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PALABRAS PARA LLEVAR

El “lenguaje” de los animales


Karem Contreras
palabrasparallevar@gmail.com

Me gustan los fines de semana –como a la mayoría de las personas, creo yo- pues uno
hace cosas tan diferentes al resto de la semana, que siempre hay qué decir de este par
de días. Y este fin de semana pasado no fue la excepción, pues, aunque hubo
acontecimientos poco agradables, también tuve la oportunidad de comer una rica paella y,
de paso reírme un poco y platicar con los amigos, cosa que nunca está de más en
momentos de tristeza. Así que, inspirada en ese momento, escribo estas líneas.
Todo empezó en la sobremesa, al invitar a mis amigos a leer esta columna, les hablé del
tema de la semana pasada. No pensé que surgiera tanta polémica al respecto, fue
sorprendente y grato escuchar las respuestas, las opiniones y las réplicas sobre el tema
escrito, que hablaba acerca del lenguaje como capacidad exclusiva de los humanos. Y
empezó un verdadero debate acerca de si los animales tienen o no lenguaje.
Así es que, aunque estoy convencida de lo publicado, los ejemplos de algunos –entre
ellos un biólogo- acerca de los sistemas de comunicación animal y su parecido con el
lenguaje humano, la verdad me hizo dudar un poco, por lo que me puse a desempolvar
mis apuntes de lingüística y aquí me tienen otra vez hablando acerca del lenguaje.
Resulta que para lograr distinguirlo de los rasgos comunicativos de los animales, Charles
Hockett (1965), un lingüista norteamericano, estudió y estableció 17 propiedades o
características del lenguaje humano. Son muchas características y todas muy
interesantes, pero la que más me gusta y se aleja más de las similitudes del lenguaje
humano con la comunicación animal es la de prevaricación, que consiste en la posibilidad
de emitir mensajes falsos, o dicho de manera coloquial: mentir. Así es, queridos lectores,
lo que nos aleja de los animales, en cuestión de representaciones simbólicas a través de
signos, es la capacidad de usar nuestra lengua para mentir. Porque eso sí, podemos
hacer uso de esta “habilidad” en cualquier lengua del mundo. Todos los hablantes de
todas las lenguas pueden decir mentiras, pero no sólo eso, también pueden prometer,
proponer, convenir, pactar, hacer planes, entre otras cosas, sin que nada de eso se
pretenda cumplir o sea real. Triste, pero cierto.
Sin embargo, esta habilidad también nos abre posibilidades al mundo de la imaginación,
la literatura, el teatro, la música… pues gracias a ésta, se han creado obras invaluables,
que, aunque no son reales, nos han hecho soñar despiertos, reír, gozar, sufrir, enojarnos
y sentir toda una serie de emociones que, nada sería de la vida sin ellas.
En fin, ojalá mi amigo biólogo quede convencido con estos argumentos y si no, tendré que
seguir estudiando, hasta convencerlo. De todos modos, espero que ustedes lectores, me
permitan hablar la siguiente semana del resto de las características del lenguaje, pues
además de interesantes, nos permiten conocer más acerca de nosotros, nuestra lengua,
nuestras capacidades y darnos cuenta de las posibilidades infinitas que nos da el hecho
de ser hablantes de una lengua.
Que tengan todos un excelente fin de semana y por favor, no abusen de la prevaricación,
a menos que sea para fines creativos.

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