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EVALUACIÓN DE LA IMPULSIVIDAD

FUNDAMENTACIÓN

La impulsividad es un concepto complejo y tiene implicaciones sociales en temas


como la violencia, la conducta de riesgo y la adaptación social; además, clínicamente
es un indicador clave de varios trastornos psicológicos.

La definición de impulsividad varía de acuerdo a diferentes autores, e incluye


conceptos tales como fallas en la evaluación de una situación riesgosa o peligrosa,
actuar sin pensar, incapacidad para planear actividades, tendencia a responder
rápidamente a estímulos casi sin inhibir las respuestas, incapacidad para inhibir la
conducta cuando la inhibición es la respuesta adecuada.

En este sentido, este concepto cubre un amplio rango de acciones, que


generalmente no son planeadas, son prematuramente expresadas, excesivamente
riesgosas, o inapropiadas a la situación y que a menudo terminan en resultados no
deseables.

Por su parte, el DSM-IV caracteriza los trastornos de control de impulsos como la


dificultad para resistir un impulso, una motivación o una tentación de llevar a cabo un
acto perjudicial para la persona o para los demás.

Teniendo en cuenta, la importancia de prevenir conductas de riesgos para la


seguridad en la vía pública, se propuso la evaluación de la impulsividad a partir de
una prueba específica, que en sí misma no agota la evaluación de la impulsividad.

Así como existen distintas definiciones y abordajes de la impulsividad, también se


han desarrollado varios instrumentos que intentan medirla, como el Cuestionario de
Impulsividad de Eysenck,; la Escala de Búsqueda de Sensaciones de Zuckerman; la
Escala de Impulsividad de Plutchik; el Inventario de Impulsividad de Dickman
formado por dos subescalas que miden impulsividad funcional y disfuncional; y la
escala de impulsividad de Barratt.
A modo de prueba, se ha elegido la Escala de Impulsividad de Barratt Bis-11. Esta
versión, a diferencia de la versión original (1959), parte del concepto de impulsividad
como un constructo multidimensional, conformado por rasgos que incluyen la
tendencia a tomar decisiones rápidamente, a actuar sin pensar y a involucrarse en
conductas riesgosas. Barratt denominó esos tres componentes como impulsividad
cognitiva, impulsividad motora e impulsividad no planeada.

La prueba fue psicométricamente validada en diversas poblaciones e


internacionalmente es la más empleada, en adultos y adolescentes. En varios
estudios ha demostrado adecuados parámetros de confiabilidad y validez. La
impulsividad medida por este instrumento ha correlacionado con algunos
desórdenes impulsivos, entre ellos: agresividad, autoagresiones, conducta suicida,
búsqueda de sensaciones, consumo de alcohol y drogas, trastorno bipolar, déficit
atencional, trastorno de la conducta alimentaria, trastorno de personalidad límite y
trastorno de personalidad antisocial; en poblaciones clínicas y no clínicas.

ESCALA DE IMPULSIVIDAD DE

BARRATT (BIS-11)

DESCRIPCIÓN

La Escala de Impulsividad de Barratt (BIS-11) en su versión 11 es una escala


desarrollada a través de una línea de investigación prolongada y de ajustes de
anteriores versiones. Fue diseñada por Barratt y ha sido validada en español por
Oquendo y cols. Consta de 30 ítems distribuidos en tres subescalas:

A) Impulsividad no planeada (12 ítems: 1, 3, 5, 8, 11, 14, 17, 20, 22, 25, 28 y 30)

B) Impulsividad motora (10 ítems: 2, 6, 9, 12, 15, 18, 21, 23, 26 y 29)

C) Impulsividad cognitiva (8 ítems: 4, 7, 10, 13, 16, 19, 24 y 27)

Cada uno de los ítems de esta escala tiene un formato Likert que permite cuatro
posibles respuestas:
 Raramente o nunca
 Ocasionalmente
 A menudo
 Siempre o casi siempre

ADMINISTRACIÓN

Podrá ser administrado en forma individual o grupal.

Requiere atender a las dificultades que pudieran presentarse en la en la comprensión


de la consigna y/o de las preguntas que conforman el test.

Consigna:

“Las personas son diferentes en cuanto a la forma en que se comportan y


piensan en distintas situaciones. Esta es una prueba para medir algunas de las
formas en que Usted actúa y piensa. No se detenga demasiado tiempo en ninguna
de las oraciones. Responda rápida y honestamente, marcando con una cruz sólo
una opción por pregunta.”

PUNTUACIÓN

Cada una de las preguntas se puntúa como 0 - 1 - 3 - 4:

0 = Nunca o raramente; 1 = Ocasionalmente; 3 = A menudo y 4 = Siempre o casi


siempre, salvo los ítems (1, 5, 6, 7, 8, 10, 11, 13, 17, 19, 22 y 30) que la puntuación
es inversa (4-3-1-0).

La puntuación total es la suma de todos los ítems, el puntaje máximo 120 puntos.

El puntaje de las subescalas es la suma de los correspondientes a cada una de ellas.

CONSIDERACIONES

Dado que no hay un punto de corte establecido, hasta tanto se realice una
baremación propia y teniendo en cuenta estudios previos, tomaremos como
referencia el puntaje 64. Dicho puntaje será orientativo y deberá correlacionarse con
indicadores de impulsividad del resto de la batería.
A fin de facilitar la tarea de corrección se adjunta un documento para la corrección
automática de la prueba, sin embargo, de preferirse, puede realizarse manualmente.
La hoja de administración que conforma este documento también puede ser
completada por el conductor en una computadora, o administrada por el evaluador,
en cuyo caso deberá imprimirse, y contener apellido, nombre, número del documento
nacional de identidad y firma del conductor, y firma y sello del psicólogo interviniente.

A partir de la administración de la escala de Barratt, empezaremos a trabajar sobre


los resultados de la población que nos ocupa, a fin de realizar baremación. Para
lograr este objetivo, se requiere el compromiso de los prestadores y los psicólogos
que integran el sistema psicofísico, especialmente en lo que respecta a la correcta
administración y corrección del test, como también así la calidad del registro de su
protocolización, ya que esta será la fuente del trabajo propuesto.

Bibliografía

Folino, J., Escobar-Córdoba, F., & Castillo, J. (2006) Exploración de la validez de la


escala de impulsividad de Barratt (BIS-11) en la población carcelaria argentina. Revista
Colombiana de Psiquiatría, 25, 132-148.

Oquendo, M. . A., Baca-Garcia, E., Graver, R., Morales, M., Montalban, V., & Mann, J. J.
(2001). Spanish adaption of the Barratt impulsiveness scale (BIS). European Journal of
Psychiatry

Loyola, N (2011). Validez y confiabilidad de la escala de impulsividad de Barratt versión


11 (bis-11) en mujeres encarceladas. Pontificia Universidad Católica Perú.

Lilian Salvo G.y Andrea Castro S. Confiabilidad y validez de la escala de impulsividad de


Barratt (BIS-11) en adolescentes Rev Chil Neuro-Psiquiat 2013; 51 (4): 245-254

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