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Totem y Tabú

La tesis central del artículo reside en que antiguamente los hombres Vivian en hordas, según lo que
plantea Darwin y dentro de la horda primordial darwiniana existió un padre violento y celoso que
acaparaba a todas las mujeres para sí y expulsa a los hijos varones de la organización cuando crecían.
Pero un día, los hermanos expulsados se aliaron, mataron y devoraron al padre, y así pusieron fin a
la horda paterna, unidos lograron lo que no podían hacer por su cuenta, destruir al padre envidiado
y temido por todos lo que lo rodeaban. Una vez muerto y devorado el padre, consumaban la
identificación con él ya que cada uno se apropiaba de una parte de su fuerza, esto es a lo que se le
llama “El banquete totémico” que es como la primera fiesta de la humanidad, en la cual se repite y
conmemora aquella hazaña memorable.

Ninguno de los hijos pudo lograr a cabo el deseo de ocupar el lugar del padre, ya que implicaría una
pelea de los hermanos entre si y por lo tanto se habría ido a pique la nueva organización, no existía
ningún hiperpoderoso que pudiera asumir con éxito el papel del padre. Para que los hermanos
pudieran vivir juntos y en paz, no les quedó otra alternativa más que superar las querellas, instaurar
la prohibición del incesto para todos los miembros del clan y al mismo tiempo renunciaban a las
mujeres de la horda porque tras la muerte del padre y una vez satisfecho su sed de odio e
identificarse con él, despiertan una serie de sentimientos de culpa que anularon la hazaña
declarando no permitida la muerte del sustituto paterno, el tótem, y renunciaron a las mujeres que
le pertenecían, liberándolas del comercio sexual. Desde la culpa se crearon los dos principales
tabúes fundamentales del totemismo:

1.- No al parricidio

2.- No al incesto

Lo cual Freud, señala que tiene semejanza con el mito de Edipo porque el odio con el padre
proveniente de la rivalidad por la madre es natural en la vida anímica del niño, luchar con la ternura
y admiración que desde siempre le suscitó esa misma persona, lo que provoca sentimientos
ambivalentes hacia su padre. El padre desempeña igual papel, el del temido oponente de los
intereses sexuales infantiles, castigando y/o amenazando con la castración. Es decir, hay
identificación con el animal totémico y la actitud ambivalente de sentimientos hacia él, al igual que
el padre. Sin embargo, en el caso de Edipo, el protagonista rompe con ambos tabúes y por lo tanto
es castigado con la castración porque, sucumbe ante los sus deseos reprimidos.

La religión totemista surge desde la culpa de los hijos como un intento de calmar ese sentimiento y
apaciguar al padre violentado mediante la obediencia de sus mandatos de manera póstuma, todas
las religiones posteriores son ensayos de solucionar el mismo problema.

Una vez, mencionada la historia de la horda Darwiniana, me gustaría mencionar los preceptos que
llevaron a esta conclusión. Primeramente, encontramos que un tótem es un objeto hacia el cual se
tiene un supersticioso respeto para los antepasados más primitivos porque creía que existía un
vínculo con un animal, fenómeno natural o planta que les daba identidad y ciertas propiedades
especiales que les permitieran subsistir, existen tres tipos de tótem: de linaje, de los sexos e
individuales. Por regla general la trasmisión del tótem se produce por herencia materna.
El animal totémico no sólo era considerado originariamente como un mero nombre de un grupo de
aquellos, sino que las más de las veces se lo tenía por su padre ancestral, eran considerados los
antepasados de cada linaje. El tótem se heredaba sólo por línea femenina y estaba prohibido matar
al tótem y como se menciona en un inicio el tótem es el antepasado y por lo tanto el padre
primordial.

El concepto del tótem se vuelve decisivo para la articulación y organización de la tribu, sus miembros
son hermanos y hermanas que están obligados a ayudarse y protegerse mutuamente. Los miembros
del clan totémico tenían prohibido mantener comercio sexual entre ellos, esta organización se da
porque ningún animal suele devorar a sus semejantes, en el caso de los hombres, quebrar el tabu
significaba quebrar la identificación con el tótem y perjudicar el poder que se deseaba alcanzar
sobre él.

El significado del tabú se explícita siguiendo dos direcciones contrapuestas. Por una parte, es
sagrado o santificado, por la otra, ominoso, peligroso, prohibido, impuro, demoniaco o sacrílego. Se
expresa esencialmente en prohibiciones y limitaciones, por lo que la expresión «horror sagrado»
equivaldría en muchos casos al sentido del tabú. Se provecha para hacer un símil del tabú junto con
los síntomas de la neurosis obsesiva:

1) el carácter inmotivado de los mandamientos

2) su reafirmación por constreñimiento interno

3) su desplazabilidad, y el peligro de contagio por lo prohibido

4) las acciones ceremoniales, mandamientos que provienen de prohibiciones.

Se dice que el hombre que ha violado un tabú se vuelve él mismo tabú porque posee la peligrosa
aptitud de tentar a otros para que sigan su ejemplo. Despierta envidia: ¿por qué debería
permitírsele lo que está prohibido a otros?, es contagioso, en la medida en que todo ejemplo
contagia su imitación; por esta razón es preciso rechazarlo a él.

Así mismo, Tabú es la prohibición de casarse o de mantener relaciones sexuales entre los miembros
de un mismo clan (exogamia). Se menciona en el texto que no existe la prohibición hacia algo que
no es natural, la prohibición tiene su origen en un instinto natural hacia el incesto y que, no
desalentar esta satisfacción perjudicaría a la sociedad.

Por otra parte, se menciona el banquete totémico como el origen del rito sacrificial, que es ha sido
la pieza esencial en el rito de la religión antigua, la ofrenda sirve para reconciliarse con la divinidad
y obtener su simpatía. El animal sacrificial era tratado como pariente del mismo linaje; la comunidad
sacrificadora, su dios y el animal sacrificial eran de una misma sangre, miembros de un mismo clan.
Por lo que se llega a la conclusión de que el animal totémico es realmente el sustituto del padre, y
con ello armonizaba bien la contradicción de que estuviera prohibido matarlo en cualquier otro
caso, y que su matanza se convirtiera en festividad; que se matara al animal y no obstante se lo
llorara. La actitud ambivalente de sentimientos que caracteriza todavía hoy al complejo paterno en
nuestros niños

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