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inimaginable. Pensando que podía vencer manteniendo a la Iglesia intacta, Túpac Amaru
protegió a los curas. Por su parte, Moscoso y Peralta comandó la defensa del Cusco,
excomulgó a Túpac Amaru y ordenó a los curas que permanezcan en sus doctrinas en los
territorios rebeldes. Los efectos de tales medidas fueron transcendentes. La excomunión
devastó a la pareja líder y debilitó sus proclamas de que estaba defendiendo la fe; y los
curas, con considerable libertad de acción, se convirtieron en un tácito gobierno que
socavó el accionar y la legitimidad de la rebelión.
¿Por qué la nobleza inca se mantuvo realista y luchó proveyendo miles de combatientes
en contra de Túpac Amaru?, desde 1776 hasta las vísperas de la rebelión, es fundamental
para entender no solo la hostilidad de la nobleza inca hacia Túpac Amaru sino también el
«obsesivo odio» de este último hacia los españoles.
El litigio por el marquesado implicaba demostrar la descendencia más directa del último
inca. Túpac Amaru sufrió una serie de derrotas judiciales y humillaciones, que incluyeron
dos periodos de prisión, por parte de autoridades españolas e indígenas. Los nobles incas
lo consideraron como «un indio de vil extracción» y lo deshonraron públicamente (p.
154). Para ellos, la afiliación noble era más importante que la étnica; y controlar la
membresía inca y buscar estatus a través del sistema legal era más certero que apostar por
la rebelión de un advenediza, el corregidor Arriaga estaba a punto de destituir a Túpac
Amaru de su cacicazgo.
CONCLUSIONES
CAPÍTULO I
Después de la victoria de Sangarará el problema era el ataque por dos frentes el sur en
Puno y el suroeste en Arequipa por parte del ejercito realista y sus milicias. Situación que
precipitó la decisión de Túpac Amaru de atacar el sur. A ello hay que agregar el aspecto
religioso como punto neurálgico en el desarrollo de los acontecimientos en la medida que
al menos Túpac Amaru y Micaela Bastidas tenían mucha fe religiosa contrario a la
mayoría de las masas indígenas y por otro lado las conspiraciones de muchos curas contra
la rebelión.
De hecho ante esta rebelión la iglesia se había partidarizado, el problema es que Túpac
Amaru no podía distinguir que en el seno de la iglesia también había contradicciones,
aunque si pensaba que la religión jugaba un papel importante en el adoctrinamiento de
las masas indígenas y por eso lo respetaba, se dice que no atacó Cuzco por salvaguardar
la integridad de las iglesias. Pero esta actitud también revela que había pobreza
ideológica.
Por otro lado al excomulgación de Túpac Amaru fue un elemento en contra para él, por
lo mismo de estar ligado a una concepción del mundo religiosa y cristiana y ver que de
todas maneras la religión se estaba enraizando en los pueblos aunque con sus propias
versiones e interpretaciones. Objetivamente la excomunión de Túpac Amaru hizo que
disminuyera el reclutamiento de rebeldes y a su vez incrementó las deserciones, y los que
es estaban movilizados (milicia) atacaban a las iglesias y a los curas. Por tanto, Túpac
Amaru a toda costa evitaba que se propagara la noticia de la excomunión. A nuestro
parecer, Túpac Amaru no reconoció autoridad religiosa de pueblo religioso y esto
permitió que lo curas que apoyaban a los realistas pasaran información a los corregidores
y visitadores, una especie de trabajo encubierto, de espía.
Por último, en esta parte, no cabe duda que los curas jugaron un papel dual que al final
benefició a la corona; en cierta manera atenuó la furia contenida en las masas indígenas,
otros hicieron de informantes, el temor y la conmoción por sus propiedades también
contribuyó, todo esto asociado a la excomunión de Túpac Amaru y la creciente y ferviente
religiosidad de las masas indígenas podríamos decir que cambió el curso de los
acontecimientos. En definitiva la rebelión de Túpac Amaru, más que un hecho de armas,
fue un tema ideológico del cual esas masas iban a comenzar a actuar ideologizados.
La rebelión se va al sur
La campaña hacia el sur planteada por Túpac Amaru, partía del hecho que si se trata del
sur específicamente de las minas de Potosí donde las masas indígenas están en
condiciones precarias de explotación, suponía que había mayor resentimiento y por lo
tanto ganaría más adeptos para su rebelión. Pero también es el hecho de que atacar Cuzco
podía significar un símbolo y por ende podría ganar más apoyo.
Hay que considerar que el hecho de que Túpac Amaru con su milicia y soldados vayan al
sur, generó conmoción en el Cuzco más la noticia de la batalla de Sangarará hizo que los
contrarios a Túpac Amaru prepararan la defensa de la ciudad entre ellas también, la
recaudación de fondos y el entrenamiento militar.
La lección de esto es que cuando el centro de la rebelión prosiguió hasta el sur, la violencia
se incrementó, Túpac Amaru y Micaela Bastidas se le escapaba de control, la agresión se
aceleró y también la diferencia entre las poblaciones y su relación con el Estado
Colonial. La rebelión de Túpac Amaru en esta parte, no solo fue cruenta sino fue una
guerra sin prisioneros.
CAPÍTULO II
Siempre viene la pregunta ¿por qué Cuzco? Quizá para nosotros esta ciudad represente lo
más emblemático de lo que fue el imperio de los incas, pero para los lugareños de la época
de rebelión Cuzco era considerado una ciudad sagrada tanto que el mismo Túpac Amaru
Tenía reparos invadir la zona y se cree reorientó sus esfuerzos al sur. Pero hay algo más
Cuzco era tanto español como Inca, considerada la segunda ciudad del Perú – no como la
actual que es considerada turística – con 30,000 habitantes conformada por los
descendientes de los conquistadores pero también por inmigrantes españoles en otras
palabras era una ciudad cosmopolita, una de las expresiones de ello era que los mismos
españoles de clase alta se esforzaban por aprender el quechua.
Por las consideraciones estratégicas de esta ciudad, los realistas se prepararon para una
posible incursión de los rebeldes, se tenía noticia que por zonas aledañas había sido bien
recibido eso preocupó más a los realistas instalaron sus cuarteles en lo que fue el colegio
jesuita se organizaron patrullas y formaron 6 compañías de milicias, de hecho estaban
seguros de que un ataque al cuzco era inminente.
Acciones de combate de los rebeldes por las colinas cerca de la ciudad de Cuzco daba
cierta confianza al insurgente por un lado un lugarteniente confiscaba cosas y por el otro
su familiar Diego Cristóbal, Túpac Amaru se preparaba para atacar por el norte, sin
embargo, el acercamiento no hacia la ciudad no salió bien, los realistas usaron la
estrategia de juntar a los curacas lo que hacía imposible que estos lo movilizaran en favor
de los rebeldes.
Los enfrentamientos directos se dieron en las colinas contra un ejército de Aviles bastante
disciplinado, se cree que más que rebeldes que hayan muerto era que muchos eran de
rango alto por las tiendas de campaña que se veía, se cree que perecieron alrededor de
400, algunos lograron fugar entre ellos Gastelo que estaba al mando de las fuerzas
rebeldes, en esta fuga preparó su traición a la causa rebelde. Por el Norte Diego Cristóbal
fracasó en su intento de ingresar por el valle sagrado para atacar Cuzco los realistas lo
detuvieron en Huayllabamba y Yucay dirigido por Pumacahua, cosa irónica tiempo
después a los 70 años de edad él se vuelve contra los realistas.
A pesar que ya había enfrentamiento que podrían definir el curso de los acontecimientos,
Túpac Amaru creyó por conveniente actuar diplomáticamente pues mandaba sendas
cartas al obispo Moscos y Peralta reafirmando su respeto al Rey y su fe a la religión
católica y que su levantamiento solo tenía el objetivo de mayor justicia y eso pasaba por
acabar con los corregidores, los impuestos excesivos y la destrucción de las aduanas, que
después de haber acabado con ello se retiraría de todo a un mundo de sosiego.
El 10 de enero de 1781 los realistas triunfan a pesar de que las milicias de Túpac Amaru
los había rodeado con una gran cantidad de gente aunque sin potencia de fuego y con una
táctica de guerra de movimientos que al final no dio resultados, entendiendo que sus
anteriores enfrentamiento era tipo guerra de guerrillas. Por otro lado las fuerzas rebeldes
se resquebrajaron e inclusive muchos se fueron en su contra o a las filas realistas lo que
nos lleva a suponer que faltaba mayor trabajo político e ideológico con la milicia.
Para 1781 se dio un viraje en el conflicto, pues después de tres meses de ataque los
realistas toman la ofensiva y aunque no fue fácil, finalmente se logró, pero esto trajo como
contraparte la prolongación del conflicto ya sin Túpac Amaru que fue perseguido y
posteriormente capturado por militares traídos de Lima, en un escenario paradójico pues
en el sur Túpac Amaru era victorioso y necesario.
Hay que ver que la parte que corresponde de su decisión de ir al sur tenía una situación
compleja porque había que tratar con los aymaras y con el peso que iban teniendo los
criollos y que Túpac Amaru ya había avizorado el papel que debían cumplir en esta etapa
del conflicto aunque muy tarda por su captura.
Tras la cacería de Túpac Amaru los realistas creyeron vital su captura y lograrlo – a su
juicio – todo el movimiento se desmoronaría, para ello buscaban un teatro de operaciones
llano que es donde sabían guerrear los realistas que eran por ciertos más disciplinados.
Es bueno destacar del libro por la búsqueda de fuentes primarias por parte del autor es
que antes de su captura Túpac Amaru negocia escribiéndose con Areche sobre los
términos del mismo con argumentos – en el caso de Túpac Amaru – estaba luchando
contra los españoles y en el caso de Areche, que los rebeldes incluido Túpac Amaru eran
una banda que había abandonado sus ideales católico.
A pesar de que Túpac Amaru había concebido la táctica de la guerra entre ellos tener claro
la topografía, el tiempo y las tácticas de guerra de guerrillas, los españoles ya le estaban
pisándoles los talones aunque se retrasaron estratégicamente, los rebeldes después bajan
al valle básicamente al cuartel de los rebeldes generándose enfrentamientos que va a dar
con su captura y donde él se sentía morir, lo dijo en una carta a Micaela, que fue capturada
en abril de 1781. Túpac Amaru tiene la posibilidad de huir al área de los cuarteles de los
rebeldes pero fue traicionado por sus seguidores y aunque Túpac Amaru ofreció 200000
pesos, los soldados finalmente los apresaron.
CRITICA
Walker sostiene que la Iglesia Católica, particularmente el Obispo de Cusco, Juan Manuel
Moscoso y Peralta, fue clave en la represión del levantamiento. Él excomulgó a Túpac
Amaru y obligó a los curas bajo su autoridad a que no solo permanecieran en sus
parroquias sino que hicieran propaganda contra la rebelión.
Túpac Amaru y Micaela Bastidas no sabían qué hacer. Profundamente religiosos, los dos
líderes rebeldes simplemente no podían concebir un mundo sin la Iglesia Católica, y no
pudieron diseñar un plan para silenciar los ataques de la Iglesia. Los relatos de los curas
que permanecieron detrás de las líneas enemigas sacudirán los estudios del periodo tardío
de la América española y enriquecerán la narrativa.
BIBLIOGRAFIA