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¿Qué deberían hacer mis hijos en casa?

Queremos que nuestros hijos se conviertan en adultos funcionales y, sin embargo,


pasamos el día allanando su camino y limpiando el reguero que dejan tras de sí. Así,
difícilmente lo lograremos.

Crecer es asumir responsabilidades y, para ello, los adultos debemos dejar que
nuestros hijos sean cada vez más autónomos. ¿Cómo? Poco a poco, por supuesto.

Nadie puede pasar de 0 a 100 y nuestros hijos tampoco. Por eso, es necesario que
abandonen su etapa de bebé a través de la práctica y aprendizaje. No tiene sentido
que cada vez que necesiten algo, acudan a pedirlo como si fuéramos sus mayordomos.
En vez de eso, debemos ir estimulando sus capacidades para que empiecen a
hacerlo solos.

¿Qué beneficios aporta la implicación de mis hijos en las tareas del hogar?

5 beneficios de implicar a los niños en las tareas del hogar

1. Desarrolla las habilidades motoras. Hacer la cama, ordenar los juguetes,


vestirse o poner la mesa son ejercicios excelentes para estimular el equilibrio y
la coordinación motora de los niños. También son un buen entrenamiento para
fomentar la coordinación ojo-mano y el movimiento de agarre y sujeción de
objetos.
2. Estimula la capacidad de colaboración. Cuando los niños se saben partícipes de
las tareas del hogar sienten que forman parte de un equipo. Esta sensación de
pertenecer a un grupo y de poder colaborar con el resto de los miembros de la
familia desarrollará su capacidad para seguir instrucciones y su habilidad para
trabajar en grupo.
3. Fomenta la seguridad en sí mismo. El hecho de que los padres le pidan a sus
hijos que les ayuden en las tareas domésticas representa mucho para los niños.
Los pequeños lo percibirán como un gran gesto de confianza y se sentirán
valorados por sus padres, lo cual estimulará la seguridad en sí mismos y su
autoestima.
4. Potencia el sentido de organización. Se ha demostrado que los niños que
participan desde pequeños en las tareas del hogar suelen ser más organizados
en comparación con quienes no lo hacen hasta una edad avanzada. Un
beneficio que no solo se expresa en el ámbito familiar sino que también
repercute de forma positiva en su rendimiento académico y profesional.
5. Facilita la instauración de hábitos. Los hábitos son muy importantes en la vida
de los niños ya que no solo les permiten organizarse mejor sino que también
les hacen sentir más seguros. Además, se ha encontrado que los pequeños que
siguen hábitos en el hogar suelen tener un mejor rendimiento académico ya
que tienden a tener un mayor desarrollo de su pensamiento lógico. Por eso,
colaborar en el hogar es una forma de enseñarles a crear hábitos saludables.
A continuación, te voy a dar una serie de actividades clasificadas por edades en las que
tu hijo debería participar. Es importante que nuestros hijos puedan observar las
actividades en nosotros ya que somos sus referentes. También es importante resaltar
que, un niño que nunca ha realizado ninguna tarea o actividad en casa es muy difícil
que empiece a realizar las de su propia edad, por lo tanto, es recomendable empezar
por aquellas que aún no se han obtenido.

Como digo, la lista de actividades es progresiva y orientativa. Un niño de 9 años puede


hacer lo que dice la lista si en las edades anteriores, más o menos, tuvo las
responsabilidades para las que estaba preparado. Así que si la estáis mirando y pensáis
que os gustaría que vuestro hijo hiciera más cosas, y además pensáis que las hará
motivado y con implicación, pues igual tenéis que empezar por cosas de edades
inferiores, para finalmente llegar a lo de su edad.

De igual modo, un niño puede hacer las cosas que en la lista aparecen para niños de
más edad. Todo depende de su motivación, sus ganas y su habilidad. Al final la clave
está en respetar sus ritmos de aprendizaje.

Lista de tareas por edades:

De 2 a 3 años

 Recoger los juguetes de una habitación y guardarlos en un cesto o caja


preparado para ello
 Poner la ropa sucia en el lugar adecuado para que después se lave
 Ayudar a limpiar los derrames
 Llevar la basura al cubo correspondiente
 Limpiar el polvo (por encima)
 Regar las plantas con una regadera
 Colocar objetos en estanterías

De 4 a 6 años

 Hacer la cama con la ayuda de un adulto


 Llenar los comederos y bebederos de los animales domésticos
 Poner, recoger y limpiar la mesa
 Ayudar a preparar comidas sencillas
 Barrer con una escoba acorde a su edad y altura
 Seleccionar la ropa
 Guardar los libros

De 7 a 9 años

 Es capaz de levantarse por la mañana de forma independiente con una alarma


 Hacer la cama
 Cuidar de los animales de compañía
 Doblar y guardar la ropa
 Limpiar los espejos, encimeras y cualquier superficie
 Barrer con mayor eficacia
 Fregar el suelo
 Cargar el lavavajillas y descargarlo
 Preparar comidas con ayuda

Más de 10 años

 Limpiar y organizar su dormitorio


 Fregar los platos
 Preparar una comida sin ayuda
 Cuidar del jardín
 Poner la lavadora o secadora
 Tender la ropa
 Fregar los platos
 Planchar
 Sacar la basura
 Enseñar a otro hermano a hacer las tareas

Cuando a un niño se le encarga algo y ve que es capaz de hacerlo y contribuir al


funcionamiento de su casa, se desarrolla un importante sentimiento de
"competencia"; el niño experimenta la sensación de "yo soy capaz". Este sentimiento
va a ser fundamental para el desarrollo de una buena autoestima, tan importante en el
carácter de toda persona. Por eso, cuando sobreprotegemos a nuestros hijos les
estamos haciendo un flaco favor. Sin quererlo, impedimos que nuestro hijo desarrolle
ese sentimiento de autoeficacia, tan importante en su desarrollo. Enseñar a los niños a
ser responsables les da seguridad e incrementa su sensación de poder.

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