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CAPITULO I: COACCION

1. Antecedentes
2. Coacción
2.1. Definición
2.2Bien Jurídico Tutelado
3. Quiénes pueden realizar o estar bajo una coacción
4. Comportamiento típico
5. Modalidades
5.1Amenaza
5.2. Violencia
6. Tipo Subjetivo
7. Causas de Justificación
7.1. Impedir el Suicidio
7.2. Tratamiento Médico
7.3. Huelgas De Hambre Reivindicativas
8. Formas de Imperfecta Ejecución
9. Tentativa y Consumación
10. Penalidad
11. Jurisprudencia
12. Conclusiones
13. Referencias Bibliográficas

CONTENIDO

1. ANTECEDENTES EN LA LEGISLACIÓN NACIONAL

Basando (Nueva Constitucion Politica Del Peru, 2010) podemos referirnos a las
coacciones que se encuentra dentro de los delitos lesivos a la LIBERTAD PERSONAL,
los cuales están previstos en el Capítulo I del Título IV del Libro II del Código Penal,
nos indica que “El que, mediante amenaza o violencia, obliga a otro a hacer lo que la
ley no manda o le impide hacer lo que ella no prohíbe será reprimido con pena privativa
de libertad no mayor de dos años”, encontrando su basamento normativo en la Carta
fundamental de 1993, en el literal a) del artículo 2 inciso24, por lo que hace referencia
a la libertad de obrar o de actuar de la persona de acuerdo a su voluntad.

El Tribunal Constitucional en el Expediente Nº 2235-2004-AA, de fecha 18 de febrero


de 2005, ha señalado que sobre la base del principio general de libertad, que el ser
humano, en principio, es libre para realizar todo aquello que no esté prohibido en
virtud de una ley, ni obligado de hacer aquello que la ley no manda.
La restricción de la libertas personal del sujeto pasivo, mediante violencia o amenaza,
para realizar todo aquello que la ley no prohíba u obligarle a hacer lo que ella no exigen
siendo por ello un delito de acción, asimismo esta amenaza debe ser entendida como
“…dicho o hecho con que se da a entender el propósito más o menos inmediato de
causar un mal o indicio o anuncio de un perjuicio cercano…”

Hay que tener en cuenta que las amenazas y las coacciones aparecen en el robo, en la
extorsión, y las violaciones, como una primera parte de estos delitos. Es que
evidentemente el que viola, el que roba o el que extorsiona comienza por minar la
voluntad negativa del otro, amenazando o coaccionando, es una situación coactiva y
compulsiva. Después otro bien jurídico es atacado.

Según (BUOMPADRE, 2007), “Tanto como el de amenazas, también el de coacciones


es un medio represivo suplementario. Tratándose de un delito subsidiario, cuyo
presupuesto de aplicación es la no previsión del hecho por otros tipos particulares, en
los cuales la coacción funcione instrumentalmente para la vulneración de distintos
bienes jurídicos (incluso el de la libertad en otras manifestaciones); esos tipos absorben
el de coacciones”. Otro antecedente es En el proyecto de Código penal de 1991el
legislador lo ubica en el artículo167°. Y En el Código penal de 1863 ya lo comprendía
en su artículo 321°

2. COACCION

Delito de coacción artículo 151: “El que, mediante amenaza o violencia, obliga a otro
hacer lo que la ley no manda o le impide hacer lo que ella no prohíbe será reprimido con
pena privativa de la libertad no mayor de 2 dos años”.

2.1. Definición
El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, define como coacción,
señalando que es la fuerza o violencia que se hace a alguien para obligarlo a que diga
o ejecute algo. (Española, 2017)
Dicha noción, es confirmada por el monumental trabajo del Dr. (Cuevas, 2012) quien
expresa que coacción, es la fuerza o violencia que se hace a una persona para obligarle
a decir o hacer algo, siendo éste alcance el de una coacción punible, porque avasalla la
libertad ajena. Por coacción se entiende entonces, en su sentido cotidiano y el de su
acepción como término español, como aquella acción desplegada por una persona con la
finalidad de obligar a otra a que haga o deje de hacer algo.
Lo cual conlleva a que en su sentido jurídico, la mayoría de Códigos Penales, defina a la
coacción como aquella limitación a la libertad personal de los individuos, empleando
para tal cometido ilícito la violencia (vis absoluta ), o la amenaza (vis compulsiva), con
el objeto de que el sujeto pasivo haga o deje de hacer algo, obviamente, que la dirección
del comportamiento del sujeto pasivo, se encuentra en manos del sujeto agente, quien
por los medios comisivos descritos, influencia y dispone que es lo que haga o deje de
hacer el sujeto pasivo o agraviado.

2.2. El bien jurídico tutelado


Tal como reconoce la doctrina el proceso volitivo por el cual una persona deje de actuar
de determinada manera pasa por distintas fases: capacidad de formación de la voluntad
libertad de la decisión de la voluntad y Libertad de ejecución de la voluntad en el primer
caso se afectará la capacidad de formación de la voluntad cuando se afecte o anule la
capacidad para tal cometido en el segundo caso cuando se introduzca motivos ajenos
que desvíen la voluntad del sujeto y en el último cuando se obstaculiza la decisión ya
tomada. un sector de la doctrina comparada considera que en este tipo penal se protege
la libertad de decisión bajo argumento de que si decidir es presupuesto de hacer sólo lo
hace libremente quien previamente ha decidido libremente, mientras que otro sector
mayoritario propugna que en este delito se protege la libertad de actuar del sujeto pasivo
de forma que la gente con su conducta delictiva fuerza a éste a ser lo que no desea o
deja de hacer aquello que desea y libremente ha decidido llevar a cabo, por ello, el
ataque se dirige a la capacidad.
Respecto al bien jurídico protegido en el delito de coacción, la doctrina ha presentado
no pacíficos acuerdos al momento de establecer cuál sería el bien jurídico que la norma
pretende custodiar, sin embargo, se han establecido tres criterios doctrinales que
procuran servir de senderos al momento de establecer el campo de protección de la
norma punitiva, siendo:
1. La libertad y la seguridad: en dicho sentido, el delito afectaría, en primer lugar, a la
seguridad del individuo, y de otro lado, como quiera que dicha inquietud y zozobra,
obligan al individuo a una serie de precauciones, constriñendo de esa forma su libertad.
2. La Libertad: en la medida que lo que se pretende de manera directa es perturbar el
ánimo mediante el temor, con independencia de los objetivos más o menos remotos a
los que esta finalidad conduzca, dicho temor cohíbe la libertad y aún, a veces, la anula,
independiente de que se logreo no la finalidad perseguida.
3. La Libertad de resolución y/o actuación: por cuanto este delito se coloca al sujeto
pasivo o amenazado ante la elección de tomar una determinada resolución de voluntad y
llevarla a cabo, o de sufrir un mal, esto presupone en la víctima la capacidad de
formación libre de su voluntad y, en consecuencia, la libertad de actuación. (Navarrete,
2008)
Siguiendo al profesor (Navarrete, LECCIONES DE DERECHO PENAL PARTE
GENERAL TOMO II, 2013) , lo que se busca proteger a través del delito de coacción,
es el derecho a la autodeterminación que tiene todo ciudadano, su libertad personal
“referida a la formación de voluntad humana sin el ajeno constreñimiento proveniente
del anuncio conminatorio de la acusación de un mal constitutivo o no de un delito” se
advierte, que el bien jurídico tutelado en el delito de coacción, está referido
directamente a la libertad personal, entendida como aquella que gozan todas las
personas para realizar sus actos que consideran pertinentes, sin más limitaciones, que las
preconizadas por el ordenamiento jurídico, proscribiéndose cualquier intromisión a la
esfera protegida de la libertad de cada individuo.
Sergio Politoff, Jean Pierre Mattus y María Cecilia Ramírez, expresan que el bien
jurídico protegido es la libertad de actuación, de obrar y la seguridad de ejercer dicha
libertad en la oportunidad y dirección que se decida libremente.
3. ¿QUIÉNES PUEDEN REALIZAR O ESTAR BAJO UNA COACCIÓN?

Afirma (Salinas Siccha, 2015), para efectos de la configuración del delito “debe
entenderse por violencia o como se conoce en doctrina, la vis absoluta o vis phisica o
vis corporalis, a aquella fuerza o energía física que el sujeto activo o agente descarga
sobre el cuerpo de la víctima con la finalidad de obligarle a realizar lo que la ley no
manda o impedirle hacer hace lo que la ley no prohíbe”.
Existen dos supuestos:
Sujeto activo: Sujeto activo puede ser cualquier persona, incluyendo al funcionario
público con excepción de los casos en que la realización del tipo por parte del
funcionario implique exceso o abuso de sus atribuciones en cuyo supuesto lo reclamará
el art. 376 del C.P. Fuera de ese supuesto, persona, funcionario o no, que desarrolle el
comportamiento previsto en el tipo del art.151 del C.P.
Por su lado, el profesor argentino, (Creus, 1998) nos refiere que el sujeto activo para
este injusto, puede ser cualquier persona; pero en algunos casos, la calidad del sujeto
activo en unión con la naturaleza de la exigencia, puede cambiar el título de la
imputación, admitiéndose todos los grados de participación.
El magistrado peruano (Salinas Siccha, 2015), en posición diferente en parte, señala que
al iniciar el tipo penal con la frase “el que (…)”, sirve para afirmar que el sujeto activo
del delito puede ser cualquier persona, no exigiéndose alguna condición especial en la
persona del agente, inclusive puede ser un funcionario público; y que –agrega el autor- ,
un caso típico, es la conducta desarrollada por un miembro de la Policía Nacional del
Perú, al detener a un ciudadano sin motivo aparente, detención ilegal que es declarada
consecuencia del ejercicio de la acción de garantía de habeas Corpus. Y que se ha
pretendido encontrar confusión entre los supuestos delictivos previstos en los tipos
penales de los artículos 151º y 376º del Código penal; sin embargo, de la lectura
de ambos supuestos se concluye que se diferencian abismalmente, tanto que imposible
pensar que pueden confundirse . Desde nuestra posición, podemos sostener en todo
caso, que el sujeto activo para este delito, puede ser cualquier persona, sin distinción
de circunstancias cualificantes, empero, si estas acciones ilícitas se realizan ostentando
un cargo y dentro de una función determinada (regulada por la Ley) y con atribución y
comprensión a la persona del agraviado, se destierra la posibilidad de estar frente a este
ilícito, siendo reclamada dicha conducta, por otro tipo penal diferente al estudiado25 .b.
Sujeto pasivo: Puede ser cualquier persona en capacidad psicofísica de obrar, quedando
excluidos los inimputables por enfermedad mental inhabilitante (psicosis) o por ser
recién nacidos, por no tener voluntad doblegable por coacción, incluyéndose también a
los niños (menores) con capacidad de obrar, como sujeto pasivo del tipo bajo razón .
(Politoff, 2004)Y Otros, enseña que respecto al sujeto pasivo aún si es un inimputable,
salvo casos de límites fácticos, verbigracia, niños de pocos días o un enfermo mental
catatónico, situación en que la libertad de actuar no puede ser afectada (aunque sí puede
serlo la seguridad personal, como sucede en los delitos de secuestro y sustracción de
menores).
El maestro (Creus, 1998), refiriéndose al sujeto pasivo en el delito de amenaza, pero
aplicable para nuestro análisis, señala que también puede ser sujeto pasivo cualquier
persona que tenga suficiente capacidad de intelección para entender que se la amenaza
– entiéndase coacciona-. No pueden ser sujetos pasivos, por tanto (podría aparecer
entonces un delito putativo), quienes carezcan de capacidad para captar el sentido de
amenaza del anuncio por insuficiencias psíquicas o físicas, siempre que en el caso la
captación sea totalmente imposible: no deja de ser sujeto pasivo quien puede sustituir su
incapacidad por otros medios que le permitan captar la amenaza (el ciego que puede
hacerse leer la carta amenazadora). Lógicamente, tiene que tratarse de un sujeto pasivo
determinado o que pueda determinarse (verbigracia, la amenaza dirigida a los socios de
un club); la amenaza indeterminada (al público en general o a grupos raciales o
religiosos) puede constituir delito perteneciente a otros títulos, pero no el que nos
ocupa; además
–Agrega el autor- que tiene que ser un sujeto capaz de determinarse, es decir, tiene que
poseer, cuando menos, la capacidad de querer, aunque no sea plena.
El peruano (Freyre, 2008), en un feliz alcance, señala que el sujeto pasivo debe tratarse
de una persona que se encuentre gozando de su libertad personal y, que cuente con
capacidad de goce y/o ejercicio .Para nosotros, el sujeto pasivo del delito de coacción,
está constituido por toda persona con capacidad para el ejercicio y goce de sus derechos
reconocidos por la ley, excluyéndose aquellos en los cuales dicha capacidad se
encuentra disminuida por cualquier circunstancia, que de alguna forma imposibilite la
recepción del mensaje amenazante o la violencia empleada, que tienda a la anulación de
su voluntad entorno a la realización o no de los actos determinados por dicha persona,
vale decir, aquellos permitidos o no prohibidos por la ley.
4. COMPORTAMIENTO TÍPICO

El comportamiento típico consiste en obligar a otro hacer lo que la ley no manda ellos
supone compeler a una persona a hacer algo que no es exigido legalmente. Resulta
preocupante el uso del término lo que la ley no manda por cuanto a contrario sensu
implicaría sostener la atipicidad de la conducta de quién usando la violencia o amenaza
obliga a una persona a cumplir una obligación legal ya sea de carácter civil o
administrativo por ejemplo el arrendador que obliga al arrendatario a cumplir la
obligación de pagar los servicios públicos suministrados. En beneficio del bien o el
comodante que obliga al comodatario a cumplir la obligación de permitir que aquél
inspeccione el bien para establecer su estado de uso y conservación o la coacción para
que el vendedor cumpla con obligación de otorgar al comprador el comprobante de
pago por los bienes que esté adquiere situación que sería por demás inapropiada y
faculta haría el uso de las vías de hecho para compeler al cumplimiento de las
obligaciones legales lo que resulta incompatible con el propio ordenamiento jurídico
pues ello está reservado sólo a los órganos íntimamente facultados en tal sentido
consideramos que debe entenderse este precepto legal simplemente cómo obligar a
sujeto pasivo hacer algo que no quiere evitando así cualquier interpretación que
justifique el uso de la fuerza para obligar el cumplimiento de obligaciones legales
también resulta típica la conducta de la gente destinada a impedir al sujeto pasivo hacer
lo que la ley no prohíbe esto se configuraría el tipo penal cuando el agente imposibilite a
otro la ejecución de una conducta que no está prohibida jurídicamente. en este caso sólo
es punible la conducta del agente destinada a impedir al sujeto pasivo la realización de
una conducta ilícita siendo atípica la conducta que tiene por objeto impedir acciones que
la ley prohíbe es decir ilícitas. En este caso habrá que precisar los alcances del término
ley previstos en este tipo penal si Se comprende a todas las normas que tengan Rango
de ley sean esos penales o civiles o administrativas o si sólo se considera a las
conductas prohibidas por la ley penal.

Si se opta por la primera postura implicaría admitir que es atípico el uso de la violencia
o amenaza dirigida y pedir un ilícito civil o administrativo por estar prohibido por la ley
como la conducta de quién impide a un peatón cruzarla pista por lugar distinto al
crucero peatonal eso que está prohibido por las normas administrativas en cambio de
optarse por la segunda posición sólo será atípica la conducta de impedir, con violencia o
amenaza, la comisión de un ilícito penal y Por ende configurar en delitos de coacción
todas las conductas dirigidas a impedir la comisión de ilícitos civiles o administrativos.
A favor de esta última postura la cual suscribimos se puede argumentar siguiendo a
cerebelo que es una exigencia del principio de intervención mínima ya que extender la
posibilidad de hacer uso de la fuerza para impedir cualquier conducta ilícita supone
admitir una permisibilidad amplísima en la legitimación del uso de la fuerza a los
particulares nada compatible con las garantías y limites que ha de respetar tal concesión

5. MODALIDADES
Transcribamos lo establecido en el artículo 151º del Código Penal peruano, el mismo
que señala: Artículo 151.- El que, mediante amenaza o violencia, obliga a otro a hacer
lo que la ley no manda o le impide hacer lo que ella no prohíbe será reprimido con pena
privativa de libertad no mayor de dos años. (Codigo Penal, 2018)

Como se advierte de dicho tipo penal, es menester en primer lugar, referir los elementos
constitutivos del delito sub examine, empleando para ello la ilustración dada por el
profesor César Haro (Lázaro, 1990), siendo dichos elementos los siguientes:

a. Que se obligue a una persona a hacer lo que la ley no manda o se le impida hacer lo
que ella no prohíbe.

b. Que, el agente actúe con plena voluntad para obligar a la víctima a que haga o diga
algo contra su voluntad, o le impida hacer lo que la ley no prohíbe (lo que se traduce en
dolo)

c. Que, el agente para lograr que la víctima acceda a sus requerimientos, emplee como
medio el anuncio de la amenaza, o cualquier acción, arma u objeto que pueda
intimidarla.

d. Que, la víctima acceda a los intereses del agente por temor o intimidación.

e. Que, necesariamente exista el empleo de la amenaza o la violencia moral o física


sobre la víctima por parte del agente.

La descripción legal incorporados formas alternativas de conducta una con efecto


negativa la cual es impedir con violencia a otro hacer lo que la ley no prohíbe y la otra
con efecto positivo qué es compelerle a efectuar lo que no quiere sea justo o injusto en
el caso de nuestra legislación positiva la segunda modalidad, se materializa cuando el
agente le impide realizar al sujeto pasivo aquello que la ley no ha previsto como
prohibido.

Los medios para la configuración de ambas modalidades típicas constituye la amenaza y


la violencia no podría hablarse de una coacción violencia o amenazada que ambos
elementos se encuentran implícitos en esta figura delictiva.

Entonces ¿qué debemos entender por amenaza? Implica una presión psicológica que
recae sobre el sujeto pasivo en el sentido de verse afectado un mal inminente sobre él o
persona vinculada al mismo significa. En otras palabras el ejercicio de una intimidación
que por su innegable intensidad ha de afectar el proceso deliberativo, formativo de la
voluntad del ofendido, esto es no hubiese dejado de hacer tal conducta o no hubiese
realizado otra es que no fuese compelido por obra del autor de la acción típica.

La violencia en cambio supone el ejercicio de una fuerza física suficiente que en este
caso debe regalar en el ámbito corporal del sujeto pasivo anulando su capacidad de
autodeterminación decisoria. Dicha violencia puede incidir en el plano fisiológico de la
víctima o también sobre las cosas siempre y cuando genere el resultado de la norma
contiene como condición consumativa. Reconocimiento de relevancia típica de la fuerza
en las cosas presupone que esta hipótesis de aplicación de violencia incide
efectivamente en la libertad de voluntad de conducta humana en relación con cualquier
comportamiento activo u omisiva. La violencia que nos interesa en este caso es aquella
que se dirige a neutralizar la voluntad de la víctima el proceso formativo de la decisión
de obrar de uno u otro modo no aquella que se dirige directamente a provocar una
merma en la salud de una persona pues ante tal hipótesis no se podrá hablar de coacción
sino de lesiones. Sí para evitar que juegue un partido de fútbol de fractura la pierna
helechos era constituido de lesiones por ello ha de decirse que la violencia sólo ha de ser
lo suficientemente idónea para lograr el objetivo que determina la prohibición en este
tipo del artículo 151 del código penal.

Primero dice el tenor literal que se obliga a otro hacer lo que la ley no manda que realice
ciertos comportamientos que la norma no exige cometer. No debe tratarse de un delito
puede ser así sería un caso típico de autoría mediata sólo importa los efectos de
configuración de este delito que el sujeto pasivo no esté obligado a lo que se le quiere
imponer. Si se obliga a una persona a realizar lo que la ley exige no será constituido de
coacción es sí mediante amenazas un conductor obliga a otro conductor a que baje la
velocidad o a que suba el auto a un accidentado quien mediante violencia hace que un
padre le pague el almuerzo su pequeño hijo. la otra modalidad supone impedir a otro
hacer lo que la ley no prohíbe se descarta por lo tanto la relevancia jurídico penal de la
conducta cuando un ciudadano evita que otro cometa un delito en tanto dicha conducta
está prohibida penalmente dando una legítima defensa en todo caso no parquear el
vehículo en una zona no autorizada tampoco será típica al ser una infracción
administrativa la problemática recibe cuando se pretende impedir una conducta que no
es prohibida para el sujeto pasivo pero implica su auto eliminación nos referimos al
suicidio (comportamiento sol típico en lo que respecta a terceros la ayuda o la
instigación A menos que se equipa de él no evitar con una ayuda al suicidio)partiendo
de una interpretación literal y según una concepción liberal del Estado habría que
concluir que quién impide que otro se suicida está cometiendo un delito de coacciones a
menos que esta persona realice dicha conducta en mérito un oficio cargo o función cuya
actuación se basa en una prescripción legal punto de la cuestión que no llega elimina la
tipicidad penal de la conducta sino que ingresa talla en el marco de la antijurídica en lo
que un precepto permisivo refiere no llegando a constituir o Injusto penal. Será típico
del comportamiento de quién obliga a otro a qué no marqué a tarjeta de identificación
laboral a la hora de salida o que impide qué otro pueda tomar el autobús. Se trata
evidentemente de un delito el resultado pues la perfección delictiva requiere que se
afecte de marco decisorio de la libertad volitiva de no hacer o de hacer una conducta no
deseada por la víctima.

Cómo expresa Bustos se trata de un delito de lesión y de acción ya que la violencia


supone un comportamiento activo y aunque la ley no lo diga en un requisito como a
todo el comportamiento ya que de otro modo la disposición sería contraria y sin sentido.
En todo caso y para ambos supuestos impedir o con pelear debe medir una relación
causal entre la conducta coactiva y de resultado lo que exige tener en cuenta las
circunstancias de hecho y las situaciones de los sujetos No será lo mismo coaccionar a
un adolescente que una persona medianamente madura. Si mediante la cocción se logra
la obtención ilícita de un bien mueble la conducta del ser reportado como robo. Un
añadido a este punto es el relativo a determinar si será delictiva la acción orientada a
obligar a otro una conducta moral o religiosa Como por ejemplo ir a misa o impedir un
acto inmoral, cómo hacer el amor con esposa de otro o practicar acto homosexual en
lugar privado. En definitiva existen conductas dotadas de una prescripción ética y
religiosa estas no se encuentran por si prohibidas por las normas jurídicas Aunque
puedan incidir en el terminar relaciones jurídicas por lo que si serán típicas.

5.1. AMENAZA

Uso de amenazas para obligar a otra persona a hacer, no hacer o tolerar algo contra su
voluntad en ese sentido coincidimos con (BUOMPADRE, 2007)en qué para que el tipo
se perfeccione alcanza con que la amenaza coarte, límite o restrinja la libre voluntad de
determinación o decisión del sujeto pasivo.
(Donna, 2011) En cuanto a que el tipo analizado abarca la denominada vis compulsiva
(violencia psíquica o intimidatoria) pero no la violencia física y los medios
fraudulentos.

Significa dar entender a otro con actos o palabras que se le quiere hacer algún mal de
amenaza sentido jurídico penal prácticamente coincide con el sentido gramatical de la
expresión por tanto definirse simplemente con la exteriorización hecha por una persona
a otra del propósito de causarle a ella a su familia o alguna persona allegada un mal
dependiendo luego de su respectivo tipo delictivo una determinación de la naturaleza de
dicho mal antes de estudiar los diversos tipos legales veamos algunas cuestiones
comunes a los mismos.

Una opinión dada por el magistrado peruano (Stein, 1998), quien refiere que es general
admitir en la doctrina que la amenaza se refiere al anuncio a la víctima y por el medio
que sea (verbal, gesticular, electrónico, etc.) que le espera determinado mal de no actuar
o actuar de determinada manera no exigida o prohibida por la ley , dicha afirmación, no
sería del todo razonable, en razón a que si bien la amenaza que emplea como medio los
gestos o ademanes realizados por el sujeto agente, dicho suceso no sería suficiente ni
idóneo para doblegar y someter la voluntad del agraviado, máxime cuando sería muy
complicado acreditar con elemento de prueba dicho suceso; también si la amenaza
emplea el medio electrónico, verbigracia, el correo electrónico, difícilmente podría
acreditarse que realmente fue el sujeto agente quien remitiera un correo electrónico
amenazante a la persona del agraviado, y ello como bien sabemos, dado a que cualquier
persona inescrupulosa y poco ética, con el empleo de un pequeño programa no tan
robusto, podría hackear la contraseña de una persona, por tanto acceder a su correo y
remitir sendas epístolas virtuales con contenido amenazante.

Diremos entonces, que el tipo penal en estudio exige como elemento objetivo que la
amenaza tenga un fin, esto es busque doblegar la acción del sujeto pasivo de tal manera
que lo encamine a realizar algo que no está obligado a realizar y que a través de los
medios de perpetración se busca imponer, por ende lo dicho, bien puede encuadrarse
como “hacer lo que la ley no manda o impedir hacer lo que ella no prohíbe”; y es que si
existe la sola amenaza, no se puede razonar que hubo coacción, pues el tipo exige que
este “medio” tenga un “fin”, y debe acreditarse por tanto las consecuencias de la
amenaza, esto es que la parte agraviada haya actuado supeditada mente bajo las
amenazas, realizando acciones que irían en contra del ordenamiento jurídico; por lo que
de ello se tiene y reforzando las ideas preliminarmente esgrimidas, que para la
configuración del delito Contra La Libertad Personal en su modalidad de coacción,
deben de concurrir la totalidad de los presupuestos legales, esto es obligar (el verbo
rector), mediante violencia o amenaza (medios comisivos) que la víctima haga lo que la
ley no manda o impedirle hacer lo que ella no prohíbe (elemento finalístico).
La amenaza tiene la finalidad de causar inquietud en el amenazado produciéndole un
estado o un ánimo de miedo. (BUOMPADRE, 2007)

citando a (Ramírez, 1994)por otro lado debe entenderse por amenaza o vis compulsiva
como el anuncio de un propósito de causar un mal que realiza en la gente sobre su
víctima con la finalidad del obligado su voluntad y de ese modo obligarle a realizar algo
que la ley no manda o impedirle lo que la ley no prohíbe existe unanimidad en la
doctrina en cuanto a qué se considera que el mal prometido No necesariamente puede
estar dirigido o proyectado a lesionar la vida o la salud del propio sujeto pasivo muy
bien puedo estar dirigidos a un tercero que tenga vinculación afectiva con aquél se
presentaría este supuesto delictivo cuando la gente amenaza a su víctima con lesionar a
su conyugue si no realiza lo que solicita.

Cuando (Stein, 1998) afirma que el amenaza podrá ser abierta o velada siempre que
resulte inequívoca a criterio del Juez.

5.2. VIOLENCIA

Para el maestro (Ramírez, 1994), la violencia puede incidir en el plano fisiológico de la


víctima o, también sobre las cosas, siempre y cuando genere el resultado que la norma
contiene como condición consumativa; dicho reconocimiento de relevancia típica de la
fuerza en las cosas presupone que esta hipótesis de aplicación de violencia incide
efectivamente en la libertad de voluntad de la conducta humana, en relación con
cualquier comportamiento activo u omisivo.

Debe entenderse por violencia o cómo se conocen doctrina la vis absoluta aquella fuerza
o energía física que el sujeto activo o agente descarga sobre el cuerpo de la víctima con
la finalidad de obligarle a realizar lo que la ley no manda o impedirle hacer lo que la ley
no prohíbe. (BUOMPADRE, 2007)

El Segundo requisito objetivo del tipo positivo del artículo 496, 1. °, es la violencia. Dos
aspectos cabe distinguir en el análisis de este concepto: su dimensión cualitativa y su
entidad cuantitativa. La primera afecta a la cuestión de las clases de medios que te
pueden constituir la violencia requerida por el artículo 496, 1 .0: esto es, si solo abarca a
la fuerza' física (o corporal) sobre las personas o también a la intimidaci6n, a la fuerza
en las cosas o, incluso, a otras formas de violentar la actuación ajena. La dimensi6n
cuantitativa apunta, en cambio, a la cantidad precisa para la violencia, sea de una clase o
de otra, exigida por la ley. (CONDE, 2015)

6. ¿QUÉ SE REQUIERE PARA UNA COACCION?: TIPO SUBJETIVO

Se requiere el dolo en el agente, es decir el conocimiento del carácter injusto de la


amenaza y/o violencia, y la voluntad de utilizarla para coaccionar al agraviado según las
finalidades típicas descritas en la norma.

Debe por tanto el agente, conocer que está obligando a hacer a otro, lo que la ley no
manda o, impidiendo a otro, a hacer lo que la ley no prohíbe.

El Tribunal Supremo Español, mediante la Sentencia Nº 138/2001, de fecha 11 de julio,


ha señalado que el tipo subjetivo en el delito de coacción incluye no sólo la conciencia y
voluntad de la actividad que se realiza sino también un ánimo tendencial de restringir la
libertad de obrar ajena, con ello se pretende denotar que dicho proceder criminoso debe
de estar provisto de dolo, es decir conocimiento de los elementos del tipo penal y la
voluntad de realizar la conducta de coaccionar a otra persona .

Respecto a la consumación debe precisarse, que ésta se materializa en el instante en que


la víctima sufre la amenaza, o es tratada con violencia por el agente, para obligarla a
hacer algo contra su voluntad, o cuando le impide realizar cualquier acción (hacer algo),
que le es permitido por derecho. Debe quedar claro entonces, que para la consumación
basta con la conducta del autor dirigida a impedir a otro actuar como no le prohíbe la
ley o a compelerle para efectuar lo que no quiere, sin necesidad de que efectivamente no
pueda actuar o se vea obligado a hacerlo de una forma determinada como consecuencia
de la imposición del autor del delito. El resultado, por lo tanto, no es otro que la lesión
producida en el derecho a la libertad del sujeto pasivo como consecuencia de la
conducta del autor, aunque para ello, en realidad, sea suficiente esa conducta si reúne
los requisitos necesarios. Sobre este respecto, debe considerarse también que el ilícito
de coacción es un delito de resultado, en el cual se exige como elemento del tipo el
constreñimiento de la voluntad del sujeto pasivo, cuya efectiva realidad es lo que
determina el momento de la consumación, siendo indiferente para ello el hecho de que
el culpable consiga o no el propósito que sirvió de móvil al delito, lo que pertenece a la
fase de agotamiento de la infracción criminal.

En tal sentido, al tratarse de un delito de resultado –lesión-, es admisible la tentativa, la


cual comprende el comienzo de los actos de ejecución descritos en el tipo penal, es decir
la exteriorización de las acciones tendientes a que se imponga la voluntad del sujeto
activo, quien por lo demás debe querer los actos que objetivamente despliega, teniendo
además la intención de continuar con la materialización de los actos para la
consumación del delito, configurándose la tentativa cuando el agente ejerza la fuerza
física o la amenaza sin que la víctima se someta a sus exigencias, de haberse ofrecido
resistencia.

De acuerdo a la descripción típica del artículo 151º del Código Penal, la pena
conminada para este delito es no mayor de dos años. (Codigo Penal, 2018).

Como conclusión diremos que el tipo penal previsto en el artículo 151 resulta
únicamente reprimible a título doloso conciencia y voluntad de realizar típica que es en
este caso debe suponer que la gente conozca que está ejerciendo una violencia o
amenaza para impeler a otro hacer u omitir lo que no quiere por lo que se dice que se
atenta contra la libertad de obrar debe conocer por tanto que está obligando a hacer a
otro lo que la ley no manda o impidiendo a otro a hacer lo que la ley no prohíbe de tal
modo que si el autor no sabe que su conducta-mediando violencia o amenaza-se dirige a
tales fines podrá estar en curso en error de tipo. Tiene que manifestarse una conciencia
de ilegalidad pues si el autor cree estar autorizado de una determinada facultad se dará
un error sobre el presupuesto objetivo de una causa de justificación que ha de resolverse
según las reglas de error de prohibición.

7. CAUSAS DE JUSTIFICACIÓN

El ejercicio legítimo de un derecho el cumplimiento de un deber excluye la antijuricidad


de la coacción siempre que se ejerza dentro de los límites y principios que informan esta
causa de justificación qué son las necesidad y proporcionalidad pero el problema
consiste en saber cuándo existe ese derecho a utilizar violencia para impedir a otro hacer
algo que la ley no prohíbe u obligarle a hacer lo que no quiere sea justo o Injusto ni
siquiera en los casos en los que se impide con violencia a alguien que realice algo
prohibido pero no sancionado con una pena.

Como todo comportamiento en principio típico puede quedar exonerado de pena cuando
aparecen en escena las determinadas causas de justificación cuando la dañosidad social
se deja de un lado en virtud de la utilidad social del comportamiento. En el caso del tipo
penal de coacción son varias las circunstancias que dan lugar a una eliminación de la
antijuricidad entre estas la legítima defensa cuando mediando el ejercicio de violencia
sin pide cometer un crimen. el derecho de corrección de padres a hijos supone por lo
general el uso de violencia o amenaza para seguir un adecuado proceso educativo del
impúber siempre y cuando su empleo se efectúe de forma ponderada irracional como
por ejemplo para que haga la tarea o impidiendo que salga una hora no adecuada dado el
peligro de la calle.

La relación médico paciente puede dar lugar a ciertas circunstancias que pueden en
cierto sentido ser dominadas como coactivas pues un paciente que aún no ha sido dado
de alta en vista de haber sido sometido a una operación de alto riesgo no puede sin más
abandonar la clínica requiere una autorización médica más aún debe Cancelar
previamente la cuenta por lo siguiente si se le impide salir de la misma no será un acto
de coacción al estar autorizado legalmente en virtud del ejercicio legítimo del derecho.

Tema distinto parece cuando a una persona se le somete a un tratamiento médico en


contra de su voluntad ejemplo harto conocido el de Testigo de Jehová este acto es típico
pero basados en el ejercicio de un oficio o función en el estado de necesidad se incide
en una causa de justificación. La vida en prisión importa la continua constricción a una
serie de libertades a la realización de una variada gama de conductas que son contrarias
a la libre autodeterminación del individuo pero son propias reglas que gobiernan la
prisión.

En las instituciones escolares también se aprecia conductas coactivas cuando se exige el


alumno quedarse Más allá del horario hasta que termine la tarea o en virtud de un
castigo disciplinario igual situación ocurre en el caso de las instituciones donde rigen
los principios de autoridad y jerarquía y de subordinación. En el caso de delito de
coacciones cobren importancia con el consentimiento como causa de justificación en
cuanto al fenómeno moderno de los contratos de adhesión en los que la firma del
contratante normalmente consumidor o usuario implica con sentimientos de actuación
(corte de suministro en caso de impago por ejemplo) siempre y cuando estén avalados
podrán ser calificados como causa de justificación pero si sólo son el manifiesto de una
posición de dominio no valdrá la apreciación valorativa.

Es decir un ilícito civil o administrativo la coacción está siempre justificada los casos
más discutibles son los siguientes

7.1 IMPEDIR EL SUICIDIO el suicidio no es un acto prohibido por la ley y el impedir


con violencia que otro se suicida constituye en principio un acto típico de coacción
espero en Casos límite en los que un tercero consiguen Wilson Maestranza impedir que
el suicida se arroja por la ventana agarrándolo para que no lo haga o poniendo una red
para que cae en ella o cerrando la espita de gas O quitándole Busca mente de un
manotazo la pistola creo que podría aplicarse el estado de necesidad (Art20)

7.2. TRATAMIENTO MÉDICO COACTIVO el tratamiento médico en contra de la


voluntad del paciente sólo puede estar justificado un imperativo de la ley para preservar
la salud pública así por ejemplo vacunación obligatoria en tiempo de epidemia o por
estado de necesidad siempre que se den los requisitos de necesidad y proporcionalidad
antes aludidos y se trata de supuestos límites en los que el paciente a punto de morir
tiene alteraciones en su capacidad de decidir debidas a su propia patología por ejemplo
alimentación forzosa de anoréxicos terminal es el tratamiento coactivo no estará en
cambio justificado en los casos en que rechazo del tratamiento entre dentro del ámbito
de elección del paciente y éste esté en condiciones de disponer libremente sobre su
salud eligiendo el tratamiento que considere más con miente para preservar. Como por
ejemplo tomar un medicamento en lugar de someterse a una intervención quirúrgica o
rechazando el tratamiento mismo como por ejemplo el rechazo de la Transfusión de
sangre sólo excepcionalmente se puede prescindir del consentimiento en los casos en
que éste no puede por incapacidad del paciente y en las que sea urgente la intervención.

7.3. HUELGAS DE HAMBRE REIVINDICATIVAS las huelgas de hambre en el


ámbito penitenciario por razones políticas o como forma de conseguir alguna indicación
deben tener la misma solución que la que se da a los casos de tratamiento médico es
decir en principio hay que respetar la voluntad del huelguista salvo que éste haya
perdido ya de forma permanente la consistencia o su capacidad de decisión este día
gravemente alterado la dificultad de valorar estas circunstancias en la última fase de la
huelga en la que el oculista se encuentra semiinconsciente y en peligro inminente de
muerte y la posibilidad de manipulación política hacen que en caso de duda sobre la
capacidad del bolerista para decidir de forma consciente y responsable la continuación
de la huelga se adopte con todas las garantías médicas y judiciales la decisión de la
Alimentación intravenosa que estaría desde ese momento justificaba Esta es la posición
que adopta de tribunal constitucional redes sentencias 120 - 1990 de 27 de junio y 137 -
1990 de 19 de julio en las que fuera justificado alimentación forzosa hace recaer el
acento en el peligro de muerte o riesgo de vida del huelguista destacar lo que lo
importante es que el tratamiento impide que la situación sea Irreversible y que la
alimentación se lleve a cabo en condiciones que no suponga una humillación de la
dignidad personal de la vida.

8. FORMAS DE IMPERFECTA EJECUCIÓN

La perfección delictiva del tipo penal en cuestión requiere necesariamente que el sujeto
pasivo llegué a realizar lo que la ley no manda o en su defecto se alcanza impedir es
decir evitando que la víctima concreta y se lo que se ha propuesto como consecuencia
de la violencia o la amenaza.

El ejercicio de la violencia o de La amenaza sin lograr el resultado que se contrae de la


redacción normativa ha de ser calificado como delito tentado más no como
consumación.

9. TENTATIVA Y CONSUMACION

Respecto a la consumación debe precisarse, que ésta se materializa en el instante en que


la víctima sufre la amenaza, o es tratada con violencia por el agente, para obligarla a
hacer algo contra su voluntad, o cuando le impide realizar cualquier acción (hacer algo),
que le es permitido por derecho. Debe quedar claro entonces, que para la consumación
basta con la conducta del autor dirigida a impedir a otro actuar como no le prohíbe la
ley o a compelerle para efectuar lo que no quiere, sin necesidad de que efectivamente no
pueda actuar o se vea obligado a hacerlo de una forma determinada como consecuencia
de la imposición del autor del delito. El resultado, por lo tanto, no es otro que la lesión
producida en el derecho a la libertad del sujeto pasivo como consecuencia de la
conducta del autor, aunque para ello, en realidad, sea suficiente esa conducta si reúne
los requisitos necesarios. Sobre este respecto, debe considerarse también que el ilícito
de coacción es un delito de resultado, en el cual se exige como elemento del tipo el
constreñimiento de la voluntad del sujeto pasivo, cuya efectiva realidad es lo que
determina el momento de la consumación, siendo indiferente para ello el hecho de que
el culpable consiga o no el propósito que sirvió de móvil al delito, lo que pertenece a la
fase de agotamiento de la infracción criminal.

En tal sentido, al tratarse de un delito de resultado –lesión-, es admisible la tentativa, la


cual comprende el comienzo de los actos de ejecución descritos en el tipo penal, es decir
la exteriorización de las acciones tendientes a que se imponga la voluntad del sujeto
activo, quien por lo demás debe querer los actos que objetivamente despliega, teniendo
además la intención de continuar con la materialización de los actos para la
consumación del delito, configurándose la tentativa cuando el agente ejerza la fuerza
física o la amenaza sin que la víctima se someta a sus exigencias, de haberse ofrecido
resistencia.

10. PENALIDAD

De acuerdo a la descripción típica del artículo 151º del Código Penal, la pena
conminada para este delito es no mayor de dos años. Sin embargo estando a que el
minimun de la pena de acuerdo a nuestro cuerpo punitivo nacional es de dos días, se
tendría que tener como límite inferior o extremo mínimo dicho quantum de pena, para
que a partir de allí, el Juzgador, y atendiendo a la forma y circunstancias en que
ocurrieron los hechos denunciados e investigados, pueda determinarla.

11. JURISPRUDENCIA

Nuestra jurisprudencia nacional ha abordado de manera muy explicativa el delito de


coacción, definiendo de manera feliz los alcances de sus medios comisivos, así como el
desarrollo de su descripción típica.

En el presente apartado hemos recogido y extractado la jurisprudencia peruana más


significativa que permita conocer cómo es que los Juzgadores entienden y aplican el
contenido del artículo 151º del Código Penal.

A continuación y contenidos en guarismos se detallan:


1. “En tal sentido, la violencia debe ser entendida como la fuerza física sobre otra
persona, suficiente para vencer su resistencia, pudiendo recaer igualmente sobre bienes,
ya sea muebles o inmuebles, siempre que estos tengan alguna conexión con el sujeto
pasivo del delito y en el caso de la amenaza viene a ser anuncio del propósito de causar
un mal a otra persona mediante palabras, gestos, actos con la misma finalidad”

EJECUTORIA SUPERIOR DE LA SALA PENAL DE APELACIONES PARA


PROCESOS SUMARIOS CON REOS LIBRES DE LA CORTE SUPERIOR DE
JUSTICIA DE LIMA DEL 08 DE JUNIO DE 1998. EXPEDIENTE 1379-1998.

2. “La amenaza es aquella acción que debe producir en el sujeto pasivo un temor o
compulsión, por lo que se ve obligado a obedecer al agente, realizando una conducta
que éste le indica; debiendo ser tal temor consecuencia de una amenaza suficientemente
idónea acerca de un mal inminente. La violencia física, en cambio debe ser
suficientemente marcada para generar la anulación de la voluntad de la víctima, quien se
ve obligada a realizar una conducta no querida”.

EJECUTORIA SUPERIOR DE LA SALA PENAL DE APELACIONES PARA


PROCESOS SUMARIOS CON REOS LIBRES DE LA CORTE SUPERIOR DE
JUSTICIA DE LIMA DEL 19 DE JUNIO DE 1998. EXPEDIENTE 1310-1998.

3. “Se acredita el delito y la responsabilidad penal del procesado, al haber éste


amenazado con arma de fuego al agraviado para que desista de continuar con los
trabajos que efectuaba para la instalación de luz”.

EJECUTORIA SUPERIOR DE LA SALA PENAL DE APELACIONES PARA


PROCESOS SUMARIOS CON REOS LIBRES DE LA CORTE SUPERIOR DE
JUSTICIA DE LIMA DEL 19 DE NOVIEMBRE DE 1998. EXPEDIENTE 3857-98.

4. “Los insultos no configuran el delito de coacción, salvo que se acredite que mediante
ellos, los actores, ejercieron violencia o amenaza a la víctima, obligándola a hacer lo
que la ley no manda o le impide hacer lo que ella no prohíbe”

R.N.Nº 3719-2001. CUSCO.


5. “En el delito de coacción la perfección delictiva va a consistir en imponer con
violencia a otro una determinada conducta positiva (hacer) u omisiva (impedir);
mientras que en la violencia de domicilio, para su configuración se requiere que el
agente sin derecho alguno penetre en morada o casa de negocio ajena o, que a pesar del
requerimiento del morador para que se retire, permanezca en dicho lugar”

EJECUTORIA SUPERIOR DE LA SALA PENAL DE APELACIONES PARA


PROCESOS SUMARIOS CON REOS LIBRES DE LA CORTE SUPERIOR DE
JUSTICIA DE LIMA DEL. EXPEDIENTE 1278-98. LIMA.

12. CONCLUSIONES

-La coacción es un ilícito que afecta la libertad individual de las personas.

- Coacción es obligar a realizar algo que la persona verdaderamente no quiere, o


también el realizar algo, que lejos de ser querido o no, dicha constricción

–Entiéndase obligación-, busca que el sujeto pasivo o víctima realice algo que la ley no
manda o le impide hacer algo que dicha norma, no prohíbe ni limita.

-Que, tanto la violencia y/o la amenaza empleada con fines coaccionadores, debe ser
idónea y capaz de doblegar la voluntad del agente, con la finalidad de obligarlo a hacer
lo que la ley no manda o impedirlo hacer lo que ella no prohíbe.

-La violencia ejercida debe haberse realizado con fines de coaccionar al sujeto pasivo, y
no así con el animus laedendi o intención de lesionar, puesto en dicho supuesto el ilícito
deberá reconducirse al de Lesiones.

-La amenaza debe ser de tal magnitud que cause un temor mórbido al agraviado, de tal
suerte que anule completamente la voluntad del mismo y con ello realice las actuaciones
que el sujeto agente le conmine, obviamente dentro de los alcances del artículo 151º del
Código Penal, pues en otro supuesto estaríamos frente a la autoría mediata.

- De la propia redacción del tipo penal se evidencia que el delito de coacción consiste en
obligar a la víctima a realizar algo que no le manda la ley o impedirle lo que la ley no
prohíbe, haciendo uso de la violencia o amenaza.

13. FUENTES DE INFORMACION. BIBLIOGRAFIA


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