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Diseño cargas.

Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

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Introducción al diseño de cargas
1. Objetivos.
El objetivo de este capítulo es describir la manera que se organiza el libro
para el estudio de las diferentes cargas que actúan sobre los edificios. Cada capítulo
contiene una primera sección que analiza la teoría del tema y en la segunda sección
se realizan ejemplos y aplicaciones.
El principal propósito es incorporar la necesidad de efectuar “diseño de
cargas” como tarea de inicio en cualquier proyecto de arquitectura o ingeniería.

2. Organización y objetivo del presente trabajo


1.1. Primera parte: análisis teórico general.
Se inicia con la historia de la relación del hombre con las fuerzas y las car-
gas. Se recorren diferentes conceptos que forman capítulos específicos para com-
prender las causas y los efectos de las cargas en los edificios. Se explica la relación
de las cargas con los métodos de cálculo de las solicitaciones (Estática) y su in-
fluencia en los métodos de dimensionado de las piezas (Resistencia de Materiales).
Se estudian los fenómenos de la amortiguación entre los tiempos de acción
y reacción en función del tamaño y forma de los edificios. También un estudio de
varios tipos de cargas que no forman parte de los análisis tradicionales de las me-
morias de cálculo y que modifican las solicitaciones. Ellas pueden ser origen
térmico, de actividad del suelo o de la humedad.
Por último, una exploración de la conducta del colectivo técnico, los cos-
tos, la durabilidad y los coeficientes de seguridad. Todo desde la sociología de la
comunidad técnica. Para esto se emplea la estadística y de ella la curva gaussiana
con la media, la moda, la mediana, la desviación estándar y el coeficiente de varia-
ción.
En resumen, la primera parte contiene documentos de cuestiones generales
teóricas que facilitarán la comprensión del área 100 del Reglamento Cirsoc.
1.2. Segunda parte: análisis de las áreas del R 100.
Interpreta estudia los reglamentos, las recomendaciones y los comentarios
de la Serie 100 del Cirsoc que se indican. Recordemos que el Cirsoc posee siete
áreas y cada una de ellas contiene distintas series.
Contenidos de la Serie 100 (Cargas).
R 101: “Cargas y Acciones sobre edificios”.
R 102: “Acción del viento”.
R 103: “Acciones sísmicas”.
R 104: “Cargas de nieve, hielo”.
R 105: “Superposición de cargas”.
R 106: “Coeficientes de seguridad”.
R 107: “Térmicas”.
R 108: “Cargas y Acciones sobre edificios”.

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En las áreas que corresponden a las acciones de viento y sismo solo hare-
mos breves referencias dado que las normativas publicadas por el Cirsoc son am-
plias y completas.
1.3. Tercera parte: tablas.
Incorporamos las tablas y gráficos del R 100 y además otras complementa-
rias para facilitar las aplicaciones.

3. Glosario y clasificación.
3.1. La variedad y clasificación.
En cada zona, en cada lugar y para cada destino de las obras existe una am-
plia variedad de cargas que actúan sobre distintos espacios del edificio; elegir aque-
llas que se aproximarán a las reales del futuro y del presente requiere de meticulo-
sos análisis y especialmente de una profunda capacidad intuitiva. Los reglamentos
de cargas no sirven por sí solos; es necesario pensar, diseñar y calcular las cargas
crudas y luego con la ayuda de las normativas obtener los valores de cargas netas
para el cálculo estructural.
Existen cargas que son impuestas por la naturaleza; las de viento, sismo, las
de acciones térmicas, las de lluvias, nieve o hielo. Están dadas desde mínimos a
máximos. Los registros y estadísticas nos ayudan a establecer su magnitud. Pero
otras cargas dependen del proyectista, son las gravitatorias. El espesor de los con-
trapisos, el tipo de pisos, el ladrillo utilizado en paredes, las placas de separación
de ambientes; cualquier parte de un edificio responde a un valor de masa que es
afectado por la gravedad terrestre. El valor que surge como carga permanente a
partir de ellas, queda sujeta al grado de control (descuidado, regular y riguroso)
durante las fases de diseño, cálculo y construcción.
También son gravitatorias las sobrecargas o cargas vivas, pero ellas están en
función del uso de cada espacio habitable del edificio; poseen fuertes oscilaciones,
desde un valor nulo para una vivienda vacía a la espera del inquilino o propietario,
hasta valores que superan los indicados en reglamentos en los casos de aglomera-
ción infrecuente de personas por circunstancias especiales.
3.2. El cálculo estructural.
Una vez terminados los croquis estructurales, se comienzan con los cálculos
y se termina con el dimensionado y los detalles constructivos de la obra. En todos
los casos las memorias de cálculo tienen como inicio el “análisis de las cargas”
denominación que debería ser cambiada por “diseño de cargas”.
Con los planos de arquitectura, la planilla de locales, las especificaciones
técnicas de arquitectura se calculan los pesos de cada una de las partes en función
de masa.
En esta tarea se clasifican las cargas en tres grandes campos:
a) Las verticales gravitatorias:
 Peso propio: son las cargas invariables con el tiempo.
 Sobrecargas: las que se aplicarán durante el uso del edificio.
b) Las horizontales inerciales:
 Viento.
 Sismo (puede producir cargas verticales).
c) Las espaciales: acciones térmicas o climáticas:
 Temperatura: dilatación, contracción.
 Humedad: expansión, reducción.
 Lluvia: cargas de agua sobre cubiertas.

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d) Las producidas en la fase constructiva:


 Cargas de construcción que pueden ser sobre estructuras temporarias
(encofrados, andamios y puntales) o sobre parte de la estructura ya
construida del edificio.
En el inicio de las memorias y planillas de cálculo se debe exponer el méto-
do y procedimiento por el cual se obtuvieron cada una de las cargas indicadas más
arriba.
3.3. Definiciones.
En el estudio de las cargas es conveniente conocer el significado y el uso co-
rrecto de cada vocablo. En capítulos que siguen ampliamos estas definiciones.
Ahora las ordenamos por orden alfabético.
Acción:
Es el efecto que causa un agente sobre otro. Por ejemplo, el viento genera
fuerzas sobre el edificio. También el calor produce dilatación en los materia-
les, si existe confinamiento produce fuerzas. El R 100 en general distingue a
las “Cargas” como de origen gravitatorio y las “Acciones” a las inerciales de
viento o sismo.
Acción o carga permanente:
Son las acciones externas que no varían con el tiempo, por ejemplo el peso
propio.
Acción variable:
Son aquellas externas que varían con el tiempo.
Acción accidental:
Son las cargas externas de muy corta duración (impacto).
Aceleración:
Es el cambio de reposo a movimiento, también el cambio de velocidad.
Área tributaria:
Es la superficie del entrepiso o planta tipo del edificio cuya cargas afectan un
determinado elemento estructural (At).
Área de influencia:
Es el área de entrepiso o losa que queda afectada ante la falla del elemento en
estudio. Estas dos tipos de áreas las estudiamos con detalle y aplicación en el
Capítulo 4 del R 101 punto 4.8 “Reducción de sobrecargas” (Ai).
Carga:
Es el peso que sostiene una estructura: peso propio + sobrecarga + acciones.
En general son de origen gravitatorio o inercial. Se acostumbra a denominar
como cargas básicas la suma del peso propio del edificio más las sobrecar-
gas de uso (D + L).
Cargas brutas.
Son las que se determinan mediante los métodos deterministas (volumen por
densidad) o mediante los valores indicados en las tablas. No son afectadas
por ningún factor externo. Ejemplo: la carga bruta de un metro cuadrado de
una losa estructural de hormigón armado:
𝑑𝑎𝑁 𝑑𝑎𝑁
𝐷𝑙𝑜𝑠𝑎 𝑏𝑟𝑢𝑡𝑎 = 𝑒 ∙ 𝛾 = 0,15 𝑚𝑡𝑠 ∙ 2400 = 360
𝑚3 𝑚2
(1.1)

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Cargas netas.
Son las cargas brutas vinculadas por factores de seguridad que interpretan el
grado de incertidumbre o la variación del valor con el tiempo. Las carga bru-
ta de un metro cuadrado de una losa estructural de hormigón armado realiza-
da con cálculo y ejecución rigurosa:
𝑑𝑎𝑁 𝑑𝑎𝑁
𝐷𝑙𝑜𝑠𝑎 𝑛𝑒𝑡𝑟𝑎 = 360 ∙ 𝛾 = 360 ∙ 1,2 = 432
𝑚2 𝑚2
(1.2)
La misma losa anterior se es realizada mediante cálculo y ejecución regular:
𝑑𝑎𝑁 𝑑𝑎𝑁
𝐷𝑙𝑜𝑠𝑎 𝑛𝑒𝑡𝑟𝑎 = 360 ∙ 𝛾 = 360 ∙ 1,4 = 504
𝑚2 𝑚2
(1.3)
Vemos que la carga de diseño es mayor, porque existe incertidumbre en el
valor final por la ausencia de precisión y rigor en las fases de cálculo y eje-
cución. En las cargas aleatorias (viento, sismo y otras) los factores aumentan
a 1,6 y 1,7.
Cirsoc:
Centro de Investigación de Reglamentos Nacionales de Seguridad para Obras
Públicas (Argentina).
Ecuación fundamental:
La analizaremos en varios capítulos y es la que se debe aplicar en toda es-
tructura:
𝜙𝑆𝑛 ≥ 𝑈 = (𝐷𝛾1 + 𝐿𝛾2 )
𝑟𝑒𝑠𝑖𝑡𝑒𝑛𝑐𝑖𝑎 ≥ 𝑐𝑎𝑟𝑔𝑎𝑠
(1.4)

Estado límite:
Cuando la estructura no satisface algunas de las exigencias del proyecto, en
especial de resistencia y deformaciones.
Fuerza:
Es la acción que modifica el estado de reposo o de movimiento uniforme de
un cuerpo. Es representada de forma teórica, mediante un vector con origen,
sentido, dirección y magnitud. Galileo en sus Diálogos, la representaba de
una manera real. Sus dibujos las muestran como hilos que soportan un peso.
Arriba la viga o el soporte, abajo la carga, entre ellos los “vectores” fuerzas;
las cuerdas o hilos (Figura 1.1.).

Figura 1.1 (“Galileo diálogos acerca de dos nuevas ciencias” Editorial Losada. Página 159).
El dibujo de Galileo es un trozo de madera que cuelga de los hilos; está quie-
to, en reposo. Cualquier movimiento que observemos es causado por alguna
fuerza. No hay movimientos sin fuerzas.
Gravedad terrestre:
Es la atracción que produce la masa del planeta hacia los objetos.

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Hipótesis de cargas:
Suposición y estudio de las cargas sobre las piezas estructurales para estable-
cer el tipo de solicitación que producen.
Incertidumbre:
Ausencia de certeza del valor de las cargas y sus efectos sobre el edificio.
Inercia:
Es la propiedad de la materia que resiste el cambio de su reposo movimiento
uniforme. El trozo de madera de Galileo (inercia de reposo) puede soportar el
impacto de una bala disparada desde un fusil (inercia de movimiento), en el
impacto se produce una aceleración negativa (frenado) de la bala y una acele-
ración positiva de la madera. Las masas del madero y de la bala son muy dis-
tintas, pero también en el momento del impacto los cambios de aceleración
de una y otro son diferentes. Antes de las acciones de sismo o viento el edifi-
cio está en reposo, en el primero se acelera el suelo y en el segundo se des-
acelera la masa de aire.
Masa gravitatoria:
Es la cantidad de materia afectada por la atracción gravitatoria terrestre.
Masa inercial:
Es la cantidad de materia afectada por un cambio de su estado de reposo o
movimiento uniforme.
Materia:
Es la sustancia que ocupa espacio. La masa de un cuerpo la constituye la can-
tidad de materia que posee y se la mide en kilogramo. Es característica de
cada cuerpo y se identifica por su densidad.
Peso o fuerza gravitatoria:
Es el producto de la masa del cuerpo por la aceleración terrestre.
Peso o fuerza inercial:
Es el producto de la masa por el cambio de aceleración del cuerpo.
Reducción de sobrecarga:
Maniobra para reducir la sobrecarga de uso en función de las áreas tributa-
rias, de influencia, de la cantidad de pisos y del uso del edificio (oficinas o
viviendas). Es función del área de uso y de la no simultaneidad de cargas
máximas en las viviendas de todo el edificio.
Resistencia:
Se refiere a dos resistencias; la del material que constituye la pieza estructu-
ral (daN/cm2) como también a la capacidad de la pieza de sostener cargas
(daN ó daN/ml).

Figura 1.2

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El gráfico anterior (Figura 1.2) relaciona dos curvas normales, la de la iz-


quierda muestra el porcentual y la intensidad de las cargas que actúan en los
edificios, y la de la derecha la resistencia del material o de la pieza estructu-
ral.
La expresión (1.4) se cumple en las áreas sombreadas pero en la zona oscura
de la región de falla, las cargas son superiores a las resistencias.
Riesgo:
Probabilidad de fallo de la estructura con efectos de daños materiales en el
edificio y también a las personas.
Seguridad:
No existe la seguridad absoluta; hay grados de seguridad que son impuestos
por los factores de mayoración a las cargas crudas y de los factores de reduc-
ción a las resistencias últimas.
Sobrecarga de uso:
Son las cargas que se generan por el uso del edificio; muebles, artefactos y
personas (L), también denominadas “cargas vivas”.
Unidades:
En estos escritos se utilizarán las unidades internacionales aprobadas por el
SIMELA (Sistema métrico legal argentino), las más comunes son:
Longitud, metros y centímetros.
Cargas concentradas, kN ≈ 100 kgf ≈ 100 daN/m2.
Cargas repartidas: kN/m2 ≈ 100 kgf/m2 ≈ 100 daN/m2 .
Resistencia: 100 daN/cm2 ≈ 1 kN/cm2 ≈ 10 Mpa
Valores característicos:
Son todos aquellos obtenidos mediante maniobras estadísticas y cuyo valor
no puede ser superado en un determinado porcentaje, por ejemplo las tensión
de de rotura característica de algunos materiales es aquella que solo es supe-
rada por un percentil del 3% al 5 %.
Valor probabilístico:
Si se repite un proceso “N” veces y de todas solo “Nf” fueron de fallas, la
probabilidad de falla se estima como:
𝑁𝑓
𝑃𝑓 =
𝑁
(1.5)
En los capítulos de “Diseño de cargas” y “Coeficiente de Seguridad”.

4. Tipos de análisis.
4.1. Introducción.
Para determinar el valor de las cargas en un edificio existen diversos tipos de
análisis o métodos:
 Determinista.
 Aproximado.
 Probabilístico.
 Estadístico.
La complejidad del cálculo de las cargas es porque se diagnostica a futuro.
En realidad la palabra “análisis” se refiere al estudio de un episodio pasado, que lo
utilizamos de antecedente para pronosticar un suceso en el porvenir, es una “adivi-
nación” de la conducta futura de las cargas. No sirve la más precisa de las ecuacio-

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nes matemáticas como herramienta, en cambio es válida la reflexión pausada junto


a una fuerte experiencia de la observación de sucesos pasados.
4.2. Determinista.
Sin entrar en la filosofía de las ciencias, el determinismo es una maniobra
que establece un suceso a futuro mediante ecuaciones matemáticas de la física ge-
neral. No se utiliza la estadística, la probabilística o la teoría del caos. En general se
lo utiliza para el pronóstico del peso propio: el producto del volumen por la densi-
dad. Ambas variables son conocidas y con posibilidad de medición.
En la planilla se muestra la operativa para el cálculo del peso de un entrepiso
de hormigón por metro cuadrado (Figura 1.3):
1 2 3 4 5 6
Designación Espesor Densidad Peso Peso
mts kN/m3 kN/m2 daN/m2

1 Cielorrasos 0,02 20 0,4 40


2 Losa maciza 0,16 24 3,8 380

3 Contrapiso cascote 0,10 16 1,6 160

4 Mortero asiento 0,02 22 0,5 50

5 Piso granítico 0,02 22 0,5 50

6 Paredes huecos 1,0 100

Total 7,9 790


Valor adoptado 8,0 800
Figura 1.3
Columna 1:
Orden de los materiales de abajo hacia arriba en posición del entrepiso es-
tructural.
Columna 2:
Designación.
Columna 3:
Espesor de cada material (metro).
Columna 4:
Densidad o peso específico (kN/m3).
Columna 5:
Peso por metro cuadrado (kN/m2).
Columna 6:
Peso por metro cuadrado (daN/m2).

El espesor y el tipo de material corresponden a tareas de diseño de cargas


porque resulta de ajustar las dimensiones de las piezas (volumen) y elegir el mate-
rial (densidad).
Varios tipos de cargas están tabulados en las tablas del R 101. La calidad del
diseño de cargas es óptima cuando el peso del edificio terminado se aproxima a los
indicados en las planillas y memorias de cálculo del proyecto original.
4.3. Aproximado.
En general se lo utiliza para el cálculo de las sobrecargas o cargas vivas. Los
valores son nominales; se obtienen de los Reglamentos y corresponden a las sobre-
cargas máximas aproximadas y posibles en la historia del edificio. Veremos más
adelante que estas cargas pueden ser reducidas por las circunstancias de no simul-

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taneidad. En un edificio de viviendas, de diez o más plantas es imposible que las


sobrecargas sean máximas de manera simultánea en todas las unidades funcionales.
En el R 101 los valores de las cargas están indicados en las tablas:
 Tabla 3.1.: Pesos unitarios de los materiales y conjuntos funcionales
de construcción.
 Tabla 3.2.: Pesos unitarios de materiales de construcción varios y al-
macenables diversos.
 Tabla 4.1.: Sobrecargas mínimas uniformemente distribuidas y sobre-
cargas mínimas concentradas.
 Tabla 4.2.: Factor de de reducción de sobrecargas.
Los valores indicados en las tablas son nominales y no incluyen los efectos
dinámicos. La palabra “nominal” es difusa en el contexto del reglamento. Según el
diccionario: “Que tiene nombre de algo y le falta la realidad de ello en todo o en
parte”, esto se puede interpretar de dos formas. Una, que los nombres de cargas
indicados en la tabla son generales, no específicos. La otra, que los valores no indi-
can la realidad cotidiana sino valores desde el cálculo probabilidades, que pueden
suceder alguna vez en un período largo tiempo, por ejemplo 50 años.
Las sobrecargas no establecidas en las tablas del reglamento deberán ser cal-
culadas y justificadas mediante la teoría de probabilidades y estudios estadísticos.
Las sobrecargas poseen variación continua, según las circunstancias de uso, desde
los mínimos a los máximos menos probables, en el esquema que sigue indicamos
diferentes valores, en tres situaciones distintas (Figura 1.4).

Cotidiana normal Nominal de reglamento Máximas posibles


daN/m2 daN/m2 daN/m2
≈ 50 200 ≈ 300
Figura 1.4
En muchos edificios que superaron la vida útil de los 50 años no tienen en su
historial sucesos de cargas superiores a 200 daN/m2. Pero nada asegura que la se-
mana próxima se produzca un evento inesperado (reunión, inicio incendio y páni-
co, con aglomeración en puerta de salida).
4.4. Estadístico.
Es utilizado en todos aquellos casos donde existe incertidumbre a futuro; so-
brecargas, viento, sismo y otras. Se investiga el pasado y mediante la matemática
estadística se pueden establecer valores aproximados a futuro. En el capítulo de
“Estadística y Probabilidad” incorporamos los aspectos más interesantes de este
método.

5. Las distintas fuerzas.


5.1. Introducción.
Las cargas que accionan sobre los edificios pertenecen a alguna de las fuer-
zas fundamentales del universo. Es interesante analizarlas. Ellas son:
 Fuerzas de masa gravitacional.
 Fuerzas de masa inercial.
 Fuerzas de confinamiento y climáticas.
 Fuerzas bióticas.
 Fuerzas de interacción electromagnéticas.
 Fuerzas atómicas fuertes.

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 Fuerzas atómicas débiles.

Si las referimos a cómo actúan en los edificios observamos que algunas res-
ponden a la relación de masa por aceleración, otras a fuerzas intermoleculares o
interatómicas.
5.2. Fuerza de masa gravitacional.
La masa es unidad escalar, es decir no posee dirección ni sentido. Mientras
que la fuerza es vectorial, está afectada no solo de una dirección, sino también de
un sentido.
En la Tierra una persona puede tener 70 kg de masa, y pesa 688 N, mientras
que la misma persona en el planeta Marte pesaría 261 N. En la Luna tendría un
peso de 114 N, seis veces menos que en la Tierra. Así, de la combinación de tres
magnitudes: tiempo, distancia y masa, surge de manera sorprendente el peso.
𝑚
𝑃 = 𝑚𝑎 ; 𝑢𝑛𝑖𝑑𝑎𝑑: 𝑘𝑔 2
𝑠
(1.6)
El planeta tierra fue en su principio una esfera de material incandescente.
Aún hoy, en su centro a muchos kilómetros de profundidad se encuentra en estado
fluido por las altas temperaturas que desarrollan las reacciones de fisión nuclear.
Desde el origen de la tierra, toda la masa tiende hacia el centro. Es la insondable
fuerza de la gravedad.
Es uno de los fenómenos que posee mayor dificultad para definirlo. Peor aún
intentar explicar su origen. Se transcriben los conceptos vertidos por Miranda Jesús
en su estudio de la gravedad.
La gravedad es la mano modeladora, la fuerza que rige los procesos en el
Universo y marca las etapas en la naturaleza; en todas partes interviene y todo lo
gobierna, sin su presencia nada sería lo que es. Si la gravedad no existiese, en el
Universo reinaría el caos, la materia no existiría y la energía no tendría posibilidad
de evolucionar… La gravedad marca el orden de las cosas en el desarrollo de la evo-
lución, es la batuta que dirige el compás del movimiento de los cuerpos, hace reali-
dad el espacio tiempo y la existencia del Universo.
Desde este escrito se puede comprender que la gravedad castiga y premia a
las estructuras. En la condena provoca elásticas, descensos y hasta roturas. Puede
ser el caso de la nieve que se acumula sobre las ramas de los árboles, también el
alud o desprendimiento de la ladera de una montaña. Pero a su vez recompensa;
solo con ella, con su inmutable constancia, con su invariable dirección, es posible
colocar ladrillo sobre ladrillo, volcar el hormigón en un molde. Sostener quietos los
muebles de las viviendas o departamentos. Ella es quien en definitiva mantiene el
orden de todos los elementos del planeta.
5.3. Fuerzas de masa inercial.
Las fuerzas de masa inercial solo surgen cuando hay modificación en el es-
tado de reposo o movimiento del cuerpo. El viento posee masa (1,2 kg/m3), peque-
ña pero la tiene. Cuando esa masa en velocidad es frenada por la presencia de un
edificio o un árbol, sufre una aceleración negativa y se crea una fuerza, es inercial.
Es el producto de la pequeña masa del viento por la elevada desaceleración.
Otro caso distinto es el efecto de un terremoto sobre el edificio. El suelo se
mueve y se genera una aceleración en la base del edificio, pero de manera instantá-
nea se opone la reacción inercial de la masa superior del edificio. El edificio se
fisura o falla por cargas de "corte"; en la parte inferior el edificio se mueve en la
dirección del suelo, mientras que la parte superior presenta un fuerza o resistencia

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inercial de sentido contrario. La elevada fuerza es el producto de la gran masa del


edificio por la aceleración impartida desde el suelo.
También los sismos generan fuerzas verticales. Una muestra cotidiana es el
cambio de peso de una persona cuando ingresa a un ascensor. Su masa puede ser de
promedio 70 kg, a la espera del arranque pesa unos 690 N. Cuando arranca el as-
censor hacia arriba, su peso aumenta a 830 N y se reduce a 550 N cuando el ascen-
sor frena. Estos cambios de su peso son por la aceleración de arranque y la desace-
leración en la parada que en promedio es de 2,00 m/seg2. Imaginemos los cambios
de la fuerza del edificio en las aceleraciones verticales impuestas por el suelo en el
suceso de un sismo.
5.4. Fuerzas del confinamiento (climáticas).
Durante el intercambio de calor en los cuerpos la energía cinética de las
moléculas o sus átomos varía. A mayor calor requieren más espacio para su vibra-
ción. Es la causa de la dilatación o contracción de los elementos de un edificio
(Figura 1.7).

Figura 1.7
Las partículas mantienen una distancia constante si la temperatura es inva-
riable, pero ante cualquier cambio térmico modifican sus distancias. En los pisos o
pavimentos rígidos de hormigón, cuando una junta de dilatación no es mantenida
limpia para permitir los movimientos de dilatación o contracción aparecen roturas
por compresión o tracción. La energía acumulada en el hormigón de pavimento se
alivia con la formación de fracturas, en especial en cercanías de la junta.
También la variación de humedad en la masa de un cuerpo modifica los es-
pacios entre sus cristales o partículas. Tanto en las arcillas como en el hormigón los
cambios del contenido de humedad hacen que sus partículas se alejen o acerquen
entre sí; el cuerpo se expande o contrae. El fondo arcilloso de un lago que sufre una
gran sequía el suelo se fractura formando "islas" pequeñas (Figura 1.8).

Figura 1.8
Las moléculas de agua tienen polaridad eléctrica porque existe diferencias
entre la electro negatividad del hidrógeno con el oxígeno. Hay un exceso de carga
negativa del lado del oxígeno y de carga positiva del lado del hidrógeno, por ello
las moléculas de agua se atraen. Pero cuando están cercanas a una partícula de arci-
lla son alteradas por las cargas eléctricas de los bordes de la partícula de arcilla.

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Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Una parte del agua libre se transforma en un seudo sólido llamado agua adsorbida,
con ello aumenta el volumen del sistema (Figura 1.9).

Figura 1.9

5.5. Cargas por intercambios de energía.


General.
En algunos edificios livianos con fundaciones superficiales sobre suelos ac-
tivos de arcilla, con el tiempo muestran fisuras de tracción en las paredes; la arcilla
según su humedad produce fuerzas y movimientos diferenciales de la construcción.
Esas cargas generan energía interna en la masa de la pared de ladrillo que al super-
ar la capacidad de almacenamiento (resilencia) son disipadas con fisuras y fractu-
ras. Esta cuestión entre las fracturas y las cargas, las estudia la ciencia Mecánica de
Fracturas que permite estudiar el fenómeno desde el intercambio de energía. Cual-
quier edificio posee energía acumulada, que pueden ser: potencial gravitatoria,
instantánea inercial, potencial elástica, energía térmica y también de reacciones
químicas.

Trabajo y energía.
En la física el trabajo se define mediante el producto de una fuerza por la
distancia que desplaza un cuerpo. En la Figura 1.10 el cuerpo se mueve sobre un
plano horizontal de la posición "A" a la "B" por la acción de la carga "F". Se rea-
lizó un trabajo (daNm) que fue consumido por el rozamiento entre el cuerpo y la
superficie, se gastó todo y no hay energía acumulada.

Figura 1.10
Veamos otro caso (Figura 1.11). La misma carga puede desplazar el cuerpo
en el extremo de una alta columna de "A" a "B", aquí no hay rozamiento y el traba-
jo se transforma en energía elástica acumulada en la última posición. Al cesar la
carga esa energía devuelve el cuerpo a la posición inicial. Esto último es lo que
pasa en los edificios, ellos no se desplazan con las cargas, sino que se deforman y
acumulan energía potencial elástica, que luego es utilizada para regresar a su esta-
do original.

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Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Figura 1.11
En ese intercambio de movimiento y fuerzas, puede suceder:
a) El sistema sin fisuras: porque posee capacidad para acumular energía sin
romperse (resilencia) y el fenómeno es estudiado por ciencias como la
Estática, la Física Dinámica y la Resistencia de los Materiales.
b) El sistema con fisuras: muestra fracturas en la descarga de energía inter-
na, son sistemas rígidos o frágiles (sin resilencia). Para su estudio se uti-
lizan las ciencias de Resistencia de Materiales, la Termodinámica y la
Mecánica de Fracturas.
En ambos casos está presente la Estática para establecer la posición de las
fuerzas y sus magnitudes.
5.6. Cargas de lluvia.
La lluvia es un fenómeno meteorológico que escapa a la voluntad del hom-
bre, pero las cargas de lluvia sobre cubiertas o techos son sucesos antrópicos por-
que depende del grado de control y mantenimiento ejercido por el hombre en los
sistemas de desagües. Las cargas de agua acumuladas en las cubiertas se distinguen
por algunos de los siguientes errores:
 Equívoco en el diseño de los desagües.
 Ausencia de mantenimiento.
En el Anexo del R 101 se estudian las cargas provocadas por el agua de llu-
via en caso de cegamiento de los pluviales. En general estos conductos y sus cana-
letas son bloqueados por las hojas de los árboles, entonces la causa es la combina-
ción del agua con la falta de mantenimiento. En las figuras 2.12 una canaleta del
tipo "lima olla" saturada de hojas ha obstruido por completo la cañería de bajada
del pluvial.

Vista longitudinal canaleta y pared

Vista en corte
Figura 1.12

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Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

En muchos casos cuando no existen gárgolas el peso del agua afecta a partes
estructurales del edificio o vivienda.
5.7. Fuerzas bióticas.
Son fuerzas generalmente ignoradas en el proceso de diseño, pero son causas
de patologías con los años, provocadas por las raíces de plantas en las paredes o
cubiertas. También los cambios de la estructura del suelo por la acción de las hor-
migas, modifican la hipótesis de apoyos continuos. En la imagen que sigue, las
raíces de una planta producen fuerzas de expansión en el encuentro de dos muros
de un antiguo edificio, de tanta magnitud que fisura a las paredes externas e inter-
nas (Figura 1.13).

Figura 1.13

5.8. Fuerzas de interacción electromagnéticas.


Estas fuerzas tienen su origen en el “electromagnetismo” y la “reacciones
atómicas”. No son estudiadas en los análisis de cargas de los edificios, pero son las
que mantienen firmes los diferentes materiales que utilizamos en la construcción.
Las fuerzas de interacción electromagnéticas, se generan porque los átomos
poseen cargas eléctricas positivas y negativas, así ellos como las moléculas ejercen
fuerzas de atracción que las mantiene unidas.
En las partículas cercanas al tamaño atómico las fuerzas de masa (gravita-
cional) son muy reducidas comparadas con las fuerzas interatómicas o intermolecu-
lares. Esto se observa al deshacer, batir un trozo de arcilla en agua, cuando la de-
jamos en reposo las partículas macros son tomadas por la gravedad y depositadas
en el fondo. Las de nivel atómico quedarán suspendidas en estado coloidal interac-
tuando con fuerzas electromagnéticas. Este suceso de las tan reducidas partículas
de arcilla que escapan a las fuerzas gravitatorias, nos exige reflexionar sobre la
diferente conducta respecto a los otros suelos.
5.9. Fuerzas atómicas fuertes.
Las fuerzas atómicas fuertes, son poco conocidas y no se las puede experi-
mentar. Son las fuerzas que mantiene unido al núcleo de un átomo, que se constitu-
ye por neutrones (carga eléctrica neutra) y protones (carga positiva).
Un átomo está formado por los electrones y el núcleo. Gran parte del volu-
men de un cuerpo es vacío. El diámetro del átomo es ≈ 10.000 veces más grande
que el del núcleo. Un electrón dentro del átomo es algo similar a una abeja revolo-
teando en una catedral. El resto es vacío. A su vez los átomos forman redes, retícu-
las para formar la materia, también separados entre ellos. Se mantienen juntos, en
posición gracias a esas fuerzas atómicas fuertes.

13
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Fuerzas atómicas débiles, son fuerzas a escala menor al del núcleo atómico y
producen cierta radioactividad.

6. Efectos de las fuerzas.


6.1. General.
El efecto final de las cargas sobre las piezas estructurales o edificios son los
movimientos que pueden ser:
 Elásticos: Cuando un elemento modifica su longitud dentro del período
elástico, cuando cesa la fuerza adopta la dimensión de origen.
 Plásticos: El elemento ingresa al período plástico y queda deformado
luego de la acción de fuerzas.
 Fisuras o fracturas: Cuando el material no posee capacidad de acumular
energía de deformación la disipa mediante fisuras.
 Desplazamientos del sistema total: Es el caso de una falla completa, co-
mo la caída de un muro alto por efecto de fuertes vientos.
Pueden ser generados por cargas de origen interno al edificio; es el caso de
las cargas permanentes o sobrecargas. O también por cargas o acciones externas,
afuera del edificio; son las generadas por viento, sismo, por asentamientos de los
suelos o efectos térmicos
6.2. Los desplazamientos y los materiales.
La elástica de una pieza en flexión (una viga o un entrepiso), es consecuen-
cia del desplazamiento relativo entre los cristales o las fibras. En una viga de cual-
quier material, la tracción y la compresión conviven en misma sección transversal.
Esto produce una deformación de la viga según los cambios de cargas dentro del
edificio. Los movimientos o desplazamientos se producen dentro de su masa. La
mayoría de los diseños y cálculos estructurales se realizan para que la pieza estruc-
tural se mantenga en el período elástico.
Hay materiales como el hierro y el hormigón armado que poseen capacidad
de resistencia en estado plástico, esa cualidad es utilizada en la fase de diseño y
cálculo como un factor de seguridad; las piezas se deformarán pero no ingresarán
en falla total. Las paredes de ladrillos cerámicos macizos o huecos no poseen capa-
cidad elástica ni plástica, es por ello que las fisuras son más comunes en su masa.
La madera es de notable elasticidad pero no tiene capacidad plástica.
El desplazamiento total es posible ejemplificarlo con los sucesos de la torre
de Pisa. La falla que provoca su gloria se encuentra fuera de la torres, se la ubica
allá abajo, a más de diez metros de profundidad, en una capa de arcilla.

7. Las cargas y las formas.


7.1. Dos grandes grupos.
Al observar las formas de crecimiento o formación de entidades orgánicas o
las inorgánicas podemos establecer de manera aproximada los tipos de fuerzas que
han actuado durante su historia. Para ello separamos las fuerzas o carga en dos
grandes grupos:
 Accidentales variables: Viento, sismo, térmicas, humedad, agua, sobrecargas
de uso.
 Permanentes constantes: Gravedad terrestre y presión atmosférica.

14
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

7.2. Formas orgánicas.


En las orgánicas, desde la formación de la primera molécula de vida y su re-
petición en organismos más complejos, las fuerzas fueron dirigidas en forma extra-
ordinariamente ordenada. Todos los individuos del planeta, desde el gigante árbol,
hasta el molesto mosquito fueron diseñados por las fuerzas que la Naturaleza los
somete; vientos, terremotos, lluvias y además la presión atmosférica.

Figura 1.14
En el caso del escarabajo (Figura 1.14) y otros bichos de su tamaño, la es-
tructura soporte es externa, no poseen esqueletos. A partir de un determinado ta-
maño de los animales aparecen los huesos, el esqueleto. Hay ciencias que estudian
este interesante asunto de la relación de las formas y el material de las estructuras
con el tamaño.
7.3. Formas inorgánicas.
En las inorgánicas las formas poseen planos y ángulos definidos que respon-
den a su matriz atómica; la disposición de los átomos dentro de sus cristales. En sus
fracturas mostrarán gran parte de esa disposición atómica interna. Las fuerzas que
actuaron en su formación difieren de las orgánicas, además de la gravitatoria y la
presión atmosférica existieron elevadísimas presiones provocadas por movimientos
tectónicos. Al observar el grano de sal con una lente de aumento, vemos su forma
cúbica; es producto de la manera que se fracturó en micro planos que forman la
disposición de los átomos de cloro y sodio (cloruro de sodio).
7.4. Formas que utiliza el hombre.
El hombre en su tarea de construir distingue dos tipos de diseño principales;
las que soportan cargas dinámicas y las que sostienen cargas estáticas. Las de car-
gas dinámicas provocadas por el continuo movimiento son los automóviles, barcos
y aviones. En ellos cumplimos a rajatabla el diseño curvo, sin ángulos rectos, con-
figuración que la distinguimos al observar cualquiera de ellos.
Diferentes son los diseños que sostienen cargas estáticas gravitatorias pre-
dominantes, como las viviendas o edificios; en este campo del diseño por una cues-
tión de módulos y facilidad en la construcción los ángulos comunes son los rectos.
En cualquier habitación, por ejemplo el dormitorio, nos encontramos con seis pla-
nos; el piso, el cielorraso y las cuatro paredes, además con doce aristas o esquinas.
Entre las variables que distinguen una y otra forma están las indicadas por la
Mecánica de Fracturas; los ángulos rectos o las esquinas son una irregularidad en la
masa del material que produce concentración de tensiones. Para evitar esas regio-
nes críticas los artefactos que utiliza el hombre para su desplazamiento, barcos,
aviones y autos no poseen ningún ángulo recto en su estructura.

8. Fronteras de la sensibilidad.
8.1. General.
Para el diseño estructural se requiere de conocimientos de la Estática y de la
Resistencia de los Materiales, pero muy especialmente de una fina sensibilidad del

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Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

equilibrio intuitivo y valoración de las cargas, porque ambas tienen como principal
variable a las cargas.
De por sí resulta difícil determinar el peso exacto de cualquier elemento que
sostenemos con las manos. En general apenas podemos decir "pesado" o "liviano".
Establecer una cifra exacta de su peso es una acción que entra dentro del área de las
especulaciones. Un buen verdulero conoce el peso del zapallo cuando lo “sopesa”,
lo pulsa levantando y bajándolo, no lo sabe, pero lo que está haciendo es cambiar,
aumentar y reducir la aceleración de la gravedad terrestre. En el subconsciente
tiene un dispositivo que obtiene un promedio de peso en la acción de “sopesar”. La
masa del zapallo es constante, pero cambia el peso en la variación de la acelera-
ción.
8.2. Sensibilidad y práctica.
La dirección de las fuerzas y su origen.
Es grande la dificultad que se plantea cuando debemos adoptar las cargas
que actuarán en un edificio. No podemos sopesar, obvio. La decisión surge de una
pequeña parte de valoraciones matemáticas precisas y la otra de estimaciones sub-
jetivas avaladas por la experiencia y el buen criterio. Desde la física clásica, la
fuerza es la combinación de la aceleración y la masa.
Las cargas gravitatorias de peso propio la aceleración terrestre es constante y
la masa también; es fácil el cálculo. Pero las acciones de sismos, vientos o sobre-
cargas tanto la aceleración como la masa pueden variar. Ese es el problema de con-
seguir sensibilidad para las cargas.
Más complejas son las cargas que provienen por fenómenos térmicos o alte-
ración de contenido de humedad. Una de las fisuras comunes en las viviendas de
una sola planta es la que se presenta en el encuentro del piso con los zócalos, en esa
línea el piso se separa del zócalo provocando fisuras (Figura 1.15). El problema es
distinguir el origen de la fuerza; puede ser por asentamiento de la pared con direc-
ción de arriba hacia abajo, o también de de expansión de arcillas activas con direc-
ción contraria. En cualquiera de los dos casos la fisura es provocada por una fuerza
de tracción, pero las causas difieren. Para detectar la causa se requiere de reflexión
y sensibilidad.

Figura 1.15
La práctica.
En casi todas las disciplinas se destacan los hombres que poseen un afinado
sentimiento de las unidades que maneja su ciencia. El ganadero conoce con notable
precisión el peso de un ternero, el etnólogo destaca y describe todos los aromas de
un vino, el agricultor interpreta las señales de cada arbusto u hormiga. Sin embar-
go, en nuestra disciplina de la ingeniería o de la arquitectura existe una lamentable
ausencia en la debida interpretación de las cargas que manejamos. Esta falta de

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Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

sensibilidad es culpa de la costumbre determinista de multiplicar el volumen por la


densidad; lo calculamos, no lo pensamos y además somos deductivos; empleamos
las fórmulas para resolver los problemas en vez de reflexionarlos.
Observar un montón de arena, o una pila de ladrillos y pensar en su peso.
Curiosear una vivienda o un edificio y estimar la carga total. Esa gimnasia cotidia-
na “de las cargas” en el ejercicio de nuestra profesión es necesaria realizarla de
manera cotidiana.

9. Aplicaciones.
9.1. Estabilización Torre de Pisa.
Introducción.
Como ejemplo o aplicación de las cargas, elegimos esta obra que posee unos
mil años de vida útil y durante ese tiempo ha mostrado desplazamientos que estu-
vieron muy cerca de provocar su colapso. Es el edificio más destacado en la histo-
ria de la construcción. Su notoriedad tiene tres componentes; las características
edilicias, la antigüedad y su inestabilidad por siglos (Figura 1.16).

Figura 1.16
El problema.
La torre sufrió una inclinación desde los primeros años de su construcción,
recién a principios del siglo XX comenzaron a ser monitoreadas con aparatos de
precisión y registrados sus movimientos. En la década ´90 del siglo pasado con el
estudio de esos registros los expertos pronosticaron el derrumbe a corto plazo. Por
ello se declara una emergencia internacional para salvar la torre y así se constituye
un comité de científicos de diferentes especialidades. Los trabajos de investigación
y los de intervención se efectuaron durante más de diez años.
El origen del problema.
Posee un peso de 150 MN (15.000 toneladas), para tener una idea es el peso
equivalente a un edificio de cuarenta pisos con una superficie total cubierta de
16.000 metros cuadrados. Por cientos de años, por siglos, el suelo bajo la torre tuvo
una consolidación por la presión de su carga, al principio un asentamiento general
uniforme y luego diferencial que inclina la torre. La torre al inclinarse genera un
estado de cargas distinto al original. La resultante total de su peso propio se despla-
za del centro de las fundaciones y aumenta la presión sobre el suelo en el sector
sur. En fenómeno es del tipo progresivo porque al aumentar la presión, también
aumenta la inclinación. La capa de arcilla que se consolida durante siglos por el
peso de la torre se encuentra a unos quince metros de profundidad.
La solución.

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Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

El diseño de las dos principales intervenciones aparenta estar contra todo cri-
terio costumbrista de la ingeniería clásica en construcciones:
a) Aumentar la carga en el sector Norte para que descienda el suelo en esa
zona. Se lo realiza mediante anclajes con tensores que se clavan en la
arena densa a más de veinte metros de profundidad. El suelo del lado nor-
te de esa manera fue "apretado" para que descienda.
b) La realización de perforaciones con retiro de suelo también del lado norte
para debilitar al suelo y anular o invertir la dirección del giro de inclina-
ción.
Acciones ilógicas alejadas de todo lo racional que tiene la ingeniería, pero
claro, esas intervenciones se realizaron solo del lado norte de la torre. En la figura
1.17 se indica la colocación de los tensores con los anclajes en el arena densa.

Figura 1.17
En el esquema de la figura 1.18 se muestra la forma de extracción del suelo
para debilitar su capacidad soporte, de esta manera se intenta producir condiciones
de asentamiento del lado norte.

Figura 1.18
Para lograr la presión sobre el suelo fueron fue necesario reforzar las paredes
de las fundaciones originales. También se realizaron trabajos en los muros y pos
tensado de los bloques de mármol de las paredes circulares. Esta breve explicación
es para interpretar los efectos de las cargas en los edificios: se debilita la reacción
del suelo del lado norte para corregir algunos grados su peligrosa inclinación.

18
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

9.2. Fisuras en paredes


El problema.
Establecer las causas de la fisura de la pared transversal de una vivienda que
se muestra en la figura.
Causas.
Origen de las cargas: Las cargas expansivas de la arcilla se producen por di-
ferenciales del contenido de humedad en las arcillas. En la imagen la pared longi-
tudinal de la izquierda es externa y está en contacto directo con el suelo que sufre
las alteraciones producidas por lluvias y sequías. Se observan los efectos de las
cargas negativas de abajo hacia arriba que elevaron parte de las paredes.
El tipo de fisuras son características de paredes de ladrillos cerámicos que no
poseen barras de refuerzos sobre capa aisladora, bajo entrepecho de ventanas, sobre
dintel y a nivel superior de encadenado. La figura 1.19 muestra la pared afectada
por el empuje del suelo sobre la pared exterior de la izquierda.

Figura 1.19
La dirección de la fisura se corresponde con las irregularidades de la pared;
capa aisladora, zócalos, luego en vertical horizontal acompaña al marco de puerta
para luego dirigirse hacia la viga encadenado superior (figura 1.20).

Figura 1.20
Solución.
Evitar toda reparación del tipo "dura o rígida" como la construcción de llaves
de refuerzos o modificación del tipo de fundación. Los trabajos no fueron de repa-

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Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

ración sino de prevención y se ubican fuera de la vivienda a efectos de reducir o


eliminar los cambios de humedad en la arcilla. Se los describe de la siguiente ma-
nera:
a) Construir cunetas abiertas con césped en el perímetro para permitir el rápido
escurrimiento.
b) Conectar los sanitarios al sistema colector externo y cegar el pozo negro utiliza-
do hasta la fecha.
c) Revisión y limpieza de las cañería y cámaras de pluviales y cloacas.
d) Eliminar toda vegetación de jardín y otras que se ubiquen sobre las paredes. De
esa manera también se elimina el agua de riego.
e) Tareas de la comunidad del barrio en forma conjunta con el municipio para el
mantenimiento limpio de las cunetas. El barrio posee calles consolidadas con
estabilizado granular (ripio).
f) Esperar la estabilización del contenido de humedad de los suelos bajo vivienda
(seis a ocho meses) y luego reparar las fisuras con selladores elásticos.
9.3. Fisuras en pavimentos.
El problema.
Establecer las causas de las fisuras en el pavimento de hormigón cercanas a
las juntas en la proximidad de puentes o alcantarillas de una ruta.
Causas.
El origen de las cargas que producen las roturas es por la expansión o con-
tracción del hormigón según las variaciones térmicas del clima. Además por la
falta de mantenimiento de las juntas que no permiten el libre movimiento de la
masa de hormigón (figura 1.21).

Figura 1.21
Magnitud del desplazamiento.
Imaginamos un tramo del camino de 100 metros cuyas juntas están bloquea-
das o atascadas. El diferencial térmico de la región alcanza los 60° C. El coeficien-
te de dilatación contracción térmico del hormigón es de unos 14/(10-6).
Alargamiento total en los 100 metros:
Δl = 60 . 14/(10-6) .100 . 100 ≈ 8 centímetros.
Valor de la tensión:
La tensión o esfuerzo de compresión que produce ese alargamiento en el sis-
tema confinado, desde la Resistencia de Materiales:

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Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

∆𝑙 8 𝑑𝑎𝑁
𝜎 = 𝐸𝜀 = 𝐸 = 210000 ≈ 170
𝑙 100.100 𝑐𝑚2
(1.7)
Magnitud de la carga total:
Superficie de sección transversal del pavimento de hormigón:
Ancho 8,00 metros y espesor 0,20 metros. Superficie total en centímetros
cuadrados: 16.000 cm2.
Carga total:
P = 16.000 . 170 ≈ 2.700 toneladas.
Esta carga se puede concentrar en una región de cualquier junta donde una
piedra o hierro impida el normal desplazamiento por dilatación.
Solución.
Limpieza y mantenimiento de las juntas y luego reparación del hormigón.
9.4. Viento y masa.
El problema.
Explicar la diferencia de conductas entre un liviano cartel publicitario de ruta
y el de un edificio pesado de varios pisos.
Los datos.
De la observación vemos que los edificios pesados no sufren alteración al-
guna, mientras que muchos carteles resultan colapsados.
Explicación.
Las cargas que produce el viento son inerciales y la relación de masa entre el
edificio y el cartel es muy grande. El peso del aire por metro cúbico apenas supera
el kilogramo y la masa del edificio se mide en millones de kilogramos, entonces la
fuerza que produce el viento sobre el edificio es pequeña por la relación de masas
que existe. Sin embargo la masa del cartel es muy reducida respecto a la superficie
expuesta al viento, no posee reacción inercial de masa y se cae.
9.5. Sismo y masa.
El problema.
Frente a la acción sísmica explicar la diferencia de conductas entre el cartel y
el del edificio.
Los datos.
Los resultados son contrarios a los producidos por el viento; los edificios su-
fren fuertes deterioros o colapso, mientras los carteles permanecen estables.
Explicación.
La gran masa del edificio en reposo genera una reacción inercial ante un
fuerte sismo que provoca la falla de alguna parte o el total de la construcción, pero
el cartel al poseer reducida masa no ofrece resistencia inercial y acompaña las va-
riaciones de aceleración del suelo.

21
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

2
Historia de las cargas en edificios.
1. Objetivo.
Analizar desde la historia la manera que las cargas en los edificios se incorporan al
cálculo y dimensionado de las estructuras. Nos interesan los sucesos y los cambios en las
ciencias de la construcción desde los antiguos pasando por la revolución científica, indus-
trial e informática. Revisamos en especial los escritos y esquemas de Leonardo da Vinci y
de Galileo.

2. Introducción historia de cargas.


2.1. General.
La palanca es el primer descubrimiento del hombre y fue empleado como una
herramienta de ayuda a las fuerzas musculares y así gran parte de las cargas fueron domes-
ticadas. En la antigüedad la palanca era solo utilizada de dos maneras:
Palanca: Como herramienta multiplicador de fuerzas con un solo apoyo de reacción
y dos fuerzas de acción (Figura 2.1).

Figura 2.1
Viga: Como soporte de cargas con una o más fuerzas de acción y dos apoyos de re-
acción (Figura 2.2).

Figura 2.2
Es posible hayan sido los griegos quienes estudiaron por primera vez la relación de
las cargas respecto a su posición en una viga (Arquímedes ≈ 300 aC). Lo hicieron desde la
palanca (Figura 2.3). Descubrieron que el cálculo puede ser pronóstico con la fórmula:
𝑙2
𝑃1 = 𝑃2
𝑙1
(2.1)
Esta ecuación contiene cuatro entidades; dos cargas y dos distancias. Conociendo
tres de ellas podemos descubrir la cuarta.

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Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Figura 2.3
También probaron que los tiempos en los recorridos de los puntos extremos son
iguales, pero las distancias son distintas; así incursionaron sobre el concepto de velocidad.
Los antiguos sabios aplicaron el método inductivo, desde observaciones y pruebas, lograron
resolver el problema con el algoritmo matemático anterior.

2.2. El lenguaje, los símbolos, las unidades; el caos.


La palanca o la viga, se la utilizaba de manera empírica. Sus procedimientos avan-
zaban y mejoraban sobre la prueba y el error porque cada región, cada reino poseía sus
propios procedimientos y se transmitían de manera oral, cada uno a su manera.
Existía un caos en el uso de las unidades, de las longitudes, de las fuerzas porque no
había un lenguaje matemático y físico, como lo conocemos ahora. Resultaba quimérico
concebir un solo idioma técnico. Como la Torre de Babel, imposible de construirla. Y ma-
yor complejidad aún por la precaria matemática de la época. El dominio universal de las
cargas mediante la palanca se da en los siglos donde se unifica el idioma de la física y la
matemática es en los inicios de la revolución científica.

3. La revolución científica.
3.1. General.
Antes de la revolución científica, antes que aparecieran las extraordinarias fórmulas
matemáticas de dimensionado, el estudio del efecto de las cargas en construcción de los
edificios no era prioritario. Se le asignaba relativa y poca importancia. Por dos motivos; la
edificatoria en ésa época resultaba muy pesada comparada con las fuerzas externas que
resistía. Y la otra causa, no había aún ciencia alguna que ordene y estudie las fuerzas y la
masa; aún no había llegado Newton.
En ésa época, el mecanismo más común era la bóveda o el arco, que combinado con
el material más usual, el ladrillo o la piedra, daban como producto estructuras de elevado
peso propio. Para las piezas con efecto de flexión como las palancas o las vigas, el único
material utilizado era la madera, pero ella es efímera, desaparece, se descompone mucho
antes que la piedra y ladrillo. Solo tenemos registros labrados en antiguos murales de piedra
cuyas figuras nos muestran el uso que le daban los antiguos a la madera en los sistemas
estructurales.
Para los antiguos el gran misterio era el origen de las cargas, no solo las terrenales
como la atracción terrestre. Sino también las del universo; cuáles eran las fuerzas que inter-
actuaban entre los astros para mantenerlos en movimientos y ordenados.
La revolución científica se inicia con la publicación de “Sobre los giros de la orbe
celeste” de Copérnico en el año 1543 y finaliza con la publicación de los “Principia” de
Newton en el año 1687. En ese período científico de más de siglo y medio existieron varios
genios que se interesaron por los efectos de las cargas en los cuerpos; como representantes
de esa comunidad solo estudiamos a Leonardo da Vinci (1542-1519), Galileo Galilei
(1564-1642) y a Isaac Newton (1643-1727).

3.2. Leonardo da Vinci.


Hasta hace pocas décadas atrás la ingeniería civil daba a Galileo el honor de haber
creado las ciencias de la Resistencia de Materiales y la Estática. Pero a mediados del siglo
pasado se descubren en España los “Códices de Madrid” escritos por Leonardo da Vinci

23
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

que investiga, analiza y se pregunta; cuál es la relación de las cargas con los materiales, las
formas, el tamaño y la posición (Figura 2.4). Con ese tardío descubrimiento la historia de
las ciencias desplaza a Galileo de la paternidad de la Estática y Resistencia de Materiales y
lo proclama a Leonardo. Se demuestra que fue Leonardo quien inventó las Ciencias primi-
tivas de la ingeniería estructural.
En los dibujos que siguen, Leonardo realiza un brillante análisis de la viga. Allí rela-
ciona, para el asombro de los siglos:
 De la viga: el tamaño, la forma de la pieza, la elástica y la curvatura.
 De las cargas: la posición , el tipo de carga y la intensidad

Cód. I f. 137 r. (Códices de Madrid)


Figura 2.4
Increíble, deja un parámetro constante y hace variar los otros; la búsqueda de la
razón para explicar los fenómenos naturales. No hace referencia al material de la viga,
suponemos que la imaginaba de madera. No existía otro material para la flexión en aquella
época.
Leonardo logra plantear todas las variables que hacen a la elástica de una viga. To-
das son preguntas porque no tiene elementos matemáticos ni instrumentos para contestarlas.
En todas sus incursiones inicia el problema con “Me pregunto…” que es la acción necesaria
de las ciencias.
En el artículo de "Aplicaciones" analizamos con ecuaciones actuales de la Estática y
Resistencia de Materiales los pensamientos de Leonardo.

3.3. Galileo Galilei.


Casi cien años después, y sin conocer los escritos de Leonardo (Códices de Madrid),
es Galileo quien comienza a preguntarse por la diferencia entre peso y masa. Entre reposo y
movimiento. Ensaya, experimenta, prueba. Mide. Crea la verdadera ciencia desde el méto-
do de la experimentación. Sin saberlo continua por otros caminos lo iniciado por Leonardo.
A Galileo le faltan pedazos de la matemática que aún estaban ausentes. Solo puede descri-
bir sus descubrimientos mediante el diálogo de tres personajes en “Discurso sobre dos nue-
vas ciencias”, allí, como en un teatro Salviati, Sagredo y Simplicio, los actores, haciendo un
esfuerzo literario por explicar los novedosos conocimientos (Figura 2.5).

24
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Figura 2.5
Galileo retoma el análisis de la palanca desde los escritos de los griegos (Aristóteles
y Arquímedes) y avanza con el voladizo como una palanca donde apoyo y reacción se en-
cuentran en el empotramiento del muro. La fuerza, la carga la identifica con un “grave”;
una piedra colgando en el extremo. Es el caso de voladizo con carga concentrada. El dibujo
delata la falta de símbolos de la época: el vector fuerza es un gancho con una piedra (Figura
2.6).

Figura 2.6
Solo estudia la parte visible del voladizo y la manifestación de la carga concentrada
o repartida pero no analiza el interior donde se empotra la viga; allí se encuentra la cupla de
resistencia. En la actualidad esas fuerzas y tensiones ocultas las interpretamos como lo
indica la Figura 2.7.

Figura 2.7
También incursiona en las cargas uniformes repartidas. Para ese caso dibuja la viga
en voladizo y considera su peso propio como carga distribuida (Figura 2.8).

Figura 2.8
En su libro “Diálogos acerca de dos nuevas ciencias” en la segunda jornada de los
diálogos “En torno a la resistencia de los sólidos a la fractura”, le hace decir a Salviati…
“más sigamos con nuestro tema y demostremos que:
Dado un prisma…hallar la máxima longitud de la cual no puede ser prolongado,
sin que se rompa por su propio peso”.

25
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Luego, de manera literaria y con segmentos, proporciones, sumas y restas, con solo
aritmética elemental encuentra la respuesta con algunos errores (posición el eje neutro). La
tensión de rotura o la resistencia la considera como un “gluten” que posee el material en su
interior.
En la actualidad podríamos escribir su razonamiento para una viga simple con carga
repartida como:

𝑏𝑕2
𝑙= 1,5 𝜎
𝑞
(2.2)
l: longitud crítica de la viga.
ζ: tensión de rotura del material de viga.
b: base de la sección transversal.
h: altura de sección transversal.
q: carga uniforme sobre la viga.

Este estudio de lo longitud crítica con relación a las cargas es una cuestión que Gali-
leo la reitera y ahora a más de cuatro siglos es un tema que se incorpora al diseño estructu-
ral de los edificios; lo veremos en el Capítulo 14 “Tamaño y Forma”.
Todas las investigaciones y resultados realizados por Leonardo y Galileo son des-
criptivas; aún faltaban los signos y los símbolos para expresarlos mediante una fórmula
matemática. Sus estudios los realiza en el campo de la mecánica estática. Por método o por
complejidad Galileo deja de lado las deformaciones de la viga; en realidad la matemática de
su época no disponía las herramientas para interpretarlas (el cálculo infinitesimal).

3.4. Newton.
Isaac Newton (1643-1727) en la misma época de Gottfried Leibniz (1646-1716) in-
ventan el cálculo diferencial y con esa colosal herramienta es posible incursionar en la
mecánica dinámica, porque acepta la existencia del infinitésimo en cualquier proceso de
alteración de un fenómeno. Con esa nueva matemática se estudia y pronostica no solo la
relación de las cargas con la resistencia, sino también con las deformaciones o elásticas de
las vigas (Figura 2.9).

Figura 2.9
Con los avances entregados por Newton y Leibniz, es posible combinar en una sola
expresión todas las variables de la viga en relación a la carga: material, longitud, sección
transversal, condiciones de borde, posición y magnitud de carga, elástica y curvatura. Quien
lo hace es Navier (1785 – 1836) mediante la expresión en valores absolutos:
1 𝑑2 𝑦 𝑀
= =
𝑟 𝑑𝑥 2 𝐸𝐼
(2.3)
r: radio de la curvatura.
1/r: curvatura.
y: eje vertical (coincide con la dirección del descenso de la elástica).
x: eje horizontal (coincide con la dirección del eje de viga).

26
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

M: momento flector (relaciona la carga con las distancias).


E: módulo de elasticidad del material.
I: momento de inercia de la sección.

Queda resuelto el misterio de la conducta de las vigas en relación a las cargas. Al


principio y gran parte del siglo XIX estas expresiones que son descubrimientos entre cargas
y elásticas, quedaron en el recinto de los laboratorios, de las aulas y de los escritos de
científicos. Los constructores las rechazaron por siglos y continuaron aplicando el empiris-
mo junto a la prueba y el error, porque no entendían la existencia del infinitésimo.

4. La revolución industrial.
4.1. General.
La Revolución Industrial surge a fines del siglo XVIII y finaliza a mediados del
XIX, impulsada por la máquina de vapor introduce la industrialización seriada y la incorpo-
ración del hierro; los perfiles metálicos. Esta novedad desde el nuevo material, modifica la
tradición en los constructores; se deja el arco, la bóveda, la bovedilla y se reduce el peso
propio de las piezas soportes.
El acero, el hierro, tiene un costo elevado; es necesario reducir las secciones y ade-
cuar el diseño. Entonces, recién entonces se recurre a las fórmulas matemáticas que estaban
a la espera de ser utilizadas. Aparece el cálculo estructural. Es posible el dimensionado de
las piezas desde el método deductivo.
En esa época se crean las primeras sociedades científicas y universidades. La im-
prenta trae bajo su brazo los libros que popularizan y divulgan el conocimiento. Aparecen
las primeras carreras de ingeniería y arquitectura. Se ordenan y se aplican las ciencias a las
prácticas de la construcción.
Luego de varios colapsos de obras, tanto en uso como en construcción, en especial
los puentes metálicos, se instala la conciencia de analizar las cargas de otra manera más
precisa. Así, lentamente los proyectistas, van corrigiendo sus metodologías de cálculo y
considerando cada vez con mayor cuidado y atención el correcto lugar que deben ocupar las
cargas en la etapa del diseño y cálculo de las estructuras. Aparece el análisis de cargas
como tarea previa al cálculo. Surgen los reglamentos que indican formatos de procedimien-
tos y tablas con valores nominales de cargas.

4.2. La reducción.
En la imagen (Figura 2.10) que sigue observamos los cambios que se produjeron de
manera cualitativa en la relación de peso propio (D) y sobrecargas (L). La línea de referen-
cia en el eje “xx” representa el valor 1,00 (uno) donde la “D” es igual a la “L”.

Figura 2.10
Por arriba se posicionan los períodos de la historia donde el peso muerto resultaba
muy superior al de las cargas de uso. Durante la revolución industrial con la llegada del

27
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

hierro la curva se inclina hasta la igualdad “D = L” y en algunas estructuras especiales


pasan a la región donde D < L.
En nuestro país en las últimas décadas el diseño de los entrepisos de hormigón de
los edificios se ha reducido; tomando solo tres diseños los comparamos en su peso por
metro cuadrado:
Décadas ´60 al ´70: Losas macizas → 400 daN/m2.
Décadas ´70 al ´90: Losas de viguetas y bloques → 280 daN/m2.
Décadas ´90 a la actualidad: Losas huecas pretensadas → 220 daN/m2.
Las cargas “D” de entrepisos de hormigón armado se redujeron a valores cercanos
del 50 %, pero sigue aún siendo D > L, solo en los entrepisos con estructuras de de hierro o
madera se logran valores D < L.

5. Revolución informática, tecnológica y técnica.


A mediados del siglo XX la informática que aún estaba solo en grandes centros
científicos o de producción, se masifica, se vuelve popular. Las computadoras, las impreso-
ras y toda la tecnología adquieren un precio accesible para la comunidad. Dentro de la in-
geniería estructural trae el enorme beneficio del cálculo de estructuras por elementos fini-
tos, o de matrices. Las computadoras se encargan de realizar las engorrosas y aburridas
operaciones de cálculo.
También en ese corto período desde la tecnología aparecen materiales nuevos y
otros como el hormigón y el acero se mejoran obteniendo de ellos resistencia uniforme,
además las técnicas de construcción cambian, en especial en el transporte de los materiales
dentro de la obra. Pero hay algo dentro de la ingeniería que no es posible automatizar por-
que su conducta es aleatoria: las cargas.
Ellas deben ser diseñadas y estudiadas con extremo cuidado por los proyectistas in-
genieros. Las cargas son el principal “dato” que debe ser incorporada a la computadora. En
cada uno de los pasos que analizamos en esta corta historia, observaremos que las cargas
adquieren cada vez más protagonismos en las ciencias de la construcción.

6. Cambios desde los métodos de cálculos.


6.1. General.
La ingeniería es una disciplina, pero se alimenta de ciencias físicas y como tal, para
mantener su estatus debe cambiar y modificar paradigmas tradicionales y avanzar. En los
párrafos que siguen veremos el paso del clásico método de las tensiones admisibles al del
método de resistencia última o de rotura. Para entender el avance en el estudio de la cargas
en el artículo “Aplicaciones” incluimos ejemplos.

6.2. Método clásico de las tensiones admisibles.


A mediados del siglo XIX se comienza a utilizar una de las fórmulas más conocidas
del cálculo estructural; su belleza reside en su sencillez. Con solo tres términos domina
todos los parámetros de una viga en flexión.
𝑀 = 𝜎𝑎𝑑𝑚 𝑊
(2.4)
 M: el momento flector que producen las cargas externas. Se utilizan las car-
gas brutas con su intensidad real, la forma (concentrada o repartida) y la
posición que ocupan en el largo de la viga.
 ζadm: la tensión admisible o la capacidad resistente del material con valores
muy por debajo de la tensión de rotura o última del material.
 W: relaciona los lados de la sección, la forma (W = bh2/6) que es variable
directa de la resistencia de la viga.
Creemos que fue y es aún la expresión matemática más usada a largo de siglo y me-
dio. Luego, a mediados del siglo XX surge de manera lenta otra manera de calcular porque

28
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

los materiales son más confiables y la incertidumbre se ubica en las cargas; es el método de
rotura.

6.3. Método de las tensiones últimas o de rotura.


General.
Desde la década del 1960 en forma pausada y continua se cambian los métodos de
cálculo. Hasta esa fecha se utilizaba el método de las tensiones admisibles (cargas brutas y
tensiones netas) definido en los párrafos anteriores.
Con el avance de la tecnología de los materiales se logra buena uniformidad en las
estadísticas de las tensiones de rotura, entonces hay confiabilidad en sus valores y son utili-
zadas en las fórmulas de dimensionado. Pero la incertidumbre se traslada a las cargas que
deben responder a un análisis cuidadoso para transformarlas en cargas de diseño.
Esta cuestión histórica del cambio de los métodos de cálculo es necesario reflexio-
narlo con mayor detenimiento. El hombre y en especial los proyectistas o calculistas de
estructuras están sometidos a la inercia de la costumbre que generan algunas ciencias, en
especial las de la ingeniería. Antes, las tensiones admisibles netas se obtenían mediante un
factor reductor de resistencia. Por ejemplo si la viga es un perfil doble te de hierro común,
ingresaba a fluencia en los 2.400 daN/cm2, pero en el cálculo se utilizaba 1.400 daN/cm2, el
factor de seguridad resultaba 1,75 ≈2400 / 1400.
Pero en el método nuevo de rotura diseñamos la pieza a la resistencia última (2.400
daN/cm2) y nos queda las responsabilidad de "diseñar" el coeficiente de seguridad que
aplicaremos a las cargas en función del cuidado, control y exigencias tanto en el proyecto
como en la ejecución de la obra. Es decir, que el nuevo método de cálculo incorpora un área
que antes no existía: el diseño de las cargas. Cuestión que en la actualidad no es aplicable
dentro del diseño estructural y menos aún enseñado en las escuelas de ingeniería o arquitec-
tura.
Factorización de las cargas.
Los reglamentos de construcciones que diseñan por el método de rotura, aparece la
ecuación que separa las resistencias de los materiales de las cargas, lo hace mediante facto-
res de seguridad es la que se emplea en la actualidad:
𝜙𝑆 ≥ 𝑈 = 𝛾1 𝐷 + 𝛾2 𝐿
↑ ↑
Resistencias Cargas o solicitaciones
(2.5)
S: Resistencia de la estructura.
U: Solicitaciones externas. Suma de las diferentes cargas.
D: Cargas permanentes o muertas.
L: Sobrecargas o cargas vivas.
ø: Factor reducción de resistencia.
γ: Factor de aumento de cargas.

Los factores “ø” son de reducción de las resistencias (en flexión ø = 0,90), mientras
que los “γ” son coeficientes de aumento de cada una de las cargas que actúen. El valor de
estos últimos se acrecientan con el aumento de la incertidumbre. Esta ecuación se impone
en la mayoría de los reglamentos de uso internacional.

7. Aplicaciones.
En estas aplicaciones estudiamos la manera que fueron interpretadas las cargas a lo
largo de la historia. No es posible separar, aislar las cargas de las ciencias que las analiza,
por eso veremos los acontecimientos de ambas en el transcurso del tiempo, de los siglos.

7.1. Planilla comparativa.

29
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

El problema:
Esquematizar mediante una planilla la diferencia entre los métodos de cálculo admi-
sible y los de rotura.
Solución:
La planilla es en extremo simple: dos columnas con las variables tensiones y cargas.

Método de las tensiones admisibles. Método de las tensiones últimas

Tensión: → se utiliza la tensión admisible. Tensión: → se utiliza la tensión de rotura.

Cargas o solicitaciones: → se utilizan las Cargas o solicitaciones: → se utilizan las


cargas brutas, sin factores de mayoración. cargas netas mediante factores de mayora-
ción.
Conclusiones:
Vemos que las maniobras entre cargas y tensiones “brutas” y “netas” se invierten de
un procedimiento a otro.

7.2. Métodos de cálculo: del clásico al de rotura.


El problema:
Analizar las diferencias entre el método de cálculo de las tensiones admisibles
(clásico) y el de la resistencia última (rotura) y establecer el cambio de enfoque en los
parámetros del procedimiento.
Datos:
Viga de un tramo con apoyos simples con carga repartida (Figura 2.11).

Figura 2.11
Material: Perfil de hierro IPN.
Tensión de fluencia del acero (bruta): 2.400 daN/cm2
Tensión admisible (neta): ≈ 1500 daN/cm2 → factor: 2400/1500 ≈ 1,6
Del análisis de cargas brutas resultan:
Permanentes: D = 300 daN/m
Sobrecargas: L = 200 daN/m
Carga total: D + L = 500 daN/m
Longitud de viga metálica: 6,00 metros (a eje de columnas).

7.3. Método de las tensiones admisibles (clásico).


Datos:
Carga bruta: D + L = 500 daN/m
Flector máximo externo: Me = 2.250 daNm
Dimensionado:
W necesario: Wnec = 2.250 . 100 / 1500 = 150 cm3
De tabla de perfiles: IPN → adoptamos: IPN 180 (W = 161 cm3)

30
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

7.4. Método de la resistencia última (rotura).


Datos:
Cargas netas (control regular a pobre):
U = γ1D + γ2L = 1,4 . 300 + 1,7 . 200 = 760 daN/m
Longitud de viga metálica: 6,00 metros.
Flector:
Flector máximo: Me = 3.420 daNm
Tensión de rotura por fluencia: 2.400 daN/cm2.
Dimensionado:
W necesario: Wnec= 3.420 . 100 / 2.400 = 143 cm3
Valor menor pero cercano al obtenido por el método de las tensiones admisibles.
De tabla de perfiles IPN → adoptamos: IPN 180 (W = 161 cm3)

Resumen.
Los resultados son similares, pero en el método de resistencia última (rotura) se co-
noce con precisión la tensión de fluencia del acero del perfil IPN y nos obliga a estudiar las
cargas L (vivas) separadas de las D (muertas) y en función del grado de incertidumbre de
cada una aplicar los coeficientes γ1 y γ2.
En la imagen (Figura 2.12) el eje vertical indica las cargas (daN/m2) y las tensiones
(daN/cm2) y comparamos.

Figura 2.12
Vemos que la relación entre un método y otro es una cuestión de “escala” porque
existe proporcionalidad entre una figura y otra.
 Método de tensiones últimas: Relación entre cargas netas y brutas: 760 / 500 ≈ 1,52
 Método de tensiones admisibles: Relación entre tensión de fluencia y admisible: 2400 /
1500 ≈ 1,6.
Los valores son muy similares, pero el método de cálculo a rotura nos entrega mayor
confiabilidad porque las cargas son estudiadas de manera rigurosa, cuestión que no sucede
en el método de tensiones admisibles.

7.5. Leonardo da Vinci: ensayo a rotura de un alambre de hierro.


El problema.
Desea conocer la resistencia a tracción de un alambre de hierro común. En sus dibu-
jos indica la "máquina" de ensayo (Figura 2.13).
Análisis.

31
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Suponemos que Leonardo ensayó un alambre de hierro de diámetro 2 mm (0,2 cm) y


determina la carga de rotura. El hierro común ingresa en fluencia a los ≈ 2.400 daN/cm2. La
carga para la rotura será:
Sección de la barra de ensayo: 0,0314 cm2.
𝑑𝑎𝑁
𝑃 = 2400 ∙ 0,0314 𝑐𝑚2 ≈ 75 𝑑𝑎𝑁
𝑐𝑚2
No existen pruebas que este ensayo lo haya llevado a la práctica Leonardo.
El ensayo.
De la viga de techo cuelga la tolva llena de arena seca que es descargada con control
de válvula en el canasto de carga. El alambre de ensayo sostiene el canasto de carga, que a
una determinada carga rompe al alambre. El canasto de carga cae en el recipiente de segu-
ridad y luego se pesa la arena empleada para la rotura.

Figura 2.13
Para interpretar la inspiración y el ingenio del sistema debemos trasladarlo al pasado
de cinco siglos atrás, este dispositivo en ésa época resultaba difícil de entender y un miste-
rio para la razón.
Conclusión:
Para alcanzar la rotura del alambre fue necesario llenar la cuba de carga con 75 daN
de arena seca. En la historia de las ciencias de la construcción es el primer esquema que
trata de la relación entre la carga y la resistencia (entre la acción y la reacción).

7.6. Leonardo da Vinci: reflexiones sobre las cargas en vigas.


El problema.
Analiza cinco combinaciones diferentes de vigas con cargas, además de la posición
de la carga y en cada caso desea averiguar alguna de las tres cuestiones:
 Intensidad de carga.
 Posición de carga.
 Curvatura de la viga (elástica).
En el esquema que sigue pretendemos imaginar el pensamiento de Leonardo al plan-
tear cada una de sus “me pregunto…” (Figura 5.14). Creemos que el estudio solo alcanzó al
nivel de los esquemas, no hay antecedentes que haya realizado los ensayos.

32
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Figura 2.14
La historia analiza o investiga los hechos del pasado. Esto que desarrollamos ahora
no es una parte de la historia de Leonardo, es la emoción o el sentimiento de conocer su
pensamiento que nos asombra. En el estudio surge un mandato de más quinientos años atrás
donde nos pide que verifiquemos sus dudas, sus preguntas.
Es necesario tener en cuenta las diferencias entre curvatura y flecha. En nuestra apli-
cación utilizaremos las expresiones matemáticas que nos entregan solo el valor de la flecha.
Datos.
Hacemos un estudio de cada uno de los casos que plantea Leonardo con una viga de
madera que suponemos de sección cuadrada de lados 15 cm y longitud total 400 cm.
Datos: l = 400 cm E = 100.000 daN/cm2
Sección de viga: cuadrada con lados: a = b = 15 cm
Inercia I: ≈ 4.200 cm4
Mostramos el esquema de viga (Figura 2.15) que utilizaremos en el análisis. Las po-
siciones de las cargas y las flechas las estudiamos en las distancias l/2, l/4 y l/8.

Figura 2.15

Caso 1: Curvatura constante.


Escribe Leonardo:
"Deseo colgar un peso en distintas partes de la viga y
que al cambiar de sitio, la viga conserve la misma cur-
vatura".
(Figura 2.16)
Desea conocer la magnitud de la carga para cada una de las posiciones que adopta,
pero debe ser constante la curvatura. Variables: la carga y su posición. Adoptamos como
constante la flecha para una carga de 1.000 daN ubicada en el medio de la viga.

33
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Figura 2.16
Aplicamos la expresión:
𝑃 𝑎2 𝑏 2
𝑓=
3𝐸𝐼 𝑙
(2.6)
Posición de la carga → l/2
Intensidad de carga: 1.000 daN
Flecha para a = b = 200 cm:
1000 2002 2002
𝑓= = 3,16 𝑐𝑚
3 ∙ 100000 ∙ 4200 400
Con esta flecha como dato despejamos los valores de “P” para las diferentes posi-
ciones de la carga.
Posición de la carga → l/4
Carga para a = 100 y b = 300
3 ∙ 𝑓 ∙ 𝐸 ∙ 𝐼 ∙ 𝑙 3 ∙ 3,16 ∙ 100000 ∙ 4200 ∙ 400
𝑃= = ≈ 1780 𝑑𝑎𝑁
𝑎2 𝑏 2 1002 3002

Posición de la carga → l/8


Carga para a = 0,50 y b = 3,50
3 ∙ 𝑓 ∙ 𝐸 ∙ 𝐼 ∙ 𝑙 3 ∙ 3,16 ∙ 100000 ∙ 4200 ∙ 400
𝑃= = ≈ 5.200 𝑑𝑎𝑁
𝑎2 𝑏 2 502 3502
La gráfica (Figura 2.17) nos entrega la intensidad de la carga en función de su posi-
ción sobre la viga.

Figura 2.17
Relación de cargas con flechas:
Para l/2 P = 1.000 daN → f = 3,16 cm relación de cargas: 1,00
Para l/4 P = 1.780 daN → f = 3,16 cm relación de cargas: 1,78
Para l/8 P = 5.200 daN → f = 3,16 cm relación de cargas: 5,20

34
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Conclusión:
Aquí aparece una singularidad; para mantener la flecha constante en las diferentes
posiciones, las cargas aumentan de manera exponencial tal como se muestra en la figura
2.17. Esto se explica al observar la expresión anterior, donde la única variación que se pro-
duce es en el denominador; el producto de los cuadrados de “a” y “b”, ese valor es máximo
en el medio de la viga y allí será mínima la carga.

Caso 2: Carga constante y distintas posiciones.


Escribe Leonardo:
"Deseo colgar un mismo peso en distintas partes de la
viga y observar la diferencia de curvatura".
(Figura 2.18)
En este caso solo varía la posición de la carga, su intensidad será constante. Desea
conocer las diferentes elásticas con una carga constante pero ubicada en diferentes posicio-
nes.

Figura 2.18
Analizamos la viga de cuatro metros y a la carga la colocamos en las siguientes po-
siciones:
En el centro: l/2
En el cuarto de luz: l/4.
En el octavo de luz: l/8
Peso constante: P = 1.000 daN

Flecha en el centro(l/2):
1000 2002 2002
𝑓= = 3,16 𝑐𝑚
3 ∙ 100000 ∙ 4200 400

Flecha en el cuarto de luz(l/4):


1000 1002 3002
𝑓= = 1,78 𝑐𝑚
3 ∙ 100000 ∙ 4200 400

Flecha en el octavo de luz(l/8):


1000 502 3502
𝑓= = 0,60 𝑐𝑚
3 ∙ 100000 ∙ 4200 400

En la gráfica (Figura 2.19): eje “xx” → flechas, en el eje “yy” → posición de carga.

35
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Figura 2.19
Conclusiones.
Vemos que al aproximarse la carga al apoyo la flecha tiende a cero. En este caso el
numerador de la expresión es el producto de los cuadrados; es máximo y en el medio de la
viga y mínimo en los octavos.
Caso 3: Posición constante, curvatura y carga variable.
Escribe Leonardo:
"Deseo colgar varios pesos en el centro de la viga. Ca-
da carga será el doble de la anterior"
(Figura 2.20)
En este caso debe ser constante la posición de la carga. Variables la carga y la flecha
de la viga.
Recordemos que la primera pregunta de Leonardo fue la de mantener la misma cur-
vatura para diferentes posiciones de cargas e intensidad. La segunda pregunta fue mantener
la carga constante en diferentes posiciones y observar la curvatura. Ahora mantiene fija la
posición y hace variar la intensidad de la carga.

Figura 2.20
𝑃𝑙 3
𝑓=
48𝐸𝐼
(2.7)
Posición en el medio de la viga.
Peso constante inicial: P = 1.000 daN
1000 ∙ 4003
𝑓1 = = 3,16 𝑐𝑚
48 ∙ 100000 ∙ 4200
En este caso la flecha es función directa de la carga "P", entonces se duplica la carga
para cada posición:
Para P = 1.000 daN → f1 = 3,16 cm
Para P = 2.000 daN → f2 = 6,32 cm
Para P = 4.000 daN → f3 = 12,64 cm
En la gráfica (Figura 2.21): eje “xx” → flechas. En el eje “yy” → carga.

36
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Figura 2.21
Pero en este caso existe un límite: la tensión de rotura del material. La sección cua-
drada de lados 15 cm tiene un W = 562,5 cm3.
Para P = 1.000 daN → σ1 = M/W ≈ 180 daN/cm2 (al límite de la admisible).
Para P = 2.000 daN → σ1 = M/W ≈ 360 daN/cm2 (rotura).
Para P = 4.000 daN → σ1 = M/W ≈ 700 daN/cm2 (inadmisible).
Esta cuestión de la tensión no lo plantea Leonardo, solo se pregunta de la relación
entre las cargas y la elástica o flecha.
Conclusión.
La flecha aumenta de manera lineal con la carga hasta llegar a la rotura de la pieza
en flexión. En algunos materiales como el hierro o el hormigón armado, antes de la rotura
se presenta una rótula plástica.
Caso 4: Carga constante y variable de escala.
Escribe Leonardo:
"Me pregunto si una viga de cuatro codos se doblará
igual a la de un codo con la misma carga".
(Figura 2.22)
En este caso ingresa a estudiar la influencia del tamaño en la relación de cargas con
deformación. El codo era una medida antigua de longitud. En nuestra aplicación utilizamos
el metro y comparamos la viga de cuatro metros con una de un metro. En el escrito no lo
aclara, pero en el dibujo indica que los lados de la sección de la viga corta es también una
cuarta parte de los lados de la larga con esto último también ingresa al estudio de la forma.

Figura 2.22

37
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Figura 2.23
Carga en ambas vigas al centro: 1.000 daN.
Viga larga:
Longitud: 4,00 metros.
Sección: 4 . 15 cm . 15 cm = 900 cm2
Módulo resistente como vigas separadas: 2250 cm3
Inercia como vigas separadas: ≈ 16.900 cm4
Inercia como viga maciza: 67.500 cm4 (la sección maciza no la considera Leonardo)
Módulo resistente como viga maciza: 4.500 cm3

Viga corta:
Longitud: 1,00 metro.
Sección: 15 cm . 15 cm = 225 cm2
Módulo resistente como viga maciza: ≈ 560 cm3
Inercia como viga maciza: ≈ 4.200 cm4

Flecha de viga larga (Figura 2.23):


(Sección 900 cm2 en cuatro partes separadas): Utilizamos la expresión 2.6.
𝑃𝑙 3
𝑓=
48𝐸𝐼

1000 ∙ 4003
𝑓1 = = 0,80 𝑐𝑚
48 ∙ 100000 ∙ 16900
Flecha de viga corta:
(Sección 225 cm2):
1000 ∙ 1003
𝑓1 = ≈ 0,05 𝑐𝑚
48 ∙ 100000 ∙ 4200
En la gráfica (Figura 2.24): eje “xx” → flechas, en el eje “yy” → tamaño.

Figura 2.24
La flecha es 16 veces menor que la grande, esto porque es función cúbica de las lon-
gitudes de las vigas.
Conclusión:

38
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Leonardo interpreta que cuatro vigas juntas posee la misma resistencia que una ma-
ciza de iguales dimensiones. Su error es no considerar los esfuerzos tangenciales (corte) en
la maciza total, la flecha para esta viga maciza:
1000 ∙ 4003
𝑓1 = = 0,20 𝑐𝑚
48 ∙ 100000 ∙ 67500
Vemos que la viga maciza posee una flecha cuatro veces menor que las separadas;
esto es el efecto de forma y tamaño. Existe una particularidad en cuanto a las tensiones de
trabajo (esto no lo escribió Leonardo); la tensión de trabajo en flexión de la viga grande es
la misma que la de la viga reducida (σ ≈ 45 daN/cm2).
Caso 5: Sección y curvatura constante, carga y longitud variables.
Escribe Leonardo:
"Tomaré tres vigas del mismo espesor, cada una do-
blará a la otra en longitud. Colgaré en cada una el pe-
so necesario para que la flecha sea igual en todas".
(Figura 2.25)
En este caso ingresa a estudiar la influencia del tamaño en la relación de cargas con
deformación (mantiene constante la forma). Quiere saber la carga necesaria para que tres
vigas de la misma sección tenga igual flecha, pero con longitudes diferentes.

Figura 2.25
Las longitudes de las vigas son múltiplos de dos:
V1: Viga grande, longitud 4,00 metros.
V2: Viga media, longitud 2,00 metros.
V3: Viga chica, longitud 1,00 metros.
Sección: 15 . 15 = 225 cm2.
Inercia (sección maciza): 4.200 cm4
Flecha de la V1 (viga grande l = 400 cm):
Carga de 1.000 daN:
Utilizamos la expresión 2.6.
𝑃𝑙 3
𝑓=
48𝐸𝐼
1000 ∙ 4003
𝑓1 = = 3,16 𝑐𝑚
48 ∙ 100000 ∙ 4200
Esta flecha la mantenemos constante y en la fórmula despejamos la carga:
Carga para la viga V2media (l = 200 cm) con flecha igual a 3,16 cm.
48 ∙ 𝑓 ∙ 𝐸 ∙ 𝐼
𝑃=
𝑙3
(2.8)
48 ∙ 3,16 ∙ 100000 ∙ 4200
𝑃= = 8.000 𝑑𝑎𝑁
2003
Carga para la viga V3reducida (l = 100 cm) con flecha igual a 3,16 cm.
48 ∙ 3,16 ∙ 100000 ∙ 4200
𝑃= = 64.000 𝑑𝑎𝑁
1003
Carga V1: 1.000 daN

39
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Carga V2: 8.000 daN


Carga V3: 64.000 daN
En la gráfica (Figura 2.26): eje “xx” → distancia, en el eje “yy” → carga .1000.

Figura 2.26
Conclusión:
Vemos que la viga más chica tiene una relación de tamaño de cuatro respecto de la
más grande, pero la carga que soporta tiene una relación de 64 (la capacidad de carga se
reduce en relación inversa a la potencia cúbica de su longitud).

40
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

3
Instituciones y Reglamentos.
8. Objetivos.
En este capítulo hacemos una descripción de las instituciones que dieron origen a los
reglamentos, en especial a los que tratan de las cargas.

9. Introducción y método de tensiones admisibles.


En la Argentina los reglamentos de diseño de las cargas y acciones sobre los edifi-
cios fueron redactados a mediados del siglo pasado. Algunos de ellos aprobados por la
Secretaría de Obras Públicas de la Nación, recién en el 2013.
La ausencia de reglamentos sobre cargas en décadas anteriores es posible justificarla
desde el análisis de los métodos de cálculo y dimensionado; a mediados del siglo XX para
las estructuras de hormigón armado y también para las de acero se comienzan a adoptar los
métodos de rotura (diseño a resistencia última) y se abandonan los métodos de las tensiones
admisibles. Con este cambio se impone un estudio riguroso de las cargas que deben ser
afectadas por coeficientes de seguridad (cargas netas) según las incertidumbres propias de
cada acción o carga, así como el estudio de los grados de control que realizará el proyectista
en el diseño estructural, cálculo y ejecución de obra.
En otras disciplinas (suelo, maderas) aún perdura el antiguo método de la tensión
admisible. En estos métodos las cargas son utilizadas sin coeficiente de seguridad alguno
(cargas crudas), esto es debido a que es la resistencia del material quien resulta afectado por
coeficientes de reducción.

10. Los Reglamentos y los Institutos.


10.1. Internacionales.
En los países europeos se utilizan los Eurocódigos Estructurales redactados por el
Consejo Europeo de Normativas (CEN) que tienen por objetivo unificar los criterios y
reglamentos de los diversos países. En la actualidad se compone de 9 (nueve) reglamentos y
el “Eurocódigo 1” estudia las acciones sobre las estructuras.
En los EEUU existen dos principales normas, una de ellas es el IBC (International
Building Code que en la secciones 1605 al 1613 analiza las cargas sobre los edificios.
También lo hace el ASCE (American Society of Civil Engineers) en la sección 7 (siete).

10.2. Argentinos.
Los reglamentos vigentes en la Argentina fueron elaborados por diferentes entidades
que luego de un largo período de consultas y estudios, lograron constituir un cuerpo regla-
mentario. Los organismos que actuaron para la preparación de la actual reglamentaria son:

Inti:
Instituto Nacional de tecnología industrial.

Inpres:
Instituto Nacional de prevención sísmica.

Cirsoc:

41
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Centro de investigación de los reglamentos nacionales de seguridad para las


obras civiles. La evolución y la historia de la reglamentaria argentina es posible leer-
la y estudiarla en el portal:
www.inti.gov.ar/cirsoc
En el marco de informes generales “Breve reseña histórica”. El Cirsoc, utiliza
un nomenclador para distinguir cada una de las áreas o series de estudio.

11. Áreas.
Las áreas se corresponden con cada uno de los materiales de construcción y además
con el estudio de las cargas. En el año 2013 entran en vigencia a nivel nacional varios Re-
glamentos sobre la construcción de edificios. Los correspondientes al área 100 del Cirsoc,
se refieren al diseño y cálculo de las cargas. El detalle y el tema en resumen que tratan cada
una de las áreas se indican en la tabla que sigue (Figura 3.1):

Área Designación
100 Cargas y acciones
200 Estructuras de hormigón armado.
300 Estructuras de acero.
400 Fundaciones.
500 Mampostería.
600 Estructuras de madera.
700 Estructuras de aluminio.
Figura 3.1
Las áreas destacadas con letra cursiva aún no han entrado en vigencia. El resto fue-
ron aprobados por Resolución N° 247/2012, publicada en el Boletín Oficial del 4 de Julio
de 2012 que entraron en uso legal a partir del 1 de enero de 2013.

12. Series.
Cada una de las áreas indicadas en la tabla anterior, contienen los diferentes regla-
mentos según el tipo de cargas y de material utilizado para las estructuras.

Series del área 100.


El detalle y el tema en resumen que tratan cada uno de los Reglamentos del área
100, se indican en la tabla que sigue (Figura 3.2):

Reglamento Cargas o acciones que analiza


Cirsoc 101 Cargas permanentes y sobrecargas.
Cirsoc 102 Acción del viento.
Cirsoc 103 Acción del sismo.
Cirsoc 104 Nieve, hielo.
Cirsoc 105 Superposición de acciones.
Cirsoc 106 Coeficientes de seguridad.
Cirsoc 107 Acción térmica climática.
Cirsoc 108 Carga de construcción.
Figura 3.2
Los escritos con letra cursiva aún no fueron aprobados por la Secretaría de Obras
Públicas de la Nación.

Series del área 200.

42
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Son los reglamentos, comentarios, recomendaciones y guías que tratan sobre el dise-
ño y cálculo de las estructuras de hormigón armado (Figura 3.3).
Reglamento Cargas o acciones que analiza
Cirsoc 201 Hormigón Armado y pretensado.
Cirsoc 202 Hormigón liviano.
Cirsoc 204 Hormigón pretensado.
Figura 3.3

Series del área 300.


Corresponden a las estructuras de acero (Figura 3.4).
Reglamento Cargas o acciones que analiza
Cirsoc 301 Estructuras de acero.
Cirsoc 302 Métodos simplificados.
Cirsoc 303 Estructuras livianas.
Cirsoc 304 Estructuras soldadas.
Cirsoc 305 Bulones, recomendaciones.
Cirsoc 306 Antenas.
Cirsoc 308 Acero sección circular.
Figura 3.4

Series del área 400.


Corresponden al “Reglamento Argentino de Estudios Geotécnicos” del año 2015.

Series del área 500.


Se compone del Cirsoc 501 “Reglamento Argentino de Estructuras de Mampostería”
y el Cirsoc 501 E “Reglamento Empírico para Construcciones de Mampostería de Bajo
Compromiso Estructural”.

Series del área 600.


Corresponde al “Reglamento Argentino de Estructuras de Madera” y el “Manual de
Aplicación de los Criterios de Diseño en Estructuras de Madera”.

Series del área 700.


Contiene el “Reglamento Argentino de Estructuras de Aluminio” además del “Re-
glamento Argentino para la Soldadura de Estructuras de Aluminio.

Series del área 800.


Es el “Reglamento Argentino de para el Diseño de Puentes Carreteros” que se en-
cuentra en discusión pública.

13. El Cirsoc 101.


13.1. General.
A fines de los años 70 se crea el CIRSOC (Centro de Investigación de los Regla-
mentos Nacionales de Seguridad para las Obras Civiles), el objetivo de la creación del
INTI-CIRSOC fue delegar en él, como organismo técnico:
“…el estudio, desarrollo, actualización y difusión de los reglamentos nacionales de
seguridad para las construcciones civiles”.
Al principio, las normativas en Argentina tenían como base las normas DIN alema-
nas. Esto debido a influencia de la bibliografía de origen alemán. Más adelante, para los
Reglamentos sobre Acciones, se adoptaron como antecedentes las normas IRAM que ya se
encontraban en desarrollo y la norma francesa NV 65. En el caso de la nieve se debió des-
arrollar un estudio especial a nivel nacional para desarrollar el primer mapa de cargas de

43
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

nieve. En el año 2005 se redacta el “Reglamento Argentino de cargas permanentes y sobre-


cargas mínimas de diseño para edificios y otras estructuras” (R 101). Las tapas del regla-
mento y los comentarios se muestran en la figura 3.5.

Figura 3.5
El R 101 tiene una ampliación de “Comentarios al Reglamento Argentino de Cargas
Permanentes y Sobrecargas Mínimas de Diseño para Edificios y otras Estructuras” (Figura
3.6),

13.2. Contenido del Reglamento Cirsoc 101.


Para comprender al Cirsoc 101 es necesario conocer su contenido. Lo hacemos co-
piando su índice general y agregando algunos breves comentarios.

Capítulo 1: Requisitos generales.


El reglamento indica los valores mínimos de cargas para el cálculo. Son nominales,
es decir aproximados, no surgidos de un cálculo determinista.
El campo de validez abarca todo el territorio de la República Argentina. El párrafo
siguiente se lo debe tener en cuenta “Para los casos de carga no previstos en el presente
Reglamento, o cuando las intensidades mínimas establecidas puedan superarse, se deberá
efectuar la determinación y justificación de la carga y sobrecarga adoptadas”. Con esto
libera al proyectista a realizar sus propios análisis.
Capítulo 2: Definiciones.
Se indica la terminología a emplear en los estudios y su significado.
Capítulo 3: Cargas permanentes.
Solo aparecen algunas definiciones y las tablas de densidades por unidad de volu-
men (kN/m3) y otras por unidad de superficie (kN/m2) de los materiales que se utilizan en la
construcción de los edificios.
Desde la fecha de redacción del reglamento hasta la actualidad han surgido nuevos
materiales que no figuran en las tablas. Es necesario advertir que en todos los casos deben
realizarse controles para establecer las cargas permanentes, las tablas nos servirán solo
como guía de las maniobras de revisión.

44
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Cualquier error que se cometa en su estimación afecta a todo el sistema estructural.


Estas cargas no son tan permanentes y tampoco tan “muertas” porque durante el período de
tareas que van desde el proyecto hasta la finalización de obra pueden existir cambios de
materiales y de espesores de las distintas partes del edificio.
Capítulo 4: Sobrecargas de diseño.
Presenta la normativa para el análisis de las cargas generadas por los usuarios que
pueden ser distribuidas o concentradas. Contiene los valores mínimos a utilizar para el
cálculo estructural, pero advierte la necesidad de realizar investigaciones (cargas de inspec-
ción) en situaciones de incertidumbre.
La sección más interesante de este capítulo es el método a emplear para la reducción
de las sobrecargas de viviendas en edificios en altura. Permite la reducción de las sobrecar-
gas por el fenómeno natural de no simultaneidad máxima en todas las unidades y además
por la relación que existe entre superficie disponible y la distancia entre personas y mue-
bles.
También la manera de calcular las acciones sobre pasamanos en escaleras y sistema
de barreras para vehículos. Maquinarias, tribunas, estadios, ascensores y montacargas. Por
último establece las sobrecargas para cubiertas planas horizontales o con pendientes y cur-
vas. También para balcones, fábricas y talleres.
Anexo I: Cargas de lluvia.
Incorpora el anexo “Cargas de lluvias” donde indica la simbología, los tipos de de-
sagües de cubiertas y la manera de calcular las cargas de agua provocadas por las lluvias.

14. Reseña histórica de los reglamentos en general.


En el año 1978 la Secretaría de Obras Públicas de la Nación decide la creación del
Cirsoc para la elaboración, programación, ejecución y control de la política nacional en
materia de obras civiles mediante normativas y reglamentos.
En la página web www.inti.gob.ar se encuentra el documento “Breve reseña históri-
ca” que nos informa sobre los sucesos de la reglamentación en la Argentina desde princi-
pios del siglo XX hasta nuestros días. Es un interesante escrito para comprender el esfuerzo
realizado para llegar al estado actual de los códigos de construcción.

45
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

4
Acción y reacción.
1. Conceptos.
1.1. Significados.
En muchos casos resulta difícil distinguir las acciones de las reacciones en-
tre las piezas estructurales o entre el edificio liviano y el suelo. Comenzaremos
desde el principio analizando las definiciones indicadas en los diccionarios:
 Acción: Hecho, acto u operación que implica actividad, movimiento o cambio.
 Reacción: Acción que resiste o se opone a otra acción actuando en sentido
contrario.
La variable principal en ambos casos es el “movimiento”; la acción que lo
provoca y la reacción que trata de impedirlo. Desplazar, mover la mesa del escrito-
rio requiere una acción pero la fricción o reacción entre las patas y el piso lo difi-
cultan. Si la acción es superior a la reacción la mesa se mueve, pero en caso contra-
rio es necesario aumentar la acción, pedir ayuda a otros para empujarla.
1.2. Las ciencias.
Para establecer el origen de las fuerzas de acción o reacción es necesario de
varias ciencias.
Estática: Utiliza esquemas simplificados, que ignoran las propiedades ge-
ométricas y mecánicas del material, también idealiza los apoyos, tal como se mues-
tra en la Figura 4.1.

Figura 4.1
Las fuerzas se identifican mediante vectores "P" y "R" y la unidad es el
daN o kN.
Resistencia de los Materiales: Estudia los fenómenos dentro de la masa
de las piezas estructurales, desde la relación de carga y superficie: tensión
(daN/cm2). En la Figura 4.2 vemos dos formas de representar las cargas y los es-
fuerzos:

46
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Figura 4.2
Mecánica de Fracturas: Le interesa la pieza con fisuras o fracturas. Hace
uso intenso de los intercambios de energía en la región de la fractura que es la fron-
tera de una acción respecto de una reacción.
Mecánica de suelos: Estudia los diferentes tipos de suelos; su composición
y en especial la manera que son modificados por la acción del agua (humedad) y
por las cargas (asentamientos). En suelos de arcillas expansivas los cambios del
contenido de humedad puede invertir la acción en reacción.
Química: La composición de la mayoría materiales de la construcción son
afectados por la acidez, alcalinidad, temperatura o humedad ambiental y provocan
reacciones químicas que en algunos casos son acciones; es el caso del cambio de
volumen de las piezas por variaciones térmicas.
1.3. Espacios.
Las acciones y las reacciones se pueden desarrollar en alguno de los si-
guientes espacios de manera individual o conjunta:
 Entre edificio total y el suelo, por ejemplo el caso de volcamiento ante una
acción sísmica.
 Entre piezas estructurales, es la acción de la viga sobre la reacción de la co-
lumna.
 Entre secciones internas de las piezas, son las tensiones o esfuerzos internos.
En cada uno de los casos se aplica un método de estudio en particular que
pertenece a alguna de las ciencias indicadas en el párrafo anterior.
1.4. Equilibrio.
Para la condición de equilibrio del sistema las reacciones internas (esfuer-
zos) deben ser mayores que las acciones externas (solicitaciones). Cuando se agota
la capacidad de resistencia de las reacciones internas (tensiones de rotura), sobre-
viene el colapso.
Recordemos la ecuación fundamental (2.5 del Capítulo 2) establecida por
los reglamentos:
𝜙𝑆𝑛 ≥ 𝑈 = 𝛾1 𝐷 + 𝛾2 𝐿
 El primer término es la resistencia ofrecida por las reacciones.
 El segundo y tercer término son las acciones provocadas por las
cargas.

47
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

γ: Coeficiente de seguridad establecido según el R 106 y utilizado como


factor de mayoración en las combinación de las cargas.
ϕ: Factor de reducción de la resistencia de la pieza en estudio.
D: Cargas muertas brutas.
L: Sobrecargas vivas brutas.
γ1 D: Cargas muertas netas.
γ2 L: Cargas vivas netas.
D + L: Combinación básica bruta en superposición de cargas.
γ1 D + γ2 L: Combinación básica neta en superposición de cargas.
U = γ1 D + γ2 L: Carga de diseño neta.
Sn: Resistencia requerida.
La ecuación superior es la condición donde las reacciones deben ser
superiores a las acciones. La podemos aplicar a todo el edificio como entidad
global o a cada una de las piezas que lo componen.

2. Desde las leyes de la física.


Desde la física, la acción y la reacción son interpretadas por la tercera ley
de Newton:
Si el cuerpo A ejerce una fuerza sobre el cuerpo B (una acción),
entonces, B ejerce sobre A (una reacción). Estas dos fuerzas tienen la
misma magnitud pero dirección opuesta, y actúan sobre diferentes cuer-
pos.
𝐹 𝐴 𝑠𝑜𝑏𝑟𝑒 𝐵 = − 𝐹 𝐵 𝑠𝑜𝑏𝑟𝑒 𝐴

Figura 4.3
La física de la Estática representa a los cuerpos A y B (Figura 4.3) median-
te un punto que se ubica en su baricentro. No le interesa la forma, el tamaño o la
distancia. El cuerpo A puede ser una naranja y el cuerpo B el planeta Tierra. Ambos
se atraen.

3. Los planos de las fronteras entre piezas estructurales.


Existen infinitas fronteras o secciones en los sistemas estructurales, cada
una de ellas separa una acción de la reacción. Estudiamos tres piezas característi-
cas: columna, tensor y viga (Figura 4.4).
3.1. Columnas en compresión.
Elegimos las secciones "1-1" y la "2-2" para el estudio. El cuerpo por arri-
ba de la sección "1-1" acciona con A1; carga de las vigas y columnas superiores,
por debajo de la sección "1-1" la columna reacciona con R1. El mismo análisis se
puede realizar en la sección "2-2", allí es la columna que acciona y el nudo reac-
ciona. Hemos analizado solo las fuerzas representadas por vectores que son las

48
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

externas en la región de la sección de estudio. Vimos que otra forma es estudiarlas


desde las reacciones internas, desde las tensiones de trabajo. Estas consideraciones
se utilizan en la teoría, pero en la realidad existen tantas fronteras como secciones
poseen las piezas en estudio.

Figura 4.4
En las piezas estructurales se debe tener en cuenta su peso propio por arri-
ba de la sección en estudio.
3.2. Sistemas en tracción.
En sistemas de tracción podemos utilizar el tensor que evita los desplaza-
mientos horizontales de los puntales o cordones superiores de una cabriada (Figura
4.5).

Figura 4.5
También en este caso el estudio se los puede realizar en cualquier sección
del tensor; dos fuerzas iguales y opuestas que se equilibran a través de la resisten-
cia del material. En estas piezas horizontales, el peso propio solo actúa en la
flexión o elástica del tensor. Los esfuerzos internos son de otro tipo; flexo tracción.
En la teoría para el cálculo estructural es costumbre ubicar las fronteras en
el cambio de una pieza con otra, por ejemplo la viga con la columna, las bases con
el suelo, la unión del tensor con el puntal y otras.

4. Acciones reacciones de contacto y a distancia.


Las cargas de acción y reacción pueden ser de contacto o a distancia. En el
sistema de una masa colgada por un cable, actúan los siguientes elementos: la viga

49
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

soporte, el cable en tracción, la masa y la tierra con su fuerza gravitatoria (Figura


4.6).

Figura 4.6
También el caso de un edificio en altura con el tanque de agua superior por
sobre la terraza. La reacción, las cargas opuestas que sostienen al tanque y su líqui-
do se lo puede establecer de dos formas:
 De contacto: entre el tanque y las vigas que lo soporta.
 A distancia: entre el tanque y el suelo
El tanque se encuentra en equilibrio porque existe un cuerpo intermedio
que lo sostiene: la estructura del edificio. Si quitamos el edificio la acción gravita-
toria no desaparece, pero el tanque se moverá en caída libre hasta chocar contra el
suelo (Figura 4.7). Este es un ejemplo obvio, pero que por lo cotidiano conviene
analizarlo.

Figura 4.7
Lo anterior podemos mostrarlo como una serie de vigas en pirámide
separadas por columnas extremas (Figura 4.8). La última viga de abajo, sostiene a
distancia la carga superior, la del extremo de la pirámide, mientras que por
contacto la carga de la viga superior inmediata.

50
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Figura 4.8
Vemos en detalle la sucesión de las acciones y reacciones en cada contacto
de vigas con las columnas (Figura 4.9).

Figura 4.9
En una corta distancia las acciones y las reacciones se invierten; a la
izquierda la columna reacciona sobre la viga, mientras que en el apoyo indirecto de
la derecha es la viga que reacciona sobre otra columna.

5. Las reacciones en función las formas y condición de


borde (CB).
5.1. General.
En este artículo analizamos la influencia de las condiciones de borde (CB)
de las vigas en la posición e intensidad de las reacciones.
5.2. Simetría.
La viga simple (Figura 4.10) tiene simetría de forma, carga y apoyos. En la
figura la viga más simple donde RA = RB.
𝑞𝑙
𝑅𝐴 = 𝑅𝐵 = 2
(4.1)

Figura 4.10
También son iguales las
reacciones en una viga con empo-
tramientos iguales en los extre-
mos (Figura 4.11).

Figura 4.11

51
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Hay simetría en una viga continua de dos tramos iguales (Figura 4.12). Pe-
ro las reacciones no cumplen con la condición de simetría. En esta viga existe un
flector negativo en el apoyo que cambia a las reacciones:

Figura 4.12
𝑞𝑙 𝑀
𝑅𝐴 = −
2 𝑙
𝑞𝑙 𝑀
𝑅𝐵 = 2 +
2 𝑙
(4.2)
El apoyo central sostiene las reacciones de las vigas de izquierda y derecha
aumentadas por el efecto del flector negativo.
En el caso de una viga continua de varios tramos iguales, en los centrales
donde los momentos negativos de apoyos son iguales o aproximados, las reaccio-
nes vuelven a igualarse.
5.3. Asimetría.
En los casos de sistemas sin ejes de simetría, tanto de cargas como de lon-
gitudes, las reacciones resultarán diferentes (Figura 4.13).

Figura 4.13
En la figura mostramos vigas con carga asimétrica vertical y en la otra la
misma carga pero inclinada. En el tipo de apoyo fijo, la reacción será inclinada y
de magnitud diferente al del otro apoyo.

6. Estática clásica, reglamento y rótulas.


6.1. General.
Destacamos las diferencias que se presentan en las reacciones según el
método de cálculo que se emplea para obtener las solicitaciones, veremos:
 Método clásico de la Estática.
 Método recomendado por reglamentos.
 Método de las rótulas.
Para el asombro; según el método empleado serán los valores de las reac-
ciones, con esto una vez más confirmamos que en la ingeniería estructural el signo
igual no existe; puede ser el “aproximado” o el “más o menos” que lo identifica-
mos con el símbolo “ ≈ ”.
6.2. Estática clásica.

52
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

General.
En vigas de un tramo con carga repartida los momentos flectores se esta-
blecen en función de las condiciones de borde “m”:
𝑞𝑙2
𝑀𝑓 =
𝑚
(4.3)
Desde la teoría clásica y simplificada los factores “m” según las condicio-
nes de borde (tipos de apoyos) son los que siguen:
Articulada articulada: mA = mB = ∞
Articulada empotrada: mA = ∞ mT = 14,22 mB = 8
Empotrada empotrada: mA= 12 mT = 24 mB= 12
En el primer y último caso las reacciones en los apoyos son iguales por si-
metría de condiciones de borde. Estos factores resultan de hipótesis ideales, en la
realidad existen otros efectos que modifican las reacciones.
Vigas isostáticas.
Dos vigas isostáticas iguales con todos los apoyos articulados (Figura 4.14)
el punto de inflexión de la elástica se encuentra sobre el apoyo central (cambio
brusco de la tangente a la elástica). Desde la teoría el momento flector en todos los
apoyos es nulo, pero como sabemos en la realidad no lo es, en especial con
estructuras de hormigón armado donde existe monolitismo entre losas, vigas y
columnas.

Figura 4.14
En este caso las reacciones de cada tramo tanto de izquierda como derecha
son iguales. En al apoyo central se suman las dos reacciones iguales del tramo de
izquierda y de derecha.
Viga continua.
El sistema es hiperestático y la estática lo resuelve con fuertes simplifica-
ciones. En los apoyos extremos articulación perfecta y en el centro empotramiento
total (Figura 4.15). Además de inercia, sección y material homogéneo y constante
en toda su longitud.

Figura 4.15
En estos casos teóricos e ideales la estática demuestra que los factores “m”
tienen los valores:
“mT” de tramo: 14,22
“mA” de apoyo central: 8

53
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

El momento de apoyo resulta muy superior al del tramo (≈ 80 %), situación


que no favorece a las vigas de hormigón armado que en general deben ser dimen-
sionadas como vigas placas en los tramos y rectangulares en los apoyos. En estos
casos el punto de inflexión teórico se ubica a una distancia “l1” en ambos lados del
apoyo central. Las reacciones de izquierda y derecha de cada tramo son diferentes.
El flector negativo de apoyos aumenta el valor de la reacción. Las reacciones dere-
cha e izquierda internas resultan ≈ 1,3 veces superior a las externas.
6.3. Factores “m” de reglamentos actuales.
General.
Los nuevos reglamentos de estructuras de hormigón armado se alejan de la
idealización anterior y aceptan condiciones intermedias al recomendar valores "m"
distintos al de la teoría clásica.
Tabla 8.3.3 del Cirsoc 201.
Transcribimos la Tabla 8.3.3 del Reglamento Cirsoc 201 Capítulo 8: se in-
dican los valores aproximados de los momentos y esfuerzos de corte en vigas y
losas continuas, con ellos podemos establecer las reacciones en los apoyos (Figura
4.16).

Figura 4.16

54
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Los Comentarios del Cirsoc 201 muestra de manera gráfica lo indicado en


la tabla anterior; los vemos en las figuras que siguen.
a) Vigas con más de dos tramos y extremos de vigas articulados (Figura
4.17).

Figura 4.17
b) Vigas con de dos tramos y extremos de vigas articulados (Figura 4.18).

Figura 4.18

c) Losas con luces ≤ 3 metros (Figura 4.19).


Debemos tener en cuenta que una distancia entre apoyos de ≤ 3,00 metros
para losas es muy reducida. En general el promedio de distancias es de unos 4,50
metros. En estos casos el factor "m" se aumenta en los apoyos y se reduce en los
tramos en un ≈ 20 %; con ello bajamos la rigidez de empotramiento en los extre-
mos.

Figura 4.19

Además los “m” de los apoyos de losas continuas dependen de la rigidez


torsional de las vigas. Con estas consideraciones alertamos sobre las diferencias el
cálculo de las solicitaciones entre vigas y losas; existe un efecto de tamaño y forma
que debe ser tenido en cuenta.

55
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

c) La rigidez de las columnas es ocho veces superior al de las vigas (Figura


4.20). Por ejemplo si la viga tuviera una sección de 25 cm . 60 cm, la columna de-
bería tener ≈ 50 cm . 100 cm. Esto se da en los niveles inferiores de un edificio en
altura.

Figura 4.20

6.4. Método de las rótulas, factores.


General.
El método de las “Rótulas” tiene similitud con el de “Biela Tensor” y tam-
bién con el método de “Punto Inflexión” porque en ellos es posible diseñar los
esfuerzos internos sin la utilización de los factores del método clásico o de los indi-
cados en reglamentos.
Viga continua de hormigón.
Es el método “Rótulas” y los otros, son apropiados para maniobrar valores
de los flectores, en especial en vigas de hormigón armado donde es conveniente
que el de tramo tenga un flector mayor que el de apoyos. En este método se busca
el punto de inflexión de la elástica (paso de flectores positivos a negativos) me-
diante el doblado de las barras de hierro dentro de las vigas. La viga de la figura
4.21 el punto de inflexión se ubica alejado del apoyo central, en este caso el flector
negativo del apoyo es mayor que el del tramo.

Figura 4.21
Si deseamos que el flector del tramo resulte mayor que el del apoyo, des-
plazamos el punto hacia el apoyo central reduciendo la longitud de las barras de
tracción en la parte superior del apoyo, según la figura 4.22.

Figura 4.22
Este método también se lo utiliza en vigas de hierro, la rótula en este caso
es una articulación que permite controlar los flectores de tramo y apoyos.

56
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Viga Gerber metálicas.


El fundamento es similar al caso anterior. En vigas metálicas, por ejemplo
las del tipo doble te (IPN) se construye una articulación a una distancia preestable-
cida de los apoyos; allí el flector será nulo. El flector de tramo (positivo) y de apo-
yo (negativo) se lo ajusta para que sean similares, esto porque los perfiles metálicos
poseen simetría de forma, tienen igual resistencia para los flectores positivos y
negativos.

Figura 4.23
En la figura 4.23 la imagen del detalle de articulación, allí se anula el flec-
tor pero se mantiene la resistencia al corte.

7. Acción y reacción desde la ecuación fundamental.


7.1. General.
El sistema de la estructura de un edificio podemos analizarlo desde las si-
guientes entidades:
a) Global del edificio.
b) Piezas a compresión (columnas y tensores).
c) Piezas a flexión y corte (vigas y losas).
Según el estudio estructural en estudio, las acciones y reacciones son de-
terminadas por procedimientos diferentes.
7.2. Global del edificio.
En la totalidad del edificio y su
estructura las acciones externas son las cargas
gravitatorias, la fuerza del viento y la
aceleración sísmica. La reacción gravitatoria
se sostiene con la reacción del suelo mientras
que las acciones horizontales de viento o
sismo con el momento estabilizante del
conjunto (Figura 4.24). En situación solo de
acción de vientos y cargas gravitatorias el
esquema general simplificado podría ser el
que sigue:

Figura 4.24

57
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Acción: Cargas de viento (W) y gravitatorias (D + L).


Reacción: Resistencia del suelo al hundimiento y volcamiento.
Aquí vemos algo interesante; el momento estabilizante utiliza la acción
gravitatoria para equilibrar la acción del viento.
7.3. Pieza: Columnas y tensores.
La acción de las cargas (U) debe ser resistida por bloque de tensiones
internas la pieza (øSn). Esto sucede por la relación entre acción (cargas) y reacción
(resistencia) en el interior, en su masa (ver figura 4.2). Además de los esfuerzos de
compresión en secciones transversales, existe una expansión que es resistida por las
barras longitudinales y estribos en tracción (efecto jaula).
7.4. Pieza: Viga en flexión y corte.
En flexión los sucesos dejan de ser constantes dentro de la pieza. La acción
de carga puede ser uniforme en todo el largo de la viga, pero la reacción o
resistencia de la masa interna se modifica punto a punto, sección a sección (ver
figura 4.2).
Zona media de viga: El flector es máximo y la reacción interna la genera
una cupla interna en la masa de la viga (hormigón y barras de acero).
Zona cercanas al apoyo: Los esfuerzos internos buscan encontrar la
reacción de la columna, allí se produce el suceso de corte y la reacción es mediante
la triangulación de las “bielas” y “tensores” que se generan en su interior (analogía
del reticulado).
Vemos así que la viga actúa como un artefacto que mediante dispositivos
de alta eficiencia, transforma la cupla central de reacción a la flexión en una trian-
gulación de fuerzas en el apoyo para sostener las acciones de corte.

8. Movimientos relativos entre la Acción y la Reacción.


8.1. General.
Es costumbre y tradición indicar como fuerzas positivas a las que poseen la
misma dirección de la gravedad; de arriba hacia abajo. Las negativas, son las de
dirección contraria. El empuje del agua sobre una embarcación que flota es una
carga negativa, el peso del bote es positivo. En el estudio de las cargas es necesario
incorporar como hipótesis de cálculo la mutación de una reacción en una acción
(positivo a negativo). En algunos casos ese cambio no modifica los esfuerzos inter-
nos de la pieza. En estos párrafos analizamos varios sucesos de inversión entre las
fuerzas de acción y las de reacción.
8.2. Desde un ensayo de laboratorio.
Dijimos que es difícil distinguir la acción de la reacción. Imaginemos un
ensayo en laboratorio. Una viga simple de cualquier material. La apoyamos sobre
los soportes “A” y “B” y le aplicamos una carga en el medio materializada con
otro soporte “C”. Veamos la manera de realizar los ensayos para entender los su-
cesos de inversión de acción y reacción.

58
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Figura 4.25
Primer ensayo:
Con circuito hidráulico cerrado en las prensas de los apoyos “A” y “B”
aplicamos una carga de valor “P” mediante la prensa “C”. Se produce una elástica
en la viga, el máximo descenso es “f”. Los apoyos permanecen fijos y la dirección
del movimiento de la elástica es vertical con sentido hacia abajo.
Segundo ensayo:
En el segundo ensayo cerramos la válvula de la prensa “C” y aplicamos
fuerzas “P/2” en "A" y "B". Tendremos la misma elástica, con idéntica flecha a la
anterior, pero ahora quienes ascienden un desplazamiento “f” hacia arriba son los
apoyos “A” y “B”.
En ambos casos la dirección del desplazamiento es vertical. La elástica y
los esfuerzos internos son iguales. Pero el sentido de los movimientos son contra-
rios, opuestos. En el primero es la carga en "C" que produce la elástica, en el se-
gundo son las reacciones en "A" y "B" que generan el movimiento.
8.3. Desde los zócalos de pisos.
En las paredes también se presenta la paradoja anterior, en muchos casos
los movimientos o diferenciales de asentamiento son relativos. No se puede distin-
guir con certeza las regiones que se han movido de aquellas que permanecieron
inmóviles. Hay un suceso clásico en la determinación de acción y reacción, quien
lo denuncia es zócalo de piso. El zócalo se desprende de la pared o del piso; es
necesario investigar si la fuerza que provoca su movimiento es ascendente o des-
cendente.
En la figura 4.26 se muestra en el esquema de la izquierda las cargas posi-
tivas verticales gravitatorias y en el de la derecha las cargas negativas ascendentes
de la expansión del suelo.
Fuerzas descendentes.
La acción de la pared se produce por cargas gravitatorias que la desplazan
hacia abajo por incapacidad de soporte del suelo; el piso y contrapiso no se mue-
ven. La pared en su desplazamiento desprende el zócalo.

59
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Figura 4.26
Fuerzas ascendentes.
Es generada por el suelo que por fenómenos físico químicos empuja hacia
arriba al contrapiso y piso que terminan separando al zócalo, la pared no acompaña
el desplazamiento porque posee una fundación más profunda que la del contrapiso.
En ambos fenómenos el zócalo se separa de la pared. En una la acción es la
gravitatoria de pared mientras que el suelo reacciona. En la segunda la acción viene
del suelo y la reacción es la pared.
8.4. Desde el diferencial de cota fundación.
Los edificios medianos en general poseen tres niveles de fundación:
a) Cota implante de bases.
b) Cota de implante fundación paredes.
c) Cota de implante contrapisos.
Según los cambios de contenido de humedad del suelo mutan las acciones
con las reacciones y aparecen fisuras en las paredes.
Los descensos de contrapisos y pisos se generan por sequías muy prolon-
gadas. El suelo superficial se seca, se contrae. Mientras que las columnas que se
apoyan sobre las bases profundas no se mueven, allí el suelo no modificó su conte-
nido de humedad.
En los edificios necesitamos aprender a “ver” los desplazamientos que ge-
neran las cargas para distinguir las acciones de las reacciones. El caso anterior de
una fundación de vivienda común; las condiciones de borde en invierno (seca) son
totalmente diferentes a las de verano (húmedo). Lo mismo puede suceder con la
energía acumulada por la variación de la temperatura.
8.5. Desde los suelos activos.
Las viviendas livianas asentadas sobre suelos activos, resultan susceptibles
a la inversión entre acción y reacción. Mostramos las posibles diferentes fases de
interacción entresuelo y edificio. El peso de la vivienda es el mismo en todas las
fases, pero no siempre actúa como acción, en ocasiones se invierte y es reacción
(Figura 4.27). Analizamos solo cuatro fases.
Fase (1): Acción, peso de vivienda. Reacción uniforme del suelo.
Vivienda construida y terminada en período o fases de climas se-
cos. El suelo no fue afectado por variación de la humedad.
Fase (2): Acción en suelo perimetral. Reacción peso de vivienda.

60
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Llegan las primeras lluvias y en el perímetro de la vivienda el suelo


aumenta su contenido de humedad y se expande.
Fase (3): Acción en suelo zona central. Reacción peso vivienda.
Luego de algunos meses se pasa de lluvias a época de seca. El sue-
lo en el perímetro se contrae por pérdida de humedad, mientras que
en la zona central permanece en estado de expansión tardía.
Fase (4): Acción diferencial en suelo lateral. Reacción peso vivienda.
Con los años se presenta una reducida pérdida de cañería subterrá-
nea de agua que humedece al suelo en una de sus esquinas.

Figura 4.27
En estas condiciones la vivienda termina flotando en un mar de fuerzas
magníficas. En resumen, las cargas gravitatorias de la vivienda quedan a merced de
las fuerzas negativas del suelo.
Las ecuaciones fundamentales del equilibrio de la Estática solo son ciertas
en el supuesto de una situación teórica ideal, donde en el suelo jamás se altera.
Estos sucesos de cambios entre acción y reacción deben ser razonadas como pará-
metros para el diseño de las fundaciones, no solo en función del tipo de suelo, tam-
bién de las características del entorno, de lugar donde se construirá.
8.6. Desde las tensiones admisibles.
General.
Se utiliza la “tensión admisible del suelo” para determinar su reacción o
capacidad de soporte y con ellos diseñar las fundaciones. Se lo obtiene de la ten-
sión de rotura del suelo afectado por coeficientes de seguridad muy altos que osci-
lan entre 6,0 a 10,0.

𝑡𝑒𝑛𝑠𝑖𝑜𝑛 𝑟𝑜𝑡𝑢𝑟𝑎
𝑡𝑒𝑛𝑠𝑖𝑜𝑛 𝑎𝑑𝑚𝑖𝑠𝑖𝑏𝑙𝑒 =
𝐶𝑆
Los elevados CS del suelo son para evitar los desplazamientos, no para
soslayar la rotura que se produce luego de elevadas deformaciones. Lo observamos
en el contacto de la rueda de un camión cargado sobre un camino de tierra.
Tensiones.
En suelos limo arcillosas en promedio general se adoptan valores que osci-
lan en los 0,10 Mpa (1,0 kg/cm2). Ese valor se lo supone constante, inalterable en el
tiempo. Sin embargo los esfuerzos de expansión de la arcilla llegan a valores pro-
medios de 0,50 a 0,70 Mpa (5,0 a 7,0 kg/cm2).
En el análisis anterior hay un absurdo. La incoherencia se ubica en la cos-
tumbre de utilizar las reacciones como inamovibles, sin embargo la realidad mues-
tra desplazamientos provocados por permuta de la reacción teórica de cálculo (ten-
sión admisible del suelo) a la acción real (expansión del suelo). Los estudios ge-

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Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

otécnicos con sus memorias y conclusiones deben prestar más atención a las accio-
nes del suelo que a su capacidad soporte (tensión admisible).

Histograma del suelo.


En suelos activos es posible relacionar el contenido de humedad con el
desplazamiento y resistencia.
Eje "xx": Desplazamientos hacia arriba o abajo.
Eje "yy": Variación del contenido de humedad (Figura 4.28).
 Situación estática: Suelos con baja humedad y valores constantes, el edificio
actúa como acción y el suelo en reacción uniforme, el sistema está inmóvil.
 Situación de ascenso: Suelos de arcillas con humedad en aumento, el suelo se
activa y actúa como acción y el edificio como reacción; se invierten el suceso.
 Situación de descenso: Si la humedad sigue en aumento, el suelo se satura y
pasa de un estado húmedo sólido a plástico (barro) con mínima capacidad por-
tante.

Figura 4.28

9. Aplicación.
10.1 . Objetivo.
Algunas aplicaciones son algo similares a las analizadas en el Capítulo 16
“Condiciones de Borde” por la relación directa que poseen las acciones y las reac-
ciones con las fronteras (CB) de las piezas estructurales.
El objetivo es comprender la manera que las acciones se transforman en re-
acciones según la geometría y condiciones de borde de las piezas estructurales.
10.2 . Vivienda sobre suelo activo.
El problema:
Establecer de manera aproximada la carga negativa que produce un suelo
activo (arcilla) ante el aumento del contenido de humedad. Relacionar el valor de la
acción con el peso o reacción de la vivienda (Figura 4.29).
Datos:
Superficie de la platea de fundación: 100 metros cuadrados = 106 cm2.
Peso total de la vivienda: 70.000 daN ≈ 70 toneladas.
Valor promedio de la carga de expansión de la arcilla: ≈ 4 kg/cm2.
La humedad del suelo aumenta entre una estación seca y la de lluvias.

62
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Figura 4.29

Resolución:
Acción ascendente del suelo:
A = 106 cm2. 4 kg/cm2 = 4 . 106 daN ≈ 4.000 toneladas.
La acción supera en casi 60 veces el peso de la vivienda. Es inevitable el
movimiento. Para una referencia: 4.000 toneladas es el peso total de un edifico de
unos 15 pisos; el peso de ese edificio podría equilibrar las fuerzas negativas del
suelo.
Si la tensión de expansión fuera mínima, por ejemplo de 1,00 daN/cm2,
también la acción negativa del suelo es muy grande: 1.000 toneladas.
Conclusión:
Para elaborar las conclusiones establecemos tres tipos de sucesos en el mo-
vimiento del suelo con la vivienda:
a) Ascenso uniforme de toda la platea con su vivienda; en este caso no
existirán fisuras en paredes o piso tampoco esfuerzos de corte por dife-
rencial de movimientos. No habrá fisuras. Si las cañerías de agua,
cloaca y pluviales son de polipropileno que permiten deformaciones,
tampoco habrá patologías.
b) Descenso uniforme en caso de reducción de humedad del suelo, los su-
cesos sin anomalías son similares al punto anterior.
c) Movimientos diferenciales. Se presentan si la humedad se modifica so-
lo en un sector bajo plateas. En este caso aparecen los esfuerzos de cor-
te que se los interpreta desde el método de biela y tensor. Normal a las
líneas de tracción (tensor) surgirán fisuras.
Para reducir los efectos de estos movimientos las paredes de la vivienda
deben ser armadas en horizontal en los niveles de capa aisladora, antepechos, dinte-
les y viga superior encadenado. En vertical se deberá colocar una barra de 10 mm
en cada una de las esquinas tanto externas como internas. De esta manera las pare-
des quedan sujetas a las plateas y tendrán una elevada inercia en los planos vertica-
les para resistir los esfuerzos generados por los movimientos diferenciales.
En la imagen de la Figura 4.30 reproducimos el esquema indicado en los
manuales de paredes con bloques de hormigón comprimido; se muestran la forma
de colocación de las armaduras horizontales y verticales.

63
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Figura 4.30
10.3 . Reacciones y condición de borde.
El problema:
Establecer las diferencias del valor de las reacciones de una viga continua
de dos tramos iguales (Figura 4.31), aplicando los siguientes métodos:
 Método de la teoría clásica.
 Método de coeficientes del reglamento.
 Método de rótulas.
Datos:
Esquema de la viga:

Figura 4.31
Viga continua de dos tramos iguales.
Longitud de viga a eje de columnas: 7,00 metros.
Carga: 30 kN/m = 3.000 daN/m
Reacción viga isostática: 7,00 . 30 / 2 = 105 kN
Resolución:
Teoría clásica: (Figura 4.32)

Figura 4.32
En apoyo A: MA = 0 kNm

64
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

En tramo: MT = ql2/14,22 = 30 . 72 / 14,22 ≈ 103 kNm;


En apoyo central: MB = ql2/8 = 30 . 72 / 8 ≈ 184 kNm
Diferencia de momentos de apoyos: Ma – Mb = 184 kNm
Fuerza producida en los apoyos por el flector negativo: R = 184 / 7 ≈ 26 kN
RA = 105 – 26 = 79 kN = 7.900 daN
RB = 105 + 26 = 131 kN = 13.100 daN
Reacción total en apoyo central: 26.200 daN
Según reglamento Cirsoc 201: (Figura 4.33)

Figura 4.33
MA = ql2/16 = 30 . 72 / 16 ≈ 92 kNm;
MT = ql2/14 = 30 . 72 / 14,22 ≈ 104 kNm;
MB = ql2/9 = 30 . 72 / 9 ≈ 163 kNm
Diferencia de momentos de apoyos: MA – MB = 71 kNm
Fuerza producida en los apoyos por el flector negativo: R = 71 / 7 ≈ 10 kN
RA = 104 – 10 = 94 kN = 9.400 daN
RB = 104 + 10 = 114 kN = 11.400 daN
Reacción total en apoyo central: ≈ 23.000 daN
Según el método de las rótulas. (Figura 4.34)
Ubicamos las imaginarias rótulas como sigue:
0,70 mts de los ejes de columnas extremas.
0,70 mts del eje de columna central.
Las distancias son iguales porque suponemos que ambas columnas poseen
igual rigidez, en general la columna central posee mayor rigidez y el valor de “l3”
es mayor que el de “l1”.
Estas distancias también se pueden modificar según el doblado de las ba-
rras de hierro en vigas de hormigón armado y en la posición de la articulación en
vigas de madera maciza o de perfiles de hierro.

Figura 4.34

65
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Viga isostática de tramo: l2 = 5,60 mts Mt = ql2/8 = 118 kNm


Reacciones de la viga: ql/2 = 5,60 .30 / 2 = 84 kN
Flector negativo en apoyo extremo "A":
MA = MB = 84 . 0,7 + (30 . 0,72 / 2) = 66 kNm
Cálculo de las reacciones hiperestáticas:
RAd = 8400 + 0,7 . 30 = 105,0 kN = RBi
Reacción total en apoyo central: RBc = 2 . 105,0 = 210,0 kN= 21.000 daN
Reacción total en apoyo central: 21.000 daN
Conclusiones:
Los tres métodos garantizan la estabilidad del sistema, la viga posee la
misma sección, pero cada uno considera una cantidad y posición distintas de las
barras de acero; en definitiva consideran una “rigidez” propia. La carga total es la
misma en todos los métodos, pero logramos reducir la reacción de la columna cen-
tral y ajustar los momentos de tramo y apoyo central.

10.4 . Nudo en estructura de hormigón.


El problema:
Establecer de manera cualitativa aproximada las líneas de acciones y reac-
ciones externas e internas en el encuentro de losa, viga y columna de una estructura
de hormigón armado (Figura 4.35). Analizarlo en secciones transversales y longi-
tudinales.
Datos:

Los datos responden a la figura (sin escala).

Figura 4.35

Interpretación:
El estudio se realiza de manera espacial, para ello se analizan las piezas en
planos transversales y longitudinales.
Externos:
 La columna superior y la viga transmiten acciones que son resisti-
das por la reacción de la columna inferior. Además sostiene la re-
acción que envía la viga. Las líneas de acción y reacción son ver-
ticales (Ver figura 4.2).
Internos:
 En la zona de viga cercana a los apoyos la acción y la reacción de-
jan de actuar sobre un elemento lineal vertical (columna), ahora lo
hacen sobre una sección transversal (viga) los esfuerzos son de
corte (Figura 4.36).

66
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Figura 4.36
 En la región media aparecen los esfuerzos de flexión que no son
más que dos fuerzas opuestas, de igual dirección (paralelas) y de
sentidos contrarios; la viga ha “elaborado” las cargas de reacción
para producir estos efectos. La Figura 4.37 muestra la cupla interna
máxima en el medio y el efecto de corte en los extremos.

Figura 4.37

Conclusiones:
Las acciones y reacciones deben ser estudiadas tanto en las zonas exterio-
res de apoyos como en la interior de la masa de las piezas del sistema.
La única manera de interpretar o acercar algún conocimiento sobré las ac-
ciones y las reacciones es trazar las líneas de flujo; establecer los caminos de los
esfuerzos de compresión (bielas) y también los de tracción (tensores). En la mitad
de la viga los volúmenes de tensiones de tracción y compresión forman la cupla
interna resistente que se va transformando de manera suave en la medida que se
acerca al apoyo. Abandona su condición de cupla, se inclina y se transforma en una
triangulación de fuerzas para luego ingresar a la columna y configurar un solo tipo
de esfuerzos de compresión.

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Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

68
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

5
Las ciencias y las cargas.
1. Objeto.
En este capítulo analizamos las diversas relaciones que existen entre las car-
gas, los fenómenos, la conducta humana y las ciencias que las tratan. Destacamos
cada una de ellas y los problemas que interpreta o entiende.

2. Introducción: cargas y ciencias.


2.1. Ciencias de la física.
Al estudio lo separamos según el origen de las cargas y de los errores en su
comprensión y cuantificación. Todo lo relacionamos a la principal condición de la
ingeniería estructural: el edificio debe estar lo más quieto posible y si tiene movi-
mientos que estén dentro de lo permitido por la seguridad y el confort humano.
Para el diseño de las cargas se necesitan de varias ciencias. El primer grupo
que detallamos pertenecen a la Mecánica:
 Matemáticas: En plural, abarca todas las disciplinas (álgebra, trigonometría,
geometría y otras). La matemática es el idioma, el lenguaje que se utiliza para
interpretar las cargas.
 Mecánica: Estudio de las relaciones entre fuerza, materia y movimiento.
 Estática: Pertenece a la Mecánica y estudia las fuerzas sobre el cuerpo infini-
tamente rígido y en reposo.
 Cinemática: También pertenece a la Mecánica y describe las fuerzas que cau-
san el movimiento de un cuerpo.
 Dinámica: La tercera de la Mecánica; estudia al cuerpo en relación del movi-
miento, la masa y las fuerzas que las causan.
 Resistencia de materiales: Estudia la relación entre las fuerzas y la deforma-
ción del material y además sus características mecánicas.
 Mecánica de suelos: Se ocupa de investigar los diferentes tipos de suelo y su
conducta frente a las variables de cargas, humedad y otras.
 Mecánica de Facturas: Analiza la capacidad de una pieza de acumular energía
antes de la rotura.
2.2. Otras ciencias.
En el segundo grupo participan otras que aparentan estar alejadas de la Físi-
ca, pero en el conjunto de las Ciencias de la Construcción poseen una fuerte rela-
ción.
 Termodinámica: Analiza la materia y el movimiento en función del intercam-
bio de calor.
 Química: Determina la configuración atómica de los materiales, sus combina-
ciones y sus reacciones.

69
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

 Meteorología: Es una de las ciencias de la física de la atmósfera; estudia los


cambios del tiempo, las causas que lo producen.
 Teoría del caos: Estudia la conducta errática de las fuerzas dinámicas (térmi-
cas, viento, sismo y otras), en especial los sistemas susceptibles a los cambios
de las condiciones originales.
 Teoría de la complejidad: Es una ciencia nueva, al igual que la anterior. Estu-
dia los fenómenos que se componen de innumerables datos y variables comple-
jas; por el ejemplo las condiciones climáticas en determinada región.
 Teoría probabilística: Establece mediante ecuaciones matemáticas la posibili-
dad de aparición de un suceso. También analiza los daños que causa el evento
tanto materiales como a personas (Índice de Seguridad).
 Estadística: En muchas cargas, en especial las dinámicas de sismo y viento no
es posible predecirlas desde el determinismo, allí la estadística, con datos del
pasado acerca valores posibles. Busca la proyección a futuro.
 Teoría del error: Esta teoría que aparenta estar fuera de la física, analiza la
conducta del técnico para controlar los equívocos. En resumen, estudia la capa-
cidad del hombre a efectos de evitar cometer errores.
 Sociología: El cálculo de las cargas es una tarea humana y por ello posee osci-
lación. La sociología estudia el colectivo técnico, a los profesionales y opera-
rios de una región para establecer coeficientes de seguridad, también lo hace
desde entidad única del individuo técnico.

3. Ciencias de la física.
3.1. La matemática.
Para relacionar la matemática con las fuerzas es necesario reflexionar sobre
el símbolo o signo “igual” (=). Se lo usa en aritmética, álgebra, cálculo diferencial
y en toda la matemática. En ese ambiente el signo igual es correcto, es preciso y
exacto. Pero en las ciencias de la construcción, luego de los conceptos indicados en
los párrafos anteriores, el signo igual tiene un significado distinto al de la matemá-
tica. No es “igual” es “más o menos” (≈). Porque los datos que se incorporan a las
ecuaciones de las ciencias de la construcción no son precisos ni exactos, solo
aproximados, lo mismo que las condiciones de borde que suponemos de las piezas
estructurales.
La filosofía es clara cuando dice que el conocimiento es auténtico cuando
surge de hipótesis verdaderas. Si la Estática se ensambla desde supuestos aproxi-
mado, sus resultados también lo serán. De esta incómoda situación nos salva la
palabra “aproximado”.
Este razonamiento no intenta cambiar el uso del signo, pero obliga al proyec-
tista, al calculista, a considerar, a pensar y controlar sus maniobras. Por ejemplo,
cuando se calcula el momento flector máximo (Mf) de una viga de apoyos simples
con carga uniforme distribuida ¿Qué tan simples son los apoyos y qué tan exactas o
reales son las cargas?
A manera de ejemplo repetimos la expresión (4.3) del capítulo anterior:
𝑞𝑙2
𝑀𝑓 ≈
𝑚
Nos dice que el momento flector resulta de las maniobras matemáticas de
valores de carga (q), longitud (l) y condición de borde (m) que resultan cercanos a
los de la realidad, donde ninguno es copia exacta de ella; son aproximados, enton-
ces así también lo será el flector.

70
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

La única carga que podría acercarse a la real futura, es la de peso propio


siempre que se respeten las condiciones iniciales de espesor y densidad de los ma-
teriales a utilizar.
3.2. La Estática.
Es parte de la "Mecánica Clásica" junto a la Cinemática y la Dinámica. Es-
tudia la composición y descomposición de las fuerzas. Las acciones y las reaccio-
nes. No le interesa el tipo de material, la masa, ni la forma de la pieza. Hace abs-
tracción de ellas. Para facilitar las maniobras de la Estática se emplean muchas
hipótesis alejadas de la realidad; fuerza representada por un vector, material sin
forma, infinitamente rígido (sin deformación), vínculos y apoyos simplificados
desde una ficción. Todo esto ya lo vimos en los escritos del libro “Introducción a
las Estructuras”.
Esta ciencia se ocupa de la primera y tercera ley de Newton (la segunda ley
es utilizada por la Dinámica), las considera solo sobre un cuerpo en reposo, condi-
ción que debe cumplir un edificio.
 Primera ley: Todo cuerpo persevera en su estado de reposo en que se encuen-
tre, a menos que una fuerza lo obligue a cambiar de estado.
Lo de arriba es la forma que la física enuncia esta ley, pero desde la realidad
de un edificio, el reposo debe subsistir a pesar de todas las fuerzas que lo obligan a
cambiar de estado: vientos, sismos, cargas térmicas, cargas gravitatorias, cargas
inerciales, cargas de uso y otras más. Digamos que el “reposo” del edificio debe ser
mayor que la “tarea” de las fuerzas que tratan de moverlo. Pero el edificio no es un
cuerpo "inmóvil", muestra reducidos movimientos en el tiempo que la estática los
ignora.
 Tercera ley: Si un cuerpo A ejerce una fuerza sobre el cuerpo B (una acción),
entonces, B ejerce una fuerza sobre A (una reacción). Estas dos fuerzas tienen
la misma magnitud pero dirección opuesta, y actúan sobre diferentes cuerpos.
En el sistema estructural de un edificio (Figura 5.1), la Estática considera a
la acción igual o menor que reacción ambas constantes, invariables. En reposo.

Figura 5.1
La Estática es una de las ciencias que lentamente pierde su jerarquía, por ser
tan idealista en sus hipótesis. La ecuación fundamental de la Estática, la del equili-
brio perfecto:
M  0 F H 0 F V 0
(5.1)

71
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Es fundamental y precisa solo dentro de la misma Estática. Porque esta


ecuación aplicada a la historia de un edificio no se cumple; la sola deformación del
suelo es una contra hipótesis.
3.3. Cinemática.
A la Cinemática le interesa el movimiento, la velocidad, la aceleración, el
tiempo. Estudia el cambio de posición del cuerpo en línea recta, en una, dos y tres
dimensiones. Descarta el peso, la masa, el tamaño y la forma. Al cuerpo lo supone
una partícula elemental. Por estas características no resulta de tanto interés para las
ciencias de la construcción. Una de sus ecuaciones principales es la que describe la
velocidad de una partícula en un punto determinado:
𝑣𝑥 = 𝑣0 + 𝑎𝑡
(5.2)
vx: velocidad en “x”.
v0: velocidad en “0”.
a: aceleración.
t: tiempo.
La posición de una partícula en el tiempo “t”:
1
𝑥 = 𝑥0 + 𝑣0 𝑡 + 𝑎𝑡 2
2
(5.3)
En las expresiones anteriores no aparece la masa, pero resultan útiles cuando
se las relacionan con otras ecuaciones de la dinámica.
3.4. Dinámica.
General.
Estudia el movimiento de los cuerpos en función de sus masas y de las
fuerzas que lo producen. Analiza la forma que las cargas afectan a los cuerpos en
reposo o en movimiento. Se aplica la segunda ley de Newton: si una fuerza externa
actúa sobre un edificio, éste se acelera. La dirección de aceleración es la misma que
la dirección de la fuerza. La fuerza neta es igual a la masa del cuerpo multiplicada
por su aceleración. Destacamos que la palabra “aceleración” en los edificios co-
rresponde a mínimos movimientos que deben estar dentro de las fronteras impues-
tas de la comodidad del usuario.
La dinámica inercial estudia los casos de cambios en la aceleración. El
fenómeno se lo puede interpretar desde el viento; es una masa de aire con veloci-
dad que al chocar contra el lateral del edificio se desacelera. Hay masa y acelera-
ción negativa, entonces hay una carga que actúa sobre el edificio. También se la
utiliza para las cargas inerciales que produce una sacudida sísmica, o la fuerza ge-
nerada por un impacto, un choque.
Dinámica gravitatoria.
La dinámica gravitatoria analiza las cargas generadas solo por la acelera-
ción terrestre constante sobre la masa de cualquier cuerpo. El peso total de un me-
tro cuadrado de entrepiso será igual a su masa multiplicada por la aceleración te-
rrestre, que es constante.
La relación entre masa y aceleración:
𝐹 = 𝑚𝑎
(5.4)
m: masa del cuerpo en estudio (kg).
a: aceleración (m/s2).

72
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

La unidad de fuerza es el Newton.


𝑚
𝑁 = 𝑘𝑔
𝑠2
(5.5)
Los términos que contiene esta unidad obliga a una reflexión: la fuerza
además de la masa y la distancia depende de la inversa del tiempo cuadrático.
Singularidad en las fuerzas dinámicas.
Las fuerzas de la naturaleza que mayores daños han producido en los edifi-
cios y viviendas son los vientos huracanados y los sismos. Damos un ejemplo: En
las fuerzas provocadas por el viento actúa el aire con una densidad de ≈ 1,2 kg/m3 y
aceleraciones negativas aproximadas del orden de los 50 m/seg2 (es poca la masa
pero alta la desaceleración por el choque del aire contra la pared del edificio). De
manera aproximada la acción del viento sobre el lateral de un edificio alto puede
ser:
Carga por metro cuadrado: 1,2 kg/m3 . 50 m/s2 = 60 N/m2
Superficie de pared lateral: ≈ 2.000 m2 (ancho 40 metros y alto 50 metros).
Fuerza inercial total del viento: Fv ≈ 2000 m2. 60 N/m2 = 120.000 N = 120
toneladas.
El mismo edificio desde el sismo es necesario considerar su masa total que
puede ser del orden de las 12.000 toneladas (doce millones de kgf) y la aceleración
del suelo en un sismo promedio es de unos 1,5 m/seg2 (es grande la masa y reduci-
da la aceleración del suelo por el terremoto).
Fuerzo inercial total aproximada en sismo:
Fs = 12.106 kg .1,5 m/seg2 ≈ 18.106 daN
Desde la relación de fuerzas las generadas por el sismo para el mismo edifi-
cio resultan ≈ 150 veces superior a las del viento. Esto explica el nivel de los daños
sísmicos comparados con los de vientos en edificios de altura pesados. Pero cuando
la construcción es muy liviana, por ejemplo los carteles de publicidad en las rutas o
las tiendas de campaña, la relación se invierte porque la masa de estas construccio-
nes es muy pequeña, en esos casos las fuerzas de viento son superiores a las sísmi-
cas.
Energía cinética en la física dinámica.
La energía cinética es función de la velocidad. Los cuerpos en movimiento
poseen energía cinética que puede ser transformada en trabajo o en otro tipo de
energía. Los molinos de viento giran o las ramas de un árbol se mueven, por la
energía cinética que le entrega el viento. Hablamos de energía que es sinónimo de
trabajo y éste es el producto de una distancia por una fuerza o carga.
La fórmula es:
1 𝑚2
𝐾 = 𝑚𝑣 2 𝑘𝑔 2 → 𝑁𝑚 𝑁𝑒𝑤𝑡𝑜𝑛 𝑚𝑒𝑡𝑟𝑜
2 𝑠
(5.6)
K: Energía cinética.
m: masa del cuerpo.
v: velocidad.
Estas ecuaciones también serán utilizadas en la determinación de las fuerzas
que producen el viento y el sismo. En una es la masa del aire que posee velocidad y
aceleración negativa cuando choca con una de las paredes del edificio. En la otra es
la gran masa del edificio que se opone mediante fuerzas inerciales a los sacudones
que le impone el movimiento del suelo durante el sismo.

73
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Energía elástica en la física dinámica.


La energía cinética impuesta por un cuerpo en movimiento puede ser equili-
brada por la energía potencia elástica en función de las características del material.
Por ejemplo, los árboles poseen alta capacidad elástica para absorber las fuerzas
dinámicas del viento y del sismo.
1
𝑊 = 𝑘𝑥 2
2
(5.7)
W: trabajo elástico.
k: constante elástica de la pieza en estudio.
x: desplazamiento.
También los edificios, en especial los altos deben tener esa cualidad de to-
mar energía del exterior y transformarla en energía elástica y para luego disiparla
mediante suaves y reducidas oscilaciones. Esta virtud de acumular energía se de-
nomina “resilencia”.
Diferencia entre módulo elasticidad "E" y constante elástica "k".
El módulo de elasticidad "E" corresponde al material independiente de su
forma o tamaño, sin embargo la constante elástica "k" es propia del cuerpo en estu-
dio. Por ejemplo un resorte posee un "E" del acero que fue construido y por otro
lado tiene un "k" según el tamaño y forma del resorte.
Resonancia.
Entre todas las características que pueden tener un edificio o construcción
también está presente su modo de vibrar ante la excitación de fuerzas externas. El
movimiento periódico, con su amplitud, ciclo, frecuencia y otras variables del edi-
ficio, puede determinar la manera que oscilará ante una determinada acción. Si las
frecuencias de la acción, coinciden con las del período de la construcción se produ-
ce resonancia, que en algunos casos genera fallas.
En general los edificios poseen frecuencias naturales propias muy alejadas
a las que produce el viento, pero muy cercanas a las provocadas por el sismo; esto
es uno de los parámetros que explican los desastres provocados por sismos.
Movimiento periódico.
La resonancia pertenece al movimiento periódico. Este análisis es parte de
la cinemática y la dinámica. Los edificios esbeltos y con cierta flexibilidad poseen
la característica de oscilar ante la acción de fuerzas inerciales horizontales como el
viento o el sismo. Poseen un “atractor” que es el reposo; cuando la acción horizon-
tal lo aleja de esa posición de equilibrio y luego cesa la fuerza, entra en acción la
energía elástica acumulada que lo vuelve al equilibrio estable; busca el reposo.
Esto siempre que no haya superado su capacidad de resilencia.
Antes de llegar al reposo, muestra un pequeño vaivén, mínimo, donde in-
teractúan las cargas externas horizontales (viento o sismo) y la energía elástica de
recuperación. Al desaparecer totalmente la acción externa, la oscilación se detiene
porque la energía mecánica es absorbida por la fricción y otras reacciones.
Fuerza de restitución: Es la fuerza que empuja al cuerpo a volver a su po-
sición de equilibrio. En el caso del edificio será la producida por la energía elástica
acumulada y en el caso de un péndulo por la energía potencial gravitatoria de posi-
ción.
Amplitud (A): Es la magnitud máxima del desplazamiento del extremo su-
perior con respecto a la posición de equilibrio. La unidad es el metro.

74
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Ciclo: Es la oscilación completa de un extremo al otro; es el doble de la


amplitud.
Período (T): Es el tiempo que tarda un ciclo. La unidad es el segundo y
siempre es positivo.
T = 1/f
(5.8)
Frecuencia (f): Es el número de ciclos por segundo, también siempre posi-
tiva. La unidad es el hertz.
1 hertz = 1 Hz = 1 ciclo/s = 1 s-1
f = 1/T
(5.9)
Frecuencia angular (w): Es 2π veces la frecuencia, establece la rapidez de
cambio de una cantidad angular, que se mide en radianes. Su unidad es rad/s.
w = 2πf = 2π/T
(5.10)

3.5. Resistencia de Materiales (RM).


Esta ciencia revisa los sucesos internos dentro de una pieza real que se in-
terpone entre la acción y la reacción. Hace el estudio desde una ley fundamental
que la vimos en párrafos anteriores donde la resistencia es proporcional a las de-
formaciones en período elástico:
𝜎 = 𝐸𝜖
(5.11)
La Resistencia de Materiales modifica el esquema teórico de la estática. Si
antes eran vectores y líneas, ahora son cuerpos con dimensiones; a esta ciencia le
interesa el material, su forma, su extensión y las condiciones de borde de las piezas
vecinas. Con ella logramos calcular las cargas que producirá una pared confinada
cuando existen variaciones térmicas climáticas y también pronosticar la elástica de
una viga ante la acción de una determinada carga.
3.6. Mecánica de fracturas.
Es una de las ciencias más recientes. Con sus principios y ecuaciones es po-
sible indagar las fuerzas desde la forma y magnitud de las fisuras o fracturas del
material. Esta ciencia en su análisis recorre un camino inverso que las anteriores;
analiza el efecto (la fractura) para luego acercarse a la causa (la fuerza). Es inducti-
va, mientras que las otras resultan deductivas.
La ingeniería que relacionaba las cargas con las deformaciones fue hasta los
inicios del siglo XX sobre el supuesto de material homogéneo y tensiones unifor-
mes, pero en 1913 el científico C. E. Inglis demuestra una singularidad; existen
fuertes alteraciones de las tensiones en presencia de reducidas irregularidades en el
material. Inglis mediante ensayos establece una ecuación empírica:
𝑎
𝜎 = 𝜎1 1 +
𝑟
(5.12)
ζ: tensión en el extremo de la fisura.
ζ1: tensión en el resto de la placa.
a: longitud de fisura.
r: radio en el extremo de la fisura.

75
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

En la figura 5.2 se grafican los términos de la ecuación.

Figura 5.2
La ecuación tiene una particularidad; cuando el radio se aproxima a cero, la
tensión se dispara hacia el infinito para una misma carga. Desde los ensayos y ex-
perimentos algo sucedía en el extremo de la fisura para que ésta se controlara y se
estabilizara en algunos casos y no respetara la fórmula de Inglis. Luego de varias
décadas, la respuesta la encuentra Griffith; la fractura en la proximidad de sus pa-
redes transformaba el material elástico en plástico mediante el denominado “traba-
jo de fractura” y logra diseñar la expresión matemática que nos entrega la longitud
crítica de una fisura.
2𝑊𝐸 𝑊 1 𝑊1
𝑙= = 2 =
𝜋𝜎 2 𝜋 𝜎 𝜋𝜔
2𝐸
(5.13)
l: longitud crítica de fractura.
W: trabajo de fractura (J/m2).
ζ: Tensión del material cerca de la grieta (N/m2).
E: módulo de elasticidad (N/m2).
ω: resilencia, es la capacidad que posee un material de acumular energía. La
de un material cerámico es miles de veces inferior al del hierro común.
Las ciencias tradicionales como la Estática y la Resistencia de Materiales es-
tudian las estructuras como medios continuos, uniformes y perfectos. Mientras que
la Mecánica de Fracturas los analiza co-
mo imperfectos o discontinuos. Acepta la
falla o desperfecto porque allí se concen-
trarán los esfuerzos que producirán las
fisuras o fractura.
Es en este punto donde se puede
reflexionar sobre el estado actual de las
ciencias y de la pintura de Miguel Ángel
"La creación de Adán" (Figura 5.3).

Figura 5.3
Las ciencias clásicas se aproximaron para interpretar la Naturaleza; son los
dedos de las manos que se acercan. Pero se interpone una fisura real en la pared (no
dibujada por Miguel Ángel) que en nuestro caso es la nueva ciencia Mecánica de
Fracturas que estudia las estructuras desde su capacidad de acumular energía; ella
acepta la fisura como parte del sistema.

76
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

En resumen, para la Estática y Resistencia de Materiales, el cuerpo ingresa


en falla cuando aparece una fractura, mientras que para la Mecánica de Fractura ese
fenómeno es un término de estudio para establecer si la fisura será estable o inesta-
ble.

4. Otras ciencias por fuera de la física.


4.1. Termodinámica.
Para entender las cargas generadas por el propio material en sus cambios de
temperatura, es necesario incorporar la Termodinámica como ciencia de la cons-
trucción. Los cambios de volúmenes por dilatación o contracción provocados por
las variaciones de térmicas, generan elevados esfuerzos si el cuerpo se encuentra
confinado. El alargamiento o acortamiento de una pieza está en función del dife-
rencial térmico, de la longitud y del coeficiente térmico del material. En el capítulo
de cargas térmicas ampliamos el tema.
4.2. La química.
El hierro en proceso de corrosión ocupa un volumen mayor, la contrac-
ción por fragüe del hormigón y otras más que generan cargas internas son anali-
zadas desde la química.
La expansión o contracción de la arcilla con la variación del contenido
de humedad. La imagen (Figura 5.4) que de una u otra manera la repetimos en
varias partes de estos escritos,
son efectos de las fuerzas de
contracción del suelo, allí no
solo observamos la fractura,
sino también los ángulos que
forman cada una de ellas; son
copias ampliadas de la configu-
ración geométrica de los crista-
les que componen ese suelo.
En la imagen un abandonado
bote sobre la geografía de un
seco lago.
Figura 5.4

4.3. Teoría del caos.


Muchas fuerzas dinámicas resultan imposibles de predecir por su conducta
aleatoria. En meteorología, así como en la geofísica, las fuerzas de viento y de los
terremotos se las conocen desde el pasado. Pero resulta casi un imposible pronosti-
carlas a futuro en intensidad y tiempo.
Esta nueva disciplina de la teoría del caos logra algunas ecuaciones cerca-
nas al determinismo para acercar valores aproximados del futuro. La actual capaci-
dad de las computadoras, su velocidad y memoria hacen posible resolver una
enorme cantidad de matrices con aún más variables que pueden llegar a “interpre-
tar” la dirección, la forma y la magnitud del caos.
4.4. Teoría de la complejidad.
Es una consecuencia de la anterior. No solo se la utiliza en ciencias de la
construcción, también es intenso su manejo en ciencias sociales, como la sociolog-
ía. Para establecer un valor cuantitativo de la conducta de grupos humanos que
participan en el proyecto y construcción del edificio, se utiliza esta disciplina. Por-
que en definitiva las cargas responden al cuidado y control de cada fase de la cons-

77
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

trucción. Según el grado de control (pobre, regular, riguroso) serán los coeficientes
de seguridad a las cargas en función del la región y de la incertidumbre del colecti-
vo humano que trata a las cargas.
Lo anterior lo aplica el Cirsoc R 106 para la determinación de los coefi-
cientes de seguridad y lo hace desde el análisis de la conducta humana. Estudia
tanto el colectivo de profesionales de la construcción en una determinada región o
ciudad y también el aspecto individual en una determinada tarea del proceso.
Excepto las cargas gravitatorias, todas las restantes son aleatorias porque
responden a cuestiones de la corteza terrestre (sismo), al clima (viento y térmicas)
y al comportamiento humana en el uso del edificio (sobrecargas). Con la teoría de
la complejidad es posible clasificar por grados de incertidumbre cada una de ellas.
Se emplea la matemática estadística y con los datos de frecuencia e intensidad se
logra un pronóstico aproximado del suceso.
4.5. Teoría de la probabilidad.
El diccionario define la probabilidad como perteneciente o relativa al azar.
También como la parte de la matemática estadística que estudia los procesos cuya
evolución en el tiempo es aleatoria. Aquí aparece una palabra algo extraña: es-
tocástico, que encierra el concepto anterior.
La teoría de probabilidades se ocupa de asignar un cierto número a cada
posible resultado que pueda ocurrir en un experimento aleatorio, con el fin de cuan-
tificar dichos resultados y saber si un suceso es más probable que otro. Por ejem-
plo, uno de cada 3.000 tareas de desencofrados de estructuras de hormigón se pre-
sentan algún tipo de falla de leves a graves; la probabilidad del suceso entonces es
uno en tres mil.
También se lo utiliza en el estudio de la relación de las fuerzas con la resis-
tencia última de los materiales. En general se hace uso del diagrama de Weibull
(Figura 5.5) donde el eje "yy" presenta la probabilidad de falla, mientras que el eje
"xx" la carga aplicada en Mpa. En la imagen se representa el diagrama para fractu-
ras de ladrillos cerámicos a esfuerzos de tracción. La probabilidad de falla total se
indica con el valor 1,0 y corresponde para un esfuerzo promedio de 1,0 Mpa (100
daN/cm2), la curva nos indica las diferentes probabilidades:

Figura 5.5

Tensión Grados de probabilidad de rotura


2
1,00 Mpa (10 daN/cm ) 1,00 100 %
0,40 Mpa (4 daN/cm2) 0,50 50 %
0,30 Mpa (3 daN/cm2) 0,30 30 %
0,10 Mpa (1 daN/cm2) 0,10 10 %

78
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

En esta investigación se utiliza la frecuencia del suceso mediante porcen-


tuales, por ejemplo, el 30 % de las probetas fallan para una tensión de tracción
de 3 daN/cm2.
4.6. Estadística matemática.
En el capítulo de “Estadística y Probabilidad” tratamos estos conceptos,
ahora la hacemos de manera resumida para incorporarlos al tema de las ciencias.
Es la herramienta que posibilita encontrar información desde datos obtenidos de
censos o relevamientos. Esa operatoria mezcla matemática, teoría de la probabi-
lidad, álgebra lineal y también el análisis matemático.
La estadística puede ser utilizada de dos maneras:
a) Encontrar una descripción de las propiedades del fenómeno en estu-
dio.
b) Elaborar conclusiones desde muestras de datos y proporcionar el
grado de certeza en términos probabilísticos.
Esta última es la que se utilizará en el estudio de las cargas, con las cua-
lidades que nos brinda la curva de Gauss. Veremos más adelante cómo es utili-
zada en el Cirsoc R 106 para estudiar los grados de controles de los materiales,
del proyecto, de la dirección de obra y de los métodos de cálculos utilizados.
Con todas esas variables y la estadística es posible establecer valores numéricos
para el diseño del coeficiente de seguridad:
xp: valor promedio.
μ: valor de mayor frecuencia (xf).
xi: valor individual.
xk: valor característico.
En las ordenadas se indica
la frecuencia de suceso en porcen-
tual y en las abscisas la intensidad
(Figura 5.6).
En el capítulo de “Estadísti-
cas y Probabilidad” ampliamos los
estudios.
Figura 5.6

4.7. Teoría del error.


Es más antigua que las dos anteriores. El error es posible cuantificarlo tan-
to desde la exactitud como de la precisión. Establece la “distancia” que existe entre
un valor calculado y el valor de referencia real, verdadera. También se aplica en el
estudio de las cargas.
Aquí ingresa la sociología porque el error es una condición humana. El
error puede ser individual o colectivo. El primero depende del grado de conoci-
miento del individuo, de los controles que realiza en todas las fases del diseño,
cálculo y ejecución de la obra que tiene a su cargo. También de la manera que res-
peta las normativas y reglamentos de la construcción. El error colectivo se instala
en la sociedad técnica a través de paradigmas que no son revisados o cambiados a
tiempo. Entre las entidades que deben mantener alerta su atención a estos fenóme-
nos sociales son los Reglamentos, las Universidades y los Consejos Profesionales.
Existen diferentes tipos de errores que son estudiados para corregir una po-
sible desviación de los resultados finales. Hay errores estimados, asociados, abso-
lutos, relativos, así como accidentales y sistemáticos. Este último es el más común
dentro de la ingeniería; el sistemático se repite no solo en la actividad de un indivi-
duo, sino también dentro de una sociedad técnica; en la costumbre se encuentra

79
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

escondido un error. También se denomina “inercia de costumbre” que en ocasiones


esa rutina es errónea, por ejemplo desde el año 1972 la Argentina adoptó por ley
19.511 el sistema de unidad del SIMELA (Sistema Métrico Legal Argentino) don-
de la tensión mecánica se debe medir en Pascal (Pa o N/m2), pero aún hoy se sigue
utilizando la antigua unidad del kg/cm2 .
El mayor porcentual de errores se cometen en la fase de proyecto y dentro de
ese grupo el más frecuente es el equívoco en el análisis y cálculo de las cargas que
actuarán a futuro. De investigaciones realizadas se establece la siguiente tabla de
fases y porcentuales de errores (Figura 5.7).
Fases de obra %

1 Croquis preliminares. 4
2 Proyecto y cálculo. 40
3 Elección y calidad de materiales. 18
4 Ejecución de obra. 28
5 Uso. 10
Figura 5.7
La tabla anterior también se puede representar por un gráfico (Figura 5.8).

Figura 5.8

El error en fase de proyecto y cálculo tiene la gravedad de la proyección a


futuro. Si es captado en la fase de proyecto el costo resultaría mínimo, pero si apa-
rece en el edificio terminado el costo de reparación es cientos de veces superior.
4.8. Sociología.
Estudia la sociedad que se ocupa del proyecto, cálculo y ejecución de los
edificios. No solo investiga la relación entre los individuos de esa sociedad, sino
que busca encontrar el grado de incertidumbre colectivo que existe sobre un deter-
minado tema. En nuestro caso, las cargas. Desde la sociología es posible establecer
valores numéricos que determinan el grado de dispersión de un conocimiento de-
terminado.
Es costumbre en la sociedad técnica realizar “análisis de cargas” mediante
métodos deterministas; no abarcan más de diez renglones, multiplicar densidad por
espesor y la operatoria se transforma en rutina. Tan fuerte esta inercia costumbrista
colectiva que ha desplazado la tarea de “diseño de cargas”.

80
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Entre el “análisis” determinista y el “diseño” reflexivo existen grados de


control que el Cirsoc R 106 lo escalona de pobre, regular y riguroso. Según ellos
establece la manera de diseñar el coeficiente de seguridad para el cálculo de las
cargas y dimensionado de la estructura. La característica notable de la ecuación es
que surge de la sociología con la utilización del número neperiano.
1
𝛿 𝑅2 +𝛿 𝑆2 2
𝐶𝑆 = 𝛾0 = 𝑒 𝛽

(5.14)
CS = γ0: Coeficientes básicos de seguridad.
δR y δS :Factores que surgen de la dedicación y responsabilidad de los pro-
fesionales (elección materiales, control en obra, forma de análisis de las cargas,
método de cálculo dimensionado, método cálculo solicitaciones).
e: exponencial neperiano.
β: índice de seguridad (cantidad de personas en riesgo y daños materiales).
Si investigamos tres tipos de poblaciones o colectivos técnicos en la
construcción en las categorías de control “pobre”, “regular” y “riguroso” (en las
fases de proyecto, diseño, cálculo y dirección de obra). Al aplicar la ecuación an-
terior obtendremos valores aproximados del CS como los indicados en la tabla
de figura 5.9.
Grado de control CS
1 Pobre. ≈ 5,0
2 Regular. ≈ 2,3
3 Riguroso. ≈ 1,5
Figura 5.9
La gráfica que sigue nos indica en el eje de las "yy" el valor del CS a
emplear en las cargas y en el eje de las "xx" el grado de responsabilidad de cada
uno de los tres grupos de técnicos estudiados.

Figura 5.10
Vemos que el CS acelera su crecimiento para grados pobres de conocimiento
y control, sin embargo para condiciones rigurosas desacelera y busca la asíntota del
CS = 1,00 casi imposible de hallar por la condición siempre presente del error
humano.

81
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

5. Aplicación.
Analizamos las cargas desde las diferentes ciencias básicas como la Estática,
la Resistencia de Materiales, la Cinemática, la Dinámica, la Mecánica de Fractura,
la Termodinámica y también desde la Electro Química. El listado de los ejemplos:
5.1. Estática: Acciones y Reacciones.
5.2. Cinemática: Caída libre; velocidad y tiempo.
5.3. Cinemática: Viento; aceleración negativa (frenado).
5.4. Dinámica: Carga por choque; fuerza de impacto.
5.5. Dinámica: Carga del viento; fuerza por cambio velocidad.
5.6. Cinética: Energía del viento; trabajo efectuado.
5.7. Cinética: Trabajo; constante elástica.
5.8. Trabajo: Energía cinética; fuerza de martinete.
5.9. Resistencia Materiales: carga y acortamiento; fuerza y reacción elástica.
5.10. Resistencia Materiales: tensión de rotura.
5.11. Mecánica de Fracturas: Tensión en extremo de fisura.
5.12. Mecánica de Fracturas: Longitud crítica de fisura.
5.13. Mecánica de Fracturas: Pared ladrillo cerámicos.
5.14. Nota: Las aplicaciones a otras ciencias.

5.1. Estática: Las cargas y las reacciones.


El problema:
Aplicar la ciencia de la Estática para determinar la magnitud, sentido y di-
rección de las reacciones de una viga simple con cargas concentradas según el es-
quema (Figura 5.11).
Esquema y datos:
Apoyo “A” a la izquierda y el apoyo “B” a la derecha.

Figura 5.11

Aplicación de las fórmulas.


Las fórmulas:
𝑀=0 𝐹𝑉 = 0 𝐹𝐻 = 0
Adoptamos como positivas las cargas que tienen dirección de arriba hacia
abajo y negativas las contrarias.
Cálculo de RA:
𝑀𝐵 = −𝑅𝐴 ∙ 6,00 + 𝑃1 ∙ 4,00 + 𝑃2 ∙ 1,5 =
= −𝑅𝐴 ∙ 6,00 + 4000 ∙ 4,00 + 12000 ∙ 1,50
34000
𝑅𝐴 = − ≈ − 5.670 𝑑𝑎𝑁
6,00
Cálculo de RB:

82
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

𝑅𝐴 = 𝑃1 + 𝑃2 − 𝑅𝐴 = −10.330 𝑑𝑎𝑁
Comprobación:
Se la realiza tomando momentos desde al apoyo "A".
Conclusión:
La maniobra es determinista y deductiva con fórmulas generales y con hipó-
tesis alejadas a la realidad se obtienen resultados aproximados. Dirección: la viga
es horizontal y todas las acciones son verticales, entonces todas las reacciones
serán verticales. Sentido: todas las acciones son positivas, entonces las reacciones
serán negativas. Magnitud: existe asimetría de cargas tanto en magnitud como en
posición, entonces las reacciones no serán iguales:
RA = - 5.670 daN RB = - 10.330 daN.
Lo anterior se cumple si los apoyos poseen articulación perfecta, cualquier
desviación de esa hipótesis las reacciones cambian.
5.2. Cinemática: Caída libre.
Realizamos una aplicación de cinemática para determinar la fuerza a efectos
de introducirnos en la fórmula general de fuerzas (f = m.a) donde aparece la acele-
ración que es función de la velocidad y el tiempo.
Problema:
Un ladrillo de masa igual a 50 N (≈ 5 kgf) cae al vacío desde una obra en
construcción de 50 metros de altura. Establecer la velocidad en el instante del im-
pacto y el tiempo empleado. No se tiene en cuenta la resistencia del aire.
Datos:
La ecuación a utilizar:
1
𝑥 = 𝑥0 + 𝑣0 𝑡 + 𝑎𝑡 2
2
x0: 0,0 metros: posición del punto de caída.
x: 50 metros: altura del punto de caída.
v0: 0,0 m/seg: velocidad en el punto de caída.
Tiempo que demora en la caída:
1 1
50 = 𝑎𝑡 2 = ∙ 9,81 ∙ 𝑡 2
2 2

2 ∙ 50
𝑡= ≈ 3,20 𝑠𝑒𝑔
9,81

Velocidad final:

𝑣𝑥 = 𝑣0𝑥 + 𝑎𝑡
𝑚 𝑘𝑚
𝑣𝑥 = 𝑎𝑡 = 9,81 ∙ 3,2 = = 31,4 113
𝑠𝑒𝑔 𝑕

También podemos aplicar:

𝑣22 − 𝑣12 𝑣22


𝑦= = 50 𝑚𝑡𝑠 =
2𝑎 2 ∙ 9,81
𝑚 𝑘𝑚
𝑣2 = 50 ∙ 2 ∙ 9,81 ≈ 31,4 113
𝑠𝑒𝑔 𝑕

83
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Conclusión:
El fenómeno también responde procesos deterministas y deductivos.
5.3. Cinemática: Viento, aceleración negativa.
El problema:
Establecer de manera aproximada la aceleración (negativa) que sufre la masa
de viento al aproximarse y chocar contra las paredes de un alto edificio.
Datos:
v2 : velocidad del viento a 5 metros de la pared (20,0 m/seg).
v1 : velocidad del viento en el instante del choque (0,0 m/seg).
y: distancia de frenado 5,00 metros.
Fórmula a emplear.

𝑣22 − 𝑣12
𝑦=
2𝑎
Aplicación fórmula:
𝑣22 202 400 𝑚
𝑎= = = = 40
2𝑦 2 ∙ 5 10 𝑠𝑒𝑔2
Esta aceleración negativa (de frenado) la utilizaremos luego para establecer
la fuerza aproximada que genera el viento.
Conclusión:
Para la obtención de los datos del viento se necesita una tarea inductiva de
observación, medición y ensayos, acompañada de censos y estadísticas de la reali-
dad del pasado. Los valores que se obtienen son aproximados.
5.4. Dinámica: Impacto en caída libre.
El problema:
Calcular la fuerza de impacto que produce el ladrillo en caída libre del ejer-
cicio anterior de cinemática.
Datos:
Masa del ladrillo: 5 kg. (≈ 50 N)
Al impactar sobre el suelo blando, éste por su condición elástica y plástica se
deforma. La distancia de esa deformación es la de frenado.
Distancia frenado: 5 cm = 0,05 metros
Aceleración en caída libre: 9,81 m/seg2
Velocidad en el impacto: 31,4 m/seg2

𝑣22 31,42 986 𝑚


𝑎= = = = 9860
2𝑦 2 ∙ 0,012 0,05 𝑠𝑒𝑔2
𝑚
𝐹 = 𝑚𝑎 = 5 𝑘𝑔 ∙ 9860 = 49.300 𝑁 ≈ 49,3 𝑘𝑁 ≈ 4930 𝑑𝑎𝑁
𝑠𝑒𝑔2
Otra forma:
Fuerza de impacto:
1 𝑚𝑣 2 5 . 31,42 4929
𝐹= = = = 49.290 𝑁 = 49,29 𝑘𝑁
2 𝑦 2 ∙ 0,05 0,1

84
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Conclusiones:
La carga de impacto resulta unas mil veces superior al peso del ladrillo en
reposo.
5.5. Dinámica: Fuerza del viento.
El problema:
Calcular de manera aproximada la fuerza del viento desde las velocidades, la
masa, el tiempo y la desaceleración en el instante de choque con la pared de un
edificio alto.
Datos:
Velocidad a 10 metros antes del edificio: vx = 60 km/hora = 16,7 m/seg
Velocidad al instante del choque v0 = 0,00
Tiempo transcurrido en el cambio de velocidad: 0,5 segundo
Masa del aire: 1,2 daN/m3.
Fórmula:
𝑣𝑥 − 𝑣0
𝑣𝑥 = 𝑣0 + 𝑎𝑡 → 𝑎=
𝑡
Solución:
Aceleración negativa: a = 16,7 (m/seg) / 0,5 (seg) = 33,4 m/s2
Carga o acción del viento en un metro cuadrado de pared:
F = m.a = 1,2 (daN/m3) . 33,4 (m/seg2) = 40da N/m2
En caso de un edificio de 20 pisos, la altura sería de unos 70 metros y el an-
cho de 45 metros. La superficie total que frena al viento podría ser un 80 % de la
superficie total:
Superficie: 0,80 .70 .45 ≈ 2.520 m2
Carga total: 2520 . 40 ≈ 100.000 daN = 100 kN
Conclusiones:
Esta aplicación utiliza solo las variables de velocidad, tiempo y masa. Para
una mayor aproximación se requiere hacer participar otros muchos más parámetros
que se detallan en el Cirsoc 102.
5.6. Cinética: Energía cinética del viento.
El problema:
Calcular la energía cinética que genera el viento al chocar contra el edificio.
Datos y fórmula:
Es la energía en movimiento del viento. Genera trabajo y es igual al cambio
de su energía cinética.
1 𝑚2
𝐾 = 𝑚𝑣 2 𝑢𝑛𝑖𝑑𝑎𝑑: 𝑁𝑚 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑢𝑟𝑔𝑒 𝑑𝑒: 𝑘𝑔 2
2 𝑠
K: Energía cinética.
m: masa del cuerpo (masa del aire 1,2 daN/m3).
v: velocidad del aire antes del choque (16,7 m/seg).
Solución:
En el caso de un viento de 60 km/hora (16,7 m/seg) su energía cinética por
metro cuadrado es:

85
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

1
𝐾= 1,2 ∙ 16.72 = 167 𝑁𝑚 = 0,0167 𝑘𝑁𝑚
2
Conclusiones:
La energía total será función de la superficie expuesta al viento, hay inter-
cambio de energía cinética por energía elástica del edificio.
5.7. Energía cinética y trabajo elástico.
El problema:
Determinar en forma aproximada la constante elástica de un árbol.
Datos y fórmulas.
La energía cinética calculada en el ejemplo anterior es equilibrada por la ca-
pacidad elástica (acumulación de energía del edificio sin romperse):
1
𝑊 = 𝑘𝑥 2
2
Deseamos conocer la constante elástica del árbol, para ello suponemos que
en su conjunto tuvo una deformación elástica promedio desde el extremo de su
altura hasta la base de 0,7 metros.
Solución:
1 1
𝑊 = 𝑘𝑥 2 = 167 = 𝑘 ∙ 0,72 =
2 2
2𝑊 2 ∙ 167 𝑑𝑎𝑁
𝑘= 2 = ≈ 680
𝑥 0,49 𝑚2
Conclusiones:
Los textos de física utilizan la deformación de un resorte y el trabajo que
realiza una fuerza para estirarlo como ejemplo de constante elástica del sistema
total del resorte. En este ejemplo utilizamos la deformación del árbol como voladi-
zo empotrado en el suelo.
5.8. Transformación de trabajo en energía cinética.
El problema:
Determinar la fuerza de impacto de un martinete al clavar un pilote en el
suelo para la fundación de un edificio.
Datos:
Para la hinca se utiliza un martinete que cae libre desde una altura para pro-
ducir con el impacto una elevada fuerza que desplaza al pilote hacia abajo.
Suponemos un sistema con los siguientes datos:
Masa del pilote: ≈ 255 kg
Peso del pilote: Pm = 255 . 9,81 ≈ 2.500 N.
Altura de caída: d1 - d2 = 2,70 metros.
Descenso del pilote: d2 - d3 = 0,05 metros.
Puntos de referencia para el estudio: 1) martinete en reposo, 2) instante del
contacto de martinete con cabeza de pilote, 3) posición final del sistema martinete
pilote (Figura 5.12).

86
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Figura 5.12

Trabajo realizado:
Trabajo realizado del martillo de 1 a 2:
𝑊1−2 = 𝑃𝑚 ∙ 𝑑1−2 = 2500 ∙ 2,70 = 6.750 𝑁𝑚 𝐽𝑜𝑢𝑙𝑒 .
Desde la energía cinética:
"El trabajo efectuado por la fuerza neta sobre una partícula es igual al cam-
bio de energía cinética de la partícula".
𝑊𝑡𝑜𝑡 = 𝐾2 − 𝐾1
K1: energía cinética en el punto 1 = 0,00 Nm.
K2: energía cinética en el punto 2 = 6.750 Nm.
∆𝑘 = 𝐾2 − 𝐾1 = 6.750 − 0 = 6.750 𝑁𝑚 𝐽𝑜𝑢𝑙𝑒
En el instante del impacto el sistema desciende 0,05 metros entre (2) y (3),
en el suceso también existe trabajo y energía cinética: es la reacción del pilote con-
tra la acción del martillo.
Fuerza de impacto:
Deseamos conocer la fuerza que ejerce el martillo en el instante del impacto.
El trabajo en el pequeño descenso del pilote:
𝑊2−3 = (𝑃𝑚 − 𝑅𝑚 )𝑑2−3 = 𝑃𝑚 ∙ 𝑑2−3 − 𝑅𝑚 ∙ 𝑑2−3 = 𝐾2 − 𝐾3 = 6750 − 0
= 6.750 𝑁𝑚
De la ecuación anterior obtenemos Rm:
𝐾3 − 𝐾2
𝑅𝑚 = 𝑃𝑚 − .
𝑑2−3
La fuerza de reacción del pilote en su descenso:
6.750
𝑅𝑚 = 𝑁 − 2500𝑁 = 132.500 𝑁
0,05
Conclusiones.

87
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

La fuerza de acción del martillo y la reacción en el instante del impacto es


132.500 N. Es una fuerza superior en más de 50 veces el peso del martillo en repo-
so.
En la Mecánica de Suelos se utilizan los ensayos de Penetración Estándar,
donde se le incorpora al suelo una determinada energía de impacto (fuerza) que
entrega algunas de las cualidades del suelo, en especial su densidad y uniformidad.
La masa del martillo y la altura de caída se encuentran estandarizadas a nivel inter-
nacional.
5.9. Resistencia de los materiales (fuerza y acortamiento).
El problema:
Calcular la carga que se produce en una columna metálica (2 PNI 140) de
400 cm de alto si el acortamiento en el extremo es de 0,4 cm.
Datos:
Módulo elasticidad del acero: E = 2.100.000 daN/cm2
Sección de las dos columnas: S = 18,2 . 2 = 36,4 cm2
Solución:
Acortamiento relativo: ε = Δl / l = 0,4 / 400 = 0,001
Tensión del material: ζ = P / S = E . ε = 2100000 . 0,001 = 2100 daN/cm2
Carga total que acciona (período elástico):
P = S . ζ = 36,4 .1500 ≈ 55.000 daN = 55 toneladas.
Conclusiones.
Hemos determinado la carga desde la Resistencia de los Materiales, luego
veremos que desde la Mecánica de Fracturas interesa el trabajo realizado por esa
carga (W = 0,004 m . 55000 daN) que se transforma en energía potencial elástica.
5.10. Resistencia de los materiales (tensión de rotura).
El problema:
Determinar la tensión de rotura de una probeta cilíndrica de hormigón.
Datos:
Diámetro probeta: 15 cm.
Superficie en contacto con prensa: ≈ 176 cm2
Carga aplicada máxima en rotura: 50.000 daN
Solución.
Tensión de rotura: ζ = P / S = 50000 / 176 ≈ 284 daN/cm2
Conclusiones.
Este ensayo nos entrega una referencia de la calidad del hormigón. La probe-
ta de ensayo es de hormigón simple, mientras que en obra la mayoría de las piezas
contienen barras de acero que generan confinamiento y elevan su resistencia.
5.11. Mecánica de fracturas, extremo de grieta.
En los ejemplos que siguen se destaca cómo las cargas deben ser considera-
das dentro del material y de sus imperfecciones para el inicio de una fractura.
El problema:
Determinar la tensión en el extremo de una fisura mediante la fórmula de In-
glis.

88
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Datos:
Una pared está sometida por fuerzas de tracción generadas por movimientos
diferenciales del suelo tal como se muestra (Figura 5.13).
Alto pared: 3,50 metros.
Largo: 7,00 metros.
Espesor: 0,20 metros.
Material: mampostería de ladrillos cerámicos comunes (sin armaduras).
Largo del sector de isostáticas de tracción: 2,70 metros.
Carga en tracción: ≈3.800 daN
Superficie en tracción: 270 cm . 20 cm = 5.400 cm2

Figura 5.13
Irregularidad: existe una equívoca colocación de mezcla de asiento que ge-
nera un vacío de largo 12,5 cm y en su extremo el radio promedio es de 0,005 cm
(Figura 5.14).

Figura 5.14

Tensión de tracción por teoría clásica:

𝑃 3800 𝑑𝑎𝑁
𝜎𝑡 = = = 0,70
𝑆 5400 𝑐𝑚2
Aplicación de la fórmula de Inglis:

𝑎 12,5 𝑑𝑎𝑁
𝜎 = 𝜎1 1 + = 𝜎 = 0,70 1 + = 0,7 1 + 50 = 36
𝑟 0,005 𝑐𝑚2

Conclusión:
La tensión en el extremo de la irregularidad deja de ser función directa de la
carga y de la sección. En este caso la tensión aumenta 36/0,7 ≈ 50 veces y provoca
la rotura de la pared.

89
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

5.12. Mecánica Fracturas, longitud crítica.


El problema:
Calcular la longitud crítica de fractura de una placa de hierro común cuando
está sometida a una tensión determinada.
Introducción.
Años más tarde de la inquietante fórmula de Inglis los científicos Griffith e
Irwin desarrollan expresiones que relacionan el trabajo de fractura del material y su
capacidad de almacenar energía.
El caso del hierro común el trabajo necesario para desgarrar e iniciar una
fractura por unidad de superficie es del orden promedio de 500.000 J/m2 y la capa-
cidad de almacenar energía por unidad de volumen del hierro es aproximado a 1,00
J/(106.m3).
En la figura 5.15 (fuera de escala) vemos en la superficie sombreada las dife-
rencias de resilencia (capacidad de acumular energía) entre una placa de hierro y
otra de cerámico.

Figura 5.15
En este caso la fisura en una placa de hierro tiene una longitud crítica, por
debajo de ese valor la fractura resulta estable y por arriba la fisura continuará cre-
ciendo.
Datos:
Estudiar para tensiones de 1.800 daN/cm2 y 2.400 daN/cm2.

Figura 5.16

Solución.
El largo crítico de la fisura desde la energía:

90
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

1 𝑡𝑟𝑎𝑏𝑎𝑗𝑜 𝑑𝑒 𝑓𝑟𝑎𝑐𝑡𝑢𝑟𝑎 𝑊
𝑙𝑐 =
𝜋 𝑒𝑛𝑒𝑟𝑔í𝑎 𝑑𝑒 𝑑𝑒𝑓𝑜𝑟𝑚𝑎𝑐𝑖ó𝑛 𝑎𝑐𝑢𝑚𝑢𝑙𝑎𝑑𝑎 𝜔

𝑊𝐸 1 𝑊 1 𝑊
𝑙𝑐 = 2 = =
𝜋𝜎 2 𝜋 𝜎 2 𝜋𝜔
2𝐸
Si la tensión en el interior de la placa es de σ = 1.800 daN/cm2 el largo
crítico:
Resilencia del hierro a 1.800 daN/cm2 → 77.100 N/m2
1 𝑊 1 500.000
𝑙𝑐 = = ≈ 2,00 𝑚𝑒𝑡𝑟𝑜𝑠
𝜋 𝜔 𝜋 77.100
Pero si la tensión en el interior de la placa es de ζ = 2.400 daN/cm2 longi-
tud crítica se reduce:
Resilencia del hierro a 2.400 daN/cm2 → 137.000 N/m2

1 𝑊 1 500.000
𝑙𝑐 = = ≈ 1.100 𝑚𝑚 ≈ 1,10 𝑚𝑒𝑡𝑟𝑜𝑠
𝜋 𝜔 𝜋 137.000
Conclusiones.
Este fenómeno y su estudio teórico nos indican que la fisura no es un suceso
de inestabilidad. Hay materiales como el hierro con elevada resilencia que pueden
continuar resistiendo aún con fisuras.
5.13. Mecánica fracturas, lc pared ladrillos cerámicos.
El problema:
Calcular la longitud crítica de fisuras en paredes de ladrillos cerámicos.
Datos.
El trabajo de fractura es una característica de cada material y se lo obtiene
de ensayos de laboratorios. En el caso de la mampostería de ladrillos cerámicos
resulta un valor aproximado de W = 5 J/m2.
Solución.
El largo crítico de la fisura desde la energía:

1 𝑡𝑟𝑎𝑏𝑎𝑗𝑜 𝑑𝑒 𝑓𝑟𝑎𝑐𝑡𝑢𝑟𝑎
𝑙𝑐 =
𝜋 𝑒𝑛𝑒𝑟𝑔í𝑎 𝑑𝑒 𝑑𝑒𝑓𝑜𝑟𝑚𝑎𝑐𝑖ó𝑛 𝑎𝑐𝑢𝑚𝑢𝑙𝑎𝑑𝑎

1𝑊
𝑙𝑐 =
𝜋𝜔
Para un tensión de 50 daN/m2:
Resilencia del cerámico a 50 daN/cm2 → 1.250 N/m2

1𝑊 1 5
𝑙𝑐 = = ≈ 0,0013 𝑚𝑒𝑡𝑟𝑜𝑠 ≈ 1 𝑚𝑚
𝜋 𝜔 𝜋 1250
Conclusiones:
En la pared la longitud crítica es de solo ≈ 1 mm es por esta causa que las
paredes presentan tantas fisuras en tracción. Conclusión: desde la ciencia de la MF
las tensiones en el interior de la masa del material dejan de ser una relación lineal
de las cargas.

91
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

En general en las paredes las fracturas tienen inicio y final, con ello se ge-
neran nuevas condiciones de borde, distintas a las iniciales. En ese cambio hubo
disipación de energía.
5.14. Nota.
Las aplicaciones a las restantes ciencias que hemos tratado en la parte teó-
rica se encuentran en los capítulos que las analizan de manera específica.

92
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

6
Diseño de cargas.
1. Objeto.
Establecer las variables que participan en la tarea del diseño de las cargas y
además indicar la manera de reducir su intensidad mediante la combinación de
espesor y densidad.
2. Las variables del diseño.
“Traza o delineación de un edificio o de una figura. Proyecto, plan”; esto di-
ce el diccionario sobre la palabra diseño. Es uno de los vocablos más difíciles de
explicar porque posee aplicación en casi todos los órdenes de la actividad humana.
Hablar de “diseño de las cargas” es aún más arduo; en general se piensa que
se diseñan los edificios, pero no las cargas. Desde las ciencias de la construcción se
comprueba que solo cuando las cargas están bien estudiadas y proyectadas, es po-
sible un buen diseño de arquitectura. Por supuesto además están las variables de
estética y de funcionalidad.
No vamos a copiar todas las palabras que están en los globos que rodean la
palabra diseño, pero es conveniente leerlas y pensar en ellas para entender la com-
pleja combinación que se debe realizar para realizar un acto de buen diseño (Figura
6.1).

Figura 6.1
El problema reside en la sinergia del conjunto, ninguno de los globos actúa
de manera individual o aislada. Cada uno ingresa al diseño conectado con los otros.
La tarea de diseño es por sobre todas las cosas una labor que necesita de tiempo, lo
mismo que el arte. Pensar en las cargas no tiene horarios fijos y los tiempos pueden
ser largos. Repetir una y otra vez, generar alternativas, ejercitar la prueba y error
son actividades que ayudan a lograr un buen diseño de cargas. La experiencia, el
conocimiento son parámetros de alto valor en la tarea del diseño estructural.
En resumen, antes de finalizar el proyecto de arquitectura y mucho antes de
comenzar el cálculo del edificio se deben agotar las tareas del diseño de cargas.
Trabajando juntos los profesionales de la arquitectura y de la ingeniería.

93
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

3. General.
3.1. La variedad y clasificación.
El diseño estructural en todos los edificios, desde la cubierta, la estructura,
los cerramientos, las fundaciones se lo efectúa de acuerdo a las cargas. En la inge-
niería y la arquitectura no es posible diseñar o proyectar sin antes conocer las fuer-
zas que actuarán sobre el objeto del diseño. Así de simple; no puede existir proyec-
to sin esa variable. Saber controlarlas y componerlas hasta lograr un equilibrio
estable es arte. El ser humano las conoce, él es parte del universo gravitatorio, de
los vientos y de los sismos; solo con reflexionarlas se adquiere la sensibilidad y el
conocimiento para trasladarlas al edificio.
3.2. La voluntad del hombre y las cargas.
Ampliamos el glosario ya indicado en el Capítulo 1 “Introducción” pero aho-
ra destacamos las cargas que pueden ser maniobradas. Vemos aquellas que ofrecen
niveles de libertad al proyectista para ejercer su capacidad de diseño.
Peso propio: Es función de la gravedad y de la cantidad de masa. La prime-
ra, la gravedad, escapa de la voluntad del hombre; en el planeta Tierra la acelera-
ción gravitatoria es constante, inamovible. La segunda, la masa, puede ser contro-
lada mediante los espesores y la densidad de los materiales; depende de la voluntad
del proyectista, es diseño.
Sobrecarga: Similar a la anterior también gravitatoria. Está en función del
destino. Los valores nominales se indican en las tablas del Cirsoc R 101. En todos
los casos es necesario que el proyectista conozca las diferencias de esos valores
nominales con los reales. Esto lo puede observar si compara las sobrecargas indi-
cadas en el 4.1 del R 101 (nominales) con las establecidas en la tabla C.4.2 de Co-
mentarios del R 101 (de inspección).
Viento: Solo una pequeña parte de esta acción puede ser controlada por pro-
yectista; la forma del edificio y su tamaño, maniobrando esas variables es posible
reducir el efecto, amortiguar su desaceleración al chocar con el edificio.
Sismo: Similar al viento; la aceleración del terreno está separada de la deci-
sión del proyectista. Solo puede operar con la masa del edificio, posición del centro
de gravedad y las formas en plata para evitar efectos de torsión.
Agua, nieve, hielo: Pueden ser controlados con las pendientes de las cubier-
tas y los sistemas de desagües. También debe participa el usuario en las tareas de
mantenimiento de las canaletas, cámaras y cañerías.
Impacto: Resultan muy raras en los edificios, una de ellas puede ser el caso
del arranque y frenado de los ascensores. Pero muy comunes en estructuras de la
industria o los puentes de rutas.
Térmicas: Es posible controlarlas mediante el diseño adecuado de juntas de
trabajo de la estructura; es parte del diseño de cargas.
Construcción: Durante el período de construcción del edificio se pueden
generar cargas elevadas que requieren de un cuidadoso diseño de andamios, punta-
les y encofrados. El R 108 analiza este tipo de cargas.
Humedad y suelos: Los suelos se deben considerar como soportes de las vi-
viendas o edificios, pero también es necesario estudiar su actividad ante las varia-
ciones de su contenido de humedad. También son variables de las acciones o reac-
ciones los desagües, las pendientes, el escurrimiento cuestiones pueden controlar
las variaciones del contenido de humedad del suelo.
Como vemos en todos los casos, de alguna u otra manera es posible reducir
el efecto de las cargas en función del diseño.

94
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

3.3. El reglamento y las cargas.


El Cirsoc R 101, reconoce sus limitaciones cuando establece lo siguiente:
1.1.1. En el presente Reglamento se definen los términos más usados
relacionados con las cargas permanentes y las sobrecargas de diseño, y se
indican los valores mínimos a tener en cuenta en el cálculo de edificios y
otras estructuras. No se incluyen las cargas de origen climático ni las soli-
citaciones provenientes de coacciones; sin embargo, debido a la brevedad
del tema y a su extensa aplicación, en el Anexo se presentan las cargas de
lluvia.

El reglamento establece cuestiones generales, indica que no se incluyen to-


das las cargas. Esta advertencia destaca la necesidad del diseño de las cargas por
parte del proyectista.
1.1.2. Los valores indicados en este Reglamento son valores nomi-
nales. Excepto en los casos específicamente indicados, estos valores no in-
cluyen los efectos dinámicos inherentes a la función de las cargas, los que
se deben analizar en los casos en que corresponda.

El “valor nominal” significa que es un valor teórico, no real, aceptado como


posible máximo en la historia del edificio. Más adelante, en el presente trabajo se
incorpora un capítulo “Sobrecargas” en el cual analizamos en profundidad estas
cuestiones. La normativa del Cirsoc R 101 debe servir como guía, pero no debe
desplazar la tarea del riguroso control y análisis de todas las cargas que pueden
actuar sobre el edificio.

4. Entrepisos y diseño.
4.1. Construcción “húmeda” y “seca”.
La mayoría de los entrepisos se ejecutan con la mezcla de cemento, piedra,
arena, hierro y agua. Son los llamados “de construcción húmeda” porque requiere
un tiempo de fraguado. Su densidad oscila entre los ≈ 1.600 a ≈ 2.400 daN/m3 (cie-
lorraso, losa, contrapiso, carpeta, piso). Poseen una carga de peso propio promedio
de ≈ 500 daN/m2.
En la imagen que sigue (Figura 6.2) aparece el detalle de un entrepiso de lo-
sa hormigón maciza:

Figura 6.2
En otros casos es posible diseñar un tipo de entrepiso mixto. Con viguetas
pretensadas, bloques huecos de bajo peso y la capa de compresión; tienen un peso
promedio de unos ≈ 350 daN/m2. En la imagen siguiente el entrepiso de losa hor-
migón alivianada (Figura 6.3).

95
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Figura 6.3

Desde hace pocas décadas aparecieron en el mercado de la construcción las


losetas huecas pretensadas que reducen los valores de peso propio a valores de ≈
250 daN/m2.
Los entrepisos más livianos, responden a las denominadas “construcciones
en seco”. Estos elementos estructurales pueden ser metálicos prefabricados y en-
samblados en obra. También la combinación de vigas metálicas, correas y tablero
de madera especial (multilaminados) o totalmente de madera. El peso propio oscila
entre los 50 a 100 daN/m2; entre cinco a diez veces más livianos que los de “cons-
trucciones húmedas”.
En la imagen el entrepiso de tirantes primarios, secundarios y entablonado
(Figura 6.4).

Figura 6.4
También es parte del diseño de cargas las características de las paredes in-
ternas. Una pared interna de mampostería maciza de 0,15 metros, con su revoque
pesa ≈ 300 daN/m2 y la de doble tabique de yeso (Durlock) pesa 40 kN/m2.
4.2. Contrapiso, sanitarios y escaleras.
Es difícil imponer cambios en los sistemas constructivos. El hombre está
afectado por la costumbre, por la tradición; en algunas regiones se considera que el
único entrepiso es el ejecutado con hormigón armado. El problema acústico de los
livianos o secos se soluciona mediante inyección de aislantes térmicos y acústicos
celulósicos de muy baja densidad. Estudiamos el conflicto de los contrapisos con
las escaleras, los balcones y los sanitarios.
Escaleras: El diseño de la estructura de hormigón de la escalera debe tener
como variables al tipo de piso, mortero y contrapiso que se colocará. En todos los
escalones la contra huella final debe tener la altura constante de ≈ 18 centímetros
(Figura 8.5). Los equívocos son ocultados con el espesor de contrapiso.

96
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Figura 6.5
Balcones: En muchas ocasiones hay olvido que los pisos de balcones deben
tener un nivel más bajo que el del interior de los locales; también es costumbre
resolver el problema elevando el contrapiso en el interior (Figura 6.6).

Figura 8.6
Sanitarios: Por último, para esconder las cañerías de desagües también se
utiliza el contrapiso como recurso (Figura 6.7). En definitiva el contrapiso termina
siendo el ítem que nivela y esconde los errores.

Figura 6.7
Enviar toda la cañería de sanitarios por debajo de losa y escondidas en cielo-
rrasos suspendidos es una excelente solución para bajar pesos en el edificio. Los
contrapisos utilizados en ocasiones para “esconder” las cañerías poseen valores de
carga diez y más veces que la del cielorraso.
4.3. Voladizo y balcón.
De todos los elementos estructurales, el voladizo en la flexión es cuatro ve-
ces más sensible a las cargas repartidas que una viga de dos apoyos simples. En la
mayoría de los edificios los voladizos se materializan mediante balcones que dan al
frente o fondo del edificio. La situación de colapso en los balcones, es repetida y
desgraciada. Los usuarios o los propietarios, transforman a los balcones en lugares
de acopio de planteros y macetas de elevado peso (no tenidas en cuenta en el ori-

97
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

gen del cálculo) con el agravante de las aguas ácidas. Tanto que en la Argentina se
ha aprobado una ley llamada “ley de los balcones” donde el poder legislativo in-
gresa en el área de la ingeniería y la arquitectura para establecer normas sobre el
diseño, control y uso de los balcones.
La imagen (Figura 6.8) muestra el exceso; los balcones no sostienen macetas
con flores, aquí son arbustos grandes o árboles pequeños que en todos los casos
necesitan mucha tierra para crecer y los balcones deben sostener esa carga.

Figura 6.8
4.4. Resumen.
Hemos maniobrado solo con las variables de densidad y volumen de los
componentes de un entrepiso de hormigón. Dejamos de lado las sobrecargas, los
coeficientes de seguridad, la no simultaneidad de los efectos. Si hubiéramos incor-
porado todos ellos, las diferencias de peso entre un entrepiso sin diseño y otro con
cuidadoso control resultarían más elevadas.
5. Aplicación.
5.1. Objeto.
Resolver situaciones de diseño de cargas tanto en grandes cubiertas como
en los entrepisos de los edificios y sus paredes. Revisar las alternativas de diseño
transversal de las losas desde las macizas hasta las alivianadas.
5.2. Diseño de cubierta para un estadio.
El problema:
El diseño de las cubiertas de los estadios presentan la dificultad de la au-
sencia de apoyos, ellos solo pueden ubicarse en el exterior y por eso las vigas prin-
cipales del techo deben tener grandes longitudes.
La solución:
En general las estructuras de grandes luces se resuelven con sistemas reti-
culados que combinan bielas con tensores. En proyectos especiales no queda otra
alternativa que utilizar el hierro para las cubiertas y el hormigón armado para las
columnas, entonces, en estos casos es necesario ajustar el proyecto arquitectónico
al proyecto estructural. Para la explicación mostramos el ejemplo de un estadio de
tenis. En el diseño predomina el aspecto estructural.

98
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

En el corte la cubierta está sostenida por un conjunto de bielas y tensores.


Los tensores externos indicados con vectores se anclan en bielas de hormigón. Esta
composición y descomposición de fuerzas logran sostener el techo desde arriba.
Eliminado todas las columnas en el interior (Figura 6.9).

Figura 6.9
5.3. Cargas de succión del viento.
El problema:
Es tan eficiente el diseño estructural anterior que el techo con su estructura
resulta muy liviano. Tan liviano que su peso propio no alcanza a sostener las cargas
negativas de succión del viento.
Soluciones.
Para solucionar esta inestabilidad ingresan al campo del diseño los pasillos
técnicos suspendidos de las vigas principales. Esos pasillos que son utilizados para
el mantenimiento de carteleras, pantallas de
televisión, iluminación y sonido, en general
poseen un piso liviano metálico tipo rejilla, pero
en este caso se utilizan bloques de hormigón de
alto peso (Figura 6.10). Así generamos una
elevada carga gravitatoria y se pone a todo el
sistema en pre carga y se consigue la resistencia
necesaria para las cargas negativas de succión.

Figura 6.10

También se puede dar solución al problema mediante la colocación de ten-


sores internos que eviten el levantamiento de la cubierta por el efecto de succión
del viento (Figura 6.11).

Figura 6.11

99
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

En estos casos la altura de la cubierta debe ser mayor para evitar que los
tensores internos afecten la visual y la circulación.
5.4. Aplicación en el diseño de cargas
El problema.
Mediante una comparativa analizar dos tipos de entrepisos:
 Entrepiso tradicional de losa maciza de hormigón con todos los ele-
mentos que habitualmente componen el “paquete”.
 Entrepiso alivianado tipo losa de viguetas pretensadas, boques de po-
liéster expandido y pisos, contrapisos y cielorrasos livianos.
Entrepiso losa común.
El diseño de un entrepiso cuya estructura soporte sea una losa de hor-
migón, tiene muchas variables de diseño que las enumeramos de abajo hacia arriba
(ver figura 6.2):
1) El cielorraso.
2) La losa estructural resistente.
3) El contrapiso.
4) El mortero de asiento.
5) El piso.
6) Las paredes.
7) Las sobrecargas.
Se mencionan siete elementos; cinco están indicados en el esquema. Las
paredes y sobrecargas se analizan en función del destino. Un edificio para vivien-
das posee mayor cantidad de paredes divisorias que uno destinado a oficinas. En
estos análisis no se incorporan las sobrecargas de uso y las paredes (Figura 6.12).
Tabla de pesos entrepiso losa común.
Designación e γ Peso Peso
mts MN/m3 N/m2 daN/m2

1 Piso granítico 0,02 2,2 440 44


2 Mortero asiento 0,02 2,2 440 44
3 Contrapiso 0,12 2,1 2520 252
4 Losa hormigón 0,17 2,2 4080 408
5 Cielorraso aplicado 0,02 2,0 400 40
Total 7880 788
Figura 6.12

Entrepiso losa liviana.


En este caso se aplicó un cuidadoso control en el proyecto del entrepiso, no
solo en los planos de detalles, sino también en las especificaciones técnicas y con-
trol en obra (Figura 6.13).
Tabla de pesos entrepiso losa común.
Designación e γ Peso Peso
mts MN/m3 N/m2 daN/m2

1 Piso liviano 0,01 0,9 90 9


2 Adhesivo 0,005 0,8 40 4
3 Carpeta cemento 0,015 2,2 330 33
4 Contrapiso liviano 0,06 1,4 840 4
5 Losa viguetas 1800 180
6 Cielorraso liviano 0,01 2,0 200 20
Total 3300 330
Figura 6.13

100
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Resultados.
Diferencia: 7,88 kN - 3,30 kN = 788 daN - 330 daN = 458 daN
La diferencia entre el diseño tradicional y la alternativa es de 458 daN por
metro cuadrado; es una cifra reducida en lo individual. Pero si el edificio en altura,
posee 10.000 metros cuadrados, esa diferencia se transforma en 4.580.000 daN (≈
4.580 toneladas) que resulta un valor muy alto, que puede modificar el sistema
estructural.
Esas miles de toneladas representan unos 2.000 m3 de material de cons-
trucción (hormigón, contrapiso, revoques y otros), en general el metro cúbico de
construcción húmeda consume materiales y mano de obra de costos por unidad
aproximados. En definitiva, los miles de metros cúbicos pueden representar millo-
nes de pesos de ahorro.

101
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

102
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

7
Marcha de las cargas.
1. Objetivo.
El finalidad es estudiar los sucesos en el interior de las piezas estructurales
desde el instante que se aplican las cargas hasta la estabilización del sistema con la
actuación de las reacciones. Nos interesa conocer los cambios que se generan en el
interior de la masa de las piezas.

2. Cargas, esfuerzos internos y reacciones.


2.1. Alteración.
La aplicación de una carga sobre cualquier parte de una estructura genera al-
guna alteración en todas sus piezas. Esta conexión entre la carga y las piezas las
estudiaremos desde los acontecimientos que genera la carga en su "paso" o "tránsi-
to" a través de las piezas estructurales.
En este capítulo utilizamos el nombre de “marcha” de las cargas, para dis-
tinguir las mutaciones que se producen entre la acción de la carga y la reacción; en
este suceso participa todo el edificio. En este estudio las cargas no deben ser inter-
pretadas como circulación o corriente de un fluido, sino como el paso de las cargas
a los esfuerzos internos y éstos a las reacciones.
2.2. Positivo negativo.
Consideramos cargas positivas las que tienen dirección y sentido de arriba
hacia abajo, como las gravitatorias (Figura 7.1). Las negativas tienen dirección y
sentido contrarios; son las reacciones. En algunos sucesos es difícil distinguir una
de otras, en especial en los casos donde no existen referencias fijas para comprobar
los movimientos.

Figura 7.1
Entre las positivas están las del peso propio y las sobrecargas. Cuando apo-
yamos un objeto sobre el suelo, el peso del objeto es la acción y la resistencia del
suelo es la reacción; este suceso no siempre es permanente. En algunos casos el
suelo al ser cubierto por el objeto modifica su contenido de humedad y en caso de
aumento se expande; entonces el suelo genera la acción y el objeto la reacción.
En el análisis de las cargas es necesario establecer su “marcha”. De dónde
salen y hacia donde apuntan. La única manifestación que delata la dirección y el
sentido de las cargas es el movimiento, la deformación, las fisuras y los asenta-

103
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

mientos. Las cargas inerciales de viento y sismo poseen sus propios signos que son
estudiadas en los Cirsoc 102 y 103.
2.3. Tiempo desde la acción a la reacción.
No es fácil interpretar los sucesos que se desarrollan en un sistema estructu-
ral cuando se deposita una carga. Entre el instante inicial de la acción de la carga,
hasta el final de la reacción del terreno hay un tiempo, brevísimo, pero tiempo al
fin donde el material y la masa del sistema estructural se altera. Se activa ante la
llegada de una carga, en cualquier parte del edificio.
Las cargas negativas de expansión de la arcilla son muy lentas, pueden durar
años en su crecimiento, mientras que el sacudón vertical de acción sísmica dura
segundos. Los sucesos dentro de la masa de las piezas estructurales son diferentes.

3. Cambios de nombres.
3.1. Externas.
Fuerza, acción, carga.
Las cargas modifican su nombre desde el instante que actúan sobre un edifi-
cio; las analizamos en los escritos siguientes. Las fuerzas tienen su origen en la
combinación de una aceleración con la masa del objeto.
En los inicios, es la "acción" son fuerzas que provienen del exterior. Luego
una vez identificadas, las acciones se denominan "cargas". Están definidas por una
determinada causa. De viento, de dilatación, de sobrecargas, de peso propio. En
resumen son las acciones que adquieren denominación.
Cuando se produce una fisura en una pared se puede asegurar de manera ge-
neral que corresponde a una acción. Pero es más difícil determinar el nombre de la
acción; el tipo de carga que produjo la fisura.
Las solicitaciones.
Las solicitaciones son interpretaciones teóricas del efecto que producen las
cargas en la pieza estructural. La solicitación es la combinación de varios paráme-
tros; condición de borde, intensidad, tipo y posición de las cargas. Tienen nombres;
momento flector, corte, normal. Son entidades teóricas, ideales, herramientas ma-
temáticas para elaborar luego el dimensionado.
3.2. Internas.
Los esfuerzos internos pueden ser interpretados o esquematizados de dife-
rentes manera, como estamos estudiando el "recorrido" de las cargas dentro de la
masa de las piezas de una estructura, es conveniente repasarlos.
Los esfuerzos internos son una manifestación de fe. Nadie ha podido obser-
var los esfuerzos dentro de una viga, sin embargo los movimientos, las elásticas y
las fisuras son sucesos observables y medibles que denuncian la existencia de los
esfuerzos internos. Una manera entenderlos es mediante esquemas o dibujos, por-
que a los esfuerzos no es posible fotografiarlos; son invisibles. Sin embargo existen
y resisten. Vemos la situación de algunas piezas
Columnas y tensores: Tienen direcciones paralelas al eje axil de la pieza.
Vigas y losas: A lo largo de estas piezas existen imaginarias líneas que iden-
tifican los esfuerzos de compresión a los de tracción (las isostáticas). La forma de
estas curvas dependerá de las condiciones de borde y del tipo de material; homogé-
neo o heterogéneo (Figura 7.2).

104
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Figura 7.2
Secciones transversales: en piezas de hormigón armado las líneas de es-
fuerzos se direccionan hacia los puntos de mayor rigidez que son los vértices donde
se unen las barras longitudinales con los estribos (Figura 7.3).

Figura 7.3
Estribos y barras longitudinales: en
las las columnas de hormigón armado por ser
un material heterogéneo configuran un efecto
de confinamiento y los esfuerzos se orientan
hacia los puntos más rígidos; la unión de es-
tribos con barras (Figura 7.4).
Figura 7.4

4. Errores de concepto.
4.1. La descarga equívoca.
Los ingenieros estamos acostumbrados a decir “la columna descarga 3000
kN” como si ella fuera un conducto donde circulan cargas, la palabra “descargar”
delata una maniobra donde se quita una carga pero en la realidad de la columna eso
no sucede. La columna no se alivia de la carga; la transmite sobre otros elementos
que pueden ser un nudo estructural, una base o un cabezal de pilotes, pero no se
descarga.
También es erróneo el esquema de una
carga colocada sobre una viga y que luego se
abre en dos (Figura 7.5). Una a la derecha, la
otra a la izquierda, de manera equívoca se
establece que la carga cambia de dirección
dentro de la viga hasta encontrar la columna y
descender hacia las fundaciones.

Figura 7.5
Las piezas estructurales no son canales

105
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

por donde fluyen cargas; ellos poseen masa que contienen esfuerzos, deformacio-
nes, energía elástica y en algunos casos consume energía plástica. La carga de la
figura superior produce una flexión que debe ser resistido por la cupla interna en la
masa de la viga. La carga al apoyarse sobre la viga genera un flector externo (está-
tica) que es resistido por la cupla interna de la pieza (resistencia de materiales), se
genera una flecha o descenso (elasticidad) y acumula energía interna (dinámica).

5. Estática, Resistencia de Materiales y Dimensionado.


5.1. General.
Para comprender la transferencia de las cargas analizamos la forma que la
Estática y la Resistencia de Materiales las estudian. Otras ciencias como la Elasti-
cidad, la Plasticidad y la Mecánica de Fracturas también lo hacen.
5.2. Estática.
Solo estudia las acciones y reacciones externas y utiliza el siguiente proce-
dimiento:
a) Establece las reacciones para el equilibrio total del sistema.
b) Determina la flexión producida por las acciones y reacciones mediante el
momento flector (diagrama).
c) También calcula el fenómeno de corte mediante diagramas.
5.3. Resistencia de los Materiales.
Estudia los siguientes aspectos internos:
a) La resistencia del material en el instante de la rotura.
b) La distribución de los esfuerzos dentro de su masa: esfuerzos simples o
combinados.
c) Relaciona las acciones y las reacciones con la configuración de resisten-
cia interna de la pieza (esfuerzos simples, de flexión, de corte o torsión).
5.4. Dimensionado.
La combinación de los resultados que entrega la estática (acciones externas)
y los establecidos por la resistencia de materiales (esfuerzos internos), se logra
determinar el material y la sección transversal de la pieza.

6. Estructuras y sus formas de transferencia de las cargas.


En una vivienda de dos plantas, la estructura de cubierta puede ser un siste-
ma de cabriadas reticuladas triangulares, mientras que el entrepiso se sostiene por
un conjunto de las vigas primarias y secundarias (Figura 7.6).

Figura 7.6

106
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Ambos sistemas (cubierta y entrepiso) sostienen cargas, que generan reac-


ciones y producen flexión en sus piezas; son idénticas en su funcionamiento gene-
ral. Pero por costumbre se las estudia con método diferentes:
Cabriadas: Por ser un sistema reticulado (Figura 7.7) se acostumbra a utili-
zar el método de descomposición de fuerzas para obtener la carga que sostiene
cada barra del reticulado. En este proceso no aparece el momento flector externo,
tampoco la cupla resistente interna. La cabriada es estudiada en tantas partes dife-
rentes como barras contenga.

Figura 7.7
Entrepiso: Por estar constituido de vigas macizas (primarias y secundarias)
se lo estudia desde la relación de que existe entre el módulo resistente “W” y la
tensión admisible del material. En las vigas macizas del entrepiso el "z" (brazo de
palanca) es reducido (≈ décima parte del reticulado de cubierta), el cálculo y di-
mensionado se realiza mediante la fórmula general de la teoría de la flexión (Figura
7.8).
𝑏𝑕2 𝑞𝑙2
𝑀𝑖 = 𝜎 ≥ 𝑀𝑒 =
6 8
(7.1)

Figura 7.8
En este caso usamos la comparativa entre el flector Me que generan las car-
gas externas (acción y reacción) con el flector interno Mi de la cupla de tensiones
(compresión y tracción. Las reacciones internas horizontales "C" y "T" en la zona
media con el "z" deben generar la estabilidad necesaria.
Resumen: Estamos en presencia de una rutina que emplea caminos distintos
para el mismo fenómeno. Ambas piezas, las de la cubierta como las de entrepiso
son vigas y sostienen acciones transversales a su eje longitudinal, entonces reco-
mendamos utilizar los dos métodos en cada uno de los casos.
a) Mediante biela y tensor (descomposición de fuerzas).
b) Mediante diagramas de flector y corte (teoría de la flexión).
Esto lo veremos en los ejemplos de Aplicaciones.

7. Dimensionado.
7.1. General.
Ya lo hemos dicho, el cálculo de las secciones de la pieza estructural se rea-
liza desde la expresión fundamental del diseño estructural (expresión 1.4), la recor-
damos:

107
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

𝜙𝑆𝑛 ≥ 𝑈 = 𝛾1 𝐷 + 𝛾2 𝐿
Que se la interpreta como:
Cargas internas de resistencia ≥ Cargas externas de acciones
Se la aplica en todos los tipos de solicitaciones.
7.2. En el caso de esfuerzos simples (columna o tensor):
La dirección de las cargas son coincidentes con el eje axil de la pieza y la
respuesta de los esfuerzos internos son normales a esa dirección (Figura 7.9).
𝜙𝑆𝑛 = 𝜙𝐴𝜎 ≥ 𝑈
(7.2)
En columnas robustas o tensores nos interesa la sección transversal indepen-
diente de la forma (circular, cuadrada, rectangular y otras).

Figura 7.9
Sn: Reacción o resistencia de la pieza.
ø: Factor de reducción de resistencia.
U: Carga neta.
γ1 y γ2: Coeficientes de seguridad para las cargas.
D: Cargas muertas.
L: Cargas vivas.
A: Sección transversal de la pieza.
ζ: Tensión de rotura del material.

7.3. En el caso de flexión mediante teoría clásica:


En estos casos el eje de la viga es perpendicular a la dirección de las cargas,
ellas generan un momento flector Me externo que es resistido por la cupla interna
Mi (Figura 7.8).
(𝛾1 𝐷 + 𝛾2 𝐿)𝑙2
𝜙𝑆𝑛 = 𝜙𝑊𝜎 ≥ 𝑈 =
𝑚
(7.3)
Nos interesa la sección y además la forma que se las interpreta desde el
módulo resistente (W =bh2/6).
W: módulo resistente de la sección transversal.
m: factor según condición de borde.

108
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

En la viga existen dos regiones donde las isostáticas presentan particulari-


dad; una de ellas es en zona central de viga, allí, en ese solo lugar las líneas de
compresión son paralelas a las de tracción: se forma la cupla interna resistente. La
otra región es la cercana a las columnas de apoyo donde el flector se reduce y au-
menta el corte.
7.4. En el caso de flexión mediante biela y tensor (reticulados):
Es el caso de cargas paralelas a los ejes de columnas, cada pieza debe cum-
plir con la expresión (1.4). Nos interesa la sección de las barras cuadradas o rectan-
gulares tanto en la zona media (flector) como en los extremos (corte), además de la
configuración del reticulado. La pieza reticulada es "desarmada" en barras de com-
presión o tracción y el dimensionado se lo realiza como piezas en compresión o
tracción.

8. Interpretación de causa y efecto de las cargas.


8.1. Desde la unidad de medida.
La carga se transforma una vez que afecta a la pieza. La carga (acción) se
mide en kN o daN, pero en cuanto afecta a la masa, aparecen los esfuerzos y se
miden en MPa (MN/m2 = 10 daN/m2). En otras ocasiones se utilizan herramientas
como los diagramas de momento flector (daNm) o de corte (daN). Hay un cambio
de identidad; lo que antes era una fuerza, ahora son esfuerzos o tensiones o también
momentos flectores o de corte.
8.2. Desde las condiciones de apoyo.
Las cargas no conocen otra dirección que la línea recta. Cualquier cambio
que surja de la configuración recta, o en la masa donde actúa, se producirán efectos
distintos a la de compresión o tracción puras.
Veamos una viga de dos tirantes inclinados como el de la figura y que pude
tener tres configuraciones de apoyos:
a) Los apoyos se conectan con un tensor que sostiene la carga horizontal.
b) Los apoyos son rígidos y soportan la carga horizontal.
c) Los apoyos no poseen conexión alguna, son libres (móviles).
La Figura 7.10 muestra el caso del sistema triangulado, en la medida que los
apoyos posean sostén o soporte
horizontal, la carga en los cor-
dones superiores será de com-
presión. Pero cuando liberamos
esas restricciones en el acto la
compresión se transforma
flexión.
a) Con tensor inferior, cordo-
nes superiores a compre-
sión.
b) Con apoyos fijos en los
extremos, cordones superio-
res a compresión.
c) Apoyos libres, cordones
superiores a flexión.

Figura 7.10

109
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

8.3. Desde la excentricidad o imperfección.


En las columnas si la carga es perfectamente
centrada y el eje de la columna acompaña en forma
absoluta la dirección de la carga existe solo compre-
sión. Pero cualquier imperfección genera una flexión
mezclada con compresión. Es uno de los errores de
confundir el pandeo con flexo compresión (Figura
7.11).
En las columnas de hormigón armado, por ser
construida in situ, resultan muy sensibles a errores o
desperfecto de la línea recta; la posición del baricentro
de la sección en todo el alto varía con el encofrado, con
los vacíos o huecos por fallas en el colado, o con asi-
metría en la posición recta de las barras de acero.
Figura 7.11
Un suceso similar es la columna descentrada con la base de fundación. Son
errores por fallas en el control de obra que generan cambios en los esfuerzos de
resistencia.
8.4. Desde el tamaño.
La conducta de las vigas difiere según la relación entre longitud, altura, ta-
maño y forma (Figura 7.12). Las distinguimos en función de la pendiente o inclina-
ción de la biela respecto del tensor.
Tamaño y forma: Para vigas de hormigón armado:
Normales: l/h≈8
Gran altura: l/h≈4

Figura 7.12
Para las vigas normales se efectúa el dimensionado mediante la relación de
equilibrio entre flector externo y cupla interna resistente: teoría clásica. En vigas de
gran altura la transferencia de las cargas se las interpreta desde el método de biela y
tensor.
8.5. Desde las ménsulas.
Es un caso particular de las vigas de gran altura (Figura 7.13). Son utilizadas
para los apoyos de vigas prefabricadas. La carga que llega de la viga se descompo-
ne en fuerzas en la dirección que muestra la figura. Se emplea el método de biela y
tensor.

110
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Figura 7.13
8.6. Desde las fracturas.
Las fisuras o fracturas son las mayo-
res evidencias del efecto de las cargas. En el
caso de la pared de ladrillos las fisuras con
cierta inclinación (Figura 7.14), indican las
líneas de los esfuerzos. El inicio de la frac-
tura es función una irregularidad o entalla-
dura. En la figura, la singularidad se presen-
ta en la esquina de la ventana.

Figura 7.14

Las paredes construidas con


ladrillos cerámicos poseen capaci-
dad para resistir compresión, pero
muy poca para la tracción; las fisu-
ras nos muestran que las fuerzas
normales a ellas son las líneas de
tracción dentro de la pared y pode-
mos identificar el signo, la dirección
y el sentido.
8.7. Desde la deformación del material.
Algunos conceptos sobre este tema lo hicimos en el Capítulo 1 “Introduc-
ción”, ahora lo ampliamos. Los átomos que componen la materia en su concepto
más elemental se constituyen por: electrones, núcleo y vacío. El espacio que ocu-
pan los electrones y el núcleo es mínimo comparado con el volumen total del áto-
mo. Esto significa que tanto la distancia externa entre átomos y la interna entre
electrones y núcleo se pueden modificar con la aplicación de fuerzas. La situación
anterior se puede representar colocando en un recipiente cilíndrico transparente
pelotas de tenis (Figura 7.15). En su parte superior una placa (pistón) sobre la cual
actúa una fuerza. Con el aumento de esa fuerza, la placa desciende y las pelotas,
todas, se deforman.

111
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Figura 7.15
Las pelotas de tenis en este ejemplo
representan la unidad atómica de los mate-
riales que se utilizan para las estructuras
soportes. En materiales de masa uniforme
maciza es posible relacionar esas deforma-
ciones visibles y medibles con la expresión
de la Ley de Hooke que relaciona las de-
formaciones con la fuerza, tema analizado
en capítulos anteriores.
8.8. Desde la deformación del sistema.
El párrafo anterior analiza solo el material, pero también un sistema estructu-
ral posee una característica única que se la identifica: el factor "k" (constante elás-
tica del conjunto estructural) que depende no solo del material sino también de la
forma de la pieza. En el Capítulo “Ciencias” ya lo hemos estudiado
8.9. Desde el trabajo o energía.
Como todas las estructuras se calculan en estado elástico, esa energía poten-
cial, también es elástica y en el Capítulo “Ciencias” desarrollamos conceptos ini-
ciales. El trabajo que realiza la acción sobre un sistema (expresión 5.7):
1
𝑊 = 𝑘∆𝑙2 = 𝑈
2
(7.4)

W: trabajo de la acción.
U: energía elástica acumulada.
Resumen; desde la física, la carga altera el material de la pieza. Esa altera-
ción puede ser estudiada desde la energía potencial elástica, desde su capacidad de
almacenamiento, desde la mecánica de fracturas, desde los cambios de volumen,
desde el concepto de trabajo. Es interesante este concepto si observamos que siem-
pre estará presente la deformación de la pieza.

9. Aplicación
9.1. Objetivo.
Destacar en forma numérica cómo las formas y el tamaño influyen en los es-
fuerzos internos que luego son transformados en cargas o reacciones; puede ser el
caso de una viga que recibe una carga concentrada, la elabora en forma de tensio-
nes en su interior y la devuelve como reacción, pero otra vez en forma de fuerza.
Algunos ejemplos son obvios, pero deben ser vistos desde las “maniobras” que
realiza el misterioso universo de los esfuerzos internos en el recibir y devolver las
cargas.

112
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

9.2. La inclinación en las bielas.


El problema:
Analizar las fuerzas en un sistema en la medida que la inclinación de las bie-
las se reduce (Figura 7.16). La carga que actúa es de 10.000 daN. La figura muestra
las diferentes formas del sistema, el primer caso es una doble columna que forma
90° con la horizontal y las restantes 60º, 30º y 8°.

Caso 1 Caso 2 Caso 3 Caso 4


Figura 7.16

Caso 1: Columna vertical centrada.


Dos columnas con presillas (Figura 7.17).
Ángulo de la biela α = 90º.
En cada una de las columnas D = 5.000 daN y T = 0,00 daN

Figura 7.17

Caso 2: Columnas inclinadas a 60º.


Altura total: 5,2 metros (Figura 7.18).
Ángulo de la biela α = 60º.
Fuerza en biela “D”:
cos α/2 = A/D D = cos α/2 . A = 5000 / 0,865 ≈ 5800 daN
Fuerza en tensor “T”:
T = D cos α = 5800 . 0,5 =2.900 daN
Momento y cupla:
Mi = 2900 . 5,20 = 15.000 daNm

Figura 7.18
La acción y la reacción siguen iguales, pero aumenta el esfuerzo en la incli-
nada, además la necesidad de utilizar un tensor.
Caso 3: Columnas inclinadas a 30º.
Ángulo de la biela α = 30º (Figura 7.19).

113
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Carga: 10.000 daN


Altura total: 1,70 metros
D ≈ 10.000 daN T ≈ 8.650 daN
Mi = 8650 . 1,70 = 14.700 daNm

Figura 7.19

Caso 4: Columnas inclinadas a 8º.


Es el caso de las vigas normales macizas (Figura 7.20):
Ángulo de la biela α = 8º.
Carga: 10.000 daN
Altura total: 0,47 metros
D ≈ 35.700 daN T ≈ 35.400 daN
Mi = 35000 . 0,47 ≈ 16.000 daNm

Figura 7.20

Resumen:
 En las tres vigas el Mi es idéntico: ≈ 15.000 daN
 La fuerza en la biela crece: 60º: 5.800 daN 30º: 10.000 daN 8º: 35.400 daN

La variación de la intensidad de fuerza en la biela y tensor se la puede mos-


trar con la curva la figura 7.21.

114
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Figura 7.21
 La curva responde a la función sinusoidal.
 También crece la tensión tangencial longitudinal entre la diagonal y el tensor.
 En las dos primeras corresponde a las formas de cabriadas.
 En la última de viga normal es necesario mayor superficie de contacto: de allí
la viga maciza.

9.3. Dimensionado cabriada y entrepiso.


El problema:
Revisar y calcular las fuerzas internas de las dos vigas de igual longitud y
carga, pero de diferentes formas (Figura 7.22):
a) Maciza.
b) Reticulada.

Figura 7.22
Analizamos la parte media de las vigas.
Viga maciza.
Datos:
Pueden ser del entrepiso de una vivienda, los esfuerzos internos son volúme-
nes triangulares con un brazo de palanca “z2”.
Carga repartida: q = 700 daN/ml (incluye los factores de mayoración).
Madera calidad regular (h = 2b):
Tensión de rotura de la madera: 150 daN/cm2
Distancia entre apoyos: 5,00 metros.

115
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Resolución:
RA = RB = 1.750 daN

Momento flector máximo de fuerzas externas:


Mf máx = ql2/8 = 2.200 daNm

Otra forma de calcular el Mfmáx:


Mf máx = 1750 . 2,5 - 700 . 2,52 / 2 ≈ 2.200 daNm
Lados:
3 1,5 ∙ 𝑀 3 1,5 ∙ 2200 ∙ 100
𝑏= = ≈ 13𝑐𝑚
𝜎 150
b = 13 cm h = 26 cm sección de la viga: 338 cm2 (Figura 7.23)

Figura 7.23
z = (2/3)h = 17,3 cm
C = T = 2200.100/17,3 ≈ 13.000 daN

Cabriada:
Puede ser la estructura de cubierta de la vivienda. En la parte media tiene
como piezas de resistencia el cordón superior (inclinado) y el cordón inferior (hori-
zontal). En la descomposición de fuerzas aparece la cupla de resistencia interna con
brazo de palanca “z1”
Datos:

Carga repartida: q = 700 daN/ml


RA = RB = 1.750 daN
Altura cabriada: 0,90 mts.
Largo total: l = 5,00 mts Largo medio: a = 2,50 mts

Resolución:
Cuplas horizontales C = T = 2.200 / 0,90 ≈ 2450 daN
tg α = tg 20º = b/a = 0,90/2,50 = 0,364
Ángulo α ≈ 20º (Figura 7.24)
sen α ≈ 0,34 cos α ≈ 0,94

116
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Figura 7.24
Compresión CS = 2450 . 0,94 ≈ 2300 daN
Tracción en CI ≈ 2450 daN

Sección necesaria en cordón superior:


S = 2600 / 150 = 17,33 cm2 lados: ≈ 4,2 cm
Sección necesaria en cordón inferior:
S = 2450 / 150 = 16,33 cm2 lados: ≈ 4,0 cm
Resumen del cambio de cargas internas por variable de forma:
Las fuerzas internas (C y T) de la cabriada son un ≈ 0,20 de la viga maciza,
en esa misma proporción se reducirá el volumen total de material empleado. Esto
es así porque la cabriada posee un cupla interna ≈ cinco veces superior al de la viga
maciza (0,90 / 0,17 ≈ 5,3) esto produce la reducción de las fuerzas internas.
9.4. Viga de apoyos simples y dos cargas concentradas.
Problema.
Marcha de las cargas internas según el método de cálculo. Estudiar una viga
simple mediante dos métodos:
a) El clásico del momento flector
b) Nuevo de biela y tensor. Con los resultados podremos analizar los
efectos que causan las cargas en el interior de la viga.
Datos.
Utilizamos la viga más simple, articulada en los extremos y dos cargas simé-
tricas en los tercios de su longitud. Los datos son los siguientes:
Longitud a ejes de apoyos: 3,00 metros.
Geometría transversal: b = 10 cm h = 20 cm
W = bh2/6 = 667 cm3
Cargas concentradas P1 = P2 = 1.000 daN
Reacciones: RA = RB = 1.000 daN
Material madera dura: E = 120.000 daN/cm2 σrot = 400 daN/cm2.
Se desprecia el peso propio.
El método clásico.
Utilizamos herramientas intermedias para lograr el dimensionado de la pieza
utilizamos los diagramas de momento flector y de corte (Figura 7.25).

117
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Figura 7.25
Mf máx = RA . l/3 = 1.000 . 1,00 = 1.000 daNm
Qmáx = RA = 1.000 daN
El material de la viga debe sostener al flector externo máximo:
Me = Mi = σ.W σ = 1000 . 100 / 667 = 150 daN/cm2
Fuerzas "C" y "T" (volumen del triángulo de tensiones): 150 . 10 . 10 / 2 ≈
7.500 daN.
Mi rot = 400 . 667 / 100 ≈ 2.670 daNm (resistencia a rotura)
Coeficiente de seguridad: Mi / Me = 2670 / 1000 = 2,67
El método de biela y tensor.
En la Figura 7.26 dibujamos dos esquemas posibles de los flujos de esfuer-
zos internos mediante bielas a compresión y tensores a tracción.
Elegimos el más simple de una sola biela en los extremos:

Figura 7.26
Ubicación de "C" y "T":
Brazo de palanca: z ≈ 0,66 . 20 ≈ 13,3 cm
Dimensiones del triángulo:
Cateto largo 100 cm Cateto corto 13,3 cm Diagonal 100,9 cm

Fuerzas internas biela diagonal:


13,3 / 1000 = 100,9 / x x = 100,9 . 1000 / 13,3 ≈ 7600 daN
Tensión de rotura a compresión: 400 daN/cm2.
Superficie necesaria: 7600 daN / 400 daN/cm2 ≈ 20 cm2.
El cordón superior: 10 . 10 = 100 cm2 >> 20 cm2

118
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Fuerzas internas tensor abajo, igual a biela horizontal arriba:


13,3 / 1000 = 100,0 / x x = 100,0 . 1000 / 13,3 ≈ 7600 daN
Superficie necesaria: 7350 / 400 ≈ 20 cm2
El cordón superior: 10 . 10 = 100 cm2 >> 20 cm2

Vemos que en ambos casos los resultados son los mismos.


El estudio de biela y tensor también es posible mediante otros diseños de las
barras de compresión y tracción, tal como se muestran en las figura de arriba.
Resumen.
Los resultados obtenidos mediante el método clásico y el de biela tensor nos
entregan valores similares:
Fuerza de compresión "C" en la parte superior: 7.600 daN
Fuerza de tracción "T" en la parte inferior: 7.600 daN
Fuerza de compresión en la diagonal: 8.800 daN
El método de Biela y Tensor, además de entregarnos la magnitud de las
fuerzas que actúan en el interior también nos muestra su dirección y sentido, esto
último no revela el método clásico.

119
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

120
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

8
Caos en las cargas.
1. Objeto.
Analizar la imposibilidad de actuar mediante métodos deterministas en las
tareas de cálculo de las cargas que actúan sobre los edificios. Con excepción del
peso propio, todas las otras cargas restantes responden a fenómenos de aleatoriedad
donde las ecuaciones de la física actual resultan insuficientes para predecirlas.
La acepción del Caos en el Diccionario de la RAE: “Comportamiento apa-
rentemente errático e impredecible de algunos sistemas dinámicos, aunque su for-
mulación matemática sea en principio determinista”. Un sistema dinámico es aquel
que posee continua variación con el tiempo, por ejemplo las condiciones meteo-
rológicas.

2. Historias y conceptos.
2.1. General.
El caos pertenece al universo dentro del cual participa el hombre, mientras
que la incertidumbre se posiciona solo en el espíritu del hombre; en su capacidad
de adquirir y mejorar los conocimientos. Es por ello que separamos los Capítulos
de Caos y de Incertidumbre; en estos escritos intentamos explicar el Caos y en
capítulo siguiente veremos el de la Incertidumbre.
Las variables principales del diseño en la ingeniería estructural son las di-
mensiones de la pieza, la resistencia del material, las cargas y el factor humano.
Las dos primeras pueden ser conocidas y anticipadas con cierta regularidad, pero
los parámetros de las dos últimas resultan impredecibles. Ellas pertenecen al campo
de sistemas caóticos no lineales y su comportamiento no posee “ley” física ma-
temática que los pronostique con precisión. Solo es posible obtener sus valores
desde la estadística de las acciones pasadas de vientos y sismos, así como de la
conducta humana colectiva o individual.
Quedan fuera del caos las cargas generadas por el campo gravitatorio terres-
tre cuando la masa es constante, en ellos “la aceleración” y la “masa” mantienen la
memoria intacta de su origen; no varían. No sucede lo mismo con todas las otras
acciones: viento, sismo, térmicas, sobrecargas y suelos.
2.2. Mitología.
La mitología aparece en los años ≈ 800 a 900 a.C. y realiza relatos fantásti-
cos para interpretar los misterios de los orígenes del mundo y de los fenómenos de
la naturaleza, las respuestas están dadas en las conductas y acciones de una exten-
sa variedad de dioses, cada uno es dueño de una parcela de esos enigmas.
En las leyendas mitológicas esos dioses daban revelaciones antes de formali-
zar las preguntas. Todos los fenómenos eran generados o dominados por ellos, en
esa época el caos no se encontraba en la naturaleza o en el universo, el caos se ubi-
caba en la voluntad de cada dios, en su carácter y decisión. Los parámetros que en
la actualidad nos resultan impredecibles, en esos tiempos eran esclavos. La fuerza

121
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

de los mares y terremotos eran dirigidos por Poseidón, la luz y el sol dominados
por Febo, la energía del fuego por Hefestos, la lluvia y el trueno por Zeus, Anemoi
griego o Eolo romano se encargaban del viento. También las diosas dueñas de las
conductas de los hombres y mujeres; Atenea dominaba con la sabiduría, Afrodita
en el amor y la belleza.
Las principales variables caóticas que desvelan a la ingeniería actual resulta-
ban explicadas mediante leyendas o fábulas a través de esos dioses. Los hombres
de esos antiguos pueblos sólo debían protegerse de los caprichos de los dioses, pero
no preocuparse por el origen de las fuerzas y cargas.
Las preguntas siempre existieron porque es parte de la razón y ser del hom-
bre. La mitología sustituyó las preguntas por respuestas; cada fenómeno tenía un
señor todopoderoso responsable. Los sucesos, las catástrofes, los huracanes, el
fuego, todos los fenómenos poseían una voluntad superior que los creaba y los
controlaba. Cualquier misterio presentado por la naturaleza debía ser remitido a su
respectivo dios. Con ello el caos del universo en la mente y razón de los hombres
antiguos desaparecía. Su vida era tranquila, cualquier tragedia tenía su remitente en
el Olimpo.
2.3. Período helénico.
Primero fue la filosofía de la mano de Sócrates, Aristóteles y Platón, entre
muchos más que buscaron en la razón el enigma del universo, con aciertos y erro-
res lograron desplazar los dioses de la mitología y lo sustituyeron por la razón.
Años después en el periodo helenístico aparecen las ciencias que se indepen-
dizan de la filosofía que hasta esa fecha comprendía todo el saber. Grandes sabios
como Euclides y otros con el estudio de las matemáticas resuelven cuestiones de la
astronomía. Se conoce mejor la Tierra, su forma y posición en el espacio. Ya en esa
época se aseguraba que el sol está quieto, siglos antes que Copérnico. Arquímedes
(≈ 250 aC) da inicio al período mecanicista con el razonamiento matemático de la
relación entre fuerzas y distancias mediante la palanca; se desafía a la mitología
con la leyenda de “dadme un punto de apoyo y moveré el mundo”.
En el año 1.901 se descubre en el fondo del mar frente a una isla griega lo
que hoy se llama “Mecanismo de Anticitera”, un aparato metálico con engranajes,
un misterio. Pasaron más de setenta años hasta que científicos de la Universidad de
Yale logran descifrarlo: es una computadora analógica que predecía la posición de
los planetas y eclipses. Fue construido entre el 150 al 100 aC. La predicción de
sucesos con maniobras matemáticas o mecanismos manuales inicia el período del
vaticinio mediante el cálculo.
2.4. La edad media.
La extensa edad media contiene notables descubrimientos en el área del
álgebra, de la trigonometría y también del universo clásico desde una composición
mecánica precisa; el italiano Giovanni Dondi en Padua durante el siglo XIV, tam-
bién construye un reloj que reproduce los movimientos de siete astros y planetas.
El centro es la tierra; el sistema es geocéntrico pero destacamos que a pesar del
error, con ese aparato se inicia la época representada por los dispositivos; engrana-
jes, ejes, palanca. Nos merodea la duda si no fue el dispositivo analógico de Antici-
tera que en realidad da comienzo a la ciencia mecanicista.
2.5. El renacimiento y la revolución científica.
La revolución científica la inicia Copérnico, luego Galileo y la termina New-
ton con las leyes de la física y el cálculo infinitesimal. Los científicos mantenían la
idea de la absoluta dependencia entre el espacio, las fuerzas y las matemáticas.

122
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Consideraban que los acontecimientos futuros podrían ser pronosticados desde el


mecanicismo de los fenómenos con la herramienta de la matemática. La termo-
dinámica iniciada por Fourier es parte de la revolución pero en vez de la relación
de fuerzas y masas, se presenta el problema de la transferencia del calor en cuerpos
con diferenciales de temperatura. El concepto que auguraba la reversibilidad de los
fenómenos, es destrozado por la termodinámica, aparece la novedad de la irrever-
sibilidad que hace temblar los principios newtonianos.
En el siglo XX surgen tres revoluciones que voltean los paradigmas anterio-
res: la teoría de la relatividad, la mecánica cuántica y la reciente teoría del caos. En
esta última se descubre que dentro del desorden existen ciertos preceptos que son
posibles de estudiarlos mediante la utilización de las veloces máquinas informáti-
cas.
Otro caos es predecir la conducta de los técnicos en todas las fases de diseño,
cálculo, construcción y uso del edificio. Para resolver en parte este problema, en las
últimas décadas la ingeniería estructural permite el ingreso de la sociología en la
determinación de los coeficientes de seguridad (CS) a emplear según los colectivos
humanos. Estas últimas cuestiones las estudiamos con mayor profundidad en el
capítulo de diseño del CS.

3. Determinismo y complejidad.
3.1. General.
En el proceso de proyecto, ejecución y uso de un edificio van de la mano dos
campos contradictorios de la ciencia: el determinismo y la complejidad del caos.
Para entenderlo imaginamos al edificio en dos situaciones:
 La primera, la real, donde el edificio y su entorno interactúan de manera per-
manente.
 La segunda, imaginaria, donde el edificio se encierra en una gran cápsula que
lo protege de cualquier perturbación externa, solo permite que actúe la grave-
dad terrestre.
Con esta fantasía abordamos el tema. En la primera se presenta la realidad;
es un sistema que en ningún instante se encuentra en equilibrio absoluto porque
resulta perturbado por el uso (cuestión humana), por el acciones externas (cuestión
atmosférica o sísmica) y todo junto por la entropía (termodinámica). En la comple-
jidad del caos, todas las variables oscilan; la matemática y la física tradicional no
resuelven el problema.
En la segunda el edificio con la hipótesis falsa del aislamiento, en este caso
es posible emplear todas las ecuaciones de la física clásica con seguridad. Ellas
interpretan con precisión todos los esfuerzos, compresión, tracción, corte. Porque el
material y las fuerzas poseen características constantes, invariables con el tiempo;
la única fuerza que actúa es la gravitatoria. En este caso imaginario existe la sim-
plicidad determinista o también llamado paradigma de la simplicidad. Es una con-
tinuación de la matemática y física de Newton: con una ecuación es posible la so-
lución.
3.2. Esquema.
El suceso real y el imaginario descripto en los párrafos anteriores los pode-
mos esquematizar con la figura 8.1 que sigue:

123
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Figura 8.1
El imaginario del no caos, donde las cargas son constantes durante toda la
vida del edificio, se lo representa como un punto en el centro de una gran esfera; es
el determinismo (mecanicismo) absoluto. El suceso real se configura por una nube
de puntos, cada uno representa una carga que varía con el tiempo, que puede estar
o no estar (el caso del viento, sismo, térmicas y otras) esa nube se modifica en cada
hora del edificio y la situación termina en un caos. Para resolver este problema de
incertidumbre las ciencias de la construcción han establecido un círculo externo
que encierra a todas las dudas: el CS.
3.3. Coeficientes de seguridad.
Para salvar la incertidumbre todo el espacio que está representado en la esfe-
ra queda encerrado dentro de la frontera que se lo manifiesta con el Coeficiente de
Seguridad (CS). Los grados de incertidumbre se ven reflejados en los CS que esta-
blecen los reglamentos. Una vez más transcribimos el básico de carga muerta y
viva para facilitar la lectura:
𝑈 = 1,4 𝐷 + 1,7 𝐿
(8.1)
Estos CS pueden ser reducidos en casos de riguroso control, de proyecto,
ejecución y uso. Por ejemplo si las cargas permanentes (D) son diseñadas con seve-
ridad en la fase de proyecto y respetadas en la ejecución. Además que las cargas
vivas o sobrecargas (L), resulten reguladas por un control inflexible en el uso del
edificio. Si se cumplen ambos registros los CS se pueden calcular (Cirsoc 106) y
reducirlos con otra expresión, por ejemplo:
𝑈 = 1,2 𝐷 + 1,5 𝐿
(8.2)
En otro capítulo se estudia la Recomendación 106 del Cirsoc, en ella se esta-
blece la manera de calcular los coeficientes de seguridad en función de los grados
de control, tanto de proyecto como de ejecución, además de otras variables.

4. Posición del caos.


4.1. General.
Los ingenieros tienen una formación determinista y adquieren una natural
aversión a los sistemas complejos caóticos, en función de esta actitud proceden y
piensan. Somos dogmáticos, creemos que todos los fenómenos físicos pueden ser
interpretados o pronosticados desde la física y la matemática; con esos pensamien-
tos nos consideramos personas infalibles. Esto en general sucede en la mente de los
ingenieros porque su preparación o aprendizaje se realiza con tres malformaciones:

124
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

 Se enseña desde el método deductivo; desde una ecuación general se resuelve


un problema particular. Por ejemplo el dimensionado de una viga se realiza
desde las ecuaciones fundamentales de la Estática y Resistencia de Materiales.
 Se utiliza el reduccionismo que simplifica la realidad para interpretarla desde
una ecuación, es el ejemplo de una carga representada por un vector o los apo-
yos articulados de las vigas.
 Se considera a sí misma como una disciplina precisa y exacta. Debe ser todo lo
contrario porque la función de la ingeniería es maniobrar con las cargas que
oscilan, que varían; no es posible predecirlas con precisión.
 Se enseña desde la certeza absoluta del pizarrón, del libro y del profesor. No se
ejercita la gestión de la duda y la incertidumbre.
En resumen, la ingeniería para manejar con tranquilidad todas las ecuaciones
matemáticas simplifica la realidad. Crea hipótesis de partida en sus teorías que no
son ciertas, no son reales. Al caos, al desorden y a la incertidumbre los encierra
dentro de la jaula del CS cuyo tamaño depende del grado ignorancia.
4.2. La predicción según Laplace.
El pronóstico exacto de las cargas en la actualidad es imposible. Sobre esta
“adivinación”, a principios del siglo XIX la física, la matemática y parte de la quí-
mica produjeron inesperados avances. Tantos adelantos, que genios como Pierre
Simon Laplace en 1814 escribe en su “Ensayo filosófico sobre las probabilidades”
lo siguiente:
“Una inteligencia que en un momento determinado conociera todas las fuer-
zas que animan la naturaleza, así como la situación respectiva de los seres que la
componen, y si además fuera lo suficientemente amplia como para someter a análi-
sis tales datos, podría abarcar en una sola fórmula los movimientos más grandes
del universo y de los átomos más ligeros. Nada resultaría incierto y tanto el futuro
como el pasado estarían presentes antes sus ojos”

El determinismo de Laplace establecía que:


a) Es posible conocer las leyes que gobiernan los fenómenos naturales. Pa-
ra esa fecha gran parte de los fenómenos físicos eran interpretados por
las leyes de Newton.
b) Es posible conocer la situación inicial del fenómeno. El primer estado
físico de la manzana que cuelga de un árbol es la de reposo.
c) Es posible determinar la velocidad de la manzana a mitad de camino en
su caída.
d) También calcular y pronosticar el final; la fuerza de impacto de la man-
zana contra el suelo.
e) Entonces se puede predecir con total certeza el futuro de todos los siste-
mas.
Estos escritos de Laplace contienen vestigios de profecía. La época, los
acontecimientos, el descomunal avance de la ciencia y luego el de la industria, lo
llevaron a elaborar este pensamiento. Pero algo hay de cierto; la ciencia comienza a
predecir mediante fórmulas. Lo hizo antes Newton para el movimiento de los pla-
netas. La otra singularidad del escrito de Laplace es la utilización de la palabra
“fuerza” como concepto que anima a la naturaleza. Es cierto, todo se ajusta a la
configuración de las fuerzas que modelan; si cambiara en algo la fuerza gravitatoria
terrestre la forma de nuestros cuerpos resultaría diferente.
Las reflexiones anteriores se desmoronan con la termodinámica, la relativi-
dad, la mecánica cuántica y la teoría del caos. Es posible que el pensamiento de
Laplace pudiera ser utilizado dentro de algunas décadas, cuando surja “la singula-

125
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

ridad”. En esos años la inteligencia artificial superará a la inteligencia biológica.


Entonces será posible la predicción con cierto rigor de los acontecimientos futuros.

5. Grados de incertidumbres en las cargas.


5.1. Cargas muerta o de peso propio (mínimo desorden).
Las cargas poseen jerarquías o grados de certidumbre. En función de ellos es
posible pronosticarlas con enormes diferencias de certeza.
Las cargas de peso propio, permanentes o cargas muertas (D) dependen del
volumen del material y la gravedad terrestre. En un edificio, esos dos parámetros
son constantes en el tiempo. Ellas pueden ser pronosticadas con bastante seguridad
siempre que se respeten a rajatabla las especificaciones técnicas. En estas cargas el
posible error se estaciona en el grado de control que realice el técnico que proyecta,
calcula o dirige una construcción. En este caso la teoría del caos es posible estu-
diarla desde la sociología; del colectivo humano que participa en todas las fases de
un edificio.
5.2. Cargas vivas o de sobrecarga (medio desorden).
En las sobrecargas o cargas vivas (L) participa el factor humano con sus in-
certidumbres. Posee dos niveles de complejidad; el del proyectista que debe pro-
nosticar las cargas de uso y el usuario que las genera. En este caso la teoría del caos
debe atender a las dos comunidades; la de los técnicos y las de los usuarios. Este
conflicto es resuelto de manera drástica en el Cirsoc 101 en Tabla 4.1, Capítulo 4,
página 26: establece un valor de 2,0 kN/m2 para edificios de viviendas, un valor
cinco veces superior al promedio real. Luego lo remata del lado de la seguridad el
Cirsoc 201: cuando establece en el artículo 9.2 “Combinación de cargas y coefi-
cientes de seguridad”, página 197: la carga viva (L), ésa de 2,0 kN/m2 debe ser
multiplicada por 1,7. En resumen, la carga de cálculo “L” lleva un factor aproxi-
mado de ocho.
Los elevados coeficientes de seguridad de las sobrecargas “L”, establecidos
en los reglamentos, son justificados por el suceso de pánico en el colectivo humano
que también es caos. No hay tiempo para la reflexión y se actúa desde el instinto:
alejarse de manera rápida de la zona de peligro. En situación de incendio o terre-
moto, los usuarios de los departamentos buscan desesperados escapar. Una de ellas
es el área frente a la puerta de salida, en el hall de entrada. Allí en esos instantes las
personas se amontonan y pueden superar los 2,0 kN/m2. También se pueden produ-
cir por un acopio inadecuado de objetos; es el caso de archivos o bibliotecas. Con
esta reflexión se justifica el alto valor adoptado por el Reglamento pero se advierte
la necesidad de aplicar la reducción de sobrecargas por no simultaneidad de suce-
sos indicadas en el R 101 (Capítulo 4, artículo 4.8, página 27).
5.3. Cargas meteorológicas o geológicas (máximo desorden).
Las de mayor complejidad y menor certeza son las generadas por cuestiones
meteorológicas o geológicas; los vientos, los sismos y las térmicas climáticas. Solo
es posible predecirlas de manera aproximada desde la estadística. Se puede llegar a
valores promedios máximos pero resulta imposible establecer el tiempo, la fecha de
su ocurrencia. Estas cargas deben ser sometidas a los mayores coeficientes de segu-
ridad para cubrir la incertidumbre.
La teoría de la complejidad que comienza a desarrollarse a mediados del si-
glo XX rechaza el paradigma laplaciano. Demuestra la imposibilidad de predecir a
largo plazo la conducta de un fenómeno determinado. Cuanto mayor es el período

126
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

de tiempo desde las condiciones iniciales, mayores serán los grados de incertidum-
bre del pronóstico.
El tiempo o el estado atmosférico es dinámico y extremadamente sensible a
los cambios de las variables iniciales. Lo sabemos; la precisión de la meteorología
es relativa. Lo vemos en los poderosos programas de software que pueden manejar
en altísimas velocidades grandes cantidades de variables. A pesar de ello hay equi-
vocaciones. Es parte del caos. Antes de la llegada de la teoría del complejidad, la
predicción del tiempo poseía una precisión que rondaba el 80 % pero en plazos
muy cortos; solo de 24 horas. Ahora, con los sistemas informáticos, la teoría del
caos y el constante relevamiento de datos se llega al mismo porcentaje pero en
períodos de cinco o siete días, pero en muchos casos equívocos.
A principios del siglo XX los científicos pensaban que el clima podría ser
dominado como la dinámica, la cinemática y la estática. Solo era necesario aumen-
tar la cantidad de variables en las ecuaciones.
5.4. Grados de los sistemas.
Los sistemas dinámicos se pueden clasificar básicamente en: Estables, Ines-
tables o Caóticos.
El estable es aquel suceso que si se repite, es posible predecir su conducta y
su final. El movimiento dinámico del péndulo es un sistema estable. Posee un
atractor que es el reposo y la cuerda en vertical. Con el tiempo tiende hacia esa
posición. Podemos predecir su final. También logramos conocer su período de
oscilación.
Un sistema inestable puede ser un edificio. Está en equilibrio estable pero
con el paso del tiempo perderá grados de estabilidad hasta terminar en el suelo. Es
imposible predecir el tiempo que ello consumirá. La principal característica de
estos sistemas es su dependencia de las condiciones iniciales. Por ejemplo, la falta
de recubrimiento de hormigón en las barras de hierro y su cercanía al mar, son
condiciones iniciales que aceleran el deterioro. También las características del sub-
suelo como lo muestra la Torre de Pisa.
Un sistema caótico es la combinación de los dos anteriores. Este es el caso
del estado meteorológico. Existe un atractor de estabilidad relativo que pueden ser
las estaciones del año: verano, otoño, invierno y primavera. El sistema en una de-
terminada región es atraído hacia esas estaciones, pero manteniendo elevadas va-
riaciones complejas. Puede resultar estable en cortos tiempos y en los restantes
inestables.
A la izquierda de la Figura 8.2 el péndulo es un sistema estable porque su
atractor es la posición estática de línea vertical, mientras que la imagen de la dere-
cha es un edificio representado por una recta vertical es inestable porque su atractor
luego de años o siglos será el nivel del suelo.

Figura 8.2

127
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Figura 8.3 (Leonardo da Vinci “Tormenta cayendo sobre una aldea (≈1514). Windsor
El suceso de un sistema caótico podría ser representado por los dibujos
hechos por Leonardo da Vinci (Figura 8.3) sobre las tormentas y grandes inunda-
ciones. Es imposible "dibujar" o pronosticarlas, pero hay un atractor que se repite:
la calma posterior.

6. Caos y azar.
La casualidad es parte del azar y se presenta en sistemas complejos no pre-
decibles, puede ser clasificado en alguno de los siguientes grupos. Cabe aquí repe-
tir la frase utilizada por la psicosociología: el azar en el universo no existe porque
todo está determinado, el azar es solo una cuestión humana generada por su limita-
do conocimiento.
Azar en matemáticas: Dentro de la misma matemática existen series numé-
ricas que no pueden ser resultas mediante cortos algoritmos. Algo similar sucede
con la posición y frecuencia de los números primos.
Azar en la física: Hay sistemas indeterministas como sucede en la desinte-
gración de un núcleo atómico. Esta dinámica, azarosa, es intrínseca a los procesos
que estudia la mecánica cuántica (subatómicos). Dentro de los procesos determinis-
tas, también se da el azar en la dinámica de sistemas complejos impredecibles (el
tiempo meteorológico), también conocidos como sistemas caóticos.
Azar en biología: Las mutaciones genéticas son caóticas y generan la para-
doja de conservar y aumentar la supervivencia de los individuos mutados.
Azar como encuentro accidental: Las variables que los producen son inde-
pendientes, en este fenómeno podemos citar los accidentes de tránsito.
Azar y determinismo: Los sucesos que se repiten de manera regular pueden
ser estudiados y establecer predicción sobre el futuro. Las ecuaciones de dimensio-
nado de las piezas estructurales de un edificio (para cargas constantes) pertenecen
al campo del determinismo.
Indeterminismo: Cuando un fenómeno no es predictible se lo considera de
carácter azaroso.
Azar y ciencia natural: Con la nueva ciencia de la teoría del caos, se acepta
que el azar también corresponde a la física. Desde la mecánica cuántica, un expe-
rimento vigilado de manera constante, siempre presentará resultados aleatorios. De
manera más simple, esta situación la definió Timoshenko en 1934 cuando estable-
ció la imposibilidad de aplicar una carga centrada de manera perfecta sobre una
columna; siempre existirá una excentricidad, entonces la teoría de pandeo de Euler
no es aplicable a la realidad, porque existe flexo compresión inicial.

128
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Azar y observación: En los juegos de cartas, en especial el póquer y el


whist, los colores, las figuras y los números son aleatorios, imposibles identificar-
las antes de levantarlas del paño. Pero los buenos jugadores, antes de observar sus
cartas, miran el rostro de los contrarios; examinan los reducidos rictus del rostro o
la pupila de sus ojos; por eso utilizan anteojos oscuros y las gorras le cubren casi
todo el rostro.
"Nuestro jugador no se limita a su juego...examina la fisonomía de su
compañero, la compara cuidadosamente con la de cada uno de sus competi-
dores y observa su manera de distribuir las cartas; gracias a las miradas
que no saben reprimir los que están satisfechos...se fija en cada movimiento
del semblante... recoge así un capital de pensamientos...y puede hacer suyo
con perfecto conocimiento...".
Edgar Allan Poe "Cuentos Esenciales" (Los crímenes de la calle Morgue).
El tamaño de la incertidumbre del azar puede ser en algunos casos reducido,
solo mediante el método de la observación permanente, que en definitiva es inves-
tigación.

7. Final.
El caos de las cargas y la gestión humana; a mayor desorden, mayor serán
los CS. Los reglamentos son lineales y deterministas sin embargo la realidad es
caótica. Esta verdad obliga al técnico a inspeccionarse a sí mismo y luego reflexio-
nar las cargas, a entenderlas y en muchos casos a diseñarlas, dentro de un entorno.
El caso posee fronteras que se pueden cuantificar. El aire en reposo posee
velocidad nula, no hay fuerzas horizontales. El aire en una tormenta extraordinaria
y milenaria puede alcanzar valores máximos. Eso es caos; cuando los valores osci-
lan de manera permanente. La escala de Richter es un intento de categorizar las
infinitas características de un sismo. El azar no es más que la medida de la ignoran-
cia del hombre.
Además otra de las características de un sistema caótico es la extrema sensi-
bilidad que posee ante una reducida alteración de las condiciones iniciales, por
ejemplo una colilla de cigarrillos puede provocar un incendio forestal, también los
aludes pueden ser provocados por la rotura de una rama cargada de nieve. También
los cambios en la humedad de algunos suelos provocan pequeños movimientos que
generan grandes cargas.

8. Aplicación
8.1. Objetivo.
El edificio se inserta dentro de un espacio de caos en cuanto a las fuerzas que
actúan, pero también dentro las dudas del individuo o equipo técnico responsable
de todas las fases de la obra. La complejidad no solo está presente en los fenóme-
nos físicos, también en la actitud de los técnicos en todas las fases de una obra.
Intentamos mediante ejemplos destacar esta situación.

8.2. Los métodos de cálculo.


El problema.
Hacer referencia a los métodos de cálculo; el de las tensiones admisibles y el
de rotura y explicar los motivos del cambio desde el caos y su época.
Datos.

129
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

La ingeniería del hormigón armado en las primeras décadas del siglo XX


tenía mucho de empirismo y poca teoría matemática. Las piezas estructurales antes
de su fabricación en el edificio se sometían a pruebas y ensayos en escala natural,
porque existía incertidumbre en la compleja mezcla de hormigón con hierro.
Se desarrollan las primeras teorías que interpretan los fenómenos dentro del
material heterogéneo del hormigón armado, surgen hipótesis y teorías que terminan
en fórmulas de dimensionado de las piezas hasta fines de la década del `60 (Méto-
do de las Tensiones Admisibles). Con nuevas tecnologías y controles en la elabora-
ción de las barras de hierro y del hormigón se reduce el caos y se obtiene cierta
uniformidad en sus resistencias finales. Mejora el conocimiento de ambos materia-
les.
El método de las tensiones admisibles.
Las tensiones admisibles son aquellas que pueden aceptarse dentro de rangos
que dependen del material. Resultan siempre menores al de la rotura. Se diseñaban
las estructuras para que resultaren utilizables y estables. Era un época de tanta osci-
lación en la calidad de los materiales que el estudio del valor real de las cargas
quedaba postergado.
El el método de rotura.
Al mejorar la calidad de los materiales y obtener tensiones de rotura unifor-
mes se adopta el valor de la tensión de rotura como base del cálculo. Con ello que-
dan solo las cargas para ser estudiadas con rigor. Se las clasifican según el grado de
su desorden o anarquía de menor a mayor: peso propio, sobrecargas de uso, accio-
nes meteorológicas.
Conclusión.
El cálculo y dimensionado de las estructuras modifica sus métodos en fun-
ción de la reducción del caos que existía en las principales variables: las tensiones
de resistencia y la intensidad de las cargas.

8.3. Causas y grados de los efectos en las dimensiones de viga.


El problema.
Distinguir el grado de los efectos que causa la oscilación de la variable “lon-
gitud” entre apoyos de una viga y de las “dimensiones” de secciones transversales.
La incertidumbre o caos en los datos poseen categorías; pueden ser lineales o ex-
ponenciales.
Datos.
Enumeramos las expresiones que interpretan cada uno de los fenómenos en
función de la longitud de la viga con carga uniforme repartida y apoyos articulados.
Cargas y longitudes.
Para una viga apoyos simples:
(A) Primera potencia:
Longitud de viga y corte: A la primera potencia (Q = ql).

(B) Segunda potencia:


Flexión: A la segunda potencia (M = ql2/m).

(C) Tercera potencia:


Flecha para cargas concentradas (f = C Pl3/EI).

130
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

(D) Cuarta potencia:


Elástica o flecha: A la cuarta potencia (f = C ql4/EI).

Las constantes “m” y “C” dependen de las condiciones de borde de la viga.


Por ejemplo, en una losa cuya distancia entre apoyos varíe de 5,10 metros a
5,20 metros, en la tabla que sigue se indica la manera que esos 0,10 metros (10
centímetros) incide en cada una potencias.

A B C D

5,1 26,0 132,7 676,5


5,2 27,0 140,6 731,2
2% 4 % 6% 8%
Figura 8.4
Para las longitudes de apoyo:
El error lineal en la longitud es del 2 %. Pero genera un error del 4 % para
el flector, del 6 % para elástica de carga concentrada y del 8 % para cargas
repartidas.
Para las cargas:
El error es lineal para todos los casos porque las cargas solo participan en la
primera potencia.
Dimensiones transversales.
Dimensiones: suponemos sección transversal cuadrada (b = h):
Para base y altura:
Primera potencia.
Para sección o superficie:
Segunda potencia (b2).
Para módulo resistente (flexión):
Tercera potencia (W = b3/6).
Para inercia transversal (elásticas):
Cuarta potencia (I = b4/12).

Con esto destacamos que el desconcierto en los posibles datos de entrada pa-
ra el diseño estructural, genera resultados exponenciales; la incertidumbre se mul-
tiplica por sí misma según el caso en estudio.

8.4. Efectos del clima en las cargas.


El problema.
Establecer el diseño adecuado para una construcción de escuela que se ubica
en una región con suelos de arcillas muy activas antes los cambios de contenido de
humedad.
Datos:
El clima y el suelo: Las arcillas pueden ser de elevada sensibilidad a los cambios
de humedad y ésta depende del clima atmosférico que es uno sucesos más citados
como ejemplo caótico.

131
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Clima en la Provincia del Chaco: Los antecedentes registrados en la Provincia du-


rante las últimas décadas establece un período de 12 años de sequía en su región
central (año 2002 al 2014) con un faltante de ≈ 1.500 mm de lluvia, valor aproxi-
mado a un año y medio de precipitación normal.
Características del edificio: La escuela fue construida en el año 2.000 con los pro-
cedimientos tradicionales de construcción de edificios en una sola planta; paredes
sin armaduras de ladrillos cerámicos comunes, fundaciones combinadas de piloti-
nes con vigas encadenadas y contrapiso de hormigón de cascotes. La cubierta se
realizó con chapas livianas del tipo sinusoidal.
Patologías: En el año escolar del 2.004 se observan anomalías que rotura de pisos
(mosaico granítico), desprendimientos de zócalos y fisuras en las paredes.
Investigación realizada: Se realizan las siguientes tareas de estudios para determi-
nar las causas de las patologías:
 Relevamiento de fisuras.
 Nivelación de pisos y patios.
 Ubicación del pozo absorbente.
 Calicatas con identificación de pilotines y vigas encadenadas.
 Registros meteorológicos en los últimos 20 años.
 Estudios de suelos para establecer: a) profundidad de napa freática, b) tipo de suelos, c)
presencia de arcillas activas con el cambio de humedad.
Conclusiones.
Desde el clima:
Existió más de una década de marcada sequía en la región que modificó el conte-
nido de humedad de los suelos.
Desde los suelos:
Son arcillas muy activas ante los cambios de humedad.
Desde los niveles:
Los estudios topográficos muestran diferenciales en el nivel de los pisos; en pro-
medio descenso en zonas perimetrales respecto a las zonas centrales cubiertas
(efecto sombra).
Desde las fracturas:
La mayoría son inclinadas que indican la dirección de la isostática de tracción que
las produjo, esto confirma los cambios diferenciales de niveles.
Conclusión:
Estamos en presencia de un fenómeno provocado por la meteorología del tiempo
prolongado (más de 10 años) que genera una sequía en la región con descenso del
agua subterránea. Las arcillas reducen su contenido de humedad y se contraen de
manera espacial.
El conjunto de variables que participaron en ese tiempo fue tan caótico que trans-
forma el proyecto original y el método constructivo de la escuela en inadmisible.
Recomendaciones.
Inmediatas:
Intervención dura: no intervenir con procedimientos “duros” como refuerzos en
paredes, roturas de pisos o cualquier otro que signifique roturas o cambios del sis-
tema constructivo original. Porque con los años las lluvias volverán a normalizarse
y la humedad de los suelos retomarán los valores iniciales.
Intervención blanda: cubrir las fisuras de paredes y pisos con masillas especiales
elásticas e impermeables.
A futuro (para edificios nuevos):

132
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Diseño y construcción: modificar el diseño y sistema constructivo de la manera


que sigue:
Paredes:
a) Juntas horizontales: ejecutarlas con 2 barras de diámetro 6 mm en las juntas de
los niveles sobre capa aisladora, bajo antepecho, sobre dintel y última junta.
b) En cada esquina interna o externa colocar una barra diámetro 10 mm que en un
extremo se empotra en la platea y en el otro en la última junta superior armada.
c) Fundación y contrapisos: unificarlas en un solo espesor de platea. Construirlos
de hormigón con espesor de 12 cm y con malla cuadrad de barras 6 mm con sepa-
ración de 15 cm en ambos ejes.

133
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

134
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

9
Incertidumbre de las cargas.
10.Objeto.
Estudiar las incertidumbres en el área individual, colectiva y académica
del conocimiento en el origen de las cargas, su intensidad, la fecha de su apari-
ción y el tiempo de duración. Una vez analizadas justificar el uso de los coefi-
cientes de seguridad que provienen del ser humano, como individuo afectado
por el inevitable error en cualquiera de las fases de construcción de un edificio.
El caos del universo y la incertidumbre el humano.

11.Introducción.
11.1. Significado.
El diccionario la define como falta de certidumbre y a ésta como certeza:
conocimiento seguro y claro de algo. El conocimiento de seguridad absoluta en
la ingeniería no existe. La ingeniería utiliza herramientas precisas como la ma-
temática, la geometría y otras ciencias exactas, pero los datos de entrada son
inciertos; son aproximados. Entonces el producto, el resultado final de un pro-
blema puede estar alejado de la realidad.
La contrariedad principal de la ingeniería es que el ingeniero piensa que
su tarea está bendecida por la certidumbre de la matemática y la física. El inge-
niero llega a conocer o predecir la conducta futura del objeto estructural me-
diante herramientas lógicas y métodos deductivos que necesitan de referencias
verdaderas; la principal de ellas son las cargas pero son aleatorias. Entonces la
predicción o cálculo solo hace entrega de valores aproximados.
11.2. Principio de la incertidumbre.
Heisenberg (Premio Nobel en el año 1932) formuló el principio de la in-
certidumbre desarrollando así la teoría cuántica. El principio afirma que es
imposible medir simultáneamente de forma precisa la posición y el momento
lineal de una partícula sub atómica.
Algo similar sucede en la cotidiana tarea del técnico que diseña las es-
tructuras de un edificio. Se enfrenta también al principio de incertidumbre: es
imposible establecer de manera precisa la fecha, el tipo y la intensidad de las
cargas que actuarán en el futuro sobre un edificio, porque la realidad futura no
es previsible solo se pueden construir conjeturas.
El técnico proyectista puede encontrarse en un hábitat mecanicista cuan-
do maniobra con fórmulas y conceptos de la física clásica newtoniana, pero
debe salir de ese micro ambiente en el momento que piensa en la aceleración y
masa de los objetos que rodearán al edificio en el futuro (viento, sismo, suelo,
sobrecargas, térmicas, termodinámicas y químicas).
11.3. La medicina ciencia.
Hasta mediados del siglo pasado la medicina había adoptado una actitud
mecanicista para el diagnóstico o predictibilidad de las enfermedades y su evo-

135
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

lución, utilizaban datos cualitativos y cuantitativos.


En las décadas de los ´70 y ´80 comienza con paso lento pero firme a
desarrollar la “Teoría de la Incertidumbre” , el estado congnitivo de los médi-
cos que resultante de un exceso de datos o señales que confunden para estable-
cer el diagnòstico a futuro. El primer paso es el de la “escala” o regulación del
grado de incertidumbre de los diferentes casos de posibles enfermedades. Para
su desarrollo fue necesario recurrir a la Teoría del Caos, al estudio de la Teoría
de Probabilidad, a las Estadísticas y a la Matemática.
Descubren que el estado incertidumbre se potencia, se retroalimenta
cuando aparecen circunstancias psicológicas como la ansiedad, depresión o
aislamiento en las tareas de la profesión.
11.4. El miedo o el temor.
Durante muchos años una revista mensual inglesa sobre Ingeniería en
Construcciones, en la editorial mostraban las imágenes de la falla o colpaso
más resonante del mes. Indicaban además de la ubicación de la obra, los nom-
bres de los ingenieros que participaron en el proyecto y ejecución, además de la
empresa constructora.
Leer esa noticia y observar la imagen generaba en el lector un estado de
aprensión y temor. Miedo de participar en un evento de esas características y
que sea transformado en noticia pública. Si luego de la lectura de la revista el
técnico desarrollaba tareas de diseño de cargas, el factor de seguridad que utili-
zaba se encontraba por arriba de los normales.
Actuar con temor en la ingeniería en construcciones tiene dos conse-
cuencias:
a) Aumentar el grado de investigación y validar los datos de entrada.
b) Aumentar el coeficiente de seguridad.
En la mayoría de los casos se opta por lo segundo, no consume tiempo al
técnico a pesar de elevar los costos para el comitente, que ignora el motivo del
CS tan elevado.
11.5. La investigación.
Las cargas y también las CB son objetos que deben ser investigados; no
es posible aplicarles el método deductivo característico de la ingeniería; desde
una fórmula general se obtiene el resultado. El inconveniente es la ausencia de
la disciplina “Metodología de la Investigación” dentro de la ingeniería.
Esta cuestión desde la sociología es motivo de estudio y la causa de esta
desviación intelectual es que en las escuelas de ingeniería solo se enseñan cien-
cias "duras" como la matemática, la física, trigonometría, álgebra y otras, pero
no hay ninguna ciencias "blandas" que enseñen las fases de una indagación; en
nuestro caso, el de las cargas. También en la ingeniería son necesarias las
humanistas para que enseñen a investigar al hombre, tanto individual como
colectivo. Veremos más adelante que las variables utilizadas para el cálculo del
CS, la mayoría responden a cuestiones humanas.
11.6. La filosofía.
La filosofía estudia el conocimiento desde la relación entre el sujeto y el
objeto. El sujeto es la persona o grupo de personas que maniobran el conoci-
miento; lo adquieren, lo modifican, lo transmiten, lo aplican. El saber es siem-
pre el conocimiento de alguna cosa. Esa cosa en nuestro caso son las cargas.
“El proceso de investigación”. Carlos
Sabino. Editorial Panapo. Página 16

136
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

“En el proceso de conocimiento es preciso que el sujeto se sitúe


frente al objeto como algo externo a él, colocado fuera de sí, para que
pueda examinarlo…el sujeto debe ir hacia el objeto, acercarse al mismo,
para tratar de captar y asimilar su realidad”.
En esta relación de sujeto y objeto están presentes otros dos parámetros;
la objetividad y la subjetividad. Para adquirir conocimiento verdadero de las
cargas es absoluta la presencia de la imparcialidad. Con ella y la observación es
posible aumentar el saber sobre ellas y mediante un método de investigación
alcanzar a eliminar de manera lenta (no total) las dudas, las ignorancias, la sub-
jetividad que existe.
La filosofía general, la total, observa a los dos; al sujeto (ingeniero) y al
objeto (cargas). Estudia sus de aproximaciones y alejamientos. Con una con-
clusión; nosotros los técnicos proyectistas, merodeamos a las cargas con valo-
res nominales de los Reglamentos o con actitudes subjetivas.
11.7. Espacios de la incertidumbre.
Las mayores incertidumbres se ubican entre la génesis y el proyecto. Allí
están escondidas porque es la fase más predictiva del proceso. En ese tiempo
hay que pensar en futuro sobre un acontecimiento aún no producido (el edifi-
cio). Hay que predecir, pronosticar no sólo las formas, los materiales, los espa-
cios, sino también el comportamiento de los futuros usuarios y de las acciones
externas. Las incertidumbres son en definitiva la distancia que separa la confi-
guración del proyecto con la realidad posterior del edificio. Cuanto más dife-
rente es el edificio del proyecto original, mayores fueron los errores por ausen-
cia de certidumbre.
Para vaticinar se debe reducir el espacio de las dudas mediante el cono-
cimiento y la investigación. Se debe conocer el suelo, el entorno, la mano de
obra que se utilizará, la empresa que construirá. Si la predicción fuera igual a la
realidad, entonces el análisis de cargas resultaría correcto.
11.8. Curva incertidumbre y variable tiempo de estudio.
En las tareas de cálculo estructural todas las fases tienen un cierto proto-
colo a seguir, sean para la determinación de las solicitaciones como de las di-
mensiones de las piezas. La mayor incertidumbre se estaciona en la primera
maniobra del diseño estructural: establecer las cargas a futuro. Es muchas oca-
siones se realiza el análisis de las cargas desde la costumbre o rutina sin que
intervenga la in-
vestigación y pes-
quisa minuciosa.

Figura 9.1

En la gráfica
que sigue (Figura
9.1) marcamos en
el eje “yy” el nivel
de conocimientos
y en el eje “xx” el
tiempo que insume la tarea. Con una investigación continua y durante el tiempo
necesario aumenta el conocimiento y se reduce la incertidumbre. Es imposible
llegar a la línea horizontal de la realidad o verdad, siempre habrá un grado de
dudas o incertidumbres porque la tarea de diseño de cargas es a futuro.

137
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Vemos que con el tiempo, la metodología y la reflexión es posible redu-


cir la brecha entre conocimiento y realidad.
11.9. La gestión de la incertidumbre.
Esta llamativa frase de “gestionar la incertidumbre” es atractiva pero
hasta ahora nadie ha indicado un método o normativa para maniobrarla de ma-
nera específica y clara. A la incertidumbre no es posible “dirigirla” hacia un
lado u otro. La única palabra que le cabe es reducirla mediante dos actitudes
generales:
a) Aceptar la incertidumbre como propia y como parte de la actividad
que desarrolla el sujeto en las tareas de ingeniería en construcciones.
Esta aceptación genera dudas y aparece la consulta o el estudio.
b) La gimnasia del razonamiento ordenado y continuo amplía las habi-
lidades cognitivas.
c) Aumentar el conocimiento mediante el estudio, la observación y la
experiencia razonada.
El antónimo de la incertidumbre es la sabiduría que según la RAE es el
“Conjunto de conocimientos amplios y profundos que se adquieren mediante el
estudio o la experiencia” o también la “Facultad de las personas para actuar con
sensatez, prudencia o acierto”. En resumen, la única manera de reducir el esta-
do de inseguridad es mediante el conocimiento y la experiencia.
11.10. La religión, los mitos, las leyendas y las supersticiones.
En el hombre en su estado de permanente ansiedad sobre los aconteci-
mientos del futuro, acepta su ignorancia pero recurre a la oración o a la prome-
sa para pedir ayuda, así surgen las grandes peregrinaciones, incluso para conse-
guir trabajo. En otros casos se instalan en determinadas regiones mitos o leyen-
das como son los casos en la Argentina de la “Difunta Correa” al sur o el
“Gauchito Gil” en el norte, sus menesterosos y exiguos santuarios se encuen-
tran a la vera de alguna ruta principal y crean la superstición de la detención y
la compa de algún fetiche por temor al accidente o falla mecánica en las horas
del porvenir.
En las construcciones también en la Argentina y otros países vecinos en
el lugar más alto de la obra en el momento que se termina de realizar la última
tarea de hormigonado, se coloca una gran rama de cualquier árbol que pueda
ser observada desde la calle. También y parte de ese rito es la reunión en al-
muerzo con carne asada de todos los que participaron en la obra. Es una liturgia
o rito que también es una superstición que de no hacerla la obra puede fallar.

12.Ecuación fundamental con arreglo a la incertidumbre.


12.1. La ecuación.
La ecuación primaria del cálculo estructural (1.4) muestra de manera
clara la incertidumbre que existe en la ingeniería estructural. Se compone de
cinco términos o símbolos. Lo notable de esta expresión es que ninguno de esos
términos posee certeza:
𝜙𝑅 ≥ 𝑈 = 𝛾𝑆
Resistencia ≥ Acciones
 El factor reductor "ϕ" menor a la unidad se aplica a la resistencia de la
pieza y depende del tipo de solicitación y del grado o jerarquía del ele-
mento.
 El término "R" define la resistencia de la pieza que es incierta porque

138
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

depende de tantas variables que es imposible controlarlas a todas para


entregar una certeza definitiva de la resistencia. Se la define mediante la
estadística, las maniobras de mínimos cuadrados, la curva de Gauss para
obtener la “tensión característica”.
 El factor "γ" aumenta la carga real bruta y la transforma en carga de di-
seño neta. Puede variar entre un mínimo promedio de 1,2 a un máximo
de 1,7 según el grado aleatoriedad de las cargas.
 La letra "S" indica la intensidad máxima esperada de las acciones. Al-
gunas oscilan en tiempos de minutos a minutos (fuerzas térmicas o so-
brecargas entre otras), mientras que otras se mantienen casi constantes
por años o siglos (el caso del peso propio de la Torre de Pisa).
En resumen nuestra ecuación primaria más que una expresión del equili-
brio estable de un sistema es una combinación de variables en función de las
incertidumbres para entregar seguridad a la estructura que se diseña y calcula.
12.2. La interpretación desde la gráfica.
La ecuación fundamental es genérica, para entenderla mejor la aplicamos
a dos tipos diferentes de piezas estructurales: la columna y la viga.
Columna.
Una sección cualquie-
ra de una columna ideal
teórica sin excentricidad de
cargas, transmite la acción
de las cargas superiores y la
reacción es la resistencia que
ofrece la parte inferior que
depende de la resistencia de
rotura del material y de la
sección de la columna (Figu-
ra 9.2).

Figura 9.2

Suponemos una columna de madera de masa uniforme y forma rectangu-


lar:
Acción externa:
U = γS = (γ1D+S γ2L) → la inseguridad de los datos se salvan con los
CS o "γ". Estos valores dependen de tres factores: tipo de acciones del grado de
conocimientos y habilidad del proyectista; este último es quien tiene mayor
“peso” en la ecuación.
Resistencia interna:
ϕ.R = ϕ.ζrot.A → la inseguridad de las características de los materiales
se salvan con el factor reductor "ϕ". En este caso ingresa la incertidumbre de
las cargas centradas teóricas.
Viga.
Una viga que transmite una acción de flexión por peso propio y sobre-
cargas de los entrepisos; posee una reacción interna que depende las caracterís-
ticas mecánicas del material y de la forma transversal de la viga.
La imagen de la viga de madera de forma rectangular (Figura 9.3).

139
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Figura 9.3
Acción externa:
Me = Ul2/8 = (γ1D+S γ2L)l2/8 → la inseguridad de los datos de cargas
externas se salvan con los CS o "γ".
Resistencia interna:
ϕ.R = ϕ.ζrot.(b.h2/6) → la inseguridad de las características de materia-
les se salvan con factor reductor "ϕ".

13.Diferencias de certezas entre las “R” y las “S”.


13.1. Introducción.
Estudiamos los niveles de certezas entre los valores de la resistencia de
las piezas estructurales y las cargas que actúan sobre ella.
13.2. Resistencia “R”.
Las resistencias de los diferentes materiales que se utilizan en las estruc-
turas de los edificios se obtienen de ensayos de laboratorios que son luego utili-
zados para aplicar el método de mínimos cuadrados y los valores de la desvia-
ción que estableen el grado de dispersión de los resultados. Con ellos se cons-
truye la curva de Gauss y luego se calcula la tensión o resistencia característica
del material.
En la escala de incertidumbre de resistencia la mayor la tiene madera,
luego le sigue el hormigón y por último con mínima incertidumbre el acero de
construcción.
13.3. Acción “S”.
Solo las acciones de cargas muertas “D” o peso propio que poseen cierta
uniformidad de los valores en el transcurso del tiempo. En general se resuelven
mediante métodos deterministas.
Para entender la posible oscilación de las “D” destacamos las medidas
necesarias para definir la unidad de “kilogramo”: se formaliza mediante una
cantidad exacta de masa. En 1889 el Sistema Internacional de Medidas como el
peso de una masa prototipo fabricado con aleación de platino e iridio en forma
circular con altura de 39 milímetros que se guarda en la Oficina Internacional
de Pesas y Medidas en Sèvres, cercano a París. Cada cuarenta años se realizan

140
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

controles de peso.
Le siguen las sobrecargas de uso “L” con mayor oscilación según el uso
tanto en viviendas como en oficinas. Luego, con alta variación están todas las
acciones que provienen de cuestiones meteorológicas y de movimientos sísmi-
cos.

14.Efecto Flynn.
Si bien esta teoría no es aceptada por algunos sociólogos y antropólogos, re-
sulta interesante conocerla. Luego de varios años de estudios estadísticos realiza-
dos del CI (coeficiente intelectual) en diversas partes del planeta se determinó que
el CI promedio ascendía en forma lenta a razón de tres puntos por década. El valor
tres en el CI en la media mundial es una magnitud elevada. El valor medio del CI
es 100, llega a 160 para los superdotados y un mínimo de 60 en el extremo inferior.
El efecto Flynn por el aumento del nivel de inteligencia humano, se mani-
fiesta también en la construcción de los edificios. Hay cambios en las tecnologías
de producción, en la eficiencia de las máquinas y en las técnicas de trabajo; todo
para mejorar el producto final: el edificio. Este aspecto lo vemos en la calidad de
los perfiles de hierro como también el del hormigón, las tensiones de rotura son
más estables y la desviación estándar de los resultados se reduce.
Luego de la segunda guerra mundial, la eficacia de los productos de la
construcción fue elevándose año tras año. En la actualidad ya es común obtener
hormigones con resistencias a la compresión superiores a los 40 Mpa (400
daN/cm2), valor imposible de lograr décadas anteriores. Estas referencias en la
modificación de conductas permitieron que algunos reglamentos hayan cambiado
la manera de componer el CS. Es el caso del Cirsoc que en forma algo difusa
muestra de alguna manera el efecto Flynn:
En los reglamentos de la década pasada la carga de servicio para el diseño
básico se la obtenía de manera aproximada:
𝑈 = 1,5 𝐷 + 𝐿
(9.1)
En la actualidad, sobre el supuesto del aumento del conocimiento, del con-
trol riguroso en el estudio de las cargas, de las resistencias de los materiales, de los
métodos de cálculo y tareas en obra se acepta la combinación:
𝑈 = 1,3 𝐷 + 𝐿
(9.2)
La reducción en la carga de diseño o servicio es posible que se produzca
por los principios o paradojas del “Efecto Flynn”, pero también el cambio trae de la
mano la exigencia de un mayor control en todas las fases de la construcción de un
edificio.

15.Requerimientos y oportunidad.
15.1. Requerimientos.
Las exigencias.
Para el cálculo estructural algunas ordenanzas municipales y reglamentos
exigen documentos gráficos, como las plantas, cortes y detalles de las estructu-
ras. Acompañadas por planillas de resumen de solicitaciones y dimensiones. En
pocas ocasiones hay requerimientos de memorias de cálculo y en ningún caso
exigencias que expliquen y describan la metodología para la determinación de
las cargas.
La documentación ejecutiva, la que es utilizada en obra para realizar el

141
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

edificio en muchos casos sufre modificaciones sobre la marcha, situación que


se agrava por no existir exigencias claras sobre los detalles de la configuración
del “paquete” de entrepiso.
La documentación final del “conforme a obra” supone que hubo cambios
realizados durante la ejecución de la obra. Es un relevamiento de la realidad
final del edificio, se indican los espesores de las paredes, el material, las di-
mensiones de los locales, las plantas de arquitectura pero está ausente el rele-
vamiento de los componentes del entrepiso (cielorraso, losa de hormigón, con-
trapiso, mortero y piso).
Los reglamentos.
El R 101 (cargas) nada dice del alcance y contenido de la documentación
técnica para el diseño de las cargas, mientras que el R 201 (hormigón armado)
en el punto 1.3.1.4 establece en “Hipótesis del Proyecto Estructural” que se
debe incluir la explicación del valor de cargas, las combinaciones y los coefi-
cientes de seguridad a emplear.
15.2. Incertidumbre en las paredes.
Las paredes no son especificadas de manera clara en los documentos de
los proyectos ejecutivos. Tampoco el estudio riguroso de las características del
material, el espesor, la altura, los revoques y las densidades. Es notable la dife-
rencia de pesos entre las distintos tipos de paredes que se pueden construir.
Entre un edificio con paredes divisorias de ladrillos huecos cerámicos y
otro con placas de yeso y soportes metálicos existe una diferencia aproximada
de ≈ 150 daN/m2. En el caso de un edificio de 8.000 metros cuadrados (≈ 25
pisos) la diferencia total de carga muerta D alcanza las ≈ 1.000 toneladas.
Esta indiferencia hacia el estudio de las cargas de paredes en viviendas
departamentos de edificios en altura puede ser justificada porque tampoco se
analiza el efecto puntal que generan las paredes del piso inferior.

16.Cargas no especificadas.
16.1. Análisis del R 101 punto 4.4.
En el punto 4.4. del R 101 establece que para las cargas no indicadas en
la Tabla 4.1. se deben determinar por:
a) Similitud con otros destinos.
b) Determinación mediante un método aprobado por la autoridad cuya
jurisdicción se realiza la obra.
Pero tanto el proyectista como la autoridad desconocen cuáles son los
métodos de cálculo de las cargas. Creemos necesario que el reglamento debería
especificarlos. La normativa exige para la determinación de la resistencia (R)
del hormigón o de las barras de acero la aplicación de maniobras de laboratorio
junto a la matemática estadística para establecer la resistencia de cálculo. Tam-
bién debería establecer un método de investigación y cálculo de las acciones
(S) de peso propio y sobrecargas.
16.2. Aporte de incertidumbre desde el R 101.
En los “Comentarios del R 101” se indica una ampliación de la tabla de
“Sobrecargas mínimas uniformes”, pero se inserta dentro del contexto de una
pobre explicación con dosis de incertidumbre sobre la manera que pueden ser
obtenidas las cargas no especificadas.
En la tabla C 4.2. “Estadísticas se sobrecarga típica” aparecen valores
como “cargas de inspección”, “carga transitoria”, “constantes temporales” y

142
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

“carga máxima media”. Es posible explicarlos desde un relevamiento de las


cargas reales, durante un largo período de tiempo y en distintos edificios. Con
esos valores y la aplicación de mínimos cuadrados se obtiene los valores de la
carga media ms y de la desviación de error ζs y en función de los datos tempora-
les obtener la carga final a utilizar: Carga máxima media. Pero esto último no
es explicado. Lo correcto hubiera sido implementar un ejemplo y describir cada
uno de los términos de la tabla C 4.2.
En el capítulo de sobrecargas hacemos un estudio completo de la manera
que se obtienen cada uno de estos parámetros, siguiendo en parte el trabajo de
tesis doctoral de Roldán Ruiz de la Universidad Politécnica de Valencia (Espa-
ña).

17.Grados de incertidumbres.
17.1. General.
En nuestro estudio las causas de incertidumbre se corresponden con los
siguientes aspectos:
 Ignorancia (ausencia de conocimientos).
 Impericia (ausencia de capacidad para realizar tareas de gabinete
o de obra).
 Control (desconocimiento del grado de control a realizar en
obra).
Como el edificio o la estructura que lo sostiene es obra del ser humano,
todas las variables que participan de una u otra manera responden a la capaci-
dad del proyectista o director de obra. Los niveles de incertidumbre los indica-
mos como sigue:
17.2. Niveles.
Los grados o niveles de incertidumbre los establecemos de mayor a me-
nor de la siguiente forma:
 Alta incertidumbre: No hay certezas y en muchos casos se utiliza el plagio
o la tradición del “lo hago así porque lo hicieron otros”.
 Media incertidumbre: La incertidumbre tiene un nivel que exige la consulta
permanente en libros, informes y a terceros con mayor conocimientos.
 Baja incertidumbre: Existe cierto grado de incertidumbre que puede ser
resuelto desde la metodología de investigación y estudios.
 Muy baja incertidumbre: La certeza del conocimiento y la pericia de las
maniobras de diseño, investigación, cálculo y ejecución de obra son ópti-
mas.
La clasificación que sigue la realizamos en función de las características
de cada uno de los materiales que participan en las ecuaciones del cálculo es-
tructural.
17.3. Nivel según el material, condiciones de borde y cargas.
Describimos los niveles de imprecisión según la resistencia de los mate-
riales, las condiciones de borde y las cargas.
Resistencia de materiales: (Figura 9.4)
Suelo Alto
Madera Medio.
Hormigón Bajo
Barras o perfiles de acero Muy bajo.

143
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Figura 9.4

Condiciones de borde (grado de rigidez del nudo de apoyo): (Figura 9.5)


Por la diferencia entre la homogeneidad del hierro y la madera respecto
de la heterogeneidad del hormigón armado.
Estructuras de hormigón armado Alto
Estructuras de acero o madera Bajo
Figura 9.5

Cargas externas inerciales aleatorias: (Figura 9.6)


Pertenecen al campo de una elevada complejidad para su pronóstico.
Viento Alto
Sismo Alto
Térmicas Alto
Figura 9.6

Cargas externas gravitatorias: (Figura 9.7)


Las de peso propio son deterministas, mientras que las sobrecargas res-
ponden a la conducta humana en el uso del edificio.
Peso propio edificio Muy bajo
Sobrecargas de uso Alto
Figura 9.7

17.4. Otra manera de clasificar la imprecisión.


Otra forma de agrupar los parámetros de diseño estructural es reunirlos
con el mismo nivel de dudas (Figura 9.8).

Suelos – Condiciones de borde – Sismo – Viento - Alto


Térmicas – cargas vivas.
Resistencia de las maderas Medio
Resistencia del hormigón Bajo
Peso propio – Resistencia del acero Muy bajo
Figura 9.8

17.5. Métodos comunes en la determinación de las sobrecargas.


Destacamos solo los más comunes de menor a mayor grado de certeza.
Plagio: Copiar el valor de las sobrecargas de otros trabajos que pueden o
no pertenecer al destino del uso del edificio.
De los reglamentos: Utilizar en forma directa sin someter a estudios los
valores indicados de las normativas.
Aproximación por costumbre: Se realiza un análisis con mediano rigor
y luego ese resultado se utiliza de manera rutinaria para otros edificios.
Investigación de largo plazo: Mediante observación y estadísticas se
mantiene actualizados los valores de las sobrecargas.
Control posterior de realidad con proyecto: Se realiza de manera con-
tinua la tarea de comparar lo establecido en el proyecto original ejecutivo con
lo indicado en los planos conforme a obra (con detalle del paquete de entrepi-
so). Los resultados son utilizados para el diseño de cargas en futuros edificios.

144
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

18.Reducción de las incertidumbres.


18.1. General.
En la vida completa de un edificio, desde su gestación y génesis del
proyecto, hasta su término de vida útil, existirán siempre dudas o incertidum-
bres que se pueden reducir según lo siguiente.
Nivel de conocimiento:
Experiencia y sabiduría en el proyecto, diseño, cálculo, control y direc-
ción de la obra. Diseño del CS en función de lo establecido en el R 106; un
estudio de la conducta de la población técnica que construye.
Tipos de acciones o cargas.
Establecer la escala de incertidumbre para cada una de las acciones que
actuarán en el futuro sobre el edificio. Utilizar las estadísticas del pasado y de
ellas obtener las cargas proyectadas a futuro.
Resistencia del material.
Establecer el método para obtener las resistencias últimas de cada mate-
rial que se utiliza en la construcción y diferenciar las CB de laboratorio con
los de la realidad del edificio.
Resistencia de la pieza.
Determinar la escala de incertidumbres en función de la forma y tama-
ño de la pieza. Por ejemplo marcar la divergencia de incertidumbre entre una
viga maciza o una reticulada.
Punto inicial de falla.
Ubicación del punto inicial de falla, el primer punto que entrará en rui-
na y a partir de él buscar el sendero del efecto cadena. Con ello se categoriza
la región de falla y se exige mayor cuidado y control de proyecto como de
obra.
18.2. El CS y la incertidumbre.
En otros capítulos lo estudiaremos con rigor. Ahora solo mostramos la
relación que existe entre el CS y el nivel de conocimientos (inversa de la incer-
tidumbre).
De una población de técnicos (colectivo humano) que pueden ser todos
los integrantes de un estudio de arquitectura o ingeniería, es posible mediante
las curvas normales de frecuencia y calidad del conocimiento, obtener las des-
viaciones adimensionales (Coeficientes de variación) que resultan de dividir la
desviación estándar por el valor promedio (Figura 14.9):
δ = ds / xp (9.3)

Figura 9.9

145
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Con ello se obtiene un valor del nivel de conocimiento de la población o


colectivo en estudio, por ejemplo para un equipo de técnicos que participan en
el proyecto de un edificio podemos tener:
Conocimiento y control pobre (desviación alta):
δ ≈ 0,28 → aplicar CS ≈ 5,00
Conocimiento y control regular (desviación media):
δ ≈ 0,12 → aplicar CS ≈ 2,00
Conocimiento y control alto (desviación reducida):
δ ≈ 0,07 → aplicar CS ≈ 1,50
El CS es función cuadrática del grado de incertidumbre que nos entre el
valor "δ". En la gráfica se observa la variación del CS en función de la incerti-
dumbre (Figura 9.10).

Figura 9.10

Los CS aumentan de manera exponencial según baja el nivel de conoci-


mientos y controles. Responde a los valores indicados en párrafos anteriores.
Es conveniente recordar aquí que el consumo de material estructural es función
directa del CS.

19.Grado de complejidad y forma de estudio.


El grado de incertidumbre se lo mide en función del nivel de compleji-
dad para la determinación del valor que se busca:
19.1. Muy baja complejidad:
Se lo establece de manera “lineal” con una sola maniobra matemática
(Figura 9.11). Por ejemplo, el peso propio de un solo material mediante el pro-
ducto de densidad por volumen, también la fuerza que resiste un tensor median-
te el producto de la superficie por la tensión de rotura. La incertidumbre es nula
o despreciable.

Figura 9.11

146
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

19.2. Baja complejidad:


Se realiza mediante ciclos (interacción). Se combinan las operaciones de
multiplicaciones con el de suma, por ejemplo en la determinación del peso
completo de un entrepiso que contiene varios tipos de materiales (revoques,
hormigón, contrapiso, mortero, piso y paredes) (Figura 9.12).

Figura 9.12
19.3. Mediana complejidad:
Se realizan varios ciclos en cada uno se combina una mejora en el dise-
ño, cambio de materiales y pruebas de control en los espesores. Aumenta el
conocimiento en cada ciclo y se reduce el entorno de la incertidumbre. Los
resultados adoptan la forma de una espiral invertida (Figura 9.13).

Figura 9.13
El diámetro de la espiral que mide la inseguridad se reduce en la medida
del avance de los ciclos, el centro de la espiral corresponde a la certeza absolu-
ta. Puede ser el caso de un estudio riguroso en el cálculo del valor de las sobre-
cargas.
19.4. Alta complejidad:
Analiza las sobrecargas en fragmentos y se los estudia por separado.
Luego mediante aproximaciones se converge a la futura realidad (Figura 9.14).

147
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Figura 9.14
El esquema anterior es en extremo simplificado; en el caso de suelos par-
ticipan muchas más variables que la humedad. Es utilizado en la investigación
de las causas de una anomalía o patología de un sector del edificio.
19.5. Muy alta complejidad:
Pueden ser las cargas generadas por el viento o el sismo. Se procede me-
diante cualquiera de los protocolos de la metodología de la investigación y en
muchos edificios se realizan tareas de laboratorios con maquetas del edificio
(túnel de viento o placas inerciales de movimientos sísmicos). Para estos pro-
blemas se utiliza el método de redes o de “árbol” donde cada punto se enlaza
con otro formando ramificaciones que llevan a un resultado final (Figura 9.15).

Figura 9.15
En todos los casos es conveniente utilizar diferentes caminos o senderos
dentro del mismo procedimiento de investigación.

20.La certidumbre desde la experiencia.


20.1. Las dudas primero.
Los técnicos con larga experiencia en el diseño y construcción de edifi-
cios, antes de buscar respuestas en los reglamentos, mucho antes, analizan y

148
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

clasifican sus dudas. La tarea de plantear las incertidumbres y el procedimiento


para responderlas es un proceso de investigación y lo hacen en todas sus obras.
Podemos decir que el primer acto de ellos ante un nuevo edificio es una confe-
sión de su ignorancia en un acto de humildad. A partir de allí comienzan a res-
ponder por propia investigación y consultas cada una de sus indecisiones.
20.2. La geografía.
En general, el primer dato que solicitan al comitente es el lugar geográfi-
co; el de ubicación de la obra; esto para investigar el tipo material disponible.
Luego revisan las obras ya construidas en ese lugar, con esa observación esta-
blecen el tipo de control que ejercen los arquitectos o ingenieros locales, tam-
bién la calidad de la mano de obra. Exploran los edificios vecinos, las calles,
las infraestructuras de colectoras cloacales, de agua, de pluviales.
Todo lo anterior responde a una tarea desde la experiencia. En función de
todos los datos reunidos, ajustan las dimensiones de los CS tanto los de resis-
tencia como los de durabilidad.
20.3. El uso del reglamento.
Las normativas establecen solo algunos valores para tener en cuenta en el diseño
de las cargas. El proyectista debe comparar y establecer según su propio criterio el valor
real de las sobrecargas de uso. Creemos que las sobrecargas de reglamentos están sobredi-
mensionadas, además sobre ellas se aplicarán los CS. Un buen diseño de cargas incorpora
las áreas de sobrecargas máximas en las plantas según el proyecto de arquitectura.

21.Incertidumbre de los reglamentos.


21.1. En reglamentos.
Los reglamentos deslindan responsabilidad en cuanto a los análisis de cargas.
Dicen que los valores de tablas están basados en el supuesto que las estructuras serán di-
señadas para resistir todas las cargas aplicadas. La disposición es una guía tal como son
recomendadas en “Diseño mínimo de cargas para edificios y otras estructuras”. Copiamos
sólo algunas filas de las tablas indicadas en el reglamento para analizarlas y observar al-
gunas contradicciones. Veamos lo que establece en el caso de los almacenes y de los su-
permercados, tabla 4.1. R 101, página 22 (Figura 9.16).
Destino daN/m2

Almacenes
Minorista primer piso 500
Minorista pisos superiores 400
Figura 9.16
Estas cargas son bajas. Una sola mercadería, por ejemplo la leche, puede ser al-
macenada en packs de mil unidades y más. Es decir que en ese metro cuadrado existirá
una carga doble de la establecida en reglamento. Algo parecido sucede con las cargas en
fábricas, tabla 4.1. R 101, página 23. No indica cuál es el parámetro que determina entre
una liviana y una pesada (Figura 9.17).
Fábricas e industrias daN/m2
Liviana 600
Pesadas 1200
Figura 9.17
Es necesario repetir el estudio de las cargas para cada caso particular; los regla-
mentos sólo sirven para tener una moderada guía, establecen solo algunos valores para
tener referencias en el diseño de las cargas. El proyectista debe realizar sus propias inves-
tigaciones.

21.2. En las tablas.

149
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

La mayoría de las tablas de cálculo indicadas en libros y manuales no indican los


CS con las que fueron confeccionadas. En general, las fórmulas de dimensionado son uti-
lizadas de manera rutinaria y se ignoran los factores de reducción de resistencia y los de
mayoración de cargas. Esto genera un vacío en el conocimiento del objeto que se calcula
y el proceso de cálculo se convierte en un mecanismo que se repite sin alteración.

22.Incertidumbre en la academia, profesión y región.


22.1. En la academia.
En la universidad, en las carreras de ingeniería y arquitectura en pocos casos se en-
seña el origen, las variables del CS y su relación la incertidumbre. Además, y en especial
las facultades de ingeniería no contienen materias que traten del origen del conocimiento,
de la epistemología, de la sociología y menos de la filosofía. Entonces los alumnos son
formados desde la rigidez de la matemática y la física; disciplinas duras que generan en la
mente cierta soberbia y rechazo a las dudas.

22.2. En la profesión.
En la calle, en la vida profesional, esa formación intelectual se observa a través de
los documentos que son presentados en los consejos profesionales y de allí visados para los
expedientes de las municipios. En todos ellos se observa falta de referencias a cuestiones de
las pautas humanas en le ejecución del proyecto de cálculo, no se establece la forma que
fueron estudiadas las cargas, tampoco hacen referencia a las fronteras de máximas cargas
en el uso de los departamentos de oficinas o viviendas.
Las memorias de cálculo que en ocasiones acompañan a la documentación son de-
terministas; aritmética, matemática y física clásica. No destacan las variables de la geograf-
ía del lugar, el colectivo humano que construirá el edificio, el origen y control de los mate-
riales. Estos episodios en la actividad profesional son reflejos de las enseñanzas en la uni-
versidad: copian el dogma y la certidumbre de la física y la matemática; no hay lugar para
confesar las incertidumbres que son cubiertas por los CS.

22.3. En las regiones.


Creemos que el CS debe ser revisado de manera permanente. La misma obra, por
ejemplo una escuela de planta prototipo realizada en el área urbana de una gran ciudad, será
distinta a la misma escuela construida en un lejano paraje de olvidadas regiones del país.
Todo puede ser lo mismo; el proyecto, los planos, las especificaciones técnicas, los materia-
les, pero la mano de obra y el nivel de control en pueblos lejanos es diferente en conoci-
miento, tecnología y protocolos de inspección.

22.4. Resumen.
Las incertidumbres se ubican entre la génesis y el proyecto. Allí están es-
condidas porque es la fase más predictiva del proceso. En ese tiempo hay que pen-
sar en futuro sobre un acontecimiento aún no producido (el edificio). Hay que pre-
decir, pronosticar no sólo las formas, los materiales, los espacios, sino también el
comportamiento. Las incertidumbres son en definitiva la distancia que separa la
configuración del proyecto con la realidad del edificio. Cuanto más diferente es el
edificio del proyecto original, mayores fueron las incertidumbres aplicadas.
La incertidumbre es ignorancia y para vaticinar el edificio hay que tener
conocimientos. Se debe conocer el suelo, el entorno, la mano de obra que se utili-
zará, la empresa que construirá. Si la predicción fuera igual a la realidad, entonces
el análisis de cargas resultaría correcto.

23.Aplicación.
Establecer de manera numérica las incertidumbres que afectan los datos
que se utilizan para el diseño y cálculo de las estructuras (cargas, tensiones de
rotura, condiciones de borde).

150
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

23.1. Viga de garaje.


El problema.
Incertidumbre en el método de cálculo o verificación. Es común encon-
trar deformaciones en las vigas de fachada de viviendas, en especial aquellas
que sostienen las cargas para permitir una gran abertura, como es la de ingreso
a garajes. Esto es un suceso provocado por la costumbre del diseño desde la
resistencia y queda en el olvido el diseño de las elásticas: incertidumbre de la
conducta de la viga.
Las vigas frontales de fachada para garaje de dos autos en viviendas en
general poseen longitudes grandes y son calculadas desde la resistencia del
material y no verificada desde las deformaciones.
Los datos.
Longitud de la viga: 6,00 metros.
Material: hierro en perfil PNI
Tensión de fluencia: 2.400 daN/cm2.
Carga uniforme bruta: 2.000 daN/ml.
Flechas admisibles.
Para vigas de hormigón armado:
Tabla 9.5b (Flechas máximas admisibles) según Cirsoc 201.
Para vigas de madera:
Tabla 3.2.3 -1 (Deformaciones admisibles) del Cirsoc 601.
Para vigas perfiles de hierro:
Tabla A-L.4.1 (Valores límites para deformaciones)

En nuestro caso, por cuestiones de servicio y estética se establece como


flecha límite a la relación: l/300 = 600 / 350 = 1,7 cm.

Ecuación de diseño por resistencia.


Se aplica la indicada en el reglamento desde la resistencia:
𝜙𝑅 ≥ 𝑈 = 𝛾𝑆
Factores:
Para resistencia del material: ø = 0,90
Para cargas: γ = 1,5
Resistencia de diseño: ø.R = 0,90 . 2400 = 2.160 daN/cm2
Carga de diseño: U = γ.q = 1,5 . 2000 = 3.000 daN/cm2
Carga neta de diseño: 3.000 daN/ml
Momento flector:
El flector máximo en mitad del tramo:
𝑈𝑙2 3000 ∙ 62
𝑀𝑒 = = ≈ 13.500𝑑𝑎𝑁𝑚
8 8
Dimensionado:
Se determina el Wnec:

𝑀𝑒 13500 ∙ 100
𝑊𝑛𝑒𝑐 = = ≈ 625 𝑑𝑎𝑁𝑚
𝜎 2160
Perfil elegido:
IPN 300 Ixx: 9.800 cm4 S: 70 cm2 Wxx: 653 cm3 > Wnec

Control de flecha:
Flecha:

151
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

5 𝑞𝑙4 5 30 ∙ 6004
𝑓= = = 2.45 𝑐𝑚
384 𝐸𝐼 384 2,1 106 7590
Malas condiciones desde la deformación.
Redimensionado por flecha:
Flecha de diseño: 1,7 cm. De la ecuación anterior despejamos el momen-
to de inercia del perfil necesario.
5 𝑞𝑙4 5 30 ∙ 6004
𝐼= = ≈ 10.900 𝑐𝑚
384 𝐸𝑓 384 2,1 106 1,7

IPN 320 S: 78 cm2 Ixx = 12.510 cm4 Wxx = 782 cm3


Tensión de trabajo para carga neta:
𝑀𝑒 13500 ∙ 100 𝑑𝑎𝑁
𝜎= = ≈ 1.700
𝑊𝑥 782 𝑐𝑚2
Resumen:
El dimensionado por resistencia entrega una sección de viga que no sa-
tisface la flecha permitida; es necesario realizar el redimensionado como se
indicó arriba. Esta exigencia de flecha límite eleva el consumo de material en
un 12 %, por ello en la tarea de diseño es conveniente estudiar con cuidado las
fronteras admisibles de las flechas. Este problema corresponde a la incertidum-
bre que en ocasiones generan las piezas estructurales cuando por estética o
confort deben ser analizadas con rigor.
23.2. Variaciones de las sobrecargas.
Problema:
Incertidumbre en la determinación de las sobrecargas de uso. Estudiar las diversas
situaciones que se pueden presentar en el tiempo y en el espacio. Se lo hace desde las dis-
tintas circunstancias o sucesos en el uso de la vivienda (Ver la aplicación 3.1 del Capítulo
29 R 101 (4.1, 2).

152
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

10
Estadísticas y probabilidad.
10. Objeto.
Estudiar la manera que la ingeniería estructural utiliza las estadísticas para
establecer las cargas y resistencias aleatorias.

11. Introducción.
11.1. General.
Con la cuestión de las cargas la ingeniería pierde su condición de exacta y
precisa porque no existe una carga constante y uniforme en el tiempo. Con diferen-
tes niveles todas las cargas son afectadas por la incertidumbre. Esta cualidad en
algunos fenómenos demanda otros análisis alejados del determinismo.
Un suceso se denomina aleatorio cuando depende del azar o de la casualidad
y que resultan de combinaciones o circunstancias que no se pueden prever ni evitar.
Dentro de estos acontecimientos se encuentran las cargas.

11.2. El orden dentro del azar.


Los dados: los números convenientes para apostar:
Los dados del juego son cubos con seis caras y muestran puntos del uno al
seis. La combinación del valor de las caras tiene un mínimo de 3 (los tres dados
muestran el “uno”) y un máximo de 18 (los tres con el “seis”). El azar establece
que hay una sola posibilidad de 3 (3 “unos”) y también de 18 (3 “seis”). Pero las
mayores probabilidades se encuentran en los números 10 y 11 que se pueden reali-
zar hasta 27 combinaciones. En la tabla de la figura 10.1 indicamos los valores que
resultaron de la estadística de cientos de tiradas de los tres dados.
A B C
3 1 0,46
4 3 1,39
5 6 2,78
6 10 4,62
7 15 6,94
8 21 9,72
9 25 11,57
10 27 12,5
11 27 12,5
12 25 11,57
13 21 9,72
14 15 6,94
15 10 4,62
16 6 2,78
17 3 1,39
18 1 0,46
216

Figura 10.1

153
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Columna A: Números posibles de la suma de los tres dados.


Columna B: Cantidad de veces que se obtiene el número.
Columna C: Porcentual de salida de cada número.
El total de números posibles con los tres dados es 216 (63). Desde la ma-
temática estadística los valores que arrojan cientos de tiradas de dados representan
una figura que lejos está del caos; posee una simetría total y responde a la curva
normal gaussiana.
En el eje de las abscisas marcamos los posibles valores que pueden combi-
narse en cada jugada y en el eje de las ordenadas la frecuencia que sale cada uno de
esos números que van del 3 al 18 (Figura 10.2).

Figura 10.2
Es una figura ordenada y simétrica que nos indica la conveniencia de apostar
al 10 o al 11 en las tiradas de tres dados porque posee 27 veces más posibilidades
que el valor 3 o el 18.

11.3. La media (xp: promedio o media).


Si continuamos con el estudio de los valores que suman los tres dados en ca-
da tirada.
La cantidad de combinaciones son 16, por ejemplo la mínima es que los tres
dados muestren la cara de “1” (en el total da 3) y la máxima que muestren la cara
de “6” (en el total da 18).
Podemos obtener la “media” que resulta ser el promedio:
Suma de 3 a 18 = 168
Cantidad de tiradas: 16
Media: 186 / 16 = 10,5

3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18
Figura 10.3
Para el promedio dividimos por 16 (cantidad de números) y obtenemos la
media: 10,5 que coincide con la curva normal porque está entre el 10 y el 11 (Figu-
ra 10.2). La “media” queda afectada si uno o más de los registros posee un valor
muy diferente a los restantes. Por ejemplo si tenemos las series de números que
siguen:
3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 250
Figura 10.4

154
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

El promedio (media) nos da 25,0 diferente al obtenido en la secuencia ante-


rior.

11.4. La mediana (xm).


Se la obtiene de ordenar los números de menor a mayor y buscar el valor que
se encuentra en la mitad de la secuencia, por ejemplo en la primer serie secuencial
tenemos que la simetría se ubica entre el 10 y el 11 (10,5):

3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18
Figura 10.5
En la próxima serie donde uno de los valores se escapa de la secuencia nor-
mal, la mediana se encuentra en el eje de simetría de la fila de números que se ubi-
ca entre el 10 y 11. Nos daría un valor 10,5 que no es influenciado por el alto valor
extremo de 250.

3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 250
Figura 10.6

11.5. La moda (μ).


Es el número que más se repite en un conjunto. Volvemos a la secuencia an-
terior pero con los siguientes valores:
1 2 3 4 5 7 8 7 9 10 11 7 12 13 14 7
Figura 10.7
La “moda” es el valor 7 porque se repite cuatro veces; es el número que po-
see mayor porcentual de frecuencia. También el número con mayor probabilidad.
En la tirada de los dados la moda se encuentra entre los números 10 y 11 porque
son los valores que mayor cantidad de combinaciones en la suma de las caras que
muestran los tres dados.

11.6. Rango (xr).


Es la diferencia entre el valor máximo y el mínimo, en el caso de la combi-
nación de los dados tenemos un valor mínimo de 3 y un máximo de 18; el rango en
ese caso es 15 = (18 – 3).

11.7. Desviación media (xd).


Se obtiene de sumar la diferencia entre el promedio y el valor de cada núme-
ro. Volvemos al caso de los tres dados:

10,5 − 3 + 10,5 − 4 +∙∙∙ + 10,5 − 17 + 10,5 − 18 168


= = 10,5
16 16
En este caso es igual a la media porque existe simetría en el conjunto de va-
lores.

11.8. Varianza (σ2).


Si las diferencias son elevadas al cuadrado obtenemos la “varianza”:
𝑁 2
𝑖=1 𝑥𝑖 − 𝑥𝑝
𝜎2 =
𝑁

155
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

(10.1)

10,5 − 3 2 + 10,5 − 4 2 +∙∙∙ + 10,5 − 17 2 + 10,5 − 18 2


303
𝜎2 = ≈ ≈ 19
16 16

11.9. Desviación típica (σ).


Es la raíz cuadrada de la varianza:
𝑁 2
𝑖=1 𝑥𝑖 − 𝑥𝑝
𝜎= = 19 ≈ 4,5
𝑁
(10.2)
La desviación típica nos entrega el grado de “apertura” de la curva; indica el
valor de la dispersión de los números en estudio. En la Figura 10.2 la varianza se
indica con las dos verticales a una distancia de 4,6 de la media.

11.10. Coeficiente de variación (δ).


Se lo obtiene del cociente entre la desviación típica “σ” y el valor promedio:
𝜎 4,5
𝛿= = ≈ 0,43
𝑥 10,5
(10.3)
Es adimensional y normaliza la variabilidad con respecto a la media, por
ejemplo en la relación de la carga de una vivienda se utiliza el daN/m2, con respec-
to a la resistencia del suelo en daN/cm2, con el “δ” salvamos las elevadas diferen-
cias de intensidad y unidad.
Este coeficiente lo emplearemos para diseñar los factores de seguridad “γ”
que utilizaremos para diseñar las cargas netas “U” de diseño estructural y lo inte-
resante de este asunto es que la estadística se realiza sobre las variables de conoci-
mientos y conductas de control de los arquitectos o ingenieros responsables de la
obra. El coeficiente de variación “δR” (Resistencia) ó “δS“(Solicitaciones) tiene
valores de 0,05 para tareas y conocimientos rigurosas y > 0,30 para descuidadas o
pobres.

12. Estadísticas en las cargas.


12.1. Probabilidad.
Para explicar la “probabilidad” lo hacemos desde las sobrecargas en los edi-
ficios, si el valor de una carga se repite “k” veces de todas las “n” posibles cargas
en la historia del edificio, la probabilidad que esa carga se repita es de:
𝑘 𝑐𝑎𝑛𝑡𝑖𝑑𝑎𝑑 𝑑𝑒 𝑐𝑎𝑟𝑔𝑎𝑠 𝐿𝑥
𝑃𝑓 = 𝑛 = 𝑡𝑜𝑡𝑎𝑙 𝑑𝑒 𝑐𝑎𝑟𝑔𝑎𝑠 𝑝𝑜𝑠𝑖𝑏𝑙𝑒𝑠
(10.4)
Si realizamos una investigación imaginaria sobre toda la vida útil del edificio
y medimos todos los días la sobrecarga que actúa (≈ 20.000 valores), del censo
descubrimos que la carga de 43 daN/m2 se repite 7.561 veces, entonces la probabi-
lidad del suceso de esa carga será:
𝑘 7561
𝑃𝑓 = 𝑛 = 20000 ≈ 0,38 → 38 %

156
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

El cálculo de probabilidades es una rama de la matemática que junto a la es-


tadística, determina valores de cargas aproximados de un suceso a futuro. Las ac-
ciones sísmicas y de viento son aleatorias, pero con estas herramientas es posible
obtener un pronóstico aproximado de la intensidad y frecuencia en una región de-
terminada.

12.2. Valor característico (xk ó f´).

Sobrecargas en edificios de viviendas.


Es el determinado mediante maniobras estadísticas y con la aplicación de los
conceptos anteriores, pero bajo la condición que el valor de la carga de diseño re-
sulte estar por abajo del 95 por ciento de los casos (solo puede ser superada en un
percentil del 5 %).
En “Aplicaciones” se realiza un estudio de las sobrecargas que actúan en una
vivienda y allí obtenemos una carga característica Lk = 114 daN/m2 , pero el R
101 establece ese valor en 200 daN/m2 porque en los 50 o 100 años de vida útil de
la vivienda existe la probabilidad que durante algunos minutos la carga supere los
200 daN/m2, pero recordemos que esa carga excepcional solo se dará en una o dos
reducidas áreas de las viviendas que pueden ser hall de salida o balcones.
Para el percentil del 5 % se utiliza la expresión (suma).
𝐿𝑘 = 𝑥𝑝 + 1,65 ∙ 𝜎
(10.5)

Resistencias.
Sin embargo la resistencia característica del material, por ejemplo el hor-
migón los valores obtenidos de los ensayos de laboratorio deben estar en el 95 %
por arriba; un hormigón del tipo H 30 indica que solo el 5 % de las resistencias se
encuentre por debajo. El percentil de las sobrecargas, así como los de resistencia
difieren de un reglamento a otro.
Para el percentil del 5 % se utiliza la expresión (resta).
𝐿𝑘 = 𝑥𝑝 − 1,65 ∙ 𝜎
(10.6)

Curvas.
En la figura 10.8 se
dibuja las dos curvas; la de
la resistencia del hormigón
con los valores obtenidos de
ensayos a rotura en labora-
torios (daN/cm2) y en otra
escala la curva de las sobre-
cargas (daN/m2) que actúan
durante el uso del edificio,
ésta se la obtiene mediante
censos estadísticos.

Figura 10.8
Prestemos atención a las unidades del eje de las abscisas, las de resistencia
está en daN/cm2, mientras que las de sobrecargas en daN/m2.

157
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

En la curva de resistencia del hormigón con un percentil del 5 % indica los


valores por debajo de 300 daN/cm2 (H 30). Mientras que en la curva de las sobre-
cargas el valor característico se ubica entre valores de 110 a 130 daN/m2, pero re-
cordemos que puede existir un suceso con valores iguales o superiores al de 200
daN/m2 (por arriba del característico) y es el que establece el reglamento.

12.3. Curvas de las “D” y las “L”


General.
En este artículo hacemos un análisis de la configuración de las curvas de la
variación en intensidad y frecuencia de las “D” permanentes (muertas) y las “L”
sobrecargas (vivas). En la figura 10.9 aparecen las curvas de sobrecargas “L” jun-
to a las permanentes “D”.
Sobrecargas:
Son las cargas vivas “L” y poseen una frecuencia de suceso que depende del
uso y costumbre de los usuarios del edificio (oficinas, viviendas, depósitos). Los
eventos son muy dispersos. Tienen una media o promedio aproximada entre los 40
a 55 daN/m2 y la desviación hacia la izquierda es ≈ 15, mientras la de la derecha
puede ser de ≈ 100.
Permanentes:
Poseen baja desviación o dispersión, porque son casi siempre las mismas. Es
muy reducida su variación (cambio de alguna pared o piso), pero su intensidad o
calificación es mayor que las “L”. En este caso la curva es esbelta. La desviación
hacia la izquierda o derecha oscila en los ≈ 40 daN/m2.

Figura 10.9
Para la elaboración de estas curvas se requieren de censos y registros que
pueden durar años de observación. Con esta misma metodología y empleando las
fórmulas que nos proporciona la estadística, se pueden aproximar cargas de suceso
a futuro. Las cargas de viento y sismo poseen un alto grado de incertidumbre o
dispersión (curvas muy aplanadas) pero una elevada intensidad con picos de
máximos muy bruscos.
Coeficiente de variación de las “L” y de las “D”.
Si bien ambas familias de cargas poseen la misma unidad (daN/m2), la inten-
sidad es muy diferente; las permanentes tienen valores diez o más veces que las
sobrecargas de inspección. Es aquí donde es útil el coeficiente de variación (δ) para
tener mejor interpretación de la dispersión.
Desviación típica (σ):
Permanentes: σ ≈ 120
Sobrecargas: σ ≈ 30

158
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Coeficiente de variación (δ):


Permanentes:
𝑑𝑒𝑠𝑣𝑖𝑎𝑐𝑖ó𝑛 120
𝛿= = ≈ 0,33
𝑝𝑟𝑜𝑚𝑒𝑑𝑖𝑜 360

Sobrecargas:
𝑑𝑒𝑠𝑣𝑖𝑎𝑐𝑖ó𝑛 36
𝛿= = ≈ 0,65
𝑝𝑟𝑜𝑚𝑒𝑑𝑖𝑜 55
El “δ” nos indica que el CV (Coeficiente de Variación) de las permanentes
es casi la mitad que el de las sobrecargas. Este coeficiente es utilizado cuando se
estudia el factor humano.

13. Análisis estadístico del factor humano.


13.1. General.
En la ingeniería la calidad de las obras no solo dependen de la resistencia de
los materiales o de la intensidad de las cargas, el factor principal es la conducta
humana; la de los técnicos, arquitectos o ingenieros que son responsables de los
proyectos, del cálculo y de la dirección de las obras. Es por ello que el R 106 esta-
blece las variables de esas conductas como esenciales parámetros para el cálculo de
los coeficientes de seguridad a emplear en el diseño estructural. Frente a la incerti-
dumbre o descuido de los proyectistas o calculistas, el coeficiente de seguridad
(CS) debe aumentar.

13.2. Curvas de conducta humana.


Quienes establecen los valores de las cargas y de las resistencias son los pro-
yectistas estructurales. El grado de conocimientos y rigor en el estudio se traduce
en la forma de las curvas. Cuanto mayor es la incertidumbre o el desconocimiento
más grande será el CS utilizado en el cálculo estructural.
Con la estadística es posible “calificar” la tarea del profesional que intervino
en un edificio, sea proyectista o director de obra. Se construyen las curvas de por-
centual y calidad. Cada "población" de técnicos según la región o ciudades poseen
curvas diferentes que son construidas por las compañías de seguros que extienden
las pólizas, el valor de éstas de-
penderá del grado dispersión de
las curvas.
Por ejemplo, mostramos dos
gráficas; en la primera, la pobla-
ción de técnicos “A” (Figura
10.10) tiene elevada dispersión y
una “calificación” baja, mientras
que la otra población, la “B” indi-
ca que los técnicos poseen buenos
conocimientos y cumplen mejor su
tarea. La nota de calificación es
alta y poca la dispersión.

Figura 10.10

159
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

También puede suceder lo contrario como muestra la gráfica (Figura 10.11).


Poca dispersión en la población “A” de bajos conocimientos y elevada en la pobla-
ción “B” de buenos conocimientos.

Figura 10.11
En algunos países las estadísticas se están haciendo desde el registro de las
diversas patologías que muestran los edificios con el paso del tiempo; esas explora-
ciones de las anomalías entregan el grado de calidad de las tareas que ejercieron los
técnicos años atrás en la fase de proyecto y ejecución.

13.3. Comparativa de control.


La comparativa entre el censo de "cargas de proyecto" y cargas de "edificio
en uso" nos indica el grado calidad de las tareas realizadas por los técnicos en el
diseño de las cargas y el cálculo estructural. Si las estadísticas de las tareas de los
técnicos en la región muestran poca diferencia entre "cargas de proyecto" y "cargas
de edificio terminado", será posible reducir el CS a utilizar en los cálculos.
En la Argentina aún no existe normativa alguna que exija en los documentos
finales de “conforme a obra”, el estudio de la relación entre las cargas teóricas de
cálculo y las finales de edificio terminado.

14. Aplicación.
14.1. Objeto.
Las siguientes aplicaciones nos servirán para comprender los conceptos an-
teriores.
14.2. Resistencia de la madera, valor característico.
El problema:
Determinar el valor de la resistencia que resulte superado en el 95 % de los
casos valor que se denomina tensión característica.
Resultados de los ensayos.
En la tabla que sigue (Figura 10.12) colocamos la tensión de rotura y su por-
centual de suceso en los ensayos de laboratorio.
 Columna A: Valores de resistencia en escalones de 10 daN/cm2.
 Columna B: Cantidad de ensayos que se repite el valor.
 Columna C: Porcentual de suceso de cada valor de resistencia.

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Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

A B C

30 1 0,46
40 3 1,39
50 6 2,78
60 10 4,62
70 15 6,94
80 21 9,72
90 25 11,57
100 27 12,5
110 27 12,5
120 25 11,57
130 21 9,72
140 15 6,94
150 10 4,62
160 6 2,78
170 3 1,39
180 1 0,46
216
Figura 10.12

Curva de frecuencia – intensidad.


Con los datos anteriores dibujamos la curva.

Figura 10.13

Aplicación de las fórmulas estadísticas.


Resolvemos las expresiones matemáticas de la estadística que hemos estu-
diado en párrafos anteriores.
El promedio: 105 daN/cm2.
La desviación estándar: 12,40 daN/cm2.
La coeficiente desviación adimensional (delta): 0,12

161
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Tensión característica:
ζcaract = xp – 1,65 . ζ = 105 – 12,4 . 1,65 = 84 daN/cm2.
Conclusión:
El valor de tensión característica (84) está por debajo del promedio (105),
si la dispersión de los resultados hubiese sido superior la tensión característica se
reduce aún más.

14.3. Sobrecargas en departamento de viviendas.


El problema:
Investigar desde la estadística los valores de las sobrecargas de una vivien-
da de edificio en altura.
Investigación y datos:
Mediante un trabajo de inspección obtenemos valores de la conducta del
fenómeno. Hacemos una aproximación en base a un censo de 100 viviendas y los
resultados los agrupamos como sigue.
Cargas de 0,0 daN/m2: 1 %.
Cargas de 4 daN/m2: 4 %.
Cargas de 7 daN/m2: 6 %.
Cargas de 15 daN/m2: 17 %.
Cargas de 37 daN/m2: 27 %.
Cargas de 60 daN/m2: 29 %.
Cargas de 125 daN/m2: 9 %.
Cargas de 150 daN/m2: 5 %.
2
Cargas de 180 daN/m : 2 %.
Cargas de 230 daN/m2: 1 %.

Total porcentual: 100 %


Media o promedio.
Promedio: ≈ 55 daN/m2.
Moda o promedio:
Cargas de frecuencia máxima: 60 daN/m2 → 29 %.
Desviación típica:
Desviación estándar: σ ≈ 36 daN/m2
Coeficiente de variación (δ) o desviación adimensional.
δ ≈ 0,66
Carga característica Lk.,
Para el percentil del 5 % se aplica la fórmula:

𝐿𝑘 = 𝑥𝑝 + 1,65 ∙ 𝜎 = 55 + 1,65 ∙ 36 ≈ 114


Curva.
Volcamos en las ordenadas los porcentuales y en el de las abscisas las intensi-
dades de cada una de las cargas (Figura 10.14).

162
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Figura 10.14
Los mayores porcentuales se ubican para las cargas bajas, las que oscilan entre
0,00 a ≈ 60 daN/m2.
Conclusiones.
La curva no es simétrica. Está desplazada hacia la izquierda, la de valores
bajos de las cargas de uso. Se extiende luego hacia la derecha con muy bajos por-
centuales para los valores altos.
Lo que al final nos entrega el estudio son valores numéricos de la manera
que los usuarios utilizan sus viviendas. En resumen es un estudio de sociología
sobre las costumbres de las familias que viven en departamentos de edificios altos.
Vemos que las variables sociales o de conducta se transforman en sucesos de car-
gas métricas.
14.4. Representación gráfica aproximada de las cargas.
El problema:
Representar mediante combinación de las variables “intensidad”, “tiempo”
y “frecuencia”, la conducta de las diferentes cargas que actúan sobre los edificios.
Cada una de las acciones posee una característica definida por δF (factor de
variación de la acción o coeficiente de variación) que resulta de dividir la desvia-
ción estándar por el valor promedio de carga. Las gráficas que siguen no poseen
escala, tampoco signos ni direcciones; se las dibujan para representar de manera
aproximada la conducta de las cargas en relación al tiempo, la frecuencia y la in-
tensidad.
Carga ideal teórica constante.
Una carga gravitatoria ideal teórica sería aquella que no varía con el tiem-
po. Permanece constante a lo largo de toda la vida útil del edificio. La curva es una
recta cuya intensidad es uniforme durante los años y su valor se lo obtiene de ma-
niobras deterministas.
Diagrama de la izquierda: En el eje "yy" la intensidad de las cargas y en
el eje "xx" el tiempo del suceso.
Diagrama de la derecha: En la gráfica de la derecha en el eje "yy" la in-
tensidad de las cargas y en el eje "xx" la frecuencia o porcentual de su presencia,
con esta última (intensidad de carga y frecuencia) se construye la curva gaussiana y
mediante los mínimos cuadrados se obtiene la desviación y el valor de la dispersión
(Figura 10.16).
 Curva intensidad tiempo: una recta paralela al eje tiempo; la carga
es constante.

163
Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

 Curva frecuencia intensidad: una recta vertical con frecuencia 100


% sobre el único valor de intensidad. La desviación es nula.
 Coeficiente desviación δ = 0.

Figura 10.16
Permanentes “D”.
Muestran una curva con reducida variación respecto a una recta paralela al
eje del tiempo (Figura 10.17). La desviación es reducida porque los errores se co-
meten solo en la consideración de los espesores y densidad del material, con tareas
rigurosas esa desviación se logra reducir.
 Curva intensidad tiempo: una recta quebrada reducida paralela al
eje tiempo.
 Curva frecuencia intensidad: una curva gaussiana muy esbelta con
reducida dispersión.
 Coeficiente desviación δ ≈ 0.07.

Figura 10.17
Sobrecargas “L”.
Tienen valores menores a las de peso propio, con elevados cambios en las
frecuencias e intensidades (Figura 10.18).

Figura 10.18
Hay dispersión considerable de los valores.
 Curva intensidad tiempo: una recta quebrada regular paralela al eje
tiempo, representa la intensidad de la carga de uso en función del
tiempo.
 Curva frecuencia intensidad: una curva gaussiana poco esbelta con
mediana dispersión.
 Coeficiente desviación δ ≈ 0,35 a 0,55

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Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

Viento, sismo.
Viento:
Muestra frecuencias altas para vientos leves o brisas y bajas frecuencias
para tormentas con vientos superiores a los 60 km/hora.
Sismo:
Tienen frecuencias elevadas para valores muy reducidos; los sismógrafos
detectan casi a diario reducidas aceleraciones sísmicas. La frecuencia de
grandes sismos se reduce hacia la derecha donde aumenta su intensidad.
Poseen elevada dispersión (Figura 10.19).

Figura 10.19
Gran dispersión de los valores. Es el caso de sismos y fuertes vientos.
 Curva intensidad tiempo: posee largos tiempos de baja intensidad
de viento (calma y vientos suaves) y tiempos cortos de alta intensi-
dad (tormentas). Con efecto de sismo los picos de cargas son más
bruscos y también más intensos.
 Curva frecuencia intensidad: tiene mayor dispersión que las de
viento.
 Coeficiente desviación δ ≈ mayor a 0,60
Térmicas y de humedad (son espaciales).
Tienen reducidas oscilaciones durante largos períodos de tiempo (Figura
10.20).
Térmicas:
Tienen frecuencias promedios según las estaciones verano invierno. La in-
tensidad de las cargas depende del grado de confinamiento de las piezas.
Humedad:
Son cargas estacionales de seca a húmedas donde el suelo sufre movimien-
tos espaciales con generación de cargas.

Figura 10.20
Hay dispersión considerable de los valores.

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Diseño cargas. Capítulos 1 a 10 Jorge Bernal

 Curva intensidad tiempo: con variación suave de una valor máxi-


mo a otro mínimo.
 Curva frecuencia intensidad: con elevada dispersión.
 Coeficiente desviación δ ≈ 0,35 a 0,55
Impacto de igual intensidad.
Poseen igual intensidad en tiempos diferentes, por ejemplo el arranque o
frenada de un ascensor vacío. En su movimiento la aceleración y la masa son cons-
tantes (Figura 10.21).

Figura 10.21
Los valores de intensidad son todos iguales, no hay dispersión.
 Curva intensidad tiempo: cada carga de impacto está representada
por una recta vertical porque sucede en un tiempo muy corto. La
intensidad es la misma en todos los casos.
 Curva frecuencia intensidad: es una recta horizontal (igual intensi-
dad en todas).
 Coeficiente desviación δ ≈ 0
Impacto de diferentes intensidades.
Es el caso de arranques y paradas de ascensores con diferentes masas (per-
sonas) en los edificios (Figura 10.22). En los puentes se da en las dos direcciones:
vertical gravitatorias por el paso de vehículos sobre un resalte y horizontal en si-
tuación de frenada o arranque.

Figura 10.22
Hay dispersión considerable de los valores.
 Curva intensidad tiempo: con variación brusca e instantánea.
 Curva frecuencia intensidad: elevada dispersión.
 Coeficiente desviación δ ≈ cercana a 1,00

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