Sei sulla pagina 1di 9

CURSO: ORATORIA FORENSE

“PERFIL DEL ORADOR


MODOS DE HABLAR Y COMO DIRIGIRSE AL AUDITORIO”

Alumno:

OSCAR AURELIO SERNAQUÉ GAGO

Docente Mag.:

PAULETT HAUYON DAVID SAUL

LIMA – PERÚ
2018
1. PERFIL DEL BUEN ORADOR

Ser un buen orador requiere planeación, claridad de pensamiento, y un discurso bien


estructurado de principio a fin. Es importante evitar crear confusión o dejar a tus
oyentes la sensación de que perdieron su tiempo. Sigue estos siguientes pasos y la gente
apreciará lo que tengas que decir.
Hay ciertas características que ayudan al orador a establecer una buena comunicación:

A. Naturalidad: es ser uno mismo, sin artificios, sin disfrazar la voz ni emplear
palabras rebuscadas.
B. Sinceridad: es el total acuerdo entre el pensamiento, la palabra y entre la
palabra y los actos. No se logra convencer si se dice algo en lo que no se cree, no
se vive o de lo que no se está seguro. Cuando se comete un error hay que
reconocerlo.
C. Entusiasmo y Energía: el entusiasmo es lo que da calor y fuerza a la
intervención. El orador no sólo ha de estar convencido de lo que dice sino
demostrar su entusiasmo ya sea implícita o explícitamente y su interés por el
tema. De no ser así, difícilmente conseguirá arrastrar o convencer a los oyentes.
D. Confianza/ Seguridad/ Pensar en Positivo. Hay que tener en cuenta que quien
no inspira confianza no la merece. Si pensamos en términos positivos,
tendremos más confianza y por lo tanto más seguridad en nosotros mismos.
E. Coraje. El orador tiene que decir expresiones que a veces le pueden ocasionar
molestias y riesgos. Es decir, que no gusten a su audiencia o a una parte de ella
pero hay que tener el valor de expresar esas palabras.
F. Expresión y Pronunciación Clara y Precisa. Cuando hablamos en público
demos elegir palabras precisas, corrientes, concretas y comprensibles por todos.
Se debe evitar extranjerismos, palabras de moda y el uso de términos técnicos
(excepto si estamos seguros que toda nuestra audiencia lo entiende).

Entre las muchas características del Orador, encontramos también las del maestro
orador español Paco Grau, que las considera tan importantes como saber leer o escribir:

A. TENER MUY CLARO EL MENSAJE. "Hay que llevar el discurso


estructurado por puntos, aprendido de memoria para evitar bloqueos y con las
ideas que queremos transmitir muy claras". Una exposición tiene que tener un
orden y una coherencia para poder seguirla y recordarla. "Aconsejo concisión y
dominar el tema".
B. MANTENER UNA ACTITUD POSITIVA. La comunicación corporal supone
un 90% del éxito y sólo un 10% se debe a la comunicación verbal. "Es
importante lo que decimos y más aún cómo lo decimos". Una sonrisa comunica.
C. SER UNO MISMO. Las caretas se caen fácilmente, mientras que si uno
transmite naturalidad resulta más fácil que no desmonten sus teorías, comenta
Grau. "Claro que esto no hay que llevarlo al extremo, es preferible ser formal a
excesivamente coloquial".
D. SEGURIDAD Y RELAJACIÓN. "El auditorio no está formado por fieras
dispuestas a devorar, sino por un grupo de personas, que puede ser más o menos
numeroso, pero al que no debemos ver como una amenaza", alerta el profesor de
oratoria. Corremos el riesgo de que nuestro cuerpo reaccione con temblores,
sudoración, rojeces... "El sistema nervioso se dispara y no lo controlamos, como
cuando salimos corriendo ante un animal salvaje o retiramos la mano del fuego
que quema. La serenidad es fundamental".
E. CONTROL DE LA MIRADA. Cuando sospechamos que nuestro interlocutor
miente le pedimos que nos mire a los ojos. "El contacto visual tiende puentes de
comunicación. Una mirada efectiva tiene más posibilidades de captar la
atención, hacer llegar el mensaje y conseguir un feedback".
F. ENTRENARSE. "No pasa nada", escrito en mayúscula y con tres signos de
admiración. Así arranca sus cursos Grau, quien reconoce que las personas
extrovertidas tienen parte del camino recorrido, pero incluso el más tímido
puede perder la vergüenza. "Muchas veces nos cortamos al preguntar dudas
desde el patio de butacas porque nos horroriza pensar que no vamos a dar el
nivel, que todas las miradas se van a girar hacia nosotros y que se escuchará sólo
nuestra voz. No queremos ser el centro de atención. En el mundo anglosajón, en
cambio, estos problemas se solventan a los seis años". Cuente un chiste, exprese
sus ideas a un amigo, lea en alto... "Cuanto más se practica, más soltura se
tiene".
G. DECIR ADIÓS A LOS NOTAS DE AYUDAS. ¿Cuántas veces hemos visto a
un perfil público dar un discurso de 20 folios sin levantar la vista? "Muchos
parlamentarios hacen esto continuamente. Eso no es dar una conferencia, mejor
repartir unas fotocopias y que la gente las lea en lugar de dormirse". Por no
hablar de los políticos que no entienden su propia letra y pierden el hilo: "Es
cierto que tener herramientas de apoyo, como diapositivas, un guión o el propio
discurso delante aporta una cierta seguridad, pero debe ser como la partitura para
el músico, por si acaso".
H. MOSTRAR LAS MANOS. "En mi opinión, el discurso de Navidad del Rey
Felipe VI perdía eficacia cuando cerraban tanto los planos que sólo se veía su
rostro. La gestualidad es importantísima, mover las manos cuando hablamos
transmite convicción, acompaña al discurso y facilita la comprensión".
I. ACTITUD. "Las entonaciones, como los gestos, desmienten mensajes. Uno no
puede comunicar optimismo con cara de pena o frunciendo el ceño". Grau
aconseja no acelerarse y otorgar expresividad a cada palabra. "Mantener el
ritmo, el tono, la entonación y las pausas adecuadas durante la intervención".
J. HABLAR DE PIE. "¿Qué pensaríamos de un orador que aparece ante nosotros
medio acostado, escondido o columpiándose en una silla, por muy excelente que
fuera el discurso?". Evite una perorata causando buena impresión. Y un último
consejo: "Preséntese con un vestuario adecuado a la situación".

2. MODOS DE HABLAR EN PÚBLICO :


La naturalidad es la cualidad más preciada en un presentador, por lo tanto el valor que
se debe buscar es el de la espontaneidad. Cosa nada fácil de conseguir, ya que cuesta
trabajo ser natural cuando se está hablando ante un grupo de personas y no todos los
elocuentes lo consiguen. Sin embargo cuando se está con amigos o con la familia, todos
son naturales.

Cuando se hacen las cosas habituales o cotidianas, se comporta el ser humano de forma
sencilla y espontánea, el problema empieza cuando se tiene que hacer algo distinto o
nuevo y se convierte en protagonista de la obra. De acuerdo con el método oratorio de
preparación existen cuatro formas de hablar en público que son las siguientes:

a) Leído ó de Lectura: Los discursos leídos son aquéllos en que el orador lleva escrito
el texto y procede a su lectura frente al auditorio. Esta es una forma de elocuencia que
tiende a desaparecer, sin embargo, es imprescindible en ciertas ocasiones. La lectura
tiene algunas ventajas compensatorias. Permite una factura más meditada, un estilo más
pulido y literario y precave e errores, sin embargo, el discurso se debe escribir teniendo
en cuenta que el texto está destinado a la lectura pública.

b) Memorizado ó Recitado:- Se llama así porque el orador lo escribe con anterioridad,


lo aprende de memoria y posteriormente lo recita entre el público simulando una
improvisación. Este tipo de elocuencia es inferior y no goza de crédito alguno. Quien
encare esta forma de oratoria, deberá reunir dos requisitos: primero ser un formidable
actor capaz de simular una improvisación sin ser descubierto y segundo tener una gran
memoria y capacidad suplementaria de improvisar al menos momentáneamente, si se
olvida de algún fragmento.

c) Improvisado: Es la forma superior de la elocuencia. Tiene la ventaja de impresionar,


convencer y conmover más al público, pues este advierte enseguida en el orador
superioridad intelectual, dominio de sí mismo, dones de conducción y real capacidad
oratoria. El discurso improvisado tiene como característica la personalidad, originalidad,
naturaleza y vida que cualquier otro. Por lo tanto se distinguen dos tipos de
improvisación que son: La Primera la absoluta, trata de que el orador se ve sorprendido
por una circunstancia y debe hablar de repente, sin aviso alguno y en Segunda la
relativa, es aquella en que el orador, invitado con anterioridad suficiente, hace uso de la
palabra.

d) Adaptación: Esta se caracteriza por la capacidad de usar expresiones propias, dando


calidez, sinceridad y naturalidad al discurso. Podríamos definirla como aquella que, tras
ser elaborado con todo rigor, se remota utilizando expresiones que se adecúen a la
personalidad y al lenguaje del orador, manteniendo siempre el sentido original. Es como
explicar un camino a alguien, teniendo el mapa delante pero utilizando palabras que no
están impresas en él. De este modo la presentación se personaliza, es decir una
conversación adaptada a su propia forma de actuar, en donde se pueden utilizar las dotes
interpretativas y expresar ideas con frescura y naturalidad, sin temor a perderse en los
laberintos de la improvisación. La presentación adaptada brinda mejores posibilidades
de lucimiento, además el público valorará la naturalidad con la que sus palabras fluyan
durante el acto.
3. COMO DIRIGIRSE A UN AUDITORIO:
Desde la postura ideal al uso de los silencios, una especialista recomendó claves
sencillas para dejar los miedos y dar un discurso eficaz.

La palabra tiene un gran valor significativo y es el principal medio de comunicación


entre los seres humanos. A menudo enfrentarse a un amplio auditorio ya sea por trabajo
o por estudio resulta un gran desafío. La postura, la forma de aprendizaje, los silencios y
la coparticipación son algunos ejes fundamentales a la hora de ser escogidos para esta
tarea. Resulta primordial intentar transmitir un mensaje claro sin carga autoreferencial
en el discurso.

 Rol de la postura en el discurso

La postura con la que se presenta e invita al diálogo es uno de los ejes principales. El
80% de la presentación depende de cómo se exhibe el orador, por lo tanto conceptos
como firmeza y seguridad son claves a la hora de querer captar la atención del público.

"Acciones como ocultar las manos es una señal que nos muestra como poco amigables,
es probable que el auditorio decodifique este mensaje como ocultamiento y falta de
firmeza. No mirar a los ojos es otra señal que inspira desconfianza. Pero hay que tener
en cuenta que el exceso de seguridad tampoco es bueno, adoptar una postura corporal
demasiado arrogante puede generar rechazo", detalló, director de POST Media, agencia
de comunicación especialidad en public speaking.

 Estudiar de memoria, un arma de doble filo

Un clásico es estudiar el diálogo de memoria, este accionar brinda seguridad al orador


pero no deja de ser un arma de doble filo. Olvidarse tan solo una palabra de lo estudiado
pude desmoronar el plan en cuestión de segundos. Por otro lado está técnica, puede
recaer en un discurso monótono y aburrido.

"Aprender de memoria es factible y hay muchos oradores que lo hacen y muy bien. Pero
requiere muchísima práctica para que salga natural y no aparezca el esfuerzo por
recordar el texto", destacó el profesional Mariano Pupkin.
 Un pequeño dato que llamará la atención

Las cifras siempre llaman la atención, en caso de tener la posibilidad de brindar


números en el discurso es una herramienta clave para captar la atención. Los números
debes ser pensados y englobados en el contexto para darle profesionalismo de lo
contrario, se recaerá en un discurso con poco sustento teóri Los silencios se vinculan al
concepto de tranquilidad y el público suele relacionarlos directamente con la noción de
seguridad y conocimiento. Dicen que un silencio dice más que mil palabra por lo tanto,
al inicio de una exposición, comenzar con este recurso y mirar a los ojos a los
participantes asegurará un primer acercamiento con los oyentes.

"Los silencios son muy importantes ya que las personas deben asimilar las cosas que se
exponen. Hablar sin parar, no permite evaluar cada punto que ponemos expuesto.
Además, el silencio permite tomar aire, recapitular en qué lugar de nuestra presentación
estamos y realizar un reconocimiento de las caras para medir cómo se está desarrollando
la exposición", señaló el especialista Daniel Ríos.

 Coparticipación de los oyentes

La participación de los destinatarios de la audiencia es clave. Responder preguntas


como también abrir el juego a despejar dudas permite saber si lo expresado se
comprendió correctamente. Un error al intentar interactuar es focalizar preguntas a
destinatarios específicos, esto puede genera tensión en el grupo y por ende estimulará la
distracción.

 Tipo de lenguaje adecuado

El uso de términos complejos para sorprender solo presta a mayor confusiones, palabras
cotidianas de uso común aseguraran un mensaje claro y conciso.

"El tipo de lenguaje debe ser claro en todo momento. El uso de jerga profesional debe
ser acorde a la claridad de la exposición y al tipo de auditorio. Los conceptos y palabras
complejas fuera de contexto tienen como único 'beneficiario' al orador, quien termina
protegiéndose detrás de un supuesto saber que corta la conexión. Cuando el orador se
expone abierta y auténticamente, sea cual sea su rol, genera credibilidad, está en
sintonía y simetría con la audiencia. No pontifica ni dice lo que deben o tienen que
hacer, muestra su propia mirada dando sentido a lo que dice y respetando la total
libertad de los oyentes para darle significado", destacó el profesor Pupkin.

Generar confianza en el público no es una tarea sencilla, pero seguir estos simples pasos
asegurará el éxito del discurso, por supuesto que la práctica hará que estos conceptos se
naturalicen y perfeccionen según el público para el que se expone.
Bibliografía

 D. Egremy Francisco, Hablar para triunfar, Editorial Anaya, México, 2005,


p.18-23.

 https://comunicayveras.blogspot.com/

 Técnicas Básicas para Hablar en Público, Fudepaorg, Andalucia-España.


 BENSAHLA TaniSidi Mouhammed, El Arte de Hablar en Público, 2014

 http://noticias.universia.net.co/consejos-
profesionales/noticia/2015/05/12/1124837/13-tips-hablar-publico-miedo.html

Potrebbero piacerti anche