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Bondad de Dios - Lo que Significa

La bondad de Dios es uno de los atributos de Dios, así como una descripción de Su esencia
misma. Dios, por naturaleza, es intrínsecamente bueno, como el Salmo 34:8 nos dice: "Gustad
y ved que es bueno Jehová; dichoso el hombre que confía en Él." Él es el fundamento de la
bondad y de todo lo bueno—Él no lo recibió de ninguna otra fuente. Las personas pueden tener
rasgos buenos o hacer buenas obras, pero la bondad no está en nuestro carácter. Nuestra
bondad viene de Dios.

Bondad de Dios - Lo que Hace


La bondad de Dios es evidente en toda Su creación y obras. Génesis 1:31 dice: “ Y vio Dios
todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera..." Nosotros no somos
merecedores de Su bondad ni podemos ganárnosla. Está disponible para nosotros sin importar
nuestra condición social en la vida, y aunque no seamos dignos de ella. Mateo 5:45 dice:
“ ...Que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos." Y
leemos en el Salmo 145:9 que "Bueno es Jehová para con todos, y sus misericordias sobre
todas sus obras."

La bondad de Dios es individual. La letra de un antiguo coro dice: "Dios es tan bueno; Es tan
bueno conmigo." Todos podemos cantar esta canción, porque Él es bueno con cada uno de
nosotros individualmente, de maneras que satisfacen nuestras necesidades individuales. Su
bondad nos provee tales beneficios como:

 Nos proporciona el modelo perfecto de la bondad. Conociendo a Dios y aprendiendo


acerca de Su bondad podemos llegar a reconocer la bondad verdadera y esforzarnos
para hacer cosas buenas. Debemos orar como lo hizo el Salmista: "Bueno eres tú, y
bienhechor; enséñame tus estatutos" (Salmo 119:68). Podemos ver a Dios como el
modelo perfecto a imitar para enseñarnos acerca de la bondad y de cómo hacer cosas
buenas.

 Nos asegura que el propósito de Dios para nosotros es bueno. Así como los padres
desean cosas buenas para sus hijos, nuestro Padre Celestial desea sólo lo bueno para
nosotros. Santiago 1:17 dice: "Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo
alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación." Sin
embargo, debemos recordar que las cosas buenas no siempre pueden presentarse
como experiencias felices. A veces el bien puede venir disfrazado de adversidad o
dificultad, pero Dios puede utilizar las dificultades para bien, como aprendemos en
Romanos 8:28: "Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a
bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados."

 Esto nos da seguridad y ánimo. Podemos depender de la bondad inmutable de Dios. El


Salmo 52:1 dice: "La misericordia de Dios es continua" (VRV). Dios siempre será
bueno. Su carácter no cambia. Continuará siendo el creador de todas las cosas buenas
y nosotros podemos estar seguros de que Él nos proporcionará cosas buenas según
Su plan perfecto.

 Nos acerca a Dios. El propósito de la bondad de Dios es el acercarnos a Él. Esto fue
manifestado en su mayor expresión cuando Dios sacrificó a Su Hijo, Jesús, para
nuestra salvación. Por Su bondad se nos ha dado la oportunidad de escuchar Su
palabra y aceptar la vida eterna al aceptar a Jesucristo como nuestro Salvador.

Bondad de Dios - Conclusión


La bondad de Dios es el corazón de nuestra fe cristiana. Es debido a Su deseo de hacernos
bien que proporcionó la salvación a través de Su hijo. Todo lo que Dios hace es para nuestro
bien. Podemos ver pruebas de la bondad de Dios por todas partes en las provisiones que
suministra para sustentar la vida—desde las cosechas que proporcionan nuestro alimento,
hasta el aire mismo que respiramos. Podemos poseer bondad en nosotros, e incluso el deseo
de hacer el bien, pero la bondad verdadera viene de Aquél que es perfectamente bueno y que
desea cosas buenas para todas las personas. Nuestra meta debe ser mostrarle la bondad de
Dios a otros todos los días.
Los siervos de Dios deben amar la
bondad
“¿Y qué es lo que Jehová está pidiendo de vuelta de ti sino ejercer
justicia y amar la bondad y ser modesto al andar con tu Dios?”
(MIQUEAS 6:8.)

1, 2. a) ¿Por qué no debe sorprendernos que Jehová espere que sus siervos sean bondadosos?
b) ¿Qué preguntas respecto a la bondad merece la pena examinar?

JEHOVÁ es un Dios de bondad (Romanos 2:4; 11:22). La primera pareja, Adán y Eva,
debería haber agradecido este hecho. En el jardín de Edén se hallaban rodeados de
creaciones visibles que evidenciaban la bondad de Dios hacia los seres humanos, pues
estaban creados de tal forma que pudieran disfrutar de ellas. Y Él sigue siendo
bondadoso con todos, incluso con las personas ingratas y malvadas.
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Dado que estamos hechos a la imagen de Dios, tenemos la capacidad de reflejar sus
cualidades (Génesis 1:26). No sorprende, por tanto, que Jehová espere que seamos
bondadosos. Como señala Miqueas 6:8, los siervos de Dios deben “amar la bondad”.
Pero ¿qué es la bondad? ¿Cómo se relaciona con otras cualidades piadosas? Dado que
los seres humanos podemos manifestarla, ¿por qué es el mundo un lugar tan cruel y
despiadado? ¿Por qué debemos los cristianos esforzarnos por ser bondadosos?

¿Qué es la bondad?
3. ¿Cómo puede definirse la bondad?

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La bondad brota de un vivo interés por el bienestar ajeno, y se evidencia en actos
serviciales y palabras amables. La persona bondadosa hace el bien a su prójimo y evita
todo lo que pudiera perjudicarlo. Es amigable, compasiva, generosa y considerada con
los demás. El apóstol Pablo dio esta exhortación a los cristianos: “Vístanse de los tiernos
cariños de la compasión, la bondad, la humildad mental, la apacibilidad y la gran
paciencia” (Colosenses 3:12). La bondad, por tanto, forma parte del “atuendo” de todo
cristiano verdadero.

4. ¿De qué manera ha tomado Jehová la iniciativa en mostrar bondad a la humanidad?

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Jehová Dios ha tomado la iniciativa en mostrar bondad. Como dijo Pablo, “cuando se
manifestó la bondad y el amor para con el hombre de parte de nuestro Salvador, Dios,
él nos salvó [...] mediante el baño que nos trajo a la vida y mediante hacernos nuevos
por espíritu santo” (Tito 3:4, 5). Dios ‘baña’, o limpia, a los cristianos ungidos con la
sangre de Jesús, aplicándoles los beneficios del sacrificio redentor de este. También se
les hace nuevos mediante espíritu santo, con lo que se convierten en “una nueva
creación”, hijos de Dios engendrados por espíritu (2 Corintios 5:17). Además, la bondad
y el amor de Dios se extienden a “una gran muchedumbre” de personas que “han
lavado sus ropas largas y las han emblanquecido en la sangre del Cordero” (Revelación
[Apocalipsis] 7:9, 14; 1 Juan 2:1, 2).

5. ¿Por qué deben ser bondadosos quienes se dejan guiar por el espíritu de Dios?

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La bondad también es parte del fruto del espíritu santo, o fuerza activa, de Dios. Pablo
escribió: “El fruto del espíritu es: amor, gozo, paz, gran paciencia, benignidad, bondad,
fe, apacibilidad, autodominio. Contra tales cosas no hay ley” (Gálatas 5:22, 23). Por lo
tanto, ¿no deberían ser bondadosos quienes se dejan guiar por el espíritu de Dios?

La bondad verdadera no es debilidad


6. ¿Qué clase de bondad es debilidad, y por qué?

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Hay quienes piensan que la bondad es debilidad, que tenemos que ser duros, incluso
ásperos a veces, para que los demás nos vean fuertes. Sin embargo, lo cierto es que lo
que requiere fortaleza es mostrar la bondad que es verdadera y evitar la falsa. Dado
que la bondad forma parte del fruto del espíritu, no puede ser una actitud débil o
permisiva con la conducta impropia. Por otro lado, la bondad equivocada es una
debilidad que lleva a tolerar la maldad.

7. a) ¿Cómo fue negligente Elí? b) ¿Por qué deben guardarse los ancianos de mostrar una bondad
equivocada?

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Pensemos, por ejemplo, en el caso de Elí, sumo sacerdote de Israel que fue negligente
en cuanto a disciplinar a sus hijos, Hofní y Finehás, los cuales oficiaban en el
tabernáculo en calidad de sacerdotes. No satisfechos con la porción de los sacrificios
que la Ley de Dios prescribía para ellos, hacían que un ayudante exigiera carne cruda al
oferente antes de que la grasa de la ofrenda se hiciera humear sobre el altar. Además,
mantenían relaciones inmorales con mujeres que servían a la entrada del tabernáculo.
Sin embargo, en vez de destituirlos de su puesto, Elí se limitó a reprenderlos
suavemente (1 Samuel 2:12-29). ¡Con razón “la palabra de Jehová se había hecho rara
en aquellos días”! (1 Samuel 3:1.) Los ancianos cristianos deben tener cuidado de no ser
permisivos y mostrar una bondad equivocada a pecadores que podrían poner en
peligro la espiritualidad de la congregación. La verdadera bondad no es ciega a las
palabras y acciones que violan las normas divinas.

8. ¿Cómo manifestó Jesús la verdadera bondad?

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Nuestro Modelo, Jesucristo, nunca mostró una bondad equivocada. Él era la esencia
misma de la bondad verdadera. Por ejemplo, ‘sintió tierno cariño por las personas al
verlas desolladas y maltratadas como ovejas sin pastor’. La gente de buen corazón se
sentía en la libertad de acercarse a él y hasta de llevarle a sus hijos pequeños.
Pensemos en la bondad y compasión que manifestó Jesús cuando “tomó a los niños en
los brazos y empezó a bendecirlos” (Mateo 9:36; Marcos 10:13-16). Aunque era
bondadoso, defendió con firmeza lo que era recto a los ojos de su Padre celestial.
Jamás fue permisivo con la maldad, sino que con las fuerzas que Dios le infundía
denunció la hipocresía de los guías religiosos. Como leemos en Mateo 23:13-26, varias
veces exclamó: “¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas!”.

La bondad y otras cualidades piadosas


9. ¿Cómo se relaciona la bondad con la gran paciencia y con la benignidad?

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La bondad se relaciona con otras cualidades que produce el espíritu de Dios.
Concretamente, se enumera después de la “gran paciencia” y la “benignidad”. Sin duda,
el que cultiva la bondad lo demuestra teniendo gran paciencia, incluso con quienes
no son amables. La bondad también guarda relación con la benignidad, pues a
menudo se evidencia en actos útiles a favor de otros. Algunas veces, la palabra griega
que la Biblia usa para “bondad” también puede traducirse “benignidad”.
La manifestación de esta cualidad entre los primeros cristianos asombraba a los
paganos. En efecto, según Tertuliano, estos llamaban a los seguidores de Jesús con un
nombre “que en su composición significa ‘suavidad y bondad’”.

10. ¿Qué vínculo existe entre la bondad y el amor?

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Asimismo, la bondad está vinculada al amor. Jesús dijo a sus seguidores: “En esto
todos conocerán que ustedes son mis discípulos, si tienen amor entre sí” (Juan 13:35).
Y al describir este amor, Pablo afirmó: “El amor es sufrido y bondadoso” (1 Corintios
13:4). La bondad también se une al amor en la expresión “bondad amorosa”, que
aparece con frecuencia en las Escrituras y que se refiere a una bondad que surge del
amor leal. El sustantivo hebreo que se vierte “bondad amorosa” significa más que
tierno cariño. Es una bondad que se adhiere amorosamente a un objeto hasta que su
propósito con relación a él se ha realizado. La bondad amorosa, o amor leal, de Jehová
se refleja de diversas formas. Por ejemplo, se observa en sus actos de liberación y
protección (Salmo 6:4; 40:11; 143:12).

11. ¿Qué garantía nos proporciona la bondad amorosa de Dios?

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La bondad amorosa de Jehová atrae a las personas hacia él (Jeremías 31:3). Cuando
los siervos fieles de Dios necesitan liberación o ayuda, saben que Su bondad amorosa
realmente es leal, amor leal. No les fallará. Por tanto, pueden orar con fe, como el
salmista que cantó: “En cuanto a mí, en tu bondad amorosa he confiado; esté gozoso
mi corazón en tu salvación” (Salmo 13:5). Puesto que el amor de Dios es leal, Sus
siervos pueden cifrar completa confianza en Él. Tienen esta garantía: “Jehová
no desamparará a su pueblo, ni dejará a su propia herencia” (Salmo 94:14).

¿Por qué es tan cruel el mundo?


12. ¿Cuándo y cómo se inició la gobernación opresiva?

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La respuesta a esta pregunta tiene que ver con lo que ocurrió en el jardín de Edén.
En los comienzos de la historia humana, un espíritu que se había vuelto egoísta y altivo
llevó a la práctica un plan para obtener la dominación mundial. Como consecuencia de
su ardid se convirtió en “el gobernante de este mundo”, ciertamente un gobernante
muy opresivo (Juan 12:31). Se le llegó a conocer por el nombre de Satanás el Diablo, el
principal enemigo de Dios y del hombre (Juan 8:44;Revelación 12:9). Su treta egoísta
para instaurar un gobierno que rivalizara con el bondadoso regir de Jehová quedó
descubierta poco después de la creación de Eva. Así pues, el mal gobierno se inició
cuando Adán optó por independizarse de la gobernación de Dios y rechazar por
completo Su bondad (Génesis 3:1-6). Lejos de gobernarse a sí mismos, tanto él como
Eva llegaron a estar realmente bajo la codiciosa y orgullosa influencia del Diablo, y se
convirtieron en sus súbditos.

13-15. a) ¿Cuáles fueron algunas consecuencias de rechazar el justo regir de Jehová? b) ¿Por qué es
tan despiadado el mundo?

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Veamos algunas de las consecuencias. Adán y Eva fueron expulsados de una sección
del planeta que era un paraíso. De la comodidad de un parque exuberante en el que
fácilmente podían conseguir verduras y frutas saludables, pasaron a una dura existencia
fuera del jardín de Edén. Dios le dijo a Adán: “Porque escuchaste la voz de tu esposa y
te pusiste a comer del árbol respecto del cual te di este mandato: ‘No debes comer de
él’, maldito está el suelo por tu causa. Con dolor comerás su producto todos los días de
tu vida. Y espinos y cardos hará crecer para ti”. La maldición que cayó sobre el suelo
significó que cultivarlo resultaría muy trabajoso. Los descendientes de Adán sufrieron
en carne propia los efectos de la maldición del suelo, con sus espinos y cardos. Tanto
es así que Lamec, el padre de Noé, se refirió al ‘dolor de sus manos que resultaba del
suelo que Jehová había maldecido’ (Génesis 3:17-19; 5:29).
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Adán y Eva también cambiaron la tranquilidad por la angustia. Dios le dijo a Eva:
“Aumentaré en gran manera el dolor de tu preñez; con dolores de parto darás a luz
hijos, y tu deseo vehemente será por tu esposo, y él te dominará”. Más tarde, Caín, el
primogénito de Adán y Eva, cometió la atrocidad de asesinar a su hermano Abel
(Génesis 3:16; 4:8).
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“El mundo entero yace en el poder del inicuo”, declaró el apóstol Juan (1 Juan 5:19).
Al igual que su gobernante, el mundo de hoy manifiesta características malvadas, como
el egoísmo y el orgullo. ¡No sorprende que sea tan cruel y despiadado! Pero
no siempre será así. Jehová se encargará de que bajo su Reino prevalezcan la bondad y
la compasión, no la aspereza y la crueldad.

En el Reino de Dios triunfará la bondad


16. ¿Por qué se caracteriza por la bondad la gobernación de Dios mediante Cristo Jesús, y a qué nos
obliga este hecho?

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Jehová y el Rey designado de Su Reino, Cristo Jesús, requieren que sus súbditos sean
conocidos por su bondad (Miqueas 6:8). Jesucristo nos dio una vislumbre de hasta qué
punto se caracterizará por la bondad la administración que su Padre le ha confiado
(Hebreos 1:3). Lo hizo al pronunciar las siguientes palabras, las cuales pusieron de
manifiesto la maldad de los guías religiosos falsos que imponían pesadas cargas a la
gente: “Vengan a mí, todos los que se afanan y están cargados, y yo los refrescaré.
Tomen sobre sí mi yugo y aprendan de mí, porque soy de genio apacible y humilde de
corazón, y hallarán refrigerio para sus almas. Porque mi yugo es suave y mi carga es
ligera” (Mateo 11:28-30). Con demasiada frecuencia, los líderes de la Tierra, tanto
religiosos como de otros tipos, abruman a sus súbditos con un sinfín de reglas y tareas
ingratas. Por el contrario, lo que Jesús requiere de sus seguidores satisface las
necesidades de estos y es algo que pueden cumplir: sin duda, un yugo reconfortante y
suave. ¿No nos sentimos motivados a imitarlo siendo bondadosos con nuestros
semejantes? (Juan 13:15.)

17, 18. ¿Por qué podemos confiar en que los que gobernarán con Cristo en los cielos y los que lo
representarán en la Tierra manifestarán bondad?

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Las impactantes palabras que en cierta ocasión dirigió Jesús a sus apóstoles subrayan
la marcada diferencia que existe entre el Reino de Dios y el regir del hombre. La Biblia
relata: “Se suscitó entre [los discípulos] una disputa acalorada sobre quién de ellos
parecía ser el mayor. Pero él les dijo: ‘Los reyes de las naciones se enseñorean de ellas,
y a los que tienen autoridad sobre ellas se les llama Benefactores. Ustedes, sin
embargo, no han de ser así. Antes, el que sea mayor entre ustedes hágase como el más
joven, y el que actúe como principal, como el que ministra. Porque, ¿cuál es mayor?: ¿el
que se reclina a la mesa, o el que ministra? ¿No es el que se reclina a la mesa? Mas yo
estoy en medio de ustedes como el que ministra’” (Lucas 22:24-27).
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Los gobernantes humanos establecen su grandeza ‘enseñoreándose’ y atribuyéndose
títulos altisonantes, como si estos los hicieran mejores que sus súbditos. Pero Jesús
enseñó que la verdadera grandeza consiste en ministrar a los demás, en esforzarse con
ahínco y constancia por servirles. Todos los que gobernarán con Cristo en los cielos y
los que serán sus representantes en la Tierra han de seguir su ejemplo de humildad y
bondad.
19, 20. a) ¿Cómo mostró Jesús el alcance de la bondad de Jehová? b) ¿Cómo podemos imitar la
bondad de Jehová?

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Veamos otro amoroso consejo de Jesús. A fin de mostrar el alcance de la bondad de
Jehová, dijo: “Si ustedes aman a los que los aman, ¿de qué mérito les es? Porque hasta
los pecadores aman a los que los aman. Y si hacen bien a los que les hacen bien, ¿de
qué mérito, realmente, les es a ustedes? Hasta los pecadores hacen lo mismo. También,
si prestan sin interés a aquellos de quienes esperan recibir, ¿de qué mérito les es?
Hasta los pecadores prestan sin interés a los pecadores para que se les devuelva otro
tanto. Al contrario, continúen amando a sus enemigos y haciendo bien y prestando sin
interés, sin esperar que se les devuelva nada; y su galardón será grande, y serán hijos
del Altísimo, porque él es bondadoso para con los ingratos e inicuos. Continúen
haciéndose misericordiosos, así como su Padre es misericordioso” (Lucas 6:32-36).
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La bondad piadosa es altruista: ni pide ni espera nada a cambio. Jehová la
manifiesta, por ejemplo, cuando “hace salir su sol sobre inicuos y buenos y hace llover
sobre justos e injustos” (Mateo 5:43-45; Hechos 14:16, 17). A imitación de nuestro
Padre celestial, no solo no les hacemos ningún daño a los ingratos, sino que les
hacemos el bien, incluso a los que se comportan como enemigos nuestros. Al ser
bondadosos, demostramos a Jehová y Jesús que deseamos vivir bajo Su Reino, en el
que la bondad y las demás cualidades piadosas presidirán todas las relaciones
humanas.

¿Por qué ser bondadosos?


21, 22. ¿Por qué debemos ser bondadosos?

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La bondad es particularmente importante para los cristianos verdaderos, pues
constituye una prueba de que el espíritu de Dios actúa en nosotros. Además, cuando
manifestamos verdadera bondad, imitamos a Jehová y a Cristo Jesús. Y es esta una
cualidad indispensable para quienes desean ser súbditos del Reino de Dios. Por
consiguiente, debemos amar la bondad y aprender a mostrarla.
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¿De qué maneras prácticas podemos ser bondadosos en la vida diaria? Lo veremos en
el artículo siguiente.
¿Qué respondería?

• ¿Qué es la bondad?

• ¿Por qué es el mundo un lugar tan cruel y despiadado?

• ¿Por qué podemos estar seguros de que bajo la gobernación de Dios triunfará la
bondad?
• ¿Por qué es importante que muestren bondad quienes desean vivir bajo el Reino de
Dios?

[Ilustración de la página 13]

Los ancianos cristianos se esfuerzan por tratar con bondad al rebaño

[Ilustración de la página 15]

La bondad amorosa de Jehová no les fallará a sus siervos cuando atraviesen


dificultades

[Ilustraciones de la página 16]

En su gran bondad, Jehová hace que brille el sol y caiga la lluvia sobre todos los seres
humanos

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