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II.

MARCO TEORICO Y CONCEPTUAL


2.1. Antecedentes
Se encontraron las siguientes investigaciones:

En el trabajo por Alfaro E. (2004). “El Sistema Previsional Peruano y la Necesidad de


Plantear una Nueva Reforma”. A diferencia del Sistema Público de Pensiones, el
Sistema Privado tiene una problemática distinta. Siendo un régimen de capitalización
individual basado en un esquema de ahorro, no posee los desequilibrios financieros de
los regímenes del Decreto Ley N° 19990 y 20530, pues cada afiliado percibe beneficios
en función de lo que aporta, pero no obstante el Sistema Privado es relativamente joven,
el ajuste de dicho sistema requiere aún de recursos considerables, como los Bonos de
Reconocimiento y los Bonos Complementarios, así como de medidas que fomenten su
desarrollo en términos de cobertura y eficiencia junto a una reducción de costos.

En el trabajo de Hurtado R.(2015). “ Los Trabajadores Independientes y su


Integración al Sistema de Pensiones – Provincia de Trujillo 2014”. Los Factores que
más consideran los trabajadores a la hora de evaluar afiliarse a un sistema de pensiones
son la edad, los años y los porcentajes de aportación.

Asimismo en el informe del Ministerio de Economía y Finanzas Dirección General de


Asuntos Económicos y Sociales (2004). “Los Sistemas de Pensiones en Perú “. De
todo lo expuesto, es posible concluir que a diferencia del Sistema Público de Pensiones,
el SPP tiene una problemática distinta. Siendo un régimen de capitalización individual
basado en un esquema de ahorro, no posee desequilibrios financieros como el régimen
del Decreto Ley N° 19990 o N° 20530, pues cada afiliado percibe beneficios en función
a lo que aporta. No obstante, por ser relativamente joven, el ajuste a dicho sistema
requiere aún de recursos considerables, como los BdR y los Bonos Complementarios,
así como de medidas que fomenten su desarrollo en términos de cobertura y eficiencia
junto a una reducción de costos.

En el trabajo de Irazábal (2015) “el derecho a la pensión de viudez del conviviente


superstite en el sistema nacional de pensiones”. Al resolver una demanda de
otorgamiento de Pensión de Viudez planteada por la conviviente sobreviviente del
fallecido pensionista y desempeñando su rol de máximo intérprete de la Constitución, el
1
Tribunal Constitucional en la STC N° 06572-2006-PA/TC, del mes de noviembre de
2007, creó dos normas constitucionales adscriptas a los artículos 4° y 5° de la aludida
Carta de 1993, que dejaron de lado el criterio que, en sentido contrario, mantenía hasta
ese entonces. Dichas normas se establecieron en relación, la primera, con el mandato
constitucional del Estado de proteger a la familia y promoción del matrimonio,
concluyéndose que éste se debía cumplir independientemente del origen matrimonial o
no de la familia, con lo que se dejaba sentado que bajo ningún supuesto deriva del deber
de promoción de la unión matrimonial un mandato de la Constitución que implique que
el Estado inicie una especie de persecución contra las uniones de hecho. La segunda
norma adscripta concluye que no puede sostenerse válidamente que entre los integrantes
de una unión de hecho sólo se generan efectos patrimoniales, siendo posible, y hasta
exigido, que se produzcan también efectos previsionales ya que la propia dinámica de la
convivencia encuadrada en la disposición constitucional, implica el cumplimiento de
ciertas acciones que no tienen carácter patrimonial. El análisis de la validez formal y
material de estas normas adscriptas, nos ha llevado a concluir, a lo largo de la presente
investigación, que es posible y constitucionalmente adecuado entender que el
conviviente sobreviviente puede ser beneficiario de una pensión de viudez, pues la
finalidad de dicha prestación no sólo resulta predicable de los viudos que habían
contraído matrimonio sino también de los viudos de una unión de hecho, puesto que el
tener una calidad de vida digna ante la contingencia de perder a quien la garantizaba no
es una exigencia exclusiva del régimen matrimonial. La inclusión de los convivientes
como beneficiarios de pensiones de sobrevivencia ha sido aceptada ya en el Sistema
Privado de Pensiones, en el Régimen Militar Policial, entre otros, configurando una
situación que a claras luces resulta discriminatoria de los asegurados del Sistema
Nacional por vulnerar el Principio de Igualdad, pues como se ha expuesto es
inadmisible sostener que el hecho de que un sistema de pensiones funcione mejor que
otro sea motivo suficiente para denegar el acceso a una prestación de naturaleza
alimentaria como es la pensión, en la que está en juego la propia subsistencia del
beneficiario; la baja o nula recaudación es una cuestión que atañe a la entidad
encargada, que debe ajustar sus procedimientos de cobranza y recuperación, pero de
ninguna manera debe afectar a los asegurados que aportaron o cuyo empleador debió
haber aportado. Pese a lo expuesto, la entidad encargada de administrar los fondos
colectivos del Sistema Nacional de Pensiones, amparándose en un mal entendido
principio de legalidad administrativa, hasta la fecha continúa sin aceptar que ante el
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fallecimiento de uno de los miembros de la unión de hecho, el otro tiene derecho a una
pensión de viudez en caso de reunir los requisitos para ello, entre los cuales no se debe
incluir el haber estado casado con el causante. Mantienen el absurdo de pensar que
deben obedecer la Ley aún cuando ésta se haya tornado inconstitucional desde su
contenido literal. Desde nuestro punto de vista, en razón de su vinculación preeminente
a los mandatos constitucionales, la Oficina de Normalización Previsional debería optar
por la norma constitucional en caso de conflicto con una norma de menor jerarquía
puesto que el deber de respetar y preferir el principio jurídico de supremacía de la
Constitución también le alcanza. Sin embargo, como ya hemos precisado, en este caso
ni siquiera ello es necesario puesto que bastaría con interpretar adecuadamente el
artículo para hacerlo compatible con los principios y disposiciones de la Carta de 1993.
No obstante, la realidad nos muestra que subsisten las barreras antes reseñadas, por lo
que mientras se dota a nuestra administración de funcionarios competentes con
conocimientos básicos de las instituciones jurídicas y de la dinámica del sistema en un
Estado constitucional de derecho como el nuestro, resulta imprescindible realizar una
modificatoria al mencionado artículo 53°, en la que se incluya expresamente como
beneficiarios a los convivientes supérstites, como se planteó líneas arriba. Esperamos
que la presente investigación haya cumplido hasta aquí con su objetivo: exponer las
razones por las que es constitucionalmente válido otorgar el derecho a pensión de
viudez a los convivientes, tal como ha sido señalado ya por el Tribunal Constitucional y
dejar en evidencia el desatinado criterio de funcionarios públicos que desconocen el
alcance de las normas creadas por este último órgano y como los vincula directamente
con mayor fuerza aún que una ley expresa en ese sentido. Que en futuros casos similares
no sea necesario tener que modificar la Ley para que se dé efectivo cumplimiento a lo
que ordena la Constitución.

2.2. Bases teóricas


2.2.1 Proceso Contencioso Administrativo
2.2.1.1. Concepto.
El proceso Contencioso Administrativo es un proceso especial, que la Nueva Ley
General ha establecido para encausar y resolver lor conflictos antes mencionados,
haciendo uso de la acción contenciosa administrativa (Romero, 1997, p.2012)

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Asi mismo El proceso contencioso-administrativo responde principalmente al sistema
inquisitivo que concede prevalencia al Juez en la dirección del proceso y a los principios
de inmediación, concentración y eventualidad con mayor vigor que en el proceso civil.
( Bercaitz, 1964)

Sin embargo (Ossorio, 2010) lo define como: serie de, diligencias, pruebas y
resoluciones propias de la jurisdicción contencioso administrativo en que se impugna
los actos del poder ejecutivo ante esa vía especial.

El Proceso Contencioso Administrativo es el mecanismo ordinario previsto por nuestro


ordenamiento constitucional para el control jurisdiccional de la actuación de los entes
administrativos y que tiene por finalidad la defensa de los derechos e intereses de los
ciudadanos, garantizando que la actividad administrativa se encuentre sometida al
principio de legalidad. (Mayor J. 2008. p.253).

Tomando las ideas, proceso Contencioso Administrativo es la herramienta previsto por


nuestro ordenamiento constitucional para el registro jurisdiccional de la actuación de
las entidades públicas en defensa de sus derechos.

2.2.1.2 Finalidad del proceso Contencioso Administrativo.


Con el nuevo “Proceso Contencioso Administrativo Laboral” lo que se busca es:
 Comprender las nuevas características normativas de ese novísimo proceso.
 Evaluar y aplicar diligentemente los diferentes cuerpos normativos vigentes en el
derecho
 Contencioso Administrativo en materia laboral y pensionaria.

La fin de un procedimiento administrativo es la manifestación de un acto que conceda o


deniegue un derecho solicitado por un administrado y, en el caso del procedimiento
sancionador, la aplicación de sanciones por la comisión de una infracción.(Northcote,
2011)

El artículo 1° de la Ley N° 27584 marca lo siguiente: “Artículo 1°.- Finalidad La acción


contencioso administrativa prevista en el artículo 148° de la Constitución Política tiene
por finalidad el control jurídico por el Poder Judicial de las actuaciones de la

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administración pública sujetas al derecho administrativo y la efectiva tutela de los
derechos e intereses de los administrados

2.2.1.3 Características del Proceso Contencioso Administrativo.


2.2.1.3.1 Principio de integración. En virtud del cual los jueces no deben dejar de
resolver la controversia por defecto o deficiencia de la ley. En tales casos deberán
aplicar los principios del derecho administrativo.
2.2.1.3.2 Principio de igualdad procesal. Por el cual las partes en el proceso
contencioso administrativo deberán ser tratadas con igualdad, independientemente de su
condición de entidad pública o administrado. Este principio es de suma importancia
para eliminar el desequilibrio que se presenta naturalmente por el hecho de que una de
las partes del proceso es una entidad pública.
2.2.1.3.3 Principio de favorecimiento del proceso. En virtud del cual el juez no podrá
declarar improcedente la demanda cuando por falta de precisión de la ley exista
incertidumbre respecto del agotamiento de la vía previa. De la misma manera, ante
cualquier duda razonable sobre la procedencia o no de la demanda, el juez deberá
preferir darle trámite.
2.2.1.3.4. Principio de suplencia de oficio. Cuando sea posible, el juez deberá suplir
las deficiencias formales en las que incurran las partes. Cuando ello no sea posible,
deberá disponer su subsanación en un plazo razonable
2.2.2 Pretensiones del Proceso Contencioso Administrativo.

El administrado puede formular las siguientes pretensiones:

a) La declaración de nulidad, total o parcial o ineficacia de actos administrativos.


b) El reconocimiento o restablecimiento del derecho o interés jurídicamente tutelado y
la adopción de las medidas o actos necesarios para tales fines.
c) La declaración de contraria a derecho y el cese de una actuación material que no se
sustente en acto administrativo.
d) Se ordene a la administración pública la realización de una determinada actuación a
la que se encuentre obligada por mandato de la ley o en virtud de acto
administrativo firme.
e) La indemnización por el daño causado con alguna actuación impugnable, conforme
al artículo 238° de la Ley Nº 27444, siempre y cuando se plantee acumulativamente
a alguna de las pretensiones anteriores.

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Estas pretensiones acumuladas es posible tanto en forma originaria o sucesiva, si
cumplen con las siguientes condiciones:

• Sean de competencia del mismo órgano jurisdiccional;

• No sean contrarias entre sí, salvo que sean propuestas en forma subordinada o
alternativa;
• Sean tramitables en una misma vía procedimental; y,
• Exista conexidad entre ellas, por referirse a la misma actuación impugnable o se
sustenten en los mismos hechos, o tengan elementos comunes en la causa de pedir.

2.2.2.1 Vía Procedimental.


El procedimiento especial creado por la Ley N° 27584 se aplica a las pretensiones no
comprendidas en el proceso urgente. En el procedimiento especial no es procedente la
reconvención de la demanda, se puede prescindir de la audiencia de pruebas cuando así
se considere pertinente, existe obligación de solicitar informe del Ministerio Público y
puede solicitarse informe oral por las partes. (Northcote, 2011)
2.2.3 La Plazos.
Artìculo modificado por el Artìculo Ùnico de la Ley Nª 28531, publicada el 26 Mayo
2005, cuyo texto es el siguiente: "Artículo 25.- Procedimiento especial, los plazos
máximos aplicables son:
a) Tres días para interponer tacha u oposiciones a los medios probatorios, contados
desde la notificación de la resolución que los tiene por ofrecidos;
b) Cinco días para interponer excepciones o defensas, contados desde la notificación de
la demanda;
c) Diez días para contestar la demanda, contados desde la notificación de la resolución
que la admite a trámite;
d) Quince días para emitir el dictamen fiscal, contados desde la expedición del Auto de
Saneamiento o de la realización de la audiencia de pruebas, según sea el caso;
e) Tres días para solicitar informe oral, contados desde la notificación del dictamen
fiscal a las partes;
f) Quince días para emitir sentencia, contados desde la notificación del dictamen fiscal
a las partes o desde la realización del informe oral, según sea el caso;
g) Cinco días para apelar la sentencia, contados desde su notificación.”
2.2.4. La Prueba.
2.2.4.1 Concepto.

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Para García, (2010), Es en nuestro ordenamiento jurídico la prueba documental todo
objeto o cosas materiales de las cuales se pueda sacar, inferir o puedan generar
algún tipo de información la cual por medio de esta socorra al juez a tomar una
decisión pero antes de esto obtener a la verdad material del asunto puesto en
discusión por los sujetos procesales que incurren en el proceso puesto o allegado
ante un tribunal que las ayude a dirimir este conflicto.
2.2.4.2 Objeto de la prueba
El objeto de la prueba es todo aquello que puede ser probado, es decir sobre el cual
puede o debe recaer la prueba, esto lo constituye en general los actos es decir todo
aquello que puede ser percibido por lo sentidos. Se dice también que por objeto de
prueba debe entenderse la materialidad o tema sobre el que recae la actividad
probatoria.(Castillo, 2010).
2.2.5. Las Resoluciones
2.2.5.1 Concepto.
Artículo 120 Código Procesal Civil, dice: las Resoluciones son los actos procesales a
través de los cuales se induce o decide al interior del proceso o se pone fin a éste,
pueden ser decretos, autos y sentencias.
2.2.5.2. Clases de Resoluciones.
El código Procesal Civil en su artículo 121 clasifica a las resoluciones en : Decreto,
autos y sentencias.
Decretos: Son aquellas resoluciones por las cuales se induce el proceso, disponiéndose
actos procesales de simple trámite. (Art. 121 CPC), en su parte final el art. 122 del CPC,
permite que los decretos sean remitidos por los auxiliares jurisdiccionales (Secretarios,
actualmente denominado Especialista Legal), y debe ser suscritos con firma entera o
completa.
Los decretos son expedidos en el plazo de 2 días de presentado el escrito. Estos deben
ser numerados de manera correlativa con las demás resoluciones del proceso. Además
estas resoluciones no necesitan estar fundamentadas.

Autos: Son aquellas resoluciones por las cuales se resuelven algún aspecto
controvertido, o pequeñas incidencias.
Mediante los autos el Juez resuelve la admisibilidad o el rechazo de la demanda o de la
reconvención, (debe comprender también a la contestación), el saneamiento procesal, la

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interrupción o conclusión del proceso, el concesorio o denegatorio de los medios
impugnatorios; la admisión, improcedencia o modificación de las medidas cautelares, y
el propio art. 121 del CPC deja abierta la posibilidad a otras incidencias, dando así una
facultad en blanco al Juez, cuando se refiere a las demás decisiones que requieran
motivación para su pronunciamiento. (Medio probatorio de oficio); ya que todo aspecto
controvertido que se resuelva dentro del proceso se hace mediante un auto.

La sentencia: Como acto jurídico procesal, es aquella resolución que emana de los
Magistrados y mediante la cual se decide la causa o punto sometido a su conocimiento o
se resuelven las pretensiones de las partes o se disponen medidas procesales.

Como documento la sentencia, es la pieza procesal escrita y suscrita por el Juez que
contiene el texto de la decisión emitida. Como documento público, debe cumplir una
serie de requisitos exigidos por la ley para que tenga: validez, eficacia y fuerza
vinculatoria.
2.2.6. Acto Administrativo
2.2.6.1. Concepto
La ley del procedimiento administrativo general Nº 27444, en sus normas define al
acto administrativo como:
“Son actos administrativos, las declaraciones de las entidades que, en el marco de
normas del derecho público, están destinadas a producir efectos jurídicos sobre los
intereses, obligaciones o decretos de los administrados dentro de una situación
concreta” art. 1 Concepto de los actos administrativos.
2.2.7. Sistema Nacional de Pensiones (SNP).
2.2.7.1. Concepto.
El Diccionario de la ONP define al Sistema Nacional de Pensiones:
Es un sistema de reparto, el cual tiene como característica principal el
otorgamiento de prestaciones fijas sobre contribuciones no definidas en valor
suficiente para que la aportación colectiva de los trabajadores financie el total de
las pensiones. En la actualidad, este sistema es administrado por la Oficina de
Normalización Previsional (ONP).

Pensiones
Características Del Régimen De Pensiones
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Según la a Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la
UNAM, hace mención de lo siguiente.
a) Establecer un formato de asignaciones individuales y familiares: Con la
finalidad de utilizar al máximo los recursos materiales o económicos de que se
disponga es necesario que las instituciones o autoridades encargadas del
funciona miento y manejo de cualquier régimen de pensiones o jubilaciones
conozcan, con exactitud, tanto las necesidades de orden cualitativo del núcleo de
población al cual deban atender, así como la magnitud de la obra a emprender,
pues, de otra manera, será difícil planificar con eficacia los medios de protección
y servicios a realizar.
b) Creación de un fondo nacional de atención a pensionados y jubilados: Las
instituciones o autoridades competentes, en colaboración con las organizaciones
públicas y privadas interesadas, tomarán medidas apropiadas para la atención de
los servicios y medios asistenciales requeridos, tanto de los trabajadores como
de los miembros de su familia, tomando en consideración lo difícil de prever la
ayuda familiar ante cualquier desborde poblacional no calculado de modo
conveniente.
c) Financiamiento contributivo de previsión: Tercera característica de un
régimen de pensiones es aquella que ha establecido el orden internacional en
esta materia en la que se dice que las autoridades e instituciones encargadas de
los medios y servicios de previsión social están obligados a organizar, por sí
mismas, no solo su creación y funcionamiento, sino el acopio de los recursos
necesarios para su viabilidad y eficacia.
CLASIFICACIÓN DEL RÉGIMEN DE PENSIONES
Según la a Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la
UNAM, hace mención:
A fin de responder a una gran diversidad de circunstancias sociales, económicas,
personales, laborales y demográficas, surgidas en todo régimen de pensiones, sólo es
posible explicar las más universales en un texto tan comprimido como el presente; por
esta razón se examinan las que han alcanzado vigencia internacional, entre las cuales se
encuentra nuestro régimen nacional.
1) Las cajas de ahorro o previsión: La caja de ahorro es la aportación del
trabajador no mayor del treinta por ciento del excedente del salario mínimo
regulada por la empresa.
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2) Pensiones de asistencia social: no se otorga en función de la edad, condición
esencial para cubrir las pensiones comunes, denominadas jubilatorias, para
distinguirlas en su operatividad. Se trata de las pensiones derivadas de un estado
de invalidez que impida al trabajador el desempeño de cualquier oficio.
3) Pensiones de seguridad social: Las pensiones de seguridad social son las
correspondientes a las instituciones de seguro social de carácter contributivo,
como ha sido reiteradamente señalado. Se les llama también ‘‘pensiones
jubilatorias’’, o con más propiedad, ‘‘el derecho a la jubilación’’, según se les ha
querido separar y distinguir. De ahí la diferencia de pensionados y jubilados en
varios instrumentos jurídicos o reglamentos de alguna ley general y aplicado a
sectores de trabajadores de una misma profesión u oficio, distintivos en cuanto
al origen de la prestación.

EL SISTEMA PÚBLICO DE PENSIONES


1. Breve Descripción del Sistema
1.1. El Régimen del Decreto Ley No. 19990 o SNP
Este sistema beneficia a los trabajadores sujetos al régimen de la actividad privada (Ley
No. 4916 – Decreto Leg. No. 728), a los obreros (Ley No. 8433) y a los funcionarios y
servidores públicos bajo el régimen de la actividad pública (Ley No. 11377/ Decreto
Leg. No. 276) no incorporados al Régimen del Decreto Ley No. 20530. Es un sistema
de reparto, el cual tiene como característica principal el otorgamiento de prestaciones
fijas - sobre contribuciones no definidas - en valor suficiente para que la aportación
colectiva de los trabajadores financie las pensiones.
En la actualidad, este sistema es administrado por la Oficina de Normalización
Previsional (ONP).
Las prestaciones que otorga el SNP son cinco:
a) Jubilación
b) Invalidez
c) Viudez
d) Orfandad
e) Ascendencia
1.1.1. Pensión de jubilación:
a) Régimen General:
Edad de jubilación: 65 años de edad
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Años de aportación: 20 años como mínimo.
Tasa de aporte: 13% de la remuneración asegurable del
trabajador
Pensión mínima a otorgar: S/. 415
Pensión máxima: S/. 857,36
Cabe señalar que existen pensiones que se dieron dentro del Régimen General
con menos años de aportación, las mismas que respondieron a la necesidad de
incluir algunas cohortes de jubilados en un régimen transitorio. Hasta 1992, se
otorgaron este tipo de pensiones, las mismas que fueron denominadas Pensiones
Reducidas. El Cuadro No. 1 muestra las escalas para dichas pensiones.
Cuadro No. 1:
Pensiones Reducidas: Montos mínimos

b) Régimen de Jubilación Adelantada:


Edad de jubilación: 55 años (hombres) o 50 años (mujeres)
Años de Aportación: 30 años (hombres) o 25 años (mujeres).
Los trabajadores despedidos por reducción de personal o cese colectivo podrán
optar a la jubilación adelantada con 20 años de aportes
Tasa de aporte: 13%
Pensión a otorgar: La pensión base es la pensión que hubiera recibido el
trabajador bajo el Régimen General. Esta pensión se reduce en 4% por cada año
de adelanto respecto de la edad de jubilación establecida en dicho régimen.

c) Régimen Especial de Jubilación:


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Incluye a los asegurados nacidos antes del 1º de julio de 1931, en el caso de los
hombres, o del 1º de julio de 1936, en el de las mujeres. Para acceder a este
régimen, los trabajadores deben haber estado “inscritos en las Cajas de
Pensiones de la Caja Nacional del Seguro Social o del Seguro Social del
empleado” antes de la promulgación del Decreto Ley No. 19990 (abril de 1973).
El monto de la prestación equivale al 50% de la remuneración de referencia por
los primeros 5 años completos de aportación. Por cada año adicional de
aportación, dicha tasa se incrementa en 1,2%, en el caso de los hombres, y 1,5%,
en el de las mujeres.
d) Otros regímenes de jubilación
Éstos fueron creados para determinados grupos de trabajadores. Por ejemplo, los
mineros, los obreros de construcción civil, los trabajadores marítimos, los
periodistas, los cuereros (dedicados a la curtiembre) y los pilotos, entre otros,
tienen sistemas de jubilación con requisitos y beneficios particulares.

1.1.2. Pensión de invalidez


a) Requisitos: La pensión de invalidez es otorgada cuando el trabajador
presenta una incapacidad física o mental que le impide ganar más de la
tercera parte de la remuneración que percibiría otro trabajador de la misma
categoría, en un trabajo igual. Alternativamente, califica aquél que haya
gozado de subsidio de enfermedad durante el tiempo máximo permitido y
continuara en estado de invalidez.
b) Años de Aportación: Si la incapacidad se produce por un accidente de
trabajo o por enfermedad profesional, no se requiere un período mínimo de
aportaciones. Solo se exige que el trabajador se encuentre aportando al
sistema en el momento en el que se produce la invalidez. De acuerdo con el
número de años de aportación, el trabajador puede tener derecho a recibir
pensión sin encontrarse aportando en el momento en el que se produce la
incapacidad, cualquiera que fuere la causa de éste.
c) Pensión a otorgar: 50% de la remuneración de referencia. Cuando el
trabajador cuente con más de tres años de aportaciones, se considera un
incremento de 1% por cada año completo que exceda de tres años.

1.1.3. Pensión de Viudez:


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a) Requisitos: En el caso de los afiliados hombres beneficiarios de una pensión, la
cónyuge, viuda tiene derecho a percibir dicha prestación. En el caso de las
afiliadas mujeres, el cónyuge tiene tal derecho sólo cuando presenta condición
de invalidez o tiene más de 60 años. Adicionalmente, el cónyuge debe haber
dependido económicamente del pensionista.
b) Pensión a otorgar: El monto máximo es igual al 50% de la pensión que le
hubiera correspondido al trabajador.

1.1.4. Pensión de orfandad


a) Requisitos: Tienen derecho a esta pensión los hijos de un pensionista fallecido,
menores de 18 años; los menores de 21 años siempre y cuando continúen
estudiando; y los hijos inválidos mayores de 18 años.
b) Pensión a otorgar: El monto máximo de pensión que se aplica es igual al 20%
del monto de la pensión de invalidez o jubilación que percibía o hubiera podido
percibir el trabajador.

1.1.5. Pensión de Ascendientes


a) Requisitos: Tienen derecho a esta pensión el padre y la madre del asegurado o
pensionista fallecido, que tengan 60 o 55 años de edad, respectivamente, o que
se encuentren en estado de invalidez; que dependan económicamente del
trabajador; y que no perciben rentas superiores al monto de la pensión que le
correspondería. Para ello, adicionalmente, no deben existir beneficiarios de
pensión de viudez y orfandad. En el caso que existan, podrán acceder a la
prestación sólo cuando, luego de descontar las pensiones de viudez y orfandad,
aún existe un saldo disponible de la pensión del afiliado fallecido.
b) Pensión a otorgar: El monto máximo de pensión, para cada uno de los padres,
es igual al 20% del monto de la pensión de invalidez o jubilación que percibía o
hubiera podido percibir el trabajador.

El Régimen del Decreto Ley No. 20530


Tiene su origen en leyes muy antiguas que concedían pensiones vitalicias a cargo del
Tesoro Público a un grupo muy reducido de funcionarios del Estado, como recompensa
por los servicios prestados. Con los años, el ámbito de aplicación de este régimen se fue
ampliando, incluyendo más beneficiarios y con mayores beneficios. Así, fue
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convirtiéndose en una preocupación fiscal, no sólo porque en este sistema las
aportaciones a lo largo de la vida no financian el beneficio de la pensión, sino porque la
brecha entre aportaciones acumuladas y pagos de pensiones se incrementa. Cabe señalar
que desde el 12 de julio de 19627 se intentó cerrar este régimen, de manera que se
extinguiera cuando falleciera el último beneficiario. En tal sentido, el Decreto Ley No.
20530, promulgado el 26 de febrero de 1974, fue expedido para ordenar y restringir este
sistema, en el que quedaron comprendidos únicamente los servidores públicos que se
encontraban trabajando dentro de la carrera administrativa hasta el 11 de julio de 1962.
Se estima que, a esa fecha, los pensionistas y afiliados activos comprendidos en este
régimen no eran más de treinta mil. Sin embargo, éste no se extinguió y, por el
contrario, fue creciendo debido tanto a las leyes posteriores que ampliaron el número de
personas comprendidas y beneficios otorgados, como las que se señalan a continuación:

 Se permitió el reingreso al servicio activo y acumulación de tiempo de servicios


de los cesantes que habían ingresado a este régimen antes del 11 de julio de
1962. Asimismo, se incorporó a todos los servidores que a esa fecha tenían
reclamaciones pendientes de resolución sobre su reincorporación (Ley No.
23329 derogada por el Decreto Legislativo No. 763, 08/11/1991)
 Se acogieron pensionistas del Ministerio de Aeronáutica que ingresaron bajo el
régimen laboral de la actividad privada antes del 11 de julio de 1962, que no
fueron acogidos por el Decreto Ley No. 17262 y que, al 1 de mayo de 1973,
contaban con veinte o quince años de servicios, según fueran hombres o mujeres
(Ley No. 23627, 15/06/1983)
 Se incorporó a los trabajadores que ingresaron al sector público antes del 27 de
febrero de 1967 (Ley No. 24366, 22/11/1985).
 Se amplió el universo de posibles beneficiarios al personal contratado o
nombrado que ingresó al sector público antes del 27 de febrero de 1974 y que
continuaba laborando al 23 de junio de 1989 (Art. 27° de la Ley No. 25066,
23/06/1989).
 Se incorporó a los trabajadores del Banco de la Nación sujetos al régimen de la
actividad privada que habían ingresado a la carrera administrativa antes de 1962
(Ley No. 25146, 20/12/1989).
 Se incorporó al personal nombrado incluido en la Ley del Profesorado ingresado
hasta el 31 de diciembre de 1980 (Ley No. 25212, 20/05/1990).
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 Se incorporó a un grupo de trabajadores de Petroperú, sujetos al régimen laboral
de la actividad privada: los que habían sido trabajadores de la Empresa Petrolera
Fiscal ingresados antes del 11 de julio de 1962.8 (Ley No. 25219, 31/05/1990).
 Se aprobó la reincorporación de los trabajadores de empresas del Estado sujetos
al régimen laboral de la actividad privada que antes habían pertenecido a la
carrera administrativa, habiendo pasado de la administración pública a la
empresa sin interrupción (Ley No. 25273, 17/07/1990).
 Se permitió el ingreso de los magistrados que cumplían diez años laborando
(Decreto Legislativo No. 767, 4/12/1991). Este beneficio es aplicable a los
miembros del Ministerio Público (Decreto Legislativo No. 052).

Asimismo, se ampliaron los beneficios del Decreto Ley No. 20530:


 Se modificó la norma que autoriza a sumar cuatro años de estudios a los
trabajadores con título universitario o de nivel equivalente, estableciéndose que
los años de formación profesional pueden ser simultáneos a los años de
servicios. Es decir, no solo se adquiere el derecho a pensión al cumplir con 15 o
12,5 años de servicios efectivos o se tiene derecho a pensión nivelable al cumplir
los 20 años, sino que también los años de estudios se pueden sumar para efectos
del computo de años en el sistema, a pesar de ser un tiempo en el que el
pensionista no habría aportado al sistema. (Ley No. 24156, 08/06/1985)
 Se autorizó sumar como años de servicios los desempeñados sin remuneración
por regidores y alcaldes hasta antes del 1 de enero de 1984 (Ley No. 24779,
27/12/1987).
 Se elevó las pensiones de sobrevivientes hasta el 100% del total de la pensión de
cesantía (Ley No. 25008, 25/01/1989).
 Se facultó a los trabajadores sujetos a la carrera administrativa a acumular el
tiempo de servicios prestado a empresas públicas, aunque hubieran aportado al
régimen del Decreto Ley 19990 (Decreto Legislativo No. 556, Ley de
Presupuesto de 1990, Art. 430º, 30/12/1989).

A lo señalado, se suman las disposiciones legales establecidas constitucionalmente:


 Si bien el régimen original establecía pensiones renovables a partir de los treinta
años de servicios, la Octava Disposición Transitoria de la Constitución de 1979
introdujo una nivelación progresiva a partir de los veinte años de servicios, no
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prevista en el Art. 49º del Decreto Ley No. 20530, el cual fijaba en 30 años el
requisito para acceder a una pensión renovable. Esta Disposición Constitucional
fue desarrollada por la Ley No. 23495, del 20/11/1982, indicando que:
“cualquier incremento posterior a la nivelación que se otorgue a los servidores
públicos en actividad que desempeñen el cargo u otro similar al último cargo en
que prestó servicios el cesante o jubilado, dará lugar al incremento de la pensión
en igual monto que corresponde al servidor en actividad”; es decir se establece
una nivelación automática y permanente hacia futuro.
 Finalmente, la Primera Disposición Final y Transitoria de la Carta Magna de
1993 consagró la Teoría de Derechos Adquiridos en materia pensionaria. El
régimen del Decreto Ley No. 20530 otorga las siguientes pensiones: (1)
cesantía; (2) invalidez; (3) viudez; (4) orfandad; y (5) ascendencia.
Pensión de cesantía
Edad de jubilación: No determinada
Años de aportación: 15 años en el caso de hombres y 12,5, en el de mujeres.
Tasa de aporte: 13% de la remuneración asegurable desde agosto de 2003 (antes
de esta fecha, la contribución era de 6%).
Pensión a otorgar: Las pensiones se calculan sobre la base de un ciclo laboral
máximo de 30 años (hombre) y 25 años (mujeres), a razón - según sea el caso -
de
1/30 o 1/25 del promedio de las remuneraciones pensionables percibidas durante
los últimos doces meses, por cada año de servicios. A partir de los 20 años se
tiene derecho a una pensión nivelable.

Pensión de invalidez:
a) Requisitos: El trabajador debe ser declarado inválido por resolución del
Instituto Nacional de Administración Pública. Previamente, deberá ser revisado
por una junta médica nombrada por el Ministerio de Salud. Para continuar
recibiendo esta pensión, deberá someterse a un examen de esta junta cada dos
años. Años de aportación: No existe un mínimo período de aportaciones.
b) Pensión a otorgarse: En caso de invalidez causada como consecuencia del
desempeño laboral, la pensión asciende al 100% de la remuneración del
trabajador, independientemente del tiempo de servicios. De otro lado, aquél que
se invalide accidentalmente en circunstancias ajenas a sus labores tiene derecho
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a recibir el 50% de su remuneración (excepto cuando la pensión por cesantía que
le corresponde sea mayor).

Pensión de viudez:
a) Requisitos: Tienen derecho a pensión la cónyuge mujer de un pensionista
fallecido. El cónyuge hombre de una pensionista fallecida tiene derecho a esta
pensión sólo si éste se encuentra discapacitado, carece de rentas superiores al
monto de la pensión y no está amparado por ningún sistema de seguridad social.
b) Pensión a otorgarse: Cuando no existen hijos del afiliado, el cónyuge recibe el
100% de la pensión del titular. En el caso de que existan hijos, el cónyuge
recibirá sólo el 50% de dicho monto, mientras que el 50% restante deberá ser
repartido entre éstos. Estas pensiones son susceptibles de nivelación, puesto que
no sólo se transfiere el importe de la pensión, sino las características de la
misma.

Pensión de orfandad:
a) Requisitos: Tienen derecho a recibir pensión por orfandad, los hijos del
pensionista fallecido que sean menores de edad; los hijos mayores de edad con
incapacidad física o mental; y las hijas solteras del trabajador que no estén
cubiertas por la seguridad social y que carezcan de actividad lucrativa.
b) Pensión a otorgarse: La pensión de orfandad es igual al íntegro de la pensión del
titular, si no existe cónyuge. En caso opuesto, el cónyuge recibirá sólo el 50% de
dicho monto, mientras que el 50% restante deberá ser repartido entre los hijos
con derecho a la pensión de orfandad. Estas pensiones son susceptibles de
nivelación, puesto que no sólo se transfiere el importe de la
Pensión de ascendiente:
a) Requisitos: Corresponde a la madre, al padre o a ambos padres (por partes
iguales) del hijo pensionista fallecido, en caso de que no existan beneficiarios de
pensión de viudez u orfandad. Los padres deben demostrar haber dependido
económicamente del trabajador al momento de su fallecimiento y no percibir
rentas mayores al monto de la pensión. Estas pensiones son susceptibles de
nivelación, puesto que no solo se transfiere el importe de la pensión, sino las
características de la misma.
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b) Pensión a otorgarse: 100% de la pensión de cesantía del trabajador.

La situación financiera del Sistema Público de Pensiones


Esta sección describe los principales problemas que enfrenta el Sistema Público de
Pensiones. En particular, se analiza el desequilibrio financiero de sus regímenes y las
transferencias del Tesoro Público requeridas para compensar dicho desequilibrio.

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