~!ali~deL~'y~!!.9-º.9~'
.•.
ta de que en Nietzsche exista una justificación del nazis- S:l:C::c~l'~!~E~_~.c:.Nietzsche en.la .forma que un inte-
mo y de la guerra; con un sentimiento tan expresivo, rés, personal o u~~ '_p~i6~-~~~t;;~¡;;p~~.de·recomendar,
que hace pensar que no se lo perdona. Vuelve a su pluma r' no/Sólome parece indigno; pienso, principalmente que es

la teoría famosa de "la enfermedad de Nietzsche", de I inf!,!í.:!'?so...Los enemigos .de Alemania podrán extraer
que tanto se han servido los cri ricos de Nietzsche para de sus libros todo lo que encuentren que los justifica, y
considerar como anormal todo lo que Nietzsche dice en olvidar el resto. Pero los alemanes, por su parte no debe-
'contra de lo que ellos sienten. De este modo borran rán de proceder con menos liberalidad para ignorar 10
en Nietzsche lo que les lastima. En cambio, lo que les que los mortifica. El resultado es que entre unos y otros
agrada lo ponen bajo el signo de la salud. Es una pena se habrán ocultado la. totalidad de lo que Niezsche pen-
que se tenga que pensar en ellos cuando se lee el prefacio só. Heinrich Mann habla de las contradicciones de
de Heinrich Mann. Nietzsche, y tampoco parece disentinde quienes parecen
Confieso una pasión sin límites por Nietzsche. Pero .'alegrarse de que Niétzsche se contradiga, lo que les
no_!l1e. dejo arr~.s~E:lr.pot:·
·l~.q\l~me aconsej¡-;~~~~t~a permite elegir, como más propio de Nietzsche.el argu-

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mento que los halaga. Pero las contradicciones de Nietzs- clase de europeo. No ha h~bido uno mejor; que haya
che no son ni un descuido ni una debilidad d~ su pen- sido más consciente de su cultura eur;opea,ni qu~ le '
samiento. EL:::~!!.._~~L_mismo ._.~!1!!~~
__~~ __c~~y otra .• haya sido más Intensamente fiel. Su orgullo ersesm-
V~yeenbusca de su cOll_~!ariotJ?er.~_!l~u~~ra ~tliquilarlo, bién el de saber que se dirigía a una Europa germani-
sino para me~r~_~_~ll_éI.Busca la oposición; pero para zada. Él, alemán, era el que venía a devolverle sus
moderarse así mismo. Su ~mor d~'ia--~~i6~--e;uri"- amor normas europeas. Y con justicia hay que' decir que;
di::l~que pie~sa~'Y~~p-~;-~n~~pl~-~;~;óp~i~'~~t6- sin él, Europa sería hoy más alemana que europea.
dico; no, tampoco por un simple ardid dialéctico. Él Todavía después de que murió, Europa siguió germa-
sabe bien que un hombre que piensa no es un hombre nizándose; nuevas formas de romanticismo; nuevasfor-
que razona. L:¡ razón, para él, no es el hombre; sino lo mas de abandono a la naturaleza la invadieron. Yno es
que triull(ª_.~Ql>~~_ el hombre. Y se contradice, cuando un ocioso sentimentalismo por la cultura occidental,
se contradice para superarse. Su soberbia no tiene límites el que se estremece de pensar qué habría sucedido si
humanos. Nietzsche no tiene la previsi6n de prepararse un enten-
Por esto me parece fecundo -sobre todo en este dimiento con los artistas. Son los artistas los que han
momento- leer lo que dice Nietzsche en contra de oído su voz con. claridad y los que, por esto mismo, no
los alemanes con una comprensión más generosa de lo han permitido ni que sea sofocada ni que sea torcida.
que sucede en su ánimo. (~mo es posible desconocer que Así y todo,' hay todavía quienes la confundan. Y que.
c'f.atld~_~iet.z.~é<:..~a~':l d.~Jos~~le~~~~~,.:-habiá:..de sí la confundan quienes como el novelista HeinrichMann,
mispo?Nic:tzsche se sabe, s.e .~i~~~!=.-ªJ~~:í.º. X lleva su tienep. la obligaci6n de reconocerla, justifica' que se diga
conocimiento hasta el fondo de su alma, Éste debería que Europa' todavía no sabe todo lo que debe a este
ser 'un motivo·paraque.~tralt~r~ con.r~speto lo..que su' . " ',: .."~iemái1.·.quesevenci6 a: sí mismo.
exploración dei alma alemana' lel permite· enc~ntQr. No ¿No 'llega Heinrich Mann a lamentar que Nietzsche
sólo porque no es decoroso "emplear en contra de él haya preparado el régimen de violencia del nazismo?
lo qué un alemán nos, deja ver' de su propia conciencia La palabra ligereza no es suficiente para calificar este
, sino porque es un error considerar la conciencia alemana descuido del lector. Porque es una tibia admiración por
como algo diferente de la conciencia propia. Nietzsche o, lo que es peor todavía, en un enemigo
La aportación de Nietzsche a la cultura europea es la político de Hitler, una tibia hostilidad contra el' ré-'
sumisión de la conciencia alemana. Pero se hace mal gimen nazi lo que permite este alistamiento de Nietzsche
en no ver como necesario el orgullo que la acompaña. en sus filas, "La proximidad de un Sorel ya degrada
Esta sumisión en Nietzsche, no es diferente de su' "vic- a Níetzsche", dice Mann. Será en .la misma forma que el
toria sobre·st!!1!s~()~'~A:~'!!.!_e.~.~~~j_~~~..:.~~_~t:te es distanciamiento de Mann enaltece a Hitler, al brindarle
éL~~!!:l() ~!_~~()pe() q~ ..tri~_fa._ ,!~~y que ver qué el apoyo de Nietzsche, (Cuándo se pronuncia Nietzsche .

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en favor del abandono del alemán a sí mismo? Yo creo
que hay que ser alemán para encontrar este texto.
¿Cuándo la violencia que Nietzsche preconiza, puede
confundirse con una satisfacción de la naturaleza? Cier- NIETZSCHE Y LA PSICOLOGíA
tamente recomienda la violencia y la crueldad, y cierta-
mente la recomienda como alemán; pero ¿cuándo no la
, En cuanto el crítico advierte la pasión que mueve un
recomienda en contra de uno mismo? ¿Y cómo es posi-
, pensamiento de Nietzsche interpreta que el pensamiento
ble confundir su cultura de una raza superior por medio
ha perdido su significación, puesto que es el sentimiento
de una superación de la naturaleza, con la doctrina de la
que lo determina a quien pertenece. Pero, ¿profundiza
superioridad natural de la raza alemana? Este abuso de
Nietzsche, por parte de un partidario de Europa, hace entonces en las pasiones y los- sentimientos del filósofo?
recomendable que los partidarios de, la Alemariia nazi Observo que no; pues es general la inclinación a conectar ",'

lo utilicen en su defensa, y no sólo lo hace explicable. los sentimientos de Nietzsche con la catástrofe a que lo
Si hubiera necesidad de que Nietzsche fuera vengado, condujo su enfermedad. En sus sentimientos, precisa-
ninguna venganza le parecería mejor. mente, el crítico husmea los caminos de la anormalidad
mental. La husmea y la descubre, y en cuanto puede
Noticias Gt:áficas, diciembre .•• señalarla, señala también la fuente del error. Después,
de 1939, p. 12. basta la posibilidad de errar que así queda establecida,
para sospechar de la razón. ¡Ya se juzgó todo lo que
parece 'extravagante o desmedido! Pero el sentimiento
se olvidó o, más bien" después que se. le señaló en la
causa del error, se trata por ejemplo, la pasión de Nietzs-
che en contra del cristianismo. ¿Quién no ha dado
cuenta de ella por su objeto sentimental, de este mo-
do explicando los errores a que la pasión 10 .condu-
jo? Pero, ¿quién ha visto después que la pa~ión no
tenga su origen en los errores? Hasta un filósofo COn un
espfriruttan noble y tan inteligente como el del aleiná~
Max Scheler creyó pertinente limpiar al cristianismo
de las manchas con que la pasión de Nietzsche loem-
panó. Terminado esto con éxito, ¿puso a salvo el objeto
de la pasión de Nietzschej No; como si le hubiere pa-

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recido que el objeto de la pasión de Nietzsche no era certidumbre es un: fruto de la 'pasión. Y ·10 sabía "espí-
otro que equivocarse. ritu perverso", como una técnica, como un procedi-
¡Qué empleo de "la psicología" tan opuesto del que miento del alma. Así, pues, se inspiraba deliberadamente
Nietzsche hubiera esperado que inspiraran sus obras! pasiones opuestas, con la confianza de que no se irían a
¡tI, que se decía "el maestro en psicología", ser tra- oponer las certidumbres que le suministraran. Debiéra-
tado así por la psicología de los críticos! ¿Habrá lle- mos preguntarnos si la propia locura en que se consúmié
gado el tiempo de comprender que son los sentimientos Su razón no fue también el último método, la últim~
de Nietzsche los que valen? ¿Y de entender que su técnica de su espíritu contra la naturaleza. Pues este
"relativismo lógico", si un objeto tenía, era el de que "psicologista" entendía como "psicología" todo lo con-
su propio pensamiento fuera juzgado con él? Nietzsche trario de la nararaleza del alma; entendía como t~l
se veía pensar con su pasión, y no se la escamoteaba a la el arte diabólico de hacer rendir al alma del hombre el
crítica; pues sabía que su pasión era tan justa como su fruto que no le es natural. y su "superhombre", del
locura. Su obra fundamental fue una obra lírica, una que tantas inutilidades se han dicho, es lo que esperaba
serie de cantos. ¡Extraño problema el que planteó a la como resultado futuro de la técnica psicológica en que
filosofía crítica! ¡Un filósofo cantando! Reprobable pro- se reconoció como maestro, por ejercerla en él mismo.
cedimiento de hace pasar inconsecuencias filosóficas. Si Me pregunto si la influencia tan considerable de Nietzs-
hemos nosotros de tomar a Nietzschealpíe de la letra. che en el mundo ha sido acompañada por el entendi-
debemos recordar que su pensamiento no era considerado miento pleno de su obra. Casi no me parece admisible
por él sólo como un canto, sino también como un baile. que han todavía algo que descubrir en él. Y, sin em-
y si hemos de abandonar otros escrúpulos, debemos obser- bargo, cada vez que caigo en un nuevo estudio· de su
var sin ninguna reserva que su pensamiento era una vida y de su pensamiento, tengo que recordar su previsión
embriaguez. ¡Una filosofía ebria! He aquí lo que críti- de que su gloria le sería muy póstuma. Hay quienes
cos y filósofos no se han atrevido a mirar de frente. piensan que su gloria ya está agotada. Yo no puedo
¿Por qué? Quizá porque los llevaría a considerar los creer que así sea mientras se publiquen explicaciones que
sentimientos de Nietzsche, independientemente de los no sólo lo ignoran, sino que también lo obscurecen. Acaso
juicios filosóficos en que se encuentran expresados. Y es Nietzsche quien tenga razón, y el tiempo en que su
también, en consecuencia, porque tendrían que caer en verdadera influencia se haga sentir no haya llegado toda •.
el relativismo de Nietzsche, como en pna trampa,' al vía. Pero debe de estar muy próximo. Y hay un baróme-
tener que examinar con seriedad y con respeto sus alu- tro para juzgarlo en la propia sensibilidad del tiempo que
cinaciones, como certidumbres propias de la pasión y del poseía Nietzsche de un modo tan agudo. Si sus predic-
delirio. ciones poli ticas y sociales pudieron haber sido vistas
Nietzsche sabía, "humano, demasiado humano", que la con el escepticismo 'lúe las profecías, Y si su coinciden-

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cía con los he~hos históricos que se han sucedido des-
de la que muy pocos europeos han tenido conciencia
pués de su muerte puede juzgarse como el efecto de una
clara, y de la que ninguno la tuvo tan extrema como este
probabilidad incierta, pienso qu,e no habrá escepticismo
enfermo. solitario. Para Nietzsche el espíritu europeo
que pueda. resistir a la capacidad que poseen las previsio-
era más que una realidad moral; era una fatalidad bio-
nes de Nietzsche, no sólo para conocer la probabilidad
lógica. Lo vio en Napole6n y en Goethe tomar formas
de los hechos que ya se verificaron, sino para explicar
individuales. Lo veía sufrir en la mediocridad y la pe_
el sentido futuro de muchos otros que se están apenas
queñez de los recintos nacionales en que se encerraban
verificando. En cuanto se tiene conciencia de esta ca-
las almas humanas de su tiempo. Pero lo veía principal-
pacidad, adquieren otro valor las estimaciones del tiempo
mente debatirse en guerras futuras, acaso sin contar
en que Nietzsche se complacía, con un espiritu.. dia- \
con la. consciente aprobación de los europeos; aunque
bélico que no encontraba uno de sus menores atracti-
contando, irremisiblemente, con -la oposición tradicio-
vos en horrorizar a sus lectores por el espectáculo de
nal de los alemanes.
una técnica que se asignaba como fines prácticos los que
siempre fueron exclusivos de la divinidad. En efecto. Noticias Gráficas, diciembre 11
Nietzsche encontraba placer en mostrar que el futuro de. 1939, p. 12.
le era familiar. Y exageraba. No' obstante, susprevisio-
nes no sufren por la apariencia artística de profecías
que ociosamente les prestaba. Su conocimiento del futuro
era realmente un conocimiento, y no una inspiración
ajena a sus propios fundamentos. La sensibilidad del
tiempo que Nietzscheposeia era la sensibilidad de una
evolución. Pero no confundamos la evolución que veía
en el tiempo con la entidad metafísica de otros pensado-
res. La evolución que Nietzsche observaba era tam-
bién una "psicología'.: una psicología en movimiento
de la cual se conocía como un elemento interior que no
sólo participaba en la acción uniforme del conjunto; se
veía obrar sobre ella, y sentir en el espesor de la resis-
tencia que se le ofrecía, los efectos, acelerados o ret,ar-
dados, .de su acción individual sobre el mecanismo.
y la psicología en movimiento en qúe se veía dinámi-
camente incluido era el espíritu europeo: vaga entidad

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