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PARTE/S: P., J. B.

s/sustracción de menores
TRIBUNAL: Trib. Oral Crim. Fed. San Martín - Nº 2
SALA: -
FECHA: 02/12/2014
JURISDICCIÓN: Buenos Aires

Se condena al imputado en orden al delito de falsificación de documento público en concurso ideal


con la supresión de la identidad de un bebé, al haber concurrido al Registro Civil con el menor y su
madre a inscribirlo como hijo suyo luego de que esta se lo entregara.

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Sumarios:
DELITOS
Sustracción de menores. Configuración de delito
No puede tenerse por configurado el delito de sustracción de menores al estar ausente el elemento
subjetivo del dolo, cuando todo evidencie una intervención de la progenitora en la entrega de su bebé al
imputado, máxime si este acudió a la dependencia policial al ser requerido, brindó sus datos personales,
reconoció tener al menor consigo y estuvo dispuesto a entregarlo.

DELITOS
Falsificación de documento público. Identidad del menor. Identidad filiatoria. Supresión
Corresponde condenar al imputado por el delito de falsificación de documento público en concurso ideal
con la supresión de la identidad de un bebé, en tanto atribuyó al menor su apellido e invocó ser
falsamente su padre, conforme surja del falso certificado de nacimiento, constatándose así el dolo exigido
por la figura.

Texto Completo:
Olivos, diciembre 3 de 2014.
Y VISTO:
Para redactar los fundamentos de la sentencia recaída en la presente causa Nro. 2822 FSM
2410/2011/TO1, en trámite ante este Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº 2 de San Martín, seguida a J. B.
P., argentino, sin apodos, titular del DNI N° …, nacido el día 7 de noviembre de 1955 en la provincia de
Tucumán, de ocupación chofer - actualmente jubilado, instruido, de estado civil casado, hijo de L. A. (f) y de H.
M. C. (f), con último domicilio en la calle Doblas … de González Catán, partido de La Matanza, PBA.; se reúnen
sus integrantes, Diego Leif Guardia (por disposición de la Presidencia de la Cámara Nacional de Casación Penal
cfr. Res. Nro. 480/14), quien actuara como Presidente del debate, Daniel A. Cisneros y Daniel Antonio Petrone,
con la presencia de la Sra. Secretaria, Dra. M. M. Dos Santos.
A lo largo del debate participaron como Fiscal de Cámara, el Dr. A. Adrián M. Gentili, y los Dres. L. Antelo
y C. Sanz, como letrados defensores del acusado.
RESULTA:
I. La acusación
a) La requisitoria de elevación a juicio
El requerimiento de elevación a juicio agregado a fs. 339/354 describe, en la parte pertinente, el siguiente
suceso:
“a) Imputo a J. B. P., haber alterado la identidad de M. M. V., el pasado 12 de agosto de 2010, mediante
la inscripción ante el registro civil del Hospital Diego Paroissien, bajo el nombre de M. M. P., haciendo insertar
sus datos personales en el certificado de nacimiento … para acreditar falsamente el vínculo paternal,
obteniendo, además, el DNI Nro. … a nombre de la menor, ideológicamente falso.
Tal maniobra culminó cuando, el 13 de agosto de 2010, junto a O. J. S., sustrajo a esa menor de manos
de su progenitora en momentos en que fue dada de alta del mentado hospital.-
b) Endilgo a O. J. S., en la fecha antes señalada, haber sustraído -junto a P.- a la menor M. M., como así
también, haber colaborado en la alteración de su identidad, llevada a cabo por P.
Tales sucesos fueron descubiertos el 16 de agosto de 2010, tras la denuncia formulada por M. de los A. V.,
quien sostuvo que el 9 de agosto de 2010 había dado a luz a su hija M. M., en el hospital “Diego Paroissien”,
de la localidad de Isidro Casanova, partido de La Matanza, provincia de Buenos Aires, siendo ella dada de alta
el día 12 de agosto y la recién nacida el 13 de ese mes y año.
Durante su estadía en el nosocomio, V. se encontraba en compañía de un vecino y otrora concubino, O. J.
S.
Fue así, que previo a egresar del nosocomio, V. -según su denuncia- le dijo a S. que tuviera al bebe por
unos instantes, mientras ella utilizaba el baño.
Al salir, observó que S. había entregado a su hija a un hombre y que había recibido una suma de dinero.-
Al momento de efectuar la denuncia, V. se encontraba junto a R. A. P., padre de la menor, quien refirió
que su ex concubina le había comentado que pagaron -a S.- la suma de $ … por la bebe (ver fs. 2, 4/5 y
48/49).-
Así las cosas, personal de la comisaría Oeste 1ra. de Isidro Casanova se dirigió hasta el domicilio del
nombrado S. (aportado por P.) para luego trasladarlo hasta el asiento policial (ver acta de fs. 4/5).
Paralelamente, el hombre que tenía a la menor se hizo presente en la comisaría y se identificó como J. B.
P., DNI …, quien aportó el DNI Nro. … a nombre de M. M. P. y el certificado de nacimiento correspondiente al
Acta 2085, Tomo II, Folio 17, Año 2010, figurando él como padre y la denunciante como madre.-
Resta mencionar que R. A. P. es el padre de la menor M., conforme el estudio de ADN realizado y glosado
a fs. 89/101”.
b) La acusación en la discusión final.
Luego de recibida la prueba en el debate, el Sr. Fiscal General peticionó, en síntesis, que se condene a J.
B. P. a la pena de 5 años de prisión, accesorias legales y costas. Asimismo peticionó que, -en armonía con lo
ordenado por el Sr. Juez instructor a fs. 280/281- previa consulta con el Registro de las personas para verificar
el cumplimiento de aquella manda-, se proceda a la destrucción de los documentos incautados en la
tramitación de la presente causa. Por último, solicitó que se notifique fehacientemente al Sr. R. A. P. de los
resultados de los exámenes glosados a fs. 89/101.
Calificó los hechos atribuidos al acusado como constitutivos de los delitos de sustracción de un menor de
10 años de edad, alteración de la identidad de ese mismo menor y falsedad ideológica de documentos públicos
destinados a acreditar la identidad de las personas, todos los que concurren idealmente entre sí, debiendo
responder J. B. P. como autor penalmente responsable (arts. 45, 54, 139, inciso 2°, 146 y 293, segundo
párrafo del Código Penal).
Tuvo por probado que el 12 de agosto de 2.010 J. B. P. alteró la identidad de la menor M. M. V. al haberla
inscripto ante el Registro Civil del Hospital Diego Paroissien de la Matanza bajo el falso nombre de M. M. P.
haciendo insertar sus datos personales en el certificado de nacimiento … para acreditar falsamente el vínculo
parental obteniendo además el DNI nro. … a nombre de M. M. P. que resultase ideológicamente falso. A su vez
tuvo por cierto que el día 13 de agosto de 2.010 sustrajo a dicha menor en momentos en que su progenitora
fuese dada de alta del Hospital Diego Paroissien donde la diese a luz. Basó su acusación en el acta de fs. 4/5
labrada por personal policial de la Comisaría Distrital Oeste 1° de la Jefatura Departamental de la Matanza que
da cuenta de la actuación policial a partir de haber tomado conocimiento -en virtud de los dichos de M. de los
A. V. y R. A. P.- de las circunstancias del caso, vinculadas con la aparente sustracción de la bebé que la
primera de las nombradas diese a luz días antes en el Hospital Paroissien. Remarcó que dicho instrumento
brindaba un detallado relato de lo acontecido y presentaba un orden cronológico preciso que permitía
establecer la secuencia de diligencias practicadas por los preventores que concluyeron al dar con el paradero
de la menor M. M. V. e incautar tanto la partida de nacimiento como el DNI que la identificasen como M. M. P.,
que se encontraban en poder del aquí enjuiciado. Dicho instrumento fue labrado con entera observancia de lo
normado por los artículos 138 y ccs. del CPPN y no resultó pasible de objeciones de índole formal. Se apoyó en
las deposiciones juramentadas a lo largo de estas actuaciones, de los preventores C. P., O. G. G., V. J. C. y A.
N. V. quienes brindaron un pormenorizado relato de las secuencias en las que les tocase intervenir; como así
también de las manifestaciones vertidas por los intervinientes y demás referencias de los hechos que
colectaron como consecuencia de su actividad pesquisitiva, brindando un relato coherente y armónico con el
resto de los elementos de convicción, sin que se haya advertido ninguna razón objetiva -basada en el interés o
la enemistad- que autorice a poner en crisis la fuerza convictiva de sus deposiciones. En la declaración del
testigo R. A. P., quien además de abonar en un todo el contenido de aquel acta de mención, brindó un
pormenorizado relato sobre las circunstancias previas y concomitantes a los hechos explicando las
contingencias de su relación con M. DE LOS A. V., la relación de esta con el fallecido O. S., la gestación de la
menor M. M. V. y el modo en que tomase conocimiento de los hechos que motivasen su concurrencia a la
dependencia policial en compañía de M. DE LOS A. V. Valoró también las declaraciones testificales de M. T. Q. y
A. E. V. -abuela y tía respectivamente de la menor; la historia Clínica del Hospital Diego Paroissien de la
Matanza que corre agregada a fs. 118/138 y el informe actuarial de fs. 140, instrumentos estos que merecen
plena fe de su contenido y permiten una detallada reconstrucción histórica que abarca desde el ingreso de M.
DE LOS A. V. a dicho nosocomio, el alumbramiento de M. M. V. y el egreso de ambas de alta el día 13 de
agosto de 2.010. Valoró las conclusiones del estudio genético basado en polimorfismos del ADN practicado en
el Cuerpo de Médicos Forenses de la Justicia Nacional que concluyese -en base al análisis de los perfiles
genéticos de M. DE LOS A. V., M. M. V. y R. A. P.- que este último tiene una probabilidad del 99,9% de ser
padre biológico de la menor. Dicha experticia fue ordenada jurisdiccionalmente y cumplida con el
consentimiento de las personas adultas que entregasen el material genético necesario al efecto habiéndose
observado debidamente la cadena de custodia tanto en la toma como en la guarda de las muestras. A su vez,
justipreció el examen del certificado de nacimiento …, fechado el 12 de agosto de 2.010 y el DNI nro. …
expedido en consecuencia, en idéntica fecha y lugar, -ambos incautados en poder del enjuiciado al igual que la
menor (acta de fs. 4/5)- que permitieron apreciar que allí se da cuenta del nacimiento de quien se identifica
como M. M. P., verificado el 9/8/2010 en base al acta de nacimientos 2085, Tomo IV, Folio 17 del año 2010 del
Libro de Nacimientos del Hospital Paroissien y da cuenta de que la niña es hija de M. DE LOS A. V. y J. B. P.
Ambos instrumentos ostentan los caracteres extrínsecos e intrínsecos propios de los mismos y han sido
expedidos por la autoridad competente, de acuerdo a los FSM 2410/2011/TO1 procedimientos establecidos al
efecto por lo que no media mayor esfuerzo para sostener que resultan idóneos para lesionar la fe pública del
modo previsto por el tipo objetivo. También apreció la documentación agregada a fs. 46/7 y las conclusiones a
las que arribase el Cuerpo de Médicos Forenses a fs. 68/79 que permitiese concluir jurisdiccionalmente que M.
DE LOS A. V. no pudo dirigir sus acciones ni comprender la criminalidad del acto de conformidad con lo
normado por el art. 34, inc. 1° del CP (fs. 144/5). Ponderó el informe confeccionado a tenor de lo normado por
el art. 78 del CPP en relación con la capacidad judicativa del enjuiciado P. que se encuentra agregado a fs.
254/5. Finalmente valoró -con arreglo a las previsiones del art. 392 del CPP- el contenido de la declaración
indagatoria prestada en la instrucción por el ahora fallecido O. J. S., explicando que la jurisprudencia ha
sostenido pacíficamente que dicha clase de declaraciones deben ser sopesadas con extrema prudencia
especialmente cuando de su contenido es dable inferir que su emisor ha procurado una ventaja procesal o una
toma de posición determinada en detrimento de las de sus consortes de causa. Advirtió que S. brindó un
detallado y circunstanciado relato no solo de las circunstancias concomitantes sino también precedentes al
evento que guarda sustancial identidad con las ya analizadas deposiciones de P., Q. y A. V., y las constancias
de la historia clínica del Hospital “Diego Paroissien” lo que incluye las referencias cronológicas contenidas en su
relato. Señaló que, en ejercicio de su defensa material, el enjuiciado reconoció en lo sustancial la materialidad
de los hechos, afirmando haber actuado con el consentimiento de la progenitora de la menor y guiado por
buenas intenciones, esto es procurarle un mejor futuro y cuidado y negando haber pagado ningún tipo de
precio por la misma y explicando la imposibilidad de procreación que padecían con su concubina, los altos
costos y dificultades de un tratamiento al efecto y las dificultades que verificaron al averiguar sobre los
mecanismos de adopción legal. Refirió que las características del evento y el modo de llevar adelante los
tramos en que le tocase intervenir coloca a extramuros de todo cuestionamiento su obrar doloso, esto es
guiado por el conocimiento y voluntad realizadora de los tipos objetivos de aplicación lo que incluye el
conocimiento de los elementos normativos contenidos en los mismos con lo que cabe descartar cualquier
hipótesis de error de tipo. Del mismo modo, descartó cualquier ensayo serio de error de prohibición pues ha
sido el propio enjuiciado quien -de acuerdo con sus posibilidades expresivas- ha reconocido saber que lo que
hacía estaba mal y que además existían resortes y mecanismos legales que -más allá de sus experiencias
personales- preveían otro curso de acción para la adopción de un menor de edad.
II. La defensa.
a) La defensa material.
J. B. P. prestó declaración indagatoria ante el Tribunal. En esa oportunidad expresó que se había enterado
que donde él hacía paradas luego de su recorrido en su trabajo como chofer había una señora que estaba por
dar a luz a una niña y no la quería tener. Se contactó con la misma, resultando ser M. de los A. V. la que le
manifestó que efectivamente no tenía interés en tener a la beba que la iba a tirar o a regalar, a lo que P. le
refirió que él tenía un buen pasar y quería hacerse cargo de la menor. Ante ello, él fue al nosocomio donde
conoció a S. (O. J.) quien le dijo que era el padre de la menor. Que él no dio suma de dinero alguna por la
niña, que sólo le compró ropa a la madre y a la beba. Posteriormente V. le dijo que había que anotarla en el
registro del Hospital a la menor, firmando el acta él como padre y ella como la madre. Dejó a V. en su casa y él
se llevó a la suya a la niña, dejándole todos sus datos a la madre. Luego de ello lo llamaron de una comisaría,
cuando concurrió le dijeron que había una denuncia en su contra por el robo de la beba, momento en que negó
todo lo acontecido. Nuevamente recibió un llamado de la comisaría de Casanova y acudió con la menor ocasión
en que fue devuelta a su progenitora y no la volvió a ver. Reconoció que firmó el acta pero que su intención en
modo alguno fue robar a la niña, que él tenía un buen pasar y que su fin era darle a la menor obra social, más
beneficios y cuidados que su progenitora no podría brindarle. Que él no podía tener hijos con su pareja y que
creía que lo que hacía estaba bien y que su objetivo era ir al Juzgado de Familia a anotarla debidamente.
b) La defensa técnica.
Al momento de alegar, su letrado de confianza recordó la imputación por la que se acusaba a su asistido.
Se explayaron respecto del objeto del delito de sustracción de un menor de diez años, advirtiendo que la
sustracción es el elemento fundamental de la conducta sin la cual no pueden acontecer las figuras de retención
y ocultamiento previstos en el art. 146 del CP. Explicaron que para que exista la sustracción, el apoderamiento
del menor debe ser voluntario y sin la autorización del tenedor ocasional. Que el acto de entrega por parte de
éste tenedor excluía la figura imputada. Que el sujeto pasivo de este delito no es el menor sino quien sea el
tenedor del menor. Invocaron la doctrina sostenida por los autores tales como C. Creus, C. Fontán Balestra y
Sebastián Soler en sus obras de renombre, destacando que Fontán Balestra entiende que para que se
configure la sustracción la conducta debe ser extendida en el tiempo, que debe ser temporalmente importante.
Que no puede hablarse de sustracción cuando ha habido consentimiento del tenedor del menor. Que el
elemento subjetivo del delito se configura con la voluntad de haberse apoderado del menor circunstancia que
no se da en este caso, recordando los dichos contestes de las testigos S. y M., quienes expresaron que la
madre de la menor concurría al domicilio de P. a darle el pecho a la misma. Que existió un acuerdo previo
entre el imputado y el sujeto pasivo, su madre, para que se le brindara un adecuado desarrollo social a la
menor. Que la madre nunca quiso quedarse con la menor, que tuvo la voluntad de desprenderse de ella
aludiendo a que ninguno de los 9 hijos de la mujer se encuentran a su cuidado, lo cual lo refrendaron con los
dichos de la testigo Q. Que la intención de P. siempre fue mejorar las condiciones y calidad de vida de la
pequeña. Que la mujer fue declarada inimputable en los términos del art. 34 inc. 1ro. del CP, referido
exclusivamente a causales de inimputabilidad para la comisión de delitos dejando de lado sus actos lícitos, los
que no pueden ser alcanzados por esta incapacidad. Que la epilepsia que presentó V. (M. de los A.) no
constituye una discapacidad suficiente que le impida administrar sus bienes o dirigir su persona. Recordó y citó
el art. 472 del Cód. Civil en cuanto a que si la incapacidad no es notoria los actos lícitos de los incapaces no
pueden ser invalidados. Remarcó nuevamente el acuerdo entre la madre y el imputado por el cual se consintió
que el mismo pudiera tener a la menor. Que la madre no tenía interés de quedarse con la menor al igual que el
progenitor biológico de la niña, el Sr. P. quien según sus manifestaciones vertidas en este debate, no presentó
interés alguno en hacerse cargo de la niña, ni que actualmente la visite. Que la sustracción no se perpetró, que
sólo se trató de un desapoderamiento consentido por la madre de la menor y por ello no se le puede achacar, a
su asistido, la figura del art. 146 del CP. Por otro lado, invocó el contenido del Preámbulo de la Convención
sobre los Derechos del Niño en cuanto a que un niño debe crecer en un ambiente feliz y que dicho instrumento
recoge dos institutos la adopción y el hecho de colocar a un menor en un hogar de guarda; que ésta última fue
la intención de su asistido, quien creyó actuar dentro de los límites de la ley. Que con ello, explicaron, se
quitaba la característica dolosa de la figura. A su vez, se refirieron a la alteración de la identidad en concurso
ideal con la falsedad ideológica, advirtiendo que dicho acto contó con la presencia física de la madre biológica
momento en que ella también suscribió su filiación materna, aunado a ello con su anuencia. Que dicha cuestión
se trata de un concurso aparente de leyes y no de un concurso ideal, citando al doctrinario Soler en cuanto a
que la figura del art. 293 se encuentra absorbida por la del 139 inc. 2do. Del CP. Expresó que el actuar de P.
pudo estar errado por creer que estaba actuando dentro de la ley, pero que en modo alguno había tenido la
intención de sustraer a la menor u ocasionarle mal. Expresó que debía escindirse la figura del art. 293 porque
la misma estaba integrada en la del art. 139 inc. 2do. del CP. Argumentó que este error de prohibición influyó
por medio de la opinión de un profesional, como lo manifestara P. al momento de hacer su descargo en este
debate, que no desalentó la conducta del mismo por estar dentro de actos prohibidos por la ley. Que la
intervención de P. no encuadra en el art. 146 sino sólo en el art. 139 inc. 2do. del CP, por lo que solicitó que se
adecúe la pena solicitada por el Sr. Fiscal de Cámara, siendo que la correcta debería ser el mínimo de la figura
prevista en dicho artículo. Como atenuantes valoraron la falta de antecedentes penales de su asistido, las
motivaciones altruistas y razones humanitarias que movieron su conducta y como agravantes que P. no tomó
los recaudos necesarios sobre si su conducta estaba punida por la ley.
III. La prueba.
Durante el juicio declaró testimonialmente A. I. B., quien al momento del hecho se desempeñaba como
Médica Neonatóloga del Hospital Paroissien, reconoció su firma obrante en el informe de fs. 124, el cual se le
exhibió. A su vez, la testigo se expidió respecto de los servicios, horarios, personal y pacientes de ése
nosocomio y sobre el protocolo o cuidados y criterios para el alta de los pacientes. Señaló que no conocía a P.
y que, si bien había intervenido en el cuidado de la recién nacida, no recordaba haber tenido contacto posterior
con la progenitora ni la fecha de alta de la misma.
En la misma condición declaró E. Y. J., quien al momento del hecho se desempeñaba como Médica
Pediatra del Hospital Paroissien, reconoció su firma en el informe exhibido a fs. 121 y explicó que por lo
general les brindan la historia clínica resumida al momento de atender a los pacientes.
Seguidamente testimonió R. A. P., manifestó que no conocía a P., que M. de los A. V. era su concubina al
momento del hecho, que compartían una habitación. Que a raíz de los problemas mentales de la nombrada,
ella se iba, volvía cuando quería. Recordó que ella también se juntaba con otro hombre, el ahora fallecido S.
Que el deponente acompañó a V. a hacer la denuncia debido a que ella le dijo que le habían hurtado a la nena.
Que a los dos o tres días luego de ello, V. ya tenía a la niña. Que él tenía dudas en cuanto a su paternidad
sobre la menor y por ello le hicieron un ADN en Capital. Que V. tenía otros hijos y estaban a cuidado de la
madre de la nombrada. Que actualmente la niña también se encuentra al cuidado de su abuela materna y él no
la visita.
Luego prestó declaración M. T. Q., madre de M. de los A. V., quien recordó que el día del hecho
aproximadamente al mediodía llegó su hija y le dijo que S. había vendido a la niña, que la había entregado a
un matrimonio. Ante ello, la deponente le dijo que vaya urgente a la comisaría de la zona a hacer la denuncia,
que no sabe si fue sola o con P. Manifestó que su hija tiene problemas psiquiátricos y que estaba en pareja con
P. y que vivían juntos. Que su hija era amiga de S. y que siempre andaba por la casa del nombrado. Expresó
que P. era el padre de la menor pero que se había enterado después del nacimiento. Que la enfermedad de su
hija era epilepsia, que le agarraban ataques de locura. A la niña, M., y a los otros nueve hijos de V. los tiene
ella a su custodia por orden judicial y que V. no se acerca a su casa debido a que tiene una restricción por ser
violenta. Que no sabe cómo ubicaron a la pareja que tenía a la niña que su hija no le dijo nada de ellos.
Manifestó que P. no va a ver a M. Que ella conoce a S. que era amigo de su hija, que cuando ella se peleaba
con P. se iba a lo de S.
También depuso A. E. V., hermana de M. de los A. V. Expresó que no conoce a P. Recordó que su hermana
fue a su casa con la bebe, pero que ella no la vio con la bebe. Reconoció su firma de la declaración obrante a
fs. 107. Explicó que ella tuvo familia el día 12 de agosto del año 2010 y que estuvo internada como cuatro días
y su bebe como tres días más. A raíz de ello se advierte una contradicción con las declaraciones de fs. 107 y
142 prestadas por la deponente, a lo cual manifestó que ningún hijo de su hermana vive con ella, que vivían
con la abuela por los problemas de salud de M. de los A. que además era muy agresiva. Explicó que fueron sus
hijos los que le contaron que le pidieron un remis a su hermana que ella no estaba y que sus hijos le contaron
que se iba a ir a lo de S.
Por otro lado brindó testimonio L. G. S., suegra del inculpado P. Manifestó que P. y su mujer querían tener
hijos pero no lo lograban. Que P. escuchó, en una parada de su recorrido de trabajo, que había una señora que
iba a dar a luz y se iba a deshacer de la criatura. Que ella vio a la menor cuando la llevaron a la casa de P.,
que la misma sólo estuvo un día allí. Explicó que ella conoció a V., que la habían llamado para que le diera el
pecho a la niña, quien acudió a ello. Que a V. la vio normal, incluso contenta debido a que la bebe estaba
limpia, con ropa nueva y que era una oportunidad para que estuviera mejor. Depuso que V. manifestó no
querer tener a la niña. Luego de ello, tuvieron que ir a la comisaría en dos oportunidades, siendo que en la
última de éstas entregaron a la bebe.
Por último, declaró M. M. M., quien resultó ser conocida de P. y de su mujer hacía muchos años. Depuso
que P. vivía con A. B. su mujer y que ellos no podían tener hijos; que en un momento tuvieron a una beba que
se la habían dado. Que un día ella vio a la madre de la niña, a V., que fue a amamantar a la criatura, que a la
mujer se la veía bien y contenta. Que luego de todo ello se enteró del problema que tuvo P.
Asimismo con la anuencia de las partes, se desistió del testigo indicado como “B.” y se incorporaron por
lectura, las declaraciones escritas de los testigos C. C. P. (fs. 8, 34/35); O. G. G. (fs. 9, 37/38); V. J. C. (fs.
10, 36) y A. N. V. (fs. 88).
Luego se incorporaron por lectura las siguientes piezas: Denuncia de fs. 2; Informes del Registro Nacional
de Reincidencia de fs. 417; Acta de fs. 4/5 que documenta el procedimiento realizado el 16 de agosto de 2010
por personal de la Comisaría Oeste 1ra de Isidro Casanova, partido de La Matanza, PBA; Acta que documenta
la entrega de M. a sus progenitores a fs. 16; Reconocimientos médicos de fs. 18 y 21; Documentación -en
fotocopia- relativa a la discapacidad de la Sra. M. de los A. V. a fs. 46/47; 65/67 e informes del CMF de fs.
68/79; Resultado de la investigación de vínculo biológico de fs. 89/98 e informe de fs. 99/101; Copia de la
documentación remitida por el Hospital Interzonal Diego Paroissien a fs. 118/138; Certificación actuarial de fs.
140; Actas de fs. 157/159 que documenta la detención de J. B. P.; Informe del CMF a fs. 254/255; Informe
Socioambiental agregado al legajo de personalidad de P.; Copia de la hoja nro. 40 del libro de enfermería del
Hospital Interzonal Diego Paroissien agregada en el incidente de salud de M. de los A. V.; Efectos reservados
en Secretaría: DNI Nro. … y certificado de nacimiento de M. M. P.
Practicado el sorteo de ley, resultó el siguiente orden de votación: Sres. Jueces Dres. Diego Leif Guardia,
Daniel A. Cisneros y Daniel Antonio Petrone.
Y CONSIDERANDO:
El Dr. Diego Leif Guardia dijo:
1° Cuestión:
La materialidad del hecho y la actuación del acusado J. B. P.
El hecho que le atribuyera el Sr. Fiscal general a J. B. P. se encuentra acreditado aunque, como se verá
seguidamente, corresponde efectuar algunas precisiones respecto de la constatación del elemento subjetivo
que exige el tipo penal de la sustracción de un menor.
En efecto, no existe duda alguna que P. retiró del Hospital Diego Paroissien de Isidro Casanova Partido de
La Matanza, Provincia de Buenos Aires a la menor M. M. V. el 13 de agosto de 2010 y la llevó a su domicilio.
Tampoco hay dudas en cuanto a que P. no tiene relación de parentezco con la menor y no existe disposición
judicial alguna que le reconozca vínculo con ella. No obstante, tampoco existe constancia alguna de que se
hayan efectuado controles en el hospital para el retiro de la niña.
Para ello tengo en cuenta el reconocimiento del propio P., quien explico cómo se enteró de la existencia de
la niña y cómo le fue entregada por su madre con la intervención del fallecido S. Se agregan también los
dichos de L. G. S., suegra de P., quien conoció a la menor en el domicilio de éste luego de que la llevara del
hospital, dichos que resultan coincidentes con los de la testigo M., la que explicó que vio a la niña en la casa de
P. junto con su madre, M. de los A. V., quien la estaba amamantando.
Todo esto evidencia una intervención de V. en la entrega de su hija a P., actividad que se desarrollara con
el desconocimiento de R. A. P., padre de la niña, quien no estaba en el hospital y no participaba activamente
en los primeros días de vida de su hija. De hecho tampoco lo hizo después, ya que mencionó que pese a la
relación, de cierta intermitencia, que mantenía con V. ésta le negó su paternidad.
El delito de sustracción de un menor, prescripto por el artículo 146 del Código Penal describe una conducta
que debe ser realizada con dolo. Así, la doctrina ha sostenido que “...nos encontramos frente a un delito
doloso, que consiste en sustraer con la intención de quitar la tenencia del menor. De modo que si el autor tiene
otras intenciones, el tipo penal se desplaza según sea la intención (Edgardo Donna Derecho Pena Parte
Especial Ed. Rubinzal-Culzoni págs. 219 Tomo II-A)”.
Los elementos probatorios incorporados durante el debate no me permiten tener certeza de la presencia
del dolo requerido en el accionar de P.. Para ello tengo en consideración no solo los motivos que dijo tener para
actuar como lo hizo, sino también su conducta posterior. En esa dirección se acreditó que P., luego de llevar a
la menor a su domicilio, y al ser requerido por el personal policial acudió en dos oportunidades a las
dependencias correspondientes y a su vez, brindó sus datos personales ante los requerimientos telefónicos que
le solicitaran. Siempre reconoció tener a la menor consigo y estuvo a disposición para llevarla a donde fuera
necesario y, de hecho, fue él quien la entregó (cfr. Fs. 4/5 y fs. 16). Esto se basa en los testimonios de las ya
mencionadas S. y M. La primera de ellas acompañó P. a llevar a la menor tanto a la comisaria de Virrey del
Pino como a la de Isidro Casanova, donde finalmente fue entregada, circunstancia también ratificada por R. A.
P.
El accionar de P. consistente en entregar a la menor inmediatamente después de que le fuera requerida y
habiendo permitido el contacto de la madre biológica con la niña durante el breve lapso en que a tuvo consigo,
no me permiten descartar su invocada buena fe al actuar y tampoco me autoriza a tener por certeramente
acreditado el elemento subjetivo del tipo penal en cuestión, generándose, en el caso, una situación de duda
que me obliga a votar en favor del acusado.
Distinta es la situación respecto de la inscripción que hiciera P. atribuyéndole a la niña su apellido e
invocando falsamente ser el padre. Esto surge sin dudas del certificado de nacimiento reservado nro. … por el
cual se inscribiera el nacimiento de la niña con el nombre de M. M. P., figurando como progenitores de la
menor M. de los A. V. y J. B. P. y que fuera inscripto en el Acta 2085 T°IV F°17 del año 2010 del libro de
nacimientos del Hospital Paroissien, generando la expedición del DNI N° … El propio P. reconoció haber
efectuado tal inscripción y haber concurrido a la oficina respectiva en compañía de M. de los A. V. para realizar
el trámite espurio.
A la presunción que surge del certificado de nacimiento se contrapone el resultado del estudio genético
glosado a fs. 89/101 que dio cuenta que R. A. P. tiene el 99,99% de probabilidad de ser el padre biológico de
M. M., dato que fue recogido por el juez instructor y que motivara el dictado de la decisión de fs. 280/281 por
el cual se ordenara rectificar dicho certificado de nacimiento y ordenando la inscripción de R. A. Prez como el
progenitor de la niña, quien fuera inscripta finalmente bajo el nombre de M. M. P.
De forma contraria a lo que sucede con la evaluación que se efectuara en primer término, aquí puede
constatarse sin hesitación el dolo exigido por la figura. En efecto, P. se dirigió a la oficina correspondiente y allí
anotó a la niña como su hija, a sabiendas de que no lo era y de que no tenía derecho para ello, haciendo
incurrir en error al funcionario público encargado de la Delegación del Registro Provincial de las Personas.
2º Cuestión.
La calificación legal.
La conducta desarrollada por el aquí acusado consistió en hacer insertar, a un funcionario público en el
ejercicio de sus funciones, constancias falsas en un documento público destinado a acreditar la identidad de las
personas, alterando la identidad de la menor M. M. V. (hoy P.).
El suceso que se tuvo por probado y que le es atribuido a J. B. P., encuadra en las figuras de los artículos
293, segundo párrafo, y 139, inc. 2°, ambos del Código Penal y P. resultó ser su autor. Por tratarse de una
misma unidad de acción ambas figuras concurren de manera ideal. Esta unidad de acción referida impide que
se adopte una decisión liberatoria respecto de la sustracción de la menor que le atribuyera la acusación.
3° Cuestión:
No se aprecian causas de justificación que hubiesen restado antijuridicidad al hecho atribuido, ni supuestos
de exclusión de la culpabilidad.
El imputado fue reconocido a los efectos del artículo 78 del ordenamiento ritual a fs. 254/255,
concluyéndose que no presenta síntomas de alteraciones psicológicas (no es alienado mental), por lo tanto sus
facultades mentales encuadran dentro de la normalidad psico-juridica.
4º Cuestión:
¿Qué sanción corresponde aplicar?
A los efectos de graduar la sanción a imponer, se tendrán en cuenta las pautas mensurativas objetivas y
subjetivas contenidas en los artículos 40 y 41 del Código Penal.
Sin eximentes que valorar.
Se ponderó como atenuantes la carencia de antecedentes penales del imputado, que actualmente se
encuentra jubilado de su anterior trabajo como chofer, está casado, posee estudios secundarios incompletos y
el hecho de la imposibilidad alegada de procrear con su concubina. Asimismo, se pondera favorablemente que
se puso a disposición delas autoridades policiales y judiciales siempre que le fue requerido y que no entorpeció
en modo alguno el esclarecimiento de los hechos.
No se encuentran circunstancias agravantes que valorar.
Por todo ello, propongo al acuerdo que se le imponga la pena de tres años de prisión, además de las
costas del proceso, entre las que se incluirán, en virtud a lo ordenado a fs. 112 y a lo informado a fs. 110/111,
los gastos que demandara el estudio genético realizado en autos (cfr. fs. 89/101).
Aunado a ello, se le impondrá la obligación de fijar residencia y de someterse al cuidado del Patronato de
Liberados que corresponda por idéntico término de pena (art. 27bis inc. 1ro. CP).
Otras cuestiones:
En lo atinente al destino de ley de los elementos secuestrados en éstos actuados se ordenará la
destrucción del DNI Nro. … a nombre de M. M. P., por medio del Re.Na.Per; como también se procederá al
decomiso del certificado de nacimiento …
A su vez, y conforme las resultas del debate oral y público realizado se dispondrá notificar en forma
fehaciente a R. A. P. de los resultados obrantes a fs. 99/101 y de lo dispuesto a fs. 280/281, mediante nota
que habrá de labrarse personalmente por Secretaría.
Por último, se diferirá la regulación de los honorarios profesionales de los Dres. Antelo y Sanz, hasta tanto
cumplan con los recaudos legales pertinentes.
Así voto.
Los Dres. Daniel A. Cisneros y Daniel Antonio Petrone, adhirieron individualmente y por sus fundamentos
al voto que antecede.
DANIEL ANTONIO PETRONE - DANIEL A. CISNEROS - DIEGO LEIF GUARDIA, JUECES DE CÁMARA
M. M. DOS SANTOS, SECRETARIA DE CÁMARA

Correlaciones:
V., L. F. s/retención y ocultación de menor - Trib. Oral Crim. Fed. San Martín - Nº 1 - 29/05/2014

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