CRECEMOS CUANDO DEPENDEMOS TOTALMENTE DE DIOS cristiano vive la voluntad de Dios; por eso sus pedidos estarán de

Pasaje bíblico: Juan 15: 1-10 acuerdo con los deseos de Dios y las oraciones serán respondidas.
Contexto 4. Dependemos de Dios para tener gozo (v. 11): Cuando
Todo el capítulo está permeado de la vida de unidad y dependencia. cultivamos una relación correcta con Dios su gozo se proyecta en
Los primeros 11 versículos consideran la unión y dependencia del nuestra vida. Al igual que la savia se traslada del tronco hacia las
creyente con Cristo. En los versículos 12 al 17 se enfatiza la unión ramas, el gozo de Dios se ve cumplido en nuestras vidas. Las vidas
entre los creyentes y en los versículos 18 al 27 la unidad se presenta chatas de los cristianos se deben a una falta de dependencia de
al exterior, ante un mundo que odia a Cristo Dios. No cierra la savia del gozo.
1. Dependemos de Dios para vivir (v. 5): Una rama que está 5. Dependemos de Dios cuando permanecemos en él (v. 10):
separada del árbol no puede vivir. De igual manera un Esta dependencia que trae vida, fruto, contestación a las peticiones
cristiano que no vive unido a su Señor nada puede hacer, se y gozo se alcanza permaneciendo en Jesús. Y esta permanencia se
transforma en una rama reseca, sin vida. experimenta por medio de la obediencia. No es una obediencia que
2. Dependemos de Dios para llevar fruto (v. 4): La rama no esclaviza y reprima, sino por el contrario que nos hace disfrutar del
tiene posibilidad de llevar fruto por sí misma. Así también el cristiano amor de nuestro Señor (Juan 14:21)
separado de su Señor no puede llevar fruto. Separados de Jesucristo
y de su Palabra no podemos tener el fruto del Espíritu (Gálatas 5:
22-23) porque cada una de las manifestaciones de su fruto es
provocada por la acción del Espíritu en la vida del cristiano que está
unido al Señor.
3. Dependemos de Dios para nuestras necesidades (v. 7):
Cuando el cristiano está unido al Señor, hay una comunicación tal
que las oraciones son respondidas. La condición es permanecer en
el Señor y en sus palabras. Es decir, permanecer en oración y en la
lectura y la práctica de la Palabra de Dios. Cuando esto ocurre el