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REUNIÓN DE LA COMISIÓN
BICAMERAL PERMANENTE
DEFENSOR DE LOS
DERECHOS DE NIÑAS, NIÑOS
Y ADOLESCENTES (Ley 26.061)
defensor Luis Santucho y al defensor Juan Pablo Meaca, que también han hecho
una tarea de orientación, de traspaso de sus experiencias y que para nosotros ha
sido realmente muy valioso. Muchas gracias. Estamos esperando al resto que a lo
mejor llegan.
También quiero agradecer a nuestros custodios, entre comillas, como son las
organizaciones no gubernamentales. UNICEF, Infancia en Deuda y todas las
organizaciones no gubernamentales han estado con el ojo atento para ver cómo
trabajábamos; y nos ha servido. Sinceramente, nosotros queremos transmitir esta
seriedad que nos hemos impuesto y que ellos estuvieran atentos, nos ha ayudado a
lograrlo.
Solamente voy a decir, antes de comenzar, que vamos a hacer pasar en la
Comisión –que estaba en cuarto intermedio y además tiene quórum– una serie de
resoluciones que hemos hecho y que mañana van a ser subidas a la página y que
las hemos considerado en una reunión de Comisión que tuvimos antes de comenzar
esta audiencia.
Antes de terminar, quiero plantear nuestra preocupación en cuanto al
presupuesto que viene para el año que viene, sobre el tema no solamente de la
Comisión Bicameral, sino también de la estructura del defensor de niñas, niños y
adolescentes.
En el presupuesto de este año tenemos un 55 por ciento menos, pero nos
han prometido –¿no es cierto, Carla?– que van a incorporar más presupuesto.
Estamos preocupados porque, como ustedes saben, la bicameral no deja de
funcionar una vez que se elija el defensor o la defensora sino que tiene una serie de
funciones y obligaciones a lo largo de los años que vienen, que es la de control y la
de instalación y difusión de algunos temas que a todas y a todos nos preocupan.
Además, estamos preocupados, porque esa baja del presupuesto a la
formación de la infraestructura del defensor o defensora que salga elegida es muy
peligrosa, porque van a tener que armar su equipo técnico y su oficina. Pero nos lo
han prometido y confiamos en que entre hoy y mañana puedan incorporarle mayor
presupuesto a esta Comisión. Pero quería hacerlo público.
Creo que no me queda nada por decir. Vamos a comenzar, entonces, con el
primer postulante. ¿Lo llamás vos?
Sr. Locutor.- Es el primer postulante.
Los postulantes dispondrán de 15 minutos para realizar la defensa del plan
de trabajo presentado y contestar las eventuales impugnaciones recibidas.
Transcurrido dicho plazo, el postulante deberá responder las preguntas que realicen
las legisladoras integrantes de la Comisión y aquellas consultas que hayan sido
enviadas previamente por la ciudadanía.
Los postulantes serán llamados a realizar su exposición en orden alfabético.
Se les dará aviso faltando un minuto para completar el máximo permitido. Les
solicitamos, por favor, acercarse a este atril al escuchar su nombre.
Llamamos al señor Gustavo Alvarez Pereira.
Sr. Álvarez Pereira.- Señora presidenta, buenos días. Buenos días a todos.
Muchas gracias por este espacio muy esperado por todos.
- Durante las exposiciones los postulantes proyectan una
presentación en PowerPoint.
Sr. Álvarez Pereira.- Comenzar hoy la audiencia tiene que ver, justamente, con los
niños, niñas y adolescentes, aquellos que son titulares… Si me permiten, para poder
Quería conocer el plan de trabajo para tener un contacto directo con los niños
y así ver las necesidades y reflejar las políticas públicas consecuentes con esas
necesidades.
Sr. Álvarez Pereira.- Sí, en realidad, ese contacto va a estar dado a través de las
áreas psicológicas y sociales que se vayan a crear; y en situaciones que lo
demanden, el defensor o la defensora deberá acompañar esa escucha activa -así le
llamamos en Mendoza- del niño, niña o adolescente en situaciones de vulneración.
Sra. Presidente (Senadora Durango).- Muy bien. Muchas gracias. (Aplausos.)
Perdón, quiero decirles que el Senado no es como en la Cámara de
Diputados. Acá no se puede aplaudir. Es parte del Reglamento. Así que, por favor,
no lo hagan, porque luego funcionará el aplausómetro y no...
Sr. Locutor.- Invitamos a realizar su exposición a la señora Roxana Contreras.
Sra. Presidente (Senadora Durango).- No se encuentra.
Sr. Locutor.- Entonces, la señora Claudia Bernazza.
Sra. Bernazza.- Buenos días a todas y a todos, muy especialmente, a las
senadoras y diputadas que, en forma completa, están participando de este proceso
y que lo vengo disfrutando. Como alguien que quiere mucho al Estado y que se
dedica a la gestión pública desde hace mucho tiempo, siento que es un proceso
muy cuidado por todos ustedes. Les agradezco especialmente.
Voy a presentar el plan de trabajo, tratando de cumplir con los quince minutos
previstos. Pero aclaro que no estará en la presentación todo lo que figura en el
documento subido a la página de la Bicameral.
En primer lugar, quiero comentarles de dónde vengo y por qué me dedico a
estos temas. Formo parte de un colectivo que se generó en los inicios de la
democracia y que se conoció como el Movimiento Nacional de los Chicos del
Pueblo, que firmó su acta constitutiva en 1987. Incluso, unos años antes de la
Convención, tratando de dar respuestas a lo que en su momento se llamaban chicos
de la calle. Nuestros compañeros de Brasil los llamaban los “meninos y meninas de
a rúa”, que dio lugar a una cantidad de organizaciones, movimientos y expresiones
que se fueron encontrando en el territorio y necesitaron expresar lo que pasaba y
derribar ese concepto de chicos de la calle y transformarlo en un concepto más
claro que diera cuenta de que ellos eran nuestros hijos y nuestras hijas.
Por eso, los Chicos del Pueblo y esas convicciones y esa doctrina; y
prácticamente ese programa de acción que se resume en algunos de los lemas que
hoy siguen apareciendo en muchas de nuestras movilizaciones y que forman parte
de ese acervo poético que nos legó Alberto Morlachetti. “Ellos son nuestros hijos”
fue el lema cuando nos encontramos con la CGT y con la CTA. “El hambre es un
crimen” como descripción sintética de lo que creemos y de lo que pasa. Y como
metodología, como programa, principio y método, “Con ternura venceremos”.
Permítanme nombrar a Alberto Morlachetti, a Carlos Cajade, a Juan
Bonengel, a Teresa Roda, a “Pocho” Lepratti, fundadores o participantes de aquel
movimiento, que luego se bifurcó en cientos de caminos en todo el Gran Buenos
Aires y en todo el país y dio lugar a una cantidad de redes, organizaciones y
organizaciones de trabajadores públicos que se dedican a este tema desde este
paradigma.
Esos recorridos a lo largo del tiempo –hago un salto desde 1987 al presente–,
a nivel internacional, dio lugar a la Convención, a la conformación del Comité de
Derechos del Niño, a las reglas de Beijing, a las directrices de Rhiad. Bueno, a toda
Tiene que garantizar y tiene que defender, junto con esta alianza, los
presupuestos públicos. No se pueden ajustar, son presupuestos intangibles y
siempre insuficientes. Y son insuficientes justamente porque los pibes no están en
agenda.
A partir de allí, a partir de esta presencia de los pibes en la cultura y en la
agenda pública, seguramente será más fácil la modificación de prácticas cotidianas,
tanto en ámbitos administrativos como en sede judicial, como en prácticas sociales,
en respuestas sociales y comunitarias que, por historia, por mandato, por
costumbre, muchas veces continúan con prácticas tutelares.
Por supuesto que, en la base de la descripción de la situación, están los
índices de pobreza e indigencia. Los índices son desalentadores. Aparte, son
índices que están creciendo y que muestran la infantilización de la pobreza. A la
feminización de la pobreza, que es un dato más conocido, se le suma que los pibes,
en general, son mucho más pobres que los adultos; y ni hablemos de pibas pobres.
Esto da lugar a una agenda urgente, que tiene una serie de temas, pero
transversalmente esos temas tienen inequidades a tener en cuenta. No se producen
de la misma manera en el territorio, según en qué lugar estamos cómo sucede cada
uno de esos temas. Hay inequidades de género, hay inequidades de origen, de
etnia y por discapacidad.
Todos estos elementos, todas estas dimensiones agravan, muchas veces, los
temas o los problemas en la agenda urgente que allí les presento, que tiene que ver
con temas de salud, con temas de educación, seguridad social y primera infancia,
trabajo infantil, comunicación -los estereotipos de los medios de comunicación-, la
falsa docencia que ejercen generando un sentido común alrededor de los pibes
como pibes siempre disruptivos, siempre en casos de violencia, siempre trayendo
problemas, siempre siendo peligrosos, en vez de estar en peligro.
Una agenda referida a su participación y protagonismo, su protección de
derechos, a su relación con la Justicia y al conflicto con la ley penal; temas de
maltrato, de identidad; temas de protección de derechos; temas con respecto a la
intangibilidad y adecuación de los presupuestos que están destinados a ellos; temas
referidos a la información con la que contamos para tomar decisiones; y temas
referidos a las normas. De estos solo comento dos o tres cosas.
Respecto de la protección de derechos, ser muy clara en el tema de que la
desinstitucionalización no puede echar por tierra con las respuestas comunitarias
convivenciales. Porque esas respuestas muchas veces van en línea con vínculos
que los pibes construyen, que generan función padre y función madre de tipo
colectivo.
Es más, creo que vamos a discutir ese concepto de niños y niñas sin
cuidados parentales, porque en realidad son niñas y niños sin cuidados sociales,
estatales y familiar-comunitarios. Porque a los pibes los cría toda la aldea, dice un
proverbio africano; no solo los padres. Si no, siempre terminamos en que la culpa es
de los padres; y los padres también fueron desprotegidos y, seguramente, también
fueron pibes sin derechos.
En ese sentido, el poner en valor esas respuestas va a hacer que tengamos
mucho cuidado al interpretar el artículo de la ley referido a las medidas de excepción
en la protección de derechos.
Respecto del conflicto con la ley penal, por supuesto, allí también vamos a
tratar de salir de esa trampa que significa discutir la edad de imputabilidad, sobre
todo teniendo en cuenta que aun leyes que han sido elaboradas bajo el paradigma
de protección integral, como es la ley de mi provincia, Buenos Aires, que tiene un
artículo 64 que dice que, en casos gravísimos, el fiscal puede fijar detención de
chicos menores de 16 años. O sea, los pibes hoy tienen bajada la edad de
imputabilidad. Así que la verdad es que allí hay mucho que hacer. Sobre todo hay
que dejar de creer que eso soluciona. Ni qué hablar de que eso no soluciona nada
de los pibes, pero tampoco soluciona el problema de la seguridad de los adultos.
Allí también, respecto de la defensa de derechos de niños, niñas y
adolescentes, por supuesto, trabajar muy intensamente la designación de los
defensores que faltan en las jurisdicciones, e invitar a las provincias muy
activamente a contar con leyes de abogados del niño, para que estos abogados
puedan actuar en los procesos en cada jurisdicción.
Es una experiencia muy interesante la que tenemos en provincia de Buenos
Aires y son los propios abogados los que pueden ayudarnos a pensar, incluso, una
mejora en próximos proyectos de ley, con respecto a lo que ha sido la experiencia
de la ley de abogado del niño en la provincia de Buenos Aires.
Respecto de las normas, por supuesto todavía hay mucho que cambiar, pero
en todo caso, después, con las preguntas, lo charlamos.
Con respecto a la estructura orgánica, tomé tres criterios básicos para
elaborarla, porque me interesaba que ustedes los tuvieran como criterios de base.
En primer lugar, la posibilidad de que las defensorías adjuntas tuvieran roles
diferenciados. Me parecía que eso podía ayudar a organizar la tarea. En segundo
lugar, reconocer formalmente ámbitos participativos, vinculantes y no vinculantes,
donde construir acuerdos, generar acciones y tener un asesoramiento permanente.
Y después, contar con unidades de apoyo propias de cualquier estructura orgánica
o funcional.
Respecto de esa participación y protagonismo, están previstos los foros
nacionales y los regionales de niñas, niños y adolescentes. Ahí se va a poner mucho
la energía en construir por lo menos dos foros nacionales anuales y siete foros
regionales. Serían catorce, porque serían dos por región en las siete regiones del
país. Después se verá cómo se implementa. Por supuesto, siempre en alianza con
las jurisdicciones y charlando con ellos, pero la idea es que haya una metodología
donde los pibes y pibas puedan presentarse, sobre todo cuando están
constituyendo organizaciones de centros de estudiantes, asociaciones fomentadas
por cooperativas, mutuales, casas del niño. Es decir, no tratar tanto los temas o
charlar con ellos a título individual sino también ayudarlos a tener voz organizada y
voz colectiva. De allí van a salir muchísimas propuestas que vamos a entender
vinculantes.
Por otro lado, la constitución de una mesa federal de defensores, donde los
defensores ya designados colaborarán en las negociaciones políticas para la
designación de los defensores faltantes. Y allí están muy en contacto con el Consejo
Federal, por supuesto; un consejo social comunitario de niñez y adolescencia, con
organizaciones, redes y movimientos dedicados al tema, colegios profesionales,
sindicatos, sindicatos de trabajadores estatales y un consejo asesor formado por
organizaciones a nivel nacional, UNICEF, por supuesto la bicameral, que tiene que
ayudar sobre todo en los primeros pasos de esta defensoría.
Las unidades de apoyo son conocidas, planificación, monitoreo y evaluación,
relaciones institucionales, comunicación institucional y sobre todo la técnico-
a paritarias, como a los sindicatos. Yo los intimaría a cerrar en paritarias los temas
de los derechos de los trabajadores, los temas que se necesitan para garantizar las
clases; sería una parte interesada en que esas clases comiencen, pero, como
buena relación paritaria, mi responsabilidad sería intervenir y dialogar con ambas
partes, sindicatos y Gobierno. Eso respecto de la segunda pregunta.
La tercera pregunta era respecto de los chicos que no ven interesante la
escuela secundaria. ¡Es muy aburrida la escuela secundaria! En ese sentido, lo sigo
mucho y, micrófono que tengo, trato de recomendarlo, hay que leer el poema
pedagógico de Antón Makárenko, el gran pedagogo ruso, como otros pedagogos.
Me refiero a él porque es bastante desconocido, sólo lo enseña acá en la Argentina
Adriana Puiggrós. Makárenko estuvo muy desafiado a pensar la pedagogía de la
Unión Soviética porque, justamente, tenía el problema del normalismo, que venía
del siglo 19. Y pensó cosas fantásticas con los pibes; se equivocó, fue y vino, pero
dejó un legado pedagógico muy grande.
Y valoro muchísimo en mi provincia, por ejemplo, a Suteba y otros sindicatos
porque abren espacios de formación para pensar nuevas formas. Pero pensemos
hoy los aprendizajes, ¿Cómo podes hacer dentro de cuatro paredes cuando los
pibes están estimulados desde sus celulares, desde la calle, desde todos lados?
Con lo cual, es evidente que hay que romper esas paredes áulicas normalistas y en
eso estamos desafiados todas y todos, sobre todo los trabajadores de la educación,
que esto lo saben y muy bien.
Sra. Presidente (Senadora Durango).- Senadora Fernández Sagasti.
Sra. Senadora Fernández Sagasti.- Buenos días, me quedó una parte de su
exposición, básicamente cuando hablaba del tema de la violencia institucional.
Sra. Bernazza.- Y no lo hablé.
Sra. Senadora Fernández Sagasti.- Sí, lo nombró al pasar, pero vengo de una
provincia con una larga tradición y muy oscura con respecto a la violencia
institucional y la verdad que es un tema que realmente me parece muy preocupante
y siempre de actualidad con los pibes y las pibas.
Quisiera saber si después del fallo de la Villa Zavaleta, donde se condenó por
tortura a la fuerza policial… Entendiendo que son casos en los que es muy difícil
hacer la denuncia y también es mucho más difícil que esa denuncia lleve a una
investigación y, en caso de corresponder, a una condena. Incluso el Estado Nacional
ha sido condenado en varias oportunidades por esto, por no poder acceder a la
Justicia en caso de violencia institucional.
Mi pregunta va a cómo tiene que actuar el Defensor en estos casos, si
considera que la actuación tiene que ser individual, ya sea por lo que usted propone
en caso de contar con un abogado del niño en casos individuales colaborar con la
denuncia y con el proceso judicial, o si el defensor o la Defensora del Niño merece
acciones de otro orden. En ese caso, ¿cuáles serían?
Sra. Bernazza.- Agradezco mucho la pregunta porque es un tema que me tiene muy
preocupada y creo que está ascendiendo en el ranking de la agenda urgente.
Fíjense que, con las mismas leyes que tenemos hace tres años, hay un
acrecentamiento de la violencia ejercida, sobre todo por fuerzas de seguridad,
contra niñas, niños y adolescentes y con muertes que se han convertido en
emblemáticas. Y que nos preocupan muchísimo porque ya no sólo estamos
preocupados por la pobreza y la indigencia, sino también por la bala policial.
La verdad que es un tema muy preocupante que va a necesitar tanto de
algo.
Usted mencionaba la necesidad de fortalecer la alianza Estado-comunidad.
¿Cuáles podrían ser las acciones concretas desde la Defensoría para lograr este
objetivo?
Sra. Bernazza.- Cumplir con la agenda nacional legislativa de las organizaciones
comunitarias. En 2014 más de 1.600 de ellas presentaron seis proyectos de ley para
resolver y fortalecer sus organizaciones, referidos a eximición de impuestos, a
regularización de las relaciones laborales de sus educadores populares o
comunitarios, a resolver el tema de la propiedad social de los bienes dedicados a la
tarea con niñez y adolescencia y a la posibilidad de que en los programas y
subsidios públicos se prevea que el Estado subsidie la seguridad social de esos
trabajadores.
Son todos proyectos de ley que ya están presentados en esta casa. Muchos
perdieron vigencia. El único que salió es el del régimen tarifario específico para
organizaciones sociales, que ya es ley. Y cuesta muchísimo lograr que las
organizaciones sociales accedan a ese régimen tarifario. (Aplausos.)
Locutor.- Por favor, reiteramos no emitir ningún tipo de manifestación.
Muchísimas gracias.
A continuación presenta su exposición la señora Roxana Contreras.
Sra. Contreras.- Buenos días.
Mi nombre es Roxana Contreras. Soy una orgullosa promotora de derechos
del niño y mi plan de trabajo se basa en datos recabados de UNICEF, de CIPES, del
Comité de Derechos del Niño y de mi experiencia adquirida junto a la Fundación
CAINAF trabajando en zonas de vulnerabilidad social y alta montaña en la provincia
de Tucumán.
Voy a contar la historia que da sentido a mi plan de trabajo.
Mercedes es una niña de la comunidad indígena que cuenta con 16 años de
edad, ya adolescente. Y en la labor que desarrollamos junto a la Fundación CAINAF
en alta montaña pude conocerla y saber de su historia de dolor y sacrificio.
Ella me cuenta que camina 12 kilómetros diarios desde Casas Viejas, que es
una localidad ubicada en El Mollar, hasta Tafí del Valle. Esto equivale a dos horas
diarias, en el invierno con temperaturas que superan los 3 grados bajo cero.
Mercedes se sienta en la avenida principal de Tafí del Valle y espera que
suban los turistas y le compren las muñecas artesanales que fabrica junto a su
mamá para con ese dinero poder tener un plato de comida diaria.
Tafí del Valle es una belleza natural, pero los lugareños –entre ellos, niños,
niñas y adolescentes– no cuentan con red de agua potable.
La historia de Mercedes me moviliza en lo más profundo de mi corazón y me
hace pensar cómo puedo contribuir para disminuir el dolor de muchos niños, niñas y
adolescentes de mi Argentina.
Pensar en la figura del defensor de niños, niñas y adolescentes presenta
grandes desafíos. Está destinado a disminuir las brechas de iniquidad social, de
desigualdad económica.
Quiero hacer una aclaración. En mi trabajo, por un error de tipeo se consignó
4 millones de niños cuando en realidad debió decir 14 millones.
El 46 por ciento de esos niños, de entre 0 y 17 años, se encuentran bajo el
nivel de la pobreza. Son 6 millones, de esos 14 millones, los que viven en una
“infantilización” de la pobreza.
que pueda sostenerse por sí misma y que cuente con un apoyo profesional, técnico
y administrativo idóneo para poder así dar respuestas y resultados de calidad y en el
menor tiempo posible, porque eso es lo que necesitan niños, niñas y adolescentes.
En cuanto a la promoción y la protección de derechos, la propuesta es
visibilizar cuáles son las problemáticas teniendo en cuenta las últimas
observaciones del Comité de Derechos del Niño, especialmente en los casos
referentes a niños, niñas y adolescentes indígenas, discapacitados, o
pertenecientes a minorías, o que viven bajo el umbral de la pobreza, difundiendo
con información accesible acerca de proyectos y programas que sean de particular
interés de niños, niñas y adolescentes: educación sexual, bullying, violencia,
identidad de género, suicidio adolescente, consumo problemático de sustancias.
En la actuación, frente a casos individuales, se han propuesto 5 puntos
sustanciales: atención, escucha, seguimiento, asesoramiento y derivación del caso.
A partir de estos puntos es que se abre el abanico de posibilidades de intervención.
Así también, en cuanto a casos colectivos, la premisa es la adopción de medidas
positivas, recomendaciones y remedios judiciales, aquellos que sean más idóneos y
por la vía más expedita.
En cuanto al federalismo, con otros organismos similares o complementarios
se propone una articulación interinstitucional, un Master Plan 2020-2025 que sea la
continuidad del plan nacional de acción en una instancia superadora.
En lo relativo a la coordinación con otros defensores, se propone generar un
programa de acompañamiento que nosotros, desde la Fundación CAINAF, venimos
acompañando desde hace tiempo. Generamos jornadas propias junto a la Facultad
de Derecho de la Universidad Nacional de Tucumán. También fuimos invitados
como expositores en las jornadas que se hicieron acerca del defensor del niño en
las provincias de Salta y Jujuy. Actualmente estamos invitados también a participar
de jornadas en la promoción de derechos y sobre el defensor del niño en Río
Grande, Tierra del Fuego, y en Río Gallegos, Santa Cruz.
Con relación a la participación de la agenda legislativa, nos proponemos
impulsar reformas legislativas que son importantes y prioritarias. La regulación
también de prácticas nocivas y la adecuación de una normativa para las empresas
que se dedican a hacer responsabilidad social empresaria y que en muchos casos
no cuentan con un protocolo acerca de cómo actuar respecto de aquellas temáticas
que tienen que ver con niños, niñas y adolescentes.
En lo concerniente a la participación con organizaciones de la sociedad civil,
se espera contar con un equipo fruto de la coalición de ONG para aportar ideas,
propuestas, vigilar el cumplimiento de la Convención de los Derechos del Niño y
generar un gran voluntariado nacional e internacional con espacios dedicados a la
infancia y a la adolescencia.
Respecto del monitoreo y la supervisión de datos, se propone implementar un
sistema que unifique criterios y amplíe la capacidad de reunir información sobre
niños, niñas y adolescentes, impulsando la apertura de un observatorio de infancias
y juventudes, dependiente de la Defensoría, y un sistema administrativo de
seguimiento de intervenciones y casos que permita relevar datos específicos.
En cuanto al Consejo Consultivo de Niños, Niñas y Adolescentes o a la
participación de los niños, nosotros lo que proponemos es la creación de un
Consejo Consultivo Federal. En general nosotros esperamos que se cierre el círculo
virtuoso, que el niño crezca, se desarrolle, se lo proteja y participe. Como dice el
revinculación con un padre agresor, habrá que ver cuáles son las circunstancias,
pero nunca considerando que el niño miente o que la niña miente; la presunción es
que la niña o el niño dicen la verdad.
En cuanto la tercera, efectivamente, creo que nos ha costado muchísimo –
muchísimo– en la República Argentina, mucho más que en otros países de la
región, colocar el tema de los derechos de niños, niñas y adolescentes en la agenda
pública y, a veces, tenemos adelantos y, otras veces, tenemos etapas de retroceso.
Por consiguiente, este es un momento en el que tenemos que reforzar la presencia
de los derechos de niños, niñas y adolescentes, otra vez, por lo que dije o traté de
explicitar en mi exposición hace un ratito: me parece que estamos todavía en una
sociedad que no termina de concebir a los niños, niñas y adolescentes como sujetos
pares. Sujetos pares desde el punto de vista de vista jurídico.
Sujetos de los que hoy, además, se presume su capacidad y yo creo que los
niños son iguales a nosotros; son seres humanos, son personas. Lo único que
merecen es una protección especial por su condición de ser personas en desarrollo,
pero no tienen ninguna otra diferencia y todos venimos de ahí; todos pasamos por
ahí.
Sra. Presidente (Senadora Durango).- ¿Alguien más?
Sra. Diputada Carrizo, Carla.- Yo.
Sra. Presidente (Senadora Durango).- Tiene la palabra la diputada Carla Carrizo.
Sra. Diputada Carrizo, Carla.- Me parece un tópico importante el tema de trata. Te
referiste al principio y, a veces, se trata en forma confusa, porque se mezcla con el
de adopción. Y adopción, claramente, no es trata; hablamos de compraventa.
Compraventa de chicos es un delito penal.
La pregunta concreta: sabemos que es un delito muy expandido, muy visible
y poco cuantificado, y el primer dilema es el acceso a la identidad biológica de esos
niños, que no sabemos de quién son hijos, reitero, al menos en términos biológicos.
En este sentido y soy diputada radical, me opuse a que el Banco Nacional de Datos
Genéticos perdiera su universalización, entonces, ¿cómo piensas, como defensora,
sobre todo en las diferentes áreas –porque hay áreas y mapas de riesgo donde el
delito penal es más incisivo–, articular una respuesta cuando, quizás, no tenemos
los instrumentos para un acceso que garantice ese acceso a la identidad biológica
en el caso de delito penal de trata en infancia?
Segundo: he visto en todos los planes de trabajo y es interesante el tema de
la articulación con el Consejo Federal, que es un gran organismo, pero lo he visto
también en otras. Y la pregunta es si ahí el defensor del niño articula con la voz del
Estado y, a veces, también con las ONG, por ello, me gustaría saber si piensas
implementar alguna línea directa con los protagonistas. Algunas provincias tienen la
102, a veces, funciona bien y, otras, mal, pero el defensor del niño debería
monitorear cómo funciona el servicio en las provincias. Entonces, si hay una línea
nacional, ¿qué tienes pensado para que los protagonistas usen esa Defensoría,
independientemente de las intermediaciones del Consejo y demás que, obviamente,
son una fuente de articulación potente.
Esas dos preguntas.
Sra. Graham.- Definitivamente, en cuanto a la primera, la compraventa de niños, no
es trata. La trata es un delito complejo que no deriva nunca en la compraventa de
niños. En la República Argentina la compraventa de niños no está tipificada en el
Código Penal, pero sí en la Constitución Nacional, en su artículo 15.
articulación tiene que ser privilegiada con el Consejo Federal, pero con un diálogo
directo y bilateral del defensor con los organismos provinciales de protección de
derechos de niños, niñas y adolescentes.
Yo insisto en la experiencia riquísima. Es cierto que hay mucho por hacer;
nadie dice que ya hemos saldado todo, tenemos un montón por hacer. Pero yo
insisto en este recorrido de los últimos años y este esfuerzo que hemos hecho como
Estado nacional y estados provinciales de haber armado un sistema robusto de
protección de derechos de niños, niñas y adolescentes. Yo lo reivindico. Por eso,
creo que hay que respetarlo y fortalecerlo.
Sra. Presidenta (Durango).- Diputada Mercado.
- La señora senadora Verasay realiza manifestaciones fuera del
alcance del micrófono.
Sra. Presidenta (Durango).- Primero ella me había pedido.
Sra. Diputada Mercado.- Muy breve. A pesar de que la ley 26.061 lo establece, yo
quisiera consultarle cómo institucionalizaría la relación entre esta bicameral y la
Defensoría del Niño. ¿Usted cómo lo propondría?
Sra. Graham.- Yo creo que el defensor o la defensora tienen una dependencia
lógica con la bicameral, porque la bicameral en este caso no solo fue formada para
diseñar y llevar adelante este proceso de concurso de oposición y antecedentes,
sino que se pretende como una comisión especial, pero permanente, ¿no?, una
comisión bicameral especial y permanente.
Por eso, yo pienso que, sobre todo en los primeros años, pero en general
debe tener una relación permanente. Yo no diría de subordinación, pero sí de
acuerdos y de una suerte de consensos, que más allá del informe anual tenga que
ver con ir chequeando avances, retrocesos, cuestiones…
Yo creo que tiene que haber una suerte de colaboración de parte de la
bicameral en relación a la Defensoría, para ver si estamos cumpliendo con las
expectativas. Por algo la ley 26.061 plantea que se cree la comisión bicameral, no
solamente para hacer este proceso, que todos agradecemos muy rico y
transparente, pero me parece que la voz del Congreso Nacional representada en
ustedes ahora en este caso y en las próximas formaciones, me parece que no
puede dejar de ser un insumo cotidiano para el defensor o la defensora.
La verdad, diputada, es que no se me ocurre una institucionalización. Me
parece algo más dinámico posiblemente, no un formato rígido.
Sra. Senadora Verasay.- Muchas gracias. Bienvenida.
Sra. Graham.- Gracias.
Sra. Senadora Verasay.- Desde la óptica federal y el vínculo que debería o que va
a tener el defensor con las provincias, una pregunta muy concreta y es, frente a la
escasez de defensores provinciales: ¿de qué manera usted convencería a un
gobierno provincial para instalar el defensor del niño en cada jurisdicción?
Esa es la primera pregunta y la segunda que viene como consecuencia de
esa es frente al planteo del gobierno provincial de mantener una estructura o de
disponer de una estructura que pueda defender los derechos del niño, le pregunto:
¿es necesaria la figura del defensor del niño local?
Sra. Graham.- A ver. Puedo contestar tal vez las dos preguntas en una. Yo creo que
sí es necesaria. Creo que es necesaria porque el solo hecho de la existencia de un
defensor o una defensora nacional nos impone por nuestra estructura federal tener
hubo una reacción por parte del Poder Judicial para que no se aplicara la
reglamentación local de la ley 26.061 y se generaron tensiones.
Y esas tensiones las encuadraría dentro de la lógica de lo instituido y lo
instituyente. Había algo que estaba instituido, que eran las verdades que se habían
construido en un determinado momento, a principios de siglo, pero con el paso del
tiempo, de alguna manera, habían quedado fenecidas. Y aparecía la Convención de
los Derechos del Niño, allá por 1989. La Argentina, si bien no tardó en adherir, sí lo
hizo en cuanto a su reglamentación e implementación. Y, en lo concreto, cuando
empezaron a surgir todas las instituciones que las leyes nacionales y provinciales
crearon, se generaron tensiones en la aplicación concreta de los roles y funciones.
Tanto el Poder Judicial como los sistemas de salud y educativo le asignaron a
esos nuevos actores roles propios, casi diría de la vieja ley de patronato, que eran
distintos a los del sistema de promoción y protección de derechos.
Por eso, puedo decir hoy que seguimos en la construcción permanente de
ese paradigma que instituye toda la normativa nacional y local vigente. Pero la
principal tarea de la Defensoría será continuar con esa institucionalidad que está
generando y con el consenso que se debe dar con el resto de los actores dentro del
sistema.
Si vemos la cantidad de efectores, recursos, programas e instituciones que
existen relacionados con la infancia y tomando en cuenta todo lo que es el sistema
de promoción de derechos, veremos que hay una gran cantidad de personas e
instituciones que trabajan con niñas, niños y adolescentes.
Cuando desde mi rol de responsable del servicio local en General Pueyrredón
me tocaba charlar con los responsables del área de Educación, les decía que
básicamente la institución que más vínculo directo tiene con las niñas, niños y
adolescentes, para garantizar no solamente el derecho a la educación, es la
escuela. Entonces, es importantísimo con respecto al sistema educativo tener una
perspectiva concreta, que luego desarrollaré ya que hice un par de propuestas
específicas.
Entonces, el rol del Defensor o Defensora –quien sea–, será generar una
agenda y más institucionalidad en la promoción de este nuevo paradigma. Si bien
algunas cosas ya fueron dichas, vemos a diario que para determinados sectores
sociales el paradigma todavía no ha llegado; no se conoce. Si nos situáramos en un
proceso histórico de la revolución francesa es como si hubiera personas que todavía
viven en la Edad Media, con la aristocracia.
Entonces, para determinados sectores de nuestra sociedad y para muchos
actores que trabajan todo el tiempo con niñas, niños y adolescentes, el paradigma
no existe. El paradigma es como que ha retrocedido y, a veces, ello se fortalece con
algunos discursos hechos desde los medios de comunicación y con algunas figuras
que tienen cierta responsabilidad para garantizar los derechos. En esa relación
habrá que hacer alguna tarea docente.
Como segundo tema, cuando planteo el plan de trabajo, simplemente realizo
el esbozo de una estructura, porque lo que observo, y esto lo digo a partir de la
experiencia concreta, es que cuando uno tiene la necesidad de gestionar un espacio
público tiene que ver qué es lo que hay, cuáles son los objetivos y las capacidades,
la asociación con la que se va a trabajar y los recursos instalados; y básicamente un
gran elemento condicionante es el presupuesto.
restitución de los derechos in situ, sino que va a tener que articular muchísimo con
los efectores locales para trabajar.
A mí me pasó que nos llamaban… Había una línea del Ministerio de
Derechos Humanos sobre chicos en situación de calle –creo que era–, y nos
llamaban bastante, porque, por ahí, venía un pibe de Mar del Plata, y me decían:
Bueno, hacete cargo. Y así trabajábamos y articulábamos. No sé si alguna vez me
llamó Marisa o alguno.
La articulación entre los efectores que ya están dentro del sistema es
absolutamente necesaria. A partir de ahí, uno va haciendo un diagnóstico: qué
provincia responde, qué provincia no responde, qué provincia tiene este recurso,
con qué defensor podemos trabajar en conjunto para llevar la experiencia de otra
provincia, para no venir y decir: “Bueno, esto es como se hace en Capital. No; esto
se hace en la provincia de Entre Ríos así y mirá que en tu provincia se puede hacer
de esa manera y no necesitás tantos recursos”.
Entonces, esa articulación me parece que también da la información y las
respuestas.
Sra. Presidente (Senadora Durango).- Diputada.
Sra. Diputada Carrizo, Carla.- Bienvenido. En tu plan de trabajo, especificás datos
públicos, a través de universidades públicas. ¿Podés especificar cómo llevarías a
cabo esa tarea? ¿Cómo la deberían coordinar con las universidades, sabiendo que
los datos públicos, en su gran mayoría, se producen obviamente en el ámbito
gubernamental?
Sr. Greco.- Sí, bueno. También hay datos de universidades privadas, que dan
cuenta de determinadas situaciones, como la situación de pobreza.
El planteo es, dentro de una relación con todas las universidades. Primero,
pedirle un esfuerzo mínimo presupuestario al Ejecutivo, para que tengan esas
partidas para hacer investigación. Porque, hoy, las universidades, al tener
recortes… Lo que me planteaban en la Universidad de Mar del Plata es que va a ser
un tanto complejo que sea pretencioso el impacto y que sea permanente.
Entonces: plan A y plan B. Tener recursos y, de acuerdo al recurso, hacemos
el grado de investigación del impacto de la realidad localizada, porque cada
universidad va a tener un mayor desarrollo en el lugar donde está y de acuerdo con
el presupuesto que tengan -es decir, será permanente, será una vez al año- y de
acuerdo con el expertise que tengan, porque no la hacen las universidades la
investigación sino que se descentraliza en las facultades. Entonces, vos tenés que
ver qué facultades tienen el desarrollo, porque seguramente ya hay, porque en las
facultades hay programas y proyectos de investigación, pero eso está disperso.
Es decir, optimizar y fijar un objetivo, compartir una idea y, de ahí, que surjan
las capacidades que existen en cada una de las universidades.
Sra. Diputada Peñaloza Marianetti.- Quería saber qué mecanismo de coordinación
considerás importante entre escuelas, sociedad, familia y la Defensoría, para
realmente empezar a paliar todas estas violencias contras los derechos de las
niñas, niños y adolescentes.
Sr. Greco.- Bien, la escuela es una institución que tiene… Es bastante vertical el
sistema educativo. Entonces, ahí hay que trabajar con las instituciones
responsables, que son los ministerios de Educación, en la formación de protocolo. Y
en el planteo que yo hacía con relación a la CONEAU, la modificación de la
currícula, también hay que invitar a las provincias para que hagan la modificación, la
no digo de esclavitud pero más o menos; trabajan una cantidad enorme de horas, o
sea, trabajo que no es decente.
Me parece que el tema del trabajo infantil es un tema que claramente es de
pobreza multidimensional.
Marqué otras problemáticas que por ahí las voy a ir pasando porque, si no, no
voy a llegar a la exposición. El acceso de los adolescentes a su derecho a la salud
sexual y reproductiva, a la educación sexual, a la ESI; la indocumentación de niños
por falta de inscripción de su nacimiento. Sobre todo eso lo vemos en los casos de
partos domiciliarios, porque a través del sistema público de salud es difícil ya que un
niño no esté inscripto, pero hay muchos partos domiciliarios y es muy complicado
después inscribirlos, porque hay que llevar testigos dos o tres veces para que
declaren; testigos del parto que lo hayan visto antes, que lo hayan visto después.
Eso es algo que habría que corregir; y que se puede corregir.
La violencia institucional hacia niños, niñas y adolescentes por parte de las
fuerzas de seguridad, por parte del Poder Judicial, que muchas veces revictimiza a
los niños; de los establecimientos escolares y de salud pública y privada; la
situación de los niños migrantes frente al DNU 70/17, que puede llegar a exponerlos
a quedar separados de sus padres si son expulsados del país; el estado de
vulnerabilidad de los niños, niñas y adolescentes privados de cuidados parentales
que están alojados en dispositivos de albergue o de acogimiento o de clubes
deportivos, como vimos recientemente; pupilajes que siguen existiendo -aunque uno
no lo crea- y niños en situación de calle.
En particular, con relación a los niños que están alojados en instituciones de
albergue, quiero contar que desde la Asesoría Tutelar hicimos en 2011 una
publicación, que fue el resultado de la aplicación de un protocolo que utilizamos en
las visitas institucionales a los hogares de la Ciudad de Buenos Aires y muchos de
la provincia que están conveniados con la ciudad, donde mirábamos lo que tiene
que ver con el cumplimiento de los derechos y también con las condiciones de
habitabilidad.
Sacamos una publicación que se llamó “Puertas Adentro”, donde se dan los
primeros números de cuál es la situación de los niños que están alojados en
instituciones de albergue.
Y otro gran logro, que a mí me parece que tiene que replicarse en todo el
país, es haber podido sancionar una ley –la primera ley, la 2.881– que regula las
condiciones que deben tener las instituciones de albergue. Eso se pudo conseguir
gracias al consenso de todas las fuerzas políticas de la Legislatura porque así es
como tiene que ser.
En su momento también hubo mucho trabajo con el Ejecutivo en los casos en
los que hubo que disponer la baja de convenios o el cierre de instituciones de
albergue, porque estaban vulnerando los derechos de los niños que estaban
alojados.
Enuncio después lo que tiene que ver con la falta de acceso a la atención en
salud mental, máxime considerando lo que está ocurriendo con el suicidio
adolescente, que creo que tiene que ser evaluado en sus causas y en su cantidad.
O sea, me parece que hacen falta estudios más profundos de lo que está pasando
con el suicidio adolescente. También la atención de adicciones. Lo que falta son
dispositivos de atención comunitaria; falta atención en los barrios, de más
psiquiatras infantiles y más psicólogos.
institucionalización por pobreza y en 2010 hicimos un amparo por cinco niñas que
estaban en un hogar separadas del padre que no tenía vivienda. Cuando
conseguimos, a través de un amparo, el acceso a un crédito del IVC, los niños
pudieron volver a vivir con sus padres y continuaron viviendo hasta ahora y
crecieron en familia. O sea que a veces los niños no están institucionalizados,
porque los padres son violentos o los maltratan sino que están institucionalizados
porque son pobres.
Frente a los casos colectivos, también me parece que es fundamental que el
defensor cumpla ahí su rol estratégico de incidencia en la adecuación de la política
pública a los estándares de Derechos Humanos de niñas, niños y adolescentes.
Con relación al federalismo, es para mí -en todo sentido- de absoluto respeto
a la autonomía de las provincias, en particular con lo que tiene que ver con
organismos que integran el sistema de protección integral, de respeto y de
fortalecimiento de cada identidad. Cada organismo está para algo y tiene que
cumplir ese rol. O sea, si llego a ser defensora, mi función va a ser, dentro de lo que
es la supervisión y el monitoreo, garantizar que a los organismos se les respete su
rol, pero que lo cumplan.
Con respecto a los defensores de las otras provincias, claramente todas las
provincias tienen que tener un defensor y vamos a trabajar para eso. Y, con los que
están, vamos a construir una agenda común y vamos a acompañar a aquellos que
ya tengan en su agenda provincial temas que estén trabajando. Es decir, vamos a
acompañarlos y vamos a fortalecerlos.
Respecto de la participación en la agenda legislativa, va a ser fundamental,
activa y en las comisiones de trabajo, a través de dictámenes y opiniones y en el
seguimiento del presupuesto, claramente.
Sobre la participación de las organizaciones de la sociedad civil, jerarquizar la
participación de quienes conforman el sistema de protección; hay que fortalecer el
sistema de protección integral. De hecho, la participación en las organizaciones se
da a través de una Secretaría que se incluye en la estructura.
Y, respecto de la supervisión, del monitoreo del sistema de promoción y
protección, lo que planteo es que es necesario un diagnóstico acabado de la
situación de la niñez en el país identificando las prioridades, así como generar
mecanismos de control a través de protocolos, a través también de la sanción de
leyes que regulen el funcionamiento de las instituciones de albergue, por ejemplo, lo
mismo de los niños que están internados en instituciones psiquiátricas y en
comunidades terapéuticas.
Sr. Locutor.- Le pedimos, por favor, finalizar la exposición.
Sra. Guerrero Zarza.- Bueno.
Sra. Presidente (Senadora Durango).- Muchas gracias, están abiertas las
preguntas.
Mientras tanto, le voy a hacer una yo. Usted habló de las delegaciones en las
provincias; ojalá pueda llegar a concretarlas en el caso de ser elegida. ¿Cómo cree
que van a trabajar con los defensores y defensoras que ya están elegidos?, ¿no se
le van a superponer las tareas? ¿Y cuál va a ser su estrategia con las provincias
que no tienen elegido el defensor?
Sra. Guerrero Zarza.- Desde la Defensoría, lo que se va a fomentar
permantemente, insisto, es el respeto a las identidades de cada organismo. A mí me
parece que parte del problema que tiene que ver con lo que ocurre con la infancia
es que todos tienen algo para opinar desde el sentido común, desde su opinión
personal o desde su experiencia de vida. Pero no; necesitamos que cada uno haga
lo que tiene que hacer. O sea, una delegación en una región va a ser un emisario o,
justamente, una delegación de lo que tiene que ser el defensor del niño nacional,
por eso no hay forma de superponerse. Por el contrario, es alguien que va a estar
para respaldar; no es un superior del defensor de la provincia; para nada, es un par
que comparte características comunes; uno en la provincia y otro a nivel nacional.
Me preguntaba cómo fomentarlo en las provincia que no lo tienen; hay que
ver provincia por provincia, las que tienen leyes que lo contemplan, pero tal vez no
se activó el mecanismo. Hay que ver las provincias que no lo contemplan en su ley y
ver cómo incidir en sus Legislaturas para que lo incluyan.
Me parece que ahí va a ser un trabajo junto con los defensores; nos vamos a
poner a trabajar juntamente defensor nacional con los defensores provinciales que
ya existen, para darnos una estrategia.
Sra. Presidente (Senadora Durango).- Senadora Kunath.
Sra. Senadora Kunath.- Muchas gracias por su exposición. Usted mencionó en la
misma el trabajo infantil y, concretamente, quiero pregúntale cuáles podrían ser las
líneas de acción desde la Defensoría para la erradicación del trabajo infantil.
Y otro tema que fue mencionado, que nosotros venimos trabajando, tiene que
ver con el tema del suicidio. Nosotros también venimos reclamando la
reglamentación de la ley de prevención del suicidio. Entonces, ¿cuáles serían
también las acciones que imagina que podrían llevarse a cabo para la prevención
desde la Defensoría? Gracias.
Sra. Guerrero Zarza.- No, por favor.
Con relación a la erradicación del trabajo infantil, como lo mencionaba, desde
mi perspectiva está tan vinculado al trabajo de las personas a cargo de los niños,
que la primera estrategia tiene que ser –por ahí ya excede al defensor– que los
padres de los niños tengan trabajos decentes.
Ahora, en el contexto actual, con niños que trabajan junto a padres en
contextos donde las condiciones son muy precarias, a mí me parece que se pueden
tomar algunas medidas como, por ejemplo, separar la vivienda del lugar de trabajo.
O sea, los niños no pueden vivir en los lugares donde trabajan sus padres.
Entonces, hay que facilitarles el acceso a planes de vivienda o a créditos para que
puedan vivir, sus padres trabajar y los niños ir a la escuela.
El otro tema también es cómo asegurar que haya escuelas cerca. Si hay una
cantidad de niños, tiene que construirse una escuela cerca. No puede ser que los
padres los tengan que llevar a una cantidad de kilómetros, porque esto hace que
terminen no llevándolos. Y lo mismo pasa con la atención de salud.
Por eso creo que lo que empezaría a trabajar es en hacer un relevamiento de
cuáles son las situaciones de trabajo agrícola, trabajo ladrillero –o sea, donde hay
mayor cantidad de trabajo infantil– y ver qué medidas podemos solicitarle al Estado
para que esos niños salgan de esos lugares donde sus padres trabajan.
Y con relación al suicidio adolescente –y a veces lo veo en mi propio trabajo–,
es muy difícil conseguir realmente que los chicos puedan acceder a tratamientos de
salud mental, que los chicos puedan tener los dispositivos que prevé la ley 26.657
para la atención de la salud mental de los niñas, niños y adolescentes.
Estoy convencida, y sé que en la provincia de Buenos Aires es así –y
seguramente en otras provincias también–, de que para conseguir turnos para un
claves para tener un cable a tierra− que, a veces, en otros espacios no los tenemos.
Trabajé en varias organizaciones y en 2001 fundamos el Colectivo de Derechos de
Infancia y Adolescencia, que es un espacio que está en nueve provincias e
interactúa con otras redes de América Latina y del Caribe y con otros movimientos
sociales.
Brevemente, yendo a lo que es el plan −reitero, voy a ser muy breve y contar
otras cosas−, si tenemos que resumir los problemas de la infancia en la Argentina,
tienen que ver con la infantilización de la pobreza: la falta de centralidad de la
cuestión infantil; enormes disparidades regionales; no hay protocolos de actuación
unificados; falta de información al acceso a la misma; déficit de planificación,
seguimiento y evaluación de las políticas públicas; falta de políticas de
fortalecimiento familiar asequibles −pueden existir, pero no están disponibles−;
precarización de los trabajadores del sistema de protección −no podemos exigirle
mucho al sistema de protección si los trabajadores rotan y no están bien
remunerados−; escasos espacios de participación protagónica de niños y una visión
criminalizadora de los chicos.
La cuestión de la pobreza −y me detengo en las próximas dos presentaciones−
es clave. Esto es algo que ya lo viene marcando el Comité desde 2002, 2010 y
2018. Y hay una exigencia internacional en cuanto a la asignación de recursos
presupuestarios y una prohibición de regresividad en este aspecto.
El INDEC señala que hay 41 por ciento de chicos en situación de pobreza, de
cero a catorce años y el Observatorio de la Deuda Social Argentina, de la UCA, que
mide una pobreza multidimensional, desde otros aspectos −no solo ingresos− nos
dice que hay 62,5 por ciento de los chicos.
Otros aspectos planteados en el diagnóstico −me detengo en alguno; porque
son muchos, pero traté de compilarlos todos−: es clave la cuestión de la
institucionalización de los niños, es decir, los chicos sin cuidados parentales y la de
la falta de una legislación penal acorde a la Convención, a pesar de los mandatos
nacionales en ese sentido de la Corte Suprema y de la Corte Interamericana,
además de las legislaciones procesales en las provincias. Si queremos disminuir la
privación de la libertad y fomentar las medidas alternativas de la privación de
libertad, ahí tenemos una clave: niños migrantes, indígenas, chicos
indocumentados.
Asimismo, es preocupante la violencia policial, tortura y malos tratos. Es un
problema invisibilizado de los niños o de diferentes adultos privados de libertad,
tanto intramuros como extramuros; fallo “F.A.L”: no en todas las provincias existe el
protocolo; alta tasa de embarazo no intencional en las adolescentes. Y. bueno,
podría seguir.
Me quiero concentrar brevemente en el diagnóstico, en lo que es el sistema de
protección de derechos. En estos días se está llevando a cabo el segundo Foro
−ahora: ayer y hoy− en Montevideo. Están todos los estados, la sociedad civil y los
niños organizados, discutiendo cómo fortalecer el sistema de protección de
derechos.
Estos aspectos son clave porque, como vamos a ver, cuando hablemos de
las observaciones del Comité de Derechos del Niño, la agenda está; falta el cómo.
Estos espacios son útiles, porque ya son de acuerdo y de intercambio, y lo que
vemos aquí son cuestiones que −como resalté en el plan de trabajo y también lo
hacen otros candidatos− tienen que ver con el poco alcance de los sistemas de
protección y todavía una mirada asistencialista −no podemos salir de la mirada del
Patronato−; la falta de presupuesto; poca participación de la sociedad civil; datos;
políticas públicas que garanticen la autonomía de los chicos que no hay, y falta de
autonomía de los organismos a nivel local; problemas con la justicia.
El documento que se está terminando de elaborar −esto es una versión
preliminar−, también señala la institucionalización del sistema, que está muy débil. Y
lo interesante es que es un documento de trabajo junto con gobierno, sociedad civil
y niños que participan de manera organizada.
En cuanto a la estructura de la Defensoría, creo que no fui muy original con
respecto a otros candidatos. Hay un adjunto de protección y un adjunto de
promoción, como lo señala la ley; una secretaría general, más bien de articulación,
de coordinación. Me imagino dentro de protección un área de casos individuales –
después voy a hacer unos comentarios–, otra área de casos colectivos; un adjunto
de promoción con un área en el monitoreo de cumplimiento de los derechos; un
área de participación de la sociedad civil y de los niños, y los programas que son las
iniciativas estratégicas, porque me parece que hay algo… Tenemos una confusión
cuando hablamos del cargo de defensor. El defensor no es el Poder Ejecutivo, no es
la autoridad de aplicación; es un organismo de control que tiene que hacer que otros
cumplan con su cometido.
En este aspecto me parecen claves algunas de las iniciativas que propongo,
que es un grupo de trabajo sobre la Resolución General N° 19, del Comité de los
Derechos del Niño, que es una forma de interpretar la Convención, con lo cual, el
Estado argentino está obligado a seguir los mandatos del Comité de los Derechos
del Niño y tiene que ver con una forma distinta de trabajar en los presupuestos.
Propongo que esté integrada por la Comisión de Familia de ambas cámaras;
de la Comisión Bicameral; de la Oficina de Presupuesto del Congreso, que es
reciente, que tenemos que aprovecharla, usarla; sociedad civil; Ministerio de
Economía, y niños.
El objetivo, el desafío es promover un ciclo presupuestario en lo atinente al
gasto público social en los términos que nos propone la observación general en las
tres etapas: planeamiento, aprobación, ejecución.
Otra propuesta estratégica de trabajo en esta línea es que la agenda de
trabajo está, tenemos las recomendaciones recientes del Comité de Derechos del
Niño, que aún no están traducidas al castellano, lamentablemente, pero en breve lo
van a estar, que nos señalan cuál es la agenda pendiente en materia de infancia. Lo
que nos pareció oportuno es elaborar una ruta federal y provincial para el
cumplimiento de estas observaciones. A nivel federal por el Consejo Federal y otros
consejos, hay cuatro consejos que trabajan muy bien y de manera articulada, y la
SENAF. Y a nivel provincial con los consejos provinciales donde los haya y donde no
los haya con las legislaturas provinciales que quieran adherir, y de paso también es
una forma de instar a que se cumplan los mandados de las legislaciones
provinciales; solo en dos provincias no hay.
El objetivo de esta hoja de ruta para cumplir con las recomendaciones del
Comité tiene que ver con identificar a los responsables. Las recomendaciones del
Comité hacen un paneo de todos los derechos económicos, sociales y culturales,
civiles y políticos de los niños. Es un proceso que requirió la participación del
Estado, de la sociedad civil, de los organismos internacionales, con lo cual, tenemos
ahí una agenda bastante objetiva de lo que deberíamos hacer. Falta identificar las
violencia; le dedica un párrafo bastante fuerte, con varias propuestas en lo que tiene
que ver con violencia de género hacia las mujeres y las niñas. Y también habla de
esta idea de una mirada transversal de género, lo que tiene que ver con el sistema
público de cuidado integral, o lo que tiene que ver, también, con políticas de
conciliación entre la vida laboral y familiar. Por último, lo que tiene que ver,
justamente, con la ESI, con la Educación Sexual Integral, y todo lo que es provisión
de métodos anticonceptivos.
Dicho esto, la pregunta es ¿qué estructura uno propone? Y en este aspecto
hay que tener en cuenta no solamente las funciones que da la ley 26.061, sino
además el presupuesto que sostiene, siempre con esta idea de paridad de género,
que también es un elemento central. Y acá tenemos… Y yo puse acá, también, la
Defensoría. ¿Por qué? Porque es algo de un organismo. Más allá de las personas,
más allá de que en realidad esta unidad va a estar a cargo del defensor o
defensora, lo cierto es que es la Defensoría en su totalidad la que nuclea todas
estas áreas. Y tenemos una defensoría adjunta, en lo que tiene que ver con la
jurisdicción, lo jurisdiccional. Pero jurisdiccional no implica judicial. Ahora, después,
voy a explicar un poco más, porque el sistema de protección integral habla de este
vínculo entre organismos de protección, organismos administrativos y judiciales, y la
Defensoría en materia de políticas sociales.
Esta estructura central está pensada en un área administrativa, legal y
técnica, recursos humanos, gestión económico financiera, auditoría interna; un área
de relaciones institucionales, que tiene que ver con todo el vínculo con el Poder
Legislativo, con los tres poderes del Estado, tanto a nivel nacional como a nivel
provincial; relaciones públicas y ceremonial, relaciones internacionales y de
cooperación internacional. También tenemos temas de comunicación y contenido,
no solamente lo que es prensa y redes sociales –las redes sociales, para los chicos,
son tan importantes–, sino además capacitación y contenidos en lo que tiene que
ver con materiales didácticos y de campaña. Y por último, el observatorio nacional,
que también lo vimos.
Ahora, estos cuatro, en realidad, el pilar es este quinto, que tiene que ver con
esta vinculación ciudadana que es la boca de ingreso entre los chicos y chicas –mi
hijo diría chiques–, en lo que tiene que ver con la accesibilidad al sistema,
básicamente accesibilidad a la Defensoría. Puede ser por contacto, por diferentes
vías, personal, por redes, por vía telefónica. Y además tiene que ver con esta idea
de diferenciar consultas y asesoramiento de denuncias o quejas; de denuncias, en
sentido amplio. Y a su vez la intervención del área jurisdiccional y del área de
intervención en políticas públicas. ¿Esto qué quiere decir? Básicamente, una
sinergia entre ambos contextos. Porque justamente, a lo mejor, una acción o un
caso individual, o varios casos individuales pueden hacer darse cuenta de que hay
una falencia en materia de políticas públicas, es algo mucho más complejo. Por lo
cual, también, esta idea con, por ejemplo, los documentados, por ejemplo en
materia de migrantes, por ejemplo en materia de violencia, puede haber muchas
otras cuestiones.
Por eso, el observatorio está puesto dependiendo del defensor y no de cada
una de las áreas, porque se va a nutrir información, tanto de lo que viene de la
adjuntía jurisdiccional como de la adjuntía en materia de políticas sociales.
Esto ¿qué hace? Hace a la función o al rol que se le da a la Defensoría. Y
acá tenemos funciones de carácter de promoción y prevención, y funciones de
carácter de protección e intervención. Siempre con esta sinergia que hay que ver
entre en ambos ámbitos. En eso se han detectado ocho ámbitos que nos parece
que son centrales, sobre la base de este concepto de la no violencia, la no violencia
institucional, la no violencia en la familia; en la educación, con la exclusión; salud,
formación ciudadana; cultura y recreación; medios de comunicación; género;
diversión y multiculturalismo.
En ese aspecto, hay tres elementos centrales que nuclean estos ocho
ámbitos, que tienen que ver, primero, con la conformación de la Defensoría, quiénes
integran el trabajo, quiénes van a integrar la Defensoría. Conformación. La
formación, el recurso humano es fundamental. Esto implica, también, para el
adentro, el tema de tener buena dinámica de trabajo, reglamento interno, protocolos
de actuación y supervisión de casos difíciles como elemento central.
Además, tenemos la integralidad de esto que dijimos del cruce entre la
interacción y la coherencia, transacciones de promoción y protección, o de
prevención e intervención. Y, por último, la necesidad de planificar a corto, a
mediano y a largo plazo. Especialmente, siendo una institución que ahora se pone
en funcionamiento, con lo que implica estos primeros cinco años de consolidación.
En este aspecto, tenemos distintos temas de acciones que se proponen
dentro de cada una de estas áreas. Yo, nada más –acá, me parece interesante–
traje unas pocas, en el plan se desarrollan más. En amarillo aparecen las políticas a
corto plazo y en verde están las políticas a largo plazo. Por ejemplo, en materia de
familia, se habla de modernizar la campaña en materia de abuso sexual integral.
¿Por qué se pone en familias? Porque justamente sabemos que la gran mayoría de
los casos de abuso sexual son intrafamiliares, y ahí hay que estar de una manera
fuerte. O lo que tiene que ver con la elaboración de fortalecimiento familiar a largo
plazo, las políticas de fortalecimiento familiar. Así podemos ver en cada uno de
estos ejes cómo se ve planificación a corto plazo, a mediano plazo y a largo plazo.
También tenemos el tema de los casos individuales, que tienen que ser de
carácter administrativo, o puede ser judicial, o puede ser una intervención, primero
administrativa y después judicial, como nos pasa en las medidas excepcionales, o
incluso medidas solamente administrativas, o solamente y directamente judiciales,
como nos pasa con los casos de abuso, etcétera, que van directamente a la justicia.
También tenemos los casos individuales en materia regional internacional, por
lo que es el sistema interamericano, ya sea por un caso concreto o ya sea como
amicus curiae, también de manera indirecta. Un sistema internacional de protocolo
facultativo de procedimientos de comunicación directa.
Entonces, esto de a corto o mediano plazo ¿por qué? Porque todavía
tenemos muchas provincias a las que les falta su propio defensor provincial, por lo
cual no nos queda otra que, a lo mejor, tener que atender casos que comprometen a
ciertas provincias, y uno va a tener que trabajar ese caso claramente en
consonancia con aquellos responsables en el área provincial. Distinto es el caso de
los que ya tienen los defensores provinciales, donde hay claramente… O sea, a
largo plazo, el ideal es que no haya mucha atención directa del día a día, con el
telefonito, las 24 horas, sino que en realidad, a largo plazo uno solamente tome
aquellos casos paradigmáticos o testigo, que permiten hacer recomendaciones
generales para todo el sistema. En este aspecto, también los casos colectivos, y no
acciones colectivas, son casos colectivos. ¿Por qué? Porque también podemos
tener esta idea de generar mesas de diálogo. Justamente los consensos de poder
tener un trabajo colaborativo para, por ejemplo –y acá pongo algunos ejemplos–, el
presupuesto, vacantes en escuelas, conflictos salariales, paro docente, dificultades
en sector salud, pensiones por discapacidad, o incluso tardanza en la designación
del defensor del niño. De hecho, este mismo proceso viene después de un amparo,
con lo cual me parece que también eso tiene que ver con algo que vamos a ver ahí:
cuál es el vínculo con las defensorías.
Traje el federalismo. El federalismo es un elemento central y tiene que ser
una carta fundamental del defensor nacional. Justamente el federalismo porque
tiene que ver con el respeto por las competencias locales. Y acá tenemos no
solamente esa base, sino también la fuerte alianza con las provincias y los
referentes públicos, lo que implica, en una primera etapa, viajar mucho, muchísimo,
a las provincias. Es un trabajo enorme de viajar muchísimo a las provincias.
También tenemos acá esta cuestión que tiene que ver con lo federal en una
visión mucho más compleja, también integrando la SENAF, integrando el Consejo
Federal y UNICEF, que trabaja claramente a nivel país.
Tenemos esta idea de la sinergia constante con los defensores provinciales.
Hasta ahora tenemos designados nada más que cinco. Y hay, también, una fuerte
alianza con la Bicameral, justamente para lograr esta idea de cómo hacer para que
haya una mayor colaboración, ante la posibilidad de que los defensores puedan ser
designados en las provincias.
La regionalización, como otro elemento también central en materia de
políticas y de esto que se llama fortalecimiento de las intervenciones territoriales, a
través de la regionalización. ¿Qué pasa con los defensores provinciales o los
defensores en general? Acá, también tenemos cinco ámbitos o cinco cuestiones a
analizar. Una tiene que ver con, a largo plazo, hablar de una asociación para dar
una institucionalidad más fuerte. O sea que, por ejemplo, haya relaciones
internacionales como la Federación Iberoamericana del Ombudsman y que,
justamente, esta red pueda formar parte, y que vaya alguien en representación de
toda esta red.
Locutor.- Un minuto, por favor.
Sra. Herrera.- Sí.
Aquellos que no tienen ley de protección integral, que la tengan; aquellos que
tienen ley de protección pero que no regularon la figura del defensor, que la regulen,
ya sea modificando la ley o con una ley propia, y aquellos que tienen y todavía está
sin designar, ir y tender a su designación.
Con respecto a la participación en la agenda legislativa, acá tenemos
distintas cuestiones, que esto hace también a este Consejo consultivo federal que
se crea de niños, niñas y adolescentes; esta idea de que los propios chicos
asimismo puedan ejercer sus demandas a través de ciertas leyes o también lo que
tiene que ver con la comisión bicameral de expertos cuando, por ejemplo, haya
algunos temas complejos, como los que tienen que ver con presupuesto o con
ambiente. Por ejemplo que esta comisión de expertos, desde el Conicet, que hay un
programa especial que se dedica a Ciencia y Justicia pueda dar también su
expertise al respecto.
Dentro de las acciones de la sociedad civil, en un sentido amplio, también acá
tenemos de tres niveles: territorial, de promoción y protección; institucional: de
diagnóstico e información; institucional: de planificación y coordinación de políticas.
Hasta acá tenemos organismos de protección y la justicia, también otro gran
aliado, que debería ser un gran aliado. Todavía seguimos teniendo muchas peleas
en el interior, esto de a quién le toca qué; si tiene que intervenir el órgano de
protección, tiene que intervenir el órgano judicial. Con este Consejo consultivo
federal de niños, niñas y adolescentes también en la parte territorial, lo que tiene
que ver con planificación con organismos públicos, lo que tiene que ver con el
ámbito legislativo y por ende, las universidades y lo que tiene que ver con centros
de estudio para generar investigación y acción.
Por último, la participación de niños, niñas y adolescentes en tres tipos de
iniciativa. Permanentes, como por ejemplo pasa con todos los casos individuales o
colectivos, o incluso que tienen que ver con las políticas sociales. Periódicas, y acá
como ejemplo pongo el tema de la posibilidad de afianzar el rol con las provincias,
generando con alianzas ciertos tipos de estrategias en las provincias, donde haya
una participación fuerte de los chicos, distintos tipos de formatos. Y por último, algo
muy puntual que es el logo de la defensoría, que sea realmente creado por un
concurso con los chicos; que realmente los chicos se apropien de lo que tiene que
ver con la imagen de la defensoría, como un elemento básico.
En definitiva, uno siempre dice que el rol del defensor o de la defensora debe
ser un rol, primero, para ampliar las voces… Perdón, se cortó. Qué lástima. No hay
señal.
Básicamente con esas imágenes yo quería sintetizar esto del rol del defensor,
de la defensoría como equipo de trabajo, que tiene que ser, primero, el de amplificar
las voces de muchos chicos y chicas que tienen una voz todavía muy tenue o muy
baja. Pero en especial, y más aún, tiene que comprometerse a poder darle voz a
aquellos que están silenciados. A aquellos tantos chicos y chicas que todavía hoy
son un “no lugar” en este país, y por lo cual esto implica, nada más y nada menos
que una defensoría que tenga una visión clara de un compromiso y una
responsabilidad, porque sólo así va a poder hacer un aporte concreto y cierto hacia
una sociedad más justa, más igualitaria pero por sobre todo más humana, mucho
más humana con aquellos que más lo necesitan. Muchas gracias. (Aplausos.)
Sra. Presidente (Senadora Durango).- Está abierta la serie de preguntas de
senadoras y diputadas.
Yo voy a hacer una pregunta mientras las demás van pensando.
Quería preguntarle cuál es la relación que usted propondría, de ser elegida
defensora, con la Bicameral, exactamente. No sé si lo dijo, porque iba tan rápido
que por ahí se me pasó. (Risas.) Y qué modificaciones legislativas piensa usted que
se podrían hacer en función de las realidades que conocemos.
Sra. Herrera.- Básicamente me parece que con respecto a la primera pregunta,
primero, la Bicameral tiene un vínculo directo con el defensor, con la defensora, con
los informes. Ya de base uno “tiene que dar informes a”, con lo cual acá ya hay una
sinergia, hay una cuestión de control de un control. Uno controla y a su vez a uno lo
controlan, y me parece que le hace bien a la democracia también que haya ese
control.
Además, por otra parte, este muy buen ejemplo del proceso de selección
tiene que ser un gran insumo para trabajar de manera cooperativa con los cinco
defensores que ya hay, para poder realmente lograr que tengamos los veinticuatro
defensores en los ámbitos locales. Me parece que eso es central, que es lo que le
va a permitir al defensor nacional poder hacer una labor realmente de control, de
supervisión y de sinergia justamente entre provincias con lo nacional.
Por último también, al ser una Bicameral que depende del Congreso hay
aquellas legislaciones que seguramente van a ser propuestas por algunos
integrantes. Me parece que ese aspecto hace que uno tenga un vínculo distinto a
los fines de también acompañar ciertas propuestas legislativas por parte de quienes
integran la Bicameral. Porque en principio son personas que conocen el tema, que
en general suelen ser legisladores que trabajan sobre temas de infancia, por lo cual
conocen esto y por lo cual sus proyectos de ley son más fáciles para poder ir
trabajando de manera colaborativa.
Sra. Presidente (Senadora Durango).- Muchas gracias.
Va muy rápido ella, y entonces tenemos que pensar…
Sra. Herrera.- Pobres, bueno, perdón… Es que el tiempo es tirano. (Risas.)
Sra. Diputada Carrizo, Carla.- Me parece muy bueno, lo hemos visto en otros
informes en el diseño de cómo va a ser la institución, el tema de la agenda de
prioridades y también la idea de regionalización. Porque lo cierto es que el mandato
dura cinco años y las infancias no son iguales ni las necesidades son homogéneas
en todo el país. Entonces, quisiera saber si como postulante y candidata a
defensora, tenías un mapa de prioridades por región. Porque no son lo mismo las
prioridades del NOA, del NEA, Patagonia, Centro. Habías conjeturado cuáles serían
las dos o tres prioridades, así como el mapa de la diversidad y la prioridad de la
infancia y adolescencia en el país.
Es un poco compartir.
Sra. Herrera.- Sí, a ver, yo viajo mucho y creo que en el currículum está un poco.
Tengo mucho vínculo con el interior, y el interior tiene realidades muy diversas. Por
ejemplo, la vez pasada me llamó la presidenta del Consejo de Corrientes porque
todavía no tiene aceitado todo el sistema de lo que tiene que ver con lo
administrativo y judicial; qué le toca a qué. Entonces ahí empieza a tener problemas
muy severos.
Yo creo que uno puede detectar ciertas conflictivas institucionales en algunas
de las provincias, pero creo que también es cierto lo que tiene que ver con población
indígena, que tiene que ver con algunas prioridades en algunos lugares y no en
otros. Pero hay ciertas bases comunes para todos. Me parece que lo que tiene que
ver con pobreza, con NBI, con indigencia, hay cuestiones que ahí sí son comunes
para todos más allá de que en algunos lugares sean más graves que en otros.
También esto hace que la regionalización te permita también hacer sinergia
interna de cuáles son las cosas que sí tienen en común y cuáles no. Pero también
en las diferencias está justamente esta idea de poder hacer algunas políticas que
sean “adecuadas a”. Porque si no, eso nos pasa mucho cuando hacemos leyes,
¿no? Cuando uno pone un plazo. Ese plazo para cierta familia puede ser muy poco
y para otra puede ser un montón. Nos pasa con adopción, por ejemplo. Es cierto, los
seis meses de plazo… Ahora, no es lo mismo que haya un grupo de hermanos; no
es lo mismo de un chico que ha sido abusado; no es lo mismo un tema de un
chiquito más grande.
Entonces eso hace que a lo mejor uno a veces tenga que, en las leyes… Eso
es lo que no hay que hacer justamente desde la defensoría.
Justamente, la inversa, tratar de hacer esta idea de que hay cuestiones que
están unificadas porque son problemáticas comunes, como la educación, con su
sistema de cuidado, pero otras cosas tienen que ver con la individualidad regional y
me parece que en eso es importantísima esta idea de la sinergia que se tiene que
tener. Por eso la importancia de los defensores provinciales. Me parece que esto es
fundamental.
Sra. Presidente (Senadora Durango).- Muchas gracias.
Locutor.- Antes de continuar, les pedimos por favor a las y los postulantes que
respeten los tiempos asignados para cada exposición.
A continuación escuchamos al señor Gabriel Lerner.
Sr. Lerner.- Muy buenas tardes a todos, a todas; a las señoras senadoras y
diputadas, muchas gracias por la atención.
Decirles que estos quince minutos los voy a emplear para complementar con
una serie de reflexiones el informe que ustedes ya tienen, es decir, no voy a
superponerme con algunas cuestiones que ya dije, que ya escribí en el informe. Ya
fue muy apretado aquello y me quedaba con ganas de dar algunas explicaciones
más de sentido y de fundamento de lo que yo quería construir como propuesta de la
Defensoría. No voy a hablar del defensor o de la defensora: yo voy hablar de la
Defensoría. Me parece que es más apropiado.
Señalar que claramente el plan que yo presenté y las explicaciones que voy a
dar tienen una marca, una impronta, un sello; y esa marca, esa impronta, ese sello,
a mis 56 años tienen que ver centralmente con mi trayectoria.
Yo tuve mis primeros caminos en el campo de la infancia en el año 96,
primera defensoría zonal de la Ciudad de Buenos Aires, la de La Boca-Barracas. Yo
fui abogado de esa Defensoría hasta el año 2004. Es más, la ley 114 la tuvimos dos
años después de que empezamos a trabajar con la Defensoría.
En paralelo yo militaba en un organismo de derechos humanos especializado
en violencia policial, en represión policial, gatillo fácil, detenciones arbitrarias. Y, a
partir de allí, tuve un contacto con la adolescencia más humilde, sobre todo
involucrada con problemas penales, como víctima o como sujeto activo de la
comisión de delitos. Me dediqué muchos años a hacer defensa penal y en el año
2005 inicié una carrera de diez años como funcionario; fui primero director Nacional,
después Subsecretario y finalmente Secretario Nacional de la SENAF. Todo en un
proceso muy rico y, desde el punto de vista mío, muy positivo en materia de
transformaciones institucionales de las que venimos hablando todos aquí, más allá
de los balances que cada uno tenga de esa trayectoria.
Obviamente, también hubo momentos de estudio y de escribir, pero
centralmente mi desarrollo en el campo de la infancia ha sido un desarrollo de
defensa práctica de derechos, de participación en el movimiento social, en el
territorio, en la militancia y en el activismo. Ese es el perfil que ha tenido mi historia y
es el que, más allá de mi voluntad, le pongo a la idea de Defensoría que hoy vengo
a proponer y defender.
Voy a desarrollar cinco ideas sencillas que ilustran, inspiran y, para mi
modesto entender, explican mi propuesta. La primera es que la Defensoría de
Niños, Niñas y Adolescentes de la ley 26.061 tiene vastísimas facultades, tiene una
enorme cantidad de funciones y está la tentación, como suele suceder en el campo
de los derechos humanos, de relativizar las competencias y que el funcionario diga:
“Esta competencia la voy a desarrollar y esta otra no la voy a desarrollar.”
Yo entiendo que, aunque nos lleve un tiempo, aunque sea una construcción
difícil, el conjunto de funciones que la ley le asigna a la Defensoría deben ser
cumplidas por el Defensor. Yo creo que del otro no tenemos gente con la que
negociamos, tenemos niños, niñas y adolescentes; hay un principio de exigibilidad.
Y, si la ley dice que hay que cumplir con estas tareas, yo entiendo que hay que
cumplirlas, incluso algunas que quizás yo no las hubiera puesto en la ley.
En primer lugar, respecto de la atención de casos individuales y colectivos,
aquí hay un tema de escucha que para mi gusto va a ser muy importante. Va a tener
mucha densidad de escucha la Defensoría; si no la tiene es porque va a tener que
bajar el perfil. Va a venir mucha gente –niños, niñas, familias– a traer problemas,
inquietudes y propuestas a la Defensoría, lo que no quiere decir que la Defensoría
convierta todas esas demandas en casos; buena parte van a ser derivados, pero
esa derivación va a requerir un acompañamiento. De modo que con mecanismos
ágiles y sencillos entiendo, en primer lugar, que va a haber una alta intervención en
casos individuales y colectivos.
En segundo lugar, como la mayoría de los colegas expresan, va a haber un
área fuerte de supervisión y monitoreo de políticas públicas. No sé si inicialmente,
como se preguntó por allí, de todo el sistema de conjunto; quizá ese monitoreo
empiece por algunos segmentos del sistema que aparecen en cabeza del defensor
o de la defensora, como de mayor debilidad. Lo cierto es que hay una función muy
importante de monitoreo y de supervisión que, a mi modesto entender le quiero
agregar otro aspecto más que la ley no dice, quizás se puede presumir que lo dice,
que ese monitoreo y esa supervisión es con recomendaciones, con observaciones
claras y con rendición de cuentas. No es patrimonio del funcionario el decidir si esos
informes van a ser o no difundidos, tiene que haber una página web donde
rápidamente los informes y las observaciones sean puestas a conocer a la
comunidad; hay una devolución, es parte de la tarea, incluso, de promoción que
tiene la Defensoría.
Por otra parte, sobre lo que también hemos hablado mucho, debemos
recabar y analizar información. Aquí me permito una excepción. Yo soy de la idea de
que la Defensoría no debiera superponerse con las tareas de otros organismos. En
principio, el Estado tiene múltiples áreas que se dedican a recabar y a generar
información, pero hay algunas vacancias y me parece que el Defensor no va a
poder intervenir en algunas áreas si no genera –yo he puesto un área en la
estructura para generar investigaciones– su propia información para poder
intervenir.
Por ejemplo –curiosamente tiene poca prensa esto que voy a decir–,
prácticamente carecemos de toda estadística seria en materia judicial, en materia de
adopciones o en materia de adolescentes infractores. Porque cuando queremos
saber cuántos chicos privados de libertad hay, hay que ir a preguntarles a los
gobiernos porque los jueces no publican ninguna información al respecto, por
ejemplo.
Finalmente, una labor que entiendo va a tener una alta jerarquía es la del
litigio en sede administrativa y judicial, individual y colectivo. Los que hemos litigado
durante mucho tiempo sabemos que el valor de las observaciones y de las
recomendaciones tienen más valor cuando se sabe que el actor que hace la
recomendación o que hace la sugerencia tiene además capacidad de litigar para
que se cumpla, si no se cumplió. Y uno de los aspectos diferenciales que tiene la
Defensoría del Niño, junto con la Defensoría del Pueblo, es que tienen capacidad de
litigio individual y colectivo de manera expresa. Yo creo que sus alcances le
permiten, incluso, ejercer el amparo del artículo 43 de la Constitución Nacional.
Segunda idea que quiero sostener en esta misma dirección: yo estoy
problemáticos y sigue habiendo publicidad de alcohol en los lugares a donde van los
chicos: en la cancha cuando van a ver fútbol o recitales de rock. Y nadie le pudo
poner el cascabel al gato, porque no hubo una institución de estas características,
que debe tener otro sistema de rendición de cuentas: asumir que representa los
intereses de un grupo social muy importante y que en algunas cuestiones no puede
transigir. En este conjunto de situaciones incluyo la discusión respecto del mundo
empresarial de convertir a los niños en meros consumidores. Hay una discusión que
hay que darla, aunque sea en minoría como la de la baja edad de punibilidad y otras
tantas que nos tocan y que me parece que el defensor, no desde el principio, pero
en un camino de construcción, puede convertirse en una voz muy importante para
eso.
Para finalizar, y esto avala este último planteo, quiero leerles una frase de mi
amigo que nos dejó hace unos años, Eduardo Bustelo. Eduardo entre muchas otras
cosas decía: la infancia y la adolescencia como categorías sociales tienen una
limitación constitutiva, ya que no pueden representarse. Así, en las mesas de
negociaciones los niños, niñas y adolescentes no tienen muchas veces quién los
defienda. La infancia no ocupa, entre comillas, ningún rol social, ni productivo, ni
estratégico, ni puede organizar piquetes para tomar un determinado espacio público
para reclamar por sus postergadas necesidades. Como los niños, niñas y
adolescentes no tienen poder, entre comillas, el destino de sus derechos es
frecuentemente un dramático silencio. Y es por esa fragilidad constitutiva de la
infancia como actor social y por lo que la misma representa que necesita ser
colocada en un lugar político central para proteger y promover sus derechos.
Yo creo que una de las funciones fundamentales del defensor es recoger el
desafío que nos da Eduardo ahí. Y sin delirarse, sin perder de vista las correlaciones
de fuerza y los caminos a desandar, tener eso como norte me parece que es
fundamental.
Muchas gracias. (Aplausos.)
Sra. Presidente (Senadora Durango).- Senadora Kunath.
Sra. Senadora Kunath.- Muchas gracias por la exposición.
Usted hacía mención a dos temas sobre los cuales me interesaría que pueda
profundizar. En primer lugar, se mencionó a las personas con discapacidad, y quería
preguntarle con qué herramienta se imagina que cuenta un defensor para poder
cumplir con una educación inclusiva. Y, en segundo lugar, una cuestión que también
fue anunciada y que está mencionada en el plan, en relación a esto de la escucha
activa y de la participación concreta de niños, niñas y adolescentes. Creo que se
mencionan audiencias regionales como uno de los formatos que se propone.
Quisiera que nos profundice sobre esta propuesta.
Gracias.
Sr. Lerner.- Cómo no.
Niños y niñas con discapacidad: creo que más allá de alguna evolución
importante en la transferencia de recursos a través de las pensiones durante los
últimos años y algunas mejoras vía mejorar el PROFE –el Programa Federal–,
etcétera, lo cierto es que no logramos construir una adecuada institucionalidad que
aborde la discapacidad de conjunto y la de niños, niñas y adolescentes. Allí nosotros
mantenemos organismos viejos, normativas viejas. Por ejemplo, en una perspectiva
de ajuste, con la que yo discrepo, el gobierno actual se vale de una normativa lábil
que teníamos en las pensiones y recorta las pensiones a los niños. Entonces, los
son urgentes. No se puede ser defensor y al otro día no hacer algo por los pibes que
están en situación de calle. En este sentido, hace muchos años que no veía tanta
niñez en situación de calle y he marcado también algunas otras cosas: seguimos
teniendo en algunos lugares del país privación de libertad prolongada de infractores
en sedes policiales. No es un tema de mucha economía, son números chicos, pero
en la Argentina tenemos 1.400 chicos privados de libertad. Y en esa situación, en
situación de estar en comisarías, no deben ser un tercio y no lo hemos resuelto.
Y tenemos una serie de lugares de centros de privación de libertad donde no
tenemos ningún tipo de monitoreo. Acá hay algunos que están por aquí. Lerner tuvo
alguna discusión conmigo sobre este tema, pero había monitoreo, probablemente
no el más adecuado de todos, pero lo cierto es que hay lugares donde no hay
ningún monitoreo. ¡Nada! No hay ningún tipo de control y hay chicos privados de
libertad.
En ese sentido, no me lo preguntaron, pero lo quiero agregar, es muy buena
la noticia de la puesta en funcionamiento de la Comisión Nacional contra la Tortura,
del Mecanismo Nacional de Prevención contra la Tortura. Y lamento no haber podido
adelantarnos en la agenda y que el defensor del niño no esté en ese Comité
Nacional, como sí está la Procuración Penitenciaria.
El organismo nacional que debe velar por la situación de las personas
privadas de la libertad es un organismo, en principio, no especializado en tema de la
niñez, que es la Procuración Penitenciaria, con la cual si yo fuera defensor iría al
otro día a pedirle un convenio para trabajar juntos en la privación de libertad de los
niños a nivel nacional pero también a niveles locales.
Sra. Presidente (Senadora Durango).- Diputada Peñaloza Marianetti, tiene la
palabra.
Sra. Diputada Peñaloza Marianetti.- Buenas tardes.
Una consulta: cuando inició usted su exposición dijo que había que velar por
los derechos que establecía la ley, porque la ley lo decía, pero que usted hubiese
sacado algunos. ¿Cuáles serían esos derechos?
Sr. Lerner.- No, no hubiera sacado algunos. Me hubiera preguntado por este
problema de los casos, pero si la solución a la que arribé es la que está en la ley…
Esta ya es una Defensoría con mucha escucha, entonces, hay que asesorar a todo
el mundo, atender a todo el mundo y no me quiero meter; jugaría en contra de mi
candidatura decir algunas de las cosas que hay que hacer, pero sí en un mínimo de
territorialidad.
Si hay situaciones graves de niños…; y está también el tema de las
competencias. Vamos a suponer que no haya defensor en una provincia y que
inevitablemente hay que ir a escuchar a los niños allí. Y si hay una situación
delicada, ¿no nos vamos a constituir allí? Es decir, el defensor del Pueblo tiene
sedes en varios lugares del país y tiene técnicos en varios lugares del país; la
Defensoría del Público, lo mismo; el INADI tiene sedes por todos lados y la
Procuración Penitenciaria también. Y no sé si originalmente pensaron que iba a ser
así, pero los problemas están, y, si hablamos de desigualdades y se escucha solo
en Buenos Aires, hay que encontrar una solución. Las redes nos pueden ayudar.
En efecto, la mayoría de nuestros pares, los organismos del Congreso tienen
estos formularios virtuales, web, que funcionan bastante bien; la gente manda sus
inquietudes; entonces, si vale la pena se hace una comisión; bueno, es un tema
importante que no está acotado en absoluto.
simplemente, traigo algunos datos, que son las preocupaciones centrales, que creo
que la próxima Defensoría de niños, niñas y adolescentes tiene que tener en cuenta.
Un dato terrible, pero muy relevante de la realidad es el proceso de infantilización de
la pobreza, que se profundiza en estos años, desde la crisis estructural de
2001/2002. Tenemos hoy, aun con avances y con retrocesos, reconocido por el
INDEC, el 41,4 por ciento de la población infantil y adolescente bajo la línea de
pobreza. Esto se agudiza según las regiones y según las disparidades regionales,
tanto en las provincias como incluso a nivel de las propias ciudades.
En la siguiente filmina, lo que vemos es, con el tema de la pobreza e
indigencia por ingresos, evidentemente, la Asignación Universal por Hijo ha sido y
es una auténtica política de Estado que vino a aliviar la situación de extrema
indigencia de la población infantil y adolescente. Esa política de Estado continúa,
esa política de Estado se ha ampliado de 3.500.000 que alcanzaba en los primeros
años a casi 4 millones, ahora, pero todavía hay un porcentaje de alrededor de 1
millón de niños, niñas y adolescentes que todavía no accede a este beneficio. Y hay
una serie de obstáculos, que son inherentes al propio sistema de la AUH, que tienen
que ver con las dificultades de la profunda marginalidad en la cual vive un 5 por
ciento de la población infantil y sus familias, que no acceden a poder cumplimentar
los requisitos de la propia AUH. Y este es un gran tema para que la Defensoría del
Pueblo monitoree, aporte, investigue, trabaje codo a codo, ahí sí, en marcar las
posibilidades de corrección de lo que puede ser esta política para que realmente
llegue de manera universal a todos los niños.
No solamente hay pobreza por nivel de ingresos. Cuando asistimos a la
presentación de la encuesta de la Deuda Social Argentina de la U.C.A., algunos
indicadores que ellos han incorporado son particularmente conmovedores y tienen
que ver con otro tipo de pobreza que es el déficit en la estimulación emocional e
intelectual. Y fíjense que entre las preguntas que hace la encuesta del Observatorio
de la Deuda Social Argentina está cuántos chicos no leen cuentos ni les son leídos
cuentos infantiles, ni tienen tampoco libros de cuentos infantiles en sus casas. Esa
cifra da 40,2 por ciento de niños y niñas menores de 12 años que no acceden a la
lectura de cuentos. Y hay un 17 por ciento, que es una cifra menor pero que
realmente también es muy conmovedora, que no festeja sus últimos cumpleaños.
Entonces, si nosotros avanzamos, al interior de ese 40 por ciento, por
ejemplo, de los chicos que no acceden a la lectura de cuentos o de libros infantiles
-la línea más gruesa, que es la línea más oscura de la filmina- tiene que ver con la
estratificación interna. Son los chicos de los sectores más humildes los que
numéricamente se ven más perjudicados por la falta de acceso a la estimulación
emocional e intelectual.
Esto nos sirve para fundamentar por qué la necesidad de ampliar las políticas
educativas. Por qué necesitamos la ampliación del nivel inicial desde los 45 días de
edad y todos los esfuerzos en las políticas de primera infancia. Y también cómo
necesitamos fortalecer, en el nivel secundario de la enseñanza, y evitar el
desgranamiento y el abandono escolar.
Estos son datos de un trabajo de Unicef muy importante de las metas 2016-
2020 que dan cuenta de que hay 1.157.000 niños, niñas y adolescentes fuera del
sistema educativo, tanto en los primeros años del nivel inicial como en los últimos
años de la escuela secundaria.
Entonces yo estoy convencida de que además de ampliar el nivel inicial y
Planteo una estructura con tres áreas temáticas: una Dirección De Políticas
Públicas para el monitoreo y el seguimiento de los programas; una Dirección de
Protección de Derechos, justamente para la defensa de derechos individuales y
colectivos, básicamente; y una Dirección de Promoción y Prevención que tiene que
ver con la capacitación, con la articulación y con la participación de los propios
niños, niñas y adolescentes. Y hay una cuarta Dirección que es de Apoyo Técnico,
Legal y Administrativo.
Como no tengo tiempo para desarrollarlo, voy al último gráfico que tiene que
ver un poco con las misiones centrales. Es un gráfico circular que me gustó porque
justamente esta es una defensoría nacional que se pone de pie con el respaldo muy
fuerte del Congreso Nacional. La verdad, que la Bicameral esté impulsando la
constitución de este organismo ya es un punto de partida de especial relevancia.
En ese gráfico están algunos de los ejes centrales que deben jugar. Se utilizó
hoy, a lo largo del día, la palabra sinergia. Y esta imagen remite a ella: la supervisión
y el monitoreo de las políticas públicas, de la inversión presupuestaria; el
seguimiento legislativo; el seguimiento y la elaboración de propuestas de
procedimientos y estadísticas; la defensa de los derechos individuales y colectivos
de los chicos; la participación de los niños, niñas y adolescentes; la articulación –
este es un gran rol de la Defensoría Nacional– con los otros organismos nacionales
que acá se nombraron la Defensoría del Pueblo de la Nación, la red de defensorías
del pueblo de todo el país, el Comité Nacional contra la Tortura y los ministerios
públicos.
Hay mucho para articular; mucho para generar una sinergia que permita
unificar estos procedimientos y el enfoque porque, en definitiva, lo que queremos es
transversalizar el enfoque de derechos y la igualdad de género en la sociedad y en
el conjunto del Estado.
Por último, para cerrar esta conferencia –no es fácil– busqué a Silvia
Bleichmar, una psicoanalista maravillosa que falleció hace pocos años, quien dijo en
una histórica conferencia que brindó en el Consejo de los Derechos de Niños, Niñas
y Adolescentes, cuando lo creamos, allá en 2001, en plena crisis, algo hermoso: “Yo
siempre insisto en que la esperanza de un país se mide por la propuesta que tiene
para la infancia. Es a través de lo que se propone a los niños donde se ve
claramente la perspectiva de futuro que un país tiene”.
Y ahora sí por último, la frase de El Principito que siempre nos interpela a
recordar que todos fuimos alguna vez niños y a veces lo olvidamos. Muchas gracias.
(Aplausos.)
Sra. Presidente (Senadora Durango).- Muchas gracias.
Quiero pedirle, como ya lo he hecho en otras oportunidades, que profundice
un poco más esa relación con las provincias argentinas, con las diferentes
realidades que tiene nuestro país, que son distintas en el Norte y en la Patagonia y
seguramente usted conoce. Me gustaría que profundizara un poco más esto.
Por otro lado, quiero preguntarle cómo piensa que pueden ser los canales de
recepción de las demandas de las niñas, niños y adolescentes en aquellos lugares
donde no hay defensor.
Sra. Naddeo.- La dispersión regional y las diferencias regionales son muy fuertes;
los contrastes son muy fuertes. Tenemos por un lado toda la temática en el Norte y
en el Sur profundo como es la temática de los niños de los pueblos originarios. Hay
una temática que está pendiente en la Argentina. UNICEF misma plantea que es
estar la Defensoría. Me imagino lo que dice ahí a esta altura de las circunstancias,
pero claramente es para incidir, sin duda alguna. Me imagino una Defensoría con
fuerte vocación política no partidaria, en el sentido de que los derechos se defienden
con políticas no solamente con técnica, cuestión de expandir los derechos en clave
federal.
Recuerdo en mi memoria visual el tema de monitoreo. No solamente de
monitoreo de prestaciones sino monitoreo de la inversión, monitoreo de los diseños
institucionales. Acá se ha planteado muy bien que no está plenamente desplegado
el sistema de protección en la Argentina y hay un reto, también, en esa materia.
Mucho de aprendizaje experto, y cuando digo aprendizaje experto uno piensa
en los académicos. Pero no pienso solamente en los académicos, pienso en los
funcionarios públicos, en los trabajadores de niñez y adolescencia que se cuentan
por miles en la Argentina y que saben, probablemente, mucho mejor que los
diseñadores de políticas y también de los niños, niñas y adolescentes, el tema, que
seguramente podremos discutir, de la participación y qué camino de participación,
que no sea puramente ritual.
Obviamente también hay que nutrirse –si no me equivoco es la palabra que
estaba en negrita– de toda la densidad que tiene la Argentina en materia de
organizaciones sociales vinculadas a la niñez. No solamente ONGs, sino otras
organizaciones también representativas.
Me imagino una Defensoría para eso y, entonces, la estructura orgánica tiene
que ser consistentes con esas funciones, por decirlo de alguna manera. La palabra
funciones, además, remite a algunos de los artículos del marco legal de la ley
26.061.
Algunos aspectos a considerar: claramente la estructura –esto es inventar la
pólvora un poco tarde– se terminará de afinar en función del presupuesto. Lo decía
muy bien la presidenta de la Comisión Bicameral, es una tarea en la que están
metidos seguramente en estas horas, en el “poroteo” presupuestario. Carla está en
ese camino por lo que decía la presidenta y tiene que ver con esto.
Efectivamente, creo que hay réditos, hay discusiones importantes en materia
de qué estructura. En cualquier caso, aun si hubiese posibilidades de contar con
más recursos, me la imagino como una estructura pequeña, con una sólida división
de trabajo y con experticia temática, porque es grande la complejidad en materia de
niñez y adolescencia; pero experticia temática con una lógica sistémica. Yo creo que
el gran reto es cómo transitamos de los haberse sectoriales a los haberes
intersectoriales. Y si hay algo que interpela la intersectorialidad de la política pública
es la niñez y la adolescencia en la Argentina; y por supuesto también, como decía al
principio en los parámetros fundacionales, con lógica de construcción incremental.
Seguramente, hay que pensar la casa en su perspectiva más grande, pero
sabiendo que quizá lo primero que se hace no va a ser todo el conjunto del plano,
sino aquellas piezas del rompecabezas que son claramente necesarias en esa
dirección.
En materia del defensor, los tres niveles y las direcciones, imagino
defensores muy sólidos técnicamente –voy a decir algo muy rápido en la filmina
siguiente–, pero también –y esto es una señal de identidad que a mí me gustaría
darle a la Defensoría– con probada capacidad de articulación política. Articulación a
veces en construcción de consensos y a veces, como también decía antes Gabriel
Lerner, hay que poner cara de ogro en término de la discusión de política pública. Es
Sr. Repetto.- Creo que hay que dar una discusión muy fuerte. Me parece que hay
una deuda histórica de la ley –me anoté el número porque es una pregunta bastante
importante– 22.278, que no está saldada. Hay que adecuarla al marco de la
convención. En ese sentido, me parece que un rol importante -y, de hecho, una de
las direcciones prevé el tema de la evidencia- es informar el debate legislativo, por
un lado, y el debate público en general respecto de las implicancias que tendría la
baja de la edad de punibilidad.
Entonces, en ese sentido, yo estoy en contra. Creo que no soluciona el
problema -lo decía Claudia Bernazza al principio- ni en seguridad ni en materia de lo
tiene que ver con los niños, las niñas y los adolescentes. Pero, además, me parece
que el rol de la defensoría en este tema y en otros que eventualmente puedan surgir
en la conversación es brindar evidencia y hacer, en el mejor de los sentidos, un uso
estratégico de la evidencia para informar el debate público. Después vendrán las
relaciones de poder, los conflictos de intereses, las visiones ideológicas; pero el rol
de la Defensoría es poder informar ese debate público, empezando por el debate
legislativo.
Sra. Presidente (Senadora Durango).- Muy bien… “Muy bien” dije porque estamos
terminando, no porque lo esté evaluando.
Tiene la palabra la senadora Fernández Sagasti.
Sra. Senadora Fernández Sagasti.- Bienvenido.
Gracias, presidenta.
Yo tengo tres preguntitas puntuales. La primera es repetida; ya la hice y usted
estuvo desde temprano, como le oí. ¿Cómo percibe usted la problemática de
violencia policial en la población, sobre todo, respecto de los jóvenes? Porque no lo
escuché en su presentación. ¿Qué acciones, en general, considera que se deben
hacer para detener estas prácticas?
Segundo, ¿qué piensa de este gran debate que se dio en el Congreso de la
Nación, que tampoco se lo escuché –de los demás sí; lo dijeron por encima, pero se
han expresado respecto de esto–, en torno al tema de IVE, de la interrupción
voluntaria del embarazo?
Y tercero, tengo un informe acá, Infancia en deuda, en donde ha presentado
un rechazo tanto a la presidenta del Senado como al presidente de la Cámara de
Diputados respecto del presupuesto y los recortes presupuestarios que ha enviado
el Ejecutivo para 2019 específicamente en políticas de infancia.
Por ejemplo, infraestructura escolar –dice el informe–, un 71 por ciento
menos; programas como atención del niño y la madre, un 62 por ciento menos;
etcétera. La pregunta es si usted estima que el defensor de la niñez tiene que actuar
respecto de esto y qué actuación llevaría usted a cabo en caso de ser elegido
defensor. Gracias.
Sr. Repetto.- Muchísimas gracias.
Empiezo por lo primero, respecto de la violencia policial. Creo que lo decía
quien me antecedió, la colega Naddeo. Hay, efectivamente, que activar todos los
mecanismos posibles para que se cumpla el marco normativo vigente. Claramente
la Defensoría tiene que tener un rol bien activo en evitar esos atropellos y tiene que
tener una estrategia, incluso, comunicacional en la materia.
Guardo para lo último lo vinculado a IVE. Respecto del recorte
presupuestario, definitivamente es una tarea fundamental. Una de las tareas
vinculas al seguimiento prevé definitivamente que hay que tener seguimiento de la
Esto tiene que ver, justamente, con la protección que hizo el Comité de
Seguimiento y Aplicación de la Convención de los Derechos del Niño, que yo dirijo
hace muchos años, a favor de los chicos de Grassi y habernos presentado como
querellantes y haber podido meter a Grassi preso.
Entonces, nada más que eso. Creo que es una impugnación que me juega a
favor y no en contra, porque hemos defendido y hemos protegido los derechos de
esos chicos que ya eran adultos, pero que en su momento han sufrido horribles
situaciones de abuso sexual.
Ahora…
Sra. Presidente (Senadora Durango).- Le agradezco la aclaración, porque era una
de las preguntas que le íbamos a hacer al finalizar.
Sra. Schulman.- Perfecto. En cuanto al plan de trabajo, no quiero repetir ni
definiciones, ni cuestiones que ya vimos sobre la situación general de los niños: el
tema de la pobreza, el tema de la violencia, el tema de la violencia policial y una
cantidad de cuestiones que ya hemos visto y que cansan de tanto escucharlas.
Sin embargo, presento un plan de trabajo que va a empezar,
fundamentalmente, con el organigrama y cuál es el rol específico del defensor.
- Se proyecta una presentación en Power Point.
Sra. Schulman.- Acá que no se ve nada y yo tampoco veo nada, pero la idea es un
defensor general que tenga un consejo consultivo, un consejo asesor y un área de
comunicación y prensa como algo realmente importante. Ya lo dijeron acá, se ha
trabajado muchos años con periodistas, se ha trabajado y hemos ido veinte veces a
la televisión –veinte no; doscientas–, a los programas de radio y no logramos que
muestren una imagen positiva de los niños, que no muestren a los niños y a las
niñas especialmente que han sido abusadas, que han sido matadas y que son
víctimas de femicidio. No; todavía no lo hemos logrado. Con lo cual, creo que es una
área sumamente importante tener una buena comunicación y tener una buena
comunicación con la prensa y hacer, de alguna manera, docencia y capacitación con
este tema en forma permanente.
Y también tenemos otra área, dependiendo del defensor general, que es la
propuesta de estructura orgánica, que tiene que ver con poner la articulación con los
distintos estamentos con los que va a trabajar, uno es el de las niñas y de los niños
–todo lo que es articulación interinstitucional–, el tema de la sociedad civil, el tema
de los legisladores, las relaciones de los legisladores con el Poder Ejecutivo y con la
Legislatura y con el Poder Judicial también. Y, por último, y tengo un machete acá,
porque no veo, todo lo que es el planeamiento institucional.
El segundo nivel tiene que ver, fundamentalmente, con los defensores
adjuntos, a los que no les adjudicamos funciones todavía; además de la paridad de
género y además de tener un asesor jurídico imprescindible. Yo tampoco soy
abogada, pero he trabajado toda mi vida profesional con abogados y sé que el
acceso a la Justicia es una de las cuestiones fundamentales que tienen los niños,
niñas y adolescentes: la falta de acceso a la Justicia. El otro sería un especialista en
políticas públicas.
De todos modos, la idea es formar un equipo conjunto que tenga la línea, la
misma idea y el mismo pensamiento y las mismas formas de actuar, para que, de
alguna manera, uno pueda reemplazar al otro en el momento en que sea necesario
y tengamos una idea común para ir hacia el mismo lado.
Y el tercer nivel estaría formado por lo que llamamos áreas programáticas. Es
decir, las áreas programáticas que tienen que ver con área de acceso a la Justicia,
con un área legal y técnica que se ocuparía de recursos humanos contaduría,
tesorería, administración en general. Y el área ejecutiva tiene un área de promoción
y una área de protección de derechos, diferentes.
El área de promoción tiene que ver un poco con el tema de la comunicación y
cómo uno va a transmitir las cuestiones que el defensor quiere transmitir, de qué
manera, usando campañas, usando cartillas, los medios de comunicación y una
cantidad de elementos que pueden utilizarse para hacer la promoción de derechos.
Y también un área de acceso a la Justicia que, como yo ya dije, me parece
fundamental también promocionar la figura del abogado del niño, que se usa poco y
nada, prácticamente en las provincias no se utiliza y acá hay bastante resistencia en
la Justicia a escuchar la voz del abogado del niño, poniendo distintas excusas que
no las dice la ley, que si el niño tiene su capacidad progresiva o no la tiene, o si
puede o no puede tener su propio abogado. Es decir, cada juececito con su librito. Y,
la verdad es que esto es bastante doloroso cuando uno le tiene que decir a un niño:
“Mirá, no te puedo representar porque el juez no quiere”. Y muchas veces hemos
escuchado a los chicos que preguntan: “¿Quién es la señora jueza?”. “¿Y para qué
me llama la señora jueza?”. “¿Y qué le digo a la señora jueza?”.
Entonces, este mediador, como abogado del niño, me parece que es una
figura sumamente importante para que el niño tenga confianza en la persona que lo
va a representar.
Después, también un área que atienda directamente las consultas y esto
tiene que ver con los casos individuales y los casos colectivos. De ninguna manera
se pretende ni se quiere abrir nuevas bocas de ingreso. La verdad es que tenemos
muchas bocas de ingreso en distintos organismos del Estado –quizá demasiadas–
para recibir y receptar denuncias y pocas bocas de atención.
Entonces, esta idea de no repetir la atención –porque por supuesto que no le
corresponde a esta figura– ni repetir las bocas de ingreso para que la gente siga
dando vueltas –digamos– alrededor de los distintos organismos sin encontrar
prácticamente ninguna solución.
Ahora voy a ir directamente a lo que son las definiciones del rol y las
funciones. Yo pienso la figura del defensor como un defensor de Derechos Humanos
de los niños, niñas y adolescentes. Cuando hablamos de derechos de los niños,
estamos hablando de Derechos Humanos. Entonces, tiene que cumplir y poner en
práctica necesariamente todo lo que significa y todo lo que dicen los traslados de
Derechos Humanos. Es decir, cumplir con la universalidad, con la transversalidad,
ocuparse de cuestiones concretas de los niños, cumplir con la infantilización de la
pobreza, garantizar fundamentalmente el interés superior del niño, que es el
principio rector.
Los principios rectores del defensor son la Convención, la ley 26.061 y,
dentro de eso, el interés superior del niño como el marco general. También bajando
a eso, las políticas públicas, y, por último y no menos importante, todo el sistema de
protección integral de derechos, que me parece que es uno de los temas que más
hay que apuntalar, que más hay que trabajar.
Están deteriorados –por llamarlo de alguna manera– los sistemas de
protección, entonces hay que darles fortaleza, hay que fortalecer los equipos
técnicos. El defensor tiene que vigilar y controlar que la atención y la intervención
sean centradas en el interés superior del niño y en lo que el niño necesita y quiere; y
fantásticos y que deberían estar al alcance de toda la gente, para que la gente vea
que no le vamos a enseñar a un niño o a una niña una relación sexual completa. No.
Se le va a enseñar, en principio, a cuidar su propio cuerpo y a considerarse persona,
y persona con derechos, y, entonces, a partir de ahí, empezar a trabajar con los
niños también.
Los niños son grandes generadores de cambio y eso, a veces, cuando se
dispara una situación en donde ya ha habido educación sexual, muchas veces, se
descubren otras cosas que están por abajo: temas de violencia, de abuso, etcétera.
Muchas veces salen a la luz temas que estaban como guardados o escondidos.
Sra. Presidente (Senadora Durango).- Muy bien. Muchas gracias, Nora.
Locutor.- La postulante Cecilia Sosa.
Sra. Presidente (Senadora Durango).- La última. ¡Tranquila, que los últimos serán
los primeros, dicen! (Risas.) Bienvenida.
Sra. Sosa.- Agotada. (Risas.) Ustedes también.
Quiero agradecerle a la Comisión Bicameral este espacio de casi un mes que
hemos transitado juntos. La verdad es que yo por lo menos no soy la misma que
cuando comencé. Ha implicado un importante esfuerzo más allá de las experiencias
que cada uno trae personales, pero evidentemente el proceso también produjo
cambios en las cabezas por lo menos yo creo que de todos, y lo veníamos
hablando. Así que quiero agradecerles por esto.
Un poco la experiencia que yo traigo en realidad es el final de un proceso que
inicie allá en los años 90 en la Defensoría de Niños, Niñas y Adolescentes de la
Ciudad de Buenos Aires. En ese marco entendía la necesidad de dar una cuestión
histórica respecto del lugar de estos servicios, que nacen por primera vez en la
Argentina; nacimos esencialmente con un grupo de abogadas, éramos todas
mujeres en ese momento. El marco normativo con el que trabajamos fue la
Convención de los Derechos del Niño, porque era el marco normativo del momento.
O sea que esencialmente somos nacidos, por lo menos toda esa generación, desde
ese lugar.
Entonces, era para hacer un poco el relato de la experiencia desde donde voy
a hablar. El plan que yo diseñé… ¿Está la segunda filmina, por favor? Ponemos
este.
Sra. Presidente (Senadora Durango).- ¿Se habrá gastado la pila?
Sra. Sosa.- Bueno, no importa. Una anterior, por favor.
El plan sobre el sentido de esta nueva institucionalidad. Yo siempre me
pregunto acerca del sentido de las cuestiones, de las cosas: ¿Por qué esta
institución? ¿Por qué el sistema de protección? Incluso cuando trabajamos con
otros profesionales y empiezan por primera vez es importante saber el sentido de
las cuestiones, porque si no uno repite y no entiende el porqué de las cuestiones,
por qué es necesario un sistema de protección. En ese sentido, esta nueva
institución yo la ubico esencialmente en el derecho del niño a ser oído y en el
derecho a que sus opiniones sean tenidas en cuenta; esta es la manda que trae
esta Defensoría, esto es dar cuenta del artículo 12 de la Convención de los
Derechos del Niño.
Por otro lado también pienso en la obligación que tenemos desde el Estado,
en este caso el defensor/defensora, de escuchar, o sea, de reconocer los derechos
y garantizar los derechos. A partir de ahí la función de este defensor/defensora
tendrá que asesorar, canalizar las inquietudes y defender los derechos. Cuando yo
hablo de defender los derechos lo que estoy pensando es en el control que tiene
que hacer esta Defensoría respecto de las instituciones públicas y privadas que
componen el sistema de protección integral en forma directa en el orden nacional y
en forma indirecta respetando las autonomías provinciales; pero es este lugar, o
sea, el lugar de control.
También pienso que es importante desde esta responsabilidad, además de la
perspectiva de derechos y géneros que tiene el sistema, producto de estar en el
marco de los derechos humanos, o sea, de compartir las características de
integralidad, de indivisibilidad, de interdependencia, otras perspectivas que tienen
que ver determinadas infancias, como es la de niños, niñas y adolescentes con
discapacidad y la perspectiva social que trae la Convención Internacional sobre los
Derechos de las Personas con Discapacidad que trae, la perspectiva de los pueblos
originarios en relación a la comunicación entre culturas y la perspectiva de los niños
migrantes, en tanto, estos dos últimos en general son sectores o grupos de niños
que son discriminados por cuestiones institucionales y comunitarias. Entonces, hay
que tener una especial mirada en las políticas, en las instituciones y en las
normativas que armemos.
En relación a la situación de las políticas públicas, nuestro país ha avanzado,
o sea, tiene un importante andamiaje normativo producto de la Convención, allá por
los años 90, y en el año 2005 la 26.061 lo que produce es una nueva
institucionalidad. Esta nueva institucionalidad lo que plantea es que el conjunto de
actores que participamos de esta institucionalidad tiene por objetivo proteger
derechos, o sea, a partir de ahora esta institucionalidad mira derechos, no mira más
cuerpos o personas; esta es la esencia del sistema. Es por esto que la perspectiva
que trae esta ley, la 26.061, es una perspectiva que impregna el conjunto de las
políticas, planes y programas, y la institucionalidad nacional y la institucionalidad
provincial.
En relación a la institucionalidad que se ha dado a nivel federal, lo que
podemos decir es que no está completa, o sea que faltan organismos y andamiajes
que puedan acompañar la institucionalidad propuesta por la 26.061. Una
diferenciación entre órganos de protección, una diferenciación entre políticas de
prestación con claras funciones de organismo de protección respecto de las
políticas, planes y programas. En esto también hay dificultades en orden a la
coordinación, dificultades en orden a los registros de información, a la construcción
de datos fiables; o sea, nos falta un sistema que pueda dar cuenta del diseño de las
políticas públicas y de los datos que nos sirvan para comparar a nivel nacional.
¿Cuáles son las principales problemáticas que planteo? Yo vuelvo al tema.
Las principales problemáticas, en realidad, tienen que ver con volver a fortalecer
esta institucionalidad. Es una de las problemáticas en las que yo hago eje: el
sistema de protección de derechos. Hubo tres planes, en la actualidad es el tercer
plan: el plan de acción de niñez y adolescencia desde año 2008 hasta 2011, desde
2014 hasta 2016, desde 2016 hasta 2020. Todos hicieron eco en el fortalecimiento
de la cuestión constitucional, o sea, de los servicios de protección de derechos, no
solo el nacional sino el federal a través del Consejo Federal, el de la provincia y el
local. Esto es muy importante, porque significa terminar de construir una
institucionalidad que todavía está incipiente.
En relación a otras problemáticas que yo planteo y que es necesario abordar
desde las políticas está todo el tema del derecho a la salud y al bienestar. Esto
Finalmente, la estructura que se propone tiene que ver con lo que venimos
diciendo. Hay dos grandes áreas que tienen que ver con la defensa y el monitoreo,
la parte de protección. Se debe intervenir ante las situaciones de amenaza y
vulneración de derechos para exigir a las instituciones y al sistema de protección
que revise lo que hace.
Locutor.- Un minuto, por favor.
Sra. Sosa.- Pero, esencialmente, el espacio de promoción y fortalecimiento
institucional interjurisdiccional tiene que ver con lo federal.
La promoción y fortalecimiento institucional interjurisdiccional la pensé
mirando hacia lo federal, mirando las provincias y las regiones y pensando en la
necesidad de nombrar a los defensores en las provincias que aún no lo tienen.
También pienso en protocolos interjurisdiccionales.
También tiene que ver con acciones de sensibilización tanto para el mundo
adulto como para el mundo de los niños, en particular, con relación a cuáles son sus
derechos, de qué forma se los exige y cuál es la exigibilidad cuando esos derechos
no se cumplen. Este es el lugar para los niños.
Esta Defensoría esencialmente tiene que reconocer y garantizar la palabra de
los chicos y, a partir de ahí, es que las propuestas con relación a los niños tienen
que ver con requerir a las instituciones cuáles son los mecanismos por los cuales
escuchan. O sea de qué manera las instituciones de educación y salud escuchan a
los chicos. ¿Cuáles son los protocolos para escuchar? Hay diferencias de edades y
hay mucho material alrededor de las observaciones pertinentes de derecho a ser
oído. También la Observación N° 14 de interés superior del niño nos da bastante
idea sobre de qué manera hay que trabajar en ese sentido.
Y luego hay un tercer punto que es de Apoyo a Otras Áreas. Eso tiene que
ver con la legal y técnica, la gestión administrativa, la auditoría interna, para saber
sobre los procesos internos…
Locutor.- Tiempo cumplido.
Sra. Sosa.- Bueno, igual había llegado. (Risas.) (Aplausos.)
Sra. Presidente (Senadora Durango).- Tiene la palabra la diputada Carrizo.
Sra. Diputada Carrizo, Carla.- Tres cuestiones, dos vinculadas a la educación y
una vinculada a lo federal.
En el tema de la educación inclusiva, hay un fallo de la Corte Suprema.
Entonces, la pregunta sería cuál es tu estrategia para que ese fallo se cumpla en las
provincias en que no hay defensores. ¿Tenés pensada alguna estrategia para
ingresar con una medida concreta que la Corte ha impuesto a las provincias y dado
que es una competencia provincial?
La segunda cuestión es que me parece importante el tema de las escuelas.
Hablaste de generar mecanismos para que los chicos sean escuchados.
Evidentemente, esos mecanismos no estarían funcionando ya que el bullying es
impresionante en la Argentina. Entonces, ¿qué propuestas tendría el defensor
nacional para encontrar mecanismos eficientes y eficaces que lleguen a los
protagonistas y los chicos sientan que el cuidado les llega a tiempo?
Tercero. Decías que el defensor nacional tiene el universo de los planes
nacionales y coordina con las autonomías provinciales. Pero la autonomía hasta ahí
nomás porque el federalismo no da derecho a violar pisos de derechos nacionales.
¿Cómo, de alguna manera, monitorearías y exigirías a las provincias cuando
incumplen derechos nacionales básicos?
¿cuáles serían las tres cosas por las cuales desearías que te juzguen en tu gestión?
Sra. Sosa.- Si el sentido que yo le di a la institución es el derecho a ser oído, yo
querría que me juzguen por ahí, los chicos, además.
Sra. Presidente (Senadora Durango).- Bueno, hemos llegado a la última
postulante.
Quiero agradecerles, en primer lugar, a todos los participantes, porque han
demostrado un conocimiento, una preparación y una preocupación que le dan
mucha seriedad a este concurso, que era lo que nosotros, en realidad, buscábamos:
implementar un modelo de concurso, que hasta ahora no se había implementado en
el país, ni en muchas provincias argentinas, excepto en La Pampa.
También ha sido un aprendizaje, por lo menos para mí. He escuchado
muchas cosas que, en algunos casos, no es que no las sabía, pero me las han
refrescado, porque han sido seis horas, seis horas y media escuchando no
solamente sobre la ley, sobre los derechos vulnerados de los niños, etcétera. Así
que les quiero agradecer la preocupación.
El que salga seleccionado no significa que los otros, que no sean
seleccionados, no hayan estado en condiciones de serlo. Ha sido un grupo de
catorce postulantes muy calificados. Así que, cualquiera que sea seleccionado o
ponderado por nosotros, eso no significa que el resto no esté calificado.
También quiero agradecerles a los defensores, que han estado sentaditos
ahí, pero que nos dan con su presencia, con su orientación, con su asesoramiento,
con su experiencia, también, una fortaleza para poder avanzar.
A las compañeras diputadas y senadoras que nos hemos acompañado, como
dije al principio, más allá de nuestra pertenencia a los partidos políticos, porque el
objetivo ha sido ese y creo que, como nunca, una Bicameral ha funcionado en ese
sentido. Así que muchas gracias, como presidenta de la Bicameral.
A las asesoras y a los asesores, que han trabajado. (Aplausos.) Han tenido
todo al día, impecable. La verdad, les agradecemos muchísimo.
Sabemos de la importancia que tiene esta elección. Nos vamos a reunir en
estos días para ponderar, para calificar y, antes del 20 de noviembre, tenemos que
tener la decisión. Va a ser antes, porque el 20, además, es feriado. Alrededor del 16,
quiero creer que vamos a tener ya el resultado.
El defensor nacional o la defensora van a tener una importancia fundamental.
Y lo digo con autoridad, porque la elección del defensor en la provincia a la que yo
represento, que es la provincia de La Pampa, que hace un trabajo formidable, Juan
Pablo –no quiero dejar de hablar de ustedes dos, pero hablo de lo que conozco–,
está haciendo un trabajo formidable en la provincia; además, es verdaderamente
respetado y, como bien dijo alguien –creo que fue Repetto–, no un trabajo con el
Poder Ejecutivo, sino articulando las políticas públicas con lo que verdaderamente
tiene que ser la defensa de los derechos de las niñas, niños y adolescentes. Así
que, por mi parte, muchas gracias a todos. Si alguien quiere decir algo, encantada.
Muchas gracias. Buenas tardes. (Aplausos.)
–Son las 17:47.