Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Oficial N°0749
“Adolfo López Mateos”
Nombre:
Omar Josue Trejo Strevel
Asignatura:
Historia de México
Grado:
3°
Grupo:
“A”
Profesora:
Elizabeth Paniagua Cortes
Tema:
El desarrollo urbano (cultura mexica)
2018 – 2019
CICLO ESCOLAR
Cultura Mexica
Los mexicas (del náhuatl mēxihcah «mexicas») —llamados en la historiografía tradicional aztecas
fueron un pueblo mesoamericano de filiación nahua que fundó México-Tenochtitlan y hacia el siglo
XV en el periodo posclásico tardío se convirtió en el centro de uno de los Estados más extensos que se
conoció en Mesoamérica, asentado en un islote al poniente del lago de Texcoco, sobre los márgenes
centro y el sur de los lagos, como en Huexotla, Coatlinchan, Culhuacan, Iztapalapa, Chalco, Xico,
Xochimilco, Tacuba, Azcapotzalco, Tenayuca y Xaltocan, hacia finales del Posclásico Temprano
(900-1200), hoy prácticamente desecado. Sobre el islote se asienta la actual Ciudad de México, y
que corresponde a la misma ubicación geográfica. Aliados con otros pueblos de la cuenca lacustre
del valle de México —Tlacopan y Texcoco—, los mexicas sometieron a varias poblaciones indígenas que
se asentaron en el centro y sur del territorio actual de México agrupados territorialmente en altépetl.
Los mexicas se caracterizaban por la explotación de cultivos altamente simbióticos (dependencia a
la manipulación humana, como maíz, chile, calabaza, frijol, etc.), el uso extensivo de plumas para la
confección de vestimentas, el uso de calendarios astronómicos (uno ritual de 260 días y un civil de
365), una sofisticada metalurgia prehispánica ornamental y militar basada principalmente en el
bronce, oro y plata; una escritura en forma de pictogramas el cual era usado para la
documentación de hechos y el cálculo de obras arquitectónicas el cual estaba basado en un sistema
métrico propio, que para mediciones de terrenos es comparable con otros sistemas de medida de
la Edad Moderna, el uso extensivo de productos derivados de las cactáceas y agaves, y el uso de
cerámico ígneo (obsidiana) para fines quirúrgicos y bélico.
Mexicas
Civilización de Mesoamérica
Extensión máxima de los estados sometidos a los mexicas, según María del Carmen Solanes
Carraro y Enrique Vela Ramírez (2000).
Otros nombres Aztecas y tenochcas
Capital
México-Tenochtitlan
Idioma Náhuatl clásico
Localización
Zona (s) mesoamericana (s) Altiplano Central
Oaxaca
Golfo
Norte
Maya
País México
Cronología
Fundación 1325 (según el mito)
Decadencia 1521
Asentamientos Importantes
Tenochtitlan
Texcoco
Tlatelolco
Chalco
Azcapotzalco
Oaxtepec
Culhuacan
Toluca
Huaxyacac (Oaxaca)
Atotonilco
Malinalco
Religión
Introducción
Los mexicas fueron el último pueblo mesoamericano que condensó una rica y compleja
tradición religiosa, política, cosmológica, astronómica, filosófica y artística aprendida y desarrollada por los
pueblos de Mesoamérica a lo largo de muchos siglos. Junto con los mayas son el tema más estudiado de la
historia mesoamericana, dado que se conservan fuentes documentales y arqueológicas, así como
numerosos testimonios hechos en su mayoría de forma posterior por sobrevivientes de la Conquista
de México. La numerosa cantidad de estudios sobre los mexicas hechos por investigadores de todo el
mundo hace difícil una síntesis o un panorama general por la especialización de los estudios y las
numerosas polémicas, que han permitido desechar conceptos y términos indígenas inadecuados
apoyados en la lingüística, la antropología y la arqueología, los cuales fueron usados durante muchos
años por estudiosos de los mexicas, basados erróneamente en interpretaciones medievales
supervisadas por instituciones religiosas, y modernas generalmente eurocentristas.
Antecedentes
El período mexica o azteca fue una fase más de otras culturas y períodos arqueológicos, entre los
que destacan:
Olmecas (2 500 a.C-200 d.C): constructores de pirámides, los jefes eran los reyes-sacerdotes;
Teotihuacan (400 a.C-800 d.C): se encuentran el templo de la luna y la pirámide del sol; su
dios principal fue Quetzalcóatl;
Toltecas (900 d.C-1168 d.C): tuvo como capital Tula (Tollan-Xicocotitlan).
Filogenéticamente, está claro que los nahuas hablan lenguas relacionadas con los pueblos aztecas del
norte de México y sur de Estados Unidos, y existen diversas evidencias de que migraron hacia el final
del I milenio d. C. hacia el sur hasta alcanzar el centro de México. Los propios mexicas recogen esta
migración en diversos relatos legendarios, que pueden contener algún elemento histórico real, que
explican las fases de su migración hacia el sur. La mitología mexica, siendo muy diversa, pero
reforzada bajo el mandato virtual de Tlacaélel, situó el origen mítico
en Chicomóztoc (en náhuatl: chicome-oztotli-co, ‘Lugar de las siete cuevas’), sitio relacionado
con Aztlán —de donde viene el gentilicio azteca—, aunque no existe consenso sobre el punto exacto
donde se encuentre el sitio por tratarse de un sitio mítico. La lengua de los mexicas era
el náhuatl clásico, que actualmente es la lengua indígena con la mayor comunidad lingüística en
México. El etnónimo azteca fue popularizado por investigadores muy posteriores a su tiempo. Sin
embargo, cabe mencionar que los mexicas no se llamaban a sí mismos de esa forma, y que fue
resultado de una mala designación posterior; y que las crónicas posteriores los nombraron en todo
momento como «mexicanos» o «los de México».
A la llegada de los españoles, los mexicas mantenían relaciones de tensión con los altépetl sometidos,
a los que les imponían fuertes cargas tributarias. Esta situación fue aprovechada por los recién
llegados en 1519, que rápidamente establecieron alianzas con los zempoaltecas y los tlaxcaltecas. Tras
la caída de México-Tenochtitlan, la élite gobernante mexica fue sometida e integrada gradualmente
a la sociedad colonial, recuperando muchos de ellos cargos y privilegios. El resto de la sociedad
mexica sufrió una serie de colapsos -principalmente el demográfico- en todas sus estructuras, pero
fueron muchas las continuidades y resistencias que permanecieron por mucho tiempo y hasta
nuestros días en los pueblos indígenas de México, aunque el grueso de la población entró en un
proceso de una caída demográfica histórica en menos de un siglo sufrida por todos los pueblos
indígenas por las nuevas enfermedades europeas y la explotación española.
Terminología
Coatlicue, la madre de los dioses mexicas. (Museo Nacional de Antropología, Ciudad de México).
El origen de los mexicas se sitúa entre los grupos hablantes de náhuatl del norte del actual México y
antecesores de los asentados durante la llamada etapa chichimeca. Tradicionalmente se pensó que
hubo una división de raza entre Aridoamérica —con grupos cazadores-recolectores principalmente—
y Mesoamérica, con pueblos sedentarios y agricultores. Por los estudios más recientes se sabe que no
fue así y que la diversidad étnica permitió a muchos grupos de origen chichimeco poseer diversos
grados de estratificación y sedentarismo, según las variantes regionales y las condiciones ambientales
donde se asentaron. Por ello al tener un contacto mayor con grupos mesoamericanos adoptan
modos y usos civiles que tenían ya de alguna forma en el norte del actual México.
Los mexicas se consideran la última gran migración chichimeca al Altiplano Central, lo cual se dice
ocurrió entre los siglos XII y XIII. El mito mexica oficial enuncia su origen mítico en Aztlán, una isla
originaria de donde partieron por designios divinos. La evidencia histórica muestra —a excepción de
las hipótesis de Wigberto Jiménez Moreno y Paul Kirchhoff que las sitúan en la isla
de MexcaltitlánNayarit o en el sur de Guanajuato, respectivamente— que la idea de Aztlán responde
como muchos otros simbolismos y difrasismos mexicas, a una concepción mítica y arquetípica del
islote de México-Tenochtitlan, en el que el mito se fraguó ya con el esplendor de dicha urbe, además
de que las fuentes documentales mencionan una asimilación de lo mesoamericano desde las
primeras etapas de la migración. Según la visión mítica mexica, la salida de la isla se hizo en cuatro
o siete grupos calpulli del que era el más fuerte los huitznahuaque, que tenían como dios tutelar
a Huitzilopochtli, acompañados de los teomamaques o sacerdotes que portaban los diversos
tlaquimilolli (bultos sagrados), que contenían reliquias de los antepasados o diversos objetos muy
sagrados para los grupos.
El Códice Boturini enuncia la ruta oficial hecha por los mexicas, que incluyó sitios de Hidalgo y México;
hay más de 30 fuentes que aparentemente señalan particulares itinerarios, estos a través del análisis
se reducen a tres principales rutas, por lo que es necesario tomar en cuenta además del Boturini esas
otras dos grandes tradiciones. La segunda deriva del Códice Mexicanus y la tercera del Códice
Telleriano-remensis.
La tradición mítica oficial debe verse a través de la manera en que los antiguos mexicanos creaban
y escribían su historia, a la cual intentaban de insertar elementos religiosos y políticos, por lo que hay
que separar sus componentes y discernir buscando los hechos históricos más plausibles.
Llegada a la Cuenca de México
Ciudad
Escultura que rememora el momento en que los mexicas encontraron la señal para la fundación de
su ciudad (Tenochtitlán) dada por Huitzilopochtli. La escultura se encuentra en la Ciudad de México.
Originalmente, Tenochtitlan fue construido en un pequeño islote en el lago de Texcoco primitivo que
de forma sucesiva fue ampliado artificialmente hasta quedar unido a los islotes de Tlatelolco,
Nonoalco, Tultenco y Mixhuca, mediante una ingeniería hidráulica de rellenos, pilotes y canales
internos, así como diques contenedores de aguas y puentes hasta alcanzar unos 13.5 kilómetros
cuadrados. No existe un consenso sobre la población de Tenochtitlan, la mayor parte de los
historiadores dan un valor conservador entre 80 000 a 230 000 habitantes, más grande que la
mayor parte de las ciudades europeas de su época, Constantinopla (con 200 000
habitantes), París (con 185 000) y Venecia (con 130 000). Otros historiadores dan otras estimaciones:
Eduardo Noguera, basándose en mapas antiguos, calcula 50 000 casas y 300 000 habitantes;
Soustelle calcula 700 000 habitantes al incluir la población de Tlatelolco y la de las isletas y ciudades
satélites de la zona. Tlatelolco originalmente era una ciudad independiente del poder mexica, pero
eventualmente fue sometida y convertida en un suburbio de Tenochtitlan.
Organización política
Instituciones de gobierno
La autoridad suprema en la ciudad de México-Tenochtitlan era
un tlatoani (en náhuatl tlahtoani 'orador'). El "imperio mexica" llamado por sus súbditos Triple
Alianza fue inicialmente una alianza militar de tres ciudades: Texcoco, Tlacopan y Tenochtitlan. Al
frente de cada una de estas había un tlatoani que era la máxima autoridad en esa ciudad. Con el
paso del tiempo la ciudad de Tenochtitlan fue prominente y de hecho las otras dos pasaron a estar
sometidas de facto a las órdenes del tlatoani de Tenochtitlan que por eso se denominó huēy
tlahtoani ('gran orador') para señalar su posición por encima de los otros dos. Este es el cargo al cual
la historiografía europea llama "emperador mexica".
Todos los puestos de tlatoanis (náhuatl tlahtoqueh o tlahtoanih) eran cargos hereditarios. Además de
los tlatoanis existían los "nobles" (náhuatl pīpiltin) con muchos de los cuales el tlatoani tenía
relaciones de parentesco. A esa clase pertenecía frecuentemente la esposa del "emperador". El resto
de la sociedad estaba formada por guerreros, sacerdotes y los plebeyos (náhuatl macehualtin).
Métodos de medición
Usando los códices Acolhua-Mexica con matemáticas modernas se evaluó la precisión de los valores
de área, donde se comprueba la validez matemática de los registros en los códices. Los métodos
Acolhua-Mexica de cálculo tenían un error menor al 5 % en el 75 % de los terrenos medidos, mientras
que el 85 % de las mediciones tenían solo un error menor al 10 %. En los códices se detectaron cinco
algoritmos recurrentes que reproducían exactamente el área en el 78 % de los terrenos registrados.
Estos resultados indican que las áreas fueron calculadas y no medidas físicamente. La aritmética
Acolhua-Mexica era funcionalmente precisa en su contexto cultural, y precisión fue comparada con
métodos actuales11 de medición probando así una gran exactitud de los resultados con un margen de
error muy bajo en la mayoría de los terrenos analizados. El margen de error en el 60 % de los
terrenos estudiados es despreciable (<1 %).
Mediciones y cálculo avanzados
Otros métodos de cálculo más avanzados se desconocen aún, ya que solo sobreviven códices
referentes a terrenos de bajo valor económico donde el área era para la asignación de impuestos. Se
sospecha que métodos más precisos eran usados para las obras de ingeniería mexicas, como los
diques, acueductos, templos, etc. Estos métodos desconocidos fueron necesarios para la construcción
de elementos estructurales los cuales requerían de un cálculo avanzado de sus capacidades, como
columnas, muros, cañerías, escalinatas, plazas, entre otros. Sin embargo, mediciones más precisas con
unidades más pequeñas se utilizaron para la creación de las esculturas más importantes del centro
ceremonial de Tenochtitlan. Estudios realizados sobre el Monolito de Tlaltecuhtli muestran un patrón
de diseño el cual sigue estas unidades.
Exactitud de los cálculos mexicas
Aparte de la regla de lado por lado, se utilizaba ampliamente la regla del topógrafo (Surveyer's
Rule), desarrollada también por los sumerios y usada por los romanos1213 donde el área es el
producto de dos lados promediados opuestos.
A = (a + c) /2 x (b + d) /2.
De acuerdo a los estudios que usaron esta regla del topógrafo, la gran cantidad de cuadriláteros con
Ac (Área registrada en los códices) y Am (Área calculada) similares indica que los tlacuilos escogieron
algoritmos para aproximar el área más grande posible en los límites de un terreno dado. Esta
característica indica que para reducir la carga impositiva los Tlacuilos pudieron intencionalmente
producir mediciones imprecisas al sistemáticamente registrar valores menores en sus medidas lineales
y áreas. Otros errores sistemáticos fueron encontrados al compararlos con una base 20, ya que esta
era la base del sistema numérico mesoamericano.
Lectura de milcocollis y tlahuelmantlis
Tlahuelmantli (códices de áreas) mostrando áreas de terrenos (símbolos alineados en el centro) por
un Tlacuilo Acolhua-Mexica, glifos edafológicos (tipo de suelo) de Tezontle representados por un tetl
(piedra) atravesado por un teconi (Uictli o coa)(Símbolos centrales en cada polígono), Códice Santa
María Asunción
Para obtener los valores de los milcocollis (códices de perímetros) se sumaba simplemente los valores
de los costados de los terrenos medidos, la unidad que se utilizaba era el tlalcuahuitl (T). En el caso
de los tlahuelmantlis (códices de áreas) la lectura es más compleja. Los glifos centrales se multiplican
por el valor 20 (ya que las áreas eran registradas comúnmente en unidades de 20) a este resultado
se le suma un valor adicional el cual se indica en la parte superior derecha del polígono del terreno;
el resultado es el valor del área del terreno en tlalcuahuitl cuadrados (T2). Algunos tlalhuemantlis
mostraban dentro de los polígonos del terreno un glifo de maíz, el cual indicaba que el terreno era
menor a 400 T2.
Medidas de longitud
Glifos edafológicos mexicas del Sistema Métrico Mexica en el centro de cada milcocolli (códices de
perímetros), el centro se ve la descripción de terreno, en este caso hay muchas variedades de terreno.
Códice Humboldt detalle Fragmento VIII 1500- 1600
Para medir distancias los mexicas utilizaban un grupo de unidades que guardaban una relación
entre sí, entre las cuales las medidas conocidas son el cemmatl (uno mano), cemyollotli (uno
corazón), cemomitl (uno hueso), cemacolli (uno brazo), cemmitl (uno flecha). Estos símbolos eran
utilizados junto a la anotación de otros símbolos multiplicadores de la cantidad de veces que valía el
objeto a medir, los cuales eran una línea vertical que representaba la unidad, un grupo de 5 líneas
unidas la primera con la última con una línea horizontal representando 5 unidades, un círculo sólido
o un estandarte (pantli) representando 20 unidades. Los perímetros de terrenos eran registrados en
milcocollis (códices de perímetros).
Medidas de longitud mexicas y sus valores
Unidad Descripción Equivalente aproximado en el SI
Matlacicxitla medida de 10 pies 2,786 m
maitlneuitzantli 3 varas 2,508 m
Tlalcuahuitl bastón de madera de medida (3 varas) 2,508 m
niquizantli braza vertical, 2.5 varas 2,090 m
maitl mano, braza horizontal, 2 varas 1,672 m
cenequeztzalli estatura, altura de un campesino 1,60 m
mitl Venablo de Atlátl, 1.5 varas 1,254 m
yollotli corazón, 1 vara 83,59 cm
ahcolli hombro 77,5 cm
ciacatl axila 72,0 cm
tlacxitl paso 69,65 cm
molicpitl codo, media vara 41,80 cm
matzotzopaztli antebrazo 38,6 cm
omitl hueso 33,44 cm
xocpalli huella del pie 27,86 cm
macpalli palma de la mano, cuarta, un cuarto de vara 20,90 cm
Canmiztitl jeme 18,0 cm
centlacol icxitl medio pie 13,93 cm
mapilli dedo de la mano 1,74 cm
Uso de unidades de medición en obras monumentales
Fotografía de un conjunto de hachas de bronce mesoamericanas en el Museo Nacional de
Antropología en la Ciudad de México
Fotografía de un segundo conjunto de hachas de bronce mesoamericanas en el Museo Nacional de
Antropología en la Ciudad de México
Imperio Mexica
Herrero Azteca/Mexica avivando el fuego para retirar impurezas Códice Mendoza.
Los mexicas (aztecas) en su inicio no utilizaron de manera masiva los metales, aun cuando adquirían
objetos de otras civilizaciones, sin embargo, durante su expansión militar, la tecnología metalúrgica
presente en las diversas zonas dominadas empezó a dispersarse en el imperio. Para el tiempo de la
conquista española, se cree que el uso de las aleaciones de bronce eran tan comunes que en parte
de la vida cotidiana de los ciudadanos de Tenochtitlan se acostumbraba regalar hachas de bronce
como una muestra de estatus social y para ganar favores dentro de la estructura jerárquica del
gobierno Mexica
Instrumentos musicales
Se han encontrado una gran cantidad de campanas, sonajas y sobre todo cascabeles, donde estos
últimos eran fabricados por medio de la técnica de fundición de cera perdida como se ha visto en
Colombia y también en la mayor parte de México. Durante este periodo se utilizaba casi
exclusivamente el cobre.
Propiedades metalúrgicas
Las hachas mesoamericanas eran hechas principalmente de bronce en el periodo Post-clásico, con
valores muy altos de dureza Vickers (VHN) con valores entre 130 y 297 VHN para las aleaciones de
bronce. Solamente las hachas del preclásico, que eran más antiguas y primitivas su valor variaba
entre 80-135 VHN
El uso de la metalurgia en el oeste de México por medio de la vía marítima durante el periodo
Clásico, dado que la mayoría de los objetos encontrados han sido encontrados cerca de la costa
Esta tecnología parece ser que fue importada por medio de la Liga de Mercantes la cual
comercializaba objetos tan al sur como Ecuador y tan al norte como Culiacán, México. Los objetos de
Ecuador y del oeste de México muestran que estos artefactos fueron encontrados en contextos
arqueológicos análogos, comparten composición química y técnicas de manufactura idénticas y sus
diseños son muy similares.
El tamaño de grano de la aleación metálica es variable a lo largo del objeto, mostrando un trabajo
en frío intensivo por martilleo en sus filos. Este tratamiento de trabajo en frío incrementa la dureza
del hacha en esta parte importante, dejando el resto de la estructura más suave de manera que
pueda resistir los impactos de su uso cotidiano.
Ejemplos de valores de dureza Vickers (VHN) para algunos metalesy algunas hachas
Mesoamericanas de aleación de bronce
Material Value
Bronce Cu-Sn 274HV
Bronce Cu-As-Sn 297HV
Bronce Cu-As 195HV
Acero inoxidable 347L 180HV
Hierro 30–80HV
Aspectos culturales
Educación
La educación universal obligatoria de los hijos hasta la edad de catorce años estaba en manos de sus
padres, pero supervisada por las autoridades de su calpulli. Parte de esta educación involucraba
aprender una colección de dichos, llamada huēhuetlàtolli («dichos de los viejos»), que representaban
los ideales aztecas.
Hubo dos tipos de escuelas: telpochcalli, para los estudios prácticos y militares, y calmécac, para el
aprendizaje especializado en la escritura, la astronomía, la teología y liderazgo.
Religión
La Luna, Metztli.
Sin ninguna duda los tres Astros que a los mexicas les llamaban más la atención son: el sol, la luna y el
planeta Venus, por ello dichos astros han provocado grandes creencias y mitos. Por un lado creían
que la Luna era un dios que se había sacrificado y por otro que era el hijo de Tláloc. Pensaban que
las manchas que se ven vagamente las hacían los conejos. De igual manera le atribuían la muerte y
el re activación de su entorno, (por ejemplo: La vegetación, la menstruación, etc.) Debido a la
manera en que “desaparecía” y “reaparecía”. La Luna representaba la feminidad, la fecundidad, la
vegetación y también la embriaguez, teniendo como símbolo tecciztlì (el caracol marino) que a su
vez es el símbolo del aparato reproductor femenino. Al producirse un eclipse pensaban que la luna
moría, (por ello era un dios sacrificado), y lo representaban como una diosa en oposición al Sol (astro
masculino). En la antigua Teotihuacan sacrificaban hombres al Sol y mujeres a la luna. En ciertos
aspectos la luna está relacionada con el agua, en los manuscritos se halla representada en una
forma de recipiente en forma de media luna llena de agua destacando sobre esta la silueta del
conejo.
Las diosas (como la del agua) no tienen pocos atributos en común, particularmente en sus vestiduras.
Los dioses de la embriaguez (siendo varios, ya que hay varias formas de embriagarse) como el del
“pulque” se consideraban divinidades lunares, ya que se le consideraba la causante de cosechas
abundantes, convirtiendo a los dioses de la embriaguez dioses de las cosechas abundantes y la
protección de banquete, verdaderos festivales de bebidas para celebrar a la abundancia. Se les
llamaba Centzon Totochtin, los "cuatrocientos conejos”, sin embargo la analizar sus nombres nos
percatamos que se refieren a nombres de un pueblo, (p. eje. Tepoztlán, poblado nahua del valle de
Cuernavaca), esto se explica ya que eran agrupados pequeños dioses locales para cada cosecha y
festejo. Sin duda alguna el más importante de los cuatrocientos conejos era Ometochtli “Dos-conejo”.
Estos dioses eran tan importantes que varios himnos religiosos estaban consagrados a ellos. Al
comparar lo dicho previamente sobre el Sol y la Luna, se puede notar bajo ambos Astro las
características de la pareja primordial, el fuego (sol) y la Tierra (luna); la muy antigua dualidad
representada en el Cielo.
Venus
Hueyicitlalli o Citlalpol, representación de Venus en los códices.
Lámina 54 del Códice Borgiadonde se representan cuatro de las cinco manifestaciones de Venus con
sus influjos cada 584 días.
El planeta Venus era llamado Hueycitlalin (la gran estrella). En su aspecto de dios
era Tlahuizcalpantecuhtli. Diversos manuscritos representan a dicho dios como un arquero. Era
temido como causante de enfermedades y para evitarlas se tenía cuidado de reparar las fisuras de
las casas y cerrar toda abertura en ellas cuando Venus se dirigía a ascender por el horizonte
occidental.
En otro aspecto (Códice Borgia lámina 54, parte superior derecha) el dios Tlahuizcalpantecuhtli
aparece con el disfraz fúnebre del dios de la muerte, Mictlantecuhtli, con el rostro cubierto con una
máscara en forma de cabeza de muerto. Con este disfraz además de recibir las características de
dios dador de enfermedades y de malos augurios, recuerda que Venus ha nacido de la muerte de
Quetzalcóatl. Después del sacrificio, Quetzalcóatl, convertido en Tlahuizcalpantecuhtli, pasó cuatro
días en el infierno del Norte, el dominio de Mictlantecuhtli. Aquí se re encuentra el tema de la
muerte y del renacimiento, del viaje al país de la muerte que une a las tres personalidades de
Quetzalcóatl-Xólotl-Tlahuizcalpantecuhtli.
La observación del movimiento de Venus cobró gran importancia en la astronomía y en
la Cronología indígena. Setenta y cinco ciclos sinódicos venusinos de 584 días son equivalentes a 104
años solares, este periodo era llamado huehuetiliztli (vejez). Por otra parte, los ciclos sinódicos
venusinos se contaban en grupos de cinco (equivalentes a 8 años solares). Es por ello que
Tlahuizcalpantecuhtli es representado usualmente con el rostro pintado con cinco grandes puntos
blancos, dos sobre cada mejilla y uno en la nariz.
Los antiguos mexicanos distinguían y conocían numerosas constelaciónes. Observaban especialmente
el movimiento de las Pléyades(llamadas en náhuatl "Tianquiztli") cada fin de “siglo”, es decir cada 52
años. Su importancia radica en que, si ese movimiento continuaba a media noche, el mundo no
perecería aún durante el siguiente periodo de 52 años. La Osa Mayor es representada por
Tezcatlipoca, bajo la forma de un jaguar (ocelotl). Tezcatlipoca también es el todo, el cielo nocturno
donde la obscuridad es la soberana, sintetiza el lado sombrío y obscuro de la naturaleza.
La constelación de Ocelotl sobre la Osa Mayor; los puntos rojos son las estrellas del firmamento.
En forma general, todas las estrellas se dividían en dos grupos opuestos: los Centzon Mimixcoa al
Norte y los Centzon Huitznáhuac al Sur. Las “Cuatrocientas Serpientes de Nubes”, pequeñas
divinidades septentrionales, rondan la gran estepa de los cactos; los “Cuatrocientos Meridionales” son
hermanos de Huitzilopochtli, a los que dio muerte al nacer.
Los trece cielos
Los aztecas tenían una estructura básica del Universo; como ya se mencionó, todos los cuerpos
celestes se dividen en dos grupos: los Centzon Mimixcoa al Norte y los Centzon Huitznahuac al Sur; las
cuatrocientas serpientes o cuatrocientos meridionales, es decir, las innumerables estrellas, y
de Coyolxauhqui, la Luna, quienes eran hermanos de Huitzilopochtli, a los que dio muerte al nacer. Y
se reconocen trece cielos (se fijó en trece el número de cielos porque es el gran número supremo
del calendario), que estaban conformados de la siguiente manera:
Ilhuícatl-Meztli: el de las estrellas;
Ilhuícatl-Tetlalíloc: está habitado por los Tzimime, quienes son demonios celestiales o estrellas
femeninas que intentan impedir que el sol nazca durante los eclipses;
Ilhuícatl-Tonatiuh: se encuentran Tezcatlipoca (dios de la noche y de todas las cosas
materiales) y los encargados de guardar los cielos;
Ilhuícatl-Huitztlán: están las almas de los guerreros sacrificados que se transforman en aves
preciosas;
Ilhuícatl-Mamaloaco: el de las serpientes de fuego (los cometas);
Ilhuícatl-Yayauhco: el cielo donde se encuentran los vientos en número cuatro, uno para cada
punto cardinal;
Ilhuícatl-Xoxoauhco: el que muestra su rostro en el día;
Ilhuícatl-Nanatzcáyan: donde crujen los cuchillos de obsidiana;
Ilhuícatl-Teoiztac: región del blanco;
Ilhuícatl-Teocozáuhco: región del amarillo;
Ilhuícatl-Teotlatláuhco: región del rojo;
Ilhuícatl-Teteocán: es el lugar donde los dioses toman rostros;
Ilhuícatl-Omeyocán: residencia de Ometeotl, señor de la dualidad.
A nivel simbólico su visión del cielo puede interpretarse así: el Sol nacido de un sacrificio atraviesa el
cielo de Este a Oeste, con su cortejo masculino y femenino, pasando por el medio día donde reina,
llega al Oeste y se hunde en la morada de los muertos, donde el mundo queda entregado a las
potencias temibles del crepúsculo y a las flechas de Tlahuizcalpantecuhtli; solo la luna brilla como
símbolo de fertilidad, y sobre la cumbre del universo reina la vieja pareja primordial.32
Investigadores y estudiosos de la cultura mexica
Siglo XVI
Fray Bernardino de Sahagún, Fray Toribio de Benavente ("Motolinia"), Fray Diego de Durán, Fray
Juan de Torquemada.
Siglo XVII
Hernando de Alvarado Tezozómoc, Fernando de Alva Ixtlilxóchitl, Diego Muñoz Camargo, Francisco
de San Antón Muñón Chimalpahin, Juan Bautista Pomar, Carlos de Sigüenza y Góngora
Siglo XVIII
Lorenzo Boturini Benaducci, Francisco Xavier Clavijero.
Siglo XIX
Alfredo Chavero, Manuel Gamio, Edward King Kinsborough, Antonio León y Gama, Manuel Orozco y
Berra, Francisco del Paso y Troncoso, Antonio Peñafiel..
Siglos XX y XXI
Robert Barlow, Frances Berdan, Ignacio Bernal, Woodrow Borah, Pedro Carrasco, Alfonso Caso, Víctor
Manuel Castillo Farreras, Marco Antonio Cervera Obregón, Charles E. Dibble, Justino
Fernández, Enrique Florescano, Ángel María Garibay Kintana, Ross Hassig, Joaquín Galarza, Paul
Gendrop, Charles Gibson, Serge Gruzinski, Wigberto Jiménez Moreno, Friedrich Katz, Yuri
Knorosov, Patrick Johansson, Miguel León-Portilla, James Lockhart, Alfredo López Austin, Leonardo
López Luján, Ignacio Marquina, Eduardo Matos Moctezuma, Federico Navarrete Linares, Eduardo
Noguera, Ángel Palerm, Esther Paztory, William T. Sanders, Laurette Séjourné, Eduard Georg
Seler, Leonard Schultze-Jena, Michael E. Smith, Felipe Solís, Jacques Soustelle, Tzvetan Todorov, Paul
Westheim.
Gastronomia mexica
Mexicas tomando un almuerzo Códice Florentino, siglo XVI. En esta imagen se caracteriza el uso
alimenticio del maíz.
El ingrediente básico y el más importante de la gastronomía azteca (o, más
apropiadamente, gastronomía mexica) fue el maíz, un cultivo que era muy importante para
la sociedad azteca. El maíz desempeñaba un papel muy importante en la economía mexica, pues
sirvió durante cierto tiempo como moneda. Asimismo, en la mitología, pues Cintéotl era la energía (o
"dios", como se interpretó erróneamente después, según la mentalidad europea) del maíz, y
a Huitzilopochtli se le veneraba o se le ofrendaba con cañas de maíz. Así como el trigo en Europa y
el arroz en la mayoría de Asia oriental, el maíz era considerado un «alimento sin el cual la comida no
era comida». Se cultivaba un inestimable número de variedades, las cuales varían en color, textura,
tamaño y calidad. Hay seis tipos fundamentales de tipos de maíz: dentado, duro, blando, o harinoso,
dulce, reventón y envainado. El maíz blando y harinoso se llama también maíz de las momias,
porque es la variedad que generalmente se encuentra en las sepulturas de los aztecas. Estas
variedades eran consumidas principalmente en forma de tortillas, tamales o atole, además de otros
guisos. Otros alimentos comunes entre los aztecas, fueron la sal y los chiles, que eran los condimentos
básicos de la cocina azteca; llegando incluso a ser sacrificio el privar la comida de estos sabores.
Otros alimentos importantes fueron los frijoles y las diferentes variedades de granos de amaranto, y
la chía. La combinación del maíz y estos alimentos básicos habrían proporcionado al pueblo azteca,
una dieta decente sin importantes deficiencias en vitaminas o minerales. El tratamiento del maíz era
llamado nixtamalización, y consistía básicamente en cocinar los granos de maíz en soluciones
alcalinas, lo que aumentaba enormemente el valor nutricional de la mazorca común.
El agua, atole y pulque, el jugo fermentado del maguey; fueron las bebidas más comunes entre la
sociedad azteca. Además diversas bebidas alcohólicas, que eran fermentadas de la miel, jugo de
diversas cactáceas y frutos. La élite de la sociedad se enorgullecía de no beber pulque, una bebida
de plebeyos; ya que preferían beber diversas bebidas preparadas con cacao. Esta bebida era uno de
los mayores lujos disponibles; ya que fue la bebida de gobernantes, guerreros y nobles. Fue
condimentada con vainilla, miel y una aparentemente interminable lista de hierbas y especias, entre
ellas chiles. Alguna vez fue utilizado el cacao como moneda entre los aztecas; el valor de los granos
dependia de su tamaño y peso.
La dieta azteca incluía una impresionante variedad de animales; pavos y diversas aves de corral,
además de tuzas, iguanas, ajolotes (un tipo de salamandras común en el lago de Texcoco),
camarones, pescado y una gran variedad de insectos, huevos y larvas de insectos. También
consumían diversos hongos y setas, especialmente el huitlacoche, un hongo parásito que crece en las
mazorcas del maíz. La calabaza era muy popular y se le encontraba en muchas variedades
diferentes en los mercados del México prehispánico; también eran consumidas sus semillas, ya fueran
frescas, secas o tostadas, eran especialmente populares. Los tomates también eran un ingrediente
común, aunque se consumían diferentes variedades a las actuales; se le consumía a menudo
mezclado con chile en salsas o como relleno para tamales.
Comidas, almuerzos y banquetes en la sociedad azteca
La mayoría de las fuentes dicen que los aztecas tomaban dos comidas por día, aunque existen
registros en los que los obreros tomaban tres comidas diarias, una en la madrugada, otra en
aproximadamente 9 de la mañana y una a las 3 de la tarde. Esto es similar a la costumbre que se
tenía en la Europa contemporánea, pero no está claro si la ingesta de atole u otros alimentos, era
considerado como una comida o no. Tomando una buena cantidad de diversos tipos de atole, uno
podría igualar las calorías de varias tortillas, por lo que el atole era consumido casi diario por la
mayoría de la población.
Alimentos mexicas
La spirulina solía ser recolectada en la superficie de los lagos con redes y pequeñas palas, y después era
secada al sol y comida en forma de pequeñas obleas, las cuales se comían como condimento o
acompañado con tortillas.
Entre los alimentos básicos de los mexicas estaba incluido el maíz, frijol y calabaza, a los que a
menudo eran añadidos chiles y tomates, todos importantes ingredientes de la dieta de
los mexicanos hasta el día de hoy. los aztecas recogían acociles, pequeños y abundantes camarones
del lago de Texcoco, así como algas spirulina, que se preparaban en una especie de oblea rica
en flavonoides. Aunque la dieta azteca era principalmente vegetariana, los aztecas consumían
insectos como chapulines, gusanos de maguey , hormigas, larvas, etc. Animalillos con un mayor
contenido proteico que la carne, e incluso ahora son considerados un manjar en algunas partes
de México.
Cereales
Una mujer azteca que sopla sobre el maíz antes de ponerlo a cocer, como ritual para evitar que la
esencia del maíz huya del fuego.Códice Florentino, Siglo XVI.
El maíz era el alimento básico más importante de los aztecas. Se consumía en cada comida por todas
las clases sociales, y desempeñaba un papel central en la mitología azteca. Para algunos de los
primeros europeos que llegaron a América, los aztecas solían describir al maíz como algo "precioso,
nuestra carne, nuestros huesos". Existía, y aún existe en un gran número de variedades de diversos
tamaños, formas y colores; amarillo, rojizo, de color blanco con rayas de color negro, e incluso una
variedad azulosa que se consideraba particularmente valiosa. Innumerables variedades locales y
regionales existían en toda Mesoamérica, pero pocas de estas se registraron. El maíz fue reverenciado
hasta tal punto que las mujeres soplaban sobre el maíz antes de cocerlo de modo que este no
temiera el fuego, y ningún maíz que fue dejado caer sobre la tierra era desperdiciado. Uno de los
historiadores de los aztecas fue el misionero español franciscano y cronista Bernardino de
Sahagún quién explicó la práctica de la siguiente manera:
Nuestro sustento sufre, se encuentra sudoroso. Quizá no deberíamos recogerlo, ya que podría
acusarnos ante nuestro Señor. Seguro diría: ¡Oh, Señor nuestro!, este vasallo tuyo me ha recogido
cuando debería estar esparcido sobre la Tierra. ¡Castígalo! Tal vez no deberíamos cosecharlo más.
Un proceso denominado nixtamalización fue utilizado en todo el continente americano donde el
maíz era el alimento básico. La palabra es la mezcla de las palabras en náhuatlnextli (" cenizas ") y
tamalli (" masa de maíz; tamal"), y es un proceso que está todavía en uso hoy. El grano seco del
maíz es empapado y cocido en una solución alcalina, generalmente agua con cal. Esto libera el
grano del pericarpio, la capa exterior de los granos, y hace que el maíz sea más fácil de moler. El
proceso transforma el maíz de una simple fuente de carbohidratos en otra considerablemente más
completa. Durante la nixtamalización aumenta la cantidad de calcio, hierro, cobre, zinc que
contiene el maíz ya que estos se agregan mediante la cal o minerales utilizados en el proceso,
además de que el niacina, riboflavina y más proteínas ya presentes en el maíz, las cuales no son
digeribles a los seres humanos se liberan a través del proceso. El crecimiento de ciertos microhongos
tóxicos es otro beneficio de la nixtamalización. Si el nixtamal, se deja fermentar, más nutrientes,
incluyendo aminoácidos como la lisina y triptófano estáran disponibles al momento de consumirlo.
Juntos; frijoles, hortalizas, frutas, chiles y nixtamal, pueden constituir una dieta completa y
nutricionalmente satisfactoria, casi sin necesidad de proteína animal.
Bebidas
El cacao era un producto importado por los pochtecas desde las regiones meridionales
de Mesoamérica hasta la capital del Imperio mexica.
El cacao tenía un inmenso valor simbólico para el pueblo mexica. Era un raro lujo y un producto que
no podía ser cultivado dentro de los límites del Imperio azteca, por lo cual era un producto
importado de otras regiones de Mesoamérica como Yucatán o la actual Guatemala. No hay
descripciones detalladas de cómo se preparaban alimentos sólidos con el cacao, pero hay una serie
de alusiones al hecho de que fue comido en alguna forma. Los granos de cacao estaban entre los
más valiosos productos en el mundo azteca, ya que solían utilizarse como una especie de moneda
dado que en sí el sistema de pago y cobro entre el pueblo era el trueque. Aproximadamente entre
80-100 granos podrían utilizarse para comprar un pequeño manto o una vasija llena de agua dulce
si uno vivía en las salinas alrededor del lago de Texcoco, cerca de Tenochtitlán. Sin embargo, los
granos con frecuencia eran falsificados al llenar vainas vacías con barro.
El cacao era normalmente disfrutado en forma de xocolatl (" agua amarga " en náhuatl), bebida de
donde deriva el origen de la palabra chocolate. Fue la bebida de guerreros y nobles, se consideraba
un potente estimulante, algo que se ingería con gran solemnidad y seriedad, ya que incluso fue
descrito como "algo que no se bebe sin pensar" por el cronista español Bernardino de Sahagún. El
cacao podría ser preparado en una enorme variedad de formas, la mayoría de ellas mezclando
agua caliente o tibia con granos de cacao tostados y molidos, maíz y otros ingredientes tales
como chile, miel, vainilla y una amplia variedad de especias. Los ingredientes eran mezclados y
batidos con un palo, después se terminaba de revolver pasando la mezcla entre 2 recipientes de
modo similar a algunas bebidas alcohólicas. Si el cacao era de alta calidad, este producía una rica
capa de espuma. La espuma podría ser retirada, la bebida podría ser más agitada para producir
más espuma, que también era retirada y luego colocada en la parte superior de la bebida junto con
el resto de la espuma antes de servir.
Hábitos alimenticios
Los aztecas demostraban una increíble sencillez en todos los aspectos de la vida cotidiana. Autores y
cronistas europeos a menudo quedaban impresionados por lo que percibían como una ejemplar
frugalidad, sencillez y moderación. Juan de Palafox y Mendoza, obispo de Puebla y virrey de la
Nueva España en 1640 informó:
"Los he visto comer con gran deliberación, en silencio, y con gran modestia, cosa que se manifiesta en
la paciencia que muestran en todos sus hábitos, la cual también se muestra al comer así, ya que no
permiten que el hambre los alteré o apure por satisfacerla".
Ayuno
El principal aspecto del ayuno azteca era la abstinencia del consumo de sal y chiles; elementos
importantísimos en la dieta del azteca promedio. Todos los miembros de la sociedad azteca
participan en el ayuno en cierta medida. No había excepciones al ayuno, algo que conmocionó los
primeros europeos que entraron en contacto con los aztecas; aunque elayuno era común en Europa,
había excepciones permanentes para las mujeres y los niños pequeños, los enfermos o débiles y los
ancianos. Se dice que antes de la ceremonia del Fuego Nuevo, que tenía lugar cada 52 años (año
que marcaba el fin del siglo azteca), algunos sacerdotes permanecían en ayunas durante un año
entero, y los otros religiosos 80 días y los nobles 8 días. Los macehuales también participaban en los
ayunos, pero de forma menos rigurosa. También hubo un grupo permanente de religiosos ayunantes
en Tehuacán, quienes practicaban costumbres ascéticas como dormir con una piedra por almohada
y ayunar por períodos de cuatro años con sólo una tortilla de 50 gramos (aproximadamente 2
onzas) por día. El único descanso de esta vida venía cada 20 días, cuando se les permitía comer lo
que desearan.
Incluso los gobernantes como Moctezuma abandonaban temporalmente su normalmente lujoso
estilo de vida; absteniéndose de los lujos y el sexo, y comiendo sólo bizcochos de michihuauhtli (un
pariente del amaranto) y semillas de amaranto o huauzontle. Incluso el chocolate del tlatoani era
reemplazado con un preparado de frijol en polvo y agua. Esto contrasta con los
hábitos cuaresmales de muchos nobles y clérigos europeos que, si bien obedecían las consignas
religiosas de abstenerse de comer carne roja; organizaban lujosos banquetes con pescado,
conservando su lujoso estilo de vida.