Sei sulla pagina 1di 19

1.

Marco teórico de la investigación

1.1. Antecedentes de la investigación

La tesis de (Cabana, 2016), titulada: “ABUSO DEL MANDATO DE

PRISIÓN PREVENTIVO Y SU INCIDENCIA EN EL CRECIMIENTO

DE LA POBLACIÓN PENAL EN EL PERÚ”, sustentada en la

Universidad Andina “Nestor Cáceres Velasquez”, en la ciudad de

Juliaca. En ella se revisan las siguientes conclusiones:

1) “ La prisión preventiva constituye una medida cautelar de

carácter personal, cuya finalidad acorde con su

naturaleza, es la de garantizar el proceso en sus fines

característicos, y el cumplimiento de la futura y eventual

pena que pudiera imponerse.

2) El crecimiento acelerado de la población penal se da por

muchos factores que se podrían manejar de mejor

manera. El abuso del mandato de prisión preventiva, es

decir, personas que, pese a que debería tener la

presunción de inocencia, han sido enviadas a un penal a

la espera de su juicio tiene mayor incidencia en la

sobrepoblación carcelaria.

3) En el Perú, el 51% de la población penitenciaria se

encuentra recluida en prisión preventiva. Según los datos


1
del propio INPE, de un promedio de 11 mil reos que salen

de la cárcel por diversos motivos, unos 8 mil lo hacen

porque se cambia su situación a comparecencia. La

prisión preventiva se dio de forma apresurada, y se

gastaron recursos del Estado, se contribuyó al

hacinamiento y afectaron los derechos de la persona y de

su familia.

4) En el análisis de casos en una localidad se tiene que

existen en el Establecimiento Penal de Juliaca, un total de

924 personas privadas de la libertad. De ese total en

condición de procesados o prisión preventiva son 393, en

cambio, los sentenciados son 531, haciendo un total de

924 personas. Con respecto al número de procesados y

condenados, el caso del Establecimiento penal materia de

análisis es una excepción si se tiene que en los otros

establecimientos penales a nivel nacional, el número de

procesados es mayor que al número de condenados.

5) La población penitenciaria se ha duplicado y ya

sobrepasan los 71 mil internos. Tenemos una

sobrepoblación de 124% de reos. Ello significa que casi

40 mil internos no tienen cupo en las cárceles peruanas.

Con estas cifras, el Perú es uno de los países con mayor

hacinamiento de la región. En promedio, por cada lugar

2
que existe en una cárcel para un preso entran 2.5 reos,

pero, en penales como Jaén (Cajamarca), en el lugar de

uno entran cinco. Según el Instituto Nacional Penitenciario

(INPE), solo de 2013 a 2014 la población penitenciaria

creció 6%. Si dicho crecimiento fuera sostenido, se

tendría un grave problema para albergar a los presos,

pues se debería construir dos penales por año con una

capacidad de 3,500 internos, similares al penal de

Lurigancho o San Jorge.”

La tesis de (Villalta, 2016), titulada: "LA AMPLIACIÓN DE

PRISIÓN PREVENTIVA COMO EJE DE ILEGITIMIDAD DE

LOS REQUERIMIENTOS PRESENTADOS POR LAS

.FISCALÍAS PROVINCIALES PENALES CORPORATIVAS

DE SULLANA.”, sustentada en la Universidad Nacional de

Piura, en la ciudad de Piura En ella se revisan las siguientes

conclusiones:

1) “La medida de prisión preventiva, es la medida de

coerción personal que restringe en mayor medida uno

de los derechos fundamentales de la persona, su

libertad, dado que es impuesta a una persona, que aún

tiene la calidad de procesada, sobre la que recae la

presunción de inocencia. Esta medida no sólo puede ser

decretada por el órgano judicial, en fonna excepcional,

3
cuando se cumplan las exigencias, previstas en la ley

para su procedencia, siendo su finalidad evitar los

riesgos de fuga y de obstaculización de la actividad

probatoria.

2) Las medidas de coerción personal, que supongan la

restricción de derechos fundamentales, deben regirse

por el principio de legalidad. Es decir, deben estar

previstas en ley en cuanto a su existencia, así como en

lo referente a su procedimiento y plazos. Nuestra

legislación procesal (NCPP) sólo regula a la prisión

preventiva y la prolongación de ésta como instituciones

procesales. Por existencia al plazo razonable, en ambos

casos en los artículos 272 Núm. 1 y 274 Núm. 1 del

NCPP, se establecen plazos máximos de ambas

instituciones.

3) Se ha establecido la existencia de la llamada Ampliación

de Prisión Preventiva, institución creada

jurisprudencialmente, dado que no se encuentra

regulada en ley. Se indica además sus presupuestos de

procedencia, estos son: cuando la prisión preventiva es

establecida por el Juez de Investigación Preparatoria,

por un plazo menor a los nueve meses, ésta a pedido

del Ministerio Público, puede ser ampliada hasta los

4
nueve meses y que exista la necesidad de asegurar la

presencia del imputado. Ambos presupuestos, no se

encuentran regulados en ley.

4) El Nuevo Código Procesal Penal, no regula la llamada

"ampliación de prisión preventiva", lo que crea una

incertidumbre jurídica. Aplicándose en la práctica

procesal esta institución, sin estar contemplada en la ley,

quebrantando el principio de legalidad y razonabilidad,

pues se amplia el plazo inicial de la prisión preventiva

por .razones distintas a las de la conducta

obstruccionista del imputado y de su abogado defensor.

5) De acuerdo a los Plenos estudiados a lo largo de la

Investigación. En primer lugar, se permite la aplicación

de plazos menores al plazo máximo legal establecido

para la prisión preventiva. El Pleno Penal y Procesal

Penal de la Corte Superior de Arequipa, sellala que se

puede ampliar el plazo de prisión preventiva cuando ésta

es dictada por un plazo inferior al mínimo legal,

diferenciándola de la prolongación. No obstante, el

Pleno Penal y Procesal Penal de la Corte Superior de

Chiclayo, indica que no procede la ampliación de prisión

preventiva, sino su prolongación.

5
6) En muchos de los casos analizados y tomados como

muestra, el órgano fiscal para justificar la procedencia de

la ampliación de prisión preventiva utiliza: el argumento

de la "especial dificultad" de la investigación, no se ha

llegado al plazo del límite legal, falta realizar diligencias,

existe peligro de fuga, repiten los mismos argumentos

de la solicitud de prisión preventiva etc.”

1.2. Bases teóricas de la investigación

1.2.1. Breves Generalidades sobre la prision Preventiva

1.2.1.1. Definición

Para definir de forma breve a la prisión preventiva, en

este acápite solo haremos mención de las anotaciones

doctrinarias que se han esgrimido al respecto, ya que lo

correspondiente a la normativa, se tocará en un

apartado mas adelante.

Para Fenech, citado por el profesor y autor nacional

(Peña, 2007), la prisión preventiva, se define como “[…]

un acto cautelar por el que se produce una limitación

de la libertad individual de una persona en virtud de

una resolución judicial y que tiene por objeto el ingreso

de esta en un establecimiento público, destinado al

6
efecto, con el fin de asegurar los fines del proceso y la

eventual ejecución de la pena.”

Más adelante, el mismo (Peña, 2007), brinda o

extiende su acepción sobre la prisión preventiva,

señalando que es “[…] una medida de coerción

procesal valida, cuya legitimidad esta condicionada a la

concurrencia de ciertos presupuestos (formales y

materiales), que debe tomar en cuenta el Juzgador al

momento de decidir la medida, que se encuentran

taxativamente previstos en las normas que modulan su

aplicación”.

Siguiendo con la doctrina nacional (Reyes, 2007),

entiende a la prisión preventiva, como aquella

“[…]medida cautelar de carácter personal, cuya

finalidad acorde con su naturaleza es la de garantizar el

proceso en sus fines característicos y cumplimiento de

la futura y eventual pena que pudiera imponerse.”

En la doctrina latinoamericana, autores como los

profesores (Horvitz & López, 2005), conciben a la

prisión preventiva como la “[…] privación temporal de la

libertad ambulatoria de una persona, mediante su

ingreso a un centro penitenciario, durante la

7
sustanciación de un proceso penal con el objeto de

asegurar los fines del procedimiento”.

En la doctrina internacional, autores como el destacado

procesalista (Ferrajoli, 1997) señalan de que la prisión

preventiva, no es un recurso o mecanismo que calce

con el proceso penal, en tanto de esta manera “[…] no

solamente se asegura la dignidad del ciudadano

presunto inocente, sino también y sobre todo, por

necesidades procesales, para que quede situado en pie

de igualdad con la acusación.”

En ese sentido, para el citado autor, cabe la hipótesis

de que el imputado en libertad pueda alterar “[…] las

pruebas, pero contesta señalando que ningún valor o

principio puede satisfacerse sin costos, que el sistema

penal debe estar dispuesto a pagar, si quiere

salvaguardar su razón de ser.” (Ferrajoli, 1997)

Para el profesor español (Moreno, 1990), la prisión

preventiva, casi en la misma línea que el citado

(Ferrajoli, 1997) es concebida y admitida, según su

punto de vista como “[…] un mal necesario en todos los

ordenamientos jurídicos, representa hoy la más grave

intromisión que se puede ejercer en la esfera de la

8
libertad del individuo, sin que medie todavía una

sentencia penal firme que la justifique. Consiste en la

total privación al inculpado de su derecho a la libertad

ambulatoria, mediante su ingreso en un centro

penitenciario, durante la substanciación de un proceso

penal.”

1.2.1.2. Características o presupuestos de aplicación de la

Prisión Preventiva en nuestro ordenamiento

jurídico

La prisión preventiva es una institución, que mas allá

de su definición en la doctrina, ha tenido también una

recepción legislativa por parte nuestra. En ese sentido,

el artículo 268° del Nuevo Código Procesal Penal,

extiende una concepción de la prisión preventiva, como

una medida dictada solo por el juez, que puede ser

incoada por el fiscal, en los siguientes supuestos:

a) Que existen fundados y graves elementos de

convicción para estimar razonablemente la

comisión de un delito que vincule al imputado

como autor o partícipe del mismo.

9
Al respecto el profesor (Del rio, 2008), citando a

Bonet Navarro, refiere sobre este presupuesto,

como la verisimilitud del derecho, que:

“La probabilidad se diferencia de la posibilidad en

que esta solo requiere una equivalencia entre las

razones favorables o contrarias a la hipótesis, y la

certeza de que esta solo se alcanza una vez que

es posible rechazar, sin motivo de duda

razonable, las razones contrarias a la hipótesis”.

Así también, el profesor Ascencio Mellado, citado

por (Chero, 2013), señala que “[…]debe exigirse

algo más que una posibilidad y menos que la

certeza […], no basta una mera sospecha sobre la

culpabilidad del imputado.”

b) Que la sanción a imponerse sea superior a

cuatro años de pena privativa de libertad;

Respecto de este presupuesto, de forma breve,

anota el profesor (Sánchez, 2009), que “[…]al

igual que en la legislación anterior, nos

encontramos con la probabilidad de pena a

imponer mayor a cuatro años que pueda merecer

el imputado. Se trata de posibilidad de pena en


10
atención al delito que se imputa y de los

elementos de convicción (prueba) existentes”.

En la jurisprudencia internacional, la Corte

interamericana de Derechos Humanos, en el

caso: López Álvarez vs. Honduras, ha indicado

que:

“La Corte se pronunció respecto de la exclusión

por vía legal de la posibilidad de aplicar otras

medidas cautelares distintas de la prisión

preventiva en razón de la pena fijada para el delito

imputado. Con lo cual, la privación de libertad a la

que fue sometida la víctima fue consecuencia de

una norma procesal que “ignoraba la necesidad,

consagrada en la Convención Americana, de que

la prisión preventiva se justificara en el caso

concreto, a través de una ponderación de los

elementos que concurren a éste, y que en ningún

caso la aplicación de tal medida cautelar [la

prisión preventiva] sea determinada por el tipo de

delito que se impute al individuo”

c) Que el imputado, en razón a sus antecedentes

y otras circunstancias del caso particular,

11
permita colegir razonablemente que tratará de

eludir la acción de la justicia (peligro de fuga)

u obstaculizar la averiguación de la verdad

(peligro de obstaculización)”.

Este presupuesto hace alusión al perículum in

mora, es decir cuando existen indicios o

evidencias razonables, de que el imputado no

está dispuesto a someterse voluntariamente a la

persecución penal estatal, y se advierten ciertas

particularidades y características personales del

imputado la flagrancia, las altas posibilidades de

fuga, la gravedad del delito, entre otros.

El Peligro procesal, presenta dos supuestos: La

intención del imputado a sustraerse de la acción

de la justicia; y la intención de perturbar la

actividad probatoria. Potencialidad razonable de

fuga o perturbación de la actividad probatoria

1.2.2. Los Plazos y la Prolongacion de la pirsion preventiva

1.2.2.1. Los Plazos en la Prisión Preventiva

Lo prescrito por el artículo 272° de la noma procesal

penal, señala que el plazo para el establecimiento de

12
una medida cautelar de estas se da por la siguiente

clasificación:

- Hasta 9 meses

- A mas de 18 meses, cuando la investigación fiscal,

sea debidamente declarada compleja.

Arara bien, respecto del inicio de su computo,

Conforme al Tribunal Constitucional, el plazo se

computa desde el primer momento en que el

procesado es intervenido policialmente, a partir de

la fecha en que fue privado materialmente de su

libertad.

Así se ha citado y/o explicado en las sentencias que

recae en el Expediente. Nº00915-2009-PHC/TC

sentencia del 24 de junio del 2009- Caso Córdova

Aguirre y EXP. Nº 03631-2009-PHC/TC sentencia

del 24 de noviembre del 2009, Caso Guillermo Villar

Egúsquiza.

1.2.2.2. El Control de los plazos en la prisión preventiva

En la incoación de la prisión preventiva, como un

mecanismo de seguridad en el seguimiento y

comparecencia en el proceso por parte del imputado, el


13
control de sus límites es una de las fuentes de debate y

polémica que mas han despertado el interés de la

comunidad académica en la ultima década. En ese

sentido, el objeto de control en el estudio de la prisión

preventiva, es según cita (Mendoza, 2017):

a) La razonabilidad del tiempo vital del imputado

sacrificado con su encierro; y,

b) La necesidad concreta de actos de investigación –y

otros actos procesales– dentro de los límites

legales.

En ese sentido, el parámetro material de control, según

lo indicado por (Mendoza, 2017): se refleja en la

necesidad procesal concreta y el uso razonable del

tiempo vital del imputado.

1.2.2.3. Prolongación de la prisión preventiva

La prolongación o si quiere llamársele –prorroga- del

plazo de la prisión preventiva, constituye hoy en día

una de las problemáticas, que tanto la dogmática y la

jurisprudencia han intentado responder con cierto

ahínco; dado que en su implosión se deliberan

derechos fundamentales, como es el caso de la libertad

persona, quizás el mas frágil de todos con la figura

14
cautelar de la prisión preventiva, o el debido proceso,

que es un tanto mas consustancial al desarrollo de la

misma investigación y la fase procesal penal.

Empero, para poder profundizar de modo adecuado,

observaremos en primer lugar lo concerniente a la

tipología de plazos en el incurso del proceso, que

podemos hallar. En ese sentido, (Reynaldi, 2017),

recuerda que en el proceso, se da la existencia

genérica de tres tipos de plazos a considerar:

- El plazo legal

Es aquel que es otorgado por una prescripción

normativa

- El plazo judicial

El mismo que resulta de una extensión interpretativa

de la norma y el contexto.

- El plazo convencional.

El plazo convencional no es aplicable a las medidas

de coerción personal. En este caso, es el legislador

el que impone límites temporales, para la restricción

legítima de la libertad por parte del juez.


15
Una medida jurisprudencial, al respecto de la duración

o prolongación de la prisión preventiva, es la esgrimida

a modo de ejemplo en el Casación N° 147-2016, Lima,

donde la corte suprema estableció que:

“La prórroga (o ampliación) no está prevista

legalmente en el Código Procesal Penal. Así lo ha

considerado la Sal Penal Especial de la Corte

Suprema en la Apelación N° 03-2015 «22» -Caso

Torrejón Guevara- sobre prisión preventiva, resuelta

el nueve de junio de dos mil dieciséis y el Pleno

Jurisdiccional Nacional Penal y Procesal Penal

realizado en Chiclayo el veintiséis y veintisiete de

junio de dos mil quince que determinó por mayoría

que “Una vez dictada la prisión por un plazo menor

al máximo legal, no es posible la ampliación del

plazo, sino la prolongación de la prisión preventiva”.

(Casación N° 147-2016, Lima de 06/07/2016).”

Así pues, en este mismo antecedente, al corte

estableció, como doctrina jurisprudencial obligatoria el

siguiente apartado:

16
“En consecuencia, el requerimiento del fiscal con la

denominación de prórroga o ampliación no existe;

por lo que, cuando se ha solicitado aquello, ante el

vencimiento del plazo máximo de prisión preventiva

y/o del plazo judicial establecido inferior, el imputado

deberá ser excarcelado, salvo que con arreglo al

artículo 274 CPP, solicitare el Ministerio Público la

prolongación del plazo de prisión preventiva.

(Casación N» 147-2016, Lima de 06/07/2016).”

Así pues, al respecto señala (Reynaldi, 2017) que: “[…]

la Suprema Corte, parte de la premisa implícita y

(según su posición) no debatible, que el plazo judicial

establecido ex ante, para la prisión preventiva, es

legítimo e incuestionable. Tal premisa, si bien goza de

aceptación general, pero no por ello, de la suficiente

reflexión para poder asumirla sin más.”

1.3. Definición de términos

17
2. Bibliografía

Cabana, R. (2016). ABUSO DEL MANDATO DE PRISIÓN PREVENTIVO Y SU

INCIDENCIA EN EL CRECIMIENTO DE LA POBLACIÓN PENAL EN EL

PERÚ. juliaca: Universidad Andina "Nestor Cácres Velasquez".

Chero, F. (2013). Proceso Común y Sistema de Audiencias en el Nuevo Código

Procesal Penal. Lima: Fondo Editorial USMP.

Del rio, G. (2008). La prisión preventiva en la Jurisprudencia del Tribunal

Constitucional. Anuario de Derecho Penal PUCP.

Ferrajoli, L. (1997). Derecho y Razón. Madrid: Trotta.

Horvitz, M., & López, J. (2005). Derecho Procesal Penal Chileno, Tomo I. .

Santiago de Chile: Editorial Jurídica de Chile.

Mendoza, F. C. (07 de Octubre de 2017). Prisión preventiva. Plazos malditos y

adecuaciones gitanas. Obtenido de Legis.pe: https://legis.pe/prision-

preventiva-plazos-malditos-adecuaciones-gitanas/

Moreno, V. (1990). “Las medidas cautelares en el proceso penal. Valencia: Ed.

Tirant Lo Blanch.

Peña, A. R. (2007). EXEGESIS DEL NUEVO CODIGO PROCESAL PENAL,

Primera Edición. Lima: Editorial RODHAS.

18
Reyes, V. R. (2007). Las medidas de coerción procesal personal en el NCPP

del 2004. Revista Actualidad Jurídica N° 163, 183.

Reynaldi, R. C. (18 de Febrero de 2017). Prórroga del plazo de prisión

preventiva: una figura creada por el juez y destruida por él mismo. Un

ensayo sobre la imposibilidad de fijación de plazo judicial. Obtenido de

Legis.pe: https://legis.pe/prorroga-del-plazo-prision-preventiva-una-

figura-creada-juez-destruida-ensayo-la-imposibilidad-fijacion-plazo-

judicial/#_ftn1

Sánchez, P. (2009). El Nuevo Proceso Penal. Primera Edición. Lima: IDEMSA.

Villalta, A. (2016). LA AMPLIACIÓN DE PRISIÓN PREVENTIVA COMO EJE

DE ILEGITIMIDAD DE LOS REQUERIMIENTOS PRESENTADOS POR

LAS .FISCALÍAS PROVINCIALES PENALES CORPORATIVAS DE

SULLANA. Piura: Universidad Nacional de Piura.

19

Potrebbero piacerti anche