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Introducción al diseño de cargas
1. Objetivos.
El objetivo de este capítulo es describir la manera que se organiza el libro
para el estudio de las diferentes cargas que actúan sobre los edificios. Cada capítulo
contiene una primera sección que analiza la teoría del tema y en la segunda sección
se realizan ejemplos y aplicaciones.
El principal propósito es incorporar la necesidad de efectuar “diseño de
cargas” como tarea de inicio en cualquier proyecto de arquitectura o ingeniería.
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Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
En las áreas que corresponden a las acciones de viento y sismo solo hare-
mos breves referencias dado que las normativas publicadas por el Cirsoc son am-
plias y completas.
1.3. Tercera parte: tablas.
Incorporamos las tablas y gráficos del R 100 y además otras complementa-
rias para facilitar las aplicaciones.
3. Glosario y clasificación.
3.1. La variedad y clasificación.
En cada zona, en cada lugar y para cada destino de las obras existe una am-
plia variedad de cargas que actúan sobre distintos espacios del edificio; elegir aque-
llas que se aproximarán a las reales del futuro y del presente requiere de meticulo-
sos análisis y especialmente de una profunda capacidad intuitiva. Los reglamentos
de cargas no sirven por sí solos; es necesario pensar, diseñar y calcular las cargas
crudas y luego con la ayuda de las normativas obtener los valores de cargas netas
para el cálculo estructural.
Existen cargas que son impuestas por la naturaleza; las de viento, sismo, las
de acciones térmicas, las de lluvias, nieve o hielo. Están dadas desde mínimos a
máximos. Los registros y estadísticas nos ayudan a establecer su magnitud. Pero
otras cargas dependen del proyectista, son las gravitatorias. El espesor de los con-
trapisos, el tipo de pisos, el ladrillo utilizado en paredes, las placas de separación
de ambientes; cualquier parte de un edificio responde a un valor de masa que es
afectado por la gravedad terrestre. El valor que surge como carga permanente a
partir de ellas, queda sujeta al grado de control (descuidado, regular y riguroso)
durante las fases de diseño, cálculo y construcción.
También son gravitatorias las sobrecargas o cargas vivas, pero ellas están en
función del uso de cada espacio habitable del edificio; poseen fuertes oscilaciones,
desde un valor nulo para una vivienda vacía a la espera del inquilino o propietario,
hasta valores que superan los indicados en reglamentos en los casos de aglomera-
ción infrecuente de personas por circunstancias especiales.
3.2. El cálculo estructural.
Una vez terminados los croquis estructurales, se comienzan con los cálculos
y se termina con el dimensionado y los detalles constructivos de la obra. En todos
los casos las memorias de cálculo tienen como inicio el “análisis de las cargas”
denominación que debería ser cambiada por “diseño de cargas”.
Con los planos de arquitectura, la planilla de locales, las especificaciones
técnicas de arquitectura se calculan los pesos de cada una de las partes en función
de masa.
En esta tarea se clasifican las cargas en tres grandes campos:
a) Las verticales gravitatorias:
Peso propio: son las cargas invariables con el tiempo.
Sobrecargas: las que se aplicarán durante el uso del edificio.
b) Las horizontales inerciales:
Viento.
Sismo (puede producir cargas verticales).
c) Las espaciales: acciones térmicas o climáticas:
Temperatura: dilatación, contracción.
Humedad: expansión, reducción.
Lluvia: cargas de agua sobre cubiertas.
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Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
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Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Cargas netas.
Son las cargas brutas vinculadas por factores de seguridad que interpretan el
grado de incertidumbre o la variación del valor con el tiempo. Las carga bru-
ta de un metro cuadrado de una losa estructural de hormigón armado realiza-
da con cálculo y ejecución rigurosa:
𝑑𝑎𝑁 𝑑𝑎𝑁
𝐷𝑙𝑜𝑠𝑎 𝑛𝑒𝑡𝑟𝑎 = 360 ∙ 𝛾 = 360 ∙ 1,2 = 432
𝑚2 𝑚2
(1.2)
La misma losa anterior se es realizada mediante cálculo y ejecución regular:
𝑑𝑎𝑁 𝑑𝑎𝑁
𝐷𝑙𝑜𝑠𝑎 𝑛𝑒𝑡𝑟𝑎 = 360 ∙ 𝛾 = 360 ∙ 1,4 = 504
𝑚2 𝑚2
(1.3)
Vemos que la carga de diseño es mayor, porque existe incertidumbre en el
valor final por la ausencia de precisión y rigor en las fases de cálculo y eje-
cución. En las cargas aleatorias (viento, sismo y otras) los factores aumentan
a 1,6 y 1,7.
Cirsoc:
Centro de Investigación de Reglamentos Nacionales de Seguridad para Obras
Públicas (Argentina).
Ecuación fundamental:
La analizaremos en varios capítulos y es la que se debe aplicar en toda es-
tructura:
𝜙𝑆𝑛 ≥ 𝑈 = (𝐷𝛾1 + 𝐿𝛾2 )
𝑟𝑒𝑠𝑖𝑡𝑒𝑛𝑐𝑖𝑎 ≥ 𝑐𝑎𝑟𝑔𝑎𝑠
(1.4)
Estado límite:
Cuando la estructura no satisface algunas de las exigencias del proyecto, en
especial de resistencia y deformaciones.
Fuerza:
Es la acción que modifica el estado de reposo o de movimiento uniforme de
un cuerpo. Es representada de forma teórica, mediante un vector con origen,
sentido, dirección y magnitud. Galileo en sus Diálogos, la representaba de
una manera real. Sus dibujos las muestran como hilos que soportan un peso.
Arriba la viga o el soporte, abajo la carga, entre ellos los “vectores” fuerzas;
las cuerdas o hilos (Figura 1.1.).
Figura 1.1 (“Galileo diálogos acerca de dos nuevas ciencias” Editorial Losada. Página 159).
El dibujo de Galileo es un trozo de madera que cuelga de los hilos; está quie-
to, en reposo. Cualquier movimiento que observemos es causado por alguna
fuerza. No hay movimientos sin fuerzas.
Gravedad terrestre:
Es la atracción que produce la masa del planeta hacia los objetos.
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Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Hipótesis de cargas:
Suposición y estudio de las cargas sobre las piezas estructurales para estable-
cer el tipo de solicitación que producen.
Incertidumbre:
Ausencia de certeza del valor de las cargas y sus efectos sobre el edificio.
Inercia:
Es la propiedad de la materia que resiste el cambio de su reposo movimiento
uniforme. El trozo de madera de Galileo (inercia de reposo) puede soportar el
impacto de una bala disparada desde un fusil (inercia de movimiento), en el
impacto se produce una aceleración negativa (frenado) de la bala y una acele-
ración positiva de la madera. Las masas del madero y de la bala son muy dis-
tintas, pero también en el momento del impacto los cambios de aceleración
de una y otro son diferentes. Antes de las acciones de sismo o viento el edifi-
cio está en reposo, en el primero se acelera el suelo y en el segundo se des-
acelera la masa de aire.
Masa gravitatoria:
Es la cantidad de materia afectada por la atracción gravitatoria terrestre.
Masa inercial:
Es la cantidad de materia afectada por un cambio de su estado de reposo o
movimiento uniforme.
Materia:
Es la sustancia que ocupa espacio. La masa de un cuerpo la constituye la can-
tidad de materia que posee y se la mide en kilogramo. Es característica de
cada cuerpo y se identifica por su densidad.
Peso o fuerza gravitatoria:
Es el producto de la masa del cuerpo por la aceleración terrestre.
Peso o fuerza inercial:
Es el producto de la masa por el cambio de aceleración del cuerpo.
Reducción de sobrecarga:
Maniobra para reducir la sobrecarga de uso en función de las áreas tributa-
rias, de influencia, de la cantidad de pisos y del uso del edificio (oficinas o
viviendas). Es función del área de uso y de la no simultaneidad de cargas
máximas en las viviendas de todo el edificio.
Resistencia:
Se refiere a dos resistencias; la del material que constituye la pieza estructu-
ral (daN/cm2) como también a la capacidad de la pieza de sostener cargas
(daN ó daN/ml).
Figura 1.2
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Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
4. Tipos de análisis.
4.1. Introducción.
Para determinar el valor de las cargas en un edificio existen diversos tipos de
análisis o métodos:
Determinista.
Aproximado.
Probabilístico.
Estadístico.
La complejidad del cálculo de las cargas es porque se diagnostica a futuro.
En realidad la palabra “análisis” se refiere al estudio de un episodio pasado, que lo
utilizamos de antecedente para pronosticar un suceso en el porvenir, es una “adivi-
nación” de la conducta futura de las cargas. No sirve la más precisa de las ecuacio-
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Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
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Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
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Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Si las referimos a cómo actúan en los edificios observamos que algunas res-
ponden a la relación de masa por aceleración, otras a fuerzas intermoleculares o
interatómicas.
5.2. Fuerza de masa gravitacional.
La masa es unidad escalar, es decir no posee dirección ni sentido. Mientras
que la fuerza es vectorial, está afectada no solo de una dirección, sino también de
un sentido.
En la Tierra una persona puede tener 70 kg de masa, y pesa 688 N, mientras
que la misma persona en el planeta Marte pesaría 261 N. En la Luna tendría un
peso de 114 N, seis veces menos que en la Tierra. Así, de la combinación de tres
magnitudes: tiempo, distancia y masa, surge de manera sorprendente el peso.
𝑚
𝑃 = 𝑚𝑎 ; 𝑢𝑛𝑖𝑑𝑎𝑑: 𝑘𝑔 2
𝑠
(1.6)
El planeta tierra fue en su principio una esfera de material incandescente.
Aún hoy, en su centro a muchos kilómetros de profundidad se encuentra en estado
fluido por las altas temperaturas que desarrollan las reacciones de fisión nuclear.
Desde el origen de la tierra, toda la masa tiende hacia el centro. Es la insondable
fuerza de la gravedad.
Es uno de los fenómenos que posee mayor dificultad para definirlo. Peor aún
intentar explicar su origen. Se transcriben los conceptos vertidos por Miranda Jesús
en su estudio de la gravedad.
La gravedad es la mano modeladora, la fuerza que rige los procesos en el
Universo y marca las etapas en la naturaleza; en todas partes interviene y todo lo
gobierna, sin su presencia nada sería lo que es. Si la gravedad no existiese, en el
Universo reinaría el caos, la materia no existiría y la energía no tendría posibilidad
de evolucionar… La gravedad marca el orden de las cosas en el desarrollo de la evo-
lución, es la batuta que dirige el compás del movimiento de los cuerpos, hace reali-
dad el espacio tiempo y la existencia del Universo.
Desde este escrito se puede comprender que la gravedad castiga y premia a
las estructuras. En la condena provoca elásticas, descensos y hasta roturas. Puede
ser el caso de la nieve que se acumula sobre las ramas de los árboles, también el
alud o desprendimiento de la ladera de una montaña. Pero a su vez recompensa;
solo con ella, con su inmutable constancia, con su invariable dirección, es posible
colocar ladrillo sobre ladrillo, volcar el hormigón en un molde. Sostener quietos los
muebles de las viviendas o departamentos. Ella es quien en definitiva mantiene el
orden de todos los elementos del planeta.
5.3. Fuerzas de masa inercial.
Las fuerzas de masa inercial solo surgen cuando hay modificación en el es-
tado de reposo o movimiento del cuerpo. El viento posee masa (1,2 kg/m3), peque-
ña pero la tiene. Cuando esa masa en velocidad es frenada por la presencia de un
edificio o un árbol, sufre una aceleración negativa y se crea una fuerza, es inercial.
Es el producto de la pequeña masa del viento por la elevada desaceleración.
Otro caso distinto es el efecto de un terremoto sobre el edificio. El suelo se
mueve y se genera una aceleración en la base del edificio, pero de manera instantá-
nea se opone la reacción inercial de la masa superior del edificio. El edificio se
fisura o falla por cargas de "corte"; en la parte inferior el edificio se mueve en la
dirección del suelo, mientras que la parte superior presenta un fuerza o resistencia
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Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 1.7
Las partículas mantienen una distancia constante si la temperatura es inva-
riable, pero ante cualquier cambio térmico modifican sus distancias. En los pisos o
pavimentos rígidos de hormigón, cuando una junta de dilatación no es mantenida
limpia para permitir los movimientos de dilatación o contracción aparecen roturas
por compresión o tracción. La energía acumulada en el hormigón de pavimento se
alivia con la formación de fracturas, en especial en cercanías de la junta.
También la variación de humedad en la masa de un cuerpo modifica los es-
pacios entre sus cristales o partículas. Tanto en las arcillas como en el hormigón los
cambios del contenido de humedad hacen que sus partículas se alejen o acerquen
entre sí; el cuerpo se expande o contrae. El fondo arcilloso de un lago que sufre una
gran sequía el suelo se fractura formando "islas" pequeñas (Figura 1.8).
Figura 1.8
Las moléculas de agua tienen polaridad eléctrica porque existe diferencias
entre la electro negatividad del hidrógeno con el oxígeno. Hay un exceso de carga
negativa del lado del oxígeno y de carga positiva del lado del hidrógeno, por ello
las moléculas de agua se atraen. Pero cuando están cercanas a una partícula de arci-
lla son alteradas por las cargas eléctricas de los bordes de la partícula de arcilla.
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Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Una parte del agua libre se transforma en un seudo sólido llamado agua adsorbida,
con ello aumenta el volumen del sistema (Figura 1.9).
Figura 1.9
Trabajo y energía.
En la física el trabajo se define mediante el producto de una fuerza por la
distancia que desplaza un cuerpo. En la Figura 1.10 el cuerpo se mueve sobre un
plano horizontal de la posición "A" a la "B" por la acción de la carga "F". Se rea-
lizó un trabajo (daNm) que fue consumido por el rozamiento entre el cuerpo y la
superficie, se gastó todo y no hay energía acumulada.
Figura 1.10
Veamos otro caso (Figura 1.11). La misma carga puede desplazar el cuerpo
en el extremo de una alta columna de "A" a "B", aquí no hay rozamiento y el traba-
jo se transforma en energía elástica acumulada en la última posición. Al cesar la
carga esa energía devuelve el cuerpo a la posición inicial. Esto último es lo que
pasa en los edificios, ellos no se desplazan con las cargas, sino que se deforman y
acumulan energía potencial elástica, que luego es utilizada para regresar a su esta-
do original.
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Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 1.11
En ese intercambio de movimiento y fuerzas, puede suceder:
a) El sistema sin fisuras: porque posee capacidad para acumular energía sin
romperse (resilencia) y el fenómeno es estudiado por ciencias como la
Estática, la Física Dinámica y la Resistencia de los Materiales.
b) El sistema con fisuras: muestra fracturas en la descarga de energía inter-
na, son sistemas rígidos o frágiles (sin resilencia). Para su estudio se uti-
lizan las ciencias de Resistencia de Materiales, la Termodinámica y la
Mecánica de Fracturas.
En ambos casos está presente la Estática para establecer la posición de las
fuerzas y sus magnitudes.
5.6. Cargas de lluvia.
La lluvia es un fenómeno meteorológico que escapa a la voluntad del hom-
bre, pero las cargas de lluvia sobre cubiertas o techos son sucesos antrópicos por-
que depende del grado de control y mantenimiento ejercido por el hombre en los
sistemas de desagües. Las cargas de agua acumuladas en las cubiertas se distinguen
por algunos de los siguientes errores:
Equívoco en el diseño de los desagües.
Ausencia de mantenimiento.
En el Anexo del R 101 se estudian las cargas provocadas por el agua de llu-
via en caso de cegamiento de los pluviales. En general estos conductos y sus cana-
letas son bloqueados por las hojas de los árboles, entonces la causa es la combina-
ción del agua con la falta de mantenimiento. En las figuras 2.12 una canaleta del
tipo "lima olla" saturada de hojas ha obstruido por completo la cañería de bajada
del pluvial.
Vista en corte
Figura 1.12
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Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
En muchos casos cuando no existen gárgolas el peso del agua afecta a partes
estructurales del edificio o vivienda.
5.7. Fuerzas bióticas.
Son fuerzas generalmente ignoradas en el proceso de diseño, pero son causas
de patologías con los años, provocadas por las raíces de plantas en las paredes o
cubiertas. También los cambios de la estructura del suelo por la acción de las hor-
migas, modifican la hipótesis de apoyos continuos. En la imagen que sigue, las
raíces de una planta producen fuerzas de expansión en el encuentro de dos muros
de un antiguo edificio, de tanta magnitud que fisura a las paredes externas e inter-
nas (Figura 1.13).
Figura 1.13
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Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Fuerzas atómicas débiles, son fuerzas a escala menor al del núcleo atómico y
producen cierta radioactividad.
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Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 1.14
En el caso del escarabajo (Figura 1.14) y otros bichos de su tamaño, la es-
tructura soporte es externa, no poseen esqueletos. A partir de un determinado ta-
maño de los animales aparecen los huesos, el esqueleto. Hay ciencias que estudian
este interesante asunto de la relación de las formas y el material de las estructuras
con el tamaño.
7.3. Formas inorgánicas.
En las inorgánicas las formas poseen planos y ángulos definidos que respon-
den a su matriz atómica; la disposición de los átomos dentro de sus cristales. En sus
fracturas mostrarán gran parte de esa disposición atómica interna. Las fuerzas que
actuaron en su formación difieren de las orgánicas, además de la gravitatoria y la
presión atmosférica existieron elevadísimas presiones provocadas por movimientos
tectónicos. Al observar el grano de sal con una lente de aumento, vemos su forma
cúbica; es producto de la manera que se fracturó en micro planos que forman la
disposición de los átomos de cloro y sodio (cloruro de sodio).
7.4. Formas que utiliza el hombre.
El hombre en su tarea de construir distingue dos tipos de diseño principales;
las que soportan cargas dinámicas y las que sostienen cargas estáticas. Las de car-
gas dinámicas provocadas por el continuo movimiento son los automóviles, barcos
y aviones. En ellos cumplimos a rajatabla el diseño curvo, sin ángulos rectos, con-
figuración que la distinguimos al observar cualquiera de ellos.
Diferentes son los diseños que sostienen cargas estáticas gravitatorias pre-
dominantes, como las viviendas o edificios; en este campo del diseño por una cues-
tión de módulos y facilidad en la construcción los ángulos comunes son los rectos.
En cualquier habitación, por ejemplo el dormitorio, nos encontramos con seis pla-
nos; el piso, el cielorraso y las cuatro paredes, además con doce aristas o esquinas.
Entre las variables que distinguen una y otra forma están las indicadas por la
Mecánica de Fracturas; los ángulos rectos o las esquinas son una irregularidad en la
masa del material que produce concentración de tensiones. Para evitar esas regio-
nes críticas los artefactos que utiliza el hombre para su desplazamiento, barcos,
aviones y autos no poseen ningún ángulo recto en su estructura.
8. Fronteras de la sensibilidad.
8.1. General.
Para el diseño estructural se requiere de conocimientos de la Estática y de la
Resistencia de los Materiales, pero muy especialmente de una fina sensibilidad del
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Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
equilibrio intuitivo y valoración de las cargas, porque ambas tienen como principal
variable a las cargas.
De por sí resulta difícil determinar el peso exacto de cualquier elemento que
sostenemos con las manos. En general apenas podemos decir "pesado" o "liviano".
Establecer una cifra exacta de su peso es una acción que entra dentro del área de las
especulaciones. Un buen verdulero conoce el peso del zapallo cuando lo “sopesa”,
lo pulsa levantando y bajándolo, no lo sabe, pero lo que está haciendo es cambiar,
aumentar y reducir la aceleración de la gravedad terrestre. En el subconsciente
tiene un dispositivo que obtiene un promedio de peso en la acción de “sopesar”. La
masa del zapallo es constante, pero cambia el peso en la variación de la acelera-
ción.
8.2. Sensibilidad y práctica.
La dirección de las fuerzas y su origen.
Es grande la dificultad que se plantea cuando debemos adoptar las cargas
que actuarán en un edificio. No podemos sopesar, obvio. La decisión surge de una
pequeña parte de valoraciones matemáticas precisas y la otra de estimaciones sub-
jetivas avaladas por la experiencia y el buen criterio. Desde la física clásica, la
fuerza es la combinación de la aceleración y la masa.
Las cargas gravitatorias de peso propio la aceleración terrestre es constante y
la masa también; es fácil el cálculo. Pero las acciones de sismos, vientos o sobre-
cargas tanto la aceleración como la masa pueden variar. Ese es el problema de con-
seguir sensibilidad para las cargas.
Más complejas son las cargas que provienen por fenómenos térmicos o alte-
ración de contenido de humedad. Una de las fisuras comunes en las viviendas de
una sola planta es la que se presenta en el encuentro del piso con los zócalos, en esa
línea el piso se separa del zócalo provocando fisuras (Figura 1.15). El problema es
distinguir el origen de la fuerza; puede ser por asentamiento de la pared con direc-
ción de arriba hacia abajo, o también de de expansión de arcillas activas con direc-
ción contraria. En cualquiera de los dos casos la fisura es provocada por una fuerza
de tracción, pero las causas difieren. Para detectar la causa se requiere de reflexión
y sensibilidad.
Figura 1.15
La práctica.
En casi todas las disciplinas se destacan los hombres que poseen un afinado
sentimiento de las unidades que maneja su ciencia. El ganadero conoce con notable
precisión el peso de un ternero, el etnólogo destaca y describe todos los aromas de
un vino, el agricultor interpreta las señales de cada arbusto u hormiga. Sin embar-
go, en nuestra disciplina de la ingeniería o de la arquitectura existe una lamentable
ausencia en la debida interpretación de las cargas que manejamos. Esta falta de
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Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
9. Aplicaciones.
9.1. Estabilización Torre de Pisa.
Introducción.
Como ejemplo o aplicación de las cargas, elegimos esta obra que posee unos
mil años de vida útil y durante ese tiempo ha mostrado desplazamientos que estu-
vieron muy cerca de provocar su colapso. Es el edificio más destacado en la histo-
ria de la construcción. Su notoriedad tiene tres componentes; las características
edilicias, la antigüedad y su inestabilidad por siglos (Figura 1.16).
Figura 1.16
El problema.
La torre sufrió una inclinación desde los primeros años de su construcción,
recién a principios del siglo XX comenzaron a ser monitoreadas con aparatos de
precisión y registrados sus movimientos. En la década ´90 del siglo pasado con el
estudio de esos registros los expertos pronosticaron el derrumbe a corto plazo. Por
ello se declara una emergencia internacional para salvar la torre y así se constituye
un comité de científicos de diferentes especialidades. Los trabajos de investigación
y los de intervención se efectuaron durante más de diez años.
El origen del problema.
Posee un peso de 150 MN (15.000 toneladas), para tener una idea es el peso
equivalente a un edificio de cuarenta pisos con una superficie total cubierta de
16.000 metros cuadrados. Por cientos de años, por siglos, el suelo bajo la torre tuvo
una consolidación por la presión de su carga, al principio un asentamiento general
uniforme y luego diferencial que inclina la torre. La torre al inclinarse genera un
estado de cargas distinto al original. La resultante total de su peso propio se despla-
za del centro de las fundaciones y aumenta la presión sobre el suelo en el sector
sur. En fenómeno es del tipo progresivo porque al aumentar la presión, también
aumenta la inclinación. La capa de arcilla que se consolida durante siglos por el
peso de la torre se encuentra a unos quince metros de profundidad.
La solución.
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Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
El diseño de las dos principales intervenciones aparenta estar contra todo cri-
terio costumbrista de la ingeniería clásica en construcciones:
a) Aumentar la carga en el sector Norte para que descienda el suelo en esa
zona. Se lo realiza mediante anclajes con tensores que se clavan en la
arena densa a más de veinte metros de profundidad. El suelo del lado nor-
te de esa manera fue "apretado" para que descienda.
b) La realización de perforaciones con retiro de suelo también del lado norte
para debilitar al suelo y anular o invertir la dirección del giro de inclina-
ción.
Acciones ilógicas alejadas de todo lo racional que tiene la ingeniería, pero
claro, esas intervenciones se realizaron solo del lado norte de la torre. En la figura
1.17 se indica la colocación de los tensores con los anclajes en el arena densa.
Figura 1.17
En el esquema de la figura 1.18 se muestra la forma de extracción del suelo
para debilitar su capacidad soporte, de esta manera se intenta producir condiciones
de asentamiento del lado norte.
Figura 1.18
Para lograr la presión sobre el suelo fueron fue necesario reforzar las paredes
de las fundaciones originales. También se realizaron trabajos en los muros y pos
tensado de los bloques de mármol de las paredes circulares. Esta breve explicación
es para interpretar los efectos de las cargas en los edificios: se debilita la reacción
del suelo del lado norte para corregir algunos grados su peligrosa inclinación.
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Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 1.19
La dirección de la fisura se corresponde con las irregularidades de la pared;
capa aisladora, zócalos, luego en vertical horizontal acompaña al marco de puerta
para luego dirigirse hacia la viga encadenado superior (figura 1.20).
Figura 1.20
Solución.
Evitar toda reparación del tipo "dura o rígida" como la construcción de llaves
de refuerzos o modificación del tipo de fundación. Los trabajos no fueron de repa-
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Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 1.21
Magnitud del desplazamiento.
Imaginamos un tramo del camino de 100 metros cuyas juntas están bloquea-
das o atascadas. El diferencial térmico de la región alcanza los 60° C. El coeficien-
te de dilatación contracción térmico del hormigón es de unos 14/(10-6).
Alargamiento total en los 100 metros:
Δl = 60 . 14/(10-6) .100 . 100 ≈ 8 centímetros.
Valor de la tensión:
La tensión o esfuerzo de compresión que produce ese alargamiento en el sis-
tema confinado, desde la Resistencia de Materiales:
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Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
∆𝑙 8 𝑑𝑎𝑁
𝜎 = 𝐸𝜀 = 𝐸 = 210000 ≈ 170
𝑙 100.100 𝑐𝑚2
(1.7)
Magnitud de la carga total:
Superficie de sección transversal del pavimento de hormigón:
Ancho 8,00 metros y espesor 0,20 metros. Superficie total en centímetros
cuadrados: 16.000 cm2.
Carga total:
P = 16.000 . 170 ≈ 2.700 toneladas.
Esta carga se puede concentrar en una región de cualquier junta donde una
piedra o hierro impida el normal desplazamiento por dilatación.
Solución.
Limpieza y mantenimiento de las juntas y luego reparación del hormigón.
9.4. Viento y masa.
El problema.
Explicar la diferencia de conductas entre un liviano cartel publicitario de ruta
y el de un edificio pesado de varios pisos.
Los datos.
De la observación vemos que los edificios pesados no sufren alteración al-
guna, mientras que muchos carteles resultan colapsados.
Explicación.
Las cargas que produce el viento son inerciales y la relación de masa entre el
edificio y el cartel es muy grande. El peso del aire por metro cúbico apenas supera
el kilogramo y la masa del edificio se mide en millones de kilogramos, entonces la
fuerza que produce el viento sobre el edificio es pequeña por la relación de masas
que existe. Sin embargo la masa del cartel es muy reducida respecto a la superficie
expuesta al viento, no posee reacción inercial de masa y se cae.
9.5. Sismo y masa.
El problema.
Frente a la acción sísmica explicar la diferencia de conductas entre el cartel y
el del edificio.
Los datos.
Los resultados son contrarios a los producidos por el viento; los edificios su-
fren fuertes deterioros o colapso, mientras los carteles permanecen estables.
Explicación.
La gran masa del edificio en reposo genera una reacción inercial ante un
fuerte sismo que provoca la falla de alguna parte o el total de la construcción, pero
el cartel al poseer reducida masa no ofrece resistencia inercial y acompaña las va-
riaciones de aceleración del suelo.
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Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
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Historia de las cargas en edificios.
1. Objetivo.
Analizar desde la historia la manera que las cargas en los edificios se incorporan al
cálculo y dimensionado de las estructuras. Nos interesan los sucesos y los cambios en las
ciencias de la construcción desde los antiguos pasando por la revolución científica, indus-
trial e informática. Revisamos en especial los escritos y esquemas de Leonardo da Vinci y
de Galileo.
Figura 2.1
Viga: Como soporte de cargas con una o más fuerzas de acción y dos apoyos de re-
acción (Figura 2.2).
Figura 2.2
Es posible hayan sido los griegos quienes estudiaron por primera vez la relación de
las cargas respecto a su posición en una viga (Arquímedes ≈ 300 aC). Lo hicieron desde la
palanca (Figura 2.3). Descubrieron que el cálculo puede ser pronóstico con la fórmula:
𝑙2
𝑃1 = 𝑃2
𝑙1
(2.1)
Esta ecuación contiene cuatro entidades; dos cargas y dos distancias. Conociendo
tres de ellas podemos descubrir la cuarta.
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Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 2.3
También probaron que los tiempos en los recorridos de los puntos extremos son
iguales, pero las distancias son distintas; así incursionaron sobre el concepto de velocidad.
Los antiguos sabios aplicaron el método inductivo, desde observaciones y pruebas, lograron
resolver el problema con el algoritmo matemático anterior.
3. La revolución científica.
3.1. General.
Antes de la revolución científica, antes que aparecieran las extraordinarias fórmulas
matemáticas de dimensionado, el estudio del efecto de las cargas en construcción de los
edificios no era prioritario. Se le asignaba relativa y poca importancia. Por dos motivos; la
edificatoria en ésa época resultaba muy pesada comparada con las fuerzas externas que
resistía. Y la otra causa, no había aún ciencia alguna que ordene y estudie las fuerzas y la
masa; aún no había llegado Newton.
En ésa época, el mecanismo más común era la bóveda o el arco, que combinado con
el material más usual, el ladrillo o la piedra, daban como producto estructuras de elevado
peso propio. Para las piezas con efecto de flexión como las palancas o las vigas, el único
material utilizado era la madera, pero ella es efímera, desaparece, se descompone mucho
antes que la piedra y ladrillo. Solo tenemos registros labrados en antiguos murales de piedra
cuyas figuras nos muestran el uso que le daban los antiguos a la madera en los sistemas
estructurales.
Para los antiguos el gran misterio era el origen de las cargas, no solo las terrenales
como la atracción terrestre. Sino también las del universo; cuáles eran las fuerzas que inter-
actuaban entre los astros para mantenerlos en movimientos y ordenados.
La revolución científica se inicia con la publicación de “Sobre los giros de la orbe
celeste” de Copérnico en el año 1543 y finaliza con la publicación de los “Principia” de
Newton en el año 1687. En ese período científico de más de siglo y medio existieron varios
genios que se interesaron por los efectos de las cargas en los cuerpos; como representantes
de esa comunidad solo estudiamos a Leonardo da Vinci (1542-1519), Galileo Galilei
(1564-1642) y a Isaac Newton (1643-1727).
23
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
que investiga, analiza y se pregunta; cuál es la relación de las cargas con los materiales, las
formas, el tamaño y la posición (Figura 2.4). Con ese tardío descubrimiento la historia de
las ciencias desplaza a Galileo de la paternidad de la Estática y Resistencia de Materiales y
lo proclama a Leonardo. Se demuestra que fue Leonardo quien inventó las Ciencias primi-
tivas de la ingeniería estructural.
En los dibujos que siguen, Leonardo realiza un brillante análisis de la viga. Allí rela-
ciona, para el asombro de los siglos:
De la viga: el tamaño, la forma de la pieza, la elástica y la curvatura.
De las cargas: la posición , el tipo de carga y la intensidad
24
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 2.5
Galileo retoma el análisis de la palanca desde los escritos de los griegos (Aristóteles
y Arquímedes) y avanza con el voladizo como una palanca donde apoyo y reacción se en-
cuentran en el empotramiento del muro. La fuerza, la carga la identifica con un “grave”;
una piedra colgando en el extremo. Es el caso de voladizo con carga concentrada. El dibujo
delata la falta de símbolos de la época: el vector fuerza es un gancho con una piedra (Figura
2.6).
Figura 2.6
Solo estudia la parte visible del voladizo y la manifestación de la carga concentrada
o repartida pero no analiza el interior donde se empotra la viga; allí se encuentra la cupla de
resistencia. En la actualidad esas fuerzas y tensiones ocultas las interpretamos como lo
indica la Figura 2.7.
Figura 2.7
También incursiona en las cargas uniformes repartidas. Para ese caso dibuja la viga
en voladizo y considera su peso propio como carga distribuida (Figura 2.8).
Figura 2.8
En su libro “Diálogos acerca de dos nuevas ciencias” en la segunda jornada de los
diálogos “En torno a la resistencia de los sólidos a la fractura”, le hace decir a Salviati…
“más sigamos con nuestro tema y demostremos que:
Dado un prisma…hallar la máxima longitud de la cual no puede ser prolongado,
sin que se rompa por su propio peso”.
25
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Luego, de manera literaria y con segmentos, proporciones, sumas y restas, con solo
aritmética elemental encuentra la respuesta con algunos errores (posición el eje neutro). La
tensión de rotura o la resistencia la considera como un “gluten” que posee el material en su
interior.
En la actualidad podríamos escribir su razonamiento para una viga simple con carga
repartida como:
𝑏2
𝑙= 1,5 𝜎
𝑞
(2.2)
l: longitud crítica de la viga.
ζ: tensión de rotura del material de viga.
b: base de la sección transversal.
h: altura de sección transversal.
q: carga uniforme sobre la viga.
Este estudio de lo longitud crítica con relación a las cargas es una cuestión que Gali-
leo la reitera y ahora a más de cuatro siglos es un tema que se incorpora al diseño estructu-
ral de los edificios; lo veremos en el Capítulo 14 “Tamaño y Forma”.
Todas las investigaciones y resultados realizados por Leonardo y Galileo son des-
criptivas; aún faltaban los signos y los símbolos para expresarlos mediante una fórmula
matemática. Sus estudios los realiza en el campo de la mecánica estática. Por método o por
complejidad Galileo deja de lado las deformaciones de la viga; en realidad la matemática de
su época no disponía las herramientas para interpretarlas (el cálculo infinitesimal).
3.4. Newton.
Isaac Newton (1643-1727) en la misma época de Gottfried Leibniz (1646-1716) in-
ventan el cálculo diferencial y con esa colosal herramienta es posible incursionar en la
mecánica dinámica, porque acepta la existencia del infinitésimo en cualquier proceso de
alteración de un fenómeno. Con esa nueva matemática se estudia y pronostica no solo la
relación de las cargas con la resistencia, sino también con las deformaciones o elásticas de
las vigas (Figura 2.9).
Figura 2.9
Con los avances entregados por Newton y Leibniz, es posible combinar en una sola
expresión todas las variables de la viga en relación a la carga: material, longitud, sección
transversal, condiciones de borde, posición y magnitud de carga, elástica y curvatura. Quien
lo hace es Navier (1785 – 1836) mediante la expresión en valores absolutos:
1 𝑑2 𝑦 𝑀
= =
𝑟 𝑑𝑥 2 𝐸𝐼
(2.3)
r: radio de la curvatura.
1/r: curvatura.
y: eje vertical (coincide con la dirección del descenso de la elástica).
x: eje horizontal (coincide con la dirección del eje de viga).
26
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
4. La revolución industrial.
4.1. General.
La Revolución Industrial surge a fines del siglo XVIII y finaliza a mediados del
XIX, impulsada por la máquina de vapor introduce la industrialización seriada y la incorpo-
ración del hierro; los perfiles metálicos. Esta novedad desde el nuevo material, modifica la
tradición en los constructores; se deja el arco, la bóveda, la bovedilla y se reduce el peso
propio de las piezas soportes.
El acero, el hierro, tiene un costo elevado; es necesario reducir las secciones y ade-
cuar el diseño. Entonces, recién entonces se recurre a las fórmulas matemáticas que estaban
a la espera de ser utilizadas. Aparece el cálculo estructural. Es posible el dimensionado de
las piezas desde el método deductivo.
En esa época se crean las primeras sociedades científicas y universidades. La im-
prenta trae bajo su brazo los libros que popularizan y divulgan el conocimiento. Aparecen
las primeras carreras de ingeniería y arquitectura. Se ordenan y se aplican las ciencias a las
prácticas de la construcción.
Luego de varios colapsos de obras, tanto en uso como en construcción, en especial
los puentes metálicos, se instala la conciencia de analizar las cargas de otra manera más
precisa. Así, lentamente los proyectistas, van corrigiendo sus metodologías de cálculo y
considerando cada vez con mayor cuidado y atención el correcto lugar que deben ocupar las
cargas en la etapa del diseño y cálculo de las estructuras. Aparece el análisis de cargas
como tarea previa al cálculo. Surgen los reglamentos que indican formatos de procedimien-
tos y tablas con valores nominales de cargas.
4.2. La reducción.
En la imagen (Figura 2.10) que sigue observamos los cambios que se produjeron de
manera cualitativa en la relación de peso propio (D) y sobrecargas (L). La línea de referen-
cia en el eje “xx” representa el valor 1,00 (uno) donde la “D” es igual a la “L”.
Figura 2.10
Por arriba se posicionan los períodos de la historia donde el peso muerto resultaba
muy superior al de las cargas de uso. Durante la revolución industrial con la llegada del
27
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
28
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
los materiales son más confiables y la incertidumbre se ubica en las cargas; es el método de
rotura.
Los factores “ø” son de reducción de las resistencias (en flexión ø = 0,90), mientras
que los “γ” son coeficientes de aumento de cada una de las cargas que actúen. El valor de
estos últimos se acrecientan con el aumento de la incertidumbre. Esta ecuación se impone
en la mayoría de los reglamentos de uso internacional.
7. Aplicaciones.
En estas aplicaciones estudiamos la manera que fueron interpretadas las cargas a lo
largo de la historia. No es posible separar, aislar las cargas de las ciencias que las analiza,
por eso veremos los acontecimientos de ambas en el transcurso del tiempo, de los siglos.
29
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
El problema:
Esquematizar mediante una planilla la diferencia entre los métodos de cálculo admi-
sible y los de rotura.
Solución:
La planilla es en extremo simple: dos columnas con las variables tensiones y cargas.
Figura 2.11
Material: Perfil de hierro IPN.
Tensión de fluencia del acero (bruta): 2.400 daN/cm2
Tensión admisible (neta): ≈ 1500 daN/cm2 → factor: 2400/1500 ≈ 1,6
Del análisis de cargas brutas resultan:
Permanentes: D = 300 daN/m
Sobrecargas: L = 200 daN/m
Carga total: D + L = 500 daN/m
Longitud de viga metálica: 6,00 metros (a eje de columnas).
30
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Resumen.
Los resultados son similares, pero en el método de resistencia última (rotura) se co-
noce con precisión la tensión de fluencia del acero del perfil IPN y nos obliga a estudiar las
cargas L (vivas) separadas de las D (muertas) y en función del grado de incertidumbre de
cada una aplicar los coeficientes γ1 y γ2.
En la imagen (Figura 2.12) el eje vertical indica las cargas (daN/m2) y las tensiones
(daN/cm2) y comparamos.
Figura 2.12
Vemos que la relación entre un método y otro es una cuestión de “escala” porque
existe proporcionalidad entre una figura y otra.
Método de tensiones últimas: Relación entre cargas netas y brutas: 760 / 500 ≈ 1,52
Método de tensiones admisibles: Relación entre tensión de fluencia y admisible: 2400 /
1500 ≈ 1,6.
Los valores son muy similares, pero el método de cálculo a rotura nos entrega mayor
confiabilidad porque las cargas son estudiadas de manera rigurosa, cuestión que no sucede
en el método de tensiones admisibles.
31
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 2.13
Para interpretar la inspiración y el ingenio del sistema debemos trasladarlo al pasado
de cinco siglos atrás, este dispositivo en ésa época resultaba difícil de entender y un miste-
rio para la razón.
Conclusión:
Para alcanzar la rotura del alambre fue necesario llenar la cuba de carga con 75 daN
de arena seca. En la historia de las ciencias de la construcción es el primer esquema que
trata de la relación entre la carga y la resistencia (entre la acción y la reacción).
32
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 2.14
La historia analiza o investiga los hechos del pasado. Esto que desarrollamos ahora
no es una parte de la historia de Leonardo, es la emoción o el sentimiento de conocer su
pensamiento que nos asombra. En el estudio surge un mandato de más quinientos años atrás
donde nos pide que verifiquemos sus dudas, sus preguntas.
Es necesario tener en cuenta las diferencias entre curvatura y flecha. En nuestra apli-
cación utilizaremos las expresiones matemáticas que nos entregan solo el valor de la flecha.
Datos.
Hacemos un estudio de cada uno de los casos que plantea Leonardo con una viga de
madera que suponemos de sección cuadrada de lados 15 cm y longitud total 400 cm.
Datos: l = 400 cm E = 100.000 daN/cm2
Sección de viga: cuadrada con lados: a = b = 15 cm
Inercia I: ≈ 4.200 cm4
Mostramos el esquema de viga (Figura 2.15) que utilizaremos en el análisis. Las po-
siciones de las cargas y las flechas las estudiamos en las distancias l/2, l/4 y l/8.
Figura 2.15
33
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 2.16
Aplicamos la expresión:
𝑃 𝑎2 𝑏 2
𝑓=
3𝐸𝐼 𝑙
(2.6)
Posición de la carga → l/2
Intensidad de carga: 1.000 daN
Flecha para a = b = 200 cm:
1000 2002 2002
𝑓= = 3,16 𝑐𝑚
3 ∙ 100000 ∙ 4200 400
Con esta flecha como dato despejamos los valores de “P” para las diferentes posi-
ciones de la carga.
Posición de la carga → l/4
Carga para a = 100 y b = 300
3 ∙ 𝑓 ∙ 𝐸 ∙ 𝐼 ∙ 𝑙 3 ∙ 3,16 ∙ 100000 ∙ 4200 ∙ 400
𝑃= = ≈ 1780 𝑑𝑎𝑁
𝑎2 𝑏 2 1002 3002
Figura 2.17
Relación de cargas con flechas:
Para l/2 P = 1.000 daN → f = 3,16 cm relación de cargas: 1,00
Para l/4 P = 1.780 daN → f = 3,16 cm relación de cargas: 1,78
Para l/8 P = 5.200 daN → f = 3,16 cm relación de cargas: 5,20
34
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Conclusión:
Aquí aparece una singularidad; para mantener la flecha constante en las diferentes
posiciones, las cargas aumentan de manera exponencial tal como se muestra en la figura
2.17. Esto se explica al observar la expresión anterior, donde la única variación que se pro-
duce es en el denominador; el producto de los cuadrados de “a” y “b”, ese valor es máximo
en el medio de la viga y allí será mínima la carga.
Figura 2.18
Analizamos la viga de cuatro metros y a la carga la colocamos en las siguientes po-
siciones:
En el centro: l/2
En el cuarto de luz: l/4.
En el octavo de luz: l/8
Peso constante: P = 1.000 daN
Flecha en el centro(l/2):
1000 2002 2002
𝑓= = 3,16 𝑐𝑚
3 ∙ 100000 ∙ 4200 400
En la gráfica (Figura 2.19): eje “xx” → flechas, en el eje “yy” → posición de carga.
35
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 2.19
Conclusiones.
Vemos que al aproximarse la carga al apoyo la flecha tiende a cero. En este caso el
numerador de la expresión es el producto de los cuadrados; es máximo y en el medio de la
viga y mínimo en los octavos.
Caso 3: Posición constante, curvatura y carga variable.
Escribe Leonardo:
"Deseo colgar varios pesos en el centro de la viga. Ca-
da carga será el doble de la anterior"
(Figura 2.20)
En este caso debe ser constante la posición de la carga. Variables la carga y la flecha
de la viga.
Recordemos que la primera pregunta de Leonardo fue la de mantener la misma cur-
vatura para diferentes posiciones de cargas e intensidad. La segunda pregunta fue mantener
la carga constante en diferentes posiciones y observar la curvatura. Ahora mantiene fija la
posición y hace variar la intensidad de la carga.
Figura 2.20
𝑃𝑙 3
𝑓=
48𝐸𝐼
(2.7)
Posición en el medio de la viga.
Peso constante inicial: P = 1.000 daN
1000 ∙ 4003
𝑓1 = = 3,16 𝑐𝑚
48 ∙ 100000 ∙ 4200
En este caso la flecha es función directa de la carga "P", entonces se duplica la carga
para cada posición:
Para P = 1.000 daN → f1 = 3,16 cm
Para P = 2.000 daN → f2 = 6,32 cm
Para P = 4.000 daN → f3 = 12,64 cm
En la gráfica (Figura 2.21): eje “xx” → flechas. En el eje “yy” → carga.
36
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 2.21
Pero en este caso existe un límite: la tensión de rotura del material. La sección cua-
drada de lados 15 cm tiene un W = 562,5 cm3.
Para P = 1.000 daN → σ1 = M/W ≈ 180 daN/cm2 (al límite de la admisible).
Para P = 2.000 daN → σ1 = M/W ≈ 360 daN/cm2 (rotura).
Para P = 4.000 daN → σ1 = M/W ≈ 700 daN/cm2 (inadmisible).
Esta cuestión de la tensión no lo plantea Leonardo, solo se pregunta de la relación
entre las cargas y la elástica o flecha.
Conclusión.
La flecha aumenta de manera lineal con la carga hasta llegar a la rotura de la pieza
en flexión. En algunos materiales como el hierro o el hormigón armado, antes de la rotura
se presenta una rótula plástica.
Caso 4: Carga constante y variable de escala.
Escribe Leonardo:
"Me pregunto si una viga de cuatro codos se doblará
igual a la de un codo con la misma carga".
(Figura 2.22)
En este caso ingresa a estudiar la influencia del tamaño en la relación de cargas con
deformación. El codo era una medida antigua de longitud. En nuestra aplicación utilizamos
el metro y comparamos la viga de cuatro metros con una de un metro. En el escrito no lo
aclara, pero en el dibujo indica que los lados de la sección de la viga corta es también una
cuarta parte de los lados de la larga con esto último también ingresa al estudio de la forma.
Figura 2.22
37
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 2.23
Carga en ambas vigas al centro: 1.000 daN.
Viga larga:
Longitud: 4,00 metros.
Sección: 4 . 15 cm . 15 cm = 900 cm2
Módulo resistente como vigas separadas: 2250 cm3
Inercia como vigas separadas: ≈ 16.900 cm4
Inercia como viga maciza: 67.500 cm4 (la sección maciza no la considera Leonardo)
Módulo resistente como viga maciza: 4.500 cm3
Viga corta:
Longitud: 1,00 metro.
Sección: 15 cm . 15 cm = 225 cm2
Módulo resistente como viga maciza: ≈ 560 cm3
Inercia como viga maciza: ≈ 4.200 cm4
1000 ∙ 4003
𝑓1 = = 0,80 𝑐𝑚
48 ∙ 100000 ∙ 16900
Flecha de viga corta:
(Sección 225 cm2):
1000 ∙ 1003
𝑓1 = ≈ 0,05 𝑐𝑚
48 ∙ 100000 ∙ 4200
En la gráfica (Figura 2.24): eje “xx” → flechas, en el eje “yy” → tamaño.
Figura 2.24
La flecha es 16 veces menor que la grande, esto porque es función cúbica de las lon-
gitudes de las vigas.
Conclusión:
38
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Leonardo interpreta que cuatro vigas juntas posee la misma resistencia que una ma-
ciza de iguales dimensiones. Su error es no considerar los esfuerzos tangenciales (corte) en
la maciza total, la flecha para esta viga maciza:
1000 ∙ 4003
𝑓1 = = 0,20 𝑐𝑚
48 ∙ 100000 ∙ 67500
Vemos que la viga maciza posee una flecha cuatro veces menor que las separadas;
esto es el efecto de forma y tamaño. Existe una particularidad en cuanto a las tensiones de
trabajo (esto no lo escribió Leonardo); la tensión de trabajo en flexión de la viga grande es
la misma que la de la viga reducida (σ ≈ 45 daN/cm2).
Caso 5: Sección y curvatura constante, carga y longitud variables.
Escribe Leonardo:
"Tomaré tres vigas del mismo espesor, cada una do-
blará a la otra en longitud. Colgaré en cada una el pe-
so necesario para que la flecha sea igual en todas".
(Figura 2.25)
En este caso ingresa a estudiar la influencia del tamaño en la relación de cargas con
deformación (mantiene constante la forma). Quiere saber la carga necesaria para que tres
vigas de la misma sección tenga igual flecha, pero con longitudes diferentes.
Figura 2.25
Las longitudes de las vigas son múltiplos de dos:
V1: Viga grande, longitud 4,00 metros.
V2: Viga media, longitud 2,00 metros.
V3: Viga chica, longitud 1,00 metros.
Sección: 15 . 15 = 225 cm2.
Inercia (sección maciza): 4.200 cm4
Flecha de la V1 (viga grande l = 400 cm):
Carga de 1.000 daN:
Utilizamos la expresión 2.6.
𝑃𝑙 3
𝑓=
48𝐸𝐼
1000 ∙ 4003
𝑓1 = = 3,16 𝑐𝑚
48 ∙ 100000 ∙ 4200
Esta flecha la mantenemos constante y en la fórmula despejamos la carga:
Carga para la viga V2media (l = 200 cm) con flecha igual a 3,16 cm.
48 ∙ 𝑓 ∙ 𝐸 ∙ 𝐼
𝑃=
𝑙3
(2.8)
48 ∙ 3,16 ∙ 100000 ∙ 4200
𝑃= = 8.000 𝑑𝑎𝑁
2003
Carga para la viga V3reducida (l = 100 cm) con flecha igual a 3,16 cm.
48 ∙ 3,16 ∙ 100000 ∙ 4200
𝑃= = 64.000 𝑑𝑎𝑁
1003
Carga V1: 1.000 daN
39
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 2.26
Conclusión:
Vemos que la viga más chica tiene una relación de tamaño de cuatro respecto de la
más grande, pero la carga que soporta tiene una relación de 64 (la capacidad de carga se
reduce en relación inversa a la potencia cúbica de su longitud).
40
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
3
Instituciones y Reglamentos.
8. Objetivos.
En este capítulo hacemos una descripción de las instituciones que dieron origen a los
reglamentos, en especial a los que tratan de las cargas.
10.2. Argentinos.
Los reglamentos vigentes en la Argentina fueron elaborados por diferentes entidades
que luego de un largo período de consultas y estudios, lograron constituir un cuerpo regla-
mentario. Los organismos que actuaron para la preparación de la actual reglamentaria son:
Inti:
Instituto Nacional de tecnología industrial.
Inpres:
Instituto Nacional de prevención sísmica.
Cirsoc:
41
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
11. Áreas.
Las áreas se corresponden con cada uno de los materiales de construcción y además
con el estudio de las cargas. En el año 2013 entran en vigencia a nivel nacional varios Re-
glamentos sobre la construcción de edificios. Los correspondientes al área 100 del Cirsoc,
se refieren al diseño y cálculo de las cargas. El detalle y el tema en resumen que tratan cada
una de las áreas se indican en la tabla que sigue (Figura 3.1):
Área Designación
100 Cargas y acciones
200 Estructuras de hormigón armado.
300 Estructuras de acero.
400 Fundaciones.
500 Mampostería.
600 Estructuras de madera.
700 Estructuras de aluminio.
Figura 3.1
Las áreas destacadas con letra cursiva aún no han entrado en vigencia. El resto fue-
ron aprobados por Resolución N° 247/2012, publicada en el Boletín Oficial del 4 de Julio
de 2012 que entraron en uso legal a partir del 1 de enero de 2013.
12. Series.
Cada una de las áreas indicadas en la tabla anterior, contienen los diferentes regla-
mentos según el tipo de cargas y de material utilizado para las estructuras.
42
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Son los reglamentos, comentarios, recomendaciones y guías que tratan sobre el dise-
ño y cálculo de las estructuras de hormigón armado (Figura 3.3).
Reglamento Cargas o acciones que analiza
Cirsoc 201 Hormigón Armado y pretensado.
Cirsoc 202 Hormigón liviano.
Cirsoc 204 Hormigón pretensado.
Figura 3.3
43
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 3.5
El R 101 tiene una ampliación de “Comentarios al Reglamento Argentino de Cargas
Permanentes y Sobrecargas Mínimas de Diseño para Edificios y otras Estructuras” (Figura
3.6),
44
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
45
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
4
Acción y reacción.
1. Conceptos.
1.1. Significados.
En muchos casos resulta difícil distinguir las acciones de las reacciones en-
tre las piezas estructurales o entre el edificio liviano y el suelo. Comenzaremos
desde el principio analizando las definiciones indicadas en los diccionarios:
Acción: Hecho, acto u operación que implica actividad, movimiento o cambio.
Reacción: Acción que resiste o se opone a otra acción actuando en sentido
contrario.
La variable principal en ambos casos es el “movimiento”; la acción que lo
provoca y la reacción que trata de impedirlo. Desplazar, mover la mesa del escrito-
rio requiere una acción pero la fricción o reacción entre las patas y el piso lo difi-
cultan. Si la acción es superior a la reacción la mesa se mueve, pero en caso contra-
rio es necesario aumentar la acción, pedir ayuda a otros para empujarla.
1.2. Las ciencias.
Para establecer el origen de las fuerzas de acción o reacción es necesario de
varias ciencias.
Estática: Utiliza esquemas simplificados, que ignoran las propiedades ge-
ométricas y mecánicas del material, también idealiza los apoyos, tal como se mues-
tra en la Figura 4.1.
Figura 4.1
Las fuerzas se identifican mediante vectores "P" y "R" y la unidad es el
daN o kN.
Resistencia de los Materiales: Estudia los fenómenos dentro de la masa
de las piezas estructurales, desde la relación de carga y superficie: tensión
(daN/cm2). En la Figura 4.2 vemos dos formas de representar las cargas y los es-
fuerzos:
46
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 4.2
Mecánica de Fracturas: Le interesa la pieza con fisuras o fracturas. Hace
uso intenso de los intercambios de energía en la región de la fractura que es la fron-
tera de una acción respecto de una reacción.
Mecánica de suelos: Estudia los diferentes tipos de suelos; su composición
y en especial la manera que son modificados por la acción del agua (humedad) y
por las cargas (asentamientos). En suelos de arcillas expansivas los cambios del
contenido de humedad puede invertir la acción en reacción.
Química: La composición de la mayoría materiales de la construcción son
afectados por la acidez, alcalinidad, temperatura o humedad ambiental y provocan
reacciones químicas que en algunos casos son acciones; es el caso del cambio de
volumen de las piezas por variaciones térmicas.
1.3. Espacios.
Las acciones y las reacciones se pueden desarrollar en alguno de los si-
guientes espacios de manera individual o conjunta:
Entre edificio total y el suelo, por ejemplo el caso de volcamiento ante una
acción sísmica.
Entre piezas estructurales, es la acción de la viga sobre la reacción de la co-
lumna.
Entre secciones internas de las piezas, son las tensiones o esfuerzos internos.
En cada uno de los casos se aplica un método de estudio en particular que
pertenece a alguna de las ciencias indicadas en el párrafo anterior.
1.4. Equilibrio.
Para la condición de equilibrio del sistema las reacciones internas (esfuer-
zos) deben ser mayores que las acciones externas (solicitaciones). Cuando se agota
la capacidad de resistencia de las reacciones internas (tensiones de rotura), sobre-
viene el colapso.
Recordemos la ecuación fundamental (2.5 del Capítulo 2) establecida por
los reglamentos:
𝜙𝑆𝑛 ≥ 𝑈 = 𝛾1 𝐷 + 𝛾2 𝐿
El primer término es la resistencia ofrecida por las reacciones.
El segundo y tercer término son las acciones provocadas por las
cargas.
47
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 4.3
La física de la Estática representa a los cuerpos A y B (Figura 4.3) median-
te un punto que se ubica en su baricentro. No le interesa la forma, el tamaño o la
distancia. El cuerpo A puede ser una naranja y el cuerpo B el planeta Tierra. Ambos
se atraen.
48
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 4.4
En las piezas estructurales se debe tener en cuenta su peso propio por arri-
ba de la sección en estudio.
3.2. Sistemas en tracción.
En sistemas de tracción podemos utilizar el tensor que evita los desplaza-
mientos horizontales de los puntales o cordones superiores de una cabriada (Figura
4.5).
Figura 4.5
También en este caso el estudio se los puede realizar en cualquier sección
del tensor; dos fuerzas iguales y opuestas que se equilibran a través de la resisten-
cia del material. En estas piezas horizontales, el peso propio solo actúa en la
flexión o elástica del tensor. Los esfuerzos internos son de otro tipo; flexo tracción.
En la teoría para el cálculo estructural es costumbre ubicar las fronteras en
el cambio de una pieza con otra, por ejemplo la viga con la columna, las bases con
el suelo, la unión del tensor con el puntal y otras.
49
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 4.6
También el caso de un edificio en altura con el tanque de agua superior por
sobre la terraza. La reacción, las cargas opuestas que sostienen al tanque y su líqui-
do se lo puede establecer de dos formas:
De contacto: entre el tanque y las vigas que lo soporta.
A distancia: entre el tanque y el suelo
El tanque se encuentra en equilibrio porque existe un cuerpo intermedio
que lo sostiene: la estructura del edificio. Si quitamos el edificio la acción gravita-
toria no desaparece, pero el tanque se moverá en caída libre hasta chocar contra el
suelo (Figura 4.7). Este es un ejemplo obvio, pero que por lo cotidiano conviene
analizarlo.
Figura 4.7
Lo anterior podemos mostrarlo como una serie de vigas en pirámide
separadas por columnas extremas (Figura 4.8). La última viga de abajo, sostiene a
distancia la carga superior, la del extremo de la pirámide, mientras que por
contacto la carga de la viga superior inmediata.
50
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 4.8
Vemos en detalle la sucesión de las acciones y reacciones en cada contacto
de vigas con las columnas (Figura 4.9).
Figura 4.9
En una corta distancia las acciones y las reacciones se invierten; a la
izquierda la columna reacciona sobre la viga, mientras que en el apoyo indirecto de
la derecha es la viga que reacciona sobre otra columna.
Figura 4.10
También son iguales las
reacciones en una viga con empo-
tramientos iguales en los extre-
mos (Figura 4.11).
Figura 4.11
51
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Hay simetría en una viga continua de dos tramos iguales (Figura 4.12). Pe-
ro las reacciones no cumplen con la condición de simetría. En esta viga existe un
flector negativo en el apoyo que cambia a las reacciones:
Figura 4.12
𝑞𝑙 𝑀
𝑅𝐴 = −
2 𝑙
𝑞𝑙 𝑀
𝑅𝐵 = 2 +
2 𝑙
(4.2)
El apoyo central sostiene las reacciones de las vigas de izquierda y derecha
aumentadas por el efecto del flector negativo.
En el caso de una viga continua de varios tramos iguales, en los centrales
donde los momentos negativos de apoyos son iguales o aproximados, las reaccio-
nes vuelven a igualarse.
5.3. Asimetría.
En los casos de sistemas sin ejes de simetría, tanto de cargas como de lon-
gitudes, las reacciones resultarán diferentes (Figura 4.13).
Figura 4.13
En la figura mostramos vigas con carga asimétrica vertical y en la otra la
misma carga pero inclinada. En el tipo de apoyo fijo, la reacción será inclinada y
de magnitud diferente al del otro apoyo.
52
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
General.
En vigas de un tramo con carga repartida los momentos flectores se esta-
blecen en función de las condiciones de borde “m”:
𝑞𝑙2
𝑀𝑓 =
𝑚
(4.3)
Desde la teoría clásica y simplificada los factores “m” según las condicio-
nes de borde (tipos de apoyos) son los que siguen:
Articulada articulada: mA = mB = ∞
Articulada empotrada: mA = ∞ mT = 14,22 mB = 8
Empotrada empotrada: mA= 12 mT = 24 mB= 12
En el primer y último caso las reacciones en los apoyos son iguales por si-
metría de condiciones de borde. Estos factores resultan de hipótesis ideales, en la
realidad existen otros efectos que modifican las reacciones.
Vigas isostáticas.
Dos vigas isostáticas iguales con todos los apoyos articulados (Figura 4.14)
el punto de inflexión de la elástica se encuentra sobre el apoyo central (cambio
brusco de la tangente a la elástica). Desde la teoría el momento flector en todos los
apoyos es nulo, pero como sabemos en la realidad no lo es, en especial con
estructuras de hormigón armado donde existe monolitismo entre losas, vigas y
columnas.
Figura 4.14
En este caso las reacciones de cada tramo tanto de izquierda como derecha
son iguales. En al apoyo central se suman las dos reacciones iguales del tramo de
izquierda y de derecha.
Viga continua.
El sistema es hiperestático y la estática lo resuelve con fuertes simplifica-
ciones. En los apoyos extremos articulación perfecta y en el centro empotramiento
total (Figura 4.15). Además de inercia, sección y material homogéneo y constante
en toda su longitud.
Figura 4.15
En estos casos teóricos e ideales la estática demuestra que los factores “m”
tienen los valores:
“mT” de tramo: 14,22
“mA” de apoyo central: 8
53
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 4.16
54
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 4.17
b) Vigas con de dos tramos y extremos de vigas articulados (Figura 4.18).
Figura 4.18
Figura 4.19
55
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 4.20
Figura 4.21
Si deseamos que el flector del tramo resulte mayor que el del apoyo, des-
plazamos el punto hacia el apoyo central reduciendo la longitud de las barras de
tracción en la parte superior del apoyo, según la figura 4.22.
Figura 4.22
Este método también se lo utiliza en vigas de hierro, la rótula en este caso
es una articulación que permite controlar los flectores de tramo y apoyos.
56
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 4.23
En la figura 4.23 la imagen del detalle de articulación, allí se anula el flec-
tor pero se mantiene la resistencia al corte.
Figura 4.24
57
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
58
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 4.25
Primer ensayo:
Con circuito hidráulico cerrado en las prensas de los apoyos “A” y “B”
aplicamos una carga de valor “P” mediante la prensa “C”. Se produce una elástica
en la viga, el máximo descenso es “f”. Los apoyos permanecen fijos y la dirección
del movimiento de la elástica es vertical con sentido hacia abajo.
Segundo ensayo:
En el segundo ensayo cerramos la válvula de la prensa “C” y aplicamos
fuerzas “P/2” en "A" y "B". Tendremos la misma elástica, con idéntica flecha a la
anterior, pero ahora quienes ascienden un desplazamiento “f” hacia arriba son los
apoyos “A” y “B”.
En ambos casos la dirección del desplazamiento es vertical. La elástica y
los esfuerzos internos son iguales. Pero el sentido de los movimientos son contra-
rios, opuestos. En el primero es la carga en "C" que produce la elástica, en el se-
gundo son las reacciones en "A" y "B" que generan el movimiento.
8.3. Desde los zócalos de pisos.
En las paredes también se presenta la paradoja anterior, en muchos casos
los movimientos o diferenciales de asentamiento son relativos. No se puede distin-
guir con certeza las regiones que se han movido de aquellas que permanecieron
inmóviles. Hay un suceso clásico en la determinación de acción y reacción, quien
lo denuncia es zócalo de piso. El zócalo se desprende de la pared o del piso; es
necesario investigar si la fuerza que provoca su movimiento es ascendente o des-
cendente.
En la figura 4.26 se muestra en el esquema de la izquierda las cargas posi-
tivas verticales gravitatorias y en el de la derecha las cargas negativas ascendentes
de la expansión del suelo.
Fuerzas descendentes.
La acción de la pared se produce por cargas gravitatorias que la desplazan
hacia abajo por incapacidad de soporte del suelo; el piso y contrapiso no se mue-
ven. La pared en su desplazamiento desprende el zócalo.
59
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 4.26
Fuerzas ascendentes.
Es generada por el suelo que por fenómenos físico químicos empuja hacia
arriba al contrapiso y piso que terminan separando al zócalo, la pared no acompaña
el desplazamiento porque posee una fundación más profunda que la del contrapiso.
En ambos fenómenos el zócalo se separa de la pared. En una la acción es la
gravitatoria de pared mientras que el suelo reacciona. En la segunda la acción viene
del suelo y la reacción es la pared.
8.4. Desde el diferencial de cota fundación.
Los edificios medianos en general poseen tres niveles de fundación:
a) Cota implante de bases.
b) Cota de implante fundación paredes.
c) Cota de implante contrapisos.
Según los cambios de contenido de humedad del suelo mutan las acciones
con las reacciones y aparecen fisuras en las paredes.
Los descensos de contrapisos y pisos se generan por sequías muy prolon-
gadas. El suelo superficial se seca, se contrae. Mientras que las columnas que se
apoyan sobre las bases profundas no se mueven, allí el suelo no modificó su conte-
nido de humedad.
En los edificios necesitamos aprender a “ver” los desplazamientos que ge-
neran las cargas para distinguir las acciones de las reacciones. El caso anterior de
una fundación de vivienda común; las condiciones de borde en invierno (seca) son
totalmente diferentes a las de verano (húmedo). Lo mismo puede suceder con la
energía acumulada por la variación de la temperatura.
8.5. Desde los suelos activos.
Las viviendas livianas asentadas sobre suelos activos, resultan susceptibles
a la inversión entre acción y reacción. Mostramos las posibles diferentes fases de
interacción entresuelo y edificio. El peso de la vivienda es el mismo en todas las
fases, pero no siempre actúa como acción, en ocasiones se invierte y es reacción
(Figura 4.27). Analizamos solo cuatro fases.
Fase (1): Acción, peso de vivienda. Reacción uniforme del suelo.
Vivienda construida y terminada en período o fases de climas se-
cos. El suelo no fue afectado por variación de la humedad.
Fase (2): Acción en suelo perimetral. Reacción peso de vivienda.
60
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 4.27
En estas condiciones la vivienda termina flotando en un mar de fuerzas
magníficas. En resumen, las cargas gravitatorias de la vivienda quedan a merced de
las fuerzas negativas del suelo.
Las ecuaciones fundamentales del equilibrio de la Estática solo son ciertas
en el supuesto de una situación teórica ideal, donde en el suelo jamás se altera.
Estos sucesos de cambios entre acción y reacción deben ser razonadas como pará-
metros para el diseño de las fundaciones, no solo en función del tipo de suelo, tam-
bién de las características del entorno, de lugar donde se construirá.
8.6. Desde las tensiones admisibles.
General.
Se utiliza la “tensión admisible del suelo” para determinar su reacción o
capacidad de soporte y con ellos diseñar las fundaciones. Se lo obtiene de la ten-
sión de rotura del suelo afectado por coeficientes de seguridad muy altos que osci-
lan entre 6,0 a 10,0.
𝑡𝑒𝑛𝑠𝑖𝑜𝑛 𝑟𝑜𝑡𝑢𝑟𝑎
𝑡𝑒𝑛𝑠𝑖𝑜𝑛 𝑎𝑑𝑚𝑖𝑠𝑖𝑏𝑙𝑒 =
𝐶𝑆
Los elevados CS del suelo son para evitar los desplazamientos, no para
soslayar la rotura que se produce luego de elevadas deformaciones. Lo observamos
en el contacto de la rueda de un camión cargado sobre un camino de tierra.
Tensiones.
En suelos limo arcillosas en promedio general se adoptan valores que osci-
lan en los 0,10 Mpa (1,0 kg/cm2). Ese valor se lo supone constante, inalterable en el
tiempo. Sin embargo los esfuerzos de expansión de la arcilla llegan a valores pro-
medios de 0,50 a 0,70 Mpa (5,0 a 7,0 kg/cm2).
En el análisis anterior hay un absurdo. La incoherencia se ubica en la cos-
tumbre de utilizar las reacciones como inamovibles, sin embargo la realidad mues-
tra desplazamientos provocados por permuta de la reacción teórica de cálculo (ten-
sión admisible del suelo) a la acción real (expansión del suelo). Los estudios ge-
61
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
otécnicos con sus memorias y conclusiones deben prestar más atención a las accio-
nes del suelo que a su capacidad soporte (tensión admisible).
Figura 4.28
9. Aplicación.
10.1 . Objetivo.
Algunas aplicaciones son algo similares a las analizadas en el Capítulo 16
“Condiciones de Borde” por la relación directa que poseen las acciones y las reac-
ciones con las fronteras (CB) de las piezas estructurales.
El objetivo es comprender la manera que las acciones se transforman en re-
acciones según la geometría y condiciones de borde de las piezas estructurales.
10.2 . Vivienda sobre suelo activo.
El problema:
Establecer de manera aproximada la carga negativa que produce un suelo
activo (arcilla) ante el aumento del contenido de humedad. Relacionar el valor de la
acción con el peso o reacción de la vivienda (Figura 4.29).
Datos:
Superficie de la platea de fundación: 100 metros cuadrados = 106 cm2.
Peso total de la vivienda: 70.000 daN ≈ 70 toneladas.
Valor promedio de la carga de expansión de la arcilla: ≈ 4 kg/cm2.
La humedad del suelo aumenta entre una estación seca y la de lluvias.
62
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 4.29
Resolución:
Acción ascendente del suelo:
A = 106 cm2. 4 kg/cm2 = 4 . 106 daN ≈ 4.000 toneladas.
La acción supera en casi 60 veces el peso de la vivienda. Es inevitable el
movimiento. Para una referencia: 4.000 toneladas es el peso total de un edifico de
unos 15 pisos; el peso de ese edificio podría equilibrar las fuerzas negativas del
suelo.
Si la tensión de expansión fuera mínima, por ejemplo de 1,00 daN/cm2,
también la acción negativa del suelo es muy grande: 1.000 toneladas.
Conclusión:
Para elaborar las conclusiones establecemos tres tipos de sucesos en el mo-
vimiento del suelo con la vivienda:
a) Ascenso uniforme de toda la platea con su vivienda; en este caso no
existirán fisuras en paredes o piso tampoco esfuerzos de corte por dife-
rencial de movimientos. No habrá fisuras. Si las cañerías de agua,
cloaca y pluviales son de polipropileno que permiten deformaciones,
tampoco habrá patologías.
b) Descenso uniforme en caso de reducción de humedad del suelo, los su-
cesos sin anomalías son similares al punto anterior.
c) Movimientos diferenciales. Se presentan si la humedad se modifica so-
lo en un sector bajo plateas. En este caso aparecen los esfuerzos de cor-
te que se los interpreta desde el método de biela y tensor. Normal a las
líneas de tracción (tensor) surgirán fisuras.
Para reducir los efectos de estos movimientos las paredes de la vivienda
deben ser armadas en horizontal en los niveles de capa aisladora, antepechos, dinte-
les y viga superior encadenado. En vertical se deberá colocar una barra de 10 mm
en cada una de las esquinas tanto externas como internas. De esta manera las pare-
des quedan sujetas a las plateas y tendrán una elevada inercia en los planos vertica-
les para resistir los esfuerzos generados por los movimientos diferenciales.
En la imagen de la Figura 4.30 reproducimos el esquema indicado en los
manuales de paredes con bloques de hormigón comprimido; se muestran la forma
de colocación de las armaduras horizontales y verticales.
63
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 4.30
10.3 . Reacciones y condición de borde.
El problema:
Establecer las diferencias del valor de las reacciones de una viga continua
de dos tramos iguales (Figura 4.31), aplicando los siguientes métodos:
Método de la teoría clásica.
Método de coeficientes del reglamento.
Método de rótulas.
Datos:
Esquema de la viga:
Figura 4.31
Viga continua de dos tramos iguales.
Longitud de viga a eje de columnas: 7,00 metros.
Carga: 30 kN/m = 3.000 daN/m
Reacción viga isostática: 7,00 . 30 / 2 = 105 kN
Resolución:
Teoría clásica: (Figura 4.32)
Figura 4.32
En apoyo A: MA = 0 kNm
64
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 4.33
MA = ql2/16 = 30 . 72 / 16 ≈ 92 kNm;
MT = ql2/14 = 30 . 72 / 14,22 ≈ 104 kNm;
MB = ql2/9 = 30 . 72 / 9 ≈ 163 kNm
Diferencia de momentos de apoyos: MA – MB = 71 kNm
Fuerza producida en los apoyos por el flector negativo: R = 71 / 7 ≈ 10 kN
RA = 104 – 10 = 94 kN = 9.400 daN
RB = 104 + 10 = 114 kN = 11.400 daN
Reacción total en apoyo central: ≈ 23.000 daN
Según el método de las rótulas. (Figura 4.34)
Ubicamos las imaginarias rótulas como sigue:
0,70 mts de los ejes de columnas extremas.
0,70 mts del eje de columna central.
Las distancias son iguales porque suponemos que ambas columnas poseen
igual rigidez, en general la columna central posee mayor rigidez y el valor de “l3”
es mayor que el de “l1”.
Estas distancias también se pueden modificar según el doblado de las ba-
rras de hierro en vigas de hormigón armado y en la posición de la articulación en
vigas de madera maciza o de perfiles de hierro.
Figura 4.34
65
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 4.35
Interpretación:
El estudio se realiza de manera espacial, para ello se analizan las piezas en
planos transversales y longitudinales.
Externos:
La columna superior y la viga transmiten acciones que son resisti-
das por la reacción de la columna inferior. Además sostiene la re-
acción que envía la viga. Las líneas de acción y reacción son ver-
ticales (Ver figura 4.2).
Internos:
En la zona de viga cercana a los apoyos la acción y la reacción de-
jan de actuar sobre un elemento lineal vertical (columna), ahora lo
hacen sobre una sección transversal (viga) los esfuerzos son de
corte (Figura 4.36).
66
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 4.36
En la región media aparecen los esfuerzos de flexión que no son
más que dos fuerzas opuestas, de igual dirección (paralelas) y de
sentidos contrarios; la viga ha “elaborado” las cargas de reacción
para producir estos efectos. La Figura 4.37 muestra la cupla interna
máxima en el medio y el efecto de corte en los extremos.
Figura 4.37
Conclusiones:
Las acciones y reacciones deben ser estudiadas tanto en las zonas exterio-
res de apoyos como en la interior de la masa de las piezas del sistema.
La única manera de interpretar o acercar algún conocimiento sobré las ac-
ciones y las reacciones es trazar las líneas de flujo; establecer los caminos de los
esfuerzos de compresión (bielas) y también los de tracción (tensores). En la mitad
de la viga los volúmenes de tensiones de tracción y compresión forman la cupla
interna resistente que se va transformando de manera suave en la medida que se
acerca al apoyo. Abandona su condición de cupla, se inclina y se transforma en una
triangulación de fuerzas para luego ingresar a la columna y configurar un solo tipo
de esfuerzos de compresión.
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Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
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Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
5
Las ciencias y las cargas.
1. Objeto.
En este capítulo analizamos las diversas relaciones que existen entre las car-
gas, los fenómenos, la conducta humana y las ciencias que las tratan. Destacamos
cada una de ellas y los problemas que interpreta o entiende.
69
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
3. Ciencias de la física.
3.1. La matemática.
Para relacionar la matemática con las fuerzas es necesario reflexionar sobre
el símbolo o signo “igual” (=). Se lo usa en aritmética, álgebra, cálculo diferencial
y en toda la matemática. En ese ambiente el signo igual es correcto, es preciso y
exacto. Pero en las ciencias de la construcción, luego de los conceptos indicados en
los párrafos anteriores, el signo igual tiene un significado distinto al de la matemá-
tica. No es “igual” es “más o menos” (≈). Porque los datos que se incorporan a las
ecuaciones de las ciencias de la construcción no son precisos ni exactos, solo
aproximados, lo mismo que las condiciones de borde que suponemos de las piezas
estructurales.
La filosofía es clara cuando dice que el conocimiento es auténtico cuando
surge de hipótesis verdaderas. Si la Estática se ensambla desde supuestos aproxi-
mado, sus resultados también lo serán. De esta incómoda situación nos salva la
palabra “aproximado”.
Este razonamiento no intenta cambiar el uso del signo, pero obliga al proyec-
tista, al calculista, a considerar, a pensar y controlar sus maniobras. Por ejemplo,
cuando se calcula el momento flector máximo (Mf) de una viga de apoyos simples
con carga uniforme distribuida ¿Qué tan simples son los apoyos y qué tan exactas o
reales son las cargas?
A manera de ejemplo repetimos la expresión (4.3) del capítulo anterior:
𝑞𝑙2
𝑀𝑓 ≈
𝑚
Nos dice que el momento flector resulta de las maniobras matemáticas de
valores de carga (q), longitud (l) y condición de borde (m) que resultan cercanos a
los de la realidad, donde ninguno es copia exacta de ella; son aproximados, enton-
ces así también lo será el flector.
70
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 5.1
La Estática es una de las ciencias que lentamente pierde su jerarquía, por ser
tan idealista en sus hipótesis. La ecuación fundamental de la Estática, la del equili-
brio perfecto:
M 0 F H 0 F V 0
(5.1)
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Figura 5.2
La ecuación tiene una particularidad; cuando el radio se aproxima a cero, la
tensión se dispara hacia el infinito para una misma carga. Desde los ensayos y ex-
perimentos algo sucedía en el extremo de la fisura para que ésta se controlara y se
estabilizara en algunos casos y no respetara la fórmula de Inglis. Luego de varias
décadas, la respuesta la encuentra Griffith; la fractura en la proximidad de sus pa-
redes transformaba el material elástico en plástico mediante el denominado “traba-
jo de fractura” y logra diseñar la expresión matemática que nos entrega la longitud
crítica de una fisura.
2𝑊𝐸 𝑊 1 𝑊1
𝑙= = 2 =
𝜋𝜎 2 𝜋 𝜎 𝜋𝜔
2𝐸
(5.13)
l: longitud crítica de fractura.
W: trabajo de fractura (J/m2).
ζ: Tensión del material cerca de la grieta (N/m2).
E: módulo de elasticidad (N/m2).
ω: resilencia, es la capacidad que posee un material de acumular energía. La
de un material cerámico es miles de veces inferior al del hierro común.
Las ciencias tradicionales como la Estática y la Resistencia de Materiales es-
tudian las estructuras como medios continuos, uniformes y perfectos. Mientras que
la Mecánica de Fracturas los analiza co-
mo imperfectos o discontinuos. Acepta la
falla o desperfecto porque allí se concen-
trarán los esfuerzos que producirán las
fisuras o fractura.
Es en este punto donde se puede
reflexionar sobre el estado actual de las
ciencias y de la pintura de Miguel Ángel
"La creación de Adán" (Figura 5.3).
Figura 5.3
Las ciencias clásicas se aproximaron para interpretar la Naturaleza; son los
dedos de las manos que se acercan. Pero se interpone una fisura real en la pared (no
dibujada por Miguel Ángel) que en nuestro caso es la nueva ciencia Mecánica de
Fracturas que estudia las estructuras desde su capacidad de acumular energía; ella
acepta la fisura como parte del sistema.
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trucción. Según el grado de control (pobre, regular, riguroso) serán los coeficientes
de seguridad a las cargas en función del la región y de la incertidumbre del colecti-
vo humano que trata a las cargas.
Lo anterior lo aplica el Cirsoc R 106 para la determinación de los coefi-
cientes de seguridad y lo hace desde el análisis de la conducta humana. Estudia
tanto el colectivo de profesionales de la construcción en una determinada región o
ciudad y también el aspecto individual en una determinada tarea del proceso.
Excepto las cargas gravitatorias, todas las restantes son aleatorias porque
responden a cuestiones de la corteza terrestre (sismo), al clima (viento y térmicas)
y al comportamiento humana en el uso del edificio (sobrecargas). Con la teoría de
la complejidad es posible clasificar por grados de incertidumbre cada una de ellas.
Se emplea la matemática estadística y con los datos de frecuencia e intensidad se
logra un pronóstico aproximado del suceso.
4.5. Teoría de la probabilidad.
El diccionario define la probabilidad como perteneciente o relativa al azar.
También como la parte de la matemática estadística que estudia los procesos cuya
evolución en el tiempo es aleatoria. Aquí aparece una palabra algo extraña: es-
tocástico, que encierra el concepto anterior.
La teoría de probabilidades se ocupa de asignar un cierto número a cada
posible resultado que pueda ocurrir en un experimento aleatorio, con el fin de cuan-
tificar dichos resultados y saber si un suceso es más probable que otro. Por ejem-
plo, uno de cada 3.000 tareas de desencofrados de estructuras de hormigón se pre-
sentan algún tipo de falla de leves a graves; la probabilidad del suceso entonces es
uno en tres mil.
También se lo utiliza en el estudio de la relación de las fuerzas con la resis-
tencia última de los materiales. En general se hace uso del diagrama de Weibull
(Figura 5.5) donde el eje "yy" presenta la probabilidad de falla, mientras que el eje
"xx" la carga aplicada en Mpa. En la imagen se representa el diagrama para fractu-
ras de ladrillos cerámicos a esfuerzos de tracción. La probabilidad de falla total se
indica con el valor 1,0 y corresponde para un esfuerzo promedio de 1,0 Mpa (100
daN/cm2), la curva nos indica las diferentes probabilidades:
Figura 5.5
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1 Croquis preliminares. 4
2 Proyecto y cálculo. 40
3 Elección y calidad de materiales. 18
4 Ejecución de obra. 28
5 Uso. 10
Figura 5.7
La tabla anterior también se puede representar por un gráfico (Figura 5.8).
Figura 5.8
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Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
(5.14)
CS = γ0: Coeficientes básicos de seguridad.
δR y δS :Factores que surgen de la dedicación y responsabilidad de los pro-
fesionales (elección materiales, control en obra, forma de análisis de las cargas,
método de cálculo dimensionado, método cálculo solicitaciones).
e: exponencial neperiano.
β: índice de seguridad (cantidad de personas en riesgo y daños materiales).
Si investigamos tres tipos de poblaciones o colectivos técnicos en la
construcción en las categorías de control “pobre”, “regular” y “riguroso” (en las
fases de proyecto, diseño, cálculo y dirección de obra). Al aplicar la ecuación an-
terior obtendremos valores aproximados del CS como los indicados en la tabla
de figura 5.9.
Grado de control CS
1 Pobre. ≈ 5,0
2 Regular. ≈ 2,3
3 Riguroso. ≈ 1,5
Figura 5.9
La gráfica que sigue nos indica en el eje de las "yy" el valor del CS a
emplear en las cargas y en el eje de las "xx" el grado de responsabilidad de cada
uno de los tres grupos de técnicos estudiados.
Figura 5.10
Vemos que el CS acelera su crecimiento para grados pobres de conocimiento
y control, sin embargo para condiciones rigurosas desacelera y busca la asíntota del
CS = 1,00 casi imposible de hallar por la condición siempre presente del error
humano.
81
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
5. Aplicación.
Analizamos las cargas desde las diferentes ciencias básicas como la Estática,
la Resistencia de Materiales, la Cinemática, la Dinámica, la Mecánica de Fractura,
la Termodinámica y también desde la Electro Química. El listado de los ejemplos:
5.1. Estática: Acciones y Reacciones.
5.2. Cinemática: Caída libre; velocidad y tiempo.
5.3. Cinemática: Viento; aceleración negativa (frenado).
5.4. Dinámica: Carga por choque; fuerza de impacto.
5.5. Dinámica: Carga del viento; fuerza por cambio velocidad.
5.6. Cinética: Energía del viento; trabajo efectuado.
5.7. Cinética: Trabajo; constante elástica.
5.8. Trabajo: Energía cinética; fuerza de martinete.
5.9. Resistencia Materiales: carga y acortamiento; fuerza y reacción elástica.
5.10. Resistencia Materiales: tensión de rotura.
5.11. Mecánica de Fracturas: Tensión en extremo de fisura.
5.12. Mecánica de Fracturas: Longitud crítica de fisura.
5.13. Mecánica de Fracturas: Pared ladrillo cerámicos.
5.14. Nota: Las aplicaciones a otras ciencias.
Figura 5.11
82
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
𝑅𝐴 = 𝑃1 + 𝑃2 − 𝑅𝐴 = −10.330 𝑑𝑎𝑁
Comprobación:
Se la realiza tomando momentos desde al apoyo "A".
Conclusión:
La maniobra es determinista y deductiva con fórmulas generales y con hipó-
tesis alejadas a la realidad se obtienen resultados aproximados. Dirección: la viga
es horizontal y todas las acciones son verticales, entonces todas las reacciones
serán verticales. Sentido: todas las acciones son positivas, entonces las reacciones
serán negativas. Magnitud: existe asimetría de cargas tanto en magnitud como en
posición, entonces las reacciones no serán iguales:
RA = - 5.670 daN RB = - 10.330 daN.
Lo anterior se cumple si los apoyos poseen articulación perfecta, cualquier
desviación de esa hipótesis las reacciones cambian.
5.2. Cinemática: Caída libre.
Realizamos una aplicación de cinemática para determinar la fuerza a efectos
de introducirnos en la fórmula general de fuerzas (f = m.a) donde aparece la acele-
ración que es función de la velocidad y el tiempo.
Problema:
Un ladrillo de masa igual a 50 N (≈ 5 kgf) cae al vacío desde una obra en
construcción de 50 metros de altura. Establecer la velocidad en el instante del im-
pacto y el tiempo empleado. No se tiene en cuenta la resistencia del aire.
Datos:
La ecuación a utilizar:
1
𝑥 = 𝑥0 + 𝑣0 𝑡 + 𝑎𝑡 2
2
x0: 0,0 metros: posición del punto de caída.
x: 50 metros: altura del punto de caída.
v0: 0,0 m/seg: velocidad en el punto de caída.
Tiempo que demora en la caída:
1 1
50 = 𝑎𝑡 2 = ∙ 9,81 ∙ 𝑡 2
2 2
2 ∙ 50
𝑡= ≈ 3,20 𝑠𝑒𝑔
9,81
Velocidad final:
𝑣𝑥 = 𝑣0𝑥 + 𝑎𝑡
𝑚 𝑘𝑚
𝑣𝑥 = 𝑎𝑡 = 9,81 ∙ 3,2 = = 31,4 113
𝑠𝑒𝑔
83
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Conclusión:
El fenómeno también responde procesos deterministas y deductivos.
5.3. Cinemática: Viento, aceleración negativa.
El problema:
Establecer de manera aproximada la aceleración (negativa) que sufre la masa
de viento al aproximarse y chocar contra las paredes de un alto edificio.
Datos:
v2 : velocidad del viento a 5 metros de la pared (20,0 m/seg).
v1 : velocidad del viento en el instante del choque (0,0 m/seg).
y: distancia de frenado 5,00 metros.
Fórmula a emplear.
𝑣22 − 𝑣12
𝑦=
2𝑎
Aplicación fórmula:
𝑣22 202 400 𝑚
𝑎= = = = 40
2𝑦 2 ∙ 5 10 𝑠𝑒𝑔2
Esta aceleración negativa (de frenado) la utilizaremos luego para establecer
la fuerza aproximada que genera el viento.
Conclusión:
Para la obtención de los datos del viento se necesita una tarea inductiva de
observación, medición y ensayos, acompañada de censos y estadísticas de la reali-
dad del pasado. Los valores que se obtienen son aproximados.
5.4. Dinámica: Impacto en caída libre.
El problema:
Calcular la fuerza de impacto que produce el ladrillo en caída libre del ejer-
cicio anterior de cinemática.
Datos:
Masa del ladrillo: 5 kg. (≈ 50 N)
Al impactar sobre el suelo blando, éste por su condición elástica y plástica se
deforma. La distancia de esa deformación es la de frenado.
Distancia frenado: 5 cm = 0,05 metros
Aceleración en caída libre: 9,81 m/seg2
Velocidad en el impacto: 31,4 m/seg2
84
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Conclusiones:
La carga de impacto resulta unas mil veces superior al peso del ladrillo en
reposo.
5.5. Dinámica: Fuerza del viento.
El problema:
Calcular de manera aproximada la fuerza del viento desde las velocidades, la
masa, el tiempo y la desaceleración en el instante de choque con la pared de un
edificio alto.
Datos:
Velocidad a 10 metros antes del edificio: vx = 60 km/hora = 16,7 m/seg
Velocidad al instante del choque v0 = 0,00
Tiempo transcurrido en el cambio de velocidad: 0,5 segundo
Masa del aire: 1,2 daN/m3.
Fórmula:
𝑣𝑥 − 𝑣0
𝑣𝑥 = 𝑣0 + 𝑎𝑡 → 𝑎=
𝑡
Solución:
Aceleración negativa: a = 16,7 (m/seg) / 0,5 (seg) = 33,4 m/s2
Carga o acción del viento en un metro cuadrado de pared:
F = m.a = 1,2 (daN/m3) . 33,4 (m/seg2) = 40da N/m2
En caso de un edificio de 20 pisos, la altura sería de unos 70 metros y el an-
cho de 45 metros. La superficie total que frena al viento podría ser un 80 % de la
superficie total:
Superficie: 0,80 .70 .45 ≈ 2.520 m2
Carga total: 2520 . 40 ≈ 100.000 daN = 100 kN
Conclusiones:
Esta aplicación utiliza solo las variables de velocidad, tiempo y masa. Para
una mayor aproximación se requiere hacer participar otros muchos más parámetros
que se detallan en el Cirsoc 102.
5.6. Cinética: Energía cinética del viento.
El problema:
Calcular la energía cinética que genera el viento al chocar contra el edificio.
Datos y fórmula:
Es la energía en movimiento del viento. Genera trabajo y es igual al cambio
de su energía cinética.
1 𝑚2
𝐾 = 𝑚𝑣 2 𝑢𝑛𝑖𝑑𝑎𝑑: 𝑁𝑚 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑢𝑟𝑔𝑒 𝑑𝑒: 𝑘𝑔 2
2 𝑠
K: Energía cinética.
m: masa del cuerpo (masa del aire 1,2 daN/m3).
v: velocidad del aire antes del choque (16,7 m/seg).
Solución:
En el caso de un viento de 60 km/hora (16,7 m/seg) su energía cinética por
metro cuadrado es:
85
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
1
𝐾= 1,2 ∙ 16.72 = 167 𝑁𝑚 = 0,0167 𝑘𝑁𝑚
2
Conclusiones:
La energía total será función de la superficie expuesta al viento, hay inter-
cambio de energía cinética por energía elástica del edificio.
5.7. Energía cinética y trabajo elástico.
El problema:
Determinar en forma aproximada la constante elástica de un árbol.
Datos y fórmulas.
La energía cinética calculada en el ejemplo anterior es equilibrada por la ca-
pacidad elástica (acumulación de energía del edificio sin romperse):
1
𝑊 = 𝑘𝑥 2
2
Deseamos conocer la constante elástica del árbol, para ello suponemos que
en su conjunto tuvo una deformación elástica promedio desde el extremo de su
altura hasta la base de 0,7 metros.
Solución:
1 1
𝑊 = 𝑘𝑥 2 = 167 = 𝑘 ∙ 0,72 =
2 2
2𝑊 2 ∙ 167 𝑑𝑎𝑁
𝑘= 2 = ≈ 680
𝑥 0,49 𝑚2
Conclusiones:
Los textos de física utilizan la deformación de un resorte y el trabajo que
realiza una fuerza para estirarlo como ejemplo de constante elástica del sistema
total del resorte. En este ejemplo utilizamos la deformación del árbol como voladi-
zo empotrado en el suelo.
5.8. Transformación de trabajo en energía cinética.
El problema:
Determinar la fuerza de impacto de un martinete al clavar un pilote en el
suelo para la fundación de un edificio.
Datos:
Para la hinca se utiliza un martinete que cae libre desde una altura para pro-
ducir con el impacto una elevada fuerza que desplaza al pilote hacia abajo.
Suponemos un sistema con los siguientes datos:
Masa del pilote: ≈ 255 kg
Peso del pilote: Pm = 255 . 9,81 ≈ 2.500 N.
Altura de caída: d1 - d2 = 2,70 metros.
Descenso del pilote: d2 - d3 = 0,05 metros.
Puntos de referencia para el estudio: 1) martinete en reposo, 2) instante del
contacto de martinete con cabeza de pilote, 3) posición final del sistema martinete
pilote (Figura 5.12).
86
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 5.12
Trabajo realizado:
Trabajo realizado del martillo de 1 a 2:
𝑊1−2 = 𝑃𝑚 ∙ 𝑑1−2 = 2500 ∙ 2,70 = 6.750 𝑁𝑚 𝐽𝑜𝑢𝑙𝑒 .
Desde la energía cinética:
"El trabajo efectuado por la fuerza neta sobre una partícula es igual al cam-
bio de energía cinética de la partícula".
𝑊𝑡𝑜𝑡 = 𝐾2 − 𝐾1
K1: energía cinética en el punto 1 = 0,00 Nm.
K2: energía cinética en el punto 2 = 6.750 Nm.
∆𝑘 = 𝐾2 − 𝐾1 = 6.750 − 0 = 6.750 𝑁𝑚 𝐽𝑜𝑢𝑙𝑒
En el instante del impacto el sistema desciende 0,05 metros entre (2) y (3),
en el suceso también existe trabajo y energía cinética: es la reacción del pilote con-
tra la acción del martillo.
Fuerza de impacto:
Deseamos conocer la fuerza que ejerce el martillo en el instante del impacto.
El trabajo en el pequeño descenso del pilote:
𝑊2−3 = (𝑃𝑚 − 𝑅𝑚 )𝑑2−3 = 𝑃𝑚 ∙ 𝑑2−3 − 𝑅𝑚 ∙ 𝑑2−3 = 𝐾2 − 𝐾3 = 6750 − 0
= 6.750 𝑁𝑚
De la ecuación anterior obtenemos Rm:
𝐾3 − 𝐾2
𝑅𝑚 = 𝑃𝑚 − .
𝑑2−3
La fuerza de reacción del pilote en su descenso:
6.750
𝑅𝑚 = 𝑁 − 2500𝑁 = 132.500 𝑁
0,05
Conclusiones.
87
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
88
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Datos:
Una pared está sometida por fuerzas de tracción generadas por movimientos
diferenciales del suelo tal como se muestra (Figura 5.13).
Alto pared: 3,50 metros.
Largo: 7,00 metros.
Espesor: 0,20 metros.
Material: mampostería de ladrillos cerámicos comunes (sin armaduras).
Largo del sector de isostáticas de tracción: 2,70 metros.
Carga en tracción: ≈3.800 daN
Superficie en tracción: 270 cm . 20 cm = 5.400 cm2
Figura 5.13
Irregularidad: existe una equívoca colocación de mezcla de asiento que ge-
nera un vacío de largo 12,5 cm y en su extremo el radio promedio es de 0,005 cm
(Figura 5.14).
Figura 5.14
𝑃 3800 𝑑𝑎𝑁
𝜎𝑡 = = = 0,70
𝑆 5400 𝑐𝑚2
Aplicación de la fórmula de Inglis:
𝑎 12,5 𝑑𝑎𝑁
𝜎 = 𝜎1 1 + = 𝜎 = 0,70 1 + = 0,7 1 + 50 = 36
𝑟 0,005 𝑐𝑚2
Conclusión:
La tensión en el extremo de la irregularidad deja de ser función directa de la
carga y de la sección. En este caso la tensión aumenta 36/0,7 ≈ 50 veces y provoca
la rotura de la pared.
89
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 5.15
En este caso la fisura en una placa de hierro tiene una longitud crítica, por
debajo de ese valor la fractura resulta estable y por arriba la fisura continuará cre-
ciendo.
Datos:
Estudiar para tensiones de 1.800 daN/cm2 y 2.400 daN/cm2.
Figura 5.16
Solución.
El largo crítico de la fisura desde la energía:
90
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
1 𝑡𝑟𝑎𝑏𝑎𝑗𝑜 𝑑𝑒 𝑓𝑟𝑎𝑐𝑡𝑢𝑟𝑎 𝑊
𝑙𝑐 =
𝜋 𝑒𝑛𝑒𝑟𝑔í𝑎 𝑑𝑒 𝑑𝑒𝑓𝑜𝑟𝑚𝑎𝑐𝑖ó𝑛 𝑎𝑐𝑢𝑚𝑢𝑙𝑎𝑑𝑎 𝜔
𝑊𝐸 1 𝑊 1 𝑊
𝑙𝑐 = 2 = =
𝜋𝜎 2 𝜋 𝜎 2 𝜋𝜔
2𝐸
Si la tensión en el interior de la placa es de σ = 1.800 daN/cm2 el largo
crítico:
Resilencia del hierro a 1.800 daN/cm2 → 77.100 N/m2
1 𝑊 1 500.000
𝑙𝑐 = = ≈ 2,00 𝑚𝑒𝑡𝑟𝑜𝑠
𝜋 𝜔 𝜋 77.100
Pero si la tensión en el interior de la placa es de ζ = 2.400 daN/cm2 longi-
tud crítica se reduce:
Resilencia del hierro a 2.400 daN/cm2 → 137.000 N/m2
1 𝑊 1 500.000
𝑙𝑐 = = ≈ 1.100 𝑚𝑚 ≈ 1,10 𝑚𝑒𝑡𝑟𝑜𝑠
𝜋 𝜔 𝜋 137.000
Conclusiones.
Este fenómeno y su estudio teórico nos indican que la fisura no es un suceso
de inestabilidad. Hay materiales como el hierro con elevada resilencia que pueden
continuar resistiendo aún con fisuras.
5.13. Mecánica fracturas, lc pared ladrillos cerámicos.
El problema:
Calcular la longitud crítica de fisuras en paredes de ladrillos cerámicos.
Datos.
El trabajo de fractura es una característica de cada material y se lo obtiene
de ensayos de laboratorios. En el caso de la mampostería de ladrillos cerámicos
resulta un valor aproximado de W = 5 J/m2.
Solución.
El largo crítico de la fisura desde la energía:
1 𝑡𝑟𝑎𝑏𝑎𝑗𝑜 𝑑𝑒 𝑓𝑟𝑎𝑐𝑡𝑢𝑟𝑎
𝑙𝑐 =
𝜋 𝑒𝑛𝑒𝑟𝑔í𝑎 𝑑𝑒 𝑑𝑒𝑓𝑜𝑟𝑚𝑎𝑐𝑖ó𝑛 𝑎𝑐𝑢𝑚𝑢𝑙𝑎𝑑𝑎
1𝑊
𝑙𝑐 =
𝜋𝜔
Para un tensión de 50 daN/m2:
Resilencia del cerámico a 50 daN/cm2 → 1.250 N/m2
1𝑊 1 5
𝑙𝑐 = = ≈ 0,0013 𝑚𝑒𝑡𝑟𝑜𝑠 ≈ 1 𝑚𝑚
𝜋 𝜔 𝜋 1250
Conclusiones:
En la pared la longitud crítica es de solo ≈ 1 mm es por esta causa que las
paredes presentan tantas fisuras en tracción. Conclusión: desde la ciencia de la MF
las tensiones en el interior de la masa del material dejan de ser una relación lineal
de las cargas.
91
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
En general en las paredes las fracturas tienen inicio y final, con ello se ge-
neran nuevas condiciones de borde, distintas a las iniciales. En ese cambio hubo
disipación de energía.
5.14. Nota.
Las aplicaciones a las restantes ciencias que hemos tratado en la parte teó-
rica se encuentran en los capítulos que las analizan de manera específica.
92
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
6
Diseño de cargas.
1. Objeto.
Establecer las variables que participan en la tarea del diseño de las cargas y
además indicar la manera de reducir su intensidad mediante la combinación de
espesor y densidad.
2. Las variables del diseño.
“Traza o delineación de un edificio o de una figura. Proyecto, plan”; esto di-
ce el diccionario sobre la palabra diseño. Es uno de los vocablos más difíciles de
explicar porque posee aplicación en casi todos los órdenes de la actividad humana.
Hablar de “diseño de las cargas” es aún más arduo; en general se piensa que
se diseñan los edificios, pero no las cargas. Desde las ciencias de la construcción se
comprueba que solo cuando las cargas están bien estudiadas y proyectadas, es po-
sible un buen diseño de arquitectura. Por supuesto además están las variables de
estética y de funcionalidad.
No vamos a copiar todas las palabras que están en los globos que rodean la
palabra diseño, pero es conveniente leerlas y pensar en ellas para entender la com-
pleja combinación que se debe realizar para realizar un acto de buen diseño (Figura
6.1).
Figura 6.1
El problema reside en la sinergia del conjunto, ninguno de los globos actúa
de manera individual o aislada. Cada uno ingresa al diseño conectado con los otros.
La tarea de diseño es por sobre todas las cosas una labor que necesita de tiempo, lo
mismo que el arte. Pensar en las cargas no tiene horarios fijos y los tiempos pueden
ser largos. Repetir una y otra vez, generar alternativas, ejercitar la prueba y error
son actividades que ayudan a lograr un buen diseño de cargas. La experiencia, el
conocimiento son parámetros de alto valor en la tarea del diseño estructural.
En resumen, antes de finalizar el proyecto de arquitectura y mucho antes de
comenzar el cálculo del edificio se deben agotar las tareas del diseño de cargas.
Trabajando juntos los profesionales de la arquitectura y de la ingeniería.
93
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
3. General.
3.1. La variedad y clasificación.
El diseño estructural en todos los edificios, desde la cubierta, la estructura,
los cerramientos, las fundaciones se lo efectúa de acuerdo a las cargas. En la inge-
niería y la arquitectura no es posible diseñar o proyectar sin antes conocer las fuer-
zas que actuarán sobre el objeto del diseño. Así de simple; no puede existir proyec-
to sin esa variable. Saber controlarlas y componerlas hasta lograr un equilibrio
estable es arte. El ser humano las conoce, él es parte del universo gravitatorio, de
los vientos y de los sismos; solo con reflexionarlas se adquiere la sensibilidad y el
conocimiento para trasladarlas al edificio.
3.2. La voluntad del hombre y las cargas.
Ampliamos el glosario ya indicado en el Capítulo 1 “Introducción” pero aho-
ra destacamos las cargas que pueden ser maniobradas. Vemos aquellas que ofrecen
niveles de libertad al proyectista para ejercer su capacidad de diseño.
Peso propio: Es función de la gravedad y de la cantidad de masa. La prime-
ra, la gravedad, escapa de la voluntad del hombre; en el planeta Tierra la acelera-
ción gravitatoria es constante, inamovible. La segunda, la masa, puede ser contro-
lada mediante los espesores y la densidad de los materiales; depende de la voluntad
del proyectista, es diseño.
Sobrecarga: Similar a la anterior también gravitatoria. Está en función del
destino. Los valores nominales se indican en las tablas del Cirsoc R 101. En todos
los casos es necesario que el proyectista conozca las diferencias de esos valores
nominales con los reales. Esto lo puede observar si compara las sobrecargas indi-
cadas en el 4.1 del R 101 (nominales) con las establecidas en la tabla C.4.2 de Co-
mentarios del R 101 (de inspección).
Viento: Solo una pequeña parte de esta acción puede ser controlada por pro-
yectista; la forma del edificio y su tamaño, maniobrando esas variables es posible
reducir el efecto, amortiguar su desaceleración al chocar con el edificio.
Sismo: Similar al viento; la aceleración del terreno está separada de la deci-
sión del proyectista. Solo puede operar con la masa del edificio, posición del centro
de gravedad y las formas en plata para evitar efectos de torsión.
Agua, nieve, hielo: Pueden ser controlados con las pendientes de las cubier-
tas y los sistemas de desagües. También debe participa el usuario en las tareas de
mantenimiento de las canaletas, cámaras y cañerías.
Impacto: Resultan muy raras en los edificios, una de ellas puede ser el caso
del arranque y frenado de los ascensores. Pero muy comunes en estructuras de la
industria o los puentes de rutas.
Térmicas: Es posible controlarlas mediante el diseño adecuado de juntas de
trabajo de la estructura; es parte del diseño de cargas.
Construcción: Durante el período de construcción del edificio se pueden
generar cargas elevadas que requieren de un cuidadoso diseño de andamios, punta-
les y encofrados. El R 108 analiza este tipo de cargas.
Humedad y suelos: Los suelos se deben considerar como soportes de las vi-
viendas o edificios, pero también es necesario estudiar su actividad ante las varia-
ciones de su contenido de humedad. También son variables de las acciones o reac-
ciones los desagües, las pendientes, el escurrimiento cuestiones pueden controlar
las variaciones del contenido de humedad del suelo.
Como vemos en todos los casos, de alguna u otra manera es posible reducir
el efecto de las cargas en función del diseño.
94
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
4. Entrepisos y diseño.
4.1. Construcción “húmeda” y “seca”.
La mayoría de los entrepisos se ejecutan con la mezcla de cemento, piedra,
arena, hierro y agua. Son los llamados “de construcción húmeda” porque requiere
un tiempo de fraguado. Su densidad oscila entre los ≈ 1.600 a ≈ 2.400 daN/m3 (cie-
lorraso, losa, contrapiso, carpeta, piso). Poseen una carga de peso propio promedio
de ≈ 500 daN/m2.
En la imagen que sigue (Figura 6.2) aparece el detalle de un entrepiso de lo-
sa hormigón maciza:
Figura 6.2
En otros casos es posible diseñar un tipo de entrepiso mixto. Con viguetas
pretensadas, bloques huecos de bajo peso y la capa de compresión; tienen un peso
promedio de unos ≈ 350 daN/m2. En la imagen siguiente el entrepiso de losa hor-
migón alivianada (Figura 6.3).
95
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 6.3
Figura 6.4
También es parte del diseño de cargas las características de las paredes in-
ternas. Una pared interna de mampostería maciza de 0,15 metros, con su revoque
pesa ≈ 300 daN/m2 y la de doble tabique de yeso (Durlock) pesa 40 kN/m2.
4.2. Contrapiso, sanitarios y escaleras.
Es difícil imponer cambios en los sistemas constructivos. El hombre está
afectado por la costumbre, por la tradición; en algunas regiones se considera que el
único entrepiso es el ejecutado con hormigón armado. El problema acústico de los
livianos o secos se soluciona mediante inyección de aislantes térmicos y acústicos
celulósicos de muy baja densidad. Estudiamos el conflicto de los contrapisos con
las escaleras, los balcones y los sanitarios.
Escaleras: El diseño de la estructura de hormigón de la escalera debe tener
como variables al tipo de piso, mortero y contrapiso que se colocará. En todos los
escalones la contra huella final debe tener la altura constante de ≈ 18 centímetros
(Figura 8.5). Los equívocos son ocultados con el espesor de contrapiso.
96
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 6.5
Balcones: En muchas ocasiones hay olvido que los pisos de balcones deben
tener un nivel más bajo que el del interior de los locales; también es costumbre
resolver el problema elevando el contrapiso en el interior (Figura 6.6).
Figura 8.6
Sanitarios: Por último, para esconder las cañerías de desagües también se
utiliza el contrapiso como recurso (Figura 6.7). En definitiva el contrapiso termina
siendo el ítem que nivela y esconde los errores.
Figura 6.7
Enviar toda la cañería de sanitarios por debajo de losa y escondidas en cielo-
rrasos suspendidos es una excelente solución para bajar pesos en el edificio. Los
contrapisos utilizados en ocasiones para “esconder” las cañerías poseen valores de
carga diez y más veces que la del cielorraso.
4.3. Voladizo y balcón.
De todos los elementos estructurales, el voladizo en la flexión es cuatro ve-
ces más sensible a las cargas repartidas que una viga de dos apoyos simples. En la
mayoría de los edificios los voladizos se materializan mediante balcones que dan al
frente o fondo del edificio. La situación de colapso en los balcones, es repetida y
desgraciada. Los usuarios o los propietarios, transforman a los balcones en lugares
de acopio de planteros y macetas de elevado peso (no tenidas en cuenta en el ori-
97
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
gen del cálculo) con el agravante de las aguas ácidas. Tanto que en la Argentina se
ha aprobado una ley llamada “ley de los balcones” donde el poder legislativo in-
gresa en el área de la ingeniería y la arquitectura para establecer normas sobre el
diseño, control y uso de los balcones.
La imagen (Figura 6.8) muestra el exceso; los balcones no sostienen macetas
con flores, aquí son arbustos grandes o árboles pequeños que en todos los casos
necesitan mucha tierra para crecer y los balcones deben sostener esa carga.
Figura 6.8
4.4. Resumen.
Hemos maniobrado solo con las variables de densidad y volumen de los
componentes de un entrepiso de hormigón. Dejamos de lado las sobrecargas, los
coeficientes de seguridad, la no simultaneidad de los efectos. Si hubiéramos incor-
porado todos ellos, las diferencias de peso entre un entrepiso sin diseño y otro con
cuidadoso control resultarían más elevadas.
5. Aplicación.
5.1. Objeto.
Resolver situaciones de diseño de cargas tanto en grandes cubiertas como
en los entrepisos de los edificios y sus paredes. Revisar las alternativas de diseño
transversal de las losas desde las macizas hasta las alivianadas.
5.2. Diseño de cubierta para un estadio.
El problema:
El diseño de las cubiertas de los estadios presentan la dificultad de la au-
sencia de apoyos, ellos solo pueden ubicarse en el exterior y por eso las vigas prin-
cipales del techo deben tener grandes longitudes.
La solución:
En general las estructuras de grandes luces se resuelven con sistemas reti-
culados que combinan bielas con tensores. En proyectos especiales no queda otra
alternativa que utilizar el hierro para las cubiertas y el hormigón armado para las
columnas, entonces, en estos casos es necesario ajustar el proyecto arquitectónico
al proyecto estructural. Para la explicación mostramos el ejemplo de un estadio de
tenis. En el diseño predomina el aspecto estructural.
98
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 6.9
5.3. Cargas de succión del viento.
El problema:
Es tan eficiente el diseño estructural anterior que el techo con su estructura
resulta muy liviano. Tan liviano que su peso propio no alcanza a sostener las cargas
negativas de succión del viento.
Soluciones.
Para solucionar esta inestabilidad ingresan al campo del diseño los pasillos
técnicos suspendidos de las vigas principales. Esos pasillos que son utilizados para
el mantenimiento de carteleras, pantallas de
televisión, iluminación y sonido, en general
poseen un piso liviano metálico tipo rejilla, pero
en este caso se utilizan bloques de hormigón de
alto peso (Figura 6.10). Así generamos una
elevada carga gravitatoria y se pone a todo el
sistema en pre carga y se consigue la resistencia
necesaria para las cargas negativas de succión.
Figura 6.10
Figura 6.11
99
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
En estos casos la altura de la cubierta debe ser mayor para evitar que los
tensores internos afecten la visual y la circulación.
5.4. Aplicación en el diseño de cargas
El problema.
Mediante una comparativa analizar dos tipos de entrepisos:
Entrepiso tradicional de losa maciza de hormigón con todos los ele-
mentos que habitualmente componen el “paquete”.
Entrepiso alivianado tipo losa de viguetas pretensadas, boques de po-
liéster expandido y pisos, contrapisos y cielorrasos livianos.
Entrepiso losa común.
El diseño de un entrepiso cuya estructura soporte sea una losa de hor-
migón, tiene muchas variables de diseño que las enumeramos de abajo hacia arriba
(ver figura 6.2):
1) El cielorraso.
2) La losa estructural resistente.
3) El contrapiso.
4) El mortero de asiento.
5) El piso.
6) Las paredes.
7) Las sobrecargas.
Se mencionan siete elementos; cinco están indicados en el esquema. Las
paredes y sobrecargas se analizan en función del destino. Un edificio para vivien-
das posee mayor cantidad de paredes divisorias que uno destinado a oficinas. En
estos análisis no se incorporan las sobrecargas de uso y las paredes (Figura 6.12).
Tabla de pesos entrepiso losa común.
Designación e γ Peso Peso
mts MN/m3 N/m2 daN/m2
100
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Resultados.
Diferencia: 7,88 kN - 3,30 kN = 788 daN - 330 daN = 458 daN
La diferencia entre el diseño tradicional y la alternativa es de 458 daN por
metro cuadrado; es una cifra reducida en lo individual. Pero si el edificio en altura,
posee 10.000 metros cuadrados, esa diferencia se transforma en 4.580.000 daN (≈
4.580 toneladas) que resulta un valor muy alto, que puede modificar el sistema
estructural.
Esas miles de toneladas representan unos 2.000 m3 de material de cons-
trucción (hormigón, contrapiso, revoques y otros), en general el metro cúbico de
construcción húmeda consume materiales y mano de obra de costos por unidad
aproximados. En definitiva, los miles de metros cúbicos pueden representar millo-
nes de pesos de ahorro.
101
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
102
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
7
Marcha de las cargas.
1. Objetivo.
El finalidad es estudiar los sucesos en el interior de las piezas estructurales
desde el instante que se aplican las cargas hasta la estabilización del sistema con la
actuación de las reacciones. Nos interesa conocer los cambios que se generan en el
interior de la masa de las piezas.
Figura 7.1
Entre las positivas están las del peso propio y las sobrecargas. Cuando apo-
yamos un objeto sobre el suelo, el peso del objeto es la acción y la resistencia del
suelo es la reacción; este suceso no siempre es permanente. En algunos casos el
suelo al ser cubierto por el objeto modifica su contenido de humedad y en caso de
aumento se expande; entonces el suelo genera la acción y el objeto la reacción.
En el análisis de las cargas es necesario establecer su “marcha”. De dónde
salen y hacia donde apuntan. La única manifestación que delata la dirección y el
sentido de las cargas es el movimiento, la deformación, las fisuras y los asenta-
103
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
mientos. Las cargas inerciales de viento y sismo poseen sus propios signos que son
estudiadas en los Cirsoc 102 y 103.
2.3. Tiempo desde la acción a la reacción.
No es fácil interpretar los sucesos que se desarrollan en un sistema estructu-
ral cuando se deposita una carga. Entre el instante inicial de la acción de la carga,
hasta el final de la reacción del terreno hay un tiempo, brevísimo, pero tiempo al
fin donde el material y la masa del sistema estructural se altera. Se activa ante la
llegada de una carga, en cualquier parte del edificio.
Las cargas negativas de expansión de la arcilla son muy lentas, pueden durar
años en su crecimiento, mientras que el sacudón vertical de acción sísmica dura
segundos. Los sucesos dentro de la masa de las piezas estructurales son diferentes.
3. Cambios de nombres.
3.1. Externas.
Fuerza, acción, carga.
Las cargas modifican su nombre desde el instante que actúan sobre un edifi-
cio; las analizamos en los escritos siguientes. Las fuerzas tienen su origen en la
combinación de una aceleración con la masa del objeto.
En los inicios, es la "acción" son fuerzas que provienen del exterior. Luego
una vez identificadas, las acciones se denominan "cargas". Están definidas por una
determinada causa. De viento, de dilatación, de sobrecargas, de peso propio. En
resumen son las acciones que adquieren denominación.
Cuando se produce una fisura en una pared se puede asegurar de manera ge-
neral que corresponde a una acción. Pero es más difícil determinar el nombre de la
acción; el tipo de carga que produjo la fisura.
Las solicitaciones.
Las solicitaciones son interpretaciones teóricas del efecto que producen las
cargas en la pieza estructural. La solicitación es la combinación de varios paráme-
tros; condición de borde, intensidad, tipo y posición de las cargas. Tienen nombres;
momento flector, corte, normal. Son entidades teóricas, ideales, herramientas ma-
temáticas para elaborar luego el dimensionado.
3.2. Internas.
Los esfuerzos internos pueden ser interpretados o esquematizados de dife-
rentes manera, como estamos estudiando el "recorrido" de las cargas dentro de la
masa de las piezas de una estructura, es conveniente repasarlos.
Los esfuerzos internos son una manifestación de fe. Nadie ha podido obser-
var los esfuerzos dentro de una viga, sin embargo los movimientos, las elásticas y
las fisuras son sucesos observables y medibles que denuncian la existencia de los
esfuerzos internos. Una manera entenderlos es mediante esquemas o dibujos, por-
que a los esfuerzos no es posible fotografiarlos; son invisibles. Sin embargo existen
y resisten. Vemos la situación de algunas piezas
Columnas y tensores: Tienen direcciones paralelas al eje axil de la pieza.
Vigas y losas: A lo largo de estas piezas existen imaginarias líneas que iden-
tifican los esfuerzos de compresión a los de tracción (las isostáticas). La forma de
estas curvas dependerá de las condiciones de borde y del tipo de material; homogé-
neo o heterogéneo (Figura 7.2).
104
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 7.2
Secciones transversales: en piezas de hormigón armado las líneas de es-
fuerzos se direccionan hacia los puntos de mayor rigidez que son los vértices donde
se unen las barras longitudinales con los estribos (Figura 7.3).
Figura 7.3
Estribos y barras longitudinales: en
las las columnas de hormigón armado por ser
un material heterogéneo configuran un efecto
de confinamiento y los esfuerzos se orientan
hacia los puntos más rígidos; la unión de es-
tribos con barras (Figura 7.4).
Figura 7.4
4. Errores de concepto.
4.1. La descarga equívoca.
Los ingenieros estamos acostumbrados a decir “la columna descarga 3000
kN” como si ella fuera un conducto donde circulan cargas, la palabra “descargar”
delata una maniobra donde se quita una carga pero en la realidad de la columna eso
no sucede. La columna no se alivia de la carga; la transmite sobre otros elementos
que pueden ser un nudo estructural, una base o un cabezal de pilotes, pero no se
descarga.
También es erróneo el esquema de una
carga colocada sobre una viga y que luego se
abre en dos (Figura 7.5). Una a la derecha, la
otra a la izquierda, de manera equívoca se
establece que la carga cambia de dirección
dentro de la viga hasta encontrar la columna y
descender hacia las fundaciones.
Figura 7.5
Las piezas estructurales no son canales
105
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
por donde fluyen cargas; ellos poseen masa que contienen esfuerzos, deformacio-
nes, energía elástica y en algunos casos consume energía plástica. La carga de la
figura superior produce una flexión que debe ser resistido por la cupla interna en la
masa de la viga. La carga al apoyarse sobre la viga genera un flector externo (está-
tica) que es resistido por la cupla interna de la pieza (resistencia de materiales), se
genera una flecha o descenso (elasticidad) y acumula energía interna (dinámica).
Figura 7.6
106
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 7.7
Entrepiso: Por estar constituido de vigas macizas (primarias y secundarias)
se lo estudia desde la relación de que existe entre el módulo resistente “W” y la
tensión admisible del material. En las vigas macizas del entrepiso el "z" (brazo de
palanca) es reducido (≈ décima parte del reticulado de cubierta), el cálculo y di-
mensionado se realiza mediante la fórmula general de la teoría de la flexión (Figura
7.8).
𝑏2 𝑞𝑙2
𝑀𝑖 = 𝜎 ≥ 𝑀𝑒 =
6 8
(7.1)
Figura 7.8
En este caso usamos la comparativa entre el flector Me que generan las car-
gas externas (acción y reacción) con el flector interno Mi de la cupla de tensiones
(compresión y tracción. Las reacciones internas horizontales "C" y "T" en la zona
media con el "z" deben generar la estabilidad necesaria.
Resumen: Estamos en presencia de una rutina que emplea caminos distintos
para el mismo fenómeno. Ambas piezas, las de la cubierta como las de entrepiso
son vigas y sostienen acciones transversales a su eje longitudinal, entonces reco-
mendamos utilizar los dos métodos en cada uno de los casos.
a) Mediante biela y tensor (descomposición de fuerzas).
b) Mediante diagramas de flector y corte (teoría de la flexión).
Esto lo veremos en los ejemplos de Aplicaciones.
7. Dimensionado.
7.1. General.
Ya lo hemos dicho, el cálculo de las secciones de la pieza estructural se rea-
liza desde la expresión fundamental del diseño estructural (expresión 1.4), la recor-
damos:
107
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
𝜙𝑆𝑛 ≥ 𝑈 = 𝛾1 𝐷 + 𝛾2 𝐿
Que se la interpreta como:
Cargas internas de resistencia ≥ Cargas externas de acciones
Se la aplica en todos los tipos de solicitaciones.
7.2. En el caso de esfuerzos simples (columna o tensor):
La dirección de las cargas son coincidentes con el eje axil de la pieza y la
respuesta de los esfuerzos internos son normales a esa dirección (Figura 7.9).
𝜙𝑆𝑛 = 𝜙𝐴𝜎 ≥ 𝑈
(7.2)
En columnas robustas o tensores nos interesa la sección transversal indepen-
diente de la forma (circular, cuadrada, rectangular y otras).
Figura 7.9
Sn: Reacción o resistencia de la pieza.
ø: Factor de reducción de resistencia.
U: Carga neta.
γ1 y γ2: Coeficientes de seguridad para las cargas.
D: Cargas muertas.
L: Cargas vivas.
A: Sección transversal de la pieza.
ζ: Tensión de rotura del material.
108
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 7.10
109
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 7.12
Para las vigas normales se efectúa el dimensionado mediante la relación de
equilibrio entre flector externo y cupla interna resistente: teoría clásica. En vigas de
gran altura la transferencia de las cargas se las interpreta desde el método de biela y
tensor.
8.5. Desde las ménsulas.
Es un caso particular de las vigas de gran altura (Figura 7.13). Son utilizadas
para los apoyos de vigas prefabricadas. La carga que llega de la viga se descompo-
ne en fuerzas en la dirección que muestra la figura. Se emplea el método de biela y
tensor.
110
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 7.13
8.6. Desde las fracturas.
Las fisuras o fracturas son las mayo-
res evidencias del efecto de las cargas. En el
caso de la pared de ladrillos las fisuras con
cierta inclinación (Figura 7.14), indican las
líneas de los esfuerzos. El inicio de la frac-
tura es función una irregularidad o entalla-
dura. En la figura, la singularidad se presen-
ta en la esquina de la ventana.
Figura 7.14
111
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 7.15
Las pelotas de tenis en este ejemplo
representan la unidad atómica de los mate-
riales que se utilizan para las estructuras
soportes. En materiales de masa uniforme
maciza es posible relacionar esas deforma-
ciones visibles y medibles con la expresión
de la Ley de Hooke que relaciona las de-
formaciones con la fuerza, tema analizado
en capítulos anteriores.
8.8. Desde la deformación del sistema.
El párrafo anterior analiza solo el material, pero también un sistema estructu-
ral posee una característica única que se la identifica: el factor "k" (constante elás-
tica del conjunto estructural) que depende no solo del material sino también de la
forma de la pieza. En el Capítulo “Ciencias” ya lo hemos estudiado
8.9. Desde el trabajo o energía.
Como todas las estructuras se calculan en estado elástico, esa energía poten-
cial, también es elástica y en el Capítulo “Ciencias” desarrollamos conceptos ini-
ciales. El trabajo que realiza la acción sobre un sistema (expresión 5.7):
1
𝑊 = 𝑘∆𝑙2 = 𝑈
2
(7.4)
W: trabajo de la acción.
U: energía elástica acumulada.
Resumen; desde la física, la carga altera el material de la pieza. Esa altera-
ción puede ser estudiada desde la energía potencial elástica, desde su capacidad de
almacenamiento, desde la mecánica de fracturas, desde los cambios de volumen,
desde el concepto de trabajo. Es interesante este concepto si observamos que siem-
pre estará presente la deformación de la pieza.
9. Aplicación
9.1. Objetivo.
Destacar en forma numérica cómo las formas y el tamaño influyen en los es-
fuerzos internos que luego son transformados en cargas o reacciones; puede ser el
caso de una viga que recibe una carga concentrada, la elabora en forma de tensio-
nes en su interior y la devuelve como reacción, pero otra vez en forma de fuerza.
Algunos ejemplos son obvios, pero deben ser vistos desde las “maniobras” que
realiza el misterioso universo de los esfuerzos internos en el recibir y devolver las
cargas.
112
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 7.17
Figura 7.18
La acción y la reacción siguen iguales, pero aumenta el esfuerzo en la incli-
nada, además la necesidad de utilizar un tensor.
Caso 3: Columnas inclinadas a 30º.
Ángulo de la biela α = 30º (Figura 7.19).
113
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 7.19
Figura 7.20
Resumen:
En las tres vigas el Mi es idéntico: ≈ 15.000 daN
La fuerza en la biela crece: 60º: 5.800 daN 30º: 10.000 daN 8º: 35.400 daN
114
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 7.21
La curva responde a la función sinusoidal.
También crece la tensión tangencial longitudinal entre la diagonal y el tensor.
En las dos primeras corresponde a las formas de cabriadas.
En la última de viga normal es necesario mayor superficie de contacto: de allí
la viga maciza.
Figura 7.22
Analizamos la parte media de las vigas.
Viga maciza.
Datos:
Pueden ser del entrepiso de una vivienda, los esfuerzos internos son volúme-
nes triangulares con un brazo de palanca “z2”.
Carga repartida: q = 700 daN/ml (incluye los factores de mayoración).
Madera calidad regular (h = 2b):
Tensión de rotura de la madera: 150 daN/cm2
Distancia entre apoyos: 5,00 metros.
115
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Resolución:
RA = RB = 1.750 daN
Figura 7.23
z = (2/3)h = 17,3 cm
C = T = 2200.100/17,3 ≈ 13.000 daN
Cabriada:
Puede ser la estructura de cubierta de la vivienda. En la parte media tiene
como piezas de resistencia el cordón superior (inclinado) y el cordón inferior (hori-
zontal). En la descomposición de fuerzas aparece la cupla de resistencia interna con
brazo de palanca “z1”
Datos:
Resolución:
Cuplas horizontales C = T = 2.200 / 0,90 ≈ 2450 daN
tg α = tg 20º = b/a = 0,90/2,50 = 0,364
Ángulo α ≈ 20º (Figura 7.24)
sen α ≈ 0,34 cos α ≈ 0,94
116
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 7.24
Compresión CS = 2450 . 0,94 ≈ 2300 daN
Tracción en CI ≈ 2450 daN
117
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 7.25
Mf máx = RA . l/3 = 1.000 . 1,00 = 1.000 daNm
Qmáx = RA = 1.000 daN
El material de la viga debe sostener al flector externo máximo:
Me = Mi = σ.W σ = 1000 . 100 / 667 = 150 daN/cm2
Fuerzas "C" y "T" (volumen del triángulo de tensiones): 150 . 10 . 10 / 2 ≈
7.500 daN.
Mi rot = 400 . 667 / 100 ≈ 2.670 daNm (resistencia a rotura)
Coeficiente de seguridad: Mi / Me = 2670 / 1000 = 2,67
El método de biela y tensor.
En la Figura 7.26 dibujamos dos esquemas posibles de los flujos de esfuer-
zos internos mediante bielas a compresión y tensores a tracción.
Elegimos el más simple de una sola biela en los extremos:
Figura 7.26
Ubicación de "C" y "T":
Brazo de palanca: z ≈ 0,66 . 20 ≈ 13,3 cm
Dimensiones del triángulo:
Cateto largo 100 cm Cateto corto 13,3 cm Diagonal 100,9 cm
118
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
119
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
120
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
8
Caos en las cargas.
1. Objeto.
Analizar la imposibilidad de actuar mediante métodos deterministas en las
tareas de cálculo de las cargas que actúan sobre los edificios. Con excepción del
peso propio, todas las otras cargas restantes responden a fenómenos de aleatoriedad
donde las ecuaciones de la física actual resultan insuficientes para predecirlas.
La acepción del Caos en el Diccionario de la RAE: “Comportamiento apa-
rentemente errático e impredecible de algunos sistemas dinámicos, aunque su for-
mulación matemática sea en principio determinista”. Un sistema dinámico es aquel
que posee continua variación con el tiempo, por ejemplo las condiciones meteo-
rológicas.
2. Historias y conceptos.
2.1. General.
El caos pertenece al universo dentro del cual participa el hombre, mientras
que la incertidumbre se posiciona solo en el espíritu del hombre; en su capacidad
de adquirir y mejorar los conocimientos. Es por ello que separamos los Capítulos
de Caos y de Incertidumbre; en estos escritos intentamos explicar el Caos y en
capítulo siguiente veremos el de la Incertidumbre.
Las variables principales del diseño en la ingeniería estructural son las di-
mensiones de la pieza, la resistencia del material, las cargas y el factor humano.
Las dos primeras pueden ser conocidas y anticipadas con cierta regularidad, pero
los parámetros de las dos últimas resultan impredecibles. Ellas pertenecen al campo
de sistemas caóticos no lineales y su comportamiento no posee “ley” física ma-
temática que los pronostique con precisión. Solo es posible obtener sus valores
desde la estadística de las acciones pasadas de vientos y sismos, así como de la
conducta humana colectiva o individual.
Quedan fuera del caos las cargas generadas por el campo gravitatorio terres-
tre cuando la masa es constante, en ellos “la aceleración” y la “masa” mantienen la
memoria intacta de su origen; no varían. No sucede lo mismo con todas las otras
acciones: viento, sismo, térmicas, sobrecargas y suelos.
2.2. Mitología.
La mitología aparece en los años ≈ 800 a 900 a.C. y realiza relatos fantásti-
cos para interpretar los misterios de los orígenes del mundo y de los fenómenos de
la naturaleza, las respuestas están dadas en las conductas y acciones de una exten-
sa variedad de dioses, cada uno es dueño de una parcela de esos enigmas.
En las leyendas mitológicas esos dioses daban revelaciones antes de formali-
zar las preguntas. Todos los fenómenos eran generados o dominados por ellos, en
esa época el caos no se encontraba en la naturaleza o en el universo, el caos se ubi-
caba en la voluntad de cada dios, en su carácter y decisión. Los parámetros que en
la actualidad nos resultan impredecibles, en esos tiempos eran esclavos. La fuerza
121
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
de los mares y terremotos eran dirigidos por Poseidón, la luz y el sol dominados
por Febo, la energía del fuego por Hefestos, la lluvia y el trueno por Zeus, Anemoi
griego o Eolo romano se encargaban del viento. También las diosas dueñas de las
conductas de los hombres y mujeres; Atenea dominaba con la sabiduría, Afrodita
en el amor y la belleza.
Las principales variables caóticas que desvelan a la ingeniería actual resulta-
ban explicadas mediante leyendas o fábulas a través de esos dioses. Los hombres
de esos antiguos pueblos sólo debían protegerse de los caprichos de los dioses, pero
no preocuparse por el origen de las fuerzas y cargas.
Las preguntas siempre existieron porque es parte de la razón y ser del hom-
bre. La mitología sustituyó las preguntas por respuestas; cada fenómeno tenía un
señor todopoderoso responsable. Los sucesos, las catástrofes, los huracanes, el
fuego, todos los fenómenos poseían una voluntad superior que los creaba y los
controlaba. Cualquier misterio presentado por la naturaleza debía ser remitido a su
respectivo dios. Con ello el caos del universo en la mente y razón de los hombres
antiguos desaparecía. Su vida era tranquila, cualquier tragedia tenía su remitente en
el Olimpo.
2.3. Período helénico.
Primero fue la filosofía de la mano de Sócrates, Aristóteles y Platón, entre
muchos más que buscaron en la razón el enigma del universo, con aciertos y erro-
res lograron desplazar los dioses de la mitología y lo sustituyeron por la razón.
Años después en el periodo helenístico aparecen las ciencias que se indepen-
dizan de la filosofía que hasta esa fecha comprendía todo el saber. Grandes sabios
como Euclides y otros con el estudio de las matemáticas resuelven cuestiones de la
astronomía. Se conoce mejor la Tierra, su forma y posición en el espacio. Ya en esa
época se aseguraba que el sol está quieto, siglos antes que Copérnico. Arquímedes
(≈ 250 aC) da inicio al período mecanicista con el razonamiento matemático de la
relación entre fuerzas y distancias mediante la palanca; se desafía a la mitología
con la leyenda de “dadme un punto de apoyo y moveré el mundo”.
En el año 1.901 se descubre en el fondo del mar frente a una isla griega lo
que hoy se llama “Mecanismo de Anticitera”, un aparato metálico con engranajes,
un misterio. Pasaron más de setenta años hasta que científicos de la Universidad de
Yale logran descifrarlo: es una computadora analógica que predecía la posición de
los planetas y eclipses. Fue construido entre el 150 al 100 aC. La predicción de
sucesos con maniobras matemáticas o mecanismos manuales inicia el período del
vaticinio mediante el cálculo.
2.4. La edad media.
La extensa edad media contiene notables descubrimientos en el área del
álgebra, de la trigonometría y también del universo clásico desde una composición
mecánica precisa; el italiano Giovanni Dondi en Padua durante el siglo XIV, tam-
bién construye un reloj que reproduce los movimientos de siete astros y planetas.
El centro es la tierra; el sistema es geocéntrico pero destacamos que a pesar del
error, con ese aparato se inicia la época representada por los dispositivos; engrana-
jes, ejes, palanca. Nos merodea la duda si no fue el dispositivo analógico de Antici-
tera que en realidad da comienzo a la ciencia mecanicista.
2.5. El renacimiento y la revolución científica.
La revolución científica la inicia Copérnico, luego Galileo y la termina New-
ton con las leyes de la física y el cálculo infinitesimal. Los científicos mantenían la
idea de la absoluta dependencia entre el espacio, las fuerzas y las matemáticas.
122
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
3. Determinismo y complejidad.
3.1. General.
En el proceso de proyecto, ejecución y uso de un edificio van de la mano dos
campos contradictorios de la ciencia: el determinismo y la complejidad del caos.
Para entenderlo imaginamos al edificio en dos situaciones:
La primera, la real, donde el edificio y su entorno interactúan de manera per-
manente.
La segunda, imaginaria, donde el edificio se encierra en una gran cápsula que
lo protege de cualquier perturbación externa, solo permite que actúe la grave-
dad terrestre.
Con esta fantasía abordamos el tema. En la primera se presenta la realidad;
es un sistema que en ningún instante se encuentra en equilibrio absoluto porque
resulta perturbado por el uso (cuestión humana), por el acciones externas (cuestión
atmosférica o sísmica) y todo junto por la entropía (termodinámica). En la comple-
jidad del caos, todas las variables oscilan; la matemática y la física tradicional no
resuelven el problema.
En la segunda el edificio con la hipótesis falsa del aislamiento, en este caso
es posible emplear todas las ecuaciones de la física clásica con seguridad. Ellas
interpretan con precisión todos los esfuerzos, compresión, tracción, corte. Porque el
material y las fuerzas poseen características constantes, invariables con el tiempo;
la única fuerza que actúa es la gravitatoria. En este caso imaginario existe la sim-
plicidad determinista o también llamado paradigma de la simplicidad. Es una con-
tinuación de la matemática y física de Newton: con una ecuación es posible la so-
lución.
3.2. Esquema.
El suceso real y el imaginario descripto en los párrafos anteriores los pode-
mos esquematizar con la figura 8.1 que sigue:
123
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 8.1
El imaginario del no caos, donde las cargas son constantes durante toda la
vida del edificio, se lo representa como un punto en el centro de una gran esfera; es
el determinismo (mecanicismo) absoluto. El suceso real se configura por una nube
de puntos, cada uno representa una carga que varía con el tiempo, que puede estar
o no estar (el caso del viento, sismo, térmicas y otras) esa nube se modifica en cada
hora del edificio y la situación termina en un caos. Para resolver este problema de
incertidumbre las ciencias de la construcción han establecido un círculo externo
que encierra a todas las dudas: el CS.
3.3. Coeficientes de seguridad.
Para salvar la incertidumbre todo el espacio que está representado en la esfe-
ra queda encerrado dentro de la frontera que se lo manifiesta con el Coeficiente de
Seguridad (CS). Los grados de incertidumbre se ven reflejados en los CS que esta-
blecen los reglamentos. Una vez más transcribimos el básico de carga muerta y
viva para facilitar la lectura:
𝑈 = 1,4 𝐷 + 1,7 𝐿
(8.1)
Estos CS pueden ser reducidos en casos de riguroso control, de proyecto,
ejecución y uso. Por ejemplo si las cargas permanentes (D) son diseñadas con seve-
ridad en la fase de proyecto y respetadas en la ejecución. Además que las cargas
vivas o sobrecargas (L), resulten reguladas por un control inflexible en el uso del
edificio. Si se cumplen ambos registros los CS se pueden calcular (Cirsoc 106) y
reducirlos con otra expresión, por ejemplo:
𝑈 = 1,2 𝐷 + 1,5 𝐿
(8.2)
En otro capítulo se estudia la Recomendación 106 del Cirsoc, en ella se esta-
blece la manera de calcular los coeficientes de seguridad en función de los grados
de control, tanto de proyecto como de ejecución, además de otras variables.
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Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
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Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
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Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
de tiempo desde las condiciones iniciales, mayores serán los grados de incertidum-
bre del pronóstico.
El tiempo o el estado atmosférico es dinámico y extremadamente sensible a
los cambios de las variables iniciales. Lo sabemos; la precisión de la meteorología
es relativa. Lo vemos en los poderosos programas de software que pueden manejar
en altísimas velocidades grandes cantidades de variables. A pesar de ello hay equi-
vocaciones. Es parte del caos. Antes de la llegada de la teoría del complejidad, la
predicción del tiempo poseía una precisión que rondaba el 80 % pero en plazos
muy cortos; solo de 24 horas. Ahora, con los sistemas informáticos, la teoría del
caos y el constante relevamiento de datos se llega al mismo porcentaje pero en
períodos de cinco o siete días, pero en muchos casos equívocos.
A principios del siglo XX los científicos pensaban que el clima podría ser
dominado como la dinámica, la cinemática y la estática. Solo era necesario aumen-
tar la cantidad de variables en las ecuaciones.
5.4. Grados de los sistemas.
Los sistemas dinámicos se pueden clasificar básicamente en: Estables, Ines-
tables o Caóticos.
El estable es aquel suceso que si se repite, es posible predecir su conducta y
su final. El movimiento dinámico del péndulo es un sistema estable. Posee un
atractor que es el reposo y la cuerda en vertical. Con el tiempo tiende hacia esa
posición. Podemos predecir su final. También logramos conocer su período de
oscilación.
Un sistema inestable puede ser un edificio. Está en equilibrio estable pero
con el paso del tiempo perderá grados de estabilidad hasta terminar en el suelo. Es
imposible predecir el tiempo que ello consumirá. La principal característica de
estos sistemas es su dependencia de las condiciones iniciales. Por ejemplo, la falta
de recubrimiento de hormigón en las barras de hierro y su cercanía al mar, son
condiciones iniciales que aceleran el deterioro. También las características del sub-
suelo como lo muestra la Torre de Pisa.
Un sistema caótico es la combinación de los dos anteriores. Este es el caso
del estado meteorológico. Existe un atractor de estabilidad relativo que pueden ser
las estaciones del año: verano, otoño, invierno y primavera. El sistema en una de-
terminada región es atraído hacia esas estaciones, pero manteniendo elevadas va-
riaciones complejas. Puede resultar estable en cortos tiempos y en los restantes
inestables.
A la izquierda de la Figura 8.2 el péndulo es un sistema estable porque su
atractor es la posición estática de línea vertical, mientras que la imagen de la dere-
cha es un edificio representado por una recta vertical es inestable porque su atractor
luego de años o siglos será el nivel del suelo.
Figura 8.2
127
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 8.3 (Leonardo da Vinci “Tormenta cayendo sobre una aldea (≈1514). Windsor
El suceso de un sistema caótico podría ser representado por los dibujos
hechos por Leonardo da Vinci (Figura 8.3) sobre las tormentas y grandes inunda-
ciones. Es imposible "dibujar" o pronosticarlas, pero hay un atractor que se repite:
la calma posterior.
6. Caos y azar.
La casualidad es parte del azar y se presenta en sistemas complejos no pre-
decibles, puede ser clasificado en alguno de los siguientes grupos. Cabe aquí repe-
tir la frase utilizada por la psicosociología: el azar en el universo no existe porque
todo está determinado, el azar es solo una cuestión humana generada por su limita-
do conocimiento.
Azar en matemáticas: Dentro de la misma matemática existen series numé-
ricas que no pueden ser resultas mediante cortos algoritmos. Algo similar sucede
con la posición y frecuencia de los números primos.
Azar en la física: Hay sistemas indeterministas como sucede en la desinte-
gración de un núcleo atómico. Esta dinámica, azarosa, es intrínseca a los procesos
que estudia la mecánica cuántica (subatómicos). Dentro de los procesos determinis-
tas, también se da el azar en la dinámica de sistemas complejos impredecibles (el
tiempo meteorológico), también conocidos como sistemas caóticos.
Azar en biología: Las mutaciones genéticas son caóticas y generan la para-
doja de conservar y aumentar la supervivencia de los individuos mutados.
Azar como encuentro accidental: Las variables que los producen son inde-
pendientes, en este fenómeno podemos citar los accidentes de tránsito.
Azar y determinismo: Los sucesos que se repiten de manera regular pueden
ser estudiados y establecer predicción sobre el futuro. Las ecuaciones de dimensio-
nado de las piezas estructurales de un edificio (para cargas constantes) pertenecen
al campo del determinismo.
Indeterminismo: Cuando un fenómeno no es predictible se lo considera de
carácter azaroso.
Azar y ciencia natural: Con la nueva ciencia de la teoría del caos, se acepta
que el azar también corresponde a la física. Desde la mecánica cuántica, un expe-
rimento vigilado de manera constante, siempre presentará resultados aleatorios. De
manera más simple, esta situación la definió Timoshenko en 1934 cuando estable-
ció la imposibilidad de aplicar una carga centrada de manera perfecta sobre una
columna; siempre existirá una excentricidad, entonces la teoría de pandeo de Euler
no es aplicable a la realidad, porque existe flexo compresión inicial.
128
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
7. Final.
El caos de las cargas y la gestión humana; a mayor desorden, mayor serán
los CS. Los reglamentos son lineales y deterministas sin embargo la realidad es
caótica. Esta verdad obliga al técnico a inspeccionarse a sí mismo y luego reflexio-
nar las cargas, a entenderlas y en muchos casos a diseñarlas, dentro de un entorno.
El caso posee fronteras que se pueden cuantificar. El aire en reposo posee
velocidad nula, no hay fuerzas horizontales. El aire en una tormenta extraordinaria
y milenaria puede alcanzar valores máximos. Eso es caos; cuando los valores osci-
lan de manera permanente. La escala de Richter es un intento de categorizar las
infinitas características de un sismo. El azar no es más que la medida de la ignoran-
cia del hombre.
Además otra de las características de un sistema caótico es la extrema sensi-
bilidad que posee ante una reducida alteración de las condiciones iniciales, por
ejemplo una colilla de cigarrillos puede provocar un incendio forestal, también los
aludes pueden ser provocados por la rotura de una rama cargada de nieve. También
los cambios en la humedad de algunos suelos provocan pequeños movimientos que
generan grandes cargas.
8. Aplicación
8.1. Objetivo.
El edificio se inserta dentro de un espacio de caos en cuanto a las fuerzas que
actúan, pero también dentro las dudas del individuo o equipo técnico responsable
de todas las fases de la obra. La complejidad no solo está presente en los fenóme-
nos físicos, también en la actitud de los técnicos en todas las fases de una obra.
Intentamos mediante ejemplos destacar esta situación.
129
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
130
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
A B C D
Con esto destacamos que el desconcierto en los posibles datos de entrada pa-
ra el diseño estructural, genera resultados exponenciales; la incertidumbre se mul-
tiplica por sí misma según el caso en estudio.
131
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
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Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
9
Incertidumbre de las cargas.
10.Objeto.
Estudiar las incertidumbres en el área individual, colectiva y académica
del conocimiento en el origen de las cargas, su intensidad, la fecha de su apari-
ción y el tiempo de duración. Una vez analizadas justificar el uso de los coefi-
cientes de seguridad que provienen del ser humano, como individuo afectado
por el inevitable error en cualquiera de las fases de construcción de un edificio.
El caos del universo y la incertidumbre el humano.
11.Introducción.
11.1. Significado.
El diccionario la define como falta de certidumbre y a ésta como certeza:
conocimiento seguro y claro de algo. El conocimiento de seguridad absoluta en
la ingeniería no existe. La ingeniería utiliza herramientas precisas como la ma-
temática, la geometría y otras ciencias exactas, pero los datos de entrada son
inciertos; son aproximados. Entonces el producto, el resultado final de un pro-
blema puede estar alejado de la realidad.
La contrariedad principal de la ingeniería es que el ingeniero piensa que
su tarea está bendecida por la certidumbre de la matemática y la física. El inge-
niero llega a conocer o predecir la conducta futura del objeto estructural me-
diante herramientas lógicas y métodos deductivos que necesitan de referencias
verdaderas; la principal de ellas son las cargas pero son aleatorias. Entonces la
predicción o cálculo solo hace entrega de valores aproximados.
11.2. Principio de la incertidumbre.
Heisenberg (Premio Nobel en el año 1932) formuló el principio de la in-
certidumbre desarrollando así la teoría cuántica. El principio afirma que es
imposible medir simultáneamente de forma precisa la posición y el momento
lineal de una partícula sub atómica.
Algo similar sucede en la cotidiana tarea del técnico que diseña las es-
tructuras de un edificio. Se enfrenta también al principio de incertidumbre: es
imposible establecer de manera precisa la fecha, el tipo y la intensidad de las
cargas que actuarán en el futuro sobre un edificio, porque la realidad futura no
es previsible solo se pueden construir conjeturas.
El técnico proyectista puede encontrarse en un hábitat mecanicista cuan-
do maniobra con fórmulas y conceptos de la física clásica newtoniana, pero
debe salir de ese micro ambiente en el momento que piensa en la aceleración y
masa de los objetos que rodearán al edificio en el futuro (viento, sismo, suelo,
sobrecargas, térmicas, termodinámicas y químicas).
11.3. La medicina ciencia.
Hasta mediados del siglo pasado la medicina había adoptado una actitud
mecanicista para el diagnóstico o predictibilidad de las enfermedades y su evo-
135
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
136
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 9.1
En la gráfica
que sigue (Figura
9.1) marcamos en
el eje “yy” el nivel
de conocimientos
y en el eje “xx” el
tiempo que insume la tarea. Con una investigación continua y durante el tiempo
necesario aumenta el conocimiento y se reduce la incertidumbre. Es imposible
llegar a la línea horizontal de la realidad o verdad, siempre habrá un grado de
dudas o incertidumbres porque la tarea de diseño de cargas es a futuro.
137
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
138
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 9.2
139
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 9.3
Acción externa:
Me = Ul2/8 = (γ1D+S γ2L)l2/8 → la inseguridad de los datos de cargas
externas se salvan con los CS o "γ".
Resistencia interna:
ϕ.R = ϕ.ζrot.(b.h2/6) → la inseguridad de las características de materia-
les se salvan con factor reductor "ϕ".
140
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
controles de peso.
Le siguen las sobrecargas de uso “L” con mayor oscilación según el uso
tanto en viviendas como en oficinas. Luego, con alta variación están todas las
acciones que provienen de cuestiones meteorológicas y de movimientos sísmi-
cos.
14.Efecto Flynn.
Si bien esta teoría no es aceptada por algunos sociólogos y antropólogos, re-
sulta interesante conocerla. Luego de varios años de estudios estadísticos realiza-
dos del CI (coeficiente intelectual) en diversas partes del planeta se determinó que
el CI promedio ascendía en forma lenta a razón de tres puntos por década. El valor
tres en el CI en la media mundial es una magnitud elevada. El valor medio del CI
es 100, llega a 160 para los superdotados y un mínimo de 60 en el extremo inferior.
El efecto Flynn por el aumento del nivel de inteligencia humano, se mani-
fiesta también en la construcción de los edificios. Hay cambios en las tecnologías
de producción, en la eficiencia de las máquinas y en las técnicas de trabajo; todo
para mejorar el producto final: el edificio. Este aspecto lo vemos en la calidad de
los perfiles de hierro como también el del hormigón, las tensiones de rotura son
más estables y la desviación estándar de los resultados se reduce.
Luego de la segunda guerra mundial, la eficacia de los productos de la
construcción fue elevándose año tras año. En la actualidad ya es común obtener
hormigones con resistencias a la compresión superiores a los 40 Mpa (400
daN/cm2), valor imposible de lograr décadas anteriores. Estas referencias en la
modificación de conductas permitieron que algunos reglamentos hayan cambiado
la manera de componer el CS. Es el caso del Cirsoc que en forma algo difusa
muestra de alguna manera el efecto Flynn:
En los reglamentos de la década pasada la carga de servicio para el diseño
básico se la obtenía de manera aproximada:
𝑈 = 1,5 𝐷 + 𝐿
(9.1)
En la actualidad, sobre el supuesto del aumento del conocimiento, del con-
trol riguroso en el estudio de las cargas, de las resistencias de los materiales, de los
métodos de cálculo y tareas en obra se acepta la combinación:
𝑈 = 1,3 𝐷 + 𝐿
(9.2)
La reducción en la carga de diseño o servicio es posible que se produzca
por los principios o paradojas del “Efecto Flynn”, pero también el cambio trae de la
mano la exigencia de un mayor control en todas las fases de la construcción de un
edificio.
15.Requerimientos y oportunidad.
15.1. Requerimientos.
Las exigencias.
Para el cálculo estructural algunas ordenanzas municipales y reglamentos
exigen documentos gráficos, como las plantas, cortes y detalles de las estructu-
ras. Acompañadas por planillas de resumen de solicitaciones y dimensiones. En
pocas ocasiones hay requerimientos de memorias de cálculo y en ningún caso
exigencias que expliquen y describan la metodología para la determinación de
las cargas.
La documentación ejecutiva, la que es utilizada en obra para realizar el
141
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
16.Cargas no especificadas.
16.1. Análisis del R 101 punto 4.4.
En el punto 4.4. del R 101 establece que para las cargas no indicadas en
la Tabla 4.1. se deben determinar por:
a) Similitud con otros destinos.
b) Determinación mediante un método aprobado por la autoridad cuya
jurisdicción se realiza la obra.
Pero tanto el proyectista como la autoridad desconocen cuáles son los
métodos de cálculo de las cargas. Creemos necesario que el reglamento debería
especificarlos. La normativa exige para la determinación de la resistencia (R)
del hormigón o de las barras de acero la aplicación de maniobras de laboratorio
junto a la matemática estadística para establecer la resistencia de cálculo. Tam-
bién debería establecer un método de investigación y cálculo de las acciones
(S) de peso propio y sobrecargas.
16.2. Aporte de incertidumbre desde el R 101.
En los “Comentarios del R 101” se indica una ampliación de la tabla de
“Sobrecargas mínimas uniformes”, pero se inserta dentro del contexto de una
pobre explicación con dosis de incertidumbre sobre la manera que pueden ser
obtenidas las cargas no especificadas.
En la tabla C 4.2. “Estadísticas se sobrecarga típica” aparecen valores
como “cargas de inspección”, “carga transitoria”, “constantes temporales” y
142
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
17.Grados de incertidumbres.
17.1. General.
En nuestro estudio las causas de incertidumbre se corresponden con los
siguientes aspectos:
Ignorancia (ausencia de conocimientos).
Impericia (ausencia de capacidad para realizar tareas de gabinete
o de obra).
Control (desconocimiento del grado de control a realizar en
obra).
Como el edificio o la estructura que lo sostiene es obra del ser humano,
todas las variables que participan de una u otra manera responden a la capaci-
dad del proyectista o director de obra. Los niveles de incertidumbre los indica-
mos como sigue:
17.2. Niveles.
Los grados o niveles de incertidumbre los establecemos de mayor a me-
nor de la siguiente forma:
Alta incertidumbre: No hay certezas y en muchos casos se utiliza el plagio
o la tradición del “lo hago así porque lo hicieron otros”.
Media incertidumbre: La incertidumbre tiene un nivel que exige la consulta
permanente en libros, informes y a terceros con mayor conocimientos.
Baja incertidumbre: Existe cierto grado de incertidumbre que puede ser
resuelto desde la metodología de investigación y estudios.
Muy baja incertidumbre: La certeza del conocimiento y la pericia de las
maniobras de diseño, investigación, cálculo y ejecución de obra son ópti-
mas.
La clasificación que sigue la realizamos en función de las características
de cada uno de los materiales que participan en las ecuaciones del cálculo es-
tructural.
17.3. Nivel según el material, condiciones de borde y cargas.
Describimos los niveles de imprecisión según la resistencia de los mate-
riales, las condiciones de borde y las cargas.
Resistencia de materiales: (Figura 9.4)
Suelo Alto
Madera Medio.
Hormigón Bajo
Barras o perfiles de acero Muy bajo.
143
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 9.4
144
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 9.9
145
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 9.10
Figura 9.11
146
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 9.12
19.3. Mediana complejidad:
Se realizan varios ciclos en cada uno se combina una mejora en el dise-
ño, cambio de materiales y pruebas de control en los espesores. Aumenta el
conocimiento en cada ciclo y se reduce el entorno de la incertidumbre. Los
resultados adoptan la forma de una espiral invertida (Figura 9.13).
Figura 9.13
El diámetro de la espiral que mide la inseguridad se reduce en la medida
del avance de los ciclos, el centro de la espiral corresponde a la certeza absolu-
ta. Puede ser el caso de un estudio riguroso en el cálculo del valor de las sobre-
cargas.
19.4. Alta complejidad:
Analiza las sobrecargas en fragmentos y se los estudia por separado.
Luego mediante aproximaciones se converge a la futura realidad (Figura 9.14).
147
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 9.14
El esquema anterior es en extremo simplificado; en el caso de suelos par-
ticipan muchas más variables que la humedad. Es utilizado en la investigación
de las causas de una anomalía o patología de un sector del edificio.
19.5. Muy alta complejidad:
Pueden ser las cargas generadas por el viento o el sismo. Se procede me-
diante cualquiera de los protocolos de la metodología de la investigación y en
muchos edificios se realizan tareas de laboratorios con maquetas del edificio
(túnel de viento o placas inerciales de movimientos sísmicos). Para estos pro-
blemas se utiliza el método de redes o de “árbol” donde cada punto se enlaza
con otro formando ramificaciones que llevan a un resultado final (Figura 9.15).
Figura 9.15
En todos los casos es conveniente utilizar diferentes caminos o senderos
dentro del mismo procedimiento de investigación.
148
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Almacenes
Minorista primer piso 500
Minorista pisos superiores 400
Figura 9.16
Estas cargas son bajas. Una sola mercadería, por ejemplo la leche, puede ser al-
macenada en packs de mil unidades y más. Es decir que en ese metro cuadrado existirá
una carga doble de la establecida en reglamento. Algo parecido sucede con las cargas en
fábricas, tabla 4.1. R 101, página 23. No indica cuál es el parámetro que determina entre
una liviana y una pesada (Figura 9.17).
Fábricas e industrias daN/m2
Liviana 600
Pesadas 1200
Figura 9.17
Es necesario repetir el estudio de las cargas para cada caso particular; los regla-
mentos sólo sirven para tener una moderada guía, establecen solo algunos valores para
tener referencias en el diseño de las cargas. El proyectista debe realizar sus propias inves-
tigaciones.
149
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
22.2. En la profesión.
En la calle, en la vida profesional, esa formación intelectual se observa a través de
los documentos que son presentados en los consejos profesionales y de allí visados para los
expedientes de las municipios. En todos ellos se observa falta de referencias a cuestiones de
las pautas humanas en le ejecución del proyecto de cálculo, no se establece la forma que
fueron estudiadas las cargas, tampoco hacen referencia a las fronteras de máximas cargas
en el uso de los departamentos de oficinas o viviendas.
Las memorias de cálculo que en ocasiones acompañan a la documentación son de-
terministas; aritmética, matemática y física clásica. No destacan las variables de la geograf-
ía del lugar, el colectivo humano que construirá el edificio, el origen y control de los mate-
riales. Estos episodios en la actividad profesional son reflejos de las enseñanzas en la uni-
versidad: copian el dogma y la certidumbre de la física y la matemática; no hay lugar para
confesar las incertidumbres que son cubiertas por los CS.
22.4. Resumen.
Las incertidumbres se ubican entre la génesis y el proyecto. Allí están es-
condidas porque es la fase más predictiva del proceso. En ese tiempo hay que pen-
sar en futuro sobre un acontecimiento aún no producido (el edificio). Hay que pre-
decir, pronosticar no sólo las formas, los materiales, los espacios, sino también el
comportamiento. Las incertidumbres son en definitiva la distancia que separa la
configuración del proyecto con la realidad del edificio. Cuanto más diferente es el
edificio del proyecto original, mayores fueron las incertidumbres aplicadas.
La incertidumbre es ignorancia y para vaticinar el edificio hay que tener
conocimientos. Se debe conocer el suelo, el entorno, la mano de obra que se utili-
zará, la empresa que construirá. Si la predicción fuera igual a la realidad, entonces
el análisis de cargas resultaría correcto.
23.Aplicación.
Establecer de manera numérica las incertidumbres que afectan los datos
que se utilizan para el diseño y cálculo de las estructuras (cargas, tensiones de
rotura, condiciones de borde).
150
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
𝑀𝑒 13500 ∙ 100
𝑊𝑛𝑒𝑐 = = ≈ 625 𝑑𝑎𝑁𝑚
𝜎 2160
Perfil elegido:
IPN 300 Ixx: 9.800 cm4 S: 70 cm2 Wxx: 653 cm3 > Wnec
Control de flecha:
Flecha:
151
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
5 𝑞𝑙4 5 30 ∙ 6004
𝑓= = = 2.45 𝑐𝑚
384 𝐸𝐼 384 2,1 106 7590
Malas condiciones desde la deformación.
Redimensionado por flecha:
Flecha de diseño: 1,7 cm. De la ecuación anterior despejamos el momen-
to de inercia del perfil necesario.
5 𝑞𝑙4 5 30 ∙ 6004
𝐼= = ≈ 10.900 𝑐𝑚
384 𝐸𝑓 384 2,1 106 1,7
152
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
10
Estadísticas y probabilidad.
10. Objeto.
Estudiar la manera que la ingeniería estructural utiliza las estadísticas para
establecer las cargas y resistencias aleatorias.
11. Introducción.
11.1. General.
Con la cuestión de las cargas la ingeniería pierde su condición de exacta y
precisa porque no existe una carga constante y uniforme en el tiempo. Con diferen-
tes niveles todas las cargas son afectadas por la incertidumbre. Esta cualidad en
algunos fenómenos demanda otros análisis alejados del determinismo.
Un suceso se denomina aleatorio cuando depende del azar o de la casualidad
y que resultan de combinaciones o circunstancias que no se pueden prever ni evitar.
Dentro de estos acontecimientos se encuentran las cargas.
Figura 10.1
153
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 10.2
Es una figura ordenada y simétrica que nos indica la conveniencia de apostar
al 10 o al 11 en las tiradas de tres dados porque posee 27 veces más posibilidades
que el valor 3 o el 18.
3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18
Figura 10.3
Para el promedio dividimos por 16 (cantidad de números) y obtenemos la
media: 10,5 que coincide con la curva normal porque está entre el 10 y el 11 (Figu-
ra 10.2). La “media” queda afectada si uno o más de los registros posee un valor
muy diferente a los restantes. Por ejemplo si tenemos las series de números que
siguen:
3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 250
Figura 10.4
154
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18
Figura 10.5
En la próxima serie donde uno de los valores se escapa de la secuencia nor-
mal, la mediana se encuentra en el eje de simetría de la fila de números que se ubi-
ca entre el 10 y 11. Nos daría un valor 10,5 que no es influenciado por el alto valor
extremo de 250.
3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 250
Figura 10.6
155
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
(10.1)
156
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Resistencias.
Sin embargo la resistencia característica del material, por ejemplo el hor-
migón los valores obtenidos de los ensayos de laboratorio deben estar en el 95 %
por arriba; un hormigón del tipo H 30 indica que solo el 5 % de las resistencias se
encuentre por debajo. El percentil de las sobrecargas, así como los de resistencia
difieren de un reglamento a otro.
Para el percentil del 5 % se utiliza la expresión (resta).
𝐿𝑘 = 𝑥𝑝 − 1,65 ∙ 𝜎
(10.6)
Curvas.
En la figura 10.8 se
dibuja las dos curvas; la de
la resistencia del hormigón
con los valores obtenidos de
ensayos a rotura en labora-
torios (daN/cm2) y en otra
escala la curva de las sobre-
cargas (daN/m2) que actúan
durante el uso del edificio,
ésta se la obtiene mediante
censos estadísticos.
Figura 10.8
Prestemos atención a las unidades del eje de las abscisas, las de resistencia
está en daN/cm2, mientras que las de sobrecargas en daN/m2.
157
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 10.9
Para la elaboración de estas curvas se requieren de censos y registros que
pueden durar años de observación. Con esta misma metodología y empleando las
fórmulas que nos proporciona la estadística, se pueden aproximar cargas de suceso
a futuro. Las cargas de viento y sismo poseen un alto grado de incertidumbre o
dispersión (curvas muy aplanadas) pero una elevada intensidad con picos de
máximos muy bruscos.
Coeficiente de variación de las “L” y de las “D”.
Si bien ambas familias de cargas poseen la misma unidad (daN/m2), la inten-
sidad es muy diferente; las permanentes tienen valores diez o más veces que las
sobrecargas de inspección. Es aquí donde es útil el coeficiente de variación (δ) para
tener mejor interpretación de la dispersión.
Desviación típica (σ):
Permanentes: σ ≈ 120
Sobrecargas: σ ≈ 30
158
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Sobrecargas:
𝑑𝑒𝑠𝑣𝑖𝑎𝑐𝑖ó𝑛 36
𝛿= = ≈ 0,65
𝑝𝑟𝑜𝑚𝑒𝑑𝑖𝑜 55
El “δ” nos indica que el CV (Coeficiente de Variación) de las permanentes
es casi la mitad que el de las sobrecargas. Este coeficiente es utilizado cuando se
estudia el factor humano.
Figura 10.10
159
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 10.11
En algunos países las estadísticas se están haciendo desde el registro de las
diversas patologías que muestran los edificios con el paso del tiempo; esas explora-
ciones de las anomalías entregan el grado de calidad de las tareas que ejercieron los
técnicos años atrás en la fase de proyecto y ejecución.
14. Aplicación.
14.1. Objeto.
Las siguientes aplicaciones nos servirán para comprender los conceptos an-
teriores.
14.2. Resistencia de la madera, valor característico.
El problema:
Determinar el valor de la resistencia que resulte superado en el 95 % de los
casos valor que se denomina tensión característica.
Resultados de los ensayos.
En la tabla que sigue (Figura 10.12) colocamos la tensión de rotura y su por-
centual de suceso en los ensayos de laboratorio.
Columna A: Valores de resistencia en escalones de 10 daN/cm2.
Columna B: Cantidad de ensayos que se repite el valor.
Columna C: Porcentual de suceso de cada valor de resistencia.
160
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
A B C
30 1 0,46
40 3 1,39
50 6 2,78
60 10 4,62
70 15 6,94
80 21 9,72
90 25 11,57
100 27 12,5
110 27 12,5
120 25 11,57
130 21 9,72
140 15 6,94
150 10 4,62
160 6 2,78
170 3 1,39
180 1 0,46
216
Figura 10.12
Figura 10.13
161
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Tensión característica:
ζcaract = xp – 1,65 . ζ = 105 – 12,4 . 1,65 = 84 daN/cm2.
Conclusión:
El valor de tensión característica (84) está por debajo del promedio (105),
si la dispersión de los resultados hubiese sido superior la tensión característica se
reduce aún más.
162
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 10.14
Los mayores porcentuales se ubican para las cargas bajas, las que oscilan entre
0,00 a ≈ 60 daN/m2.
Conclusiones.
La curva no es simétrica. Está desplazada hacia la izquierda, la de valores
bajos de las cargas de uso. Se extiende luego hacia la derecha con muy bajos por-
centuales para los valores altos.
Lo que al final nos entrega el estudio son valores numéricos de la manera
que los usuarios utilizan sus viviendas. En resumen es un estudio de sociología
sobre las costumbres de las familias que viven en departamentos de edificios altos.
Vemos que las variables sociales o de conducta se transforman en sucesos de car-
gas métricas.
14.4. Representación gráfica aproximada de las cargas.
El problema:
Representar mediante combinación de las variables “intensidad”, “tiempo”
y “frecuencia”, la conducta de las diferentes cargas que actúan sobre los edificios.
Cada una de las acciones posee una característica definida por δF (factor de
variación de la acción o coeficiente de variación) que resulta de dividir la desvia-
ción estándar por el valor promedio de carga. Las gráficas que siguen no poseen
escala, tampoco signos ni direcciones; se las dibujan para representar de manera
aproximada la conducta de las cargas en relación al tiempo, la frecuencia y la in-
tensidad.
Carga ideal teórica constante.
Una carga gravitatoria ideal teórica sería aquella que no varía con el tiem-
po. Permanece constante a lo largo de toda la vida útil del edificio. La curva es una
recta cuya intensidad es uniforme durante los años y su valor se lo obtiene de ma-
niobras deterministas.
Diagrama de la izquierda: En el eje "yy" la intensidad de las cargas y en
el eje "xx" el tiempo del suceso.
Diagrama de la derecha: En la gráfica de la derecha en el eje "yy" la in-
tensidad de las cargas y en el eje "xx" la frecuencia o porcentual de su presencia,
con esta última (intensidad de carga y frecuencia) se construye la curva gaussiana y
mediante los mínimos cuadrados se obtiene la desviación y el valor de la dispersión
(Figura 10.16).
Curva intensidad tiempo: una recta paralela al eje tiempo; la carga
es constante.
163
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 10.16
Permanentes “D”.
Muestran una curva con reducida variación respecto a una recta paralela al
eje del tiempo (Figura 10.17). La desviación es reducida porque los errores se co-
meten solo en la consideración de los espesores y densidad del material, con tareas
rigurosas esa desviación se logra reducir.
Curva intensidad tiempo: una recta quebrada reducida paralela al
eje tiempo.
Curva frecuencia intensidad: una curva gaussiana muy esbelta con
reducida dispersión.
Coeficiente desviación δ ≈ 0.07.
Figura 10.17
Sobrecargas “L”.
Tienen valores menores a las de peso propio, con elevados cambios en las
frecuencias e intensidades (Figura 10.18).
Figura 10.18
Hay dispersión considerable de los valores.
Curva intensidad tiempo: una recta quebrada regular paralela al eje
tiempo, representa la intensidad de la carga de uso en función del
tiempo.
Curva frecuencia intensidad: una curva gaussiana poco esbelta con
mediana dispersión.
Coeficiente desviación δ ≈ 0,35 a 0,55
164
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Viento, sismo.
Viento:
Muestra frecuencias altas para vientos leves o brisas y bajas frecuencias
para tormentas con vientos superiores a los 60 km/hora.
Sismo:
Tienen frecuencias elevadas para valores muy reducidos; los sismógrafos
detectan casi a diario reducidas aceleraciones sísmicas. La frecuencia de
grandes sismos se reduce hacia la derecha donde aumenta su intensidad.
Poseen elevada dispersión (Figura 10.19).
Figura 10.19
Gran dispersión de los valores. Es el caso de sismos y fuertes vientos.
Curva intensidad tiempo: posee largos tiempos de baja intensidad
de viento (calma y vientos suaves) y tiempos cortos de alta intensi-
dad (tormentas). Con efecto de sismo los picos de cargas son más
bruscos y también más intensos.
Curva frecuencia intensidad: tiene mayor dispersión que las de
viento.
Coeficiente desviación δ ≈ mayor a 0,60
Térmicas y de humedad (son espaciales).
Tienen reducidas oscilaciones durante largos períodos de tiempo (Figura
10.20).
Térmicas:
Tienen frecuencias promedios según las estaciones verano invierno. La in-
tensidad de las cargas depende del grado de confinamiento de las piezas.
Humedad:
Son cargas estacionales de seca a húmedas donde el suelo sufre movimien-
tos espaciales con generación de cargas.
Figura 10.20
Hay dispersión considerable de los valores.
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Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal
Figura 10.21
Los valores de intensidad son todos iguales, no hay dispersión.
Curva intensidad tiempo: cada carga de impacto está representada
por una recta vertical porque sucede en un tiempo muy corto. La
intensidad es la misma en todos los casos.
Curva frecuencia intensidad: es una recta horizontal (igual intensi-
dad en todas).
Coeficiente desviación δ ≈ 0
Impacto de diferentes intensidades.
Es el caso de arranques y paradas de ascensores con diferentes masas (per-
sonas) en los edificios (Figura 10.22). En los puentes se da en las dos direcciones:
vertical gravitatorias por el paso de vehículos sobre un resalte y horizontal en si-
tuación de frenada o arranque.
Figura 10.22
Hay dispersión considerable de los valores.
Curva intensidad tiempo: con variación brusca e instantánea.
Curva frecuencia intensidad: elevada dispersión.
Coeficiente desviación δ ≈ cercana a 1,00
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